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E U W A DE LAS QBLIGAC~ONES
Introducción
El objeto de nuestro estudio serdn todas las disposiciones contenl-
das en el Libro N del Código Civil, a excepción de las que se contienen
en el titulo XXII. que por referirse i fas Capitulaciones Matrlmonlales y
Socfedad Conyugal, seren estudiadas en el ano próxima.
El estudio que nos corresponde hacer, puede dividirse en do$ gran-
des partes: la .primera, que podemos tiamar Gmiml, consagrada al es-
tudio tsárim & las o b l l ~ i o n e s .En esta parte sstudlaremos l a concep-
toa de las obltgíiclones, sus eternsntos, sus efectos, las diversas clesss de
obligaciones, 10s modos de extinguirse las obl[gaclones, y finalmente, su
prueba.
La otre parte, la que podemos llamar Especial, este consagrada
al estudio de la k w l a de 10. contratos y demes fuentes de las &llgacio-
nes, cuasfcontratos, delitos y cuasidelitos.
Ambas pertes tienen una enorme importancia, no s S b & d e el
punto de viste teórico, sino desde el punto de vista prtlctlco porque, pue-
de decirse, bln temor de incurrlr sn exageraciones, que el 80 por ciento,
por no decir af 100 por ciento de las actividades de los Indtviduos, con-
sisten m contratos y obttgaciones.
Pero si a m b a ~partes tienen una Importancia práctica enorme, hay
que reconocer, sin embargo, que el estudio de la papte general, Irr con-
sagrada e h Teoría de Iaa Obligloioiwr, tiene una Importancia mucho
mayor que la otra. Y tiene mayor fmpottancia el estudio de le TmrL de
las Obligaciones que el estudio de la Tsoríá de las Contratos y demes
fuentes de obli jacionas, primero, porque alti estudiaremos los principios
fundamentales que rigen todas las obligaciones en al Derecho, prlnci-
píos que se aplican, ademhs, a todos los actos furidicos y porque las dis-
posfciones que sobre obligaciones contiene al C. Civil no son solamente
aplicables a las obllgacionee que actualmente existen, sino que esos prln-
ciplos nos sirven pera resolver todas las cuestiones de carácter lurídlco
,de puedan presentarse con motivo de las nuevas obflgaclonss o nuevos
actos jurldicos que puedan acontecer y que vayan haciendo necesarias
las evoluciones del Derecho y de la Sociedad. Todas esas nuevas obllga-
clones que no encuentran cabida en los Cddigoe se resudven en la pr6c-
tica con arreglo a los princlpfos generales det Derecho. Es lo que ha pa-
índice
índice
Concepto da ir Obligación
Los Contratos
El artículo 1438, define el contrato en la forma siguiente: "Contra-
t o o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con
otra a dar. hacer o no hacer una cosa. Cada parte puede ser una o mu-
chas personas".
De la disposición contenida en este artículo resulta que la ley chl-
lena ha definido el contrato asimilándolo a la obligación y confundién-
dolo con la convención, no obstante que estas tres instituciones juri-
dicas no son idénticas ni unas mismas. La definición del articulo 1438
corresponde más bien a la definición de la obligación que a la del con-
trato. porque la obligación es un vínculo jurídico que coloca a una per-
sona determinada en la necesidad de dar, hacer o no hacer una cosa con
respecto a otra persona también determinada. La obligación es el efecto.
el contrato, la causa; del contrato nace este vínculo jurídico que coloca
al deudor en la necesidad de dar. hacer o no hacer una cosa. De manera.
que es en el contrato. qiie el individuo se obliga a dar. hacer o no hacer
una cosa. Toda relación jurídica, sea o no convención, cualquiera que sea
la fuente que la engendre y que consista en un vínculo que coloque al
deudor en la necesidad de dar, hacer o no hacer, es una obligación.
Entre el contrato y la obligación. hay la misma relación que entre
la causa y el efecto, que entre la madre y el hijo. Todo hijo necesita de
una madre. y nadie podría definir la madre por el hijo, y el hijo por la
madre, n i nadie podría confundir racionalmente el árbol que produce el
fruto y el fruto que es producido por el árbol.
Confunde también el artículo 1438 dos conceptos que en la c i w -
cia del Derecho no tienen una misma significaci6n: el contrato y la con-
vención. Para la ley chilena, las expresiones contrato y convención son
sinónimas, representan una misma idea. El articulo 1437 ya nos ha dicho
que las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos
o más personas. "como en los contratos o convenciones". ,. y e l articulo
1438 vuelve a repetir el mismo concepto cuando dice: "contrato o con-
vención. . . etc.".
TEORIA DE LAS OBLIGAQOEJE S
Los Cuasicontratos
Generalidades
Pero para que así suceda. es menester que se trate de vinculos ju-
rídicos perfectos, que reúnan los elementos determinados por la ley pa-
ra ser tales, esto es, que se contraigan entre personas determinadas y
que recaigan sobre un objeto determinado, y que no adolezcan de vicios
que le quiten las probabilidades de eficacia jurídica.
Esta definición sí que nos da una Idea clara de l o que es una obli-
gación natural, nos indica que debe reunir tos mismos atributos de una
obligación civil y nos sugiere la idea de que no es un deber moral, y nos
señala su atributo esencial: que el acreedor esta despojado de acción.
Forman este grupo las oblfgaciones civiles que nacieron como tales,
que tuvieron toda la eficacia que la ley les atribuye, pero que circuns-
tancias posteriores a Ia obligación, el transcurso del tiempo o la falta d e
prueba, les quitaron su eficacia. De este grupo corresponde mencioriar
en primer término las del N P S* del art. 1470, las que se han extingui-
do por la prescripción.
A) Aquf esta la mejor prueba de toda la teoria desarrollada ante-
riormente; se trata de verdaderas obfigaclones civiles, que se han trans-
formado por el transcurso del tiempo. Estas obligaciones nacieron como
perfectas. tienen todos los atributos de la obliaación civil. acreedor, deu-
dor y objeto determinado: el acreedor tuvo el-medio necesario para ob-
tener del deudor su cumplimiento, pero transcurri6 el tiempo, hubo iner-
cia de su parte, y la obligación civil se extinguió por la prescrlpcibn, por-
que la conveniencia pública y privada exige que el transcurso del tiempo
estabilice los derechos y las situaciones adquiridas: y esta obligacl6n que
naci6 perfecta ante el Derecho, mediante el modo de extinguir las obll-
gaciones denominado prescripción, lleg6 a convertirse en obligacl6n na-
tural.
La prescripción extintiva es un modo de extinguir las acciones y
derechos ajenos por el transcurso del tiempo, pero no extingue la obli-
gación; lo que mata es la acción únicamente, el arma qrie la ley ha dado
al acreedor para obtener su cumplimiento. Y esta obligación civil se trans-
forma entonces, en obligación natural: y esta obligación que pudo cum-
plirse por la vía judicial, no puede exigirse en esa forma.
Y surge aquí esta interesante cuestión jurídica: "Si la obllgacidn
civil se transforma en natural mediante la prescripción, jes necesaria
una sentencia judicial que declare prescrita la accibn. o basta el simple
transcurso del tiempo para que la obligacidn clvil se transforme en na-
tural ?
Don Leopoldo Urrutia y don Tomás Ramírez sostienen que ia obli-
gación civil se transforma en natural por el simple transcurso del tiempo
sin necesidad de sentencia judicial que declare prescrita la obligación
civil, porque según ellos, la prescripción extintlva es un modo de extin-
guir las acciones y derechos ajenos por el solo transcurso de cierto lapso
de tiempo, durante el cual se han ejercldo dichas acciones o derechos.
De manera que para que la extinción se produzca basta el mero transcur-
so del tiempo, idea que estaría corroborada por el art. 2514 del C. Ci.
vil, que establece: "La prescripción que extingue las acciones y dere-
chos ajenos exige solamente cierto lapso de tiempo, durante el cual 1 7 0
se hayan ejercido dichas acciones" (inciso la).
Don Alfredo Barros Errázuriz, en su "Curso de Derecho Civil"
sostiene la opinión contraria. es decir, qye la obligación civil extinguida
por la prescripción se transforma en natural, mediante la sentencia ju-
dicial que declara prescrita la obligación civil. Porque si bien la prescrip-
ción se produce de pleno derecho. ella no surte sus efectos jurídicos, sino
una vez que es alegada y declarada por sentencia judicial; de manera que
la prescripción no viene a producir, en realidad, los efectos que la ley l e
atribuye, sino en virtud de la sentencia judicial que la declara, porque el
prescriblente puede renunciar a la prescripción. conforme a los precep-
tos que rigen la materia.
A mi juicio, la opinión sustentada por el señor Barros Errázuriz, es
la más ajustada a la verdad. Las ratones que tengo para sostener la opl-
ni6n del seiior Barros, son Bstas: 191 En primer lugar, y como lo va-
TEORA DE LAS OBUGAClONES
mos a ver. todas las obligaciones naturales a que se refiere e[ art. 1470
del C. Civil. se producen y vienen a existir como tales. después de una
sentencia judicial que se haya dictado, declarando la nulidad de l a obli-
gaci6n o desechando la demanda del acreedor por insuficiencia de la
prueba.
20) Enseguida, si bien es cierio que la prescripción produce ciis
efectos después que concurran loa requisitos seíialados por la ley para
que ella se produzca. no I-iay que olvidar que la prescripción no puede ser
declarada de oficio, porque debe ser alegada, ya que es un derecho que
el juez no puede declarar de oficio, segiin lo dispone el art. 2493. Di?
ahi ta necesidad de alegzrla. y de ahi que deba ser declarada por sentenc~ci
judicial. y mientras la sentencia no se dicte, no produce los efectos que
la ley le atribuye.
301 Finalmente, y esta es la razón más convincente a mi juicio, si
se aceptara la primera de las opiniones que acabo de exponer. se confun-
diría en el Derecho, dos instituciones que son completamente distintas. la
renuncia de la prescripción y la obligación natural. Es sabido que la
prescripción puede ser renunciada expresa o tácitamente; pero 53610 des-
pués de cumplida. segrin lo dispone el art. 2494, inciso l? del C. Civil,
es decir, una vez que hen concurrido los requisitos necesarios para que
ella produzca sus efectos. La renuncia de la prescripción es tácita en el
caso de la prescripción extintiva, cuando el deudor que puede alegarla,
paga, pide prórroga o abona intereses. Ahora bien; el deudor que antes
de !a sentencia judicial. que antes de prevalecer de este beneficio que ¡e
da la prescripción despuds de haber enterado el tiempo necesario para que
la prescripción opere, paga su obligación, está reriunciando en concepto
de [a ley, la prescripción de que puede prevalecer. Cabe preguntarse en-
tonces, ¿el deudor que en esas mismas circunstancias paga su obligación,
renuncia a la prescripción, o paga una obligación natural? Vendríamos
así, a confundir dos instituciones juridicas que para la ley no son !a
misma cosa. Todavia m&; supongamos que e l deudor que se encuentre
en situacián de alegar la prescripción, es demandado por el acreedor. El
deudor puede ategar o no la prescripción, porque es un privilegio o be-
neficio que la ley ha puesto en sus manos, y que puede, por consiguiente,
hacerlo valer o no. Supongamos que ef deudor no alega la prescripción,
en tal caso, será condenado al pago de l a obligación, y el acreedor tendría
perfecto derecho a pedir que se reconocieran los efectos legales del pago
que ha sido reconocido por sentencia judicial. Podría exigir el deudor la
devolucibn de lo que el acreedor recibió como pago, fundándose en que
la obfigacidn estaba prescrita? Evidentemente que no; lo que viene a de-
mostrar que no basta el simple transcurso del tiempo para que la pres-
cripcidn se produzca, sino que es necesario que haya sido reconocida por
sentencia judicial, despuds de haberse alegado, y sóto una vez que se ha
dejado en claro que la obligación está prescrita, cuando ya carece de ac-
ción. entonces sí que se cumple una obligación natural, si el deudor paga,
porque asi se lo dicta su conciencia; obligacidn natural, que bien no pudo
haberse cumplido, porque ya carece de la acción necesaria para exigir su
cumplimiento, propia de la obligación civil.
Por estas consideraciones, para que la obligación civil se transforme
en natural, en el caso del N? 29 del articulo 1470, es menester que la
prescripción haya sido alegada y declarada por sentencia judicial, y no
que sólo haya transcurrido el tiempo necesario para que ella se produzca.
B) Forman tambi6n parte de este grupo de las obligaciones clvl-
les degeneradas, las del N? 40 del articulo 1470, "Las que no han sido
reconocidas en juicio por falta de pwba".
Se trata aquí de obligaciones civiles que reunen todos los elemen-
tos necesarios pera tener plena eficacia jurldica: se contrajeron entre per-
sonas determinadas, sobre un objeto determinado, y con estricta sujeción
a la ley en cuanto a sus requisitos de fondo y de forma; es decir, la vali-
dez de la obligación no merece reparos de ninguna especie; pero la falta
de medios probatorios, la negligencia o descuido del acreedor, que no se
proveyó de los medios necesarios para acreditar la obligación del deudor
en caso de un debate judicial, hicieron que la demanda que intentó con-
tra el deudor, fuera rechazada.
Para que una obligación civil se transforme en natural, a virtud de
lo dispuesto en el N? 4 del articulo 1470, es menester que la demanda
del acreedor para obligar al deudor a que le pague, sea rechazada por
falta de prueba, es decir, por carecer el acreedor de medios .necesarios
para convencer al juez de la existencia de la verdad de su derecho. Si la
demanda es rechazada por cualquier otro motivo, por alguna excepción
del deudor, por defecto de procedimiento, o por cualquier otro capitulo
que no sea insuficiencia de prueba, ya no estarla en el caso del artículo
1470, N? 40. Se trata de preceptos de excepción que no pueden inter-
pretarse o aplicarse por analogía, ya que en el articulo 1470 N? 40, dis-
pone que son obligaciones naturales las que no han sido reconocidas en
juicio por falta de prueba.
De lo dicho se desprende que sólo puede convertirse en natural una
obligación civli, por este solo capítulo; es necesario que la obligación
exista como civil, de tal modo que si la demanda es rechazada por ha-
berse omitido en la celebración del acto alguno de los requisitos en aten-
ción al acto mismo la obligación, en caso de rechazarse la demanda, no
seguirá existlendo como natural, porque donde no hay o no ha habido
obligación civil, no puede haber ni hubo obligación natural. En otros
términos, para que la obligación civil rechazada por Insuficiencia d e la
prueba se transforme en natural, es menester que se trate de aquellas obli-
gaciones en que el escrito o documento en que conste se exija por vía de
prueba, y no en el caso del articulo 1801. inciso 20, que trata de la
compra-venta de bienes raíces, y que la falta de escritura publica haría
que en concepto de la ley, se considerar6 como inexistente, en conforml-
dad al artículo 1701 del C. Civil. En cambio. si Pedro presta a luan mil
pesos sin escritura alguna, el contrato de mutuo se ha perfeccionado y
nacido ante el Derecho, porque el mutuo, ea un contrato real que se per-
fecciona por la entrega de la cosa y que no ae necesita solemnidad alguna
TEORIA DE tAS OBLIGACIONES
Para que las obligaciones contraídas por estas personas sean natu-
rales, es menester. a juicio de la unanimidad de l a s autores, que la nu-
lidad haya sido declarada por sentencia judicial, porque con arreglo a
los arts. 1684 y 1687 del Codigo Civil, l a nulidad no produce efectos
jurídicos entre las partes ni respecto de terceros, sino en virtud de sen-
tencia judicial que l a declare. Mientras la sentencia no sea dictada, el acto
goza de la presunción legal de que es válido y que se ha ajustado a la ley
en su celebración. De manera que Lodo deudor que pague una de estas
obligaciones antes de producirse la sentencia judicial que la declare nu-
la, paga una obligación civil, aunque los vicios que la hicieron anulablc
o rescindible hayan desaparecido. Por el contrario, el deudor que paga
una obligación civil declarada nula en los casos del artículo 1470, N?
l o , habrá pagado una obligación natural.
Hay, pues. tres etapas jurídicas distintas en las obligaciones a que
se refiere este No lodel articuto 1470: antes de declararse la nulidad, la
obfigacion es civil, pero expuesta a anularse o rescindirse; después de
declarada la nulidad, la obligacion es meramente natural; y la tercera
etapa se presenta después que fa obligaci0n se ha saneado por la pres-
cripción o por la ratificacion, en cuyo caso se trata de una obligación
civil perfecta uue no merece reparo de ninguna especie.
1") En primer lugar. el ejemplo citado por el N" 3" del articulo
1470. Se dirá. el ejemplo de ese artículo no excluye otros. porque quien
dice ejemplo, dice que hay varios otros# análogos o parecidos, y que se
coloca uno porque no se pueden colocar'todos. Se acepta la objeción; pe-
ro ¿qué objeto ha tenido el legislador al poner ejemplos? Lo dice el
mensaje con que el Presidente de la República envió al Congreso el pro-
yecto de C. Civil; y si en este caso. se ha puesto el ejemplo del testa-
mento nulo por defectos de forrna, es porque se ha querido esclarecer la
idea o concepto a que el ejemplo se refiere.
Primer requisito
Para que el pago sea válido debe ser hecho voluntariamente. dice el
inciso final del articulo 1470.
¿Que quiere decir que el pago sea hecho voluntariamente? Ello sig-
nifica que el pago sea hecho libre y espontáneamente por el deudor y
con pleno conocimiento de que su acreedor no tiene medio para exigirlo.
ces el pago que no se puede repetir? El que se hace para cumplir una obli-
gación puramente natural, el que hace por un vínculo jurídico en que
el acreedor no tiene medios de obtener judicialmente su cumplimiento.
Sugundo requisito
Tercer requisito
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Todas estas obligaciones accesorias pueden existir a su respecto
porque hay una obligación principal.
Para que cada caución subsista. para que esta caución valga en el
sentido que indica el artículo 1472. es menester que la obligación acce-
soria se constituya después que la obligación civil se haya transformado
en natural, o sea, después que por una sentencia judicial se ha declarado
nula y prescrita iina obligación civil, o se haya rechazado la demanda
del acreedor por iiisuficiencia de la prueba.
2') El articulo 2208 del C. Civil coritenipla otro caso en qiie habría
obligación natural. Dice este articulo que "si se han pagado intereses.
aunque no estipulados, 110 podran repetirse ni in\l)utarse al capital"
Para que tenga lugar este derecho de prenda general que consagran
los artículos 2465 y 2469 del C. Civil, es menester, como dice el articulo
2465. que el acreedor lo sea de obligación personal, es decir, que el deu-
dor se halle obligado directamente con él. porque la responsabilidad del
patrimonio no es si!io consecuencia de la responsabilidad de la persona.
En consecuencia. si el deudor no resulta tal en vlrtud de un vinculo qiic
e1 haya contraído, sirio como consecuencia de tener en su patrimonio una
cosa afecta a una determinada obligación, ya el acreedor no podr6 per-
seguir todo el patrimonio del deudor, sino únicamente la cosa afecta a la
obligación. Es lo que sucede en el caso de la prenda y la hipoteca en que
se responde a la obligación con el bien hipotecado o dado en prenda.
¿Por qiié? Porque en este caso el adquirerite, el tercer poseedor del in-
mueble hipotecado, no se hz obligado, no ha contraído ningún vincula
jurídico en favor del acreedor, y si resulta obligado es porque tiene una
cosa que estaba afecte al cumplirnicnto dz la obligación. La acción del
acreedor, para emplear Lina expresión de Planiol, "está localizada en una
cosa de las que pertenecen al deudor". En consecuencia, sil responsabi-
lidad cesatá desde el momento mismo en que deje de tener la cosa ert
su poder. Por eso, si el tercer poseedor de la finca hipotecada quiere des-
ligarse en absoluto de dicha obligación. no tiene más que deshacerse de
ella, enajenándola. sacQndola a remate, etc.
Primer caso
Si el hecho prohibido al detidor por e\ contrato, si lo que el dett.
dor no debid hacer pero hizo, se puede destruir, hay que subdistiii
guir otros dos casos: lo1 Si la destrucción es indispensable para rea-
lizar el fin que se tuvo en vista al contratar, "pudiendo destruirse i a
cosa hecha y siendo su destrucción necesaria para el objeto que se tuvo
en mira al tiempo de celebrar el contrato", como dice el inciso S? del
articulo 1555, el acreedor tiene derecho a pedir la destrucción de l a
obra y además, derecho para pedir que se te autorice a Al para hacer des-
truir la obra por un tercero a expensas del deudor. Por ejemplo, yo he
comprado una propiedad que da vista a un hermoso parque del vecii~u.
quien me ha vendido el inmiieble en referencia. Motivo priixipal y a l i -
ciente determinante del contrato fue para mi la circunstancia de que
la casa que yo iba a comprar me daba vista sobre el parque de la pro-
piedad del vendedor, y en estas miras. prohibo en el contrato, y cle
ello se deja expresa constancia, al vendedor, levantar sus murallas hasta
una altura que me impida la vista sobre el parque en referencia. Si e l
vendedor, en este caso, no cumple su obligacilin da no hacer, y levanta
las muraltas de tal manera que impidan toda la vista hacia e l parqur!.
yo estaria autorizado para pedir !a destruccidn de la muralla, a pedir
que se rebajara l a muralla hasta la altura conveniente. ¿Por qtié? Pnr-
que la destrucci6n es posible y porque el objeto que se tuvo en vista al
contratar fue la hermosa vista que la propiedad tenía.
20) Pero s i la destruccián de l a obra no es de absoluta necesidad
para realizar el fin que se tuvo en vista al contratar, y el mismo fin puede
obtenerse por otros medios. es decir, puede ser autorizado el deudur
para ctirnplir su obligación de otra manara, siempre que el acreedor
obtenga la finalidad que se propuso al contratar, en este caso sera oído
el deudor siempre que se allane a ejecutar la obligación de esta nueva
manera (inciso 3" del articulo 15551.
Segtrndo caso
Primer requisito
Segundo Requisito
Tercer Requisito
La infracción debe ser imputable al deudor, es decir, debe provenir
de un hecho suyo.
El Caso Fortuito
El articulo 45 del C . Civil define el caso fortuito o fuerza mayor
como el imprevisto a que no es posible resistir, como un naufragio, un
terremoto, el apresainiento de enemigos. los actos de la autoridad ejerci-
dos por un funcionario público. etc.
los hechos de! hombre que iinyosibilitan a l deudor para cumplir su obli-
gacibn, como un acto de la autoridad pública, el apresamiento de ene-
migos, etc.
La Culpa y el Dolo
abstenerse de ejecutar aquellos actos que sean de tal naturaleza que pue-
dan asimilarse a la intención positiva de inferir injuria o daño en la pet-
sona o propiedad de otro.
Las partes pueden, también. modifiqar estas reglas del inciso l o del
artículo 1547; pero para ello es menester una estipulación expresa. en que
convengan la responsabilidad que al deudor incumbe. Y aun más; pue-
den eximir de responsabilidad al deudor; pero esta exoneración de res-
ponsabilidad tiene un límite: las partes no podrían estipular que el deu-
dor no respondiera ni siquiera de la culpa lata, o grave; podrán eximir
de la culpa leve o levisima, pero no de la culpa lata o grave, porque és-
ta equivale al dolo en materia civil, y el dolo no puede renunciarse an-
ticipadamente. "La condonación del dolo futuro no vale", dice el articu-
lo 1465.
L A quién incumbe la prueba de la culpa?-El articulo 1547 en su
inciso 30 dispone que "la prueba de la diligencia o cuidado incumbe al
que ha debido emplearlo"; y el artículo 1671 agrega: "siempre que la
cosa perece en poder del deudor, se presume que ha sido por hecho o cul-
pa suya".
De estas dos disposiciones podemos deducir la consecuencia de que
en materia de obligaciones, la culpa contractual se presume, es decir, que
cada vez que una obligación no se cumpla, se presume que se ha violado,
porque el deudor lo ha querido. Y se explica esta conclusión de la ley,
porque toda obligación coloca a l deudor en la necesidad objetiva de em-
plear el cuidado o diligencia necesario para poder cumplir la prestación o
abstención debida; si la obligación no se cumple, si el hecho debido no se
realiza. quiere decir entonces que el deudor, no ha empleado la diligencia
o cuidado a que está obligado.
E1 Dolo
Finalmente. el otro hecho que obstaculiza el cumplimiento de una
obligación es el dolo. palabra que tiene en el Derecho tres acepciones: en
primer lugar, el dolo lo toma la ley como un vicio del consentimiento.
En este sentido. se define como toda maquinación fraudulenta empleada
para engañar al autor de un acto jurídico. Es a este dolo. vicio del consen-
timiento, a que se refiere el articulo 1451 cuando dice que "los vicios de
que puede adolecer e1 consentimiento son error, fuerza y dolo" y a qiie
se refiere el articulo 1458, cuando señala los efectos que el dolo produce
en el consentimiento, y es el mismo a que se refiere la ley. al tratar de
los actos y contratos para señalar sus efectos en el titulo de la Nulidad y
Rescisión.
Este dolo, vicio del consentimiento. se presenta, por su naturaleza
antes de la celebracibn del acto o contrato, ya que es uno de los medios
de que se ha valido una persona para llevar a la otra a la celebrscihn del
contrato.
291 La segunda acepción que tíene la palabra dolo. es la de fuente
del delito. Es el que define el artículo 44. inciso Anal: "El dolo consiste
en la Intención posltiva de [nferir injuria a la persona o propiedad de
otro". A este dolo se alude en el articulo 2284 cuando define el delito
diciendo que es el hecho itlcito cometido con intencldn de daiiar: y es a
este dolo a que se reflere fa ley en el titulo de Los Delitos y Cuasidelitos.
esto es, aquel doto que se hs cometido en el momento de ejecutarse e l
delito o cuasidelito.
391 En esta acepción se toma el dolo como hecho que agrava la
responsabilidad del deudor. Es a este dolo a que se refiere el articulo
1558. cuando determina el grado de responsabilidad que afecta a l deudor
por el ihcurnplimiento de las obligaciones. si ese incumplimiento provfenu
de su dolo. Es este el aspecto del dolo que nos interesa considerar por el
momento, o sea. el dolo que incide en el cumplimiento de las abligaciones
y que los autores franceses denominan fraude, y que consiste en la fnten-
ción positiva por parte del deudor de causar un daño a¡ acreedor.
Pero no basta la simple intención de dañar al acreedor. es menes-
ter que esa intención se traduzca en algo real y efectivo, porque el dolo
es la intención positiva, es decir, real y manifiesta, traducida en vías de
hecho.
Tsaria de la Mora
Cuarto requisito.
¿Que es la mora?
¿En que conslste fa mora? ¿Cuándo se puede decir que o1 deudor ec-
tB constituido en mora?
gible no quiere decir que el deudor este constituido en mora; puede ha.
ber una obiigacidn exigible sin que el deudor este constituido en mora, y
este distinci6n flu los artfculos 1537 y 1538. Si la more y la exi-
gibllldad de una fueran una misma cosa. j s e concebiría que
pudiera exigirse antes de constituirse el deudor en mora7
Son dos instituciones que provienen de causas enteramente distintas: una
obligación es exigible desde que no haya plazo ni condición suspensiva
pendiente que retarde sus efectos; desde el momento que el acreedor pue
da reclamar el cumplimiento de la obligación al deudor, la obligación es
exigible. En cambio, hay mora de parte del deudor, cuando no ha cum
plido su obligación dentro de ta epoca sefialada por la manifestacfbnde voluntad
del acreedor.
Es cierto que ha un caso en el C Civil, e! del N? 19 del articulo
2'
1551 en que coinci en y se confunden la exiglbtiidad de la obligacfón y
la constitucidn en mora del deudor; ese caso ocurre cuando el deudor no
ha cumptldo 18 obligaci6n dentro del termino estipulado. Esa obligación
pasa a ser en ese mismo instante exigible. Pero este resultado, ¿es la con
secuencia de ser la exigibilidad de la obligación y la constitución en mo-
ra. una misma cosa? No, de ninguna riianera, es la consecuencia de que
un mismo hecho de origen a dos situaciones distintas; el vencimiento del
plazo origina dos situaclones diferentes, y es por eso que no puede con-
fundirse la exigibifidad de una obligacfdn y la constituci6n en mora. La
prueba mSs evidente d e que no son una misma cosa nos la sumlntstra
el artlculo 1551. N? l o , puesto que agrega " . . .salvo que fa ley en casos
especiales exija que se requiera al deudor para constftulrle en mora".
En este caso que la ley contempla en la 2* parte de! articblo 1551,
No lo,no basta el vencimfento del plazo para que el deudor este en mo-
ra, y sin embargo, la obllgaci6n es exigible. por que? Porque en estos
casos el vencimiento del plazo, si bien tiene la vlrtud de hacer exigible
la obligación, no tiene la virtud de constituir en mora al deudor. Un
ejemplo de esto, lo tenemos en el artlculo 1949 del C. Civil al hablar de
la mora del arrendatario, en que es necesario, para que proceda la mora,
que eI arrendador requiera al arrendatario, y s i requerldo ef arrendatario
no restituye la cosa. sera condenado a todos los perjuicios de la mora
Como según ef artículo 7557, la indernnizacidn de perjuicios se debe
desde que el deudor se ha constituido en mora, y como la constltu-
cidn en mora no es lo mismo que la exigibilidad de una obligación, SZ
el hecho de que Bsta sea exigible quiere decir que el deudor está constitui-
do en mora, hay que llegar a ia conctusión que no basta que una obliga-
ci6n se exigible para que e1 acreedor pueda pedir indemnizacidn de per-
juicios, porque para ello, es requisito esencial la constitucián en mora del
deudor.
Requisitos de Ir Mora
Primer requisito.
Segundo requisito.
"Que este retardo sea culpable", es decir, que el retardo provenga
de un hecho del deudor, que sea culpable, esto es, que pueda imputarse
a su culpa o dolo.
Que el retardo provenga de un caso fortuito o fuerza mayor, no
es razón suficiente para constituir en mora al deudor. porque es sabldo
que del caso fortuito nadie responde. La idea de mora sLIpone necesaria-
mente un retardo culpable, esto es. imputable a su culpa o a su dolo.
Hay sin embargo, quienes creen que este requisito, no es esencial
para constituir en mora al deudor, que puede haber mora aunque el re-
tardo no sea culpable, y se fundan para ello en el inciso 20 del articulo
1558, que establece que "la mora producida por caso fortuito o fuerza
mayor, no da derecho a indemnización de perjuicios". En concepto de
los que tal opinión sustentan, es mora todo retardo en el cumplimiento de
una obli ación, seguido de una interpelacibn, cualquiera que sea la causa
!
que pro uzca el retardo. sea imputable al deudor, sea proveniente de un
caso fortuito o fuerza mayor, porque e! articulo 1558, se ha referido es-
pecialmente a la mora producida Dor el caso fortuito; y agregan que el
único efecto que produce la mora, derivada de un caso fortuito, es el de
negarle al acreedor el derecho de exigir indemnización de perjuicios, pe.
ro todos los demAs efectos de la mora se producen, porque la mora existe
aún en esta circunstancia.
Era esta la opinión que sustentaba en sus clases el sefíor Baha-
monde.
ieno nos ha dicho en el articulo 1547 que el deudor no responde del ca-
so fortuito, y hay aqui un principio de carácter general y absoluto; paro
no ha entrado la ley a distinguir si el caso fortuito exime de res an-
sabilidad at deudor cuando no puede cumplir definitivamente la ob iga- P
cIdn, o cuando sdlo la retarda. Este principio consignado en el articulo
1547 no aparece derogado en forma expresa, en una forma manifiesta
por la disposicidn del articulo 1558, única manera en que la ley habrla
podido consignar una excepcibn, toda vez que una excepción es de dere-
cho estricto y no se presume.
Este articulo 379 del C. de Comercio habla del retardo, sea cual
fuere la causa que lo produzca, es decir, sea que el retardo provenga del
hecho o culpa del deudor, o sea que provenga del caso fortuito. autoriza
a los demas socios para proceder en la forma que el artículo indica. ¿Que
prueba esta disposiclbn? Una vez mAs la doctrina que se esta sustentan-
do; fue necesario el texto expreso de la ley por constituir una excepci6n.
De lo contrario habrla sido una disposición redundante e innecesaria, y
como la excepción confirma la regla. tenemos que llegar nuevamente a
la conclusión de que s61o es mora la que proviene del hecho o culpa del
deudor. y que no hay mora cuando el incumplimiento proviene del caso
fortuito o fuerza mayor.
TEORIA DE LAS OBLIGACIONES
Tercer requisito.
un plazo que ernane de las voluntades concordantes del deudor y del acree-
dor, porque eso significa la palabra estipulado, que es slnbnima de con-
venido, contratado. De ahi que si el deudor deja pasar el plazo legal, el
que la ley ha señalado, pero que no han fijado las partes no cabría ha-
blar de mora, y habría que ir entonces al No 3" del artículo 1551.
EI N"? det artículo 1551 del C. Civil, jse aplica a las obligacio-
nes condicionaies de condición suspensiva una vez que ésta ha sido c u m -
plida? No, porque el N? 1 9 del artículo en estudio exige un plazo y no
una condición. Asi resulta de infinitos articulos del C. Civil, que ponen
en evidencia la distinta nattiraleza de una y otra instltuclc)n, que ponen
de manifiesto que no es lo mismo el vencimiento del plazo que el cum-
ptimiento de una condición; por ejemplo, el articulo 2163 contenido en
el articulo del mandato. Como el articulo 1551 No l? debe ser interpre-
tado restrictivamente, no puede aplicarse fuera de los casos a que se re-
fiere, hay que llegar a la conciusidn que no siendo el término y la con-
dición una misma cosa, la ley al hablar de termino no ha querido refe-
rirse al vencimiento de una condic'ibn. En sintesis, en las obligaciones
condicionales de condición suspensiva. la constitución en mora del deu-
dor se rige, no pnr el N? 1:. sino por el No 3: del articufo 1551.
Otro caso: en un testamento el testador dice: "Lego a Pedro mil
pesos para que mis Iierederos se los paguen dos años después de mi rnuer-
te". Llegaii los dos años fijados por el testador y los herederos no pagan
los mil pesos a Pedro, ¿están los herederos en mora? El artículo 1551,
No lo, dice: "dentro del término estipulado", de manera que no es cual-
quier término el que basta a su vencimiento para constituir en mora al
deudor, sino que el termino estipulado, y la palabra estipulado en su
sentido natural y obvio, es sinónima de convenir, de pactar. de contra-
tar. Luego, el artículo 1551, en su N'? Ir. se refiere al plazo convenido,
al plazo contratado por las partes, al que resulta del acuerdo de las par-
tes, del deudor y del acreedor, y no al que proviene de una voluntad uni-
lateral.
Corrobora esta interpretacion la historia fidedigna del establecimien-
to de la ley. En el proyecto del C. Civil de 1853 esta disposición figura-
ba así: "El deudor está en mora: 191 Cuando no ha cumplido la obliga-
ción dentro del término estipulado. si en e l contrato se expresa que por
".
la mera expiración del término quedará constituido en mora. . . Esta
frase, que la Comisión Revisora suprimió por considerarla inútil y re-
dundante, está indicando, precisamente, la doctrina que se viene susten-
tando.
Todavía hay otra razón más. iqui6n debe interpelar al deudor pa-
ra constituirlo en mora? El acreedor, porque la interpelación es la ma-
nifestación que el acreedor hace al deudor de que el incumplimiento de
su obligación lo perjudica; y en caso del legado, ¿ha interpelado el acree-
dor al deudor? No ha hecho esa interpelación, y sin ella no puede haber
mora.
Llegamos entonces a la conclusión de que en las obligaciones tes-
tamentarias, aunque se señale un plazo para el cumplimiento de la obli-
gación, el deudor no queda constituido en mora por el simple venclmien-
t o del plazo, sino mediante la reconvencidn judicial del legatario. En
otros términos, la mora en el caso de las obligaciones testamentarias no
se rige por el N' l? del artículo 1551, sino por el N? 3 del mismo ar-
tículo.
Esta materia fue debatida por los Tribunales de Justicia y la Corte
Suprema la resolvió en una sentencia redactada por don Leopoldo Urru-
tia y que es una de las más brillantes que ha dictado la Corte Suprema;
figura en la Revista de Derecho y Jurisprudencla, tomo II, sección pri-
mera, página 5.
A.-Liquidación Judicial
Hay casos en que esta regla sufre excepcionws, segdn resulta del pro-
pio texto del articulo 1559, N* f Q ".,.quedando, sin embargo, en su
fuerza, las disposiciones especiales que autoricen el cobro de las inte-
reses corrientes en ciertos casos". Así sucede en el caso dei articulo 424
del C. Civil: "El tutor o curador pagará los intereses corrientes del sal-
do que resulte en su contra desde e1 día en que su cuenta quedare ce-
.
rrada o haya habido mora en exhibirla" . .Igual cosa ocurre en el caso
del articulo 2156, en que el mandatario "debe al mandante los intereses
corrientes de dineros de éste que haya empleado en utilidad propia". . .
etc. Otra disposición análoga es la del artículo 737 del C. de Comercio
.
aue establece que una letra de cambio, una vez protestada, comienza a
devengar intereses corrientes desde el día del protesto. Tampoco se apti-
can las reglas del N? 19 del articulo 1559, en aquellos casos en que leyes
especiales hayan autorizado el cobro de intereses penales superiores al
rnhximum que la ley permite estipular, porque es una regla de hermenéu-
tica que las leyes especiales prevalecen sobre las generales. Asi la ley
de la Caja de Cr6dlto Htpotecario autorlza para cobrar el 18 por ciento,
Interés que antes del decreto-ley que lo fijó era de un 24 por ciento; la
ley de asociaciones de canalistas, fija en su artículo 12. intereses pena-
les bastante fuertes; y así, muchas otras Ieyes. Todas estas leyes, por
ser especiales, prevalecen sobre las reglas de carticter general del C6-
digo Civit.
Primer objetivo
Tercer osjstive
El caso del inciso 30 del artículo 1536, es el del articulo 1449 que
autoriza a cualquier individuo para "estipular a favor de una tercera
persona, aunque no tenga derecho para representarla; pero s610 esta ter-
cera persona podrd demandar lo estipulado; y mientras no intervenga su
aceptación expresa o tácita, es revocable el contrato por la sola voluntad
de las partes que concurrieron a él". "Constituyen aceptación tácita,
agrega e l articulo 1449, los actos que sólo hubieran podido ejecutarse en
virtud del contrato". Yo le compro a Pedro una casa para Juan; yo es-
toy estipulando con Pedro a favor de Juan, as decir. a favor de un ter-
cero. Entre Pedro y yo se ha celebrado un contrato de compra-venta, y
por eso dice el articulo 1449: ". . .sólo esta tercera persona podrh de-
mandar lo estipulado. . . ", porque el derecho que este contrato ha crea-
do, cede en beneficio del tercero, se ha incorporado a su patrimonlo, só-
lo él puede ejercerlo. Pero mientras no intervenga su aceptacidn expresa
o tácita, es revocable el contrato por la sola voluntad de las partes que
concurrieron a él, esto es, en el ejemplo propuesto. por Pedro y yo.
Ejemplo típico del artículo 1449 es el seguro de vida. Cuando yo voy a
una Compañía de Seguros y me aseguro la vida en favor de mi mujer o
de mis hijos, yo he celebrado una obligación destinada a crear un dere-
cho en beneficio de una tercera persona. Mientras esta tercera persona, el
beneficiario del seguro no haya aceptado el contrato, 6ste puede dejarse
sin efecto por la sola voluntad de la Compañía y del asegurado, que son
los únicos que han intervenido en su celebración. Pero la única perso-
na que puede exigir el cumplimiento de la obligaci6n a la compañía de
Seguros es el beneficiario. ¿Qué dice entonces, en presencia de esta sltua-
ción. el inciso 3? del artículo 1536? "Lo mismo sucederá cuando uno
estipula con otro a favor de un tercero, y la persona con quien se esti-
TWFUA DE LAS OBUGACIONES
Exigibilidad d e l a C l i u s u l a Penal
Para ello tenemos que distinguir., según resulta de los artículos 1537
y 1538, entre el retardo y la mora, materia que ya hemos estudiado y por
lo cual bastan pocas explicaciones.
TEORlA DE LAS OBLIGACtONES
Se dice que la pena es enorme cuando excede del límite fijado por
la ley o por el juez, según los casos, cuando entre la pena y la obliga-
ción principal hay una desproporcl6n considerable en concepto de la ley
en un caso, o en concepto del juez en otros casos.
Estos derechos auxiliares del acreedor son cuatro: 191 Medidas con-
servativas o de precaucidn; 20) Ejercicio por e l acreedor de ciertas ac-
ciones o derechos del deudor; 391 La acción Paullana o revocatorla; y
40) El beneficio de separación.
de esas firialidades, que tiene por objeto aumentar el patrimonio del deu-
dor, haciendo ingresar bienes que deben formar parte de él y que el deu-
dor por negligencia, no quiere adquirir, o haciendo voiver al patrimonio
aquellos bienes que el deiidor ha hecho salir en perjuicio de los acree-
dores.
Pero sin perjuicio de esto. podemos decir que la ley chilena sólo
autoriza la sustltuci6n o subrogaci6n del acreedor en ciertos derechos y ac-
ciones del deudor, en aquellos derechos y en aquellas acciones que se re-
fieren a los bienes embargables. Y la razón es obvia: desde el momento
que por el ejercicio de estas acciones y derechos lo que se pretende es
mejorar la situación de los acreedores aumentando el patrimonio del deu-
dor no se comprendería que utilidad podría tener el ejercicio de acciones v
derechos para incorporar bienes que en ningún caso van a ser objeto de
la persecucidn por parte de los acreedores, ya que son inembargables.
Por la misma razón no puede tener lugar este derecho auxiliar con
respecto a aquellos derechos que no son patrimoniales, como los dere-
chos de familia, de pedir el divorcio, por ejemplo, etc.; ni en todo dere-
TEOWA DE LAS OBUGACIONES
cho que no pueda ser objeto de la persecución por parte del acreedor, o
que recalgan sobre cosas que no son suscepttb1es de una avaluaci6n pe-
cunlaria.
Para determinar cuáles son los actos ejecutados por el deudor sus-
ceptibles de revocarse por la acción pauliana, es menester distinguir, co-
mo resulta de los artículos 2467 y 2468. entre los actos ejecutados por
el deudor antes de la cesi6n de bienes o de la apertura del concurso, y
los ejecutados una vez que el deudor está concursado, porque los actos
ejecutados por el deudor en concurso, relativamente a los bienes com-
prendidos en el concurso o en la cesi6n, son nulos de pleno derecho, por
disposicidn expresa del articufo 2467; de manera que respecto a ellos
los acreedores no necesitan intentar l a acci6n pauliana, sino que bastara
demostrar que el deudor se encuentra en concurso o que el deudor ha
hecho cesidn de bienes y que los actos que se refieren a aquellos bienes
quedan comprendidos en la cesión o en el concurso, para que por ese
solo hecho se declare su nutidad.
Los actos susceptibles de revocarse por el ejercicio de la acción
pauliana son los anteriores a la cesi6n o ai concurso, es decir, los reali-
zados por ei deudor que no se halla en concurso y que tiene la libre
administración de' sus bienes, y a los cuales se refiere el articulo 2468,
esto es, los actos ejecutados mientras el deudor no ha sido declarado en
concurso ni ha hecho cesidn de bienes.
l a razdn de esta distinción es perfectamente explicable: ef deudor
que ha sido declarado en concurso ha perdido la administración de sus
bienes, administración que de derecho pasa a los síndlcos nombrados por
el tribunal o por los acreedores en la forma que determina el C. de P.
Civil; el con-ursado queda inhibido de la administracidn de sus bie-
nes, se produce como dice el C. de Comercio. "el desasimiento de los
bienes del fallido". y se comprende entonces que si el fallido no tiene
la administración de sus bienes. no puede ejecutar ningGn acto con re-
lacidn a ellos, ya que si lo ejecuta su proposito es burlar a los acree-
dores.
No sucede lo mismo con el deudor que no ha sido declarado en con-
curso por dificil o precaria que sea su situacibn. Este deudor conserva la
administración de sus bienes, ya que no hay ningún antecedente para
presumir que el acto que ejecuta sea ejecutado en fraude o en perjuicio
de los acreedores. y de ahí que la ley acepte que el individuo que se halla
en esta circunstancia, pueda ejecutar un acto juridico, pero al mismo tiem-
po autoriza a los acreedores para pedir la revocación de dicho acto si
61 se ha celebrado con el prop6sito de perjudicar a los acreedores.
Primer requisito
Según esto, para que los acreedores puedan intentar la accidn re-
vocatoria en contra del deudor, es menester que prueben que los bienes
que quedan en su poder son insuficientes para hacer frente a sus corn-
promisos. que los bienes que quedan no van a alcanzar ,a satisfacer el
monto total de sus créditos. Por eso. los autores franceses dicen que la
acción pauliana es subsidiaria. que s610 puede intentarse cuando los
acreedores no pueden obtener e l pago de sus créditos por los demás me-
dios que la ley les franquea. De aqui que sólo sean revocables o sus-
ceptibles de la accidn pauliana los actos que producen una disminucibn
del patrimonio del deudor. los actos que producen un empobrecimien-
t o del deudor, en términos de no hacer posible el pago total de sus obli-
gaciones cualesquiera que éstos sean, ya consistan en enajenaciones, con-
tratos, cesiones, etc., porque fa enumeración del artlculo 2468 no es ta-
xativa, sino por vía de ejemplo.
Segundo requisito
Se entiende por fraude, o por mala fe, como dice el articulo 2468.
e l hecho de que e l deudor celebre el acto jurídlco conociendo el mal es-
tado de sus negocios. La ley presume que un deudor que celebra un
acto juridico en estas condiciones, lo hace con el propósito de perjudi-
car a sus acreedores. En e l No 19 del artículo 2468, nuestro C. Clvil
ha definido lo que se entiende por mala f e para este efecto, cuando dice:
". . .estando de mala f e el otorgante y el adquirente, esto es, conociendo
ambos el mal estado de los negocios del primero".
Generalidades
Las obligaciones se dividen en puras y simpfes, y en sujetas a mo-
dalidades, atendiendo a si las llevan o no. La regla general es que las
obligaciones sean puras y simples, que produzcan sus efectos inrnedia-
tarnente de contraldas y para siempre, sin restricclán alguna, porque de
ordinario el propSsito que tienen las partes al celebrarlas, es conseguir
inmediatamente la cosa o prestación a que l a obligacidn se refiere. Solo
por excepclfin las obligaciones son sujetas a modalidades; ello ocurre
cuando la ley o las partes subordinan sus efectos e ciertas circunstancias
o cldusulas particulares que en derecho se denominan modalidades. Cons-
tituyen, por esa, una excepción al derecho común.
Pueden definirse las modalidades como las dáiurulas psrtlculeres
que pueden Insertarso en una obIigac1bn psre modificar rus efectos, sea
en cuanto r su exirtencta. r au sjwlcio o m SU extlnc16n.
El efecto propio de las modaltdades es subordinar los efectos de ia
obligacidn, y en general, de un acto jurldico, desde alguno de los pun-
tos de vista que acabo do Indicar, ye sea retardando el nacimiento de un
derecho, o ya subordinando su ejercicio o su extincidn a l a realización
de algtin hecho; y es por esto que las modaiidades se dividen. como ve-
remos mda adslante, en ruspendvas y resolutorias, según que tengan por
objeto suspender la adquialción de un derecho, o que tengan por objeto
extinguir un derecho.
Las modalidades que pueden afectar a una obligacidn son tres: l a
condicibn, el plazo y si modo.
La condlci6n es un acontecimiento futuro s incierto del cua! de-
pende la existencia o resoluci6n de un derecho.
El plazo o termino [expresfones que son sin6nimas) es la Bpoca
fijada para e1 curnplImiento de la obligacibn, o tambidn, ef hecho fu-
turo y clerto del cual depende el ejercicio o la extincidn de un derecho.
Y finalmente, el modo tiene lugar cuando se da o se asigna afgo
r
a una persone para que lo tenga por su o, con la obfigacidn de aplicarlo
s un fin especial; es. en realidad, fa ob Igaclón de aplicar la cosa objeto
de! vfnculo jurfdico a un fin determinado y especial.
Según esto, las obligaciones se dividen en condicionales, a plazo
o término, y modales.
1*4bligaciones Condicionales
164
TEOFüA DE LAS OBLIGACIONES
que 'ya ocurrio o esta ocurriendo. El articulo 1071 s61o ha podido hablar
de condición para referirse a un hecho presente o pasado tomando en
cuenta la ignorancia o desconocimiento que las partes ten an de l a rea-
l
lizacidn del hecho presente o pasado, y sdlo en esta faz e la situacldn
puede decirse. que hay condici6n, ya que no se sabe si ese hecho se ha
realizado o no. y hay, por lo tanto. una lncertidumbrs en su reatizactón.
Que el hecho sea incierto significa que hay dudas sobre su reali-
zación. que sea de problemt5tica ocurrencia y que dentro de los chlculos
humanos pueda acaecer o no. La incertidumbre que la tey toma en cuenta
es la objetiva y no la subjetiva, es decir, que elfa dependa de la natu-
raleza misma del hecho y no de 10s conceptos que las partes puedan te-
ner de la reslizacfón de un hecho. Voy a explicarlo. S! yo digo a Juan:
"Le doy mil pesos si tfembta maiiana", estamos en presencia de una in-
certidumbre objetiva, porque es algo que todas rrsbemos que el fenome-
no del temblor es algo natural que puede acontecer o no. Pero sl yo dl-
go a Pedro: "le doy rntf pesos 81 Juan se muere", porque a4 que Pedro
cree que hay personas que no se mueren, estamos en presencia de una in-
certidumbre subjetiva; o si yo digo: "Le doy mil pesos si Ud. va a Ia lu-
na", porque el Ignorante cree que se puesde Ir a la luna con los me-
dios que actualmente existen, hay tambfdn unir incertidumbre subjeti-
va, porque es actualmente cierto que con !os.recursos que hoy tiene la
ciencia, es Imposible Ir a fa funs.
Es, por eso, ta incertidumbre objetiva la que la ley toma en cuen-
ta. l a que pude acantecer rr m, puad6 ttoontww. y r etio fe mMde de
P"
una persona no es condlcibn. alno un plaza, un d e indeterminado que
necesariamente ha de flegar, pero que no S B sabe cuando. porque den-
tro de la materlalidrrd de [as casas y de les previstones humanas tiene que
acontecer. €1 artlcufo f08f del C. Cfvif dice al respecto que ef dfa t es
cierto pero indeterminado, si necesariamente ha de Ilegar, pero que no
se sabe cuando; como el dla de la muerte de une persona' (inciso 20).
t
La muerte de una persona puede ser condición cuando a ellas van
unidas clertas circunstancias de realizacfbn tnderte; por ejemplo, que
Juan se muera de pulmonla o que se m u s a de tifoidea, o en un naufaagto
o en la guerra, por ue si er cierto que Juan tlens que morir. es tambtdn
%
cierto que no se sa e si ese Individuo morir$ o no en las clrcunstanclas
apuntadas.
Para que haya condtcibn no ea necmsrlo que el hacha futuro e In-
cierto sea determinado a no. La deterrnlnacidn dice refacidn can fa bpo-
ca en que el hr cho debe verificarse: si se sabe cuendo un hecha ha de
acontecer, es ,Jeierminado; si no se sebe. ea tndetermtnedo.
La condicldn será determinada cuando conrls?e en un h.dw, futum
I
e incierto que suponiendo que re rsilloe se rrb. cumndo; por e empk: fe
doy mll pesos si su hijo se casa antes de los 25 aAo8; la doy m1 p s SI ~
e 1 hijo se casa entes de dos a8os.
~
r
Ha una condici6n suspensiva meramente potestativa que depen-
de de a mera voluntad del acreedor. según algunos, en las ventas al al-
bur o a prueba, que son aquellas ventas que sólo se perfeccionan si el
acreedor declara que le gusta o que le agrada la cosa vendida, y es
condición suspensiva puesto que esta en suspenso la celebración del
contrato, y depende de la mera voluntad del acreedor.
Si la condición es meramente o puramente potestativa. dependiente
de la mera voluntad de la persona que se obliga, hay que distinguir si
es suspensiva o si es resolutoria. Si es resolutoria es vhlida. porque la
obligación ha podido formarse y producir todos sus efectos. ya que la
condición resolutoria no afecta a la existencia de la obligación sino
únlcarnente a su exti~ción.Hay tales casos de condiciones en el C. Civfl
contrafdas bajo una condición meramente potestativa, que depende de
la mera voluntad del deudor, en las donaclones entre cónyuges que son
TEORIA DE LAS OBUGACKllJES
Por otro lado el articulo 1126 establece: "Si se lega una cosa con
calidad de no enajenarla, y la enajenación no comprometiera ningún de-
recho de tercero, la cl~usulade no enajenar se tendr4 por no escrita".
Condicionss negativas
El siguiente cuadro gráfico harh ver con mucha mayor precisidn las
reglas que se aplfcan a cada caso y los efectos que producen.
Efectos de I P Posibilidad e Imposibilidad
a)-Fisiurnant. imposiblms.
lT-PO~ttivu
I (Ej.. Le doy m i l pasoa si Ud v i a 1s
lUn81.
bl-Uorslmu(t. imp08iMm.
Regidas por loa 3 primeroa Incs. del
srt l4üü En los tres casos Ir condi
ción se reputa fallida: no hay obliga,
8u.p.ndvir (E,,: Le doy Ud. m.ta l ción.
Pedml.
a)-ilsiemmb i m b l u .
[E] : Le dono un caballo. poro m lo
davuaive si va a ;1 luna). Regidas por el inc. 4r del irt. 14M
La wndlcldn r e t l e m por no escrita.
b)-Mornlm>t. 1npaIM.s. El que rscibs la c o s i cal obllg8cibn
[E].: Le QI un orbillo: pero nw lo do- da rertituir b j o una da sitas condlclo-
w s l v e s i u l e desnodo a l a calle) nos. no llena obligacl6n de restitutrls
Immslblu.
RIga al Inc. flnal del art. 14.99: la condlcldn so tle-
(Ej.: S8 nmlverl Ir
M p w no effirlto.
ventl s i a l compra-
do; no va a Is luci.1.
MMI .bmndb,
cld .cmda. R I w l a 2? p i r t a del
(EJ.: Dono un u b i l l o r
art. 1474: no hay obll.
M,psm me lo de-
gacldn da reatliulr.
w l w al 61 no meta a
Juan].
c)-lnintellgiblss.
1 Rige el art. 1480. Inc. 40: la obligación re tiene por
no uaia Tarnp~coh n o i i i g i 6 n de restituir.
E,-Condiciones Suspsnsivas y Resoluñorlas
Los articulas 1483 y 1484 dan las reglas en conformidad a las cuales
deben cumplirse las condiciones, y aunque aparentemente pudiera esti.
rnarse que son contradictorios, porque mientras el primero dice que habrá
que estar a la voluntad de las partes para determinar la manera de cum-
plirse la condición, el artículo 1484 dispone que las condiciones se cum-
plirán literalmente en la forma convenida. Pero en realidad no hay con-
tradicción. porque ainbos artículos contemplan aspectos distintos de una
misma cuestión.
obligado a dar mas por ella, y sufriendo sus deterioros o disrninucion, sin
derecho alguno a que se l e rebaje el precio, salvo que el deterioro o dis-
minucidn proceda de culpa del deudor, en cuyo caso ei acreedor podrá
pedir o que se rescinda el contrato, o que se le entregue la cosa, y ade-
m5s de ic uno, o lo otro, tendrá derecho a indemnizaci6n de perjuicios".
Otro tanto cabe decir del doiiatario en las donaciones entre vivos
que están equiparadas por l a ley a las asignaciones testamentarias y que
exigen que el donatario exista natural y civilmente al mismo tiempo de
cumplirse la condición: por eso. el asignatario condicional y e l donatario
condicionaf que fallecen antes de cumplirse la condicibn, no transmiten
derecho alguno a sus herederos y en esto sí que hay una excepción a las
reglas del artículo f492, porque el derecho condicional emanado de un
contrato cualquiera qire dl sea, es transmisible a los herederos del acree-
dor.
Pero con respecto a las obligaciones condicionales emanadas de un
testamento o de una donación entre vivos. el articulo 1492 nada dice, y
en defecto de esta disposicidn expresa, se sigue l a regla general que toda
obligación es transmisible a los herederos del deudor; y asi, si antes del
cumplimiento de la condición fallece el deudor de una obllgacidn condi-
cfonal emanada de un testamento o de una donación entre vivos, sus he-
rederos están obligados a darle cumplimiento. Juan dona a Pedro una casa
bajo condición que se reciba de abogado; si el donatario fallece antes de
cumplirse la condición, la obligación se extingue porque el donatario de-
be existir natural y civilmente al momento de cumplirse la condición;
pero si el donante es el que fallece antes que Pedro se reciba de abogado,
los herederos del donante están obligados a cumplfr su obligación cuan-
do Pedro se reciba de abogado.
201 La otra consecuencia que fluya del principio de que el acree-
dor condicional. mientras pende la condición. tiene un derecho en germen,
es el que puede, pendente conditlona, impetrar las providencias conser-
vativas necesarias par8 evitar el deterioro o menoscabo de la cosa obje-
to de la obligación condicional, a fin de que pueda Bsta cumplirse y eje-
cutarse una vez que la candición se haya verificado. Tres disposiciones
de! C. Civil reconocen este derecho del acreedor, mientras pende la condi-
cidn, y ellas son las de los artículos 761, 1078 y 1492. El artículo 761
contenido en el título de fa propiedad fiduciaria, autoriza expresamente
al fideicomlsarlo, mientras pende la condici6n, para Impetrar las provi-
dencias oanservativas necesarias si la propiedad parecrere peligrar o dete-
riorarse en manos del fiduciario; anhlogo precepto contiene el artículo
1078, inciso l e , y por ÚItimo el artículo 1492 en su inciso final también
reconoce este derecho. No dice el Código cuales son estas medidas con-
servativas: quedara entonces a la prudencia del juez determinar e indicar
que medidas deben ejercitarse. Este es el único derecho que la ley otorga
al acreedor condicional mientras pende la condición, y no podrd, en con-
secuencia, ejecutar nfngiin acto que se traduzca en el ejercicio de otros de-
rechos como la ejecución forzada de l a obfigación, ni de ios actos propios
del dominio como el uso o el goce de la cosa; el articulo 1078 es bastan-
te explícito sobre el particular cuando dice que el asignatsrio condicional
no tiene "derecho algutw" mientras pende la condicidn, sino el de itnplo-
rar las providencias conservativas necesarias.
8) Si la condición suspensiva falla, se extingue definitivamente la
obligacibn y desaparece e l derecho condicional. se borran los efectos del
acto en el presente, en el pasado y en el futuro, !as cosas continúan como
continuar
ir atrás
la condición solo produjera efectos desde el día e,n que s e cumpliera. el
acreedor no tendría derecho a los aumentos y mejoras que reciba la cosa,
sino a partir del día en que la condición se cumpla.
Y finalmente, si la condición no operara retroactivamente, jcómo
se explicaría el Iiecho de que las enajenaciones y gravámenes consentidos
por el deudor condicional caduquen, y se validen los constituidos por
el acreedor condicional. mientras la condición estaba pendiente. una vez
que ésta se cumpla? Solo por el efecto retroactivo que produce la con-
dición.
A mi juicio, en la legislación chilena la retroactividad de las con.
diciones es algo que está admitido. Las tendencias modernas de las legis-
laciones se dirigen a suprimir la retroactividad por los inconvenientes ec9-
nómicos de todo género que ofrece, principalmente en lo que respecta n
los terceros; por eso, el Código alemán y el Cddigo federal suizo, establc-
cen que las condiciones no producen efecto retroactivo: ambos Códigos
permiten estipular que una condición produzca efecto retroactivo. per.)
para ello es menester una declaración formal de voluntad de las partes;
en defecto de esta declaracidn de voluntad. las condiciones no producen
dicho efecto.
Desde el momento que la condición cumplida opera retroactivarnen-
te, hay que suponer, una vez que ella se ha realizado, que los efectos del
acta se han producido desde el día que el contrato se celebró; desde en-
tonces se reputa que el acreedor ha sido tal y que el deudor ha tenido
la calidad de deudor; las cosas pasan, en buenas cuentas. como si el
acto hubiera sido puro y simple.
Aplicando rigurosamente el principio de la retroactividad de las con-
diciones, hay que llegar a la conclusión forzosa que los frutos perci-
bidos durante el tiempo en que la condición estuvo en suspenso, deben
pertenecer al acreedor condicional. No obstante esto. la ley chilena ha es-
tablecido una excepción a esta regla, y el artículo 1078, aplicable a las
obligaciones condicionales en virtud del artículo 1493, ha establecido que:
"Cumplida la condición, el asignatario no tendrá derecho a los frutos per-
c i b i d o ~en el tiempo intermedio, si el testador no los hubiera expresamen-
te concedido". (inciso final). De manera que mientras pende la condi-
ción, los frutos no pertenecen al acreedor, a menos que se haya estable-
cido expresamente otra cosa; excepción esta que está corroborada por el
artículo 1338, N* IQ y por el artículo 1488. que se refiere a la condi-
ción resolutoria. Es pues, indiscutible entre nosotros, que el acreedor con-
dicional no tiene derecho a los frutos producidos en el tiempo intermedio,
es decir, pendente conditione, a menos que en el contrato o testamento se
disponga expresamente otra cosa. ¿Y cual es la razón de estas disposi-
ciones del C. Civil chileno? El legislador se encontró en presencia de dos
hechos: por un lado la ficción de la retroactividad, y por el otro el he-
cho de la propiedad y la posesión. Ante esta situación, jcuCiI debía ser la
institución merecedora de su amparo? Lógicamente, la que se basa en la
realidad, en la propiedad y en la posesión, y no algo que se basa en una
mera ficción legal, como es la retroactividad de las condiciones.
TEORIA DE LAS OBUGAClONES
Por eso, Ios artículos 1490 y 1491 que estudiaremos más adelante
con debido detenimiento, establecen las reglas que en ellos se indican, y
que no son sino una aplicación del principio de la retroactívldad de las
condiciones; hay una accibn contra los terceros a quienes el deudor haya
enajenado o gravado la cosa. ya que cumplida la condíclbn. todos los gra-
vamenes o enajenaciones hechos por el deudor caducan y el acreedor tie-
ne derecho para exigir la entrega de la cosa libre de todo gravamen. Los
artículos 1490 y $491 autorizan expresamente para intentar esta accidn
contra ¡os terceros; como estos artícufos tienen mayor ap!iceci&n tratan-
dose de la condici6n resoiutoria, será en ese momento cuando Ios ane-
lizaremos.
El Pacto Comisario
La tercera forma que puede revestir la condición resolutoria es el
pacto cornisorio, de que se ocupa el C. Civil en los artículos 1877 a 1880
inclusive, que forman el pitrrafo 10 del titul,o 23 del libro IV. relativo
a la compraventa.
Luego, hay dos clases de pacto cornisorio: uno que lleva la clausula
de resolución ipso facto, y otra que no lleva dicha cláusula; y ambos
son pactos cornisorios, porque en ambos se ha estipulado expresamente
la condición resolutoria tácita del articulo 1489. que es lo que en esen-
cia constituye el pacto cornisorio.
¿Cuáles son los efectos de estas dos clases de pacto cornisorio que
reglamentan los artículos 1877 y 1879?
misorio, si ei artículo 1879 sOlo determina los efectos del pacto comiso-
rio que lleva la cláusula de resolucibn ipso facto hay que llegar a la
conclusión de que no quedan regidos por este articulo los efectos del pac-
to comlsorio simple; y no habiendo señalado el legislador a este pacto
comisorio efectos especiales ni distintos de los que atribuye a l a condi-
ción resolutoria tácita. y no siendo el pacto comfsorlo otra cosa que la
estipulación expresa de la condicidn resoiutoria tacita del articulo 1489,
hay que llegar a la forzosa conclusiOn de que los efectos de este pacto
cornisorio son los mismos de la condicibn resolutoria ticita. Se com-
prueba esta conclusi6n, primero, con la disposición del artículo 1878 que
establece: "Por el pacto comfsorlo no se priva a4 vendedor de le elec-
cidn de acciones que te concede e l artículo 2873". Y el articulo 1873 no
hace otra cosa que establecer ara el contrato de compraventa. la con-
P
dici6n resolutoria tbcita que e articulo 1489 subentiende en todo con-
trato bfiateral, porque e l artículo 1873 se limita a decir: "Si el com-
prador estuviera constituido en mora de pagar el precio en el lugar y
tiempo dichos. el vendedor tendrá derecho para exigir e l precio o la re-
soluci6n de la venta, con resarcimiento de perjuicios". Y si el vendedor
puede tener este derecho, es porque el efecto del pacto comisorio simple
es el mismo efecto que produce la condicidn resolutoria thcita.
Ahora, ~ c u h l mson los efectos del pacto cornlsorio que lleva la clhu-
sula de resolucidn fpso facto, a que se refiere el articulo 18791
Pero antes de señalar sus efectos, debemos decir que no es necesa-
rio que se emplee siempre fa expresión "lpso facto". Pasaron los tiempos
de las fórmulas sacramentales, y lo que hoy quiere la ley es que las par-
tes empleen expresiones que consignen la misma idea. Asi ipso facto,
puede ser reemplazada por otra expresfdn sin6nima que revele en ellas
la intención de resolver el contrato, "en el acto", que es lo que slgnIfi-
ca ipso facto. De manera que habrá pacto cornisorio de la especie del que
reglamenta el artículo 1879, cuando las partes emplean expresiones co-
mo "de pleno derecho", "ipso jure", "en el acto", etc.; los tribunales
han calificado de pacto comisorio de esta especie algunos que llevaban
estas expresiones: "el contrato se resolvertí de pleno derecho". "se resol-
vertí inmediatamente si el comprador no paga el precio en el tiempo
convenido", etc.
Pues bien, jcuáles son los efectos de este pacto comisorio?
caso ha admitido que una condición resolutoria de esta especie pueda pru.
ducir el efecto de resolver el contrato de pleno derecho, porque ello ser1 i
dejar entregada la subsistencia del contrato a aquel contratante de mala
fe que no ha querido cumplir sus obligaciones, y es un principio gen(:-
ral de derecho de que nadie puede aprovecharse de su propia culpa. El
pacto cornisorio, aun en el caso del artlculo 1879, no es sino una cori-
dición resolutoria tacita expresada por las partes en el contrato, y no es
sino una estipulación relativa al tiempo en que el comprador debe pagar
el precio; si es así, tenemos que llegar a la conclusldn de que todos los
efectos de la condición resolutoria tácita, son los mismos del pacto co-
misario que reglamenta el articulo 1879.
Primer requisito
Segundo requisito
El pago debe ser integro, es decir, el comprador debe pagar todo lo
que adeuda; no es necesario que pague la totalidad del precio, slno la to-
talidad de aquella parte del precio por la cual estaba constituido en mora, si e l
pago ha sido parcial.
Tercer requisito
Por último, hay que observar que el efecto que el articulo 1879
atribuye al pacto comisorio que lleva la cláusula de resolucion ipso facto.
es irrenunciable, en el sentido de que las partes no pueden convenir que
el comprador no tenga ese plazo de 24 horas para pagar. Es cierto que la
ley no lo dice, pero del texto del articulo 1879 se desprende, porque dice
que aunque las partes estipulen que el contrato se resuelva ipso facto. !a
misma ley se encarga de decir que esa estipulación, por mucha voluntad
que las partes tengan de hacer destruir el contrato ipso facto, ella modi.
fica sus efectos, pues. a pesar de eso. el contrato puede siibsistir durante
24 horas mds, porque el efecto que produce la estipulación de las partes
en ese caso, es el que señala el artículo 1879, y el efecto que prodiicc:
este artículo es darle siempre en todos los casos, ese plazo de 24 horas
que- en él se señala.
La Accián Resolutoria
Por último, hay que observar que el efecto que el articulo 1879
atribuye al pacto comisorio que lleva la cláusula de resolucion ipso facto.
es irrenunciable, en el sentido de que las partes no pueden convenir que
el comprador no tenga ese plazo de 24 horas para pagar. Es cierto que la
ley no lo dice, pero del texto del articulo 1879 se desprende, porque dice
que aunque las partes estipulen que el contrato se resuelva ipso facto. !a
misma ley se encarga de decir que esa estipulación, por mucha voluntad
que las partes tengan de hacer destruir el contrato ipso facto, ella modi.
fica sus efectos, pues. a pesar de eso. el contrato puede siibsistir durante
24 horas mds, porque el efecto que produce la estipulación de las partes
en ese caso, es el que señala el artículo 1879, y el efecto que prodiicc:
este artículo es darle siempre en todos los casos, ese plazo de 24 horas
que- en él se señala.
La Accián Resolutoria
los intereses del coiitratante qiie estaba llano a cutnplir su obtigaci6n; por
otro lado, el tercero de buena fe, tercero que tambikn exige y necesita el
amparo y proteccidn de la ley. El legislador necesitó conciliar estos in-
tereses opuestos y necesitó consignar un precepto que a la vez que prote-
ja al contratante diligente. proteja y asegure los intereses de tos terceros.
El resultado de la necesidad de proteger dos intereses contradfctorios han
sido los articuios 3490 y 1491 del C. Civil que han nacido con el pro-
pósito de conciliar esta oposición de intereses. consignando el principio
general de que la resoluci6n no produce acción contra terceros poseedo-
res. ¿Por qué? Porque los terceros han contratado con quien tenia fa-
cultad de enajenar o de ravar la cosa; en seguida, el contrato era per-
3
fectamente vdlido, y sien o as!, la ley ampara y protege el interés de los
terceros, y en principio, como regla general, niega toda accidn contra
terceros poseedores. Pero el amparo y protección de la ley no puede con-
vertirse en una injusticia para con el contratante; la ley, entonces, es-
table~¡&una excepcibn a aquel princtpio general, y se concret6, por esto.
a proteger el interés de los terceros, mientras éstos estdn de buena fe; iie-
ghndoles esta proteccidn cuando dejen de estar de buena fe y se convief-
tan en poseedores de mala fe. Por eso, el legislador establece la regla del
artfculo 1490, del cual se desprende a contrario censu, que habrá lugar
a la reivindicación contra terceros poseedores que esten de mala fe. Lo
mismo dice en otros términos y refiriéndose a otra situación que la con-
templada en el articulo 1490, el articulo 1491. que dispone, tratándose
de inrnuebles, que habrá lugar a la resolución cuando la condición cons-
taba en el titufo respbctivo, 1nscrlto.u otorgado por escritura pública; y
esto. porque los registros del Conservador de Bienes Raices son piíbti-
cos y todo el mundo tiene derecho a conocerlos: y la acci6n para obtener
la cosa del tercer poseedor de mala fe, no es la resolutoria. sino la ac-
ción reivindicatoria. Como tos contratos posteriores al primero subsis-
ten, es decir, quedan afectados con la acci6n resolutoria. la acción que
va contra los terceros es la acción refvindicatoria; por eso, es impropia
la expresíón del artfcufo 1491 cuando dice que "no podrd resolverse.. . ";
y por lo mismo es mhs correcta la expresión del artículo $490, cuando
dice que "no habrh derecho a reivindicarla. . . ". Por e emplo. A l e vende
d
una casa a B bajo condicidn resolutoria. 5 se la ven e a C. C a D. D a
E.. etc.; B no paga el precio: A lo demanda y se resuelve el contrato; la
accidn que A tiene contra C o D no es la acci6n resolutoria, sino la ac-
cidn relvindicatorla que nace de ta vuelta de l a ,cosa a manos de A por el
efecto retroactivo de la condición resotutoria, pero los demas contratos
siempre subsisten.
Para determinar las condiciones en que la resolución afecta a los
terceros, cuando &tos se hallan de mata fe, según se desprende de los ar-
t i c u l o ~f490 y 7491, hay ue distinguir. como lo hacen los citados Rr-
ticulos. entre las cosas mue7 3 les y las cosas inmuebtes, porque mientras e l
artfculo 1490 se refiere a aquellas, el articulo 1491 se refiere a las se-
gundas.
Con respecto a las cosas muebles, dice el articulo 1490 que "si el
que debe una cosa mueble a lazo. o bajo condicidn suspensiva o roso-
f
lutoria, la enalena. no habrh erecho a reivindfcerta contra terceros po-
seedores de buena fe". A contrario censu, habrá derecho para reivindi-
carla contra terceros poseedores de mala fe; de manera que si se ha cele-
brado un contrato sujeto a condición resolutoria, sobre una cosa mueble.
que mientras pendía la condición ha pasado a manos de un tercero, el
contratante que pide la resolución del contrato, tiene acción reivindi-
catoria contra el tercero que la ha adquirido, siempre que éste, al tiem-
po de adquirirla, haya estado de mala fe. es decir, si conocía el derecho
resolutorio de su autor, o, en otros términos. si conocía la existencia de
la condición que afectaba al contrato que dio origen al nacimiento del
derecho eventual del primer contratante.
Ellas se deben al deseo de que los terceros que contratan con el indivi-
duo que debe el inmuebte bajo condición resolutoria, tengan conocimien-
to de t a l condición. como que los titufos de inmuebles están en registros
que son públ~cos,y la ley presume que constando en el título respectivo
esta condicidn, tiene suficiente publicidad para que nadie pueda alegar
su ignorancia y se presume de derecho que el tercero conocia la existen-
cia de fa condicibn, y esth, por lo tanto, de mala fe. De modo que aunque
el tercero no haya tenido conocimiento real y efectivo de la condicidn
resolutorla concurriendo fas dos circunstancias del art. 1491, la ley pre-
sume de derecho que este de mala fe. No se necesita. entonces, como en
e l caso del artículo 1490, que el tercero tenga un conocimiento real, efec-
tivo, material, positivo de la existencia de la condición. para que la ley
lo considere sin más trámite poseedor de mala fe; la ley se conten-
ta con un conocimiento presunto, porque ella cree que cuando un in-
dividuo contrata, gasta la debida diligencia que gasta un hombre pru-
dente en el manejo de sus negocios; y como los registros son pUblicos,
no puede haber, en realidad un conocimiento que llegue con más facili-
dad a todos los individuos.
Pero si no concurren los requisitos del art. 1493. no hay lugar a l a
acci6n reivlndicatoria contra los terceros, ni aun cuando Bstos hayan te-
nido conocimiento de la condicián, porque estamos aquí, en presencia de
requisitos seAalados por el (eglslador. Por ejemplo, se celebra un contrato
de venta de un inmueble en que el precio debe pagarse a plazo. y se que-
da debiendo una parte del precio: en el tiempo Intermedio se vende l a
propiedad a un tercero. Resuelto el contrato habrd acci6n reivindicato-
ria contra e! tercero. porque la condicidn constaba en la escritura pública
de venta.
A fa inversa. si en un contrato de venta de un inmueble hecha por
ml a Juan, se da por pagado el precio en l a escritura respectiva. en forma
que el comprador nada me queda adeudando, y ésta es una declaración
falsa, y Juan, en seguida vende l a propiedad a tin tercero, aunque yo
lograra obtener la resolución del contrato por falta de pago del precio.
ya no podría reivindicar la coca de manos del tercero, porque aunque
ese tercero haya conocido la existencia de la condici6n y sepa que era
falsa mi deciaracibn, l a ley presume que ese tercero estaba de buena fe
en el momento de comprar el inmuebte. porque la condici6n no constaba
en el título.
Dos son 'os requisitos que exige e l art. 1491, para que la resolu-
cj6n produzca, con respecto de un contrato de cosa inmueble, efectos en
contra de terceros que hayan adquirido esa cosa, o que hayan constituido
un derecho reaI sobre ella: 19) que se deba un inmueble bajo condi-
cibn; y 27) que la corrdición conste en el título respectivo. inscrito. u
otorgado por escritura pública. La concurrencia simultánea de ambos
requisitos es de absoluta necesidad para así presumir de derecho la ma-
la fe.
Veamos en que consisten estos requisitos, porque hay que observar
que si existen en nuestro C6digo dos artículos mal redactados que no di-
cen lo que quisieron decir. son los arts. 1490 y 1491.
Primer requisito
Generalidades
Según el articulo 1494, "el plazo es la época que se fija para al
cumplimientc~de la obligación". Y podemos agregar "y para el ejerci-
cio de un derecho".
El plazo consiste en un espacio de tiempo más o menos largo. den-
tro del cual puede ejecutarse un derecho, o trancurrido el cual puede co-
menzarse el ejercicio de un derecho. Comparándolo con la condición.
podemos decir que es un hecho futuro y cierto del cual depende el eje:-
cicio o extinción de un derecho.
Los elementos constitutivos del plazo son dos: que sea un aconte-
cimiento futuro, y que sea un aconteclrniento cierto.
Que sea un acontecimiento futuro significa que debe realizarse en
el tiempo que esta por venir. esto es, con posterioridad a la celebración
del contrato; que sea cierto, quiere decir que necesaiaiamente haya de
llegar, que no exista dudas acerca de la realización del hecho en que
consiste, porque esa es su principal diferencia con la condición. Mientras
lo que caracteriza la condicion es su incertidumbre, el plazo es un hecho
que necesariamente ha de acaecer, un hecho cierto que al tiempo de con-
tratarse, se sabe que forzosa e inevitablemente debe ralizarse; de ahí
por qué la muerte de una persona es necesariamente un plazo y no una
condición; y de ahí por qué el artículo 1081 señala a la muerte como ejem-
plo, porque es un hecho que necesariamente ha de llegar. La muerte de
una persona puede ser condición, cuando va unida a otras circunstancias,
como ser el fallecimiento de una persona de tal o cual enfermedad, por-
que si bien es cierto que todos tenemos que morir, es algo incierto de
qué enfermedad o por qué acontecimiento la muerte tiene que sobreve-
nirnos.
Las fechas, cualesquiera que ellas sean, son. por lo mismo, un plazo,
porque inevitablemente han de acaecer: el 20 de enero de 1931, el cente-
nario de tal acontecimiento, etc.
Lo que constituye en su esencia el plazo es su certidumbre. es de-
cir, que necesariamente, inevitablemente haya de realizarse el hecho en
que consiste. Poco importa que se conozca o no la época en que el acon-
tecimiento se haya de verificar; de ahí por qué la determinación o inde-
terminacidn del plazo no tiene influencia en él, al igual que no la tiene
m la condición, porque la determinación o indeterminación del plazo no
dice relación con la realización del hecho en que consiste, sino con la
epoca u oportunidad en que ese hecho debe verificarse.
TEORIA DE LAS OBLIGACIONES
Son plazos fatales los que la ley designa llamándolos tales, o bien
aquellos que se dan a conocer por el empleo de tas expresiones "en" o
"dentro de". A este respecto, el articulo 49 del C. Civil dispone que
"cuando se dice que un acto debe ejecutarse "en" o "dentro de" cierto
plazo se entendera que vale sí se ejecuta antes de la media noche en que
termina el último dia del plazo; y cuando se exige que haya transcurrido
un es aclo de tiempo pera que nazcan o expiren ciertos derechos, se
J'
enten erd que estos derechos no nacen o expiran sino despuds de la
medía noche en que termina el último dín de dicho espacio de tiempo".
Y en absoluta concordancia con este artículo hay uno en el C. de P.
Civil que dice, srtfculo 61: "tos derechos pera cuyo ejercicio se con.
cediere un té!,mino "fatal" o que supongan un acto que deba ejecutarse
"en" o "dentro de cierto t&rmino", se entenderán irrevocablemente ex-
tinguidos por el ministerio s610 de la ley, si no se hubieren ejercido antes
del vencimiento de dichos Mrminos".
Para que pueda tener Jugar la disposición del artículo 1496. No 22"
se requiere, en primer término, que el deudor haya dado caución, es
decir, que su obligación la haya garantizado con cualquiera de aquellas
obligaciones accesorias destinadas a asegurar el cumplimiento de una
obligación princlpal, como ser una hipoteca, una prenda, una fianza,
etc. De ahl se desprende que si e l deudor no ha dado caución al acreedor.
bste no pueda reclamar el beneficio de la caducidad del plazo, n i aun
cuando e l deudor estuviera dilapidando o malbaratando sus bienes. o
arriesgándolos en negocios aventurados; porque si bien en doctrina se
habla del derecho de prenda general que tienen los acreedores sobre los
bienes del deudor, no hay que olvidar que esta clasificación es de un or-
den netamente teórico. y que las palabras de la ley. cuando han sido de-
finidas por e l legislador deben tomarse en su significado legal, y la pa-
labra caución ha sido definida por nuestro C. Civil cuando dice en el
articulo 46: "Caución significa generalmente cualquiera obligación que
se contrae para la seguridad de otra obligacidn propia o ajena. Son es-
pecles de caución la fianza. la hipoteca y la prenda". Y el derecho de
prenda general de los acreedores sobre todos los bienes del deudor, no es
una caución en el sentido que e l artículo 46 da a esta palabra, porque
la cauciórr es una obligación contraída para la seguridad de otra obli-
gación propia o ajena, circunstancias éstas que no concurren en este dere-
cho de prenda general. Debiendo las palabras tomarse en su significado
legal, cuando han sido definidas por el legislador. como en el caso en
estudio. y no debiendo, entonces. tener que darle en el articulo 1496 3
la palabra caución la significación de derecho de prenda general, hay
que llegar a la conclusión de que si el deudor no ha dado caución, no
puede el acreedor a plazo invocar la caducidad de éste a pretexto de
que su deudor está comprometiendo su patrimonio, o lo está dilapidando,
o está haciendo enajenaciones de cualquiera naturaleza que sean.
GENERALIDADES
La clasificación de las obligaciones en obligaciones de especie o
cuerpo cierto y obligaciones de género, se hace, como ya lo hemos vis-
to. atendiendo a la determinación de su objeto.
Pero cualquiera que sea la definición que se adopte, para que pueda
hablarse de riesgo en el Derecho, es menester qrre la pérdida o deterioro
ARTURO ALESSANDRI RODRlGUEi
Podemos, pues, decir que para que tenga cabida la cuestión de lo5
riesgos, es menester que concurran las circunstancias siguientes: 1')
que la cosa sea objeto de una obligación; 2 0 ) que el contrato de donde
esa obligación emane sea bilateral; 3p) que la cosa debida sea una es-
pecie o cuerpo cierto; y 40) finalmente, que la especie o cuerpo cierto
perezca fortuitamente entre la celebración del contrato y el cumpli,
miento de la obligación. Ejemplo típico de contrato en que se presente
el problema de los riesgos tal cual acaba de enunciarse, es el coritrato de
permuta y el contrato de compra-venta. Y fue precisamente en el con-
trato de compra-venta que se enunció esta teoría en el Derecho Ro-
mano.
El articulo 1550 del C. Civil dice: "que el riesgo del cuerpo cierto
cuya entrega se deba. es siempre a cargo del acreedor". . . , de manera
que s i nos encontramos en presencia de una obligación de dar una espe-
c i e o cuerpo, y éste perece por un caso fortuito o fuerza mayor, la obli-
gación del deudor se extingue a virtud de lo dispuesto en el articulo
1670, puesto que nadie está obligado al imposible, ni del imposible na-
die responde; y extinguida la obligación, se extingue correlativamente
el derecho del acreedor para exigirla. El deudor no debe sufrir las cori-
secuencias de la destrucción de la cosa, sino que es el acreedor quien de-
be soportarlas; de donde se deduce. entonces, que en un contrato bila-
teral, la obligación de la otra parte subsiste, puesto que el articulo
1550 dice que el riesgo del cuerpo cierto es siempre a cargo del acree-
dor, y para que el acreedor pueda soportarlo, es menester que pierda al-
go, y la pérdida que experimenta es el hecho de tener que cumplir su
obligación, no obstante que la otra parte no está obligada a cumplir.
El contrato de compraventa nos su.minlstra un ejemplo claro de lo que
venimos diciendo. Cuando yo le vendo un caballo a Pedro, nacen de
ese contrato dos obligaciones correlativas. la mía de entregar la cosa, Y
la de Pedro de pagar el precio; s i en el tiempo intermedio entre la cele-
bración del contrato y el cumplimiento de la obligación: el caballo pe-
rece por un caso fortuito o de fuerza mayor, m1 obtigación se extingue;
pero Pedro, que no puede exigfrme a mí la entrega del caballo, por-
que por haberse extinguido mi obligaci6n, se ha extinguido su derecho
correlativo de exigir el cumplimiento de ta obllgacfón que me corres-
ponde, queda, sin embargo, obligado a pagarme el precio, porque el
riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba es slempre a cargo del
acreedor, porque Pedro tiene la necesidad de soportar l a perdida del ca
ballo, y time, en consecuencia, la obligación de pagar el precio, pues-
to que si el comprador tiene que pagar el precio sin recibir la cosa que
compra, experimenta una pérdida.
8 ) Obligaciones Alternativas
ción es del deudor él satird con que pagara su obligación, y en este ca-
so, el acreedor tampoco puede pedir determinadamente ninguna de las
cosas debidas, porque es entonces una facultad del deudor la de poder
pagar con cualquiera de ellas. El articulo 1502, inc. 19, dice a l respec-
to: "Si la elección es del deudor, está a su arbitrio enajenar o destruii.
cualquiera de las cosas que alternativamente debe mientras subsista una
cle ellas".
Perecen todas las cosas debidas por hecho o culpa del deudor.
Aqui hay que distingi~irsi la elección es del deudor o si es del acree-
dor. Si la elección es del deudor, deberá pagarle al acreedor el precio
de la cosa que él elija, y la indemnización de perjuicios. porque s i bien
el art. 1504, inciso 20 no lo dice. es la aplicación de las reglas genera-
les consignadas en el art. 1672. que dispone en su inciso l? "Si el cuer-
po cierto perece por culpa o durante la mora del deudor, la obfigación
del deudor subsiste, pero varía de objeto; el deudor es obligado a l pre-
cio de la cosa y a indemnizar al acreedor". El art. 1504, inciso 2? s b
!o establece. "Si con culpa del deudor. estará oblfgado al precio de cual-
quiera de las cosas que elija. cuando la elección es suya; o al precio de
cualquiera de las cosas que el acreedor elija, cuando es del acreedor ia
elección".
3.) Pérdida parcial.
C ) Obligaciones Facultativas
Conio dicen los artículos $511 y 2526 en sus incisos primeros, cuan-
do hay irnti obligación sírnpiemente conjunta. cada deudor no se o b l i g ~
sino al pago d e su parte o cuota en la deuda, y cada acreedor no pue-
de exigir sino la parte o cuota que le corresponde en e l crédito. En rea-
!¡dad, la obligación simplemente conjunta se entiende dividida en tantas
partes, cLiantos sean los sujetos que en ella intervienen; y habr8 tantas
deudas. cuantos sean los deudores, y habrá tantos créditos cuantos
sean los acreedores; de manera que cada deuda o cada crédito son in-
dependientes de la vida de las demás deudas y créditos. Por ejemplo,
Juan debe tres mil pesos a Pedro y muere dejando tres hijos que so?
sus herederos. La obligación se convierte en obligación simplemente con-
junta en virtud de la pluralidad de sujetos derivativa, puesto que la plu-
ralidad proviene de un hecho posterior a la formaci6n de la obligación.
¿Cuál es el fenómeno jurídico que se opera en esta obligacióri de confor-
midad con las disposiciones legales citadas?
II . Obligaciones Solidarias
Nociones generales
Fuentes de la Solidariedad
La solidariedad, a virtud del articulo 1511, inciso 20, puede prove-
nir de la ley, de un testamento o de la convenclón. Según esto, puede ser
legal, en el primer caso, testamentaria, en el segundo, y convencional en
el último.
Cuando la solidariedad es testamentaria o convencional, ella es
voluntaria, puesto que proviene de la voluntad de las partes. Cuando
proviene de la ley, es forzosa, Porque existe aún contra la voluntad de
las partes, por disponerlo así la ley que esta por encima de su voluntad.
Solidaridad Activa
Existe la solidariedad activa cuando hay varios acreedores, y cada
uno de eilos puede demandar la totaffdad del crédito, en terminos que
el pago efectuado a cualquiera de ellos, extingue la obligación respec-
to de todos los demás. "Pedro debe mil pesos a A, B y C, que son co-
acreedores solidarios; cada uno de estos tres acreedores solldarfos,
- q u e de no serlo podrían exigir l a tercera parte de los mil pesos-, pue-
de exigir a su deudor el pago total de los mil pesos; pero efectuando
el pago con respecto a cualquiera de los coacreedores. no pueden exigir
los demás el cumplimiento de la obligación.
.El artlculo 1513 del C. Civil reglamenta los efectos que se producen
en el caso de la solidariedad activa, efectos que debemos estudiar desde
dos puntos de vista: 19) los efectos que se producen entre el deudor y
los acreedores solidarios; y 20) los efectos que se producen entre los
coacreedores solidarios una vez que el deudor ha extinguido su obll-
nación.
Solidaridad Pasiva
276
TEORIA DE LAS OBLIGACIONES
rios se producen una vez que Ia obiigación ha sido extinguida por al-
guno de ellos.
Al estudiar la solidariedad activa y señalar el principio fundamen-
tal sobre e l cual reposa esta institrrción. dijimos que nuestro Código se
había separado del Código francés a este respecto: que no habia acep-
tado la teoría del mandato tácito y reciproco, sino que suponía que cada
uno de los acreedores era dueño d e la totalidad del crédito, y d e ahí que
podían ejecutar los actos de dominio con respecto a esa totalidad.
Lo mismo ha pasado con la solidariedad pasiva, en la cual el Có-
digo chileno ha seguido nuevamente el criterio romano; para el C. Ct-
vil chileno cada uno de los acreedores y cada uno de los codeudores
lo es por el total de la deuda o del crédito, y si es así, cada uno de los
codeudores solidarios puede ejecutar todos los actos propios del domi-
nio, aun cuando vayan en desmedro o perjuicio de los codeudores. Hay,
pues. diferencia fundamental entre el derecho francés y el derecho ro-
mano, y esta diferencia se observa también entre el derecho frances y el
derecho chileno, a pesar de la sentencia de la Corte Suprema, ya citada.
en la cual se sienta el principio de que los codeudores solidarios están
investidos de las mismas facultades y obligaciones de que están investi-
dos los acreedores y codeudores en el Derecho frances.
El articulo 1522, inciso la, establece que "el deudor solidario que
ha pagado la deuda, o la ha extinguido por,alguno de los medios equiva.
lentes al pago, queda subrogado en la accl6n del acreedor con todos
sus privilegios y seguridades, pero limitada respecto de cada uno de
los codeudores a la parte o cuota que tenga este deudor en l a deuda".
Si bien todos los codeudores solidarios están obligados a l pago total
de la obligación en presencia del acreedor, en realidad cada uno de ellos
no es deudor sino en la parte o cuota que en la deuda tiene. y es por
eso que si un codeudor paga o extingue totalmente fa abligacidn, tie-
ne acción contra sus codeudores para que le reembolsen lo que ha pa-
gado por ellos, y para este efecto tiene los mismos derechos que el acree-
dor tiene contra los deudores solidarios, pero limitados a la parte a
cuota que tos codeudores tengan en la deuda, por estabtecerlo así e l
inciso .lo del artlculo 1522 ya citado, y el articulo j610, N? 39, que dis-
pone que hay subrogación legal en favor del deudor que paga una deuda
a que estaba obligado soTidaria o subsidiariamente.
Extincidn de la Solidaridad
Podernos decir, por eso, que cuando uno de los codeudores soii-
darios muere dejando varIos herederos, pueden presentarse tres casos
perfectamente distintos: l o ) ei acreedor demanda a uno de los codeu-
dores vivos, a quien puede exigirle la totalidad de la obligación, y la
solldariedad subsiste con todas sus consecuencias; 2 0 1 el acreedor de-
manda a todos los herederos del difunto, en conjunto, y les puede exi-
gir la totalidad de la obligación, porque todos ellos, considerados con-
juntamente, son solidariamente responsables, y las cosas pasarán en los
mismos términos, como si todos los deudores estuvieran vivos; 3?) fi-
nalmente, el acreedor demanda separadamente a uno de los herederos
del deudor. en cuyo caso cesa la solidariedad y no podrá exigir el acrec.
dor sino la cuota que a cada heredero corresponde a prorrata de sus
cuotas hereditarias.
B). La otra manera de extinguirse la solidariedad es por la renuncia.
La solidariedad es un beiieficio que mira al interés individual del acree-
dor y es sabido que con arreglo al articulo 12 del C. Civil pueden re-
nunciarse los derechos conferidos por las leyes con tal que solo miren al
inter6s individual del renunciante y que no este prohibida su renuncia: y
la ley lejos de haber prohibido la renuncia de la solidariedad, la ha
autorizado y reglamentado en el artículo 1516.
La Solidariedad Imperfecta
Algiiiins autores franceses han pretendido dividir la soliti,i~it~dadeii
perfecta e imperfecta. Seria perfecta la que produce todos !os efectos
que acabamos de estudiar. la que da al acreedor el derecho de exigir el
total de la obligacldn y que produce todas las demás consecuencias ju-
rídicas encinciadas al través de nuestro estudio.
C Civil tios drce que la solidariedad puede emanar d e la ley, dei tes-
tamento o d e ia conveticicn, y después de señalar estas t r e s fuentes de l a
solidariedad. entra a reglamentar esta institución sin distinguir cti:il de
cllas reglamenta. v donde la ley no distingue. n o le es licito a! i ~ i > r r i .
ilre distingiiir En consecuencia, en Chile, toda solidariedad. sea io<jsl.
tcstamcntaria Q convencionat. es siempre perfecta y cualquiera que ce;i
l a frittiite de donde ella emane, produce todos los efectos qiie hr:,iiits
señalado n menos qiie las partes hayan acordado otra cosa.
GENERALIDADES
Así como hay cosas fisicamente lndivlsibles que admiten por dis-
posicidn de la ley división intetectuat o de cuota, que pueden ser con-
cebidas como divisibles en cuanto al derecho que con respecto a ellas se
ejercita entre diversas personas. hay otras que a pesar de ser flslca.
mente divfsibles. la ley, por consideraciones de orden superior. {as con-
sidera físicamente indlvislbles. Se hallan en este caso los lagos de do-
minio privado, las servidumbres y la propiedad fiducfaria. por expresa
dispostcibn del artículo 1317. inciso final. y de los articulo$ 751. 825
827. Se encuentran adernds, en esta situación la acción de saneamiento
de fa evicctbn y de los vicios redhibitorlos, la denuncie de obra nueva y
la denuncfa de obra ruinosa, según el artículo 946; y las minas, según
lo dispuesto en el articulo $ 2 del C. de Minerfa, que no admiten divi-
sián fistca, pero que son intelectualmente diwisibles, porque pueden ser
poseidas por varias personas.
Seiialados los principios que rigen la divisibilidad y ta indfvlsibl-
Iidad en el Derecho, debemos averiguar cuando una obfigaclón es divisi-
ble y cuando es indivisible,
El art. 1524 resuelve la cuestión. Dlce este art.: "La obligación es
divisible o indivisible segón tenga o no por objeto una cosa susceptible
de divlslón, sea ffstca. sea intetectual o de cuota". Y para aclarar los con-
ceptos, sehrrts algunos ejemplos en su inciso 20: "Asi, la obllgacibn de
conceder una servidumbre de transito o l a de hacer construfr una casa
son indlvislbles; la de pagar una suma de dinero, dtvisible".
Excepciones a la divisibilidad
Primera excepción
Por eso dice el inciso lodel artículo 1526, que "La acción hipotecaria
o prendaria se dirige contra aquel de los codeudores que posea, en todo
o en parte, la cosa hipotecada o empeñada".
Segunda excepción
Cuarta excepción
Primer ceso.
Puede ocurrir que en el testamento se haya dispuesto que uno de
los herederos cargue con la totalidad de una deuda hereditaria o testa-
mentaria; o que los herederos, en la partición de los bienes o en con-
vención separada, hayan convenido en que uno de ellos tome a su cargo
una deuda hereditaria o testamentaria por su totalidad.
TEORIA DE LAS OBLfGACiONES
Vimos que con arreglo a l articulo 1354 la regla general es que las
deudas hereditarias y testamentarias se dividen entre los herederos a pro.
rrata de sus respectivas cuotas hereditarias; dice el inciso l ? del artícii\o
1354: "Las deudas hereditarias se dividen entre los herederos del deudor
a prorrata de sus cuotas".
Quinta excepción
De manera que en este caso el primer punto que hay que resolver
es s i la divisidn de la cosa acarrea o no perjuicio al acreedor; si dc esta
división no resulta perjudicado el ~creedor,la obligación es divisible, y
sigue todas las reglas de las obligaciones divisibles, cada deudor está obli-
gado, por lo tanto, sofamente al pago de su parte o cuota en la deuda.
Asi, los iiicisos firiales d e los riunieros 4 ' y S" se retieren al aspecto
activo de C S I ~ Sot~ligacinnes,y iio rccoi-iocen los herederos de cada acree-
dor sino el deieclio de deniandar sir parte o cuota en la deuda: y si quie-
ren demandar la totalidad. deben obrar todos en conjunto. pues la indivi-
sibilidad de pago es solamente pasiva: rige sólo para los deudores, pero
no para los acreedores; en efecto, el inciso final del N" 4u del artículo
1526 dice: "Pero los Iierederos del acreedor, si no entablan conjuntamen-
t e s u acción, no podrán exigir el pago de la deuda sino a prorrata de sus
cuotas". Y el inciso final del N" 50 agrega: "Pero los herederos del acree-
dor no podran exigir el pago de la cosa entera sino intentando conjunta.
mente su acción".
Sexta excepción
Los efectos señalados y a los que se refiere el artículo 1526 son los
únicos que se producen en el caso de la indivisibilidad de pago o conven-
cional; no hay ninguna disposición de nuestro Código que reglamente efec-
tos especiales para esta clase d a obligaciones; de manera que las disposi-
ciones de los artículos 1527 y siguientes, que reglamenten las obligaclo-
nes indivisibles, no le son aplicables; y no pueden tampoco aplicarse por
analogía, porque en el artículo 1526 se trata de obligaciones divisibles,
mientras qiie en los siguientes comienza a reglamentarse el efecto de las
obligaciones indivisibles propiamente tales, aquellas en que su calidad re-
sulta de la natciraleza del objeto debido, y que seria contradictorio aplicar
a las obligaciones divisibles las reglas de las obligaciones indivisibles: la
indivisibilidad sólo existe para las obligaciones que hemos estudiado en
el momento del pago, y en todo lo demás se rigen por las reglas gene-
rales de las obligaciones divisibles señalados en el inciso 1" del articulo
1526. Esta es, por lo dernás, la doctrina sancionada por la Corte Suprema
en la sentencia que citamos al hablar de la indivisibilidad de la accióii
hipotecaria.
TEORIA DE LAS OBUGAClONES
GENERALIDADES
El ,Pago Efectivo
1610, N 3'. en los derechos del acreedor para obtener de ceda uno de
siis codeudores l a parte que le corresponde. El fiado[, a virtud de lo dis-
puesto en el articulo 2370, también queda subrogado en los derechos
del acreedor: e igual cosa ocurre con el poseedor del inmueble hipote-
cario, en conforniidad con lo dispuesto en el artículo 1610, N? P.
F~rialntente,~kuedr:pagar itna liersona enteramente extraña a la obli-
gación: iin tercero. o para hablar más gráficamente, el que va pasando
por la calle, con tal que lo haga a nombre de1 deudor. Nuestro Código
reconoce expresamente que cualquiera persona puede pagar al acreedor
y puede efectuar el pago aun contra la voluntad del acreedor. El acree-
dor no podría negarse a recibir el pago a pretexto de que quien lo est8
haciendo no es fa persona del deudor. El artículo 1572, inciso lo, así lo
establece expresamente: 'por que? Porque el hecho de que cualquiera
persona pague una obligación ajena no irroga perjuicios a nadie: por
el contraria, acarrea beneficio a todo e l mundo: al acreedor l e es Indi-
ferente la persona del detrdor, ya que lo que le interesa es que se le
pagiie; aI deudor tarnbien le beneficia. porque puede suceder que no se
encuentre en situación de pagar, o que su acreedor sea muy exigente
y l o ponga en aprietos para que efectúe el pago. Por eso, et acreedor
no puede negarse a recibir el pago, y por eso puede pagarse por un ter-
cero aún contra !a voluntad del acreedor. y puede recurrirse a la consig-
nación ctrando el acreedor no quiera recibir el pago.
Una excepción tiene esta regia, y ella cae de su propio peso: es
la consi nada en el inciso 27 del articulo 1572, y tiene lugar en la obli-
B
gación e hacer cuando la aptitud o taleiito del deudor ha sido tomado
en consideración para generar el vincufo juridico. En estas obligaciones
desaparece el motivo que llevo al legislador a establecer el precepto
del inciso 19, porque si se autoriza el pago por un tercero aún en estas
obligaciones de hacer, ya no se obtendria el fin que la fey persigue, por-
que ese pago puede ser perjudicial para el acreedor si se toma en cuen-
ta que ha sido la aptitud, el talento persoiial del deudor el que se ha
tomado en consideración para generar la obligación, y si el pago lo hace
ifn tercero, bien puede éste no tener las rnismas aptitudes qtie las deT
deudor que contrajo la obligación. Sólo podría iin tercero efectuar el pa-
go si el acreedor consintiera en ello. Por cjemplri. se ha contratado con
iin pintor farrioso que pinte un cuadro; no podria un simple aficionada
pinlar el ctradro en lugar del pintor y tlecirle al acreedor: "Aqiii está el
cuadro qiie I Id. contrat0". Pero como cada tino es dileño de administrar
sus intereses como mejor le parezca, el tercero podria efectuar el pago,
si el acreedor consintiera en recibirlo; pero no se le podria obligar o
qtie lo aceptara, si el acreedor se opusiera,
Salvo este caso de excepción al inciso 1,: del articulo 1572 que con-
tenipla e l inciso 20 de este mismo articulo. en todas las demás obliga-
ciones inclusive en las de hacer. puede hacerse el pago por otra perso-
na y el acreedor está obligado a recibirlo. El propio artículo 1553 del C .
Civil. como se recordará. da al acreedor de tina obligacilin de hacer. en-
tre otros derechos, el de hacer ejecutar el hecho debido por un tercero
a expensas del deudor
ARTURO ALESSANDRI ROORIGUEZ
El tercero que paga a noinlire del deudor, piiede ericoiitiarsn eil tres
situaciones jurídicas; a saber: lo) piiede pagar cori el consentiriiisnto del
deudor; 2 9 puede pagar sin conocimierito del deudor; y 3'.) ptinda pagar
contra l a voluntad del deudor.
Primer caso
Segundo casa
Tercer caso
El articulo 1574 dice a este respecto: "El que paga contra la vo-
luntad del deudor, no tiene derecho para que el deudor le reembolse
lo pagado; a no ser que el acreedor le ceda voluntariamente su acción".
Por eso, para que el pago de una obli ación de dar, en que el ob-
¿'
jeto de la obligación es l a transferencia el dominio, sea válido, para
que produzca el efecto de extinguir la obligación, para que el acreedor
sea satisfecho en lo que busca, que no es otra cosa que el dominio de
la cosa, debe reunir los siguientes requisitos en conformidad al articulo
1575, de acuerdo con el articulo 679: 191 que el que paga sea dueño de
la cosa pagada, o que al menos haga el pago con el consentimiento del
dueilo; 20) que el que paga tenga facultad de enajenar la cosa. es decir.
que sea capaz de enajenar; y 30) que el pago se haga con las solemnida-
des legales.
Dice el articulo 1575: "El pago en que se debe transferir la pro-
piedad no es vdlido. sino en cuanto el que paga es dueño de la cosa pa-
gada, o la paga con el consentimiento del dueño". "Tampoco es vhlido
el pago en que se debe transferir le propiedad. sino en cuanto el que
tiene facultad de enajenar" lincisos 1Q y 201.
SI falta alguno de los requisitos que acabo de indicar, la tradición
no transfiere el dominio, el acreedor no obtiene, en conseciiencia. lo qtie
busca que es la adquisicidn de la propiedad de la cosa materia de ia obli-
gación.
Primer requisito
Es sabido que ntirltc: prietle tr;iiisterir rnás derectios que los que tie-
ne, y si !o q u e se r~reteiidecoti el pago es transferir el dominio, para
trarisferirlo, es rr~ertcsterq u e el deudor seo propietario de lo que trans-
fiere. Poi eso, dice c l artíciilu 1575 que este pago no es válido cuando
el qiie pdga e s dueño de la cosa pagada, o la paga con el consentiiniento
d e l dueíio; conio si u n tenedor de la cosa. a l a vista y paciencia de su
propietario entregara la cosa a quien e l propietario se [a deba.
El pago, para que sca bien hcciio, (lebe hacerse, en primer tkr-
mino, al acreedor, puesto qiie en su favor se contrajo la obligaciori;
pero no es necesario que el pago se haga personalmente al acreedor, qiie
en sii rnaterialldad sea la misma persona del acreedor que contrajo la
obligación la que reciba el pago. E l pago debe hacerse a cualquiera otrd
persona que tenga calidad juridica bastante para poder recibirlo a nom-
bre o en lugar del acreedor, como lo establece el artículo 1576, del
cual se desprende que el pago puede hacerse, en primer lugar, al acree-
dor; en segundo lugar a su representante. y en tercer lugar, al poseedor
del crddito.
El articulo 1576 dice a este respecto: "Para que el pago sea valido
debe hacerse al acreedor mismo (bajo cuyo nombre se entienden todos
los que l e hayan sucedido en el crédito, aún a titulo singular), o a la
persona que la ley o el juez autoriceh a recibir por él, o a la persona
diputada por el acreedor para el cobro". "El pago hectio de btiena fe
a la persona que estaba entonces en posesidn del crédito. es válido, aun-
que después aparezca que el crédito no l e pertenecía".
LOS casos a que se refiere el articiilo 1578, son los siguientes: 1")
Cuando el acreedor no tiene la libre administración de sus bienes. salvo
en cuanto se probare qiie la cosa pagada se ha emy)lenclo en provecho del
acreedor, y en cuanto este provecho se justifique cori arreglo al artículo
1688; 20) Cuando por el juez se ha embargado la deuda o mandado
retener su pago y 301 Cuando se paga al deudor iiisolvente en fraude
de los acreedores a cuyo favor se ha abierto concurso.
Primera excepcibn
Cuando el acreedor no tiene fa libra adminfstracibn de sus bienes
Para poder recibir válidamente el pago es menester capacidad para
recibir, es menester tener fa libre administración de sus bienes; si el acre-
dor no tiene esta libre administración, el legislador considera que es in-
conveniente pagar a esta persona, porque, lejos de redundar en un bene-
ficio las cosas que el pago contengan. ellas pueden ser gastadas o dilapi-
dadas. Por eso, el pago hecho a una mujer casada, a un pupilo, a un hijo
de familia, es nulo, fuera de aquellos casos en que la ley reconoce
capacidad para obrar sin la representación de su curador o tutor, o en
general, de su representante legal.
El Unico caso en que el pago hecho a una persona que no tiene la
libre administración de sus bienes, es vdlido, es si el deudor prueba que
la cosa psgada se ha empleado en provecho del deudor; y como este
provecho, según ef articulo 1518, debe probarse con arreglo al articulo
1688. el deudor que ha pagado. si quiere que se declare la validez de
su pago, deber& probar que el acreedor se ha hecho mBs rico con el pago.
Y se entender6 que se ha hecho mds rico, s e g h el artfculo 1688, en
cuanto las cosas pagadas fe hubiereti sido necesarias, o en cuanto las
cosas pagadas que no lo hubieren sido necesarias, subsistan y se quicierr!
retenerlas.
Hemos visto que con arreglo a los artlculos 2465 y 2469 todos los
bienes del deudor sean raíces o muebles, presentes o futuros, corporales
o incorporales, quedan afectos al curnplirnlento de sus obligaciones y
constituyen lo que fos autores llaman "el derecho de prenda general
de los acreedores". En virtud de estos articulas los acreedores pireden
tomar todos los bienes del deudor, excepto los ineriibargables. para ha-
cerse pago de sus crbditos. Como dentro de esos bienes quedan contpren-
didos los creditos. y como las acciones que la ley da al acreedor so11 las
de embargar o de tomar medidas precautorias en los bienes del deudor,
pueden los creditos ser objeto de embargo o de la medida precaiitoria.
El C. de P. Civil, en su articulo 280. en sus números 3' y 4" atitoriza
al acreedor expresamente para pedir. como medidas pret:aiitorias, lo
retención de bienes determinados, o la prohibición de celei8íar actos o
contratos sobre bienes también determinados: y el articulo 471 del
mismo Código da autorización al acreedor para embargar diversos bie-
nes al deudor, dinero, otros bienes muebles, bienes raices y salarios y
pensiones.
Tercera excepcibn
Para que tenga lugar este requisito del articulo 1578. N? 39, es
rnenester que concurran dos circunstancias: que el deudor esté declarado
en concurso o en quiebra, y que el pago haya sido hecho a él en fraude
de los acreedores en cuyo favor se ha abierto el concurso o declarado la
quiebra.
1. Lo dicho en este pbrrafo debe entenderse d e acuerdo con fa actual Ley de Oulebras.
[Nota del Redactor}.
danieiite el pago por siis representados; los tesoreros fiscales reciben vB
lidanieiite por el Fisco; los representantes de la personas jurídicas, los
herederos provisorios del desaparecido, y en general todas las personas
que son representantes legales de otra reciben vdlidamente a nombre de
sus representados.
El mandato es judicial cuando emana de una resolución jiidicial.
Son mantlatarios judiciales las personas autorizadas por el juez para
recibir el pago a nombre del acreedor. Tales son: lo8 síndicos que el
juez nombre, los secuestres, los depositarios y, en general todas las per-
sonas que por un motivo u otro nombre el juez para recibir el pago en
liigar del acreedor.
Y en sti inciso final, agrega: "Para todos los actos que salgan de ss-
tos Iírnitcs, necesitar6 de poder especial".
Ya hemos visto quienes son las únicas personas que están facul-
tadas para recibir válidamente el pago, y mientras tratándose d e l deudor.
la ley acepta como válido el pago efectuado por él o por cualquiera per-
sona en forma que el pago hecho aún por uii tercero extingue la obliga-
ción, no sucede lo niisrno con el pago hecho al acreedor. El pago que no
se haga al acreedor o a su representante legitimo, o al poseedor del cré-
dito siempre que se haga de buena fe y aparezca después que no !e per-
tenecía, no es válido, a virtud de lo dispuesto en el articulo 1577; y no
siendo valido, no extingue la obligación, queda subsistente el crédito y el
verdadero acreedor puede proceder a cobrarlo nuevamente, estando obli-
gado el deudor a efectuarlo. porque quien paga mal paga dos veces.
Por lo que respecta a los gastos del pago son ellos de cargo del deu-
dor: 61 debe hacer todo lo necesario para satisfacer a w acreedor, para
que la cosa se entregue en el tiempo y lugar convenidos. Estos son los
gastos necesarios para pagar, los indispensables para el cumplimiento de
la obligación; pero los gastos posteriores al pago, los gastos de transpor-
te que el acreedor tenga que hacer para llevar la cosa al lugar en que la
necesita, corren a su cargo y no a cargo del deudor.
Sin embargo, esta regia del inciso 20 del artículo 1569 tiene dos ex-
cepciones: f ? ) tas ob1Igaclones modales, respecto de las cuales la ley au-
toriza el cumplimiento por equivalente; y 2?1 las obligaciones facultativas.
actiialrneiite riyc eri Cfiile es a l peso oro de E pcnitgues. Esla moneda. se-
gún el articulo 7'- del decreto ley 606, tiene ciirso legal ilimitado y sirv.?
para solventar toda clase de obligaciones, pirliticas o privadas.
En conforriiidarf a l articiilo (33 <le\ decreio ley N" 486, que creo el
Banco Ccniral de Chile, los billetes del Banco Cent.ral seran recibidos (2
la par y sin liniitaci6ri algi+cia de cantidad en el f ~ i g ode imptiestos y de
cualquiera otras obligaciones. asi publicas como privadas. En virtud dc!
este mismo decreto ley queda limitada la facultad que tenia el gobierno
de Chile de emitir papel :-iioneda. y se l e dio al Banco Central e l mono-
polio de la emisión de billetes durante sus 50 aiios de existencia legal
que contempia el decreto ley 486 en su artículo 27.
A virtud de estos dos decretos leyes que han establecido en Chile
l a conversión metálica, ¡as obligaciones que consisten en el pago de una
cantidad de dinero, deberan pagarse o podrán pagarse en moneda de oro
o en billetes del Banco Ceritral, por lo que e l acreedor no podrá rehusar
e l pago que s e le haga en billetes del Banco Central, porque e l artículo 68
del decreto ley 486 dice que estos billetes "serán recibidos a la par y sin
limitacihn alyuria e n cantitlad en e l pago de impuestos y de cualesquiera
otras obliyaciories, así públicas como privadas". Tanto la moneda rnc.
tálica de oro como los billetes de[ Bancn Central, tienen valor libera-
torio indefinido. es decir, pueden darse iliniitadatnente en pago de obti.
yaciones; e n otras palabras, l a totalidad de una obligación puede ser pa-
gada en t>illetes o en oro, sin que el acreedor pueda rehusar e l pago.
No sucede lo misnio con ta moneda de vellón o divisionaria, qiie es
ia moneda qiie nuestros codigos civil y de conrercio denominan rnoneda
"menirda", y que es aquella cuyo valor real es inferior a su valor legal.
aqitella qiie legalmetite represerita u n v;ilor mayor que f:f volol* intrinscct?
del rnetal de que se compone; una de estas nionedas piiede valer 1eg;il.
mente un peso, pero si se va a vender coino niercaderia el metal d e qur:
está compiresta, valdrá segiiraniente veinte o treinta centavos.
Entre nosotros, y después de la dictación de los decretos leyes U
que m e acabo de referir, son monedas de vellón o divisionarias, las d.?
plata y niquel. Segun el articulo 10 del decreto ley 606, hay cuatro tipos
de moneda de plata: de cinco pesos, o medio cóndor, de dos pesos. dr:
u n peso y de medio peso. Y según e! artículo 19 del decreto ley 606.
hay tres tipos de moneda de niquel: iina de veinte centavos. otra de diez
centavos y otra de cinco centavos,
En conformidad al articiilo 2199 del C. Civil, el acreedor rio esti1
obligado a recibir en moneda menuda de plata o cobre sino hasta el l i
mite que las leyes especiales Iiiiyan fijado 0 fijaren. Dice el articulo 2 1 ~ r
en la segunda parte d e s t ~inciso 2": "pero el niutuante no será o b l ~ y a d o
a recibir en plata menuda o cobre, si110 hasta el iirnite que leyes especia
les hayan fijado o Fijaren"
El límite señalado a este efecto y al citial alirde el articulo 2199 t:r.i
hasta hace pocos meses el que señalaba el articulo 118 del C. d e Co
inercio, articulo qiie hoy dia está derogado por los articirtos 14 y 19 dcl
decreto ley N ' 606. El citado artículo 118 del C. de Comercio disponla
qiie el acreedor no estaba obligado a recibir en pago más de un 5 por
ciento en moneda menuda de plata. ni más de un 1 por ciento en moneda
de cobre, entendiéndose por moneda menuda de plata las piezas de veinte
centavos y las demás de menor valor.
Hoy día, el liniite a que se refiere el artículo 2199 del C. Civil lo
señala el decreto ley N? 606, en su artículo 14: "nadie estará obligado a
recibir en pago de obligaciones y en una sola vez rnhs de cincuenta pesos
en moneda de plata acuñada en conformidad con esta ley". Las mone-
das cortadas, perforadas, corroídas o deterioradas en cualesquiera forma,
perderán su carácter de moneda legal". Y agrega el articulo 19, inciso
final: "Nadie está obligado a recibir en pago de obligaciones y en una
sola vez, más de cinco pesos en moneda de niquel".
La razón de ser de estas disposiciones legales que se acaban de citar
está en que como esta moneda no tiene un valor real igual al valor in.
trinseco de ellas, la ley no quiere que el acreedor sea obligado a recibir
en pago una moneda que, en realidad. no corresponde al valor que re-
presenta, salvo que el acreedor consienta en recibirlas.
Hay, sin embargo, alguien que está obligado a recibir la moneda ds
plata y de níquel en forma indeflnida en pago de la totalidad de lo que
se le debe: el Fisco; y es muy razonable que así sea. Dice el articulo 17
del decreto ley N? 606: "El Fisco, sus dependencias y. demás institucio-
nes públicas, los Ferrocarriles y otras empresas fiscales. y el Banco Cen-
tral de Chile, recibirán en pago de cualesquiera obligaciones, sin limite
de cantidad, las monedas de plata y niquel de peso legal. Y es lógico que
asi suceda. puesto que es el Fisco y el Banco Central quienes emiten estas
monedas y sería un absurdo que se negaran a recibirlas.
Como consecuencia del nuevo régimen monetario establecido recien-.
ternente en la República. y como consecuencia de haberse establecido una
moneda legal de oro. ha cesado de ser obligatoria en el pals la recepción
de monedas extranjeras para el pago de obli aciones. El artículo 20 del
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decreto ley 606 establece: "Desde la promu gaci6n de la presente ley,
cesar& de ser obligatoria la recepción de cualquiera moneda extranjera
en pago de deudas u otras obligaciones, salvo el caso de contrato cele-
brado de acuerdo con la ley de lode septiembre de 1892 y en que se
hubiere estipulado moneda especial"; a menos, iiaturalmente. que las
partes hayan convenido lo contrario. Dice. por eso, el artíciilo 68 del
decreto ley que creó el Banco Central: " . . .no obstante. en contratos par-
ticulares se podrá estipular el pago en cualqtiiera otra moneda".
Pueden. entonces, las partes convenir que el pago se haga en cual-
cliiiera clase de moneda. en una determinada. pueden excliiir la moneda
ctiilena. pueden señalar una extranjera, etc., y en tal caso tiiit)rA qiie estar
a lo que dispone el articulo 1569 del C. Civil.
B) Si la obligación es de especie o cuerpo cierto, tiere lugar lo dis-
puesto en el artlculo 1590 del C. Civil, que no hace sino repetir innect.-
sariarnente lo que ya el legislador había consignado en los artículos 1547.
358
TEORIA DE LAS OBLIGACIONES
1550, 1672, 1677 y 1678. De este artículo 1590 se desprende que el cuer-
po cierto debe ser entregado en el estado en que se encuentre, porque
los riesgos del cuerpo cierto cuya entrega se deba son de cargo del acree.
dor; de modo que todos los aumentos que el cuerpo cierto reciba entre
la celebración del contrato y el pago aprovecharán al acreedor que nada
deberá dar en compensación: así como todo deterioro o pérdida que so-
brevenga fortuitamente durante ese intervalo deberán ser soportados por
el acreedor: y si se destruye fortiiitamente todo el cuerpo cierto. se habrtí
extinguido fa obligación. Pero si el cuerpo cierto cuya entrega se deba,
se deteriora o perece por hecho o culpa del deudor, o de las personas por
cuyos actos él responde, o sobreviene durante la mora del deudor, dete-
rioros que no habrían sobrevenido si e! cuerpo cierto hubiere estado eii
poder del acreedor, la situación se modifica, y para determinar los dere-
chos que entonces competen a! acreedor, hay que distinguir si el deterio-
ro o pérdida tiene o no importancia, o uiejor dicho. cudl es la magnitud
del deterioro.
sualven los articuios 1595 y siguientes del C. Civil. de los cuales se des-
prende que la imputación en los pagos la puede hacer, en primer lugar el
deudor; en segundo el acreedor, y por ultimo la ley.
Pero como el derecho del deudor por muy sagrado que sea. no puede
llegar a lesionar el del acreedor, que también es sagrado, esta facultad del
deudor está limitada cada vez que con la imputación pueda dañarse el de-
recho del acreedor; y estas limitaciones son, en primer lugar, que la deu-
da devengue intereses. porque en ese caso no puede el deudor, sin el
consentimiento del acreedor. imputar el pago a capital y no a intereses,
porque si el deudor imputa el pago a capftal y no a intereses. disminuye
el capital productivo de intereses, y el acreedor se perjudica, pues los
intereses atrasados no devengan intereses. a menos que se haya estipu-
lado. Por eso dice el artículo 1595: "Si se deben capltal e intereses. el
pago se imputará primeramente a los intereses, salvo que el acreedor
consienta expresamente que se impute al capital". "Si el acreedor otor-
ga carta de pago del capital, sin mencionar los intereses, se presumen
éstos pagados".
La prueba del pago queda sometida a las reglas generales del De-
recho. Podrh, en consecuencia, hacerse por todos los medios probatorios.
establecidos por la ley* a excepción de la prueba testimonial que no serA
admisible, salvo en los casos que seiiala el articulo f711. cuando el pago
sea superior a doscientos pesos. en conformidad al artículo 1709 del C.
Civil.
Y para terminar, una vez que el pago se ha efectuado con todos los
requisitos señalados, por las personas que pueden hacerlo y a la persona
del acreedor o a quien sus derechos represente, la obligación se extingue
respecto de todos, con todos sus privilegios. prendas, hipotecas, fianzas.
etc., a menos que se haya producido un caso de subrogación legal, porque
entonces la deuda queda subsistente a favor de ia persona en cuyo favor
se haya operado.
Pero bien puede suceder que por ca;)richo, por niala voliintad para
con el deudor o por cualquiera otra causa. el acreedor retiiise la recep.
ción del pago en el tiempo y lugar oportuno. Esta situacióri no puede per-
judicar al deudor que tiene un interés evidente en ejecutar el pago, por-
que mediante él hará cesar el curso de los intereses, se descargará del cui-
dado y conservación de la cosa, se exonerará de las cor~seciiericiasqiie
puedan sobrevenir de la pérdida o deterioro qiie pudieran serle imputa-
bles. o en otros casos, el deudor tendrá interks evidente en cancelar una
hipoteca o rescatar una prenda. En todas estas circunstanctas, la ley ha
autorizado al deudor para llegar a obtener una situacidn análoga a la que
le habrla proporcionado el pago, si el acreedor lo hubiera recibido; y esa
situación la obtiene el deudor por medio del pago por consignación, para
TEORlA DE LAS OBLIGACIONES
Para que proceda el pago por consignación. según esto, y como dicc:
el articulo 1599, es menester que el acreedor repugne el pago. es decir
lo rechace o no conioarezca a recibirlo en el lugar y tiempo oportunos,
y que taiito esta repiigiiancia como esta comparecencia, sea liimotivada,
esto es. qiie no tenga causas legales. que el acreedor no alegue algún
fundan~eritolegal para repugnar el pago o no comparecer a recibirlo. Si
el deudor, por ejemplo. ofrece al acreedor un pago incompleto, o una
cosa distinta de la que se debe. o en lugar y tiempo distintos de los
convenidos. el acreedor tendría justo motivo para rechazar ese pago. y
al hacerlo ejercita un derecho que la ley le confiere, puesto que el deii-
dor está obligado a pagar la cosa en el tiempo y lugar convenidos no
por parcialidades y la misma cosa que adeuda; casos todos estos en los
cuales hay tin motivo legal y fundado para negarse a recibir la cosa.
De l a Oferta y la Consignación
l. La oferta
La oferta es el acto por el cual el deudor manifiesta al acreedor
que está dispuesto a cumplir la obligación y a poner la cbsa a su dispo-
sicibn. El objetivo de la oferta es dejar constancia del rechazo del acree-
dor, es dejar constancia de la actitud o del estado de ánimo en que el
TEORlA DE LAS OBLIGACIONES
Requisitos de la oferta
La oferta verbal que autoriza la legislación chilena, para que sea vá.
lida y cumpla las exigencias del caso, debe reunir los siguientes requi.
sitos: 10) debe ser completa; 201 no debe contener limitaciones; 30) debe
TEORtA DE LAS OBLIGACIONES
Primer caso
El acreedor está presente en el lugar del pago.
Está regido este caso por los artículos 1600 y 1602.
Una vez que la obligación se ha hecho exigible por haberse cum-
plido la condición o por haber vencido el plazo. y una vez que el deu-
dor se ha cerciorado de que el acreedor no estd dispuesto a recibir el
pago de la cosa debida. deberá e l deudor, siempre que sea capaz de pa-
gar, efectuar la oferta de que trata el articulo 1600, en el lugar en que
la obligación debe cumplirse. según las disposiciones ya señaladas.
Llenadas estas exigencias de la capacidad del deudor y del acree-
dor. del lugar convenido. de la exiglbilldad de la obligación, e l deu-
dor se presentar8 ante el juez letrado en lo civil que corresponda, o s i
hubiere varios ante el turno o ante la Corte de Apelaciones respectiva
para que le designe el juz ado que de esta materia debe conocer a fin
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de evitar cualquiera dlficu tad, porque en conformidad a las leyes vi-
gentes, en las ciudades o asientos de Corte en que haya más de un .juz-
gado en lo civil, todas las solicitudes deberhn presentarse ante el presi.
dente de la Corte de Apelaciones, para que éste designe e l tribunal que
debe conocer la causa.
Geterminado el tribunal ante el cual corresponda hacer la presen-
tación, ocurrirh e l deudor pidiendo que se haga la oferta a su acreedor,
petición que deberé i r acompañada de la minuta a que se refiere e l N?
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TEORIA DE LAS OBLIGACIONES
Segundo caco
Estos son los efectos que el art. 1605, atribuye al pago por con-
signación. Todos ellos comienzan a correr desde el día en que se hace
la consignación, y no desde el día en que se hace la oferta; con lo cual
puso termino el C. Civil a la discusión que existía respecto a la fecha
en que se producen los efectos del pago. porque mientras unos los atri-
buían al día de la oferta, otros los abribuían al día de la consignación.
Concepto de la subrogación
El pago con subrogacióii, es una de ias rrlaterias riiás interesantes
del Código Civil chileno.
La palabra "stihrogación" según su sentido natural y obvio. signl-
fica accibn de sustituir, o de poner a iina persona o cosa en lugar de otra,
o reemplazar a una persona o cosa por olra.Subrogacidn, según esto, es
la sustitución o remplazo de una persona por otra o una cosa por otra.
De esto se desprende que la subrogación puede ser de dos clases:
real cuando es de cosa a cosa; y personal cuando es de personas. Es real
cuando una cosa es puesta juridicamente en lugar de otra: cuando una
cosa se remplaza por otra que viene a ocupar el lugar de la anterior. Po-
demos, por eso, definir la subrogación real diciendo que es la sustitución
de una cosa a otra que viene a quedar jurídicamente colocada en el i u ar
B
que la otra tenia. De donde se infiere que para todos los efectos lega es
que digan relación con dicha cosa, la nueva cosa que remplaza a la an-
tigua es juridicamente la misma cosa.
No nos corresponde ahora estudiar la subrogación real. cuyo estu-
dio es materia del tercer aAo de Derecho Civil. El efecto que esta subro-
gación produce cuando ei inmueble aportado por uno de los cónyuges al
matrimonio es subrogado por otro, es que el nuevo inmueble se conside-
ra jurfdicamente como si fuera el mismo inmueble que el cónyuge apor-
t 6 al matrimonio; de donde se derivan consecuencias jurldlcas muy im-
portantes para e l régimen de la sociedad conyugal.
Asf, con arreglo al articulo 1725. que determina de qud bienes se
compone e l haber de la sociedad conyugal, entran a formar parte de este
haber, según el número 50 "todos los bienes que cualquiera de los cónyu-
ges adquiera durante el matrimonio a titulo oneroso". Si la mujer du-
rante la vigencia de la sociedad conyugal. compra una propiedad raíz,
esa propiedad entra a formar parte de la sociedad conyugal y el marido
tendrá la libre administración de ella.
TEORlA DE LAS OBLIGACIONES
queda por tanto extinguido respecto del acreedor, se reputa subsistir in-
tegramente con todos sus accesorios, en manos de ese tercero para ase-
gurarle el reembolso de lo que pagó.
La definición anterior. que es la que cia Baudry-tacantinerie, es
l a que da una idea mas precisa y completa de esta institución jurídica.
No es esta la dnfiiii~:irinque da el artici~lo1608 del C. Civil que di-
ce: "La subrogación es fa trasiiiisión de los derechos del acreedor a uri
tercero, que le paga". Esta definición del C. Civil es incompleta; iio da
una idea precisa de lo que es la subrogación: se limita a definirla por
los efectos que ella produce Podria tanihién criticarse de impropia l a
expresión "trasrnision" que eiriplea el artículo 1608, porque aquí nos
encontramos en presencia de un traspaso de derecho operado por un ac.
to entre vivos, y !a expresibn trasmisión significa, jurídicamente hablar)
do. e l traspaso de los derechos por causa de muerte. Pero bien pue-
de que esta expresiRn haya sido empleada para decir que los efectos
que produce la subrogación son análogos a los que se producen en el
caso de l a strcesión por causa de muerte, en que el heredero pasa a re-
presentar la persona del difunto.
En la definición de Baudry-Lacantinerie se dice que fa subrogación
es urja ficcióri jurídica. i08r-rrle esta la ficción juridica? ¿Cómo es posi-
ble IiaLlar de credito suhsistcrite eli pri:seiicia de una obligación que ha
sido pagada, de uria ohfigacióri qira fia sitio extinguida?
La ficción de l a subrogacióri consistc ~irecisamenteen suponer que
un crédito que ha sido ~ i a g a d o o extinguido con respecto a l acreedor,
se le suponga. siri eiiit~iiryo.vivo eri manos de este tercero que paga. pa-
ra el efecto de obtener el rceriiholso (le lo rlire pagó por el deiidor. Si no
mediara la ficción. el crkdito se hat~riaexlin!~tiido por e l pago hecho por
el tercero; pero allí esta la fir:cion, en corisiderar subsistente el crédito
en rriarios del tercero. Lo único qcie ha cambiado es la persona del acree-
dor; y no es tampoco la persoriil jciridica dul acreedor; es la persona rna-
terial, porque el siijeto activo de la obligación, ese. en concepto de la
ley. no ha variado; y aunque Iiaya cantbiado la persona material, juri-
dicarn~ntehablando, el acreedor es el misino. Por esto. con mucha razón
y con rnucha propiedad. dice don Leopofdo Urrutia que el subrogado
está obrando en presencia del deudor como si el acreedor se hubiera
puesto tina máscara.
Para aplicar esta idea de l a srrhrogacióri podemos idear un ejemplo
gráfico. Supongamos al acreedor metido dentro de una armadura de
fierro, de pie a cabeza, que lo cubre por completo; y que tenga a su
deudor atado en fa forma que !o iniaginaban los romanos. Pagado e l cr6-
dito por un tercero. sale de la armadiira el acreedor y dentro de ella se
mete el tercero que pago. Esa es la stibrogacion. Ante los 010s de todo el
mundo el hombre dc hierro continúa sieiiipre e l mismo.
Como dice Collin y Gapitain, l a subrogación nos pone a nosotros
en presencia de uno de aquellos conflictos tan frecuentes en e l Derecho
entre l a lógica juridica y las necesidades de l a vida, y en que el legisla.
dor ha tenido qiie preferir las necesidades de la vida, a la lógica jurí-
dica; porqlie las leyes se han hecho para satisfacer las necesidades hu-
manas. La siibrogación responde a una necesidad; va contra un principio
jurídico, va contra la lógica de fierro que quiere que toda obligación,
una vez pagada, se extinga; pero como satisface una necesidad humana,
el legislador la acepta y la consagra como una instit~iciónjurídica.
Especies de Subrogacibn
ley, y aun contra la voluntad del acreedor, en los casos sefiaiados por
las leyes, y especialmente a beneficio". . . La expresión "especialmente"
que este artfculo emplea nos está diciendo que hay muchos otros casos
en que la subrogación lega! se produce. Y efectivamente, en el C. de Co
mercio y en las diversas otras leyes que rigen en la Repiiblica. hay mu-
chisirnos otros casos de subrogación legal.
La subrogación a que se refiere el artículo 1610 se produce por el
solo ministerio de la ley; basta el solo hecho del pago del tercero al
acreedor para que sin necesidad de formalidades ni requisitos de nin-
guna especie, salvo ei caso del No 6 O , ni sin necesidad de ninguna de-
claración de las partes, y aun contra la voluntad del acreedor. se pro-
duzca la subrogacióii legal, subrogación que se opera ipso jure, auto-
mhtican?ente. por et sola ministerio de la ley, en el momento mismo en
que el tercero paga al acreedor. sin que el tercero haga nada y aunque e l
acreedor declare que no quiere subrogarse al tercero.
La subrogación legal es una especie de proteccidn establecida por
la fey en fuvor de ciertas personas que se ven compelidas a pagar deudas
ajenas. ya sea por haberse obligado a ello como codeudores solidarios,
coma fiadores, como terceros poseedores del inmueble hipotecado, o por
necesidad, para evitarse un perjuicio mayor, perjuicio que resultaría del
hecho de dejar insoluta la obligacidn que ellos pretenden extinguir. A fin
de evitar un perjuicio a estas personas, la ley ha establecido que ellas
queden subrogadas en los derechos del acreedor a quien pagan. Y como
puede suceder que el acreedor se negara a subrogarse, lo que acarrearía
un perjuicio para estas personas, ha dispuesto el artículo 1610 que ests
subrogaci6n se produce aún contra l a voluntad del acreedor.
Primer caso
Segundo caso
Tercer caso
a
Dentro de Ios términos amplios de esta disposición, uedan corn-
prendidos en esta subrogacidn todos aquellas que como co eudores so
lidarios o como deudores subsidiarios, están obligados a extinguir uri:i
deuda. Por lo tanto. se opera la subrogación, en el caso de la solidaridad a
favor del codeudor solidario que ha sido demandado por el acreedor y
que ha extinguido o pagado la deuda, en conformidad al artículo 1522
del C. Civil.
Como obligados subsidiariamente al pago de una deuda, quedan sub-
rogados en los derechos del acreedor a quien han pagado, las siguientes
personas:
Cuarto caso
Quinto caso
Lo establece el N? 50 del articulo 1610, se refiere a[ que paga una
deuda ajena; consintir3ndolo expresa o tácitamente el deudor.
Cuando estudiamos el caso de las personas que pueden hacer e l pa-
go de una deuda, dijimos que una obIigaci6n podia pagarse por cual-
quiera persona extraña a ella, y que esta persona podla pagar con el con-
sentimlento del deudor, sin su consentimiento, y aun contra fe voluntad
del deudor. Cuando el tercero paga con el consentimiento expreso o tá-
cito del deudor. se produce en favor de este tercero que ha pagado y que
es en reaiidad un verdadero mandatario del deudor hasta cierto punto,
una subrogaci6n. que c m arreglo af No 50 del articulo 1610, 10 Invis-
te de todos [as deudores del acreedor para obtener el reembolso de lo
que por el deudor paga.
Para que esta subrogacidn se produzca basta únicamente que el ter-
cero pague con e l conaentimiento expreso o táclto del deudor. No es
necesario, por consiguiente, que el deudor consienta expresamente. Asi
lo ha declarado la Corte Suprema en una sentencia que figura en la Re-
vista de Derecho y Jurisprudencia, tomo VI. seccidn primera. p8gina 58.
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tegridad el que pasa a manos del nuevo acreedor, y consecuencialmente.
todos sus accesorios, a virtud del principio de que lo accesorio sigue la
suerte de lo principal.
Salvo que estos dos casos de excepción del deudor que se halla en
e l caso del articulo 691 del C. de P. Civil, o del deudor comerciante
que a virtud del artículo 1477 del C. de Comercio tampoco puede ha-
cer cesión de bienes, todo otro deudor que a consecuencia de accidentes
inevitables no se halle en estado de pagar sus deudas, puede implorar,
como dice la ley. e l beneficio de la cesión de bienes, y los acreedores es-
tán obligados a admitirlo. De donde se desprende que la cesión de bie-
nes es obligatoria para los acreedores, quienes no podrian negarse a acep-
tar el ejercicio de este derecho por parte del deudor. Por excepción en
los casos taxativamente enumerados por la ley en el artículo 1617 del
C. Civil. casos en que militan razones especiales, la ley autoriza a los
acreedores para rehusar u oponerse a la cesión de bienes. Y así, no es-
thn obligados los acreedores a admitir la cesión de bienes en los cinco
casos que ese artículo señala, a saber.
405
sas disposiciones disemlnadas tanto en el C. Civii como en el de P. Civil
son éstos:
11. El deudor queda privado de la administración de sus bienes,
administración que pasa de pleno derecho a los síndicos nombrados por
e l tribunal o por los acreedores, salvo el caso excepcional en que los
acreedores, en conformidad al art. 1621 del C. Civil, acuerden dejar la
admlnistracidn de los bienes en manos del deudor.
2). El deudor se hace inhdbil para recibir el pago; en conformidad
al No 30 del art. 1578 del C. Civil, es nulo el pago hecho al deudor insol-
vente en fraude de los acreedores a cuyo favor se ha abierto el concurso.
3). El deudor queda privado de la disposición de sus bienes, y por
esto el art. 2467 del C. Civii. establece que son nulos relativamente a la
masa, todos los actos que e l deudor haya ejecutado respecto de los bie-
nes comprendidos en la cesión o en el concurso.
20 del art. 669, o sea, los acreedores que se encontraren fuera dei país
y que no tuvleren procurador, quienes serfin representados por el de-
fensor de ausentes y considerados, en todo caso como opuestos a l con-
venio.
Esta es la caracteristica del convenio, que afecta a todos los acree-
dores, aun a los no concurrentes; pero los acreedores privilegiados, pren-
darios o hipotecarios no serán perjudicados con el acuerda de la rnayo-
rla, s i se hubieren abstenido de votar.
Finalmente. es necesario para que tenga lugar el N" 6'. del articu-
lo 1626, que este beneficio se reclame de los acreedores que eran tales
al tiempo de la cesión, que son los únicos que están obligados a conce-
derlo. La parte final del art. 1626 N? 6 9 dice: "Pero sólo le deben este
beneficio los acreedores a cuyo favor se hizo"; y los acreedores a cu-
yo favor se hizo la cesión de bienes son todos los que el deudor tenia
en ese momento porque las leyes vigentes establecen que el juicio de
concurso es un juicio universal que abraza la totalidad de los bienes,
acciones y derechos del fallido: de manera que todos los acreedores, ha-
yan o no concurrido al concurso, quedan comprendidos, por expresa dis-
posición de la ley, en esta limitación de su derecho que establece el art.
1626 en su No 69. Así lo ha declarado la Corte Suprema en la sentencia ya
citada. Lo que quiere decir la ley con la frase final del N? 60 del art. 1626
es que el beneficio de competencia sólo puede reclamarse de aquellas
porsonas que al tiempo de la cesión tenían la calidad de acreedores, para
1. Las mencionadas disposiciones fueron moclificadas por los artículos 207, 208.
194 y 134 de la ley 4.558. No obstante, la referencia debe entenderse hecha, al
presente, a los artículos 236,237,222 y 164 de la ley 18.1 75.
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eliminar en absoluto de este artículo a los que con posterioridad adquieran
la calidad de acreedores por actos o contratos distintos de la cesión de
bienes, interpretacidn que se corrobora con la parte inicial del N? 69
del mismo artículo que comienza por referirse a las deudas anteriores a
l a cesi6n. Las personas que hayan llegado a ser, después de la cesión
de bienes, acreedores, no estan obligados a conceder este beneficio,
parque BI es una de las consecuencias o efsctos que la ley atribuye a
fa cesión de bienes, y la cesldn de bienes s6io se produce con respecto a
las obligaciones que entonces existían, no con respecto a las obligaciones
posteriores que el deudor contraiga.
La Dación en Pago
Para terminar con el primero de los niodos de extinguir !as obli-
gaciones. debemos estudiar a grandes rasgos la dación en paga, a que se
refiere e! art. 1569 del C. Civii.
Pero no son estos dos actos aislados o independientes uno del otro;
sería un error creer tal cosa. Estas dos obligaciones cuya extinción y cuyo
nacimiento respectivamente se opera en la novación, son dos actos de im-
prescindible necesidad, que están tan intimamente relacionados entre s i
que puede decirse que son partes de un solo todo. En efecto, la creación
de la nueva obligaclbn tiene por causa la extincidn de !a antigua, es decir.
la ntieva obligación nace porque la primera se extingue; y a la inversa, la
extincidn de fa primitiva obligación tlene por causa el nacimfento de la
rliicva. Consecuencia de ello es que la omisión de algunas de les partes
rfcl sistema, qi,e fa ineficacia de cualquiera de las ob~igaclonesque en
la orieracidn c.xísten. acarrea la ineficacia de toda la operacidn.
Segundo requbito
Tercer requisito
Cuarta requisito
Otro de los requisitos necesarios para que haya novacidn es la sa-
pacidad de las partes.
La novacion importa para el acreedor un abandono de su crédito;
para el deudor, contraer una nueva obllgacidn. Luego es menester que
el acreedor tenga capacidad para disponer y e l deudor para obligarse;
de donde se desprende que la novación no puede operame sino entre
las personas capaces de ejecutar tafes actos. Ls novaclbn es un verda-
dero contrato; asi lo dice et artículo 1630, ya que supone una obliga-
cl6n que se extingue y otra que nace. Luego la capacidad que le ley
requiere para celebrar la novacidn es le capacidad necesaria pare con-
tratar.
La novación puede hacerse por medio de mandatario, y cuando así
sucede, es menester que el mandatario tenga poder especia1 para no-
var, o bien, tenga un poder para fa libre administración de todos los ne-
gocios del mandaote. o del negocio especial en q ~ i cincida la obliga-
ción que se nova. Cuando el mandatario se le ha dado poder para todos
los negocios del mandante, el mandatario sólo podrá novar las obliga-
ciones que queden comprendidas, dentro del giro ordinario del man-
dato y para todos los negocios qiie salgan de este giro, necesitará poder
e s p e c i ~ l(articulo 2132).
Quinto requisito
Efectos de la Nwacfdn
El efecto que produce la novacidn es la extfnci6n de la primitiva
obligación con todos sus accesorios y s l nacimiento de una nueva, ente-
ra y totalrn:nte distinta de la anterior. Es un acto único que produce
este doble resultado y no se podrla conceblr una novación sin que se
extinguiera una obligaci6n a la vez que naciera la otra, porque nace la
segunda porque la primera se extingue, y muere la prlrnera, porque na-
ce la segunda.
Esto pone en evidencfa la diferencia que existe entre la novaci6n
por una parte y la cesión de cr6ditos y la subrogacidn por otra. En l a
novación haya o no cambio de acreedor, éste no puede ejercitar ningu-
no de los privilegios, prenda o hipotecas que accedían a la primitiva
obligación, porque habiéndose ella extinguido, se extinguen sus acceso-
rios, no pudiendo el acreedor ejercitar sino los derechos accesorios de-
rivados de la nueva obligación; entre tanto, en la cesi6n de creditos y
en la subrogación, s i bien ha cambiado la persona del acreedor, subsis-
t e íntegramente el crédito con todos sus accesorios de manera que el
acreedor, llámese subrogado o cesionario, puede ejercitar, con mayor
o menor amplitud. según sea la naturaleza de la operación jurídica, to-
dos los derechos accesorios de la primitiva obligación.
mentalmente a este respecto de todos los deinas que acabo de citar, por-
que dice: "Sea que la novación se opere por la sustitución de un nuevo
deudor o sin ella, los privilegios de la primera deuda se extinguen por la
novación". La ley no ha reglamentado en forma alguna la subsisten-
cia de los privilegios de la primera obligacisn en la segunda, como lo
ha hecho con los demás accesorios, lo que esta corroborando lo que se
viene sosteniendo, y que está de acuerdo con la naturaleza misma de
los privilegios que son algo inherentes al crédito mismo.
La Delegación
a
Pero como no hay ningún inconveniente en ue el acreedor dela
gatarto pueda conservar al una acclón en contra el delegante, en pre-
B
sencla de la insolvencia el delegado, el mismo srttculo 1637, señala
tres casos de excepcI6n a esta regla, cuales son: 1) cuando ef acreedor
delegatario se ha reservado expresamente su acción contra el delegantc!;
21 cuando la insolvencfa del delegado era afitsrlor a fa novacibn, y pú-
blica; y 31 cuando la insofvencla del dele ado era anterior a la nova-
B
cifin, y conocjda del delegante, es decir, de primer deudor. En e l pirmer
caso hay una estiputación expresa de las partes, y es sabido que los con.
tratos legalmente celebrados son ley ara los contratantes; en el segun-
l'
do caso, como el delegado, antes de a novacidn estaba en quiebra o en
concurso, la fey presume ue el acreedor ha tenido conocimiento del es-
R
tado de insolvencia, y no a entendido aceptar fa novacibn, slno bajo la
condicidn de ctue 6f tenga accidn contra ef dele ante; el tercer caso, es el
1
castigo a la inala fe, porque si la insolvencia el delegado era anterior a
la novacián. y conocida del delegante, éste ha enganado al delegarario,
y como nadie puede aprovecharse de su propia culpa. l a ley te da a l de-
legatario el derecho de perseguir a su primitivo deudor.
Concepto de la Remisión
Del derecho de ser la remisión una renuncia del derecho del acree-
dor, derivan estas dos consecuencias: l o ) no puede remitir una deuda
sino la persona que sea capaz de disponer de las cosas objeto de la
obligacibn. Asl lo establece el articulo 1652 at disponer que "fa renií-
sión o condonacidn de una deuda no tiene valor, sino en cuanto el acrea,
dor es hábil para disponer de la cosa que es objeto de ella". De donde se
desprende que sdlo pueden remitir obfigaciones las personas que tierien
la capacidad para disponer de los objetos sobre que la obligación recae.
Los incapaces no podrían remitir las deudas sin cumplir con las fornia
lidades que la ley les exige; y así, el pupilo, el hijo de familia y la mu-
jer casada, deben proceder a hacer una remisión con los requisitos que la
ley requiere para su capacidad.
201 La segunda consecuencia es que no pueden remitirse las deu-
das que engendren derechos cuya renuncla esté prohibida por la ley, por-
que el articulo 12 del C. Civil sólo autoriza la renuncia de los derechos
que sólo miren al interés individual del renunciante y cuya renuncia no
esté prohibida por las leyes. Si el acreedor remite una deuda que engen-
dre un derecho cuya renuncia este prohibida por la ley, estaría fuera del
articulo 12 y esa remisión seria nula. Tal sucede con el derecho de ali-
mentos que es irrenunciable [artículo 334).
1. Hoy dfa reglamenta esta materia la ley 18.175 (N. del R.)
Atendiendo a su causa. la remisión puede ser a título gratuito y a
titulo oneroso.
Por eso exige la Iey que sea un acto voluntario de parte del acree-
dor. De la misma manera que el acreedor por error. en la creencia que
la obligación estaba cancelada o por otro motivo cualquiera, ejecuta 31
guno de estos hechos que contempla el articufo I654, no ha tenido en
ningún momento la Intención de remitir la deuda. Por eso, la ley no se
contenta con la entrega, cancelación o destrucción del titulo; quiere que
este tftulo haya llegado a manos del deudor por conducto regular y Ií-
cito; y de ahl que el mismo artfculo 1654 autorice al acreedor para pro-
bar que fa entraga, destrucción o cancelactdn del titulo no fue voluntaria
o no fue hecha con ánimo de remitir la deuda. Si e l acreedor logra pro-
bar esto. habrán desaparecido los hechos en que la ley funda la presun-
ción, y habrh desaparecido, por consiguiente, fa presunción misma.
Pero si bien es necesaria fa concurrencia de las tres circunstancias
que se acaban de indicar. no es necesario que el deudor entre a probar
que estas tres circunstancfas han concurrido, sino que deberá probar
simplemente el hecho de la destruccidn del titulo. o la cancelación del
mismo, o la entrega que el acreedor [e ha hecho, y probado cualquiera
de estos tres hechos, se presume la concurrencia de las otras circunstaii.
cias apuntadas. Asl se desprende del artículo 1654 que pone a cargo
del acreedor el peso de la prueba para demostrar que falta alguna de las
circunstancias que la ley exige para que se presuma la remisión. Y es na-
tural que asf suceda; la ley busca con estas presunciones un hecho des-
conocido, cual es la remisi6n de la deuda, la voluntad del acreedor de re-
mitir la obligación; y para esto tiene que partir de hechos conoci-
dos, y los hechos conocidos de que parte el iegislador son la entrega del
titulo, su destrucción o su cancelación: se trata de averiguar entonces
el hecho que se desconoce, la voluntad del acreedor de condonar la deu-
da; y si el acreedor no tiene como probar que la entrega, destrucción o
cancelación del titulo no fue hecha con ánimo de ejecutar una remi-
sión. es porque la deuda ha sido cancelada, o en todo caso, porque el
acreedor la ha remitido, o porque no, tiene la intencidn de cobrar su cré-
dito. Por eso, basta que el deudor entre a probar el hecho conocido del
cual deduce la ley el hecho desconocido, esto es, la remisión de la obli-
gación. El deudor no necesita probar que fue un acto voluntario del
acreedor, ni tampoco que fue hecho con la intención de efectuar la remi-
sión; concurriendo el primer requisito del artfculo 1654. es decir, la en-
trega, destrucción o cancelación del titulo. corresponde al acreedor entrar
a probar la ineficacia de esos hechos, por haber faltado su voluntad, por
haber sido ejecutados sin el dnimo de condonar la deuda. A falta de esta
prueba, dice el articulo 1654. se entiende que hubo ánimo de condonarla.
y se produce la remisión.
Concepto dt la Compensación
Otra modo de extinguir las obligaciones que tiene mucho mayor
impattancla que ef anterior, es Ia compensacián.
Tampoco ha definido el C. Civil este modo de extinguir abligacio-
nes. En ei art.
1655 se ha lfrnitado a decir cuándo se produce la compen-
aacibn, ya que dice: "Cuando dos personas son deudoras una de otra,
se opera sntre eilfas una "compensaci5n" que extingue ambas deudas,
del modo y en los casas que van a explicarse".
Puede definirse la compensactón diciendo que es la extinción de
dos obli aciones reclprocas; entre unas mismas personas, hasta concu-
8
rrencia e la de menos valor. de manera que hace inútil el pago efecti-
va que de otro modo tendrla que hacerle una a la otra.
La compenssci&n no es otra cosa. en al derecho, que un pago doble
y Mclproco entre personas que se hallan mutuamente obligadas. obli-
aciones que ae exefn uen mediante ella. As¡, s i yo le debo mil pesos a
9edro y Pedro me de e a mi mil pesos, dentro del orden normal y 16-
glco de las cosas, yo deberfa entregarle a Pedro los mII pesos en pago
de mi obli acibn. y en seguida, Pedro debería devoivtSrrnelos para pa-
gar mi crd8to. Mediante la ~mpensaeidnse evita este doble recorrido
de ambos psrjoa y se extinguen ambas obligaciones sin necesidad de
efechrario8, cor e l 8610 ministerio de la ley.
Jurfdicarnente considerada, la compensacidn es una Instttución que
no puede tener expllcac16n satisfactoria; si se la pretendiera justificar
por medio de razonamientos jurldicos, se perderiét Inútilmente el tiern
o, porque va abiertamente contra los principios juridicos. ya que as
Rasta cierto punto inadmtsible que un individuo quede canceIado dr? su
oblfgacl6n por el hecho de ser a su vez deudor de su deudor. La ex-
plicación de esta fnstitucf6n hay que irla a buscar e n razones de conve-
niencia y utilidad social, porque es una Institución que presta grandes
servicios a la humanidad. principalmente en el terreno comercial. y a cier-
tas instituciones, como los bancos. Los romanos a pesar de los grandes
servicios que presta esta institución. no admitieron la compensación con
mucha facilidad. por i r en contra de los principios jurídicos a los cua-
les los romanos eran estrictamente ajustados. Sólo en los últimos tieni-
pos del D. Romano se admitió ampliamente la compensación qiie hoy
día es una institución utillsima que satisface muchas necesidades en la
vida del comercio.
Importancia da l a Compensacibn
Clasificación
'449
a él, porque la sociedad forma una persona enteramente distinta de la
de sus socios, (articulo 20531.
Por excepción la ley acepta la com ensación entre personas que
d'
no son recíprocamente deudoras y acree oras, en el caso del mandata-
rio y m el caso de la cesión de creditos, a que se refiemn los artículos
1658 y 1659. El mandatario y el mandante no son una misma perso-
na, y a pesar de ello la ley acepta que el mandatario pueda iegarle la
compensación al acreedor del mandante, siempre que sea en beneficio
del mandante, pero nunca cuando sea en perjuicio de Bste. Dice el ar-
ticulo 1658": "El mandatario puede oponer al acreedor del mandante no
s61o los créditos de Bste, sino sus propios cr6dltos contra el mismo acree-
dor, prestando caución de que el mandante dará por firme la compen-
sación. Pero no puede compensar can lo que el mismo mandatario debe
a un tercero lo que este debe al mandante, sino con voluntad del man,
dante".
Este articulo contempla dos casos enteramente distintos: en el pri-
mero de ellos, el mandatario es acreedor del acreedor del mandante, y
el acreedor del mandante cobra el credito que tiene contra el mandante,
en cuyo caso la ley autoriza al mandatario para que pueda oponer en
compensación al acreedor, no sólo los crdditos que el mandante tiene
contra su acreedor. sino los créditos personales que el mandatario pueda
tener contra este mismo acreedor. Un ejemplo aclarará estas ideas:
Cuarto requisito
Otro requisito para que tenga lugar la compensación es el señalado
en el N? 3? del artículo 1656: "Que ambas deudas sean actualmente exi-
gibles"; es decir, que el acreedor de cada una de estas obligaclones esté
en la situacidn juridica de hacer efectlvo su cumplimiento; que no haya
ningijn obsticuio Jurídico para que e1 acreedor pueda compeler al deu.
dor a la ejecucidn de la obligación. Luego, no puede tener lugar la com-
pensación cuando ambas obligaciones o una de ellas no son actualmente
exigibles; y aci, las obligaciones naturales no pueden ser compensadas
legalmente, porque carecen de accidn para exigir su cumplimiento; tam-
poco pueden serla todas aquellas obligaciones convencionales de con-
dición suspcnsiva, pendiente la condición; ni las obligaciones a plazo,
pendiente el plazo; ni ninguna obligación a que la ley niegue acción
para exigir su cumplimiento. Por la misma razón, el artículo 1656 en
su inciso final dice que "las esperas concedidas al deudor impiden la com-
pensaci6n; pero esta disposición no se aplica al plazo de gracia conce-
dido por un acreedor a su deudor".
Las esperas no son sino una prórroga de! plazo. Pero si bien I;is
esperas concedidas al deudor impiden la cornpensacidn, el plazo de gr:i-
cia no la impide, porque es un simple beneficio o favor que el acreedor
otorga al deudor, sin que ese beneficio implique una renuncia de sus
derechos de parte del acreedor.
Quinto requisito
Sexto requisito
Finalmente, es menester que ambas deudas sean pagaderas en un
mismo lugar.
Ya hemos visto que el acreedor no está obligado a recibir el pago
en lugar distinto del seiialado en el contrato. o Indicado por la ley. Es
lógico entonces que no pueda tener lugar la compensación cuando las
obligaciones son pagaderas en lugares diferentes. Por eso dice el artfculo
1664 que "cuando ambas deudas no son pagaderas en un mismo lugar,
ninguna de las partes puede oponer la compensación". En el único caso
en que esta exigencia no es necesaria para que la compensación legal se
opere, es cuando las dos deudas son de dinero; pero con una condición;
que el que opone u ofrece l a compensacidn tome en cuenta los costos
de la remesa; todo esto, a virtud de lo dispuesto en la segunda parte
del articulo f664: "a menos que una y otra deuda sean de dinero, y
que el que opone la compensación tome en cuenta los costos de Ias ra-
mesas''.
1
ción. Si se ha prestado o deposita o una cosa 8s ha celebrado un contra-
to de especie o cuerpo clmto, y la obligaciones de especie o cuerpo cier-
to no admitt~ncompensación legal. SSIo en un caso preste utilidad l a
excepción del articulo 1662, y es en el caso del depdsito Irregular. o sea,
en aquel depósito en que el depositario puede servirse de las cosas de-
positadas con l a obligactbn de restituir el equivalente. Ejemplo tipico,
fa cuenta corriente de íos bancos, es decir, los depbsitos de dinero que se
hacen en estas tnstituciones. En este caso sF que podrfa tener lugar la com.
pensaclbn, porque fa obllgación que el banco tiene para con el deposi-
tante es una obligación de dlnero, que se halla, por tanta, en el caso de[
NQ $ 9 del articulo f656; y sf el deposit~ntees a la vez deudor del ban-
co, podrh el banco oponer ta compensación entre ambas obligaciones
y negarse a restituir l a suma depositada, alegando que es acreedor del
depositario. En este caso sf que tiene utilidad la excepción del articulo
1662. Y la razón de esta excepci6n está en la naturaleza de estos con-
tratos que se hacen en la reciproca confianza de las partes y seria un
abuso de ellas aprovecharse del dep6sito o del comodato para oponer la
compensación.
Efectos de la Compensación
Renuncia de la Compensación
La Compensación Judicial
LA CONFUSION
Efectos de l a Confusión
Los efectos de la confusidn son iguales a los del pago. La obligaci6n
se extingue de la misma manera que el pago. Lo dice e l articulo 1665:
"Cuando concurren en una misma persona las calidades de acreedor y
deudor se verifica de derecho una "confusión" que extingue la deuda y
produce iguales efectos que e l pago".
e
Por ejem lo, A, 0 y C deben solidariamente tres mil pesos e D.
A pasa a ser eredero de D. Se extingue la obligación por confusión; pe-
ro A, que no estaba obligado a soportar en la deuda slno la cuota que
l e correspondla, mil pesos tlene derecho para exiglr, en conformidad
a1 articulo 1522 y al articujo que estudiamos, a 0 y a C, la parte que
a Bstos corresponde en la deuda, esto es, mi/ pesos s cada uno.
A l a inversa, si hay tres coacreedores solidarIoa un deudor por
1
tres mil pesos, esto es, si A, B y C son acreedores sol! arios de D. y se
opera una confustón entre D y A, la obligación se extingue con tespec-
to a todos los :.creedores, pero el acreedor en quien se ha operado ia con-
fusldn 3610 ticne derecho e la parte o cuota que en el crddito le corres-
pondia y debarsi entregar a cada uno de sus coacreedores le parte o c u e
t a que por su parte tambidn correspondía a estos.
Pruebe
En cuantr, a la prueba de este modo de extinguir obligaciones, bien
poco hay que decir, cuando ya esto ha sido estudiado.
Incumbe probar la extlnclón de la obligación al que la alega, por-
que !a pérdida de Ia cosa debida producida en poder del deudor, se pre-
sume siempre culpable. "Siempre que l a cosa perece en poder del deu-
dor, dice el articulo i671, se presume que ha sido por hecho o culpa au-
ya": tanto mhs cuanto que el art. 1547 del C. Civif nos ha dicho que
la prueba del caso fortuito incumbe al que lo alega. y que la prueba de
la diligencia o cuidado incumbe al que ha debido emplearlo. Innece-
índice
sariamente el artículo 1674 nos viielve a repetir la misiiid re(~la.~.li,,ii,l,~
dice: "El detidar es obligado a probar el caso fortuito qlie alcg~a". "Si
estando en mora pretende que el cuerpo cierto habria p t : r ~ c i r li!liinl-
~~
mente en poder del acreedor. será tambi6n obligado a prol~nrio".
LA PRESCRIPCION EXTlNTlVA
Concepto de la Prescrlpcióm
Para terminar los modos de extln<rliir las obligaciones. nos corres-
ponde ocuparnos de la preucrlpclón que extingue las acciontrs y dere-
chos ajenos.
El articulo 2492 define la prescripcicin diciendo que "es un modo
de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos aje-
nos. por haberse poseido las cosas o no haberse ejercido dichas accio-
nes y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los de-
más requisitos legales".
De esta definición se desprende que la prescripción es de dos cla-
ses adquisitiva o usucapión y extíntlva o IiberawrIe. La prescripcl6n ad-
quisitiva o usucapión sirve para adquirir el dominio de las cosas aje-
nas, y por eso. el articulo 588 la señala entre los modos de adquirir
el dominio. La prescripcidn extintiva o ltberatoria sirve para liberar de
las obligaciones extInguiéndoIas, y de ahf que la mencione el arttculo
1567 en su N* %O?.
metitos que hemos señalado con fuerza ejecutiva, es tambidn una acción
ordinaria.
r
Hay una sentencia muy clara y mu interesante de la Corte Su-
prema sobre esta materia, publicada en a Revista de Derecho y Juris-
prudencia, tomo XVII. sección primera, página 23, alll ha resuelto la
Corte de Casación que la prescripción de la acción ejecutiva sanalaba en
el articulo 2515 del C. Clvil, no se suspende, y que transcurridos diez
afios, cualquiera que sea la persona a quien el derecho pertenece se
extingue la accibn, porque esta prescripclán estB regida a este respecto
por el C. de P. Clvil, que no ha senalado como causal para detener el
curso de la prescripción el hecho de que el acreedor se encuentre com-
prendido en alguno de los casos del artlculo 2509 del C. Civil.
Nociones Generales
Pocas materias tienen una importancia mayor en el derecho que
la relacionada con la prueba de las obligaciones, ya que con toda propie-
dad puede declrse que nada sirve tener un derecho si no se tienen los
medios para acreditar su existencia; con razdn ha dicho un autor que
lo que le da vida al derecho es la prueba. No se puede dejar de reco-
nocer que el derecho vive independientemente de la prueba. y que pue-
de perfectamente concebirse un derecho sin que haya medios de probar-
lo; pero como el objetivo del derecho es hacerlo valer. si no se tienen
medios de prueba. no habrfa manera de hacer valer el derecho cuando
fuera impugnado.
De aqui que sea necesario que quien tenga un derecho pueda usar
de los medios de probar su existencia; y por eso. todas las legislaciones
destinan un titulo especial a reglamentar la prueba de las obligaciones.
Nuestro C. Civil, siguiendo al C6digo francés y al derecho romano, de-
dica el titulo XXI del libro IV. a reglamentar esta materia.
La denominación que se ha dado a este titulo es impropia, por-
que a primera vista podria creerse que se trata solamente de la prueba
de las obligaciones, es decir. de los derechos que emanan de los contra-
tos y de las demés fuentes de obligaciones; sin embargo, no es ese el
alcance que el legislador ha querido atribuir a los artfculos 1698 y si-
guientes, porque si asi fuera, resultaría que el C. Civil no habría regla-
mentado la prueba de los derechos reales; lo cierto es que el titulo XXI
rige la prueba de todos los derechos patrimoniales. sean reales o perso-
nales, y tambi6n la prueba de los derechos de familia, porque si bien
es cierto que el libro I dedica un titulo especial destinado a la regla-
mentación de la prueba del estado civil, se trata ahí de reglas espe-
ciales, que prevalecerán sobre las generales en todo lo que no estén en
pugna unas y otras; así, por ejemplo. las reglas que determinan el va-
lor probatorio de un instrumento público respecto de terceros se aplica
aún en materia de estado civil. porque no se ha dispuesto nada en par-
ticular al respecto.
Podemos. por lo tanto, decir que las reglas contenidas en el titulo
XXI del libro IV rigen la prueba de todos los derechos, sean reales o
personales, patrimoniales o extrapatrimoniales; y no 'solamente los de-
TEORIA DE LAS OBLIGACICNCk
Q u i es 1 i Prueba
La palabr.4 prueba tiene en el derecho muchas acepciones; en su
m4s amplia aeepci6n. indica ,los medios de que puede valerse un indi-
viduo para probar un hecho, y asi se habla de la prueba testimonial, prue-
ba instrumental o literal, etc.
En otra acepcián, designa el hecho mismo de producir la prueba; y
asl, se dice que la prueba de le accldn Incumbe al demandante, y la
prueba de la excepción incumbe al demandado.
Y finalmente, también se la emplea para deslgnar el resultado ob-
tenido con el empleo de los medios de prueba, y as[, se dice que el actor
probd su demanda, y que el demandado no logró probar su excepclbn.
ARTURO ALESSANDRI RODRlGUEi!
un hecho sino por los medios que corran en el proceso; de manera que
aun cuando los jueces tengan la convicción m8s absoluta de la exactitud
de1 hecho, pero no se ha establecido en los autos por los medios lega-
les, el juez no puede darlo por establecido, porque con arreglo al ar-
ticulo 167 del C. de P. Civil, los jueces deben fallar conforme at mérito
del proceso.
La razdn de ser de esta disposlcibn. es fdcil de comprender; la ley
ha querido evitar las arbitrariedades de los jueces. y colocar a las par-
tes en un perfecto pie de igualdad.
En se undo lugar, no hay para qu8 acreditar los hechos que la ley
presume cf e derecho; coma tampoco tendria objeto la prueba destinada
a destruir una presunción de esta naturaleza. pues es sabido que no
admlten prueba en contrario; de le mlsma manera, serfa tarnbi4n inofi-
ciosa la prueba con que se pretendiera amparar una presunción simple-
mente legal, porque el objeto de las presunciones es precisamente relevar
del peso de fa prueba a ta parte que sin ellas no tendria: así, en el caso
de la remisión, si el acreedor ha entre ado el titulo de la deuda a l deudor,
no tiene dste para qub probar que e7 acreedor hizo la entrega volunta-
rlamente y con la fntencidn de remltir la deuda, porque lo am ara la
S
presunción leg?l del articulo 1654: y ser4 el acreedor qulen ten r6 que
destrulr esta sresuncfón.
Y finalmente, tampoco es necesario probar los hechos sobre que
las partes esidn de acuerdo, porque el C. de P. Civil 9610 ordena recf-
bir ta causa a prueba cuando hay controversia sobre los hechos sustan-
ciales.
Se dice, generalmente, y se repite, que los hechos negativos no pue-
den ni deben probarse, que el que invoca un hecho negatlvo esta exento
de la obligación de probarlo; y asl lo han dicho !os autores durante mu-
cho tiempo, basados en una falsa lnterpretacidn de un texto romano.
No puede decirse "a priori" que los hechos negativos no necesitan
probarse, y para saber cuando deban probarse y cuando no necesitan
prueba, hay que distinguir la naturaleza del hecho negativo; si el he-
cho negativo consiste lisa y llanamente en una negacibn, es evideiite
que nadie tiene que probarlo; pero si se envuelve una afirmación. si mi-
rado desde otro punto de vista afirmativo, deberá probarse; así, si un
deudor dlce no deber nada a quien le cobra, estamos en presencia de un
hecho simplemente negativo, y no habrá necesidad de probarlo, porque
ser4 el que se pretende acreedor quien deberá demostrar ue la obliga-
d 6 n existe; se trata aquí de un hecho vago e indeterminaao; lo mismo
pasa cuando un individuo afirma no haber visto jamás a fulano de
tal en la calle. Como con mucha razón ha dicho un autor, esos hechos
no pueden probarse, no por ser negativos, sino por ser vagos e inde-
terminados, de la misma manera que tampoco puede probarse un hecho
afirmativo cuando es vago e Indeterminado.
Pero puede suceder que ese estado normal y ordinario haya sido
modificado o sustituido or alguna nueva sítuacidn nacida al amparo
1
de la ley, por un derec o adquirido que. por lo mismo. merece todo
amparo de la ley. El lndlviduo que tiene una sihiación adquirida, naci-
da bajo fa proteccl6n de la ley, y cuya existencia le demuestra al tribu-
nal, tiene derecho para que el tribunal presuma como existente esa si-
tuación adquirida, mientras no se te demuestre que ha sido modificada o
alterada por otra; y por eso, comprobada al tribunal esa situaci6n ad-
quirida, el juez tiene que aceptarla, mientras no se le demuestre que
dicha situacfón ha sfdo modificada por otra distinta.
truir esta situación adquirida. el que debe probar que ella fue niodifi-
cada o alterada por otra, o que la obligación se extinguió; y de ahi que
diga el artículo 1698 que lncumbe probar la extinción de las obliga-
ciones al que la alega.
De lo dicho resulta que no es cierto entonces, aquello que ordina-
riamente se dice que es sólo el demandante quien debe probar y que el
demandado no debe probar nada. Esa afirmación es Inexacta, porque
siempre que el demandado trate de destruir una situación adquirida, o
de demostrar ciertos hechos. deber$, probar sus obligaciones; y por eso,
si se pudiera dar una regla bien exacta acerca de quien debe probar. lo
más propio sería decir que lncumbe probar al que en el transcurso del
juicio avance alguna proposlción contraria al estado normal u ordina-
rio de las cosas, o a una situacidn adquirida.
Las reglas anteriores sufren excepciones en el caso de las presun-
ciones legales. El objeto de la presuncidn legal es precisamente relevar o
dispensar el peso de la prueba a la parte que sin ella estaría obligada a
producirla; de modo que la persona favorecida con una presunción le-
gal, no necesita entrar a demostrar los hechos en que funde sus alega-
ciones; le bastará simplemente demostrar que se encuentra en el caso pre-
visto por la ley. para que en seguida el tribunal desprenda de alll la
consecuencia que la ley deduce. Asi, el artículo 180 del C. Civil esta-
blece que "el hijo que nace despues de espirados los ciento ochenta días
subsiguientes al matrimonio, se reputa concebido en él, y tiene por pa-
dre al marido"; es decir, presume la ley que la concepción se ha veri-
ficado durante el matrimonio y supone tambi6n que el marido es el
padre legltimo de ese hijo. Si esta presunción legal no existiera. el hijo
que se dlce legitimo. tendrla que entrar a probar que el marido es su
padre. prueba imposible de producir dentro de los medios de que dis-
pone actualmente el hombre; la ley viene entonces en auxilio del hijo
y establece que el hijo es reputado legitimo si ha nacido dentro de los
ciento ochenta dias subsiguientes al matrimonio; al hijo le bastar6, por
consiguiente, probar que su padre y su madre contrajeron matrimonio
antes de los ciento ochenta dias anteriores al nacimiento. Ahora, si el
marido impugna la legitimidad del hijo, tendrti que acreditar que 61
no es el padre, sea porque es impotente. sea porque durante todo el tiem-
po en que, según el artlculo 76, pudlera presumirse la concepción, es-
tuvo en absoluta imposibilidad flsica de tener acceso a la mujer, o por
cualquiera otra causal que señale el Código.
La Prueba Instrumental
Definiciones. - Diferencia entre los instrumentos públicos y privados.
Instrumento es todo escrito en el cual se consigna un hecho
La palabra documento es sinónima de instrumento; de manera que
ambas palabras representan y corresponden a una misma idea.
Con arreglo a esta definición, es instrumento o docuniento todo
escrito. de cualquiera naturaleza que él sea; un papel, una medalla, una
piedra, o cualquiera otra sustancia con caracteres que correspondan a
una escritura, tiene en el derecho la acepción de instrumento. Lo que
TEORIA DE LAS OBUGACIONES
Del artlculo 1699 resulta que el instrumento piiblico debe reunir los
tres requisitos siguientes. para que tenga el carácter de tal: 11 que sea
autorizado por un funcionarlo público; 21 que este funcionsrio sea com-
petente; y 3 ) que se otorgue con las formalidades legales.
Primer requisito
Segundo requistto
Para determinarlo, hay que distinguir entre los otorgantes y los ter-
ceros. porque hay una diferencia fundamental, según se trate de unos
y otros.
Con relación a estos terceros, y aun cuando del artículo 1700 pa-
reciera desprenderse qiie el instriimcnto público Iiace plena fe en ciianto
ril hecho de Iinberse otorgado y a su fecha, y no en cuanto a la verdad
de las declaraciones qiie cri él I~ayaritiecho los otorgantes. hay, sin ern-
tiargo, que-reconocer qiie el instriimerito pút>lico, respecto de terceros,
1i:ice fe no sólo en ciiaiito a su fecha, no sólo en cuanto al hecho de ha-
berse otorgado, sino tanibién en cuanto a 'la verdad de las declaraciones
_ TEOMA DE LAS ~BUGACIGFIF
L-
t i Escritura Pública
Un estudio separado por fa importancia que tiene, merece fa escri-
tura pliblica.
El articulo 1699, despues de definir lo que e3 Instrumento público
o autentico como ef autorizado con las solemnidades legales por el com-
petente funcionario. agrega en su inciso 20: "Otorgado ante escribano
e fncorporado en un protocolo o registro público se llama escritura
pública".
En conformidad con este Incfso y con el artículo 16 del decreto tey
número 407 de 19 de Marzo de 1925 que reglamentó el servicio nota-
rial de la República, la escrltura pública se define como "el instrumento
úbllco o autentico otorgado con las solemnidades legales que fija esta
Pey, por el competente notario, e incorporado en su protocolo o registro
público".
La definición del C. Civll puesta de acuerdo con la contenida en
el artlculo 16 del Decreto Ley 407. resulta que Io que caracteriza esen-
cialmente la escritura pública es el hecho de ser otorgada ante un notario.
y de extenderse en el protocolo o registro del mismo.
Segundo requisito
cuatro casos que enumera el articulo 1703 del C. Civll. A estos casos
en que el instrumento privado adquiere fecha cierta respecto de terce-
ros, que señala el articulo 1703 del C. Civil, el artículo 32 del decreto
ley 407 agrega el de la protocilizaci6n, ya que dice: "Sin perjuicio
de lo dispuesto en el articulo 1703 del C. Civli, la fecha de un lnstru-
mento privado se contad respecta de terceros desde su protocolización
con arreglo a la presente ley". Es el Único valor que tiene un instru-
mento privado protocolizado. (Véase Revista de Derecho y Jurispruden-
cia. tomo XI. sección 21. phgina 4t5).
Tampoco son escrituras pijbltcas, por esta misma considerad6n,
los Instrumentos privados firmados ante un notario. Es frecuente que
cuando dos personas suscriben un instrumento privado, vayan ante ei
notario para que fe reconozca la firma. "Firmarori ante mi', le a rega
8,
el notario al documento. Pero ese instrumento no es escritura pú lica,
aunque este firmado por el notario. porque no se le ha otorgado con las
solemnidades que la ley prescribe, ni siquiera es instrumento público,
porque no hay ninguna ley que haya dado al notario ta facultad de
autorizar Instrumentos públlcos en esta forma. A lo sumo, el notario
sera un testigo abonado que merecerá mucha fe al tribunal, y que puede
servir de base a alguna presunción. La jurisprudencia de nuestros trl-
bunales es uniforme a este respecto. Asf. en una sentencla que figura
en la Gaceta de los Tribunales. año 1915, página 1074. N9 417, hay
un fallo que establece que estos instrumentos prlvados, firmados anta
notario. no son sino instrumentos prlvados abonados con la firma del
notario.
La escritura es un instrumento público; luego su valor probatorio
es el que al instrumento público corresponde. Además, la primera co-
pla. u original, como se la llama, tiene merito ejecutivo con arreglo a i
N9 29 del articulo 456 del C. de P. Civil.
S610 asi presume la ley que los terceros han tenido conocimiento
de la contraescritura; de donde se desprende ue si estas dos anotacio-
1
nes no se hacen, o se han omitido cualqufera e ellas, la contraescritura
pública no afecta a terceros. aun cuando éstos materialmente hayan te-
nfdo conocimiento de ella.
a) Impugnación de nulidad
datados; conviene, si, que lleven fecha, pero ello no es necesario. Por
excepción, en materia comercia1, hay algunos de estos instrumentos,
como la letra de cambio. que deben llevar fecha.
Con arreglo a las leyes de impuesto vigentes los instrumentos pri-
vados deben llevar el impuesto de estampiflas, segijn la naturaleza del
contrato o acto a que se refieran, estampillas que deben ser inutiliza-
das con la fecha y las intciales del otorgante. Si no lleva las estampillas,
el instrumento privado no es nulo, sino que queda privado de eficacia
mientras no sean colocadas las estampillas de impuesto.
Las cartas son instrunientos privados que s610 tienen m6rito pro-
batorio en virtud de su reconocimiento; reconocidas, tienen. el valor de
escritura pública para los que las suscriben; respecto de terceros, sdlo
tendrh fecha cierta con arreglo al articulo 1703.
El punto rntís interesante con respecto a las cartas es o1 que se
relaciona con la propiedad de ellas; según la doctrina y la jurispruden-
cia un6nimemente aceptada, las cartas pertenecen a su autor hasta el mo-
mento de ser recibidas por el destinatario: y por eso, mientras no haya
sido entregada al destinatario, puede ser retirada en la forma que pres-
cribe la Ordenanza General de Correos, por el autor de ella. Desde el
momento que la carta ha sido recibida por el destinatario, pasa a 61 la
propiedad, de manera que él es el único que puede invocarla en juiclo
o publicarla, a menos que la carta sea confidencial o reservada, pues en
tal caso sólo puede ser publicada o presentada en juiclo con el consen-
timiento del que la ha escrito. Los terceros no pueden invocarla sin el
consentimiento del destinatario. que es el dueño, y si son reservadas o
confidenciales. necesitan tambi6n el consentimiento del autor.
Prueba Testimonial
Generaiidades
Por todas estas razones, la ley mira con muy malos ojos la prueba
testimonial; en el propio mensaje se exponen en un lenguaje claro y
elegante los inconvenientes que esta especie de prueba presenta: En
el título de la prueba de las obligaciones se hace obli atoria la interven-
\
ción de "la escritura para todo contrato que versa so re un objeto que
" excede de cierta cuantía; pero el Bmbito demarcado para la admisión
" de otra clase de pruebas es mucho mds amplio que en otras legisla-
" ciones; en especial la de Francia y Portugal, palses en que esta Iimi-
" tación de prueba de testigos es ya antigua y ha producido saludables
" efectos. No hay, para que deciros la facilidad que por medio de de-
" claraciones juradas pueden impugnarse y echarse por tierra los mas
" legítimos derechos. Conocida es en las poblaciones inferiorea la exis-
" tencia de una clase infame de hombres que se labran un medio de
" subsistencia en la prostitución del juramento. Algo tlmidas parecerdn
" desde este punto de vista las disposiciones del proyecto; pero se ha
" recelado poner trabe a la facilidad de las transacciones, y se ha creído
" mds prudente aguardar otra Bpoca en que, generalizado por todas par-
" tes el uso de la escritura, se pueda sin inconvenientes reducir a mAs
" estrechos limites la adrnlsibilidad de la prueba verbal".
Consecuente con esta idea, el Cddigo ha tratado en lo posible de
restringir la admisibitldad de la prueba testimonial; pero no ha podido
prescindir en absoluto de el/a porque hay hechos en la vida que no
pueden probarse sino por medio de testigos, se la ha aceptado para
aquellos casos en que no es posible obtener prueba escrita, o en que
la cuantía del litigio no da ni siquiera para comprarse a los testigos.
De la conciliaci6n de estas ideas, nació la reglamentación de la
prueba testkrnanial contenida en los articulos 1708, 1709, 1710 y 1711
de1 C. Clvil.
54 t
el artirtilil ;O8 iios dice que no se adniit~raprueba de testigos respecto
de una ct)li{jación que haya debido consignarse por escrito; de manera
que cuando el acto ha debido constar por escrito y no consta por escrito,
la ley le niega a las partes el derecho de establecer su existencia por me-
dio de testigos. Y a renglón seguido el articulo 1709 establece que uno
de esos actos que deben constar por escrito. según el artículo 1708, son
los que contienen la entrega o promesa de una cosa que vale mhs de dos
cientos pesos. De modo. entonces, que hay forzosamente que llegar u
la conclusión que tratándose de los actos o contratos a que se refiere
el articulo 1709. inciso l?. la escritura se exige no como solemnidad.
siiio por vía de prueba y su omisión no acarrea la ineficacia del acto
o contrato, sino que sólo le niega a las partes el derecho de poderlos
probar por medio de testigos, quedándole. en consecuencia, a salvo su
derecho de acreditar la existencia de dichos actos o contratos por los
demás medios probatorios que la ley admite. como ser presunciones o
confesión de partes. ya que como se vio anteriormente no hay en estos
medios de prueba, las limitaciones del artículo 1709.
La regla del inciso 2? del artículo 1709, que prohibe probar por
medio de testigos contra el contenido de un instrumento público o pri-
vado, y fuera del instrumento. sufre una Importante excepciún o mo-
dificación en el caso del articulo 129 del C. de Camercio que establece:
"Los juzgados de comercio podrán. atendidas las circunstancias de la
causa, admitir prueba testimonial aun cuando altere o adicione el con-
te~iidode las escrituras públicas".
Primera excepción
Tercera excepción
La última excepción contemplada en el articulo 1711 es aquella que
se refiere a los casos que las leyes expresamente hayan exceptuado.
Hay casos en los cuales la ley. por diversas consideraciones ha ex-
ceptuado ciertos actos o contratos a la regla del artfculo 1709, y per-
mite su prueba por medio de testigos, no obstante tratarse de actos o
contratos que contienen la entrega o promesa de una cosa de más de
TEORfA DE LAS OBLIGACIONES
doscientos pesos. Pero para qire aci suceda se requiere un texto expreso
¿e l o ley, porque lo dispone así el inciso final del artícuto 1711, dis-
posición de derecho estricto que no puede ser aplicada por analogía.
Pucden citarse como casos que se hallan en esta sltuacidn. el del
comodato. a virtud de lo dispuesto en e! articulo 2175. que dice: "El
contrato de comodato podrá probarse por testigos, cualquiera que sea
el vri!or de la cosa prestada". El comodato es el arrendamiento sin pre-
cio: y es un contrato esenclafmente de confianza, es decir, que descansa
en la confianza recíproca de las partes. Dada Ia naturaleza de este con-
trato, la ley ha aceptado l a prueba de testi os para acreditar su exis-
B
tencia, aunque comprenda una cosa de más e doscientos pesos.
En el C. de Comercio hay una disposicidn de cardcter general. el
artículo 128, según el cual "fa prueba de testigos es admisible en ne-
gocios mercantiles, cualquiera que sea la cantIdad que Importe ta obli
gación que se trate de probar, salvo los casos en que fa Iey exija es.
critura pública". La rapidez con que se ejecutan las operaciones corner-
ciales, las facilidades que los comerciantes deben tener para e l desarro-
llo de sus negocios. y la forma misma en que se desarrolla la vida mer-
cantil, hacen imposible, en muchas ocasiones. el otor amtento de prue-
8
ba por escrito, y de ahí que Iss leyes mercantiles a mitan en muchos
casos la prueba testimonial. no obstante tratarse de una cosa de m6s
de doscientos pesos.
Las Presunciones
DefiniciSn y clasificación
Que sean graves quiere decir que los hechos de donde se deducen
sean concluyentes, que la conclusión se desprende cornp una consecuen-
cia lógica de los antecedentes; que sean precisas signlfica que conduzcan
a la conclusión que se pretende establecer, esto es, que no sean vagas ni
TEORA DE LAS OBClGAClONES
La Confesidn de Parte
Concepto de este medio de prueba
Generalidades
Otro medio de prueba admitido por la ley es la inspección personal
del juez, o inspección ocular, o inspección personal del tribunal. Tam-
bién está señalado en el articulo 1698 del C. Civil, pero este Cddigo no
lo ha reglamentado, al igual que el juramento deferido; se limita a decir
en el articulo 1714 que con respecto a él se estarh a lo dispuesto en el
Código de enjuiciamiento. Por consiguiente. su estudio será materia de
la cátedra de Derecho Procesal. Aqui sólo daremos ligeras nociones.
La inspección personal u ocular del juez consiste en el examen o
visita que el tribunal practique por sí mismo de la cosa que se litiga o del
lugar del suceso, para cerciorarse del estado de las cosas o de la verdad
de los hechos que se alegan.
Por eso, la inspección personal del tribunal debe ser practicada por
el propio juez que conoce la causa, y en los tribunales colegiados, por
uno de sus miembros, tiene lugar. fuera de los casos especiales pre-
vistos por la ley, cada vez que el tribunal lo estime necesario en el
desarrollo del juicio; y será un medio de prueba de bastante importan-
cia en aquellos juicios como los de servidumbres y de aguas, y demhs
que digan relaci6n con la ubicación de las propiedades. Lo mismo cabe
decir en materia criminal. en que tiene una importancia aun mucho ma-
yor que en materia civil.
La inspección personal del juez se practica trasladhndose el tribunal
con su secretario al lugar del suceso: pueden ir las partes con sus abo-
gados y asesorarse de peritos. Llegados al lugar del suceso, se observa-
rán las circunstancias del caso, y se levantará un acta en la que se dejar4
constancia de todo lo que el juez ha visto. Esta inspección personal
del tribunal hace plena prueba de los hechos que en el acta se consignan.
A este respecto, el artlculo 410 del C. de P Civil dispone: "La inspec-
ción personal constituye prueba lena en cuanto a las 'circunstancias o
P
hechos materiales que el tribuna establezca en el acta como resultado
de su propia observación".
Este medio de prueba tiene, sin embargo, un inconveniente: que las
partes pueden preparar las cosas en forma tal que el juez las encuentre
de una manera distinta de lo que son en realidad; salvo ciertas cosas
que por su naturaleza no pueden alterarse.
El Informe de Peritos
Nociones generales
INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
CONCEPTO DE LA OBLlGAClON . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
CARACTERES DE LA OBLlGAClON . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....
ELEMENTOS DE LA OBLIGACION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
FUENTES DE LAS OBLIGACIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Los Contratos ................................................
Los Cuasicontratos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
...........................
Los Actos Ilícitos (Qelttos y Cuasidelltos]
La Ley . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CLASIFiCACION DE LAS OBLIGACIONES [Sus dlversas dases] . . . . . . . . . . . .
LAS OBLIGACIONES NATURALES (Genriralldades) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Fundamento de Ias Obllgaclones Naturales .........................
.
En qu8 consiste la Obllgacl6n Natural DIferenclas con la Obligación Civll . . . . .
Dos Grupos de Obllgaclones Naturales ..............................
Efectos JurldIcos de las Obttgaclones Naturafes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Primer requistta ................................................
Segundo requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tercer requislto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Otros casos de Obligaclones Naturales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES .................................
A) La Ejecucl6n Forzada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
l.- Ejecución forzada en las obllgaciooes de dar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.- Ejecucth forzada en las obllgaclones de hacer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.. Ejecución forzada en les obllgaciones de no hacer ....................
B) Le Indemnización de Perjufclos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Requlsltos de la Indemnizaclón da perjulclos .........................
Prlmer requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Segundo requisft J .............................................
Tercer requislto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El caso fortuito ................................................
Efectos del caso forbilto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A quien Incumbe la prueba del caso fortuito? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
l a culpa y el dolo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
u culpa contractual y la extracontractual ...........................
El dolo ...................................................
Diferencies entre eI dolo y la culpa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Teorla de la mora (Cuarto raqulslto] . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Qu6 es Is mora. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Efectos del pacto cornisorjo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Primer requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Segundo requlaito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tercer requlslto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La accidn resolutoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Efectos de la condicidn resolutoria cumplida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Primer requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Segundo requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
29- Las obltgaciones a plazo [Generalldadssl . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cfastflcacfbn de los plazos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
En favor de quien se entiende sstlpulado el plazo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El plazo suspensivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3'- Las obligaciones modales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
OBLIGACIONES DE ESPECIE O CUERPO CIERTO Y OBLIGACIONES DE GEIJEAO
(General) ................................................
19 Obligaciones de especie o cuerpo cierto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
W r k de los riesgos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2? Las obligaclonea de 6nem . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Diferencies entre las abf&aclonss ds especie o cuerpo cierto y las obllgaci-
de g6nem . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Obligaclonee con p1uralidad de objetos ........................... ...
m
.
Segundo caso.- El tercero paga r i n conocimiento del deudor . . . . . . . . . . . .
Tercer caso.- Fimlmentc Wede pegarse wnim la vdunhd d r l deudor . . .
Requisitos del pago an las bligactanes da dar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
335
336
337
Primer roqulsito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 338
Segundo requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 340
Tercer rsquirito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341
2. A qulén d c k hacerse s i pago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341
Primera excapción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343
Segunda excepción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343
Tercera excqción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 345
.
B) Pago hecho al representante dml acreedor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 4
.
Cf Pago hecho al parnador d.f c r d i t o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 350
Di . Pego hecho a quien no tiene calidaá bastante para reoiMr . . . . . . . . . . . 351
3.- Wmle y cuhndo deba h r c m e sl pago. Lugar dd pega . . . . . . . . . . . . . . . . 351
Epoca del pego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 353
4.- C6mo y en qu6 forma debe pagame . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3%
Jt La Imputauión &l prgo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361
L. prueba ¿e¡ pago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363
O pago por consignación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 4
Do la oferta y la consignación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366
1.- La oferta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 1
Requisitos de la oferta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 368
11.- La consignacidn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 369
Procedimiento del pago por consignación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 370
Primer caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 370
Segundo caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 374
Efectos del pego por conslgnación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 375
El pago con subrogacidn (Concepto de la subrogacibn) . . . . . . . . . . . . . . . . 378
Diferente naturaleza jurídica de la subrogacibn. la novacl6n. la cesl6n de cr6-
ditos y el pago efectivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 382
Especies de subrogacl6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 384
1.. La subrogación convencional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 386
Requisitos de la subrogaci6n convenclonal. . . . . . . . . . . . . . . .. 386
2.. La subrogación legal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 388
Primer caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 389
Segundo caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 390
Tercer caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 391
Cuarto caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . "3
Quinto caso . . . . . . . . . . . . . 393
Sextb caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 394
Efectos de la subrogaclbn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 385
Del pago por acción ejecutiva o por cesión de bienes a uno o varios acreedores 398
De la cesión de bienes en particular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 401
C6mo se hace la cesl6n de bienes? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 405
Pags.
Efectos de la cesión de bienes .................................
La cesi6n de bienes no transfiere el dominio de éstos a los acreedores ...
Como termina la cesión de bienes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Pago con l>eneficio de competencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La dacidri en pago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
LA NOVACION IConcepto de la novaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Requisitos necesarios para que haya novacl6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Primer requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Segundo requisito .........................................
Tercer requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.. Novaci6n por cambio de obligación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.- Novación por camblo de acreedor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.. Novacidn por cambio de deudor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cuarto requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Otiinto requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Eíectos de la hlovacl6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Le delegacibn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Rbquisitoa de la &íegWón grfec! .................................
Efsctas de la delegación pe cta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La dalegacl6n imperfecta .......................................
LA REMISION (Concepto de la remisión) ...........................
Diversas especies ds rernlsibn: sus efectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
LA COMPENSACtON {Concepto de la cornpensaclón) . . . . . . . . . . . . . . . .. ;
lmportancla de la compensación .................................
Clasifícaei6n ...............................................
.
La compensación fegnl Sur requisibnz..............................
Prlrnar requisito ..............................................
Segundo requIsfto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tercer requisito .............................................
Cuarto requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Qulnto requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Saxto requisito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
............
Casos en que por excepción no procede la compensación legal
"La compensactón no puede tener lugar en parjuicio de los dereohos de un
tercero" ................................................
Efectos de la compensación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Renuncia de la compensacidn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La compensacidn convencional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .: . . . . . . . . . . . . . .
ia compensación fudiclal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
U3 CONFLlStON . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Efectos de 'la confusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
DE LA PERDIDA DE LA COSA QUE SE DEBE [Generalidadeal . . . . . . . . . ,
Obllgaciones en las cuales procede . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Imposibilfdad de ejecuci6n en las obligaciones de dar . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Efectos de este modo de extinguir obligaciones . . . . . . . . . . . . . . . .
LA PRESCRIPCIOM MTlNTiVA [Concepto de l a prescripción) . . . . . . . . . . . . .
Cónio opera la prescripción extlntiva o liberatoria? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Eiaiiientos de la prescripcián extintiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cual es el plazo de prescripción sefialado por la Ley? . . . . . . . . . . . . . . . . . .
I . La prescripcidn de largo tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A l . Plazo de prescripcidn en las accionas de obflgaciiin propiamente tales .....
B1.- Plazos de prescripción de gas obligaciones accesorias o reales de obligaclon
Cf.. Plazos de prescrlpcf6n de las acciones propietarias ................
La suspensión y la interrupción en la prescripción extintiva de largo tiempo ...
Acciones que no prescriben . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
11.. La prescripción de corto tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 9 Prescripción de tres aííos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
27 Prescripción de dos anos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La interrupción y la suspensidn en las prescripciones de corto tiempo . . . . . .
111.. Prescripción de corto tiempo de acciones especiales . . . . . . . . . . . . .
Reglas comunes aplicables a toda prescrlpcl6n . . . . . . . . . . . . . . . . . .
LA PRUEBA DE LAS OBLlGAClONES [Nociones generales] . . . . . . . . . . . .
QuC es la prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A quien incumbe la prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Los diferentes medios de prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La prueba instrumental (Definiciones . Diferencia entre los lnstrumentoi públi-
cos y privados) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Instrumento por via de prueba y por vla de solemnidad . . . . . . . . . . . . . .
Instrumentos publicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Requisitos que debe reunir el instrumento publico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Primer requisito.. Que sea autorizado por un funcionario público . . . . . . .
Segundo requisito.- Que el funcionario público sea competente . . . . . . . . . . . .
Tercer requisito.- Que el instrumento sea otorgado con las solemnidades legales .
Valor probatorio del instrumento publlco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A) Valor probatorio respecto de los otorgantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
8) Valor probatorio respecto de terceros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Efectos de la nulidad del instrumento público . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Escritura Pública . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Requisitos de la escritura pública . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Primer requisito.. Que sea autorizada por un notario competente .........
Segundo requisito.. Que se inserte en un protocolo o registro públlco . . . . .
Tercer requisito.. Que se otorgue con las solemnidades legales . . . . . . . . . . . .
Las contraescrituras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Impugnación del instrumento publico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
a) Impugnación de nulidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) Impugnación por falta de autenticidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
c) Impugnaci6n por falsedad de las declaraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Los Instrumentos Privados [Qué es instrumento privado. . Sus caracteres) . . . .
Valor probatorio del Instrumento Privado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A) Valor probatorio respecto de los otorgantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
B) Valor probatorio respecto de terceros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
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Los .registros asientos y papeles domésticos . . . . . . . . . . . . . . . . .
Las cartas y telegramas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Prueba testimonial (Generalidades) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Admisibilidad de la prueba testimonial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.- Primer principio en las limitaciones a la prueba testimonial . . . . . . . . . .
11.. Segundo principio en las llmltaciones a la prueba de testlgos . . . . .
Excepciones a estos principios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Primera excepción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Segunda excepción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tercera excepción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..........
Las Presunciones (Definici6n y clasificación) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Confesión de Parte (Concepto de este medio de prueba) . . . . . . . .
1.- La confesión extra]udicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
11.- La confesión judicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Divisibilidad e indivisibilidad de la confesión judicial . . . . . . . . . .
lrrevocabilidad de la confesión judicial . . . . .. . . . . .
El juras, ento deferido [Generalidades) . . . . . . . . . . . . . . . .
Juramento estimatorio y decisorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Inspección personal del Juez (Generalidades) . . . . . . . . . .
El informe de peritos (Nociones generales) . . . . . . . . . . . . . .