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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION Y LA IMPUNIDAD”

DATOS PERSONALES

OBRA: El Lazarillo de Tormes

AUTOR: Diego Hurtado de Mendoza

NOMBRES: Anderson Smith

APELLIDOS: Ángeles Guevara

ASIGNATURA: Comunicación

GRADO: “3°”

SECCIÓN: “E”

COLEGIO: “FEDERICO VILLAREAL”

PROFESORA: Gonzales Pejerrey


Mercedes del Carmen
Argumento de la obra
Lázaro nació en el río Tormes y de ahí su nombre y apodo, Lazarillo de Tormes. Era el hijo
de Tomé González y de Antona Pérez, de Tejares, un pueblo de Salamanca. Su padre,
molinero, después de cometer robos y ser perseguido por la justicia, se enroló en el ejército,
con el cual fue a la guerra de las Gelves, dónde murió. Entonces él y su madre se fueron a
la ciudad, donde su madre se dedicaba a guisar y a lavar ropa de los caballeros. Al poco
tiempo tuvo un hijo con un hombre negro, que se llamaba Zaide. Éste traía comida, madera,
etc. Pero fue severamente castigado por robo. Posteriormente, Antona, sirviendo en el
Mesón de la Solana, entregó a Lázaro a un ciego. Lazarillo ya tenía su primer amo, el ciego,
que era muy listo, y enseñó al Lazarillo a vivir la vida, para "despertarlo" de su infancia, le
gastó una jugarreta, dándole un golpe en la cabeza contra la cabeza de un toro de hierro.
El ciego era muy avaricioso y casi no alimentaba a su sirviente, por lo cual éste le hacía
algunas travesuras como beberse el vino con una pajita o haciendo un agujero en la vasija
tapado con cera, el cual se deshacía con el calor y caía un chorro o cuando comían el racimo
de uvas y Lazarillo las comía de tres en tres, o finalmente, cuando le cambió al ciego la
longaniza por un nabo en el bocadillo. Ésta última casi le cuesta la vida, ya que el ciego le
dio una gran paliza. De ahí viene el gran desprecio que le tenía. Un día, para vengarse de
todo lo que le había hecho, le guio por un arroyo en el que se tenía que saltar, entonces el
mozo saltó y esquivó la pétrea columna que había enfrente, pero después saltó el ciego y
se golpeó, cayendo inconsciente al suelo, entonces, mientras la gente atendía al ciego,
Lázaro aprovechó la ocasión y se marchó corriendo. Después del ciego, se encontró, en
Maqueda, con un clérigo, su próximo amo, que aún era más avaricioso que su anterior amo
y le hacía pasar mucha hambre, pero como Lazarillo fue muy astuto, gracias a la jugarreta
del ciego y un día le pidió a un calderero, que llamó a la puerta de la casa del clérigo, una
llave para abrir el arca dónde de sacerdote guardaba todo el pan y los quesos para cuando
éste se encontrara haciendo la misa, Lázaro le pagó el servicio con parte del arca. Luego,
durante unos días se comió parte del contenido y al ver que el clérigo estaba dudando que
quien era el ladrón Lazarillo lo convencía de que eran las ratas, por eso le preparó una
trampa. Al ver que no se lo acababa de creer, un vecino le dijo que era posible que fuese
una culebra, el religioso paso días sin dormir intentando cazarla, pero descubrió que era
Lázaro quien estaba "royendo" el pan y lo echó de su casa. Una vez despachado, Lazarillo
se fue a Toledo, y allí encontró a su nuevo amo, un escudero. Con éste amo pasó más
hambre ya que era pobre y no tenía ni para él mismo, aunque éste vestía con ropas
elegantes, llevaba una espada y andaba cómo un noble, es más, el Lazarillo le tenía que
mantener con las limosnas. Un día, una pareja le arrendó la casa y le dieron entre los dos
doce o trece reales, con los que el escudero se marchó y abandonó al Lazarillo. El próximo
amo fue un fraile, el cual, lo único que llego a darle fueron unas zapatillas que se le
rompieron y el Lazarillo decidió que lo mejor sería irse. El siguiente amo que tuvo fue un
buldero, que se ganaba la vida predicando las bulas a la gente del pueblo, pero al final
resultó ser todo un montaje entre el alguacil y él, que entre los dos hicieron creer a la gente
que el buldero podía hablar con Dios mediante una gran actuación del alguacil, que era su
socio y se partían los beneficios. Después de dejar al buldero, Lázaro fue a parar a manos
de un capellán, quien necesitaba a un mozo para repartir el agua por el pueblo. Gracias al
dinero que sacó pronto compró ropa nueva y entonces se marchó con su último amo, el
alguacil, que no estuvo mucho tiempo con él ya que su oficio era peligroso. Desde entonces,
el Lazarillo, ya adulto, no tuvo más amos y se ganaba la vida, honradamente, de pregonero
en Toledo. Más tarde se casó con una criada del arcipreste de San Salvador. Hasta aquí
sabemos sobre su vida, pero la desconocemos después de su boda, aparte del adulterio de
su esposa, que él lo acepta diciendo que ya había llegado a buen puerto.
“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION Y LA IMPUNIDAD”

DATOS PERSONALES

OBRA: Marianela

AUTOR: Benito Pérez Galdós

NOMBRES: Anderson Smith

APELLIDOS: Ángeles Guevara

ASIGNATURA: Comunicación

GRADO: “3°”

SECCIÓN: “E”

COLEGIO: “FEDERICO VILLAREAL”

PROFESORA: Gonzales Pejerrey


Mercedes del Carmen
Argumento de la obra
La historia empieza con una descripción del lugar, un pueblo en el norte de España,
Sócrates, donde se encuentran dos hombres: Teodoro, un hombre de mediana edad, y
Pablo, un joven ciego, habitante de esas tierras. Teodoro es médico, hermano del ingeniero
Carlos Golfín, responsable de las minas. Teodoro, que está perdido, pide ayuda a Pablo,
quien se maneja con mucha seguridad por el campo y las cavernas. Teodoro es médico y
viene a quedarse una larga temporada, éste, intrigado, pregunta a Pablo por el canto que a
lo lejos se escucha. Es Nela, el lazarillo de Pablo y su mejor amiga. Llegan hasta la casa
del muchacho y Nela continúa el camino con el médico hasta la casa del ingeniero. Nela es
una chica que creció huérfana y bajo ningún consuelo. Tiene 16 años pero pareciera tener
12 por la precaria alimentación que ha tenido. Es muy delgada, viste andrajos y va descalza.
Nela ha sido lazarillo de Pablo desde hace año y medio. Francisco, el padre de Pablo, que
goza de una posición económica muy buena, nunca ha tenido reparo alguno en ofrecerle
todo lo mejor a su único hijo. Pablo siempre lo ha sido todo en su vida y nada le parece
suficiente para aminorarle el dolor de no poder ver. Nela conoce esas tierras como a ella
misma y Pablo dice haber descubierto el mundo por sus ojos. Todos los días salen a pasear
por el bosque. Entre ellos hay un gran amor y, sobre todo, el que Pablo le profesa a
Marianela. Nela ha crecido al libre albedrío y al amparo de quien quiera socorrerla. Sin
educación ni vestido, con una mala alimentación, pero siempre bajo el cobijo de su natural
bondad. El amor que Pablo sentía por Nela era tan grande que siempre le juraba que nunca
se separarían y llegó a prometerle que algún día se casarían. Teodoro Golfín era un médico
especialista en ojos y, después de hacerle varios estudios, creyó que Pablo tenía alguna
esperanza de poder ver. Aunque las esperanzas eran muy pocas, don Francisco y su hijo
estaban muy entusiasmados, tanto así, que después de que don Francisco le contó la noticia
a su hermano Manuel, éste último prometió que, si Pablo Penáguilas salía con éxito de la
operación, casaría a su hija Florentina con su sobrino. Pablo era un joven sumamente
sensible y con una curiosidad intelectual que su padre se había encargado de nutrir con
lecturas nocturnas. Tenía la cabeza llena de conceptos e ideas que le habían permitido
suplir su ceguera. Ahora, estaba obsesionado con la belleza y decía que Nela era la persona
más preciosa del mundo, cosa extraña para los ojos de todos que, aunque no negaban que
Marianela era una buena persona, creían lo contrario. Días antes de la cirugía llegaron a
Sócrates don Manuel y su hija Florentina, una joven llena de belleza no sólo exterior sino
también de una infinita bondad. Ella era la futura esposa del joven Pablo, aunque Pablo
insistía en querer a Marianela como su mujer. Con la operación y tantos movimientos en la
Aldeacorba, la casa de don Francisco, Marianela y Pablo se distanciaron. Ahora estaba la
familia para cuidarlo y Marianela sufría por el temor de perder lo único que la vida le había
brindado, el amor del joven Pablo. Pasaron los días y todo el pueblo hablaba del éxito de la
operación. Pablo veía y su mayor obsesión en su nueva vida era distinguir la belleza de la
fealdad. Marianela temía ser rechazada y decidió alejarse del pueblo y huir con Celipín, un
niño con el que vivía y que había decidido dejar su casa. Florentina, que estaba llena de
bondad y de gratitud hacia Nela, le ofreció un verdadero hogar junto a la familia y, además,
le avisó de los deseos de su primo por conocerla. Marianela se rehusó y triste y confundida
estuvo vagando por el bosque. Un día, Teodoro la encontró en las peores condiciones y la
llevó a Aldeacorba a descansar. Ya en casa de los Penáguilas, Florentina cuidaba de Nela,
que se veía cansada y confundida. Una tarde, mientras la prima Florentina cosía un vestido
para Marianela, Pablo irrumpió en la habitación y, sin la costumbre de la vista, vio a su prima
sin percatarse de la presencia de Nela y el doctor: el joven empezó a hablarle a su prima de
su belleza y de la fortuna de haberla conocido. Cuando descubre al doctor y a Nela era
demasiado tarde. Marianela, turbada por el dolor, el desencanto y la mala vida murió
minutos después de confesarle a Pablo su identidad. Florentina que no se perdonó no haber
podido ayudarla en vida, cosa irónica, le brindó a Marianela el más bello de los sepulcros.
“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION Y LA IMPUNIDAD”

DATOS PERSONALES

OBRA: Niebla

AUTOR: Miguel de Unamuno

NOMBRES: Anderson Smith

APELLIDOS: Ángeles Guevara

ASIGNATURA: Comunicación

GRADO: “3°”

SECCIÓN: “E”

COLEGIO: “FEDERICO VILLAREAL”

PROFESORA: Gonzales Pejerrey


Mercedes del Carmen
Argumento de la obra
El protagonista es Augusto Pérez, un joven rico y profesional. Es hijo único y cuando
su madre viuda fallece, Augusto no sabe qué hacer con su vida. Por casualidad conoce
a una pianista, Eugenia Domingo del Arco, y comienza a cortejarla, pero Eugenia lo
rechaza porque ya tiene novio. Augusto entabla una amistad con Rosario, una de las
sirvientas de Eugenia, y comienza a cuestionar el sexo femenino y se pregunta si las
mujeres tienen alma y si se puede confiar en ellas. Como experimento, Augusto le pide
a Eugenia que se case con él para ver cómo respondería. Eugenia, quien en ese
momento se había peleado con su novio Mauricio, decide aceptar su propuesta de
matrimonio. Sin embargo, poco antes de la boda Augusto recibe una carta de Eugenia
en que ella le dice que ha decidido no casarse con él y que se va a ir a las provincias
con Mauricio a vivir de un trabajo que Augusto le había conseguido.

Tras recibir esta noticia, Augusto contempla el suicidio. Pero antes, decide ir a
Salamanca a ver a Don Miguel de Unamuno. En su visita, el escritor le dice a Augusto
que no existe, que sólo es un personaje de ficción en su libro y que está destinado a
morirse, no a suicidarse. Augusto discute con Don Miguel--quien juega el papel de Dios
en la vida del personaje como autor del libro--y le suplica que no lo mate.

Augusto vuelve a su casa muy confundido y allí se muere al lado de su perro Orfeo.
No se sabe si Augusto se mató o si Don Miguel lo mató. Víctor dice en el prólogo que
Augusto se suicidó. Unamuno dice en el post-prólogo que él decretó la muerte de
Augusto.

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