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LOS VALORES POSTMODERNOS: LA
EDUCACIÓN PARA LA DIVERSIDAD Y LA TEMA 4.1
MULTICULTURALIDAD E
INTERCULTURALIDAD
LOS VALORES POSTMODERNOS: LA EDUCACIÓN PARA LA
DIVERSIDAD Y LA MULTICULTURALIDAD E INTERCULTURALIDAD
ÍNDICE
1. La naturalidad de las diferencias
2. La diversidad se convierte en “problema” cuando lo prioritario es la
norma
3. Una buena solución para conseguir la diversidad en la escuela:
graduar la escolaridad obligatoria
4. Formas para abordar la complejidad provocada por la diversidad
5. Multiculturalismo e Interculturalismo
La escuela durante la etapa de la escolarización obligatoria,
debe ser integradora de todos o, en caso contrario, traicionará
el derecho universal a la educación.
Los diversos frentes a los que habrá que prestar atención son los siguientes:
La lucha contra las desigualdades
El problema de la escuela única interclasista
La crisis de los valores y del conocimiento tenidos por universales
Las respuestas ante la multiculturalidad y la integración de las minorías
La educación frente al racismo o el sexismo
Las proyecciones del nacionalismo en las escuelas
La convivencia entre las religiones y las lenguas
La lucha por la escuela para la autonomía de los individuos
Los debates científicos sobre el desarrollo psicológico y sus proyecciones en el
aprendizaje
La polémica sobre la educación comprensiva
Las posibilidades de tener en unas mismas aulas a estudiantes con diferentes
capacidades y ritmos de aprendizaje
1. La naturalidad de las diferencias
Todos los seres humanos somos únicos porque somos variados internamente,
porque somos una combinación irrepetible de condiciones y cualidades diversas
que no son del todo estáticas; lo que nos hace también diversos respecto de
nosotros mismos a lo largo del tiempo y según las circunstancias cambiantes
que nos afectan.
En las condiciones sociales y culturales de la postmodernidad esa complejidad e
inestabilidad de cada persona se acentúan considerablemente ante la variedad
de relaciones que establecemos en contexto mudables.
La variedad se manifiesta también como multiplicidad entre individuos. Todos
somos diferentes y esto viene dado por:
La interacción de las peculiaridades personales,
La singularidad del contexto en el que cada uno vive
El uso que hacemos de nuestras posibilidades
Las reacciones personales ante el ambiente que nos viene dado
Resulta por tanto imposible que la escuela sea capaz de asumir radicalmente la diversidad en su
totalidad por razones económicas, de recursos, de tiempo y de trabajo de los profesores.
Por eso, para superar este problema sería necesario establecer un sistema tutorial para poder tratar
a cada alumno en su singularidad y eso habitualmente resulta imposible de llevar a la práctica por la
escolarización masiva que existe.
Si la educación tiene que ver con la capacitación para el ejercicio de la libertad y de la autonomía, la
escuela tiene que respetar la singularidad individual y fomentarla sin discriminaciones.
La educación debe preocuparse por estimular diferenciaciones que no supongan desigualdades
entre los estudiantes; tiene que hacer compatible el currículum común y la escuela, igual para todos,
con la posibilidad de adquirir identidades singulares, lo que significa primar la libertad de los
sujetos en el aprendizaje.
2. La diversidad se convierte en “problema”
cuando lo prioritario es la norma
En la escuela es difícil ser singular en algo o por algo sin recibir presiones para
dejar de serlo, bajo la amenaza de ser clasificado como atípico, rebelde,
retrasado y con menos probabilidad, como genio. Resulta por tanto imposible
que la escuela sea capaz de asumir radicalmente la diversidad en su totalidad
por razones económicas, de recursos, de tiempo y de trabajo de los profesores.
El funcionamiento dominante de la escuela, de su currículum, de los métodos
pedagógicos, está configurado, generalmente, más para organizar la
desigualdad entre los escolares que para corregirla o para convivir con la
diversidad de capacidades, niveles en las mismas, ritmos de trabajo distintos,
motivaciones variadas de los sujetos, etc.
El mecanismo de normalización que define el éxito y la exclusión se vio
reforzado en el momento en el que la enseñanza se hizo obligatoria para todos.
Pero cuando la obligatoriedad se hizo efectiva aparece la idea de fracaso
escolar.
2. La diversidad se convierte en “problema” cuando lo
prioritario es la norma
Se entiende el fracaso escolar como una lacra interna que provoca una
cierta exclusión social a todos aquellos niños que no responden a los
criterios marcados por la norma.
Se les culpabiliza por no dar de sí lo que se les exige y a veces, incluso
quedan fuera del sistema escolar establecido.
Se produce así un grave problema dentro de los propios centros
escolares donde el alto fracaso que provocan dichos alumnos
obstaculiza su propio proyecto y dinámica. Pero también esto ocasiona
un grave problema social que delata el fracaso de la escuela para dar
acogida, en su seno, a toda la diversidad de la población escolar.
En realidad no podemos hablar de un fracaso de la educación en si
misma sino de la forma de proveerla a una población muy heterogénea
desde el punto de vista psicológico, social y de procedencia cultural.
2. La diversidad se convierte en “problema” cuando lo
prioritario es la norma
El currículum está regulado en términos que permiten flexibilidad en su interpretación a la
hora de confeccionar textos y materiales para los estudiantes o cuando los profesores
elaboran sus planes docentes y los desarrollan en las aulas.
Pero esa flexibilidad queda prácticamente anulada en el último paso de su desarrollo: cuando
los aprendizajes secuenciados son idénticos para los estudiantes, quienes son sometidos a
tareas idénticas y a unas mismas exigencias de ritmo y de tiempo en la realización del
trabajo.
Buena parte de esa esclerosis del contenido-norma exigible se debe a la adopción de
materiales estandarizados para todos los estudiantes, que dan lugar, a su vez, a pautas poco
variadas de desarrollo de la enseñanza.
Las desviaciones pequeñas de los individuos respecto de esas normas son asumidas por lo
general como naturales (unos son calificados mejores y otros peores, siempre que
sobrepasen los mínimos exigidos), pero un alejamiento destacado será calificado de fracaso
y podrá ser motivo de repetición de curso e incluso de abandono de la escuela.
La escuela y su currículum que deben ser oportunidades para todos, pasan con facilidad a ser
estructuras de dificultades graduadas que se han de superar a un mismo ritmo y con las
mismas ayudas.
3. Una buena solución para conseguir la diversidad en
la escuela: graduar la escolaridad obligatoria
La idea de graduar no era nueva en la educación aunque será la
moderna organización escolar la que la plasmará en un modelo
completo, como especialización graduada del currículum, parcelación
del mismo en especialidades, reparto secuencial de éste a lo largo de la
escolaridad y clasificación de los estudiantes en fases para su educación.
La psicología científica fundamentó la importancia de considerar lo que
ocurre en el interior del que aprende, ofreciéndonos, a través de su
mirada, una visión cada vez más minuciosa de la diversidad psicológica
entre individuos y sobre la variación diacrónica de cada uno de ellos. Se
busca primero el diagnóstico y después se ajusta el tratamiento.
Lo que es indiscutible es que a los alumnos hay que tratarlos de
acuerdo con la diversidad de estadios por los que pasa en el curso de su
desarrollo hacia la madurez porque en cada uno de ellos tiene
posibilidades distintas.
3. Una buena solución para conseguir la diversidad en
la escuela: graduar la escolaridad obligatoria
Siguiendo al profesor Garcia Garrido cinco principios esenciales para enmarcar una acción escolar auténticamente
intercultural:
La acción social debe llevarse a cabo dentro de una acción política y social de conjunto. Es decir que la educación intercultural no es sólo
de la escuela sino de toda la sociedad en su conjunto.
Puede y debe exigirse a quienes se incorporan a la vida de un país que les acoge la firma de un contrato de integración para la ciudadanía
como elemento imprescindible para su establecimiento y permanencia. Esto implica la aceptación de la escolarización como instrumento
favorecedor de ese contrato así como su cumplimiento según las pautas propias de acogida, siempre que éstas se basen en la declaración
universal de los derechos humanos y respeten la dignidad de las personas y sus culturas de origen.
Es necesario acrecentar la apertura de la escuela a todas las diversidades, y no sólo a las de origen étnico, lingüístico y cultural. Esto no
implica, sin embargo, que la escuela deba renunciar a sus propias bases culturales y al estilo propio derivado de su historia cultural y
educativa
Es necesario introducir, en la vida escolar, programas interculturales dirigidos a todos los alumnos y no sólo a los recientemente llegados
de otros entornos. No se trata únicamente de reconocer que el conocimiento de otras culturas constituye siempre algo enriquecedor, sino
de encontrar rutas de encuentro, de comprensión interpersonal y de respeto.
Para que los esfuerzos de educación intercultural, por parte de la escuela, consigan los resultados esperados, es necesario reforzar su
eficacia y su prestigio como institución y, en esa línea, cuidar de modo especial el reconocimiento de la autoridad del docente, es decir su
capacidad de influjo en los alumnos y sus familias.
LOS VALORES POSTMODERNOS: LA
EDUCACIÓN PARA LA DIVERSIDAD Y LA TEMA 4.1
MULTICULTURALIDAD E
INTERCULTURALIDAD