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¿Qué es un contrato?

Un contrato es un acuerdo de voluntades que crea o transmite derechos y


obligaciones a las partes que lo suscriben. El contrato es un tipo de acto
jurídico en el que intervienen dos o más personas y está destinado a crear
derechos y generar obligaciones. Se rige por el principio de autonomía de la
voluntad, según el cual, puede contratarse sobre cualquier materia no
prohibida. Los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento y las
obligaciones que nacen del contrato tienen fuerza de ley entre las partes
contratantes.

¿Quién puede firmar el contrato?

Es elemento esencial para la validez del contrato que las partes tengan
capacidad legal para contratar y que cumplan con la actitud jurídica para
ejercer derechos y contraer obligaciones. Pueden ser partes del contrato:

 Los mayores de edad (18 años).


 Los menores de 18 años legalmente emancipados.
 Mayores de 16 y menores de 18 si tienen autorización de los padres o
de quien los tenga a su cargo (si viven de forma independiente, con el
consentimiento expreso o tácito de sus padres o tutores).

No pueden firmar un contrato los menores no emancipados ni los


incapacitados.

¿Qué es un contrato civil?

Contratos civiles

El contrato civil existe desde que uno o varias personas consienten en


obligarse, respecto de otra u otras, a dar alguna cosa o prestar algún servicio.

Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que


tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las ley, a la moral, ni
a la buena fe.

Normalmente las relaciones de las personas en su vida privada se rige por el


derecho usual o derecho de la costumbre, y aun cuando todavía se realizan
contratos verbales, muchos de ellos válidos, cada vez más se plasman por
escrito esas relaciones y obligaciones entre las partes.

Elementos esenciales de los contratos civiles:


 Consentimiento de los contratantes.
 Objeto cierto que sea materia del contrato.
 Causa de la obligación que se establezca.

Tipos de contratos civiles:

 Contratos de Arrendamiento
 Arrendamiento de vivienda
 Arrendamiento de local de negocio
 Arrendamiento de trastero
 Arrendamiento de plaza de garaje
 Arrendamiento de finca rústica o aparcería
 Arrendamiento de vehículos a motor
 Arrendamiento de maquinaria

Contrato de arrendamiento de obra o servicios

El arrendamiento puede se dé cosas o de obra o servicio.

En el arrendamiento de cosas, una de las partes se obliga a dar a la otra el


goce o uso de una cosa por tiempo determinado y precio cierto.

En el arrendamiento de obras o servicios, una de las partes se obliga a ejecutar


una obra o a prestar a la otra un servicio por precio cierto.

 Contratos de Compraventa
 Compra-venta de bienes inmuebles
 Compra-venta de bienes muebles
 Compra-venta de semovientes (animales, plantas, etc.)
 Contrato de compraventa de un bien por menor de edad
 Contrato de Depósito

Tipos de contrato de compraventa

Por el contrato de compraventa uno de los contratantes se obliga a entregar


una cosa determinada y el otro a pagar por ella un precio cierto, en dinero o
signo que lo represente.
Contrato de compraventa de vivienda con condición suspensiva: Contrato
mediante el cual se produce la compraventa de un inmueble, pero que su
efectividad se producirá bajo condición suspensiva en base a los artículos 1445
y ss. Y artículo 1453 del Código Civil .

Contrato de compraventa de vivienda ocupada por arrendatario: Contrato por el


cual el vendedor de una vivienda que se encuentra arrendada transmite la
misma con el contrato en vigor, con el consentimiento o sin él del arrendatario.

 Contratos de servidumbres
 Servidumbre de paso
 Servidumbre de luces y vistas
 Servidumbre de aguas
 Servidumbre de pared medianera
 Servidumbre de pozo

Otros tipos de contratos civiles

 Contrato de arrendamiento de vivienda con fiador: Es un contrato de


arrendamiento de vivienda, en el que, generalmente el arrendatario
utiliza un fiador o avalista para garantizar un elemento sustancial del
contrato, generalmente el abono de la renta pactada.
 Contrato de arras o señal: Contrato civil por el que el comprador se
compromete mediante la entrega de una señal a adquirir un inmueble en
un plazo y precio determinado y si se produce el incumplimiento de la
reserva se darán por pérdidas las arras o en su caso, se entregarán
duplicadas.
 Contrato de cesión de licencia de auto-taxi: En el que las partes
acuerdan, a cambio de un precio, la cesión de una licencia de autotaxi
junto con el vehículo y todos los elementos necesarios para prestar el
servicio.
 Contrato de compraventa de bien ganancial por uno de los
cónyuges: Es el contrato por el cual uno de los cónyuges con el
consentimiento del otro acuerdan la realización de la venta de un bien,
mueble o inmueble, perteneciente al haber ganancial, de su sociedad
conyugal.
 Contrato de compraventa con pacto de arras penales: Es el contrato
de compraventa, en el que las partes acuerdan que una cantidad se
abone (cláusula penitencial) en el caso de que una de ellas incumpla
una de las obligaciones contraídas en el contrato.
 Contrato de arrendamiento de vivienda de temporada: Consiste en el
contrato civil por el que se arrienda o alquila una vivienda que no
constituye primera vivienda y por tanto no está obligada a las
renovaciones obligatorias fijadas por Ley.
 Contrato de cesión de marca: Contrato por el que una parte transmite
a la otra una marca a cambio de un precio. Referencia a la Ley de
Marcas.
 Contrato de capitulaciones prematrimoniales: Contrato mediante el
cual, dos personas que tienen previsión de contraer matrimonio, pactan
en contrato las capitulaciones prematrimoniales, es decir que su
economía familiar se regirá por la separación de bienes o por cualquier
otro régimen económico matrimonial.
 Contrato de cesión de derecho de superficie: Es aquel contrato civil,
por el que se pacta que el propietario del terreno cederá el mismo para
la construcción de un inmueble a otra.

¿Qué es un contrato comercial?

Como todo contrato, los comerciales, se constituyen entre dos partes, una
deudora y otra acreedora, o recíprocamente deudoras y acreedoras entre sí,
que de común acuerdo, declaran esa voluntad de obligarse. Para que el
contrato revista el carácter de comercial, debe constituir acto de comercio. Le
son aplicables las normas de los contratos civiles, en cuanto a sus elementos,
requisitos y clasificación, aunque presentan ciertas características particulares
en cuanto a la capacidad de las partes contratantes, y a la exigencia de
menores formalidades para estar acorde a la agilidad que deben poseer las
transacciones comerciales, salvo para algunos casos específicos, como la
constitución de determinadas sociedades (por ejemplo las en comandita por
acciones, o las anónimas, que requieren de instrumentos públicos).

Dentro de los contratos comerciales, encontramos:

1. El mandato comercial: Acuerdo voluntario de partes por la cual una de ellas


se obliga a realizar para la otra, uno o varios negocios encomendados.

2. Las comisiones y consignaciones: Semejante al mandato pero para


negocios específicos y actuando el comisionista en nombre propio

3. Compra venta mercantil: Acuerdo voluntario entre partes por la cual una de
ellas, propietaria o no de la cosa, transfiere a otra la propiedad de una cosa
mueble, a cambio de un precio, con el fin de revenderla o alquilarla.

3. Mutuo comercial o préstamo de consumo (acuerdo voluntario por el cual


una persona le entrega a otra, ambos comerciantes o solo el deudor, una
determinada cantidad de cosas consumibles y fungibles, con fines comerciales,
para que les sean devueltas al cabo de un cierto tiempo, no las mismas cosas,
ya que se consumieron, sino otras de la misma especie, calidad y cantidad,
cobrándose por lo general intereses, y acompañándose de alguna garantía
para la devolución.
4. Comodato: Préstamo de uso gratuito (generalmente ocurre con el préstamo
de envases o de instalaciones).

5. Sociedades: Colectiva, en comandita simple, de capital e industria,


accidental o en participación, de responsabilidad limitada, y de capital y cuotas.

Otros contratos comerciales son: prenda, fianza, warrants, certificados de


depósitos, depósito, locación, contratos bancarios, etc.

Los medios de prueba de los contratos comerciales, son amplios. Si se


requiere documento público para constituirse, éste será el medio probatorio,
pero de lo contrario, son admitidos los instrumentos privados, firmados por las
partes, o por algún testigo en su nombre, que firma a ruego. Esta (la firma a
ruego) es una característica distintiva de los contratos comerciales, que no
pude darse en los civiles. Los instrumentos privados no adquieren fecha cierta
con respecto a terceros.

También se usan como prueba las notas de los corredores, y las certificaciones
que emergen de sus libros, ya que deben llevar estos auxiliares de comercio,
anotaciones de todas sus operaciones en un cuaderno manual y foliado, y
diariamente esas anotaciones deben volcarse en un libro de registro. Las
misivas son admitidas como pruebas, siempre que no estén destinadas a un
tercero, pues en este caso, prima la confidencialidad. Las carta documentos y
telegramas colacionados son un medio de prueba fehaciente. Los libros de
comercio, llevados en legal forma, y complementados con la documentación
respaldatoria, la factura simple entregada por el vendedor y aceptada por el
comprador, la confesión intencional, judicial o extrajudicial, de parte capaz, son
también medios idóneos de prueba.

¿Qué es autonomía de voluntad?

La base de la teoría general de los contratos en nuestro Derecho es el principio


de la autonomía de la voluntad. El principio de libertad contractual, o
autonomía de la voluntad, implica el reconocimiento de un poder de
autorregular los propios objetivos e intereses que las partes desean. Los
contratos tendrán pues, su fundamento en este principio de autonomía de la
voluntad, lo que significa que, en primer lugar, el individuo tiene plena libertad
de decidir si contratar o no contratar; en segundo lugar, las partes tienen total
libertad de elección del tipo contractual; en tercer lugar, las partes podrán
celebrar libremente contratos atípicos (dentro de los límites del Art. 1255
,Código Civil); y, en cuarto lugar, las partes tienen la capacidad para modificar
el contenido de los contratos típicos (si es que la norma tiene carácter
dispositivo).
Pese lo anterior, la libertad contractual no puede ser infinita, ya que el propio
Art. 1255 ,Código Civil establece una serie de límites para la autonomía al
disponer que no podrá ser, la actuación de las partes, contrarios a las leyes, a
la moral ni al orden público. En primer término, en cuanto a la ley, se refiere a
las normas de carácter imperativo, para las que su inobservancia supone la
sanción de nulidad. La ley imperativa podemos encontrarla por ejemplo, en el
Art. 1654, Código Civil que suprime el contrato de subenfiteusis. En segundo
término, en cuanto a la moral, ésta es un conjunto de convicciones de orden
ético y de valor del mismo tipo. Al establecerse la moral como límite de la
autonomía de la voluntad contractual, quedan impedidos los contratos
inmorales. La inmoralidad del contrato afecta a la causa del mismo y lo hace
nulo. Asimismo, el Art. 1271, Código Civil prohíbe que puedan ser objeto de
contrato los servicios contrarios a las buenas costumbres. Por último, en tercer
término, el orden público es el último de los límites que el Art. 1255, Código
Civil impone a la autonomía de la voluntad contractual. Por orden público
debemos entender es la organización general de la sociedad y los principios
por los que se rige. Esta límite significa que a falta de normas legales
imperativas, las materias relativas al orden público quedan sustraídas a la
disponibilidad de los particulares.

Además de los límites expuestos a la autonomía de la voluntad, existen unos


requisitos que han de concurrir en los contratos para que estos puedan
entenderse válidos. Estos requisitos son los llamados elementos esenciales de
los contratos, que son el consentimiento, el objeto y la causa, y en su caso, la
forma. Lo anterior está recogido en el Art. 1261, Código Civil, cuando dice que
no habrá contrato sino cuando concurran los requisitos de consentimiento de
los contratantes, objeto cierto que sea materia del contrato y causa de la
obligación que se establezca.

El primero de estos elementos esenciales es el consentimiento de las partes. El


consentimiento de las partes hace referencia a la necesidad de que los
contratantes tengan la misma voluntad de contratar y que ésta sea
exteriorizada de modo que ambas partes se obliguen a dar, hacer o no hacer
algo. El consentimiento necesario para ser parte en un contrato solo podrá ser
prestado por las personas que ostente la capacidad necesaria para contratar y
que no estén, asimismo, sometidas a ningún tipo de prohibición, esto es, no
podrán contratar los menores no emancipados ni los incapacitados ni tampoco
las personas que tengan alguna prohibición, ya sea legal o impuesta por
resolución judicial. El segundo de los elementos esenciales de los que se está
hablando, es el objeto. Podrán ser objeto del contrato todas las cosas
susceptibles de valoración económica y que no estén fuera del comercio de los
hombres, así como todos los servicios que no sean contrarios a la ley ni a la
moral. El objeto habrá de reunir los requisitos de posibilidad, licitud y ser
determinable o determinado. En cuanto al primero de los requisitos, la
posibilidad, significa que las partes no podrán obligarse a dar, hacer o no
hacer, algo imposible que no estarían cualificadas para hacer, el segundo de
los requisitos, la licitud, se refiere a que las obligaciones contraídas por las
partes no podrán estar prohibidas por las leyes y en último de los requisitos, ser
determinable o determinado se refiere a que el objeto de no estar determinado
claramente en el contrato sí habrán de constar los elementos necesario para
que pueda ser determinado. En cuanto al último de los elementos que se han
llamado esenciales, la causa, ésta sería el motivo que ha llevado a las partes a
celebrar el contrato. El requisito principal de la causa es que no sea ni ilícita ni
falsa, ya que estaríamos ante un contrato inválido.

¿Qué es la buena fe en los contratos?

El principio de buena fe se encuentra hondamente arraigado en nuestro


sistema jurídico; ya ANDRÉS BELLO, adelantado a su época, no sólo consagró
expresamente (art. 1603 C. C. colombiano), que “los contratos deben
ejecutarse de buena fe”, sino que evidenció que la integración del contrato con
todos aquellos deberes que emanan de la naturaleza de la obligación, o que
por la ley pertenecen a ella, es consecuencia directa del principio de buena fe

La buena fe consiste en que cada contratante busque su propio beneficio, pero


respetando leal y honestamente los intereses del otro. Cuando falta ese
referente moral, el juez puede modificar el contrato en función de diversos
conceptos relacionados con la buena fe, y que se manejan en el derecho
moderno: La excesiva onerosidad al contratar o por causa sobreviniente; el
abuso del derecho, no ir en contra de un hecho propio; el enriquecimiento sin
causa o la frustración de la finalidad del negocio.

¿En Colombia como se clasifican los contratos y cuáles son los diferentes tipos
de contratos?

 Unilateral: los contratos unilaterales son aquellos en los cuales quien se


obliga es una parte, mientras que la otra no tiene obligación alguna, por
ejemplo, el contrato de préstamo de uso o comodato.
 Bilateral: en este tipo de contrato ambas partes se obligan, por ejemplo,
en un contrato de compraventa el vendedor se obliga a entregar la cosa
y el comprador a pagar el precio.
 Gratuito: cuando solo beneficia a una de las partes, por ejemplo el
contrato de donación.
 Oneroso: en este caso ambos contratantes obtienen un beneficio.
 Principal: un contrato es principal cuando no depende de otro para
existir, este es el caso del contrato de arrendamiento.
 Accesorio. Depende de otro para poder existir, contrato de prenda que
se da para garantizar el pago de un préstamo.
 Real: el contrato es real cuando se necesita para su validez la tradición
de la cosa.
 Solemne: cuando se requiere que se cumplan ciertas formalidades
establecidas en la ley.
 Consensual: cuando se perfecciona por el solo consentimiento de las
partes.
 Conmutativo: cuando una de las partes se obliga a hacer algo
equivalente a lo que la otra parte va a hacer.
 Aleatorio: cuando se trata de algo incierto que depende del azar.

TIPOS DE CONTRATOS EN COLOMBIA

Contrato a término fijo (Art. 46 del Código Sustantivo de Trabajo y Art. 28


de la Ley 789 de 2002)

Es un contrato laboral que tiene un límite temporal especificado de manera


clara en el contrato. Puede ser prorrogado indefinidamente, salvo en los casos
en los cuáles el plazo pactado sea inferior a un año.

Los contratos a término fijo se pueden clasificar en dos modalidades de


contratación: contratos con un vencimiento igual o superior a un año y los
contratos con un vencimiento menor a un año.

Modalidad 1: Igual o superior a un (1) año

 Debe constar siempre por escrito.


 El término de su duración no puede ser superior a tres (3) años, pero
puede ser prorrogable de forma indefinida.
 Si hay periodo de prueba debe constar por escrito al inicio del contrato.
 Para su terminación no se requiere aviso previo.
 En caso de terminación unilateral del contrato sin justa causa, el
empleador deberá pagar al trabajador una indemnización, en los
términos establecidos en el artículo 28 de la Ley 789 de 2002.

Modalidad 2: Inferior a un (1) año

 Este tipo de contratos únicamente pueden prorrogarse hasta por tres (3)
veces, por periodos iguales o inferiores, al cabo de los cuales el término
de renovación no podrá ser inferior a un (1) año.
 Para su terminación no se requiere aviso previo.
En caso de terminación unilateral del contrato sin justa causa, el empleador
deberá pagar al trabajador una indemnización, en los términos establecidos en
el artículo 28 de la Ley 789 de 2002.

Contrato a Término Indefinido (Art. 47 del Código Sustantivo de Trabajo)

El contrato a término indefinido es aquel que no tiene estipulada una fecha de


terminación de la obligación entre el empleado y el empleador, cuya duración
no está determinada por la de la obra o la naturaleza de la labor contratada, o
no se refiera de manera explícita a un trabajo ocasional o transitorio. Puede
hacerse por escrito o de forma verbal.

Características

 Si se quieren establecer cláusulas específicas para el contrato es


necesario formalizar el contrato a través de un contrato escrito.
 El empleador se compromete a pagar prestaciones sociales, prima de
servicios, descansos remunerados y aportes parafiscales.
 En caso de terminación unilateral del contrato sin justa causa, el
empleador deberá pagar al trabajador una indemnización, en los
términos establecidos en el artículo 28 de la Ley 789 de 2002.

Contrato de Obra o labor (Art. 45 del Código Sustantivo de Trabajo)

El contrato es por una labor específica y termina en el momento que la obra


llegue a su fin. Este tipo de vinculación es característica de trabajos de
construcción y de universidades y colegios con profesores de cátedra, que
cumplen su labor una vez haya terminado el periodo académico. Este contrato
es igual en términos de beneficios y descuentos a los contratos indefinidos y
definidos, por ser un contrato laboral.

Contrato de aprendizaje (Art. 30 de la Ley 789 de 2002)

Este tipo de contrato es una forma especial de vinculación a una empresa y


está enfocada a la formación de practicantes, donde este recibe herramientas
académicas y teóricas en una entidad autorizada por una universidad o
instituto, con el auspicio de una empresa patrocinadora que suministra los
medios para que el practicante adquiera formación profesional metódica en el
oficio.

La idea de este tipo de contrato es el aprendizaje y que el practicante se


incluya al mundo laboral, la remuneración es llamada auxilio de sostenimiento y
depende completamente de un convenio entre ambas partes, donde el
estudiante no tiene prestaciones sociales. El valor de la remuneración depende
de si el practicante es universitario o no, de ser universitario tiene derecho a un
salario que debe ser superior o igual al mínimo y si el practicante no es
universitario tendrá como base de pago un salario por debajo del mínimo.

Contrato temporal, ocasional o accidental (Art. 6 del Código Sustantivo de


Trabajo)

Según el Código Sustantivo del Trabajo, se define el trabajo ocasional,


accidental o transitorio, como aquel trabajo de corta duración y no mayor de un
mes, que se refiere a labores distintas de las actividades normales del
empleador. Es decir, que no tiene que ver con las labores propias que
desarrolla el contratante. Por ejemplo, en una oficina de una agencia de viajes
aparece una humedad y se hace necesario contratar a un técnico para arreglar
el problema. La agencia de viajes necesita un técnico que arregle la pared. El
técnico estaría por contrato ocasional porque no va dentro de las tareas
rutinarias de la empresa.

Esta forma de contratación puede hacerse por escrito o verbalmente; pero es


recomendable hacerlo por escrito, especificando la tarea específica del
trabajador para evitar conflictos durante y después de la realización de la labor.

Características

 Puede ser verbal o escrito.


 Debe relacionarse con actividades ajenas al objeto social del
contratante.
 Su duración nunca podrá ser mayor a treinta (30) días.

Contrato civil por prestación de servicios

Este tipo de contrato se celebra de manera bilateral entre una empresa y una
persona (natural o jurídica) especializada en alguna labor específica. La
remuneración se acuerda entre las partes y no genera relación laboral ni obliga
a la organización a pagar prestaciones sociales. La duración es igualmente en
común acuerdo dependiendo del trabajo a realizar. El empleado recibe un
sueldo al cual se le descuenta únicamente por concepto de retención en la
fuente.

¿Qué son vicios del consentimiento en los contratos?

VICIOS DEL CONSENTIMIENTO.

Hemos dicho que los vicios del consentimiento son el error, la fuerza y el dolo.
EL ERROR:

Filosóficamente es el juicio en el cual el sujeto lo formula equivocadamente el


objeto sin intención y por ignorancia, pero ha de procurarse que error no es lo
mismo que ignorancia, el primero supone el conocimiento equivocado de algo,
la ignorancia en cambio es la ausencia de conocimiento, lo que se ignora o no
se conoce.

Partiendo de la concepción del Código Civil sobre el erro encontramos que


existe error de derecho y error de hecho, el primero es un error sobre un objeto
de derecho que no vicie el consentimiento, así lo señala el Art. 1509 C.C.

Este error se refiere al desconocimiento que una persona pueda tener sobre
una norma o sobre los efectos jurídicos de la misma. Si en un contrato se ha
tenido como causa un error de derecho este contrato sería anulable, pues a
pesar de que según el Código Civil este error no vicia el consentimiento, en
cambio este contrato al estar estructurado sobre un error de carencia de causa
real y sería anulable.

En conclusión, el error de derecho consiste en la ignorancia de la ley y así lo


señala el Art. 9° C.C.: “la ignorancia de la ley no sirve de excusa”, pues las
características generales de la ley, además de ser general, abstracta e
impersonal se presume conocida.

Igualmente el error de derecho constituye una presunción de mala fe, así lo


señala el Art. 768 C.C. cuando dice: “el error en materia de derecho constituye
una presunción de mala fe que no admite prueba en contrario”.

Así mismo el Art 2315 C.C. en relación con el pago señala la repetición por
error de derecho en el pago cuando establece que se podrá repetir lo que se ha
pagado por error de derecho cuando el pago no tenía por fundamento ni aun
una obligación puramente natural.

Finalmente la doctrina sostiene que el error de derecho consiste en la


ignorancia de la ley o de la costumbre obligatoria.

ERROR DE HECHO:

Este error versa sobre una situación real y concreta y este error vicia el
consentimiento cuando cumple con los siguientes requisitos: debe ser
determinante, ser comunicado y excusable y la consecuencia del error de
hecho es la nulidad relativa del acto o contrato.

Clases de error de hecho:

a) Según la doctrina:
1. El error obstáculo o error obstativo: Este a su vez es error in negotio,
error in corpore y error in causa.

El error obstáculo es aquel que impide la formación del consentimiento y por


tanto produce la inexistencia del contrato, pues al no existir consentimiento o
acuerdo de voluntades, el contrato no nace a la vida jurídica.

Ej.: Alberto quiere comprar un vehículo particular y Bernardo quiere venderle un


vehículo tipo taxi, pues cree que eso es lo que quiere Alberto.

2. Error nulidad o error dirimente: Vicia el consentimiento pero no impide su


formación y a su vez este error es intuito personae e in substantian, de los
cuales se hablará más adelante.

3. Error indiferente: Este error no vicia el consentimiento, recae sobre


aspectos triviales o poco significativos del contrato y no incide en el fondo del
mismo de manera general.

Ej.: El vehículo que se compró resulto ser de color azul cielo y no azul peroleta
como lo pidió.

SEGÚN EL CÓDIGO CIVIL:

Los Arts. 1510 y ss. C.C. trae diferentes modalidades de error de hecho:

1. Error in negotio: El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae


sobre la especie del acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una
parte entiende préstamo a interés y la otra donación. Este error se ha
denominado error en esencia o error in negotio.

2. Error in corpore: Vicia también el consentimiento y recae sobre la


identidad de la cosa específica de que se trata como si en el contrato de
compraventa el vendedor entiende vender fríjoles y el comprador entiende
comprar arvejas.

3. Error in substantian: Lo señala el Art. 1511 C.C. cuando la calidad


esencial del objeto es diversa de lo que se cree, este error también vicia el
consentimiento.

Ej.: Cuando una de las partes supone que el objeto es una barra de plata y
realmente es una masa de algún otro metal semejante, o cuando se cree que el
anillo es de oro y realmente es de cobre.

4. Error intuito personae: Lo señala el Art. 1512 C.C. que es el error acerca
de la persona con quien tiene la intención de contratar, este error por criterio
general no vicia el consentimiento, salvo que la consideración de esta persona
sea la causa principal de este contrato.
b) SEGÚN EL CÓDIGO DE COMERCIO:

1. Error esencial: En materia comercial existe el error esencial, es aquel


que versa sobre los móviles determinantes del acto o contrato comunes o
conocidos por las partes según el Art. 101 C.Co., este error afecta directamente
el fondo que determina el nacimiento del contrato de sociedad y ha de
entenderse que los contratantes no habrían contratado, se presume que
hubieran presumido este error.

Esta clase de error es poco común y el ejemplo se caracteriza cuando se


constituye una sociedad para importar determinada maquinaria y para esos
días el Estado prohíbe las importaciones de esta clase de bienes. Es evidente
que de advertir esa situación los socios no hubieran celebrado el acto.

El contrato comercial también habla de otras especies de error como el error


acerca de la persona de uno de los socios en el contrato de sociedad y señala
el Art. 107 C.Co. que este error solo vicia el consentimiento se celebra en
consideración a dicha persona.

También está el error sobre la especie de sociedad que vicia el consentimiento


cuando la sociedad que se constituye es distinta de la que el socio entendió
contraer y como consecuencia de ese error el socio tiene que asumir una
responsabilidad mayor; todos estos errores producen nulidades relativas.

2. Error común: Los antiguos decían que el error común hace derecho, este
error no es un vicio del consentimiento, por el contrario crea derecho. La
doctrina dice al respecto que existe error común como hacedor de derecho
cuando a consecuencia de un error invencible en una colectividad la apariencia
toma forma de realidad creando una buena fe colectiva y requiere de los
siguientes requisitos para que exista error común:

i. Que sea general o colectivo, esto es que muchas personas hayan incurrido
en él.

ii. Que sea invencible, quiere decir que hasta las personas más diligentes y
estudiosas hayan caído en dicho error.

iii. Que el acto motivado por error común se haya celebrado de buena fe.

LA FUERZA.

Como vicio del consentimiento está señalado en los Arts. 1508, 1513 y 1514
C.C. y constituye fuerza todo acto que infunde a una persona un justo temor de
verse expuesta ella su consorte o alguno de sus ascendientes o descendientes
a un mal irreparable y grave. La fuerza vicia el consentimiento solamente
cuando es capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano
juicio tomando en cuenta su edad, sexo o condición (Art. 1513 C.C.) y la fuerza
que es considerada como sinónimo de violencia puede ser de dos clases: física
o material y moral o psíquica; entendida esta última como la amenaza de un
mal futuro dirigida contra la persona cuyo consentimiento se desea obtener o
contra un allegado suyo. En conclusión es una presión psicológica.

TEMOR REVERENCIAL:

Señala el Código Civil que éste no vicia el consentimiento y dice que el temor
reverencial, esto es el solo temor de desagradar a las personas a quienes se
debe sumisión y respeto no basta para viciar el consentimiento.

Debe aclararse que la fuerza puede provenir de un tercero, no es necesario


que provenga solamente de la parte puede beneficiarse de ella que
generalmente es el otro contratante, puede la fuerza provenir de un tercero y la
fuerza puede ser ejercida contra la persona cuyo consentimiento se busca y
también contra su cónyuge, ascendientes o descendientes. Los actos o
contratos ejecutados debido a la fuerza producen nulidad relativa como lo
producen todos los vicios del consentimiento y esta nulidad relativa debe ser
alegada por la parte interesada, prescribe en cuatro años y puede probarse por
cualquier medio probatorio.

LA FUERZA COMO EXIMENTE DE RESPONSABILIDAD.

Existe una especie de fuerza que no es considerada vicio del consentimiento


sino una circunstancia eximente de responsabilidad contractual, es el caso de
la fuerza mayor y dice el Art. 64 C.C. que se llama fuerza mayor o caso fortuito
el imprevisto a que no es posible resistir, como un naufragio, un terremoto, etc.
La fuerza mayor y el caso fortuito son dos circunstancias eximentes de
responsabilidad que la doctrina las ha diferenciado, dándole a la primera un
carácter más general, como cuando un terremoto impide firmar un contrato, y la
segunda el caso fortuito le da un aspecto más particular relacionado
únicamente con la persona que debía cumplir con la obligación, el automóvil en
que viajaba se estrelló y esa persona no pudo firmar el contrato.

EL DOLO.

Se entiende como el engaño o el fraude en que incurre un contratante en


perjuicio del otro. El Código Civil lo define en su Art. 63 como la intención
positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro. El Art. 1515 C.C.
señala que el dolo solamente vicia el consentimiento cuando es obra de las
partes y cuando aparece claramente que sin él no se hubiera contratado. Por
ello en los contratos bilaterales el dolo no puede provenir de un tercero como si
ocurre con la fuerza, esto es vicia el consentimiento cuando proviene de una de
las partes y cuando es principal, en los demás casos según el Art. 1515 C.C. el
dolo da lugar solamente a la acción de perjuicios contra la(s) persona(s) que lo
han fraguado o que se han aprovechado de él, contra las primeras por el total
del valor de los perjuicios y contra las segundas hasta concurrencia del
provecho que han reportado del dolo.

CLASES DE DOLO:

1. DOLO PRINCIPAL: Es aquel que es causa determinante del acto, vicia el


consentimiento. Ej.: Cuando se compra un vehículo atraído por el engaño o
dolo del vendedor, de no haber existido dolo no se hubiese comprado el
vehículo.

2. DOLO INCIDENTAL: Cuando no es suficiente para determinar el


consentimiento pero implica condiciones desfavorables para el contratante. Ej.:
Comprar un vehículo que cumple con las expectativas generales del
comprador, pero no tiene todas las características señaladas en el contrato,
aquí existe dolo y este dolo no vicia el consentimiento pero da lugar a la
indemnización de perjuicios. Compro una camioneta que es 4x4 pero es 2x2.

3. DOLO POSITIVO: Cuando proviene de la acción, cuando el que engaña


se vale de maniobras, palabras o actos para persuadir al otro. Ej.: El carro tiene
los documentos al día a sabiendas de que es robado. Este dolo vicia el
consentimiento si es principal.

4. DOLO NEGATIVO: Cuando se oculta un hecho que de haber sido


conocido por la otra parte no se hubiera realizado el contrato. Ej.: El carro que
se compró es volcado pero se reparó completamente. Esta clase de dolo puede
viciar el consentimiento si es principal.

Otra clasificación del dolo que viene del derecho romano nos habla del dolus
bonus y del dolus malus. El primero, dolo bueno, se presenta cuando la
persona exagera las calidades del producto que vende o negocia, cosa que
ocurre con frecuencia sin que a la hora de la verdad llegue a configurar un vicio
del consentimiento, y el segundo, dolo malo, si tiene la finalidad del engaño y el
fraude, por tanto vicia el consentimiento.

En conclusión, para que en los contratos bilaterales el dolo vicie el


consentimiento requiere tres condiciones: que provenga de una de las partes,
que sea principal y que haya tenido efectos, esto es a quien se haya
perjudicado como consecuencia del engaño sufra perjuicios.

¿Qué es contrato nulo?

Para que un contrato sea válido y produzca efecto entre las partes firmantes,
debe reunir los requisitos según lo preceptuado por el artículo 1502 del código
civil.
Dice la referida norma sobre los requisitos que debe contener un contrato:

1. Que las partes contratantes sean legalmente capaces.


2. Que se exprese el consentimiento y este sea exento de todo vicio, los
vicios del consentimiento son error, fuerza y dolo.
3. Que el objeto del contrato sea lícito, es decir que el fin perseguido sea
permitido por las normas.
4. Y por último causa licita que no es más, motivo que impulsa a las partes
a suscribir un contrato.

Entonces, si un contrato no cumple estos requisitos, está viciado de nulidad ya


sea relativa o absoluta; la nulidad absoluta es aquella que no puede ser
saneada por ejemplo Andrés y Miguel suscriben un contrato de compraventa
de unas armas de Fuego, este contrato está viciado de nulidad absoluta pues
la venta libre de estas armas no está permitida, es decir, hay un objeto ilícito.

Por otra parte la nulidad relativa solo puede ser declarada judicialmente a
petición de parte, a diferencia de la nulidad absoluta esta si puede sanearse ya
sea por el lapso del tiempo o por ratificación de las partes.

Al respecto la Corte Constitucional sea pronunciado sobre la nulidad en su


sentencia de constitucionalidad C – 597 de 1998 de la siguiente manera:

«La nulidad, según la doctrina prevalente, constituye un castigo o sanción civil


que se impone por la omisión de los requisitos que la ley considera
indispensables para la validez de los actos o contratos. La nulidad se identifica
con la invalidez del acto o contrato.

La nulidad puede ser absoluta o relativa. La primera se dirige a proteger el


interés público o general de la sociedad, pues está destinada a castigar lo
ilícito, es decir, lo contrario a la ley, las buenas costumbres y el orden público.
La segunda protege el interés privado o particular. Sin embargo, es posible
encontrar casos en los que los dos intereses -privado y público- se encuentran
comprometidos, vr.gr. Cuando se trata de la defensa de los incapaces.»

Según lo expresado por la corte se considera que un contrato está viciado de


nulidad cuando faltan los requisitos que la ley exige para su validez, los cuales
anteriormente se enumeraron y que la declaratoria de nulidad es la sanción
que se imputa por omitir dichos requisitos. La declaratoria de nulidad de un
contrato restituye al mismo estado en que estaban las partes antes de celebrar
el contrato, es decir, al estar el este viciado de invalidez por la declaratoria de
nulidad, las cosas se retrotraen a como estaban antes de la celebración del
mismo.

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