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COLECCiÓN CRITERIOS
Antologías representativas de un autor, país, pro-
blemática o enfoque que, al igual que la revista
homónima. divulgarán en el mundo de habla his-
pana lo más actual e importante del pensamiento
teórico cultural que se produce en otras lenguas.
Intertextualité
FRANCIA EN EL ORICEN DE UN TÉRMINO
Y EL DESARROLLO DE UN CONCEPTO
Seleccl6n y traduccl6n de Deslderlo Navarro
~.
1. Patrice Pavis: El teatro y su recepción. Semiología.
cruce de culturas y postmodemismo. Selección y
traducción de Desiderio Navarro.
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CASA DE LAS AMÉRICAS
EMBAJADA DE FRANCIA EN CUBA
LA HABANA, 1997
,L
Intertextualité:
treinta años después
A Julia Krisleva.
con la misma admiri1cíón
de cnlnlH.':cS
alusión, plagio, col/age, etc-, pero el inmediato éxito del nuevo término que ya en 1974 SU propia creadora decidia abandonarlo y emplear o/ro en su
generalizador demuestra que éste hizo posible la clara visualización de una lugar:
nueva problemática teórica independiente, que interconecta desde el punto de El término de íntertextualidad designa esa transposición de u~o (o de
vista semiótico no sólo las formas tradicíonales y modernas de intertextualidad varios) sistema(s) de signos a otro: pero, pues/o que ese término ha
ya ais/adame~tedescritas y bautizadas, sino también las que están siendo crea- sido entendido a menudo en el sentido banal de "critica de las fuen-
dos por la praxis literaria viva --la pos/modernista, por ejemplo, que ha hecho tes" de un texto, preferimos el de transposición, que tiene la ventaja
/. de la intertextualidad un verdadero objeto de culto, hasta convertirse con fre- de precisar que el paso de un sistema significante a otro exige una
cuencia, más que en la "cámara de ecos" del Texto barthesiano, en un nueva articulación de lo tético -de la posicionafidad enunClGtlva JI
"pla(y)giarism ", en un "canibalismo alea/ario de todos los estilos pasados ", denotativa. 4
para utilizar sintéticas descripciones de Federman y Jameson.,
Sin embargo, ya ese uso de "in/ertextua/idad" en calidad de un "mero" Sin duda, un efecto colateral de la entusiasta acogida mundial que ha teni-
supraconcep/o "taxonómico" cientificofiterario, de poética descriptiva, seapar- do el neologismo es que ----como antes, por ejemplo, el slifijo -ema- ha estlnlll-
/a del propósito original de la Kristeva. res que teóricos como Genelle, R!ffa- lado la creatividad y la receptividad terminológicas en las ciencias culturales.
terre, Hempfer o Bloom, han restringido el concepto kristeviano en ese yo/ros Por una par/e, ha colltribuido al surgimiento de otros términos que, encerran-
selJ/idos, frente a los "paninter/extua/istas" pos/estructurafístas como el últi- do el mismo prefijo ínter-, designan relaciones análogas entre elementos o ~s
mo Bar/hes, Derrida, Culler, Lei/ch o Orivel. No hace mucho, Hans-feter Mai pectos textuales más particulares o más generales.: int~r/itulari~ad, mterfigurahly)
seiia/aba que "dos definiciones contradictorias prevalecen y están en guerra {interpersonajidad}, interdiscursividad, intermedtaltdad, II1terautoraltdad,
en/re si", refiriéndose a la COll/roversia que ya Manji'ed Pfis/er habiapresenta- intersemanticidad, in/ersemiolicidad, intercon/extualtdad .. Por otra, ha propI-
do como "intertexto universal vs. inter/extualidad e;pecíjica ", esto es, la in/er- ciado la aparición y difusión -la moda, podríamos decir- de términos que,
apelando a o/ros prefijos, designan otras relaciones ell/re textos: paratexto,
2 J. Kristem, "Bakhtine, le mat, le dialogue etle roman", Critique, nO 239, abril de 1967, pp. meta/exto, architex/o, intex/o, hipertexto, geno/exto, autotexto, pr%/exto,
440-441. Sin embargo, en uno de los libros glosados por la Krisleva, Problemas de la antetexto, peritexto, cotexto, epitexto, postexto, hipotexto, macro/exto,
poética de Dostoievski, Bajlin había subrayado repetidamente que "(las relaciones lógi-
cas y de senlido objelual {predmetnn-smyslovyeJ deben (.. .) devenir posiciones de diver- transtextua/idad ..
sos sujetos expresadas en la palabra. para que. entre ellas puedan surgir relaciones Durante los últimos treinta años el término y concepto de intertextualídad
dialógicas" (Moscú, Judozheslvennaia Li/era/ura, 3ra, ed., 1972, pp. 312-313). Olro/ex/o su desarrollo, su discusión, su aplicación analítica a obras concre/as, han dado
publicado en 1979, "El problema de/lexlo en la lingüística, la filología y otras ciencias
humanisticas. Ensayo de anólisisjilosójico ", diríase que replica directamente ala Kristeva,
si /la hubiera sida escrilo e!!lre 1959 y1961: "El acon/ecimienlO de la vida delleXlo, es J Hans.Peter Maí, "Bypassing 1nlertexlUality: Herm.eneutics, Textual Praclíce, IiYl:~rlexl ",
decir, su auténtica esencia, siempre se desarrolla en la frontera entre dos conciencias, en: Intertextuality. ed. por Heinrich F. Piel!, Berlm-Nueva York, Wa/ler de Gruyltl, 1991,
entre dos su.jelos. " (M. M. Baj/ín, Litcralumo-krilicheskie stal';, Moscú, Judozheslvennaia N
lileratura, 1986. pp, 477, e/ subrayado es de Bajlín). W , . . _
'J. Kristeva, La Révoluiion du langage poéllque, Pans, SeU/I, 19/4, p. 59-60,
InterteJt.lUalité: ¡rej,lla ailos después h
origen a una muy abundante literatura en numerosas lenguas ----delfrancés, el poslestructuralísmo, el desconstruccionis/1lo, la cultura camavalcsca, la
inglés y el alemán al croata, el finlandés y e/ hebrea--, de /a cual sólo unos metaficción O el interculturalismo, pero también la intensa interlex/lwlidad de
muy camadas textos, han sido vertidos a nuestro idioma, mientras que la gran mucha literatura y arte de nuestro fin de siglo, han sobredeternlinado la pOIJII-
mayoria de ellos --en su original o en su traducción al español- permanecen laridad del tema y se ven abordados por una collSiderable bibliografia. El illle-
muy dispersos y difícilmente accesibles, por razones lingüísticas y/o económi- r~ por la intertextualidad se ha extendido también a las más recientes líneas
cas, en librerías y bibliotecas del extranjero. Entretanto, la bibliografia sobre investígativas como son los estudíosfeministas, postcoloniales, gay, lesbianas.
la intertextualidad sigue creciendo ininterrumpida y aceleradamente, con com- raciales, y de la oralidad. Así, hoy podemos hallar trabajos titulados"Un mapa
plicaciones y eclosiones que un estudioso del tema, el alemán Heinrich Plelt, para la relectura: la intertertualidad desde la perspectiva de una ciencia /ite-
resumió asi hace apenas cinco años: raria feminista ", "La intertextualidad lesbiana", "Irrupción: Una introduc-
, .
Actualmente, "intertex/ualidad" es un término de moda, pero casi todo ción a raza e intertextl/alídad", "1nterlexlualídad e identidad Cllltural", y así
el que lo usa lo entiende de una manera algo diferente. La multitud de sucesivamente.
publicaciones sobre el asunto no ha logrado cambiar esta situación Por último, la diversificación temática de los análisis intertextuales de obras
Al contrario: su número creciente no ha hecho má~ que aumentar la y autores concretos va hoy día desde la Biblia, la lIíada y Aristófanes, pasando
confusión Un cuarto de siglo despúes de que el término fue acuñado por las novelas medievales del ciclo del rey Arturo, Dante, Don Quijole,
de una manera más bien casual (Kristeva /967), es/á empezando real- Shakespeare y el drama Noh, hasta /legar a Zola. Baudelaire, Wilde, Joyce,
mente a florecer. 5 E/iot, Rílke, Proust, Bábel, Maiakovski, Hemingway, BeatIVoir, Nabok¿v, Ce-
Además de libros monográficos enteros, como Palimpsestos de Genette o lan, Handke, Gombrowicz, Grass, Clallde Simon, Heiner Mül/er, Bar/h,
Entre estilos de Stanislaw Balbus, y de cientos de artículos sueltos, se vienen Barthelme, Saramago, Mongo Beti y Cesaire, entre mllchos otros no menos
publicando números monográficos de revistas (poétique, 1976; New York diferentes entre sí. También han sido objeto de estudia intertextllal importantes
Literary Forum, 1978; Er¡IJEllUnKr'¡: Trudy po znakovym sistemam, 1981; autores contemporáneos de lengua española, como nuestro Alejo CUlpen/ier,
Littérature, 1981, 1984, 1988: Revue des Sciences Humaines, 1983: Texte, /983; Borges, Vargas Llosa, Juan Goytisolo y Gabriel García Márquez, a qllien se
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Canadian Review of Comparative Literature, 1984: American Journal of
Semiotics, 1985; Poetica, 1987; Style, 1989, etc.), recopilaciones de autores
varios (Intertextuality: New Perspectives in Criticism, 1978; Dialogizitat, 1982: yLaTnterte~~a¡id~deÍJ'-G¡¡raaMár(luei:(i'99:¡rdéArnold
M Penuel. E/ltre los
Dialog der Texte, 1983; lntertextualitllt, 1985;" Intertextuality: Theories and primeros autores cubanos que han sido examinados desde el punto de vista de
Practices, 1990: Inf1uence and Intertextuality in Literary History, 1991: la intertextualidad, se hallan tres poetas de épocas y obras muy diferentes:
lntertekstuaalisuus. Suuntia ja sovelluksia, 1991; Miedzy tekstami, 1992; Julián del Casal, Dulce Maria Loynaz y Luis Rogelio Nogueras. El artíClllo
lntertextuality in Líterature and Film, 1994, etc.) y bibliografias .(Iasde Don "Aspectos lógicos de la intertextualidad: para un enfoque semiótico de la poe-
Bruce, 1983,' Udo J. Hebel, 1989: Hans-Peter Mai. 1991: Maureen Hawkins, sia de Julián del Casal", de Hans-George Ruprecht, pllblicado enfrancés, en
199L). 1977,en la revista Dispositio (n" 2/4, pp. 1-27), parece ser el primer trabajo
Al mismo tiempo, el estudio de la inlertextualidad, 'ialmente centrado qlle abordó las relaciones intertextuales en la obra de un escritor cubano.
en la literatura, se ha ido extendiendo cada vez más a airas artes y fenómenos EntretanlO, el primer trabajo sobre intertextualidad que fue publicado por UI1
culturales: el cine (gracias a Metz, 1ampolski...), las artes plásticas (por obra investigador de origen cubano es, al parecer, el artículo teórico "Apuntes para
de Steiner, Calabrese. Weisslein, Bryson.. .), la música (con los trabajos de un modelo de la intertextualidad en literatura n, de Gustavo Pérez Firmat, que
Karbusicky, Hallen.. .), el tea 11'0, la televisión, etc. Por otra parte, las diversas apareció en 1978, en Romanic Review (n" 69, pp. /-14). No somos categóri-
pero estrechas relaciones del fenómeno de lainterlextualidad con tendencias y cos .en estas dos últimas afirmaciones, pues así lo impone la lamentable caren-
pl'Oblemas teóricos de la máxima actualidad, como el postmodernismo, el cia de una biblíografia de los estudios intertextuales sobre/de autores cuhanos,
lqtinoamericanos o hispanófonos en gel1eral, cl/ya elaboración ya, más que
5 lieinrich F. Plel/, "/nterlextualities", en Intertextuality, ed. por H. F. Plelt, Berlín-Nueva deseable, es necesaria. Sólo en 1986 se publicaría por vez primera en Cuba,
York, /Yalter de Gruyler, 1991, p3. Hay una Iraducción al español, por D. Navarra, en el el1la reviSta Casa de las Américas (n" 154, pp. 145-15/), un estudio de IIn
I/úmero especial de Criterios en saludo al VI Encuentro II/Iernaciofwl Mijaíl Baj/ln ,Méxi-
co. 5-91"lio 1993).
investigador cubano sobre la intertextualidad -sobre sus/armas yfunciones