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El comercio en Chile

El sistema de Monopolio Comercial limitaba el intercambio con otros países, por lo cual a
lo largo de los siglos XVII y XVIII surgieron mercados regionales en América necesarios
para una relativa expansión económica.
Chile mantuvo contacto en estas materias con el virreinato del Perú y el del Río de la
Plata, además del intercambio con la metrópolis.
En el año 1748 se instauró el sistema de navíos de registro, denominado así porque las
embarcaciones que se dirigían a América eran registradas antes de zarpar con la intención
de evitar el contrabando. Las naves españolas fueron autorizadas para salir desde
cualquier puerto español, y posteriormente se decretó la libertad de comercio entre los
puertos coloniales y los españoles, lo que le permitió a Valparaíso y a Concepción ser
parte de las nuevas rutas comerciales abiertas.
Sus habitantes realizaron múltiples actividades:
La minería
Se centró en la explotación de lavaderos de oro, se destacó el estero de Marga Marga,
cercano a Valparaíso. la sobreexplotación de los lavaderos y la falta de mano de obra hizo
que esta actividad fuera decayendo.

La ganadería
Desde el comienzo del siglo XVII, chile se benefició con el intercambio con el virreinato del
Perú
Se generó una alta demanda de productos chilenos derivados de la ganadería vacuna y
equina (cuero, sebo y el charqui)
El cuero era usado para hacer zapatos, monturas, etc.
El sebo se usaba para la fabricación de jabón y velas
El charqui era carne deshidratada, alimento esencial en las zonas mineras

La agricultura
Gran importancia a partir del siglo XVII
Se desarrolló en unidades productivas denominadas plantaciones (se especializaban en un
producto único, como cañas de azúcar, cacao, algodón) y haciendas (producían gran variedad de
productos (trigo, cebada, vid y olivo).

Los oficios en Chile


La mayoría de ellos fueron transmitidos de generación en generación y otros aprendidos
con mucha paciencia. La mayoría de los oficios eran realizados por los mestizos.
Los oficios nacen de las necesidades de las personas, por conseguir productos
especializados que antes de la producción industrial, se confeccionaban con una enorme
paciencia y mucha técnica, uno por uno, hechos en su mayoría a mano.
Conozcamos algunos de ellos que en la actualidad han desaparecido.
Velero
Vendía velas para iluminar las casas, ya que en esa época todavía no había luz eléctrica.
Las velas eran de sebo y se hacían a mano en forma artesanal. Este personaje las llevaba
colgando de un palo amarradas por la mecha y cuando las vendía las cortaba.
Lechero
Llevaba la leche en dos tarros llenos, cargados en una mula o caballo. Pasaba por la calle
ofreciéndola.

Aguatero
Se desplazaba a caballo llevando agua en un barril, la que vendía entre los vecinos.
Panadero
Iba en una mula o a caballo con dos grandes canastos a los lados donde llevaba pan
fresco. Sandillero
Vendía pedazos o sandías enteras en la plaza o en las ferias.
Motero
Con un canasto colgando del brazo, cuyo contenido iba cubierto por albos paños que
resguardaban el calor de los variados productos que vendía.
Porque no sólo mote de maíz o “moteméi” transportaba el motero. En el canasto había
también castañas, camotes cocidos, piñones, etc. Este personaje, para iluminar su camino
llevaba un farol de confección casera con una vela en su interior.
“¡Mote’e mei, pelao el meyo, calentitoooo!” grito con el que el motero anunciaba su
producto.
Heladero
En esa época el helado era nieve o hielo picado a los que se le agregaba azúcar y sorbetes
de frutas o especias. Lo llevaba en un balde protegido para que no se derritiera y los iba
sirviendo con una gran cuchara a los niños que le compraban.
Dulcero
Paseaba por las calles vendiendo dulces y pasteles llevándolos en un canasto de mimbre.
Organillero
Se lo veía pasar con la pesada caja del organillo cargada en la espalda, bien agarrada de la
ancha correa que le cruzaba el pecho. En una mano llevaba la jaula con el lorito
amaestrado, y en la otra el manojo de elásticos desde donde colgaban pelotas de aserrín
forradas con papeles de vivos colores.
Chinchinero
A veces el organillero aparecía acompañado por un socio: el hombre orquesta o
chinchinero. ¡Esto sí que era un espectáculo!. Porque no sólo se dedicaba a tocar el
bombo y los platillos, sino que bailaba y hacía verdaderas proezas. Cuando terminaba su
espectáculo pasaba con un sombrero pidiendo una colaboración.
El sereno
El sereno, personaje de la colonia que cuidaba las calles y anunciaba a viva voz la hora y el
tiempo, decía, por ejemplo; "las doce han dado y sereno".

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