Centro Cultural

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Baudios
Los límites del sitio topográfico fueron decisivos. Al igual que en las costas portuguesa y genovesa,
era importante diseñar un proyecto que pudiera casar la topografía accidentada del terreno y dar
origen a un edificio en su pendiente.
Dedicado a la preservación de una colección única de tarjetas postales, este centro cultural se
despliega en cinco volúmenes idénticamente proporcionados, una forma que recuerda a las tarjetas
de abanico. El sesgo formal de la estructura destaca la distribución funcional de los cinco espacios,
desde las Colecciones de tarjetas, el Auditorio y el Foro, a los dos niveles de la Biblioteca.
Cada volumen se compensa con un ángulo de 20 grados con respecto al anterior, liberando así los
ricos y variados espacios al aire libre (miradores, patios superiores, patios inferiores, senderos de
jardines), permitiendo así que todas las áreas se beneficien de la luz natural y de las vistas sin
obstrucciones. Como si estuviera suspendido, este edificio exuda una ligereza que realza el concreto
blanco de la fachada, para lo cual la matriz se inspira en el borde de un libro.
Para una integración perfecta en el paisaje, la altura máxima de la estructura, rue du Pont Clas, se
encuentra con la altura de sus edificios vecinos. Además, como se ve desde la avenida Jean Moulin a
continuación, el edificio se ajusta discretamente a sus alrededores gracias a sus volúmenes en
cascada, que abrazan la pendiente, y a su superposición de techos verdes.
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Los límites del sitio topográfico fueron decisivos. Al igual que en las costas portuguesa y genovesa,
era importante diseñar un proyecto que pudiera casar la topografía accidentada del terreno y dar
origen a un edificio en su pendiente.
Dedicado a la preservación de una colección única de tarjetas postales, este centro cultural se
despliega en cinco volúmenes idénticamente proporcionados, una forma que recuerda a las tarjetas
de abanico. El sesgo formal de la estructura destaca la distribución funcional de los cinco espacios,
desde las Colecciones de tarjetas, el Auditorio y el Foro, a los dos niveles de la Biblioteca.
Cada volumen se compensa con un ángulo de 20 grados con respecto al anterior, liberando así los
ricos y variados espacios al aire libre (miradores, patios superiores, patios inferiores, senderos de
jardines), permitiendo así que todas las áreas se beneficien de la luz natural y de las vistas sin
obstrucciones. Como si estuviera suspendido, este edificio exuda una ligereza que realza el concreto
blanco de la fachada, para lo cual la matriz se inspira en el borde de un libro.
Para una integración perfecta en el paisaje, la altura máxima de la estructura, rue du Pont Clas, se
encuentra con la altura de sus edificios vecinos. Además, como se ve desde la avenida Jean Moulin a
continuación, el edificio se ajusta discretamente a sus alrededores gracias a sus volúmenes en
cascada, que abrazan la pendiente, y a su superposición de techos verdes.