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Etnografía de “Pare de sufrir.


Para acercarme a la organización Universal, Iglesia del Reino de Dios, decidí ir a la
sede ubicada en Av. San Lorenzo N° 83, en la Colonia San Miguel de la Delegación
Iztapalapa. Llegue a la ceremonia programada para las 7:30 de la tarde cuando esta
ya había comenzado, en la puerta me ofrecieron una espiga de trigo, con un papel
en el que estaba escrito una oración, esta se usa más tarde.
Al entrar me dirigí a escoger un lugar entre las muchas butacas que había, pude
observar una especie de tienda en el fondo de la sala que sirve de sede y que cuenta
con bocinas para poder oír lo que dice el orador en cualquier parte de la sala,
además de algunas cámaras de seguridad, así como un escenario con una clase
de altar e imágenes de candelabros y cruces tanto en las paredes como en un vitral
ubicado al centro, también hay un templete delante del escenario a la altura de las
butacas dando de frente al pasillo que pasa por en medio de estas. El lugar también
cuenta con dos sanitarios uno para hombre y otro para mujeres, además de que hay
venta de ciertos productos y comida.
Si algo caracteriza a la ceremonia es que a lo largo de esta hay numerosos espacios
en los que el orador pide a la concurrencia que se acerque de forma voluntaria, para
dar algún donativo a cambio de algún objeto, un periódico, un llavero, un sobre para
donativos, etc. Este donativo también es voluntario, ajustándose al criterio de cada
asistente, y no necesariamente se recibe a cambio algún objeto. Se puede acudir
al frente del salón, es decir, frente al altar, en donde se encuentra el orador junto
con otras personas que le sirven de ayudantes, para recibir algo sin necesidad de
donar, por ejemplo, en un momento se le dio a los asistentes aceite para que fuera
puesto en las manos y en la cabeza, esto para realizar una oración.
En los momentos que yo describiría como los momentos de oración, el orador
comienza a recitar de alguna oración con un tono un poco más fuerte y es
acompañado por un músico, ubicado en una esquina del escenario, que toca un
teclado y que canta junto con él, cuándo la oración comienza a parecer un cántico
que es seguido al menos en ritmo por los asistentes quienes oran cada quien
poniendo la intensidad y el ímpetu que quiera. Si bien no todos las personas lo
hacen es muy común que la oración sea con los ojos cerrados y alzando las manos,
esto a petición del orador.
Los asistentes de los que hable antes, cumplen diferentes funciones dentro de la
ceremonia, pueden traer diversos objetos que les pide el orador, de un cuarto que
hay detrás del escenario, y repartirlos a los asistentes que deseen uno, pueden
ayudar a sostener los sacos de las donaciones, dar aceite u objetos en el frente del
salón y también sirven de vigilantes a lo largo de la ceremonia, pude observar por
lo menos a 4 mujeres y 3 hombres aunque entran y salen, habiendo un número
mayor.
Los objetos que reparten estos ayudantes pueden ser folletos, cartas, diferentes
papeles con diferentes propósitos que tienen que ver casi siempre con traerlos de
regreso otro día por lo regular una semana después. Esto sin duda sirve para tener
una asistencia recurrente.
Entre los objetos a los que pude tener acceso están un folleto que servirá para un
altar de incienso en el cual el asistente pone su nombre y lo lleva a la siguiente
semana para ponerlo en este altar, cada hoja sirve para un día diferente y tiene siete
hojas por lo cual habría que regresar siete semanas para poder cumplir el
compromiso que se adquiere al pedir uno.
Otra es una carta/ invitación que el asistente pide para darla a un conocido que
puede poner su nombre en esta, llevarlo a la ceremonia de día que está escrito en
la carta y así puede ser incluido en una oración.
De esta manera hay espacios dentro de la ceremonia en que las personas llevan
ciertos objetos al frente a petición del orador y estos pueden ser objetos recibidos
previamente u objetos que se recibieron a la entrada como por ejemplo la espiga,
que es pedida para ser llevada al frente, ponerle aceite, llevarla a casa o a un
negocio y traerla nuevamente la próxima vez que se regrese.
Entre los asistentes que ocupan poco más de la mitad de las butacas con las que
cuenta el lugar, se puede encontrar todo tipo de personas y de ambos sexos, si bien
la mayoría son adultos, también se pueden ver niños y ancianos, que participan
dentro de dinámica de la ceremonia.
Tal vez en donde pude observar una cierta similitud entre todos los asistentes es en
clase social a la que pertenecen, la mayoría son de lo que se podría catalogar como
clase media-baja y no pude ver ninguna persona que llegara en auto, tal vez la razón
de esto sea que asistí al lugar en un día lunes, el cual está especificado en para
esta organización como un día en el que la ceremonia tendrá que ver con
“problemas económicos” (deudas, desempleo, ventas bajas, quiebra, envidia
laboral, etc.), esto de acuerdo a su página de internet y a los carteles que se
encuentran fuera del lugar.
Por esto mismo la mayoría de las cosas que dijo el orador a lo largo de la ceremonia
tenían que ver con tener éxito económico, como comprar casas, ropa, tener un
negocio y otros ejemplos, ofreciendo como solución la fe en esta religión, en el que
el concepto es comprometerse con Dios y darle algo, dinero casi siempre, para
poder recibir a partir de esto. O al menos fue lo que entendí.
Al finalizar la ceremonia pidieron que las personas que tuvieran un negocio pasaran
a un cuarto detrás del escenario para poder recibir una oferta o algo parecido de
parte del pastor. La duración de la ceremonia fue de 1 hora y media más ó menos,
terminando está a las 9 de la noche cuando el orador nos deseó una semana
próspera a los asistentes esperando nuestro regreso a la siguiente semana.
Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Licenciatura: Etnología / Matutino.

Antropología de la Religión.

Profesor Masferrer Kan Elio Roberto.

Delgado Salas Diego Ernesto.

Etnografía de “Pare de sufrir.”

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