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En años recientes, numerosos estudios científicos han demostrado que los neonicotinoides -un tipo de

pesticida de uso común- tienen repercusiones negativas en las abejas. Pero ahora, en un estudio
publicado el 29 de abril en la revista Ecology and Evolution, un equipo de investigadores de Imperial
College Londres demuestra que las abejas expuestas a los neonicotinoides vuelan apenas un tercio de la
distancia que cubren sus congéneres no ex expuestas. Esta pérdida de la capacidad de vuelo tiene un
impacto importante en la manera como las abejas buscan alimento, y podría conducir no solo a que las
colonias pasen hambre, sino que también tendría repercusiones muy negativas en los servicios de
polinización que brindan los insectos. Y esto es en extremo preocupante, debido a que la polinización de
las abejas es indispensable para el desarrollo de los cultivos y el funcionamiento de los ecosistemas.
Investigaciones previas sobre el impacto de los neonicotinoides han vinculado estos insecticidas con una
disminución en la eficacia de las abejas para buscar alimento, así como en su capacidad de orientación.
Y aunque los autores del reciente estudio sugieren que dichos efectos podrían deberse a que los
compuestos químicos afectan algunos aspectos fundamentales para el vuelo, el tema no ha sido
analizado más que en un par de estudios con abejas melíferas.

Para subsanar esta falta de información, los investigadores utilizaron un “molino de vuelo” (una suerte
de caminadora para abejas) con la finalidad de averiguar si la exposición a dosis realistas de un
neonicotinoide llamado imidacloprid afectaba el rendimiento de los abejorros silvestres de la especie
Bombus terrestris audax. En esencia, dicho molino de vuelo es un aparato giratorio con brazos largos
que tienen imanes en un extremo. Los investigadores sujetaron pequeños discos de metal al dorso de los
abejorros para conectarlos temporalmente con un brazo magnético. Esto hizo que los insectos volaran en
círculos y permitió que los científicos determinaran con toda precisión los parámetros de distancia y
velocidad de vuelo. Los resultados de las pruebas demostraron que los abejorros expuestos a
imidacloprid volaron menos tiempo y cubrieron distancias más cortas que sus congéneres no expuestos.
Y a partir de esos datos, los investigadores calcularon que este efecto podría reducir hasta en 80 por
ciento el área que abarcan las colonias en su búsqueda de alimento. “En estudios anteriores, nuestro
grupo y otros investigadores hemos de demostrado que las abejas exploradoras expuestas a
neonicotinoides regresan a sus colonias con menos alimento”, informó el Dr. Richard Gill, autor
principal del estudio y profesor del Departamento de Ciencias de la Vida en Imperial College Londres.
“Nuestro estudio sobre el desempeño de vuelo bajo exposición a pesticidas proporciona un mecanismo
potencial para explicar estos hallazgos”. “El efecto negativo de la exposición en la resistencia de vuelo
puede reducir el área donde las colonias buscan comida”, prosiguió Gill. “La exposición causa que las
abejas exploradoras se vuelvan incapaces de alcanzar los recursos disponibles, o impide que regresen a
la colmena después de tener contacto con flores contaminadas. Esto no solo reduce la abundancia, la
diversidad y el valor nutritivo del alimento de que dispone la colonia para desarrollarse, sino que
también limita el servicio de polinización que brindan las abejas”. Otra revelación interesante del
experimento fue que los abejorros expuestos parecían caer en un estado de hiperactividad, en el cual
volaban a una velocidad significativamente mayor durante los primeros tres cuartos de un kilómetro, y
se fatigaban mucho más pronto que las abejas no expuestas. Te puede interesar: ¿Las abejas se han
vuelto adictas a los pesticidas? “Los neonicotinoides estimulan las neuronas de manera muy similar a la
nicotina, y eso podría explicar la ‘ráfaga’ de hiperactividad”, interpuso Daniel Kenna, investigador de
posgrado y primer autor del estudio del Departamento de Ciencias de la Vida. “No obstante, nuestros
resultados apuntan a que el vuelo rápido inicial supone un costo muy elevado, ya que requiere de un
mayor gasto de energía. Otra posibilidad es que [la estimulación] puede conducir a una pérdida de
motivación, lo cual se manifiesta como una menor resistencia de vuelo”. Los investigadores enfatizaron
que sus hallazgos podrían tener implicaciones importantes para las colonias de abejas en una época en
que estos insectos enfrentan numerosas amenazas, incluida la creciente expansión de las tierras
agrícolas. “La fragmentación y la pérdida de hábitats de alimentación, en combinación con la exposición
a los pesticidas, pueden aumentar las exigencias de exploración, lo que incide de manera específica en la
capacidad de las abejas para recolectar o alcanzar recursos bajo condiciones de estrés”, escribieron los
autores en su artículo. “Por consiguiente, si hemos de evaluar el éxito de una colonia en el paisaje
cambiante, es fundamental que entendamos los efectos de los pesticidas en el rendimiento de vuelo”. En
respuesta a las inquietudes que plantean los neonicotinoides, la Unión Europea ha prohibido el uso de
ciertos tipos de pesticidas, y varias entidades federales de Estados Unidos han seguido este ejemplo
imponiendo restricciones. Al ver restringido el uso de los neonicotinoides, los fabricantes han empezado
a desarrollar pesticidas que describen como “seguros para las abejas”. Sin embargo, esas sustancias
químicas podrían ocasionar nuevos problemas. De hecho, otro estudio publicado el 10 de abril en la
revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences halló que el compuesto conocido como
flupyradifurone (FPF), el cual se comercializa como “seguro para las abejas”, puede dañar a estos
insectos cuando se aplica en presencia de un fungicida de uso común.

Fuente: https://newsweekespanol.com/2019/05/pesticida-abejas-hiperactivas-alimento/
Publicado por: ARISTOS GEORGIOU

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