Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INFORME
Alumnos:
B.S.G
C.LL.A.
C.CH.C.
M.A.R
Asesor(a):
B.R.N.C
Línea de investigación
Chepén – Perú
2019
Índice
I. Introducción ......................................................................................................... 3
La estructura del tribunal de santo oficio fue diseñada por Torquemada a través
de unos escritos denominados Instrucciones, es el semejante a las leyes
orgánicas de la actualidad, pero no se respetaban dentro de las instituciones,
siendo el consejo supremo el que obligara a las inquisiciones distritales a acatar
las normativas que le imponía el superior jerárquico. Esta estructura se llevo a
las colonias que se encontraban en América, pero estos eran muy deficientes,
generando un gran perjuicio para los procesados.
1. HISTORIA DE LA INQUISICIÓN.
ORIGEN:
En los comienzos de la Iglesia, la pena habitual por herejía era la
excomunión. Cuando los emperadores romanos convierten el cristianismo
en religión tolerada en el siglo IV, los herejes empiezan a considerarse
enemigos del Estado. En su momento San Agustín aprobó con reservas
la acción del Estado contra los herejes.
4
En respuesta al resurgimiento de la herejía de forma organizada, se
produce en el siglo XII en el sur de Francia un cambio de opinión dirigida
contra la doctrina albigense, la cual no coincidía con los puntos de vista
de la Iglesia católica con relación a la salvación, al matrimonio y otras
instituciones de la sociedad. Como reacción, el papa Inocencio III
organizó una cruzada contra los albigenses promulgando una legislación
punitiva contra ellos. Sin embargo, los esfuerzos iniciales destinados a
someter la herejía no estuvieron bien coordinados y fueron ineficaces.
La primera Inquisición
5
La Inquisición Medieval
6
Inquisición española:
La Inquisición española fue una institución fundada en el año 1478 por los
Reyes Católicos en España. El conocimiento de esta institución es
fundamental para conocer la problemática de los judíos y de los conversos
que existía en los reinos peninsulares en la Baja Edad Media y para
conocer cómo se desarrolló la sociedad española durante la Edad
Moderna. La Inquisición española investigó a conversos, moriscos,
protestantes, etc. y todas aquellas prácticas que iban en contra de la
ortodoxia de la Iglesia católica. Esta institución funcionó durante varios
siglos, aunque será entre finales del siglo XV y el siglo XVII cuando tendrá
una mayor actividad. En esta entrada explicaré sus orígenes, su devenir
a lo largo del tiempo y su organización. De esta forma se podrá conocer
a esta famosa institución española y comprenderás mejor la vida de las
minorías étnico-religiosas en España durante la Edad Moderna.
7
establecer una división especial de la Inquisición -un permiso que
concedió a regañadientes-, y así comenzó la Inquisición Española.
La monarquía temía especialmente la intervención de refuerzos árabes y
judíos desde el extranjero, por lo que obligaron a los no católicos a
escoger entre la conversión al catolicismo o la expulsión del país para
suprimir la posibilidad de reagrupación. Aquellos sospechosos de
practicar el protestantismo, actos sexuales no aprobados por el
catolicismo, magia negra o cualquier otra cosa que la monarquía viese
como una amenaza también se encontraban entre los perseguidos.
Tan sólo unos años después las suspicacias volvieron a surgir, esta vez
sobre la lealtad de los conversos (judíos conversos) y los moriscos
(árabes convertidos) al catolicismo. La Inquisición se obsesionó con la
sospecha de que los conversos sólo simulaban una conversión para
escapar de la persecución, y que continuaban practicando sus credos en
privado, y que planeaban, a la larga, debilitar a la iglesia. Tras años de
una acusación obsesiva y frenética, la Inquisición Española tocó a su fin
en 1834.
8
en Roma. El tribunal se organizó de tal manera que Torquemada fue
nombrado Inquisidor Supremo para Castilla, Aragón y Sicilia, formando
parte del tribunal el cardenal Mendoza, Miguel Morillo y Juan de San
Martín. La sede primitiva estaba en Sevilla, trasladándose luego a Toledo.
La autoridad del Inquisidor Supremo era inapelable. El Inquisidor
Supremo presidía un consejo llamado supremo, compuesto por cinco
ministros.
9
inquisidores en sus territorios episcopales, ordenándoles que se afanaran
en la persecución de los herejes.
En este continente habían llegado muchos judíos conversos al igual que
musulmanes, por lo tanto, la Corona era consciente del peligro que corrían
los aborígenes de ser imbuidos de doctrinas diferentes a la cristiana. Para
evitar este peligro se emite una Real Cédula, el 7 de febrero de 1569,
justificando el establecimiento de la Inquisición en las Indias: “...porque
los que están fuera de la obediencia y devoción de la Santa Iglesia
Católica romana, obstinados en sus errores y herejías, siempre procuran
pervertir y apartar de nuestra santa Fe católica a los fieles y devotos
cristianos, y con su malicia y pasión trabajan con todo estudio de traerlos
a sus dañadas creencias comunicando sus falsas opiniones y herejías, y
divulgando y esparciendo diversos libros heréticos y condenados. (Bonet,
2000)
Seguidamente agrega, que el remedio a esta situación “consiste en
desviar y excluir del todo la comunicación de los herejes y sospechosos,
castigando y extirpando sus errores, por evitar y estorbar que pase tan
gran ofensa de la Santa Fe y religión católica a aquellas partes y que los
naturales de ellas sean pervertidos con nuevas, falsas y reprobadas
doctrinas.”
Por tanto, una de las primeras razones por las que la Corona establece la
Inquisición en América, es el peligro de penetración ideológica por parte
de judíos y musulmanes llegados a las Indias.
La Inquisición se crea en el Virreinato del Perú, y en el de Nueva España,
como órgano dependiente del secretario de Aragón, por orden de Felipe
II según Real Cédula fechada el 25 de enero de 1569.
Los problemas que afrontaban los tribunales en américa era la
consecución de personal idóneo para estas prácticas y otra muy relevante
era el estado y las malas condiciones que presentaban de las cárceles lo
que llevaba a la enfermedad o incluso muerte de los reos
El tribunal afrontaba la dificultad de ejercer su jurisdicción sobre los grupos
indígenas, los cuales hablaban diferentes lenguas y tenían diferentes
culturas. Es por eso que no era claro reconocer los delitos de los cuales
10
hablaba la inquisición, por lo tanto, no era fácil reconocer quienes lo
cometían.
Es por eso que los indígenas estaban exentos de ser inculpados por el
tribunal lo que no pasaba con los esclavos negros.
11
Durante la primera parte del proceso, la FASE SUMARIA o INQUISITIVA,
es decir durante toda la investigación policial, el sospechoso sobre el que
recaían indicios de culpabilidad ignoraba qué cargos se acumulaban
contra él. No se le indicaba de qué delitos se le suponía autor. La FASE
SUMARIA o puramente INQUISITIVA, se llevaba en secreto y por
consiguiente el reo se hallaba en este sentido enteramente indefenso
hasta la apertura del juicio o segunda fase del proceso.
12
5. EL SANTO TRIBUNAL DE OFICIO
El primero tribunal que juzgaba los delitos contra la fe fue fundado por el papa
Honorio III en 1220 a petición del emperador alemán Federico II
Hohenstaufen; con el motivo de mejorar las relaciones con el papa que en
ese entonces era máximo exponente religioso.
13
posible que se le destituyera por otro que sea de su confianza del rey. (Solís,
2005)
El inquisidor general tenía unos ocho consejeros que eran auxiliados por un
fiscal, un secretario, un nuncio (representante) y un portero. Estos consejeros
en su mayoría eran nombrados por el inquisidor general y unos cuantos eran
elegidos por los reyes. (Bernat, 2014)
Los inquisidores, el cual el mas preferible eran los juristas por ser más
necesario que conozcan de las leyes y no solo se dediquen a la teología.
Cada inquisidor distrital contaba con oficiales que dependiendo de la
necesidad de su servicio dentro de la inquisición, podían ser de mayor y
menor rango; también contaban con los colaboradores que no formaban
parte del cuerpo de funcionarios y no percibían salario, pero gozaban de los
mismos honores y privilegios que el resto de los funcionarios.
14
El fiscal o procurador fiscal; su función era la promoción de las
acusaciones y del seguimiento del proceso hasta que el juez dictase
sentencia.
Los receptores; eran los encargados de la hacienda del santo oficio y eran
elegidos por el rey. Estos funcionarios se encargaban del secuestro de bienes
en conjunto del alguacil y el secretario, era responsable del balance
económico del tribunal y tenían que ser solo personas de buena situación
económica para en casos de desbalance, se les pueda cobrar por ese
perjuicio.
Familiares; son los laicos que tenían permitido usar armas y sus activadas
eran la de ser la policía secreta del santo oficio. Algunas de sus funciones
son: protección y acompañamiento de inquisidores, ministros y oficiales; dar
auxilio al santo oficio y a su personal, a las capturas, la custodia de los puertos
y fronteras, denunciar a los sospechosos, publicar los edictos, etc.
Abogado del fisco; auxiliar del receptor encargado de controlar los bienes
de los reos hasta que se pronunciara su confiscación, también estaba a cargo
de la representación de la inquisición en todas las causas en que se veía
envuelta.
Los médicos; velaban por la salud de los reos y vigilaban en las torturas
para impedir un exceso que arriesgara la vida del imputado.
16
Los barberos o Sangrador; auxiliaban a los médicos en el cuidado de la
salud de los reos.
17
6. EL DIRECTORUM INQUISITORUM
El libro desde su inicio nos hace detalle de los principios que son esenciales
para ser un buen inquisidor a ello se le suma varios comentarios que
complementan las ideas sobre ello; continua con menospreciar a los herejes
por considerar culpable a todo supuesto imputado como tal y negándole la
18
defensa para que el proceso se lleve a cabo mucho más rápido; a la vez
argumenta a favor del proceder del santo tribunal, mencionando que este
tiene el privilegio de no emplear los requisitos que son esenciales en derecho
siempre y cuando se cumplan los requisitos para determinar la causa.
(Eymerico, 1821)
Estas dos ultimas formas de abrir proceso fueron las más comunes, se
basaban únicamente de afirmaciones inexactas que se formaba en la
población o ellos mismos elaboraban tales afirmaciones a través de la
conducta que crean sospechosa.
19
las diferencias, de ello se lo tomaría como prueba de herejía. Se le está
permitido al inquisidor obtener esa confesión a través de la manipulación
emocional, por ejemplo utilizar a sus compañeros o familiares para que le
hablen de una posibilidad de libertad si es que confiesa haber cometido actos
de herejía, cosa que no será cierto, se justica en que cualquier método para
obtener la verdad en nombre de dios es justificado e inclusive es permitido la
utilización de cada método de tortura una sola vez, es por ello que se
innovaba constantemente en novedosos métodos de tormento para utilizarlos
en el imputado frecuentemente y de esa manera obtener una confesión.
Los testigos tienen que estar libres de rumor de herejía, creer a pie de la letra
lo que es el cristianismo; caso contrario se lo considera como un falso testigo
e inclusive lo pueden procesar o aplicar la ley de Talión; en todo caso si el
imputado después de una tortura constante resultase muerto
automáticamente se procede aplicar lo mismo al testigo falso.
Los imputados que ignoran que han sido acusados y que hayan salido del
territorio de donde se los acusan, se les esperara su regreso por un año,
pasado ese periodo se les notificara para que retorne; en los supuestos casos
que no retornaban en tres años eran excomulgados y posteriormente
condenados a las penas correspondientes. Las penas que se aplican son la
muerte y la cadena perpetua, la primera se le aplicaba a las personas que se
negaban a confesar; la segunda era aplicada a los que confesaran sus
crímenes.
20
El imputado podía pedir destitución del juez si su argumentación era válida,
por ejemplo si el juez no cumple con los principios cristianos establecidos
podía ser destituido, claro esto era muy difícil de suceder y en la mayoría de
las solicitudes de destitución eran rechazadas.
La ultima parte del libro hace referencia a lo que seria las multas y
expropiaciones, si lo anterior fue injustificado e inhumano esta parte del libro
demuestra lo ciego e insensible que fue la inquisición; para que se mantenga
el tribunal de santo oficio y los miembros de la iglesia, al final de cada proceso
se les imponía la multa si en caso el reo se había arrepentido; pero si no tenia
como pagar se realizaba la expropiación esta ultima era aplicada mas para
los que se hayan negado hasta el final de su vida confesar sus delitos. La
expropiación de la herencia esta en contra el derecho de los niños que no
tienen nada que ver con el padre que había sido procesado, pero esta
práctica se procede con la creencia en que los niños tienen que pagar por
los actos de sus padres, por que en ellos esta la sangre de un criminal de la
fe cristina, es tanto así la creencia que el manual también menciona que la
descendencia de todo hereje sentenciado por el tribunal, queda despojado
del derecho a trabajar, a poder casarse, a tener herencia, propiedad, etc.
21
supuesto infractor y practicar el cristianismo como es establecido por la
iglesia, también son sancionados injustificadamente en nombre de dios.
22
_Examen de testigos: Toda persona que tuviera conocimiento de un acto
de herejía estaba obligada a denunciarlo aunque los protagonistas hubiesen sido
sus padres, cónyuges, hermanos o hijos.
El móvil principal que originaba la mayoría de las acusaciones era que el silencio,
en estos casos, era entendido como indicio de complicidad. Por otro lado, según
las instrucciones de Torquemada, el falso denunciante debía ser sancionado con
sumo rigor.
Estos actuaban como censores para determinar si los cargos constituían alguna
forma de herejía. En este último caso, el Fiscal redactaba una orden de arresto
y el acusado era inmediatamente detenido. Se consideraba indispensable la
existencia de indicios claros para culpar a alguien de hereje. Después del
examen minucioso de los testimonios reunidos por el Fiscal los Inquisidores
decidían si se archivaba la investigación o si había lugar a proceso.
_Examen de testigos
_Calificación y decisión
23
- Por Inquisición: Este procedimiento se inicia de oficio por el juez sin
intervenir acusador o denunciante. Los tratadistas distinguen entre la Inquisición
General y la Inquisición Especial:
_Primeros indicios
_Examen de testigos
_Calificación y decisión
_Examen de testigos
_Calificación y decisión
24
B). MEDIDAS CAUTELARES: CITACIÓN O PRISIÓN PREVENTIVA Y LA
CONFISCACIÓN DE BIENES
Después del examen minucioso de los testimonios reunidos por el Fiscal los
Inquisidores decidían si se archivaba la investigación o si había lugar a proceso.
En el caso de la citación, ésta se realizaba por vía notarial. La intención era hacer
comparecer al sospechoso delante de los Inquisidores para despejar dudas
sobre su conducta pero sin el propósito de detenerla en primera instancia.
La prisión preventiva era dispuesta por los inquisidores, a pedido del fiscal, para
los casos que implicasen la comisión de delitos graves y sólo cuando el hecho
fuese comprobado por las declaraciones de al menos cinco testigos.
La adopción de este sistema se justificó -si cabe usar aquí el término-- para evitar
ulteriores venganzas contra los denunciantes. Este era uno de sus rasgos más
característicos. Los falsos denunciantes o perjuros eran generalmente
castigados, pero el anonimato en la delación constituía una fuente de abusos y
una auténtica pesadilla para los presuntos heterodoxos, forzados a reconstruir
25
los pormenores y motivos de una denuncia que se les planteaba en términos
bastante generales a fin de no delatar al acusador anónimo.
Las cárceles inquisitoriales no eran peores ni más duras que las que en la misma
época mantenían las jurisdicciones secular o episcopal, e incluso cabe afirmar
que fueron más benignas. Al menos constan algunos casos aislados de
individuos recluidos en aquellas cárceles ordinarias y que pretendieron pasar por
herejes o judaizantes a fin de ser trasladados a los calabozos de la Inquisición.
Desde el punto de vista espiritual, sin embargo, la rigidez era extrema, siendo
denegados de ordinario los sacramentos a los reos; esta cuestión reviste notoria
importancia si se tiene en cuenta que una buena parte de los prisioneros eran
clérigos o gente especialmente sensible a la inquietud religiosa.
Las cárceles secretas servían para custodiar a los detenidos a la espera de juicio
y a los condenados hasta que se les aplicaba el castigo, no como una pena en
sí.
Etapa Inquisitiva
26
Toda esta fase era secreta y durante la misma el reo, además de estar en prisión
incomunicada, ignoraba qué cargos se les habían hecho, encontrándose
totalmente indefenso hasta la apertura del juicio propiamente dicho.
Durante este período, se procedía al interrogatorio simple (es decir, sin tormento)
del detenido y se recogían testimonios acusadores y todo tipo de prueba contra
él, de modo que se llegaba al juicio con una firme presunción de culpabilidad
muy difícil de contrarrestar en las fases ulteriores del proceso.
27
5) Seguidamente se le preguntaba si conocía los motivos de su detención. Si la
respuesta era negativa se le informaba sobre la existencia de indicios según los
cuales habría llevado una conducta contraria a la fe católica. Tras ello le
interrogaban de modo más concreto sobre esas actividades en contra de la
Iglesia y la religión católica.
Los registros notariales del Tribunal del Santo Oficio ponen de relieve que en la
práctica, lo normal era que el procesado NO confesara rápidamente los hechos
o actos de que se le acusaba y de los que había testigos en su contra.
Generalmente buscaban dar la impresión de ser buenos cristianos y de coincidir
con los intereses de la Iglesia. Gradualmente iban haciendo pequeñas
confesiones presentando excusas por no haberlas realizado desde el inicio.
Delante de ello el Inquisidor, mantenía la presión del interrogatorio con el fin de
conseguir la confesión completa del reo, lo que era indispensable para
concederle el perdón.
28
actuado y finalmente el Inquisidor dictaba la sentencia. Debido a la actitud de
arrepentimiento mostrada por el encausado, la sentencia solía ser benigna.
Acusación Formal
A las personas conducidas ante la Inquisición se les permitía contar con la ayuda
de un abogado, así como realizar la presentación de testigos de abono y efectuar
la tacha de los testigos de cargo.
A partir de mediados del siglo XVI los abogados de los presos eran considerados
como funcionarios del Santo Oficio, dependiendo de y trabajando para los
inquisidores. Después de nombrarlos, estos últimos esperaban unos días antes
de ponerlos en contacto con el encausado, en espera de que tal tiempo le
sirviese para recapacitar y confesar.
29
2) Contestación de la Acusación: Luego de producida la nueva lectura del acta
acusatoria los Inquisidores otorgaban un plazo de nueve días, por lo general,
para que el presunto hereje contestase por escrito a la Acusación. El Acusado
solía negar los cargos en su contra y a la vez solicitaba el sobrecimiento del
proceso, su libertad personal y el levantamiento del Secuestro de sus Bienes.
Etapa Probatoria
Solo podían asistir al interrogatorio del testimonio, además de los testigos, los
Inquisidores (imprescindible), el Notario, el Alguacil, el Receptor y otros oficiales
y religiosos del Santo Oficio.
30
Ya en la Audiencia, el Fiscal leía las acusaciones de los testigos sin ningún tipo
de explicación. Seguidamente se volvía a leer pero por partes, dejando que el
sospechoso fuera contestando, igualmente por partes, a cada punto.
El reo podía presentar una relación con cuantos nombres de personas quisiera,
señalándolas como personas que por motivo de su enemistad pudieran haber
testificado contra ellos. Era una de las pruebas que más les podía beneficiar
porque si acertaban en las personas que les habían delatado y podían demostrar
que existía una enemistad, los Inquisidores podían quedar convencidos de que
se había actuado por motivos personales y dar por terminado el proceso.
31
2) La CONFESIÓN DE CULPABILIDAD: No se podía condenar a los acusados
si no estaba bien probada la culpabilidad y la confesión de culpabilidad era
considerada como la reina de las pruebas.
32
la necesidad de evitar al máximo el peligro de muerte y el derramamiento de
sangre (derivada del carácter parcialmente eclesiástico del tribunal). Se utilizaron
cuatro métodos: la garrucha, la toca, el potro y las vueltas de mancuerda.
Cada fase del tormento venía interrumpida por un nuevo interrogatorio y si este
no resultaba satisfactorio, se proseguía con aquél hasta obtener una confesión
coherente del reo o hasta llegar al límite de su resistencia, momento en que se
aplazaba para otra sesión, si se juzgaba oportuno.
-Revisión y Veredicto
33
- En las sentencias que NO incluían la Pena de Muerte el veredicto se decidía
por mayoría simple.
3.- Cuando los indicios eran más consistentes -más o menos inculpatorios-
debían condenarlo a que abjure como sospechoso de herejía leve, fuerte o
violenta.
F). Sentencia
34
Pero a partir del primer tercio del s. XVII fue habitual que los reos conocieran su
sentencia DURANTE la celebración del Auto de Fe en el que debían comparecer.
Los Relajados eran la excepción en este caso, ya que aquellos se les
comunicaban la sentencia con cierta ANTELACIÓN.
Este cambio obedecía a que ya desde mediados del s XVII la sentencia debía
ser confirmada por la Suprema antes de notificársele al encausado. Con este
procedimiento ya no había opción a apelación alguna.
35
Sentencia de Reconciliación: Si durante el proceso se reunían suficientes y
sólidas pruebas contra el acusado los Inquisidores votaban sentencia de
Reconciliación. El reo era considerado un Reconciliado
El que era sentenciado de reconciliación salvaba la vida, pero quedaba muy claro
que si reincidía y era juzgado más adelante por la Inquisición podía ser
sentenciado a relajación (pena de muerte en la hoguera). Era una amenaza para
el resto de su vida.
Esta sentencia se aplicaba cuando se daba, como mínimo, las siguientes tres
circunstancias:
Con méritos: exponiendo minuciosamente los delitos por los que había sido
procesado el acusado
36
Sin méritos: reflejando el carácter del delito pero sin entrar en pormenores. Fue
la forma más habitual. El Notario era el encargado de realizar la lectura. Luego
los Inquisidores pronunciaban de modo solemne la fórmula “así lo pronunciamos
e declaramos".
37
no solo a juzgar a personas vivas, sino también, si es que existían pruebas
contundentes de su culpabilidad, a fallecidas.
8. LA INQUISICIÓN EN LIMA
En el Perú, la Inquisición fue creada por el Rey Felipe II en 1569 y no era sino
una filial provincial del Consejo de la Suprema y General Inquisición española.
La Inquisición de Lima entró en funciones en 1570, siendo Virrey del Perú
Francisco de Toledo. Los primeros inquisidores fueron el licenciado Serván de
Cerezuela y el doctor Andrés de Bustamante; pero este último, falleció cuando
se hallaba en pleno viaje desde la metrópoli hacia Lima, quedando Cerezuela a
cargo del distrito limeño. El Tribunal comenzó sus acciones en un local alquilado
que se ubicaba al frente de la Iglesia de la Merced, en el actual jirón de la Unión;
pero, como este era muy céntrico y resultaba poco propicio para su
funcionamiento, en 1584 se trasladó a la casa de Nicolás de Rivera el mozo,
donde funcionó hasta que fue abolida.
Una revisión de las cifras dadas por Escandell nos indica que en sus inicios el
Tribunal se dedicaba al control de la población blanca. En ella se incluye tanto a
los denominados "cristianos viejos" como a algunos descendientes de
conversos, principalmente los de ascendencia judía que, evadiendo expresas
prohibiciones reales, llegaban a las colonias hispanoamericanas. Hay que
reiterar que la gran mayoría de la población estaba constituida por indígenas, los
cuales quedaron fuera de la esfera de acción del Tribunal conforme a lo
38
dispuesto por los reyes de España. También resulta llamativo el alto porcentaje
de procesados extranjeros, el cual supera su correspondiente participación
demográfica. Esta ha sido calculada para el período 1532-1560 entre un 8% y
12%. Ello se explica por razones de Estado que hacían indispensable controlar
a posibles espías de las potencias enemigas de España.
Las mayores sanciones que aplicó el Tribunal durante sus años iniciales
recayeron generalmente en protestantes extranjeros hacia los cuales existía no
sólo animadversión religiosa sino sobre todo política. El primer condenado al
quemadero fue el francés Mateo Salado en el auto de fe del 15 de noviembre de
1573. Otros condenados a igual pena, por el mismo motivo, fueron los flamencos
Juan Bernal y Miguel del Pilar. Muchos de los procesados como luteranos en
realidad eran piratas. Cabe recordar que, por aquel entonces, Inglaterra los
utilizaba en su lucha contra España para destruir su poderío económico y militar,
establecer puntos de penetración en el Nuevo Mundo y asegurar su control sobre
39
los mares. A la Inquisición fueron llevados algunos como Juan Drake (sobrino
del famoso Francisco Drake), Juan Butler, Juan Exnem, Thomas Xeroel, Richard
Ferruel, etc. Ellos fueron acusados de luteranismo así como de realizar
proselitismo a favor de las sectas protestantes. La mayoría de ellos terminó
reconciliada mientras que tres acabaron sus días en la hoguera: Walter Tiller,
Eduardo Tiller y Enrique Oxley (05-04-1592)
Juan Fernández de las Heras fue quemado vivo (17-12-1595) por mantenerse
pertinaz en sus proposiciones contrarias al dogma católico, entre otras, su
rechazo al Sacramento de la Penitencia y al culto a las imágenes. Fernández
sostenía que él era una de las personas de la Santísima Trinidad, decía tener
visiones divinas, etc.
40
fue el proceso seguido a los comerciantes lusitanos que controlaban la mayor
parte del comercio de la ciudad.
La etapa comprendida entre 1622 y 1641 fue la de mayor actividad del Tribunal
en este siglo. Se vieron 199 causas. Los procesos a judaizantes fueron los más
numerosos e importantes.
El Tribunal estuvo totalmente paralizado entre los años 1725 y 1730 después de
lo cual fue reactivado.
Desde mediados del siglo XVIII hasta la abolición del Tribunal (1750-1820) hubo
un total de 51 causas.
41
CONDENADOS A MUERTE POR EL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN DE
LIMA
Tomás Gutiérrez, historiador bautista, señala que Mateo Salado fue conducido a
las cárceles de la Inquisición en 1570, por encontrarse realizando excavaciones
en un cementerio de indios en un lugar conocido como la Magdalena. Por estos
lugares Salado andaba, con apariencia andrajosa, manifestando a la gente los
errores de la iglesia católica. Su influencia luterana se debía al contacto que tuvo
42
con algunos luteranos en Sevilla, de quienes recibió un ejemplar del Nuevo
Testamento en idioma francés.
43
emitían su opinión sobre si había culpabilidad o no. En caso de haber sido
arrancada la confesión por medio de la tortura, también se examinaba su
veracidad, es decir, si había sido hecha solamente por miedo a los castigos
corporales o si se podía considerar auténtica. En sesión pública, generalmente
en domingo para que pudiese asistir la población, se proclamaba la sentencia.
El último paso era la ejecución de la sentencia, que era llevada a cabo por la
autoridad civil («el brazo secular»). En caso de que se aplicara la pena de
muerte, ésta no debía conllevar derramamiento de sangre; por lo tanto, la
hoguera era el medio preferido. Otras penas para el delito de herejía que se
aplicaban con mucha mayor frecuencia que la pena de muerte, que era
considerada una medida extrema y excepcional, eran: remar en las galeras, el
destierro, la confiscación de bienes, la cárcel. Otras sentencias menos duras
eran las peregrinaciones, los azotes, los signos de infamia (vestidos humillantes
de color amarillo, vela verde, soga a la garganta, coroza blanca).
II. CONCLUSIONES:
los dogmas de una doctrina religiosa que son rechazadas por las
autoridades eclesiásticas es el sistema inquisitivo, institución de
origen medieval que fue fundada para combatir todo acto que
este en contra del cristianismo.
44
c). Cuando se aprueba la creación del tribunal de santo oficio,
comienza con sedes pequeñas con escasos funcionarios y
conforme a las circunstancias lo exigieran, fueron apresurándose
nuevos puestos y organizarlos jerárquicamente.
III. Bibliografía
Cappa, R. (1888). La inquisición española. (G. d. Amo, Ed.) Madrid: Perez Arauna. Recuperado
el 7 de abril de 2019
45
Eymerico, N. (1821). Manual de inquisidores para uso de las inquisiciones de España y Portugal.
(J. Marchena, Ed., & J. Marchena, Trad.) España: Mompeller:. Recuperado el 6 de abril
de 2019, de https://books.google.com.pe/books?id=Z9sROHN-
3_gC&pg=PP2&lpg=PP2&dq=editorial+mompeller&source=bl&ots=hqgLBME_zH&sig=
ACfU3U039F8-_nGxh2smZKeQB8FsKoKOjw&hl=es-
419&sa=X&ved=2ahUKEwjSve_4kLzhAhVQw1kKHRtkB7EQ6AEwCnoECAgQAQ#v=onep
age&q=editorial%20mompeller&f=
Fortea, J. A. (7 de febrero de 2006). Manual de inquisidores. (J. A. Fortea, Ed.) Las esferas de
los libros, 1. Recuperado el 6 de abril de 2019, de
http://www.esferalibros.com/libro/manual-de-inquisidores/
Maria Ordoñez, D. C. (2003). La resistencia del sistema penal inquisitivo. Perspectiva historico
juridico. Pontifice Universidad Javeriana, Bogota. Recuperado el 6 de abril de 2019, de
https://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere5/TESIS36.pdf
Medina, J. T. (1887). Historia del tribunal del santo oficio de la inquisición de Lima. Santiago,
Chile: Gutemberg. Recuperado el 7 de abril de 2019
Solís, J. (2005). La organizacion del santo oficio y el nombramiento del inquisidor general.
juridico, consejo nacional de investigaciones cientificas. Recuperado el 7 de abril de
2019
46