Está en la página 1de 31

Operación Cóndor

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Países participantes en la Operación Cóndor. Rojo: miembros activos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Paraguay, Uruguay). Rosa: miembros esporádicos (Colombia, Perú, Venezuela). Violeta: EEUU
La Operación Cóndor o Plan Cóndor es el nombre con el que es conocido el plan de coordinación
de operaciones entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América -Chile,
Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia- y con la CIA de los EE.UU.,[1] llevada a cabo en
las décadas de 1970 y 1980.
Enmarcada en la Doctrina Truman, esta coordinación se tradujo en "el seguimiento, vigilancia,
detención, interrogatorios con apremios psico-físicos, traslados entre países y desaparición o muerte
de personas consideradas por dichos regímenes como 'subversivas del orden instaurado o contrarias
al pensamiento político o ideológico opuesto, o no compatible con las dictaduras militares de la
región'".[1] El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la
práctica del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles
de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la
izquierda política.

Contenido
1 Antecedentes
2 Historia
3 Casos Notables
3.1 En Argentina
3.2 En Brasil
3.2.1 El secuestro de los uruguayos
3.2.2 El asesinato de João Goulart
3.3 En Chile
3.4 En Paraguay
3.5 En Uruguay
3.6 En Bolivia
3.7 Otros casos
4 Intervención de otros países
4.1 El rol de Estados Unidos
4.2 La conexión francesa
5 Consecuencias
5.1 Operación Silencio
6 Referencias
6.1 Notas
6.2 Bibliografía
7 Enlaces externos
8 Véase también

Antecedentes
Véanse también: Programa Phoenix, Informe Hinchey y CIA
En el marco de la Guerra Fría encuadrada en la América Latina, se establecieron muchas
operaciones destinadas a hacer desaparecer opositores y a usarlos como parte de la propaganda de
miedo como por ejemplo la Operación Fénix en Ecuador. Un antecedente directo de estas
operaciones fue el Decreto Noche y Niebla de Adolf Hitler.[2] Un historiador estadounidense
atribuye a un operativo de la CIA la organización de las primeras reuniones entre funcionarios de
seguridad uruguayos y argentinos para discutir la vigilancia de los exiliados políticos y también su
actuación como intermediaria en las reuniones entre los dirigentes de los escuadrones de la muerte
brasileños y los argentinos y uruguayos.[3]
Pero Estados Unidos hizo más que organizar los encuentros. La división de servicios técnicos de la
CIA suministró equipos de tortura a brasileños y argentinos (entre otros) y ofreció asesoramiento
sobre el grado de shock que el cuerpo humano puede resistir, señala también el mismo autor.[3]
En 2007, la profesora estadounidense Patrice McSherry, de la Long Island University, mediante un
documento secreto de la CIA, fechado en junio de 1976, confirma el secuestro y tortura de
refugiados chilenos y uruguayos en Buenos Aires. Según ella, dichos planes emanaron en los años
sesenta en la Escuela de las Américas y las Conferencias de Ejércitos Americanos, mediante las
cuales Estados Unidos enseñó a los oficiales instruidos en ellas, acciones "preventivas" (torturas) en
la región. Un documento desclasificado de la CIA con fecha 23 de junio de 1976, explica que ya "a
principios de 1974, oficiales de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia se
reunieron en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas en contra de blancos subversivos".
McSherry determinó que "(...) un documento de la CIA, con fecha del 23 de junio de 1976,
comprueba que un año antes del surgimiento oficial del Plan Cóndor, oficiales de seguridad de
Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia se reunieron en Buenos Aires para preparar acciones
coordinadas en contra de blancos subversivos".[4]
La Operación Cóndor fue un pacto criminal que se puso en marcha cuando se contó con una
verdadera red de dictaduras en el Cono Sur y en América Latina. El general Alfredo Stroessner
llevaba ya una década en el poder en Paraguay,-desde 1954- cuando los militares brasileños
derrocaron al gobierno democrático y popular de João Goulart, en 1964.Después de una serie de
golpes de Estado en Bolivia llegó al poder el general Hugo Bánzer en 1971. El 11 de septiembre de
1973, el general Augusto Pinochet y la Junta Militar ,terminó con el experimento socialista de un
gobierno elegido democráticamente, derrocando al presidente Salvador Allende, quien se suicidó en
la casa gubernamental bajo bombardeo. Coincidiendo con el plan general de “ajustar” el Cono Sur,
donde crecían movimientos populares de envergadura, también en 1973, se instaló la dictadura
cívico-militar en Uruguay y sólo tres años después, el 24 de marzo de 1976, una Junta Militar,
presidida por el general Jorge Rafael Videla, tomó el poder en Argentina, país en el cual había
comenzado a actuar la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) desde el 21 de noviembre de
1973, cuando Juan Domingo Perón todavía era presidente. La Triple A actuó en una coordinación
criminal, con la dictadura de Pinochet en Chile. Esto surgirá en las investigaciones sobre la
Operación Colombo, un modelo de guerra sucia que actuó en 1975.
El Plan Cóndor fue una operación similar a la estrategia de la tensión utilizada en Italia en los
setenta, la cual estaba dirigida por la llamada Operación Gladio, de la que Licio Gelli fue un
miembro.

Historia
El Plan Cóndor fue establecido el 25 de noviembre de 1975 en una reunión realizada en Santiago
de Chile entre Manuel Contreras, el jefe de la DINA (policía secreta chilena), y los líderes de los
servicios de inteligencia militar de Argentina (gobernada por Isabel Martínez de Perón), Bolivia,
Paraguay y Uruguay (estos últimos con gobiernos militares).[5]
A partir de 1976, la DINA chilena y su par argentino, la SIDE, fueron la vanguardia del Plan
Cóndor. Los "vuelos de la muerte", -también fueron ampliamente utilizados durante la Guerra de
Independencia de Argelia (1954-1962) por las fuerzas francesas, a fin de que los cadáveres, y por lo
tanto las pruebas, desaparecieran. También existieron muchos casos de tráfico de bebés en el
Proceso de Reorganización Nacional.
El 22 de diciembre de 1992, un volumen importante de información sobre la Operación Cóndor
salió a la luz cuando José Fernández, un juez de Paraguay, visitó una comisaría en el Lambaré
-conurbano de Asunción- para buscar archivos de un ex preso político. En su lugar se encontró con
lo que se conoció como los "archivos del terror", detalla el destino de miles de latinoamericanos
secretamente secuestrados, torturados y asesinados por los servicios de seguridad de Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.[6] Algunos de estos países han utilizado desde entonces
algunas partes de este archivo para procesar a ex oficiales del ejército. Los archivos cuentan 50.000
personas asesinadas, 30.000 desaparecidos y encarcelados 400.000.[7]
De acuerdo con estos archivos, otros países como Perú cooperaron en diversos grados,
proporcionando información de inteligencia en respuesta a las peticiones de los servicios de
seguridad los países del Cono Sur. A pesar de que Perú no se encontraba en la reunión secreta de
noviembre de 1975 en Santiago de Chile, hay pruebas de su colaboración con los regímenes del
Cono Sur. Por ejemplo, en junio de 1980, se conoció que el gobierno de Perú colaboró con agentes
argentinos del Batallón de Inteligencia 601 en el secuestro, tortura y desaparición de un grupo de
Montoneros que se encontraban exiliados en Lima.[8]
Los "archivos del terror" también revelaron la cooperación, en mayor o menor grado, de los
gobiernos de Colombia y de Venezuela (se supone que Luis Posada Carriles se encontraba en la
reunión secreta que ordenó el asesinato de Orlando Letelier con un coche bomba). Se ha alegado
también que la organización paramilitar colombiana conocida como Alianza Americana
Anticomunista puede haber cooperado con la Operación Cóndor. Brasil firmó el acuerdo más tarde
-en junio de 1976-, y se negó a involucrarse en acciones fuera de América Latina.

Casos Notables

Fotos de desaparecidos a causa de las dictaduras


El asesinato del general chileno Carlos Prats en Argentina y del ex ministro del gobierno de
Salvador Allende, Orlando Letelier en Estados Unidos, fueron partes de la operación [5], además
del atentado para asesinar en Roma a Bernardo Leighton, organizado por el terrorista italiano
Stefano Delle Chiaie, quien era un miembro de la Operación Gladio. Quien accionó la
ametralladora que hirió gravemente a Bernardo Leighton y a su esposa, fue el terrorista de origen
cubano Orlando Bosch Ávila, implicado con Luis Posada Carriles en el sabotaje con una bomba de
C4 de un avión de la Cubana de Aviación, que estalló frente a las costas de Barbados en 1976
(murieron 73 personas). En Madrid intentaron secuestrar a líderes del MIR chileno mientras que en
Roma operaron contra disidente políticos argentinos.
Los agentes de la Operación Cóndor actuaron tanto en países de América Latina como en Estados
Unidos y Europa.
Con Vincenzo Vinciguerra, el italiano Stefano Delle Chiaie ha hablado sobre los asesinatos de Prats
y Letelier; según él, participó en las dos operaciones, el ciudadano estadounidense Michael Townley
ex agente de la CIA. El terrorista cubano-estadounidense Luis Posada Carriles también participó en
la reunion en la que se decidió asesinar a Orlando Letelier, quien se había exiliado en Estados
Unidos de Norteamérica. Además, según investigaciones actuales, puede ser que Eduardo Frei
Montalva haya sido asesinado por veneno creado en la Colonia Dignidad.

En Argentina

Asesinato de Carlos Prats y su esposa en Argentina


Artículo principal: Proceso de Reorganización Nacional
El 30 de septiembre de 1974, en Buenos Aires, el retirado general del ejército chileno Carlos Prats
fue asesinado junto con su esposa Sofía Cuthbert, fuera de su propio departamento, por una bomba
activada a control remoto, tirando los desechos hasta el balcón planta novena del edificio de
enfrente.[9]
Según documentos secretos entregados a la prensa, el agente de la DINA Juan Morales Salgado
vigilaba los detalles de la vida de Prats y su esposa.[10] Días antes del atentado de Prats y su esposa
habían iniciado trámites secretos para dejar el país. El autor material del atentado fue el ciudadano
estadounidense Michael Townley, agente de la CIA
Sin embargo, las operaciones no siempre se trataron de asesinatos, también se ocupaban de la
captura y entrega de personas consideradas "sediciosas" o "subversivas" por los distintos regímenes
dictatoriales. Un caso de importante repercusión fue el del matrimonio Zaffaroni, quienes fueron
secuestrados y desaparecidos en Argentina el 27 de septiembre de 1976. Ambos fueron trasladados
al centro clandestino Automotores Orletti. Luego fueron trasladados a Uruguay.[11] Este caso tomó
relevancia en 1998 al ser encontrada la hija de la pareja, Mariana Zaffaroni Islas, quien había sido
apropiada por un agente de la Secretaría de Inteligencia.
En Brasil
La no necesidad de una actuación o intervención destacada de EE. UU. en Brasil prevaleció tras una
tradición por parte de esta última de dictadura militar conservada y afincada en el poder desde
Castelo Branco, pasando por los años más represivos con Emílio Garrastazu Médici, hasta la
apertura democrática realizada hacia el final de la dictadura de João Figueiredo en 1985.

El secuestro de los uruguayos


Artículo principal: El secuestro de los uruguayos
El evento con mayor reconocimiento internacional fue el objeto la represión de Uruguay en Brasil
en un evento que ocurrió en noviembre de 1978 y, más tarde conocida como la "O sequestro dos
uruguaios», es decir, "El secuestro de los uruguayos". En aquella ocasión, bajo el consentimiento
del régimen militar brasileño, altos oficiales del ejército uruguayo viajaron en secreto con dirección
a Porto Alegre, capital del Estado de Rio Grande do Sul. Allí secuestraron a una pareja de militantes
de la oposición política uruguaya, Universindo Rodríguez Díaz y Lilian Celiberti, junto con sus dos
hijos, Camilo y Francesca, 8 y 3 años de edad.
La operación ilegal fracasó cuando dos periodistas brasileños --el reportero Luiz Cláudio Cunha y el
fotógrafo João Baptista Scalco, de la sucursal de la revista Veja en Porto Alegre -- alertados por una
llamada telefónica anónima, fueron al departamento donde vivía el matrimonio, en el barrio del
Menino Deus de la capital gaúcha.[12] Allí, confundidos con compañeros de los uruguayos, los
periodistas fueron recibidos por hombres armados que mantenían retenida a Lílian. Universindo y
sus hijos ya habían sido llevados a Uruguay clandestinamente.[13] La inesperada llegada de los
periodistas rompió el sigilo de la operación, que rápidamente fue desmontada para llevar también a
Lílian a Montevideo.
En 1980, dos inspectores de la DOPS (Departamento de Orden Político y Social, una rama oficial
de la policía a cargo de la represión política durante el régimen militar) fueron condenados por la
Justicia brasileña, los hombres armados que habían detenido a los periodistas en el apartamento de
Lilian en Porto Alegre. Eran João Augusto da Rosa y Orandir Portassi Lucas (un ex jugador de
fútbol conocido como Didi Pedalada), ambos identificados como participantes en la operación de
secuestro por parte de los periodistas y la pareja de Uruguay, lo que sin duda confirma la
participación del Gobierno del Brasil en la Operación Cóndor. En 1991, a través de la iniciativa del
gobernador Pedro Simón, el Estado de Rio Grande do Sul reconoció oficialmente el secuestro de los
uruguayos y los compensó por él, inspirando al gobierno democrático del presidente Luis Alberto
Lacalle de Uruguay a hacer lo mismo un año después.[14]

El asesinato de João Goulart


Después de su derrocamiento, João Goulart se convirtió en el primer presidente brasileño, en morir
en el exilio. Murió mientras dormía en Mercedes, Argentina el 06 de diciembre 1976 de un supuesto
ataque al corazón. Dado que su cuerpo nunca fue sometido a una autopsia, la causa real de su
muerte sigue siendo desconocida.
El 26 de abril 2000 el ex gobernador de Río de Janeiro, Leonel Brizola sostuvo que los ex
presidentes de Brasil Joao Goulart y Juscelino Kubitschek fueron asesinados como parte de la
Operación Cóndor, y pidió la apertura de las investigaciones sobre sus muertes. Juscelino
Kubitschek murió en un accidente de coche.[15] [16]
El 27 de enero de 2008, el periódico Folha de São Paulo publicó una historia con una declaración de
Mario Neira Barreiro, ex miembro del servicio de inteligencia de la dictadura de Uruguay, y declaró
que Goulart fue envenenado, haciendo suyas las sospechas de Leonel Brizola. La orden de asesinar
a Goulart, según él, provenía de Sérgio Fleury, director del Departamento de Ordem Política e
Social (Departamento de Orden Político y Social) y la licencia para matar vino del presidente
Ernesto Geisel mismo.[17] [18] En julio de 2008, una comisión especial de la Asamblea Legislativa
de Rio Grande do Sul, estado de origen de João, dio a conocer un documento que dice que "las
evidencias de que João fue asesinado intencionalmente, con conocimiento del gobierno de Geisel,
son fuertes".[19]

En Chile
Artículo principal: Junta de Gobierno de Chile (1973)
Cuando Augusto Pinochet fue arrestado en Londres en 1998 en respuesta a la petición del
magistrado español Baltasar Garzón para su extradición a España, información relativa a la
Operación Cóndor fue revelada. Uno de los abogados que pidieron su extradición habló de un
intento de asesinar a Carlos Altamirano, líder del Partido Socialista de Chile: se afirmó que Pinochet
se reunió con el terrorista italiano Stefano Delle Chiaie durante el funeral de Franco funeral en
Madrid en 1975 para asesinar a Altamirano.[20] Pero como con Bernardo Leighton, quien fue
baleado en Roma en 1975 después de una reunión el mismo año en Madrid entre Stefano Delle
Chiaie, el ex agente de la CIA Michael Townley y anti-castrista Virgilio Paz Romero, el plan
finalmente fracasó.
El General Carlos Prats y su esposa fueron asesinados por la DINA chilena el 30 de septiembre de
1974 por un atentado con coche bomba en Buenos Aires, donde vivían en el exilio. En Chile, el juez
de instrucción de este caso, Alejandro Solís, determinó definitivamente el fin a la persecución de
Pinochet por este caso en particular después de que la Corte Suprema de Chile rechazó una
demanda para revocar su inmunidad judicial en enero de 2005. Los líderes de la DINA, entre ellos
el jefe Manuel Contreras, ex jefe de la operación y el general retirado Raúl Itturiaga Neuman, su
hermano Roger Itturiaga, y los ex-brigadieres Pedro Espinoza Bravo y José Zara, están acusados en
Chile de este asesinato. El agente de la DINA Enrique Arancibia Clavel fue condenado en
Argentina por el asesinato.
Otro objetivo fue Orlando Letelier, ex ministro del gobierno de Allende que fue asesinado por la
explosión de un coche bomba en Washington, el 21 de septiembre de 1976. Su asistente, Ronni
Moffitt, ciudadana de los EE.UU., también murió en la explosión. Michael Townley, el general
Manuel Contreras, ex jefe de la DINA, y el brigadier Pedro Espinoza Bravo, también antes de la
DINA, fueron condenados por los asesinatos. En 1978, Chile aceptó entregar Townley a los
EE.UU., a fin de reducir la tensión sobre el asesinato de Letelier. Townley, sin embargo, fue
liberado en el marco del programa de protección de testigos. La justicia de EEUU está a la espera
de Manuel Contreras y Pedro Espinoza a ser extraditado.
En un artículo publicado 17 de diciembre 2004 en el Los Angeles Times, Francisco Letelier, hijo de
Orlando Letelier, escribió que el asesinato de su padre fue parte de la Operación Cóndor, que se
describe como "un intercambio de inteligencia de red utilizado por seis dictadores del Sur de la
época para eliminar a los disidentes ". Francisco Letelier, declaró: "El asesinato de mi padre era
parte del Cóndor." Michael Townley ha acusado a Pinochet de ser responsable de la muerte de
Orlando Letelier. Townley confesó que había contratado a cinco cubanos anticastristas exiliados
para colocar la bomba en el coche de Letelier.

En Paraguay
Artículo principal: Historia_del_Paraguay#Dictadura_de_Stroessner
La larga dictadura de Alfredo Stroessner se convirtió en coetánea de los dictadores Jorge Rafael
Videla y Augusto Pinochet. Los Archivos del horror de Paraguay de 1992 constituyen una de las
evidencias más poderosas de la represiva dictadura paraguaya.
Según los Archivos del Terror descubiertos por Martín Almada, en la ciudad de Lambaré, Paraguay,
en 1992, el Plan Cóndor dejó un saldo de 50.000 muertos, 30.000 desaparecidos y 400 000 presos.
[6].

En Uruguay

Elegido democráticamente en 1971, Juan María Bordaberry disolvió las cámaras en 1973 e instauró una
dictadura que se extendería hasta 1985
Artículo principal: Dictadura cívico-militar en Uruguay (1973 - 1985)
Coincidentemente a la década de los 70, de acuerdo a los procedimientos habituales de las
dictaduras del Cono Sur en su declaración de gobernantes de facto, Juan María Bordaberry se
autonominó dictador prohibiendo al resto de los partidos políticos su existencia. En este país el
golpe de Estado se dio en el año 1973 y perduró hasta 1985, lapso en el que se asesinó, torturó,
encarceló, secuestró y desapareció a una gran cantidad de personas, bajo el argumento de la lucha
contra la "subversión". Previo a 1973, ya existían agentes de la CIA asesorando a las fuerzas de
seguridad uruguayas, cuyo ejemplo más conocido fue Dan Mitrione, quien enseñó métodos de
tortura a la policía en Uruguay.[21] [22] Previamente había enseñado estos métodos a los
comandantes militares sudamericanos en la "Escuela de las Américas" situada en Panamá. En
relación a su población, Uruguay fue el país que tuvo mayor número de presos políticos durante la
Operación Cóndor. La CNT del Uruguay (Central Nacional de Trabajadores) mantuvo una huelga
general por 15 días a raíz del golpe de Estado.

En Bolivia
Artículo principal: Gobiernos Militares en Bolivia (1964-1982)
La historia de los Gobiernos Militares en Bolivia (1964-1982) y de inestabilidad política facilitaban
en Bolivia una dictadura militar como la de Hugo Banzer propiciada hacia principios de los años
setenta.

Otros casos
El líder chileno del MIR, Edgardo Enríquez, fue "desaparecido" en Argentina, así como otros
dirigentes del MIR, Jorge Fuentes, Alexei Jaccard, chileno y suizo, y Ricardo Ramírez una red de
apoyo al Partido Comunista desmantelado en Argentina en 1977. Los casos de represión contra los
alemanes, españoles, los ciudadanos peruanos y los judíos también fueron divulgados. Los
asesinatos del ex presidente boliviano Juan José Torres y los ex diputados uruguayos Héctor
Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michelini en Buenos Aires en 1976 también formaron parte de la
Operación Cóndor. La DINA entró en contacto incluso con los terroristas croatas, neofascistas
italianos y del Sha SAVAK para localizar y asesinar a los disidentes.[23]
La Operación Cóndor estaba en su apogeo en 1976. Los exiliados chilenos en Argentina se vieron
de nuevo amenazados, y tuvieron que pasar a la clandestinidad o al exilio. Diplomáticos cubanos
fueron asesinados también en Buenos Aires en el famoso centro de detención Automotores Orletti,
una de las 300 prisiones clandestinas de la dictadura. Estos centros fueron gestionados por el Grupo
de Tareas 18 encabezado por el condenado por ladrón armado Aníbal Gordon, quien reportaba
directamente al comandante general de la SIDE , Otto Paladino. Automotores Orletti fue la base
principal de los servicios de inteligencia extranjeros que participan en la Operación Cóndor. Uno de
los sobrevivientes, José Luis Bertazzo, quien fue detenido allí por dos meses, identificó a
prisioneros chilenos, uruguayos, paraguayos y bolivianos que fueron interrogados por los agentes de
sus propios países. Es allí que la nuera del poeta Juan Gelman de 19 años fue torturada junto a su
esposo, antes de ser trasladados a Montevideo donde dio a luz a una beba (Macarena Gelman), que
fue robada de inmediato por oficiales del ejército uruguayo.[24]
De acuerdo con el libro de John Dinges Los años del Cóndor chilenos detenidos del MIR en el
centro de detención Orletti, le dijeron a José Luis Bertazzo que habían visto a dos diplomáticos
cubanos, Jesús Cejas Arias, de 22 años, y Crescencio Galañega de 26 años, torturados por el grupo
de Gordon e interrogados por un hombre que viajaba desde Miami a interrogarlos. Los dos
diplomáticos cubanos, encargados de la protección del embajador de Cuba en Argentina, Emilio
Aragonés, habían sido secuestrados el 09 de agosto 1976 en la esquina de la calle Arribeños y
Virrey del Pino por 40 agentes de la SIDE armados que bloquearon la calle con sus Ford Falcon, los
vehículos utilizados por las fuerzas de seguridad durante la dictadura. Según John Dinges el FBI y
la CIA fueron informados de las detenciones. El autor cita un cable enviado por el agente del FBI
en Buenos Aires, Robert Scherrer el 22 de septiembre de [[1976 en el que mencionó de pasada que
Michael Townley, más tarde condenado por el asesinato el 21 de septiembre de 1976 del ex ministro
chileno Orlando Letelier en Washington, había tomado parte de los interrogatorios de los dos
cubanos. El ex jefe de la DINA confirmó a la jueza federal argentina María Servini de Cubría en
Santiago de Chile el 22 de diciembre de 1999 que Michael Townley y el cubano Guillermo Novo
Sampoll estuvieron presentes en el centro Orletti, después de haber viajado desde Chile a Argentina
el 11 de agosto 1976 , y "cooperaron en la tortura y el asesinato de los dos diplomáticos cubanos".
El anticastrista y terrorista cubano Luis Posada Carriles también se jactó en su autobiografía, "Los
caminos del guerrero", del asesinato de los dos jóvenes.[24]

Intervención de otros países


El rol de Estados Unidos
Por los archivos desclasificados de la CIA, se supo que Manuel Contreras, jefe de la DINA en
Chile, fue invitado en 1975 al cuartel General de la CIA en Langley Virginia, por 15 días.[25]
Después de esa visita, Contreras aparece como "creador" de la Operación Cóndor. El periodista e
investigador Cristopher Hitchens sindica a Henry Kissinger como ideólogo de dicha operación.[26]
En febrero de 2004 John Dinges, periodista, publicó Los años del Cóndor: Cómo Pinochet y sus
aliados trajo el terrorismo a tres continentes [(The New Press, 2004)]. En este libro que revela
cómo los funcionarios militares uruguayos amenazaron con asesinar al congresista de EEUU
Edward Koch (luego alcalde de Nueva York) a mediados de 1976. A finales de julio de 1976, el jefe
de la CIA en Montevideo recibió información al respecto, pero se recomendó que la Agencia no
tomara ninguna medida porque los oficiales uruguayos (entre ellos el coronel José Fons, quien
estuvo en en septiembre de 1975 en la reunión secreta en Santiago de Chile, y el Mayor José Nino
Gavazzo, quien encabezó un equipo de oficiales de inteligencia que trabajaban en [[Argentina en
1976, donde fue responsable de la muerte de más 100 uruguayos) había estado bebiendo cuando se
hizo la amenaza. En una entrevista para el libro, Koch dijo que George HW Bush, el director de la
CIA en ese momento, le informó en octubre de 1976 - más de dos meses después, y después de que
fuera asesinado Letelier en Orlando - que su patrocinio de la legislación para cortar la ayuda
militar de EEUU a Uruguay por razones de derechos humanos había provocado a funcionarios de
la policía secreta a "poner un precio a su cabeza". A mediados de [[octubre de [[1976, Koch
escribió al Departamento de Justicia pidiendo la protección del FBI. Nunca fue proporcionada. A
fines de 1976, los coroneles Fons y Gavazzo fueron asignados a importantes cargos diplomáticos en
Washington, pero el Departamento de Estado obligó al gobierno uruguayo a retirar sus
nombramientos, con la explicación pública que "Fons y Gavazzo pueden ser objeto de publicidad
desagradable. " Koch recién tuvo conocimiento de las conexiones entre las amenazas en 2001.[27]
Un cable de 1978 del embajador de EEUU en Paraguay, Robert White, al Secretario de Estado
Cyrus Vance, fue publicado el 06 de marzo de 2001 por el diario The New York Times. El
documento fue liberado en noviembre de 2000 por el gobierno de Clinton en el marco del Proyecto
de Desclasificación de Chile. En el cable, el embajador White informó de una conversación con el
general Alejandro Fretes Dávalos, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Paraguay,
quien le informó que los jefes de inteligencia de América del Sur involucrados en Cóndor "[se
mantenían] en contacto unos con otros a través de una instalación de EEUU en la Zona del Canal de
Panamá que cubre[cubría] toda América Latina ". Según Dávalos, esta instalación era "empleada
para coordinar información de inteligencia de los países del Cono Sur". Robert White temía que la
conexión de EEUU con la Operación Condor podría ser revelados públicamente en el momento del
asesinato en Orlando del ex ministro chileno Orlando Letelier y su asistente estadounidense Ronni
Moffitt que estaba siendo investigado. White informó por un cable que "parece conveniente revisar
este acuerdo para asegurar que su continuación es del interés de EEUU".
El intercambio de información "[a través de télex] incluía la tortura técnica (por ejemplo, <<ahogo
seco>>, y reproducir las grabaciones de las víctimas que estaban siendo torturadas a su familia).
Esto demuestra que EEUU facilitó las comunicaciones para la Operación Cóndor, y ha sido
denominado por Patrice McSherry (Univ. de Long Island.) "otra prueba de peso que sugiere que el
ejército de EEUU y funcionarios de inteligencia apoyaron y colaboraron con Condor como socio
secreto o patrocinador."[28]
Los EEUU fue un miembro clave, siempre "proporcionó la organización, la inteligencia y
tecnológicos de asistencia financiera a la operación."[29]
Material desclasificado en 2004, señala que: Los documentos desclasificados muestran que
Kissinger fue informado sobre Cóndor y sus "operaciones de asesinato" el 5 de agosto de 1976, en
un informe de 14 páginas de Shlaudeman. "A nivel internacional, los generales de América parecen
nuestros chicos", advirtió Shlaudeman. "Somos identificados especialmente con Chile. No nos
puede hacer ningún bien." Shlaudeman y sus dos diputados, William Luers y Ryan Hewson,
recomendaron acciones. En el transcurso de tres semanas, redactaron un tenor con gestiones de
cautela, aprobado por Kissinger, en el que dio instrucciones a los embajadores de EEUU en el Cono
Sur para cumplir con los respectivos Jefes de Estado respecto del Plan Cóndor. Él les ordenó que
expresaran "nuestra profunda preocupación" acerca de "rumores" de "los planes para el asesinato de
subversivos, políticos y figuras prominentes tanto dentro de las fronteras nacionales de algunos
países del Cono Sur y en el Extranjero."[30]
En definitiva, la gestión nunca se realizó. Kornbluh y Dinges sugieren que la decisión de no enviar
la orden Kissinger se debió a un cable enviado por el Subsecretario Harry Shlaudeman a su adjunto
en Washington que establecía que "sólo tiene que instruir a los embajadores de no tomar ninguna
otra medida, señalando que no ha habido informes en algunas semanas que indiquen la intención de
activar el régimen Cóndor."[31] McSherry, añade: "De acuerdo con [el Embajador de EEUU en
Paraguay Robert] Blanco, las instrucciones del secretario de Estado no pueden ser ignoradas a
menos que haya una contraorden recibida a través de canales alternos secretos (de la CIA)."[32]
Kornbluh y Dinges llegan a la conclusión de que "El rastro de papel es claro: el Departamento de
Estado y la CIA tenía inteligencia suficiente para tomar medidas concretas para impedir el asesinato
planificado en la Operación Cóndor. Esas medidas fueron iniciadas, pero nunca se las implementó."
El adjunto de Shlaudeman, Hewson Ryan, más tarde reconoció en una entrevista oral que el
[[Departamento de Estado fue "negligente" en su manejo del caso. "Supimos muy pronto que los
gobiernos de los países del Cono Sur se enontraban planificando, o al menos hablando, algunos
asesinatos en el Extranjero en el verano de 1976. … Si hubiéramos intervenido, los podríamos
haber evitado esto, no lo sé ", afirmó en referencia al atentado Letelier-Moffitt. "Pero no lo
hicimos."

La conexión francesa
La periodista francesa Marie-Monique Robin encontró en los archivos del Quai d'Orsay, del
Ministerio francés de Asuntos Exteriores, el documento original que acredita un acuerdo de 1959
entre París y Buenos Aires que creó una "misión militar francesa permanente" de oficiales que
habían luchado en la Guerra de independencia de Argelia, y que estaba ubicado en las oficinas del
jefe del Estado Mayor del Ejército Argentino. El mismo continuó hasta que el socialista François
Mitterrand fue elegido presidente de Francia en 1981.[33] La periodista demostró como el gobierno
de Valéry Giscard d'Estaing colaboró en secreto con la junta militar de Jorge Rafael Videla en
Argentina y con el régimen de Augusto Pinochet en Chile.[34] Los primeros oficiales argentinos,
entre ellos Alcides López Aufranc, viajaron a París para asistir a cursos de dos años en la escuela
militar Ecole de Guerre en 1957, dos años antes de la Revolución Cubana y cuando ningún
movimiento guerrillero argentino existía.[33] "En la práctica", dijo Robin a Página/12, "La
llegada de los franceses a la Argentina conllevó a una ampliación masiva de los servicios de
inteligencia y de la utilización de la tortura como el arma principal de lucha contra la guerra contra
la subversión en el concepto de la guerra moderna. " Los "decretos de aniquilación" firmados por
Isabel Perón fueron inspirados en textos en lengua francesa. Durante la guerra de independencia de
Argelia, las fuerzas policiales fueron puestas bajo la autoridad del Ejército, y en particular de los
paracaidistas, quienes generalizaron las sesiones de interrogatorio, la utilización sistemática de la
tortura y las desapariciones.[33]
El 10 de septiembre de 2003, diputados del Partido Verde francés Noël Mamère, Martine Billard e
Yves Cochet solicitaron la constitución de una Comisión Parlamentaria sobre "el papel de Francia
en el apoyo de los regímenes militares en América Latina 1973-1984" ante Comisión de Relaciones
Exteriores de la Asamblea Nacional, presidida por Edouard Balladur. El único periódico que
informó al respecto fue el diario Le Monde.[35] Sin embargo, el diputado Roland Blum, a cargo de
la Comisión, se negó a escuchar Marie-Monique Robin, y en diciembre de 2003 publicó un
documento de 12 páginas descripto por Robin como de la mayor mala fe posible. Alegó que el
acuerdo no se habría firmado, a pesar del acuerdo que fue consignado por Robin en el Quai d'Orsay.
[36] [37]
Cuando el ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, viajó a Chile en febrero
de 2004, afirmó que no había habido cooperación entre Francia y los regímenes militares.[38]
La periodista Marie-Monique Robin dijo al períodico L'Humanité: "Los franceses han sistematizado
una técnica militar en el medio urbano que se copia y se pasa a las dictaduras latinoamericanas.".
[34] Los métodos utilizados durante la guerra de independencia de Argelia en 1957 se
sistematizaron y fueron exportados a la Escuela Superior de Guerra en Buenos Aires.[33] El famoso
libro de Roger Trinquier sobre la lucha contra la insurgencia tuvo una fuerte influencia en América
del Sur. Robin dice que se sorprendió al enterarse de que la agencia de inteligencia francesa
Direction de surveillance du territoire (DST) comunicaba a la DINA los nombres de los refugiados
que regresaban a Chile (Operación Retorno), todos los cuales fueron asesinados. "Por supuesto, esto
pone al gobierno francés en el banquillo, junto a Giscard d'Estaing, el entonces presidente de la
República. Yo estaba muy impresionada por la hipocresía de las autoridades diplomáticas de
Francia que, al mismo tiempo recibió refugiados políticos con los brazos abiertos, y colaboró con
las dictaduras."
El almirante argentino Luis María Mendía, quien teorizó la práctica de los "vuelos de la muerte",
declaró en enero de 2007 ante los jueces argentinos que un agente de la inteligencia francesa,
Bertrand de Perseval, había participado en el secuestro de las dos monjas francesas, Léonie Duquet
y Alice Domont, que fueron asesinadas más tarde. Perseval, quien hoy vive en Tailandia, negó
cualquier vínculo con el secuestro, pero admitió haber sido miembro de la OEA, y de haber
escapado de Argentina a partir de marzo 1962 cuando el Acuerdo de Evian que puso fin a la Guerra
de Independencia de Argelia(1954-1962). Refiriéndose al documental de Robin Marie Monique
titulado "El Escuadrón de la Muerte - la escuela francesa" (Les escadrons de la mort - l'école
française), Luis María Mendía solicitó a la Corte Argentina que el ex presidente francés Valéry
Giscard d'Estaing, el ex primer ministro francés Pierre Messmer, ex embajador francés en Buenos
Aires François de la Gorce, y todos los funcionarios en su lugar en la embajada francesa en Buenos
Aires entre 1976 y 1983 fueran citados ante el tribunal.[39] Además de esta conexión francesa "que
también ha acusado a la ex jefa de Estado argentina Isabel Perón y a sus ex ministros Carlos
Ruckauf y Antonio Cafiero, quien había firmado el "decreto contra la subversión" antes del golpe
de Estado de 1976. Según la sobreviviente de la ESMA, Daleo Graciela, esta es otra táctica que
afirma que estos crímenes fueron legitimados por la Ley de Obediencia Debida de 1987, y que
también fueron cubiertos por el "decreto contra la subversión" de Isabel Perón(los cuales instan a
aniquilar el accionar de los elementos subversivos[40] )[41] Alfredo Astiz también refirió a los
tribunales acerca de la "conexión francesa".[42]

Consecuencias
Operación Silencio
La "Operación Silencio" fue una operación para obstaculizar las investigaciones de los jueces
chilenos mediante la eliminación de los testigos, que comenzó alrededor de un año antes de que los
"archivos del terror" se encuentren en Paraguay.
En abril de 1991 Arturo Sanhueza Ross, vinculado al asesinato del líder del MIR Jecar Neghme en
1989, abandonó el país. Según el Informe Rettig, la muerte de Jecar Neghme se llevó a cabo por
agentes de inteligencia de Chile.[43] En septiembre de 1991 Carlos Herrera Jiménez, quien mató al
sindicalista Tucapel Jiménez, también dejó el país.[44] En octubre de 1991 Eugenio Berríos, un
químico que había trabajado con Michael Townley agente de la DINA, es acompañado de Chile a
Uruguay por agentes de la Operación Cóndor, para escapar a testificar en el caso Letelier. Utilizó
pasaportes argentino, uruguayo, paraguayo y brasileño, aumentando las preocupaciones que la
Operación Cóndor no estaba muerta. En 1995, Berríos fue encontrado muerto en El Pinar, cerca de
Montevideo (Uruguay), sus asesinos habían tratado de tornar imposible la identificación de su
cuerpo. En enero de 2005, Michael Townley, quien ahora vive en los EEUU bajo el programa de
protección de testigos, reconoció a los agentes de la Interpol los vínculos entre la DINA y el centro
de detención Colonia Dignidad[7], que fue fundada en 1961 por Paul Schäfer, un nazi, detenido en
marzo de 2005 en Buenos Aires, y condenado por cargos de violación de menores. Townley
también facilitó información sobre la Colonia Dignidad y el Laboratorio de guerra bacteriológica
del Ejército. Este último laboratorio habría sustituido al antiguo laboratorio de la DINA en la Vía
Naranja, donde trabajó con Michael Townley el asesino químico Eugenio Berríos. La toxina con la
que presuntamente mataron en 1982 al Demócrata Cristiano Eduardo Frei Montalva pudo haber
sido realizada en este nuevo laboratorio en la Colonia Dignidad, según el juez que investiga el caso.

Referencias
Notas
1. ↑ a b "Coordinación regional" y participación de los "máximos estamentos del poder". El
Plan Cóndor formaba parte de la política estatal.
2. ↑ Martorell, Francisco (1999). Lom Ediciones. ed. Operación Cóndor, el vuelo de la muerte:
la coordinación represiva en el Cono Sur. pp. 247. ISBN 9789562822312.
3. ↑ a b A.J. Languth, Hikden Terrors New York, Pantheon, Nueva Yor 1978, pag. 251
4. ↑ Documentos de la CIA fechan el inicio de Operación Cóndor dos años antes de su creación
oficial
5. ↑ .Condor legacy haunts South America, BBC, June 8, 2005
6. ↑ "Paraguay's archive of terror". By Mike Ceaser. March 11, 2002. BBC.
7. ↑ Martín Almada, "Paraguay: The Forgotten Prison, the Exiled Country"
8. ↑ «Peru: Socio de Cóndor». Consultado el 15-12-2006.
9. ↑ Cómo fue el asesinato del general Prats en la Argentina Diario Clarín 12 de mayo de 2000
10.↑ Documento clave revela cómo la DINA investigó a Prats La Nación Sábado 23 de junio de
2007
11.↑ The National Security Archive (29 de septiembre de 1976). George Washington (ed.):
«Handed down to OCOAS».
12.↑ CUNHA, Luiz Cláudio. Sucesso de investigação. In: Fernando Molica (org.) 10
reportagens que abalaram a ditadura. Sao Paulo: Record, 2005, pp. 117-248. Vieja también
las sequitas ediciones de la revista VEJA: 20 oct 1978; 29 nov 1978; 27 dic 1978; 17 ene
1979; 15 feb 1979; 18 jul 1979; 24 oct 1979; y 11 jun 1980
13.↑ CUNHA, Luiz Cláudio. Por que sou testemunha de acusação deste seqüestro. Playboy,
No. 52, nov 1979, pp. 127-131 e 164-168.
14.↑ CUNHA, Luiz Cláudio. O seqüestro de Lilian e Universindo - 15 anos depois. A farsa
desvendada. Zero Hora, Caderno Especial, Nov. 22, 1993, 8 p. Also see O Seqüestro dos
Uruguaios - 15 anos depois. RBS Documento. Video produced and presented by RBS TV,
Porto Alegre, November 1993
15.↑ Brasil examina su pasado represivo en la Operación Cóndor, El Mostrador, 11 May 2000
16.↑ Operación Cóndor: presión de Brizola sobre la Argentina, El Clarín, 6 May 2000
17.↑ [1]
18.↑ [2]
19.↑ "Há fortes indícios de que Jango foi assassinado com conhecimento de Geisel". Carta
Maior, July 17, 2008.
20.↑ Las Relaciones Secretas entre Pinochet, Franco y la P2 - Conspiracion para matar, Equipo
Nizkor, February 4, 1999
21.↑ New Times (Broward-Palm Beach, FL, 11 de agosto de 2005)
22.↑ "Dan Mitrione, un maestro de la tortura", Clarín, 2 de septiembre de 2001
23.↑ Los crímenes de la Operación Cóndor, La Tercera, 2001.
24.↑ a b Automotores Orletti el taller asesino del Cóndor, Juventud Rebelde, January 3, 2006
(mirrored on El Correo.eu.org /(en francés)
25.↑ CIA documents confirm: Chile's secret police chief worked for Washington International
Committee of the Fourth International (ICFI) Bill Vann 27 de septiembre de 2000
26.↑ ', tal como puede apreciarse a partir de los archivos desclasificados por Estados Unidos, la
cantidad de juicios abiertos en el Cono Sur, el descubrimiento de los Archivos del horror de
Paraguay (1992), la aparición del libro The Trial of Henry Kissinger, del periodista e
investigador británico Cristopher Hitchens, tan revelador como otros libros y documentos
acumulados en los últimos tiempos sobre el papel del ex secretario de Estado de dos
gobiernos de su país, los de los republicanos Richard Nixon y Gerald Ford: "Kissinger y su
equipo idearon el proyecto destinado a asesinar al general chileno René Schneider, que no
sólo era líder de las Fuerzas Armadas de Chile sino que no hubiera aceptado el golpe de
Estado", dice Hitchens, en una entrevista con el corresponsal de Página 12 en París. Agrega:
"Se trata de una atrocidad absoluta y nosotros contamos con todos los detalles del atentado
planeado por Kissinger y que le costó la vida a Schneider. Hay que decir también que se
trata de una atrocidad contra la democracia chilena. Durante 25 años Kissinger impidió que
los chilenos eligieran a su presidente". más en
[www.archivochile.com/Imperialismo/us_contra_chile/UScontrach0042.pdf Documentación
demuestra la intervención de Kissinger en el golpe de Estado de Pinochet]
27.↑ «Ed Koch Threatened with Assassination in 1976». National Security Archive (18 de
febrero de 2004). Consultado el 15-12-2006.
28.↑ «Operation Condor: Cable Suggests U.S. Role». National Security Archive (6 de marzo de
2001). Consultado el 15-12-2006.
29.↑ [3]
30.↑ [4]
31.↑ Peter Kornbluh; John Dinges (10 de junio de 2004). «Kornbluh / Dinges Letter to Foreign
Affairs». The National Security Archive.
32.↑ J. Patrice McSherry (Spring 2005). «The Undead Ghost of Operation Condor». Logos: a
journal of modern society & culture. Logosonline. Consultado el 26-06-2007.
33.↑ a b c d Argentine - Escadrons de la mort : l’école française, interview with Marie-Monique
Robin published by RISAL, October 22, 2004 available in French & Spanish (“Los métodos
de Argel se aplicaron aquí”, Página/12, October 13, 2004
34.↑ a b Conclusion of Robin Marie-Monique Escadrons de la mort, l'école française (en
francés)
35.↑ MM. Giscard d'Estaing et Messmer pourraient être entendus sur l'aide aux dictatures sud-
américaines, Le Monde, September 25, 2003
36.↑ « Série B. Amérique 1952-1963. Sous-série : Argentine, n° 74. Cotes : 18.6.1. mars 52-
août 63 ».
37.↑ RAPPORT FAIT AU NOM DE LA COMMISSION DES AFFAIRES ÉTRANGÈRES
SUR LA PROPOSITION DE RÉSOLUTION (n° 1060), tendant à la création d'une
commission d'enquête sur le rôle de la France dans le soutien aux régimes militaires
d'Amérique latine entre 1973 et 1984, PAR M. ROLAND BLUM, French National
Assembly
38.↑ Argentine : M. de Villepin défend les firmes françaises, Le Monde, February 5, 2003
39.↑ Disparitions: un ancien agent français mis en cause, Le Figaro, February 6, 2007
40.↑ Decreto 2772/75 (Argentina)
41.↑ “Impartí órdenes que fueron cumplidas”, Página/12, February 2, 2007
42.↑ Astiz llevó sus chicanas a los tribunales, Página/12, January 25, 2007
43.↑ Neghme Cristi Jecar Antonio, Memoria Viva,
44.↑ Sanhueza, Jorge Molina.«El coronel que le pena al ejército», La Nación, 25 de septiembre
de 2005. Consultado el 15-12-2006 (en Spanish).

Bibliografía
• Calloni, Stella (2006). Operación Cóndor: pacto criminal. La Habana: Ciencias Sociales.
• Calloni, Stella (1994). «Los Archivos del Horror del Operativo Cóndor». CovertAction
Traducción Equipo Nizkor (.). [8].
• Dinges, John (2004). Operación Cóndor: una década de terrorismo internacional en el
Cono Sur. Santiago de Chile: Ediciones B. ISBN 956-7510-96-2 Resúmen.
• Equipo Nizkor: Operación Cóndor
• Nilson, Cezar Mariano; Operación Cóndor. Terrorismo de Estado en el cono Sur. Lholé-
Lumen; Buenos Aires, 1998.
• Paredes, Alejandro. La Operación Cóndor y la guerra fría.. Universum. [online]. 2004,
vol.19, no.1, p.122-137. ISSN 0718-2376.
• A.J. Languth, Hikden Terrors New York, Pantheon, Nueva Yor 1978, pag. 251
• Informes, documentos, estudios y artículos
• Gutiérrez Contreras, J.C. y Villegas Díaz, Myrna. Derechos Humanos y Desaparecidos en
Dictaduras Militares, KO'AGA ROÑE'ETA se.vii (1999) - Previamente publicado en
"Derecho penal: Implicaciones Internacionales", Publicación del IX Congreso Universitario
de Derecho Penal, Universidad de Salamanca. Edit. Colex, Madrid, marzo de 1999
• Informe de la Comisión Nacional sobre prisión política y tortura. Santiago de Chile,
Ministerio del Interior – Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, 2005.
• John Dinges, "The Condor Years: How Pinochet and His Allies Brought Terrorism to Three
Continents" (The New Press, 2004)
• Peter Kornbluh, The Pinochet File: A Declassified Dossier on Atrocity and Accountablity
(New Press).

Enlaces externos
• Contreras cuenta sus relaciones con la CIA y con el mundo que lo rodea en Punta Peuco
• Providencia por la que el Magistrado Juez Baltasar Garzón solicita ampliación de rogatoria a
Paraguay para la obtención de documentos relacionados con la "Operación Cóndor"
• Historia de los Archivos del Terror
• Operación Cóndor. 1992: El "Archivo del Terror" resucita fantasmas de décadas anteriores,
artículo de José María Amarilla (Reuters), en la web del Senado mexicano
• Democracy in the light of Dictatorship, artículo de Alain Touraine para la UNESCO (en
inglés)
• The archives of terror (en inglés)
• La Operación Cóndor y la Guerra Fríaartículo de Alejandro Paredes, Instituto de Estudios
Humanísticos "Juan Ignacio Molina", Universidad de Talca - Chile. Revista Universum Nº
19 Vol.1:122 - 137, 2004
• EE.UU. gestó Operación Cóndor, revelan documentos desclasificados
• Documentos de la CIA desvelan que la Operación Cóndor se creó dos años antes de lo que
se creía
• Descubren en Argentina documentos que implican a autoridades en la represión

Véase también
• Juicios por Delitos de Lesa Humanidad
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_C%C3%B3ndor"

Categorías: Operaciones de la CIA | Terrorismo de Estado | Historia de América del Sur | Dictadura
cívico-militar en Uruguay | Proceso de Reorganización Nacional | Crímenes contra la humanidad |
Dictadura de Brasil 1964-1985 | Intervención Norteamericana en Chile | Régimen Militar de Chile

Esta página fue modificada por última vez el 9 mar 2011, a las 20:39
versión texto | escríbanos | ayuda

América Latina Sábado, 21 de julio de 2001 - 01:02 GMT


Todo sobre el Plan Cóndor

Cuando los militares dan el golpe en Argentina


en 1976, el Plan Cóndor ya estaba en marcha
A comienzos de la década del 90 se descubren en Paraguay los documentos
secretos de la policía política paraguaya.

Pero estos documentos, que ganaron el macabro nombre de "los archivos del
terror", no sólo informaban del accionar de esa fuerza, sino que revelaban la
coordinación de los gobiernos militares sudamericanos durante las décadas de
1970 y 1980 para perseguir a los opositores políticos.
Martín Almada, uno de los abogados paraguayos que
descubrió los archivos, explicó a la BBC la naturaleza de la
información hallada en Asunción.
"En los archivos secretos se descubrió un documento que
tiene el título de 'Reunión de Inteligencia', que yo bauticé
como el acta de nacimiento del operativo Cóndor".
"Este documento es una síntesis de la reunión en Santiago
de Chile a fines de noviembre, comienzos de diciembre de
1975. Se plasma en los papeles lo que ya se venía actuando
en la práctica", sostuvo Almada. Los documentos
secretos
Coordinación previa paraguayos
destaparon el Plan
La periodista chilena Patricia Verdugo, autora de los libros Cóndor.
"Los Zarpazos del Puma", sobre la Caravana de la Muerte, e
"Interferencia Secreta", sobre el golpe de Estado encabezado por Augusto
Pinochet, coincide con Almada en que la coordinación entre gobiernos había
comenzado antes.
"Podemos decir que ya en el año 74, los esbozos de la
Operación Cóndor están a la vista".
"En septiembre de 1974 es asesinado en Buenos Aires, el
general Carlos Prats, ex comandante en jefe del ejército.
Para esa operación, agentes de la DINA chilenos se
movilizaron a Buenos Aires y contaron, obviamente, con la
colaboración argentina", señala Verdugo.
Para Angélica Prats, hija del ex militar chileno que se había
opuesto al golpe militar, el atentado en la capital argentina
El asesinato de Carlos Prats fue
una de las primeras acciones
del Plan Cóndor.
muestra la coordinación entre servicios de inteligencia.
"Nosotros creemos que el asesinato de nuestro padre fue probablemente la
primera incursión que hubo en este acuerdo para actuar. No dudamos de que
los servicios chilenos jamás podrían haber actuado sin la aprobación de algún
sector de los servicios argentinos", dice.
Los objetivos del Cóndor
Susana García Iglesias, abogada argentina colaboradora del
juez español Baltazar Garzón, describió a la BBC cómo Los opositores
funcionaba la coordinación: políticos eran
"Los opositores políticos eran detenidos en cualquier país y detenidos en cualquier
luego, al ser reclamados por las autoridades represivas de país y luego, al ser
cada gobierno, eran trasladados a su país de origen". reclamados por las
autoridades represivas
"Esta colaboración implicaba evidentemente el de cada gobierno, eran
desconocimiento de las fronteras. Lo digo especialmente trasladados a su país
porque muchos de ellos en los últimos tiempos, a la hora de de origen
ser juzgados, apelan al argumento de la soberanía
nacional".
Patricia Verdugo destaca que estas acciones iban más allá Susana García Iglesias,
de las fronteras sudamericanas. abogada argentina
"Vemos en el año '75 que se opera en Italia, al intentar matar a Bernardo
Leighton, un alto dirigente del partido Demócrata Cristiano de Chile, que
estaba exiliado en Roma".
"Y en el año 76 estamos viendo la Operación Cóndor en
pleno, cuando actúa la coordinación chileno-paraguaya para
poder llevar a los asesinos a Washington y en septiembre
matar al ex canciller chileno Orlando Letelier".
Pero Sergio Onofre Jarpa, ex ministro del gobierno de
Pinochet, negó a la BBC que los servicios de inteligencia de
Chile estuvieran involucrados en estos atentados.
"Al que menos le convenía cualquier atentado realizado por
agentes terroristas afuera de Chile era al gobierno de
Los servicios secretos de
Augusto Pinochet, menos en ese momento, porque eso traía Pinochet son acusados de
problemas internacionales y mucho mayor rechazo, interno y actuar en varios países,
inclusive EE.UU e Italia.
externo, al gobierno militar que mandaba en Chile".
La influencia brasileña
La intervención
Además de los archivos encontrados en Paraguay, otro de brasileña fue muy
los documentos clave es el que el agente del FBI Robert fuerte en Chile. Como
Scherrer envió desde Buenos Aires a sus superiores en inspiración para el
Estados Unidos en septiembre de 1976, que revelaba la golpe militar y después
existencia del Plan Cóndor. como entrenamiento
Pero Loyola Guzmán, esposa de un desaparecido boliviano y de militares chilenos
presidenta de la Organización de Desaparecidos en ese en aspectos tácticos de
país, insistió a la BBC que la colaboración entre gobiernos la represión y en la
militares se remonta a mucho antes. aplicación de torturas

"Hay un antecedente del plan Cóndor en el asesoramiento


que dio la dictadura brasileña a otros países. Hay que Jair Krichke,
presidente del
Movimiento Justicia y
Derechos Humanos de
Río Grande del Sur
recordar que Brasil ya desde 1964 comienza a vivir un régimen dictatorial".
"En nuestro caso concreto, Brasil ofreció ayuda y asesoramiento al gobierno
militar que había subido al poder el 21 de agosto del '71, liderado por el
entonces coronel Hugo Bánzer Suárez.
Carlos Tiburcio, vicepresidente de la Organización anti-tortura "Nunca Más" de
Brasil, explicó que la presencia brasileña también se hacía sentir en el Chile de
Salvador Allende.
"Yo estaba exiliado en Chile y en la época del gobierno de Allende, la represión
brasileña ya estaba presente en Santiago", aseguró.
"Los que estábamos en Chile teníamos noticia de la presencia de militares y
agentes de la represión que filmaban y fotografiaban a los brasileños que
participaban de las manifestaciones políticas, para que en el caso de volver a
Brasil, pudieran ser detenidos y muertos como algunos lo fueron", recuerda
Tiburcio.
Inspiración y entrenamiento
Jair Krichke, presidente del Movimiento Justicia y Derechos Humanos de Río
Grande del Sur, le dijo a la BBC que el gobierno militar brasileño fue más allá
de filmaciones y fotografías de exiliados en Chile.
"La intervención brasileña fue muy fuerte en Chile. Como inspiración para el
golpe militar y después como entrenamiento de militares chilenos en aspectos
tácticos de la represión y en la aplicación de torturas".
Pero Brasil no se limitaba a asesorar a otros gobiernos, sino que recibía a
agentes de otros países en su territorio para perseguir a opositores políticos,
según el exiliado uruguayo Universindo Díaz, detenido y torturado en Porto
Alegre.
"A mí me llevaron a la sede de la policía secreta y comenzaron a golpearme
brutalmente. Me colgaron del techo y me dieron picana mientras me
interrogaban. Los agentes brasileños me pegaban y había agentes uruguayos
que me interrogaban".
La justicia argentina pidió a comienzos del año pasado información a Brasil,
sobre el destino de tres argentinos desaparecidos en ese país.
Según los informes de la CONADEP, la comisión argentina que investigó las
despariciones durante el gobierno militar, al menos doce argentinos fueron
desaparecidos en Brasil.
La colaboración habría sido mutua. Jair Krichke cree que nueve brasileños
desaparecieron en Argentina.
Los otros países
Según los testimonios, el gobierno militar de Brasil fue el que mostró el camino
a los regímenes de facto. Chile fue la sede donde el Plan
Cóndor se diseñó.
Por su parte, Argentina fue el país sudamericano donde más
desapariciones se produjeron. La CONADEP publicó en su
informe de 1984 más de 9.000 casos, pero organismos de
derechos humanos sostienen que hubo 30.000.
En este esquema, también habrían cumplido una función los

América del Sur aún llora las


consecuencias de la alianza
militar regional.
otros tres países.
Para el abogado paraguayo Martín Almada, su país fue el archivo:
"Leyendo los archivos del terror, uno descubre que Paraguay era más o menos
como el banco de datos del Plan Cóndor. Por eso están los papeles de Cóndor
en Paraguay".
Militantes políticos argentinos exiliados en Paraguay también han señalado que
en diferentes ocasiones fueron detenidos en ese país por la policía local, pero
terminaron siendo interrogados por agentes de Argentina.
Acción efectiva
El analista político boliviano Carlos Mesa le dijo a la BBC que la participación de
su país fue menor, pero no por eso menos importante.
"Bolivia tuvo importancia sobre todo para suministrar tanto a Chile como a
Argentina información sobre el movimiento de lo que entonces se llamaba
'subversivos' argentinos y chilenos dentro del territorio boliviano".
"Además, el gobierno militar boliviano garantizó que en caso de ser detenidos,
estos 'subversivos' serían entregados, como sucedió en algunos casos, a los
gobiernos de esos países".
El ex gobernante militar y civil de Bolivia, Hugo Bánzer, ha
negado sistemáticamente la existencia del Plan Cóndor.
Por su parte, Samuel Blixen, periodista uruguayo que
investigó a fondo la alianza militar regional, describió a la
BBC la función de su país.
"La participación uruguaya consistió
fundamentalmente en el traslado de La particularidad de
comandos uruguayos a Argentina, que se los militares uruguayos
dedicaron a buscar, secuestrar, torturar y es que estaban a sueldo Hugo Bánzer ha negado
desaparecer a exiliados uruguayos en del ejército argentino sistemáticamente la existencia
del Plan Cóndor.
Argentina".
"A su vez, algunos oficiales argentinos
operaron en Uruguay para secuestrar Samuel Blixen,
gente en Uruguay y trasladarla a periodista uruguayo
Argentina".
"La particularidad de los militares uruguayos es que estaban a sueldo del
ejército argentino", destacó Blixen.
Uruguay parece constituir un ejemplo claro de lo efectiva que fue la
coordinación entre los militares sudamericanos. Mientras 32 uruguayos
desaparecieron en su propio país, más de 150 desaparecieron en Argentina,
ocho en Chile y dos en Paraguay.
La larga mano del Plan Cóndor también alcanzó a dos legisladores uruguayos,
Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, asesinados en Buenos Aires en 1976.
La Caravana de la Muerte

• La Misión
• La Comitiva de los Responsables
• La Renuncia de un General
• Historia Procesal

La Misión

Al instaurar la Junta Militar en Santiago, Augusto Pinochet tornó su


atención a sus mandos en provincia, donde autoridades civiles y
militares se conocían más estrechamente, quienes no ejercían la
misma mano dura ya conocida y temida en la Capital. Para asegurar
que los comandantes blandos provinciales acataran la política
represiva de la Junta, Pinochet encomendó al General Sergio Arellano
Stark la misión especial de "uniformar criterios de administración de
justicia y acelerar procesos" de los prisioneros políticos. Para facilitar
su tarea, Pinochet le designó "Oficial Delegado del Comandante en
Jefe del Ejército y Presidente de la Junta de Gobierno," otorgándole a
Arellano autoridad para actuar en su nombre.

En 1999, Arellano explicó al Ministro de Fuero Juan Guzmán el


propósito de su delegación:

"La preocupación fundamental era que todos los


procesados pudieran tener una defensa adecuada.
Además que no se abusara del poder que se tenía en
esos momentos, para dejar una buena imagen de las
Fuerzas Armadas en la población civil."

No obstante el declarado propósito humanitario que


Arellano consigna a su misión, los hechos hablan de un
propósito siniestro. Sin ninguna pretensión de crear una
fachada de legalidad, como fueron los Consejos de
Guerra, los prisioneros fueron sacados y fusilados bajo la
oscuridad de la noche, la mayoría de las ejecuciones
atribuidas a "intento de fuga."

El teniente coronel en retiro Marcos Herrera Aracena,


quien sostuvo contacto con Arellano cuando la comitiva
llegó el 18 de octubre de 1973 a Antofagasta donde era
auditor militar de la 1ra División de Ejército, declaró en
este respecto al Ministro Guzman:

" El general Arellano me informó que lo que quería el


general Pinochet era terminar luego con los procesos que
permanecían pendientes... O sea, cortar de una vez por
todas los procesos."
El teniente coronel en retiro Olagier Benaventes Bustos, el segundo
comandante del regimiento Talca cuando, el 30 de septiembre de
1973, Arellano inauguró su gira en esa ciudad, da cuenta de otro
objetivo (citado en el libro "La misión era Matar."):

"Pienso que una de las razones de la misión fue sentar un


precedente de drasticidad para atemorizar la presunta
voluntad de lucha del pueblo chileno. Pero sin lugar a
dudas, fue también para infundir miedo y terror en los
mandos. Para que no tuvieran ningún tropiezo, hasta la
última jerarquía: ¡señores, esto les puede pasar a
ustedes!"

Acompañado por una comitiva de diez oficiales del


Ejército, Arellano recorrió desde el sur hasta el norte del
país entre el 30 de septiembre y el 22 de octubre de
1973. El paso del helicóptero Puma del Comando de
Aviación del Ejército con su comitiva a bordo dejó a 26
personas muertas en el sur y otras 71 en las ciudades de
La Serena, Copiapó, Antofagasta, y Calama al norte del
país, un recorrido escalofriante bien merecedor del
apodo, la "Caravana de la Muerte."

Señala el abogado querellante Hugo Gutiérrez (en el Prólogo al libro


"La misión era matar"):

"Existía para Pinochet la necesidad de rectificar penas


bajas impuestas a los prisioneros de guerra que ya
estaban ejecutoriadas, sancionar a aquellos jefes
militares que las habían aplicado y de crear la convicción
entre los integrantes de la Fuerzas Armadas de que se
estaba en guerra."

En tanto, la comitiva de Sergio Arellano Stark estableció lo que fue el


marco fundacional de la dictadura, al implantar el terror en la población
y el acatamiento total de los militares. Además de la secuela de
prisioneros ejecutados sumariamente, los siguientes oficiales militares
fueron castigados por "blandos":

- En Talca el teniente coronel Efrain Jaña Giron, oficial


constitucionalista, encargado del Regimiento de Montaña
N.16 fue destituido el 30 de septiembre de 1973 por
"incumplimiento de deberes militares" y reemplazado por
el segundo comandante del regimiento, teniente coronel
Olagier Benavente Bustos. Estuvo dos años preso en
Santiago.

- El Mayor Fernando Reveco Valenzuela presidió los


primeros Consejos de Guerra en Calama, hasta fines de
septiembre de 1973. El 2 de octubre fue relevado de su
cargo de presidente del tribunal por aplicar condenas
demasiadas "blandas." Fue llevado a Santiago donde se
le condenó por incumplimiento de deber militar. Fue
torturado en la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea
en Tacna y encarcelado por 15 meses.

(Ver Ex Oficial Revela Detalles del Paso de la


Caravana de la Muerte en La Serena)

La Comitiva de los Responsables

Cómo y quien eligió a los integrantes de la comitiva ha sido un foco


polémico. Sin embargo se puede discernir que los once oficiales del
Ejército seleccionados para la misión compartían la característica de
haberse comprobado en su accionar después del golpe, como
militares de sangre fría, muchos en la Agrupación de Combate
Santiago bajo el mando de Arellano. En los años posteriores a la
campaña sangrienta de la Caravana de la Muerte, el silencio que
guardaron con respecto a estos hechos comprobó además que eran
hombres confiables y leales a su jefe máximo Augusto Pinochet.

A excepción de los pilotos del helicóptero Puma, todos los integrantes


de la brigada participaron en la gira al sur como también la que
recorrió el norte, con participación personal en los fusilamientos. Los
integrantes de la comitiva, además de dos suboficiales de la Escuela
de infantería, fueron los siguientes oficiales del Ejército:

- Sergio Arellano Stark, general de Brigada y comandante


de la Agrupación de Combate Santiago. Fue ascendido el
1 de diciembre de 1973 por Pinochet a general de la II
División del Ejército.

- Teniente Coronel Sergio Arredondo González, el jefe de


Estado Mayor de Arellano al mando de la Agrupación de
Combate Santiago-Centro. En octubre 1973 fue
designado director de la Escuela de Caballería.

- Mayor Pedro Espinoza Bravo, del departamento de


inteligencia del Ejército, pasó a ser el Jefe de
Operaciones de la DINA y sirvió 5 años por autor
intelectual del asesinato del canciller Orlando Letelier.

- Capitán Marcelo Moren Brito llegó a ser comandante de


Villa Grimaldi, notorio recinto de detención y tortura,
donde fueron vistos por última vez con vida a numerosas
personas desaparecidas.

- Teniente Armando Fernández Larios, de la Escuela de


Infantería de San Bernardo, quien pasó a ser un operativo
de la DINA, involucrado en el asesinato del Canciller
Orlando Letelier y otros atentados fuera de las fronteras
de Chile. Fue condenado por tribunales de Estados
Unidos a 27 meses de prisión.

- El Teniente Juan Chiminelli Fullerton, coordinador


logístico de la misión, fue ascendido a teniente coronel y
se desempeñó en el departamento de operaciones
exteriores de la DINA.

- Antonio Palomo Contreras, piloto del helicóptero en la


gira del sur. En el 2000 fue señalado como uno de piloto
del helicóptero desde cual prisioneros fueron arrojados al
mar.

- Mayor Carlos López Tapia, un de los ejecutores, llegó a


ser Jefe de División de Inteligencia Metropolitana que
operó desde la Villa Grimaldi.

- Emilio de la Mahotiere González, copiloto en el sur y


piloto en el viaje al norte.

- Luis Felipe Polanco, copiloto y ejecutor en la gira al


norte.

La Renuncia de un General

El 18 de octubre de 1973 Arellano había llegado a Antofagasta.


Mientras pasaba la noche en casa del General Joaquín Lagos,
comandante de la 1ra División del Ejército y jefe de zona en Estado de
Sitio, su comitiva estaba matando a catorce prisioneros. Sin respetar
jerarquía y obrando a las espaldas de su oficial superior, Arellano puso
en marcha la masacre programada para Antofagasta con colaboración
del Servicio de Inteligencia Militar local y algunos oficiales subalternos
de Lagos. En el momento de los hechos, Lagos no sólo era
comandante de la 1ra División del Ejército sino también, a partir del
golpe militar, el Intendente de la provincia de Antofagasta. A pedidas
de Arellano, el coronel Adrián Ortíz Gutmann, director de la Escuela de
Blindados bajo comandancia de Lagos, puso a su disposición dos
camiones para sacar a los prisioneros por la noche, sin autorización
de Lagos, su superior.

La suma de 56 personas fue ejecutada en la jurisdicción de Lagos: 16


en Copiapo el 17 de octubre, 14 en Antofagasta el 18 octubre y en
Calama fueron 26 los ametrallados en la madrugada del 19 de
octubre.

Los militares ejercieron especial brutalidad, en muchos casos,


despedazando con corvos a los prisioneros antes de fusilarlos.
Cuando, en años posteriores, se le preguntó por que no había
entregado los cuerpos a las familias para entierro, Lagos explicó que
le daba "vergüenza" que se descubriera la bárbara forma en que los
oficiales del Ejército masacraron a los 14 hombres. (Ver Nomina de
los Fusilados por la Caravana de la Muerte)

Recién la mañana siguiente del 19 de octubre, después de despedirse


de Arellano, supo el general Joaquín Lagos lo que había sucedido esa
noche. Unos 28 años después, recordando ese momento durante un
programa de televisión, comentó:

"Me sentí con dolor, con impotencia, con rabia, con todo
lo que se puede imaginar ante un hecho de esta
naturaleza que hicieron en mi zona jurisdiccional y ante
mis espaldas."
Ese mismo día pidió audiencia a Pinochet quien se
encontraba de paso por Antofagasta y le pidió que
aceptara su renuncia. Lagos se acuerde que en ese
momento, el ex comandante en jefe se levantó a
telefonear a Arellano. Al no localizarlo, Pinochet dejó el
siguiente recado: "Díganle al general Arellano que no
haga nada más."

Se cree que el alto a los asesinatos después de Calama se debe a la


denuncia que hizo Lagos a Pinochet.

El 1 de noviembre Pinochet le devolvió el informe que Lagos le había


redactado sobre lo sucedido, ordenando que borrara toda referencia a
lo que había hecho Sergio Arellano Stark como su Delegado Oficial.
En 1999, el general en retiro Joaquín Lagos reconoció que fue
obligado a alterar el informe. También reveló que tomó la precaución
de guardar el documento original rechazado por Pinochet. A más de
27 años después, gracias a la cautela del ex general Lagos, se puede
comparar los dos documentos. Lagos señala que debajo la lista de los
ejecutados fue ordenado a borrar la frase "por orden del Delegado del
Comandante en Jefe" y poner su propia firma. Así pasaría a ser el
responsable de los crímenes cometidos en su zona jurisdiccional.

Efectivamente, cuando les tocó declarar ante el juez Juan Guzmán,


ambos Pinochet (23 de enero de 2001) y Arellano (1999) afirmaron
que la responsabilidad por las matanzas era de los "jefes de
guarnición", en clara alusión al general Joaquín Lagos. No obstante
sus maniobras para desviar la culpa, en junio de 1999 Guzmán
procesó a los integrantes de la comitiva Caravana de la Muerte, entre
ellos Arellano, por los delitos de secuestro calificado de 19 personas y
en enero 2000 a Pinochet como autor inductor de los delitos de
secuestro y homicidio calificados.

Historia Procesal

Abogados: Juan Bustos, Carmen Hertz, Hugo Gutiérrez, Eduardo


Contreras, Alfonso Insunza, Hiram Villagra

Por medio del decreto ley N. 5, la Junta Militar dio una nueva
interpretación del art. 418 del Código de Justicia Militar, con respeto al
estado de sitio, que se debía considerar sinónimo de estado de guerra
interna.

Señala Eduardo Contreras que la Junta hizo este decreto ley:

"...para justificar los consejos de guerra, y para evitar


juicios justos en la justicia civil. En el fondo, lo hizo para
matar. Pero al hacerlo no se da cuenta que se está
condenando ya."

Al invocar el Estatuto de la Guerra, a partir del 11 de septiembre de


1973 no sólo regía en Chile el Código de Justicia Militar sino también
los Convenios de Ginebra, que prohibe la ejecución sumaria de un
prisionero de guerra. Desde el reconocimiento de la Corte Suprema,
en 1998, de la vigencia de los Convenios de Ginebra, no se ha
amnistiado ningún delito. Esto fue un de los factores que contribuyeron
a los avances que tuvo el caso Caravana de la Muerte.

(Ver Vías y Obstáculos a la Justicia)

Momentos claves del proceso

La primera querella criminal en contra de Augusto Pinochet por los


crímenes cometidos por la comitiva militar dirigida por Sergio Arellano
Stark fue presentada el 22 de enero de 1998 por la familia del
abogado Héctor Mario Silva, ejecutado en Antofagasta el 19 de
octubre de 1973.

25 de junio de 1998
La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de
Calama presentó la segunda querella en contra Pinochet
por los secuestros y asesinatos de 26 personas en
Calama el 19 de octubre 1973.

8 Junio 1999
La Corte de Apelaciones procesa a cinco integrantes
(Sergio Arellano Stark, Marcelo Moren Brito, Pedro
Espinoza Bravo, y Sergio Arredondo Gonzalez) de la
comitiva Caravana de la Muerte por los delitos de
secuestro y homicidio cometidos contra 19 personas.

8 de agosto 2000
El Pleno de la Corte Suprema, por 16 votos a favor y 4 en
contra, confirmó el desafuero de Augusto Pinochet,
debido a las "fundadas sospechas" de su participación
como "autor, cómplice, o encubridor."

1 de Diciembre 2000
El Ministro Juan Guzmán dictó auto de procesamiento en
contra de Augusto Pinochet en calidad de coautor de los
delitos de secuestro calificado y homicidio calificado
cometidos por la Caravana de la Muerte en La Serena,
Copiapó, Calama y Antofagasta. Abarcó 18 ejecutados
cuyos cuerpos no habían sido encontrados y 57 que
habían sido identificados y entregados a sus familiares.

9 de Julio 2001
La Sexta Sala de la Corte de Apelaciones ordene el
sobreseimiento temporal y parcial del senador Pinochet,
sin que le haya practicado el fichaje. La resolución deja a
Pinochet fuera de la investigación que instruye el ministro
Juan Guzmán por los homicidios y secuestros que se
imputa a la Caravana de la Muerte. El tribunal aplica las
disposiciones del Código de Procedimiento Penal, que
aún no entran en vigencia, que permiten excluir del juicio
a una persona que sufre de locura o demencia.

Recurso de Casación en apelación del sobreseimiento


temporal fue interpuesto por Eduardo Contreras y Hugo
Gutiérrez.

9 de enero 2002
La Corte Suprema acogió a tramitación un recurso de
inaplicabilidad, interpuesto por Alfonso Insunza. Solicita
que se declare inconstitucional el sobreseimiento por
razones de salud mental, al aplicar el nuevo Código
Procesal Penal que no está vigente en la Región
Metropolitana.

15 de octubre 2008
En la primera condena relacionada a la Caravana de la
Muerte, la Corte Suprema dicta sentencia de 6 años de
presidio efectivo al general en retiro Sergio Arellano Stark.
La condena es por los fusilamientos extra judiciales en
San Javier el 2 de octubre de 1973 de Teófilo Arce Tolosa,
José Sepúlveda Baeza, Leopoldo González Norambuena
y Segundo Sandoval Gómez, todos miembros del Partido
Socialista.

Arellano Stark y su comitiva llegaron a la Escuela de


Artillería de Linares donde ordenaron al coronel Gabriel
del Río a ejecutar a los cuatro detenidos. Cuando el
oficial se negó, Arellano ordenó al fiscal militar Carlos
Romero Muñoz a llevar a cabo las ejecuciones.

La Corte Suprema sentenció a Carlos Romero Muñoz a 6


años de cárcel y sentenció a 4 años de libertad vigilada a
Mario Cazenave Pontanilla, Jose Parada Muñoz y Julio
Barrios Espinace. Además resolvió que el fisco debe
indemnizar a los familiares de los víctimas con 80
milliones de pesos.

Los ministros Hugo Dolmestch, Jaime Rodríguez, Carlos


Kunsemuller y el abogado Juan Carlos Cárcamo votaron
por condenar a Arellano, mientras el ministro Rubén
Ballesteros quiso aplicar la prescricpción.

(Ver Carta del Dr. Luis Fornazzari y Consideraciones


Jurídicas y Bíblicas para Anular el Sobreseimiento de
Pinochet)

1 de Julio 2002
La Sala Penal de la Corte Suprema resolvió el
sobreseimiento definitivo de Augusto Pinochet en la
causa de la Caravana de la Muerte. En voto dividido de 4
a 1, los ministros determinaron que condiciones de
demencia que afectarían a Pinochet lo inhabilitan para
enfrentar un proceso penal en su contra. La resolución
fue la respuesta del tribunal de alzada a los recursos de
casación presentados por los querellantes tras la
resolución de la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones
que aprobó el sobreseimiento parcial y temporal debido a
condiciones de demencia o locura.
(Ver Informe Cordero)

Hugo Gutierrez, abogado querellante, hace un balance del


proceso.
(Extracto de entrevista con Memoria y Justicia del 21 febrero 2002.
Lea todo el texto en Entrevista con Hugo Gutierrez)

¿Fue el sobreseimiento temporal una solución judicial a un problema


político?Creo que el sobreseimiento temporal de Pinochet es una
salida negociada. Lo que ocurrió en el proceso a Pinochet es una
consecuencia del tipo de transición política que tiene Chile. Nuestro
país tiene el nivel de justicia que la transición política nos permite.
Nosotros en la causa de Pinochet hemos avanzado todo lo que
podemos avanzar pero hemos topado con un techo.

Creo que los resultados son buenos, aunque esperábamos mucho


mas. El sentido común de la gente decía que con Pinochet no se
podía ir muy lejos. Pinochet aceptó la salida que es la más indigna de
todas: quedar como un criminal loco. El no ponderó en términos
históricos la salida que efectivamente le beneficia el día de hoy pero
que el día de mañana le va perjudicar enormemente.

La defensa nunca alegó la inocencia de su defendido.Así es. Dijeron


que estaba en un estado físico y mental que no le hacía en
condiciones de enfrentar un juicio. En un principio, tanto en el
desafuero como el juzgamiento, pero principalmente el desafuero,
siempre se alegó que Pinochet no estaba en condiciones de enfrentar
físicamente un juicio. Después hay un cambio de estrategia en la
defensa de Pinochet y derechamente se entra a decir que a Pinochet
le beneficia un causal de sobreseimiento como es la demencia.
Buscaron una salida a la medida de Pinochet y esa fue sobreseimiento
temporal por locura y demencia. Esa salida solo beneficia a Pinochet.
Todos los otros siguen procesados y posiblemente terminan
condenados todos.

Abogado Eduardo Contreras: Caravana de la Muerte no es un


"caso emblemático"

Lo que ocurrió en el caso del desafuero y el caso de la Caravana de la


Muerte no fue ninguna concesión del gobierno. Fue producto de la
lucha de muchos años de los defensores de los derechos humanos,
víctimas, familiares y las organizaciones de derechos humanos, los
partidos políticos de izquierda, de los abogados querellantes que
logramos finalmente imponer a pesar de la falta de independencia,
que se desaforar en la Corte de Apelaciones. Creo que fue una
sorpresa para el establishment. No creo que ellos lo consintieron sino
que por la fuerza de los hechos era tan evidente la responsabilidad
criminal de Pinochet.

Hay que tener en cuenta que los cambios operaron no solo en Chile.
Cambió el mundo. Hoy día hay una dedicación más real a los
derechos humanos al nivel mundial. Diez años atrás el tema del
Tribunal Penal Internacional no existía y no se discutía. Hay una
preocupación en el mundo por la vigencia del respecto de los
derechos humanos y por la necesidad de castigar los crímenes contra
la humanidad. Todo eso influyó positivamente para que alcanzáramos
lo que logramos. Por eso Caravana no es la selección de un caso
emblemático. Es producto de una contradicción interna de la sociedad
chilena que no daba para más.

El aporte a jurisprudencia chilena de los procesos que instruye


Guzmán
Los juicios de Guzmán permitieron demostrar que estos débiles
señales que se venían dando en casos aislados contra militares de
rango inferior pudieran colocarlos en concreto a Pinochet y al conjunto
de los crímenes. Porque las querellas en contra Pinochet, son por
todas las violaciones de derechos humanos cometidos por la
dictadura. El hecho de estar separados por cuaderno de Caravana,
Calle Conferencia, Pisagua y Villa Grimaldi no significa que son los
únicos casos. Las querellas son por el conjunto de las violaciones de
derechos humanos. En el fondo son una sola querella contra la
dictadura, no sólo a Pinochet. La diferencia y aporte que hace el
Ministro Guzmán es colocar en tela de juicio y someter a prueba hasta
donde estos criterios nuevos pero aislados sobre otros militares en
materia de Convenio de Ginebra, de amnistía y prescripción se iban a
tratar de aplicarlos también cuando se enfrenta al principal culpable. Y
el resultado ha sido positivo.

Para profundizar más sobre estos temas se recomienda los


libros:

"La Misión era Matar: El Juicio a la Caravana Pinochet-Arellano,"


Jorge Escalante Hidalgo, LOM Ediciones, 2000.

"Pruebas a la Vista," Patricia Verdugo, Editorial Sudamericana


Chilena, 2000

Regresar a la página Enfoque

| Portada Principal | English | Español |

| Sobre Memoria y Justicia | Cronología | Recuadro de los Procesos | Enfoque | Rescatando Memoria |
| Temas de la Actualidad | Documentos | Vías y Obstáculos a la Justicia | La Labor del Abogado | Redes de
Complicidad |
| Desafuero del Senador Vitalicio | Derechos Humanos al Día | | Foro de Opinión | Contáctenos | Enlaces |
Terrorismo made in U.S.A.
en las Américas
Una enciclopedia básica
Artículo Foro Editar Historial

Operación Cóndor

La Operación Cóndor se
coordinó desde Chile
durante el régimen
de Augusto Pinochet

La Operación Cóndor es el nombre que se le asignó a un plan de inteligencia y coordinación entre


los servicios de seguridad de los regímenes militares del Cono Sur: Argentina, Chile, Brasil,
Paraguay, Uruguay y Bolivia en la década de los años 1970, y que se constituiría en una
organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado con la cooperación
de los Estados Unidos.
Al parecer, uno de los primeros contactos para iniciar la organización ocurrió a mediados de 1975,
cuando viajó a Paraguay el subdirector de la DINA, coronel Mario Jahn, miembro de la FACH. En
esa ocasión, invitó al coronel Benito Guanes, jefe del D-2 del Estado Mayor de las FF.AA. de ese
país, a participar en la Primera Reunión de Trabajo de Inteligencia Nacional que se realizó en
Santiago de Chile entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre de ese año.
Jahn también había sido portador de un extenso documento con las proposiciones del entonces
coronel Manuel Contreras para el funcionamiento de la red represiva en Sudamérica. En esa reunión
se habrían establecido las bases de la Operación Cóndor con los seis países latinoamericanos, a los
cuáles en 1978, se les habría unido Perú y Ecuador.
Si bien algunos de los gobiernos de facto negaron la existencia del Plan Cóndor los documentos
desclasificados de la CIA indican lo contrario.
Tal como publicó Revista Qué Pasa, el 22 de agosto de 1978 el servicio de inteligencia
norteamericano enviaba a sus principales embajadas en Sudamérica la siguiente advertencia: "La
Operación Cóndor es un esfuerzo cooperativo de inteligencia y seguridad entre muchos países del
Cono Sur para combatir el terrorismo y la subversión.”
La CIA también afirma en el documento que su primer conocimiento sobre esta organización data
de marzo de 1976. "En ese tiempo se reportó que el coronel Manuel Contreras, jefe de la DINA,
inició un programa de colaboración entre los servicios de inteligencia de distintos países de
Sudamérica al que bautizó como Plan Cóndor". No obstante, los estadounidenses sabían que esa
cooperación existía desde comienzos de febrero de 1974 -la misma fecha en que Contreras asume
como director de la DINA- y que el esfuerzo cooperativo no fue formalizado hasta mayo de 1976,
tras una reunión que se llevó a cabo en Santiago.
Un documento del Departamento de Estado, fechado el 18 de agosto de 1976, un mes antes del
asesinato en Washington DC del ex Canciller Orlando Letelier, revela que el ex Secretario de
Estado Kissinger y otros oficiales del mismo departamento habían sido alertados de "rumores"
respecto de que entre los planes de la Operación Cóndor se incluían "asesinatos de subversivos,
políticos y figuras prominentes tanto dentro de las fronteras nacionales como en países del Cono
Sur y el extranjero".
Informes contenidos en los documentos secretos señalan a Chile como el "centro de operaciones" de
la Operación Cóndor, creada en 1976 por los regímenes militares de América del Sur para eliminar
a la oposición de izquierda. Al mismo tiempo revelan que Estados Unidos conoció de la existencia
de esta operación, así como los detalles sobre su organización poco después de su creación, en
1976.
El informe, que tiene su origen en Argentina, fue elaborado por el coronel Paul Coughlin, del
Ejército de Tierra de Estados Unidos y miembro de la agregaduría militar en Buenos Aires.
Se detallan, también, algunos viajes de responsables de la inteligencia militar argentina a Chile para
hablar sobre la operación.
El documento añade que los oficiales militares argentinos, "que antes habían estado mudos sobre el
asunto, han comenzado a hablar abiertamente. Una frase favorita es que uno de sus colegas está
fuera del país porque está volando como un cóndor".
Un cable del embajador de Estados Unidos en Paraguay, Robert E. White, dirigido al Departamento
de Estado en 1978, citó al jefe del Estado Mayor del dictador paraguayo Alfredo Stroessner
diciendo que la instalación estadounidense en la Zona del Canal fue "empleada para coordinar
información de inteligencia" entre los países sudamericanos. Decía el cable: "Obviamente, esta es la
red Cóndor, de la que todos hemos escuchado hablar en los últimos años".
La investigadora Stella Calloni ha trabajado profusamente el desarrollo de dicha Operación en
nuestro continente.

Enlaces Externos:
• Operación Cóndor: El Plan que se volvió contra Pinochet y sus aliados
• Los Archivos del Horror del Operativo Cóndor
• Un cochabambino en manos de Pinochet

Categorías
Operaciones Terroristas Operaciones Terroristas contra Argentina Operaciones Terroristas contra
Chile Operaciones Terroristas contra Bolivia Operaciones Terroristas contra Brasil Operaciones
Terroristas contra Paraguay Operaciones Terroristas contra Uruguay

Relaciones con este documento


• Gerald Ford
• Guillermo Novo Sampol
• Ignacio Novo Sampol
• Acción Cubana
• Orlando Bosch Ávila
Otros resultados
• Loyola, C. La izquierda expresa su rechazo por la revocación del procesamiento de Pinochet
en el caso Operación Cóndor
• 2005, junio. La izquierda expresa su rechazo por la revocación del procesamiento de
Pinochet en el caso Operación Cóndor
• Almada, M. Benítez Rickman en la Operación Cóndor
• Lima Rocha, B. La memoria ardiente de la Operación Cóndor
• Stella Calloni: Extradición de militares uruguayos a Chile revela datos de Operación Cóndor
• Stella Calloni. La Triple A, la CIA y la Operación Cóndor
• Stella Calloni. Certeza de que Joao Goulart fue asesinado con la Operación Cóndor

Esta página fue modificada por última vez el 30 de junio, 2009 a las 19:01
Todos los contenidos están disponible bajos los términos de la licencia Creative Commons.

Inicio > El Mundo, Siglo XX > El Plan Cóndor

El Plan Cóndor
Fue un operativo coordinado, en los años 70, entre la
CIA y las dictaduras militares que ejercían el poder
en ciertos países del sur de América Latina (Chile,
Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia) a
través de sus servicios de seguridad, para combatir a
la guerrilla, de ideología izquierdista, marxista,
calificada como subversiva. Su acción represiva
convirtió a los gobernantes implicados en su
implementación, en ejecutores del “terrorismo de
estado”, que arrojó como consecuencia un total de
400.000 muertos o “desaparecidos”.
Los datos pudieron ser obtenidos no hace mucho, por documentos desclasificados por parte de la
CIA. En Paraguay, donde aparentemente se guardaba la documentación, salieron a la luz hacia
1990, papeles secretos que rebelaron los horrores cometidos por la policía política de ese país, y
sobre la acción coordinada con países de la región.. Allí se habla de una reunión de tal carácter,
celebrada en Santiago de Chile, a fines de 1975.
En el informe del agente del FBI Robert Scherrer, de 1976, que se desempeñaba como agregado
legal, integrante de la embajada estadounidense en la capital argentina, desde 1972, al Director del
FBI en Norteamérica (Washington) se hablaba de la existencia de este Plan Cóndor, como base de
datos, con el fin de eliminar a enemigos políticos. Descubrió estas operaciones al investigar las
conexiones locales del asesinato de Orlando Letelier del Solar, al que luego nos referiremos.
Sindicaba a Chile como centro líder del plan.
Una investigación periodística estadounidense, observó parecidos con la obra de exterminio
realizada por ejemplo en Vietnam, pero consideraron más creíble que haya sido elaborada luego de
que en Cuba fuera llevada a cabo la revolución, en 1959. Sería parte de los instrumentos combativos
de la Guerra Fría, anticomunista, y su primera exteriorización habría sido en 1960, en una
Conferencia realizada en Panamá, con representantes de los Ejércitos Americanos. Pudo ponerse en
práctica cuando las dictaduras lograron alzarse con el gobierno, en los países de América del Sur.
En un documento de la CIA fechado el 23 de junio de 1976, se pone de manifiesto que existió una
reunión en Buenos Aires (Argentina) a comienzos del año 1974, donde se reunieron oficiales de ese
país, con los de Uruguay, Chile, Bolivia y Paraguay, para coordinar acciones anti-subversivas.
En Chile, los militares detentaban el poder desde 1973, cuando fue derrocado Salvador Allende, en
Uruguay desde 1976, aunque ya tutelaban las funciones gubernamentales, desde tres años antes, y
en Brasil, a partir de 1964. En Paraguay la dictadura era más antigua y se remontaba a 1954,
personalizada en el general Alfredo Stroessner. Las dictaduras más viejas, y por lo tanto más
expertas, brindaban asesoramiento a las más recientes. Brasil, por ejemplo, tuvo mucha influencia
en el nacimiento de la dictadura chilena.
En junio de 1974, en Chile, fue creada la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) que fue el
brazo ejecutor policial y secreto de la represión instaurada por Pinochet. Su jefe fue Manuel
Contreras, que es considerado como el fundador de este Plan Cóndor, gestado tras la visita que
realizó a Langley (Virginia) en 1975,donde recibió, durante 15 días, instrucciones en el Cuartel
General de la CIA. Las bases de las operaciones estarían instaladas en el espacio comprendido por
la región del Canal de Panamá.
En Bolivia, Hugo Bánzer, dictador de la época, negó la participación de su país en la organización.
Si bien el aporte boliviano fue de menor importancia, actuó en el suministro de datos, y en la
entrega de personas sospechadas.
Carlos Prats, fue un prestigioso militar, al mando del ejército durante el gobierno en Chile, de
Salvador Allende. Hombre de derecho, respetuoso de la legalidad, profesionalizó y jerarquizó la
institución militar. Fue Ministro de Defensa en 1973, y debió exiliarse en Argentina tras el golpe
militar que derrocó a Allende. En ese país encontró la muerte, junto a su esposa, cuando la DINA
colocó en su automóvil un aparato explosivo. Para hacerlo, seguramente debieron haber recibido
apoyo local de grupos argentinos. La conexión interestatal es notable si observamos que la mayoría
de los subversivos uruguayos fueron asesinados fuera de su país.
El chileno Orlando Letelier, que había sido Ministro de Gobierno de la derrocada democracia,
corrió suerte parecida, ya que tras padecer la prisión donde fue cruelmente torturado, debió
radicarse en Estados Unidos donde también falleció a consecuencia de una bomba que estalló en su
vehículo.
Además de actuar en América el operativo se extendió a Europa. Por ejemplo en Roma (Italia) el
Demócrata Cristiano chileno Bernardo Leighton sufrió una tentativa de homicidio por parte de la
Operación Gladio, organización anticomunista apoyada también por la CIA.
En el año 2007 la justicia italiana ordenó el arresto de 140 militares (originariamente había seis más
pero murieron) comprometidos con este siniestro plan. En su consecuencia la primera detención que
ocurrió fue la de Néstor Fernández Troccoli, que había sido militar de la represión ilegal, de
nacionalidad uruguaya, en su vivienda ubicada al sur de Italia. El resto de los acusados serán objeto
de pedidos de extradición.

También podría gustarte