de valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elemento cohesionador dentro de un grupo social y que actúan como sustrato para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia. No obstante, las culturas no son homogéneas; dentro de ellas se encuentran grupos o subculturas que forman parte de su diversidad interna en respuesta a los intereses, códigos, normas y rituales que comparten dichos grupos dentro de la cultura dominante. A decir de Jaime Fisher,1 la identidad cultural es el sentido de pertenencia a un determinado grupo social y es un criterio para diferenciarse de la otredad colectiva. Así, un individuo puede identificarse con alguno o algunos de los contenidos culturales de un grupo social (tradiciones, costumbres, valores) pero -y esto es significativo para comprender el concepto de identidad cultural desde Fisher- dentro de un mismo grupo aparentemente homogéneo existen varias identidades, puesto que cada uno de sus integrantes se identifica con varios -no todos, ni de la misma manera- con los componentes señalados. La multidiversidad, entonces, es ese conjunto de identidades posibles dentro de un mismo grupo. El autor propone tres tipos básicos de identidad cultural y tres tipos distintos de multiculturalismo. A saber, endógeno, exógeno e intercultural. En el primero, un grupo autóctono minoritario se halla políticamente sujeto a un Estado nación con valores occidentales. El segundo se presenta en países medianamente homogéneos que han aceptado inmigrantes de razas y culturas varias. Y el último lo encontramos cuando culturas minoritarias conviven con un creciente flujo de inmigrantes. Procesos de adquisición y cambio de cultura Enculturación: Proceso en que la persona (generalmente un niño) adquiere su cultura. Aculturación: Proceso por el que se adquieren elementos de otra cultura en sustitución de los de la propia, generalmente a causa de una conquista o invasión. Transculturación: Intercambio de culturas. Inculturación: Se da cuando una persona se integra a otras culturas y las acepta. Construcción de identidad La construcción de identidades es “un fenómeno que surge de la dialéctica entre el individuo y la sociedad”.2 Las identidades se construyen a través de un proceso de individualización por los propios actores para los que son fuentes de sentido3 y aunque se puedan originar en las instituciones dominantes, sólo lo son si los actores sociales las interiorizan y sobre esto último construyen su sentido. En esta línea, Castells4 diferencia los roles definidos por normas estructuradas por las instituciones y organizaciones de la sociedad (e influyen en la conducta según las negociaciones entre individuos y dichas instituciones, entre organizando así las funciones) y las identidades definidas como proceso de construcción del sentido atendiendo a un atributo o conjunto de atributos culturales (organizando dicho sentido, entendido como la identificación simbólica que realiza un actor social del objetivo de su acción). De alguna manera, se puede interpretar que se están reforzando las propuestas tendentes a reconocer los procesos de identificación en situaciones de policulturalismo5 o momentos de identificación6 que se dan en la sociedad-red, emergiendo pequeños grupos y redes (en plural). Críticas a los modelos Las críticas que se pueden hacer al modelo esencialista son que la cultura no es algo que se hereda totalmente, y por lo tanto, la identidad cultural tampoco puede ser heredada férrea e inflexiblemente. Si así lo fuera, todo el mundo lucharía contra todo el mundo, porque en algún momento del pasado siempre ha habido un conflicto entre dos o más grupos. Identidad cultural como oposición a otras Algunos autores han empezado a estudiar las identidades culturales no solamente como un fenómeno en sí mismas, sino como un fenómeno en oposición a otras identidades culturales. En esta corriente se considera que la identidad cultural se define por oposición a otras. En grupo se define a sí mismo como tal, al notar y acentuar las diferencias con otros grupos y culturas. Según esta corriente, cualquier cultura se define a sí misma en relación, o más precisamente en oposición a otras culturas. Así, la gente que cree pertenecer a la misma cultura, tienen esta idea porque se basan parcialmente en un conjunto de normas comunes, pero la apreciación de tales códigos comunes es posible solamente mediante la confrontación con su ausencia, es decir, con otras culturas, académicamente esto es conocido como la "otredad". La dinámica de la auto-definición cultural implica un continuo contacto entre culturas. Más aún, esas relaciones nunca son de igualdad, dado que nunca se manifiestan de manera aislada: la complicada red de relaciones creada por la superposición de relaciones políticas, económicas, científicas y culturales, convierte cualquier relación entre dos culturas en una relación desigual. El hecho mismo de que dentro de una cultura o práctica cultural exista la conciencia de una identidad común, implica que también hay un impulso hacia la preservación de esta identidad, hacia la auto-preservación de la cultura. Si la identidad es construida en oposición a los extraños, las intrusiones de otras culturas implican la pérdida de autonomía y por lo tanto la pérdida de identidad. Las convenciones compartidas en las que se basa una identidad son frecuentemente implícitas. Para que el funcionamiento interno de una cultura sea posible, ciertas reglas básicas y significadas que subrayan su producción son generalmente dadas por hecho por los participantes. Identidad social Se define como identidad social el auto concepto que cada individuo hace de su “yo” o "self " en cuanto a los grupos sociales a los que pertenece, con lo que se identifica e incluso la autoestima que posee. La identidad social se determina cuando las personas reconocen su lugar en la sociedad. La identificación social permite que cada individuo pueda realizar un autorreconocimiento del lugar que ocupa en cada grupo social al que pertenece o se ha integrado y el porqué. Así, pues, la identificación social ayuda a los individuos a reconocer cuáles son aquellos valores, creencias, estereotipos, gustos, grupo social, poder adquisitivo, prejuicios, género, entre otros aspectos, que comparten e incluso los diferencia de otras personas. Partiendo de los grupos sociales de los que cada quien forma parte, la persona puede determinar cuál es su identidad social y cómo se asemeja o diferencia de los demás según los rasgos que comparte con el resto de los integrantes del grupo, los cuales, a su vez, la diferencian de los otros. Por ejemplo, Pedro es un estudiante adolescente de 16 años que forma parte del equipo de basquetbol de su escuela. A su vez, Pedro tiene gusto por la música y es integrante de un grupo de canto de su comunidad. En su casa, es el hermano mayor de dos hijos que tienen sus padres. Cuando Pedro describió el perfil de su personalidad en las redes sociales que acostumbra a utilizar, se presentó como un deportista aficionado al basquetbol y un apasionado por la música. Sin embargo, como se puede percibir, Pedro es más que un deportista y un músico, también es un estudiante, hombre, hijo, hermano mayor, entre otros, pero en las redes sociales se identifica socialmente con los grupos con los cuales siente más afinidad: los deportistas y los músicos. Este también es un ejemplo que expone cómo las personas eligen pertenecer a ciertos grupos según su identidad social e incluso su identidad personal. Teoría de la identidad social La teoría de la identidad social fue formulada por Henri Tajfel y John Turner a fin de comprender cómo se diferencian los grupos sociales a partir de la discriminación y del aumento de la autoestima al considerarse mejores que los otros. La teoría está compuesta por cuatro elementos.Categorización: es la lista de características individuales que diferencian a una persona de otras y por las cuales se relacionan. Identificación: cuando las personas se sienten identificadas y se relacionan con otras u otros grupos sociales que elevan su autoestima. Comparación: se utiliza la comparación como una herramienta para juzgar cuál grupo social es mejor que otro según sus identidades. Distinción psicosocial: es la necesidad que tienen los individuos de diferenciar su identidad y resaltarla como buena ante los grupos sociales a los que pertenece. Diferencia entre identidad social y personal La identidad personal es la percepción que cada individuo posee sobre sí mismo y que se va desarrollando a medida que se comprende quién es cada uno como ser individual y único. Por ejemplo, considerarse inteligente, respetuoso, honesto, simpático. A diferencia de la identida social, que busca encontrar el grupo o los grupos sociales a los que pertenece cada individo, por el contrario, la identidad personal se refiere, en primer lugar, a reconocerse como ser individual y luego como ser social. La identidad personal también deriva de las bases sobre las cuales somos criadas las personas, de la familia a la que pertenecemos, los valores inculcados, entre otros. La individualidad de las personas, además, se determina, incluso, por los factores externos que nos diferencian o asemejan de quienes nos rodean. Por tanto, según se identifique cada persona como ser individual, también llevará a cabo el desarrollo de su identidad social.