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I-DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO (D.I.Pr.

Concepto: podemos decir que el D.I.Pr. comprende las relaciones jurídicas mas allá de las fronteras, es decir,
relaciones que implican a dos o más estados. En otras palabras, estudia las relaciones jurídicas privadas en distintas
jurisdicciones. Por estas razones es un “derecho internacional de índole privada”, pero esto no quiere decir que sea
derecho internacional civil, ya que el contenido del D.I.Pr. es mucho más amplio que el derecho civil.
Es “privado” porque lo importante es la existencia de intereses privados, esto es, intereses de personas físicas y/o
jurídicas.
El D.I.Pr. está integrado por varias normas que se encargan de estudiar las relaciones jurídicas en donde tiene que
haber al menos un elemento extranjero o internacional, en el sentido que ese elemento se encuentra en un Estado
que no es el propio. El elemento extranjero o internacional puede estar visible (cuando aparece en la relacion
jurídica y es verificable sin necesidad de indagación) u oculto (para desentrañarlo se requiere una investigación
sobre actos o hechos constitutivos).
Es una disciplina de carácter autónomo, pero esto no significa que tenga autonomía legislativa o jurisdiccional, ya
que no hay un cuerpo normativo que regule el D.I.Pr. y tampoco hay un fuero especializado en el tema.
-Hay dos elementos relevantes para que una relación jurídica este comprendida por el D.I.Pr. La primera de ellas
tiene que ver con el elemento extranjero, para el cual hay dos grandes criterios: el domicilio y la nacionalidad de
las personas. Así, para Argentina lo que internacionaliza las relaciones privadas es el domicilio, pero para los
países europeos lo importante es la nacionalidad. Sin embargo, en Argentina, en materia penal si puede jugar la
nacionalidad como elemento relevante. Vale aclarar que para los países europeos la nacionalidad es un criterio en
las relaciones con otros países no europeos, pero en las relaciones entre países europeos el criterio es el domicilio.
El segundo elemento relevante es que se encuentren en juego o colisionen intereses privados de personas físicas
y/o personas jurídicas.

Normas de D.I.Pr.: las normas que componen el D.I.Pr. son las normas directas (materiales o sustanciales), las
normas indirectas (normas de conflicto), que tienen una estructura que soluciona indirectamente el conflicto, y las
normas de policía, que se utilizan como limites a la aplicación del derecho extranjero.

Finalidad: lo que se busca con la materia es que el derecho pueda garantizar la continuidad de las relaciones
jurídicas en cualquier parte del mundo.

Objeto: el “para que” inmediato u objeto del D.I.Pr. es determinar al juez competente (1) y que luego este decida
qué derecho (2) se debe aplicar. Las normas de competencia se encuentran en las normas convencionales (tratados)
o en las normas internas, y para saber qué derecho aplicar, el juez debe recurrir nuevamente a las normas internas.
Puede estar la posibilidad de que las partes hayan elegido la norma aplicable (contractual), y en este caso hay que
ver en la fuente interna que norma nos remite al derecho aplicable. Por lo tanto siempre se debe evaluar desde el
derecho argentino.
Además del juez competente y el derecho aplicable, hay un tercer objeto que con el tiempo ha tenido un rol
preponderante: la cooperación jurídica internacional (3). Es decir, se requiere que las autoridades competentes
cooperen entre si, por ejemplo los jueces.

II-METODOS Y FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

Introduccion/repaso: según lo visto anteriormente podemos decir que el D.I.Pr. busca desentrañar que derecho se
debe aplicar a una relación jurídica, pero para ello no necesariamente tiene que haber controversia.
Las normas contenidas en distintas fuentes darán respuesta a una relación de carácter privado (persona física o
juridica) que, además, tiene que contener al menos un elemento extranjero. En este punto se distinguen elemento
extranjeros relevantes e irrelevantes, y para ello hay dos criterios: el domicilio (Argentina) y la nacionalidad (países
europeos).
Argentina adopto el criterio del domicilio porque Velez entendió que siendo Argentina un país que promovía la
migración, no podía tomar la nacionalidad como criterio de internacionalización porque los jueces tendrían que
aplicar en gran parte derecho extranjero.
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Métodos del D.I.Pr.: rige el pluralismo metodológico, y los métodos están relacionados con los tipos de normas.
Es decir, el derecho va buscar soluciones en los distintos tipos de normas. Hay 3 métodos:
1-Metodo conflictual: procede a través de normas indirectas.
2-Metodo material: procede a través de normas directas.
3-Metodo de autolimitación: actúa a través de normas de policía que ponen un limite o freno a la aplicación de
derecho extranjero.

Fuentes del D.I.Pr.: las normas mencionadas anteriormente se encuentran en las fuentes del D.I.Pr., dentro de las
cuales distinguimos a la fuente convencional y a la fuente interna.
1-Fuente convencional: se trata de acuerdos internacionales, de tratados que celebro Argentina en temas de
derecho privado, sin perjuicio de que también hay tratados de DD.HH. que pueden ayudar en la aplicación e
interpretación de normas. A modo de ejemplo podemos citar las siguientes fuentes convencionales:
-Convenios dictados por la CNUDMI (Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional)
o UNCITRAL (siglas en ingles).
-Convenios interamericanos dictados por la CIDIP (Conferencia de Derecho Internacional Privado) en el orden de
América y auspiciados por la O.E.A.
-Normas que emanan del MERCOSUR.
Por otro lado están los tratados de alcance multilateral o bilateral:
-Tratados de Montevideo de 1889 (fueron ratificados por Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina)
-Tratados de Montevideo de 1940 (se modificaron los tratados de 1889, pero solo Argentina, Paraguay y Uruguay
adhirieron).
-Tratados de extradición (son 17 tratados)
2-Fuente interna: son las normas que emanan del legislativo, es decir, la fuente legal, las leyes dictadas por el
Poder Legislativo.
Más allá de lo expuesto hay doctrina en lo comercial internacional que habla acerca de una tercer fuente: la lex
mercatoria, también conocida como “soft law” o derecho blando, compuesto por usos y costumbres. Estos usos y
costumbres son generados por los operadores, árbitros, etc. No tienen respaldo estatal y no son coercitivos, solo se
aplican cuando así lo deciden las partes ya que hay autonomía de la voluntad.
Del otro lado están las fuentes convencionales e internas que serian “hard law”, ya que cuentan con respaldo y
participación del Estado, y son coercitivos.
Respecto al orden jerárquico entre las fuentes, más allá de la aplicación del Art. 75 inc. 22 de la C.N., el Art. 2594
del nuevo C.C.C.N. establece que en primer lugar debe aplicarse las normas de fuente convencional y, en defecto
de normas de fuente internacional, las normas de fuente interna.

III-LAS NORMAS DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

Concepto: la norma jurídica es una preceptuacion obligatoria del derecho que regula en un sentido social la
conducta humana.
El derecho formula supuestos jurídicos, hipótesis, que van a desencadenar determinadas consecuencias jurídicas. Es
decir que de producirse el hecho descripto en la hipótesis o tipo legal acarrea determinada consecuencia jurídica.
Hay 3 tipos de normas de D.I.Pr.:
1-Normas directas o materiales (método material).
2-Normas indirectas o de conflicto (método conflictual).
3-Normas de policía, internacionalmente imperativas o de aplicación inmediata. Son disposiciones legales que
tiene cada ordenamiento jurídico (en su fuente interna o convencional) y persiguen proteger un determinado interés
legítimo. La norma de policía, en la estructura, es una norma directa, pero su funcionamiento y objetivo es distinto,
ya que sirve como límite a la aplicación de derecho extranjero.

Normas directas: son normas típicas que tienen la estructura de una norma jurídica estándar, tienen un “tipo legal”
y su “consecuencia jurídica”, que sanciona o da solución al conflicto que se suscita. Como se observa la estructura
es similar a otras normas, pero están pensadas para problemas que se susciten en el D.I.Pr., es decir, para una

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relación jurídica internacional privada. La norma directa va regular el problema en forma inmediata sin tener que
recurrir a un derecho estatal de un país o de otro.
Estas normas generalmente se encuentran en la fuente convencional (tratados) y son mucho más comunes en temas
comerciales. Cuando están presentes no suscitan problemas en la interpretación a diferencia de las normas
indirectas.

Normas indirectas: la mayoría de las normas de D.I.Pr. son las normas indirectas. Estas normas poseen, además
del “tipo legal” y la “consecuencia jurídica”, el “punto de conexión”. Por ejemplo, “los contratos (tipo legal) se
rigen por la ley del lugar de cumplimiento (punto de conexión)”. La consecuencia del tipo legal va ser el derecho
aplicable (derecho local o derecho extranjero). Siguiendo el ejemplo, puede ser que el lugar de cumplimiento sea
Argentina y en ese caso el juez aplicara el derecho argentino; y si el lugar de cumplimiento es otro país, el juez
tiene que aplicar derecho extranjero. Así, el punto de conexión relaciona el tipo legal con el derecho que se debe
aplicar.
Entonces, el punto de conexión es el elemento técnico del que se vale la norma indirecta para indicar cual es
derecho que habrá de dar respuesta a la situación descripta en el tipo legal. Son puntos de conexión el domicilio, la
nacionalidad, el lugar de celebración, lugar de situación, etc.
Más allá de lo expuesto, para algunos autores la consecuencia jurídica determina el juez competente, para otros la
ley aplicable, e incluso parte de la doctrina sostiene que la norma indirecta es la que establece la ley aplicable.

Clasificación de los puntos de conexión


Primera clasificación
1-Punto de conexión simple: la norma indirecta posee un solo y único punto de conexión aplicándose desde el
principio una sola ley. Por ejemplo acerca de “la validez del matrimonio” (tipo legal), se rige por el “lugar de
celebración” (punto de conexión), que en este caso sería Argentina por lo que se aplicaría la ley argentina
(consecuencia).
2-Punto de conexión alternativa (“o”): la norma indirecta otorga la facultad de elección entre dos o más leyes
conforme a las cuales válidamente podrá realizarse un determinado acto jurídico. Por ejemplo, en el caso de
“alimentos” (tipo legal), son aplicables la ley del domicilio del acreedor o la ley del domicilio de deudor (puntos de
conexión), y el juez decidirá qué ley elegir teniendo en cuenta al acreedor alimentario.
3-Punto de conexión subsidiario (“1”, “2”, etc.): la norma indirecta, previendo el supuesto de ausencia del
elemento erigido en punto de conexión primario, designa uno con carácter subsidiario al que habrá de recurrirse.
Por ejemplo, en el caso de un “contrato” (tipo legal), se aplica la ley del lugar del cumplimiento (punto de conexión
1), pero si no se puede determinar el mismo, se aplicara la ley del lugar de celebración del contrato (punto de
conexión 2).
4-Punto de conexión acumulativo (“y”): en este caso la norma indirecta subordina la relación jurídica a dos o mas
leyes. Por ejemplo, en el caso de una “adopción” (tipo legal), el juez tiene que aplicar la ley del domicilio de
adoptado y la ley del domicilio del adoptante.
Segunda clasificación
1-Puntos de conexión reales: se refieren a los bienes o cosas. Por ejemplo, el lugar de situación del inmueble o de
la cosa mueble.
2-Puntos de conexión personales: se refieren a las personas. Por ejemplo el domicilio o la nacionalidad.
3-Puntos de conexión relativos a los actos o conductas: hacen referencia a conductas y actos jurídicos. Por
ejemplo, lugar de ejecución del contrato, lugar de celebración del matrimonio, etc.
Tercera clasificación
1-Puntos de conexión fijos: no sufren alteración, no cambian, y generalmente se refieren a hechos pasados. Por
ejemplo, lugar de celebración del contrato, lugar de ejecución del contrato, etc.
2-Puntos de conexión variables: pueden sufrir modificaciones o variaciones durante la relación. Por ejemplo el
domicilio. Ahora bien, los puntos de conexión variables tienen que ser precisados temporalmente para indicar el
derecho aplicable. Siguiendo el ejemplo, ultimo domicilio del causante, primer domicilio conyugal, etc.

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IV-APLICACIÓN Y PRUEBA DEL DERECHO EXTRANJERO

Dijimos que las normas pueden ser directas e indirectas, que son las que traen mayor inconveniente. También se
dijo que la mayoría de las normas de D.I.Pr. son indirectas, es decir, las que tienen la estructura de tipo legal, punto
de conexión y consecuencia jurídica (derecho aplicable, ya sea local o extranjero).
Por ejemplo, si el punto de conexión dice que el contrato “se rige por el lugar de cumplimiento”, y el cumplimiento
se da en Argentina se aplicara derecho local, y si el cumplimiento se da en el extranjero se aplicara derecho
extranjero. Así, el razonamiento seria que el juez tiene un conflicto de D.I.Pr., tiene que buscar la norma de D.I.Pr.
que resulte aplicable, y para ello recurre a la fuente convencional y en su defecto a la fuente interna, buscara
normas directas, que es muy factible que en muchos casos no encuentre, y entonces recurrirá a las normas
indirectas, y ahí vera en el caso concreto a qué derecho lo remite la norma indirecta.
Puede haber distintas variables en lo que respecta al punto de conexión (simple, alternativo, subsidiario, etc.), lo
más sencillo es que haya un punto de conexión simple. Por ejemplo el lugar de cumplimiento del contrato,
celebración del mismo, etc., está en Argentina, entonces se aplica derecho argentino, pero el caso sigue siendo
internacional.
Pero el problema sustancial se va producir cuando se tenga que aplicar el derecho extranjero, y ahí surgen
dos grandes problemas, el primero respecto al tratamiento procesal o aplicación del derecho extranjero y la
segunda respecto a la naturaleza del derecho extranjero.

1-Respecto al tratamiento procesal del derecho extranjero: esto es, si la aplicación del derecho extranjero para
el juez es una facultad o es una obligación. Es decir, si entendemos que es una obligación para el juez, la aplicación
del derecho extranjero es de oficio (el juez debe aplicarlo), y si entendemos que es una mera facultad para el juez,
la aplicación del derecho extranjero requerirá petición de parte (el juez puede aplicarlo).
Para explicar el fundamento de la aplicación del derecho extranjero hay varias teorías:
a-La justicia: había varias teorías, estaban los que decían que la aplicación del derecho extranjero se basa en la
justicia, por lo que es deber del juez aplicarlo. Este era el fundamento típico de las escuelas de la edad media.
Luego aparecieron teorías de otros autores. (Obligación)
a-La cortesía internacional (Story): para Story la aplicación del derecho extranjero se basa en la cortesía
internacional. Es decir, un juez puede aplicar el derecho extranjero en razón de ser cortes y respetuoso respecto al
soberano extranjero (hoy seria respecto al estado extranjero). Esta idea de mera cortesía nos lleva a entender que la
aplicación del derecho extranjero es una facultad para el juez.
b-El fundamento jurídico (Savigny): para este autor correspondía aplicar el derecho extranjero porque había una
comunidad jurídica de estados que tenía principios y valores en común, basadas en dos pilares: el derecho romano
y la religión cristiana.
Savigny pensaba en la sociedad occidental, pero sabía que había otros principios jurídicos y otras raíces culturales y
religiosas, y por ello entendía que la comunidad jurídica de estados podía entrar en crisis. Esto porque quizá en
algún caso habría que aplicar un derecho que no tuviera el basamento común desde lo cultural y religioso, este
límite seria lo que hoy se conoce como “orden publico internacional”.
De todas formas sostenía que, en tanto existiera la comunidad jurídica de estados, había un deber del juez de aplicar
derecho extranjero. Pero la idea de la comunidad jurídica de estados y la problemática que se planteo respecto a
otros estados, lo llevo a establecer la “regla de solución”. Según esta regla, para una determinada relación jurídica
correspondía la aplicación del derecho que resultaba más razonable a la naturaleza, a la esencia, de la propia
relación jurídica en sí misma, sin importar si era derecho local o derecho extranjero, lo importante era cual era el
derecho que razonablemente se ajustaba mejor para resolver el problema que se suscitaba en torno a una relación
paterno-filial, un contrato, un matrimonio, etc. (categorías de derecho civil). Entonces la aplicación del derecho
extranjero era facultativo para el juez, pero en base a la razonabilidad. (Obligación)
c-El fundamento político (Mancini): Mancini era un politólogo italiano que pretendía la unificación de Italia que
estaba desmembrada en la edad media, y entendía que un criterio de unificación era la nacionalidad. Decía que el
derecho debía siempre aplicarse en virtud de la nacionalidad de la persona. Si una persona estaba en su país, debía
aplicársele el derecho de dicho país, y si la persona estaba en otro país distinto, respecto a su capacidad y relaciones
personales, también debía aplicársele el derecho de su propio país. Entonces, la nacionalidad de la persona sigue a
la persona más allá de su país. (Obligación)

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Ahora bien, para estas posturas, salvo para la cortesía internacional (Story), ya sea en virtud de la justicia, de la
nacionalidad, de la comunidad jurídica de estados, correspondía como aplicar el derecho extranjero (era un deber,
una obligación).

2-Respecto a la naturaleza del derecho extranjero: para dar argumentos respecto a la aplicación del derecho
extranjero, es decir, si debía ser una facultad y por ende requerir petición de parte, o si el derecho extranjero debía
ser considerado como tal y ser aplicado de oficio, se abrieron dos grandes posturas: la normativista y la realista.
a-Teorías normativistas: entiende que el derecho extranjero es ni más ni menos que derecho, es un ordenamiento
jurídico y por el hecho de ser de un país distinto al propio no deja de tener todos los caracteres y la misma
naturaleza de ordenamiento jurídico o derecho positivo, y por ende no debe tener tratamiento distinto al que tiene el
derecho propio, en consecuencia deberá aplicarse de oficio.
Esta postura era sustentada muy claramente Savigny, quien decía que el derecho extranjero es derecho, es un
ordenamiento jurídico y es extranjero, o sea se aplica de oficio y no requiere ningún acto de nacionalización para su
aplicación.
Dentro de esta postura otros autores, como Lorenzen y Beale, sostenían la tesis de la incorporación o
nacionalización del derecho extranjero, que si bien comparten con Savigny la idea de que el derecho extranjero es
derecho, sostienen también la idea de, a través de un acto, la incorporación del derecho extranjero para
transformarlo en derecho nacional y aplicarlo. Sin embargo estos autores también tenían diferencias:
-Para Lorenzen la sentencia del juez era el acto que transformaba el derecho extranjero en derecho interno.
-Para Beale la incorporación no era judicial sino legislativa. Este autor sostenía que la misma norma indirecta de un
país conduce al derecho extranjero, es decir, la misma norma es la que nacionaliza el derecho extranjero en derecho
local.
Las posiciones normativistas, en especial la postura de Savigny, en realidad no niegan la posibilidad de que la
parte interesada alegue y pruebe el derecho extranjero, es más, en realidad cuando el juez aplique el derecho
extranjero, se habla de que las partes pueden alegar e “informar” acerca del derecho extranjero. Son los hechos
los que deben ser probados, y como en el caso se trata de un derecho, lo que se puede hacer es informar acerca del
texto, alcance y vigencia del derecho extranjero.
b-Teorías realistas: como regla estas teorías dicen que el derecho extranjero no es derecho, sino que por el hecho
de ser un ordenamiento jurídico distinto al propio y ser sancionado para una cultura, un país y territorio que no es el
propio, para el juez nacional es un mero hecho. Por lo tanto no hay obligación de aplicarlo, pero si puede ser
aplicado cuando es pedido y probado por de parte interesada. La parte tiene que probar el texto, el alcance, y la
vigencia del mismo. El autor de esta teoría era Story, quien entendía que el juez nacional podía aplicar el derecho
extranjero como un acto de cortesía, y lo mínimo que puede hacer la parte interesada en la aplicación del derecho
extranjero es pedirlo y probarlo.
Dentro de estas teorías estaba Goldschmidt quien le dio un giro a estas teorías. Para este autor el derecho
extranjero era un hecho, pero un hecho notorio, por lo que no había necesidad de probarlo, ya que se trata de un
hecho de público conocimiento. La postura de este autor era conocida como “la teoría del uso jurídico”, y
prácticamente sostenía que el juez nacional, cuando aplica el derecho extranjero, debe buscar cual hubiera sido la
solución a la que hubiera arribado el juez extranjero cuyo derecho se va aplicar. Esto teniendo en cuenta el derecho
y también cuestiones de índole sociológicas y valorativas (tenía una tesis de tipo trialista). Entonces el derecho
extranjero podía ser invocado, pero no era necesario probarlo.

El sistema adoptado en el derecho argentino


Lo que pasa entre las tesis planteadas y el derecho argentino es algo problemático porque hay varias fuentes. Por
orden de jerarquía están las fuentes convencionales e internas:
1-Fuente convencional:
-Tratado de Montevideo de 1889 (vincula a Argentina con Bolivia, Perú y Colombia)
-Tratado de Montevideo de 1940 (vincula a Argentina con Uruguay y Paraguay)
-Convención Interamericana de 1979
Las fuentes convencionales, en general, principalmente van a ser los protocolos adicionales de los Tratados de
Montevideo de Derecho Civil Internacional de 1889 y su revisión de 1940, y la Convención Interamericana de
Derecho Internacional Privado (CIDIP) de 1979 sobre normas generales.

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2-Fuente interna:
-Artículo 13 del Código Civil (vigente)
-Artículo 377 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
-Artículo 2595 del Código Civil y Comercial de la Nación (nuevo)

Problemas
Por un lado, los dos protocolos de los Tratados de Montevideo adscriben a la tesis de Savigny, esto es, el derecho
extranjero es derecho y por ende se debe aplicar de oficio. Por lo tanto cuando corresponda aplicar derecho
extranjero el juez está obligado a aplicarlo de oficio.
En la CIDIP II intervino como representante de la comitiva argentina Goldschmidt e impuso su teoría del uso
jurídico, según la cual el juez está obligado a aplicar el derecho extranjero como si fuere el juez cuyo derecho
resulte aplicable.
Sin embargo más allá de los fundamentos de las teorías de los autores, en la práctica, las fuentes convencionales
llegan a la misma conclusión: el derecho extranjero debe aplicarse de oficio, sin perjuicio de ser alegado y probado.
Por otro lado, el Art. 13 del Cód. Civil decía todo lo contrario a lo ya expuesto porque seguía la tesis de Story,
Vélez sostenía que en ningún caso el juez podrá aplicar el derecho extranjero si no es a pedido de parte y si con
prueba de parte interesada. Es decir, impedía al juez nacional aplicar el derecho extranjero, salvo que
específicamente hubiera sido alegado y probado.
El Art. 377 del Cód. Procesal matizaba la postura del Art. 13 del Cód. Civil al establecer que el juez podrá aplicar
derecho extranjero sin perjuicio de que sea alegado y probado por parte interesada. Es decir, ya no obliga al juez
nacional a no aplicar derecho extranjero, le permite discrecionalidad, así el juez puede o no aplicar derecho
extranjero sin perjuicio de que el mismo sea alegado y probado.
Hubo una serie de proyectos de reforma que modificaba el Art. 13 con raíces de Story por ser contradictoria
respecto a otras disposiciones de D.I.Pr. La doctrina denostaba el artículo en cuestión, exigía la reforma urgente y
trataba de matizarlo de todos modos porque, qué sentido tenía tener todas las normas indirectas que remitían a un
derecho extranjero cuando después aparece la tesis de que no se puede aplicar si no es alegado y probado. La
jurisprudencia del fuero civil por su lado se alineo por el Art. 13, si el derecho extranjero no era alegado y probado
se aplicaba el derecho nacional, y la jurisprudencia comercialista y laboralista se inclinaban por el Art. 377 del Cód.
Procesal.
El Art. 2595 del nuevo C.C.C.N. sigue en líneas generales la postura de Goldschmit así que, en principio, cambia
radicalmente la postura que venía teniendo el Art. 13 del Cód. Civil. El Art. 2595 tiene tres partes:
-La primera parte es la que se ocupa de la aplicación del derecho extranjero. Básicamente dice que el juez nacional
tiene deberá aplicar el derecho extranjero como si fuera el juez cuyo derecho resulta aplicable. Esta parte de Art.
2595 ha sido objeto de dos críticas:
a-Hay muchos autores que entienden que la postura de Goldschmit y su teoría del uso jurídico en realidad es
utópica y se inclinan por la tesis de Savigny (el derecho extranjero es derecho y hay que aplicarlo).
b-El artículo menciona que, respecto al derecho extranjero, el juez establece el contenido y está obligado a
interpretarlo como lo harían los jueces cuyo derecho resulte aplicable. Esta redacción no deja en claro que significa
establecer el contenido y que interpretarlo, y que tarea se realiza primero.
Al final de la primera parte, el artículo dice que “Si el contenido del derecho extranjero no puede ser establecido se
aplica el derecho argentino”, y con esto abre las puertas a la aplicación del derecho argentino.
El Art. 2597 trae la “clausula de la excepción”, que deriva de la teoría de los vínculos más estrechos propia de los
contratos. Esta teoría significa que en realidad corresponde aplicar el derecho que esta mas vinculado al contrato y
el juez determinara en el caso concreto. O sea no le impone una norma al juez, sino que en cada caso concreto, será
él quien determine qué derecho (local o extranjero) aplicar en base a los vínculos más estrechos.
Sin embargo esta clausula también deja un problema, ya que por un lado el Art. 2595 da las pautas de que el juez
está obligado a aplicar el derecho extranjero, y por otro lado el Art. 2597 le da recursos al juez para aplicar
derecho extranjero.
-La segunda parte se ocupa de otra cuestión que tiene que ver con los casos de “covigencia”, es decir, de normas
extranjeras vigentes a la vez, y establece como solución que dichas cuestiones deberán resolverse conforme a las
propias reglas del derecho extranjero.
-La tercera parte trae la solución al fraccionamiento a través de la “adaptación”. El fraccionamiento se da cuando a
una misma relación jurídica le son aplicables diversos derechos a sus diferentes aspectos. Por ejemplo, en el ámbito
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del matrimonio, las cuestiones matrimoniales no se rigen todas por el mismo derecho y en un problema atinente a
las relaciones personales y patrimoniales, las primeras se rigen por el derecho del lugar del domicilio conyugal y
las segundas se rigen por las convenciones matrimoniales pactadas o en su defecto por la ley del lugar del primer
domicilio conyugal.
La norma establece que en estos casos es necesario buscar una solución armoniosa a través del recurso de la
“adaptación”, que tiene que ver con un criterio de interpretación del caso concreto.

Reenvío
Una vez superada las cuestiones de cómo aplicar el derecho extranjero, si el juez decide a aplicar el derecho
extranjero puede asumir dos posturas:
1-Reenvio de primer grado: entender que el derecho extranjero, entendido como un todo integral, “rechaza” ser
aplicado y, por ende lo conduce, reenvía, a aplicar su propio derecho.
2-Reenvio de segundo grado: entender que la norma indirecta de derecho extranjero, entendido como un todo
integral, lo remite a la aplicación del derecho de un tercer Estado.
El problema con el reenvío es que podría producirse un círculo vicioso, y al respecto la doctrina elaboró distintas
soluciones, rechazar el reenvío o aceptar algún reenvío poniéndole un límite. El Art. 2596 del nuevo C.C.C.N.
acepta el reenvío y obliga expresamente al juez a aplicar el reenvío de primer grado estableciendo que, si las
normas indirectas del derecho extranjero conducen a la aplicación del derecho propio, el juez aplicara derecho
argentino. El segundo párrafo del artículo en cuestión deja a salvo la autonomía de la voluntad, por lo que, si las
partes eligen el derecho de a aplicar ya no juega el reenvío.

V-LOS LIMITES A LA APLICACIÓN DEL DERECHO EXTRANJERO

1-El Orden Publico Internacional (Art. 14 del Cód. Civil de Vélez y Art. 2600 del nuevo C.C.C.N.)
Esta cuestión se plantea cuando el derecho extranjero indicado por la norma indirecta para solucionar la cuestión de
D.I.Pr. está en pugna con la ley del juez que entiende en la causa (foro) vulnerando principios fundamentales. Su
principal efecto es impedir la aplicación del derecho extranjero perjudicial para el foro.
Varios doctrinarios se pronunciaron respecto a este tema, entre ellos resaltan las posturas de Mancini y Savigny.
Para Mancini había que aplicar derecho extranjero en base a los principios de la nacionalidad y la libertad de las
partes, siempre y cuando no se afecte la soberanía del Estado, que es el principio superior y rector de todo
ordenamiento jurídico. Se relaciona con este último principio el orden público integrado por el derecho público, el
derecho criminal, principios básicos del Estado, la moral y buenas costumbres, etc.
Para Savigny había que aplicar a cada relación jurídica el derecho más razonable y acorde (ya sea local o
extranjero), en base al asiento o sede de la relación jurídica. Vale recordar que este autor pensaba en una comunidad
jurídica de Estados porque había raíces de derecho romano en común, y también se compartía la religión
judeocristiana. También previó que la comunidad jurídica de Estados podía entrar en crisis, ya que había Estados
que no tenían cosas en común. En esa situación entendía que no había que aplicar derecho extranjero ya que otros
Estados tenían “normas rigurosamente obligatorias”. Estas normas cumplen dos funciones, por un lado limitan la
autonomía de la voluntad y por otro lado impiden la aplicación del derecho extranjero.
El Art. 14 del Cód. Civil de Vélez enumera algunos límites a la aplicación del derecho extranjero, por ejemplo,
cuando su aplicación se oponga al derecho público o criminal, a la religión del Estado, a la tolerancia de cultos, a la
moral y buenas costumbres, etc.
El Art. 2600 del nuevo C.C.C.N. regula más claramente el tema del orden público y establece que “Las
disposiciones de derecho extranjero aplicables deben ser excluidas cuando conducen a soluciones incompatibles
con los principios fundamentales de orden público que inspiran el ordenamiento jurídico argentino”.

2-El fraude a la ley (Art. 2598 del nuevo C.C.C.N.)


La diversidad de los sistemas legislativos y jurisdiccionales pueden provocar en el campo del D.I.Pr. que las
personas (físicas o jurídicas) procuren sustraerse a la aplicación de la ley normalmente competente para regir la
relación jurídica internacional, colocándose bajo otra que estimen más favorable a sus intereses. El fraude
comprende la realización de una serie de actos que, si bien aisladamente son lícitos, en conjunto están
deliberadamente encaminados a escapar al rigor de una ley imperativa.
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En otras palabras, el fraude puede darse a la ley y también a la jurisdicción, y sucede cuando se dan conductas y
actos que se producen en un tiempo muy limitado, que son lícitos pero a la vez fraudulentos, porque persiguen una
finalidad que es ser amparados por un derecho que sea más favorable.
El Cód. Civil de Vélez, recepta expresamente el fraude en temas específicos pero no como cuestión de la teoría
general del D.I.Pr. Los Arts. 1207 y 1208 prohíben la realización de contratos destinados a violar las leyes
extranjeras o argentinas que se hubieran celebrado en Argentina o en otro país, respectivamente, estableciendo que
los mismos son de ningún valor. O sea, la sanción genérica del fraude es someter los actos realizados al imperio de
la ley que se ha intentado evadir. A esta solución arriba el Art. 2598 del nuevo C.C.C.N., que si trata el tema del
fraude en el orden del D.I.Pr.

3-Las normas internacionalmente imperativas (Art. 2699 del nuevo C.C.C.N.)


Las normas internacionalmente imperativas o normas de policía son otro limite que obsta la aplicación del derecho
extranjero. Estas normas tratan relaciones multilaterales como locales (carácter local), y si bien tiene la misma
estructura que las normas directas, se diferencian de estas en cuanto a su funcionamiento y finalidad: mientras que
las normas de policía apuntan a frenar o impedir la aplicación de derecho extranjero, las normas directas regulan el
problema en forma inmediata sin tener que recurrir a un derecho estatal de un país o de otro.
En concreto, las normas de policía excluyen la aplicación del derecho extranjero porque al Estado le interesa que se
aplique la normativa local por sobre cualquier otra normativa. Por ejemplo el Art. 124 de la Ley de Sociedades
establece que la sociedad constituida en el extranjero, que tenga sede en Argentina, será considerada sociedad local
para que se le pueda aplicar la normativa local.
El Art. 2699 del nuevo C.C.C.N. regula el tema como “normas internacionalmente imperativas” y dice
expresamente que “las normas internacionalmente imperativas o de aplicación inmediata del derecho argentino se
imponen por sobre el ejercicio de la voluntad y excluyen la aplicación del derecho extranjero elegido por las
normas de conflicto o por las partes”. En el segundo párrafo habla acerca de las normas de policía extranjeras y
establece que “cuando resulta aplicable un derecho extranjero tambien son aplicables sus disposiciones
internacionalmente imperativas”.

Calificaciones
Calificar es definir los términos de la norma de D.I.Pr. según un determinado ordenamiento jurídico, fijando su
alcance y extensión. Hay que entender que las calificaciones pueden variar en los distintos ordenamientos jurídicos.
Puede ocurrir que los hechos que según la lex fori (derecho del juez que debe resolver, es decir, derecho local) se
encuadran en una determinada categoría jurídica, resultan que son objeto de una consideración diversa a la luz de la
lex causae (ley competente para resolver la cuestión a la cual remite la lex fori, es decir, derecho extranjero). Este
tema se puede plantear tanto con relación al tipo legal como a la consecuencia jurídica de la norma de conflicto.
La doctrina trato este tema, en especial dos autores, Kahn y Bartin. Kahn (1891) es el primero que habló acerca de
la problemática de las calificaciones entre los ordenamientos jurídicos de los Estados, y Bartin (1897) analizo la
problemática a partir de varios casos que sentaron jurisprudencia como “El caso de la viuda maltesa” y el “Caso del
testamento ológrafo del holandés”. A partir de este primer análisis surgieron teorías para solucionar el tema
de las calificaciones:
1-Ex lege fori o lex fori: según esta teoría el juez debe calificar aplicando su propio derecho. Sin embargo, esta
teoría tiene dos excepciones, en los cuales no se aplicaría el derecho propio del juez que entienden en el caso, esto
es, la autonomía de la voluntad de las partes y las calificaciones de muebles e inmuebles por medio de la lex
causae (por ejemplo la ley del lugar de situacion).
2-Ex lege causae o lex causae: para esta teoría la calificación debe ser hecha conforme el derecho extranjero
aplicable a la relación jurídica. Esta teoría es crítica de la teoría de “lex fori”, porque entiende que dicha teoría
conduce a una limitación de la aplicación del derecho extranjero.
3-Teoria de la coordinación: esta teoría coordina las dos teorías anteriores de tal forma que, para calificar el
contenido del “tipo legal” y “punto de conexión” utiliza la “lex fori”, y para calificar la “consecuencia jurídica”
utiliza la “lex causae”.
4-Calificacion autárquica: es la teoría sostenida por Rabel. Este autor sostiene que para saber cuál es el
significado de ciertas normas o institutos hay que darles calificaciones autárquicas a cada una de ellas y luego
compararlas. Es decir, comparar los institutos o normas de las diferentes legislaciones.

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Hoy en día para calificar el punto de conexión se utiliza la lex fori, para calificar la consecuencia jurídica se
utiliza la lex causae, y para calificar el tipo legal tambien se utiliza la lex causae (en principio).

La cuestión previa
Este tema plantea saber cuál es el derecho aplicable a la cuestión previa o preliminar. Ante una cuestión de D.I.Pr.
se pueden presentar cuestiones principales y previas. Al encontrarnos en presencia de una relación jurídica
internacional, y para la resolución de la cuestión principal debemos resolver inicialmente una cuestión previa. Por
ejemplo, podría ocurrir que en una sucesión en la que tiene vocación hereditaria el cónyuge (cuestión principal),
deba resolverse con anticipación la validez del vinculo matrimonial (cuestión previa). Respecto a este tema hay dos
teorías principales:
1-Teoria de la equivalencia: para esta teoría la cuestión previa y la cuestión principal se encuentran en igualdad de
condiciones y pueden ser resueltas por separado por su derecho aplicable.
2-Teoria de la jerarquización: esta teoría entiende que la cuestión previa se resuelve conforme a la ley del caso
principal.
Sobre la cuestión previa no hay normativa de fuente interna, pero si de fuente convencional. Así la C.I.D.I.P. II le
da libertad al juez para aplicar cualquiera de las dos tesis expuestas conforme a su derecho. (Ver caso del niño
hindú).

VI-LA JURISDICCION INTERNACIONAL

Lo primero que debe observar el juez, o árbitro, es si tiene competencia para resolver la cuestión que se le presenta.
Relacionado a este tema la doctrina habla de 3 aspectos:
1-Jurisdiccion judicial directa: se refiere a nuestras normas, que nos indican si los jueces pueden entender en una
determinada cuestión. Es decir que la voluntad siempre será del Estado.
2-Jurisdiccion judicial indirecta: apunta a la ejecución de sentencias, laudos y decisiones, que ha resuelto un juez
extranjero. Es decir, la cuestión ya ha sido solucionada en otro país y la decisión del juez extranjero debe ser
ejecutada en nuestro país. En otras palabras, el fondo del asunto ya ha sido resuelto, lo que se busca es que los
efectos de la sentencia se extiendan a otro país.
3-Jurisdiccion arbitral o prorroga de jurisdicción: en este caso las partes deciden quién va resolver la cuestión,
ya sea un juez o un árbitro.
La jurisdicción judicial intermedia: mas allá de lo expuesto, la jurisdicción intermedia es una concepción
moderna ligada al tercer objetivo del D.I.Pr.: la cooperación interestatal. Se habla de distintos grados de
cooperación, por ejemplo, desde informar notificaciones (menor intensidad), solicitar medidas de pruebas
(intensidad intermedia), y la traba de medidas cautelares (mayor intensidad). El máximo grado de cooperación es la
ejecución de sentencias, laudos y decisiones.

La jurisdicción directa
Como dijimos, la jurisdicción directa es el poder del Estado para entender en una controversia que le es sometida.
En este caso el juez o el árbitro se plantea el interrogante de si es competente para dirimir una determinada
desavenencia. En este sentido podemos hablar de:
1-Foros exorbitantes: excede las reglas de razonabilidad entre los elementos internacionales del caso, no hay
proximidad entre los elementos y la competencia del juez.
2-Foros razonables: existe una conexión lógica, razonable y justificada entre los elementos internacionales del
caso y por ello el juez tiene que resolver el caso. Dentro de los foros razonables se puede distinguir la jurisdicción
exclusiva y la jurisdicción concurrente.
Hay jurisdicción exclusiva cuando solo el juez designado puede entender en el caso. Esto se puede dar por
acuerdo de elección del foro (está regulado en el Art. 2606 del nuevo C.C.C.N.), y también cuando un juez
determina que es competente en virtud de la legislación interna de un estado (se trata de las normas de policía).
Hay jurisdicción concurrente cuando el individuo puede elegir entre varios foros a cual recurrir. Así, se destacan
los siguientes foros:
a-Foro general: el foro general es el domicilio o residencia del demandado (es la opción más cómoda o sencilla
para litigar), puede ser desplazado por el foro exclusivo, y en general suele concurrir con los foros especiales.
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b-Foros especiales: estos foros suelen concurrir con el foro general. Son especiales porque se encuentran solo en la
materia específica de que se trate.
c-Foro de necesidad: este foro está contemplado por el Art. 2602 del nuevo C.C.C.N. como derecho humano de
acceso a la jurisdicción. Es decir, los jueces argentinos pueden intervenir excepcionalmente a fin de evitar la
denegación de justicia.
d-Foro del patrimonio: supone abrir jurisdicción en el lugar donde estén los bienes.
e-Forum causae: implica abrir jurisdicción en el lugar que sería aplicable en el caso. Primero se observa que ley
sería aplicable y luego se abre jurisdicción.
f-Forum non convenience: es de tradición anglosajona y se da cuando no resulta conveniente que el juez
relacionado con el caso, por razones fácticas, resuelva el mismo. Es decir, el juez podría inhibirse. Este foro es
declinatorio de la competencia y por eso es peligroso, ya que va contra el derecho de acceso a la justicia. No esta
regulado por el derecho argentino.
g-Forum actoris: se refiere al foro del domicilio del actor.

1) Evolucion jurisprudencial de la doctrina de los tratados como fuente del derecho.


2) Fundamento juridico de Savigny.
3) Aplicacion del derecho extranjero como hecho y como derecho.

1) Derecho internacional privado: concepto, objeto y finalidad.


2) Historia del Derecho internacional privado: desarrolle la segunda Escuela Estatutaria Francesa.
3) Orden publico internacional y orden publico interno.

1- Patria Potestad, Tutela y Curatela: Tratados de Montevideo.


2- Regimen Contractual en el Codigo Civil.
3- Jurisdiccion Internacional: Tratados de Montevideo

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