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El juego

El juego como herramienta de aprendizaje. En esta preocupación por el aprendizaje, la misma


pedagogía ha terminado ligando el juego al aprendizaje de ciertos contenidos escolares y entonces
hablamos de que los niños “aprenden jugando”, cuando la preocupación es que la enseñanza de
los diferentes contenidos se haga de una manera lúdica, quedando así el juego convertido en una
estrategia de aprendizaje.

El juego debe tener un objetivo, un fin didáctico, de manera que los niños aprendan divirtiéndose
y motivados. En este sentido el juego sirve a la escolarización de la Educación Inicial. Es así que la
idea de juego que prevalece es la de un juego como medio para...ya sea para entretener o para
aprender.
Juegos en la primera infancia:
 Juegos de contacto corporal-turbulentos: arrastres, rodamientos, caídas, persecuciones.

 Juegos de regazo-musicales: movimientos al ritmo de la canción, aserrín- aserran, había un sapo,


el baile de los animales, etc.

 Juegos de palabras: inventar palabras, inventar idiomas, adivinanzas.

 Juegos de vértigo: Balancearse, suspenderse, trepar, caer.

 Juegos de contraste: aparecer-desaparecer, llenar-vaciar, subir-bajar.

 Juegos espaciales: laberintos, recorridos, atravesar, entrar, salir, transformar.

 Juegos sensoriales: tocar, oler, oír, ver, saborear, múltiples y variados objetos.

 Juegos de exploración: ensayo y error, ¿qué pasa sí…?

 Juegos con materiales básicos: arena, tierra, pasto, agua..

 Juegos tranquilos: Relax, descanso, refugio, lectura, anidarse

 Juegos simbólicos: como si...la casa, el hospital, la oficina, la cocina.


 Juegos de construcción: construir, destruir, juntar, separar.

 Juegos de competencia: normas y reglas, precisión, puntería.

 Juegos de azar: dados, cartas.

Posibles zonas de juego

 Rincón de Disfraces, para jugar a ser otro.


 Rincón de la Construcción, con material diverso

 Rincón de la Casita, acciones de la cotidianidad.


 Rincón de la Tienda, intercambio de roles, apreciación de cantidad y economía.

 Rincón del Hospital, juego de roles, sanar, ser sanado.

 Rincón de juegos en reposo, juegos de mesa.

La literatura

–“Literatura: una de las bellas artes que emplea


como instrumento la palabra” –, puede quedarse corta para abarcar el profundo significado que
ésta tiene en el desarrollo emocional, cognitivo, cultural y lingüístico de los más pequeños y para
dar cuenta de su poder para acompañar el desciframiento simbólico que se da desde el
nacimiento o, incluso, desde antes.

Cabría hablar, entonces, de la literatura como el arte de jugar con el lenguaje –no sólo con el
lenguaje verbal, ni exclusivamente con el lenguaje escrito, sino con múltiples lenguajes– para
imprimir las huellas de la experiencia humana, elaborarla y hacerla comprensible a otras personas.

Primeras aventuras por el mundo de los libros

Las posibilidades de sentarse, gatear, dar sus primeros pasos y decir sus primeras palabras,
ofrecen al bebé nuevas perspectivas del mundo y, a medida que éste se ensancha, accede también
a esos “mundos otros” de los libros de imágenes que hojea junto a los adultos, en la pequeña
biblioteca del jardín o del hogar.

El hecho de descubrir que las ilustraciones, esas figuras bidimensionales, “representan” la


realidad, es el germen de operaciones simbólicas complejas que le permiten “jugar a hacer de
cuenta”. Así como cuando juega a la casita y dice “digábamos que aquí era la sala”, cuando alguien
le lee un libro, también lo invita a hacer la misma operación y a descubrir que, en esa convención
cultural llamada libro, se “hace de cuenta” que esas imágenes de bebés o de perros,
“representan” perros o bebés reales.

Pero, además, las imágenes que se encadenan le permiten descubrir otra operación crucial de la
lectura: la organización del tiempo en el espacio gráfico del libro y el orden espacial –de izquierda
a derecha, con el que se lee en la cultura occidental–. Así, hojeando libros junto a los adultos, se
descubre, no sólo la “direccionalidad” de la lectura sino también que, en ese conjunto de líneas y
de páginas la humanidad “guarda” sus historias y que allí podemos encontrar algo nuestro: que
esos personajes y esas historias nos representan.

Explorar los mundos de la ficción y los de la realidad A medida que el lenguaje verbal se va
sofisticando y otorga poderes de abstracción y de imaginación, los niños y las niñas descubren la
complejidad de un mundo paralelo e invisible, no exento de sombras y de monstruos. Además del
poder emocional que posee la ficción para nombrar los dramas infantiles y darles una resolución
simbólica, los niños descubren que existe un lenguaje distinto al cotidiano: un Reino-otro del
“había una vez” en el que los sucesos tienen una ilación más organizada y evidente. En esos
“reinos-otros” pueden identificar que se alude a un tiempo otro, dicho en un lenguaje otro, para
nombrar mundos otros, distintos al mundo real. Todo ese acopio de historias estructura y nutre el
pensamiento, y la prueba de ello es la cantidad y la calidad de los recursos narrativos, sintácticos y
semánticos que poseen los niños que han tenido contacto permanente con los cuentos y con las
historias que les narran los adultos y que incorporan, casi sin darse cuenta, las estructuras
temporales y las operaciones de planeación propias de la lengua del relato, lo cual se traduce
también en la forma como pueden contar historias sobre sí mismos.

El arte

El arte involucra el descubrimiento y el disfrute de diversas sensaciones, invita a niños y niñas con
la orientación de maestros y maestras a experimentar a partir de las diferentes posibilidades que
les ofrece su cuerpo y el manejo de distintos materiales, les permite también comenzar a
identificar y a discriminar las características propias de éstos, percibiendo diferentes sonidos,
texturas, olores, colores y sabores, además de aprender a relacionar su cuerpo y los objetos con
respecto al espacio y al tiempo, transformado, construyendo y encontrando nuevas maneras de
interactuar con ellos. Las diferentes experiencias artísticas son en si mismas, una excelente
oportunidad para expresar, comunicar, representar, apreciar, descubrir y crear desde la vivencia
con otros y con el entorno.

De acuerdo con Lowenfeld (1961) “La introducción de la educación artística en los primeros años
de la infancia podría muy bien ser la causa de las diferencias visibles entre un hombre con
capacidad creadora propia y otro que, a pesar de cuanto haya sido capaz de aprender, no sepa
aplicar sus conocimientos, carezca de recursos o iniciativa propia y tenga dificultades en sus
relaciones con el medio en que actúa. Puesto que percibir, pensar y sentir se hallan igualmente
representados en todo proceso creador, la actividad artística podría muy bien ser el elemento
necesario de equilibrio que actúe sobre el intelecto y las emociones infantiles”

Talleres de Arte

Talleres de instrumentos musicales a partir de los cuales se discrimina, se experimenta y se crea


con ellos;
Talleres de canciones en los cuales no sólo se aprenden y cantan nuevas canciones, sino que
también se acompañan las mismas con instrumentos, se bailan y sobre ellas se inventan nuevas
letras;
talleres de ritmo que invitan a tocar instrumentos, a marchar, a caminar, a saltar y a correr con la
música, desde donde no solo se vivencia el pulso, el acento o el ritmo característico de una
canción, sino que también a partir de estas experiencias se apoya el desarrollo de la motricidad y
de la expresión corporal;
talleres de escucha activa en los que se sensibiliza e interactúa con el universo de sonidos que nos
rodean, además de conocer y
aprender músicas propias y de otras culturas.

Talleres para desarrollar arte dramático


talleres de transformación de objetos, en los que un objeto cualquiera se convertirá en otro según
la imaginación y la creatividad de los niños y las niñas (un cepillo en un micrófono, una rama en
una sombrilla, un palo de escoba en una espada o en un caballo);

talleres de imitación de personajes de cuentos, de televisión, de películas, entre otros;

talleres que se centren en imaginar situaciones cotidianas o fantásticas y llevarlas a la acción;

talleres de exploración y transformación de espacios, en los cuales los niños imaginen por ejemplo
estar en la selva, en el mar, en el desierto o en un castillo;

talleres de representación con títeres y objetos animados, en donde se recreen con ellos cuentos
de la tradición oral y escrita, se narren e inventen historias, se cuenten poesías;

talleres de construcción de títeres con materiales encontrados o reciclados donde se motive la


exploración y la creatividad de los niños y las niñas.

La Exploración del Medio en la Educación Inicial

La curiosidad es tal vez una de las mayores características de los niños y las niñas, a través de la
cual indagan, cuestionan, conocen y dan sentido a su mundo. Dicha curiosidad los lleva a
mantener una actitud de búsqueda permanente que puede evidenciarse desde los primeros días
de vida y de manera progresiva a medida que el niño y la niña crecen. Inicialmente se manifiesta a
través del uso y descubrimiento de las posibilidades de exploración que les ofrece su cuerpo, más
adelante y como consecuencia del perfeccionamiento de sus movimientos se evidencia en la
manipulación de objetos, el desplazamiento por los espacios y a través del lenguaje.

Es así, como resulta natural que los niños y las niñas suelan dedicar una gran parte de su tiempo al
acto de explorar, el cual está íntimamente relacionado con sus intereses, los diferentes ambientes
en los que suelen encontrarse, los objetos y materiales que están a su alcance, sus experiencias
previas o sencillamente las oportunidades que les ofrecen los adultos para hacerlo.

el rol que

debería asumir el adulto frente a las exploraciones que hacen habitualmente

los niños y las niñas, puede entenderse desde la propuesta de Malaguzzi


(2001) sobre el papel del educador, quien debería:
 Explorar, junto con los niños, la experiencia educativa.
 Provocar ideas, resolución de problemas y conflictos.
 Tomar las ideas de los niños y retomarlas para una exploración
adicional.
 Organizar el salón de clases y los materiales de forma estética y
placentera así como de manera provocadora y sugerente.

 Organizar los materiales para ayudar a los niños a tomar decisiones


reflexivas sobre los medios.
 Documentar el progreso de los niños: de forma visual, en grabaciones
en casetes, videos y portafolios.
 Ayudar a los niños a ver las conexiones en el aprendizaje y las

experiencias.
 Ayudar a los niños a expresar su conocimiento a través del trabajo
representativo.
 Formar un “colectivo” entre educadores y padres.

 Dialogar acerca de los proyectos con los padres y con otros educadores.
 Fomentar la conexión entre el hogar, el colegio y la comunidad.

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