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Ley de seguridad interior

Establece el procedimiento con el que el presidente de México podrá ordenar la


intervención de las fuerzas armadas en algún punto del país, cuando se identifiquen
“amenazas a la seguridad interior” y las capacidades de las fuerzas federales o locales
resulten insuficientes para hacer frente a “la amenaza”.
1.- En el artículo 11 se establece que el presidente de la República podrá ordenar por sí o a
petición de las legislaturas de las Entidades Federativas, la intervención de la Federación
para la realización e implementación de Acciones de Seguridad Interior, es decir, una
intervención del Ejército y la Marina en zonas de conflicto.
Esto, cuando se identifiquen Amenazas a la Seguridad Interior, que “comprometan o
superen las capacidades efectivas de las autoridades competentes para atenderla”, o se
identifique “la falta o insuficiente colaboración de las entidades federativas y municipios en
la preservación de la Seguridad Nacional”.
3.- En el artículo 16, sin embargo, también se establece que “en aquellos casos en que las
amenazas representen un grave peligro a la integridad de las personas o el funcionamiento
de las instituciones fundamentales de gobierno”, el Presidente de la República, “bajo su
estricta responsabilidad”, podrá ordenar acciones inmediatas de las Fuerzas Armadas.
7.- En el artículo 15 se señala que al emitirse la declaratoria de Protección a la Seguridad
Interior, deberá fijarse el plazo de la intervención de las fuerzas armadas, “la cual no podrá
exceder de un año”.
“Agotada su vigencia, cesará dicha intervención, así como las Acciones de Seguridad
Interior a su cargo”, sin embargo, “las condiciones y vigencia de la Declaratoria de
Protección a la Seguridad Interior podrán modificarse o prorrogarse, por acuerdo del
Presidente de la República, mientras subsista la amenaza a la Seguridad Interior que la
motivó y se justifique la continuidad de las Acciones”.
La Ley de Seguridad Interior, que fue aprobada el pasado jueves en la Cámara de
Diputados, es una legislación en la que se define y detalla la actuación de las Fuerzas
Armadas en tareas de seguridad pública y define ante qué situaciones los militares pueden
actuar.
Desde hace 11 años, el entonces presidente de la República, Felipe Calderón, tomó la
decisión de sacar al Ejército de sus cuarteles para combatir al crimen organizado, sin
embargo, no existe aún un marco normativo de actuación para las fuerzas castrenses en
tareas de seguridad pública.
En esta ley, de tan sólo 34 artículos y cuatro transitorios, se detalla que la intervención de
las Fuerzas Armadas en estados y municipios deberá tener temporalidad y no podrán
excederse de un año; sin embargo, podrá prorrogarse por decisión del presidente si persiste
la amenaza a la seguridad interior. Además, el apoyo a los estados estará sujeto a la
colaboración de las entidades.
Un tema que provocó opiniones en contra, fue si habría represión por parte del Ejército
durante las protestas sociales, al considerarlas como una amenaza a la seguridad interior,
pero en este nuevo documento se incluyó, de manera expresa, la prohibición a que la Ley
de Seguridad Interior sea utilizada en manifestaciones sociales o políticas no violentas.
Se autoriza el uso legítimo de la fuerza a las Fuerzas Armadas y se prevé la utilización
racional y proporcional de técnicas, tácticas, métodos, armamento y protocolos de sus
elementos para controlar, repeler o neutralizar actos de resistencia, según sus características
y modos de ejecución.
Prevé un artículo donde se explica que en los actos realizados durante las intervenciones se
deberá “preservar, en todo momento y sin excepción los derechos humanos y sus
garantías”.
Pero también considera que en los actos de perturbación grave de la paz pública que ponga
a la sociedad en grave peligro o conflicto, podría haber suspensión de derechos.
Cuando las Fuerzas Armadas realicen Acciones de Seguridad Interior y se percaten de la
comisión de un delito, lo harán del inmediato conocimiento del Ministerio Público o de la
policía por el medio más expedito para que intervengan en el ámbito de sus atribuciones,
limitándose las Fuerzas Armadas a preservar el lugar de los hechos hasta el arribo de dichas
autoridades y, en su caso, a adoptar las medidas a su alcance para que se brinde atención
médica de urgencia a los heridos si los hubiere, así como poner a disposición de la
autoridad correspondiente a los detenidos, por conducto o en coordinación con la policía.
Las Fuerzas Federales y las Fuerzas Armadas desarrollarán actividades de inteligencia en
materia de Seguridad Interior en los ámbitos de sus respectivas competencias. Al realizar
tareas de inteligencia, las autoridades facultadas por esta Ley podrán hacer uso de cualquier
método lícito de recolección de información.
Mientras el Senado alista el debate y la ruta para el análisis de la Ley de Seguridad Interior,
que podría ser aprobada estos mismos días en la Cámara Alta, a las voces que piden
reconsiderar la iniciativa se sumaron la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) y Jan Jarab, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).
La "militarización" del país, la criminalización de las protestas sociales, entre otros, son
algunos temas que han causado preocupación también en opositores y organizaciones no
gubernamentales, mientras que quienes están a favor, defienden la necesidad de este marco
regulatorio.
Puntos clave
* Intervención de las Fuerzas Armadas en estados y municipios deberá tener temporalidad
y no podrán excederse de un año y estará sujeta a la colaboración de las entidades para
contribuir con la amenaza que existe a la seguridad interior.

* Las condiciones y vigencia de la Declaratoria de Protección a la Seguridad Interior


podrán modificarse o prorrogarse, por acuerdo del presidente de la República, mientras
subsista la amenaza a la Seguridad Interior que la motivó y se justifique la continuidad.

* La prohibición para que en la Ley de Seguridad Interior sea utilizada en manifestaciones


sociales o políticas no violentas.

* Define que el presidente de la República podrá ordenar por sí o a petición de las


legislaturas de las entidades federativas, o de su ejecutivo, la intervención de la federación
para la realización e implementación de acciones de seguridad interior en el territorio de
una entidad federativa.

Temas polémicos:
* Permanencia permanente en las calles de las Fuerzas Armadas (militarizar al país acusa
oposición y ONGs).
* Criminalizar protestas sociales, acusan.
* El presidente de la República podrá decretar intervención en cualquier caso que considere
riesgo para la seguridad interior sólo consultando al Consejo de Seguridad Nacional.

* Al realizar tareas de inteligencia, las autoridades facultadas por esta Ley podrán hacer uso
de cualquier método lícito de recolección de información.

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