LA SITUACIÓN DEL PETROLEO EN COLOMBIA

Históricamente para Colombia la extracción de crudo ha sido una buena fuente de ingreso
económico, aun asi este recurso no renovable no ha dado el impulso suficiente para sacar
al país del sub-desarrollo socio-económico. En su mayoría se debe a la gran competencia y
demanda internacional, sobre todo potencias como Arabia Saudita y Estados Unidos que
provocan un precio poco rentable y esto implica minimizar actividades para mantener una
proporción sustentable entre costo-producción. Ante esta problemática, en los últimos
años Colombia ha tenido un bajo rendimiento en el sector petrolero y esto le ha llevado a
optar por nuevas tecnologías de extracción de crudo, se trata de extraer este compuesto
en pozos no convencionales por medio de la inyección de agua a presión cargados con
sustancias químicas y toxicas, con el fin de aumentar la producción, esta práctica se conoce
como fracking.
Según los informes periodísticos Colombia ha tenido un crecimiento desfavorable respecto
al 2014, al ser Colombia un aliado de los Estados Unidos se ve afectado por cualquier
desbalance que este tenga en su economía, EE.UU incrementa sus reservas para tener un
largo abastecimiento afectando a Colombia en su exportación. Solo el hecho de hallar el
recurso requiere de grandes sumas de dinero, a ello se le suma la disminución del barril en
el exterior y esto justifica la necesidad de optar por nuevas alternativas que evidentemente
mantienen la dinámica económica de los países. Aunque esto es una buena alternativa en
cuanto a efectividad y eficiencia en la extracción del crudo, tiene sus contras y atenta
directamente con el bienestar del medio ambiente. Por este motivo el ministerio del medio
ambiente colombiano ha hecho estudios rigurosos para determinar la viabilidad de aplicar
esta práctica, y en sus avances ha otorgado el permiso a algunas empresas para gestionar
esta actividad que confiere de menos inversión y mayores beneficios económicos, a su vez
esto ha generado grandes controversias por el impacto que tiene, sobre todo porque no se
inspeccionan de manera regular estas actividades. La situación se basa en que el petróleo
cada vez es más difícil extraerlo y los que son de mejor calidad y con mejores yacimientos
requieren de esta alternativa para una menor inversión y poder obtener ganancias. Las
principales consecuencias de esta actividad radican en la contaminación de los acuíferos
por los fluidos vertidos, esto contamina a las aguas subterráneas que son fuente de
sostenimiento hídrico para algunas poblaciones, también se suma la emisión de sustancias
al atmosfera como metano y dióxido de carbono, la contaminación del suelo por la
infiltración de estas mezclas y al transporte de residuos y a descuidos que se deben tener
con el mantenimiento de las máquinas, además el cambio de sectores de extracción que
requiere la instalación de las estructuras y esto significa que hay que ocupar espacio natural,
todo lo que trata de las vías de acceso entre otras, y por último se puede mencionar que
esta práctica causa interacción entre las placas tectónicas.
Con este análisis nos encontramos entre la espada y la pared, en el sentido de que se hace
necesario mantener la dinámica económica de país, y hasta ahora hemos sido un país
petróleo-dependiente y esto nos ha llevado a que nuestro interés de desarrollo se centra
más en buscar alternativas para seguir explotando petróleo en vez de fortalecer la idea de
energías renovables, pienso que debe haber un equilibrio entre estos dos sistemas,
mientras exista un rígido control en las actividades de extracción petrolera se puede seguir
explotando con el fracking, pero creo que se debe implementar dentro de la misma práctica,
acciones que contrarresten los efectos de esta actividad y asi mantener cierto equilibrio en
el que las partes se favorezcan mutuamente, sin embargo, llegara un tiempo en el que la
explotación será más difícil e implicará más costos de inversión y consiguientemente traerá
efectos negativos en la economía nacional.
CRISTIAN MARTELO MUÑOZ