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RENACIMIENTO POR SARA OCAMPO BERMÚDEZ

1. Mecanismos que hacen posible la materialización del Renacimiento.

A. Acceso a la palabra (Imprenta) “Divulgación de libros y la cultura” (pág.14,


Roca)
B. Viajes náuticos: descubrimiento y otros viajes como el de Elcano.
C. Teoría de Copérnico.

D. En especial, considero que es una causa del punto B y C, el ensanchamiento del


mundo exterior, el cambio posicional en el universo del mundo con el
heliocentrismo, hace que inevitablemente se produzca una transformación del
mundo interior.

E. Cambio en la mentalidad, incluso eclesiástica, puesto que se cuestiona la


institucionalidad religiosa y aquel dogma sesgado y cerrado, en donde el silencio es
el castigo para quienes osan cuestionarlo, ahora tiene una nueva revolución (por
ejemplo, en el ámbito social y de la reforma, véase a Lutero) así que “junto con los
conquistadores de nuevas tierras aparecen los conquistadores del espíritu” (pág. 16,
Roca)

2. Tema a partir de las características anteriormente mencionadas enfocado a


Gargantúa.
Tema: La renovación universal por medio de lo carnavalesco representado en la obra de
Rabelais.
Variantes:
1. Individualidad.
2. Corpodeidad.
3. Autoconciencia
4. Libertad.
5. Carnavalesco.
6. Locura.

3. Citas.
“un ensanchamiento tan brusco del mundo exterior debe tener como corolario una
profunda transformación del mundo psíquico” (pág. 14, Roca)
“una inmensa comunidad: en la edad Media, Occidente sólo tenía un alma, un alma
católica” (pág. 16, Roca)
“burlona y sarcástica, niega y afirma, amortaja y resucita a la vez” (pág.17, Bajtín)
“¡Qué hermosa materia fecal se debió formar en su vientre!” (pág.24, Gargantúa)
4. Tesis: La corpodeidad es una característica fundamental del Renacimiento exaltada a
través de la carnavalización en la obra de Gargantúa, reivindicando la individualidad,
autoconciencia y libertad.

La renovación universal por medio de lo carnavalesco representado en la obra


de Rabelais.
El Renacimiento se nos presenta como una transformación violenta del ser, el hombre
se halla ante la confusión, lo que creía ayer de repente se le ostenta como algo dudoso, puesto
que gracias al auge de la navegación, la creación de la imprenta y el cambio posicional del mundo
en el universo, parece hallarse ante una nueva perspectiva de su mundo, un cuestionamiento de
los valores de antaño y una nueva valoración de su propia existencia: aquel reconocimiento de sí
mismo, de su cuerpo, su ubicación en el cosmos, le permite resaltar todo aquello que sentía
reprimido, puesto que, como dice Zweig, “un ensanchamiento tan brusco del mundo exterior
debe tener como corolario una profunda transformación del mundo psíquico” (pág. 14, Roca),
De esta manera comienzan a aparecer los conquistadores del espíritu, la obra de Rabelais se
muestra entonces como una representación de esa renovación universal; esta nueva consciencia
empieza a determinar otros comportamientos que connotan lo que se conoce por renacimiento,
por lo tanto, ¿cuál sería el valor resaltante de Gargantúa en consonancia con estos nuevos ideales?
La corpodeidad es una característica fundamental del Renacimiento exaltada a través de la
carnavalización en la obra de Gargantúa, reivindicando la individualidad, autoconciencia y
libertad.
Un valor significativo en la obra de Rabelais es aquel modo de exaltamiento del cuerpo,
una visión casi deforme, grotesca, extravagante, la exuberancia de sus imágenes nos podría
parecer cómica, y su libro podría quedar en este término. Ahora bien, la carnavalización pone en
perspectiva una cultura en decadencia, que subleva los valores eclesiásticos de esta época y que
pone en evidencia al cuerpo, no como ente pasivo y transitorio, sino como lo único tangible que
tiene el hombre en esta realidad, es así como Rabelais presenta estos ideales en su obra; he aquí
lo interesante, y es que su manera de presentarlo es por medio de la imagen peripatética del
cuerpo, yendo más allá de una simple transgresión, está prefigurando por lo que Bajtín llama
como el realismo grotesco, una carnavalización que no sólo implica crítica a los valores de la
Iglesia, sino además un rejuvenecimiento, vitalidad es lo que denota en su obra; de esta manera
se denota en Gargantúa no sólo la corpodeidad, sino que junto con ella el hombre comienza a
darse cuenta que ahora que tiene un cuerpo, no es solamente “una inmensa comunidad: en la
edad Media, Occidente sólo tenía un alma, un alma católica” (pág. 16, Roca) y por eso empieza
a reconocerse como individuo, está autoconsciencia le permite comenzar a evocar su propia
libertad, a hacerse responsable de sus actos y así mismo verse como el constructor de su propio
estado de conciencia, y con ello, emerge el hombre que va en la búsqueda de otros horizontes
que le permitan ampliarse en el mundo.
Evoquemos entonces aquella imagen de lo carnavalesco: la fiesta pagana en donde la
burla y el goce se unifican. La imagen de lo carnavalesco en Rabelais nos produce vitalidad,
renovación, libertad, en aquel espacio de la risa, la comedia, la sátira y la burla todos nos
presentamos como bufones, somos burlados a la vez que nos burlamos: el clérigo, el burgués, el
campesino. Este espacio ideal recrea la renovación universal. Allí no solamente se hacen
evidentes las faltas que una cultura o sistema social puedan tener, sino que por medio de esta
exuberancia de los sentidos, nace consigo la renovación, el rejuvenecimiento, es “burlona y
sarcástica, niega y afirma, amortaja y resucita a la vez” (pág.17, Bajtín). De esta manera la
degradación de lo sublime es lo que Rabelais nos representa en su obra, allí se nos presentan
personajes con formas descomunales y grotescas, lo bajo, lo terrenal: el licor, la defecación, el
coito, el embarazo. Dice, por ejemplo en la obra, “¡Qué hermosa materia fecal se debió formar
en su vientre!” (pág.24, Gargantúa) o “¡A beber!, ¡A beber!, ¡A beber!” las cuales son las primeras
palabras del joven Gargantúa. Esta exaltación del cuerpo por medio de la carnavalización nos da
una suerte de respiro, puesto que aquí el carnaval no solamente es una forma artística de
espectáculo teatral, sino más bien una forma concreta de vida misma (pág.13, Bajtín) y en este
espacio de vida vital se nos presenta los albores de una nueva primavera, la muerte como una
nueva consciencia, la transmutación entra aquí en equivalencia con la carnavalización.
Por lo tanto, la carnavalización es un medio para mostrar en exuberancia la corpodeidad;
el reconocimiento del cuerpo trae consigo una implicación filosófica para el hombre. Es portador
de una figura material de la cual emanan deseos, pecados, necesidades, ahora debe reconocerse
como uno y no como muchos, de ahí se desliga su individualidad y su libertad, ya se puede ver
como el propio viajero de su mundo interior y como el transformador de su mundo exterior. La
carnavalización en el renacimiento se puede entender en comparación a la sátira en la edad
moderna, aunque este espacio de comicidad puede valerse de una crítica negativa sin ningún fin
renovador, más allá parece la culpa disfrazada de broma. Sin embargo, una interpretación errónea
de la comicidad en Gargantúa nos lleva a ver en Rabelais un comediante sin ningún fin didáctico,
puesto que existe una ambigüedad de lo cómico en Gargantúa, en donde se degrada lo sublime
y se exalta el cuerpo, se censura y se da vida a un nuevo modo de pensamiento, este es, sin duda,
un mecanismo para representarnos lo que es la cultura del renacimiento, es sólo un estilo literario
que permite poner en boga la imagen de esta época; la utopía y la cosmovisión, que dan causa a
esta renovación universal, no sólo la podemos encontrar en la carnavalización de Rabelais,
podríamos servirnos de la lírica de Petrarca, de la Locura de Erasmo y aquel Hidalgo de triste
figura que nos presenta Cervantes.

Bibliografía
Bajtín, M. (2003). Introducción a la cultura popular en la edad media y en el renacimiento. Alianza Editorial.
Rabealis, F. (1534). Gargantúa. Caracas, Venezuela: El Perro y la Rana.
Roca, T. S. (1975). Estudio preliminar del Elogio de la Locura. En E. d. Rotterdam, Elogio de la
Locura. Barcelona: Editorial Bruguera.

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