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Centro de Cultura Casa Lamm

Metodología de la investigación

Jesús René Flores Castellanos

La subjetividad como pasión interior:
La


influencia del concepto de fe del filósofo Soren
Kierkegaard en
la película La pasión de Juana de Arco, de Carl
Theodor Dreyer.

Profesor – Coordinador Dr. Rolando Vilasuso

Ciudad de México 24 de marzo de 2019


1. Marco teórico

Esta investigación gira en torno al concepto de fe tal como es entendido por Soren
Kierkegaard y la forma en la que se ve reflejado en el cine de Dreyer. El concepto
de fe, de acuerdo con Kierkegaard, sólo puede ser entendido a partir de su
relación con lo que él llamará la verdad subjetiva, misma que es definida de la
siguiente manera en el Postscriptum científico y no definitivo a Migajas filosóficas:

He aquí una definición tal de la verdad: la verdad es la incertidumbre objetiva


sostenida en la apropiación de la interioridad más apasionada; tal es la más
excelsa verdad que hay para un existente. (...) De modo que, objetivamente, él
sólo tiene la incertidumbre, pero es esto precisamente lo que tensa la pasión
infinita de la interioridad, y en esta aventura consiste justamente la verdad, en
elegir la incertidumbre objetiva con pasión infinita.1

Para la interpretación de este pasaje, sigo las líneas generales ofrecidas por
Luis Guerrero Martínez2, en el sentido de que la pasión no debe ser entendida
como algo completamente irracional que se encontraría en conflicto con la razón,
sino como algo que surge ante los límites de lo racional, si bien se encuentra
sustentado en un primer momento por la razón.

Frente a concepciones que tachan a Kierkegaard como un pensador irracional, en


mi trabajo de investigación seguiré el concepto de fe como algo que va más allá
de la razón a la hora de definir cuál es la verdad y cómo debe ser encarnada por
un sujeto existente, es decir, que vive en un momento histórico determinado, pero
sin estar en conflicto con ella.3

En cuanto al concepto de lo que es el cine tal como es entendido por Carl Th.
Dreyer, y al cual se pretende aplicar el concepto kierkegaardiano de fe en lo que
1
Soren Kierkegaard, Postscriptum científico y no definitivo a Migajas filosóficas, trad. de Javier
Teira y Nekane Legarreta, Ed. Sígueme: Salamanca, 2010, p. 205.
2
Luis Guerrero Martínez, La verdad subjetiva: Soren Kierkegaard como escritor, UIA: Ciudad de
México, 2004.
3
En este mismo sentido se pronuncia Alastair Hannay en Kierkegaard. Una biografía, trad.
Nassim Bravo, UIA, 2010, p. 398.
se refiere a su contenido, tomo como base las reflexiones que el mismo director
realizó acerca de su arte:

El arte debe representar la vida interior y no la exterior. De ahí que debamos


abandonar el naturalismo y encontrar los medios para introducir la abstracción
en nuestras imágenes. La capacidad de abstraer es consustancial a toda
creación artística. La abstracción da al cineasta la posibilidad de salir del
estrecho recinto en que el naturalismo ha encerrado al cine.4

El cine, de acuerdo con Dreyer, debe ser entendido como un reflejo de la vida
interior del hombre, es decir, de sus aspectos psicológicos, anímicos y
espirituales. Es importante señalar, tal como nos recuerda Manuel Vidal5, que esta
forma de entender el cine como espacio privilegiado para mostrar la abstracción
de la esencia humana a partir de las imágenes se encontraba presente en Dreyer
desde el inicio de su carrera, y llegó a su máxima culminación en La pasión de
Juana de Arco, película que será tomada para su análisis en el trabajo de
investigación.

La abstracción a la que apela Dreyer debe ser entendida como una forma de
utilizar imágenes de algo concreto para revelar verdades universales acerca de lo
que constituye la esencia del ser humano, tal como nos recuerda Elio Vittorini al
señalar que Dreyer es uno de aquellos cineastas que puede figurar como uno de
los “inventores” de una nueva realidad que, en última instancia, termina por
mostrar la auténtica realidad.6

Así, mediante la abstracción, el cineasta es capaz de alcanzar la esencia misma


del cine que, para Dreyer, consiste en mostrar la verdad con un lenguaje propio:

El cine no debe ser teatro fotografiado, sino única y totalmente cine. La


esencia íntima del cine es una necesidad de verdad, y exige naturalmente que
se huya de la exageración y la vacuidad.7

4
“Imaginación y color”, conferencia pronunciada el 30 de agosto de 1955. Citada en Manuel
Vidal, Carl Theodor Dreyer, Ed. Cátedra: Madrid, 1997, p. 43.
5
Ibid p. 191.
6
Citado en Carl Th. Dreyer, Juana de Arco / Dies Irae, ed. Alianza: Madrid, 1969, p. 9.
7
Íbid. p. 46.
Dreyer, entonces, entiende el cine como arte, y el arte como aspiración a la verdad
mediante la universalización de la abstracción. Es en torno a los conceptos de
verdad subjetiva, pasión, fe, interioridad, cine y abstracción en los que girará este
proyecto de investigación como sustento teórico.

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