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CONCEPCIÓN GEOGRAFÍA CONTEMPORÁNEA

La geografía que en la actualidad se realiza tiene unos claros antecedentes en una nueva
geografía, en conceptos y en métodos de trabajo, que aparece, en algunos estados europeos,
desde principios del siglo XIX. Precisamente el inicio y el desarrollo de estos renovados
estudios geográficos responden, en buena parte, tanto en sus objetivos como en sus métodos
de trabajo, a unos nuevos intereses que aparecieron en los colectivos humanos en los que se
efectuaron estos estudios geográficos. Dichos estados fueron especialmente Francia y
Alemania, a los que se añadió rápidamente Inglaterra. Esta renovación aparece en sus
primeros momentos encarnada en unas determinadas e incluso relativamente aisladas
personas, como es el caso del alemán Alexander von Humboldt (1769-1859), con trabajos
efectuados desde el primer decenio del siglo XIX. Pero posteriormente, desde el tercer
decenio de dicho siglo y en especial desde el sexto decenio y en los países señalados, los
nuevos estudios geográficos adquirieron un cierto carácter colectivo. Para señalar
brevemente los distintos hechos que muestran la formación y el desarrollo de esta geografía
lo concretamos en los tres puntos que a continuación señalamos.
1. Formación de sociedades geográficas: París (1821), Berlín (1828) y Londres (1831). Estas
sociedades geográficas aparecen interesadas en el estudio del propio país, de países cercanos
(reclamaciones territoriales, escenarios de pasados o posibles conflictos bélicos) y de áreas
muy alejadas, en otros continentes (África, Asia, América), con territorios que pueden ser
motivo de ocupación y posterior colonización.
2. Aparición de la figura del geógrafo profesional, que desarrollará el estudio del propio país
o de las áreas y poblaciones ajenas. A partir de distintos momentos, en los diferentes países,
el geógrafo forma parte de las universidades. Uno de los primeros ejemplos, respecto a lo
que acabamos de señalar, es el caso de Carl Ritter (1779-1859), nombrado, en 1820, profesor
de geografía en la Universidad de Berlín.
3. El geógrafo, de acuerdo también con la sociedad a la que pertenece, se interesa por el
desarrollo de la información geográfica y estadística y asimismo de la cartografía. Esta última
constituye sin duda una forma de expresión, un lenguaje diríamos, propio de la geografía. En
los distintos países señalados van apareciendo instituciones, a nivel nacional, dedicadas a la
estadística y a la cartografía.
LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA GEOGRAFÍA
La exposición que hemos efectuado de cómo la geografía contemporánea llegó a concebir
el estudio de una determinada área geográfica nos ha servido para mostrar la diversidad de
factores y elementos que se han tenido y se tienen en cuenta en un análisis geográfico que
responda a las complejas características de una región o país desarrollado o relativamente
desarrollado. Recordemos que la renovación de la geografía se realizó inicialmente, según
hemos explicado con anterioridad, en unos determinados países europeos que, ya en la
segunda mitad del siglo XIX, habían efectuado un notable desarrollo poblacional, social,
económico y científico. La renovación geográfica y con ello la formación de una geografía
contemporánea surgió acuciada precisamente, entre otras posibles razones, por el deseo e
incluso la necesidad de un mejor y más adecuado conocimiento del propio país.

La evolución de la geografía, lo que implica incluso, en ocasiones, ciertos cambios


profesionales en la actitud y en la labor del geógrafo. En aquellos años las influencias
predominantes en la investigación geográfica parten de Gran Bretaña y Estados Unidos.
Existen cambios conceptuales y metodológicos, lo que puede representar la posibilidad de
una mayor rapidez y profundización en la elaboración de los datos disponibles que, por otra
parte, han aumentado considerablemente en número y en aspectos considerados. La
llamada geografía teórica o cuantitativa representa un avance considerable en el aspecto
que acabamos de señalar. Otros cambios se producen como resultado de la búsqueda y
definición de nuevos objetivos de los estudios geográficos, lo que puede acrecentar sin
duda las relaciones existentes entre la realidad social y económica y la labor propia del
geógrafo.

En la Geografía comienzan a emplearse gran cantidad de datos que es necesario procesar; y


será la informática la que venga en su ayuda para manejar el ingente volumen de
información. Los datos se convierten en la esencia de la Geografía y esta se convierte en
cuantitativa. Los geógrafos cuantitativos, como Fred K. Schaefer, pretenden romper con la
tradición historicista de la Geografía, y con los estudios monográficos de un territorio, para
crear modelos generales. Todavía tendremos en esta tendencia, además de los anteriores, a
geógrafos como Ullmann, Loesch, Haggett, Chorley o Berry.
Pero la geografía cuantitativa dejaba fuera a la sociedad como constructora del espacio.
Para introducir al hombre en el sistema aparece la geografía de la percepción, basada en el
comportamiento psicológico, y económicamente perfecto, del individuo. Para los geógrafos
de la percepción el espacio varía según la imagen subjetiva del individuo que lo mira. La
Psicología se convertía en el nuevo paradigma que utilizan los geógrafos como Kevin
Lynch. Pero la percepción del espacio, y la psicología, dependen de la ideología dominante
de la sociedad, si el individuo no tiene una ideología definida. Sin embargo, esta es la
primera reacción, que llega desde Chicago, contra la geografía cuantitativa y teorética. No
obstante, sus tesis reducen a la persona a la dimensión de productor y consumidor con un
comportamiento económico perfecto. Los geógrafos habían conseguido hacer Geografía sin
saber para qué servía.

La guerra fría, las crisis de Cuba y Argelia, y sobre todo la guerra de Vietnam, calificada
como la primera guerra geográfica, hacen tomar conciencia a algunos geógrafos americanos
de la importancia de su trabajo. La Geografía sirve para algo más que para hacer tesis
doctorales, y desde una postura anarcocomunista toman posición y tratan de divulgar entre
la población los saberes geográficos que sirven para gobernarles. Nace así la geografía
radical.
La geografía radical es un fenómeno estadounidense que hunde sus raíces en la tradición de
Humboldt y Ritter, y en la geografía revolucionaria de Kropotkin y Reclús. Los geógrafos
radicales más destacados serán precisamente algunos de los geógrafos cuantitativos, que
son los que comienzan a dar signos de vitalidad.

Tras la segunda guerra mundial, en Francia llaman a geógrafos de la talla de Pierre George
para reconstruir sus ciudades y ordenar el territorio de una manera racional. Sin embargo, al
ver que sus propuestas quedaban archivadas en cuanto atentaban contra el statu quo
comenzará a decantarse hacia una geografía más activa, que se preocupe por los problemas
de la gente: la pobreza, el Tercer Mundo, etc. Y se preocupará, también, porque esa
geografía esté al alcance de todo el mundo. Es una postura casi idéntica a la geografía
radical. Con el tiempo se vuelve más extremista y asume una ideología marxista, y no
anarcocomunista. Nace así la geografía social.

Pero es en EE UU donde el proceso urbano está más avanzado y donde los efectos del
capitalismo liberal son más palpables, y es aquí donde surge la auténtica reacción que
renovará la Geografía, en la década de los 60 y con una violencia poco común. Mientras
tanto, en Europa la geografía teorética, de la mano de las ciencias exactas, Matemáticas y
Física, llega a negar la dimensión científica de toda la Geografía anterior a su modelo,
acusándola de historicista y particularista. Precisamente cuando en EE UU se comienza a
cuestionar ese tipo de geografía.

En la década de los 70 geógrafos como Zelinski, Brian Berry, David Harvey y William
Bunge, comienzan a hablar de algo que se había olvidado; la pobreza, la marginación, los
inmigrantes, etc.; y ya no lo hacen de manera general sino en estudios concretos, referidos a
un lugar, recuperando así los estudios particulares y regionales, las monografías y la
perspectiva histórica. Para difundir sus trabajos crearán dos revistas: Antipode y New
Letter. En ellas se denuncia la situación de los marginados de la sociedad, desde una
perspectiva geográfica. William Bunge escribe en 1971 «Fitzgerald: La geografía de una
revolución» sobre un barrio de Detroit, en el que denuncia sus condiciones de vida. Años
más tarde, el ejército tendrá que aplastar una sublevación allí. Bunge, en su condición de
profesor universitario, llevará a sus alumnos al gueto; y terminará por ser expulsado. David
Harvey utilizará el materialismo dialéctico para su investigación geográfica, y concebirá la
ciudad como un producto social e histórico.

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