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El Principito

Antoine Saint Exupery

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Lo esencial es invisible a los ojos
Comentario de texto de Manuel Ballester
Profesor de Educación Secundaria del IES «Tirant lo Blanch». Elche (Alicante)
Lo esencial es invisible a los ojos

XVI. La multitud

Resumen.
Resumen. El séptimo planeta son escasos, quizá inexistentes.
fue la Tierra. Se trata más que de personas real-
Los planetas anteriores estaban mente existentes, de tendencias;
habitados cada uno por un tipo de es decir, aspectos de la personali-
persona. En la Tierra se encuen- dad que en unas personas están
tran juntos multitud de personas más acentuados que en otras, o de
diferentes: cientos de reyes, miles un determinado modo de ser en el
de geógrafos, etc. que destaca una cualidad sobre las
otras. No obstante el conocer los
Comentario. Este capítulo es tipos puros ayuda a entender
muy breve. Pienso que es debido mejor la realidad.
a que Saint-Exupéry quiere destacar que aquí hay La Tierra presenta una multitud de modos de
un cambio de ritmo. Hasta ahora habíamos visto ser, se nos presentan como modelos. Podemos
que el Principito, como fruto del amor, es cons- constituir a cualquiera de ellos en ejemplo de
ciente de que debe madurar y para eso debe salir nuestra acción. Los modos de ser aludidos en
de si para aprender. Inicia por eso el análisis de los capítulos anteriores eran, en mayor o menor
una serie de modos de ser adultos que nos ha ocu- medida, defectuosos. Así ocurre en la realidad:
pado los últimos capítulos. la gente que tenemos a nuestro alrededor está
Ahora estamos en la Tierra. La Tierra es un plane- plagada de defectos, de aspectos que no acaban
ta especial. En un sentido es muy distinto a los de ir bien.
planetas anteriores: es muy grande y en ella caben Pero entonces, ¿cómo maduraremos? Igual que
muchos tipos humanos diversos. vimos que el Principito obligó al aviador a
Desde este punto de vista, la Tierra sim- rechazar los distintos dibujos, hasta que
boliza el mundo real. Hay personas en
«La fue creativo. Se trata de ver lo que hay
las que predomina un determinado
tipo de rasgos, pero los tipos puros
Tierra de malo, procurando evitarlo y cons-
truyendo (inventando) nuestra vida.
simboliza el
mundo real»

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XVII. La pérdida de la inocencia

Resumen. Las personas mayo- samente el periodo en el que escri-


res piensan ocupar mucho espacio be El Principito. En esta época el
sobre la Tierra, pero realmente no influjo del pensamiento cristiano en
es así. De hecho, el Principito, al Saint-Exupéry es notable.
llegar a la Tierra no vio a nadie. Cualquiera que conozca mediana-
Apareció entonces una serpiente mente la Biblia podrá comprobarlo
que le informó de que se encontra- leyendo Ciudadela, obra plagada de
ba en el desierto. En el desierto no resonancias bíblicas.
hay hombres, se está un poco solo. Por eso me parece de interés usar
También se está solo con los hom- como modelo hermenéutico el
bres, añadió la serpiente. papel de la serpiente en la Biblia
La serpiente es pequeña como un dedo pero pode- que, como aquí, aparece también dos veces: en el
rosa como el dedo de un rey: puede volver a la tie- primer y último libro de la Biblia (Génesis y
rra todo lo que toca. Pero no al Principito ya que es Apocalipsis) .
puro y viene de una estrella. Es conocido el relato del Génesis. Dios coloca al
La serpiente habla en enigmas. Pero los resuelve género humano (Adán y Eva) en el paraíso con una
todos. única limitación: no pueden comer del árbol del bien
y del mal. Todo lo demás les está permitido. Se
Comentario. La serpiente es un símbolo muy encuentran en un estado de pureza e inocencia per-
especial. Es el único que en El Principito aparece dos fecta. Aparece entonces la serpiente y entabla un diá-
veces. Volveremos a verlo al final del libro. logo con la mujer, le pregunta por qué no pueden
Ningún animal vive tan pegado a la tierra como la comer de ese árbol. Eva no lo sabe. La serpiente sí:
serpiente: sale de la tierra, se arrastra por ella, a veces si coméis de ese árbol seréis como dioses, conoce-
parece identificarse con la tierra misma. De hecho la dores del bien y del mal. El resto es conocido.
serpiente es el símbolo telúrico por excelencia. La Vemos que la serpiente del Génesis presenta simili-
presencia del símbolo de la serpiente en diversas tra- tudes importantes con la del Principito: habla en
diciones culturales y en distintas religiones es muy enigmas, sugiere, dirige la conversación en una
grande, y en cada una de estas tradiciones presenta determinada dirección pero, sobre todo, es conscien-
características peculiares. te de la inocencia, de la pureza de los seres con quie-
Saint-Exupéry recibió en su infancia una formación nes habla. La acción de la serpiente les induce a
católica, de la que se fue alejando con el tiempo para obrar de manera que adquieran conocimiento, el
finalmente volver a ella en la madurez, que es preci- conocimiento del bien y del mal. Saber del bien y del

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mal es saber de la vida, pues la vida humana se fra- resuelve. La razón nos pone ante el bien y el mal, y
gua en esa tensión. así nos hace capaces de elegir uno u otro (ya lo
Reparemos en un detalle importante: conocer el bien vimos, al tratar el tema de la libertad, en el capítulo
y el mal no es lo mismo que hacer el mal. Obrar mal 3). Esa es una dimensión de la razón.
es malo, pero saber qué es bueno y qué es malo, no Sabemos lo que es bueno y lo que es malo. Vemos
es malo. La serpiente -identificada con el diablo en gente dominante, vanidosa, egoísta, cegada por el
la tradición bíblica- aparece como la que propicia ansia de placer, etc. Pero vemos que eso es malo. Y
que Adán y Eva se decidan a iniciarse en el conoci- vemos también que podemos elegir ser así. Somos
miento del bien y del mal. Y eso no implica obrar libres. Podemos querer ir siempre a la nuestra, y
mal, pero es algo malo. Es malo porque el conoci- podemos "justificarlo" diciendo que muchos (o
miento del bien y del mal supone haber perdido la todos) obran así. Es igual. Si elegimos esa opción,
inocencia. Tras la caída, Adán y Eva son conocedo- nosotros estamos convirtiéndonos en ese tipo de per-
res del bien y del mal, pero no son puros (como apa- sona. Y somos responsables. Responsables de nues-
rece el Principito ante la serpiente en este capítulo): tra vida (los demás de la suya).
han perdido la inocencia, el Paraíso. Pero otra dimensión de la razón es la que viene sim-
En cualquier vida humana ocurre lo mismo. La bolizada en la segunda aparición de la serpiente. En
infancia es la edad de la pureza, de la inocencia, tam- el Apocalipsis, la Virgen María (nueva Eva) aplasta
bién de la ingenuidad. Pero eso es así hasta la cabeza de la serpiente. En la siguiente apa-
que el niño empieza a calibrar lo que está «El rición de la serpiente, el Principito
bien y lo que está mal. Entonces va muere. Ya hablaremos de eso más ade-
perdiendo la inocencia, o lo que es lo
conocimiento lante. No obstante, me parece de
mismo, empieza a tener uso de del bien y del interés observar desde ahora la
razón. Pienso que, en este sentido, nueva coincidencia: en ambos
la serpiente es símbolo precisa- mal supone haber casos la serpiente-razón provoca la
mente de la razón. muerte, la destrucción de la ino-
La razón plantea enigmas y los
perdido la cencia.
inocencia»

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XVIII. El respeto

Resumen. El Principito dirige a una especie de "huma-


atravesó el desierto y lo único nidad" abstracta, inexistente.
que encontró fue una flor con Quien merece respeto es mi
sólo tres pétalos, una flor de compañero de trabajo, quien
nada, a la que el Principito le viaja conmigo en autobús, mi
preguntó por los hombres. padre, mi hijo; en definitiva,
—¿Los hombres? Existen, creo, las personas concretas que con
seis o siete. Los vi hace años. nosotros viven o conviven o,
Pero nunca se sabe donde simplemente, se cruzan fugaz-
encontrarlos. El viento los mente en nuestro camino. Esta
mueve. Carecen de raíces. cuestión, importante, es un
aspecto de lo que se ha desarrollado en la filosofía
Comentario. Este capítulo y el siguiente cons- moderna bajo el epígrafe "diferencia".
tituyen temáticamente lo relativo a los primeros Para poder respetar se requiere un paso previo:
pasos del Principito en la Tierra, es decir, los pri- aceptar la diferencia. No se trata de comprender,
meros descubrimientos que hace una persona que mucho menos de apoyar. Se trata de algo mucho
está intentando madurar. más básico: admitir que somos diferentes y que,
La flor constituye un símbolo de un determinado por tanto, tenemos cualidades, actitudes, preferen-
modo de ser. Se trata de la gente que juzga a los cias, etc. muy diversos; y que lo que a nosotros nos
demás según el modelo de su propio modo de ser. entusiasma, a otros les importa un bledo.
Desde la óptica de la flor lo ideal, en el sentido de Cuando aceptamos la diferencia, las dificultades se
lo bueno, consiste en tener raíces. Por eso ve a los allanan. Pondré un ejemplo. Si describimos "obje-
hombres como faltos de algo importante: con el tivamente" el comportamiento de un bebé, consta-
defecto de carecer de ellas y ser arrastrados por el taremos que eructa, babea, ensucia lo que tiene a
viento. su alrededor, etc. Y eso que hace el bebé es nor-
Hace siglos expresó Séneca la idea de que homo mal, aceptando que él es lo que es. Lo que hace un
sacra res homini , el hombre es algo sagrado, y lo bebé estaría mal en un adulto. Pero el niño es dife-
que es sacro ha de ser tratado con reverencia. La rente: cualquier persona normal lo acepta. Eso no
persona ha de ser respetada, considerada siempre significa que me resulte agradable que me ensucie
como un fin, apostilla Kant . la ropa, pero lo entiendo. Puesto que comprendo
Conviene caer en la cuenta de que este respeto que que el bebé tiene un comportamiento determinado
el hombre merece será totalmente ineficaz si se (que, insisto, no tiene por qué resultarme simpáti-

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co) estoy en disposición de ponerme en su lugar, nueva dimensión igualmente importante: la necesi-
considerar el valor intrínseco de que el bebé está dad de valorar y de acoger. El hombre está hecho
dotado. Y eso es respetar. El respeto tiene su base para encontrarse con sus semejantes, para acoger-
en la comprensión de la diferencia de la persona a los amorosamente. Cuando esta tendencia se trun-
la que se respeta. ca, se amará a sí mismo y despreciará a los demás.
Por eso, cuando alguien no se siente comprendido, La mitología griega desarrolla este asunto con la
no se siente tampoco res- historia de Narciso, el
petado. El pretendido «La flor de este capítulo hermoso joven que no
respeto sin compresión tenía ojos ni oídos para
parece pobre. está sola, su incapacidad nadie que no fuese él
La flor de este capítulo mismo. Narciso se
está sola, su incapacidad
para acoger los diferentes caracteriza por la com-
para acoger los diferen- modos de ser o su placencia en sí mismo,
tes modos de ser o su la autosuficiencia que le
desinterés, la aíslan. desinterés, la aíslan» lleva a aislarse de tal
Capítulos atrás señala- modo que es incapaz
mos la necesidad que todo hombre tiene de ser incluso de reconocer el amor que la ninfa Eco le
acogido y valorado. Habría que añadir ahora una profesa.

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XIX. La vaciedad interior

Resumen. El Principito subió en la vida". Si la tomamos en su


a una montaña elevada con la acepción más honda, como
intención de ver desde allí todo equivalente a "tomar las riendas
el planeta y todos los hombres, de la propia existencia", tal
pero lo único que vio fue agujas como lo hemos hecho a lo largo
de rocas bien afiladas. Comenzó de esta obra, entonces el esfuer-
a hablar pero sólo respondía el zo ha de ser más duro. Nos va en
eco, repitiendo lo que él decía. ello no la vida, sino el sentido de
«¡Qué planeta tan curioso! la vida.
pensó entonces. Está todo seco, La segunda idea que me parece
todo puntiagudo, todo salado. Y destacable hace referencia al
los hombres carecen de imagi- eco. Al final del capítulo ante-
nación. Repiten lo que se les rior hacíamos referencia al mito
dice… En mi casa yo tenía una de Narciso y Eco, la ninfa que
flor: ella hablaba siempre la pri- había sido castigada por Hera a
mera…». no hablar nunca la primera y
sólo poder repetir las últimas
Comentario. El Principito va descubriendo palabras que había oído. El Principito al final de
poco a poco la aridez del mundo. La Tierra, el este capítulo interpreta el fenómeno del eco dicien-
mundo real en el que cada uno va forjando su pro- do que los hombres carecen de imaginación.
pia personalidad, aparece como seca, puntiaguda, Repiten lo que se les dice…
salada. Y aparece así tras el esfuerzo realizado Si volvemos al comienzo de la obra recordaremos
para descubrirla (para ver todo el planeta y todos al aviador, y su queja por que ninguna de las per-
los hombres). sonas mayores que conocía era capaz de saber lo
El camino hacia sí mismo es difícil. Ocurre que la que era su dibujo; es decir, ninguna tenía imagina-
vida no es un juego que uno abandona cuando ya ción. Aquí Saint-Exupéry subraya que una de las
no le divierte o empieza a irle mal porque las últi- cualidades de las personas mayores es el vacío
mas jugadas no han sido buenas o los otros juga- interior que se enmascara cuando la gente tiene
dores han sido más hábiles o malvados. Nuestros conversaciones vacías de significado, como hace
actos tienen consecuencias que arrastramos a lo el eco repitiendo lo que se dice.
largo del camino de la vida. El eco es alegoría de la vaciedad interior porque no
Situarse en la vida supone esfuerzo. En cualquier aporta nada al diálogo, es un mero sonido sin alma.
sentido que se le otorgue a la expresión "situarse Símbolo de conversación insustancial que sólo

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llena tiempo pero no enriquece a quienes dialogan, estriba en hablar con todo el mundo igual, puesto
donde no hay verdaderas preguntas ni respuestas. que eso es signo de no haber distinguido adecua-
Y no hay preguntas porque no se anhela el encuen- damente las personas con quienes nos relaciona-
tro con el otro, como ocurre con Narciso. O hay mos, de no haber creado distinto tipo de lazos, y,
preguntas que sólo son apariencias, ya que «cuan- en definitiva, de no tener un verdadero amigo…
do el que pregunta no se interesa en el asunto, es Si, por el contrario, establezco distintos planos y
que desprecia» , como ocurre una vez más con tengo un nivel de conversación dependiendo de la
Narciso y la personalidad narcisista. persona o el momento, es decir, con mi vecino
Incluso hay esquemas de conversación, es decir, hablo de fútbol, con la persona que coincido en el
conversaciones absolutamente predecibles. Baste ascensor, hablo del tiempo, pero con mis amigos
pensar en el intercambio de palabras entre dos hin- hablo de asuntos que tocan mi intimidad, entonces
chas de equipos de fútbol rivales, o los militantes la cosa cambia.
de partidos políticos diversos, o sobre el buen o El Principito, siempre pensando en su flor, se da
mal tiempo que hace últimamente, y así hasta la cuenta de que ella, la persona a la que ama, no es
saciedad. Este es un tipo de conversación no inte- así: siempre hablaba la primera, ella era original,
resante, vacía, que puedo tener con mi vecino en el creativa. El Principito va descubriendo aspectos
ascensor o con el camarero del bar. que, ciertamente son negativos y muy extendidos.
Como la realidad humana está cualitativamente Pero esos aspectos negativos no le llevan a la des-
diferenciada, podemos establecer en un esperanza sino a ver con mayor nitidez,
plano una conversación vacía, pero «El por el contraste, lo positivo que hay
si con una persona con la que se en el mundo. El Principito está
posee intimidad también man- Principito está madurando y por eso descubre
tenemos fundamentalmente
este tipo de conversaciones
madurando y por eso cualidades en la gente a la que
quiere. Está aprendiendo y
vacías, entonces hay peli- descubre cualidades en por eso está capacitado para
gro. El verdadero problema ver cosas que antes no veía.
la gente a la que quiere»

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XX. Acostumbramiento y devaluación

Resumen. Tras haber bueno y empezamos a


pasado por multitud de estar molestos por los
dificultades encontró un aspectos menos agrada-
camino que le condujo bles de la relación, por el
hasta un jardín de rosas hecho de que en la rela-
idénticas a la suya. En ese ción yo también he de
momento descubrió que su aportar algo. No todo es
rosa no era única en el uni- recibir.
verso, sino una rosa más, una rosa ordinaria. Sea como fuere, ocurre que la rosa, la persona
Entonces cayó en la cuenta de que con una rosa amada, pasa de ser única en el universo a ser una
ordinaria y tres pequeños volcanes (uno quizá más, una del montón. No pretendo ahora detener-
extinguido para siempre), no se podía considerar me en las causas ni en las posibles soluciones . Por
un gran príncipe. el contrario, me interesa subrayar la devaluación
Y, tendido en la hierba, lloró. de la persona amada y su efecto en el Principito.
Tras constatar que su rosa es una más, el Principito
Comentario. En este relato, la rosa es símbolo cae en la cuenta de que lo que él posee es bien
de la mujer amada. Por eso el jardín de rosas sim- poco: una rosa ordinaria y tres volcanes que no le
boliza el descubrimiento de las otras mujeres. Y llegan a la rodilla (uno de los cuales quizá extinto
ahora le parecen iguales a su rosa. para siempre). Lo primero que constata el
En un primer momento ocurre que la mujer amada Principito es que su mundo (no sólo su rosa, tam-
se nos aparece como única, irrepetible, absoluta- bién su mundo) queda devaluado. La conclusión
mente distinta y mucho mejor que todas las otras que se obtiene de todo ello es que no se puede
personas. Pero llega un momento en el que un enfa- decir que sea un gran príncipe…
do o la rutina hace que nos olvidemos de lo que la Observemos la cadencia de las ideas: la deprecia-
hacía tan especial y nos hace caer en la cuenta de ción de lo que antes era amado genera la deprecia-
que esta mujer, en el fondo, es como todas. La ción del mundo, de las cosas en relación a las cua-
expresión, dicha en tono peyorativo, ¡Todas las les se desarrolla la vida para, finalmente, generar
mujeres son iguales! manifiesta esta situación . una desvaloración de la propia existencia.
Diríamos que se ha roto el embrujo, se ha acaba- Y es que "todas las mujeres son iguales" sólo se
do el enamoramiento para entrar en la realidad. sostiene simultáneamente con "todos los hombres
Pero la rosa sigue siendo la misma, aunque haya son iguales" y, por tanto, no sólo ella es una más,
otras, ¿qué ha cambiado? quizá el modo de del montón, sino que necesariamente, él también
mirarla. Quizá nos hemos acostumbrado a lo es uno más, del montón.

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La idea expresada en este capítulo no es más que realzado. Si se deprecia al otro, el yo también
una concreción de lo que hemos dicho repetidas sufre.
veces: el hombre es un ser relacional y la rela- Por eso el Principito, tendido en la hierba, lloró.
ción tiene, por así decirlo, dos extremos: el yo y Porque el llanto expresa el hundimiento del mundo
el tú. Si se valora y aprecia al tú, el yo queda espiritual en el que había vivido.
«Ocurre que la rosa, la
persona amada, pasa de
ser única en el universo
a ser una más, una del
montón»

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