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Reactivo de Economia Intermedia
Reactivo de Economia Intermedia
http://www.oas.org/dsd/publications/unit/oea22s/ch09.htm
http://www.gaedpyme.upct.es/index.php/revista1/article/view/106/155
https://www.google.com.mx/search?q=analisis+shift+share+mexico&hl=es-
419&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwiU2aqom6HdAhUOC6wKHR1
BBYEQ_AUICigB&biw=851&bih=815#imgrc=sJtPpjcU4BgpMM:
3. Metodología
Donde:
i = sector j = región
n = nacional
3.2.Análisis shift-share
Para complementar el CL se utilizó un análisis shift-share tradicional
propuesto por Dunn (1960). El análisis shift-share es una técnica descriptiva muy
utilizada para medir el comportamiento de una industria regional en base a una
variable económica -comúnmente el personal ocupadoy facilitar la comparación con
diferentes regiones (Vitali, 1990; Ramajo y Márquez, 2008). Se asume que los
cambios de las economías locales, de alguna manera, son un reflejo de la estructura
economía nacional (Sui, 1995). Por esto, el método explica el crecimiento (declive)
de la industria regional en base al crecimiento (declive) de la tendencia nacional
(Esteban, 2000). Algunas de las bondades de esta herramienta estadística son la
facilidad en su aplicación y la utilización del ámbito nacional como punto de
referencia para realizar observaciones (Stevens y Moore, 1980; Nijkamp, Rietveld y
Snickars, 1986; Ramajo y Márquez, 2008).
4. Resultados
Los resultados generales del CL y del análisis shift-share del SEE por región
geográfica se presentan en la Cuadro 4. El citado sector, se encontró principalmente
localizado en las regiones noreste y noroeste del país (CL>1) y, lo opuesto, se
registró en las zonas del centro y sur-sureste (CL<1). Esto reafirma lo observado en
la revisión de la literatura "La industria maquiladora en México" (sección 1).
Por otro parte, en la Gráfica 1 se muestra la ubicación del SEE conforme a las
tendencias nacionales (NS+IM) y regionales (RS) por región geográfica de México,
en donde, la región centro-occidente y noreste se situaron en la sección de ASSET,
no obstante, esta última región sobresale al colocarse más ampliamente en dicha
sección del plano cartesiano. Hallarse en la sección positiva del sistema de ejes,
sugiere que el relativo rápido desarrollo del SEE sucedió en un entorno donde el
crecimiento del sector regional (RS) fue más rápido que el crecimiento global del
empleo nacional (NS+IM). Las regiones restantes se instalaron en el cuarto
cuadrante del sistema de ejes la zona de PROSPECT, esto propone que el relativo
rápido desarrollo del sector ocurrió en un entorno donde el crecimiento del sector
regional (RS) fue más lento que el crecimiento global del empleo nacional (NS+IM)
(Gibson et al., 2003).
De esta manera, el análisis de los resultados obtenidos inicia con la región noreste
del país y de los estados que la componen, en base a la complementación del CL y
análisis shift-share. Subsecuentemente, se replica el análisis para las regiones
geográficas restantes (noroeste, centro, centro-occidente, y sur-sureste).
4.1 Noreste
4.2 Noroeste
De manera similar a la región noreste, los resultados del CL indicaron que el SEE
se encontró localizado en la región noroeste del país (CL>1), específicamente, en
los estados de Baja California y Sonora (Ver Cuadro 5). No obstante, la entidad de
Baja California Sur reportó una nula actividad del SEE, lo cual, podría evidenciar el
valor estratégico de la colindancia con los EUA para facilitar el proceso logístico
interno y externo de la empresa (Hanson, 2001, 2002).
Por otro parte, en la Gráfica 3 se muestra la ubicación del SEE conforme a las
tendencias nacionales (NS+IM) y regionales (RS) por cada una de las entidades
federativas que conforman la región geográfica noroeste de México, acorde al
análisis shift-share desarrollado. Destacan los estados de Baja California y Sonora
en la sección de PROSPECT. Se podría interpretar que el incremento de ambas
entidades en el personal ocupado total del SEE fue a consecuencia de las
tendencias nacionales (NS) más que por las tendencias regionales (RS).
4.3 Centro
La región del centro presentó un bajo CL del SEE (CL<1). Esto a pesar de que el
Distrito Federal en el periodo 2004-2009 concentró por si solo 52.74% de la IED
hacia México (SE, 2014a, 2014b). Mientras que el segundo lugar lo ocupó el estado
de Nuevo León con 10.10% para el periodo citado. Es decir, existe una diferencia
porcentual altamente significativa de 42.64% entre el primer y segundo lugar de
entidades receptoras de IED.
En este orden de ideas, en la región centro destacaron los resultados del estado de
Querétaro al obtener un resultado positivo en el RS (92.59) y, a su vez, lograr un
coeficiente mayor a 1 en ambas variables (personal ocupado total y producción
bruta total). No obstante, el NS (2,368.71) sugirió que su crecimiento en el personal
ocupado del SEE se debió a un estímulo de la tendencia nacional.
Por otro parte, en la Gráfica 4 se muestra la ubicación del SEE conforme a las
tendencias nacionales (NS+IM) y regionales (RS) por cada una de las entidades
federativas que conforman la región geográfica del centro de México, acorde al
análisis shift-share desarrollado. El estado de México y el Distrito Federal se
localizaron en la sección de PROSPECT. Ubicarse en la sección positiva-negativa
del sistema de ejes, propone que el relativo rápido desarrollo del sector sucedió en
un entorno donde el crecimiento del sector regional (RS) fue más lento que el
crecimiento global del empleo nacional (NS+IM) (Gibson et al., 2003). Se podría
interpretar que ambos estados, no lograron capitalizar las tendencias nacionales
favorables en la adición de nuevas plazas de trabajo hacia el SEE.
4.4 Centro-occidente
Los resultados de las variables de personal ocupado y producción bruta indican que
el SEE se encuentra moderadamente localizado en la región centro-occidente del
país, de manera más específica, en los estados de Aguascalientes, Jalisco y San
Luis Potosí (Ver Cuadro 7). Asimismo, se observó que la zona centro-occidente de
México tuvo un incremento de 15,881 puestos de trabajo en el SEE, ocasionado por
una buena captación de nuevos empleos (RS, 3,210.05) pero, sobre todo, por la
adición de personal ocupado producida por el crecimiento total de la economía
nacional (NS, 13,505.03). En cambio, las entidades de Colima, Guanajuato,
Michoacán, Nayarit y Zacatecas obtuvieron resultados muy inferiores en
comparación a los estados citados con anterioridad.
Por otro lado, de los estados con mejores resultados en el CL (CL>1), sólo la entidad
de San Luis Potosí obtuvo una RS positiva (2,865.68). De esta forma, se reflejó que
parte del incremento en el personal ocupado (4,311) fue explicado por las
características de las condiciones económicas del estado y por la tendencia
nacional (NS, 1,540.46). En contraste, Jalisco a pesar de tener altos resultados en
prácticamente todos los cálculos del CL de ambos años (2004 y 2009), su
crecimiento del personal ocupado (7,863) se debió más al estímulo nacional (NS,
8,942.39).
4.5 Sur-sureste
Por otro parte, en la Gráfica 6 se muestra la ubicación del SEE conforme a las
tendencias nacionales (NS+IM) y regionales (RS) por cada una de las entidades
federativas que conforman la región geográfica sur-sureste de México, acorde al
análisis shift-share desarrollado, en donde, los estados de Puebla y Yucatán
destacan tímidamente en la sección de PROSPECT, al comparar sus resultados
con los obtenidos por las entidades que integran las regiones noreste y noroeste del
país. El resto de los estados se aglomeraron en el origen del plano cartesiano,
debido a la poca representatividad del SEE en dicha región geográfica.
Conclusiones
Este estudio analizó el grado de localización regional del SEE de México a partir de
los métodos de CL y análisis shift-share. Este se encontró localizado en mayor
medida en las regiones fronterizas con los EUA (noreste y noroeste). Con dos
estados fuertemente posicionados en el cuadrante ASSET: Chihuahua y
Tamaulipas. En contraste, la región sur-sureste del país presentó la menor actividad
hacia dicho sector. Así, estos resultados ofrecen sustento al desarrollo de políticas
focalizadas hacia las acciones que promuevan la competitividad de la industria de
alta tecnología en México.
Finalmente, con respecto a las limitaciones del estudio, es necesario señalar que
los métodos utilizados son técnicas descriptivas y los resultados generados
dependen del periodo de tiempo seleccionado. En esta investigación, se buscó que
ambos métodos se complementaran entre sí para ofrecer un mejor panorama del
SEE en el país.
Como es obvio, las explicaciones que cabe ofrecer en relación con lo que muestran
los datos relativos al crecimiento regional son bastante variadas. Una causa es
siempre, sin duda, el comportamiento global de la economía nacional: si esta crece,
la mayoría de las regiones lo hace también, aunque no de forma homogénea. En
este sentido, hay coincidencia en afirmar que la especialización productiva de cada
región puede ser una de las causas fundamentales de que su crecimiento esté por
encima o por debajo de la media de crecimiento de una economía nacional (Combes
& Overman, 2003; Ezcurra, Pascual & Rapún, 2006; Hallet, 2000; y Cuadrado &
Maroto, 2008). Las regiones especializadas en actividades más dinámicas
registrarán tasas de crecimiento claramente superiores a las tasas medias de
crecimiento del país. Lo contrario también suele ser cierto: las ramas menos
dinámicas y expansivas lastran el crecimiento de las regiones que están más
especializadas en ellas. Con todo, esta interpretación tampoco puede ser tan
simple, ya que la composición por ramas de actividad de cualquier economía
regional puede dar lugar a que lo que unas aportan se compense con el bajo
crecimiento de otras.
Por su parte, Murcia presenta un efecto neto positivo gracias a los efectos de
localización, ya que su estructura productiva está basada en actividades poco
dinámicas. Lo contrario sucede en Canarias, cuyo efecto positivo se asienta
únicamente en la positiva contribución de su componente estructural. Finalmente,
comunidades como Navarra, Cataluña, La Rioja y Castilla-La Mancha han tenido un
efecto neto negativo, a pesar de ciertos efectos de localización, debido a la
composición de su estructura productiva. El País Vasco, a pesar de que su
estructura productiva está asentada en actividades dinámicas, presenta ciertas
desventajas de localización que han provocado un efecto neto total negativo.
Con objeto de profundizar en el papel que han desempeñado los servicios en las
tendencias generales observadas, se ha llevado a cabo un análisis shift-
share referido exclusivamente a dicho sector. El objetivo es comprobar cuáles han
sido los efectos del cambio estructural dentro del propio sector servicios y los
efectos de localización que se derivan en relación con el crecimiento en las
diferentes regiones. Los resultados detallados se muestran en el Cuadro A.2 del
Anexo y nos permiten subrayar algunos hechos.
En primer lugar, en el caso del efecto estructura o proporcional hay que destacar
que, durante el período estudiado, solo Madrid, el País Vasco, Cataluña, Baleares
y Cantabria presentan valores positivos en términos de empleo en servicios. En
función del VAB, el número de regiones con efecto positivo es también reducido:
Madrid, el País Vasco, Murcia, la Comunidad Valenciana y Cataluña. En el extremo
opuesto, las regiones con efectos estructura más negativos fueron Andalucía y
Castilla y León. En segundo lugar, y por lo que se refiere al efecto diferencial o de
localización, el dinamismo de regiones como Madrid, Baleares, Castilla-La Mancha,
Murcia o La Rioja se refleja tanto en términos de empleo como de valor añadido.
Sin embargo, algunas regiones —como la Comunidad Valenciana, o Cataluña y
Andalucía— solo muestran dinamismo en términos de empleo o de valor añadido,
respectivamente. Por contra, las regiones con un claro efecto diferencial negativo
siguen localizándose en la Cornisa Cantábrica (País Vasco, Galicia, Asturias y
Cantabria), junto con Castilla y León, Canarias y Aragón.
Las causas que explican esta negativa evolución de la economía española derivan,
aunque solo en parte, de los efectos de la crisis financiera internacional. Por
supuesto que esta ha acabado repercutiendo en España, sobre todo como
consecuencia del elevado endeudamiento de las entidades financieras con el
exterior y de la creciente necesidad de financiar el déficit público, puesto que los
estabilizadores automáticos, junto con la expansión del gasto discrecional no
productivo que se llevó a cabo al inicio de la recesión, han provocado un intenso
deterioro de las cuentas públicas. Pero la crisis y la fuerte recesión española han
tenido un claro protagonista interno: el brusco fin de la burbuja inmobiliaria que se
había alimentado desde 2002-2003 y el profundo desplome de la construcción, que
ha arrastrado a su vez a las numerosas ramas productivas (industriales y de
servicios) directa e indirectamente vinculadas a dicho sector. A todo ello se han
sumado los efectos del desempleo y de la caída de actividad en el consumo privado
y los reajustes a los que se ha visto sometido todo el sector financiero español. La
grave crisis de la deuda soberana en la Eurozona y las dudas sobre la capacidad
de España para llevar a cabo los inevitables ajustes y reformas han situado
recientemente a la economía española en el punto de mira de los mercados, lo que
se ha traducido más recientemente en un incremento de los costes y una mayor
dificultad de acceso a la financiación.13
Cabe, con todo, señalar algunos cambios importantes que se han producido y que
han afectado de forma desigual a las distintas CC.AA. españolas Así, las
estimaciones referidas al ejercicio 2009, que —como se ha indicado— registró una
tasa negativa de -3,7% en el PIB nacional, ofrece diferencias importantes a escala
regional. En Extremadura, la región menos afectada, la tasa negativa de variación
de su PIB en dicho ejercicio fue del -2,05%, mientras que Cataluña (-4,36%) y
Aragón (-4,66%) ocupan las peores posiciones. La caída de la construcción ha
afectado intensamente a las CC.AA. de la costa mediterránea (Cataluña,
Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía), pero también a algunas metrópolis y
zonas del interior (Madrid, Castilla-La Mancha) y a las islas Canarias y Baleares. El
sector manufacturero solo creció un 0,7% en 2007 (cuando la economía en su
conjunto lo hizo todavía en un 3,6%), pasando a tasas negativas del -2,7% y del -
13,6% en 2008 y 2009, respectivamente. La construcción aún crecía en 2007
(2,5%), pero registra tasas negativas en todos los ejercicios siguientes: -1,6 en
2008; -6,2% en 2009; -6,3% en 2010.