Está en la página 1de 1

DESDE LA TIERRA

Galileo Galilei y Giordano Bruno

Desde la tierra. Lupe Cajías

OPINION

jueves, 01 de mayo de 2014 · 20:43

Recuerdo las obras de teatro de Bertolt Brecht sobre Galileo Galilei y sobre Giordano Bruno, escritas en medio de las
grandes purgas estalinistas y en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, que leí en el alemán original para entender
mejor los matices del autor. Brecht fue un comunista activo pero no dogmático y en sus dramas revela la figura de
Bruno como un hombre de pensamiento libre.
Como se conoce en la historia y en la biografía de Galileo, sus descubrimientos científicos le valieron persecución de
la Inquisición en el siglo XVI. Galileo era un físico y matemático, un astrónomo que potenció el uso del telescopio y
superó las teorías geocéntricas.
Giordano Bruno era astrónomo y filósofo. Era un monje crítico de dogmas y disciplinas de la poderosa Iglesia Católica
del Renacimiento. Había descubierto desde joven que las teorías aristotélicas sobre el cielo podían ser discutidas.
Galileo fue perseguido durante años por el Santo Oficio y ni el Papa pudo protegerlo, fue procesado y al final se vio
obligado a retractarse. Aunque cada vez se duda más sobre la veracidad de su famosa frase "eppur si movue”,
aquella cita expresa la reacción del científico. Qué le interesa demostrar a los ignorantes (todo dogmático es sobre
todo un ignorante y soberbio) si la Tierra gira alrededor del Sol y el péndulo se mueve, aun cuando éste niegue sus
descubrimientos.
En cambio, para Giordano Bruno, filósofo más que astrónomo, no es suficiente el dato de la realidad. Él sabía que
tenía razón y que las interpretaciones de la Biblia en su época eran equivocadas. Necesitaba defender la verdad, así
fuese con su vida.
Como describe Brecht y otros de sus biógrafos, Giordano Bruno no murió por hereje sino porque se negó hasta el
final a aceptar que se le condicione su libertad de pensamiento y de expresión. Pasó siete años en la cárcel, se negó
a confesarse y murió en la hoguera sin un quejido.
Siglos más tarde, en el lugar del sacrificio fue colocado un monumento con su famoso manto, tema de la obra de
Brecht, con un mensaje que lo reconoce como el primer mártir moderno de la libertad de pensar.
No en vano ésa es la libertad divina que separa a los humanos de los animales: pensar, hablar, escribir. En nuestra
época muchos bolivianos prefieren silenciar las verdades que conocen (hay que hacer buena letra, me comentó hace
poco un antiguo luchador). Tampoco faltan los giordanos, dispuestos a difundir los datos que conocieron, así sea con
el peligro de enfrentar a los nuevos inquisidores.

FUENTE: https://www.paginasiete.bo/opinion/2014/5/2/galileo-galilei-giordano-bruno-20375.html#!

También podría gustarte