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Manual del
Código Procesal Gustavo Seminario Sayán
Manual del
Código Procesal
Penal
Antes que ofrecer un análisis sintetizado de todas las instituciones del Código
Procesal Penal de 2004, conforme a la común idea que se tiene de un manual,
este libro privilegia el desarrollo de algunas de las cuestiones más relevantes
de dicho código, con la intención de facilitar al lector un conocimiento más
profundo y reflexivo.
También se abordan en este libro otras cuestiones que, por su especial importan-
cia merecían un análisis detallado y preciso. El alcance y función del principio de
oralidad, el control judicial de la detención, la detención preventiva, el renovado
ámbito de la etapa intermedia o la estructura de la fase decisoria, son temas
cuyo dominio facilita una mejor comprensión de las etapas y mecanismos del
nuevo sistema procesal penal y puede determinar el resultado de una causa.
Por supuesto, en el desarrollo de los artículos los autores han recogido aportes
de la doctrina, decisiones de la jurisprudencia y datos estadísticos provenientes
de la experiencia de algunos distritos judiciales, lo que garantiza una visión pa-
norámica de cada una de las cuestiones analizadas así como la plena aplicabili-
dad de las reflexiones y sugerencias que allí se hacen.
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PRESENTACIÓN
Esto último parte por reconocer que el endose exclusivo de esa actitud viciosa
a policías, fiscales y jueces es no solo incorrecto, sino además injusto. También
los abogados y litigantes, a través de estrategias procesales obstruccionistas,
pretensiones oscuras y dilación de causas, enturbian la marcha del proceso y
abren espacio para las prácticas corruptas. Por eso, es también respecto a ellos
que debe perseguirse la adhesión de una cultura procesal acorde con el nuevo
sistema, que, en poco tiempo, haga del proceso un real y verdadero esfuerzo por
superar (en los casos en los que esto sea posible) el conflicto que subyace a él.
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Gustavo Seminario Sayán
El principio de
oralidad en el
Código Procesal
Penal de 2004
El principio de oralidad en el
Código Procesal Penal de 2004
Introducción
El Código Procesal Penal de 2004 (CPP de 2004) trae al proceso
penal una reforma desde todas las perspectivas, al haberse inspirado en
el respeto de derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente
que en la actualidad vienen siendo vulnerados a través del proceso penal
sumario y por el sistema inquisitivo implantado por el Código de Proce-
dimientos Penales de 1940 (C de P.P. de 1940) y sus modificatorias. Estamos
transitando de un proceso con rasgos marcadamente inquisitivos, bási-
camente escrito, reservado y secreto, a otro acusatorio, adversarial, oral,
contradictorio y público.
(*) Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Egresado de la Maestría en Derecho Penal de la
misma universidad. Abogado asociado del Estudio Benites, Forno Ugaz & Ludowieg, Andrade Abogados.
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EL PRINCIPIO DE ORALIDAD
(1) Acerca de la definición de principio, véase Sánchez Velarde, Pablo. Manual de Derecho Procesal
Penal. Idemsa, 2006, Lima, p. 243.
(2) Binder, Alberto M. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ad Hoc, Buenos Aires, 2009, p. 100.
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EL PRINCIPIO DE ORALIDAD
1. Principio de contradicción
El principio de contradicción es un rasgo esencial del sistema acu-
satorio(3) y su aplicación va de la mano con la implementación del princi-
pio de oralidad en el procedimiento penal. La contradicción “materializa
(3) Tal como hemos precisado en: “El rol de los operadores de la Justicia Penal en el Nuevo Código Pro-
cesal Penal”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 4, Gaceta Jurídica, Lima, octubre de 2009:
“[E]l NCPP de 2004 recoge un modelo acusatorio adversarial y no un modelo acusatorio puro. Existen
algunos rasgos que evidencian que no estamos ante un modelo acusatorio puro. Uno de ellos es el hecho
de que luego de formalizada la investigación preparatoria el fiscal ya no puede dar por concluida la in-
vestigación por si mismo, sino que tiene que requerírselo al juez (…). Otro rasgo (…) es que el Juez está
facultado a solicitar pruebas de oficio”.
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2. Principio de inmediación
La oralidad también esta íntimamente relacionada con la inmedia-
ción, toda vez que la mejor forma en la que un magistrado conoce los
hechos es cuando las partes los presentan oralmente, con la posibilidad
de argumentar y contraargumentar.
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3. Principio de concentración
La concentración de las audiencias en el juicio oral y en la investi-
gación preparatoria implica que deben desarrollarse de manera continua,
sucesiva y en el menor plazo de tiempo, a efectos de que el juez resuelva
con pleno conocimiento del tema. En los incidentes promovidos a nivel
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(10) Zaffaroni, Eugenio R. Sistemas penales y derechos humanos en América Latina. (Informe Final
1982-1986). Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Depalma, 1986, p. 157.
(11) Schmidt, Eberhard. Los fundamentos teóricos y constitucionales del Derecho Procesal Penal. Ed. Bi-
bliográfica Buenos Aires, 1957, pp. 252-262.
(12) San MartÍn Castro, César. Derecho Procesal Penal. Volumen I. Grijley, Lima, 1999, p. 83.
(13) Montero Aroca, Juan. Ob. cit., p. 293.
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(14) Chacin Fuenmayor, Ronald. “Sobre algunos aspectos fundamentales de la Interpretación Constitu-
cional: Enfoques o métodos interpretativos”. En: <http://enj.org/portal/biblioteca/principios_fundamenta-
les/interpretacionconstitucional/7.pdf>.
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(15) Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Exp. N° 1739-92, del 1 de julio de 1992.
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tercero civil, motivos que fundamentan su pretensión así como las prue-
bas que acreditan su derecho.
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artículo 165 del CPP de 2004, que regula las reglas para la abstención
para rendir testimonio. El afectado, salvo en los casos de secreto de Es-
tado, podrá instar la intervención judicial para establecer si correspondía
la incautación o exhibición de todos los documentos o actos intervenidos
por el fiscal. Obviamente, en estos casos se deberá instaurar una audien-
cia previa para que el juez de la investigación preparatoria resuelva la so-
licitud del imputado.
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En ambos casos, tanto del imputado como del testigo, el juez deberá
resolver previa audiencia.
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Este es un gran avance del CPP de 2004 toda vez que la existencia de
una audiencia en apelación de sentencia, en la que haya opción de eva-
luar debidamente los actuados y resolver sobre la base de los principios
constitucionales de inmediación, contradicción, oralidad y publicidad de-
termina que la resolución de la Sala sea acorde a la verdad procesal.
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Una vez que el juez notifica el auto que dispone la incoación del pro-
ceso inmediato, el fiscal formulará acusación, la cual será remitida por el
juez de la investigación preparatoria al juez penal competente, para que
dicte auto de enjuiciamiento y de citación a juicio. Si el juez rechaza la
instauración del proceso inmediato, el fiscal debe emitir la disposición
que corresponda disponiendo la formalización o continuación de la inves-
tigación preparatoria.
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También se debe fijar una audiencia previa en los casos que el acuer-
do de colaboración se presente cuando el expediente se encuentra en el
juzgado penal pero antes que se inicie el juicio oral; si se inicia con pos-
terioridad a la sentencia; si el fiscal solicita la revocatoria del acuerdo;
cuando la revocatoria se refiere a la exención de pena; y cuando la revo-
catoria se refiere a la disminución de pena.
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EL PRINCIPIO DE ORALIDAD
Conclusiones
1. El principio de oralidad, pilar fundamental del nuevo sistema
procesal penal, implica que las partes en un proceso judicial penal tie-
nen derecho a ser oídas, debiendo sustentar sus pretensiones verbalmente
ante el juez, en audiencia. La oralidad permite que en el proceso penal se
apliquen principios fundamentales como la inmediación, contradicción,
concentración y publicidad.
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Percy García Cavero
La nulidad
procesal de las
disposiciones
fiscales en
el proceso penal
La nulidad procesal de las disposiciones
fiscales en el proceso penal
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(1) Vide TABOADA PILCO. Jurisprudencia y buenas prácticas en el nuevo Código Procesal Penal. Lima,
2009, p. 132 y ss.
(2) Vide GÁLVEZ VILLEGAS. El Ministerio Público. Lima, 2010, p. 25.
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La nulidad procesal de las disposiciones fiscales en el proceso penal
(3) A los que se suman los principios de indivisibilidad, imparcialidad, objetividad, legalidad, responsabili-
dad, equidad e insustituibilidad. Vide, con mayor detalle, ANGULO ARANA, Pedro. La función fiscal.
Lima, 2007, p. 186 y ss.
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(4) Así, el auto de nulidad del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Trujillo en el Exp. N° 2749-
2007 (considerando noveno).
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(5) Vide, similarmente, MORENO/CORTÉS. Introducción al Derecho Procesal. 3ª edición, Valencia, 2008,
p. 237; MUERZA/HINOJOSA. “Los actos del proceso penal”: En: Derecho Procesal Penal, De la Oliva
y otros, Madrid, 1994, p. 252.
(6) VILELA CARBAJAL. “Las nulidades procesales y su tratamiento en el nuevo Código Procesal Penal”.
En: Doctrina & Práctica. N° 11 (noviembre de 2008), p. 100.
(7) En el estudio de los actos procesales se distinguen los presupuestos (circunstancias fácticas o jurídi-
cas, independientes, anteriores y externas al acto mismo que deben concurrir a fin de que produzca sus
efectos como es el caso de la jurisdicción, la competencia o la capacidad), los requisitos (circunstancias
coetáneas al acto con trascendencia jurídica como los requisitos de lugar, tiempo o forma) y las condi-
ciones (circunstancias que se caracterizan porque pueden concurrir con posterioridad al acto). Vide, al
respecto, MUERZA/HINOJOSA. Ob. cit. En: Derecho Procesal Penal, De la Oliva y otros, p. 252. Sin
embargo, respecto de las condiciones, ROXIN. Derecho Procesal Penal (trad. Córdova/Pastor), Buenos
Aires, 2000, p. 176 y s., rechaza la posibilidad de que un acto procesal esté sometido a ellas, pues debe
existir claridad sobre su comienzo, estado y fin en el proceso penal. En todo caso, lo que podría ser admi-
sible es un requerimiento eventual (por ejemplo, la solicitud de incautación de determinados objetos que
se puedan encontrar en un allanamiento judicialmente autorizado).
(8) Vide, con mayor detalle, SCHMIDT. Fundamentos teóricos y constitucionales del Derecho Procesal
Penal (trad. Núñez), Buenos Aires, 1957, p. 122 y ss.; VILELA CARBAJAL. Nulidades procesales civi-
les y sentencia firme. Lima, 2007, p. 40 y ss.
(9) Así, DEL VALLE RANDICH. Derecho Procesal Penal. Parte general. Segundo Tomo, Lima, s/f, p. 54,
consideraba el acto procesal como un acto jurídico.
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1. La manifestación de voluntad
La manifestación de voluntad es un elemento esencial de las actua-
ciones procesales(10), en la medida que define el efecto procesal procurado
por la partes procesales o decidido por el juez. Al respecto, resulta perti-
nente diferenciar los actos procesales de las partes, de los actos procesa-
les del juez. Los primeros están dirigidos a obtener una actuación judi-
cial, una tutela(11), por lo que la eficacia del acto procesal de las partes no
dependerá de lo manifestado por ellas, sino de la idoneidad del acto para
tener el efecto procesal procurado, lo que solamente puede ser decidido
por el juez. Solo a través del juez y por decisión de este las partes pueden
conseguir en el proceso lo que procuran con su actuación procesal(12). En
el caso de los actos procesales del juez, por el contrario, la voluntad ex-
presada da lugar a una decisión con efectos inmediatos en el proceso, la
cual puede ser de trámite, de resolución de un incidente suscitado en el
proceso o de conclusión de la instancia(13).
(10) Así, BELING. Derecho Procesal Penal (trad. Fenech), Buenos Aires, 2000, p. 130, respecto de lo que
llamaba el negocio jurídico procesal penal.
(11) Vide, así, VILELA CARBAJAL. Nulidades procesales civiles y sentencia firme, p. 41. Si bien en la doc-
trina procesal (vide SCHMIDT. Ob. cit., p. 127 y ss.) diferencia dentro de los actos procesales de las par-
tes (acusado y acusador) los actos de obtención (actos dirigidos a obtener un pronunciamiento concreto
del juez) y los actos constitutivos (actos que contribuyen al proceso, pero no buscan un pronunciamiento
específico), la eficacia procesal de estos últimos se limita a ser atendidos o no por el juez por su aptitud
para formar la situación procesal.
(12) Vide VILELA CARBAJAL. Ob. cit., p. 42.
(13) Así, BAUMANN. Derecho Procesal Penal. Conceptos fundamentales y principios procesales (trad.
Finzi), Buenos Aires, 1989, p. 221, enmarca dentro de los actos procesales judiciales los decretos, autos
y sentencias.
(14) Similarmente, BELING. Ob. cit., p. 135; ROXIN. Ob. cit., p. 174.
(15) Vide BAUMANN. Ob. cit., p. 225 y ss.
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La nulidad procesal de las disposiciones fiscales en el proceso penal
2. El objeto
El acto procesal tiene como objeto producir efectos directos e inme-
diatos en el proceso. No se estará, por lo tanto, ante un acto procesal si
el objeto del acto no es producir efectos en el proceso, aun cuando se
haya realizado en el proceso mismo (por ejemplo, el reconocimiento de
una deuda civil en una investigación penal por un delito de lesiones). De
la misma forma, un acto que solo tiene una relevancia procesal mediata
tampoco podrá ser considerado, en estricto, un acto procesal(19) (por ejem-
plo, la prórroga de competencia incluida en un contrato en materias en las
que la competencia de los jueces resulta prorrogable).
(16) ROXIN. Ob. cit., p. 173, destaca que la manifestación debe desencadenar voluntariamente las conse-
cuencias jurídicas en el proceso.
(17) Vide BELING. Ob. cit., p. 152; SCHMIDT. Ob. cit., p. 124.
(18) Vide VILELA CARBAJAL. Ob. cit., p. 35 y s.
(19) Vide Ibídem, p. 38. A estos actos, DEL VALLE RANDICH. Ob. cit., p. 52, los llamaba actos extraprocesales.
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3. La causa
En la doctrina civil, la causa como elemento esencial del negocio ju-
rídico constituye uno de los tópicos de discusión más polémicos y en el
que hay poco consenso(20). Sin pretender resolver una discusión en la que
los mismos civilistas no se ponen de acuerdo, podría partirse de la idea
de que la causa del negocio jurídico está referido a la razón que justi-
fica que una determinada voluntad produzca determinados efectos jurí-
dicos. En el ámbito del Derecho procesal, difícilmente se podría afirmar
una causa particular para cada acto procesal, por lo que los procesalistas
tienden a identificar la causa del acto procesal con la causa del proce-
so(21). Desde esta perspectiva, la causa del acto procesal, común a todos
ellos, sería el interés o necesidad de una tutela procesal efectiva, lo que
hace muy difícil la realización de actos procesales que apunten a la con-
secución de una tutela jurídica ilícita. Quizá podría plantearse el ejemplo
de la demanda presentada por una persona con una enfermedad incura-
ble que le pide al Poder Judicial que ordene que se proceda a quitarle la
vida. Queda claro que, dado el carácter indisponible de la vida y el tenor
del capítulo de homicidio del Código Penal, la solicitud de tutela judicial
sería contraria al Derecho.
(20) Vide LOHMANN LUCA DE TENA. El negocio jurídico. 2ª edición, Lima, 1987, p. 69.
(21) Informa sobre esta cuestión en la discusión procesal, VILELA CARBAJAL. Ob. cit., p. 40.
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La nulidad procesal de las disposiciones fiscales en el proceso penal
4. La formalidad
En el caso de los actos procesales, la forma adquiere una singular im-
portancia(22). Se trata del aspecto exterior que debe revestir el acto proce-
sal(23). Es importante destacar que la forma de los actos procesales no es
un ritualismo irracional que impone la cultura procesal, sino que cumple
determinados fines en el proceso, como, por ejemplo, el aseguramiento y
prueba del acto procesal, la mejor comprensión de lo expresado o el ejer-
cicio de una defensa ordenada y eficaz(24). En el Código Procesal Penal se
establecen un conjunto de disposiciones generales sobre las formalidades
de los actos procesales en relación con el idioma (artículo 114), el lugar
(artículo 116) y el tiempo (artículo 117)(25). En cuanto a la declaración de
voluntad del acto procesal, el nuevo modelo procesal se inclina funda-
mentalmente por la forma oral(26).
(22) Vide CÁCERES JULCA. Las nulidades en el proceso penal. Jurista, Lima, 2007, p. 40.
(23) Similarmente, BELING. Ob. cit., p. 141.
(24) Vide BAUMANN. Ob. cit., p. 229.
(25) Sobre las relaciones espaciales y temporales en los actos procesales, con mayor detenimiento, BELING.
Ob. cit., p. 146 y ss.
(26) Así, también en el Derecho Procesal Penal español: MORENO/CORTÉS. Ob. cit., p. 249.
(27) Vide, así, la propuesta de BINDER. El incumplimiento de las formas procesales. Buenos Aires, 2001, p. 47
y ss.; EL MISMO. “Invalidez de los actos procesales y formas del proceso”. En: Garantías constitucio-
nales y nulidades procesales. I. Revista de Derecho Penal, Donna (dr.), Buenos Aires, 2001, p. 207 y ss.
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La nulidad procesal de las disposiciones fiscales en el proceso penal
(31) Vide, así, SAN MARTÍN CASTRO. Derecho Procesal Penal. 2ª edición, II, Lima, 2003, p. 1022.
(32) En esta línea, BINDER. Ob. cit., p. 47 y s.; CÁCERES JULCA. Ob. cit., p. 40.
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(33) Queda claro que las prescripciones del Derecho Civil no definen la relevancia de los vicios de la volun-
tad en el acto procesal, pues estas cuestiones tienen que tener su respuesta desde el punto de vista proce-
sal. Vide, en este sentido, SCHMIDT. Ob. cit., p. 123.
(34) Así, críticamente, VILELA CARBAJAL. “Las nulidades procesales en el Proceso Penal”. En: Jus. Doc-
trina & Práctica. N° 11 (noviembre de 2008), p. 109.
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La nulidad procesal de las disposiciones fiscales en el proceso penal
nulidad no debe declararse respecto de los actos de las partes que, de por
sí, no producen efectos procesales, sino solamente respecto del acto pro-
cesal del juez. Para decirlo en otras palabras: la nulidad procesal recae
sobre actos del juez, sea que se trate de las decisiones que toma a lo largo
del proceso penal, sea que se trate de un pronunciamiento ante un acto de
postulación o solicitud de una de las partes procesales. En consecuencia,
solo los actos jurisdiccionales serían susceptibles de ser declarados pro-
cesalmente nulos(35).
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(37) Vid., así, MUERZA/HINOJOSA, en Derecho Procesal Penal, De la Oliva y otros, p. 262 y s.
(38) Así, VILELA CARBAJAL. Ob. cit., p. 105.
(39) Aunque GÁLVEZ/RABANAL/CASTRO. El Código Procesal Penal. Comentarios descriptivos, ex-
plicativos y críticos. Lima, 2009, p. 55, hacen la atingencia que, en casos excepcionales, tratándose de
medidas cautelares y otras medidas urgentes, pueden decidir sobre su adopción con cargo a solicitar su
confirmación por parte del juez.
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La nulidad procesal de las disposiciones fiscales en el proceso penal
(40) MORENO/CORTÉS. Ob. cit., p. 40, definen la potestad jurisdiccional, atribuida en exclusiva al Poder
Judicial, como la potestad “de decir el Derecho y de lograr incluso por la fuerza que las decisiones judi-
ciales se cumplan y, con ello, que los derechos de los ciudadanos sean debidamente amparados”.
(41) Ibídem, p. 166.
(42) Vide BINDER. Ob. cit., p. 14.
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Otto Santiago Verapinto Márquez
El control judicial
inmediato de la
detención en el
Código Procesal
Penal de 2004
El control judicial inmediato
de la detención en el Código
Procesal Penal de 2004
INTRODUCCIÓN
La libertad, qué duda cabe, después de la vida humana, constituye un
bien jurídico de especial relevancia en una sociedad democrática, pues
se constituye en la plataforma esencial del individuo para el pleno de-
sarrollo del resto de intereses jurídicos que le reconoce el ordenamiento
jurídico(1).
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EL CONTROL JUDICIAL INMEDIATO DE LA DETENCIÓN
(6) CASSEL, Douglas. “El Derecho Internacional de los Derechos Humanos y la Detención Preventiva”.
En: Revista del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Nº 21, San José, IIDH, 1995, p. 36.
(7) “En los términos del artículo 5.2 de la Convención toda persona privada de libertad tiene derecho a vivir
en condiciones de detención compatibles con su dignidad personal y el Estado debe garantizarle el
derecho a la vida y a la integridad personal. En consecuencia, el Estado, como responsable de los esta-
blecimientos de detención, es el garante de estos derechos de los detenidos”. Corte Interamericana de
Derechos Humanos. Caso Neira Alegría y otros. Sentencia del 19 de enero de 1995. Serie C, Nº 20, párr.
60. Reiterado en: Corte Interamericana De Derechos Humanos. Caso Durand y Ugarte, Sentencia de 16
de agosto de 2000. Serie C, Nº 68, párr. 78. Caso Cantoral Benavides. Sentencia del 18 de agosto de
2000. serie C, Nº 69, párr. 87. En el mismo sentido: Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso
Castillo Petruzzi. Sentencia del 30 de mayo de 1999. serie C, Nº 52, párr. 195.
(8) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Bulacio. Sentencia del 18 de septiembre de 2003.
Serie C, Nº 100, párr. 126.
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OTTO SANTIAGO VERAPINTO Márquez
(9) “El artículo 9, que trata del derecho a la libertad y a la seguridad personales, ha sido interpretado con
frecuencia de forma bastante estricta en los informes de los Estados Partes, que por lo tanto han aportado
una información incompleta.
El Comité señala que el párrafo 1 es aplicable a todas las formas de privación de libertad, ya sea como
consecuencia de un delito o de otras razones, como por ejemplo las enfermedades mentales, la vagancia,
la toxicomanía, las finalidades docentes, el control de la inmigración, etc. (...)”. Naciones Unidas. Comité
de Derechos Humanos. Observación General 8. Del 30 de julio de 1982, párr. 1.
(10) “( ... ) La detención de personas por tiempo indefinido, sin formulación de cargos precisos, sin proceso,
sin defensor y sin medios efectivos de defensa, constituye indudablemente una violación del derecho a la
libertad y al debido proceso legal”. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Informe Argentina
(1980), Cap. IV, párr. 3.
(11) O ‘DONELL, Daniel. Protección Internacional de los Derechos Humanos. Comisión Andina de Juristas,
Lima, 1989, p. 125.
(12) “[ ... ] Esto es más grave si se tiene en cuenta que en muchos casos los detenidos han sido juzgados y
sobreseídos por la justicia civil o militar y, sin embargo, siguen detenidos a órdenes del Poder Ejecutivo.
Lo mismo acontece cuando las personas han cumplido la condena y a pesar de ello continúan detenidas
sine die”. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Informe Argentina (1980), Cáp. IV, párr. 3.
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Informe Cuba (1983), Cap. III.
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EL CONTROL JUDICIAL INMEDIATO DE LA DETENCIÓN
Empero, más allá de la distinción entre una detención ilegal y una ar-
bitraria, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha precisado que:
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OTTO SANTIAGO VERAPINTO Márquez
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EL CONTROL JUDICIAL INMEDIATO DE LA DETENCIÓN
(20) Corte Europea de Derechos Humanos. Case Kurt v. Turkey. Judgment of 25 May 1998, párr. 124. Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Caso Bámaca Velásquez. Sentencia del 25 de noviembre de 2000.
Serie C, Nº 70, párr. 140. En el mismo sentido: Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Juan
Humberto Sánchez. Sentencia del 7 de junio de 2003. Serie C, Nº 99, párr. 84. Corte Interamericana de
Derechos Humanos. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros). Sentencia del 19 de
noviembre de 1999. Serie C, Nº 63, párr. 135.
(21) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Bulacio. Sentencia del 18 de septiembre de 2003.
Serie C, Nº 100, párr. 129.
(22) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión consultiva sobre el hábeas corpus bajo suspensión
de Garantías. OC-8/87 del 30 de enero de 1987. Serie A, Nº 8, párr. 35.
(23) Ibídem, párr. 35, 37-40 y 42.
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OTTO SANTIAGO VERAPINTO Márquez
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EL CONTROL JUDICIAL INMEDIATO DE LA DETENCIÓN
“Esta Corte ha establecido que no basta que los recursos existan for-
malmente sino que los mismos deben dar resultados o respuestas a
las violaciones de derechos humanos, para que estos puedan ser con-
siderados efectivos. Es decir, que toda persona debe tener acceso a
un recurso sencillo y rápido ante jueces o tribunales competentes
que amparen sus derechos fundamentales(30). Dicha garantía consti-
tuye uno de los pilares básicos, no solo de la Convención America-
na, sino del propio Estado de Derecho en una sociedad democrática
en el sentido de la Convención”(31). Además, como igualmente ha
señalado el Tribunal, “no pueden considerarse efectivos aquellos
(29) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Cantoral Benavides. Sentencia del 18 de agosto de
2000. Serie C, Nº 69, párr. 163. En el mismo sentido: Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso
Durand y Ugarte, sentencia del 16 de agosto de 2000. Serie C, Nº 68, párr. 101; Corte Interamericana de
Derechos Humanos. Caso Castillo Petruzzi y otros. Sentencia del 30 de mayo de 1999. Serie C, Nº 52,
párr. 184.
(30) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Cinco Pensionistas. Sentencia del 28 de febrero de
2003. Serie C, Nº 98, párr. 126; Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Cantos. Sentencia del
28 de noviembre de 2002. Serie C, Nº 97, párr. 52; Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso de
la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni. Sentencia del 31 de agosto de 2001. Serie C, Nº 79, párr.
112; Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Bámaca Velásquez. Sentencia del 25 de noviem-
bre de 2000. Serie C, Nº 70, párr. 191.
(31) En este sentido: Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Canto. Sentencia del 28 de noviem-
bre de 2002. Serie C, Nº 97, párr. 52; Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso de la Comuni-
dad Mayagna (Sumo) Awas Tingni. supra nota 3, párr. 112; y Corte Interamericana de Derechos Huma-
nos. Caso Ivcher Bronstein. Sentencia del 6 de febrero de 2001. Serie C, Nº 74, párr. 135.
87
OTTO SANTIAGO VERAPINTO Márquez
recursos que, por las condiciones generales del país o incluso por las
circunstancias particulares de un caso dado, resulten ilusorios(32)”.
Sobre las características que debe tener este recurso, la Corte In-
teramericana ha explicado:
(32) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Juan Humberto Sánchez. Sentencia del 7 de junio de
2003. Serie C, Nº 99, párr. 121.
(33) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Bulacio. Sentencia del 18 de septiembre de 2003.
Serie C, Nº 100, párr. 127.
(34) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Juan Humberto Sánchez. Sentencia del 7 de junio
de 2003. Serie C, Nº 99, párr. 122. Véase también: Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso
Bámaca Velásquez. Sentencia del 25 de noviembre de 2000. Serie C, Nº 70, párr. 192; Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos. Caso Cantoral Benavides. Sentencia del 18 de agosto de 2000. Serie C,
Nº 69, párr. 165. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Durand y Ugarte. Sentencia del 16
de agosto de 2000. Serie C, Nº 68, párr. 103.
88
EL CONTROL JUDICIAL INMEDIATO DE LA DETENCIÓN
(35) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Velásquez Rodríguez. Sentencia del 29 de julio de
1988. Serie C, Nº 4, párr. 64 y 66.
(36) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión consultiva sobre las garantías judiciales en Esta-
dos de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). OG9/87
del 6 de octubre de 1987. Serie A, Nº 19, párr. 41. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso
Cantoral Benavides. Sentencia del 18 de agosto de 2000. Serie C, Nº 9, párr. 72.
(37) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Castillo Petruzzi. Sentencia del 30 de mayo de 1999.
Serie C, Nº 52, párr. 109.
89
OTTO SANTIAGO VERAPINTO Márquez
1. Concepto
Es un mecanismo procesal que cautela los derechos del detenido en
los delitos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas y que opera
ante su requerimiento al juez de investigación preparatoria con el objeto
de averiguar los motivos de la privación de la libertad, el avance de las
investigaciones y el estado de su salud con la finalidad de cautelar su de-
recho de defensa o detectar irregularidades en la investigación a la que se
encuentra sometido.
a) Formalidad
La norma en comentario solo refiere “a requerimiento del detenido”
sin indicar la formalidad. Debemos entender que es mediante escrito.
b) Legitimidad
El sujeto procesalmente legitimado para su interposición es el deteni-
do, y aunque esto no haya sido expresamente señalado en la norma, tam-
bién está legitimada su defensa técnica y, por tratarse de la afectación a
un derecho fundamental como la libertad, la de cualquier otra persona en
su favor.
(38) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso cinco pensionistas. Sentencia del 28 de febrero de
2003, Serie C, Nº 98, párr. 122.
90
EL CONTROL JUDICIAL INMEDIATO DE LA DETENCIÓN
c) Oportunidad
Es restringida durante el plazo de detención de quince días naturales
en los delitos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas.
d) Objeto
1. Averiguar los motivos de la privación de la libertad.
e) Finalidad
1. Cautelar el derecho de defensa del detenido.
2. El éxito de la investigación.
f) Competencia
Es competente el juez de la investigación preparatoria, también deno-
minado “juez de garantía(40)”, por regla general, es el funcionario jurisdic-
cional que tiene a su cargo ejercer el control de legalidad sobre todas las
medidas tomadas en la etapa de investigación que afecten los derechos
fundamentales del acusado. La función general del juez de investigación
91
OTTO SANTIAGO VERAPINTO Márquez
g) Medidas
El juez penal, en estos casos, está especialmente facultado para adop-
tar las siguientes medidas:
(41) “Manual para el juez de control de garantías en el sistema acusatorio penal”. En: <http://www.ramajudicial.
gov.co/csj_portal/>.
(42) Véase artículo 71.2 del CPP de 2004 (Derechos del imputado).
92
EL CONTROL JUDICIAL INMEDIATO DE LA DETENCIÓN
CONCLUSIONES
1. Lo que se pretende motivar, luego de cuatro años de vigencia del
Código Procesal Penal, es una relectura creativa ante la casuísti-
ca, con la intención de acabar la inercia operativa de los sujetos
procesales (en este caso de la defensa técnica) en la aplicación de
instrumentos procesales novedosos y de gran utilidad para lograr
los fines del proceso penal(43).
(43) Al respecto se evidencia inactividad procesal de los operadores en el uso de medidas de protección
(artículo 247 del CPP de 2004), suspensión preventiva de derechos (artículo 297 del CPP de 2004), ofrecer
peritos de parte que intervengan en las necropsias (artículo196.3 in fine del CPP de 2004); la interven-
ción corporal (artículo 211 del CPP de 2004), entre otros.
93
OTTO SANTIAGO VERAPINTO Márquez
94
EL CONTROL JUDICIAL INMEDIATO DE LA DETENCIÓN
(45) BAYTELMAN A. y DUCE M. Litigación penal, juicio oral y prueba. Instituto de Ciencia Procesal, Edi-
torial Alternativas, Lima, 2005, p. 18.
95
José Antonio Neyra Flores
La prisión
preventiva
Aportes para contar
con mejores métodos
de obtención de
información de calidad
La prisión preventiva
Aportes para contar con mejores métodos
de obtención de información de calidad
(*) Doctor en Derecho. Juez Penal de la Corte Suprema de Justicia. Profesor de Derecho Procesal Penal de las
Maestrías de Derecho Penal y Procesal de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad de San
Martín de Porres y Academia de la Magistratura.
99
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
100
LA PRISIÓN PREVENTIVA
(1) Sin embargo, cierto sector de la doctrina señala que la adopción de la prisión preventiva como medida
restrictiva de derechos trae consigo una afectación directa al principio de presunción de inocencia, pero
reconoce que pese a ello, la cuestión de la compatibilidad entre la prisión preventiva y el principio de
presunción de inocencia se encuentra aún en discusión. Mientras que para otros no hay posibilidad de
armonización entre estas. Finalmente, hay quienes plantean que el principio de presunción de inocencia
no logra excluir y neutralizar la aplicación de la prisión preventiva.
(2) Esta medida adoptada, que afecta directamente al derecho a la libertad, no debe imponerse como una me-
dida de aseguramiento, ni menos como un adelantamiento de la pena. Por ello es fundamental la obser-
vancia de excepcionalidad de la medida y la menos gravosa que permita asegurar los fines del proceso.
(3) DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. “La prisión preventiva en el Nuevo Código Procesal Penal: requisitos,
características y marco general aplicable”. En: Actualidad Jurídica. Nº 159, Gaceta Jurídica, Lima, febrero
de 2007, pp. 110 y 111.
101
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
102
LA PRISIÓN PREVENTIVA
(6) NEYRA FLORES, José Antonio. Manual del nuevo proceso penal & de litigación oral. Idemsa, Lima,
2010, p. 521.
(7) VÁSQUEZ ROSSI, Jorge E. Derecho Procesal Penal: Conceptos generales. Tomo I. Rubinzal Culzoni,
Buenos Aires, 2004, p. 203.
(8) DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. Ob. cit., pp. 110 y 111.
103
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
(9) ASENCIO MELLADO, José María. “La regulación de la prisión preventiva en el Código Procesal Penal
del Perú”. En: CUBAS VILLANUEVA, Víctor y otros. El Nuevo Proceso Penal: estudios fundamenta-
les. Palestra, Lima, 2004, pp. 494-495.
(10) MONTERO AROCA, Juan y otros. Derecho jurisdiccional. pp. 455 y 456. (cit.) SAN MARTÍN
CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Vol. II. (2da Ed.) Grijley, Lima, 2003, p. 1123.
104
LA PRISIÓN PREVENTIVA
(11) PUJADAS TORTOSA, Virginia. Teoría general de las medidas cautelares penales, Marcial Pons, Ma-
drid, 2008, pp. 109-118.
105
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
106
LA PRISIÓN PREVENTIVA
(13) PONCE CHAUCA, Nataly y otros. “La prisión preventiva en Perú: estudio de 112 audiencias en 7 distri-
tos judiciales con el Nuevo Código Procesal Penal”. En: <http://weblcv.com/ls/prv/art.pdf>. Lima, 2010.
p. 51.
107
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
108
LA PRISIÓN PREVENTIVA
(16) El caso es de Huaura del 23 de octubre de 2008, a horas 4:30 pm. Se trató de una audiencia de solicitud
de prisión preventiva en el proceso seguido contra Alvarado Cruz Edgar, por el presunto delito de tráfico
ilícito de drogas, Expediente Nº 2008-1524, se encontraron presentes: Feliciano Francia Flores (Fiscal
Provincial corporativo de Huaura) y Walter Espinoza Noriega (Defensa técnica de Alvarado Cruz Edgar).
(17) PONCE CHAUCA, Nataly y otros. Ob. cit., p. 62.
109
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
110
LA PRISIÓN PREVENTIVA
Esto es una mala práctica, ya que en este nuevo proceso penal acu-
satorio el juez debe formar su convicción en la audiencia bajo los princi-
pios de inmediación, oralidad, concentración, continuidad, contradicción,
publicidad e imparcialidad(21) y no en la lectura de los actuados.
111
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
Es claro que no se puede decir que una resolución está elaborada co-
rrectamente si ella no expresa lo acaecido en la audiencia, pues este es
un escenario donde las partes ejercen sus derechos mediante la discusión
al presentar oralmente sus peticiones y argumentos; y tienen la posibili-
dad de controvertir la opinión de su oponente(25). Por eso señalan Leticia
Lorenzo y Enrique MacLean que en la audiencia las partes realizan un
control de la información de su contraparte, no solo sobre su relevancia
sino también acerca de su veracidad.
(23) Audiencia con vista del Expediente Nº 2007-2020 por el delito de lesiones seguidas de muerte previstas
en el artículo 121 inc. 3 in fine del Código Penal contra Leonel Maita Armando, siendo Katia Angélica
Marina Hurtado Gámez la Fiscal Adjunta Provincial de la Fiscalía Corporativa Penal de Huaura y el
abogado Defensor Alejandro Méndez Yanqui Meza.
(24) PONCE CHAUCA, Nataly y otros. Ob. cit., p. 80.
(25) LORENZO, Leticia y MACLEAN SORUCO, Enrique. Manual de Litigación Penal en Audiencias de
la Etapa Preparatoria. [S.E.] Bolivia, 2009. En línea: <http://www.cejamericas.org/doc/documentos/ma-
nualdefensalorenzo_maclean.pdf>.
112
LA PRISIÓN PREVENTIVA
113
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
114
LA PRISIÓN PREVENTIVA
Barranca
13 de octubre de 2008
Expediente: 800-2008
Juez: Dr. William Timaná Girio
Ministerio Público: Ronald Jorge Víctor Tambini Carrión
Presunto delito: Homicidio calificado
Fundado el requerimiento de prisión preventiva
Huacho
13 de octubre de 2008
Expediente: 2007-001535-60-1308-JR-PE-1
Juez: Leoncio Francisco Bolaños Cusimayta
Ministerio Público: 2º Despacho de decisión temprana de la Fiscalía Penal Corpora-
tiva de Huaura
Presunto delito: Violación de la libertad sexual
Fundado requerimiento de prisión preventiva
(30)
N° de audiencias Actuación de sujetos procesales Porcentaje
112 Fiscal sustenta el presupuesto material 100 %
92 El defensor contradice el sustento fiscal 82 %
109 Juez para resolver consideró lo expresado por las partes sobre el presupuesto material 96.64%
(31)
N° de audiencias Actuación de sujetos procesales Porcentaje
107 Fiscal sustenta el presupuesto material 96 %
55 El defensor contradice el sustento fiscal 49 %
93 Juez para resolver consideró lo expresado por las partes sobre el presupuesto material 89.8%
115
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
Por ello, el artículo 254 del CPP de 2004 establece que la resolución
judicial debe estar especialmente motivada, previa solicitud del sujeto
procesal legitimado, mediante una descripción sumaria de hechos, con la
indicación de las normas penales transgredidas (artículo 254.2 lit. a); ex-
posición de las específicas finalidades perseguidas y de los elementos de
convicción que justifican la medida dispuesta (artículo 254.2 lit. b) y la
fijación del término de duración (artículo 254.2 lit. c).
Tiempo de suspensión
Número de audiencias de una audiencia de Minutos
prisión preventiva
300 minutos
Máximo
(5 horas)
112
Promedio 49 minutos
Mínimo 4 minutos
116
LA PRISIÓN PREVENTIVA
117
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
118
LA PRISIÓN PREVENTIVA
(32) Ver NEYRA FLORES, José Antonio. Manual del Nuevo Proceso Penal & De Litigación Oral. Idemsa,
Lima, 2010, p. 733 y ss.
119
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
Recordemos que una teoría del caso es una oferta al juez sobre los
hechos a probar, las pruebas con las que se cuenta y su relevancia jurí-
dica, o sea, cuenta con tres componentes: jurídico, fáctico y probatorio,
constituyendo una brújula o el mapa con el que cada parte va a litigar.
Decimos que solo es una hipótesis cuando se desarrolla desde que se
toma conocimiento del caso hasta la acusación del fiscal; es una respuesta
tentativa a la solución del problema y va cambiando en función de los
elementos de convicción que se vayan consiguiendo.
(33) LORENZO, Leticia; LIMA MAGNE, Juan José; MACLEAN SORUCO, Enrique y LIMA MAGNE,
Iván. Manual de litigación en audiencias de medidas cautelares. Interiuris, Bolivia, 2009. En línea:
<http://www.novumparadigma.com.ar/upload/LITIGACION_EN_AUDIENCIA_DE_MEDIDAS_CAU-
TELARES.doc, p. 19>.
120
LA PRISIÓN PREVENTIVA
121
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
2. Metodología de la audiencia
Uno de los problemas generados en las audiencias de prisión preven-
tiva es que la información que transmite una parte, al ser extensa, no es
captada por la otra que, como consecuencia de esto, no la contradice to-
talmente y tampoco es retenida ni valorada totalmente por el juzgador no
solo por el tiempo de duración de la audiencia, sino porque no hay una
debida contradicción por cada presupuesto material previsto en el artículo
268 del CPP.
Así, las partes que argumentan sobre cada uno de los requisitos de
la medida cautelar que requieren o se oponen a ella, según sea el
fiscal o el defensor, captan íntegramente la información con rela-
ción a cada uno de ellos y contradicen todo lo argumentado, presu-
puesto por presupuesto; el juez hace preguntas al respecto y cuenta
(35) La base para su elaboración ha sido tomada de LORENZO, Leticia; LIMA MAGNE, Juan José;
MACLEAN SORUCO, Enrique y LIMA MAGNE, Iván. Ob. cit., p. 54.
122
LA PRISIÓN PREVENTIVA
123
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
124
LA PRISIÓN PREVENTIVA
Todo esto se construye con base en la teoría del caso de las partes.
Por ello, el primer foco de atención que debe tener en cuenta el juez, es
la hipótesis de teoría del caso del fiscal contenida en el requerimiento de
prisión preventiva y expuesta en la audiencia.
125
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
126
LA PRISIÓN PREVENTIVA
CONCLUSIONES
1. Los fiscales y abogados defensores deben hacer uso de las téc-
nicas de litigación oral en la audiencia de prisión preventiva, tener una
hipótesis de teoría del caso que les permita ordenar su información con
base en la concurrencia o no de los requisitos materiales de esta medida
coercitiva, y mejorar su destrezas y habilidades para poder transmitirla de
manera adecuada al juzgador.
127
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
128
LA PRISIÓN PREVENTIVA
ANEXO
“Papeleta de Litigación”(37)
Nro. de caso:
Juez Cautelar:
PRESUPUESTO MATERIAL
Nombre imputado
Hora, fecha y lugar hecho:
Delito
Elementos constitutivos del
delito
Participación Autor q Cómplice q Instigador q
Resumen del hecho atribuido al imputado: En este espacio el fiscal debe realizar un
relato del hecho constitutivo del delito, para a continuación desagregarlo en función de
la construcción de la teoría del caso
Teoría del caso
Elementos del tipo penal Proposiciones fácticas Elementos de convicción
Prueba 1 PF 1
PF 1 Elemento 1
Prueba 2 PF 1
Prueba 1 PF 2
PF 2 Elemento 1 Prueba 2 PF 2
Elemento 1
Prueba…
PF 3 Elemento 1
PF 1 Elemento 2
Elemento 2…
PF 2 Elemento 2
PF 3 Elemento 2
(37) Esta papeleta de litigación ha sido tomada del Manual de Litigación en Audiencias de Medidas Cautelares
elaborado por LORENZO, Leticia; LIMA MAGNE, Juan José; MACLEAN SORUCO, Enrique y LIMA
MAGNE, Iván, en: <http://www.novumparadigma.com.ar/upload/LITIGACION_EN_AUDIENCIA_DE_
MEDIDAS_CAUTELARES.doc> p. 54, como base para una papeleta de litigación propia del Perú y la he
modificado de acuerdo con la regulación de las medidas cautelares en nuestro ordenamiento procesal.
129
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
PELIGRO PROCESAL
FUGA
Circunstancias
Posible lista de chequeo Prueba / Indicio
generadoras de peligro
No tiene domicilio en el país
No tiene familia en el país
Arraigo insuficiente
No tiene amigos en el país
No tiene trabajo en el país
Tiene capacidad económica para abandonar
el país
Conoce gente fuera del país que puede
Tiene facilidad para facilitar su salida
abandonar el país Ha salido del país en ocasiones anteriores
Cuenta con documentación para salir del país
(pasaporte y fecha de tramitación)
Tiene posibilidad de cambiar su identidad
Tiene capacidad económica para moverse del
lugar donde se encuentra
Tiene posibilidades de Conoce gente que puede facilitarle el ocul-
permanecer oculto tamiento
Ha sido difícil dar con él durante el desarrollo
de la investigación
Ha averiguado formas de abandonar el lugar
Se ha comunicado con personas solicitándole
Está realizando actos
refugio
preparatorios de fuga
Ha iniciado trámites para conseguir docu-
mentación que le permita evadirse
Se ha sustraído de la justicia en procesos
Conducta previa de anteriores
evasión Ha intentado escapar en el momento en que
fue capturado
130
LA PRISIÓN PREVENTIVA
PELIGRO DE OBSTACULIZACIÓN
Circunstancias
generadoras de Posible lista de chequeo Prueba / Indicio
peligro
Posibilidad efectiva de acceder a los testigos/
peritos
Posibilidad económica de influir en los
testigos/ peritos
Amenazas o coacción
Antecedentes de relaciones entre la persona y
contra testigos /
los testigos/ peritos
peritos
Ha habido intento de comunicación con los
testigos/ peritos
Ha habido denuncias concretas por parte de
testigos/ peritos
Posibilidad de Posibilidad efectiva de acceso a la prueba
destrucción o material
modificación de la
Conocimiento de la prueba material existente
prueba material
PRINCIPIOS EN DISCUSIÓN
EXCEPCIONALIDAD
Circunstancias a
Posible lista de chequeo Prueba / Indicio
considerar
No es posible aplicar
No procede la detención domiciliaria debido
una medida menos
a que no posee domicilio conocido
gravosa
No procede la detención domiciliaria debido
a que no hay una persona que proporcione
domicilio para su cumplimiento
Los elementos acreditados para el peligro
procesal fundan la procedencia de la
detención preventiva
PROPORCIONALIDAD
Circunstancias a
Posible lista de chequeo Prueba / Indicio
considerar
Se trata de un delito:
- De acción pública
Gravedad del hecho - Que tiene prevista pena de privación de
libertad superior a cuatro años
La situación del imputado (social,
económica, de relación, etc.) hace probable
que efectivice el peligro procesal argüido
131
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
LÍMITE TEMPORAL
Circunstancias a
Posible lista de chequeo Prueba / Indicio
considerar
Cuánto tiempo llevará la investigación
La detención Complejidad de la investigación a llevar a
preventiva debe cabo
solicitarse por el Cuáles son los elementos probatorios que la
tiempo estimado investigación debe conseguir
que durará el peligro
procesal Cuál es la fecha estimada para la realización
del juicio
132
Raúl Ernesto Martínez Huamán
La etapa
intermedia
en la lógica del
sistema acusatorio
del nuevo Código
Procesal Penal
de 2004
La etapa intermedia en la lógica
del sistema acusatorio del nuevo
Código Procesal Penal de 2004
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo versará sobre una institución(1) del proceso penal
poco desarrollada, y casi nueva en la jurisprudencia y la doctrina nacio-
nal(2), debido a la poca importancia que tenía en el sistema de enjuicia-
miento penal anterior.
(*) Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Integrante de la Secretaría Técnica de la
Comisión Especial de Implementación del Código Procesal Penal en el Perú.
(1) Se entiende por institución jurídica a cada una de las materias o figuras creadas y reguladas por el Dere-
cho. Diccionario de la Real Academia. Editorial Planeta-De Agostini, Barcelona, 2001.
(2) DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. La Etapa Intermedia en el nuevo proceso penal acusatorio. Ara, Lima,
2010.
135
RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
En ese sentido, Claus Roxin señala que: “(…) el valor del procedi-
miento intermedio ha sido siempre cuestionado. El argumento principal
de sus enemigos reside en que, en caso de una decisión positiva, el tribu-
nal (por lo menos exteriormente) concurre con prejuicios al juicio oral,
pues ya con el auto de apertura ha declarado al acusado suficientemente
sospechoso de la comisión del hecho punible(5)”. Resumiendo, en el pro-
ceso regulado en el Código de Procedimientos Penales de 1940 resulta
contrario al principio de imparcialidad que la Sala Penal Superior encar-
gada de la etapa intermedia, sea la encargada de emitir la sentencia.
(3) Véase a HORVITZ LENNON, María Inés y LÓPEZ MASLE, Julián. Derecho Procesal Penal chileno.
Tomo II. Santiago-Chile, Ed. Jurídica de Chile, 2004, p. 9.
(4) Señala César SAN MARTÍN que: “La etapa intermedia comienza con el auto de elevación de la instruc-
ción (art. 203 del C. de P.P.)”. En: Derecho Procesal Penal. Segunda edición, Grijley, Lima, p. 608.
(5) Veáse a ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal. Vigésimo quinta edición, Traducción de Gabriela
Córdoba y Daniel Pastor. Buenos Aires, Editorial del Puerto, 2003, pp. 347 y 348.
136
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
(6) Uno de los grandes aportes del nuevo Código Procesal Penal viene a ser la realización previa de una
audiencia para resolver cualquier cuestión del proceso. Es decir, el juez está obligado a realizar, de modo
previo a su decisión, una audiencia y a resolver con base en la información obtenida en la audiencia.
(7) Señala Pérez Arroyo que no existe diferencia entre los términos: etapa y fase, los que son utilizados de
manera indistinta por la doctrina. “Política criminal y sistema de enjuiciamiento penal en la reforma pro-
cesal penal peruana de 2004. Una revisión a los modelos acusatorio y adversarial”. En: Gaceta Penal &
Procesal Penal, Tomo 10, Gaceta Jurídica. Lima, abril de 2010, p. 247.
(8) Vide Acuerdo Plenario N° 6-2009/CJ-116, f.j. 9-11. Sobre el tema del control de la acusación: BENAVENTE
CHORRES, Hesbert y AYLAS ORTIZ, Renato. “El control de la acusación Fiscal conforme al Acuerdo Ple-
nario Nº 6-2009/CJ-116”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal Tomo 7, Gaceta Jurídica. Lima, enero de 2010.
Asimismo a SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto. “El control de la acusación en los Códigos de Proce-
dimientos Penales y Procesal Penal de 2004”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 8, Gaceta Jurídica.
Lima, febrero de 2010. LAMAS PUCCIO, Luis. “El control de la acusación Fiscal. Alcances del Quinto Pleno
Supremo Penal”. En: Jurídica. Suplemento Legal del diario El Peruano. Lima, 19 de enero de 2010.
(9) “Entre ambas fases (investigación y juicio oral), se contempla la denominada gráficamente ‘etapa intermedia’
o de preparación del juicio oral, con múltiples objetivos (…), que la transforman en una fase esencial a pesar
de que a primera vista pudiera parecer que sólo persigue objetivos secundarios en relación a las finalidades más
claras que se pueden identificar para las etapas de la instrucción y juicio oral”. CAROCCA PÉREZ, Alex. “Etapa
intermedia o de preparación del juicio oral en el nuevo Proceso Penal chileno”. En: Ius et Praxis. Año 5, Nº 2,
Talca, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, 1999, pp. 115-116.
137
RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
el desarrollo del proceso penal, no solo porque sirve como una fase de
control de la investigación preparatoria, sino también como filtro para la
preparación de aquellas causas que merecen pasar a la etapa de juzga-
miento(10). Además, en la etapa intermedia se realiza un análisis técnico-
jurídico de todas las cuestiones del proceso, lo que exige la máxima capa-
cidad de los sujetos procesales.
En este sentido, señala Pérez Arroyo que: “El nuevo CPP, en una fase
intermedia […] “sanea” adecuadamente dicha pretensión [la acusación],
ajustando el objeto del proceso en razón del grado máximo de razonabi-
lidad con que debe operar el sistema de reacción penal y no llevar a jui-
cio pretensiones verdaderamente ridículas y carentes incluso de legitimi-
dad probatoria o, lo que es peor, carentes de legitimidad en la incoación
misma del procedimiento por un defecto sustancial en la relación proce-
sal penal entre el procesado y la pretensión penal(12)”.
(10) Cabe diferenciar el juzgamiento con el juicio oral, pues ambos son utilizados por ciertos autores como
sinónimos. Entendemos por juzgamiento aquella etapa en la que no solo se realiza la audiencia del juicio
oral, sino además el acto decisorio final (sentencia).
(11) Así lo señala el artículo 43 de la Constitución Política: “La República del Perú es democrática, social,
independiente y soberana”.
(12) Vide PÉREZ ARROYO, Miguel. Ob. cit. p. 228.
138
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
Por citar un ejemplo, señala Amodio Ennio, citado por Oscar Gue-
rrero Peralta(14), que el principio de oportunidad utilizado en el sistema
anglosajón no es el mismo que el utilizado por los italianos, siguiendo
estos últimos un sistema acusatorio mixto, al establecer:
(13) De forma similar Alberto Binder: “Mientras que el Derecho Penal, especialmente en lo que concierne
a la Teoría del Delito, ha alcanzado un grado de desarrollo importante y existe un consenso apreciable
sobre muchos de sus conceptos y sobre la estructuración del esquema de análisis de los presupuesto de
la pena, el Derecho Procesal Penal no ha elaborado aún una sistematización de análoga profundidad
científica. BINDER, Alberto. Iniciación al Proceso Penal Acusatorio. Alternativa. Lima, 2002, pp.15
y 16.
(14) Vide GUERRERO PERALTA, Oscar Julián. “El difícil encuentro entre el proceso penal anglosajón y
el proceso penal continental”. <www.juridicas.unam.mx> p. 1065. Citando a AMODIO ENNIO, en su
artículo: “Un accusatorio all’europea per la riforma della procedura penale continentale”. En: Il nuovo
codice di procedura penale visto dall’estero. Ob. cit., pp. 225-231. En la doctrina peruana, en un sentido
similar, Pérez Arroyo quien señala que la función del juez frente a este tipo de procedimientos abrevia-
dos en el sistema eurocontinental es distinta a la del juez estadounidense en el sentido que el segundo
sólo hace un examen de la voluntad y libertad de la persona que acepta el acuerdo negociado, mien-
tras que el juez eurocontinental tiene que controlar, además, la coherencia, logicidad y razonabilidad del
acuerdo negociado de cara a la sentencia condenatoria. Ob. cit., p. 254.
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RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
(15) Crítico con la utilización del principio de oportunidad en el modelo procesal penal alemán. ROXIN,
Claus. En: Acerca de la evolución del derecho procesal penal alemán. Al señalar que: “(…) La deci-
sión (principio de oportunidad) no surge de un proceso público controlable por cualquiera y desarrollado
conforme las reglas de la Ordenanza Procesal, sino de modo completamente informal a puertas cerradas.
La decisión tampoco exige ninguna fundamentación similar a la sentencia, de modo que nadie se entera
nunca por qué la culpa es exigua y no existe interés público en la persecución penal.” p. 3. Sin embargo,
para los italianos sí se puede aplicar el principio de oportunidad, siempre que el fiscal lo haga utilizando
una adecuada fundamentación.
(16) Uno de los críticos más vehementes con la aplicación del principio de oportunidad es Schünemann, al se-
ñalar que: “(...) Cuando la decisión efectiva se toma en el despacho del Juez durante conversaciones pre-
vias fuera de la sala de audiencias, difícilmente se cumple con los principios de audiencia oral y pública
en la que los fundamentos de la decisión se obtienen directamente frente a los ojos del público”. Citado
por ROXIN, Claus. Ob. cit., citando su artículo Wetterzeichen vom Untergang der deutschen Rechtskultur
(“Características del declive de la cultura jurídica alemana”), 2005.
(17) Citado por GUERRERO PERALTA, Oscar Julián. Ob. cit. p. 1061. En: Reflexionen über die Zukunft des
deutschen straverfahrens (“Reflexiones sobre el futuro del proceso penal alemán”).
140
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
imparcialidad, preclusión, etc.), pues esto nos dará una visión de la fun-
ción de garantía que cumple una etapa como esta.
(18) Vide Víctor Burgos Mariños, quien señala que el CPP de 2004 se encuentra dentro de un modelo acusato-
rio-adversarial, manifestando que: “Para mayoría de procesalistas peruanos, el Código Procesal Penal de
2004 recoge un modelo acusatorio adversarial, Arsenio Oré, José Neyra Flores, Pablo Talavera Elguera,
Víctor Cubas Villanueva y muchos más, y por supuesto, el maestro Florencio Mixan Mass”. En: BURGOS
MARIÑOS, Víctor. “La casación No 61-2009 y una tentativa de contrareforma en el proceso penal peruano”.
En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 9, Gaceta Jurídica, Lima, marzo de 2010.
(19) Esta posición es asumida por SAN MARTÍN CASTRO, Cesar. “Acerca de la función del Juez de inves-
tigación preparatoria”. En: Selección de lecturas. Lima, INCIPP. p. 192. Vide, críticamente contra los
que consideran que el nuevo código procesal penal está enmarcado en un modelo acusatorio-adversarial,
PÉREZ ARROYO, Miguel. Ob. cit. p. 251. También, y considerando que nos encontramos en un modelo
acusatorio propio de un sistema latinoamericano, SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto. El artículo
VIII del Título Preliminar del nuevo Código Procesal Penal: La prueba prohibida en el sistema acusato-
rio: ¿Admite excepciones? En: <www.iidp-scientia.com>, p. 11.
(20) Vide VOGLER, Richard. “Adversarialidad y el dominio angloamericano del proceso penal”. En:
AMBOS, Kai y MONTEALEGRE, Eduardo. Constitución y Sistema Acusatorio. Bogotá, Universidad
Externado, 2005, p. 190. La adversarialidad tiene sus orígenes en el desarrollo de la economía capitalista
en Inglaterra y no es coincidencia que haya sido creada por los mismos abogados del common law que
representaron a los empresarios en el mismo país que tomó la delantera en la revolución industrial. Es
esencialmente una aproximación de libre mercado al sistema penal basado en la negociación indivi-
dual, libertad de contratar y en el concepto del individuo como portador de derechos. Cfr. con Oscar
GUERERRO PERALTA: “Los ingleses sin embargo consideran que el sistema adversarial nace en el
siglo XVIII cuando el proceso deja de ser de parte y es tomado por los abogados y aquel se profesionali-
za, dando paso a garantías importantes como el derecho de defensa y la no incriminación”. Loc. cit.
141
RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
(21) Término utilizado por Gonzalo Del Río Labarthe, quien no comparte la utilización del término “operado-
res jurídicos” para hacer referencia a los actores del proceso penal (fiscal, juez, abogado defensor, etc.).
Ob. cit., p. 25
(22) Vide BINDER, Alberto. “¿Qué significa cambiar la justicia penal?”. En: Reforma del proceso penal en el
Perú. Trujillo, Ediciones BLG, 2005, pp. 24 y ss.
(23) Crítico con utilizar el término acusatorio-garantista, SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan, quien señala que
“Llamarlo acusatorio-garantista es un pleonasmo ya que el sistema acusatorio implica las garantías que
ha ido recogiendo en el devenir histórico”. Ob. cit., p. 10. Asimismo, en un sentido similar, MERCEDES
ALLIAUD, Alejandra. “Normativamente, o en el plano del deber ser; suele asociarse al principio acusato-
rio como un principio fundamental de cualquier Estado de Derecho, y ante su ausencia, ese Estado es de-
nominado ‘totalitario’ o ‘no garantista’. “Principio acusatorio. Estudio histórico-comparado de su génesis
y evolución”. En: Las garantías penales y procesales. Edmundo S. Hendler (comp.). Editores del Puerto,
Buenos Aires, 2001, p. 213. Es decir, cuando hablamos de sistema acusatorio, nos estamos refiriendo a que
su vigencia sólo se concibe en los Estados de Derecho. Asimismo véase a GÖSSEL, Karl-Heinz. El proceso
penal ante el Estado de Derecho. Estudios sobre el Ministerio Público y la prueba penal. Grijley, p. 59 y ss.
(24) Vide RODRÍGUEZ HURTADO, Mario Pablo. “Los principios de la reforma y el título preliminar del
Nuevo Código Procesal Penal”. En: Revista Institucional de la Academia de la Magistratura. Lima. Nº 8,
marzo del 2008, p. 165. Asimismo, ORÉ GUARDIA, Arsenio y LOZA ÁVALOS, Giuliana: “El Código
Procesal Penal, promulgado el 28 de julio de 2004, introduce cambios sustanciales en el modelo procesal
peruano: dado que implica el tránsito de un modelo inquisitivo reformado a uno de corte acusatorio con
rasgos adversativos”. En: Teoría del caso <www.incipp.org.pe>.
142
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
(25) Sobre la función de la pena dentro del sistema social, Vide MARTÍNEZ HUAMÁN, Raúl Ernesto. “El
delito de uso indebido del patrimonio de la persona jurídica” En: RAE jurisprudencia. Tomo 18, diciem-
bre de 2009, p. 333 y ss.
143
RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
Es decir, esta actuación por parte del juez es una facultad que debe
ser utilizada excepcionalmente y solo de modo complementario a lo ya
aportado por los sujetos procesales. En sentido similar, dentro del mode-
lo italiano, señala Amodio(27) que: “(...) a. En cuanto a las estructuras, se
retorna a la discusión del proceso de partes, en la medida en que la Fisca-
lía y el imputado adquieren la titularidad de la iniciativa de instrucción,
según la cual, la regla es la solicitud de prueba a instancia de parte y la
excepción, la práctica de oficio”.
Así pues, el CPP de 2004 permite la intervención del juez cuando los
derechos del imputado hayan sido vulnerado, así este no lo hubiese soli-
citado. Por señalar un ejemplo, los autores que califican al sistema como
acusatorio-adversarial, consideran que por más que se estén vulnerando
los derechos fundamentales del imputado, si este o el fiscal no solicitan al
juez su intervención para salvaguardar esos derechos, el juez no debería
hacer nada por remediar esa situación.
(26) Vide SAN MARTÍN CASTRO, Cesar. “Introducción general al estudio del nuevo Código Procesal
Penal”. En: El nuevo proceso penal. Estudios fundamentales. Lima, Palestra Editores, 2005, pp. 20 y 21.
(27) Citado por Oscar Julián GUERRERO. Ob. cit., p. 1065.
(28) Sobre la proporcionalidad que debe existir entre estos dos intereses, véase, en el ámbito de la prueba
prohibida, a PISFIL FLORES, Daniel Armando. “La aplicación del principio constitucional de propor-
cionalidad en la prueba ilícita”. En: JuS. Doctrina & Práctica. Tomo 3, Grijley, Lima, 2008.
(29) En un sentido similar, Miguel PÉREZ ARROYO, al señalar que: “Permiten la posibilidad de que el Juez
no sea solo un tercero imparcial, sino que pueda intervenir en el proceso bajo la excepción y la lógica
del allanamiento de motivos de desigualdad procesal y evitación de la impunidad a la vez que la propia
indefensión del procesado (artículo I.3 del Título Preliminar del Código de 2004)”. Ob. cit., p. 250.
(30) En sentido similar, Claus Roxin al señalar que: “Todo derecho procesal penal debe plantearse dos pro-
blemas básicos: la cuestión de su estructura y la cuestión de cómo el interés estatal en la persecución
penal puede ponerse en armonía con las libertades ciudadanas. El proceso penal alemán se encuentra en
infracción en ambos ámbitos”. Ob. cit., p. 1 y ss.
144
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
Así Asencio Mellado señala, en la lógica del ejemplo, que: “[…] Por
el contrario, sí podrá el juez, de oficio, adoptar medidas menos gravo-
sas que las solicitadas por el fiscal, reformar o sustituir las decretadas por
otras menos intensas, ya que esta conducta forma parte de sus competen-
cias garantizadoras de los derechos del imputado(31)”.
(31) Vide ASENCIO MELLADO, José María. “La regulación de la prisión preventiva en el Código Procesal
Penal del Perú”. En: El nuevo proceso penal. Estudios fundamentales. Lima, Palestra, 2005, pp. 504 y
505.
(32) Nos referimos a sistema acusatorio mixto como aquel sistema que dada la evolución procesal ha tomado
determinadas instituciones que surgieron del sistema inquisitivo, pero las ha reconfigurado de acuerdo a
su espíritu acusatorio. No hay que olvidar, por ejemplo, que el derecho a la pluralidad de instancias es
propio del sistema inquisitivo.
(33) Como señala Amodio, comparando el sistema anglosajón con el italiano: “[...] c. En cuanto a las facul-
tades de investigación por parte de la Fiscalía, las diferencias con el sistema angloamericano afloran, y
en este sentido la diferencia más evidente se encuentra en el hecho de que la investigación propiamente
dicha, está confiada a la policía y al Fiscal, sin controles efectivos por parte del Juez; en el caso continen-
tal, el Fiscal, y en este caso el italiano, tiene una soberanía limitada y se reconoce la importancia de la
fase de instrucción por las delicadas decisiones que pueden tomarse allí, tales como autorización de pro-
cedimientos coercitivos, práctica de prueba anticipada, prórroga de los términos establecidos en la ley,
clausura de la fase con archivo del proceso o envío de las actas para acusación, etcétera. En este punto se
enfatiza que la jurisdicción funge como freno de la acción de la Fiscalía para hacer respetar los derechos
y garantías del imputado. Citado por GUERRERO, Oscar Julián, Ob. cit., p. 1065.
145
RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
Es por ello que nosotros consideramos que el CPP de 2004 tiene una
naturaleza acusatoria mixta, en la que se respeta el rol de las partes, así
como los derechos fundamentales del imputado(36) y la necesidad de inter-
vención del juez en salvaguarda de los intereses de la sociedad (el proce-
so y la justicia(37)).
(34) Señala el CPP de 2004 en su artículo 7 que: “Los medios de defensa referidos en este dispositivo, pueden
ser declarados de oficio”.
(35) Sobre la necesidad de una audiencia previa para resolver un acto procesal, donde el juez haya interve-
nido con base en el principio del iura novit curia. SANTA CRUZ, Julio. Curso Básico de Capacitación
sobre el Código Procesal Penal (CPP) para los operadores del Sistema de Justicia Penal del Distrito Judi-
cial de Cusco. organizado por la Secretaría Técnica de la Comisión Especial de Implementación del CPP,
los días 6, 7 y 8 de mayo. En sentido similar DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. Ob. cit, al señalar que el
juez de garantías ha de tomar una decisión solo luego de un debate contradictorio, p. 49.
(36) Sobre la lógica del que nuestro CPP es uno propio del sistema latinoamericano, vide a LANGER, Máximo.
“Revolución en el proceso penal latinoamericano: difusión de ideas legales desde la periferia”. En: <http://
www.cejamericas.org/doc/documentos/revolucionenprocesopenal_Langer.pdf> y a SÁNCHEZ CÓRDOVA,
Juan Humberto, quien señala, siguiendo a Langer, que: “(…) nuestro proceso penal está circunscrito a la ola
de reformas latinoamericanas y bebe de distintas fuentes, pero tiene como norte más que un sistema proce-
sal determinado, la protección de los derechos humanos. Por ello, toda norma del Nuevo Código Procesal
Penal debe ser interpretada a la luz de ellos”. “El Sistema de Enjuiciamiento del Código Procesal Penal del
2004”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 185, Gaceta Jurídica, Lima, abril de 2009, pp. 135 y 136.
(37) Justicia en el sentido de la búsqueda de la verdad procesal, y no material. Situación que ha entender
de los procesalistas alemanes no se apreciaba en el sistema anglosajón: “Sachs argumentaba de nuevo
que el proceso angloamericano no tenía como objetivo la investigación de la verdad material, y Rus-
cheweyh, diez años más tarde, manifestaba: ‘La averiguación de la verdad está claramente amenazada en
un proceso de partes’. Herrmann, por su parte, reconstruyendo esta historia cita la doctrina mayoritaria,
pero en especial los argumentos de Von Weber, quien afirmaba: (…) la tarea del proceso angloamericano
es, como varias veces se ha recalcado, solamente la averiguación de una verdad formal. El Juez, que
no tiene conocimiento de las actas procesales, está ligado a la presentación probatoria de las partes, él
toma solamente para su conocimiento ‘lo que las partes presentan como prueba’ –según su arbitrio– y
no tiene como tarea suplementaria intervenir en la práctica probatoria a efecto de la completa aclaración
de las circunstancias”. Oscar Julián GUERRERO. Ob. cit., p. 1054, citando a HERRMANN, Joachim.
Die reform der deutschen Haupverhandlung nach dem Vorbild des anglo-amerikanischen Strafverfahers
(La reforma del juicio oral alemán tras el modelo procesal penal angloamericano), Ludwig Rührscheid,
Bonn, 1971, p. 115.
146
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
147
RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
(43) Consideramos incorrecta la utilización, por algunos, del término “identidad”, pues esta se encuentra rela-
cionada con el nombre del imputado. Sin embargo, para la continuación del proceso penal lo importante
es la identificación (individualización) del imputado. Es decir, aquellas características que permitan indi-
vidualizarlo del resto de las personas, por ejemplo, su huella digital, su estatura, la forma del rostro, color
de los ojos, si tiene tatuajes o cortes en el cuerpo, etc. Hemos tenido conocimiento de que en ciertos
distritos judiciales donde se aplica el CPP de 2004, no se llega a continuar con la investigación prepa-
ratoria formal debido a que no se cuenta con la identidad, nombre del imputado, generando ello graves
problemas para la administración de la justicia, peor aún, en algunos casos, generando impunidad.
(44) PÉREZ SARMIENTO, Eric Lorenzo. Fundamentos del sistema acusatorio de enjuiciamiento penal.
Temis, Bogotá, 2005, p. 135.
(45) Señala DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo, que: “Sí es importante resaltar que la expresión Juez de Ga-
rantías es preferible, porque además de ser Juez de la Investigación Preparatoria (artículo 29.4 CPP de
2004), también lo es de la Etapa Intermedia”. Ob. cit., p. 47. Sin embargo, en el prologo del mismo libro,
señala críticamente César SAN MARTÍN CASTRO que: “cuestiona el autor la denominación ‘Juez de la
Investigación Preparatoria’ que utiliza el NCPP en vez de ‘Juez de Garantías’ asumida en otros ordena-
mientos procesales, dato ciertamente secundario, pues en uno u otro caso, si se advierten las funciones
del indicado Juez, que es lo que interesa, puede advertirse, de un lado, que su actividad se desarrolla
tanto en el proceso declarativo de condena –etapas de investigación e intermedia–, como en el proceso
de ejecución; y, de otro lado, su función no sólo es de garantía –en cierto modo, toda la actividad juris-
diccional es de garantía o de tutela del ordenamiento jurídico, con lo que el nombre sería redundante–
sino también de aseguramiento y de otras muchas más”. Ob. cit., p. 15.
148
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
(46) Resulta pertinente distinguir entre archivo y sobreseimiento de la causa penal, pues el archivo es una
consecuencia o efecto, por un lado, de la declaración de improcedencia de la formalización y continua-
ción de la investigación preparatoria (artículo 334.1 del CPP de 2004) realizada por el fiscal al finalizar
la fase de diligencias preliminares (decisión sin intervención del juez de investigación preparatoria para
el cese de la causa penal: principio de oportunidad, acuerdo reparatorio, considerar que no sea realizado
un hecho delictivo o que no es posible imputar el hecho delictivo como obra del denunciado) y, por otro
lado, del auto de sobreseimiento dictado por el juez de investigación preparatoria para el cese de la causa
penal, sea por solicitud del fiscal o del imputado, e incluso de oficio, a través de los medios técnicos de
defensa (prescripción, improcedencia de acción, etc.).
(47) Binder señala que: “(...) La Fase Intermedia es un período de discusión bastante amplio e importante
dentro de la estructura general del proceso. Ob. cit., p. 62.
(48) Vide BINDER, Alberto. Ob. cit. pp. 56-70.
(49) Ibídem, p. 57.
(50) Vide HORVITZ LENNON, María Inés. Ob. cit. p. 9 y ss.
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RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
(51) BAYTELMAN, Andrés. “El juicio oral”. En: AAVV. Nuevo Proceso Penal. Santiago de Chile, Lexis
Nexos, 2000, pp. 228 y 229. Refiere que todos los sistemas acusatorios comparados insisten en instalar al
juicio oral como la etapa central del procedimiento penal, negándole valor probatorio a los antecedentes
recogidos por el fiscal durante la investigación y resguardando la audiencia principal con un conjunto de
garantías procesales. En un modelo acusatorio, el proceso penal es el juicio oral. La investigación crimi-
nal no pasa de ser un conjunto de actos administrativos, en ocasiones controlados jurisdiccionalmente, en
ocasiones no. Lo cierto es que el juicio oral determina intensamente lo que ocurre en todo otro momento
de la persecución penal: el trabajo de la policía, las actuaciones del fiscal durante la investigación, la
posibilidad de efectuar procedimientos abreviados (terminación anticipada) o terminar el caso a través de
una salidas alternativa, todo está determinado por la sombra del juicio oral que se cierne sobre el resto de
etapas, aun en la inmensa mayoría de casos que jamás llegaran a él.
150
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
a) Principio acusatorio
Por otro lado, San Martín Castro(56) señala cinco características del
principio acusatorio:
(52) Vide Mercedes ALLIAUD, Alejandra, quien señala que: “(…) el principio acusatorio será caracteri-
zado con la fórmula nullum iudicium sine accusatione, por tratarse de la más amplia y a la que Ferrajoli
define como la formulación de la hipótesis acusadora por parte de un órgano separado del juzgador”.
Ob. cit., p. 213.
(53) Señala Asencio Mellado, José María que una nota esencial del principio acusatorio es: “[El] ejercicio y
mantenimiento de la acusación por “un órgano distinto al juez”. En: Sistema acusatorio y derecho de de-
fensa en el proceso penal. Lineamientos fundamentales de dogmática procesal penal aplicable al nuevo
proceso penal. Lima, Fondo Editorial del Inpeccp, p. 12.
(54) Compartimos lo manifestado por DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo: “La división de roles, auténtica ma-
nifestación del principio acusatorio en el proceso penal, es, sin lugar a duda, uno de los logros más im-
portantes de la reforma”. Ob. cit., p. 34.
(55) Vide MERCEDES ALLIAUD, Alejandra. Ob. cit., pp. 218 y 219. La autora señala que el principio acu-
satorio “[…] no fue ‘ideado’ a partir de la teoría de la división de poderes dado que aquel existía prácti-
camente como una noción de sentido común mucho antes de que esta teoría fuera anunciada por Mon-
tesquieu”. En ese sentido, la autora parte de entender al principio acusatorio como un derecho natural,
que en la actualidad ha sido reconfigurado con base en la siguiente triada dialéctica: individuo/autoridad/
sujeto.
(56) Vide SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Grijley. Lima, 2006, p. 42.
151
RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
(57) SAN MARTÍN CASTRO indica que: “[…] inicialmente se consideró que el ofendido por el delito era
el único que podría ser acusador. Luego se estimó –en una primera etapa– que el delito también ofende
a la sociedad, por lo que el acusador podría ser cualquiera del pueblo, y –en una segunda etapa– que la
persecución debía asumirla el Estado, conforme al principio de legalidad”. Ob. cit, p. 42.
(58) DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. Ob. cit., p. 35.
152
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
b) Garantía de la imparcialidad
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RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
(62) Vide DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. “Independencia e imparcialidad de los jueces en el proceso
penal”. En: Gaceta Penal & Procesal penal. Tomo 6, Gaceta Jurídica. Lima, diciembre de 2009, p. 261.
(63) Vide NEYRA FLORES, José Antonio. “La imparcialidad del Juez de juzgamiento ante la remisión de ac-
tuados por el Juez de la investigación preparatoria al término de la etapa intermedia”. En: Gaceta Penal y
Procesal Penal. Tomo 5, Gaceta Jurídica. Lima, noviembre de 2009, pp. 272-274.
(64) Burgos Alfaro precisa que: “La imparcialidad puede efectivizarse en el CPP de 2004 con la diferencia-
ción de roles que cumple el Ministerio Público (quien se encargará de realizar toda la investigación ne-
cesaria ejerciendo de esta manera la acción penal) y el juez (quien se encargará de resolver conforme a la
información que le alcanzan los sujetos procesales) […] La mencionada separación de funciones, deriva
del principio acusatorio formal, que no es otra cosa que la existencia de un órgano público del Estado
encargado de recopilar los elementos constitutivos del delito para acusar ante otro órgano de carácter
jurisdiccional, encargado de ejercer control sobre esta acusación con la finalidad de que no pasen causas
que no tengan suficiencia probatoria […] el propio artículo 365 del Código Procesal Penal establece que
el juicio se realizará sobre la base de la acusación, debiendo ser formulada por una persona ajena al órga-
no jurisdiccional sentenciador”. BURGOS ALFARO, David. “El principio de imparcialidad en el nuevo
proceso penal” En: Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 3, Gaceta Jurídica. Lima, setiembre de 2009,
p. 287.
154
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
c) Principio de preclusión
Es así que clausurada una etapa, no se puede volver atrás para “co-
rregir” aquellos defectos señalados por las partes. Por ende, es imposible
que una vez culminada la etapa intermedia y emitido el auto de enjuicia-
miento, se realice en el juicio oral una nueva consideración respecto a las
cuestiones que han sido objeto de estudio y/o resolución en la etapa ante-
rior, pues esto generaría un desgaste para la administración de justicia, y
a su vez crearía inseguridad jurídica.
Así señala Esparza Leibar, citando una sentencia del Tribunal Su-
premo español, que el principio de preclusión: “impone la carga de
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(67) ESPARZA LEIBAR, Iñaki. El principio del debido proceso. JB Editor. Barcelona, 1995, pp. 57 y 58.
(68) Vide PÉREZ SARMIENTO, Eric Lorenzo. Fundamentos del sistema acusatorio de enjuiciamiento
penal. Temis, Bogotá, 2005, pp. 26 y 27.
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la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
(69) Vide la Ejecutoria Suprema de 5 de mayo de 1997, recaído en el Exp. Nº 1415-99-Callao, citado por
SAN MARTÍN CASTRO, Cesar. Ob. cit., p. 118.
(70) Vide NAVAS RONDÓN, Carlos. La acusación fiscal: teoría y práctica. Lima, (S.E.) 2000, p. 47.
(71) Vide ORMAZÁBAL SÁNCHEZ, Guillermo. El periodo intermedio del proceso penal, McGraw-Hill,
Madrid, 1997, p. 3.
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3.2 Naturaleza
Como se ha podido apreciar del desarrollo de las líneas precedentes,
todas las instituciones del CPP de 2004 se encuentran inmersas, y depen-
den, del sistema procesal penal que asuma un Estado, en nuestro caso del
sistema acusatorio mixto.
(72) SCHMIDT, Eberhard citado por GUERRERO, Oscar Julián señala que: “(...) la posición del acusador del
proceso angloamericano es como un cuadro repugnante: él no está como el Fiscal alemán (…) obligado a
la objetividad, a la verdad sin consideración por el éxito o el fracaso de su acusación”. “Zur Frage nach
der Notwendigkeit von Veränderungen der hauptverhandlungsstrktur”. En: Monatschrift für Deutsches
Recht, de 1967, en la cual Schmidt critica las propuestas de Grützner, a propósito del caso Lindbergh.
Ob. cit., p. 1054.
(73) Vide NAVAS RONDÓN, Carlos. Ob. cit., p. 47.
(74) Vide GUERRERO, Oscar Julián. Ob. cit., p. 1057. De forma similar HORVITZ LENNON, María Inés.
Ob. cit., p. 13.
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(75) Vide BINDER. Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ad-Hoc, Buenos Aires, 1993, p. 227.
(76) Vide MONCADA CASAFRANCA, Vanessa I. “La aplicación de la terminación anticipada en la etapa
intermedia en el nuevo código procesal penal”. En: Revista de Derecho y Ciencia Política. Facultad de
Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Vol. 66. N° 1 y N° 2,
2009, p. 373.
(77) Vide GARCÍA RADA, Domingo. Manual de Derecho Procesal Penal. EDDILI, Lima, 1984, pp. 272 y
273.
(78) Vide CATACORA GONZÁLES. Manuel. Lecciones de Derecho Procesal Penal. Cultural Cuzco, Lima,
1990, p. 95.
159
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160
la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
3.3 Funciones
Como se ha señalado en líneas precedentes, la función primordial
de esta etapa ha sido, y continúa siendo, la de controlar el requerimiento
acusatorio del fiscal y, más precisamente, evitar que cualquiera pueda ser
acusado sin fundamento suficiente(85). En contraparte, cumple también la
función de garantizar al acusado el derecho a conocer la acusación dedu-
cida en su contra, lo que le permite, citando a Lesch(86), influir sobre la
decisión de apertura del juicio a través de solicitudes de prueba y el plan-
teamiento de incidencias u objeciones; incluso puede solicitar –y el tribu-
nal dictar ex officio(87)– nuevas diligencias de investigación para aclarar
los hechos-materia de acusación.
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la etapa intermedia en LA LÓGICA DEL SISTEMA ACUSATORIO
Esta función está ligada a los efectos que propicia una resolución de
fundabilidad de la acción penal, pues en la etapa intermedia es donde se
(91) Sobre la potestad punitiva del Estado, vide MARTÍNEZ HUAMÁN, Raúl Ernesto. “Los ámbitos de
competencia como respuesta a la institución del actuar en lugar de otro”. En: Diálogo con la Jurispru-
dencia. N° 103, Gaceta Jurídica, Lima, abril de 2007.
(92) Vide ORMAZÁBAL SÁNCHEZ, Guillermo. Ob. cit. pp. 24-26.
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RAÚL ERNESTO MARTÍNEZ HUAMÁN
cierra toda posibilidad de alterar el objeto del proceso. Por ello, Orma-
zábal señala que al reconocimiento de la acción durante la fase interme-
dia, suele atribuirse un carácter definitivo: si se reconoce tal derecho, el
juez está obligado a sustanciar todo el proceso y a pronunciarse sobre
la imposición de la pena en relación con los hechos deducidos por las
acusaciones(93).
CONCLUSIONES
1. El sistema procesal asumido por el CPP de 2004 es acusatorio-mixto,
lo que obliga al juez y al fiscal a no vulnerar los derechos fundamentales
del imputado y/o acusado, más allá de lo estrictamente necesario para el
desarrollo del proceso penal. En sentido contrario, el juez y el fiscal tie-
nen la obligación de proteger los derechos fundamentales del imputado.
En esa lógica, el juez debe intervenir, ex officio, cuando conozca de la
vulneración de los derechos fundamentales del imputado.
164
Alonso Peña Cabrera Freyre
La etapa
intermedia en
el Código Procesal
Penal de 2004
La etapa intermedia en el Código
Procesal Penal de 2004
A modo de introducción
El Código Procesal Penal de 2004 estructura normativamente el de-
nominado proceso común, en tres etapas: investigación preparatoria,
etapa intermedia y juzgamiento. Además de ello, reconoce una subetapa
dentro de la investigación preparatoria (las diligencias preliminares ante-
riores a la formalización de la investigación(1)).
(*) Profesor de la Maestría de Ciencias Penales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Docente
de la Academia de la Magistratura. Fiscal Adjunto Superior de Lima. Título en Derecho Procesal Penal
por la Universidad Castilla La Mancha (Toledo-España).
(1) Artículo 330 y siguientes del CPP de 2004.
167
Alonso Peña Cabrera Freyre
Dos son las etapas más relevantes del proceso penal, cada una de las
cuales tiene sus propias características y fines. La investigación prepara-
toria, reunir los medios de prueba y ejecutar las primeras pesquisas con la
finalidad de construir la hipótesis incriminatoria; el juzgamiento, donde
se concretan los principios esenciales del sistema acusatorio-garantista,
que tiene por finalidad la debida realización de la justicia.
168
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
Sin embargo, existe una etapa que funge de “puente” entre las ante-
riores: etapa intermedia, la que tiene por finalidad determinar la viabili-
dad del juzgamiento, debido a lo cual su importancia merece un análisis
singular.
169
Alonso Peña Cabrera Freyre
(2) HORVITZ LENNON, María Inés. Derecho Procesal Penal chileno. Editorial Jurídica de Chile, Santia-
go, 2002, p. 21.
(3) CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo. Etapa Intermedia. Juicio oral y recursos. Librotecnia, Santiago de
Chile, 2003.
(4) “Artículo 321.- Finalidad.-
1. La Investigación Preparatoria persigue reunir los elementos de convicción, de cargo y de descargo,
que permitan al Fiscal decidir si formula o no acusación y, en su caso, al imputado preparar su defen-
sa. Tiene por finalidad determinar si la conducta incriminada es delictuosa, las circunstancias o móviles
de la perpetración, la identidad del autor o partícipe y de la víctima, así como la existencia del daño
causado”.
170
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
(5) MORENO CATENA, Víctor (director). El proceso penal. Doctrina, jurisprudencia y formularios. Vol.
III, Tirant lo blanch, Valencia, 2000, p. 1894.
(6) Si se trata de un inimputable, en cuyo caso se deberá incoar el proceso de seguridad.
(7) Tal como sostuve en mi artículo “La posición del Ministerio Público en el Código Procesal Penal de
2004”. En: Actualidad Jurídica, Tomo 149, Gaceta Jurídica, Lima, abril de 2006, pp. 115-123.
171
Alonso Peña Cabrera Freyre
Por otro lado, el control que las partes pueden activar en este nivel
es fundamental para que los principios de defensa y de contradicción no
se vean afectados. De esa forma, el juez de la investigación preparatoria
correrá traslado del pedido de sobreseimiento del fiscal a los demás su-
jetos procesales por el plazo de diez días (art. 345.1 del CPP de 2004) a
la defensa, al actor civil y al tercero civilmente responsable. El hecho de
que el imputado sea el directo beneficiado por las consecuencias jurídicas
del sobreseimiento, no le impide alegar al respecto, pues puede que el
requerimiento solo comprenda un sobreseimiento parcial.
172
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
(8) CAROCCA PÉREZ, Alex. “Etapa intermedia o de preparación del juicio oral en el nuevo proceso penal
chileno”. En: Ius et praxis. Año/vol 5, N° 002, Universidad de Talca, Chile, p. 122.
173
Alonso Peña Cabrera Freyre
(9) Concordante con el artículo V.1 del Título Preliminar del CPP de 2004.
(10) CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo. Ob. cit., p. 24.
174
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
175
Alonso Peña Cabrera Freyre
(13) Ibídem, p. 124. Vide también CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo. Ob. cit., pp. 23-24.
176
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
177
Alonso Peña Cabrera Freyre
178
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
179
Alonso Peña Cabrera Freyre
180
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
(19) Así, el inciso 1 del artículo 255 del Código Procesal Penal chileno.
181
Alonso Peña Cabrera Freyre
V. La acusación
La acusación constituye el núcleo fundamental de todo el proceso
penal, pues condiciona la realización de la justicia penal. Si no existe
acusación no hay opción para que la causa pase a juzgamiento y no se
puede imponer una pena al presunto infractor de la norma penal(20).
(20) Así, PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Exégesis del nuevo Código Procesal Penal. Rhodas,
Lima, 2009, p. 89.
182
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
(21) CARNELUTTI, Francesco. Cuestiones sobre el proceso Penal. Traducción de Santiago Sentís Melendo.
Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, p. 218.
(22) Así, FLORIÁN, Eugenio. Elementos de Derecho procesal penal. Traducción y referencias al Derecho
español por L. Prieto Castro, Bosch, Barcelona, p. 387.
(23) Al respecto ver mi artículo “El principio acusatorio en el nuevo Código Procesal Penal”. En: Actualidad
Jurídica, Tomo 147, Gaceta Jurídica, febrero de 2006, Lima, pp. 122-127.
183
Alonso Peña Cabrera Freyre
184
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
185
Alonso Peña Cabrera Freyre
186
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
187
Alonso Peña Cabrera Freyre
(24) Así, PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. “El principio acusatorio en el nuevo Código Procesal Penal”.
Ob. cit., p. 125.
(25) Aquí la prescripción debe ser entendida de conformidad con lo estipulado en los artículos 374 y 397 del
CPP de 2004.
188
La etapa intermedia en el Código Procesal Penal de 2004
en varios tipos penales, por lo cual, el fiscal está obligado a una adecua-
ción típica independiente.
A modo de conclusión
La etapa intermedia de ningún modo puede ser contemplada como
una mera etapa formal del procedimiento penal, como vínculo entre la
investigación preparatoria y el juzgamiento (tal como se concebía en el
Código de Procedimientos Penales de 1940).
(26) PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. Teoría general del proceso y la práctica forense penal. Editorial
Rhodas, Lima, 2004, p. 244.
189
Alonso Peña Cabrera Freyre
190
Alcides Mario Chinchay Castillo
La fase
decisoria
La fase decisoria
La fase decisoria del proceso penal es aquella en la que, tras el debate pro-
pio del juicio oral, el juez o tribunal decide pronunciarse, sobre la base
de los elementos probatorios evaluados, respecto al hecho delictivo y la
responsabilidad del procesado. En el presente artículo, el autor realiza un
completo análisis del proceso de formación de la decisión final del proceso
(expresada a través de una sentencia absolutoria o condenatoria), lo que,
por supuesto, implica las actuaciones desarrolladas en la última etapa del
juzgamiento.
Introducción
Una meta del modelo procesal penal del CPP de 2004 es que la sen-
tencia contenga resultados objetivos; es decir, que la subjetividad del juez
tenga la intervención más reducida como sea posible. La primera forma
de lograr esto es por medio de las reglas de valoración probatoria (ar-
tículo 158), que descartan el antiguo “criterio de conciencia” (que sig-
nificaba la resolución sobre bases no explicitadas, lo que autorizaba la
más completa subjetividad). Otra es el conjunto de reglas de desarrollo
del juicio oral, que no solo buscan que la actividad del enjuiciamiento
se haga con orden, sino que además llegue al juez el material necesario,
oportuno y pertinente que le permita resolver:
193
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
i) De la forma debida.
I. Fase decisoria
a. Desarrollo de la discusión final (artículo 386)
• Fiscal.
• Actor civil.
• Agraviado (eventualmente, e incluso si no participó en el proceso)
Orden de los
• Tercero civil.
alegatos
• Abogado defensor del acusado.
• Autodefensa del acusado (el llamado “derecho a la última pa-
labra” es todo un clásico del género).
• Se trata de exposición oral (no de lectura).
• Pero puede haber apoyo en:
- Lectura parcial de notas para refrescar la memoria.
Cómo - Gráficos y material audiovisual para mejor ilustración del
juez.
• Al finalizar el alegato, el orador expresará sus conclusiones de
un modo concreto.
• Por el tiempo que indique el juez, de acuerdo con las carac-
terísticas del caso (se supone que un tiempo igual para cada
parte; aunque puede ser razonable que el actor civil y el ter-
cero civil tengan un tiempo menor, debido a que ellos no de-
Por cuánto tiempo
berían ir sobre el fondo de la causa).
• Al infractor de ese tiempo, se le llama la atención.
• Si persiste, se le fija un plazo perentorio, tras el cual se da por
finalizada su intervención.
194
LA FASE DECISORIA
b. Alegatos finales
195
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
196
LA FASE DECISORIA
197
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
198
LA FASE DECISORIA
Materias olvidadas
por el CPP de 2004
Descripción del problema
para el alegato del
actor civil
• Se asume que siempre el actor civil va a postular una
pretensión de reparación.
• El desistimiento puede deberse a varias causas:
- Haber obtenido pleno resarcimiento por otra vía.
- Haber tomado conciencia de que el evento dañoso no es
imputable al procesado ni al tercero civilmente obligado.
- Haber tomado conciencia de que obtener una reparación
puede serle económicamente más caro que no obtenerla.
Por ejemplo, que ello signifique:
* Un desprestigio en el mercado.
* El incremento de la siguiente póliza de seguros alrededor
Desistimiento de la del mismo tipo de riesgo en que se generó el evento
pretensión delictivo.
* Exponerse a una demanda o contrademanda, con altas
probabilidades de perderla, debido –entre otras posi-
bilidades– a que ser considerado víctima indemnizable
de un delito implica haber sido negligente en un
determinado rol social.
• Se supone que de todos modos el actor civil va a desistirse
–en los supuestos antes indicados u otros que le impongan
la conveniencia de hacerlo–. Pero hubiera sido mejor prever
expresamente esa posibilidad, dado que algunos jueces
podrían llamar la atención al actor civil por hacer algo
“indebido”, si alega algo distinto al pedido de ser reparado.
• Como sabemos, el artículo referido dispone que incluso en la
posibilidad de absolución o de sobreseimiento, el juez puede
imponer el pago de una reparación civil.
• Esto se basa en la posibilidad de que un evento pueda generar
responsabilidad civil, pero no así responsabilidad penal.
Tal cosa puede suceder, por ejemplo, cuando la actuación
ha sido culposa y no dolosa, y sin embargo el tipo penal es
eminentemente doloso (el caso del delito de daños), entre
otras posibilidades, al menos en teoría.
• A la luz de este artículo, debería siempre estar prohibido
El artículo 12.3
al actor civil alegar sobre el delito, incluso en vía indirecta.
Lo único que debe importarle es demostrar los factores que
generan la responsabilidad civil, cuya formulación técnica
siempre es distinta a la manera de sustentar la ocurrencia de
un evento y de una consecuente responsabilidad penal.
• Así se reconoce, por otra parte, en el caso del tercero
civilmente responsable: “podrá referirse íntegramente al
hecho objeto de imputación y, sin cuestionar el ámbito
penal de la misma, resaltar la inexistencia de los criterios
de imputación de Derecho Civil” (artículo 389.2).
199
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
Materias olvidadas
por el CPP para el
Descripción del problema
alegato del tercero
civil
• Se asume que siempre el tercero civil va a postular una
oposición a la reparación.
• Lo contrario puede deberse a varias causas, entre las que hay
que destacar:
Conformidad con - La posibilidad de consolidar su posición en el mercado
la pretensión al hacerse conocido como dispuesto a reparar los daños
originados por sus empleados.
- Poder utilizar la repetición que a continuación hará contra
el imputado, como modo de sustentar una reparación civil
de importante magnitud.
200
LA FASE DECISORIA
Materias olvidadas
por el CPP para el
Descripción del problema
alegato del tercero
civil
• Se supone que de todos modos el tercero civil va a desistirse
–en los supuestos antes indicados u otros que le impongan
la conveniencia de hacerlo–. Pero hubiera sido mejor prever
expresamente esa posibilidad, dado que algunos jueces podrían
llamar la atención al tercero civil por hacer algo “indebido”, si
alega algo distinto a lo taxativamente dicho por el artículo 389.
• El artículo 14 consagra como causa de que el fiscal deje
de incluir el pedido de reparación civil en su acusación, la
celebración de una transacción.
• Sin embargo, los Medios Alternativos de Resolución de
Conflictos (MARCs) son más que la transacción:
- La mediación.
- El arbitraje.
- La conciliación.
• Además podrían darse las figuras civiles de:
- La consolidación.
- La compensación.
- La prescripción de la responsabilidad civil.
Las cuales podrían operar tanto frente al propio tercero civil,
Los MARCs, la
como frente al imputado.
consolidación, la
Debido al artículo 339.1 (suspensión de la prescripción de
compensación y la
la acción penal) podría suceder que la prescripción de la
prescripción
responsabilidad civil opere cuando no hubiese actuado la penal.
• Se supone que ante la aplicación de dichos MARCs y de
las figuras civiles antes dichas, la acusación fiscal debería
abstenerse de pedir reparación en su acusación. Pero no es
claro que eso tenga que ser así.
• Por ello, debería permitirse al tercero civil alegar en tales
sentidos.
• Se supone que de todos modos el tercero civil va a alegar
ello –si se dieran los supuestos–. Pero hubiera sido mejor
prever expresamente esa posibilidad, dado que algunos jueces
podrían llamar la atención al tercero civil por hacer algo
“indebido”, si alega algo distinto a lo taxativamente dicho por
el artículo 389.
201
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
Objeto y pedido
Contenido
del alegato
Los argumentos de la imputación en cuanto a:
• Los elementos del delito.
• Las circunstancias del delito.
Objeto • La responsabilidad penal.
• Grado de participación que se atribuye a su patrocinado.
• La pena solicitada.
• La reparación civil solicitada.
• La absolución del acusado.
Pedidos • La atenuación de la pena.
• De ser el caso cualquier otro pedido que favorezca a su patrocinado.
202
LA FASE DECISORIA
203
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
204
LA FASE DECISORIA
c. Deliberación
Notas sobre
Comentarios
deliberación
• De inmediato.
Características • Sin interrupción.
• En sesión secreta.
• Duración de la deliberación:
- 2 días en casos no complejos.
- 4 días en casos complejos.
• Duración de la suspensión en caso de enfermedad:
- 3 días en casos no complejos.
- 6 días en casos complejos.
Duración • ¿Por qué la suspensión es solo por enfermedad? ¿Por qué no
por fuerza mayor en general?
• ¿Qué tiene que ver la complejidad del caso con la enfermedad
del juez?
- Debido a que el caso es complejo, se comprende que la
deliberación dure más.
- Pero es absurdo decir que como el caso es complejo, la
enfermedad del juez va a durar más.
• Las decisiones se adoptan por mayoría.
• Si esta no se produce en relación con los montos de la pena
Toma de decisiones y la reparación civil, se aplicará el término medio.
• Para imponer la pena de cadena perpetua se requerirá
decisión unánime.
205
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
Normas para
deliberación Contenido
y votación
Materia de
• Solo pruebas legítimamente incorporadas en el juicio.
que versa
• Primero examinar individualmente cada prueba y luego un análisis
conjunto.
Modo de • La valoración probatoria respetará las reglas de la sana crítica,
apreciación especialmente conforme con:
probatoria - Los principios de la lógica,
- Las máximas de la experiencia y
- Los conocimientos científicos.
• Toda cuestión incidental que se haya diferido para este momento.
• Sobre el hecho:
- Su existencia.
- Sus circunstancias.
Cuestiones
• Sobre la responsabilidad:
por dilucidar
- La existencia de tal responsabilidad.
- Sus circunstancias modificatorias.
- El grado de participación del imputado en el hecho.
• La calificación legal del hecho cometido.
206
LA FASE DECISORIA
Normas para
deliberación Contenido
y votación
• Las consecuencias directas del delito:
- La individualización de la pena aplicable.
- La individualización de la medida de seguridad, de ser el caso.
- La concurrencia de pena y medida de seguridad o la sustitución de
la pena por una medida de seguridad.
• La reparación civil y consecuencias accesorias; y,
• Cuando corresponda, lo relativo a las costas.
207
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
La sentencia contendrá:
208
LA FASE DECISORIA
Notas sobre
Contenido
redacción
• Inmediatamente después de la deliberación.
Ocasión y autor
• Redactada por el juez o el director del debate según el caso.
Modo de la • Los párrafos se expresarán en orden numérico correlativo y
redacción referentes a cada cuestión relevante.
• Números en la mención de normas legales y jurisprudencia.
• Notas al pie de página para:
- La cita de:
Estilos de * Doctrina.
redacción * Bibliografía.
* Datos jurisprudenciales.
- Temas adicionales que sirvan para ampliar los conceptos o
argumentos utilizados en la motivación.
209
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
Notas sobre la
Desarrollo
lectura
• Convocatoria verbal. Se refiere a que iniciada la sesión en que
se leerá la sentencia (que se entiende no es necesariamente el
mismo día en que concluyeron los debates), el auxiliar abre la
puerta y convoca a los sujetos procesales y al público.
• La expresión “la sentencia será leída ante quienes comparezcan”
da a entender que eventualmente se podría leer la sentencia
Coram populo
en ausencia del imputado, como de hecho ha sucedido en
más de una ocasión. Para ello, resulta menester analizar lo
siguiente:
- Si no ser condenado en ausencia es un derecho o una garantía.
- Si uno puede basar una nulidad en un hecho propio (= haberse
ausentado).
• Distingamos entre:
- Causas que pueden dilatar la deliberación.
- Causas que pueden dilatar la redacción.
• Se supone que unas causas son correlativas con las otras; pero
ello no tiene que ser necesariamente así.
Supuesto de • En los supuestos en los que sea compleja la redacción o en los
complejidad que sea avanzada la hora, se podrá postergar la lectura.
• Como signo de que la deliberación ya concluyó y de que –por
lo tanto– ya se llegó a una conclusión, en tal supuesto:
- Se adelanta el fallo.
- Se sintetizan los fundamentos.
- Se cita para la lectura en una sesión posterior.
• Ese adelanto no tiene la virtud de crear el efecto de una
sentencia completa.
• Por lo tanto, no se considerará notificadas a las partes de la
sentencia, hasta que se lea íntegramente.
Notificación • Ello se inscribe también dentro de la premisa de que cuando
alguien impugna, lo hace respecto a los considerandos y no en
cuanto al fallo. La segunda instancia lo que va a atender es a
que dado que los considerandos son errados, la conclusión
generada por la primera instancia (= el fallo) es errado.
210
LA FASE DECISORIA
211
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
212
LA FASE DECISORIA
213
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
4.1 Lo primero que hay que decir, es que el juicio no puede em-
pezar sin el imputado, como lo exige el artículo 367.1 del
CPP de 2004: “La audiencia no podrá realizarse sin la pre-
sencia del acusado y de su defensor”.
214
LA FASE DECISORIA
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ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
216
LA FASE DECISORIA
217
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
5.3.2 No declarando.
5.5 Algunos han querido extraer del artículo 368 del Código
Penal un cierto “derecho a la ausencia”, cuando se establece
una eximente de la tipicidad en la desobediencia y resisten-
cia a la autoridad: “salvo que se trate de la propia detención”.
Y hay varias razones para ello:
218
LA FASE DECISORIA
219
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
Notas sobre la
Desarrollo
sentencia absolutoria
• La existencia o no del hecho imputado.
• Las razones por las cuales el hecho no constituye delito.
• La declaración de que el acusado no ha intervenido en su
perpetración.
Causas para la
absolución • Los medios probatorios no son suficientes para establecer
la culpabilidad del acusado.
• Subsiste una duda sobre la prueba.
• Está probada una causal que exime de responsabilidad
penal al acusado.
• La libertad del acusado.
• La cesación de las medidas de coerción.
• La restitución de los objetos afectados al proceso que no
Decisión sobre estén sujetos a comiso.
medidas procesales • Las inscripciones necesarias.
• La anulación de los antecedentes policiales y judiciales que
generó el caso.
• Fijación de las costas.
220
LA FASE DECISORIA
Notas sobre la
Desarrollo
sentencia absolutoria
• La libertad del imputado.
Ejecución inmediata
• El alzamiento de las demás medidas de coerción procesal.
(aun cuando no se
• Suspensión inmediata de las órdenes de captura impartidas
trate de sentencia
en contra del imputado (¿suspensión?, ¿no debería ser
consentida)
cancelación?)
La aplicación del artículo 12.3, en cuyo caso:
• Debería haber un punto decisorio sobre la reparación civil
El gran ausente o indemnización.
• Las medidas de coerción real, no deberían desaparecer,
sino ejecutarse.
221
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
222
LA FASE DECISORIA
223
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
Notas sobre
Desarrollo
apelación
• Para el que recurre en la audiencia. Cinco días para formalizar
por escrito (artículo 405.2); es decir, para fundamentar.
Plazos
• Para el acusado ausente. Cinco días desde el día siguiente de su
notificación a su domicilio procesal (artículo 414.1.b).
• Para el que recurre en la audiencia. Puede escindir entre
Interposición / interponer y fundamentar (hasta cinco días después).
Fundamentación • Para el acusado ausente.- Al momento de interponer, fundamenta
también.
224
LA FASE DECISORIA
225
ALCIDES mario CHINCHAY CASTILLO
226
Juan Humberto Sánchez Córdova
La condena del
absuelto en el
Código Procesal
Penal de 2004
La condena del absuelto en el
Código Procesal Penal
de 2004
Introducción
Los sistemas de enjuiciamiento penales como ámbito de desarro-
llo de las instituciones, formas y prácticas del Derecho Procesal de una
época, repercuten de modo considerable en la configuración de cada una
de aquellas. Ahora vamos a ver como influye esto en los recursos.
(*) Coordinador del Área de Investigación de Derecho Procesal Penal del Instituto de Investigación de Derecho
Público. Técnico Judicial de la Segunda Sala Penal Especial de la Corte Superior de Justicia de Lima.
229
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
(1) En la medida en que en las más puras manifestaciones históricas del sistema acusatorio el cuerpo de
juzgamiento se integraba con jurados legos, es evidente que el pronunciamiento debía surgir de un con-
vencimiento íntimo no atado a otras reglas preestablecidas que las que se configuran por los modos de
conocimiento habituales y por los modos de experiencia referidos al curso normal de los acontecimientos
y la conducta humana. VÁZQUEZ ROSSI, Jorge Eduardo. Derecho Procesal Penal. Rubinzal-Culzoni
Editores, 1995, p. 201.
(2) HORVITZ LENNON María Inés y LÓPEZ MASLE Julián. Derecho Procesal Penal. T. II. Editorial jurí-
dica de Chile, Santiago de Chile, 2004, p. 347.
230
LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
nuestro sistema procesal tenga rasgos inquisitivos, sino más bien a que la
configuración del proceso penal acusatorio moderno exige que se incluya
dentro de su estructura derechos fundamentales reconocidos en la Consti-
tución Política e instrumentos internacionales.
Entre los recursos reconocidos por nuestro Código procesal hay or-
dinarios y extraordinarios, los que tienen diversos efectos. Con respec-
to a nuestro sistema de recursos, Doig Díaz señala que el nuevo ordena-
miento procesal consagra la posibilidad de que el órgano superior pueda
revisar íntegramente una decisión, siempre y cuando en la interposición
del recurso, se cumplan las formalidades previstas en la ley, de acuerdo a
una interpretación acerca de la configuración de los recursos en el proce-
so penal. En tal sentido, la revisión de una sentencia por parte de un tri-
bunal superior pondrá el acento, en el caso de la apelación, en la revisión
de los hechos, la culpabilidad, la tipificación y la pena, sin los límites im-
puestos a la casación(3).
Así, veremos en primer lugar el sentido del artículo 14.5 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en tanto el recurso, defi-
nido como un derecho fundamental, tiene una relación directa con este
artículo. Además se ha debatido en nuestro medio que siendo el recur-
so contra la condena un derecho del imputado es necesaria la declaración
de inconstitucionalidad del artículo 425.3.b del CPP de 2004. Sin embar-
go, en sentido contrario, otra interpretación puede dar lugar a afirmar que
(3) DOIG DÍAZ, Yolanda. “El recurso de apelación contra sentencias”. En: CUBAS VILLANUEVA, Víctor
et ál. El nuevo proceso penal. estudios fundamentales. Palestra Editores, Lima, 2005, p. 546.
231
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
En ese sentido, Cafferata Nores(4) señala que es posible que las reso-
luciones jurisdiccionales sean equivocadas (en los hechos o en el dere-
cho) y por ende ocasionen un perjuicio indebido a los afectados. Tal posi-
bilidad, que deriva de la falibilidad propia de la condición humana de los
jueces, revela la necesidad de permitir un reexamen y eventual corrección
de sus decisiones, para evitar la consolidación de la injusticia: esto se via-
biliza a través de los recursos.
(4) CAFFERATA NORES, José. Proceso Penal y Derechos Humanos. Editores del Puerto, Buenos Aires,
2000, pp. 157-158.
232
LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
También nos dice que debe recurrirse ante el juez o tribunal supe-
rior indicando con ello que se acepta el recurso de reconsideración (pues
se plantea ante el mismo juez) como parte del derecho al recurso y tam-
bién el efecto devolutivo propio de los recursos de apelación, queja y
casación.
233
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
1. Interpretación eurocontinental
Esta norma, como ha sido reconocido en el sistema eurocontinental,
es problemática, pues el ámbito de aplicación del derecho al recurso está
circunscrito solo a la sentencia condenatoria.
(5) En el mismo sentido el Protocolo Nº 7 al Convenio Europeo de Derechos Humanos señala que: “Toda
persona declarada culpable de una infracción penal por un tribunal tiene derecho a que la declaración
de culpabilidad o la condena sean examinadas por un tribunal superior. El ejercicio de este derecho, que
incluye los motivos por los que puede ser ejercitado, serán regulados por la ley”.
(6) MONTERO AROCA, Juan. Proceso penal y libertad: Ensayo polémico sobre el nuevo proceso penal.
Civitas, Pamplona, 2008, pp. 474-475.
234
LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
Por ello los autores que propugnan esta interpretación señalan que el
artículo 404.2 del CPP de 2004 (“El derecho de impugnación correspon-
de solo a quien la Ley se lo confiere expresamente. Si la Ley no distingue
entre los diversos sujetos procesales, el derecho corresponde a cualquie-
ra de ellos”) deja abierta la posibilidad de que el representante del Mi-
nisterio Público pueda recurrir una sentencia absolutoria o aquella que le
cause agravio.
(7) MONTERO AROCA, Juan, et ál. Derecho Jurisdiccional: Proceso Penal. T. III. Tirant lo Blanch, Valencia,
2007, p. 370.
235
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
(8) Se explica más en el fundamento noveno: “Que, siendo así y en atención a que existen plenos jurisdic-
cionales en los cuales se señala que en esta clase de delitos cuando la verificación o la afirmación de
la menor es continua, persistente, uniforme y permanente en el tiempo y que la misma no ha sufrido
ninguna enmendadura, siendo así se deberá tener por ciertas las aseveraciones vertidas por la víctima,
más aún cuando se trata de una criatura que no se ha demostrado que tenga habilidades para exagerar
o ser manipulada o tratarse de una mitómana; sin embargo el a quo la valora afirmando que la misma
adolece de coherencia y solidez; sin embargo no ha tenido en cuenta de que existe una pericia psicoló-
gica y cuyo perito fue examinado por ellos mismos, donde les hacen ver el trauma que padece la menor;
aunado a que al momento de oralizarse el acta de la inspección fiscal, y del registro domiciliario (donde
se encontró la piñata) la misma que constituye una prueba indiciaria, no han sido valorados en su debida
extensión de manera conjunta, quedando en mera circunstancia referencial de que si el hecho de haberse
encontrado una piñata se pueda relacionar a la presencia de globos ya que no se ha acreditado que días
antes de la inspección fiscal en dicha vivienda se haya producido una fiesta infantil en su interior; sin
embargo la existencia de dichos globos como ya se ha esbozado lo ha repetido no solo en la audiencia
sino también ante la psicóloga, por lo que esto queda como un indicio que corroborado con el relato uni-
forme de la menor; con la acusación persistente de la misma; al acreditarse que la menor presenta trauma
psicológico evidente ante la presencia de su agresor; que ante la recreación de la forma como la menor
narró los hechos en su agravio en la inspección fiscal, aunado a que no se ha acreditado de parte de la fa-
milia de la menor la existencia de algún grado de enemistad suficiente para una acusación tan grave que
no viene de la madre sino de la propia menor afectada; más aún cuando el acusado presuntamente habría
sufragado los gastos de los daños ocasionados a la propiedad de la familia de la victima, y siendo que
aunque esta persona tuvo la oportunidad de defenderse tanto en los juicios de primera instancia como en
la audiencia de apelación, en lugar de esclarecer la forma y explique por qué la familia le tendría un odio
gratuito a su persona; o explique por qué la presencia de la piñata colgada dentro de su vivienda; decidió
guardar silencio; siendo así se tiene que la presunción de inocencia se ha quebrado en este caso particular
por el sinnúmero de pruebas y el único indicio ya señalados líneas arriba que nos llevan a la convicción
de la responsabilidad penal del acusado Canchari Melgar”.
236
LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
En ese sentido, señala Oré Guardia(9) que parte del contenido del lite-
ral b del inciso 3 del artículo 425 (en relación con la sentencia de segun-
da instancia) en el extremo que permite la condena del absuelto, negán-
dole al procesado la interposición de un recurso ordinario que habilite la
revisión de la que es en realidad, la primera condena, resulta un procedi-
miento inconstitucional y, por ende, contrario a la orientación acusatorio-
garantista del nuevo modelo.
(9) ORÉ GUARDIA, Arsenio. “Opinión para el VI Pleno Jurisdiccional de la Corte Suprema: La condena
del absuelto”. En: <www.incipp.org.pe/modulos/contenidos/descargar.php?id=49>.
237
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
Maier señala además que esta garantía procesal debe conducir nece-
sariamente a la exigencia de que para ejecutar una pena contra una perso-
na, se necesite una doble conformidad judicial, si el condenado la requie-
re(10), lo que trae como consecuencia que: primero, solo serían recurribles
las sentencias penales condenatorias; y, segundo, que tal derecho solo le
correspondería al condenado(11).
(10) MAIER, Julio B. Derecho Procesal Penal. Tomo I, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2003, p. 714.
(11) NEYRA FLORES, José Antonio. Manual del nuevo proceso penal & litigación oral. Idemsa, Lima 2010,
pp. 368 y 369.
(12) JAUCHEN, Eduardo. Derechos del imputado. Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2005, p. 451.
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LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
(13) DOIG DÍAZ, Yolanda. “El sistema de recursos en el proceso penal peruano: Hacia la generalización de
la doble instancia y la instauración de la casación”. En: Anuario de Derecho Penal: La reforma del pro-
ceso penal peruano. Lima, 2004, p. 195.
(14) MAIER, Julio B. Ob. cit., p. 716.
239
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
240
LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
3. La normativa nacional
En el plano nacional, como dijimos, el derecho al recurso no esta es-
tipulado como un derecho fundamental reconocido en el articulo 2 de la
241
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
Sin embargo esto requiere ser concordado con el artículo 14.5 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el cual debe ser ana-
lizado con base en criterios objetivos. Así, cuando los doctrinarios euro-
continentales determinan el origen de esta norma no establecen un crite-
rio que pueda ser usado legislativa o jurisprudencialmente, pues es sabido
que la interpretación histórica busca una argumentación meramente teóri-
ca, pero no así la aplicación de la norma.
(15) PROAÑO CUEVA, César Augusto. “Doble instancia, reformatio in peius y otros conceptos mal en-
tendidos: a propósito de la condena del absuelto”. En: Materiales del VI Pleno Jurisdiccional. Lima,
2010, p. 111.
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LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
(16) PALACIO, Lino Enrique. Los recursos en el proceso penal. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1998, p. 55.
243
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
Como señala Lino(17), a través del recurso de apelación cabe, por con-
siguiente, no solo la reparación de cualquier error de juicio (error in iudi-
cando), con prescindencia de que se haya producido en la aplicación de
las normas jurídicas (error in iure) o en la apreciación de los hechos o va-
loración de la prueba (error in facto), sino también la de cualquier tipo de
errores in procedendo, comprendiendo, en consecuencia, tanto a los que
afectan directamente a la resolución impugnada cuanto a aquellos que
afectan a los actos anteriores al pronunciamiento de la decisión.
Esta gran amplitud tiene que ver con el origen mismo de la apela-
ción. Binder(18) señala que la apelación nació en el Derecho Romano tar-
dío, en el que se consolidaron las estructuras imperiales y la jurisdicción
empezó a ser concebida como un poder delegado del emperador, quien
podía recuperarlo a través de una cadena sucesiva de funcionarios, de
modo tal que se fortalecía no tanto la idea de control de las partes sobre
el fallo, sino la idea de control del Estado sobre la labor de los jueces.
Por ello, la apelación goza de una gran amplitud, pues tiene una liga-
zón a sistemas procesales en los cuales no se respeta totalmente la inme-
diación, ya que en ellos el recurso de apelación tiene que ver con que el
tribunal de apelación se limite a leer los registros o escritos en los que se
basa la actuación del proceso(19).
244
LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
su papel hará que esta sea exitosa. Por ello, es necesario definirla como
aquel principio que implica la cercanía entre el juez y las partes y la ac-
tuación de los medios de prueba, con la finalidad de conseguir única-
mente por este medio la convicción. La inmediación refuerza lo acusato-
rio del modelo, pues sin ella el juez podría sentenciar con base en lo que
obra en el expediente antes que en lo percibido en la audiencia.
Pero ¿ocurre lo mismo con los recursos? No. Si bien existe el dere-
cho a una segunda instancia, el conocimiento que tienen los tribunales de
esta ulterior instancia es totalmente limitado, ya que no existe inmedia-
ción con la producción de la prueba. Por ello el único control que puede
hacerse en segunda instancia es el control del derecho y de lo lógico y ra-
zonado de las decisiones tomadas en primera instancia, pues revisar los
hechos como pretenden algunos autores es imposible.
el carácter público del proceso, como el derecho de defensa. JAÉN VALLEJO, Manuel. “Los principios
de la prueba en el proceso penal español”. En línea: <http://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/
html/artjae1.htm>.
245
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
(21) HORVITZ LENNON María Inés y LÓPEZ MASLE Julián. Ob. cit., pp. 358-359.
246
LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
Por ello el recurso para las sentencias definitivas por excelencia de-
bería ser uno como el recurso de nulidad chileno, recurso extraordinario
que se interpone por la parte agraviada por una sentencia definitiva, ante
el tribunal que la dictó, con el objeto de que el superior jerárquico que
sea competente, de conformidad con la ley, invalide el juicio oral y la
sentencia, o solamente esta última, cuando en la tramitación del juicio o
en el pronunciamiento de la sentencia se hubieren infringido sustancial-
mente derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los tra-
tados internacionales ratificados por el Estado que se encuentran vigen-
tes o cuando, en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una
errónea aplicación del derecho que hubiere influido en lo dispositivo del
fallo(22). Solo de este modo se puede proteger la inmediación.
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JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
(23) CAROCCA PÉREZ, Álex. Manual del nuevo sistema procesal penal. Lexis Nexis, Santiago de Chile,
2005, p. 270.
(24) Ibídem, pp. 270-272. Amplía, señalando que: “La infracción de las garantías constitucionales se esta-
blece expresamente como causal de procedencia del recurso de nulidad, que en el pronunciamiento de
la sentencia o en la tramitación del juicio, se hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías
asegurados por la Constitución o los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes (art. 373 letra a) CPP). La forma en que se concreta esta causal es doble. Por una parte se esta-
blecen supuestos objetivos enumerados por la ley, que cuando concurren siempre traen consigo la invali-
dación del juicio y de la sentencia, que son denominados “motivos absolutos de nulidad” (art. 374 CPP)
y, por la otra, se contempla la infracción general de cualquier otra garantía que no está expresamente
contemplada en la ley, debiendo demostrarse que se trata efectivamente de una garantía y que ha sido
vulnerada durante la tramitación del juicio o en el pronunciamiento de la sentencia definitiva. En el pri-
mer caso, se encuentra, el que la sentencia sea pronunciada por un tribunal incompetente o no integrado
por los jueces designados conforme a la ley, o por un juez implicado o cuya recusación estuviere pen-
diente, o acordada por un menor número de votos o pronunciada por un menor número de jueces que
el requerido por la ley o con la concurrencia de jueces que no hubieren asistido al juicio; el juicio oral
se haya desarrollado en ausencia de alguna de las personas cuya presencia se requiera legalmente; o al
defensor se le hayan impedido ejercer sus derechos; en el juicio oral no se han respetado las normas de
publicidad y continuidad; la sentencia no haya cumplido con sus requisitos esenciales o haya sido emi-
tida infringiendo su obligación de congruencia con la acusación; y haya sido dictada contra otra pasada
en autoridad de cosa juzgada (art. 374 CPP). El segundo requisito es el de la errónea aplicación del dere-
cho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia, así la sentencia judicial debe
pronunciarse aplicando el derecho a los hechos tal cual han sido establecidos a través de la prueba. Esto
supone que sea el tribunal quien deba decidir cuál de las normas jurídicas con que cuenta el ordenamien-
to jurídico deben aplicarse al caso y, luego, cuál es el contenido o sentido que debe darle a aquella que
ha resuelto aplicar. Esta decisión del tribunal es impugnable por vía del recurso de nulidad, a través de la
causal que consiste en alegar que ‘en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea
aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo’. En el fondo, se
permite que el agraviado por la decisión, solicite al tribunal superior que ratifique si en su concepto las
normas que se han aplicado son las que él considera procedentes y, luego, si el sentido que se les ha atri-
buido es también el que estima adecuado. Ambas decisiones pueden ser alteradas por el tribunal superior,
pero en caso alguno debe significar alterar los hechos tal cual han sido fijados por el tribunal del juicio
oral”.
248
LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
Asumir esta postura trae a colación una lógica pregunta: ¿Qué ha-
cemos con el recurso de casación, en tanto estaríamos ante dos recursos
de similar aplicación? Definitivamente lo que diferenciaría un recurso de
otro serían las funciones que cumple cada uno de ellos.
249
JUAN HUMBERTO SÁNCHEZ CÓRDOVA
¿Qué sucede con la condena del absuelto? Vistas todas estas conside-
raciones, es claro que los problemas acerca de este punto se deben a una
mala regulación de los recursos. Así, en un sistema de nulidades el ab-
suelto no tiene por qué ser condenado en segunda instancia, pues como se
ve en alguna jurisprudencia esto afecta a la inmediación.
Bibliografía
• BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ad-Hoc,
Buenos Aires, 1993.
250
LA CONDENA DEL ABSUELTO EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004
251
Índice general
Índice
general
Presentación............................................................................................ 5
Introducción........................................................................................................ 9
1. Principio de contradicción............................................................... 13
2. Principio de inmediación................................................................. 14
3. Principio de concentración.............................................................. 15
255
ÍNDICE GENERAL
256
ÍNDICE GENERAL
31. Audiencia de prisión preventiva (artículos 268, 271, 272, 274 y 278). 37
257
ÍNDICE GENERAL
Conclusiones...................................................................................................... 55
258
ÍNDICE GENERAL
1. La manifestación de voluntad......................................................... 64
2. El objeto.......................................................................................... 65
3. La causa ........................................................................................ 66
4. La formalidad.................................................................................. 67
Introducción........................................................................................................ 79
259
ÍNDICE GENERAL
1. Concepto . ...................................................................................... 90
a) Formalidad . ........................................................................... 90
b) Legitimidad ............................................................................ 90
c) Oportunidad . ......................................................................... 91
d) Objeto..................................................................................... 91
e) Finalidad................................................................................. 91
f) Competencia.......................................................................... 91
g) Medidas.................................................................................. 92
Conclusiones ..................................................................................................... 93
260
ÍNDICE GENERAL
Conclusiones...................................................................................................... 127
Introducción........................................................................................................ 135
Conclusiones...................................................................................................... 164
261
ÍNDICE GENERAL
La fase decisoria
Introducción........................................................................................................ 229
262
ÍNDICE GENERAL
II. El artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. 234
263