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CUARESMA Y PASCUA
Cáritas
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Cáritas
«NUESTRO COMPROMISO…
SER SANTOS, FECUNDOS
PARA EL MUNDO»
GUIONES LITÚRGICOS
CUARESMA Y PASCUA
2019
Ciclo C
Nihil obstat
Vicente Martín Muñoz
Delegado Episcopal de Cáritas Española
Imprimi potest
† Jesús Fernández González, obispo auxiliar de Santiago de Compostela
Obispo responsable de Cáritas Española
Febrero, 2019
Edita:
Cáritas Española
Embajadores, 162. 28045 Madrid
Tel. 91 444 10 00
Publicaciones@caritas.es
www.caritas.es
I.S.B.N.: 978-84-8440-757-7
Depósito Legal: M-2446-2019
Imprime:
Gráficas Arias Montano, S.A.
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ÍNDICE
MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2019 7
INTRODUCCIÓN 11
CUARESMA 2019 15
TIEMPO ORDINARIO
Cada año, a través de la Madre Iglesia, Dios «concede a sus hijos anhelar,
con el gozo de habernos purificado, la solemnidad de la Pascua, para que (…)
por la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida, lleguemos a ser
con plenitud hijos de Dios» (Prefacio I de Cuaresma). De este modo podemos
caminar, de Pascua en Pascua, hacia el cumplimiento de aquella salvación que
ya hemos recibido gracias al misterio pascual de Cristo: «Pues hemos sido sal-
vados en esperanza» (Rm 8,24). Este misterio de salvación, que ya obra en no-
sotros durante la vida terrena, es un proceso dinámico que incluye también a la
historia y a toda la creación. San Pablo llega a decir: «La creación, expectante,
está aguardando la manifestación de los hijos de Dios» (Rm 8,19). Desde esta
perspectiva querría sugerir algunos puntos de reflexión que acompañen nuestro
camino de conversión en la próxima Cuaresma.
Si el hombre vive como hijo de Dios, si vive como persona redimida, que se
deja llevar por el Espíritu Santo (cf. Rm 8,14), y sabe reconocer y poner en prác-
tica la ley de Dios, comenzando por la que está inscrita en su corazón y en la
naturaleza, beneficia también a la creación, cooperando en su redención. Por
esto, la creación —dice san Pablo— desea ardientemente que se manifiesten los
hijos de Dios, es decir, que cuantos gozan de la gracia del misterio pascual de
Jesús disfruten plenamente de sus frutos, destinados a alcanzar su maduración
completa en la redención del mismo cuerpo humano. Cuando la caridad de Cris-
to transfigura la vida de los santos —espíritu, alma y cuerpo—, estos alaban a
Dios y, con la oración, la contemplación y el arte hacen partícipes de ello tam-
bién a las criaturas, como demuestra de forma admirable el «Cántico del herma-
no sol» de san Francisco de Asís (cf. Enc. Laudato si’, 87). Sin embargo, en este
mundo la armonía generada por la redención está amenazada, hoy y siempre,
por la fuerza negativa del pecado y de la muerte.
Cuando se abandona la ley de Dios, la ley del amor, acaba triunfando la ley
del más fuerte sobre el más débil. El pecado que anida en el corazón del hombre
(cf. Mc 7,20-23) —y se manifiesta como avidez, afán por un bienestar desmedi-
do, desinterés por el bien de los demás y a menudo también por el propio— lle-
va a la explotación de la creación, de las personas y del medio ambiente, según
la codicia insaciable que considera todo deseo como un derecho y que antes o
después acabará por destruir incluso a quien vive bajo su dominio.
Ayunar, o sea, aprender a cambiar nuestra actitud con los demás y con las
criaturas: de la tentación de «devorarlo» todo, para saciar nuestra avidez, a la
capacidad de sufrir por amor, que puede colmar el vacío de nuestro corazón.
Orar para saber renunciar a la idolatría y a la autosuficiencia de nuestro yo, y
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INTRODUCCIÓN
El cristiano comienza un itinerario llegar a ser santos como Él, para ser
espiritual cada Cuaresma-Pascua don- fecundos en nuestro compromiso con
de el seguimiento de Jesús se renueva una humanidad que nos cuestiona
al tomar conciencia de lo que supone cada día hacia dónde dirijo mis accio-
pasar del sufrimiento a la luz, de la nes.
muerte a la vida, del pecado a la santi-
dad.
«Dejémonos estimular por los
Un nuevo camino por recorrer un signos de santidad»
poco más exigente que el paso ante-
rior, un poco más responsable cada En la exhortación apostólica Gau-
vez que uno avanza. La Cuaresma nos dete et exsultate el papa Francisco nos
pide silencio, reflexión, pero también llama a visibilizar los signos de santi-
aprendizaje y discernimiento. Entrar dad que el Señor nos presenta en los
en el desierto de nuestra vida no es fá- más humildes y que son signos de la
cil, asumir la propia aridez, desola- fe y de la caridad.
ción, es fundamental para acercarse al
hermano, para comprometerse con el El capítulo 19 del libro del Levíti-
herido, marginado, extorsionado, vio- co contiene, en síntesis, lo fundamen-
lentado de nuestro mundo. Caminar tal de la ley israelita. Va dirigido a
hacia la Pascua implica dejarnos en- toda la comunidad y trata de regular
volver por la santidad de Dios, para la vida religiosa, humana y social del
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CUARESMA 2019
RECALCULANDO RUTA
A) LA ORACIÓN
B) EL AYUNO
C) LA LIMOSNA
A MODO DE CONCLUSIÓN
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Marzo, 6:
MIÉRCOLES DE CENIZA
AMBIENTACIÓN
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Son muchos los estudiosos de Pablo una colección de cartas escritas por el
que opinan que 2 Corintios es realmente Apóstol a la Iglesia de Corinto. En toda
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la exposición del escrito, hay una línea para dar vida a la comunidad; vale la
de pensamiento que da unidad a todo el pena morir con el Señor porque también
desarrollo. En ella expone los diversos se comparte su resurrección. Por eso él,
motivos de su cambio de proceder al no que ha recibido el ministerio del Espíri-
ir por segunda vez a visitarlos; Pablo so- tu, que le lleva a actuar con audacia y
bre todo busca el bien de la comunidad, valentía, incluso con temor exhorta a los
que es lo propio del ministerio del Espí- corintios a la reconciliación. Y todo ello
ritu que él ejerce, y que implica libertad lo hace en nombre de Cristo, que es
para construir la comunión. quien permite reconciliarse con Dios.
Por eso es necesario no echar en «saco
Pablo insiste que el ministerio es roto» la gracia recibida de parte de
grandioso, pero lo ejercen los apóstoles Dios, porque ahora es el tiempo favora-
en la debilidad, muriendo con Cristo ble, hoy es el día de la salvación.
EVANGELIO: Mt 6,1-6.16-18
una dimensión pública, sino que el gas o en las calles para ser vistos. Estos
acento está puesto en la finalidad del ya no necesitan nada más. Para quien
hecho, es decir, buscar la vanagloria y busca a Dios y no así mismo en la ora-
la alabanza en la relación con Dios. ción, ésta se convierte en un encuentro
de corazón a corazón, entrando en lo
En la antigua sinagoga judía no esta- profundo de sí mismo, en soledad y en
ba organizada la asistencia a los pobres, el silencio; y el Padre te encontrará.
como en el cristianismo. Cada uno en-
tregaba limosna según sus criterios y al-
gunos buscaban ventajas en esta dádiva El ayuno (Mt 16-18)
con la intención de mejorar su «imagen
pública». A estos llama Jesús hipócritas El tema del ayuno cierra el tríptico
,que anuncian lo que hacen «tocando inicial. En Israel, en tiempos de Jesús
trompetas», ellos buscan que la gente junto al ayuno obligatorio, se introdujo
los alabe, no la apertura a Dios, y en la costumbre del ayuno individual
consecuencia ya tienen su recompensa. como acto penitencial por los propios
La limosna hay que darla «en lo secre- pecados y por los del pueblo. Algunos
to», es decir en el lugar dónde el Padre añadieron al hecho de no comer nada
puede verla, desde el corazón y hacia un desde el alba hasta el ocaso, la prohibi-
compromiso con los pobres. ción de lavarse o perfumarse, y así po-
día conocerse mejor quién ayunaba. De
nuevo el texto insiste que quienes «des-
La oración (Mt 6,5-6) figuran su rostro» para ser visto ya tie-
nen su recompensa. El ayuno pues, hay
También con la oración se comienza que vivirlo como «ascesis» interior y li-
diciendo que no hay que imitar el com- bre en tu relación con Dios y en tu
portamiento de los hipócritas, que gus- compromiso con los hermanos y her-
tan de orar públicamente en las sinago- manas.
A LA LUZ DE LA PALABRA
var una vida healthy, con una dieta parado y el desplazado. El ayuno que
saludable, etc., uno no puede dejar de Dios quiere es esa gota de coherencia
pensar en las propias incoherencias. que nos mantiene despiertos y atentos
Que nuestro ayuno sea coherente, de- a lo que ocurre a nuestro alrededor,
cía el papa Francisco, en su homilía para que la huella de Jesús se note,
en Santa Marta, al inicio de la pasada para que el camino que debemos re-
Cuaresma, que nuestro ayuno hable correr está cuaresma no sea estéril.
de lo que queremos hacer de corazón. Un ayuno coherente es aquel capaz de
El ayuno que Dios quiere es que com- no hacer oídos sordos al llanto y al la-
partamos todo lo que somos y tene- mento para poder sembrar en este
mos. Que nos decidamos de una vez mundo algo de compasión, solidari-
por todas a comprometernos con el dad, fraternidad y amor.
que sufre, con el que está solo, con el
ASUNTOS PENDIENTES
La idea de darse un destino, por sí idea de un más allá (sea del modo
mismo y entre los otros, implica tam- que fuere) hacia el cual puede tender
bién la de sobrepasar, la de trascen- mi finitud, para encontrar allí su nota
der de alguna manera los límites de más honda. Quiero aludir de esta ma-
la finitud. Ciertamente no se trata nera a la nota de un sentido, de una
—y ello no es ni siquiera posible— culminación de mis actos, donde
de ignorar mi finitud porque es la ellos sobrepasan su simple inmanen-
misma finitud la que me permite cia. Tal es la fenomenología del de-
ofrecer una basa a todo lo que hago o seo. Se trata, todavía y para siempre,
deseo, sin perderme en el delirio de del «para qué». En este fondo emerge
una evasión sin fin, fuera de mí miso, la idea de un tipo de vocación supre-
donde ya ningún destino me sería ac- ma para algo que no se identifica
cesible. La finitud es justamente pura y simplemente con el tiempo y
aquello que me constituye y se halla el espacio. Una vocación para algo
en la base de lo que me permite ser que, sin embargo, no destruye ni dis-
un hombre y no un Dios. Esto no im- minuye las cosas de aquí abajo, sino
pide que la idea de destino evoque, que podría pertenecer a un no sé qué
de un modo u otro, reprimida o no, la más grande, a la idea, quizás, ¿quién
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— Guía a nuestros pastores, el papa y nuestro obispo, para que puedan dar
testimonio del Evangelio con todos sus actos y palabras. Oremos. Padre de mi-
sericordia, guíanos.
— Guía a nuestros gobernantes, para que sean fieles al servicio que les he-
mos encomendado, de servir a la sociedad entera, mirando, sobre todo, las nece-
sidades de los marginados. Oremos. Padre de misericordia, guíanos.
— Guía a todos los miembros de esta comunidad, para que este momento
que compartimos sea el inicio de un camino verdadero y profundo, que nos lle-
ve a la noche de la Pascua con el corazón preparado. Oremos. Padre de miseri-
cordia, guíanos.
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— …
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Marzo, 10:
AMBIENTACIÓN
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puro amor a vosotros y por mantener nen a entregarle los primeros frutos de
el juramento que había hecho a vues- la tierra, como símbolo de su agrade-
tros padres, os sacó el Señor de Egip- cimiento.
to con mano fuerte y os rescató de la
casa de esclavitud, del poder del fa-
raón, rey de Egipto». (Dt 7,7-8). Por Salmo responsorial
ello, ahora, siendo conscientes que Salmo 90,1-2.10-15
nada es propiedad suya, sino que todo R/. Acompáñame, Señor, en la
es un don de Dios, los israelitas vie- tribulación
La Carta a los Romanos fue escrita de la gracia y la fe. Para ello argu-
por Pablo en Corinto, en el invierno del menta, como buen rabí, con la Escri-
57-58, para preparar su próxima visita tura, donde se dice que el precepto
a Roma. Ha terminado su tarea evan- que se les ha dado a los judíos no ex-
gelizadora en las regiones de Siria, cede a las fuerzas humanas, ni es inal-
Anatolia, Grecia, donde ha fundado di- canzable, ni hay que subir al cielo o
versas comunidades y se plantea ir a cruzar el mar para que alguien lo pro-
Hispania, donde el Evangelio aún no clame y pueda cumplirse (Dt 30,12-
ha sido predicado. Para ello considera 14). Igualmente la salvación que Dios
la idea de apoyarse en un lugar cercano ofrece ahora, fruto de la muerte y re-
al país hispano, Roma (Rom 15,18-24). surrección de Jesús, está muy cerca,
en la predicación apostólica.
Nuestro texto pertenece al cuerpo
de la carta en el que se expone el tema A continuación el apóstol proclama
de la justificación, a la vez que se in- uno de los credos más antiguos: «si
tenta responder al interrogante que profesas con tus labios que Jesús es Se-
produce el hecho de que los judíos, ñor, y crees con tu corazón que Dios lo
conociendo toda la historia de la sal- resucitó de entre los muertos, serás sal-
vación, no hayan reconocido a Jesús vo» (Rm 10,9), que explica a continua-
como el Mesías anunciado y hayan ción (Rm 10,10). Pablo termina difumi-
creído en Él, estando así excluidos de nando el interrogante planteado sobre
la salvación: «¿acaso Dios no ha cum- la salvación de los judíos al afirmar que
plido sus promesas con ellos?». no hay distinción entre judío y griego,
pues el Señor es generoso con todos los
Pablo manifiesta cómo el Señor ya que lo invocan, «y todo el que lo invo-
dio a conocer a los judíos el camino que será salvado» (10,12-13).
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EVANGELIO: Lc 4,1-13
El texto que nos propone el evan- lucha entre dos bandos; por un lado,
gelio de hoy lo encontramos al inicio las fuerzas del mal, encarnadas en el
del relato lucano. A Jesús, tras ser re- diablo, que maneja magistralmente los
conocido como Hijo de Dios en el textos veterotestamentarios, y por otra
bautismo (3,1-22) y como ser humano Jesús, que, utilizando con mayor des-
mediante la genealogía, que entronca treza el arma de su contrincante, ven-
con Adán (3,23-28), el autor ahora ce la batalla. Lucas cambia el orden
nos lo presenta asumiendo los riesgos de la segunda y la tercera tentación
de su vocación mesiánica, y sufriendo respecto a Mateo para culminar la ter-
las tentaciones que serán superadas. cera en Jerusalén, ciudad emblemática
en el relato lucano en que se desarro-
Jesús se prepara para afrontar la llara el acontecimiento pascual y en la
misión que le ha encomendado el Pa- que nacerá la comunidad de los cre-
dre, por lo que se retira al desierto. El yentes en Jesús.
relato nos dirá que es conducido allí
por el Espíritu, protagonista indiscuti-
ble que conduce la historia de Jesús y A) Primera tentación:
luego la de la Iglesia en el tercer evan- tentación de las necesidades
gelista. El desierto, según las tradicio- básicas (4,3-4)
nes veterotestamentarias, es el lugar
donde resuena la palabra del Señor, La primera tentación viene de la
pero también es el lugar en que apare- mano de una de las necesidades bási-
cen las tentaciones (Ex 16,1-17,7; Nm cas del ser humano, el hambre. El
11,1-9; 20,1-13), o, lo que es lo mismo, diablo aprovecha la ocasión para re-
las posibilidades existenciales que nos cordarle que si es el Hijo de Dios
pueden alejar del proyecto de Dios puede «convertir la piedra en pan,
para nosotros. para saciar su hambre», haciendo así
alusión al milagro del maná (Ex 16).
Las tentaciones son tres, número No parecería adecuado que el Hijo
simbólico que en la Biblia indica la de Dios pasara hambre. Sin embar-
perfección. Jesús es tentado en toda la go, Jesús no está dispuesto a utilizar
plenitud de lo que una tentación im- sus «poderes divinos» en algo tan
plica. Las tres tentaciones, relaciona- trivial como es saciar su propia ham-
das con la tríada del mandato del bre, y le responde con el libro de la
amor al Señor, «con todo el corazón, Ley, aunque solo recoge la última
con toda el alma y con todas las fuer- parte de la cita: «Él te afligió, ha-
zas» (Dt 6,5), se presentan como una ciéndote pasar hambre, y después te
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alimentó con el maná, que tú no co- mendamente alto desde el que pueda
nocías ni conocieron tus padres, para verse esa vista, el relato dice que se
hacerte reconocer que no solo de pan los «mostró en un instante» a modo
vive el hombre, sino que vive de todo de visión. Como buen publicista, le
cuanto sale de la boca de Dios» muestra lo que puede conseguir, en
(Dt 8,3b). Dios es el protagonista, el este caso, poder y gloria, si se arro-
que pone en marcha los aconteci- dilla ante él. El diablo, al presentar-
mientos de la historia, por ello hizo lo, no se sabe propietario de esos rei-
pasar hambre al pueblo para darle nos, lo que supone que los ha recibi-
una lección y enseñarle que no solo do de Otro, sino administrador de
de pan vive el hombre, sino que vive los mismos, por lo que puede entre-
de todo cuanto sale de la boca de garlos a quien quiera.
Dios. Al igual que Dios cumplió su
promesa con Israel, también lo hará Con ello le está proponiendo a Je-
con Jesús, con una gran diferencia: sús que opte por un tipo de mesianis-
mientras el pueblo no se fio del Se- mo político, vinculado al poder, un
ñor y dudó, Jesús pone su confianza mesianismo que esperaban muchos
en el Señor y sabe que su palabra es de los judíos en tiempos de Jesús.
la que le nutre, de Él viene la Vida. Sin embargo, el profeta de Nazaret
no está dispuesto a desviarse un ápi-
Detrás de esta tentación también ce del plan del Padre, que lo ha ungi-
podemos intuir los textos del ban- do para ser un Mesías que va a pro-
quete mesiánico. En la plenitud de clamar su Reino de otra forma, un
los tiempos Dios dará un gran ban- Mesías sufriente, al estilo del siervo
quete en el que saciará gratuitamente de Yahvé de Isaías (Is 42,1-9; 49,1-6;
a su pueblo (Is 25,6-12; 55,1-6). 51,4-8; 52,13-53,12). Por ello, Jesús
de nuevo contesta con la Escritura.
«Al Señor, tu Dios, adorarás y a él
B) Segunda tentación: solo servirás» (Dt 6,13). No solo no
tentación del poder (4,5-8) va a adorar al diablo entrando en la
esfera de sus propios valores, sino
Una vez perdida la primera bata- que al único que adorara es al Señor,
lla, el demonio no se resiste a la reti- su Dios. Jesús no solo no se sube al
rada y propone un nuevo asalto. Para carro de poder, sino que va mucho
ello, lleva a Jesús a un lugar «alto», más allá del mero hecho de no caer
en vez de a una montaña, como hará en la tentación, su lugar es el ámbito
Mateo, desde el que se vislumbrarán del servicio. Más tarde, en otro mo-
todos los reinos del mundo. Como es mento, Él saldrá al paso de esta mis-
consciente que no hay lugar tan tre- ma tentación por parte de sus discí-
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Jesús, para responder, cita de nue- Lucas nos presenta a Jesús como
vo el libro del Deuteronomio, donde modelo de fidelidad al proyecto del
se hace alusión a la rebelión del pue- Reino, a pesar de los nudos existen-
blo por la falta de agua en Massá: ciales que se le irán presentando a lo
«No tentarás al Señor, tu Dios» (Dt largo de su vida. La comunidad luca-
6,16). La respuesta de Jesús, a modo na se mirará en Él, pues ya están em-
de cierre, es firme y contundente. No pezando a experimentar las tentacio-
está dispuesto a manipular a Dios, nes que le pueden apartar del pro-
utilizándolo en su provecho propio. yecto salvífico de Jesús.
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A LA LUZ DE LA PALABRA
El pueblo de Israel sabe bien quién Al igual que el pueblo de Israel he-
es y qué es lo que el Señor ha hecho mos de valorar lo que somos y tene-
con Él. mos, sabiendo que todo es don de
Dios. Los dones de Dios tienen una
Sabe que la tierra que ahora lo dimensión vertical, de agradecimiento
nutre es un regalo, un don gratuito al Señor por el regalo gratuito; y tie-
del Señor. La gratuidad ha de tener nen una dimensión horizontal, de
como respuesta la gratitud. Por ello compartir con los hermanos. «Lo que
se hace eco de este refrán y le mues- hemos recibido gratis hemos de darlo
tra su agradecimiento ofreciéndole gratis» (Mt 10,8). De hecho el texto
los primeros frutos de la tierra. Pero del Deuteronomio termina con el pre-
también conoce su debilidad y que cepto del diezmo de apartar una parte
su mente es flaca y olvidadiza y de las cosechas para compartirlo con
puede creerse que lo que tiene es por el levita, el emigrante, el huérfano y la
mérito propio, por su esfuerzo, por viuda, (26,12-15), para que los «po-
sus logros. Por ello dirá al Señor: bres de la tierra» también puedan par-
«Dos cosas te he pedido, no me las ticipar de los bienes de la tierra, ali-
niegues antes de morir: no me des mentándose de ellos. En palabras del
riqueza ni pobreza, concédeme mi papa Francisco: «la solidaridad supo-
ración de pan; no sea que me sacie y ne crear una nueva mentalidad que
reniegue de ti, diciendo: “Quién es piense en términos de comunidad, de
el Señor?”; no sea que robe por ne- prioridad de la vida de todos sobre la
cesidad y ofenda el nombre de mi apropiación los bienes por parte de al-
Dios (Pr 30,7-9)». gunos» (EG 188).
TENTACIONES
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Clamar es el verbo usado por los la Palabra, que está en nuestra boca y
israelitas cuando hablan de lo que les en nuestro corazón, para proclamar
salió del interior, hacia Dios, en su es- la salvación de Dios y la justicia naci-
clavitud. Escuchar, volver el rostro, sa- da en lo profundo de nuestro ser.
car, traer y dar, son los destinados a la
obra de Dios. En la primera lectura los En el evangelio encontramos a Je-
escucharemos todos. Un resumen del sús en el desierto, centrado en su
Éxodo de los israelitas desde Egipto Dios, conocedor de la Escritura
hasta una tierra que mana leche y —mejor que su adversario—, seguro
miel. Todo don de Dios en respuesta en las respuestas, sabedor del poder
al grito de su pueblo. Por tanto, la gra- de su Padre. No es lo que ofrece el
tuidad tiene que responderse con gra- tentador lo que hace más humano,
titud. sino lo que viene de arriba lo que nos
humaniza y nos diviniza.
Así lo diremos también nosotros,
cuando en el salmo proclamemos Escuchemos con los oídos del
cómo el Señor está atento y responde. alma bien abiertos lo que la Iglesia
Por eso, dice san Pablo en la segunda nos propone este primer domingo de
lectura que tenemos que acercarnos a Cuaresma.
46
(Cada comunidad y cada persona puede hacer memoria de las obras mag-
níficas que el Señor ha hecho en su vida y compartirla con los demás).
48
Marzo, 17:
AMBIENTACIÓN
Uno de los primeros pasos a los pezar a cambiar, porque las promesas
que nos invita esta nueva Cuaresma de Dios son infinitas, como las estre-
es a salir de «tu tierra», como dijo el llas en el firmamento, y además se
Señor a Abraham. Salir de la tierra cumplen.
en la que nos hemos hecho cómodos,
en la cual nos instalamos y nos deja- Salir de la tierra también nos en-
mos llevar por la monotonía de lo co- seña a amar lo inesperado, lo que aún
tidiano. Sal de tu tierra, la de los pe- no comprendemos pero que se hará
queños o grandes egoísmos que nos luz ante nosotros/as a través de la fe.
hacen apartar e ignorar al hermano Jesús este domingo se trans-figura;
que sufre, al refugiado, al que pasa aparece bajo otra figura mostrando a
hambre y sed de muchas cosas. Salir sus discípulos quién es él. Su identi-
para avanzar, para no quedarnos in- dad se des-vela, aunque aún es pron-
munes ante el pecado, la tristeza que to para comprender que la gloria de
invade al ser humano. Salir para em- Jesús se muestra en una cruz.
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EVANGELIO: Lc 9,28b-36
y cubre a los personajes. La nube sig- insiste en que los discípulos callaron
nifica la presencia de Dios que se y no dijeron nada a nadie en aquellos
hace visible, lo que llena a los discí- días. El relato confirma el mensaje
pulos de temor. Se escucha una voz pascual de Jesús sobre su resurrec-
que proclama las mismas palabras ción y el testimonio del Padre que
que en el bautismo de Jesús (Lc 3,22) confirma quién es Jesús y lo funda-
y que exclama: ¡Escuchadle!. El final mental de su mensaje como camino
sorprende, puesto que el evangelista de plena realización del ser humano.
A LA LUZ DE LA PALABRA
Toda persona ante las experiencias habitar en cabañas a los hijos de Is-
positivas de su vida pretende que estas rael cuando los saqué de la tierra de
no acaben nunca; es más, tienen la Egipto. Yo, Yahvé, vuestro Dios.
tentación, semejante a la de los discí-
pulos, de querer detenerlas en el tiem- Con este recuerdo también se co-
po. Cuando estas experiencias son de nectaba la fiesta con la Pascua. Fiesta,
carácter religioso, no sé si extrañas en alegría y Pascua, porque Jesús ha re-
nuestro mundo actual, uno siempre sucitado, es ese el fundamento de
quiere retener la «visión» de Dios. nuestra fe, pero aún es necesario pasar
Hacer tres tiendas tiene mucho que por el camino del sufrimiento y de la
ver con el bienestar y la felicidad. El cruz, todavía hay que guardar silencio
pueblo de Israel celebraba la fiesta de y callar ante la gloria, porque su ma-
la chozas o tabernáculos como una de nifestación en el dolor no siempre es
las más importantes y sagradas. Tenía bien acogida. El Señor inicia su cami-
lugar al inicio del otoño como agrade- no al lugar donde matan a los profe-
cimiento a Dios por la cosecha. Uno tas, Jerusalén, pero de ahí saldrá tam-
de los elementos principales era la bién su resurrección y su gloria hacia
construcción de chozas para recordar los cielos. Saber confiar y esperar en
las prescripciones del Lv 23,42-43: medio del sufrimiento propio y de
Durante siete días habitaréis en ca- aquellos que no cuentan nos abre el
bañas. Todos los naturales de Israel camino del amor y del compromiso
morarán en cabañas, para que sepan para hacer de este mundo un lugar
vuestros descendientes que yo hice más «alegre y santificado».
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SER LUZ
«El anuncio del reino de Dios es bi- estar. Lo que la antítesis primeros-últi-
direccional, por un lado promete una mos propone es desplazar el fiel de la
mejora de vida para pobres y sufrien- balanza, amañarla para que la medida
tes, y por otro “amenaza” la situación resultante sea favorable a los últimos.
de privilegio de los satisfechos. Una do- Se propone un giro copernicano que
ble dirección que no persigue un mero desplace el centro de gravedad del sis-
intercambio de roles: los pobres pasan a tema social —con sus planetas asocia-
ocupar el lugar de los ricos y viceversa. dos: económicos, relacionales, políti-
Tampoco se reduce a un acto de cari- cos, culturales, etc.— para que toda la
dad por el que los que más tienen se constelación orbite en torno a las nece-
ven conminados a ayudar a los que más sidades y prioridades de los más desfa-
necesitan. Pobres y ricos están llama- vorecidos. Que los últimos sean los pri-
dos a caminar hacia un lugar inédito en meros y los primeros últimos, significa
el que cambiará la suerte de ambos. La asumir que los empobrecidos marquen
distopía evangélica no busca restable- el ritmo de nuestro progreso. Implica
cer el punto de equilibro de un sistema aceptar que los primeros tenemos que
desnivelado; no se trata de poner más correr a rebufo de cojos, lisiados y cie-
riqueza en el plato de los empobrecidos gos. Exige ralentizar nuestra carrera,
para equilibrar una balanza que desde renunciando al sprint para el que nos
siempre ha caído del lado de los que hemos entrenado en la sociedad del éxi-
más tienen; no plantea que los menos to con el fin de que lleguemos juntos a
favorecidos lleguen a gozar de los pri- la meta. Nos obliga a poner en cuaren-
vilegios del mundo rico, identificando tena los logros convertidos en dogmas
así reino de Dios con sociedad del bien- incuestionables de nuestro modelo de
55
medida que una sociedad posibilita que satisfacción de las necesidades humanas
cada persona disponga de los medios ne- fundamentales del pueblo. Sin justicia
cesarios para desarrollarse plenamente. social, no es posible la paz ni el desarro-
Esta debe ser nuestra aspiración y por llo, decía Juan Pablo II. Y en esto tiene
eso debemos cambiar todo lo que impi- especial responsabilidad la autoridad,
da el desarrollo pleno de cada persona. que, según la doctrina social de la Igle-
La Cuaresma, como tiempo para la re- sia, está para garantizar la justicia social
flexión y la conversión, es una buena y la búsqueda del bien común».
oportunidad para que políticos, funcio-
narios, empresarios, religiosos y ciuda- Conversión y justicia social,
danos revisemos qué está impidiendo la Editorial de la UCA (15.II.2013)
1. Comentamos el texto:
«Oh, hombre, imita a la tierra; produce fruto igual que ella, no sea que
parezcas peor que ella, que es un ser inanimado. La tierra produce unos
frutos de los que ella no ha de gozar, sino que están destinados a tu pro-
vecho. En cambio, los frutos de beneficencia que tú produces los reco-
lectas en provecho propio, ya que la recompensa de las buenas obras re-
vierte en beneficio de los que las hacen. Cuando das al necesitado, lo
que le das se convierte en algo tuyo y se te devuelve acrecentado. Del
mismo modo que el grano de trigo, al caer en tierra, cede en provecho
del que lo ha sembrado, así también el pan que tú das al pobre te pro-
porcionará en el futuro una ganancia no pequeña. Procura, pues, que el
fin de tus trabajos sea el comienzo de la siembra celestial: Sembrad jus-
ticia y cosecharéis misericordia, dice la Escritura.»
2.
La experiencia de la transfiguración acaecida en el relato evangélico con-
duce a los discípulos a vivir la cotidianidad con mirada transfigurada.
¿Discernimos nuestro contexto vital desde el Espíritu del Resucitado?
¿Cómo cuidamos la espiritualidad para que nos ayude a contemplar la
vida ordinaria? ¿Qué afanes o zonas de confort nos hacen detenernos e
impedir en nosotros la acción del Espíritu?
57
Muchas veces nos quedamos pas- Muchas veces nos aislamos de los
mados, en vez de ser lúcidos en la crea- demás, cayendo en un círculo de muer-
tividad de nuestro servicio a las perso- te autorreferencial (ponemos junto al
nas que buscan la humanidad en noso- altar el Proyecto Pastoral Parroquial
tros (ponemos junto al altar el último o el Proyecto de Vida Comunitaria).
informe FOESSA).
Por todo ello, con esperanza de
conversión, decimos juntos: Yo con-
fieso…
— Que nuestro planeta tierra sea honrado y respetado por toda la humani-
dad, sin armas ni ataques. Respóndenos, Señor.
— Que todas las familias puedan recibir a sus hijos e hijas y hacerlos cre-
cer de manera digna. Respóndenos, Señor.
— Que todas las personas que sufren en silencio (ancianos, enfermos, mi-
grantes, mujeres maltratadas,…) puedan hacer oír su voz y nosotras y nosotros
sepamos escucharlas. Respóndenos, Señor.
mundo, pero Jesús le pidió que viviera — Pan y vino. Tomad y comed,
en plenitud la propia vida. Cómo todo tomad y bebed, esto es mi Cuerpo y
discípulo, también nosotras y nosotros mi Sangre. Una comunidad que per-
queremos gozar de la presencia del manece unida en torno al pan y el
Señor, pero sabemos que la encontra- vino, presencia de Jesús en nuestras
mos compartiendo la vida con los que vidas, ayuda en nuestro desierto.
parece que no la tienen, los pobres,
cada día.
62
Marzo, 24:
AMBIENTACIÓN
toda su alma y con todas sus fuer- ción. El texto narra los sentimientos,
zas». Ese amor afectivo, de ternura las actitudes y las acciones en que
entrañable ante el dolor de su pueblo, estos van a cristalizar a través de los
también es afectivo porque se pone verbos pronunciados por el mismo
en marcha para sacarlo de esa situa- Dios:
64
ción, tentar a Dios (10,6-11), así como nuamente si nuestras acciones nos ha-
a vigilar para no caer en las tentacio- cen caminar por los caminos de Dios
nes que nos presente la vida. Hemos y el proyecto que tiene para nosotros,
de estar atentos, discerniendo conti- o nos aleja de él.
EVANGELIO: Lc 13,1-9
A LA LUZ DE LA PALABRA
El Dios del AT, lejos de ser un rael haya querido integrar este Salmo,
Dios terrible, justiciero y castigador, el grande hallel como es conocido, en
es un Dios que ha revelado su nombre las fiestas litúrgicas más importantes»
a Moisés como «Dios compasivo y (MV 7).
misericordioso, lento a la ira, y pródi-
go en amor y fidelidad» (Ex 34,6). El texto del Éxodo de hoy nos
Así lo reflexionamos a lo largo de presenta unas actitudes de este Dios
todo el año jubilar de la misericordia compasivo y misericordioso que nos
vivido recientemente: «Eterna es su invitan a despertar de nuestros letar-
misericordia»: es el estribillo que gos ante tanto sufrimiento humano.
acompaña cada verso del Salmo 136 Al igual que el Señor hemos de abrir
mientras se narra la historia de la re- los ojos y ver, hemos de abrir los oí-
velación de Dios. En razón de la mise- dos y escuchar, hemos de acercarnos
ricordia, todas las vicisitudes del An- para conocer los sufrimientos de
tiguo Testamento están cargadas de nuestros hermanos, y poner en juego
un profundo valor salvífico. La mise- todas nuestras capacidades para li-
ricordia hace de la historia de Dios brarlos de sus sufrimientos. Nuestra
con Israel una historia de salvación. misericordia ha de ser afectiva, de
Repetir continuamente «Eterna es su forma que incline nuestro corazón a
misericordia», como lo hace el Salmo, las pobrezas, pero también ha de ser
parece un intento por romper el círcu- efectiva, de forma que ponga en jue-
lo del espacio y del tiempo para intro- go todos los recursos personales,
ducirlo todo en el misterio eterno del eclesiales y sociales para sacarlos de
amor. Es como si se quisiera decir que sus pozos. Nuestro compromiso por
no solo en la historia, sino por toda la mejorar este mundo ha de empezar
eternidad el hombre estará siempre por salir al paso de los más pobres,
bajo la mirada misericordiosa del Pa- de los más débiles, de los que menos
dre. No es casual que el pueblo de Is- cuentan.
68
3. ESPERARÉ
lo que no sé y me sorprenda.
Pero vaciaré mi casa de todo lo enquistado.
Y al abonar el árbol,
despejar el cauce,
sacudir la noche
y vaciar la casa,
la tierra y el lamento
se abrirán a la esperanza.
sin conversión interior” (n. 7). Una con- corazón y de nuestra mente, que se re-
versión auténtica, como la que sugiere fleja en la vida cotidiana, es crucial en
el profeta Miqueas y de la que el apóstol cualquier proceso de diálogo y de re-
Pablo es un ejemplo significativo, nos conciliación, haciendo que el ecumenis-
acercará a Dios, al centro de nuestras mo sea un compromiso mutuo de com-
vidas, de forma que nos acerquemos prensión, respeto y amor, “para que el
cada vez más también los unos a los mundo crea» (Jn 17:21)”.
otros. Este es un elemento fundamental
de nuestro compromiso ecuménico. La Benedicto XVI, Vísperas del día
renovación de la vida interior de nuestro (25.I.2013).
«¿De qué modo proseguir el ca- ferencias. Y ese diálogo debe reali-
mino ecuménico? En línea de princi- zarse de un modo claro, pero no po-
pio, debemos partir del patrimonio lémico. No debemos ofender la sen-
común de fe y permanecer fieles a lo sibilidad de los demás o desacredi-
que, con la ayuda de Dios, ya hemos tarlos; no debemos señalar con el
conseguido ecuménicamente. En la dedo lo que nuestros interlocutores
medida de lo posible, debemos dar ecuménicos no son y lo que no tie-
un testimonio común de esta fe en un nen. Más bien, debemos dar testimo-
mundo cada vez más secularizado. nio de la riqueza y de la belleza de
Eso significa, en la situación actual, nuestra fe de un modo positivo y
también redescubrir y reforzar los acogedor. De los demás esperamos
fundamentos de nuestra fe. De hecho, la misma actitud. Si esto sucede, en-
todo se tambalea y se vacía de senti- tonces podrá existir entre nosotros y
do si no tenemos una fe firme y cons- nuestros interlocutores, como dice la
ciente en el Dios vivo, uno y trino, en encíclica Ut unum sint (1995), no
la divinidad de Cristo, en la fuerza sólo un intercambio de ideas, sino
salvífica de la cruz y de la resurrec- también de dones, con el que nos en-
ción. Para quien ya no sabe lo que es riqueceremos ambos (cf. nn. 28 y
el pecado y lo que es estar implicado 57). Ese ecumenismo de intercambio
en el pecado, la justificación del pe- no es un empobrecimiento, sino un
cador no tiene ninguna importancia. enriquecimiento mutuo.
73
74
humildad nos vemos como hermanos Vibremos con la Palabra que hoy
de toda la humanidad. se nos proclama, ella colma nuestros
corazones y da sentido verdadero a
nuestra vida.
— Por las personas que claman por ser perseguidos por la fe en Cristo.
Oye, nuestro grito, Señor.
— Por las personas que claman desde el maltrato que sufren y por la con-
versión de sus maltratadores. Oye nuestro grito, Señor.
— Por las personas cuyos cuerpos están siendo vendidos y por los sufren
cautividad. Oye nuestro grito, Señor.
— Por las personas que intentan buscar una vida mejor y más digna en
nuestro país, por los que mueren en el mar, por los que sufren en su camino ha-
cia otros países. Oye nuestro grito, Señor.
— Por las personas que han sufrido vejaciones y abusos en nuestra Iglesia.
Oye nuestro grito, Señor.
— …
76
Padre Creador, que escuchas el día a día, a parecernos a Ti, que aco-
grito del que sufre, te damos gracias ges a todas tus hijas y a todos tus hi-
porque en muchas ocasiones nos des- jos, obra de tus manos… No olvidas a
piertas, a nosotras y a nosotros mis- ninguna ni a ninguno.
mos, de nuestros letargos, para que
podamos escuchar, como Tú, si hace- Padre bondadoso, te damos gra-
mos silencio, también a los que a cias porque respondes e intervienes en
nuestro alrededor claman por sus si- nuestra historia y en la historia de
tuaciones de desolación. Nos invitas, cada uno de nuestros hermanos. Es
77
una respuesta a través de nuestras ma- integrar y liberar a las personas que, a
nos y de nuestros pies, de nuestra nuestro alrededor, nos has dado como
creatividad y de nuestro compromiso. hermanas y hermanos, en especial, a
Nos llamas, como a Moisés, y como las que solo en Ti pueden encontrar tu
hizo Jesús, a curar heridas, a luchar misericordia y tu justicia, como nos
por la justicia, a respetar la dignidad dijo el papa Francisco en la última
de las personas, a las que se la han ro- Jornada de la Pobreza.
bado. Nos invitas a que no miremos
nuestro ombligo, sino los rostros de Padre creador, bondadoso y mi-
los que no tienen voz. sericordioso, te damos gracias, por-
que nos hiciste a «imagen y seme-
Padre misericordioso, te damos janza» tuya y porque quieres que
gracias porque en tu modo de ser nos relacionemos entre nosotros
Dios, que nos ha mostrado tu Hijo Je- como lo hacéis Tú con tu Hijo y con
sús, estás cercano y te relacionas con el Espíritu Santo. Permite que tam-
cada ser humano con ternura y dedi- bién aquí podamos ser una Trinidad
cación exclusiva. Mirando tu forma de de personas en una Unidad perfecta:
actuar sabemos que debemos colabo- Tú, el pobre y cada una y cada uno
rar en acoger, proteger, acompañar, de nosotros(3).
78
Marzo, 31:
AMBIENTACIÓN
La lectura del libro de Josué nos si- El núcleo histórico del relato se sitúa
túa a las puertas de la tierra prometida. hacia el 1200 a.C., en que se llevó a
79
En Corinto Pablo tuvo que afron- llegar a esta exclamación, Pablo ve-
tar una situación nueva para él, que nía argumentando una experiencia
probablemente aún no se había dado personal de salvación. En este texto
en el cristianismo naciente. Al Após- el apóstol habla de lo esencial, de lo
tol le tocó dar respuesta a la cuestión interno, de aquello que soólo se ve
de cómo vivir la santidad cristiana desde una experiencia salvífica y que
en un entorno pagano. parece una locura al mundo exterior:
haber experimentado el amor de
En la lectura de hoy Pablo dice Cristo a partir de su muerte en cruz.
que quien está en Cristo ha experi- «Pasó lo viejo, todo es nuevo», la
mentado el amor y el perdón de Dios existencia como «hombre nuevo»
por el poder del Espíritu Santo. El creado en Cristo, es para Pablo vivir
creyente está unido a Cristo. Esta co- a una vida nueva, de justicia y santi-
munión afecta y abarca todas las di- dad. Esta nueva forma de vida o
mensiones de la vida. «El que está en existencia cristiana afecta a todo el
Cristo es una nueva creación». Para universo; primero a las personas y
80
EVANGELIO: Lc 15,1-3.11-32
El capítulo 15, para muchos exége- Tras presentar a los grupos que
tas, constituye el corazón del tercer aparecen con Jesús y su relación con
evangelio. Con él se abre una nueva él, el evangelista afirma que el Maes-
dinámica que se extiende hasta el fi- tro les contó una parábola. Estamos
nal del camino de Jesús a Jerusalén y ante la tercera parábola del capítulo
en la que el evangelista quiere subra- 15 de Lucas, de las llamadas parábo-
yar el amor de Dios por los margina- las de la misericordia. Ahora el evan-
dos y pecadores. Lucas dirige su aten- gelista nos presenta a alguien que de
ción a un grupo de gente concreta que alguna manera también se pierde, ya
se reúnen en torno a Jesús para escu- no se trata de una oveja (15,1-7) o de
charle: los publicanos y pecadores. una moneda (15,8-10), sino de una
Junto a ellos aparece un segundo gru- persona, un hijo. Con estos relatos Lu-
po: fariseos y maestros de la ley que cas pretende dar respuesta a las mur-
critican a Jesús porque acoge a los muraciones de fariseos y escribas
primeros e incluso come con ellos. contra Jesús porque acoge a los peca-
Llama la atención las actitudes de am- dores y come con ellos.
bos grupos: mientras los cumplidores
de la ley critican a Jesús, los alejados La parábola comienza presentando
de Dios porque no la cumplen, se una realidad de manera indicativa: un
acercan a escucharle. hombre tenía dos hijos. La situación
81
inicial hace referencia a una familia, menta de las algarrobas de los cerdos y
compuesta por un Padre y dos hijos. nadie le daba nada. La vida que vive el
hijo menor no es vida, es más bien una
situación de muerte. Esta situación lí-
a) El hijo menor mite provocará un cambio brusco en la
persona. El hijo menor toma la decisión
A continuación, aparece una situa- de volver a la casa paterna, iniciando
ción inusual; el hijo menor le pide al así un camino de conversión, recono-
padre la parte de la herencia que le co- ciendo su pecado. Su situación no es
rresponde. La ley judía preveía que el fruto de la casualidad ni de la mala
primogénito percibiese dos tercios de suerte. Él mismo ha desordenado y
la herencia familiar, mientras que al arruinado su vida, se ha alejado del pa-
menor le correspondía únicamente un dre, se ha «extraviado» en todos los
tercio. En el siglo I parece que en el de- sentidos, y descubre que la maldad de
recho judío era posible repartir un ter- su pecado no es una ofensa contra su
cio, aunque era desaconsejable que el Padre sino contra Dios. Después de
padre repartiera los bienes en vida, esto, el joven no se atreve ni siquiera a
porque nadie quería que los padres an- pensar en su condición de «hijo». El
cianos pidiesen limosna a sus hijos (cf. hijo menor vuelve, pero ya nada será
Eclo 33,21-22). El padre respeta la li- como antes, ya no aspira a ser hijo sino
bertad de su hijo; y, sin replicar nada, solo siervo. Se levanta y se pone en ca-
reparte los bienes entre los dos herma- mino. Es el momento culminante de la
nos. Después, el hijo menor, reuniendo conversión: «Y, levantándose, partió
todo lo suyo, abandona la casa paterna hacia su padre…» (v.20).
y se encamina a un país lejano.
tás conmigo y todo lo mío es tuyo». El de sus hijos, un amor y una misericor-
padre continúa, era conveniente, pero dia que rebasa cualquier perspectiva
no sin cierta recriminación: «este her- humana. Un amor capaz de salir al
mano tuyo». El padre corrige las pala- encuentro, de tomar la iniciativa, de
bras de su hijo mayor en el v. 30, «ese ponerse en camino, de acortar distan-
hijo tuyo», y les da su auténtico sentido. cias, de alegrase y hacer fiesta. Una
Ese hermano estaba muerto y ha vuelto misericordia con entrañas que genera
a la vida, se había perdido y lo hemos vida en donde había muerte, que bus-
encontrado. ca incansablemente a quien se ha per-
dido. La ternura y la misericordia de
Las dos partes de la parábola se Dios no constituyen un concepto, sino
cierran de modo similar subrayando el que se muestran desde la experiencia
gran amor del Padre hacia cada uno de habitar en casa del Padre.
A LA LUZ DE LA PALABRA
VOLVIENDO A CASA
El hijo
Y así estoy, arrimado a tu puerta,
aguardando, aguardándote.
De rodillas mis ansias marchitas,
y mi mano —una flor calcinándose
con temblor de rocío en la yedra—,
por instinto de sangre llamando a tu aldaba,
esperando, esperándote...
sucios de escarcha,
heridos de estrellas.
¡Ay! Qué duro es andar por la vida,
cuánto fuego en los soles de agosto,
qué desnuda la nieve de invierno,
qué solitario y mudo este corazón se queda...
«La limosna, pues, debería traer que, de tanto en tanto, eran los que no
consigo toda la riqueza de la miseri- poseían nada, los extranjeros, los
cordia. Y como la misericordia tiene huérfanos y las viudas.
mil caminos, mil modalidades, así la
limosna se expresa en tantos modos, Y en la Biblia este es un estribi-
para aliviar la dificultad de cuantos se llo continuo, ¿eh?: el necesitado, la
encuentran en necesidad. viuda, el extranjero, el forastero, el
huérfano. Es un estribillo. Porque
El deber de la limosna es antiguo Dios quiere que su pueblo mire a es-
cuánto la Biblia. El sacrificio y la li- tos hermanos nuestros. Pero, yo diré
mosna eran dos deberes de los cuales que están al centro del mensaje: ala-
una persona religiosa debía cumplir. bar a Dios con el sacrificio y alabar
Existen páginas importantes en el An- a Dios con la limosna. Junto a la
tiguo Testamento, donde Dios exige obligación de recordarse de ellos, es
una atención particular por los pobres dada también una indicación precio-
86
para vivir” (Mc 12,44). Su pequeña e riqueza material la que dicta las leyes
insignificante moneda se convierte en de la existencia, sino el amor. Por
un símbolo elocuente: esta viuda no tanto, lo que da valor a la limosna es
da a Dios lo que le sobra, no da lo el amor, que inspira formas distintas
que posee, sino lo que es: toda su de don, según las posibilidades y las
persona. condiciones de cada uno.
89
3. En la parábola evangélica del padre que tenía dos hijos se nos muestra
la calidad de la acogida y el acompañamiento que el padre protagoniza
con cada uno de sus hijos. El acompañamiento y acogida en nuestras
Cáritas, ¿responde al corazón del padre de la parábola? ¿Diversificamos
los modos de acompañamiento en atención a la singularidad de cada
persona? ¿Buscamos integrar y fomentar la participación? ¿Qué iniciati-
vas de participación lidera nuestra Cáritas?
Dirijamos al Padre nuestra oración confiada, con los ojos puestos en todas
las personas que necesitan nuestro recuerdo delante de Él.
— Oremos por las personas que no tienen casa a la que regresar, las expul-
sadas, las refugiadas, las avergonzadas, las desesperanzadas. Míralas, Señor.
— Oremos por los niños que pueden gozar de la inocencia de sentirse hijas
e hijos, por los que han perdido la infancia a causa de las guerras y las armas,
por los que han sido víctimas de los mayores que estaban a su alrededor. Míra-
los, Señor.
— Oremos por las personas que buscan, en el desierto, un camino para lle-
gar a una vida mejor y más digna, por las que atraviesan el mar de la desolación
—el Mediterráneo—, por las que no pueden comer el fruto de la tierra a la que
llegan, porque se les niega. Míralas, Señor.
— Oremos por todos nosotros, por nuestra conversión, por nuestra profun-
dización en una oración sincera, por nuestra lectura divina de las Escrituras, por
nuestro compromiso a favor de los que están en las periferias y por los descarta-
dos y descartadas. Míranos, Señor.
92
Gracias, Padre, porque somos tus Gracias, Padre, porque cuando lle-
hijos e hijas. gamos al abismo de la incongruencia
suprema, al fondo de la nada, nos per-
Gracias, Padre, porque cuando te mites recuperar la fuerza de la vida,
pedimos nuestra herencia, para alejar- recordando tu amor.
nos de Ti, no nos juzgas, sino que nos
miras con cariño y respeto. Gracias, Padre, porque cuando
queremos volver a ser persona, Tú nos
Gracias, Padre, porque estás pre- invitas a encontrarnos contigo.
sente —en nuestra ausencia— en todo
lo que nos sucede, alegre o triste, go- Gracias, Padre, porque nos sales
zoso o doloroso. al encuentro, nosotras y nosotros
con los ojos en el suelo, y Tú, mi-
Gracias, Padre, porque cuando rándonos el rostro con una sonrisa
perdemos nuestro mismo ser, estás es- acogedora.
perándonos.
Gracias, Padre, porque nos vistes
Gracias, Padre, porque cuando te- con una vestidura nueva y nos enjoyas
nemos hambre nos envías a alguien con la caridad hacia los demás.
que nos dé algo de comer.
Gracias, Padre, porque tu amor y
tu misericordia los encontramos en
93
tantas personas, que nos reflejan tus Gracias, Padre, porque nos enderezas
sentimientos. la mirada, cuando andamos extraviados.
Gracias, Padre, porque me pregun- Gracias, Padre, porque nos das ter-
tas por mi hermano y por mi herma- nura, cuando estamos enajenados.
na, y no permites que los desprecie.
Gracias, Padre, porque nos das la
Gracias, Padre, porque quieres que vida con la muerte y la resurrección
comamos juntos el banquete de tu de tu Hijo, el Redentor.
casa.
Gracias, Padre, porque nos haces
caminar en la vida con la fuera del
Espíritu Santo, el Consolador.
94
Abril, 7:
AMBIENTACIÓN
La palabra del Señor anima al pue- Ciro rey de Persia, el llamado segun-
blo a través de esas imágenes fértiles do éxodo. En medio del desaliento, la
del agua en medio de la tierra árida: esperanza se abre camino. Un nuevo
corrientes en el yermo, agua en el de- horizonte está por llegar, una nueva
sierto, corrientes en la estepa. Todo etapa llena de vida.
para dar de beber a su pueblo que
existencialmente está en ese yermo,
en ese desierto, en esa estepa, deste- Salmo responsorial
rrado en Babilonia. El profeta con ello Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6
está anunciando la vuelta del pueblo R/. El Señor ha estado grande con
de Israel a su tierra, tras el edicto de nosotros y estamos alegres.
EVANGELIO: Jn 8,1-11
A LA LUZ DE LA PALABRA
EL MARATÓN DE LA VIDA
NO LANZARLES PIEDRAS
Salomé Arricibita
102
«Solo busco una cosa: olvidándo- nos llama y nos da vida. Conversión
me de lo que queda atrás y lanzándo- como acogida del don de Dios, en el
me hacia lo que está delante, corro servicio y acogida de los últimos y
hacia la meta». Correr, correr, correr, de las últimas. Conversión para evi-
para alcanzar la meta. Nuestro quinto tar la fácil condena, automática y le-
domingo de preparación a la Semana gal, de situaciones ajenas, para tratar
Santa nos introduce en el sprint final. de escuchar y ver la novedad de
La semana que viene podremos con- Dios, en relación a las vigas de nues-
templar la pasión, muerte y resurrec- tros propios ojos y de nuestra propia
ción del Señor Jesús. vida.
103
— Señor Jesús, cercano a los pe- — Señor Jesús, que regalas vida
cadores, ten piedad de nosotros. y vida en abundancia, ten piedad de
nosotros.
— Señor Jesús, que amas y per-
donas, ten piedad de nosotros. — Señor Jesús, que no condenas,
sino que ofreces salidas, ten piedad
— Señor Jesús, que miras a los de nosotros.
ojos y llamas al servicio y el compro-
miso, ten piedad de nosotros.
Los dones de Dios, que hoy la lectu- se dirige hacia Él. No con miedo, miran-
ra del profeta Isaías nos propone, están do atrás —dígase Egipto, dígase Sodo-
relacionados con el agua, con la vida. El ma, dígase zonas de confort y tranquili-
pueblo, que estaba en esclavitud, ha po- dad varias—, sino con la vista y la espe-
dido constatar cómo el desierto, lugar ranza puestas en la llegada a la meta.
inhóspito y árido —lugar de muerte—
mostraba oasis de vida, incluso al en- En el evangelio de Juan, que hoy es
contrarse delante un mar inmenso. Las proclamado, se nos cuenta la historia de
situaciones pueden repetirse, las dunas una mujer. Una mujer usada por los
pueden aparecer otra vez… pero la res- hombres de la Ley. Una mujer sin espe-
puesta de Dios siempre será la misma: ranza, que espera la pena impuesta por
hacer gozar a sus hijas e hijos de la tran- los miembros del kyriarcado. Pero el
quilidad de los palmerales y los ríos. Señor —como lo llama ella— sabe salir
de esa sociedad y esas normas, con si-
Eso es lo que cantamos con los is- lencio y escrutando el interior de cada
raelitas en el salmo: también nosotros uno, para donarle el perdón y, con él, la
hemos podido comprobar en nuestra esperanza de una posibilidad nueva: tú
vida, que el Señor estaba presente en eres la dueña de tu propia historia, reali-
nuestra historia. za el don que Dios te ha dado.
— Todos los habitantes de la tierra. Que conozcan el don de Dios, que les
invita a construir un mundo más humano, en una tierra más mimada, con los re-
cursos que son de todos. Te lo pedimos, Señor.
Cuarenta años. Cuarenta días. De- mi comunidad, del noviciado como ma-
sierto. Cuaresma. Conversión y camino nera de ponerme de un modo especial
árido y profundo, en la profundidad de al servicio de la misión de la Iglesia y de
mi ser. Contigo, conmigo, con mis ami- los hermanos. Es lugar y tiempo de me-
gos y amigas, con mi comunidad. ditar mi compromiso.
CELEBRACIÓN PENITENCIAL
DE CUARESMA
AMBIENTACIÓN
(4) https://ixcis.org/discografia/19-la-lluvia-de-tu-misericordia
107
CANTO
Te conocí y te amé,
te pedí perdón y me escuchaste,
si te ofendí perdóname, Señor,
pues te amo y nunca te olvidaré.
109
Cura mi ceguera,
toca mi corazón,
para que mis ojos vean
con tu mirada de Amor,
para que mis ojos vean
con tu mirada
de Amor.
Da luz a mi oscuridad.
Llena de Ti mis razones,
bendíceme con tu paz,
ilumina mis temores,
bendíceme con tu paz,
ilumina mis temores
hazlos marchar.
Lava con barro mis ojos
pues, al fin, de barro soy,
pero infúndeme tu aliento
para vivir en tu amor.
Lava con barro mis ojos, Señor,
pero infúndeme tu aliento
para vivir en tu amor.
Lava con barro mis ojos, Señor.
Lava con barro mis ojos, Señor.
EXAMEN DE CONCIENCIA
7. ¿Me revelo contra los desig- 19. ¿He rechazado la vida recién
nios de Dios? concebida?
En relación al prójimo
En relación con nosotros mismos
9. ¿Sé perdonar, tengo compren-
sión, ayudo a mi prójimo? 22. ¿Soy un poco mundano y un
poco creyente?
10. ¿Juzgo sin piedad tanto de
pensamiento como con palabras? 23. ¿Como, bebo, fumo o me di-
vierto en exceso?
11. ¿He calumniado, robado, des-
preciado a los humildes y a los inde- 24. ¿Me preocupo demasiado de
fensos? mi salud física, de mis bienes?
111
(Se reza a dos coros despacio, dejando una pausa entre una frase y otra)
112
RITO DE LA PAZ
ÁGAPE FRATERNO
(6) https://ixcis.org/discografia/18-teselas-de-luz-y-barro
113
RETIRO DE CUARESMA
SITUANDO LA ORACIÓN
te con la verdad de las bienaventuran- Algo así como les aconteció a los dis-
zas. Solo en la medida en que estamos cípulos durante el tiempo en que vi-
con Él podemos vivir en autenticidad vieron con Jesús: se encontraron con
los misterios que se avecinan y que Él, vieron, vivieron, padecieron, espe-
constituyen el núcleo de nuestra fe. raron y se convirtieron en testigos, en-
Podríamos proponernos vivir la cua- carnando en sí la vivencia de las bien-
resma como un tiempo de aprendizaje. aventuranzas al modo de Cristo.
Jesús siempre camina decidido ha- que propicia el Espíritu. El papa Fran-
cia delante a Jerusalén. Pero en ese cisco reitera en su reciente exhorta-
camino hay espacios para el diálogo, ción Gaudete et exsultate que para el
para la discusión, para el aprendizaje cristiano la conversión «es una tarea,
sosegado, abriéndose a la pedagogía es un trabajo de todos los días» que
de las palabras y los gestos de Jesús. lleva al encuentro con Jesús. (cf. nn.
Para poder abrirse a esta pedagogía 25-31).
del Maestro, los discípulos tendrán
que experimentar un vuelco en su for- Meditando sobre una lectura de la
ma de vida… un vuelco al corazón. Carta de san Pablo a los Romanos, el
santo padre dijo —en una de sus ho-
Y es que el término de la conversión milías en la casa Santa Marta— que
no es algo, sino Alguien. No nos con- el Apóstol usa «la imagen del depor-
vertimos a una ideología, a un proyecto, tista», el hombre que «se entrena para
sino al Dios de Jesús, y a partir de Él a prepararse para el partido, y hace un
nuestros hermanos. En este punto la gran esfuerzo». En este sentido con-
conversión cristiana es descubrir paula- cluye el papa: «pero si este para ganar
tinamente el rostro personal de Dios que un partido hace este esfuerzo, noso-
es Jesús. No nos convertimos a valores tros, que debemos llegar a aquella vic-
personales, ni a modelos de humanidad. toria grande del Cielo, ¿qué hare-
Nos convertimos primariamente al Dios mos?»; por eso Pablo «exhorta a ir
de Jesucristo, y a partir de este giro se adelante en este esfuerzo».
regeneran las demás relaciones funda-
mentales que constituyen a la persona. Pero inmediatamente el papa reco-
nocía en la misma homilía: «¿pode-
Hacer que Dios sea real para noso- mos pensar que la santificación viene
tros es la obra grande de conversión por el esfuerzo que yo hago, como la
116
Caminar con Jesús para vivir las tro Creador y Redentor, en virtud del
bienaventuranzas presupone conside- Espíritu Santo, y hacer que esta rela-
rar el camino como un proceso inte- ción sea el fundamento de toda la
gral y siempre abierto, que no permi- vida» (Homilía, 28.V.2006).
te instalaciones, ni parones, ni crear
«estancos» en nuestro crecimiento es- — Procesos abiertos: a la volun-
piritual. Crecemos como personas, tad de Dios en cada uno de nosotros y
como personas creyentes, seguidores que se manifiesta como experiencia
de Jesús, en una experiencia de frater- vivida del amor y de la complacencia
nidad que vive la filiación y acepta el que siente Dios cuando nos ama. La
irse configurando en la misión de Je- voluntad de Dios no es el simple em-
sús mediante las tareas, proyectos y beleso de una luz irresistible, ni lo es-
trabajos propios de cada creyente. condido en Dios que hay que descu-
brir, ni lo inevitable que tenemos que
— Proceso integral: en orden a aceptar y ante lo que tenemos que res-
una respuesta de toda la persona y de ponder para «dar la talla»…
toda la vida. En palabras de Benedicto
XVI: «Creer quiere decir abandonarse La voluntad de Dios sería su com-
a Dios, poner en sus manos nuestro placencia, su amor, su felicidad que
destino. Creer quiere decir entablar solamente descansa en Jesús. En Él se
una relación muy personal con nues- manifiesta, en Él se complace, en Él
117
120
INTRODUCCIÓN
ORACIÓN
121
123
grarse. Culpables de vivir al margen. tra vida hubiera sido diversa: los que
Culpables de vivir con la razón ena- no hemos entrado en la cárcel, porque
jenada. Culpables de no poder salir se nos han ofrecido oportunidades; los
de la vida marginal —círculo vicio- que hemos entrado, porque, mirando
so— en la que viven. Culpables de al Señor de la historia, nos conmueve
ser ignorantes. Culpables de no en- su bondad y su morir con y como no-
tender nuestra vida. Culpables de sotros. Igual nos sucede con la droga,
perderse. ¡El sistema de venganza igual con…
quedó atrás para nosotros, los mo-
dernos civilizados… pero pidamos
más penas privativas de libertad y Silencio
que sean más largas!
Para eso hemos nacido, para eso he- para acogerlo y acudirlo, esa identifi-
mos sido ungidos por el Espíritu de cación del otro conmigo no me pare-
Dios, ésa es la misión que el mismo ciese manifiesta, entonces la fe re-
Espíritu nos ha confiado: la de ser cuerda todavía que a mi puerta está
buena noticia de Dios para los po- mi hermano mayor, Jesucristo el Se-
bres. El que llama a mi puerta no es ñor, en quien creo, en quien espero, a
un extraño sino un hermano, y aun- quien amo. Dichoso quien se apiada
que sea otro, no deja de ser yo mis- del pobre porque habrá hospedado a
mo, pues es mi propia carne. Y si, Dios en su corazón (…)».
Padrenuestro
129
«Miremos para otro lado para evitar reconozca que gozan de la misma li-
problemas, nadie nos llama a meter- bertad y dignidad constituye un delito
nos en camisa de once varas». grave de lesa humanidad.
siquiera en este último trance de do- se nos corta la esperanza del porve-
lor. Todo estaba escrito… Aunque ha- nir!
brá que esperar a bajar de vuelta a
Emaús, para que nuestros ojos lo vean Las personas que viven en la ex-
del todo, acompañados por la presen- clusión de nuestras sociedades, en las
cia del Maestro y su voz. Se verá claro periferias, las que no tienen empleo o
cuando contemplemos el final de la no lo tienen digno, las que no han go-
historia. Una historia escrita por Dios, zado de la educación y la cultura, las
Padre Creador, desde los inicios y que pertenecen a minorías raciales,
hasta el fin del mundo: una historia de las descartadas, buscan y claman por
salvación. la participación en la riqueza de unos
pocos. Se les niega la posibilidad de
Jesús sí lo sabía, se fiaba del Pa- sacar adelante a los que tienen a su
dre. Lo sabía también cuando se pro- cargo, se les impide salir de su preca-
duce la sed, la sequedad, la aridez… riedad, participar de la sociedad del
»tierra reseca, sin agua». No quedan bienestar con plenos derechos…
fuerzas porque va faltando la vida «quizá no era de los nuestros»…
pero el agua, que es vida, puede dar
un poco de esperanza. El agua hace «Tengo sed». Una petición de ayu-
vivir, es oasis en el desierto, es Engadi da por parte de Jesús, en el desenlace
entre las estatuas de sal, es gracia final de su vida. Una petición de ayu-
frente al pecado… da de aquellas personas que ya no tie-
nen fuerza para seguir luchando, bus-
Los que estaban allí también cono- cando lo mínimo en un mundo donde
cían las propiedades del agua —como se vive de lo superfluo. El círculo al
todas nosotras y todos nosotros—, que pertenecen es exclusivo: de exclu-
pero no quisieron dársela. Le dieron sión por cansancio y costumbre…
vinagre. Nada de vida fácil, sino avi- ¡qué sinrazón! Madres e hijos que son
nagrada, mala, asquerosa…».Pásalo separados del amor que se tienen, por-
mal con lo contaminado, ahora que se que no ven importante ir a la escuela.
te niega todo futuro, no vayas a ser fe- Niños y niñas que creen que es nor-
liz con la pureza. ¿No pretenderás pa- mal ir los domingos a ver a papá a la
sarlo mejor ahora, que estás al borde prisión. Barrios que sufren cortes sis-
del precipicio?». temáticos en la luz porque muchos ve-
cinos se han enganchado al suminis-
¡Cuántas veces experimentamos tro. Personas que viven en la calle...
que el agua puede estar encharcada,
podrida! ¡Cuántas veces se nos impi-
de acercarnos a la fuerza de la vida y Silencio
133
Padrenuestro
ne su duelo, sus etapas: darse cuenta, cío de una sociedad basada en la efi-
llorar, esperar, desesperar, aceptar… ciencia, que consecuentemente ignora
dejarse y morir. Confiar en los cerca- a los ancianos. Y los ancianos son
nos y darse cuenta que solo en Dios se una riqueza, no se puede ignorarlos.
puede esperar. Revisar la propia vida Benedicto XVI, visitando una resi-
y reconocer que «todo es gracia». No dencia de ancianos, utilizó palabras
es fuerza humana, propia ni ajena. No claras y proféticas al respecto, dijo
es el milagro esperado, incluso en la así: «La calidad de una sociedad,
poca fe. Es soledad profunda, es mie- quiero decir de una cultura [civiliza-
do a lo desconocido, es miseria y es ción], se juzga también desde el modo
confianza en que del Padre viene la como son tratados los ancianos y del
salvación. Solo en Él se puede poner puesto que ellos tienen reservado en
la esperanza… Él dirá la última pala- la vida común» (12 de noviembre de
bra la mañana del domingo de Pascua. 2012). Es verdad, la atención a los
ancianos marca la diferencia de una
cultura. ¿En una cultura hay atención
Silencio al anciano? ¿hay lugar para el ancia-
no? Esta cultura irá adelante porque
saber respetar el saber, la sabiduría
Catequesis del papa Francisco en de los ancianos. En una cultura en la
la Audiencia General del miércoles que no hay puesto para los ancianos,
4 de marzo de 2015 [los mismos] siendo descartados por-
que crean problemas, esta sociedad
[…] Gracias a los progresos de la porta consigo el virus de la muerte.
medicina, la vida se ha prolongado: Así de claro.
¡pero la sociedad no se ha «prolonga-
do» [abierto] a la vida! El número de En Occidente, los estudiosos nos
ancianos se ha multiplicado, pero presentan la época actual como el si-
nuestras sociedades no se han orga- glo de envejecimiento: los hijos dismi-
nizado suficientemente para dejar un nuyen, los viejos aumentan. Este des-
lugar para ellos, con justo respeto y equilibrio nos interpela, es más, es un
concreta consideración por su fragili- gran desafío para la sociedad contem-
dad y dignidad. Desde que somos jó- poránea. Sin embargo, la cultura del
venes somos inducidos a ignorar la lucro insiste en mostrar a los viejos
vejez, como si fuera una enfermedad como un peso, un lastre. No solamente
que hay que tener alejada; cuando no producen, piensa esta cultura, sino
después nos hacemos viejos, especial- que son una carga: en resumen, ¿cuál
mente si somos pobres, si estamos en- es el resultado de este pensamiento?.
fermos y solos, experimentamos el va- Que han de ser descartados. Es triste
140
ver a los ancianos excluidos, ¡es algo cianos, no hay futuro para los jóve-
feo, es pecado! ¡No se osa decirlo nes.
abiertamente pero se actúa así! Hay
algo de despreciable en esta adicción
a la cultura de la exclusión. Pero esta- Oración
mos acostumbrados a marginar a la
gente. Queremos remover nuestra cre- Señor Jesús, muchas veces olvida-
ciente fobia a la debilidad y a la vulne- mos tu presencia en nuestras herma-
rabilidad, pero actuando así, hacemos nas y hermanos ancianos y enfermos.
que aumente en los ancianos la angus- A veces nos parece que, incluso cuan-
tia de ser mal cuidados y abandona- do los respetamos, no forman parte de
dos (…). nuestra vida, llena de acontecimientos
que nos hacen sentirnos sanos. Concé-
En la tradición de la Iglesia existe denos el poder acompañarlos desde la
un tesoro de sabiduría que siempre cercanía del que aprende, del que es-
ha sostenido una cultura de cercanía cucha, del que valora, del que ama,
a los ancianos, una disposición al del que sana, como Tú. Que podamos
acompañamiento afectuoso y solida- aceptar, como ellos, la enfermedad,
rio en esta etapa final de la vida (…). cuando llegue, y dejemos nuestro es-
Una comunidad cristiana en la que la píritu en las manos del Padre amoroso
cercanía y la gratuidad no sean con- y TodoBondad.
sideradas más como indispensables,
perdería con ellas mismas su alma.
Donde no hay respeto hacia los an- Padrenuestro
CONCLUSIÓN
142
SEMANA SANTA
143
Un Dios que ha bajado de sus alturas para quedarse, haciéndose uno de no-
sotros, que tiene hambre y sed, que goza y sufre, por eso conoce nuestros sufri-
mientos y se solidariza con ellos.
Por eso, iniciamos hoy esta semana de fiesta en la que este hermano y amigo
llamado Jesus, “Dios salva” nos muestra el itinerario hacia ese Dios Santo, Pa-
dre-Madre en el que el amor, el servicio y la misericordia, son nuestro pasaporte
de ida. «Alegraos y regocijaos» (Mt 5,12). El Señor lo pide todo, y lo que ofrece
es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados (cf. GE 1).
146
Abril, 14:
DOMINGO DE RAMOS
AMBIENTACIÓN
147
Hoy la liturgia nos propone el tex- ayuda del Señor que lo hace fuerte en
to del tercer canto del siervo de medio del dolor.
Yahvé. A lo largo de estos días se van
a ir leyendo los cuatro cantos (42,1-9; La comunidad cristiana vio anun-
50, 4-11; 52, 13-53,12). Todos ellos se ciada, en este personaje, la figura de
refieren a un personaje misterioso que Jesús de Nazaret. Al hacer la lectura
aquí presenta su vocación de profeta: creyente nosotras/os también podemos
se le abre el oído para estar atento a la vernos reflejados en él. ¿A qué voca-
escucha de la Palabra del Señor y se le ción hemos sido llamados? ¿Qué con-
inspira la palabra para alentar a otros secuencias conlleva ser fiel a la mis-
(4- 5a). Es consciente que su misión ma? ¿Cómo podemos ofrecer una pala-
no va a estar exenta de sufrimiento y bra de aliento a aquellos que están en
lo acepta pacientemente sin resistirse, la frontera entre la vida y la muerte?
como parte de la misma: «Ofrecí la
espalda a los que me golpeaban, las
mejillas a los que mesaban mi barba; Salmo responsorial
no escondí el rostro ante ultrajes y sa- Sal 21,8-9.17-18a.19-20.23-24
livazos» (5b-6). Sin embargo, en me- R/. ¿Dios mío, Dios mío, por qué
dio del sufrimiento experimenta la me has abandonado?
muerte, y encima una muerte de cruz. Señor. A Jesús se le da este nuevo títu-
El movimiento de descenso pasa de su lo que expresa la nueva realidad de
condición divina al último peldaño de Cristo glorificado, que lo coloca por
la escalera que es su muerte en la cruz. encima de todas las demás criaturas,
Cuando llega al fondo de los fondos, se que se postran en adoración. El himno
inicia el movimiento de subida. de la carta nos presenta encarnado en
Jesús las palabras que el mismo había
Dice el texto que, por haber realiza- dicho en el evangelio: «El que se enal-
do ese abajamiento, Dios lo exalta, lo tece será humillado y el que se humilla
resucita y le concede el Nombre-sobre- será enaltecido» (Lc 14,11;18,14). Es la
todo-nombre ante el que toda rodilla se dinámica de la Pascua que vamos a vi-
dobla en el cielo, en la tierra, en el abis- vir estos días y que cada cristiano ha
mo, y toda lengua lo reconoce como de hacer suya como seguidor de Jesús.
EVANGELIO: Lc 22,14-23,56
junto a los dos ladrones, por ser un tex- más, perceptible por los otros, a veces
to especifico del tercer evangelista. con un matiz de persona finita y mor-
tal. «Cuerpo», como la persona misma
en cuanto que se hace visible y se co-
a) La última cena munica. Las palabras de Jesús deben
interpretarse como donación de toda su
La última cena de Jesús la encontra- persona; es como decir «este soy yo
mos en el marco de la Pascua judía (Ex mismo, que me doy a vosotros».
12,1-14;21-28). Esta celebra la salida de
Egipto y tiene carácter de memorial, o, Pero además da la razón de dicha
lo que es lo mismo, por un lado, mira al entrega: «por vosotros», completando
pasado recordándolo, y, por otro, mira así el significado de la entrega sacrifi-
al presente haciendo presente la gracia cial. Jesús se va a entregar a sí mismo
de Dios que se concedió a aquella ge- por los suyos, por aquellos que lo han
neración. En este tipo de fiestas memo- seguido. Pero al invitar a hacer me-
rial (zikkaron), la Palabra de Dios orde- moria de sus gestos y palabras, está
na que se repita y se recuerde el hecho extendiendo la acción salvífica del
salvífico del pasado para que todas las gesto a todas las generaciones. Jesús
generaciones puedan participar de la va a entregar su cuerpo por sus segui-
gracia dada en aquel tiempo. dores, los de entonces y los que ven-
drán en el futuro.
Tenemos dos tradiciones de las pa-
labras de la ultima cena, la palestinen-
se, que recogen Marcos y Mateo, y la Palabras y gestos sobre el vino
helenista, que recogen Lucas y Pablo
(1 Co 11,23-25), siendo esta última la Lo mismo hace con el cáliz, es de-
más primitiva. cir, pronuncia la acción de gracias y se
lo da. Las palabras sobre la copa, pro-
bablemente la tercera del rito judío, la
Palabras y gestos sobre el pan llamada copa de la bendición, son para-
lelas a las del pan: «Este cáliz es la nue-
Al tomar el pan Jesús realiza tres va alianza en mi sangre, que es derra-
acciones: pronuncia la acción de gra- mada por vosotros». En el pensamiento
cias, lo parte y lo da; y enuncia estas bíblico la sangre es el elemento más ín-
palabras: «Esto es mi cuerpo, que se timo y sagrado de la vida; en los sacri-
entrega por vosotros; haced esto en ficios de animales que hacía Israel, la
memoria mía». El cuerpo (soma) en el sangre se reservaba a Dios. Jesús indica
lenguaje bíblico significa «persona vi- que su sangre va a ser la que selle la
viente, visible», relacionada con los de- alianza entre Dios y la humanidad. La
151
A LA LUZ DE LA PALABRA
159
La primera lectura que este día es a los dones que se le han dado. Su
proclamada es del profeta Isaías. La oído y su lengua no son regalos para
obediencia del siervo como respuesta un saber vano, sino para la sabiduría
160
que lo compromete, para usar lo que pone al servicio tanto del que lo envía
le viene dado en servicio del que lo como de los que claman a Dios pi-
necesita, de la que no tiene quién la diendo salvación. Escuchemos con
escuche ni le hable. Por eso, no duda, atención, teniendo en cuenta las dos
ni siquiera en los peligros. Se fía y se partes de esta lectura.
Oremos al Padre por todas las personas que sufren injusticias en nuestro
mundo.
— Por las mujeres que son traídas a Europa para usar sus cuerpos o para
esclavizarlas con la injusticia de los trabajos, engañadas por las personas cerca-
nas, por la necesidad y la inocencia, de Nigeria o de Colombia, de Argentina o
de Rumanía, drogadas y maltratadas, vagantes en nuestros parques, en nuestras
carreteras y en nuestros clubes. Que podamos mirar sus situaciones, creer en
ellas y alzar nuestras voces para extraerlas del círculo mafioso de la muerte.
Con esperanza, te lo pedimos, Señor.
— Por los niños y niñas a los que se les roba la infancia y la inocencia.
Víctimas de la guerra y con fusil en mano, de adultos enfermos y sin escrúpu-
los, de bullying y trabajos forzados, de falta de tacto y de afecto, de la soledad y
la violencia. Que lo sepamos y los sepamos ver, que nos comprometamos en la
transparencia, en la verdad y en la justicia. Que podamos construir un mundo
mejor. Con esperanza, te lo pedimos, Señor.
caminar con todas las personas los incluya, que los respetemos y los ayudemos,
que no los juzguemos, ni nos riamos. Que construyamos una realidad social que
no margine ni descarte, sino que sea una sociedad de vida y no de muerte. Con
esperanza, te lo pedimos, Señor.
— …
164
Abril, 18
JUEVES SANTO
AMBIENTACIÓN
egipcios, su salida de allí supone una au- gurar la fecundidad. La Pascua se fes-
téntica liberación y se convierte en artí- tejaba en familia, a la caída de la tarde,
culo fundamental de su credo de fe (cf. después de haber recogido el ganado.
Dt 26,5-9). El Éxodo se desarrolla prin-
cipalmente en tres escenarios: Egipto, el Sin embargo, esos ritos, al ser asumi-
desierto y el Sinaí. En nuestro texto los dos en la fiesta de la Pascua, adquieren
hebreos aún están en el primero de ellos. una significación muy profunda y se
cargan de sentido salvífico. La víctima
La salida de los israelitas de Egipto será una res de ganado menor, sin defec-
pone el punto final a un largo período to (v.5) puesto que ha de ofrecerse a
de opresión bajo el Faraón. La libera- Dios. Untar las jambas y el dintel de la
ción comienza con la celebración de la puerta con la sangre de la víctima (vv.
Pascua. Los textos del Éxodo asocian la 7.13) es parte esencial del rito y significa
Pascua con la décima plaga y la salida protección ante los peligros. El carácter
de Egipto. La conexión entre ambas se sacrificial de la Pascua es esencial desde
establece mediante el rito de la sangre. su origen. El banquete (v.11) es también
De este modo, la noche de Pascua (en imprescindible y el modo de llevarlo a
principio, noche festiva y alegre (12,8) cabo es muy apropiado para reflejar la
se convierte en noche de dolor y muerte urgencia que imponían las circunstan-
(12,12). El termino hebreo pesah «pas- cias: no se condimenta por falta de tiem-
cua» puede referirse a la fiesta de la po (v.9); no se añaden más alimentos
Pascua (Dt 16,1) o al animal sacrifica- que el pan y las hierbas del desierto en
do (Ex 12,21). Además se indica el señal de carencia; el atuendo y postura
tiempo cronológico de su celebración: de los participantes, de pie y con sanda-
en el plenilunio del 14 del mes de Ni- lias y bastón, indica que están de cami-
sán, el principal mes y el primero del no. Este día se convierte en «memorial»
año para los israelitas. (12,14), no como un recuerdo intelectual
ni tampoco simplemente una repetición
El texto de la celebración de la Pas- histórica de algo que aconteció en el pa-
cua tiene carácter legal, y es el mismo sado. El memorial actualiza en el que el
Dios quién da las instrucciones a Moi- creyente que celebra el paso de Dios en
sés y a Aarón. El ritual, tal como se re- su vida y experimenta la salvación activa
fleja en Ex 12, conserva bastantes ras- de su Señor.
gos de la cultura y de las celebraciones
pastoriles. Se trata, probablemente, de
un rito de pastores que sacrificaban en Salmo responsorial
primavera una res joven, cuya sangre Sal 115, 12-13.15-18
derramada servía para alejar del reba- R/. El cáliz que bendecimos es la
ño a los poderes maléficos y para ase- comunión de la sangre de Cristo
166
EVANGELIO: Jn 13,1-15
A LA LUZ DE LA PALABRA
PIES DESCALZOS
Jesús lava los pies a sus discípulos. libera y venda heridas, ahora hace un
No se trata de un cartel publicitario, ni gesto insólito: lavar los pies. Gesto no
de un eslogan comercial, es más bien deseado ni para los esclavos, pies su-
una llamada a interrogarnos quién es cios, sudoroso, llenos de polvo del ca-
Jesús. El Maestro, el que sana, el que mino, pies heridos. Gran lección, Jesús
169
ternura transparente.
Todo cuanto ahora mismo
cantamos todos juntos
es una lenta súplica
de amor y de querencia.
Basta, Señor, de un mundo
que se cierra a tu altura.
De unos hombres
que sólo se miran con recelo.
De esta lágrima inmensa
que es la tierra en que vamos
medio viviendo aprisa
sin mirarte a los ojos.
«El Jueves Santo no es solo el día que en ellos se lleva a cabo el misterio
de la institución de la santa eucaristía, de nuestra Redención.
cuyo esplendor ciertamente se irradia
sobre todo lo demás y, por así decir, lo Jesús sale en la noche. La noche
atrae dentro de sí. También forma par- significa falta de comunicación, una
te del Jueves Santo la noche oscura del situación en la que uno no ve al otro.
Monte de los Olivos, hacia la cual Je- Es un símbolo de la incomprensión,
sús se dirige con sus discípulos; forma del ofuscamiento de la verdad. Es el
parte también la soledad y el abando- espacio en el que el mal, que debe es-
no de Jesús que, orando, va al encuen- conderse ante la luz, puede prosperar.
tro de la oscuridad de la muerte; for- Jesús mismo es la luz y la verdad, la
ma parte de este Jueves Santo la trai- comunicación, la pureza y la bondad.
ción de Judas y el arresto de Jesús, así Él entra en la noche. La noche, en de-
como también la negación de Pedro, la finitiva, es símbolo de la muerte, de
acusación ante el Sanedrín y la entre- la pérdida definitiva de comunión y
ga a los paganos, a Pilato. En esta de vida. Jesús entra en la noche para
hora, tratemos de comprender con superarla e inaugurar el nuevo día de
más profundidad estos eventos, por- Dios en la historia de la humanidad.
171
«En una sociedad que manosea y del que brota nuestro amor en el Jue-
manipula de tantos modos las pala- ves Santo es el que nos ha mostrado
bras, hasta vaciarlas a menudo de su Aquel que, siendo Dios, se rebajó, se
verdadero contenido, decir que el Jue- anonadó, se dejó triturar por nosotros
ves Santo es el Día del Amor Fraterno y, resucitado, se deja comer (y maltra-
puede sonar a frase hecha sin apenas tar) en un pedazo de pan y un poco de
consecuencias prácticas o, simplemen- vino. Y ese amor no podrá ser fraterno
te, entenderse como la expresión de un sin un Padre común. No podemos ser
sentimentalismo indefinido e insustan- hermanos si no somos antes hijos, y
cial, ñoño y buenista, hacia el mundo no podremos llamar Padre a Dios si
que nos rodea. Sin embargo, el Amor no es movidos por el Espíritu Santo.
172
174
«Señor, no solo los pies, sino tam- ves Santo. El inicio del Triduo Pascual
bién las manos y la cabeza». Poder su- nos invita a «hacer memoria» de la Úl-
mergirnos completamente en el miste- tima cena de Jesús, donde se concentra
rio de Jesús, el Cristo, es una de las co- la institución de los sacramentos de la
sas que celebramos en este día de Jue- eucaristía y del ministerio Ssacerdotal.
175
La autodonación de Jesús nos im- Por Jesús, con Jesús, como Jesús,
pele, a sus seguidores, a celebrar en nos ponemos a los pies de las personas
nuestras vidas —y con ellas—, el ser- de nuestra comunidad y, en especial, de
vicio cultual, que no es teoría, sino las que margina nuestra sociedad opu-
que debe ser «en espíritu y en ver- lenta e indiferente. Por Jesús, con Jesús,
dad», es decir, con hechos que mues- como Jesús, intentamos responder, con
tren que el Reino ha llegado a noso- gestos concretos, a los hambrientos, los
tras y a nosotros, y que, con nuestra sedientos, los que están en la cárcel, los
fe, con nuestras dificultades, con enfermos y los emigrantes.
nuestras realidades, afirmamos nues-
tra identidad y pertenencia a él. Celebremos con alegría la eucaristía
en este día del Amor Fraterno.
— …
— Por el papa, los obispos, los sacerdotes y los diáconos, que vivan el
sacramento del Orden ministerial, que han recibido, desde el servicio, la
escucha y participación de los hermanos y hermanas, teniendo siempre en
la mente y el corazón a las personas más débiles y vulnerables. Roguemos
al Señor.
— Por todas aquellas personas que donan su tiempo, su saber, sus ca-
sas, sus bienes, a los más necesitados, para que puedan seguir viviendo en
la solidaridad y el amor, compartiendo lo que poseen, sean de la religión
que sean. Roguemos al Señor.
— Por las personas que se acercan a nuestras Cáritas, sea por la razón
que sea, para que puedan recibir la acogida y las respuestas que merecen,
178
179
182
HORA SANTA
1. INTRODUCCIÓN
Vamos a acompañar juntos a Jesús nos la prueba suprema del mismo y en-
en esta noche de Jueves Santo. Haga- señarnos cómo tenemos que amar a los
mos silencio y oración para estar con Él demás, al prójimo, al hermano, al des-
ante el dolor y el sufrimiento que va a valido. Cristo conoce bien el corazón
padecer. Hoy hemos celebrado el día del del ser humano y lo ama tal cuál es. Por
amor fraterno, día de solidaridad, com- amor entrega su vida, para darnos vida.
promiso, amor hasta el extremo, donde Por eso esta noche santa lo que pode-
Jesús nos ha enseñado a darnos por los mos hacer por Él es estar, permanecer a
demás. Ante el drama que sufre la hu- su lado, guardar silencio para que sienta
manidad. Sus palabras, los gestos que nuestra compañía. No os durmáis, nos
realizó durante la última cena, procla- queda por aprender una gran lección, la
man su generosidad desbordante y su del amor. Abrámonos al Espíritu y pidá-
amor incondicional. Antes de entregarse mosle que nos ayude a orar, a escuchar,
a la muerte por puro amor, quiere dar- a mirar a Jesús.
He deseado ardientemente
cenar esta Pascua con vosotros,
hacerme pan, hacerme vino,
ser compañero de camino,
y, ante todo, vuestro amigo.
183
He deseado ardientemente
quedarme cada noche, cada día,
ser uno más en vuestro grupo,
comprometido con el mundo,
dando mi vida en cada uno.
He deseado ardientemente
vivir y morir a vuestro lado,
ser fuerza y voz de los profetas,
el alimento deseado
de los más necesitados
desde la vida,
la de cada día.
Infúndenos, Señor,
el deseo de darnos y entregarnos,
de dejar la vida
en el servicio a los débiles.
Señor, haznos constructores de tu vida,
propagadores de tu reino,
ayúdanos a poner la tienda en medio de los hombres
para llevarles el tesoro
de tu amor que salva.
Pastoral sj
4. LECTURA Lc 22,39-46
185
6. SÍMBOLO
(Grupo Al-Haraca)
187
188
ABRIL, 19:
VIERNES SANTO
AMBIENTACIÓN
Hoy la liturgia nos propone el tex- riores (42,1-9; 50,4-11; Is 50,4-7), to-
to del cuarto canto del siervo de dos ellos pertenecientes al libro de la
Yahvé, tras la lectura de los tres ante- Consolación (40-55) escrito en la eta-
189
EVANGELIO: Jn 18,1-19.42
192
A LA LUZ DE LA PALABRA
VIVIR DES-VIVIÉNDOSE
Jesús está dispuesto a todo con tal energías. Nosotros también hemos sido
de hacer realidad el deseo de Dios su llamados a ser portadores de palabras
Padre: un mundo más justo, más com- y gestos liberadores de ataduras que
pasivo, más entrañable, más habitable permitan caminar erguidos a nuestros
para todos. Eso le lleva a hacer dos co- hermanos, de juicios y prejuicios que
sas: por un lado, a hacer una opción por etiquetan y castran, de miedos que pa-
los últimos, los pobres, los leprosos, las ralizan y bloquean la vida. Como Je-
mujeres, los samaritanos, en definitiva, sús, hemos de tocarlos y decir: «Her-
los excluidos del sistema; y por otro a mana, hermano, quedas libre». No hay
denunciar las estructuras socio-políti- ninguna razón, ni siquiera un precepto
co-religiosas que han creado este siste- religioso, que pueda servirnos de excu-
ma excluyente. Jesús vive con especial sa para, con un corazón misericordio-
dolor como el ámbito religioso se ha so, salir al encuentro de aquellos que
corrompido hasta tal punto que ha ido sufren. El proyecto del Reino es un
«descartando» gente del sistema. Por proyecto humanizador, en el que la de-
eso todas sus energías las invierte en fensa de la vida, y de la dignidad de la
una dirección: ayudar a descubrir el persona es una opción prioritaria.
verdadero rostro de Dios y su proyecto
del Reino, lo que le lleva a vivir desvi- Nuestra vida ya no nos pertenece
viéndose durante toda su existencia, porque la hemos puesto en manos de
llegando incluso hasta el extremo de sin Otro. Nuestra propia felicidad está en
quedarse con nada, entregarla: «Yo doy juego: «quien quiera salvar su vida, la
mi vida, nadie me la quita» (Jn 10,18). perderá; pero el que la pierda por mí, la
encontrará. ¿Pues de qué le servirá a
Los seguidores de Jesús hemos sido un hombre ganar el mundo entero, si
invitados a hacer la causa de Jesús, pierde su alma?» (Mt 16,25-26). Al
nuestra propia causa, por ello también igual que Jesús hemos sido llamados a
se nos invita a entregar a ella nuestra vivir desviviéndonos. Hoy nos hace-
inteligencia, nuestra voluntad, nuestras mos especialmente conscientes de ello.
193
EN ESTA TARDE
Amén.
vida. El que lo pide todo también lo mismos hacia el misterio de Dios, que
da todo, y no quiere entrar en nosotros nos ayuda a vivir la misión a la cual
para mutilar o debilitar sino para ple- nos ha llamado para el bien de los
nificar. Esto nos hace ver que el dis- hermanos».
cernimiento no es un autoanálisis en-
simismado, una introspección egoísta, Francisco,
sino una verdadera salida de nosotros Gaudete et exsultate, 174-175
«El Siervo fue un habitante del in- ducción más literal sería: “[Para hacer
fierno. La simple lectura de los cantos salir] de la cárcel a los que poseen la
tercero y cuarto [de Isaías] nos dibuja tiniebla como residencia permanente”,
los detalles de un sufrimiento tan in- es decir, a los que han heredado el in-
audito como injusto. Y la respuesta de fierno como posesión. Jesús de Naza-
YHWH fue elegirlo para liberar otros ret debía de ver muchos infiernos a su
habitantes del infierno. Esta afirma- alrededor: dramas y tragedias fami-
ción se encuentra hasta reflejada gra- liares, opresión y dominio de las auto-
maticalmente en el primer canto: ridades romanas, explotación econó-
“Para abrir ojos ciegos; para hacer sa- mica —como ejemplifican numerosas
lir del calabozo al cautivo; de la cárcel parábolas: propietarios endeudados
a habitantes de tiniebla” (42,7). La ex- hasta el límite (Mt 18,21-35; 5,40), re-
presión “habitante de tiniebla” es in- vueltas y pillaje (Mt 21,33-46; 13,24-
sertada en hebreo a través de una rela- 30)— etc. Su presencia en Israel, sin
ción de posesión, no de lugar. La tra- embargo, en lugar de ser la de un Me-
197
sías político y libertador, era entre sus la del Siervo… para ser fecunda resu-
discípulos como quien coloca a Dios rrección».
en el centro de toda decisión: su Reino
es siempre la prioridad. ¿Cómo convi- J. Morera Perich, «Desarmar los
vir con estos infiernos? Para desar- infiernos. Practicar la no-violencia de
marlos hay que sufrirlos. Así, su vida Jesús hoy»:
acabó siendo Pasión y muerte, como Cuadernos CJ 207 (2018) 7.
198
Silencio es el nombre de este día. Si- tros y nosotras. En esa cruz vemos las
lencio ante la injusticia. Silencio ante el cruces de los migrantes, de los refugia-
dolor. Silencio ante los sufrimientos de dos, de las maltratadas y las vendidas,
Jesús y los sufrimientos de tantas perso- de los enfermos y de los niños y niñas a
nas en esta tierra, que repiten un grito de las que se roba la inocencia, de quien
socorro y ayuda, a Dios —el único que vive la soledad de la vejez y de la indi-
puede salvar— y a los demás —manos ferencia, de los cristianos perseguidos y
y pies del Señor para acompañar. de quien no tiene esperanza.
En este silencio, de muerte, nos sen- Las tinieblas del mal cubren la tie-
timos solidarios con la cruz de Cristo, rra, pero la cruz de Jesús es signo de
que se acerca a las tinieblas, por noso- redención total.
199
¡Qué gran error comete Pilatos cuan- dobleces en sus vestiduras, es el que
do pregunta a Jesús: «¿qué es la ver- nos entrega a su Madre por madre
dad?»! La verdad no es algo, la verdad nuestra, es el que derrama sangre y
es Alguien, es al que prenden, juzgan, agua de su costado para darnos vida y
calumnian, torturan, condenan y matan. es el que muere en la cruz gloriosa.
201
Adoramos ahora la cruz de Jesús, rencia. Todas las divisiones que pro-
que es el Señor. Ponemos ante ella vocó el pecado de Adán las entrega-
nuestras debilidades y nuestros llan- mos al madero donde se donó el nue-
tos. Ponemos en ella el clamor de las vo Adán.
personas que sufren sin sentido y por
el egoísmo de unos pocos. Ponemos (Entregamos a cada persona que
en ella también el sufrimiento de adore la cruz una imagen de un icono
nuestra Tierra que «gime con dolores del Rostro de Jesús para que siga con-
como de parto» por nuestra indife- templando y adorando).
— No permitas que me separe de Ti, ni que mire para otro lado cuando
haga falta mi acogida y mis esfuerzos por los migrantes y los pobres.
— Del enemigo malo, defiéndeme, y también «del éxito que hincha el co-
razón y de la tranquilidad que adormece al alma».
202
— Para que con tus santos y con tus santas te alabe, por los siglos de los
siglos. Amén.
203
PASCUA 2019
Tiempo pascual: ¡Id y anunciad el Evangelio!
205
Abril, 20:
VIGILIA PASCUAL
AMBIENTACIÓN
El libro del Génesis debe su título a origen del mundo y de los antepasados
la palabra hebrea con la que comienza, de Israel. Hoy abrimos el libro como
Bereshit, que significa «en el principio», quien abre su propia historia, pero no
y en él encontramos la narración del con la descripción puntual y científica
207
EPÍSTOLA: Rm 6, 3-11
EVANGELIO Lc 24,1-12
El evangelio de esta noche nos si- llama ángeles. Son dos para confir-
túa ante el sepulcro vacío. Las muje- mar que su testimonio es veraz, que
res que habían venido con Jesús desde son portadores de la palabra de Dios.
Galilea conocían el lugar del sepulcro
y cómo habían colocado su cuerpo. Ante el rubor, el desconcierto y la
Ellas, precavidas, habían preparado incapacidad de levantar la vista, los
aromas y mirra antes de que llegara el mensajeros explican lo sucedido: ¿Por
sábado, momento en el que tenían que qué buscáis entre los muertos al que
descansar según la ley. está vivo?. El mensaje que anuncian es
que de Jesús vive, ha sido resucitado
Ya ha pasado el sábado, estamos por el Padre. las mujeres deben recordar
en el primer día de la semana y las la predicción de Jesús durante su vida
mujeres se dirigen muy de madrugada terrestre, acerca de su muerte y resu-
al sepulcro. Ellas descubren que la rrección, cuando estaba en Galilea.
gran piedra que cerraba el sepulcro ha Ellas lo recuerdan y se convierten así en
sido retirada, y está vacío. Discípulas las primeras testigos de la resurrección.
de Jesús conocían sus anuncios de
muerte y resurrección, pero no lo aso- El evangelista pone en labios de los
cian a este hecho. Esta situación recla- mensajeros el kerigma pascual de la
ma una explicación, pero ellas no ha- Iglesia primitiva, y las mujeres se con-
llan respuesta a esta pregunta y están vierten en anunciadoras de la Vida.
desconcertadas, sin saber qué hacer. Quien ha percibido la buena noticia, se
Es necesario una revelación especial vuelve apóstol de la misma. El temor
para señalar lo sucedido. Aparecen causado por lo inaudito, por la sorpre-
dos hombres con las vestiduras res- sa, no las hace callar, sino que la ale-
plandecientes, como mensajeros de gría que lleva consigo el mensaje pas-
Dios, más adelante el evangelista los cual, las urge a comunicarlo a los após-
211
A LA LUZ DE LA PALABRA
sigue clamando hoy, ¿estás dispuesto hacia delante como un signo de libe-
a escucharlo? Tú compromiso, nuestro ración.
compromiso, ayuda a otros a mirar
ALGUNAS MUJERES
216
217
3. MONICIÓN AL GLORIA
220
6. PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
Oh, santa Trinidad, te damos gra- Nos unimos a Ti, Trinidad santa, y
cias porque estás presente en nuestra a todos nuestros hermanos, testigos
vida y en la vida de toda persona hu- como nosotros de que el Señor ha re-
mana, en nuestro mundo y en la tierra sucitado, en un poema de Emiliano
entera. Te damos gracias porque nos Sánchez que nos habla de utopías y de
permites escuchar y ver cada día tu poesía, de esperanza, de lucha y de
obra liberadora, tu Pascua, en tantas amor.
situaciones, y porque sabemos «que
cada día en algún lugar se repite el
Calvario y también la resurrección».
222
8. ENVÍO
223
Abril, 21:
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
AMBIENTACIÓN
EVANGELIO: Jn 20,1-9
A LA LUZ DE LA PALABRA
¡DESPIERTA!
Hay situaciones, durante el día, que Tenía que contárselo a ellos. Despierta,
te impiden dormir, y hay acontecimien- mujer, la oscuridad aún no te deja ver lo
tos que te llevar a permanecer en estado que está por llegar. Despierta Pedro, el
de vigilia. El de hoy es un acontecimien- peso del camino, el cansancio, pueden
to inesperado, aunque Jesús ya lo había paralizar los pies, pero la entrega es ge-
dicho, al menos en tres ocasiones. Habla- nerosa, y toca apacentar el rebaño. Des-
ba de él, de lo que había de ocurrir, de pierta, tú que te sientes amado, el Señor
esperar sin impaciencia, pero con espe- vive, lo sabes, lo presientes, no solo en
ranza, tener fe en sus palabras. Por ello tu corazón, sino en el mundo, en la
María Magdalena no podía dormir, de- creación, ha resucitado.
seaba que llegara pronto el amanecer. El
Señor estaba en su tumba, necesitaba El trio de personajes espera, desea, se
verle, ungir su cuerpo, pero Jesús no es- pone en movimiento, pasa de la oscuri-
taba allí. dad a la luz, de la ansiedad a la urgencia
de la fe. El mundo espera, el ser humano
María salió corriendo, tal vez Pedro se abre, lo bueno de Dios se conoce, la
y el discípulo a quien Jesús amaba su- alegría pascual se contagia. Despierta,
pieran algo de lo que había ocurrido. no es tiempo para estar dormidos.
Ágiles y libres, solo esperan la avidez que leer, comprender, guardar en nues-
de nuestra alma para introducirse en tro corazón y transmitirla. Escritura
ella. Vivas, son como la levadura ini- que se convierte en la llama que ca-
cial que atacará nuestra masa y la lienta los ánimos, que comparte pan y
hará fermentar en un modo de vida vida, que crea lazos, que acerca perso-
nuevo». Estas palabras de Madeleine nas, que nutre esperanzas y compro-
Delbrel, en su libro La alegría de mete a los seres humanos.
creer, iluminan esas otras de los após-
toles donde recuerdan que la Escritura Según las Escrituras nos ha alcan-
ya hablaba de la resurrección de Jesús zado la Vida, una vida tan plena que
de entre los muertos, pero aún no se por sí sola llena la tierra de su luz y
habían introducido en ella. fermenta la santidad. Solo animados
por palabras resucitados podremos re-
Nuestra vida es una vida atravesada sucitar a un mundo que necesita de
por la Palabra, de esa palabra que hay cuidados y de opciones.
2. ASPERSIÓN
3. GLORIA
231
Oramos ahora por todas las personas que, a nuestro alrededor, han de sentir
que el Señor salva.
— Por las personas que han recibido el bautismo en la vigilia pascual. Que
se sientan acogidas por la Iglesia y puedan experimentar la comunión y el amor
entre los hermanos. Por tu resurrección, sálvanos, Señor.
— Por todas las niñas y todos los niños de nuestra comunidad que se pre-
paran para participar por primera vez en los sacramentos de la iniciación cris-
tiana y por sus catequistas. Por tu resurrección, sálvanos, Señor.
— Por las personas mayores de nuestras familias y nuestro barrio, que no sien-
tan la soledad de la enfermedad y la edad, que sean bien atendidos, que seamos ca-
paces de estar junto a ellos. Por tu resurrección, sálvanos, Señor.
— Por los migrantes que conocemos, porque viven junto a nosotros. Por
los migrantes de los que sabemos están en dificultades mortales. Que nuestra
comunidad eclesial sea capaz de involucrarse con ellos, en los gestos concretos
del día a día, y en exigir a nuestros gobernantes políticas humanas hacia ellos.
Por tu resurrección, sálvanos, Señor.
— Por la Iglesia, nuevo Pueblo de Dios, para que sea testigo de la Buena
Noticia de la Resurrección, anunciando la vida nueva que brota del resucitado.
Por tu resurrección, sálvanos, Señor.
232
sobre las aguas y que calmó la tempes- que es misericordia, que come —y nos
tad. Es verdad que echó demonios y hace comer— con pecadores y prosti-
que decía palabras de vida eterna. In- tutas». Siempre estaba echando en cara
cluso, es cierto, que nos avisó de que a los fariseos y a los escribas que se
sus maneras no eran las que todos los aprovechaban de la gente, que no te-
judíos esperábamos. Pero esto que ha nían corazón, que no eran humanos. Y
sucedido estos días no me lo esperaba eso nos enseñó a nosotros: a estar con
ni en mis peores pesadillas. Y, sin em- todos los que sufrían, a acompañar a
bargo, también esto ha ocurrido. Y lo un ciego, a un sordo y a un endemonia-
que me enloquece más es que lo amaba do; nos mostró, con su voz —entre fir-
tanto y no he sabido estar a la altura. me y tierna— que el reino de Dios era
Escapé como todos, espié desde lejos, para los pobres y para los últimos, has-
y lo peor, negué que era mi amigo, mi ta para los leprosos y las adúlteras. Era
vida. No obstante, ha ocurrido algo ex- el centro de mi vida. Me quedaba em-
traño. María Magdalena ha venido co- belesado mirándolo y escuchándolo y
rriendo para decirnos que la tumba es- solía espiarlo cuando de noche se iba al
taba vacía, que no sabían dónde estaba monte a orar. A nosotros y a nosotras
su cuerpo. Hemos corrido hasta allí, también nos enseñó una oración que
Juan y yo, y hemos comprobado que lo comienza diciendo: «Padre nuestro». Y
decía María era cierto. He entrado y he yo notaba que también él me quería:
visto las vendas por el suelo y el suda- me miraba con cariño y no dejándome
rio doblado por allí. ¿Qué ha sucedido? nunca de lado. Me trataba como a un
No lo sé. Lo que sé es que a la desespe- verdadero amigo, aunque los mayores
ración de mi traición, a la desespera- no me daban importancia. Y ahora,
ción de su muerte —y cómo ha sido— que está muerto, ha venido María a de-
se une ahora esto. Y ¡todos me miran cir que no encontraban su cuerpo, he-
como jefe del grupo!… mos corrido hasta allí y era verdad lo
que había dicho nuestra compañera. He
— Lo sabía, Él lo sabía. Nos lo dejado entrar primero a Pedro, lo tene-
había dicho más de una vez: si vamos a mos como jefe. Pero yo también he en-
Jerusalén es para que me prendan, me trado y he visto y no puedo sino decir
juzguen, me condenen y muera. Inclu- que esto no es cosa de maldad de los
so después de haberlo visto como judíos ni de los romanos, solo puedo
transfigurado en el monte, cuando ba- decir que Jesús está vivo, que nos lo
jamos donde estaban los demás, nos lo había dicho también. Eso es lo que no
avisó. Y mira que yo se lo decía a los entendía, aunque en mi corazón lo es-
demás: «Dejaos de triunfalismos que a peraba porque no podía acabar así.
él no le gustan ese tipo de cosas, que él Pero está tan lejos lo que ha sucedido
nos muestra a un Dios que es Padre y aquí, que es más que increíble. Se lo
234
235
Abril, 28:
AMBIENTACIÓN
cederá en los últimos días, dice Dios, Junto a este poder de curación de
que derramaré mi Espíritu sobre toda los apóstoles se nos presenta la dinámi-
carne y vuestros hijos y vuestras hijas ca de la vida de la comunidad, reunién-
profetizarán y vuestros jóvenes verán vi- dose «con un mismo espíritu» en el
siones y vuestros ancianos soñarán sue- pórtico de Salomón en el que escuchan
ños; y aun sobre mis siervos y sobre mis a los apóstoles (Hch 3,11) y oran (Hch
siervas derramaré mi Espíritu en aque- 2,46ss). El testimonio de la comunidad
llos días, y profetizarán. Y obraré prodi- genera dos tipos de reacciones en la
gios arriba en el cielo y signos abajo en gente, no juntarse con ellos por temor a
la tierra, sangre y fuego y nubes de las represalias de los dirigentes judíos
humo (Hch 2,17-19). Pero estos signos y (5,13) o adherirse al Señor, o lo que es
prodigios no los realizan por su propio lo mismo, a la comunidad, cuyo centro
poder, sino que han recibido esa autori- es el Señor. Lucas, en su habitual talan-
dad de Jesús (Lc 9,1-2). Los apóstoles no te de igualdad de género, subraya que
son los protagonistas, ellos son los me- se unen tanto hombres como mujeres.
diadores del poder de Jesús que actúa a
través de ellos (Hch 3,6-7.12.16). Eso lle-
ga a su máxima expresión con la sombra Salmo responsorial:
de Pedro. En realidad en la antigüedad Sal 117,2-4.22-24.25-27a
se creía que la sombra era reflejo de la R/. Dad gracias al Señor porque es
persona y que transmitía la fuerza del in- bueno
dividuo sobre aquello que cubría.
bros (referencia a las siete Iglesias, cf. Ap estuve muerto, pero ya ves: vivo
1,20) que aparece como sacerdote y Rey por los siglos de los siglos.
simbolizado con la túnica talar y el cin- Es señor de la vida y de la
turón de oro. El vidente cae como muer- muerte: tengo las llaves de la
to, pero Jesús pone su mano sobre él, muerte y del abismo.
gesto de ánimo y fortaleza, a la vez que
lo invita a «no temer», expresión utiliza- Tras lo cual le encomienda una
da por Dios al llamar a una misión con- misión por segunda vez: «ha de escri-
creta a los grandes personajes bíblicos bir lo que está viendo y lo que ha de
(Moisés, Gedeón, María de Nazaret). suceder después de esto». Juan se
convierte así en testigo privilegiado
Entonces la voz muestra su identidad de la revelación de Jesús resucitado,
mediante una presentación de sí mismo: lo que relatará en el mismo Libro del
Jesús es eterno y preexistente: Apocalipsis. ¿Qué experiencia tengo
yo soy el Primero y el Último. yo del encuentro con Jesús resucita-
Se define como el Viviente, es- do? ¿Qué misión me ha encomenda-
tuvo muerto pero ha resucitado: do?
EVANGELIO: Jn 20,19-31
dos aquellos que no hemos convivido con sucitado a lo largo del relato. Todo lo
Jesús, que no hemos tenido la oportuni- ocurrido no se puede recoger en un
dad de ver esa continuidad entre el cruci- escrito, la vida lo desborda. El relato
ficado y el resucitado: «Dichosos los que evangélico no pretende ser una mera
no han visto y han creído». A nosotros, recolección de cosas del pasado, sino
que hemos creído por el testimonio de una proclamación dirigida al presente
otros, Jesús nos llama dichosos. Nuestra para que los lectores del evangelio
fe ha nacido y crecido porque una «cade- puedan crecer en su fe. El evangelio
na de testigos» ha traído hasta nosotros la se ha trasmitido a fin de que creamos
Buena Noticia de Jesús resucitado. que Jesús es el Mesías, el Hijo de
Dios, y para que, creyendo, tengamos
vida en su nombre. Ahora nos toca a
2. Conclusión del evangelio de nosotros seguir anunciando esa gran
Juan (20,30-31) noticia para que otros «creyendo ten-
gan vida en su nombre».
El Jesús proclamado en el prólogo
ha vivido, ha sido ajusticiado y ha re-
A LA LUZ DE LA PALABRA
«No regales objetos, regala expe- tados», dicen los jóvenes, de cosas que
riencias». Así reza un anuncio en nues- nos sobran en nuestras casas y se con-
tros días. Vivimos una sociedad que vierten en chismes, de twits, videos y
idolatra el consumo de experiencias. WhatsApp a través de las redes socia-
Pareciera que sin haber viajado a Nue- les que nos hacen «llevar la vida de la
va York o a Pekín, sin haber montado gente», que no nos adentramos en no-
en globo, ni hecho rafting, no eres na- sotros mismos y a veces no podemos
die, que la vida se te escapa entre las «llevar la nuestra». «Conócete a ti
manos sin haberla disfrutado «a tope». mismo», dice el oráculo de Delfos.
SIN MORTAJA
si el mundo es o no tarea
de un Dios que sigue despierto.
Ya no es su sitio el desierto,
ni en la montaña se esconde;
decid, si os preguntan dónde,
que Dios está sin mortaja
en donde un hombre trabaja
y un corazón le responde.
«De este modo, en Cristo y por hombre del pasado, parece oponerse
Cristo, se hace también particular- al Dios de la misericordia y tiende
mente visible Dios en su misericordia, además a orillar de la vida y arrancar
esto es, se pone de relieve el atributo del corazón humano la idea misma de
de la divinidad, que ya el Antiguo la misericordia. La palabra y el con-
Testamento, sirviéndose de diversos cepto de “misericordia” parecen pro-
conceptos y términos, definió “mise- ducir una cierta desazón en el hom-
ricordia”. Cristo confiere un significa- bre, quien, gracias a los adelantos tan
do definitivo a toda la tradición vete- enormes de la ciencia y de la técnica,
rotestamentaria de la misericordia di- como nunca fueron conocidos antes
vina. No solo habla de ella y la explica en la historia, se ha hecho dueño y ha
usando semejanzas y parábolas, sino dominado la tierra mucho más que en
que además, y ante todo, él mismo la el pasado. Tal dominio sobre la tierra,
encarna y personifica. Él mismo es, entendido tal vez unilateral y superfi-
en cierto sentido, la misericordia. A cialmente, parece no dejar espacio a
quien la ve y la encuentra en él, Dios la misericordia. A este respecto, pode-
se hace concretamente “visible” como mos sin embargo recurrir de manera
Padre “rico en misericordia”. provechosa a la imagen “de la condi-
ción del hombre en el mundo contem-
La mentalidad contemporánea, poráneo”, tal cual es delineada al co-
quizás en mayor medida que la del mienzo de la constitución Gaudium et
243
spes. Entre otras, leemos allí las si- Revelada en Cristo, la verdad acer-
guientes frases: “De esta forma, el ca de Dios como “Padre de la miseri-
mundo moderno aparece a la vez po- cordia”, nos permite “verlo” especial-
deroso y débil, capaz de lo mejor y lo mente cercano al hombre, sobre todo
peor, pues tiene abierto el camino cuando sufre, cuando está amenazado
para optar por la libertad y la esclavi- en el núcleo mismo de su existencia y
tud, entre el progreso o el retroceso, de su dignidad. Debido a esto, en la si-
entre la fraternidad o el odio. El hom- tuación actual de la Iglesia y del mun-
bre sabe muy bien que está en su do, muchos hombres y muchos am-
mano el dirigir correctamente las bientes guiados por un vivo sentido de
fuerzas que él ha desencadenado, y fe se dirigen, yo diría casi espontánea-
que pueden aplastarle o salvarle”. mente, a la misericordia de Dios. Ellos
son ciertamente impulsados a hacerlo
La situación del mundo contempo- por Cristo mismo, el cual, mediante su
ráneo pone de manifiesto no solo trans- Espíritu, actúa en lo íntimo de los co-
formaciones tales que hacen esperar en razones humanos. En efecto, revelado
un futuro mejor del hombre sobre la tie- por Él, el misterio de Dios, “Padre de
rra, sino que revela también múltiples la misericordia” constituye, en el con-
amenazas, que sobrepasan con mucho texto de las actuales amenazas contra
las hasta ahora conocidas. Sin cesar de el hombre, como una llamada singular
denunciar tales amenazas en diversas dirigida a la Iglesia».
circunstancias (como en las intervencio-
nes ante la ONU, la UNESCO, la FAO Papa Juan Pablo II,
y en otras partes) la Iglesia debe exami- Dives in misericordia, n. 2.
narlas al mismo tiempo a la luz de la
verdad recibida de Dios.
246
Ocho días han pasado desde que con nosotros y así debe ser la nues-
vimos al Señor resucitado y lo cele- tra. Como testigos de la resurrección
bramos. Y hoy vuelve a hacerse pre- nos comprometemos a la defensa de
sente en nuestra celebración, en el los derechos humanos para un desa-
primer día de la semana. En este do- rrollo integral de toda persona que
mingo de la Octava de Pascua tene- está cerca de nosotros, y también de
mos en mente, en especial, la miseri- las lejanas. Las necesidades de la
cordia de Dios. Una misericordia que vida, el sentido de la misma y la par-
se nos ofrece desde las manos y el ticipación social de todos tienen que
costado de Jesús. Una misericordia formar parte de nuestro ser seguido-
que debemos compartir desde ese res del que vive.
mismo lugar.
Celebremos como comunidad, reu-
Cada día debemos acoger y nida en el nombre del Señor, nuestra
acompañar a las personas más vul- eucaristía, compartiendo la Mesa de
nerables y excluidas en su camino, la Palabra y la Mesa del Cuerpo y la
porque así es la misericordia de Dios Sangre de Jesús.
247
2. ASPERSIÓN
Este domingo es parte de la Pas- ahora recibimos el agua que nos puri-
cua del Señor, durante una semana he- fica, nos recuerda nuestro bautismo y
mos vivido un día, porque es imposi- nos inserta en la vida de Jesús y en la
ble celebrar todo lo acontecido en solo de todas las personas que forman par-
veinticuatro horas. Por eso, también te de la gran familia humana.
Hay dos palabras que están pre- siones de Juan, con esa confianza que
sentes en las lecturas de hoy. Por un da el conocer, los problemas de la vida
lado, el miedo de los discípulos, que y la persecución, pero con la certeza de
aún sufren la muerte de su Mesías. que el que ha vencido a la muerte es el
Por otra parte, la frase de que no ten- que da la fuerza para salir de ellos. Él
gamos miedo porque él no está ya en- es el que tiene «las llaves de la muerte y
tre los muertos, sino que vive. del abismo», y las ha cerrado para los
que creemos en su resurrección.
En la primera lectura, de los Hechos
de los Apóstoles, escuchamos cómo El evangelio de Juan nos sitúa en la
eran los primeros tiempos de la comu- sala que los primeros discípulos usa-
nidad cristiana: se reunían a orar y da- ban para encontrarse, para estar juntos.
ban testimonio de su fe, a través del Y allí, en medio, se hace presente Je-
anuncio de la resurrección y de la cura- sús porque necesitan de su presencia
ción de quien a ellos se acercaba. La en su cuerpo real. Les dona lo que les
consecuencia era que todo el mundo po- hace falta, les asegura con su palabra y
día ver las obras de Dios en ellos y la con su Espíritu, les fortalece en la fe.
conversión por su testimonio.
Escuchemos y sintamos, también
El Libro del Apocalipsis, leído en nosotros, al Resucitado en medio de
segundo lugar, nos introduce en las vi- nuestra comunidad con alegría.
— Muéstranos tus manos y tus pies en las llagas en nuestros hermanos en-
fermos y haz que podamos socorrerlos. Oremos. Ten piedad de nosotros, Señor.
— Muéstranos tus manos y tus pies en las personas con problemas psi-
quiátricos y haz que sepamos tratarlos. Oremos. Ten piedad de nosotros, Señor.
— Muéstranos tus manos y tus pies en las personas que están en prisión y
haz que tratemos de darles comprensión. Oremos. Ten piedad de nosotros, Se-
ñor.
— Muéstranos tus manos y tus pies en nuestros hermanos que son víctima
de las adicciones y haz que podamos acompañarlos. Oremos. Ten piedad de no-
sotros, Señor.
— Muéstranos tus manos y tus pies en las personas que son víctima de
la violencia de la guerra, de los que huyen de los conflictos armados y haz
que nuestra voz se eleve para defenderlos. Oremos. Ten piedad de nosotros,
Señor.
— …
5. PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
249
los números, ni los papeles, sino los mos con todas las personas de buena
rostros de tantas personas que nos pi- voluntad: con el voluntariado de nues-
den ayuda y que necesitan que no se tra Iglesia y con los de todas las
les deje solas. ONGs, que donan su tiempo y sus es-
fuerzos por ayudar en cualquier lugar
— Unos libros y unos DVD. Es- del mundo.
tamos con los que nos rodean, vivien-
do juntos, compartiendo la fe, las in- — El pan y el vino. La presencia
quietudes, el miedo, el tiempo libre. del Resucitado es tan real que pode-
Caminamos en comunidad y «perde- mos hasta participar de su Cuerpo y
mos el tiempo» con los demás. de su Sangre, para recibir su santidad
y su paciencia, para creer y recordar
— Una Biblia, instrumentos mé- los inicios de nuestra llamada, para
dicos, libros. La fuerza del Resucitado ser fieles a los signos del Señor en
nos hace compartir lo mejor que tene- nuestra vida.
Gracias, Señor Jesús Resucitado, nen rostro, a que, como Iglesia, sigamos
porque nos llamas a que también noso- luchando por el mundo más justo para
tros realicemos obras grandes a favor de todos, y así creamos, y así tengamos
las personas que no tienen voz y no tie- vida en tu Nombre.
251
Mayo, 5:
AMBIENTACIÓN
255
EVANGELIO: Jn 21,1-19
El texto que la liturgia de hoy nos Ellos la echan y consiguen una gran
propone como lectura es el epílogo cantidad: ciento cincuenta y tres peces
del evangelio de Juan. Está amplia- grandes. El número concreto debe te-
mente aceptado que el capítulo 21 es ner un significado simbólico: para san
una adición al evangelio, que con- Jerónimo significa peces de todas cla-
cluía con las palabras que el autor di- ses, pues según los zoólogos griegos
rige al lector en 20,30-31. La narra- de su tiempo había exactamente 153
ción de todo el capítulo se despliega clases de peces. El redactor comenta
en tres secciones que están determi- el número y el que no rompieran la
nadas por los personajes y la acción red, a pesar del peso. En el evangelio
central de cada sección. La mayoría de Marcos 1,17 y su paralelo en Ma-
de los comentaristas consideran que teo 4,19, Jesús llama a cuatro discípu-
los vv. 24-25 constituyen la conclu- los al inicio de su misión evangeliza-
sión del pasaje. dora y les promete que les hará pesca-
dores de hombres. Esta pesca cumple
En la mayoría de las escenas joáni- simbólicamente la promesa: son en-
cas encontramos una introducción al viados a pescar toda clase de peces.
lugar, el tiempo y los personajes de En este contexto el discípulo que Je-
los relatos que siguen. La estructura sús amaba le reconoce y dice a Pedro
de nuestro texto consta de dos períco- que es el Señor.
pas: 1) la aparición a siete discípulos
(Jn 21,1-14) y 2) el diálogo con Pedro Los discípulos que desempeñaron
(Jn 21,15-19). un importante papel en el episodio de
la tumba vacía, Pedro y el discípulo
amado (cf. 20,3-10), asumen ahora un
1. La aparición a siete discípulos papel importante en el reconocimien-
to de Jesús y la respuesta al milagro.
Esta manifestación a siete discípu- Es el discípulo amado quien reconoce
los se parece a las señales que Jesús a Jesús resucitado y dice a Pedro y no
hacía para darse a conocer. Tiene lu- a los otros discípulos «es el Señor».
gar en el mar de Tiberíades, al ama- De nuevo se nos recuerdan los aconte-
necer. Tras una noche de pesca in- cimientos paralelos que se nos conta-
fructuosa, desde la orilla un descono- ron en Jn 20, es decir, la respuesta de
cido les pide a Pedro y sus compañe- estos dos mismos discípulos en la
ros algo de comer. Ellos nada tienen. tumba vacía (cf. 20,4s). Pedro respon-
Jesús les responde que echen las redes de a sus indicaciones, se pone su esca-
por la derecha y encontrarán peces. sa ropa y se lanza al agua mientras los
256
otros discípulos traen la barca a tierra gura de Simón Pedro. Jesús exige una
arrastrando la red con ellos. triple confesión de amor y le encarga
el cuidado de sus ovejas, prometiéndo-
Cuando bajan de la barca el al- le que, como seguidor suyo, tomará
muerzo espera: pan y pescado sobre parte en su destino (vv.15-19).
unas brasas. No obstante, Jesús les
pide traer algo de lo pescado. Simón Con su triple pregunta, Jesús pide
Pedro sube y saca la red íntegra, re- a Simón Pedro que se comprometa a
pleta de peces grandes. El Señor sigue amarle más de lo que ama a los otros
determinando la acción al ordenarles discípulos que están en la comida. Las
que comieran la primera comida del tres preguntas son un eco de las tres
día. Asistimos a una completa trans- negaciones. Es una invitación a repa-
formación de los discípulos desde el v. rarlas. Pedro se apoya en el conoci-
4, donde ellos no reconocieron a Je- miento de Jesús: él es el que conoce
sús. Guiados por la fe del discípulo de verdad los corazones. Este fue el
amado y las acciones de Simón Pedro, caso de Pedro, superficial y presun-
ya no se atreven a preguntar por la tuoso, creyendo saber más que Jesús
identidad de Jesús. Ahora reconocen (13,36-38), cuyos hechos no respon-
que el Señor resucitado está presente. dieron a sus deseos íntimos.
El pescado y el pan estaban ya prepa-
rados para la comida, y estos elemen- Pedro responde incondicionalmen-
tos recuerdan el milagro de Jn 6,1-15, te, confesando posteriormente que su
donde se multiplicaron para dar de amor a Jesús ya es sabido por Señor
comer a una muchedumbre durante la resucitado. Sobre la base de esta res-
celebración de la Pascua. Esta es la puesta a su pregunta, Jesús exige a Pe-
tercera manifestación del Resucitado dro que apaciente a sus ovejas. Se crea
a sus discípulos. Estos son indicios de una relación más íntima entre Pedro y
que esta revelación de Jesús es una in- Jesús, el Buen Pastor (Jn10,1-18). Jesús
vitación a reconocer su presencia es el único pastor de las ovejas, que da
transformante en el quehacer cotidia- la vida por ellas (10,11.16) pero ahora
no de los discípulos. Los siete lo han constituye a Pedro pastor a su servi-
reconocido; «es el Señor», su anuncio cio. Para ello le exige de una manera
está próximo. especial que le ame.
explicado todas las implicaciones que do físico, pues Pedro se pone a cami-
tiene ser el pastor de su rebaño (vv.15- nar inmediatamente detrás de Jesús,
19a), a Jesús sóolo le queda invitar a pero también significa un constante
Pedro a seguirle por este camino (v. discipulado durante todos los días de
19b). Este seguimiento tiene un senti- su vida.
A LA LUZ DE LA PALABRA
ROMPER CADENAS
CERCA DE LA VIDA
GOZO DE RESURRECCIÓN
262
Alegres por ser ultrajados por el los Hechos de los Apóstoles. Están
nombre de Jesús, así se muestran los siendo perseguidos por los jefes del
apóstoles, en la lectura del Libro de pueblo. No son tan peligrosos como
263
lo era su Maestro, pero hay que ha- logía, que repetiremos después de la
cerlos callar. Sin embargo, las discí- plegaria eucarística: amén.
pulas y los discípulos están propagan-
do cada vez más la historia de Jesús, Hoy el evangelio de Juan resulta
que no ha terminado con su muerte, entrañable. Pedro y los demás vuelven
al contrario, ha tomado nueva fuerza, a sus ocupaciones y Jesús vuelve a ha-
porque dicen que ha resucitado de en- cerse presente en sus vidas como anta-
tre los muertos. ño. Desde una orilla, con un milagro.
Comerá con ellos y les partirá el pan.
En el Libro del Apocalipsis se va No importa lo que ha sucedido o quizá
más allá. No solo las personas huma- sí porque muchas cosas se han purifi-
nas, sino la creación entera es la que cado. La llamada al seguimiento sigue
rinde honor al Cordero: los ángeles y siendo la misma, pero tamizada por lo
las criaturas todas del cielo, de la tie- visto, lo oído, lo vivido y lo creído.
rra y del mar. No hay quien deje de
conocer —y de asentir— lo que se le El Salmo es respuesta a la Palabra,
debe otorgar, por lo que es y por lo es exclamación de Jesús y también
que ha hecho. También nosotros nos nuestra: «Te ensalzaré, Señor, porque
unimos a la palabra final de la doxo- me has librado».
Oremos ahora al Padre de la misericordia para que nos conceda lo que necesi-
tamos. Decimos después de cada petición: Por tu Hijo Resucitado, escúchanos.
— Por todas las personas que viven sin un hogar ni un techo donde cobi-
jarse, por los que padecen los desahucios, por las que tienen problemas con las
hipotecas, para que, junto a ellas, podamos encontrar soluciones a sus situacio-
nes y seamos un puerto seguro donde encontrar esperanza. Oremos. Por tu Hijo
Resucitado, escúchanos.
— Por las personas que se encuentran privadas de libertad y por sus fami-
lias, para que, sin juzgarlas, seamos capaces de acompañarlas y ayudarlas en la
264
— Por los migrantes y sus familias, para que seamos capaces de sentirlos como
nuestra propia carne —como nos pide la Escritura— y como tal tratarlos, evitando
lenguajes racistas y actitudes pseudo-piadosas y exigiendo a nuestros gobernantes so-
luciones humanas y humanizadoras. Oremos. Por tu Hijo Resucitado, escúchanos.
— Por cada uno de nosotros, para que nuestro compromiso como seguidores
del Señor Resucitado nos empuje a cambiar el mundo, respetar el medio ambiente,
denunciar las injusticias; acercándonos a los demás con el respeto hacia la digni-
dad de cada persona humana. Oremos. Por tu Hijo Resucitado, escúchanos.
266
Mayo, 12:
AMBIENTACIÓN
lugar, la visión de los 144.000 sellados del Evangelio, un premio que se em-
en la frente (7,3-8; 9,4) y, a continua- pieza a realizar ya en esta vida y que
ción, la de la muchedumbre inmensa llegará a su plenitud en aquella que
(7,9-17). Mientras los primeros se re- llamamos «la otra vida».
fieren a los redimidos de Iglesia ju-
deocristiana, el llamado resto de Is- Siempre están en la presencia
rael, la muchedumbre representa la de Dios: están ante el trono de
Iglesia cristiano-gentil. Dios, dándole culto día y noche en
su templo.
Esa muchedumbre inmensa que El mal ya no los acechará ni si-
está ante el trono de Dios y del Corde- quiera los rozará: Ya no pasarán
ro es de toda raza, lengua, pueblo y hambre ni sed, no les hará daño el
nación. La salvación, obra gratuita de sol ni el bochorno.
Dios y fruto de le redención de Cristo Son conducidos por Jesús a las
(Cordero), no es privativa de ningún fuentes de aguas vivas (Sal 23): el
grupo humano, ningún pueblo ni nin- Cordero los apacentará y los condu-
guna religión, sino que está abierta a cirá hacia fuentes de aguas vivas.
toda persona de buena voluntad que es Dios los consolará en sus sufri-
capaz de vivir los valores del Reino y mientos: Y Dios enjugará toda lá-
permanecer fiel al proyecto de Dios, grima de sus ojos».
incluso aunque aparezcan las pruebas
difíciles en la vida. Nosotros estamos llamados a ser
de esta muchedumbre, siendo fieles en
Esa muchedumbre va con vestidu- nuestro seguimiento de Jesús, si fuera
ras blancas, símbolo de gracia y triunfo necesario hasta dar la vida. A los cre-
(Ap 7,9) y con palmas en las manos, yentes la fe no nos ahorra los sufri-
signo de victoria y de fiesta. Dice el mientos propios de esta vida, pero nos
texto que «vienen de la gran tribula- hace vivirlos desde otra perspectiva.
ción: han lavado y blanqueado sus ves- Tenemos la suerte de vivir en la pre-
tiduras en la sangre del Cordero», son sencia de Dios y de ser conducidos
los mártires por la fe, posiblemente por el mismo Jesús a las fuentes de
víctimas de la persecución de Nerón, agua viva, a la vida del mismo Dios,
pero el relato no solo se refiere a ellos por eso «no tenemos hambre ni sed».
sino a todos aquellos que han sido fie- Además no vamos solos, vamos cami-
les al Evangelio durante toda su vida. nando con otros hermanos que nos
cuidan y nos sostienen en el camino.
El Apocalipsis detalla el premio Eso nos compromete a nosotros tam-
que recibirá esta muchedumbre que ha bién a velar por ellos, y por otros, es-
sido fiel al Señor, viviendo los valores pecialmente por los más débiles.
269
EVANGELIO: Jn 10,11-18
A LA LUZ DE LA PALABRA
…A LOS GENTILES
tras un discurso magistral sobre toda sús de Nazaret cale en sus corazones
la historia de la salvación en la prime- y se convierta en la fuerza transfor-
ra alianza, la hace desembocar en Je- madora de sus vidas. Para que nuestra
sús de Nazaret. Él es el Mesías espe- evangelización sea significativa nos
rado en quien se han cumplido las tenemos que hacer las preguntas pe-
promesas del Dios de Israel. Pero el riodísticas, lo que se llaman las 5 W:
rechazo de los judíos le llevará a cam-
biar de destinatarios. Ahora su objeti- — Where?: ¿Dónde?
vo será llevar la fe a los gentiles. Eso
implicará cambiar el lugar de evange- — When?: ¿Cuándo?
lización, porque los gentiles no están
en la sinagoga, y el discurso, porque — What?: ¿Qué? ¿Cuál ha de ser
los paganos no conocen nada de las el contenido de nuestro anuncio?
promesas de Israel.
— Why or for what?: ¿Por qué o
La palabra de hoy nos interpela a Para qué? Proclamar: ¿Que les va a
ir a los paganos, a los gentiles de aportar? ¿Qué implicaciones para su
nuestro mundo y contarles o cantarles vida?
la Buena noticia. Eso nos obliga a sa-
lir de nuestros espacios eclesiales, a la — Who?: ¿Quiénes? ¿A quiénes?
calle, los teatros, los bares, allí donde
la gente se encuentra, dialoga, genera — How?: ¿Cómo? ¿Qué medios
pensamiento y solidaridad, y también utilizar y desde qué claves?
nos obliga a conocer sus imaginarios,
lo que les mueve, lo que buscan, lo Junto a ello, hemos de tener una
que es central en sus vidas, para «en- convicción por nuestra parte: que el
ganchar» desde ahí y poder transmi- Evangelio tiene algo que decir al ser
tirles el Evangelio. Solo si somos ca- humano, a la sociedad del siglo xxi.
paces de responder a la significativi- Solo si nos lo creemos podremos pro-
dad existencial de la gente podremos clamarlo. ¿Cómo van a creer en Él si
hacer que el proyecto del Reino de Je- nadie les predica? (Rm 10,14).
ESCUCHAN SU VOZ
Al igual que Israel ha de escuchar sencia visible del Dios invisible. Y los
la voz de Dios para configurarse que escuchan su voz van tras sus hue-
como pueblo suyo, ahora los creyentes llas.
en Jesús oyen su voz. Jesús es la pre-
ESTA MAÑANA
Esta mañana
enderezo mi espalda,
abro mi rostro,
respiro la aurora,
escojo la vida.
Esta mañana
acojo mis golpes,
acallo mis límites,
disuelvo mis miedos,
escojo la vida.
272
Esta mañana
miro a los ojos,
abrazo una espalda,
doy mi palabra,
escojo la vida.
Esta mañana
remanso la paz,
alimento el futuro,
comparto alegría,
escojo la vida.
Esta mañana
te busco en la muerte,
te alzo del fango,
te cargo, tan frágil.
Escojo la vida.
Esta mañana
te escucho en silencio,
te dejo llenarme,
te sigo de cerca.
Escojo la vida.
«El gran riesgo del mundo actual, Cuando la vida interior se clausura en
con su múltiple y abrumadora oferta de los propios intereses, ya no hay espacio
consumo, es una tristeza individualista para los demás, ya no entran los pobres,
que brota del corazón cómodo y avaro, ya no se escucha la voz de Dios, ya no
de la búsqueda enfermiza de placeres se goza la dulce alegría de su amor, ya
superficiales, de la conciencia aislada. no palpita el entusiasmo por hacer el
273
bien. Los creyentes también corren ese y otra vez. Nadie podrá quitarnos la
riesgo, cierto y permanente. Muchos dignidad que nos otorga este amor in-
caen en él y se convierten en seres re- finito e inquebrantable. Él nos permite
sentidos, quejosos, sin vida. Esa no es levantar la cabeza y volver a empezar,
la opción de una vida digna y plena, ése con una ternura que nunca nos desilu-
no es el deseo de Dios para nosotros, siona y que siempre puede devolvernos
ésa no es la vida en el Espíritu que bro- la alegría. No huyamos de la resurrec-
ta del corazón de Cristo resucitado. ción de Jesús, nunca nos declaremos
muertos, pase lo que pase. ¡Que nada
Invito a cada cristiano, en cualquier pueda más que su vida que nos lanza
lugar y situación en que se encuentre, a hacia adelante! (…) Hay cristianos
renovar ahora mismo su encuentro per- cuya opción parece ser la de una Cua-
sonal con Jesucristo o, al menos, a to- resma sin Pascua. Pero reconozco que
mar la decisión de dejarse encontrar la alegría no se vive del mismo modo
por Él, de intentarlo cada día sin des- en todas las etapas y circunstancias de
canso. No hay razón para que alguien la vida, a veces muy duras. Se adapta y
piense que esta invitación no es para se transforma, y siempre permanece al
él, porque «nadie queda excluido de la menos como un brote de luz que nace
alegría reportada por el Señor”. Al que de la certeza personal de ser infinita-
arriesga, el Señor no lo defrauda, y mente amado, más allá de todo. Com-
cuando alguien da un pequeño paso prendo a las personas que tienden a la
hacia Jesús, descubre que Él ya espera- tristeza por las graves dificultades que
ba su llegada con los brazos abiertos. tienen que sufrir, pero poco a poco hay
Éste es el momento para decirle a Jesu- que permitir que la alegría de la fe co-
cristo: «Señor, me he dejado engañar, mience a despertarse, como una secre-
de mil maneras escapé de tu amor, ta pero firme confianza, aun en medio
pero aquí estoy otra vez para renovar de las peores angustias: “Me encuentro
mi alianza contigo. Te necesito. Rescá- lejos de la paz, he olvidado la dicha
tame de nuevo, Señor, acéptame una (…) Pero algo traigo a la memoria,
vez más entre tus brazos redentores”. algo que me hace esperar. Que el amor
¡Nos hace tanto bien volver a Él cuan- del Señor no se ha acabado, no se ha
do nos hemos perdido! Insisto una vez agotado su ternura. Mañana tras maña-
más: Dios no se cansa nunca de perdo- na se renuevan. ¡Grande es su fideli-
nar, somos nosotros los que nos cansa- dad! (…) Bueno es esperar en silencio
mos de acudir a su misericordia. Aquel la salvación del Señor” (Lm 3,17.21-
que nos invitó a perdonar “setenta ve- 23.26)».
ces siete” (Mt 18,22) nos da ejemplo:
Él perdona setenta veces siete. Nos Papa Francisco,
vuelve a cargar sobre sus hombros una Evangelii gaudium, nn. 2-6
274
275
277
— Tú eres el que nos cobija del — Tú eres el que nos enjugas las
fuego ardiente del sol. Cristo, ten pie- lágrimas. Cristo, ten piedad.
dad.
— Tú eres el Hijo del Padre. Se-
ñor, ten piedad.
En la primera lectura, del Libro de narra el paso que dieron los primeros
los Hechos de los Apóstoles, se nos predicadores, del mundo cerrado de
278
— Por los religiosos, por los catequistas, por los voluntarios de Cáritas,
por los miembros de nuestro equipo de liturgia, por los encargados del manteni-
miento y limpieza de nuestra iglesia. Oremos. Te lo pedimos, Señor.
— Por los cristianos que son perseguidos por su fe y por seguir los va-
lores del Evangelio, en cualquier lugar del mundo. Por los que viven con di-
ficultad su seguimiento de Cristo. Oremos. Te lo pedimos, Señor.
279
— Por los sacerdotes, los religiosos y las personas laicas que viven sirvien-
do a sus comunidades, hijos e hijas de las Iglesias más jóvenes. Oremos. Te lo
pedimos, Señor.
280
281
Mayo, 19:
AMBIENTACIÓN
La lectura del Libro de los Hechos la ciudad de donde habían salido: An-
nos sitúa hoy en el regreso del primer tioquía de Siria. Esta ciudad era la ca-
viaje misionero de Pablo y Bernabé a pital de la provincia romana de Siria y
283
la tercera del Imperio, tras Roma y na, que deberían ser tenidos en cuenta
Alejandría. Ciudad muy cosmopolita hoy, para devolver a la nueva evange-
y abierta a distintas corrientes cultu- lización el entusiasmo y la eficacia de
rales y religiosas, la Iglesia de Antio- los inicios. Primero, la misión paulina
quía fue fundada por judeocristianos fue, básicamente, urbana; este hecho
helenistas, que habían huido de Jeru- va a otorgarle tres características que
salén en el momento de la primera luego aplicará a su evangelización: la
persecución (Hch 8,1-3; 11,19-21) y en vista (visión) o panorámica, es decir,
ella se dio algo de excepcional impor- la ventaja de haber nacido en una ciu-
tancia: por primera vez se aceptó en la dad fronteriza entre el mundo griego
Iglesia a gentiles sin someterles ni a la y el semita. La segunda característica
circuncisión ni a otras prescripciones es el trabajo, o, lo que es lo mismo, el
judías. Pronto Pablo jugó un papel aprecio por todo lo que podía realizar-
destacado en esta comunidad (11,25- se mediante un duro esfuerzo. Y, fi-
26; 13,1) y, en ella, los discípulos de nalmente, la formación, la instrucción
Jesús recibieron por primera vez el recibida en la sinagoga judía en el
nombre de «cristianos» (11,26). contexto de una ciudad universitaria
griega. Ello confirió a la misión de
El regreso de la misión Pablo y Pablo un tono de universalismo cos-
Bernabé deciden hacerlo por el cami- mopolita y, al mismo tiempo, un gran
no más largo, visitando las comunida- sentido de familia.
des fundadas para consolidarlas y or-
ganizarlas. Ellos les exhortan a supe- Segundo, la evangelización pauli-
rar las dificultades, condición propia na fue una evangelización que estuvo
de toda comunidad cristiana para en- en manos de testigos. Y una evangeli-
trar en el reino de Dios. Más tarde, en zación testimonial obliga al evangeli-
un contexto de ayuno y oración, esta- zador a convertirse en realización viva
blecen presbíteros o responsables en de cuanto anuncia, teniendo la auda-
cada ciudad. Llegados a Antioquía y cia de presentarse como modelo evi-
reunida toda la comunidad, Pablo y dente del Evangelio que predica. ¿So-
Bernabé cuentan «cómo Dios ha mos realmente testigos de aquello que
abierto la puerta de la fe a los genti- anunciamos?
les».
284
EVANGELIO: Jn 13,31-35
A LA LUZ DE LA PALABRA
LA PASIÓN DE PABLO
Al ser humano le cuesta llorar, pero tancias que no deseamos conocer, por-
más le cuesta aún ver llorar a otro. El que nos llevarían a actuar, a compro-
llanto es molesto, incomoda, nos tras- meternos. Pero el Señor quiere mucho
lada a situaciones que no queremos vi- más de nosotros, él nos ha enseñado a
vir. No hablamos de la lágrima «fácil» no temer al mirar el dolor, porque solo
o emocional, sino de ese llanto que nos Él es capaz de enjugar toda lágrima:
rompe por dentro, que nos hace sentir ¿cómo?. Confiando. Así lo canta Ain
que nuestro pequeño mundo de felici- Karem en una canción con el mismo tí-
dad se desmorona. Mirar las lágrimas tulo, Confía, en su disco Fuego en las
de otros nos sitúan a veces en circuns- entrañas
Carta de Bernabé
293
294
En este momento y mirando al mundo con sus luces y sombras, sus gozos y
sus penas, habitado por el misterio del mal, y con un gran deseo de paz que se
convierte en clamor, pidamos por las necesidades de nuestros hermanos más
vulnerables, ya que para los seguidores de Jesús nada humano nos es ajeno. De-
cimos después de cada petición: Jesús, sálvanos.
295
— Por todas las familias de los están en prisión, que viven el dolor y a ve-
ces el rechazo de la sociedad, para que encuentren personas e instituciones que
les acojan en esos momentos difíciles. Oremos. Jesús, sálvanos.
— …
— Por todos nosotros: para que sepamos compartir la fe, la esperanza y el amor
con los hombres y mujeres a los que la sociedad excluye. Oremos. Jesús, sálvanos.
ODA A JERUSALÉN
A pesar que alguien ya lo dijo antes,
que los viejos tiempos no han de volver,
estoy muy seguro que existen milagros,
cuando estos hacen a mi buen... creer.
Yo me veo andando en la ciudad soñada,
donde cada uno tiene su verdad,
pues el ser judío musulmán o cristiano,
no es impedimento para ...la amistad.
La mística abunda, se siente en el aire,
tal vez es por eso que allí mora Dios,
ella es cual novia que vive esperando,
Jerusalén, yo te elijo me quedo... con vos.
Si esto se cumple y apuesto a ello,
en un lugar sagrado se iría a dar,
Jerusalén es el punto ella nos hermana,
y hasta los patriarcas de gozo... bailarán.
Camina a mi lado un viejo judío,
también un cristiano que a Cristo rezó,
en un burro lento cabalga un beduino,
Jerusalén los ha unido en un abrazo... de amor.
297
Mayo, 6:
AMBIENTACIÓN
«Ciudad es ante todo plaza, ágora, lén. Esta ciudad del final de los tiem-
discusión, elocuencia. De hecho, no pos, abierta a «gentes de raza, lengua,
necesita tener casas la ciudad; las fa- pueblo y nación», sin exclusiones ni
chadas bastan. Las ciudades clásicas descartes es la ciudad del encuentro,
están basadas en un instinto opuesto por excelencia, el lugar de la comu-
al doméstico. La gente construye la nión plena entre todos los seres huma-
casa para vivir en ella y la gente fun- nos y de estos con el Dios de la Vida.
da la ciudad para salir de la casa y en- Para caminar hacia ella hemos de ir
contrarse con otros que también han construyéndola «aquí y ahora», como
salido de la suya» (Ortega y Gasset). apunta Ortega, saliendo de nuestras
propias «casas» o «casillas», al en-
La liturgia de hoy nos presenta cuentro de los otros, del diferente, del
también una ciudad, la nueva Jerusa- de otra raza, lengua, pueblo o nación.
El texto de la primera lectura nos Jerusalén, centro del Libro de los He-
presenta una parte de la asamblea de chos. Este encuentro de las autorida-
299
La segunda lectura del Libro del aparecen los nombres de los doce após-
Apocalipsis nos presenta la visión que toles del cordero y sobre las puertas,
tiene Juan de la nueva Jerusalén, ciu- doce ángeles y los nombres escritos de
dad de Dios, tras ser llevado por el Es- las doce tribus de Israel. Los nombres
píritu a un monte alto. La ciudad baja de las tribus en las puertas y las de los
del cielo de estar junto a Dios, y su glo- apóstoles en los cimientos presentan
ria la habita, cuyo esplendor se simbo- esa revelación progresiva del plan de
liza con la imagen de una piedra pre- salvación de Dios que se había iniciado
ciosa, jaspe cristalino, o nuestro actual en el Antiguo Testamento y que llega a
diamante. Es una ciudad con forma de su plenitud en el Nuevo Testamento.
cubo, poliedro perfecto como el Santo
de los Santos, lugar en que Dios mora — En la ciudad no hay templo, lo
permanentemente. A continuación, que resulta extraño a los ojos de un is-
Juan va describiendo los elementos ar- raelita. Lo propio de Jerusalén es su
quitectónicos de la ciudad: templo, lugar en que Dios habita. Sin
embargo, ahora la presencia de Dios no
— Tiene; un muro grande y alto; se circunscribe a un espacio concreto,
es, por tanto, una ciudad bien protegi- ya que su presencia lo invade todo. La
da y tiene doce puertas, tres en cada presencia de Cristo resucitado es ahora
lado, símbolos de una ciudad abierta a el lugar de comunión permanente entre
la que todo el mundo pueda entrar. Dios y los seres humanos.
EVANGELIO: Jn 14,23-29
El texto que nos propone el evan- inhabitación del mismo Dios. La mo-
gelio lo encontramos en la primera rada de Dios ya no es el templo, sino
parte del libro de la Pasión, en los el ser humano. El ser humano no esta-
llamados discursos de despedida (Jn rá solo porque Dios habitara el Él (23-
13-17). Jesús va a partir hacia el Pa- 24).
dre a través de la entrega de su pro-
pia vida, pero esta partida no debe
ser causa de desolación o temor, pues b) Promesa del Espíritu (vv. 25-26)
Jesús retorna al Padre pero volverá
(Jn 14,28). En este estado de transi- El «discurso» de Jesús con sus dis-
ción, Jesús hace una serie de prome- cípulos está llegando a su fin. En el
sas a sus discípulos: futuro será el Paráclito quien recorda-
rá todo lo que Jesús ha dicho y les
instruirá en todas las cosas. Los discí-
a) Promesa de la inhabitación (vv. pulos no quedan abandonados, el Es-
23-24) píritu será el nuevo maestro que les
enseñará y les recordará lo que han
Aunque Jesús se vaya, Jesús per- aprendido con Jesús. El Espíritu hará
manecerá en los suyos de otra forma. que las palabras del profeta de Naza-
Será necesaria una condición: guardar ret cobren nuevo significado e ilumi-
su Palabra, pero aquel que la cumpla, nen las situaciones que puedan apare-
el Padre lo amará, y ambos, Jesús y el cer en el futuro. El tiempo de Jesús
Padre, harán morada en él. Escuchar, queda así conectado con el tiempo
acoger y vivir la Palabra implicará la posterior.
302
A LA LUZ DE LA PALABRA
304
«“Ves la Trinidad si ves el amor”, el designio del Padre, que, movido por
escribió san Agustín. En las reflexio- el amor (cf. Jn 3,16), ha enviado el
nes precedentes hemos podido fijar Hijo unigénito al mundo para redimir
nuestra mirada sobre el Traspasado al hombre. Al morir en la cruz
(cf. Jn 19,37; Za 12,10), reconociendo —como narra el evangelista—, Jesús
305
2.
LA EXPERIENCIA DE DIOS: CAMINO DE ENCUENTRO CON LA
REALIDAD
308
309
ros tiempos. Es externa al Evangelio y habiten las personas que Dios ha crea-
proviene de cosas que inquietan y do, por las que Jesús ha muerto y re-
alarman a la comunidad. Los pastores sucitado: «llega la hora en que, ni en
lo detectan —seguramente por el mis- este monte, ni en Jerusalén adoraréis
mo hecho de que crean angustias in- al Padre...».
necesarias— porque el Espíritu está
presente en todas las decisiones, que Juan, en el evangelio que hoy es-
sí son adecuadas. cuchamos, nos recuerda palabras be-
llas de Jesús. Nos comunican que
El Libro del Apocalipsis nos pre- Dios Trinidad está en nuestros cora-
senta la nueva Jerusalén —la Espo- zones, que ese don podemos gozarlo
sa—. En ella todo es bello, ha sido y anunciarlo, podemos sentirlo y do-
preparada con esmero para cumplir el narlo. Será el regalo que nos haga re-
plan del que es Todo Bondad: las tri- cordarlo y aprenderlo todo. Siempre
bus de Israel, las comunidades apostó- viviendo en la paz, siempre en la se-
licas y todo lo que existe, la forma y guridad que nos da el fiarnos del
la transforma. Y todo, para que en ella Dios de la vida.
Oremos al Padre con unos corazones abiertos a toda la humanidad, seguros y con-
fiados de que se nos da lo que más conviene. Oramos diciendo: ¡Hágase tu voluntad!
— Por la Iglesia entera, por los pastores, por el Pueblo de Dios. Para que sepa-
mos acogerá todas las personas que quieren conocer el amor de Dios y experimentar
la comunión de las hermanas y los hermanos. Oremos. ¡Hágase tu voluntad!
— Por todas las personas que habitan la tierra, para que todas podamos
encontrar nuestro espíritu humanitario para paliar el sufrimiento de todas las
víctimas de nuestro mundo. Oremos. ¡Hágase tu voluntad!
— Por nuestros hermanos, que sufren por los desastres naturales y los con-
flictos armados, en especial por los últimos y no atendidos. Oremos. ¡Hágase tu
voluntad!
311
Junio, 2:
AMBIENTACIÓN
Estamos al comienzo del Libro de tral el autor conecta ambas obras recor-
los Hechos de los Apóstoles, segunda dando los últimos acontecimientos de la
parte de la obra del evangelista Lucas, vida de Jesús. Lucas vuelve a repetir la
que, al igual que en su primer libro, está última aparición de Jesús y su Ascen-
dedicado a Teófilo. De manera magis- sión del Señor a los cielos, no sin antes
313
no puede menos de actuar como tal en Cristo (Col 1,18). Y así cada comuni-
el pequeño mundo que está a su alcan- dad se convierte en un foco de irradia-
ce: ahí debe realizar la soberanía de ción de Cristo en todo el universo.
EVANGELIO: Lc 24,46-53
316
A LA LUZ DE LA PALABRA
Cuando vamos caminando por la ca- sús quiere que su mensaje de esperan-
lle y miramos bien a nuestro alrededor, za, de amor y fraternidad llegue a
solemos encontrarnos con personas que todo ser humano y se convierta en
miran hacia el suelo; pareciera que su lenguaje común para toda persona.
cuerpo y su espíritu les empuja hacia aba-
jo y se pierden lo que sucede a su alrede- Tan importante es saber desde dón-
dor. Al contrario que a los discípulos de de miramos como hacia dónde mira-
Jesús, a quienes les hacen la pregunta: mos. Reubiquemos nuestra mirada más
¿Galileos, que hacéis mirando al cielo?. arriba de nuestros aparatos móviles,
Otra situación que también puede aconte- más debajo de nuestros egos y de nues-
cer quedarse mirando hacia arriba, igno- tras atalayas, para mirarnos en el otro,
rando la vida que discurre a nuestro paso. en el que tengo enfrente, en el que pasa
a mi lado, o en el que no está, pero le
¿Dónde ubicar entonces nuestra veo, desde dentro, desde lo profundo,
mirada? Los cristianos deberíamos te- para poder decir y gritar que puedo
nerlo claro, nuestra mirada se dirige verlo, que mi mirada se ha ampliado
hacia los otros. No nos toca conocer en la mirada con la que mira Jesús. Él
cuándo volverá Jesús, sino ser sus tes- nos llama siempre al hermano y a la
tigos ante el mundo. Ser portadores de hermana más débil, su partida nunca
la buena noticia del Reino, anunciar los dejará solos, porque nos ha dejado a
que otra sociedad es posible, que Je- nosotros para comprometernos en ello.
VER A JESÚS
Durante el tiempo pascual hemos el vino, y esto trae consigo entrar den-
ido leyendo cómo Jesús resucitado tro, en lo profundo de nuestro corazón,
mostraba su presencia viva a sus discí- donde se caldean las esperanzas, donde
pulos, aunque estos no siempre sabían la Palabra se hace oración y el silencio
reconocerle. La nueva visión de Jesús descubre el Misterio.
ya no es su antiguo rostro, o sus pies al
caminar, o su cuerpo al descansar. Ver Ver a Jesús resucitado es caminar
a Jesús implica gestos, como el pan y por la novedad y la sorpresa de cam-
317
2.
LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD: HACIA UN DESVELAMIENTO DE
LA REALIDAD
mentiras, llega al punto de no poder Jesús: “Yo soy la verdad” (Jn 14,6). El
distinguir la verdad, ni dentro de sí hombre, por tanto, descubre y redes-
mismo ni en torno a sí, y de este cubre la verdad cuando la experimen-
modo comienza a perder el respeto a ta en sí mismo como fidelidad y fiabi-
sí mismo y a los demás. Luego, como lidad de quien lo ama. Solo esto libera
ya no estima a nadie, deja también de al hombre: “La verdad os hará libres”
amar, y para distraer el tedio que pro- (Jn 8,32).
duce la falta de cariño y ocuparse en
algo, se entrega a las pasiones y a los Liberación de la falsedad y bús-
placeres más bajos; y por culpa de sus queda de la relación: he aquí los dos
vicios, se hace como una bestia. Y ingredientes que no pueden faltar para
todo esto deriva del continuo mentir a que nuestras palabras y nuestros ges-
los demás y a sí mismo” (Los herma- tos sean verdaderos, auténticos, dig-
nos Karamazov, II, 2). nos de confianza. Para discernir la
verdad es preciso distinguir lo que fa-
Entonces, ¿cómo defendernos? El vorece la comunión y promueve el
antídoto más eficaz contra el virus de bien, y lo que, por el contrario, tiende
la falsedad es dejarse purificar por la a aislar, dividir y contraponer. La ver-
verdad. En la visión cristiana, la ver- dad, por tanto, no se alcanza realmen-
dad no es sólo una realidad concep- te cuando se impone como algo ex-
tual que se refiere al juicio sobre las trínseco e impersonal; en cambio,
cosas, definiéndolas como verdaderas brota de relaciones libres entre las
o falsas. La verdad no es solamente el personas, en la escucha recíproca.
sacar a la luz cosas oscuras, «desvelar Además, nunca se deja de buscar la
la realidad», como lleva a pensar el verdad, porque siempre está al acecho
antiguo término griego que la desig- la falsedad, también cuando se dicen
na, aletheia (de a-lethès, “no escondi- cosas verdaderas. Una argumentación
do”). La verdad tiene que ver con la impecable puede apoyarse sobre he-
vida entera. En la Biblia tiene el signi- chos innegables, pero si se utiliza para
ficado de apoyo, solidez, confianza, herir a otro y desacreditarlo a los ojos
como da a entender la raíz ‘aman, de de los demás, por más que parezca
la cual procede también el amén litúr- justa, no contiene en sí la verdad. Por
gico. La verdad es aquello sobre lo sus frutos podemos distinguir la ver-
que uno se puede apoyar para no caer. dad de los enunciados: si suscitan po-
En este sentido relacional, el único lémica, fomentan divisiones, infunden
verdaderamente fiable y digno de resignación; o si, por el contrario, lle-
confianza, sobre el que se puede con- van a la reflexión consciente y madu-
tar siempre, es decir, “verdadero”, es ra, al diálogo constructivo, a una labo-
el Dios vivo. He aquí la afirmación de riosidad provechosa.
321
3.
LA COMUNICACIÓN: EN BUSCA DE LA CALIDAD PARA
BENEFICIO DE LOS JÓVENES
«El actual contexto comunicativo Entre los más beneficiados por es-
es la consecuencia de una profunda tas herramientas están los jóvenes. Es-
transformación en el campo de las co- tos jóvenes son aquellos que no han
municaciones sociales que se ha desa- conocido el nacimiento de internet
rrollado en los últimos treinta años y porque se incorporaron a una socie-
que ha supuesto una revolución im- dad en la que ya existía y era una he-
portante para las personas, las institu- rramienta habitual para la informa-
ciones y las empresas. Internet se ha ción y el conocimiento. Por esto mis-
convertido ya en la gran fuente de in- mo, comprenden su estructura y su di-
formación, referencia y consulta sobre námica desde el origen. Ellos no
cualquier rama del saber. tienen que adaptarse a esta herramien-
ta, ni aprender su lenguaje, su código,
Realmente estos avances tan valio- o su funcionalidad. Siempre ha estado
sos permiten pensar que estamos sin ahí. Han visto, siendo muy jóvenes, la
duda en el momento en que la comu- aparición de las redes sociales y han
nicación es más posible que nunca, de sido acompañados por ellas en su ado-
más nivel, y de más calidad, y todo el lescencia y en su juventud.
desarrollo que depende de la comuni-
cación está también en las mejores Y, a la vista del mundo de internet
condiciones de la historia. en el que viven, insisten en hacernos
322
ver que internet “ofrece a la Iglesia una cerse audiovisual. Acometer la misión
oportunidad evangélica sin preceden- de hacer visible y audible esa tradi-
tes, especialmente con los social media ción escrita es un reto que se puede
y los videos online” porque este “mun- asumir con los jóvenes. Con su ayuda,
do digital es un gran espacio para en- la doctrina de Iglesia podrá llegar a
contrar y conectarse con gente de otras todos en un lenguaje comprensible
religiones y también con no creyentes. para el nuevo ambiente cultural. Ha-
La serie de los videos que el papa cer posible ese fecundo intercambio
Francisco ofrece regularmente son un entre la tecnología y la sabiduría ecle-
buen ejemplo del uso de las potenciali- sial puede dar mucho fruto si se esta-
dades evangélicas del internet”. blecen los ámbitos de encuentro y
cooperación necesarios».
La tradición de la Iglesia, ya bimi-
lenaria, se ha transmitido desde sus Mensaje de los Obispos de la
orígenes sobre todo de manera escrita. CEMCS, Jóvenes y comunicación en
Ahora se enfrenta con el reto de ha- las puertas del Sínodo (13.V.2018)
323
Adán y Eva querían subir del Edén descendiendo para hacerse humano,
para «ser como dioses». Así, al me- porque así cada una y cada uno de
nos, se lo había propuesto, con un en- los que lo seguimos supiéramos
gaño, la serpiente primordial, la que cuál es la verdadera humanidad: la
dividía y engañaba a los primeros se- que anuncia a los pobres la Buena
res humanos. Lo intentaron de mane- Nueva, la que proclama la libera-
ra equivocada. Por sus propios medios ción a los cautivos, la que da vista a
no podían ascender de su ser criatura. los ciegos y libertad a los oprimi-
dos, la que proclama el año de gra-
Hoy celebramos que ese círculo, cia del Señor. La que acompaña la
abierto por nuestros primeros padres, «carne que es nuestra propia carne»,
es cerrado por el Señor Jesús resucita- en definitiva.
do. No solo asciende él hasta el cielo
en cuerpo y alma. Nos lleva a noso- Hoy celebramos la Ascensión al
tras y a nosotros con Él. Más aún, la cielo de Jesús; que en la Eucaristía
subida es un sentarse a la derecha de de hoy podamos gozar de su pre-
Dios Padre, en su trono. sencia, que ilumina nuestra existen-
cia, y recibir su fuerza transforma-
Lo ha hecho no de forma estram- dora.
bótica ni como un chamán, sino
324
— Nos prometes y nos otorgas el — Nos iluminas los ojos del co-
don del Espíritu Santo. Cristo, ten pie- razón para que podamos sentir la es-
dad. peranza de tu llamada, la riqueza de
tu herencia y la grandeza de tu poder.
— Nos haces tus discípulos, anun- Señor, ten piedad.
ciadores de tu Reino. Señor, ten piedad.
— Nos invitas a predicar en tu
— Nos concedes el don de la Nombre el arrepentimiento y el perdón
sabiduría para conocer tu presencia de los pecados. Cristo, ten piedad.
— Para que nuestro mundo se deje movilizar por el amor, por la capacidad
de acogida y compasión que existe en cada persona humana. Oremos. En tus
manos ponemos nuestras inquietudes.
— Para que nos dejemos interpelar por la realidad que nos rodea, atentos a
las necesidades de los más vulnerables de nuestra sociedad, siendo creativos en
el servicio del amor. Oremos. En tus manos ponemos nuestras inquietudes.
— Para que permitamos que lo que están viviendo las personas que sufren
a nuestro alrededor, nos toque en lo más profundo y poder así construir un mun-
do en el que se pueda salir de la pobreza y de la exclusión. Oremos. En tus ma-
nos ponemos nuestras inquietudes.
326
— Para que entre todos construyamos una comunidad viva y misionera que
busca al que está perdido o alejado para ofrecerle la Buena Nueva de Jesús. Ore-
mos. En tus manos ponemos nuestras inquietudes.
328
Junio, 9:
PENTECOSTÉS
AMBIENTACIÓN
Hoy celebramos el día de Pente- una vida de santidad. «Nos hace falta
costés. Nos sabemos ungidos y urgi- un espíritu de santidad que impregne
dos por el Espíritu: a proclamar a los tanto la soledad como el servicio, tan-
cautivos la libertad, y a los ciegos la to la intimidad como la tarea evange-
vista; a poner en libertad a los oprimi- lizadora, de manera que cada instante
dos. El Espíritu se manifiesta en no- sea expresión de amor entregado bajo
sotros derrochando sus dones y ha- la mirada del Señor. De este modo, to-
ciendo crecer sus frutos cultivando dos los momentos serán escalones en
así, en cada uno, una auténtica vida nuestro camino de santificación (GE
«en el espíritu», una vida espiritual, 31).
La irrupción del Espíritu tras la espíritu sobre toda carne, vuestros hi-
Resurrección de Jesús supone el cul- jos e hijas profetizarán, vuestros an-
men del cumplimiento de las prome- cianos tendrán sueños y vuestros jóve-
sas de Dios en el Antiguo Testamento: nes verán visiones» (Jl 3,1). El Espíri-
«Después de todo esto, derramaré mi tu se hace presente el día de Pentecos-
329
tés, a los cincuenta días después de la Is 30,27; Ez 1,4; 3,12; Sal 18,13; 29, 7;
Pascua, fiesta judía agrícola para cele- 50,3).
brar la cosecha en un primer momen-
to, pero vinculada posteriormente a la b) Manifestaciones en los pro-
entrega de la Ley en el Sinaí. pios discípulos y en los que los escu-
chan: hablan en lenguas, fenómeno
El relato comienza diciendo que conocido como glosolalia. Los após-
«estaban todos reunidos» (2,1). No se toles se expresan como lo hacían los
trata solo de los 12 apóstoles, sino de la antiguos profetas (Nm 11,25). Cada
asamblea de los 120 que encontramos cual les entiende en su propia lengua
anteriormente (Hch 1,12-15). En esta (ellos hablan en arameo pues son gali-
comunidad, Lucas destaca a los 11 leos). El milagro no está en el hablar,
apóstoles (enumerados por su nombre), sino en el escuchar (sobre esto se in-
que aparecen «en compañía de algunas siste en tres lugares: vv. 6.8 y 11).
mujeres, María, la madre de Jesús, y de
su hermanos. Estos tres grupos (los El don del Espíritu se derrama en
apóstoles, las mujeres y los hermanos esta primera comunidad. Es la comu-
de Jesús) «perseveraban unánimes en nidad reunida, y unida la que recibe
la oración» (1,14). No basta con estar la fuerza del Espíritu. Aquí encontra-
reunidos en un mismo lugar, el texto mos el primer signo de novedad: es la
nos dice que les une un fin común, un transformación de la comunidad en-
mismo propósito; es la actitud de una- tera la que se produce en este aconte-
nimidad, por encima de las diferencias, cimiento y no la de unos pocos aun-
la que les hace abrirse y les predispone que tengan una misión específica en
a la irrupción del Espíritu. la comunidad. Así se inicia el camino
profético de la Iglesia. Al igual que
La Ruah de Dios llega y se mani- Jesús fue ungido por el Padre con el
fiesta en signos teofánicos y en una Espíritu en el bautismo (Lc 3,21-22)
serie de manifestaciones en los reuni- y en la sinagoga de Nazaret (Lc
dos: 4,16ss); ahora la Iglesia comienza
como pueblo profético, de acuerdo a
a) Signos teofánicos, especial las promesas de Dios para iniciar el
manifestación de Dios: ruido, viento itinerario del anuncio de la Buena
impetuoso (la palabra hebrea ruah es Noticia: «Seréis mis testigos en Jeru-
la misma para espíritu que para vien- salén, en toda Judea y Samaría y has-
to), lenguas como de fuego que se po- ta los confines de la tierra (Hch 1,8).
san sobre cada uno de ellos. El fuego Hoy, día de Pentecostés en que he-
en el Antiguo Testamento es manifes- mos recibido el Espíritu somos lla-
tación del mismo Dios (Ex 3,1ss; mados también a salir de nuestras
330
EVANGELIO: Jn 20,19-23
mundo. Que no se turbe vuestro cora- Reino. Pero Jesús conoce de sus mie-
zón ni se acobarde» (Jn 14,27). Tras dos y fragilidades, Jesús les insufla el
mostrarle sus manos y su costado para Espíritu, dador de vida, como hiciera
disipar las dudas sobre la identidad de Dios con el barro al crear al primer
Jesús, los discípulos se llenan de ale- ser humano (Gn 2,7). Él los hará hom-
gría (v.20c). El Resucitado es el mis- bres nuevos, llenos de vida y apasio-
mo que el crucificado. nados por la misión.
A LA LUZ DE LA PALABRA
332
CONSOLADORES
333
(Brotes de Olivo)
A su vez, debo sumar otro elemen- decir, osadías necesarias para poder
to que considero fruto de una mala vi- llevar la Buena Nueva del Evangelio a
vencia de la eclesiología planteada por todos los ámbitos del quehacer social
el Vaticano II. No podemos reflexio- y especialmente político. El clericalis-
nar el tema del laicado ignorando una mo lejos de impulsar los distintos
de las deformaciones más fuertes que aportes, propuestas, poco a poco va
América Latina tiene que enfrentar apagando el fuego profético que la
—y a las que les pido una especial Iglesia toda está llamada a testimoniar
atención— el clericalismo. Esta acti- en el corazón de sus pueblos. El cleri-
tud no solo anula la personalidad de calismo se olvida que la visibilidad y
los cristianos, sino que tiene una ten- la sacramentalidad de la Iglesia perte-
dencia a disminuir y desvalorizar la nece a todo el Pueblo de Dios (cf. LG
gracia bautismal que el Espíritu Santo 9-14) Y no solo a unos pocos elegidos
puso en el corazón de nuestra gente. e iluminados».
El clericalismo lleva a la funcionaliza-
ción del laicado; tratándolo como Papa Francisco, Carta al cardenal
“mandaderos”, coarta las distintas ini- Marc Ouellet, Presidente de la Ponti-
ciativas, esfuerzos y hasta me animo a ficia Comisión para América Latina
«Que los carismas, ministerios y ac- último texto habla del «amor de Dios» y
tuaciones diversas en el seno de la Igle- que en el contexto inmediato este con-
sia, incluido el amor, sean referidos por templa antes que nada el amor con que
Pablo al Espíritu significa además que, Dios nos ama y del que es expresión aca-
antes que cualquier otra cosa, el amor es bada en la muerte de Cristo (cf. 5,8) y
un don. En este, como en otros muchos también en el mismo don del Espíritu (cf.
casos, el pensamiento del Apóstol sobre 5,5b). Pese a ello, cabe señalar que dicho
el tema se hace más claro en la Carta a amor puede entenderse perfectísima-
los Romanos. Tras resumir en síntesis mente, en un segundo momento, como el
apretada los primeros y densos cuatro amor con el que el creyente responde al
capítulos dedicados a la justificación y que Dios nos ha manifestado el suyo. Tal
abrir la perspectiva de la gloria de Dios implicación parece justificarla el verbo
(Rm 5,1-4), Pablo presenta en ella el que Pablo usa para hablar de ese amor
amor como fundamento de la esperanza —“ha sido derramado”»—, el cual com-
que no defrauda y como don derramado porta la idea del “derramamiento o tras-
en el corazón de los creyentes mediante vase de un líquido desde el ámbito en
el Espíritu (Rm 5, 5). Es cierto que este que se halla contenido a otro” ámbito,
335
que, en Rom 5,5, son “nuestros corazo- caso, el texto de Rm 5,5 acentúa la idea
nes”. Según todo esto, se puede afirmar de que el amor, a Dios y al hermano, se
que para Pablo Dios ha hecho posible remite en definitiva a Dios, es un don
que el amor con que él nos ama se haya suyo (…), el amor con que el creyente
hecho amor nuestro; o, lo que es lo mis- responde permanentemente al amor de
mo, Dios nos ha hecho partícipes de su Dios amándolo a él y a los hermanos es
mismo amor y con ello ha abierto la po- puesto en relación con un momento pri-
sibilidad de que nosotros respondamos a mero en el cual aquel amor “fue derra-
su amor amándolo a él y a los hermanos. mado” en el corazón. Cuál es ese mo-
De hecho, Pablo hablará extensamente mento nos lo descubre la indicación final
del amor a los hermanos en la parte ex- de la frase: “con el Espíritu Santo que se
hortativa de la Carta los Romanos (12- nos ha dado”; de hecho, tanto en los es-
15) y, en línea con lo que había afirmado critos paulinos como en el conjunto del
en Gal 5,14, lo presentará como “pleni- Nuevo Testamento el don del Espíritu es
tud de la ley” (Rm 13,8-10; cf. además vinculado al bautismo».
12,9; 14,15 y 15,30). El amor al hermano
aparece así como expresión visible del J. M. Díaz Rodelas,
amor a Dios, cuya fuente es precisamen- «La fe que actúa por amor»: Corintios
te el amor que él nos tiene y nos ha ma- XIII 153 (2015) 21-22.
nifestado en Jesucristo. En cualquier
337
«Como en otro tiempo fue dada la ley al pueblo hebreo, libertado de los egip-
cios, en el día quincuagésimo después de la inmolación del cordero en el mon-
te Sinaí, así también, después de la Pasión de Cristo, en que fue sacrificado el
verdadero Cordero de Dios, el día quincuagésimo después de su Resurrección
el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles y sobre todo el pueblo de cre-
yentes, para que fácilmente el cristiano sagaz conozca que los comienzos del
Viejo Testamento prefiguraban ya los principios del Evangelio, estableciendo
la segunda alianza el mismo Espíritu que instituyó la primera».
De los Sermones de san León Magno
«Por esto el Señor había prometido que nos enviaría aquel Defensor que
nos haría capaces de Dios: del mismo modo que el trigo seco no puede
convertirse en una masa compacta y en un solo pan, si antes no es hume-
decido, así también nosotros, que éramos antes como un leño árido, nun-
ca hubiésemos dado el fruto de vida, sin esta gratuita lluvia de lo alto.
efusión del Espíritu: oración y servicio, evangelista Juan. También hoy se nos
proclamación con la boca y con los he- recuerda que lo primero que hace Je-
chos. Todo para el bien común. Los ca- sús, mostrándose a los discípulos, es
rismas para la construcción del Cuerpo donarles lo que necesitan: la paz y el
de Cristo, de la Iglesia, sin distinción de Espíritu. Estos dones los capacitan
raza o situación social. para anunciar el don de Dios: la ale-
gría, la confianza y el perdón. La mi-
La lectura del evangelio es hoy, sión de Jesús es ahora la de sus se-
como en el día de la Pascua, del guidores.
— Dónanos el don de piedad para que nos dejemos llenar por el Señor y
actuemos con sus mismos sentimientos.
340
— Unos remos y unas velas de bar- «Haz comercio espiritual con la vir-
co. Teresa de Jesús: «El Espíritu Santo tud, distribuye los dones de la gracia
como fuerte huracán hace adelantar más a quien los pida, inspirándote en el
en una hora la navecilla de nuestra alma ejemplo siguiente: un cirio encendi-
hacia la santidad, que lo que nosotros ha- do, aunque sea una luz terrena, en-
bíamos conseguido en meses y años re- ciende a otros cirios, sin por eso per-
mando con nuestras solas fuerzas». der su brillo, a otros cirios que ilumi-
narán otros lugares. Si esta es la pro-
— Unas piedras y unas esponjas. piedad del fuego terreno, ¿qué decir
El Cura de Ars: «Sin el Espíritu Santo, del fuego de la gracia del Espíritu
somos como una piedra de las que hay Santo? La riqueza terrena, distribui-
en el camino. Toma en una mano una es- da, disminuye. En cuanto a la riqueza
ponja empapada de agua y en la otra una celestial de la gracia, no hace más
piedra; apriétalas igualmente. No saldrá que aumentar en quien la propaga».
nada de la piedra, y de la esponja verás
salir el agua en abundancia. La esponja — El pan y el vino para nuestra
es el alma llena del Espíritu Santo; y la celebración. El Espíritu Santo descen-
piedra es el corazón frío y duro donde el derá sobre ellos para que se convier-
Espíritu Santo no vive». tan en el Cuerpo y la Sangre del Señor
y sobre nosotros, para que podamos
— Unos cirios encendidos y formar la comunidad de las hijas e hi-
unos apagados. San Serafín de Sarov: jos de Dios.
También nosotros, hoy, somos testi- sonas puedan habitar. Hacedlo sin mie-
gos de las maravillas que hace el Se- do, en el mundo entero, porque el Espí-
ñor. Jesús Resucitado se hace presente ritu os dona la alegría y la fortaleza
en nuestras vidas y nos dona el Espíri- para ser mujeres y hombres nuevos.
tu de consuelo, el Espíritu que nos lo
enseña todo y nos recuerda todo lo que Como signo de nuestra alegría se
Él nos ha dicho. Id y anunciad la Bue- entrega a los que han participado en
na Nueva, abrid lo cerrojos de las pri- esta eucaristía unas llaves —porque
siones y liberad a los cautivos, dad la todos son parte de la casa de la comu-
vista a los ciegos y la salud a los enfer- nidad— y un saquito con semillas —
mos, donad el perdón de los pecados y porque cada uno debe participar en la
construid una casa donde todas las per- construcción del Reino.
342
VIGILIA DE PENTECOSTÉS
APÓSTOLES PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
AMBIENTACIÓN
ESQUEMA
2. ACOGIDA
Explicación breve de toda la celebración. Colocar una vela en cada grupo pastoral.
Invocación al Espíritu
estamos llamados a reavivar cada día y sotros, decir una palabra, ofrecer res-
ante cada situación. Somos invitados, puestas. Somos invitados a ponernos en
cada uno de nosotros, a abrirnos al Espí- camino, como seguidores de Jesús.
ritu que habla a nuestro corazón en este
momento y en esta situación concreta Monitor 3: Y así empezamos esta
que cada cual vivimos; con nuestras lu- celebración: como comunidad unida
ces, nuestras sombras, nuestras capacida- por la luz de Cristo, que nos preside;
des, nuestras dudas y dificultades. Al Es- alimentada por su Palabra, que nos
píritu que habla en el tiempo que nos ha abre camino, llamada a compartir la
tocado vivir. Al Espíritu que hace, de vida, como se parte y se comparte el
este momento, también un momento de pan, abierta a Dios en la oración, para
esperanza, y que quiere, a través de no- que Él haga de nosotros uno: su pueblo.
7. ORACIÓN
Dios Espíritu Santo, Dulce Huésped mejor. Derrama sobre nosotros el fuego
del alma, Consolador y Santificador de tu amor para que, transformados por
nuestro, inflama nuestro corazón, llena tu fuerza, te pongamos en la entraña de
de luz nuestra mente para que te trate- nuestro ser y de nuestro obrar, y todo lo
mos cada vez más y te conozcamos hagamos bajo tu impulso.
tierra. Al oír el ruido, acudieron en blar en nuestra lengua nativa? Entre no-
masa y quedaron desconcertados, por- sotros hay partos, medos y elamitas,
que cada uno los oía hablar en su pro- otros vivimos en Mesopotamia, Judea,
pio idioma. Enormemente sorprendi- Capadocia, en el Ponto y en Asia, en
dos, preguntaban: ¿No son galileos to- Frigia o en Panfília, en Egipto o en la
dos esos que están hablando?». zona de Libia que limita con Cirene; al-
gunos somos forasteros de Roma, otros
(Todos los asistentes a la vigilia judíos o prosélitos; también hay creten-
entrelazan sus manos formando un ses y árabes; y cada uno los oímos ha-
corro. Después continúa el lector). blar de las maravillas de Dios en nues-
tra propia lengua».
— Tercer lector: «Entonces,
¿cómo es que cada uno los oímos ha- Se canta repetidas veces:
346
c. Secuencia
El Espíritu es quien nos hace após- nes…); nuevo ardor, nuevos métodos
toles y hace lo que Dios quiere; todos para la nueva evangelización…
somos necesarios (todas las vocacio-
347
Presidente: Oremos juntos por las necesidades de la Iglesia y por las necesi-
dades del mundo entero, respondiendo cantando En ti confío Señor, en ti la paz
del corazón.
1.ª No es lo mismo ser que estar. Por todos los que somos la Iglesia, para
que estemos en ella en todas las circunstancias, sobre todo cuando es
perseguida, o no entendida, dando testimonio de Jesucristo al mundo de
hoy. Oremos. En ti confío, Señor, en ti la paz del corazón.
2.ª No es lo mismo oír que escuchar. Para que tengamos siempre el cora-
zón atento a la escucha de lo que el otro pueda desear y de lo que Dios
pueda querer para nosotros. oremos. En ti confío, Señor, en ti la paz del
corazón.
348
3.ª No es lo mismo vivir juntos que vivir unidos. Por todas las familias de
nuestra parroquia, para que constituyan un hogar donde el amor sea el
vínculo que una y en el que los hijos puedan crecer como personas, sin-
tiéndose aceptados y queridos siempre. Oremos. En ti confío, Señor, en
ti la paz del corazón.
4.ª No es lo mismo ser luz que lucirse. Para que seamos capaces de hacer
vida todos los valores y actitudes que predicamos del Evangelio, y
como testigos del amor de Cristo, digamos al mundo que la luz es el
amor. Oremos. En ti confío, Señor, en ti la paz del corazón.
5.ª No es lo mismo estar de un lado que echarse a un lado. Porque ser cris-
tiano hoy día nos exige tomar partido, opinar, exigir, comprometer. Para
que nuestra postura sea siempre del lado del desfavorecido, de denuncia
ante la desigualdad social, de crítica ante justificaciones políticas sin
sentido, de reclamo permanente de justicia y paz. Oremos. En ti confío,
Señor, en ti la paz del corazón.
6.ª No es lo mismo un día que todos los días. Para que todos los que esta-
mos hoy aquí reunidos como Iglesia en la acogida del Espíritu Santo,
sepamos dar testimonio, todos los días, del verdadero Cristo muerto y
resucitado que nos transmiten los evangelios. Oremos. En ti confío, Se-
ñor, en ti la paz del corazón.
7.ª No es lo mismo vocación que profesión. Para que nos dejemos provocar
por el Espíritu y desarrollemos en nuestras parroquias vocaciones a la
vida cristiana en todos sus servicios y responsabilidades: laicales, sacer-
dotales, religiosas. Oremos. En ti confío, Señor, en ti la paz del cora-
zón.
Presidente: Todo esto te lo pedimos a ti, Señor, que vives y reinas con tu Es-
píritu por los siglos de los siglos, amén.
349
13. PAZ
Me alegro en Dios…
me alegro en Dios,
me alegro en Dios,
y alabo a mi Señor.
350
15. ORACIÓN:
Señor y Dios nuestro, fuente de sia: que sea fiel reflejo de las huellas
alegría y de esperanza, hemos vivido de Cristo en la historia y que, llena del
con tu Hijo los acontecimientos de su Espíritu Santo, manifieste al mundo
Resurrección hasta la venida del Espí- los tesoros de tu amor, santifique a tus
ritu Santo; haz que nos llene de tu fieles con los sacramentos y haga par-
gracia y nos capacite para dar testi- tícipes a todos las personas de la resu-
monio de Jesucristo en medio del rrección eterna. Por Jesucristo, nues-
mundo. Te pedimos por tu santa Igle- tro Señor.
17. BENDICIÓN:
R.: Amén.
R: Amén.
R: Amén.
R.: Amén.
352
Junio, 16:
SANTÍSIMA TRINIDAD
AMBIENTACIÓN
353
Al comienzo del Libro de los El texto que hoy nos presenta la li-
Proverbios se nos dan una serie de turgia se sitúa en el segundo discurso
datos sobre su contenido, género, au- sobre la sabiduría, tema que aparece
tor, finalidad y principios fundamen- con insistencia a lo largo de todo el li-
tales. Se nos dice que se trata de pro- bro. Nos encontramos aquí con una
verbios del rey Salomón, hijo de Da- sabiduría personificada que se dirige
vid, rey de Israel (1,1). Y que esos al hombre invitándole a caminar por
proverbios van destinados a «apren- la senda de la vida. Nuestro audaz re-
der sabiduría y doctrina y para com- lato da un paso más y convierte a la
prender discursos prudentes (1, 2-4). sabiduría en la primera creatura de
Por eso pide al sabio que escuche, Dios, testigo de la creación del mun-
porque así acrecentará su saber y le do. Estamos ante una sabiduría teoló-
advierte que la persona inteligente gica más cercana a la esfera divina
adquirirá los medios para saber com- que al ámbito humano. En este canto,
prender el significado de los prover- con lenguaje solemne y con figuras
bios, de los dichos agudos, de las tomadas de la cosmogonía tradicional
máximas de los sabios y sus miste- de Israel, se manifiesta la relación en-
rios (1,5-6). tre Sabiduría y creación del mundo y
del hombre. La Sabiduría está junto a
El proverbio es una sentencia Dios en la creación y se goza espe-
corta, penetrante de origen figurati- cialmente en su relación con el hom-
vo. La palabra hebrea correspon- bre. Aparece descrita con unos rasgos
diente es mashal, que significa se- personales que preparan para com-
mejanza o comparación. Dicha pala- prender más adelante, en el progreso
bra tiene un sentido más amplio que de la Revelación, el misterio de la
nuestro proverbio ya que incluye el Santísima Trinidad.
sentido de sentencia, declaración,
enseñanza didáctica, metáfora, pará-
bola, etc. Sin embargo, lo que pre- Salmo responsorial
domina es una frase incisiva que Sal 8,4-5. 6-7a.7b-9
penetra profundamente en un aspec- R/. Señor, dueño nuestro, ¡qué
to o situación vital y hace brotar su admirable es tu nombre en toda la
significado. tierra!
354
EVANGELIO: Jn 16,12-15
A LA LUZ DE LA PALABRA
EN BUSCA DE LA SABIDURÍA
nacida del amor del Padre que quiere Hijo y el Espíritu que son Uno en co-
que todos sus hijos se salven y puedan munión. Una comunidad que sale de
vivir una vida con sentido y plenitud. sí misma y proyecta su amor a los más
Comunidad transformada por el Espí- débiles, luchando por sus derechos y
ritu que la guía e ilumina por el sen- su dignidad, empoderándolos y sen-
dero de la fe, del compromiso con el tándolos a la mesa de la Vida. Nuestra
otro. Comunidad de amor que ama inmersión en la Trinidad y en su san-
desde la triple realidad del Padre, el tidad es fecundidad para el mundo.
Y Tú, ¡oh Padre Eterno!, inclínate ¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bien-
sobre esta pequeña criatura tuya, aventuranza, Soledad infinita, Inmen-
“cúbrela con tu sombra”, no veas en sidad donde me pierdo!, yo me entrego
ella sino a tu Hijo Predilecto en a Ti como una presa. Sumergíos en mí
quien has puesto todas tus compla- para que yo me sumerja en Vos, mien-
cencias. tras espero ir a contemplar en vuestra
luz el abismo de vuestras grandezas».
del ser humano no fuera limitada, os- ras, sino que nos lleva a descubrir una
cura y frágil. Así nos indica el desafío clave de nuestra propia realización.
de tratar de leer la realidad en clave Porque la persona humana más crece,
trinitaria. más madura y más se santifica a me-
dida que entra en relación, cuando
Las Personas divinas son relacio- sale de sí misma para vivir en comu-
nes subsistentes, y el mundo, creado nión con Dios, con los demás y con
según el modelo divino, es una trama todas las criaturas. Así asume en su
de relaciones. Las criaturas tienden propia existencia ese dinamismo trini-
hacia Dios, y a su vez es propio de tario que Dios ha impreso en ella des-
todo ser viviente tender hacia otra de su creación. Todo está conectado, y
cosa, de tal modo que en el seno del eso nos invita a madurar una espiri-
universo podemos encontrar un sinnú- tualidad de la solidaridad global que
mero de constantes relaciones que se brota del misterio de la Trinidad».
entrelazan secretamente. Esto no solo
nos invita a admirar las múltiples co- Papa Francisco,
nexiones que existen entre las criatu- Laudato si’, nn. 238-240
dano, es redimido por el amor. Cuan- del hombre consigo mismo y así ten-
do uno experimenta un gran amor en drá lugar el descubrimiento de Dios.
su vida, vive un momento de “reden- En este proceso el eros alcanza su me-
ción” que da un nuevo sentido a su jor realización convirtiéndose en
existencia. En su momento, el hombre amor en el pleno sentido de la palabra,
experimentará también lo débil de proceso siempre abierto: el amor nun-
este amor que a su vez necesita ser ca se da por “concluido” o completa-
plenificado, porque por sí solo no so- do. El amor se transforma en el curso
luciona el problema de su vida, pero de la vida, madura, y de este modo
es posible sostener que humanamente permanece fiel a sí mismo, de modo
es la energía más poderosa que posee que por motivo de esta fidelidad, pro-
el hombre (SS, n. 26). Como elemento pio del amor es querer lo mismo y re-
sustantivo en la condición humana, chazar lo mismo, como afirmaban los
todos los hombres perciben el impulso clásicos, dice el papa citando a Salus-
interior de amar de manera auténtica; tio (“Idem velle, idem nolle”, De co-
amor y verdad nunca los abandonan niuratione Catilinae, XX, 4). Esto sig-
completamente, porque son la voca- nifica que el amor no es solamente un
ción que Dios ha puesto en el corazón sentimiento. Los sentimientos van y
y en la mente (CV, n. 1). Esto significa vienen. Pueden ser una maravillosa
la unión natural que debe darse entre chispa inicial, pero no son la totalidad
el dinamismo del amor y el de la ra- del amor (DCE, n. 17) en la cual hay
zón, de modo que las exigencias del que ver también la presencia de la ra-
amor no contradicen las de la razón zón para que sea verdadero amor hu-
(CV, n. 30) (…) Ciertamente, el amor mano y relación con la verdad de las
es “éxtasis”, pero no en el sentido de cosas, como veremos más adelante.
arrebato momentáneo, sino como ca- Ésta será la temática más propia de la
mino permanente, como un salir del tercera encíclica».
yo cerrado en sí mismo hacia su libe-
ración en la entrega de sí. Es decir, Gonzalo Tejerina Arias, «El amor
que hay que pensar que el verdadero humano y la caridad cristiana en el
éx-tasis amoroso es un éxodo que lle- pensamiento de Benedicto XVI»:
va a la donación generosa y en ese Corintios XIII 150 (2014) 11-16
movimiento se produce el reencuentro
362
363
Oremos ahora a nuestro Dios, que es Trinidad, por todos nuestros hermanos
que necesitan conocer su amor. Oremos diciendo: Trinidad Santa, habita en
medio de nosotros.
365
— Por los menores que son víctimas de los adultos, por los que ven cómo
se les roba la inocencia, por los que no conocen el cariño y la ternura, por lo que
viven desprotegidos. Oremos. Trinidad Santa, habita en medio de nosotros.
— Por las familias que sufren la falta de amor entre sus miembros, por las
que padecen exclusión social, por las que no gozan de una vivienda ni de un tra-
bajo digno. Oremos. Trinidad Santa, habita en medio de nosotros.
— Por las personas enfermas, por los ancianos desprotegidos, por los dis-
capacitados, por las mujeres maltratadas y utilizadas, por los presos y los que
viven sometidos a cualquier tipo de adicción. Oremos. Trinidad Santa, habita
en medio de nosotros.
— Por los migrantes que no pueden salir adelante en nuestro país, por los
que sufren mirando a nuestras fronteras y malviven en la esperanza de un futuro
mejor, por los que son víctimas de la deshumanización sistemática de nuestras
seguridades. Oremos. Trinidad Santa, habita en medio de nosotros.
— Por las refugiadas y los refugiados, por los que tienen que huir de sus
países a causa de la violencia, por los pueblos que no conocen la paz. Oremos.
Trinidad Santa, habita en medio de nosotros.
— Por las personas que ven conculcados sus derechos en cualquier lugar
del mundo: por los que sufren esclavitud, por los que son torturados, por los que
no tienen acceso a los bienes esenciales. Oremos. Trinidad Santa, habita en me-
dio de nosotros.
— «De la esclavitud nos ha libe- una estola, como símbolos de los sa-
rado el Señor». Ofrecemos unas cade- cramentos que nos hacen vivir en la
nas rotas como símbolo de la libertad gracia de la Trinidad.
que nos ha otorgado Dios a toda per-
sona humana. — «Cada vez que comemos de
este pan y bebemos de este cáliz anun-
— «Bienaventurados los que son ciamos tu muerte hasta que vuelvas».
invitados a las bodas del Cordero». Ofrecemos el pan y el cáliz con el vino
Ofrecemos unos manteles, unas velas, que se convertirán en esta Eucaristía en
una bandeja con alimentos, como sím- el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Com-
bolo de la mesa donde toda la huma- partidos nos harán sentir la redención
nidad está invitada a compartir la co- que nos ha concedido el Señor —a no-
munión. sotros y a todas las personas de la tie-
rra— y la comunión, entre nosotros y
— «Id y bautizad en el nombre con todas las personas de la tierra.
del Padre, del Hijo y del Espíritu».
Ofrecemos aceite, agua, unos anillos, — …
— Vivamos con Dios como con el que adora, confesando el todo del
un amigo, tengamos una fe viva para Dios Uno y Trino, y la pequeñez de la
estar en todo unidos a Dios. creatura.
368
369
PROCESIÓN DE LA ASAMBLEA
Nos encaminamos ahora, con nues- Dos solistas mujeres van anun-
tras velas encendidas y un icono o cua- ciando la alegría pascual, mientras to-
dro de la coronación de María por la Tri- dos los asistentes caminan en silencio:
nidad, al lugar donde estaremos compar-
tiendo con ella la obra que Dios ha reali-
zado en ella… y en nosotras y nosotros.
— P
ensabais que la humanidad estaba destrozada,
como un árbol reseco y podrido,
capaz de producir sólo odio y maldad.
— ¡Os equivocáis!
— ¡Os equivocáis!
se ha ofrecido enteramente
como pan y vino
para alegría del mundo.
371
SIGNOS DE AMBIENTACIÓN
Hazme transparente
como fue tu vientre
para dar a luz la vida.
Ponme con tu hijo,
Señora del Camino.
(Papa Francisco)
Esperando siempre
con la sonrisa iluminando sus quehaceres,
con la esperanza empapando sus quereres
con una plegaria entre sus labios,
sin que cese la confianza
en un Dios Padre que nos quiere:
mujer fuerte, con o sin miedo
mujer que hace crecer sus talentos
mujer atenta, mujer que entiende
mujer que elige mirar de frente
mujer que espera, mujer que anhela
mujer que no hace pequeña ninguna entrega
mujer que calla, mujer que habla
con las palabras que guarda en su alma
Esperando siempre
manos activas que acarician y convierten,
en vida nueva sus cuidados y deberes
con la palabra precisa cual simiente,
que aguarda el día de crecer y hacerse fuerte.
mujer en vela, mujer que siente
el miedo hiriente y el amor que envuelve
mujer que mira agradecida las huellas
que dios deja en su vida
mujer que espera, mujer que anhela
mujer que no hace pequeña ninguna entrega
mujer que calla, mujer que habla
con las palabras que guarda en su alma
mujer fuerte, con o sin miedo…
Signo: cada persona puede espon- see, en la alegría de los regalos que
táneamente decir un «piropo» a otra, Dios ha donado para la construcción
con lo que cree que es un don que po- de la comunidad.
375
CONCLUSIÓN
376
Junio, 23:
CORPUS CHRISTI
AMBIENTACIÓN
El texto que nos presenta hoy la li- primer libro de la Biblia (Gn 11,27-
turgia pertenece a las tradiciones de 50,26). El encuentro con Melquisedec
Abraham (Gn 11,27-25,11 dentro de la (etimológicamente mi rey es justicia),
llamada Historia de los patriarcas del rey-sacerdote de Salén, considerada
377
378
Pablo recoge aquí una de las dos tra- persona; es como decir «este soy yo
diciones de la última cena de Jesús, la mismo, que me doy a vosotros». Pero
helenista que comparte con Lucas; además da la razón de dicha entrega:
mientras Marcos y Mateo recogen la pa- «por vosotros», completando así el sig-
lestinense, siendo la paulina la más pri- nificado de la entrega sacrificial. Jesús
mitiva de todas. El apóstol deja claro se va a entregar a si mismo por los su-
que las palabras y gestos que transmite yos, por aquellos que lo han seguido.
no constituyen material propio, sino que Pero al invitar a hacer memoria de sus
es una tradición que a su vez ha recibido gestos y palabras, está extendiendo la a
de otros, viéndose en la obligación mo- acción salvífica del gesto a todas las
ral de transmitirla por la importancia del generaciones. Jesús va a entregar su
contenido, transparentando así la teolo- cuerpo por sus seguidores, los de en-
gía judía de la cadena de transmisión de tonces y los que vendrán en el futuro.
la Torah. Pablo alude al momento en que
se produjeron los hechos a los que se va
a referir, vinculando así las palabras y El vino… la Sangre
gestos de la cena, a la entrega definitiva
de Jesús: «Que Jesús, el Señor, en la no- Lo mismo hace con el cáliz, es de-
che que fue entregado». cir, pronuncia la acción de gracias, y
se lo da. Las palabras sobre la copa
son paralelas a las del pan: «Este cáliz
El pan… el Cuerpo es la nueva alianza sellada con mi
sangre; cada vez que la bebáis, haced-
Al tomar el pan Jesús realiza tres lo en memoria mía». En el pensa-
acciones: toma el pan, pronuncia la ac- miento bíblico la sangre es el elemen-
ción de gracias, lo parte, y enuncia es- to más íntimo y sagrado de la vida; en
tas palabras: «Esto es mi cuerpo, que los sacrificios de animales que hacía
se entrega por vosotros; haced esto en Israel la sangre se reservaba a Dios.
memoria mía». El cuerpo (soma) en el Jesús indica que su sangre va a ser la
lenguaje bíblico significa «persona vi- que selle la alianza entre Dios y la hu-
viente, visible», relacionada con los de- manidad. La expresión alude a Éxodo
más, perceptible por los otros, a veces 24,5-8, que contiene un rito de con-
con un matiz de persona finita y mor- clusión de la Alianza celebrada en el
tal. «Cuerpo», como la persona misma Monte Sinaí. Ahora la sangre no es la
en cuanto que se hace visible y se co- de un novillo, sino que Jesús mismo
munica. Las palabras de Jesús deben derrama su sangre para realizar la
interpretarse como donación de toda su nueva alianza. Esta alianza de los
379
EVANGELIO: Lc 9,11b-17
A LA LUZ DE LA PALABRA
EN MODO «CÁRITAS»
382
383
MANOS UNIDAS
384
De esta manera la eucaristía actua- nos, sino la fuerza para los débiles,
liza la Alianza que nos santifica, nos para los pecadores, es el perdón, el viá-
purifica y nos une en comunión admi- tico que nos ayuda a andar, a caminar».
rable con Dios. Así aprendemos que la
eucaristía no es un premio para los bue- Papa Francisco, Homilía (4.VI.2015)
Dios Padre, movido de amor, nos gracia de Cristo, la fuerza del Espíritu
ha elegido en su Hijo Jesucristo y nos produce en los bautizados amor, ale-
ha destinado para que, en el Espíritu gría, paz, paciencia, afabilidad, bon-
Santo, demos frutos de vida. dad, fidelidad, mansedumbre, domi-
nio de sí… Separados de Él, brotan
Compadecido de los hombres, en por doquier odios, sensualidades, dis-
estado y situación de sarmientos se- cordias, impurezas, celos, iras, renci-
cos, quiso el Padre injertarlos en su llas, divisiones, envidias.
Hijo Jesucristo, Vid verdadera, para
que pudieran producir frutos en el Es- La misma obra misionera, su im-
píritu Santo. La delicada operación pulso y pujanza dependen del grado
del injerto ocurre en el sacramento del de unidad que los miembros de la
Bautismo, corriendo desde ese día por Iglesia mantengan con Cristo Cabeza.
las venas del alma una savia nueva. Cuando en las comunidades cristianas
En el día feliz del bautismo, Dios languidece la vida cristiana, dándose
comparte con el hombre lo mejor de un déficit de vida religiosa, espiritual
sí: su vida divina, aportándole los nu- y sacramental, la realidad misma de
trientes necesarios para producir uvas las misiones se percibe alejada y se
de la mejor calidad. Si los bautizados juzga irrelevante. Si, por el contrario,
vienen a ser la obra final de la caridad en tales comunidades surgen vocacio-
del Dios Trinitario, se espera de ellos nes misioneras, se ora y colabora con
la realización de toda clase de obras los misioneros, ello viene a ser índice
buenas. Y la mejor de estas obras, la certero de que dichas comunidades se
más grande caridad, aquella que ma- dejan llevar por la caridad de Dios. En
yor gloria da a Dios y mayor bien re- la base de todo ello está aquella ver-
porta a los demás, es compartir con dad fundante, según la cual todos los
los hombres y mujeres, de cerca y de bautizados han sido llamados a la san-
lejos, la vida misma de Dios. tidad de vida y a la misión. Ambas
llamadas están íntimamente relacio-
La unión con Cristo es condición nadas. No se pueden secundar y vivir,
para producir frutos de vida eterna. disociando la una de la otra, ni mucho
menos enfrentándolas».
La capacidad de realizar las bue-
nas obras, que se esperan de los bauti- P. Lino Herrero Prieto, CMM,
zados, depende del vigor de su unión «Impulsados por el amor a Cristo»:
con Cristo. Viviendo en la amistad y Corintios XIII 154 (2015) 54-55
388
389
Celebramos hoy el día del Santísi- sino que anida donde hay un hombre
mo Cuerpo y Sangre de Cristo. Hace- que tiene hambre, que llora, que lu-
mos memorial, como siempre que nos cha, que sufre y que se pregunta por
unimos para orar juntos en la eucaris- qué».
tía, de la muerte y de la resurrección
del Señor Jesús, que convertido en Nuestra participación eucarística
Sumo Sacerdote de la nueva alianza, se es un clamar a Dios para que su Reino
dona al Padre y se nos dona a todas no- se haga realidad, no desde las pala-
sotras y a todos nosotros. Es el alimen- bras vacías, sino, como Cristo, desde
to que nos ayuda a caminar. Es el ali- la donación y el compromiso por los
mento que nos muestra a dónde llegare- más desfavorecidos. La entrega del
mos: el banquete celestial del Reino. Señor es nuestra entrega.
— Tú, que eres Sacerdote eter- — Tú, que eres el Cordero inmo-
no. Señor, ten piedad. lado que nos invitas a las bodas eter-
nas. Señor, ten piedad.
— Tú, que eres el Verbo encar-
nado del Padre. Cristo, ten piedad. — Tú, que eres el Salvador y el
Redentor de los pobres. Cristo, ten
— Tú, que eres nuestra única es- piedad.
peranza. Señor, ten piedad.
— Tú, que eres el perdón y la
— Tú, que eres nuestro verdade- misericordia del Padre. Señor, ten pie-
ro maná. Cristo, ten piedad. dad.
391
Oramos por nuestra comunidad y por todas las personas que se acercan a
ella buscando las respuestas que Jesús les puede dar a través de nosotros. Ora-
mos diciendo: Danos tu fuerza, Señor.
— Por toda la Iglesia, familia que comparte una misma mesa, para que
consigamos ser ofrenda pura a Dios, donando escucha, acogida y acompaña-
miento a los hermanos que lo necesitan, siendo profetas de esperanza y compar-
tiendo nuestra vida con ellos. Oremos. Danos tu fuerza, Señor.
— Por todos los proyectos que llevamos adelante a favor de los más pobres
y desprotegidos, por los voluntarios que los hacen posible, por los trabajadores y
trabajadoras sociales, por los que dedican su tiempo a los demás. Oremos. Da-
nos tu fuerza, Señor.
— Por todas aquellas personas que luchan por el bienestar de los demás,
por los agentes sanitarios, por los educadores, por los miembros de las distintas
ONGs, por los que combaten los desahucios, por los que se involucran en las
distintas redes de solidaridad. Oremos. Danos tu fuerza, Señor.
— Por los países que sufren la guerra y la explotación de sus recursos, por
los que tienen una deuda desorbitada, por los que son víctimas de la corrupción
de sus sistemas, por los que no pueden ofrecer el mínimo bienestar a sus ciuda-
danos. Oremos. Danos tu fuerza, Señor.
392
394
«…que vuestra caridad no sea una nos regala, luchando por la dignidad de
farsa…» todos, cuidando de nuestro planeta
para que sea hogar perdurable para
Participar del Cuerpo y de la San- cada persona que lo habita.
gre de Jesús nos lleva a procesionar
con Él por nuestras calles y plazas, Participar del Cuerpo y de la San-
mostrando su gran amor a nuestras gre de Jesús hace que nos convirta-
vecinas y vecinos. mos, también nosotros, en hostia viva
de alabanza al Padre, y que le demos
Participar del Cuerpo y de la San- culto «en espíritu y verdad», es decir,
gre de Jesús nos lleva a procesionar con nuestra vida y con el testimonio
con nuestros hermanos por la vida co- de nuestra caridad. Id y anunciad a to-
tidiana de cada uno, amando y deján- dos las maravillas de Dios.
donos amar, compartiendo lo que se
395
CUARESMA Y PASCUA
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