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Dejar de Fumar: Beneficios

Los beneficios que trae consigo el dejar de fumar son mayores que cualquier síntoma provocado por
la abstinencia del tabaco. Por ello es conveniente conocer lo que sucede en su cuerpo al abandonar el tabaco:

1.) Se deja de estar sometido a una adicción.

2.) Mejora la salud, ya que:

 A los 20 minutos la presión arterial regresa a su nivel normal, lo mismo que la frecuencia cardíaca y
la temperatura de pies y manos.
 Los niveles de monoxido de carbono y oxígeno se normalizan pasadas 8 horas, lo que permite que la
respiración sea más profunda y una mejor oxigenación pulmonar.
 Disminuye el riesgo de muerte súbita tras 24 horas.
 Pasadas 48 horas se normalizan los sentidos del gusto y del olfato.
 Se normaliza la función respiratoria tras 72 horas.
 Aumenta la capacidad física y se cansará menos con cualquier actividad pasados 1 a 3 meses.
 Mejora el drenaje bronquial y se reduce el riesgo de infecciones pasados 1-9 meses.
 Se iguala el riesgo de padecer cancer de pulmón al de los no fumadores pasados 5 años sin fumar.
 Se reducen los catarros y molestias de garganta.
 Menor probabilidad de padecer cancer.
 Menor riesgo de trombosis o embolias cerebrales.

3.) Mejora su economía: Con lo que se ahorrará de tabaco podrá darse un capricho.

4.) Mejorará su aspecto físico:

 Desaparece el mal aliento.


 Mejorará el olor de su ropa y casa en general.
 Desaparecerá el color amarillento de manos y uñas.
 Mejorará la hidratación de su piel, su tersura y tendrá menos arrugas.

Dejar de Fumar.
1) ¿ Por qué me conviene dejar de fumar ?
- Beneficios de dejar de fumar.
- Síntomas del Síndrome de abstinencia del tabaco.
- Test de Richmond: ¿ Estoy motivado para dejar de fumar ?.
- Test de Fagerström: ¿ Cuanto dependo de la nicotina ?.

2) Manos a la obra.
- Conozca sus motivos
- Decálogo para dejar de Fumar.
Cómo aumentar tu capacidad
pulmonar
Coautor(a): Michele Dolan

En este artículo:Hacer ejercicios de respiraciónRealizar ejercicios cardiovascularesHacer cambios en tu estilo de vida

Muchos deportes llenos de acción en el mundo requieren que uses una gran cantidad de
aire para practicarlos exitosamente. Si bien no puede aumentar el tamaño o la capacidad
de los pulmones, puedes mejorar su funcionamiento. Esto hará que sientas que has
aumentado tu capacidad pulmonar, pero en realidad solo optimizarás la que ya tienes.
Puedes optimizar tu capacidad pulmonar al hacer ejercicios de respiración, realizar
ejercicios cardiovasculares y hacer cambios en tu estilo de vida que le brinden apoyo a los
pulmones.

Método 1
Hacer ejercicios de respiración
1.
1
Respira profundamente. Coloca una mano en el pecho y otra en el estómago. A medida
que inhalas, lleva el aire hacia los pulmones, asegurándote de que el estómago se
levante. Luego, deja que la respiración llene el pecho. Aguanta durante 5 a 20 segundos,
y luego exhala lentamente hasta que el estómago se contraiga.[1]
 Repite 5 veces.
 Esto debe ayudarte a darte cuenta cuánto aire puedes inhalar a la vez. También te
ayudará a aprender a respirar más profundamente.
2.
2
Concéntrate en el diafragma mientras respiras. Respira normalmente, pero observa el
diafragma para ver si se mueve hacia arriba y abajo. Ahora, respira profundamente hasta
que puedas observar un movimiento constante hacia arriba y abajo en el diafragma. Esto
te ayudará a aprender a inhalar más profundamente.[2]
 El diafragma es un músculo en forma de cúpula que se encuentra justo debajo de los
pulmones, en la parte superior del estómago.[3]
3.
3
Incrementa la duración de tu inhalación y exhalación. Siéntate o párate en una
posición de relajo. Inhala lentamente como sueles hacerlo, contando cuántos segundos te
toma llenar los pulmones. Luego, exhala por la misma cantidad de segundos. Añade un
conteo a tu inhalación y exhalación, y repite.[4]
 Continúa añadiendo un conteo tanto a la inhalación como exhalación hasta que el
estómago se levante con cada respiración.
4.
4
Salpícate agua en la cara mientras sostienes la respiración. Los científicos han
descubierto que salpicarte agua en la cara acelera la bradicardia o la disminución de la
frecuencia cardiaca, la cual ocurre cuando te sumerges en el agua. El cuerpo regula tu
ritmo cardiaco mientras estás bajo el agua para que recibas el oxígeno que necesitas
durante ese tiempo. Desencadenar este efecto cuando estás fuera del agua puede
ayudarte a maximizar tu consumo de oxígeno.[5]
 Trata de mantener el agua fría pero no helada. El agua helada desencadenará otro efecto
en el cuerpo que causa hiperventilación o intentos de respirar rápidamente. La
hiperventilación dañará tu capacidad para contener la respiración durante mucho tiempo.

Método 2
Realizar ejercicios cardiovasculares
1.

1
Realiza ejercicios cardiovasculares por al menos 30 minutos al día. Elige un ejercicio
que incremente tu ritmo cardiaco y te haga respirar más rápido. Los ejercicios
cardiovasculares mejoran la función pulmonar al fortalecer principalmente el corazón. Un
corazón fuerte y saludable puede bombear la sangre de manera más eficiente,
transportando oxígeno por todo el cuerpo.[6]
 Haz ejercicios aeróbicos.
 Practica ciclismo.[7]
 Corre.
 Baila.
 Participa en clases grupales.
2.

2
Realiza ejercicios acuáticos como alternativa a otras opciones de ejercicios
cardiovasculares. El ejercicio acuático añade resistencia adicional, lo que aumenta la
dificultad del entrenamiento. Debido a que estás en el agua, la dificultad añadida no será
tan difícil para tu cuerpo, ya que solo tendrá que trabajar un poco más para suministrar
suficiente oxígeno a la sangre para lograr un buen entrenamiento pulmonar.[8] Aquí hay
algunas buenas maneras de entrenar bajo el agua:
 Realiza ejercicios aeróbicos en el agua.
 Nada.
 Empuja dispositivos de flotación y boyas alrededor de la piscina.
 Bucea.
 Trota en el agua, siguiendo el perímetro de la piscina.
 Realiza saltos y levantamientos de piernas.
3.

3
Haz ejercicios a una altitud elevada. Ejercitarte a una altitud elevada es una manera
segura de aumentar la fuerza en los pulmones. El aire en una altitud elevada contiene
menos oxígeno, lo que hace que el entrenamiento sea más difícil, pero finalmente más
gratificante para los pulmones.[9]
 Tómalo con calma al principio para darle tiempo al cuerpo de ajustarse a la altitud
elevada.
 Ten cuidado de no entrenar demasiado duro en una altitud elevada, ya que podrías
desarrollar mal de altura.

Método 3
Hacer cambios en tu estilo de vida

1. 1
Mantén una buena postura. Es fácil pasar por alto tu postura, pero juega un papel
importante en ayudarte a usar los pulmones en toda su capacidad. Eso sucede porque
una mala postura puede comprimir tus pulmones, reduciendo su capacidad. Asegúrate de
estar siempre de pie, con la cabeza mirando hacia adelante, no hacia abajo.[10]
 Cuando te ejercites, asegúrate de no encorvarte o inclinarte hacia adelante.
2.
2
Toca un instrumento de viento. Tocar un instrumento de viento es una buena manera
de darles a los pulmones un entrenamiento constante y divertirte haciendo música a la
vez. Con el tiempo, te puede ayudar a aprender a optimizar tu capacidad pulmonar.[11]
 Elige un instrumento de viento de madera o de bronce, como un fagot, una tuba, una
trompeta, un trombón, un oboe, un clarinete, un saxofón o una flauta.
 Toca en una banda de música o en una banda marcial. Esta actividad requiere un uso
cada vez mayor de la capacidad pulmonar para moverte, y tocar un instrumento es
bastante saludable.

3. 3
Aprende a cantar. Cantar realmente hace trabajar al diafragma y requiere que inhales
más aire para sostener las notas. Toma clases de canto, únete a un coro o sigue videos
instructivos en línea para aprender la manera correcta de cantar. Incluso si no te gusta
hacerlo en público, cantar es una forma divertida de maximizar tu función pulmonar.[12]
 Canta al menos 15 minutos al día.

Consejos
 No fumes. Mantente alejado de los ambientes llenos de humo.

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