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[ENTOMOLOGIA ET] NOTAS RELACIONADAS

El ET escéptico
MANTIS ALIENIGENA
Por Martin Kottmeyer Entrevista a
Kottmeyer
Los Zeta Reticulanos están invadiendo la Tierra. Stop. Algunos El error del platillo
  pretenden a nuestras mujeres. Stop. Tienen el manso aspecto de un Libre de toda
saltamontes, pero se trata de una peligrosa raza prepadora que, tras predisposición
el coito, devora la cabeza de la víctima. Stop. Si se encuentra con una Entrevista a Keel
de estas criaturas, denúnciela al grupo ufológico más cercano o a su
Las profecías del
parroquia amiga: para algunos, dicen, puede tratarse de una hombre polilla
manifestación divina.
Sexo Alien
  Roswell:
Autopsia de un
Me pregunto cuál será la reacción buscada por alguien que formula una pregunta como "¿Será fraude
quizá Jehovah un insectoide tipo mantis religiosa (insecto conocido popularmente como
saltamontes, o Santa Teresa)?". El ufólogo que plantea dicho interrogante es un tal Joe Lewels, y
nada indica que esté bromeando. Hace esa pregunta en un contexto misterioso sobre por qué Dios  
nunca quiso mostrarse ante sus elegidos, como Moisés. Si la respuesta fuera afirmativa, los
israelitas hubieran quedado horrorizados. Lewels menciona que una secta conocida como los  
Mandaenos creían que el mundo físico habría sido creado y gobernado por un Señor de la
Oscuridad conocido con nombres tales como Serpiente, Dragón, Monstruo y Gigante.
 
En abril de 1996, Lewels conoció a una mujer, a la que identifica como Rebecca Grant, quien decía
haber desarrollado cierta relación con un ser en forma de mantis a quién apodaba MU. Su  
designación más formal era Maestro del Universo. Tal entidad le habría advertido que en unos
veinte años sufriremos en toda su crudeza el daño ecológico que la humanidad ha inflingido a la
capa de ozono y a los océanos. "La raza humana está esencialmente, sino efectivamente, extinta"  
(1). Es un mensaje gastado, pero al menos el mensajero resulta novedoso, extrañamente
novedoso. Mientras los mensajeros precedentes eran utópicos seres rubios o grises cabezones,
esa peculiaridad de hacer que el profeta parezca un gran bicho espacial es claramente surrealista.  
Decir que fue escogido para hacer el mensaje más creíble o para que sonase con mayor autoridad  
parece absurdo si no se está familiarizado con los arcanos de la ufología. Francamente, los recién
llegados a la ufología tendrían pleno derecho a pensar que Lewels y Rebecca deben estar locos.
Las mantis religiosas de tamaño humano son estrictamente imposibles dentro de los límites  
razonables de la biología. Las patas se derrumbarían. Las vísceras no recibirían oxígeno. Los
órganos internos quedarían aplastados y estallarían. ¿Deben los humanos preocuparse por la eco-  
filosofía de algo tan asqueroso como un insecto, mucho menos de uno famoso por sus prácticas
amatorias caníbales? Se trata de una prueba de tolerancia que sólo los más fuertes, o tiernos, o
liberales podrían superar.  
Aceptar la idea de que Dios sea una mantis religiosa resulta tan absurdo que rezuma humor a
raudales. Si Dios es una mantis religiosa, ¿a qué le está rezando? Si un hombre reza a una mantis
 
creadora, ¿se dará cuenta de que reza a una depredadora? ¡Ahá, esto finalmente explica aquella
famosa frase de Huxley sobre la desmesurada predilección de Dios por los escarabajos!  
Una vez aliviada la tensión, podemos centrarnos en una pregunta más seria: ¿Cómo ha alcanzado
la ufología este nuevo escalón surrealista en su ascenso hacia una locura más nueva y mejorada?  
Tenemos aquí una curiosa historia que merece explorarse. MU, el amigo de Rebecca, no es la
primera mantis religiosa alienígena que aparece en la escena ufológica. Se han hecho tan  
numerosas en estos últimos años como para aparecer en varias taxonomías clasificadas con un
tipo, raza o especie específico (2). Puedo citar al menos 26 casos de personas que habrían visto o
encontrado mantis religiosas alienígenas.  
Lo primero que nos llama la atención cuando consideramos esta raza es lo reciente de su
aparición ufológica. Los catálogos de casos de OVNIs compilados por Jim y Coral Lorenzen,
 
Charles Bowen, Jacques Vallée y Ted Bloecher en los años sesenta y setenta no muestran ni un
solo ejemplo de una mantis religiosa alienígena entre los cientos de entidades descritas (3). El  
exhaustivo estudio realizado por Eddie Bullard sobre todos los casos de abducción conocidos
hasta 1985 tampoco recoge un solo incidente con mantis alienígenas entre los 270 estudiados (4).
Existen algunos alienígenas con cabeza de saltamontes antes de la década de los noventa que  
han sido reclasificados como mantis por determinados ufólogos. Quizá lo hiciesen inspirados en  
la misma sensibilidad que llevó a Aleister Crowley a versificar sobre que las mantis religiosas eran
simples saltamontes blasfemando. Sin embargo, parece algo bastante improvisado y da pie a
malentendidos.  
Entre los primeros informes documentados de contactos con mantis extraterrestres tenemos el
relato que Linda Porter expuso a Richard Haines en 1988. Linda Howe incluye todos los detalles de
 
esta declaración en su segundo volumen de Glimpses of Other Realities (Retazos de Otras
Realidades). Curiosamente, el dibujo recuerda más a un monstruo de la película Poltergeist (1982)  
(5). Howe también informa de las cartas que Jeanne Robinson envió en 1990 a varios ufólogos
relatando sus comunicaciones telepáticas con alienígenas. Ella mencionaba que el alienígena
"tipo Mantis Religiosa" es una antigua y poco vista variedad de los Grises. Es la "Gran Madre" de  
muchas especies. Supervisa la exploración e investigación. Se trata de una especie impura cuya
herencia esta siendo traspasada a bípedos compatibles (6).  
El libro donde se discute el caso de Robinson incluye también el caso de David Huggins. La
cronología de sus encuentros resulta confusa. Huggins conserva dibujos de un encuentro con una  
mantis que asegura tuvo lugar cuando él tenía 8 años de edad (es decir, en los años cincuenta).
Pero no disponemos de ninguna indicación de la fecha cuando documentó por primera vez un  
encuentro de este tipo. Considerando lo que acabamos de comentar sobre la ausencia de este tipo
de encuentros en la literatura de la época, parece más bien un anacronismo y los historiadores
estamos obligados a sospechar de tales afirmaciones. Algunas de sus pinturas sobre grises están  
fechadas en 1987, pero las pinturas sobre mantis alienígenas no. No sabemos si preceden o
siguen en el tiempo a los encuentros de Porter y Robinson, pero debe señalarse que Carlo  
McCormick informa: "Huggings sólo empezó a recobrar sus recuerdos bloqueados de encuentros
con alienígenas a partir de 1988" (7). Algunos de sus más atrevidos retratos de alienígenas fueron
apareciendo en el boletín Saucer Smear. El número del 10 de Julio de 1998 incluye una pequeña  
obra maestra donde una mantis alienígena supervisa un procedimiento de exo-inseminación.

Howe también presenta una transcripción de la sesión hipnótica a la que se sometió Cindy Tindle  
el 6 de agosto de 1990, durante la cual describió una abducción por parte de un bicho que llevaba
peluca y le hizo dudar "Es mi madre, pero no es mi madre." Linda Howe clasifica el caso como uno  
de mantis alienígenas. Todos ellos son lo suficientemente contemporáneos como para
preguntarse sobre posibles influencias mutuas, pero el punto más importante es que 1990 da la
impresión aquí de haber sido el comienzo de la mantis-manía.  
Luego de 1990, las mantis alienígenas se convierten en una creciente rama de la mitología  
abduccionista. Una mantis gigante aparece en la novela de Whitley Strieber Majestic (1992,
capítulo 26). En el libro de Karla Turner Into the Fringe (En el margen, 1992, p. 205) David ve una
mantis y de repente Karla recuerda estar frente a un saltamontes gigantesco insistiendo: "¡Tú no  
eres mi madre! ¡Tú no eres mi madre!" Ella asegura que tal ser apareció durante varios años en sus
pesadillas cuando era muy pequeña. Recordemos a Tindle.
 
Una mantis aparece en la abducción masiva de 1992 en Houston. Brian Thompson, durante la
Conferencia para el Estudio de las Abducciones que tuvo lugar en 1992, mencionó una mantis  
religiosa de  tres pies de altura (aproximadamente un metro) vista por un grupo de gente en
Cincinnati. Se dice que Len Stringfield poseía confirmación de otras dos personas independientes
sobre este incidente (8). En Febrero de 1992, Ken Rose dibujó una mantis a la que llamaba "El  
Controlador" frente a una consola con cientos de interruptores. "Él lo estudia Todo, hace que Todo
ocurra, TODO lo que pasa, pasa porque él lo quiere... el supervisor esta vigilando." (9).  
Estos "insectoides" aparecen de nuevo entre los pacientes de Richard Boylan en su libro de 1994,
más concretamente en el relato de "Mike". Strieber relata una carta sobre una jovencita que fue  
sujetada contra el suelo por una mantis de casi dos metros de longitud. Su familia la persiguió
hasta el bosque y todavía escuchan los ruidos que hace por allí de cuando en cuando. En otra
carta distinta, una niña nos cuenta como la subieron hasta una balsa de salvamento que flotaba en
 
el aire donde vio a quien parecía ser su abuela, "pero me temo que en verdad era un gran bicho."
(10). Otra vez nos recuerda a Tindle. La hermana de Kathie Davis (la protagonista de Intruders  
(Intrusos) rememora su encuentro de 1965 con un ser con cabeza de mantis religiosa (11).

Su imagen aparece en las pinturas de la abducida Kim Carlson a partir de 1995. Lewes cita las  
experiencias de Rebecca Grant y Rita Peregrino. David Easler cuenta su encuentro con una mantis
que le ayuda a recordar memorias de su infancia. Habían tomado muestras de su DNA y él cree  
haber sido alterado genéticamente (12). En el número de julio/agosto 1997 del UFO Magazine, un  
titular advierte "Criaturas como mantis se incorporan a las tropas alienígenas" informando que los
investigadores John Carpenter y Barbara Lamb descubrieron casos de este tipo.
 
Por otro lado, descubrimos a una tal Miss D que sueña con gente en forma de mantis que le clavan
una aguja en el estómago, un eco distante del caso de Betty Hill (13). En la página de Internet
ZetaTalk, una medium llamada Nancy, inspirada por cierto material sobre los Zeta Reticulianos
 
señala que los alienígenas con forma de mantis religiosa tienen un origen menos insectoide y más
hominoide (sic) mamífero. Ellos manifiestan sus capacidades telepáticas superiores y su  
intervención en la Tranformación de la Tierra. Pocos en número, "todos ellos se orientan hacia el
Servicio a los Demás." Otra medium llamada Dorothy Roeder indica que la raza de mantis gigantes
recibe el nombre de Ataienses y que alguna vez en el pasado detuvieron a los alienígenas  
malvados.
 
Peter Brookesmith en su libro Alien Abductions (Abducciones alienígenas), añade a la lista los
casos de John Velez, Clarke Hathaway, y "Kathie". Una visita a la página electrónica de Internet The
Practical Alientomologist (El entomólogo alienígena práctico) permite conocer el breve relato del  
encuentro de una persona con una mantis galáctica, tras ingerir hongos alucinógenos. Presenta
ilustraciones que nos muestran cómo el ser sondeaba y probaba todo el cuerpo del sujeto,  
advirtiéndole que no se resistiese.

El afloramiento de la mantis como raza alienígena en los años ´90 resultaba intrigante al principio.  
Los primeros casos parecían vagamente idiosincráticos y poco propicios a motivar imitaciones.
Que Lewels los hubiera elevado hasta el panteón de los dioses parecía algo difícil de entender. Una
de las piezas del rompecabezas que me faltaba estaba oculta a simple vista, entre los documentos  
sobre EBEs (Entidades Biológicas Extraterrestres) que circulan por este mundillo. Se me había
pasado por alto el anuncio crucial que aparecía en una declaración de John Lear fechada el 29 de  
diciembre de 1987.

Muy al principio de la misma, Lear anuncia al mundo lo que llama (el énfasis es suyo) "la horrible  
verdad". El general James H. Doolittle habría inspeccionado el platillo volante estrellado en
Spitzbergen (Noruega) en 1952 haciendo un descubrimiento que sólo se ha confiado a un puñado  
de hombres desde entonces. "Eran unas criaturas pequeñas y horribles, con una forma parecida a
una mantis religiosa y que estaban más avanzadas que nosotros, quizá un millar de millones de
años. Del grupo original responsable de descubrir esta "horrible verdad", varios se suicidaron,  
siendo el más destacado de estos el Secretario de Defensa James V. Forrestal que saltó al vacío
desde el piso decimosexto de un hospital. Aún hoy los ficheros de Forrestal están sellados. El  
presidente Truman estableció rápidamente el más alto secreto y apretó tan a fondo todas las
clavijas, que el público en general todavía cree que los platillos volantes son una broma." (14)
 
Esa mención a una verdad tan terrible que conduce a los hombres a la locura o al suicidio nos
recuerda la tradición de los relatos de H.P. Lovecraft. En su universo de horror el mero contacto
con el oscuro y secreto tomo del Necromicon suponía una condena segura. Sus monstruos tenían  
la misteriosa capacidad de sacar de sus casillas a las mentes de las personas con quienes se
tropezaban. No obstante, los monstruos de Lovecraft eran más bien combinaciones de seres  
marinos gigantes antes que bichos enormes. Sin embargo, las famosas prácticas caníbales de
apareamiento practicadas por las mantis religiosas humanas las han convertido, en principio, en
un elemento terrorífico muy apropiado.  
Cuando antes mencioné que las mantis religiosas eran surrealistas, la elección del adjetivo fue  
precisa. Los surrealistas mostraban pasión por dicho insecto. William Pressley hizo un detallado
análisis al respecto, The Praying Mantis in Surrealist Art (La Mantis religiosa en el arte surrealista),
Art Bulletin, 55, 600-615, presentando muchos ejemplos y discutiendo como la violencia erótica y  
la devoradora sexualidad que llegaron a simbolizar potenciaban su fascinación. Andre Masson
tituló uno de sus cuadros con la ecuación "Semiramis: Isthar, Earth Mother, Mantis" (Semiramis:
Isthar, Madre Tierra, Mantis). Recordemos que Jeanne Robinson repetiría parte de esta ecuación
 
en su descripción de la raza mantis.
 
M.C. Escher realizó un grabado en madera de una mantis, de un tamaño similar a las actuales
mantis alienígenas, posada sobre el pecho de un obispo (ver ilustración arriba). Sabemos lo
bastante de la vida de Escher como para concluir que este dibujo de 1935 titulado "Dream (Mantis  
Religioso)" ["Sueño ( Mantis Religioso)"] era un experimento sobre técnicas de dibujo con
intenciones humorísticas, combinando elementos de obras anteriores. Se sabe que la mantis está  
tomada de un dibujo que había hecho cinco años antes mientras visitaba Pentedattilo (Italia). Una  
mantis de tamaño normal había saltado sobre la carpeta de Escher y se había quedado allí inmóvil
durante tanto tiempo que acabó usándola como modelo (15). Pese al título, el grabado no se basa
en ningún sueño o experiencia extraña, al menos por lo que podemos deducir de todo lo que  
sabemos sobre su vida. No existe ningún indicio que sugiera que pudiera ocurrirle algo fuera de lo
normal.  
Un pedigrí menos impresionante ofrecen las distintas representaciones de mantis alienígenas en
la cultura popular. La serie de cromos de 1951 Jets "Rockets" Spacemen incluía uno ilustrando  
como los Intrépidos Exploradores mataban a los Hombres Mantis de la Luna durante una
comprobación en un observatorio de las Naciones Unidas (16). El cómic de 1952 Weird Science nº
13 nos muestra a unas mantis alienígenas liderando una invasión de nuestro planeta (17). En el  
serial para niños emitido la mañana de los sábados y titulado Space Ghost (1966) uno de los
villanos alienígenas era una mantis llamada Zorak. El cómic de 1978 Star Weevils presenta a un  
ufonauta montando una mantis como si fuera un caballo. Tan recientemente como 1998, los Chigs
de Space: Above and Beyond fueron concebidos como mantis religiosas o palos andarines.
 
De una relevancia todavía más trivial resultan las películas The Deadly Mantis (1957), Son of
Godzilla (1968) y The Applegates (1991). No se trata de alienígenas, pero las representaciones de  
mantis gigantes (llamadas "GiMantises" en la película de Godzilla) demuestran un cierto impulso
para presentar este tipo de insectos gigantes como un objeto de terror, algo mucho más evidente
en el intento que en el resultado.  
Una valoración más formal de la "horrible verdad" descubierta por Lear resulta imperdonable en su
completa reprobación. Para empezar, esa verdad es apenas una escueta declaración sin el menor  
indicio de apoyo probatorio. Tal revelación aparece enmarcada en ese conocido elemento de
leyenda platillista que es el platillo estrellado en Spitzbergen. Pero las mantis alienígenas son un  
añadido novedoso sin origen conocido. Por lo general, los historiadores dan preferencia a las
primeras versiones sobre las más modernas y este detalle en concreto no tiene ninguna raíz o
ramificación que lo conecte con el material original. El ufólogo Ole J. Braenne ha diseccionado el  
relato de Spitzbergen demostrando que contiene detalles imposibles como una duración de los
vuelos muy superior a las prestaciones de cualquier avión de la época. Parece un completo y total  
fraude (18). El hecho de que Lear añada una serie de puntos que no aparecen en ninguna de las
investigaciones realizadas es también razón suficiente como para rechazar su "horrible verdad"
como una horrible ficción (19).  
No obstante, a finales de la década de los 80, Lear parecía ser alguien importante y una fuente  
digna de consideración para muchos en el mundillo ufológico. Unos pocos mostraban su
escepticismo, pero apenas importaba. No pudieron hacer nada para que esa "horrible verdad"
alcanzase una audiencia lo suficientemente amplia como para recoger este nuevo mito, darle vida  
y construir sobre el mismo. Podemos sospechar con cierta seguridad que fue la afirmación de
Lear sobre ese linaje de miles de millones de años de antigüedad lo que convirtió a MU en un dios
ante los ojos de Rebecca, dotando de la máxima autoridad a sus preocupaciones ecológicas. Es  
también un paso muy pequeño el que va desde esos Dioses Antiguos lovecraftianos de Lear a las
reflexiones recicladas de Lewel sobre un Dios demasiado horrible para verle la cara.  
Pero queda todavía una pieza del rompecabezas por encajar. Existe otra personalidad ufológica
anterior a John Lear que menciona las mantis religiosas en relación con la ufología. Esta persona  
es Whitley Strieber. El 14 de marzo de 1986 se sometió a una regresión hipnótica para tratar de
explorar sus recuerdos sobre un incidente ocurrido en 1967 en la casa de su abuela. La regresión  
hizo aflorar la imagen de un "insecto gigante". A primera vista, "Parece una mantis religiosa. Pero
es tan grande. ¿Cómo puede ser tan grande?". Strieber vacila una y otra vez sobre si parece
realmente una mantis o no. Aparte del tamaño, tiene unos ojos negros que parecen inconsistentes  
con una mantis normal. A pesar de todo, cumple con el objetivo que se atribuye normalmente a los
insectos gigantes. Asustar a la gente. Más específicamente, está en medio del salón y le da un  
susto de muerte a su hijo. La historia completa aparece en Communion (Comunión) (1987) (20).

Parece apropiado que haya sido un escritor de novelas de terror tan conocido como Strieber el  
encargado de introducir tal criatura en el estofado de parafernalia terrorífica ya existente en torno
al mito de la abducción alienígena. Merece la pena señalar que al menos él tenía la sofisticación
suficiente como para presentar su experiencia con cierto escepticismo. Reconoce que realmente  
las mantis no pueden ser tan enormes como la que está viendo con sus propios ojos, incluso
aunque no mencione las razones. La experiencia ocupa sólo un par de páginas del relato y no se  
relaciona con el resto de sus experiencias más allá del ocasional rasgo insectoide de algún otro  
alienígena. Aunque no es un elemento sustancial del libro, éste fue ampliamente leído y puede
considerarse la fuente inspiradora de las revelaciones de Lear, además de constituir el precedente
para que los abducidos posteriores incorporasen este tipo de bichos en sus relatos.  
La genealogía de la mantis alienígena apunta tan claramente a los efectos de meros factores
culturales que no creo que sea ni siquiera necesario reciclar mis advertencias de que los insectos
 
espaciales y los bichos gigantes son una creación específica de la moderna cultura occidental
(21). Este es el tipo de alienígena que nos debería convertir a todos en ateos. Recemos para no  
convertirnos en su presa (**).

Traducido del inglés por Luis R. González Manso. Especial para Dios!  
Nota del traductor (**)  
Juego de palabras sin traducción posible: "Let us prey".
 
NOTAS

1.    Lewels, Joe   The God Hypothesis: Extraterrestrial Life and Its Implications for Science and  
Religion  Wild Flower, 1997,  pp. 177, 242.
 
2.        Entre estas taxonomías tenemos las de Linda Howe, note 5; Katharina Wilson's en UFO
Universe Spring 1995 y en su libro; Patrick Huyghe's Field Guide to Extraterrestrials, 1996.
 
3.         Respectivamente Flying Saucers Occupants (1967), The Humanoids (1969), Passport to
Magonia (1969), Close Encounter at Kelly and Others of 1955 (1978).  
4.        Bullard, Thomas E.  UFO Abductions: The Measure of a Mystery   FFUFOR, 1987, capítulo 11.
 
5.        Véase Phil Hardy's Encyclopedia of Horror Movies para una foto de este monstruo. El dibujo
de Porter aparece en los dos libros de Howe.  
6.        Howe, Linda  Glimpses of Other Realities: Volume 1: Facts and Eyewitnesses   LMH, 1993,  p.  
242.

7.        McCormick, Carlo  "Visions of Space and Ufos in Art: At American Primitive Gallery" review  
paper, 1996, p. 4.  www.
 
8.        Pritchard, Andrea, ed.   Alien Discussions: Proceedings of the Abduction Study Conference held
at M.I.T.   North Cambridge, 1994,  p. 91.
 
9.        Howe, volume 2, p. 310-1.
 
10.     Strieber, Whitley  Breakthrough  Harper PaperBacks, 1995, pp. 105, 108.
 
11.     Jordan, Debbie & Mitchell, Kathy  Abducted!  Dell, 1994,  p. 3,

12.     Achenbach, Joel  "At the UFO Convention, True Believers Enter Their Own Galaxy"  The  
Washington Post, March 19, 1997, p. D01.
 
13.     Robertson, Don  "UFO Series - Part 4: Abductees"  Coastal View website
 
14.     Valerian, Valdamar   The Matrix: Understanding Aspects of Covert Interaction With Alien
Culture, Technology, and Planetary Power Structures   Nevada Aerial Research & Arcturus Book
Service, 1988, p. 234.  La declaración de Lear aparece en la página web de la Blue Brethren.  
15.     Locher, J.L.  M.C. Escher: His Life and Complete Graphic Work  Abradale/Harry N. Abrams,  
1982/92, pp. 35, 263

Locher, J.L.  The World of M.C. Escher  Harry N. Abrams, 1971  p. 6, 63-5.  
16.     Rovin, Jeff   Aliens, Spaceships & Rockets  Facts on File, 1995, p. 253.

17.     Ibid., Appendix A, entrada "Glun and Bfan"         

18.     Braenne, Ole Jonny  "Legend of the Spitzbergen Crash"  International UFO Reporter, Nov/Dec
1992, pp. 14-20.

19.  Vallee, Jacques   Revelations: Alien Contact and Human Deception   Ballantine, 1991.

20.  Strieber, Whitley  Communion  Avon, 1987,  pp. 155-6, 159.

21.  Kottmeyer, Martin   "Bugs Baroque"  Ufo Magazine  12, #4  July/August 1997  pp. 20-4.

 
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