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Alimentarse Bien Es Esencial
Alimentarse Bien Es Esencial
Salud es lo primero en lo que suele pensarse cuando alguien pide un deseo. Uno de esos
buenos propósitos cuando comienza el año.
Un modo de vida sano es el camino para lograrlo; no sólo permite vivir más tiempo y con
mejor salud, sino también siendo más felices. Intente reunir las condiciones necesarias
para dormir bien, haga ejercicio físico con regularidad, haga lo posible para poner coto al
estrés... Y, sobre todo, cuide su alimentación, limitando la exposición a toxinas,
colorantes, conservantes y edulcorantes artificiales; reduciendo el consumo de azúcar y
de hidratos de carbono para reducir el nivel de insulina, y comiendo más alimentos
crudos, si es posible ecológicos y de cultivo local.
Pero una estrategia nutricional equilibrada y responsable debe ir acompañada con la toma
de un buen complemento multivitamínico. Porque hoy día cuidar solo la alimentación no
es suficiente.
En 2002 se publicó una síntesis general de todos los estudios realizados a nivel
internacional sobre multivitaminas. Ese informe concluía que, como medida preventiva,
todos los adultos deben tomar multivitamínicos a diario para prevenir ciertas
enfermedades cardiovasculares, el cáncer o la osteoporosis
El especialista en nutrición más reconocido del mundo, el profesor Walter Willett, director
del Departamento de Nutrición en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de
Harvard, considera que una “pirámide alimentaria” completa y capaz de optimizar la salud
debería incluir la toma diaria de multivitaminas.
Esta recomendación es válida para cualquiera, pero es todavía más valiosa para aquellos
con mayor riesgo de déficit debido a diversas circunstancias:
La investigadora francesa Nicole Darmon ha calculado que es posible cubrir los aportes
nutricionales recomendados sin tomar multivitaminas… ¡pero siempre que coma vísceras,
marisco, pan integral, nueces y otros frutos secos y añada a su dieta una gran cantidad de
frutas y verduras frescas -por ejemplo, una mujer necesita 1,25 kg al día-!
Una recopilación de estudios americanos, canadienses e ingleses publicados en los
últimos 15 años ha medido la pérdida de nutrientes de los alimentos en las últimas
décadas:
Una manzana, por ejemplo, contenía en otro tiempo 400 mg de vitamina C, mientras que
hoy sólo aporta 4 mg -es decir, 100 veces menos-.
Alimentarse de forma saludable es esencial, pero no basta para garantizar los aportes
necesarios de vitaminas. Algunas de estas sustancias, como la vitamina C, por ejemplo,
se conservan mal debido a lo sensibles que son a la luz, al oxígeno o al calor (al cocinar
el alimento).
Los folatos (vitamina B9), que juegan un papel en la metilación del ADN y que
pueden reducir también el riesgo de cáncer.
Pero la función anticáncer más asombrosa de los complementos multivitamínicos es que
conducen a las células cancerosas al “suicidio”.
En ese proceso también mueren y desparecen del organismo las células cancerosas,
peligrosas justamente por haberse vuelto “inmortales” y por su capacidad de reproducirse
indefinidamente.
De este modo, los argumentos de ciertos médicos y nutricionistas que afirman que “tomar
vitaminas es inútil para quien come de forma equilibrada” dejan entrever, como mínimo,
una incapacidad para ver la realidad que tienen enfrente y, en el peor de los casos, una
ignorancia culpable.
Pero Europa se está quedando atrás una vez más. Aquí persiste la peligrosa idea de que
tenemos la suficiente vitamina D porque no padecemos raquitismo, o que no necesitamos
más vitamina C porque no sufrimos escorbuto.
Sin embargo, no podríamos estar más equivocados. Estas enfermedades son las
manifestaciones más graves de la carencia de estas vitaminas, pero mucho antes de que
estas aparezcan, el cuerpo y la mente dejan de funcionar de forma óptima.
Los autores del estudio son rotundos acerca de la utilidad de tomar complementos de
vitaminas: “los estudios demuestran que las personas de mayor edad reciben aportes
vitamínicos insuficientes, especialmente de las vitaminas A, C, D, E, K y folatos (B9), una
situación que puede mejorarse con la toma de suplementos vitamínicos”.
“En muchos casos, los enfermos de alzhéimer presentan los niveles séricos -nivel de
concentración en sangre de una sustancia- de micronutrientes significativamente más
bajos que el resto de personas sanas de su misma edad”. (12)
Los micronutrientes tienen un importante efecto sobre las funciones cognitivas: algunos
están implicados en la síntesis de los neurotransmisores, otros son indispensables para la
producción de energía en el cerebro.
Esta estrategia para prevenir la demencia resulta cada vez más relevante, a medida que
la esperanza de vida aumenta y que debemos garantizar que la buena salud mental esté
a la altura. La última década de vida está a menudo marcada por la discapacidad y la
enfermedad, especialmente por la pérdida de funciones cognitivas y la demencia.
Sin embargo, las autoridades sanitarias oscilan entre un molesto silencio y las críticas
abiertas contra los suplementos vitamínicos.
Bajo mi punto de vista, esta actitud revela una falta de objetividad realmente inquietante:
arroja serias dudas sobre su independencia con respecto a las grandes sociedades
farmacéuticas, que tienen un interés evidente en que el máximo número de personas se
“olvide” de que existe un elemento clave como este para la prevención de enfermedades.
Por ello, me parecía indispensable resumir a continuación las claves de cómo elegir el
mejor complemento multivitamínico. Resulta muy difícil encontrar información objetiva
sobre ello.
Sin embargo, hay dos excepciones muy importantes que debe tener en cuenta. Por un
lado, debe centrarse en la búsqueda de multivitaminas que garanticen un aporte diario de
al menos 300 mg de vitamina C y al menos 1.000 Ul de vitamina D -o más, si es posible-.
Estas dosis superan en mucho a la Cantidad Diaria Recomendada (CDR), pero se
corresponden con las necesidades reales recogidas por todas las investigaciones
científicas más serias y recientes. Créame, son las recomendaciones oficiales las que
están equivocadas.
Por otra parte, debe escoger un multivitamínico que contenga vitamina E realmente
natural, presente bajo las denominaciones: “d-alfa-tocoferol”, “d-beta-tocoferol”, “d-delta-
tocoferol” y “d-gamma-tocoferol”. Estas sustancias naturales son poco comunes y muy
costosas, por lo que muchos fabricantes optan por incluir en sus compuestos vitamina E
sintética. En ese caso, usted verá escrito en su composición simplemente “vitamina E”, o
bien “dl-alfa-tocoferol”.
También es importante que el complemento vitamínico que elija sea rico en magnesio.
Pueden distinguirse varias formas, en base a su buena biodisponibilidad y su mejor
tolerancia: el citrato, el glicerofosfato, el bisglicinato y el malato de magnesio. Debe tener
en cuenta que los fabricantes no van a reconocer en la formulación de un producto que
están añadiendo “magnesio marino” aunque incluyan en su fórmula una combinación de
óxido y de cloruro de magnesio poco asimilable.
Asimismo, debe estar atento a su contenido en zinc, que no debería exceder los 15 mg al
día. Un poco de esta sustancia es indispensable para el sistema inmunitario y para
protegerse del cáncer, pero parece que una dosis elevada, por el contrario, aumenta el
desarrollo de cáncer de próstata. (13)
Por eso, debe evitar a toda costa los multivitamínicos que contienen estas sustancias,
pues se convierten en agentes oxidantes y cancerígenos.
Evite también los multivitaminas que contienen calcio: al contrario de lo que comúnmente
se cree, es muy poco frecuente sufrir déficit de calcio. De hecho, los complementos que
contienen esta sustancia aumentan el riesgo de infarto y afectan a la absorción de otros
elementos importantes como el zinc.