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LUCHAS SOCIALES
EN COLOMBIA
1975-2000
Mauricio Archlla N.
Alvaro Delgado G.
Marlha Cecilia Garcla V.
Esmeralda Prada M.
cinep
o~-
cra.sa. No. 33A-o8
Bogotá, D.C.
Marzo de 2002
ISBN: 958-644-083-4
Impreso en Co/ombis
Prlnted in C - s
CONTENIDO
PRESENTACIÓN ................................................................................ 5
BIBLIOGRAFÍA. ..............................................................................269
Presentación
El siguiente texto recoge los principales hallazgos de la investigación
"25 años de luchas sociales en Colombia", realizada por el equipo de
Movimientos Sociales del Cinep con apoyo financiero de Colciencias. la
cual permitió completar y homologar las bases de datos sobre protestas
sociales con que contaba la institución y realizar un análisis de las ca-
racterísticas y comportamiento de las luchas protagonizadas por asala-
riados, campesinos, indígenas, pobladores urbanos, estudiantes, muje-
res, trabajadores por cuenta propia, gremios empresariales y presos' .
Hasta el año 2000, Cinep tenia tres bases de datos, con periodos de
cubrimiento y categorías de análisis distintos: una de conflictos labora-
les con información a partir de 19592 , otra de conflictos campesinos que
' En el Apéndice Melodológico se define cada una de las calegorlas uliliza<las en esra invesligación y se explica el
procedimienlo que se utilizó para llegar a las definiciones de aciOJes. modalidades de lucha. mot•vos. convocantes.
adversarios y ubicati6n esl)atial de las luchas.
2 El Cinep posee el mas complelo regislro huelgufslico del pals, ya que cuenta también con una reconslrucci(ln de la
prolesta obfera ocuuida entre 1920 y 1958, realizada POI Mauricio Archila apoyandose en luenres escrilas y orares.
Que se encueolra en Cullura e idenlidad obrera. Colombia 1910·1945. Bogora: C•nep, 1991; y en Mauric•o Archila y
Alvaro Delgado, LOónde esra la clase obrera? Huelgas en Colombia 1946·1990. Oocumenlos Ocasionales. No. 72.
Bogoll: Cinep, 1995.
8............................................................................ PRESENTACIÓN
' Esmeralda Prada y tallos Salgado. Campesinado y /lfOies/a sociJI en Colombia. 19811-1995. Bogolá: Cinep, 2000. Un
antecedente importante lue la invesligación sobre luchaS campesinas de tos al1os setenta adelantada en Cinep por el
eQuipo <001dinado I)Oileón Zarnosc (los IJSIJI!Iios CMnptSinos y la Alcha por lalierTa en ios 1/!os 70. Bogolá: Cinep. 1982).
Veáse Javier Giraldo, "La reivindicación"""""· en COiliiiWO/Sia. Nos. 138-139. Bogolá: Cinep. 1987: Maf11>a Cetilia
Gafe~. "Las ciiJas de las IUCIIaS civicas. Cuauienio Baleo". en Documenlos Oca~onales. No. 62. Bogolá: Cinep, 1990:
'Las IUCIIaS civicas de191', en Equipo Cinep.- al Muro. Bogolá: Cinep, 1992: y 'LUCIIaS y movimiemos clvicos en
Colombia duranle los oct>en~ y los noven1a. rrans1om1aciooes y pennanencias'. en Mallicio Alchi~ y Mallicio Pardo
(edi1ores). Movimientos ¡oda/es, Es/acto y democlacia en Colombia. CES. Universidad Nacional/lcaoh, 2001. También
cuenla con inlom>ación sobre paros civicos acaecidos en•e 1970 y 1981· vtase Pedro Sanlana, Elralo Aldana y Hernan
Suarez. 'El paro clvico del 81", "'COiliiiWOISia, No 101. Bogolá: Cirlep, 1982: Pedro Sanlana. "Oesanollo '"llional y
paros civicos en Colombia", c.n~..-. Nos. 107-108 Bogolá: Cioep, 1983: C.mil<i Gonzatez. EJ-imienro popu/at
en ColomiJia. Bogolá: Cinep, 1985. Para el caso de Bogolá en el ullimo decenio. vtase Manila Cecilia Garcia. "Descen-
traliZación y moviliZación popula< en Bogota'. en Manila Cecilia Garcla y Vicenle Zamudio (compiladOres). Descemra-
llZaciOn en Bogo/~. 8a¡tJ la lupa (7992-1996). Bogolá: Cinep, 1997.
PRESENTACIÓN ................................................................................. 9
Este trabajo no hubiera sido posible sin el apoyo decidido de las directi-
vas del Cinep y de las agencias de cooperación y el auspicio de Colcien-
cias. En particular. fue clave el soporte de las coordinadoras y de los
miembros de los Ejes de Movimientos Sociales y Desarmllo. Luz Angela
Herrera. Rosario Saavedra. César Romero y Clemencia Rodríguez. Sin la
dedicación y la terquedad de Emperatriz Becerra, nuestros datos no ten-
drían la confiabilidad estadlstica necesaria para el análisis Alejandro
Cadena fue un apoyo importante para la georreferenciación de la infor-
mación. Edgar Cetina. nuestro bibliotecólogo, fue un colaborador pacien-
te y solidario con este estudio. Ruber Hernán Garda. jesuita en forma-
ción. dedicó parte de su tiempo libre a la lectura juiciosa de revistas, que
contribuyó a la captura de información. Otro tanto hizo Daniel García.
estudiante de Ciencia Polltica de la Universidad Nacional. La Biblioteca
Nacional. en especial el equipo de la Hemeroteca. nos brindó sus servi-
cios con tal dedicación que nuestra lectura de prensa se convirtió en
~ En el conversalorio con académicos realirado el 30 de mayo de 2002 1)3fa l)fesen&ar los avances de esre proyeclo. el
hisronador MedOiilo t.tedina sel\al6 que ·a l)atlir de esla •nvesligación no sera posible especular sobre las luchas
soc•ales desconociendo su base lactuar.
10 ............................................................................ PRESEHTAOÓN
Los autores
• Esle lexlo lieoe un seno emplrico por el pJopóSilo de la invesligación. Mauricio Alchila ha realizado rellexiones teóncas
que ouiaron esta pesquisa y es1an conlertidas en su libro Idas y venidas, vuellas y tevueltas. PrO/estas sociales en
Colombia. 1958·1990, de próxima apaJiCiOn.
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Prolesor Asociado del Departamenlo de Historia, Unrversidad Nacional, e inves1roador del Cinep. El autOf agradece lOS
comen1arios hechos en la l)resemaci6n del documenlo el dia 30 de mayo de 2002. especialmente los de Fernan Gon-
Zález quien. a pesar de sus dolo~es del cuetpo y del alma. se lomó el lraba;o de leet con detalle el lexto. Por supuesto.
la responsabilidad de los acierlos y errores es en1eramen1e mla.
1 Aunque aün estamos elaborando el concepto de crisis. nos inclinamos por mirarla como UAa opof1unidad de reconSiruc-
crOn y cambio mas que como decadencia de un orden petdido. Alrespeclo Me(J(IIilo Medina hace la siguienle reflexión
"Las diversas acepciones de La palabra crisis relienen dos elemenlos: uno que corresponde al ongen etimoiOgico, el
ve~bO grieoo klino, separar. En es1e senlido. crisis se asocia al cambio. al paso de un eslado a ouo: el seooodo elemento
básico remile a una durac~ breve. oo momerno (... )En el presen1e comexto aCUdO al toneeplo de crisis para expresar
la idea de oo funcionamiento antJmalo de la sociedal:l y del Eslado dwanle un l•ef11IO relalivamenle ptolongado" ·0os
decadas de cr~is polllica". en luz Gabrie~ Aranoo (compilarlora). La crisis socio-po/RiCa colombiana. BogOf¡j CES/
fundación Social, 1997. pags. 27-28.
14 ..................................................................................................... Mooricio Archifo Neinl
) las cilras eleclo•ales que cil;uemos en las dos pnmetas secciones son lomadas de Jonalhan Haftlyn_ La po/llicd del
r~ d e - · Bogola. Tercer MundO/Uniandes, 1993. pag. 198. y David Bushnell. Co/rNIIbia: una nacidn a PfW
de si misma. Bog,.;, P1anel8. 1996. pag. 401.
COLOMBIA 197S •21JOO, DE CRISIS EN CRlSIS.CONTEXTO .............................................................. lS
ron tanto el temor a su rival como el aura del antiguo dirigente del Movi-
miento Revolucionario Liberal (MRL). Los primeros pasos que dio López
parecieron confirmar esa imagen: gobernó casi un año sin estado de si-
tio, que había sido levantado al final del mandato de Pastrana; otorgó
personeria jurídica a la Cstc y luego a la CGT; y puso al úente de las
universidades públicas a rectores progresistas. En el plano internacio-
nal. en enero de 1975 restableció las relaciones diplomáticas y comercia-
les con Cuba'. El plan de desarrollo "Para cerrar la brecha" intentaba
úenar el desbordante gasto público por medio de la austeridad fiscal y
proponla interesantes reformas tributaria, educativa y política. en las
que poco se avanzó. Pero rápidamente salió a la luz la verdadera inten·
ción del Mandato Claro -expresión con que López designó a su gobier-
no-. que no fue otra que continuar las tendencias aperturistas en mate·
ria de exportaciones esbozadas por el anterior gobierno y mantener en el
terreno político el equilibrio bipartidista. En 1975 se manüestaron los
primeros signos de recesión. frenada parcialmente por una bonanza ca·
tetera que, como lo señala Daniel Pécaut. benefició más a los grandes
productores que al mismo Estado•.
Que las esperanzas de un cambio SOCial dirigido por López se fueron disi-
pando lo muestra el auge de los movimientos laborales y cívicos a partir de
1975, ante los cuales el presidente reimplantó el estado de sitio, inicial-
mente en forma parcial y luego total". La medida de excepción se prolongó
hasta junio de 1976, pero su cesación no duró mucho. El estado de excep-
ción durarla por seis años más. La creciente ola agitacional fue respondida
con desdén y arrogancia oficial, lo que radicalizará a los sectores subalter-
: nos hasta derivar en el Paro Cívico Nacional de septiembre del 77.
' Aspeclos desanollados por CoASuelo Coneclor. Los lfrfllles de la modemilaciOII. Bogooa: Cinep. 199l cap. 111.
• Sal0m6n KalniMOwi~. Economla y nación. Bogooa: Cinep. Siglo XXI. 1985, pág. 479. la inl~ciOII hab~ sido de 25.6'11en
1976, mienlras en el arlo illllerior lue de 17.9\ (f/ Tiempo, 2 de enero de 1977, pag. 1 A)
' El Tltmf)O. 16 de enero de 1974, pág. 9-A. y 4 de lebfero de 1974. pág. 7 A.
'' Vlclor Manuel Moncayo y Fernando Rojas. Luthas ooreras y poHtiea lili!Otal en ColOmbia. Booolá· La Canela. 1978.
págs 258-261.
11
~ al'to siguienle el gobierno anunctó su retiro de la OIT. siguiendO e1 etemplo de los Estados l.klidos; crilicó '1a bl.loaa·
lilaciOn- y~ acusó de "OCUParse de asuRios polilicos que no le compelen" (f/ T""'fif. 2 de jUlio de 1977. pág. 12 A).
•1 En intervenciónlelevisada. el presidenle dirci que se canso de conciliar con los médicos. p01que éslos prel•riefon las vías
<18 hecho. El gobietno. aCOIO a continuaciOn. no se dejafa presionar, pues en es1e caso. como en el setues1ro de José
Raquel Mercado, sera au10nomo en sus decisiones. El gremio médico ·Quedará en deuda con entidades. a veces
.-sivas. que no dejallfl de pasarle la cuen~ eoliempo oponuno- (E/ Tl6m{JO. 14 sel)liembfe de 1975, pau. 6 A).
ES13 hueiQa le cOS!Ma el cargo a ~ mini~ra de Trabajo. Mal~ Helena de trovo l)bldem. 6 de odullfe. pág. 1 A).
COLOMBIA 197S • 20QO, DE CRISIS EN CRISIS. CONTEXTO .•.••••••.••.....••••.....••••.•••..............•••••.•.••.... 17
antes del primer aniversario del Paro Cívico Nacional. El absmdo asesi·
nato del ex ministro Rafael Pardo Buelvas por un comando de la Autode-
fensa Obrera (ADO) fue la mejor disculpa que el régimen encontró para
legitimar las medidas represivas. El Estatuto creó nuevas infracciones
punibles. aumentó las penas. otorgó más atribuciones judiciales a las
FUerzas Armadas y a las autoridades locales. permitió la retención de
ciudadanos con aprobación del consejo de ministros y anunció control del
tráfico de estupefacientes". Con este respaldo. las fuerzas armadas se
dedicaron a perseguir a la guerrilla, a activistas de izquierda legal y a
dirigentes populares. como si todos fueran un mismo enemigo. El uso
generalizado de la tortura y otras violaciones de derechos humanos de-
gradaron esa ofensiva y elevaron clamores de protesta. inclusive en miem-
bros del alto clero y de la elite
" Guslav<l Gallón. Ouintt anos t1e estad<J t1e silio en Cclcmbia: 1958·1918 Bogoll: Améf;ca lalila. 1979. pags. 133-140
COLOMBIA 1975 •2000: DE CRISIS EN CRISIS. CONTEXTO.............................................................. 19
'' ChriS1iaB Gros. Coloml>ia indig<oa. Bogol3: Coree. 1991, pag. 277.
•• El primero <le mayo del 79. en una ·celebration· con ólleclivos de UTC y CTC, pedía a tos obreros ·luchar dentro de la
ley' (f/ rrempo, 1 da mayo, pag 1 Al.
u El TtemPO. 18 de diciembre de 1980, pag 4 F. Eslo no quiere det:ir que se ~!agrupara el movimienlo campesino, de hecbO
escindido en m(rlliples grupos en ese momenlo.
28 ..................................................................................................... Maulicio Archi/o Neilo
Negociación y desborde de
las violencias (1982-1990)
La paz fue la consigna con que se movió la campaña presidencial de
1982. que ganó Belisario Betancur. Este obtuvo el47% de los votos, con-
tra los candidatos liberales Alfonso López. quien recibió el41% del total,
y Luis Carlos Galán. que apenas sumó el 11%. La estrategia belisarista
de lanzar un movimiento nacional en medio de la división liberal le per-
mitió acceder al poder pero no le garantizó una mayoría parlamentaria.
Estas caracterlsticas. sumadas a la falta de maquinaria y de ligazón a
COLOMBIA 1975 • 2001), OE CRISIS EN CRISIS. CONTEXTO.............................................................. 21
una familia política, permiten especular. como dice Marco Palacios, "si
los activos como candidato no fueron los pasivos del presidente"".
'' fl1(¡ela /egilimiclall y la violencia. Cclombia 1875·1994. ~;.Norma. 199$. pag 277.
" En cualQuier caso. con Belallcw et modelo mildo de deSarrollo económico QUe cataC1eriZa al pais se inclinó en lonna leve
ha<ia el polo de ~ SUSiilucióll de impoltaciooes, para luego relorna< a ~ ortOIIOxia aperturista (José Anlonio Ocampo.
"Relorma del EstadO y desamlllo e<onómico y soc~l en Colomb~·. en AnaJWs PotWco. No. 17, se¡n-re-<licien'llre de
1992, plg. 18).
22 ..................................................................................................... Mauncio Auhilo Neilo
En otro aspecto social, según Christian Gros. Betancur inauguró una ver-
dadera política indigenista. pues otorgó tierras de resguardos y reforzó el
poder de los cabildos indigenas23 • Ello provocó un nuevo acercamiento
de las etnias al Estado, que los conducirá a participar electoralmente en
años posteriores". Con todo, lo más destacado en materia social del man-
dato belisarista fue su interpretación de la acción cívica, a la cual le
otorgó cierta legitimidad al señalar que respondía a desequilibrios es-
tructurales. Se apartaba así de la tradicional concepción elitista de los
conflictos sociales como meras expresiones de la guerra fría.
\En el plano poi!tico el giro también fue notorio. Ante el modelo represivo de
su antecesor. Betancur decidió repolitizar la guerra por medio del diálogo,
con lo que buscaba legitimar el régimen. Gobernó sin estado de sitio hasta
el14 de marzo de 1984, cuando lo Implantó parcialmente para luego gene-
ralizarlo el 1° de abril de ese año a raíz del asesinato del ministro de Jus-
ticia, Rodrigo Lara Bonilla. A partir de ese momento y hasta la firma de la
10 Ma<cel s;lva, F!Jjos y refhJiOs. Bogota: Unr.e<sklad Nac;onal, 1998. pags 159-160.
'' BtelhMn Helrera. Amétic;J Lalina. 00/ante de una aisis. Booo~: fescol. 1990. págs. 72-76
n Malee! Silva. F1u¡os y le/lujos ... , pags 165-168. Al culminar el mandato de Betancur. carrillo saltaría al pfimer plano como
01ganizador de la Central Unitaria de Trabajadores (CUO. de la Que seria su primer presidenle.
21 Colombia dK/igtna ... , págs. 272 y SS.
1' SegUn Maria Teresa Finclji, hubo una nueva dinamica con tos illdigenas. de trato mas reciproco, de "autoridad a au10·
ridad'" rMoviniento social y cuiiW potiUca: el caso del movimienro de auroriclades indlgenas en Colombia-. en Amado
GUOITero (comp;lildor). Culhlra {IOIIUca, nuwimienlos social<s y WolenciiJ en la hisloria de Colombia. lomo 11. Memorias
del VIII COfiiii8SO de H;~or;a, Bucaramanga. 1992. págS. 343 y SS.
COlOMBIA 1975 •2000, OHRlSIS EN CRISIS. CONTEXTO ...........•..........•..................•.................... 23
Con el fin legitimar el régimen polltico, Betancur propuso una triple es·
trategia: negociar la paz; realizar una reforma polltica. llamada apertura
democrática; y retornar al concierto latinoamericano y mundial con un
discurso tercermundista25 . En forma satisfactoria solo se logró el tercer
propósito. El segundo fue frenado por la animadversión de los gremios
económicos y las elites pollticas. aunque se salvaron de la ruina la elec·
ción popular de alcaldes y algunas medidas descentralizadoras. Con todo.
el resultado más dramático fue en torno al proceso de paz.
Belisario Betancur integró una comisión de paz plural que incorporó aun ·
. a fuerzas de izquierda, y sobre todo salió adelante a las demandas gue-
rrilleras, al ofrecer una amnistía amplia e incondicional. Por decirlo con
una metáfora deportiva, puso el balón en el terreno contrario. Beneficia-
dos por la amnistía, los guerrilleros, especialmente el M-19, no podían
ignorar esos gestos de apertura democrática. Luego de un relativo em-
pantanamiento, en 1984 firmaron acuerdos de paz primero las Farc y
luego el M-19, el EPL y el ADO. Por su parte. el ELN se mantuvo al
margen de estos diálogos. Pero ahí comenzaron los problemas. puesto
que la tregua fue bastante inestable. por tres factores: la falta de institu-
cionalidad del proceso mismo y el rumbo incierto de la tregua pactada; la
oposición cada vez más abierta de los gremios. la clase polltica y en
especial los militares; y, por último. la falta de voluntad política de la
guerrilla hacia la paz, aunque en menor grado de las Farc, que sostuvie-
ron por unos años la endeble tregua y se proyectaron pollticamente en
torno de la Unión Patriótica (UP)26 La toma del Palacio de Justicia por
parte del M-19 y la contratoma por el ejército en noviembre de 1985, no
solo simbolizaron el fracaso del proceso de paz de Betancur sino que
pusieron al descubierto las reales dinámicas de violencia que seguían
funcionando en la sociedad. Los guerrilleros no habían abandonado su
discurso de guerra; los militares tampoco, e hicieron evidente que eran
autónomos en el manejo del orden público. incluso por encima del presi-
:~ Ritaldo Santamaria y Gabriel Silva, Ploceso f)Oiílico en Cdombia.· del Ftente NadDnal a la ape¡tura c/emocrMica. Bogotá:
Cerec. 1984. pags. 67-70.
t• Mauricio Garcia. "Veinte aftos buscandO una salida negociada: aproximac•ón a ta diRamica del conllicto aunado y los
procesos de paz en Coromll~. 1980-2000", en C<>n/roversia. No. 179. di<iembre de 2001. plgs. 25-27.
24 ..................................................................................................... Maulici<l Archifa Neiro
1' Maria Teresa Uribe sel\ala con mas precisi(ln Que el inlenlo de Barco lue la repolihzación del rég•men, aunque a con.
linuación SeAala que él inlenl6 sirnulláneamenle ·despolilizar la SOCiedad• rCriSIS polilica y gobernabilidad en Colom.
b~: 1980-1995-, en var;os a~01es. Mle>os -mos pclil<:o• enlr..l ser y el desencanto. Medellln: IPC. 1997. pág.
71).
" Decrelo n de 1987 (Mar<el s;lva, Ftu;os y Te/luiOS .... págs. 181-184). Segun cam;lo Borrero, era una pollhca oe pr;va-
I;Z><ión s;nlalluiOS (•los pasos de un g;ganle•. Cien Oías vistos por Cinep, No. 7. sepl~mllle de 1989. págs. 18-19).
COLOMBIA 1975 • zooo, OECRISIS EN CRISIS. CONTEXTO.............................................................. 2S
desarrollo "de economia social". El problema fue que Barco centró la ac-
ción social en los municipios más conflictivos en té1minos de violencia,
descuidando otros también necesitados pelo sin esas dinámicas de gue-
na, con lo cual el mensaje podia se! leído en f01ma pe!Ve!sa: como alien-
to a los acto¡es violentos. En asuntos agrartos el gobiemo dio un paso
claro con la Ley 30 de 1988, que p1etendia dinamizar la pospuesta Iefol-
ma ag1aria. El g1an efecto positivo de esta legislación consistió en Ieco-
noce! po1 prtme1a vez los de1echos de la mujel campesina sob1e la tie-
na29. En lo negativo fue la penalización de las invasiones de tiena.
n Magdalena l80n y carmen Oeere. Género. propiedad y empoderamienlo: tierra, Estado y ITIBicado en Ameliu laJina.
Bogola: Tl!ftef M111do. 2000, pags. 112-113.
Je Mauricio Garda, "Veinle atlos ... ~. pags. 27-29.
'
1
En esta pat1e sigo eJ desrote1o de Gonzalo 5anchez. ·Guerra y polilica en la sociedad colombiéWla... en Anl/lsls Polllico.
No. 11. sephernllle-d•ciemble de 1990, pags. 7-27.
26 .......................................•.....................•....................................... MolnkW kchilo Neito
u No disponemos de t:ifras eY.aelaS sObre los activislaS de la UP asesinados enlre 1987 y 1990. salvo referencias generales
tomo la de Medólilo Medina, de 3.500 eliminados en esos al1os (·oos détadas de cr•s•s polilica· ... , pag. 58). La poliló-
loga nOOearn8ficana Leah tafoll presenro al IV Congreso de Anrropotogia un anilisis de los 18 municipios en donde
la UP conquisló la alcaldla en 1988 e introduto la paradoja de que ·un proceso de reforma que comenm como un inlenro
de insliluc:ionalizar lOS conllielos Violenlos ( ... )ha lenido resollados( ... ) ambiguos· rLogros y limiles de la elección
popular de alcaldes en Colombia: la experiencia de los munitipios con admin•Siraciones de la UP,1988·t99o·. en Jaime
taycedo y carmenza Manlilla (compiladores).- -ica y podetes popr¡/ate$. BoQola: Ceis. 1993. 1)!0. 61).
No hay que olvidar que lamlliérl OllaS lueaas pollücas de izQuierda. tomo el Fren~ Popular y ALudiar. 1UYier011 vlclimas
de ~ llamada •guerra suc:~· en esos allos. Una de ellas lue Ostar William calvo. vottro del EPL en las neoo<iationes
de paz. asesinadO el 20 de noviembre de 1984.
" Colombia Hoy. NO. 54. lebrero de 1988 y No. ss. marzo de 1988.
COLOMBIA 1975 • 200Q, [1( CRISIS EN CRISIS. CONTEXTO•....•........•.•..•.•.•.•..••••••••••.•.......••••...••.•.••• 27
Jt ~Estabilidad macroecon6mica e inSiitucional y violefttia crOnica-. en el libro compiladO por él En busca de la eSlabidad
petdida. 8ogotá: Terter Mundo. 1995. pag. 49. Vtase 1anblétl su arUtulo 'Estrua~~a y <Oylflhla de~ aisis polmoa·. eo
FrantiS<O Leal y Leóll anos. (<Oqliladores). lll tilo del <aos. 8ogotá: Terc:er Muodo. 1990. En es1e irl1imo desarrolla. miS
el papel del nan:otr;lfir:o r:omo <a1alizador de 1a tnsis. No QUe<la muy <1ara su relereo<~ al proye<1o reata-lo. -
uno podrla inlerpretarla ola de aimenes en lomo a las ele<<iones del 90 tomo una de sus expresiones. Maria Teresa
Uribe, a su vez. considera que esla declaraloria de ouerra otorgó a los naccotralicantes una especie de estatuto de
beligerantia (Na<iOn. <ivdarlano y sob<fano. MedeiHn: Corpora<ión Reglón. 2001. pag. 77).
" Vtase la monogralla de 0s<ar Ouinlero para 0111ar por ellllulo de So<lólogo en 1a UnNersidad Na<ional. sede Bogo~.
abril de 2002.
28 ..........................................................•.......................................... MDutido Alchilo /leiJo
." Si en 1989 el peso del gaslo socoal eoa de 41\, enue 1990 y 1994 1ue en l)fomedio de 38.6\. COtl aftos como 1991 y
1992. en que11e<¡6 al 34\. El de jusl•cia y se<¡uridad, en cambio, pas6 de seo 01 15.9\ en 1991 al 23,5\ en 1993 y al
20,6\ en 1994 (Oepe~amenlo Nacional de Planeaci6n. fsl-icas históricas de Colombia, lomo l. Bogoll: Teoceo
Mundo, 1998. pags. 201-204).
COLOMBIA 197S • 200(), OE CRISIS EN CRISIS. CONTEXTO.............................................................. 29
u La ley 50. si bien inlrodujo la llexitHiizaciOn de la mano de obra. con loda la inestabilidad que genera para ellrabajador.
conliene elemen1os posilivos para los lrabajadores. como la ampliación de los derechos de maternidad. vacac•ones y
primas, asl como una modemizac•6n (Jel derecho laboral (véanse los analisis de Marcel Silva. Flujos y reliJjos .. .. pags.
123·204. y de Gerardo Arenas. "'La relorma laboral: Wn nuevo marco normalivo para las relaciones de 1raba¡o en
Cololrllia'~". enl'rJ/leia. No. 8, 1991, p;gs. 95-102) los resunados de~ ley 100 son mas complejos, dada la a~is pr,;a
del siSlenlil de salud. El propósilo de ampl~r la cobeflt~a de esuaros bajos no ha sido salislechO y los pocos 1ooros
lienden a estancarse con elliempo {Libar<Jo Sannienlo, "Refomm y desarrollo sotial en los novenla~. en el ya cilado
1ex10 compilado por Francisco leal. En brisca ..• pág. 316) los invesligado<es de Pl..,.ciOn Nacional ~~n que 'de
una ali~ción aproximada del 2011. en 1993 se pasó al 47% en 1996 y al60,4\ en 1998. Sin embafgo. a pallir de 1999
se observa una disminu<iOn: 57 ,3'1. para 1999 y 56.6\ paf3 2000' (Edgar 8akli0n y Esleban Nina. "Coyunlura econo-
mi<a e indicadores soc~les-. Boletln SJSD.ONP, No. 30. 2001. p;g. 39).
" camilo Gon~lez. ~Lo anlisocial de 10 sociar. en Eduardo saenz (compilador). ModerniZación ecO/Wmiea vs modemi·
zacirln socia/. 80Qolá: Universidad Nacior1al. 1994. pág. 214.
" Osear Arcos. •Et gasto social en Colombia: diez anos de deteriofo"'. en Co/Jiroversia. No. 169. noviembfe de 1996,
págs 39·52.
•• tallos Salgado y Esm01alda Prada, campesinado y proles/a social en ColOmbia. 1980·1995. 80Qota: Cinep. 2000.
pag 85.
30 ..................................................................................................... MmnicifJ Alchilo Neiro
.. las exporlaciones además manluvieron un rasgo de ·reprimarizaciOR. porque •ncorporabao poco valor agregado
(EmperatriZ Becerra, Osear Ateos y Jorge 1van González, ·ciclos de precios. prOducc•ón, empleo y salariosa. en COI'ilo·
versia. No. 167. octubre·noviembfe. 1995. p¡g. 72).
'' OI>F. Estatlslas his/iJiicas . .• 101110 1, p;gs 51 ·52 y 225-226
'' wem. lomo 11. p¡g. 103.
u Tanto que 1.1'13 au10f3 llega a detif que la juSitcia ~egional se desvió de su objetivo. el narcotJaftCO. !)ara enlocarse con1ra
los •abajadores (Consuelo Ahumada. El modelo noo/ibelal y su impacto en la sociedad colombiana. BOQOia: El Anc01a.
1996. capiiiJIO 6).
•$ Ilusa expresión del minislro de Oefeflsa. Rafael Pardo (véase Malficio Garcia. "Veinte al'los .. .... pag. 30).
COLOMBIA 1975 •2000, DE CRISIS EN CRISIS. CONTEXTO•...•....•.....•.•...•., •........•.....•...................... 31
~• En ~ealidad. lo que hilo ·e1 Nino· lue revelar '"la I)O(Iredumbfe de un seclor (el elétlrico) que siempre habla sido
considera<lo como modelo de eliciencia" (Luis llauritio Cuervo. De la"" al apagdtl. BoQola: Cinep, 1992. pag. 219).
Por su pane. Samuel Jafamillo serta1a que en esos anos ·comienZa a consolidafse l.fla ola Kleot6Qica que revive la idea
de la privalizacfón como solución a las principales l•mila&iooes detectadas en la organiZación anlerior· (Cienlo reinle
.oos de- Pfib/i<OS.en c-. Bogoia: Cinep. 1995. pag. 125).
" "El mensaje polllico: mas e~culo que conlenido". en Cien Dias wSios f101 Cinep. No. 26. mayo-julio de 1994.
pags. 4-6.
32 ........................•....•......•....•..............................•............................ MIWli<io Alchilo Neilo
El plan de desarrollo, denominado por sus autores "El Salto Social", fue el
primero ampliamente debatido y concertado con el Congreso en el marco
de la legislación sobre planeación 5'. Ofrecía además un novedoso enfoque
que, apoyado en la consigna de "formar un nuevo ciudadano", intentaba
balancear en forma integral las metas macroeconómicas y la poHtica so- .
·• En et94 ta UP Obluvo el 0,9\ de la votación. s;milar a tres allos antes. mientras la AO-Mt9 bató del8,3t. en 1991 a 2.6~
en et 94 sin obtener ninguna curul (Eduaulo Pizaffo. ·¿Hacia un sistema mult•partldista? las terce~as tuerzas en Colom-
bia ho(, e n - Polilico, No 31, mayo-aoos1o de 1997}
"' Equipo de coyunlll'a polilica. ~Elecciones presidenciales 94: enbe imagen. opiniOn y maquinarias~. en Cien Oias vistos
fJOf Cin<l>. No. 26. mayo-julio de 1994,plg. 7.
$0 Analistas mas lM)Ilderados llauon la a1ención sobre tos lactores es1ructurales de la crisis. Véanse. por e;emplo, Fran-
cisco Leal. "la crisis polltica, lila historia de vie¡a dala". en Cien Olas rislos por Cinep. No. 32, enero-marzo de 1996 y
el ya alado ensayo de Medóliio Medina. "Dos décadas da cr~~ polilica ... -
'' Filllio Vel3sQuez. '1.a 1)81ea<i1Jfl en Colombia: <Es d ·~de~ Qeflle"-. en lleWsla ffYO. No. 26. f11i110 de 199~.plg. 14.
COLOMBIA 197S •2000, DE CRISIS Ell CRISIS. CONTEXTO.•........•.•..........................•........•..•.......... 33
cial. Aunque no se apartaba del todo del modelo neoliberal, e incluso hacía
profesión de los logros de la apenura, intentaba darle un rostro humano.:.
Así, mientras se proponían aumentos del gasto social y la consolidación
de la red de solidaridad, se insistía en medidas de recuperación del campo
y de fomento de la pequeña y mediana emprese, los sectores productivos
reales que a su vez generarían más empleo03 .
Sobre los ejes de productividad con equidad propuso al pals una experien-
cia exitosa en otros contornos nacionales: el Pacto Social para concertar
precios y salarios. Si Gaviria invitó a ing¡esar al futuro, Samper hablaba
del "tiempo de la gente". El Pacto Social pretendía legitimar popularmente
S1.l plan de desarrollo y romper con una vieja actitud de confrontación en
las relaciones laborales. Pero no funcionó sino el primer año, puesto que
unos eran los compromisos del gobierno, muy frágil por la crisis política, y
otros los del Banco de la República, ente casi autónomo en el manejo mo-
netario. En esas condiciones, como expresa un analista, los trabajadores
pactaron a pérdida04 • Por ese desfase entre metas y realidades, a lo que se
sumaba la baja representación de trabajadores y de empresarios, fracasó
el Pacto Social con lo que se retrocedió en el camino de la concertación y
por ende de la relegitimación política... La designación del presidente de
la CUT, Orlando Obregón, como nuevo ministro de Trabajo y algunas jugo-
sas concesiones hechas a poderosos sindicatos como los de la Caja Ag¡a-
ria y Telecom, no contuvieron el descontento obrero.
Para ese momento (1996) Samper estaba más preocupado por asuntos
que tocaban con su propia supervivencia como presidente. La denuncia
del candidato perdedor sobre nexos de la campaña liberal con el nar-
cotráfico, que al principio se vio como mero revanchismo, cobró fuerza
desde 1995 con el proceso 8000, que implicó no solo a funcionarios del
gobierno sino a sectores políticos tradicionales y a no pocos empresa-
u Consuelo Ahumada insisle en que Samper poc:o hizo en la pra&lica por enmendar los erro1es de la apertura y, por el
conlrario. estuvo mas preslo a cumplir los compromisos con el Ft.tl que con los sec1ores sociales que lo apoyaron '11
111011e1o neo/4Jefat.. ., lnnOducción).
u Consuelo CorredOI. ~Polltica social: hatia una visiOn integrar. en Cien Olas vis/os {JO( Cinep, No. 27, agoslo·noviem·
bre de 1994.
'' Allle110 Ofllulloso. "Pado de inotenles", en A/ttrnatira, No. 6. enero de 1997, ~- 35.
" Ric.VdO Bond~. "El paC1o soci~ descertilicO ~ gobierno", en Lu~ Albef1o Resnepo (compi~Of). Slnlesis' 91 BogOiá
lepli/lertef MundO, 1997. PIQ. 107. ono analiS1a llama la ~ión sobre el sesgo en la representación patronal que
recog~ a los see101es beneficiados POI la aperton (Pienre-hes Sefine1. "El PaciO Social: un blanco dllicil', en Cien Oias
>islos por Cinlp. No. 29, mayo-julio de 1995, ~ 19).
34 ." .. " " " " " " " ..•...................... " " ........ " " " " ............ " " .. " " ............... AloutiOO Alchilo lleilo
" En esta parte nos a~mos en las ya ci~das S/nlesis de 1996 a 1998 compi~as por Luis Albeflo Resllepo.
" ONP. Esladlslicas histdticas. , tomo 1, pag. 4.
$• Nalalia Paredes. REI delerioro de los defechos econOmicos y sociales a linales de los noven1a en Colombia~. en Con·
/roversia. No. 176. abril de 2000. pag. 110. El empleo inlonnal, a su vez. aumentO del 52'!> de la lueaalabOfal en 1996
at54.7t. en 1998 ~bid, pag. 112).
$• Osear Arcos. "Oélicilliscal. deuda y 03510 pltllico: manileslaciones de la crisiS", en Conboversia. No 171, diciembre de
1997. P30S 57-70.
COlOMBIA 197S •2000, OE CRISIS EH CRISIS. CONTEXTO.............................................................. 3S
La crisis política ante todo polarizó a las elites dirigentes, pues la verdad
no conmovió a los colombianos de estratos bajos. Asl se conformó un
serio problema de "gobernabilidad". A las denuncias de narcotráfico se
agregaron las de clientelización y corrupción. Ni los medios de comuni·
cación escaparon de esta dinámica. como lo mostró patéticamente el
caso del "miti-miti" entre los ministros de Comunicaciones y Desarrollo,
Arboleda y Villamizar y la concesión de los dos canales privados de tele-
visión a grupos económicos afectos al presidente61 • Esto llevó a una ma-
yor desinstitucionalización, una de las más graves en la historia del pais.
La renuncia del vicepresidente Humberto de la Calle a los pocos meses
de ser absuelto Samper por la Cámara, fue el remate de lo que antes
había ocurrido con ministros y funcionarios estatales. aunque, la verdad,
a algunos los "renunciaron" por asuntos penales. Las instituciones. por
intereses corporativos o personales. perdieron la imparcialidad y entra-
ron de lleno en él cruce de acusaciones y epítetos. Asl, la Fiscalla chocó
con la Corte Suprema de Justicia, ésta con el Congreso y aquella con la
Procuraduria y la Contraloria, amén de los roces entre las autoridades
monetarias y el ejecutivo62 . Samper mismo fue mordaz con sus detracto-
res y complaciente con sus amigos. Al mismo tiempo que repanió con
generosidad recursos a quienes lo apoyaron, invadió al país de propues-
tas desde la reforma a la justicia hasta un nuevo canal interoceánico,
todo con la mira puesta en quitarse de encima el proceso 800()63.
" Pedlo Sanlana. "L~itomidad potlti<a y destentralilaCiótl", en Re>isla Foto. No. 29. mayo de 1996. .lolge tvan Gonzatez.
po1 su pane. insiSie en que si bien en los noventa alMTI8nt6 el niveJ de endeudamienlo de los en1es del)3ftarnentales y
municipales. los an!li~s olvidan el seno ptoblema del endeudamiento unttal. El asunto. a "' juicio. es "'"'~'"' y tiens
QUe vet con la ..,....., del metcado de capiJales que somete a la polftica 1iscal ("la deuda lalTilién es tesponsab41idad
del novel nacional", lbid. pag. 63).
" Luis Albeno Resltepo, ·cotolTilia 1997·1998: balante y perspectivas·. en Slntesis' 98 .... pag. 12.
" Luis Albeno Resllepo. "Colomllia: ..., 18Ción en pelig•o·. S.iJiesis' 97 .... p¡tos. 9·19. La unidad de aiterios en el seno del
gobierr" estuvo ausente desde sus inicios, como lo most""""' en el caso de las coopetalivas de SOQUiidad. Convivir.
" Renata Segura. "Equiltblio en la CUOida 1to¡a·, en Cíen ()fas Oslos fKJf Cinep, No. 33. ablil-junio de 1996.
36 ................................•.................................................................... Abnicio Archilo Neim
u Luis Alber1o Reslrepo dice que en o"ubre de 1997 el ex minislro Juan Manuel Sanlos adelanló t:onversaciones set:relas
con grupos armados, dirigentes polilicos y paises amigos. quienes exiglan la renuncia de Samper como paso previo para
cualqui!f solución polilica ("Colomb~ 1997-1998 .. .", pag. 16).
" t.t~uel Eduardo C!rdenas anolaba, srn embargo, que hubO 360.000 volos en blanoo. 210 000 nulos y 500.000 larjelas
oo marcadas. lo que le sugetia la existencia de una franja nada despreciable. La izquierda obluvo en conjunlo 400.000
volos (•Etetciones. iovierno de golondrinas·. en .A/tematNa. No. 18. abfil de 1998. ~- 18).
" Para el caso del Pulumayo vtase el libro de Mar~ Clemencra Ramlrez. Emre el EstadD y la gue"illa. Bogo!!: lcanll/
Colcieocias, 2001.
'' Este lema hace parte de la lesis que adelanla Pablo taceres en el OoctOfaCio de Hisloria de la Universidad Nac•onal.
sede lloiloll.
COLOMBIA 1975 • 2000: OE CRISIS EH CRISIS. CONTEXTO.............................................................. 37
u En este punlo lampoco había consenso enue los luncionarios del gobierno El comandanle del Ejéfcilo. oeneral Harold
Bedoya. se opuso a esla polilica, que a la poslre lue denoeada (Omar Hernandez. ·la siluación de derechos humanos:
Colombia en ~ mira". en Cien Oias >islos 1J01 Cin<rJ. No. 28. el1efo-abl! eJe 1995).
" Segim el Balito de Dalos de Derechos Humanos del Cinep, para 1997 habla 414 toosliluidaS· 106 en Sanlander. 83
en Cundinamarca. 65 en Anlioqu~ y 64 en Boyaca ('las Convivir: 111 IKoye<IO soc~l". en Cien Días vis/OS {JOl Cin<p.
No. 40, enero-mano eJe 1998, pag. 23).
" Al respec10'"""' los inlormes espec~les en Allemalwa. No. 5. dic~rnllfe de 1996 y No. 8. marzo-allfil eJe 1997
11
Fue 1a1 la siluaciOn, que aun IIM'ltionarios de las consetenas de Paz y Oefechos H~tnanos tuvieron que salir del pats en
esos allos.
38 ..................................................................................................... MouticiiJ kchilo Neilo
dialogar con Samper porque era "muy difícil llegar a acuerdos con un
gobierno débil"72 . En lo atinente a la polltica de paz. las prioridades se
trastocaron debido a la consabida crisis polltica. La novedosa propuesta
de negociar en medio del conflicto con mayor participación de la socie-
dad civil e incluso despejando un municipio (Uribe) para adelantar los
diálogos, se pospuso para el siguiente mandato. con lo que se dilapidó
un valioso cuatrienio. En ese clima de guerra la insurgencia tomó la ini-
ciativa. proporciqnando golpes contundentes a las fuerzas armadas en
emboscadas y posterior retención de militares.
" El periodis1a Javier Darlo Restrepo tornelllllba que dicho Mandalo habla puesto. por lin. de acuerdO al general (r) Harold
8edoya y al comandante de las Farc. Manuel Marulanda: ambos lo recllazaron ("~ guerra entre halcones y palomas·.
en Altemaliva. No. 15. oelubre·noviembre de 1997. pag. 15).
1
~ SegUn Mauricio Romero. el Mandato de 1997 sirvió para acercar a dos lendencias en la lucha por la paz la lraclición de
lrquterda encarnada en Ret:Jepaz y la provenienle de ff3ftCisco Santos y su lundación Pals libfe ('"Movihzactones por
la paz"' Colomb~·. "' Mauricio Archila y Mauricio PardO (ediiOfeS). Movimientos so<iale~ Estado y lletrroc1a<ia. Bogota
CES/Icanh. 2001. pags. 422-427). Esla alianza 1ue enmera y hoy tenemos a Francisco Santos como llamante vicepresi-
dente en la !«mula tri..,ladOra de Alvaro Uribe Vetez.
(OlOMBIA 1975 •200(), DE (RISIS EN (RISIS. (ONTEXTO.....................•........................................ 39
de donar el 10% de las tierras para la paz. Pero estos esfuerzos no fueron
suficientes para modificar el rumbo de los acontecimientos. Para el final
del gobierno Samper lo único que se esperaba era que terminara pronto.
Las esperanzas se cifraban en un régimen más legitimo que pudiera ne-
gociar la paz76 . Esas fuewn las cartas que Andrés Pastrana se jugó con-
tra Horacio Serpa. Los resultados de la segunda vuelta, cumplida en ju-
nio de 1998, recompensaron a Pastrana, quien remontó la diferencia de
la primera wnda y obtuvo el50,43% de los votos, mientras el fiel escude-
ro de Samper logró el 46,48%n
Como suele ocurrir en la historta del país. cuando se supera un mal salta
ot10 donde menos se piensa. Si la crisis política cedía terreno y al nuevo
presidente los norteamertcanos le concedían algo más que la visa, una
recesión económica sin antecedentes acechaba los pasos del flamante
gobierno. Claro que en verdad desde el 97 había signos de desactivación
económica que no se supieron leer con claridad porque los bandos se-
guían inmersos en la polartzación en torno a la continuidad de Samper.
" El analisra dellepr•, Luis Alberlo Reslrepo, percibu) ellriunlo de Pasuana como auna bocanada de aire lresto·. pero en
forma apoc;alipCica advertia que ésla seria nueslra última oportunidad de paz rColombia en la encrucijada decisiva·. en
Sintesis' 99.,_, pags, 9-11} En estas maletias. n• el oplimismo ni el pesimismo ex1remos ~eSultan acertados.
" El Espec,_. 23 de junio de 1998. pág. 1 A
'• .El mismo Conse1o Nacional de Planeación. en un balance de los (SOS primefos anos del gobierno Paslrana. señala: • ...
las acciones han eslado orieRiadas a fortalecer las relaciones de metcado en la sociedad, paniem:to ele la base que el
mercadO y el sec1or privado son los me<lios validos pata oblener mayo~es niveles de eliciencia. compelilividid. empleo.
e<lucación. salud y justicia soc~l- (cambio y paz: i.llusión o ftusJfaci001 Bogo~ Te<eer Mundo. 2001, p;g. 16).
19 lbklem. pag. 43. La caida mas noloria en las expeclalivaslue en la inversión ptivada QUe se calculaba en solo -0,1, y
bajó en -47\ en 1999
40 ..................................................................................................... Moulicio AIChilo Neilo
se controló, pero tal vez más por la recesión misma que por las políticas
monetarias aplicadas. El PIB, en cambio, cayó a -4,5% en 1999, el más
bajo de la historia nacional, pues en 1930 habla llegado a -1 ,6%.
.. Nalalia Patet:les. ·e1 d~erioJO. ~. PiQ. 110. El Consejo Nacional de Planeac•ón reconoce que la retesi6n iba a •mpaclar
el empleo pero hubo un electo estructural y otro coyuntural que el Plan de Oesanollo de Pastrana no dislingu•ó tuen y
por tanto no adelantó polllicas antieíclitas para encarar el desempleo coyunlufal {Cambio y paz ..-.. págs. 45 y ss).
ramtl;én e11;,rnpo da bú!Que<Ja oe emploo aumenló oe 6.3 ...,.. en 1997 a 10.6 en 2000 (EOgar Bato;ón y E~eban
N.,., "C.yunlula económ;ca ... •. plg. 27).
•• Edgar Baldión y Esteban Nina.lbkJem. pags. 9-16. Si se miden los lndites de pobreza por condic•ones de vida. tal como_
"""'" con las Neces;oaoes Bas;cas '"'";~echas (N31), el ina;co da GaiKiao oe v.oa (ICV) yel ;na;co oe Pobre" Humana
de Naciones Unidas (IPH). los resultados no son 1an negativos como con la rnedic•On de acuerdO con la variable inQiesoS
-Que tonesponds a los Galos llfesen~oos arr;lla- (/IJiclem, plgs. 3-9).
n CNP. Cambio y w ... , pag. 12. Por su parte. Magda Rivera enumera tos lactares Que restan ingresos ata población
asalanada. algunos de ellos heredados de los gobiernos anteriores. llexib•lizaciOn laboral. relofma pensiona!. diSIOf·
siOn del Upac. disciplinamtento inllacionario por la via salatiat. internacionalización de los precios de los oombust•bles.
actualización tarilaria de tos sefVicios JM,iblicos. exlensión de los impuestos indirectos y creciente privatuación de los
sernckls soc~les dal Eslado ("A los o~z atoos oe la apefltrra "'lla~nce o;~;n~o·. en Cien Días vis/os {)(JI Cine/J. No.
46, enero....ril. 2000, p;g. 31).
u Natalia Paredes sugiere Que ·se 1\a conlormado una especie de ·senda rawls•ana· inversa: en lugar de darles mas a
Quienes menos tienen (maximin). ta sociedad termina dándoles menos a quienes mas lo necesitan (minimaxr {"El
Oeler;oro .. :, pago. 111·112).
COLOMBIA 1975 •2000, DE CRISIS EN CRISIS. CONTEXTO.............................................................. 41
•~ Maria Eugenia Alvarez, ~wescenlral•raciOn o destenlrac•ón't. en Luis Alberlo Reslrepo (compilador), Síntesis' 99 ..
pag. 105.
" CNP, CambiO y paz .... pag. 60
" Jorge 1v3n Gonzllez. -A la deriva eeooómica-. en Cien Olas vis/os por Cinep. No. 49, rnayo.seoliembre de 2001. 030 20
., lnterprelación de Fernan Gonzalel en Pata
4
'"'el Plan Colombia'". en Cien Olas Wstos {XJf Cinep, No 47. sepl•embre·
noviembfe de 2000.
42 ..................................................................................................... Mlllnicio Alchilo Neiro
" eNe Omito y paz .... plg. 7. C.mi\0 Borre<o l~ma ~ alenci<ln SObre ~ 101ma como ha aumenlado ~ ayuoa IIOfleame·
ricana a Colomb~: de 40 millooes de dOlares en 1996 se sullió a 110 millones en 1998 y a 294 al ano siguierl\e. "En ese
m010en1o. el pals ...:ill~ solo mas ayuoa mililar que loda Aménca lalina y el Carille junios. y se <OOV<f1\a en et 1ercer
Eslado en el mOlido en IOCibir apoyo, llaSisrael y Egiplo· ("A proi)Os•lo del Plan Colombia: el imperio conmaca·. en
Cien Olas •stos pct Cinetl. No. 46. enero.,bril de 2000. p!g. 16).
" Feman Gonzalez. ·Polillca pa.a Aliempos de conlliclo". en Cien Olas tistos fJOf Cinep. No. 49. mayo-sepliellll>re de 2001.
" Banco de Dalos de Oe...:hos Humarros del Cinep. "La exacerbatiÓfl de la Guem.-. en Cien ()las vistos /JOf Cinop. No.
48. diciembre 2000.,1Jril 2001.
•• Diego Pérez. -El desplazamienlo lortado en Colomb•a duranle el gobierno PaSirana". mimeo. Bogol3· Cmep. 2001.
plg. 16.
COLOMBIA 1975 • 2000, Of CRISIS EN CRISIS. CONTEXTO ......................•.................•..................... 43
u Jorge lván Gontatez insiSie en este punto y llama la atención sobre el deterioro en et capilal productivo, humano y sot:iat
rRecesión y polilica económica-. en Cien Olas vistos oor Cinep. No. 45, juliO-II(Wiembre de 1999. pags. 38-41). AIJ'KIUe
compartimos su aRahsis vemos complicado usat las categorlas de capital llumano y social. como lo muestran Mario
Heman<Sez. Oons OchOa y Edgar N0>10a. -Del capital social a ta consuuccuXI de lo público·. en Rerisla Trans. No. 1,
d;ciembre de 2001. pags. 12-41
n la misma lórmula constitucional ence~raba conlradicciones at trarar de integrar tradiciones pollitas dilicites de empatar,
como la hbel31 o la soc;aldemóCia~ (ROd1;go Up•;mny. "Consh1uc;ón de 1991. E~ado soc;al y de•ecllos humanos:
promesas ;ncumpl;das. dQI¡nó~;co y pefSiledwas·. e11 Vanos ........ El del>ale a la Constitución. Booo~· ILSM.Inive•-
s;dad Nac;ona1. 2002).
"~ Para Maria Tetesa Uribe. el discwso participalivo de ta Consliluctón pa11t6 de un enado diagnóslico que no logrO siluarse
en la guerra y desconoció la capacidad adaptativa del clientelismo nas promesas incumplidas de la democracia
par1icipativaM. en Varios aulores. El debate a la Conslilución .. .)_
» Coincidimos con la misma Malla Teresa Uribe cuandO dtce: mas que frente a una crisis potllica de ribetes apocallplicos
M •••
y finaliS1as, nos enconlramos treme a una crisis de interprelación y aprehensión de tos cambios y translormactones del
Es~o y del,;,...,. po1mco"l/laeión. dudallano y soberano ...• p;g. 141).
ÁLvAP.o DELGADO GuzMÁN
LAS LUCHAS LABORALES
ÁLvMo DELGADO GuZMÁN'
los días hábiles que duraron los conflictos, estarlamos hablando de 22.000
movilizaciones. más de seis y media veces el número de huelgas que
estallaron en el periodo. Por lo demás, no es posible abarcar la totalidad
de las movilizaciones de orden laboral con base en las publicaciones de
prensa. como ocurre con nuestro seguimiento de ese tipo de lucha. Otras
acciones. como la toma de instalaciones y el bloqueo de vlas públicas,
alcanzan mayor publicidad y pueden ser más fácilmente registradas. En
el caso de las huelgas la información se perfecciona todavía más. porque
adicionalmente disponemos del acceso presencial a sus actores.
De todas maneras, lo que aparece bien claro es que en nuestro país las
acciones públicas de los trabaJadores giran en torno a la forma más
radical de lucha de los asalariados: la cesación de labores. Quizás po-
dría afirmarse que si no hubiera huelgas, poco se conocería acerca de
acciones laborales.
~ r------------------------------------------.
200
; 150
~·
e
.~. 100
z
50
3000
j 2500
¡
2 2<100
!3
1500
.z1 1000
__j
500
NÚMERO DE HUELGUISTAS
1975-2000
3500 .... ---· ----··
3000
1
!
2500
1
2000
"00
S
J 1000
500
Las ¡ornadaSihOntlre resullan de roolliplicar la cllra de jomadas no labOia:las por la cilla (le huefglJs&as COf11)romelidos
en cada huelga_ Es un valor Que pier«<e elllujo económico por la paratisis de ta mano de obra durante determinado
tiempo. Si 80 babajadores pem.anecen en huelga durante cinco días habites, las jornadaS/hombre petdidas para la
econorn~ equivalen a 80 XS • 400.
LAS LUCHAS LABORALES ....................... ............................................................. S1
NúMERODEJORNAOASMOMBREPER~DAS
1975-2000
16 r--------------------------------------------,
1 14
12
tj 10
t
~
6
z-~ 2
. 600
500
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- · .. · · Magiaterlo 2<4 4~
Romljuckb130'%····
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Constr~ 2.3~
·--Agrkullun ... 9%
TIWISpOrte 8.5%
------,,-La- 390%
·-AIAoridade& 2.8%
Los motivos de orden esttictamente laboral dieron cuenta del 39% de las
huelgas y el 29,3% de los huelguistas, mientras la defensa de derechos
humanos ocupó al 10,3% de las huelgas y al 14,9% de los huelguistas.
Llama la atención el hecho de que las acciones por motivos de orden
contractual y por Violación de convenios fueran las de mayor duración.
LAS LUCHAS LABORALES .................................................................................... 65
Para entender el juego directivo hay que tener en cuenta los cambios
operados en la distribución de las organizaciones nacionales. En 1981
aparece la Confederación General del Trabajo (CGT), que años más tarde
se fusiona con la Confederación de Trabajadores Democráticos de Co-
lombia (Ctdc) para constituir la actual Confederación General de Traba-
jadores Democráticos (Cgtd). De las tres centrales sindicales existentes
en 1975, la UTC y la Cstc desaparecen en 1986 para constituir, junto con
la mayor parte de los no confederados (NC), la nueva Central Unitaria de
Trabajadores. A partir de entonces funcionan en el país la CUT, la CTC,
la Cgtd y remanentes de los no confederados.
huelguística, que contrasta con el discurso radical que esa central acos-
tumbra a emplear. Uno y otro rasgo no quieren decir nada en materia de
lealtad a los intereses de los asalariados. Pueden. en cambio, estar ha-
ciendo visible una mejor táctica de concertación de los conflictos colecti-
vos por parte de la Cgtd.
Pero aunque sus dirigentes admiten que el sindicalismo, tal como lo he-
mos conocido hasta hoy, tiene amenazado su futuro, parece conveniente
desecharla idea de su inminente desaparición. En primer término, en el
ámbito latinoamericano el movimiento sindical de Colombia no figura
entre los más debilitados por la crisis, si se considera la honda división y
opacidad de las organizaciones sindicales en paises como Perú, Vene-
zuela o México. Pese al ascenso de la violencia, el sindicalismo camina
hoy sobre un piso de derechos sociales y políticos que no existía hace una
década. El ejercicio de políticas públicas por los sindicatos se ha genera-
lizado en todas las tendencias ideológicas y ya nadie teme hablar de
conductas proponentes y no simplemente reivindicatorias. Pese a que la
intolerancia de minorlas radicales ha impedido hasta ahora la afiliación
de la CUT a una entidad de cobertura mundial, los reclamos de los sindi-
catos colombianos son materia obligada de congresos y foros internacio-
nales. Y cualquiera que se acerque hoy a los sindicatos puede comprobar
fácilmente de qué manera se ha transformado la calidad política del di-
rigente sindical, el tipo de referencias politicas que maneja, su conocimien-
to de la realidad social que lo rodea y su disposición de escuchar al adver-
sario. Dígase lo que se quiera, la mayor capacidad movilizadora de los
sectores populares del pals sigue estando en manos de los sindicatos.
MAim!A CECIWA 0ARCIA V.
LUCHAS URBANO-REGIONALES
MARTHA CECILIA GARCÍA V. 1
' Javier Giraldo. ·la reiviRdicaciOn urbana·. en CQn/Jovetsia, Nos. 138-139. Bogola: Cinep, 1987, pag 6.
• El lenilorio es prOduCID de procesos sociales de cooslfucci6A de lal espacio, por lo cual expresa hislorias y memoria
cullural coleclivas. Conclusiones de la Mesa La ciudad y etlertilOtio. Foro Nacional de Globalización y Oilusion del
Programa Forhum. Primer Citlo. MedeHin: Cehap, Universidad Nacional, 1992, ~g. 1.
LUCHAS URBANO-REGIONALES.............................................................. 7S
200 ................ .
Después del Paro Cívico Nacional de 1977 se presentó una fuerte convul-
sión social y el 82% de las acciones del siguiente año se realizó antes de la
~ Ourame el al\o arnerior el número de luchas sociales también habla sido allo. lo que lleVO al minisuo de Gob•emo.
Comelio Reyes, a afirmar que exisUa un plan subversivo porQue las pr01es1as acaecidas. dadas su asuluKiad, caracte·
rlslicas y toordinación. pusieron al descubierto que fueron organizadas por supues1os exuemislas subversivos (El
lietrVJO. 2 de ditiemiKe de 1974.plg. 1 A). Y~ mrni~ra de Trallajo. Maria Elena de Crovo. so~uvo que de5de el e~efior
se promoviNI huelgas ilegales. para producir un estado (le anarquia que conduCirla tatilmenle a la dictadura (El ftemPO.
5 (le enero de 1975). EslaS declafacioneS rroeslran la comprensión Qubernanenlal -Que compan•eron lOS dOS primetos
gobiemos del periodo obServado- de Que la subversión y el comunismo inlemational enconlfaban leueno abonado
en los males propios de un pals subdesarrollado. para crear locos de v•olenc•a y a11erar el orden públiGo.
• Feman<lo La-1 Reyes. -o~gnó~ito de la inoon1orm~ad-. Ci~ en El Pueblo. 2 de julio de 1976. plgs. 1 y 2.
76 ..................................................................................................... MotlhaCetilíoGotda V.
Modalidades de lucha
Durante el periodo observado los pobladores urbanos privilegiaron las
marchas y los mítines, que correspondieron al45% del total de sus accio-
nes; los paros cívicos cubrieron el 20% de sus luchas; la invasión de
suelos urbanos ocupa el tercer lugar y es una modalidad propia de los
destechados (12%), seguida por el bloqueo de vías (11 %). Por último,
están las tomas de entidades públicas (6,4%) y las confrontaciones (5,6%).
1
la afirmac•On. que comparlo, es de Adrian Scribano en ~Argenlina ·cortada': eones de rula y v-isibilidad social en el
conlexto del ajuste·. en Margarila lópez (edilora). Lucha po(JIIIar, democracia, neoli/Jefalismo: ptolesla /)0/JIJ/at en
Am<fica l.alina en los 8llos del aivsfe. cata<as: Nueva Sociedad. 1999. pag. 62.
LUCHAS URBANO-REGIONALES .............................................................. 77
~nnn~M~~~~~M~M~~~~~~~~w~~oo
t Mayor •nlormación en Equipo «<e Movimientos Sociales. ·Movilización sin concertación·. en Cien dias vis/os por CilleP.
No. 46. ener<Hb<ll de 2000. pág. 41.
78 ...........................................•......................................................... MmtooCriaGotcio v.
' ·Descubierto giganlesco plan de invasiones para Jueves Sanlo·. lilulal de(/ TJempO, 18 de leblefO de 1975. úllima C
LUCHAS URBANO-REGIONALES.............................................................. 79
•o Coordinadas por el Frente Clvico Popular con ta participación de lideres de 20 barrios marginales -que se habla
coBSolidado en 1982-. buscaban acceder a mejores servicios püblicos. cuyo mayor huto lue la movilizac•ón de habitan-
tes de barrios (Jet sur de Barraoquilla alrededor de problemas comunitanos langibtes. Véase Garlos Bell Lemus y Joroe
Villalón. ·Los movimienlos sociales y su incidencia en la eslfuclura urbana de Barranquilla (1960-1990r. en BeethOveft
Zulela. Nora Elena Uesa y Rafael Rueda (compiladores). Gestkln, p/aneación y pallicipación en COlOmbia: reflexiones
ctflicas. Medellln: Forhum. 199Z. ~- 86.
11
Javier Giraldo. ·u reivindicación urbana .. .-. pág. 189.
80 ..................................................................................................... Motlho C«iiio OOtrlo V.
$ei'Vicio$pUbicos 35.1'1.
. --Otros 0.4%
····-···AUIOfidadn 3.8'i
Poii!Qs 10.1~
18.~
11 Planteamielllos defivados t:lel eslud•o realiZado por el Cenac {con el auspicio de Naciones Unidas e IIQI'be} sobre las
necesidades habilacionales de la población res•denle en los prmcipales mooic•pios del pals y expueslos por Fabio
Giraldo 1saza en "Hacia n nueva concepción de la vivienda y el desarrollo Ufbano·. en Revista CdmacOI, No. 57.
diciemtKe 1993. ~os. 12-14 Véase lambién. Minislerio de Desarrollo, Ciudades y ciudadanía. La polt1ica U/baila del
Sallo Soda/. Bogo~. 1995, p¡!gs 63·65.
LUCHAS URBANO-REGIONALES.............................................................. 81
13 los usuarios comerciales e •ftduSinates y tos residenciales coa mayores inoresos pagaban tarilas por encima de ta media
y asi contnbuyeron a subsidiar a los grupos de ingresos mas limitados.
u Gabriel Turbay, ~La gestión estatal en los servic•os públicos: reoroanilacu)n institucional y políticas de ajuste en et sector
de agua IKIIable y saneamiento basico, 1985·199r. en Luis Bernardo Ftórez (Director de investigacion), Colombia.
Gtsti()n ecOIIOmica estatal liuanlelos 8()'s. Del ajuste al cambio inslmJcional. lomo 11. Bogolt CIO·Callad>/tiD·UniYer·
si<la<l Na<ionill. 1995. pags. 185 y 193.
82 ..................................................................................................... Mollho Cedlio GOirJo V.
•s Samuel Jaramillo. Cien/o reinle altos de serviCios püblicos en Colombia ... , pags. 106·110.
•• \ob1 Prolelalia. 6 de juliO de 1978.
LUCHAS URBANO-REGIONALES .............................................................. 83
El segundo lugar entre los motivos de las luchas urbanas lo ocupan las
demandas de Vivienda. principalmente relacionadas con el acceso al suelo
urbano y a programas estatales de ViVienda. que pusieron al descubierto
las demoras en la entrega de planes. la mala calidad de la construcción
o los problemas de su financiación.
11
Sobre esle 1erna ver Gilma Mosqueta, ·Luchas populares por el suelo urbano·. et1 Estuclios Mmislas, No 22. 1982. Y
·Et movimiento de los deslechados co1omb1anos en la década de los al\os 10·, en Revista MexiCana de SociOkJ(Jia,
oclubre-diciembre. 1984.
84 ..•........................•.•...............•.............•....•..•..........................•..•... Monho Cecilia 6móa V.
'' Callos flórez y Luosa Caslafteda, As/ se pOOió la civdad. Crecimiento utbano en Batta~~Cabertne¡a, 1970-1990 Alcald~
Municipal (le Barrancabermeja, 1997.
'' El Tiempo, 15 de diciernllfe de 1974, p;g. 9 f..
" El Herakki, 23 de no~ernbre de 1982.
LUCHAS URBANO-REGIONALES.............................................................. 85
A finales del decenio de los 80, el 33% de los hogares colombianos habita·
ba en condiciones insatisfactorias en términos de espacio, dotación de
servicios y calidad de la estructura, y otro tanto carecía de vivienda. Los
programas del !Gr solo lograron que el 15% de los subsidios entregados
llegara a familias con ingresos inferiores a dos salarios minimos26 . A pesar
14
Durante el gobierno de Betancur se hicieron grandes operaciones de ~tvam~~lo para el settor financiero e industrial
geslión soc~l en los ochen~·. en Luis Bemardo FlófOl. CIJiomOia GesriOn e<-
pero muy poco para estudrar y relinanciar la deuda de los usuarios del tCT y del Upac. ~La cartera morosa de algunas
coipo¡aciones (.. ) pasó del 2\ a mas del 8\: el 70\ de los deudores del ICT se ~rasaron· (Juan C.rlos Ramlrer, 'la
esJarill .... lomo 1, pag. 338).
n Porque et délicit habitacional siguiO creciendo y los tondos püblicos lueron insulicientes. a pesar de Que las ins1ilu·
ciones estatales dedicadas a la construcción y financiaci6n de vivienda cubrieron el rango social de la demanda
haSta 1991: ellnslilulo de Crédilo Tenilorial (lirigi6 sus acciones prelerencialmenle hacia sec101es de menores ingre-
sos. mienlras el Banco Cenua1 Hipoletario dil'lgi6 la suya hacia seclores de ingresos medios (lnurbe y otros. EsladO.
ciudad y virienda. Urbanismo y 8/quileclura de/a vivienda esJatill en Colombia. 1918·1990. BogolaNilla de Leyvat
Medeiiiii/Cali. 1996, pag. 118).
"' Sus pt'incipales beneticiarios ltJ8fon QUIPOS de ingresos me<:lios (con buena vocerla y representaci6n). conSlructores y
IIIIICionalios que absorbieron parle de los rec~~Sos !~cales (Juan C3rlos Ramirel. 'la QOS1ión social en los ochenla' ...
pags 337-340).
83 ..................................................................................................... MIJ1ho CedliiJ lio«fo V.
de esto, durante los años 90 las luchas por la vivienda descendieron aun-
que en 1999 alcanzaron un número al cual no habían llegado antes, salvo
las invasiones. Estas movilizaciones fueron impulsadas por el alza de las
tasas de interés. que tomaron impagables las deudas contraldas por los
usuarios del sistema Upac con los organismos financieros.
~~nn~~~~~~M·~--~~n~~~HWMH®
En los primeros años del periodo las acciones colectivas cobijadas bajo
este rubro exigían la liberación de detenidos en manifestaciones anterio-
res o en operaciones de desalojo de invasores y protestaban por asesina-
tos selectivos de dirigentes campesinos. Se registraron disturbios moti-
vados por la muerte de hombres del común ocasionada por policías, du-
rante requisas, riñas o hechos poco claros" . También se protestó contra
11
Diez de estas conlrontaciones se produjeron duranle los anos correspondienles al gobierno de lópel. nueve dl11an1e
el de T11bay, una dUf8flle Betancur. una dlfante Barco y IJes duranre Gaviria.
LUCHAS URBANO-REGIONALES .....•..........................................•..........•.. 89
u En oclubre de 1982 se realizó en Puerto Beulo una marcha de prolesta por el asesinato de 46 tampesinos y dos
concejales por el grupo P3familitar Muerle a Secueslfadores (MAS) y amenazas conua dos l)a11ocos. En oclubre del 83.
habitanles de San tados. Guame y Medellin marcharon en repudio al asesinalo del dirigenle de Comité Pro Defensa
de Usuarios de Energla, que había liderado dos paros contra la Eleclrilicadora de AnliOQuia y habla Sido amenazado
por la Mano Negra. En julio del83. en PopayaR, mas de 2.000 personas. principalmente habilanles de los asenlamienlos
de damnificados. marcharon en rechazo al asesinato de dos dirigentes de las invasiones que se h•cierOfl despues del
terremoto. En agosto de 1984. once miembros de la Coordinadora Nacional de Movimientos Civicos se tomaron la
embajada de Francia para denunciar el asesinalo de diez dirigenles populares de Arauca. la Cosla Allinlita. ARiioquia.
Pulumayo y Popayan.
u los pobladores de los banios Corinto, Ouirulio y Malvinas, de Booolá. se lomaron dos veces el Nohciero de las 7 en el
86 para denunciar auopellos por palie de la policía y delenciones por agentes del f-2.
90 .........................................•........................................................... Mottho C«iiío Gmcio V.
Jo Enlre los Que se tuenlan alcaldes y miembfos de corporaciones plibl•cas. en calidad de candidalos, elegidos y posesio-
nados perlenecienles a partidos lradicionales o a organizaciones de izqu•erda. lideres clvicos y sindicales vinculados
a la producción oeuolera o bananera. cuyas organizaciones lueron (Juramenle aracadas. por lo que la CUT convocó a
varias movilizaciones para exigir el respe1o al derecho de organización y garanllas para los lideres sindicales. El repudio
a los asesinalos de los candidalos presidenc•ales de la UP. Jaime Pardo Leal en 1987. y Bernardo Jaramillo en 1990.
genero dos jornadas nacionales de prolesla.
,. En visperas de las elecciones de mallo del88. los municipios del Uraba antiOQuefio realizaron un paro cívico en l)fotesta
por el asesinato de veinte trabajadofes de dos lineas bananeras. La Neora y Honduras. de Cunulao {Turbo). la masacre
fue reivindicada por un presunto comamlo anticomunista •Movimiento Obtero Estudiantil Nacional Sociahsta·. t.toens.
Era ta duodécima masacre en tos 64 p~imeros dias del aAO 88. que dejaron 105 víctimas, de las cuales 95 eran traba·
jadores del campo. las peores matanzas colectivas se realizaron en zonas previamente militarizadas (Eduardo Malyas,
"GenoCidio: no sólo en Uraba". en Cien dlas •islos /IOf Cinep. No. 1. -o·mafZO. 1988. pags. 14·15). En noviembre del
mismo ano. 4 municipios del nordeSte atltioQuel\o permanecieron 9 dias en pato civico en protesta por ta masaae de 45
pe~sonas en Segovia. perpetrac:ta por el grupo paramilitar Muene a Revolucionarios del Nordeste.
n Ouranle el gob~tmo de Turbay hubo lfl promedio de cuatro desaparecidOs al mes. en la administración Betanc11 la cilra
se duplicó y has~ et segundo ano del gobietno de Barco hallia llegadO a 25 por mes (EduardO Malyas. "i.llónde esllrlr.
en Cien lilas mios fNJf Cinep, No. 4. diciembfe de 1988. pag. 6).
" SegUn CJr.~ Inés Gafe~. la gran mayorla de las moviliuciones por la vida y los derechos ltumatoos Ctlllplidas en Uraba
se produjo en delensa de ellos y en l)fotesta contra los operativos milñafes en zonas de economía campesina. por el
asesinato de campesinos involucradOs en invasiones y por masacres. Se dispararon en 1987 y 1988. cuando el campo
de la disputa por et poder pasO a ser directamenle polltico, tanto en el plano militar como en el eteC1oral ("Caracterlsticas
y dinamica de la movilización social en Urabá". en Varios autores. La investigación regiOnal y urbana en Colombia.
DewiOikJ y letriiCYiO, 1993-1997, 101110 2. l!ogola: DNI'A'ifldeler/Aciur/Caflos Valenc~ Edilores. 1998, págs. 297·298).
J• Esta petición derivó de la violaci6n de tos derechos humanos de la población civil (tOI1llas. ejecuciones extra~iciales.
allanam•entos sin orden judicial, detenciones arbitrarias. montaje de pruebas. desplazamientos sileflciosos. éxodos
masivos y masacres) a causa del incremen4o de los operativos contrainsurgentes durante los ochenta y los noventa
(Coleclivo de AboQadOs José Alvear ResllepO/Cierllos. HOy. ccmo ayer, petSislien<lo fl"' la >ida. i!ogol.l. 1999) Olras
medidas mililates represiVas defulciadas por tos habitantes lueron la carnetiZación y el control tanto a la circulación de
personas como al ap~ovisiooam•ento de alimentos.
n la detención de manilestantes de las denominadas ~marchas del ftOforiente• llevadaS a cabo en 1987 y1988. susci-
taron. en varias ciudades del pals. movilizaciones para exigir su liberación.
LUCHAS URBANO-REGIONALES.............................................................. 91
Durante los 90, ante el torbellino de violencias que dia a día involucraba
a más poblaciones y dejaba más victimas. se volvió a reclamar a través
de movilizaciones, diálogos regionales de paz, nuevamente se pidió al
gobierno nacional eliminar a los grupos paramilitares y brindar protec-
ción a los defensores de derechos humanos, se demandó la desmilitari-
zación de zonas donde se impusieron jefaturas militares. se protestó con-
tra los atropellos a la población civil cometidos durante operativos anti-
narcóticos o contraguerrilleros que, en ocasiones, incluyeron bombardeos
indiscriminados39 en los que murieron civiles, y contra las acusaciones
31 Oliver Pissoal y Vint:enl Goutsel. ·RepresenlacrOn C311ográlica de la violencia~. en Analisis Politico. No-45, eneto·abfil
de 2002, pag. 17.
,, En sepliembre de 1988, se llevó a cabO un milin en Puer1o Asls, en el que paniciparon 01ganizaciones populares y
campesinas, el gobierno municipal. el parroco y la jelatura militar de la zona por el derecho a la vida y conlra presencia
de fl8ftos eo la zona. y en julio del 89 se realiZó un pato clvrco en Oulpama (8oyata}. con1ra las amenazas del capo
Gonzalo Rodriguez Gacha de lomarse a la lue12a las minas de esmeraldas y l)a(3 pedir prolecciOn a Las tuerzas annadas
y al gobierno nacional.
u Maria Te~tsa Utrbe. ·uedellin o la hisloria de dos ciudades~, en Cien dlas vistos por Cinep, No. 11, julio-sepliemtue
de 1990, ~>Ao. 13.
lt Proced•m•enlo de guerra que v•ola los convenios de Ginebra relalivos a la prolección debida a los civiles en los conlhclos
armados. POf(lue pone en peligro la vida de cenlenares de personas ajenas al objelivo mililar.
92 ..................................................................................................... Maflho Cecifio Giltch! V.
•o Como la llevada a cabo en seis capitales deparlamenlales bajo el lema ~La Cosla unida conlfa elleuorismo~. en julio
de 1991.
•• Tipo de violencia orienlada conlra personas que no solo lienen unas delerminadas conduelas consideradas como
desviadas, sino que adetms pertenecen a sec1ores socioeconómicos maroinados. fenOmeno lundamenlalmenle urbano
que se iniciO en 1979 como heChos aislados conua PIOSiilulas y homosexuales y hacia 1990 cobraba la vida de mas de
400 p01sonas por ano (CoriOs Rojas. ú •iol<ncia llamada "Pmpie¡a social". Bogolá: Cinep, 1994)
., Los principales escenarios de esla modalidad violenla. que Jueoo se eldendi6 por lodo el pals, fueron el Oistrilo de
Aguablanca y Siloé, en Cali. las comunas de Medellin. Ciudad Norle en Bucaramanga y las localidades de Sanlalé.
Ciudad Bollvar y Los Márlires en Bogolá (Sandra Maletrs. ·ump;era social". La guerta con/ta la indigencia. Bogolá:
Colombia Hoy. 1995)
LUCHAS URBANO-REGIONALES.............................................................. 93
u El Esrado. a lravés del presidenle Emeslo Samper, reconoció la pM~icipactón de inleoranres de la fuerza pública en el
asesinalo de meno10s de edad {f/ Mum/o. 1 de agoslo de 1998, pág. 3).
.. Ouranre ros anos linales del P8fiodo olra modalidad de violencia fue la desaparición y violación de niflos en bamos
populares de las ciudades, que también Qener6 movililaciones para pedir SU r!1JI8SO Y el castigO de lOS CUlpables.
·~ campana impulsada por los medios de comunicación y redes y organizaciones aglulinadas alret1edor del denominado
"movimienlo por la paz". uno de cuyos miembros mas activos seAaló Que enrre sus problemas eslaba el de que Rhabla
muthO y hace poco ( .) isabe MI es el defecto de 10 Que usled llama el movimietllo 1101 ~ paz1 Que ha si<lo excluyenle
con el resro de ~ sociedad (.. ) el lema del mOVimietllo por ~ paz no ha logrado salirse de ese d~logo er>~e ellos mismos
y 1\acia una lran;a muchO mas ampfaa de la sociedad'" (Francisco Santos. ·La conversación·. en U Revisla de El Espec-
~- No. 95. 12 de mayo de 2002. pág. 7).
·• Los compromisos de alcaldeS y gobernadoiOs con ~ POblación de su junsdicc~n los llevó a endetJdarse con el sislema
linaociero que, has~ mediados de los 90. es111vo dlspueslo a prestarles con el COSIO del dinero ioual al del mercadO. Pero
la St(leJintendencia Bancaria calilitó como de allo riesgo los créd•los a los nt1.JliC~IIOS. 10 que !rajo como consewencia Que
los bancos hicieran proviSiones elevadas para esas operaciones. y an1e la poca renlabilidad los tmcos suspendieron los
aédilos a las enlidades lerriloriales ("los i~os de Macondo", en El Especfarlof, 18 de lellrero de 1996. pág. 1 8)
94 ..................................................................................................... Mortho CeOiia lilllrJa V.
El 12% de las luchas por este motivo corrió a cargo de las pollticas rela-
cionadas con el desarrollo urbano. dentro de las cuales se inscriben las
normas sobre espacio público rechazadas por habitantes de conjuntos
cerrados, que alegaban que su seguridad estaba por encima de las ac-
ciones municipales encaminadas a recuperar el espacio público (medi-
das igualmente criticadas por comerciantes formales e informales). Las
normas sobre usos del suelo y zonificación. recibieron un cúmulo de pro-
testas de quienes se sintieron afectados porlas restricciones impuestas
a destinar sus predios a lo que a bien tuvieran o por quienes no aceptaron
la generalización de usos múltiples en zonas tradicionalmente residen-
ciales. Los proyectos de renovación urbana en las grandes ciudades tam-
bién fueron duramente criticados por los habitantes afectados por la relo-
calización. De igual manera fueron blanco de protestas las normas de
tránsito que tendían a ordenar el uso de las vías en las ciudades. en las
cuales tomaron parte usuarios del servicio y transportadores.
., Oenlro de la polilica de vivienda de Betancur se inslaur6 un sistema de regulaciOn de arrendamientos que provoCO de
inmedialo una oleada de moviliraciones liderado por pequeilos y medianos prop•etanos. y por inqu•linos. que llegO a
su lio con la sanción presideacial de la ley 56 de 1985 (Estalulo de Anendamienlos de Vivienda Urbana). la imporlancia
de eslas moviliZaciones radicó en su lrayet:loria y en su amplia base teuitorial.
LUCHAS URBANO-REGIONALES ....................................................•......... 95
•• A linares de 1974, un eSiudio de Anil sel'lalaba Que ras cuatro grandes ciudades eoncenlraban el 85.2\ del crédilo
tlisponible para desarrollo urbano y 36 ciudades intermed•as se eslancaban y presenlaban uo desolador cuadro de
r...,..
dificil rosca1es r¡¡ 2 de óociemllfe de 1974. pag. 13 0).
96 ..................................................................................................... Alatlho CeciliJ Gordo V.
" Genera1men1e habitan1es pobres que corren las marores amenatas porque viven en las areas ecológicamenle mas
vulnerables y en lianas caratleJizadas por su a11a suscel)libilidad a la degradación ambienlal. en lugurios, en areas de
invasión urbana de aliaS pendrenles y en zonas inundables (fabio Giraldo lsaza. La polilita y la ciudad. Bo9oll: Escue~
Superior de AdminislraciM Pliblica, 1997, plg. 33).
LUCHAS URBANO-REGIONALES .............................................................. 97
$O Se ha lomado preslada la expresiOn acunada por ThOmpson para referirse a los motines de suiJSisltnCia. a las re/Je·
/iones dd eSIOmago "' ~ lnglatena del siglo X'IIU, provocadOS et~lre ouas razones. por hambre. La inlonnación dispo·
n•ble sObre los even1os OCt.ffidos en la zona cafetera no l)enllile alirmat que estas acciones dilectas 1\ayan sido ocasio·
nadas por .., auopelro a la ·economia ·moral' de los pobres". Ver E. P Thompson. ~-. rewe«a y conciencia de
clase. ESIIIdios sobre/a CJiSis de la sociedad {Jfeindusltial. llaltelona: Ctllica, 1979. págs. 65-66.
98 ..................................................................................................... MIJIIhoCedioGorclo V.
Las demandas de salud fueron bajas, comparadas con las que se hicie·
ron por educación. A ello contribuyen las valoraciones culturales sobre
las prácticas 'curativas' y factores institucionales. como el énfasis pues·
to por los sistemas nacional y seccionales en aspectos curativos. por lo
que la población apela a aquellos cuando se siente enferma. percepción
que también depende del conocimiento de la salud.
u Por ejemplo, se llevaron a cabo ptoteslas conlra la reeslructuraciOn de tos servicios de salud y contra las inegularidades
p~esenladas en seccionales del lnslilulo de Seguros Sociales relacionadas con los conua1os <le l)feslac•<m de servicios
con bospilales locales o •eo•onales.
~ 3
Aunque duranle el periodo el cuidatlo de inlantes aumentó la cobertura, sus metanismos de linanciaciOn lueron
•nsulicientes.
LUCHAS URBANO-REGIONALES ........................................•...........•...•..•.• 101
~· Y se aprovecharon otros actos pUblicos para hacerlo -asi no couespondieran exaclamenle con la lecha recordada-,
corno lue el caso de los habilanles de Florencia (Caquela). Quienes en 1978 iuumpieron en el Parque Sanlander
mientras cuerpos mililares realizaban el desfile del 20 de julio. y deposilaron una ofrenda floral en la pileta, en homena;e
a tos caidos en el paro cívico del afio anrerior.
~$ En Santo Tomas (AIIatllico) se hizo un mitin noclumo en la calle Erasmo Coronel. uno de ios drrigenles de la huelga. que
nació en ese municipio
LUCHAS URBANO-REGIONALES .............................................................. 103
.. ONG 56%
S.ndlealel 11 5%---- -·-'
·-·- · Pdltieoa 7 1%
Las luchas lideradas por las juntas de acción comunal, casi en su totali·
dad, se relacionaron con servicios públicos, mientras las organizaciones
sindicales convocaron más protestas por violación de derechos humanos
y en contra de políticas gubernamentales.
Las luchas que dirigieron los llamados comités por la defensa de -los
derechos de los habitantes de .... de los intereses del pueblo de . del
barno .. de pequeños propietarios. de usuarios de servicios públicos. de
los niños. del patrimonio de .... de' universidades públicas (por ejemplo. la
de Nariño y la Uptc). y hasta se encontró un comité de autodefensa en
Santander de Ouilichao. a comienzos del periodo- protestaron contra al-
zas en productos de la canasta familiar. en tarifas e impuestos. contra la
imposición de valorización por obras o contra la politiquería y el cliente-
lismo de autoridades municipales. intendenciales o departamentales que
impedian el desarrollo de algunos municipios o regiones y pedían la mora-
lización de la administración pública. Demandaban dotación de servi-
cios públicos e infraestructura física. o aumento de las partidas presu-
puestales para universidades públicas.
Los nombres que adoptaron estas organizaciones son muy dicientes de
la relación que establecieron con las autoridades. ¿Defenderse de qué?
Los pobladores se sentían lesionados por políticas y acciones guberna-
mentales, sentían conculcados sus derechos. desconocidos sus intere-
ses colectivos. y sus luchas obedecían más a reacciones defensivas
que a acciones propositivas. Estas nominaciones hacen pensar en la
enemistad alimentada durante el Frente y el Post Frente Nacional entre
el Estado y la sociedad, señalada por Mauricio Archila56 y que. en el
caso de estas luchas. se expresaba tanto en el tratamiento dado a las
protestas con base en legislaciones de excepción57 que pretendían de-· ·
$l Véase, por ejemplo. -,Uiopia armada?: Oposrti6n polllica y movimientos sociales duranle el Fren1e Nacionar. en Con-
troversia, No. 168. mayo de 1996; ·Protesla social y Estado en el Frente Nacional en Coolroversia. No 170. mayo de
4
,
1997. e/dils y venidas, vutllas y rewe«as. PrOleS/aS SCdales en Cofom/)ia, 1~8·1990. 2001 (en prensa).
~· lvan Orozco senata Que 1an1o con el ESialulo de Segurujad de 1978 (crislalizaci6n de un largo proceso de alinamienlo
de medr(Jas de excepción conlfa las expresiones de protesta popular no armada, amalgamadas a aquellas otras sur-
gidaS del miedo a la escalada ouenillera y alletrorismo polilico nacienle), como con el Eslalulo AnmerroriSia de 1987,
los oobiernos de los 80 y el primero de los 90 manejaron las deliniciooes legales de la rebeliOn y delleflorismo con miras
a reprimir la prolesla social y polilica no armada (Combalienles, rebeldes y terroriSias. Guerra y delecho en Colombia
Bogoll: Jem;s, 1992. Plgs. 112·181).
LUCHAS URBANO-REGIONALES ............................................................. lOS
Otros grupos cfvicos evocaron gestas históricas. como ocurrió con "Co·
muneros 81". de la provincia de Vélez (Santander). que surgió de las
luchas contra las altas tarifas de agua y energía cobradas por empresas
de servicios públicos de Santander59 y fue derivando en un movimiento
que luchó por el desarrollo regional. Thmbién se evocaron personajes his·
tólicos como el "Movimiento Policarpa Salavarrieta". que aglutinó a 16
municipios de la misma región, o fechas significativas para quienes ha·
bitan un terlitolio, como el "Movimiento 27 de Febrero" de Zaragoza.
u ·Aqui el Estado se prolege a si mismo y no prolege al ciudadano·. alirmo Vera Grabe ·La conversaci6n·. en La Revisla
de El Espectadot. No. 95. 12 de mayo de 2002. pag. 8
~· El 9 de mayo de 1978. deSpuéS de una manileslación llevada a cabo en Vélez para proleslar comra Emposan por el
péSimo servicio de acueduclo y las alZas en sus larilas, se consliluyó el grupo Comuneros 81, para que lide~ara laS luchas
conlra la empresa dePM'amenlal. en especial la de no pagar los seNicios que prestaba (Vangv.W#a l.ibefal. 13 de mayo
de 1978).
40 SegUn Orlando saenz. el movimienlo tivico de los pobladofes de El Pehol y Gualapé remon1a su hiSIOJia a 1960. cuando
se inic•O el conlliCIO por el proyecto hidfoelét:lrico de la Cenlral del Nare rMovimienlo de pobladores y glandes proyet;IOS
hidroeléclricos_ El caso de El P~ol y Guatapi. Anlioquia·. en No1a Elena Mesa y PalfiC•a Vilez (comp•ladoras). Los
pobladores: ptotagonistas utbanos en Amlticl Latina. Medellin: Cehap/Univefsidad Nacional de Colombia, 1988).
106..................................................................................................... Morlho Cecilío lia«la V.
61
SegUn Javier Gilaldo su orioen se remOftla a la Guatdia Clvica que en 1972 coordinó el primer paro ctvrco regional de
Arauca. ocasionado por el desttordamienlo de rlos que hizo inlransilables la caneleras y agudizó los problemas de
comunicaci6n, lranspor1e y aba~ecimienlo de la región na
reivindicación urbana· ... , ~o. 101).
61 Javier Giraldo. ~La reivmdicaciOn urbana· ... , ~gs. 131-132.
•) Garlos Belllemus y Jorge VrllaiOn. ·Los movimienlos soctales y su initideftCia ... ·, pag. 89.
LUCHAS URBANO-REGIONALES .................................•............................ 107
••
108 ..................................................................................................... Mllllwc.almlio«fo V.
· --Cllgano&I'IOI'madvo6 10%
· - · S.. actvers<Yio 3 8%
•• Gilma MosqiEfa. ' E l - por ~ .tvleroda en C~omllia-. en Nola Elefo Mesa y Palicla Vélel, Los /NIIiadllles: .... p;g. 123.
LUCHAS URBANO-REGIONALES .............................................................. 109
Según los datos allegados, las entidades gubernamentales del nivel muni-
cipal y distrttal (rubro en el cual se incluyen alcaldías, secretarías. institu·
tos municipales sectoriales y empresas de servicios públicos municipales
y distritales) recibieron el mayor número de demandas, seguidas por las
entidades ejecuroras del nivel nacional (que incluyen presidencia, ministe·
rios, institutos descentralizados y empresas comerciales del Estado) y por
las entidades del nivel regional (incluidas gobernaciones y sus secreta·
rias, intendencias y comisarías, áreas metropolitanas, empresas prestata·
rias de servicios públicos regionales -Acuas y Empos-, corporaciones au-
tónomas y electrificadoras regionales). El cuarto lugar entre los adversa·
ri9s lo ocuparon entidades privadas o personas naturales; el quinto, los
grupos armados irregulares. Un 3% de las luchas se dirigió contra las
fuerzas armadas y de policía y 2% contra otros actores sociales (por ejem-
plo. juntas de acción comunal, invasores o transportadores). Ante los órga·
nos judíciales (fiscalías, tribunales administrativos y jueces) y con potestad
normativa (Congreso, asambleas departamentales y concejos) se interpuso
un bajo número de demandas. 3,8% de las luchas no planteó adversario
específico y en el4,5% de las protestas no se registró información sobre él.
1
3
.z1
t$ A comienros del periodo, lnslopal recibla buena parle de las demandas de agua y, en ci\lllades tomo Toota. donde se
impuso racionamienlo al 90\ de tos suscriptores de la ciudad, la gente expresaba su malestar porque el Instituto
reca00:1ba dineros por tos servicios e inveftia lfl mlnimo en mantenimiento de redeS y tanques, preslaba pésima atención
y el agua no era tratada adecuadamente. los habilantes lnsisUan en la creaciOO de empresas de servicios públicos
mooiclpales que 1e<rnplalmll allnslopal (E/ rltlfiPO, 6 eJe ene•o eJe 1975, p¡tg. 7 A). Olas m1s ~•eJe lnslopallespoOOió
a estos reclamOS aduciendo que el racionamieniO de agua en T111ja, Villavicencio. Bucaf3fllélnga. Balrancabermeja y 33
moolcipios mis del pal$,. debla al illlellSO......, (El 1ifmPO. 9 eJe '""o eJe 1975, pág. 11 A).
" lui$ MauliCiO CueiVO. la flis/olla del sec/Of IR acuelluclos y alcanlatil/#o$ en C-.. De la Ley 65 IR 1936 al Plan
IR A¡usle S.CIOiial. Se10e lnlolmes eJe investigacloo. No. 4. Bogo~. Cinep. 1991, Pllll'- 50-52. y Samuel Ja13millo. Cienlo
•elnle /dio$ IR ,.,.,lcios públicos... , p¡lg$. 116-118.
LUCHAS URBANO-REGIONALES... . . .. .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. .. . . .. .. . . .. .. .. .. .. . . .. .. .. .. .. .. . 111
" Se eslabletieron nueve calegorias de munit•PiOS, con base en los datos suminislrados por la División Polihca y Adminis·
lraliva de Colombia del Departamento Admin•slrativo Nacional de Estadistica. actualizados a lebrero de 1997. asl:
Categoría A· de 1 a 20.000 habllantes
Cale<¡or;a B: de 20.001 a 30.000 haManles
caregor;a e de 30.001 a 60.000 habllanles
caregor;a 0: de 60 001 a 150.000 hab;~nles
10 Palticipación dispersa tuv•eron 246 municipios, baja parlitil)atión se Ptesentó en 294, una intensidad sign•licativa se dio
en 88 mooicipios. alta en 29 mun•cip•os. y concentrada en 18 {14 capitales deparlamenlales: Bogotá, Gali. Medellin.
Bucaramanga, lJnja, Pereira. Pasto. Barranquilla, Garlagtna. Santa Mar1a. Riohacha, Montarla. Sincelejo. Valledupar.
dos mun•t•P•OS de categorta poblacional O: Apartadó y Matambo y dos de categoría E: Barrancabermeja y Soa<:ha).
11
Entre ellas. movimientos cívicos regionales. sind•calos, organizaciones polihcas o coordinaciones de diversos lipos de
oroanizaciones.
114 ..................................................................................................... Madho (ecilill Gorcill V.
Valle del Sibundoy, suroriente del Valle, norte del Cauca y Macizo Colom-
biano, provincia de Gutiérrez en Boyacá, provincia de Vélez en Santander,
provincia del Tequendama y Sabana de Bogotá, en Cundinamarca. donde
se presenta una actividad reivindicativa alta y significativa.
't Dos se regisl!aron durante el mandato de Betancur, ocho en el de Bau:o. cuatro en el (Je Gavitia. dos durante el de
Sampet y dos en el de Paslrana.
'l Et ~contrato Maestro· que soscribieron las Empresas PUblicas de Medellin y los habilantes de la región -que definía las
noml3S que regulaban las relaciones enlfe ambos y del cual se derivaba et Plan Oecenat de Oesanollo- decia que la
consllucción del Nuevo Pello! concluirla en 1974, peto las obras del embalse comenz¡11on ese año y se I)OSpusieron tas
ol»as soc•ates y et traslado de los habllantes a sus nuevas viviendas nos pueblos sumergidos-. en \W Prolela~ia, 28
de abnl de 1977. pag. 6).
LUCHAS URBANO-REGIONALES .............................................................. liS
1
~ Paz del Rio, Sogamoso. Belén. Nobsa. Sanla Rosa de VilerbO, Samaca. Socha, Couales. Paipa, Ouilama. Tibasosa y hasla
Tunja.
LUCHAS URBANO-REGIONALES ................................•............................. 117
En siete acciones tomaron parte municipios del sur de Bolívar, dos lleva-
das a cabo en 1990 para protestar por el incumplimiento gubernamental
de pactos firmados en las marchas del nororiente y para pedir al gobier-
no nacional y a las fuerzas armadas la desmilitarización de la zona y, a
partir de 1999, participaron en cuatro acciones regionales de amplia
magnitud contra la zona de despeje para el ELN.
Municipios del oliente del departamento de Na riño y del Valle del Sibun-
doy (Putumayo) se unieron en 1987 con sus pares del sur del Cauca para
desauollar un paro cívico que fue convocado por el Comité Cívico Popular
por Nariño y líderes gremiales y comunales para exigir al gobierno nacio-
nal el impulso al desarrollo regional.
LUCHAS URBANO-REGIONALES .............................................................. 119
a Que podra ser confirmada o negada con un esludio poslerioc que compare la dii\Mnica social con la diMmica del conllicto
annado. invesligaci6n para la cual ya exisl8 malerial suficiente.
EsMERAWA PRADA M.
LUCHAS CAMPESINAS EINDÍGENAS
EsMERALDA PRADA M. 1
~ Sobre el lema de idenlidaf:l campesina. cambios y 4:1ilerem::iatión. véase tarlos Salgado, ~ y loffnulación de pro-
yecros pro<luciivos asociarlos con campesinos. C.lección Educación y Cullula. No. 3. Bogo~: Cinep, 1995, y el ya Cilado
de Callos salgado y Esm01alda Prada, Gampesinado y pro/eS/a .. , pags 29·11a
' Maurieio Afchila, IdaS y venidas, vuellas y revueltas. Protestas sociales en Colombia. 1958·1990, En prensa. 2001.
LUCHAS CAMPESINAS E INDÍGENAS...................................................................... 125
000,-----------------------------------~
160
1
3
' La acción campesina combina rasoos con la acción urbana. Como lo suo•ere Clara 1nes Garcia: a ... las masas princil)ales
son campesinas y lo urbano cumple un doble papel: como punlo de concenlración. es decir como espacio social 8ft el
que se hace visible un grupo social, y lambién como espacio que presta apoyo logishco de diversa índole· (Clara In~
Garcla. El Bajo c..ca Anlioquello. &gol~: Cinep/lner. 1993, pág. 117).
126..................................................................................................... EsrneroldoProdoM.
1975-1980
Este subperiodo presentó una disminución de la protesta en relación con
los primeros años setenta, en razón de la contrarreforma agraria (leyes
48 y 58 de 1973) que formalizó los acuerdos pactados en Chicoral sobre
afectación de predios. indemnizaciones e incentivos a la producción para
la explotación de grandes extensiones y la ley 68 de 1975, que reglamen-
tó los contratos de aparcería. Las actividades redistributivas del lncora
se paralizaron, en sintonía con la propuestas del programa Desarrollo
• Por éxodo toleclivo se enliende aquellos desplazamientos internos !orzados y simullaneos de m~s de <liez familias
provenienles t:le un espacio común, en esle caso rehuido al umpo -veredas. caseríos y coneoimientos-. El éKOdo no
es considerado como una acción de prOiesla pero refleja el conlliclo social y polilico del pals.
• Tarrow deline el ciclo como una tase de intensilicación (Je los conlliclos y la confronlacr{m en el sislema social. que incluye
una r3pida difusión de la acción colectiva de los sectores mas movilizados a los menos movilizados y uR ritmo de ii'IOO·
vación acelerado eo las formas de conlronlacion (Sidney Ta11ow. El poder en movimiento: lOs movimienlos SDdales, la
acaoo colecliva y la po/ilita. Madnd: Ahanza. 1977. pag. 263).
LUCHAS CAMPESINAS E INDIGENAS ...................................................................... 127
Rural Integrado (DRI). "que les ofrecía a los minifundistas todo menos
tierra"''· A la vez, que se reglamentó el estado de sitio, se militarizaron
las zonas rurales y se fragmentó la Anuc. tanto por la represión y la
violencia como por los protagonismos de organizaciones de izquierda.
•• Pie11e Gllh<Kies, Lts luChas agtaJias en Colombia. Bogola: Presencia. 1988, pag. 86.
11
SeoUn Zamosc.las iovasiones de lieua luvieron un 1ope en 1971. cuando se regislraron 645. y entre 1972-1974 negaron
a 54, SI y 123, "'P'""-n" ~a cutsliOn aqtafia y eJ nwwmitnlo campesino en Cok!mbia. Bogota: UmiSd/CineP.
1987, pag. 124).
'' En 1977 el presidenle Ló¡)ez deClaró: "EIIilulo de ~ propiedad en los llanos lo da el rrabajo (E/ ES{I«<ador, 16 de
lebfelo de 1977, pag. 7·A) Ese mismo ano. en el marco dellll Congreso de la Anuc. se denunciaron al10pellos conlfa
campesinos desalojados <le la hacienda la Liber1ad, uno de cuyos PIOPielar•os era hijo del p~esidenle L6pez. En el
Senado se cre6 una comisión de acusaciones para •nvestip el caso: circunslancias en las que se compró la hacienda
en 1974, los préslamos olorgados por la banca oficial para mejoras y siembra de anoz. la oportuna apertura de la via
al llano que valorizaba al predio en 500\ y la expedición del detrelo 0236 de 1977. que exoneraba de impueSio a
las ·nuevas explolaciones" de la Orinoquia (AIIemativa. No 112. mayo de 1977, pag 6).
1
, En Barrancabermeja, por ejemplo. después de diez anos de no leoer alcaldla mil11ar. lue nomblado el toronel Osear
Burbano por el gobernador de Sanlander, quien lomó esla decisión después de presenlarse alteraciones de orden
púbhco e invasiones de pred•os. (El Espetlador. 1° de abril de 1975, paQs. 1 y 5-A). El semanario Voz Prolelaria
denunció:"Terrorismo ofitial se ha desalado con1ra la comarca( ... ) AUn arues de que fueran designados alcaldes
mililares para Apartadó. Turbo, Chigorodó y Mulalá, se venia cumpliendo un plan de rel)fesión conlta campesmos Y
genias lrabajadoras por parle del ejércilo. acanlonado en la base mil•lar de ·u Maporila-. Enérgica declaración de los
concejales de la tegión. que considetan que los problemas de orden público. que argumenla el gobernador, no cones-
ponden con la realidad" (lblPtolelaria, 22 de jubo de 1976. pag. 4).
" ·e1 Eslalulo de Seguridad eslablece diez anos de prisión para inlegranles de bandas. un ano para quienes ocupen
1qares públicos y se prohibe la lr3ftSmisión de nolic•as sable paros" 1¡1 T~empo, 6 de sepliemble de 1978, ~- 1}.
128..................................................................................................... f-.JIOO hodo M.
1981·1985
El auge de la protesta se inicia en este periodo y se mantiene en la déca-
da del ochenta. De acuerdo con Zamosc 17 , este resurgimiento de las lu-
chas campesinas se presentó por el deterioro de la situación económica
en la segunda mitad del gobierno de Thrbay y el relajamiento de la repre-
sión en las administraciones de Belisario Betancur (1982-1986) y Virgilio
Barco (1986-1990), que crearon condiciones favorables para que se ex-
presara el descontento acumulado durante los dos gobiernos anteriores,
los cuales "habían empleado la coerción para reafirmar que la autono-
mía campesina y las reformas radicales no estaban en los cálculos" 18 .
En esta década los campesinos mantuvieron las luchas por la tierra,
protestaron en defensa de sus economias, contra la violencia y por el
desarrollo de sus regiones. Es decir, se modificó el sentido de la protesta
campesina, dado que "la intensidad de la represión y la exclusión lograron
medrar el sentido antagonista que en algún momento pudo tener el movi-
1986-1990
En este lapso se fortalecieron los programas DRI y PNR y se aprobó una
nueva ley de reforma agraria, la ley 30 de 1988. Este subperiodo corres-
ponde al gobierno de Virgilio Barco y registró el mayor número de protes-
tas. con mucho dinamismo de las invasiones de tierra, las tomas de en- •
1• E127 de junio de 1985, un fallo del Consejo de Eslado toodeoó a la Nacilln a indemnizar a una mujer por lorturas lis•cas
y psiqu•cas sufridaS. en enero de 1979, durante su delención por la Brigada de IRslilutos Milirares. Pero no limitó el lema
a eSie caso indiv•dual sino Que lo extendió a las lorturas padecida$ por tOdos aquellos que lllbian caído en las redes
de la inteligencia mililar de esa éi)Oca, y lrasladó el caso a la Cor1e Suprema. a la Procuradurla y a la Comisilln tle
Acusaciones de la tamara de RepresentaRles, para que se establecieran las responsabilidades de anos funcionarios
del gobierno del presideme Turbay: su miniSiro de Defensa. general tarlos Gamacho leyva; su procurador general,
Guillermo Gonzilez Chany. y el comandanle de la BIM de aquel enlonces, general Miguel Vega Uribe, minislro de
Oelensa de Betancur, .~por violar la Conslilución y la ley penal. por acción u omisilln· porque, ~enlerados de los alrope-
llos, los 1oleraron y pudieodo ovilafios no los impidiefon" ("Vega Unbe en el banquillo", en Semana, No. 166. ~a 15 de
julio de 19115. plgs. 22-24).
LUCHAS CAMPESINAS EINOIGENAS ......................................•............................•... 131
'' "SII>tSe el que pue<la". en Revista Solidaridad. No 87. agosto de 1987. pag. 3.
" ll!idem. pag. 4.
LUCHAS CAMPESINAS E INDÍGENAS....................................................................... 133
1991-1995
En la última década se produjo un viraje en el modelo económico que
contempló cambios en la polltica agraria y social y profundizó las des-
igualdades en el campo. A la par, se propuso un nuevo pacto social, a
través de la Constitución de 1991, que se fundamentó en la promoción de
los derechos humanos. Pero, contrariamente a la propuesta constitucio-
nal, "los derechos y garantías ciudadanos han sido permanentemente
conculcados y la violencia política se exacerbó" 26 .
u Martha Cecilia Garcia, ·luchas y movimientos clvicos en Colombia duranle los ochenla y tos novenla_ Transformaciones
y permanencias~. en Mauricio Archila y t.tauricio Pardo (ediiOfes). Movimitnlos sociales, fSiado y democtacia en QJkJm.
bla...• pag. 74.
134 ..................................................................................................... E!llleroldoftodoM.
" Jos! Anlonio Ocampo y SanliaiJ<l Peny, El g;¡o de la po/ilica agropecuaria. Bogol3: !ercer Mundo/Fona<loiONP. 1995.
pag. zo.
LUCHAS CAMPESINAS E INDIGEHAS....................................................................... 13S
1996-2000
En la administración Samper (1994-1998) se pretendió imprimir un viraje
a la política agraria a través de una Cumbre Social Rural como estrate-
gia para reactivar el sector. considerando que éste requería una "política
de modernización". La estrategia no dio resultados. pero la cumbre puso
de presente las crisis institucional y política y la violencia en el campo.
Esta última ocasionó en el quinquenio 245 éxodos colectivos de caseríos
y veredas y entre 1996-2000 sus victimas protestaron en 32 ocasiones.
1• ·u reforma agrar•a debe ser lundamenlalmenle humana. imegral, orieftlada al rescale de la persoaa humana. reco·
not:iéndole sus derechos fundamenlales y facili!andole el cumplimienlo de sus deberes. respelandole su dionida,r
(Eotrevisla a Garlos Ancizar Rico, coordinador CNC. sin publicar. Archivo del periildiCO Campo Adenlro. Cinep, 1998).
136..................................................................................................... E!lllllllldo Ptodo M.
tos años atrás; en la resistencia al deterioro de sus economías por las deu-
das bancarias y la crisis agraria y cafetera; y en la defensa de derechos
étnicos y culturales. Los reclamos por desarrollo regional. sustitución de cul-
tivos de uso ilícito, titulación de tierra y reforma agraria se mantuvieron.
n la prensa nac•onal y local adopló elléfmino invasiones para denominar a las ocupaciones de hecho por paite de campe.
sinos de predios ru~ales de propiedad privada o del Estado. En el conversatorio sobre 25 aAos de Luchas Sociales.
tonvocado por el Cinep en julio de 2002 causO polémica el uso del término invasión. Para algunos conocedores de las
luchas sociales, el empleo de este concepto esconde inleteses y reptesenlationes de tos gobiernos y los grandes propie.
1anos; recomiendan un lenguaje acorde con los inlereses campesinos, tomo es el uso del término ·recuperaciones de
t•erra·. Resallamos el comenrarto (Je carros Salgado al respecto: •este coocepto es usado de manera relaliva y de acuerdo
con la lógica de consuucción de idealidades. Los campesinos hablan de ret:uperaciooes cuando hacen dispulaS pUblicas;
en ese senlido, 10 discursivo se vuelve un elemenlo de consuucción de idealidad. En las conversaciones privadas de los
ca~sinos. en cambio, se habla lrescamenle de invasiones. Asi de sencilla es en la lógica de los campesinos la idenlidad
discursiva refuerza un discurso olicial, miefllras que la idenlidad cutlural esla muy ligada a los llfOcesGS conllicluates. (sic)
y de reconocimienlo de la propiedad que se da en los casos especllicos. que &ambién es una lonna de conslrucciOO de
movimienlo·. En ese senlido recordamos e1 aporle de James Scoll: ·El discurso ocuho. por delinición. rep~esenla un lenguaje
'9'SIOS. hab~. a~os·. que 1101ma1men1e 81 ejercic~ del podO! excluyo del distur>oiJÚblico de los subofdinadOS la l)flclica
de la dominación, enlooces, crea el discurso ocullo. Si la dominación es parlicularmenle severa. lo mas PIObable es Que
produzca un discl.fSo ocullo de una riqueza eqllivalenle. El disetrso ocuiiO de los grupos subOrdinados. a su vez. reacciona
frenle al discurso público aeaAdo una subcullura y oponiendo su propia versión de la dominación social a la de la elite
domi11011e. AmbOS ""' espacios de poder y de inlereses" (James. Scon, tos dcmi1atiOS y el attt de ta tesislen<ia.•.• plg. 53).
138 ..................................................................................................... Esmerohlo Pmdo .tt.
1
;
1
o ~--------------------------~-----------"
nnnnn~~u~~uwvn•••~n~""~""•
i-OJru rnM'"M• 4t 'YSM -lnwg:!!nn j
10
o
~~nnN~M~~~~~VMMOOM~~~MMWM600
10 Ade~s. para la détada del ochenta, se consullaton dos periOdicos adic•oaales: El Pueblo y El Peri6dico. Se luvo como
CfileJio fundamental conlabilizar !Oda acci!)n de prestón P<N la lierra sobre un mismo predio como una nueva invasión.
salvo los casos de invasiones repet•das al menos duranle los tliez dlas siguieRies. Esta iniOfmación ajusla los dalos de
la base inicial de invasiones. La l)fensa sel'lal6 en 1984. 1936. 1987 y 1992 una oleada de invasiones en Anlioquia,
COrdoba. Sucre, Magdalena. cauca y Cesar, pero no registró dalos precisos sobre municipioS y predios, por 10 Que DO
se lomó en cuenla es1a información.
u Héclor Mondrao6n. ·Reforma agraria·. en el documenlo VIII Foro Nacional Paz, Democracia. JuSiieia y Desalfollo.
Bogol!: juliO de 1996, 1)!0. 9.
140..................................................................................................... Esmtroldol'mdoM.
Este tipo de lucha. que ocupa el tercer lugar de las acciones, representó el
11,6% del total. Muestra un pico en 1987 y ascensos en los años 1985.
1989, 1996 y 1998. Tuvo cobertura municipal en el 32% de las acciones,
submunicipal en el 30% de ellas. regional en el 27%, el 6% fue departa-
mental y el 3% nacional.· Esta última sobresale en el conjunto de luchas
sociales y fue significativa por el tipo de demandas referidas a problemas
estructurales. a la violencia y a políticas y propuestas para el agro. Por
ejemplo. en 1983 alrededor de setecientos campesinos. miembros de la
Anuc de Cesar, Magdalena. Norte de Santander, Huila, Caquetá, 'Iblima y
n ~ lo ilusUa esta declaración: ·nuestros abuelos·estrellas Waili y PukZ:i, nuestro padre Sol. nuesua madre Tiefra, Gitoma
y el creador Sira, esl3n presentes en este momento en1re nosotros. han eslado presentes en las jornadaS de los Ullimos
meses que hemos realizado tos pueblos indígenas de todo etpais y en las luc:has de resislenc•a de los Ullimos siglos (...}
La nueva gran ley del hOmbre blanco, la Constitución Polllica de 1991, nos reconoció derechos a la vida, a la a"'onornla.
la cullura y eltemtorio (._.)Pero aliado del reconocimiento jwklico de la diversidad se dio paso al reconocimiento práclit:o
de la Oxi, lexas. Shell. ú:xon. AmOco, Mobil y Brilish Pe1101eum. Esramos a liempo de volver a ver que el riowa rico nos
engafla; que nos habla de cultura mientras abre el t:orazón de la Madre. que no entiende la armonia que necesita la
naturaleza para poder respirar· (•Etlenilor•o y la vida nos perlenet:en·. Ponencia presentada por la Onic en la Asamblea
por ~ Paz. Bogola. agosto de 1996).
142..................................................................................................... fslllftalda Ptado M.
Los paros, al igual que las movilizaciones, aparecen en todos los años
del periodo, pero no por ello son la modalidad de lucha más destacada.
Motivos de la protesta
El problema agrario colombiano expresa el desacierto ideológico sobre el
papel del sector agra¡io. "Desde los años setenta se han combinado tres
razones no siempre correspondientes pa¡a la definición de politices sec-
toriales 1) razón ideológica. centrada en lo esperado del desa¡rollo nor-
Soidlridad1.2%
· Polltieas 11.4%
Autottdadts 1.5'.4
-· Derechos 10.8'.4
Entre 1975 y 2000 las demandas de tierra fueron el motivo más convo-
cante de la protesta campesina e indígena: el 53%. Fue seguido. a bas-
tante dístancia, por las demandas que reclamaron la expedición de polí-
ticas (11.4% )y el cese a la violación de derechos humanos (10,8%). Los
servicios públicos ocuparon el cuarto lugar en las demandas, con el 9%
del total. Los servicios sociales fueron el 5.4% y la violación de pactos el
4,7%. Los motivos en torno a problemas derivados del medío ambiente
ocuparon el3%; por el desempeño de alcaldes y autoridades se produjo el
1,5% y la solidaridad con las luchas de otros sectores sociales representó
el 1% del total de demandas.
La tierra
Esta demanda se refiere a problemas de tenencia de campesinos sin tie-
. rra, de posesión de aquellos campesinos que ocuparon predíos pero es-
. tán expuestos al desalojo, de titulación para los campesinos que poseen
tierra pero el trámite sobre los titulos no está resuelto por el lncora. y de
conflictos por la tierra de zonas de resguardo, reservas o territorios tradí-
cionales indígenas.
Por otra parte, las leyes de reforma agraria han tenido escasos resulta-
dos: han favorecido la titulación de baldíos. han afectado marginal-
mente las tierras dentro de la frontera agrlcola. han promovido la colo-
nización y han mantenido el modelo duallatifundío-minffundio. La ley
" Absalón Machado. La roesliOn aQIW en Coloml1ia a fines del milenio. Bogol3: El Ancora. 1988. pag. 72.
146......................................•.............................................................. (SIIllfa/do Protlo M.
" Malio Yalderrama y Hé~or MondragOn. Oesanolk! y equirlarJ con campesinos. MisiOn R,..l, vol. 2 Booola: HCA/Ie~er
Mundo. 1~8. pjg. 51
" AbsaiOn Ma<hado. La <ueSiidn agra¡ia en... , plg. 98.
" Darlo Fa~rdo Monlalla. Tietta, poder {KIIIIiro y reJorma agwia y rural. Cuadernos Tierra y Jusi•<~. No. 1. 8ogo1l: ll5A.
209Z p¡g. 21.
LUCHAS CAMPESINAS E IHDIGENAS....................................................................... 147
Las políticas
Esta categoría está constituida por demandas en tomo a pollticas agra-
rias (70%), cafeteras (13%), económicas (12%) e institucionales (5%). El
43% de las veces que los pobladores demandaron política agraria se refe-
rian al conjunto de medídas, sin especificar alguna en particular. El 38%
lo hizo por crédito; el 7% por comercialización de productos; el 5% por
sustitución de cultivos de uso ilicito y el 7% agrupó otros motivos de
politica como riego, insumos y acciones del PNR y el DRL
u •El eslilo de desMrollo esU enmarcado a una noción de progreso vinculada a la emergencia y aplicación de un lipo de
racionalidad inSirumenlal (...) En relación a esta noción de progreso y a los logros de la indUSirialización se lijan los
caminos para alcanzado. y se gen8fa una noción de sociedad que l•eode a universalizarse. y a dejar de lado las o1ras
racionalidades ecooCimiQS y sociales (... ) Este estilo encierra una forma de cons1ruir la realidad social y de man8fa
simunanea de conslruir socialmenle la realidad. En él los campesinos y las sociecJades rurales RO lienen silio, ni son
viSibles. Pero ~ realiOad es mas lerta que las ideas, aunque las ideas sean carceles de larga dura<iOo" (Orlando Plaza,
·Economía campesina: limiles y polencialidades en el conlexto de apeftura y modernización.. en Absal6n Machado
(edilor). OeSJITO//o tural y ¡pertuta eccnómica. IICA/fondo ORI, 1991).
'' Conualor;a General de la Republica, Modelo, p•Wca e inSiiluciOnaMad agropecuaria y Mal. Bogo1a. 2002.
148....................................•................................................................ Esmetoldo Ptado M.
.. lb/dfm,p!g.17.
u lbldem. pag. 11.
LUCHAS CAMPESINAS EINO(GENAS ....................................................................... 149
·~ Caflos Salgado."Compelilividad con pobreza, telliempo de la genle campes• na?. en Revisla Cuademos de Econonia,
vol. 'IN. No. 22 BogOI.I· Facullad de Ciencias E<OfiÓIIlitaS, l)liveBidad Nacional. Primer semes110. 1995. pag. 161.
" Con113101~ Genel31 de 1a República, Modelo, po/Jiica... , pag. 91.
" lbldem, pag. 94.
150..................................................................................................... Esmero/do Prado M.
•• ViciOf Péfezorovas Garza y Fernando Celis tallejas, u aisis del caM: CdUSaS, conS«UMCias y esltalegias de respues-
ta. Oocumenlo elabor.ido paq la Conl01encia EleclrOoica del Grupo Cllorlavf. 15 de abrü al 3 de mayo, 2002.
·• ConlraiOfla General de la Re(Miblica de Colombia. Modelo, polilk;a... , pag. 23.
" Como respues~ a los 1-los de la OrganilaciOo MUfldial del C011101cio(OMC) de las lransnaciooales y de la polilica
neoliberal. surQió una organización caml)esina inlemacional: Vta Campesina. En ella participan oroanizaciones de
América Lalina. Asia y Allica, asl como de Eslados Unidos. Ganadá y Ellopa. Fensua"o y Anuc-UR eslln afiliadas a Vla
campesina (Hé<IOI MondlagOo, La IJIP'IIizati(/n campeSina en un am&ienle dt letfOf. Cua<lemos ,,,.,. y JuSiicia, No.
7. BogOI.!: ILSA. 2002. pag. 34).
LUCHAS CAMPESINAS E INDIGENAS ....................................................................... lSI
" "Cnsis del agro es inocu!able", 8 CIJiorniJiMwJ. 1' rle ag0S10 rle 2001. 1)!0. 3 8.
" RicaiOO varoas M. "Cullivos lllciiOS. poll1ica anlidrogaS y proceso ae paz en Colombia". en Memorias Sfminalio lnlema·
cional: desp/a¡amienlo, CtJnfliclo, paz r r!ewtollo. ~: Coahes. juniO de 2000. pao. 2.
152..................................................................................................... EsmtroldoPtodoM.
Servicios sociales
Este rubro agrupa las peticiones de educación que en un 57% se centra-
ron en plantas físicas escolares y dotación y nombramiento de maestros;
en un 38%, en el tema de la salud. que giró en torno a peticiones de
construcción de hospitales y centros de salud. El5% de las demandas de
servicios sociales exigió puestos de policía para aumentar la seguridad
ciudadana.
Autoridades
Hace referencia a la gestión del gobierno local. Las demandas en contra
del desempeño administrativo de alcaldes se expresaron en el 70% de las
veces y a favor de alcaldes o en contra de su destitución en el30% de ellas.
Ambientales
Esta categorla se refiere a las protestas de campesinos e indlgenas con-
tra los impactos negativos que tiene la construcción de obras de infraes-
tructura física. en particular hidroeléctricas y vías. sobre sus parcelas.
viviendas y entorno. lo que motivó el 42% de las luchas que caen bajo
este rubro. El 39% se refilió al manejo de rtesgos. atención a catásttofes
y a damnificados y prevención de desastres naturales.
Cabe resaltar que en el periodo estudiado se encontró que las razones pala
protesta! se alteramn: entle 1975 y 1990 los motivos que mayor peso tu-
viemn en las protestas fuewn. en su orden, los refertdos a la tenencia y
titulación de tiena. la violación de los derechos humanos. la prestación de
servicios públicos y las pollticas gubemamentales. mienuas que entre 1991
y 2000 las demandas de tiena empeza¡on a perder peso en el conjunto de
las protestas y se ubica~on en el tercer lugai. Así, la mayor participación
fue para las violaciones a los derechos humanos y las pollticas. que fuewn
u Gada acción coleeliva conliene !Ns de una demanda o molivo, salvo las •nvasiones de li&Jra. Que. como su nombre lo
indica esta cenlrada en el acceso a la lenencia y a la propiedad_
lUCHAS CAMPESINAS E INDÍGENAS ....................................................................... 157
REI ~ ENTRENÚMERODEACCIONESY
NÚMERO DE DEMANDAS 1975-2000
~ r--------------------------------------,
250 . • • • • • . . . . . . . • • • • . ............••.••.
L-------------------------------------~
o ~~n~N~~~M~~MVMfi~~~~~NMVNNOO
E@\81 -oemaudQ!
Adversarios de la protesta
Los adversarios son aquellas entidades públicas y privadas a quienes
los pobladores rurales ven como las responsables de su situación. A
ellos se dirigen en la protesta para exigir algún tipo de solución o
respuesta.
8% de las demandas, es decir, ante ellos se protestó con más fuerza. Los
entes municipales (gobierno local y empresas municipales de servicios
públicos) ocuparon el 6%; las fuerzas armadas y de policía recibieron el
2,8% de las demandas y las entidades privadas el 1,4%. Los grupos ar-
mados irregulares fueron considerados como el adversario de las protes-
tas en el 0,7% de las acciones.
0.7%
2.8%
" De aCUOidO too C~oa Inés Garcla, "alllllerior del ESiadO. ~ lueaa p(jllica (ejérciiO y pollcla) st eoosliluye en ~rlud de ~
gueroa illerro, en 111 b~nco espedlico y suigen<Jis de las movili23cioneS sociales ( .. )lo sulgen<Jis radica en que lorrnan<IO
pane del ESiadO. es al Es~do al rrisrno liernpo al que st irlvolucra como meclladOr y oonlroladOr de su brazo armadO Asi los
comisionadOs de paz, tos consejeros <le la presidenc•a o la procuradwla se inletponen por la población que sulre los
esuagos ~· ~guerra. anle"" de las parles de esa gueroa: el e¡erciiO" (C~ra Inés Garc~. El Bajo cauta ... p;g 119).
LUCHAS CAMPESINAS EINDÍGENAS ....................................................................... 159
,. ~e¡ movimienlo indlgena reiniciO con el Consejo Regiooal lndlgena del Cauta, la conslrucción de sus organilaciooes
propias y duranle la crisis de la Anuc planle<llormalmente la necesidad de su propia 01ganización nacional. A partir de
este recooocimienlo surgió la OrganizaciOn Nacionallndlgena de Colombia Onic, que se fundO en 1980. (H6ctor Mon·
dragón. La OtganlzaciiJn camposina en un ambiente... , pág. 22).
160..................................................................................................... Esme1ofdoPtodoM.
El auge de las luchas en 1987 supone una concordancia con los inten-
tos de reunificación de la Anuc y la coordinación de acciones con orga-
nizaciones indlgenas. Las organizaciones regionales. como el Comité
de Integración del Macizo Colombiano (Cima). El Común en Santander.
las asoci~ciones de cafeteros (como la de pequeños y medianos caficul-
tores, Apemecafé). la Asociación Campesina del Valle del Rlo Cimita-
rra y entidades locales como las juntas de acción comunal fueron signi-
ficativas en la protesta. al igual que los movimientos regionales. impul-
sados por comités clvicos.
Nldonll o.w
Los departamentos
Antioquia registró la mayor participación en las protestas: el 14,6%; en
este departamento la protesta se considera concentrada. Los otros de-
partamentos con participación alta fueron Santander (8,6%), Bolivar
(6.2%). Cauca (5.9%), Cesar (5,8%) y 1blima, (5,4%).
~ r-------------------------------------
...
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Los municipios /
De acuerdo con la trayectoria regional y municipal podemos destacar un
grupo de territorios. En Antioquia fueron significativas las prorestas de
las regiones de Urabá. Bajo Cauca. Nordeste y Magdalena Medio. El
municipio de Turbo fue el lugar que registró el mayor número protestas
en el departamento y en la nación.
Las regiones
La región es considerada como "una entidad socieconómica con dinámi-
cas especificas e identidades culturales propias, a partir de las cuales
pueden ser pensadas como contextos sociales globales, con marcos so-
ciales relativamente autónomos en los que se definen conflictos. proyec-
'"
tos politices e identidades sociales. Es el conflicto entre distintos actores
sociales por el control de un teuitorio y sus recursos el eje a partir del
cual se delinean los contornos socioespaciales de una región y són los
factores políticos, sociales. económicos y culturales los que histórica-
mente les dan contenido (... ) las regiones son construcciones politicas.
socioeconómicas y culturales de relaciones sociales sobre un· espacio
determinado y son los actores sociales los ejes sobre los cuales se cons-
truye!} las regiones( ... ) Una región es siempre dinámica, pues sus fronte-
ras no son estáticas y la historia de identidades y de conflictos a su
interior la hacen continuamente variar" 66 .
Las protestas campesinas e indígenas configuraron regiones. las transfor-
maron y las desconfiguraron. En ellas influyeron los contextos pollticos.
sociales y económicos del país y de los territorios en conflicto. Las regiones
de alta protesta, como Magdalena Medio, Urabá y Bajo Cauca tienen en
común que son territorios donde "se combinó el conflicto por la reconstitu-
ción social y polltica entre las comunidades de antigua conformación y las
nuevas. conflicto que ha replanteado la disputa por la tieua, los recursos y
las relaciones de poder"ffl El Macizo y el oriente del Cauca. como el sur del
Thlima se destacan por su alta presencia indígena y porque, junto con La
Mojana. lograron configurar regiones que con el tiempo se difuminaron.
Quizá nos queda por explicar el porqué de estos cambios. Nuestra hipóte-
sis gira alrededor de las transformaciones de los actores sociales y del
despoblamiento y repoblamiento en razón del conflicto armado Más allá
de creer que sus demandas fueron resueltas y sus derechos satisfechos.
Macizo Colombiano y el oriente del Cauca: las luchas del Cauca son
ancestrales y la presencia indígena es significativa. En el Cauca, nació
la primera organización indígena: el Cric. El departamento combina pre-
sencia de economias campesinas, resguardos y economías indígenas y
agricultura comercial. Un movimiento campesino se constituye con fuerza
en la región: el Cima, que ha reclamado año tras año políticas claras de
" Cla•a Inés Ga•c;a, Ura/};j_ Rtgión, actores y confliclo, 1961i-1990. Bogo~: COlee. 1996, págs. 164-110.
" Clara Inés GaiCia, El Ba¡o C.UC.... , pjgs. 27-34.
166..................................................................................................... Esmero/do Ptodo M.
Los años ochenta fueron muy intensos por el número de protestas y de-
mandas. Estos años de apertura política y procesos de paz resultaron
oportunos para la acción social de campesinos e indígenas que creyeron
en la posibilidad de poner en juego sus propuestas de política. Sin em-
bargo. la represión y la violencia marcaron estas épocas. En el último
quinquenio la violencia privada azotó campos y regiones. A esta situación
se sumaron propuestas de política agraria que ahondaban las crisis social
y económica de los agricultores y se evidenciaban cambios profundos en la
estructura agraria de las regiones. por las políticas, la guerra. la concen-
tración de la riqueza y los grandes proyectos de desarrollo económico
Modalidades de lucha
La manifestación fue la forma de acción que privilegiaron estos actores
sociales (32% del total de sus luchas) para que el resto de la población se
enterara de la existencia de algunos de sus problemas, seguida por los
ceses 1'\Cadémicos (26,7%), bajo la modalidad de paro estudiantil, asam-
bleas permanentes o interrupciones intermitentes y sistemáticas de cla-
ses . Luego estuviemn las confrontaciones o los "tropeles" estudiantiles
(21,4%), que, durante un buen tramo del periodo observado, corresponden
a una especie de "movilizaciones de la ira", expresiones de dolor o rabia
ante las muertes de compañeros durante anteriores jornadas de protesta o
contra el enjuiciamiento de estudiantes y profesores en consejos verbales
de guerra. Las tomas de entidades y de sus propios establecimientos edu-
cativos (que, en su mayolia, se hicieron para manifestar su inconformidad
1
Con las que se pretende e.:ioir a los profesores Que disculan sobre problemas concreros y tuya eficacia reside en ra
desrrucción de la disciplina V{llunraria, sin la cual es inimaginable que una universidad funcione. El empleo <le esre
inSirumemo hace muy agudo el problema de los eSiudianles que no Quieren parlicipar en la pef1urbaci(ln y a los que de
hecho se imp•de que conlinlien sus esludios. Pero resulla una manera de no permilir la existencia delree 1it/tls mienlras
orros pagan en su petsooa el esluello que h•cieron. no en beneficio p¡opio. s•no de lodOs (Alejandro Nielo. La ideolo{Jia
,..,olucionalia de los estudiantes eutopeos. BOittfona: Ariel, 1971. págs. 200·201).
170..................................................................................................... Mllltho Cedlio li<Hcio V.
1 En abril de 1977 las autoridades de Puerto 8oyaca organizaron un desfile escolar para rectbir al preSidenle lópez y los
esludtanles sacaron pancarlas en las que reclamaron al mandatario por el abandono de la educación. En el mrsmo afto,
durante el tradicional tlesfile escolar del 20 de julio. alumnos de secundaria y primaria de Maicao marcharon con
pancartas alusivas al costo de vida, la militarizaci<m de universidades y tolegios, el estado de silio y el paro civico
nacional en pteparación. la fuerza pUblica impidió su rngreso a la plaza principal y hubo decenas de detenidos. Eñ
1979. durante la conmemoracrOn de la misma liesla nacional, esludianles de Neiva desplegaron una bandera ro¡a y
neora para manileslar su solidaridad con ellriunlo sandinisla en Nicatagua, y unos dlas.mas larde. esludianles de
coleoios dislrilales. convocados a un desfile para celebrar el cumpleaños 441 de Bogo1a. portaron una pancada en la
que proleslaban por el pésimo eSiado de los locales educa1ivos.
, Conocedores de que el carnaval es un momenlo en el cual la genle cree que se puede expresar con relaliva impunrdad.
se loman las calles como escenario de una larsa 1ea1ra1 que liene limites difusos enlle la obra formal y los juegos
inlorma"s. eolre la representaciórl 5efia y el puro en1re&eoimienlo (Pe1er Burte, La cullula popu/af en la EU/opa modef·
na. Madrid: Aliaoza. 1991. pags. 259-289). los rebeldes acluales mimetizan ac1os de carnaval: usan mascaras cuando
planleao sus demandas polilicas; sus amenazan emplean las liguras y los símbolos del carnaval; exigen dinero a la
manera de las mulliludes que esperan regalos durame el carnaval; usan la reunión rilual de laS lerias para cubrir sus
rn1encrones. i.Es18n jugando o lo hacen en serio? Nada les conviene mas que aprovechar al miximo esa oportuna
amb;gúedad (James Scoll, Los domina<los y el""
de la teSislencia. Dis= ocuHos. Mex;co: E13. 2000. IIOQ. 215).
lUCHAS ESTUDIANTILES •..•.••••..•...•.•..••.......•...•..•.....••........•...........•.•...•........... 171
t fue publit:ado en legucigatpa en 1961 y racogiO las formulaciones soble cuesliones universiaarias .de Rudolph Alcon,
entre las cuales se destacan: translonnar la universidad eslalal en una fundación privada lolalmenle autónoma y finan-
ciada por grandes IOflunas individuales o corporativas; obligar a los alumnos a babajar mucho con el fin de que no les
quedara tiempo libre para retozos pomicos ni para preocuparse por cuestiones no universilarias -porque con su rebel·
dia y sus temas revolucionarios se hablan convertido en una fuerza negativa dentro del orden social latinoamericano-
; establecer matriculas atlas. para conjurar las huelgas univefsilarias; evitar la participaciCin esludianlil en la conductiOII
de la un•versidad para que los allos cuerpos dueclivos luviesen libertad para I)IOponer medidas impopulares pero
necesarias (Gerardo Molina, ·universidad eslalal y universidad privada·. en Varios aulotes. lUniversidad oficial o
universidad J)livada? Bogola: '"'" Munoo. 1978. pags. 38·40).
~ Elabo•ado enlre 1966 y 1967 por la Misión de la Universidad de C3hlornia, linanciada po~la AIO e •nvilada por 1a
Asociación Colomb•ana de Universidades (Ascun) y el FOAdo Universila•io Nacional (FUN) para que los asesorara en
la elaborat•ón oe plaoes para ellomenlo oe la "''"ación superiO< (GeraniO Molina. "UnivtlsidaG eslalal y.. .". pag. 42).
los esludianles lo rechazaron de plano ·por ser exlranjefizanle. po• su vinculación a enlidades económicas inlerna·
cionales, por sus caraelerislicas profesionahzanles y de despOiilización, por la concepción de desarrollo que 1epresen·
laba y por la norteamericanización de las universidades adopladas como cenlros piiOios para su aplicacion· (Jaime
Rodrlguez. •ta universidad en conUiclo·. en Varios aulores. lUnivetsidad oficial o .... pags. 73-74).
m..................................................................................................... Mmlho eeOlio Garcio v.
200 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
1 150 . . • . • . • • . • • . • . . • • .••.•..•.•..•.•..•.
i
1 100 ............................ .
50
• Rod11go Paua Sandoval, La calidad de la educación. Universidad y cultura popular. Bogoli: Fundación FES/Tercer
Mundo, 1992, pag. 22.
1
Un es1udio realizado por ellcles determinó Que, en11e 1966 y1971, las causas de las conlinuas manileslaciOnes de
prolesla universilaria lenlan sus raíces en La srluatidn poli1ica y social del pais y solo secundariamenle en problemas
académicos· disposiciones gubernamenlales. allanamienlos a universidades. abandono presupueslal; solidaridad rn·
lrauniversilafla; inlervencic)n eKiranjera en Colombia (Cuerpos de Paz y programas académicos auspiciados por enli·
dades inlemacionales); PfOtllemas inlelnos de la universidad (salarios de prolesores, represenlación esludlanlil en
consejos un•versilarios. direclivas); solidari4ad con eslamenlos exlrauniversilarios y, linalmenle. el Plan ~sico (titulo
por Jaime Rodriguez, ·La universidad en conflicto... ·, pag. 75).
LUCHAS ESTUDIANTILES .................................................................................. 173
• Anle la gravedad de la siluatión. en junio de 1970 se reunió en SuescUn el primer seminario lalinoamericano dedicado
al estudio de la ehologia de los conllictos esludianliles. Recrores. prolesores. eSiudianles. allos mandos mililares llama-
ron la alención al ESiado por lener gran !)afie de la culpa de la crisis. p8fo éste ignoró las conclusiones del evenlo (Jaime
ROfJriguez. ·la unrversidad en confliclo ... -. pag. 76).
• Aprobado por representantes <le veinlisiele universidades en el Encuenlro de Palmira. de 1971. Planleó abolir los
tonsejos superiores universitarios. establecer 6tganos (Je gob1erno prov1S10nal con igual paf11CII)Kión (Je profesores
y es1ud1antes. crear una comis1ón (Je esiiJ(Jio de la ley org31'1ica de universidades, elegir democr3hcamente las autori·
dades universitarias en establecimientos públicos y privados, exigir el cumplimientO (Je la asignación del 15\ de pre·
supuesto total (Je educación para la Universi(Jacl Nacional, sotuciwr tos (J&ficit de todas las un1versidades (Jel país y
congelar las matriculas y pensiones en centros de educación me(Jia y super1or. públicos y priva(Jos. La nación (Jebia
financiar la investigaciOn cientilica y se debían revisar los contratos celebrados por universidades con enhdades ex1ran·
jeras (fe<Jeración de ESiudianles de la Unive,.•dad del Valle, Desatrollo po/ilico del fTIO>Iimienlo eSIUdianti. Feuv 1971,
1912 C.li: FEUV. 1973). '
'' Relalos sotNe estehe<ho en Voz Prole/IJiia. Suplemenlo JuveniiJd No. 1. febrero de 1977: Clisis uni>ersiiiJiia colomiJia-
na. 1971. RinttaJio y docvmenlos. Medellln: Tigre de papel, ~n fecha: /levisla F!Wo. Vol. 7. mano de 1971, pags. 14 y
ss. y fedefación de E~udianfes de ~ UniYOfsidad del Yalle. Desano/lo po/llieo..., pag. 258.
174 ..................................................................................................... Mottho Cecilio Galcfo V.
11
Jaime Rodrlguez. ·la universidad en conflicto ... ·, 1)3gs. 76-85.
'' IIHdem. pags. 88-91 .
•, Anle la conhomación abiena enlre la oowersidad pUblica y el Estado, los er111resari0s y las elites 1egionales. Que durante
los al\os 50 y 60 habían hetho esluerzos para anicularse con los prousos de educaci<ln SUI)efior, se alejaron de la
primera y propugnaron la eteaciOn de univefsidades Pfivadas, sopof1atlas en las demandas especificas de tos Qremios
!EdQ31 V3fela, Modffninción <lel Estado y po/ilicas pUblicas univetsilatias en Colombia VtiS;ón eleCirón;ca en pag;na
web oe un;,e,.;oao Oel valle. pag. 5).
LUCHAS ESTUDIANTILES ....•..•...........•...........•.........•...................•......•............. 175
u la pr•valización avanZó enlre 1970 y 1975, cuando se l)aS(I de 24 a 35 untversidades privadas. mienlfas soio se crearon
<los eslablecimienlos universilarios oliciales: la Un•veJSidad Tetnológica de los llanos. en 1974 (cenada en 1977 por
falla de presupueslo) y el lnshlulo Tecnol(lgico Universilario Surcolombiano, en el Huila. En el mismo periodo. la capa-
Cidad de absorción de alumnos de la universidad pública bajó del 54.4\ al 48' dellolal de malriculados en la educa-
ción supe~iO< (Diana Solo. La priril/il:N;ión de la unNe<siflad p¡jblita Mimeo. Monlella: Univ«sidad Naciooal de Gmdo·
Da. 1978. pag 6).
l$ Desde mediadoS de los al'los 60 se declararon varios estados de silio para cornbalir movimienlos dirigidos por obreros
y esludianles (GuSiavo Gallón, Ouinct años de EstallO de Sdio en C -... pag. 25).
16 El autor señala que entre 1920 y 1974 dejaron de ser considerados los niftos consentidos de la ehte bipa11Kitsla y
pasaron a ser los "chicos malos· (Mauricio Archila, ~Entre la academia y la polltica: el movimiento estu<Jianlil en
Colombia, 1920·1974·. en Renate Marslske (coordinadtua). Movimientos eSiudiantiles en la historia de Amerita
Lalina. México: Universidad Nacional Autónoma de MéXico, 1999,·tomo l. pags. 171·172). O. corno dice Touraine:
·Hemos pasado de la juventud como porvenir del mundO a la juventud como amenaza y como categorla al ma~gen de
la sociedad" (Aiain ToUJaine. "'Juventud y democracia en Chile", Remta Iberoamericana de Juvenlud. No. 1. Madrid.
1996. e<Jici6n electrónica).
176..................................................................................................... Motlho ca Go«Jo v.
n El gobemador del Allanlico dijo que el reclor de la univetsitlad de su departamento. de leodencia mamsla. debería
abandonar el cargo, ~ya Que combale el si~ema de gobierno pero devenga bien y usa taliO olicial~. la declaración se
hizo después de que el rector Caballero VIlla llamara a la adminisuación depanamental ·régimen oscuranllsla y tel)(e·
sivo·. alrelefirse a la inlervenciOn de la politla con gases la«im09en0$ en una manilestaciOn esludianlil que lerminO con
un vehfculo incendiado. De olra parte. el Oireclorio Conservador de Anlioquia pidió la deslilucrón del reclor de la
Universidad de Anlioquia, Eduaulo Mesa Velasquez, por haberse solidarizado con el reclor de Universidad NactOnal (El
rrempo. 13 de jooio de 1975. pao¡. 11 A).
l• Nacional. UIS, Tecnol(lgica del Cesar. AutónOma latinoamericana. de Medellin, lndeSco. AuiOnoma de Bucaramanga y
S..l~go de Cali.
n Esludianles de las univerSidadeS Nacional. de Anlioquia y de Medellín denunciaron en rueda de prensa las 10f1uras que
sulriOfon duranle su delenciOn (El Pueblo. 6 de leillero de 1976. pags 1 y 3). Siere esludiarlles de la UniveiSidad
Nationallueron juzgadOs tfllre el s3bado 13 y ell- 15 de marzo de 1976 por los rlesdrdenes que se iniciaron por
la visila de Henry Kissirloer. alirlales de lebrero. y tulminaron el 12 de marzo. El generall.arlrlalabal Reyes. rlir0<101 de
la 'BIM. ordeno empezar el consejo de guena a la medianothe det mismo dia de su delención. las sesiones se realizaron
de maneta telampaoo. a puerla cerrada. no se permitió que los estudiaRles luvie(i)A sus propios detens01es y se les
nombró aboQados mililares de oliCIO. Tres lueron tondenarlos y wa~o absueiiOS (E/ Tiempo. 16 de mano de 1976. plgs.
1 y 6 A). El 12 de agosto dei7S se inició el P<imer juicio cole~iw. aplitat~riO el Oe<lelo Le<¡islalrvo 1533 (a s~lt dlas de
su emisión) conlm once esludianles de secundaria det Coleolo Sanlander. de Bucaramanga. acusados de delilos de
violencia. per1urbaci(ln del orden y daflo en bienes del Estado. El abogadO delenSOf dijo que los actos en los que
incurrieron los esiUdiantes no se enmarcaban dentro del aniculado del decreto y sel\aiO exlralimitación en la inlerpre-
latión de los hethos (vangwroia Libtral. 13 de agos1o de 1975, y Voz Proleli!lia. 4 de s0111iemllre de 1975).
" Tres magislladOs de la C011e SuP<ema de JUSiicia (fedefitO Es~ada Vilez. Jost Mal~ VelaStO Guenero y JesiJs Bemal),
despUés de revisar la conslilucionalidad del Oe<lelo 1142. consideraron que el gobierno habla vio~riO la ConslilutiOn
al enlregar a la jUSiicia penal mililar el conocimiento de numerosos deli50S sUSirayéndolos a la jUS1icia ordinaria. repre.
sión que no solucionarla los bloqueos de víaS plibltcas. los incendios. tos molines, sobre los cuales debia ejercerse una
attión Pfevenliva que tor~espondia lmmenlalmetlle ala luetla politi~ y no a 1a jUiiSdittiOn mililar (El rltffliJO. 24 de
julio dei97S, pao¡. 3 A).
11
El director de la Escuela Nacional de cadetes observaba. a comienZos de los anos 70. una tendencia deSbOCdanle de
las prolestas eSiud~liles. con eJq)resiOnes agresivas contra sknbolos de la autoridad eslalal. nacionaleS o exlranjeros.
y epiSOdiOS que ~- "'"'" la imegridad l~ita de ciUdadanOs ajenos al Problema y rleslruial1 ~ Pfopiedad privada
y, en la lase de dloqoe ton la luerza Pirblita. geoeralrnellle la agresión se iniciaba del ladO esiurlianlil. Uls eslurl..,les
eran tacilmente explotables por lendencias polilizadaS y liderazgos ~remiSias. en raz(Jn de su inmadurez. y por su
rechazo virulento al Estado decadente y a la sociedad en disolucilln, era tacil que cayeran en eslados subversivos
(Alvaro Valencia Tovar. ~El universitario anle el ESiado", ponencia presenlada al seminario Etobgfa de tos conlliclos
univetsilarios. en Universidad IOdUSirial de Saniander, La sociedad y el unNeiSitatiO: un aM/isis del con/5clo eS/udii!triU
y de la edu<acidn SUPetior en C- Bucaramanga: UIS, 1971. pags. 45-49). El r0<101 de~ Universidad de Arlioquia.
Bernardo lrujillo Calle. en su carta de renuncia presen1311a en julio de t976 recordaba que al comenzar su ;e1a1ura eJ
gobernador de AnlioQUia. Osear Montoya Monloya. tildO a la Universidad de "amro de delincuenles", dando mueslras
de su enemislad hacia el dausuo (81/enlpO. 8 de julio de 1976. págs. 1 y 1 A).
LUCHAS ESTUDIANTILES.. .. .. ... •. ... . .. .. . .. ... .. . .. .. •.. .. ... . •..... .. .. . ... .. .. . .. ... •... . .. . .. •.. •.. . 179
u Dalcy Ribeiro, exrec1or de la Universidad de Brasilia. llamó la alem::tón sobre el aumenlo de programas de invesligatitln
y aseSOfia de unrversidades noneamericanas en el Tercer Mundo y la generosidad aparenle de lundaciooes extranje-
ras. banqueros y gobiernos que olrecian regatos a manos llenas y lin¡nciaban inveSiigaciones. pero que realmenle
podrian estar at:luando en un esluerzo conjunlo tendienle a la colonizacilln cullural de América lalina ~ universklad
necesaria, Buenos Aires: Galerna, 1970. cilado POI Manuel Neira, Rla universidad en América latina: dependencia y
despolilización". en La sociecla<1 y eJunNersilafio.... pags. 24-25)
" El rtemPO. 3 de abril de 1976. pág. 1.
,. ·AclivislaS revolucklnarios antiimperialistas, aRiioligarqicos, ataUeledOferos·. Ponencia presentada al Encuenlro NaciO-
nal Univtfsi~rio. Bogo~. jiJlio de 1975, págs 7-14.
180..................................................................................................... Mm1ho Cecilia 6otda V.
,, Hugo Biaoini, "la universidad hoy desde la perspecliva reformista·. Ponencia l)fesenlada al coloquio inlernac•onal La
crisis del saber en la educatidn. Monievideo; Ullive,.illaCJ de la liet>llblica, 1999. pág 6
» Alain Touraine. "Juventud y democracia en Chile .. :. edición eleclrónica.
LUCHAS ESTUDIANTILES ..............•................................................................... 183
" A mediados del ai'IO 77 pemtanecian clausuradas las universidades Nacional. de taldas, NafiAo. Valle, Anlioquia, tauca
y Santiago de tali. A finales de al'lo las facullades de Economla yAdministración de Empresas de la UPTC lueron cenadas
indelinidamente y durante un mes la UIS estuvo en esa misma situación. Fueron militariZadas por disiUrbios tas univef·
sidades Nacional. seccionat t.tedellin y del cauca. y a fin de alto fue cerrada la dellotima por preseAiar grave crisis
institucional. administrativa, académica y linanciera.
•o En mtHJio de un paro en la UIS motivado por la crisis presupueslal, encapuchados cuesliof13fon las gestiones del rector
y lo sacaron de los pJedios del planlel. Tras los hedlos, el gobernador de Sanlander afirmó Que la UIS, 1a1 como estaba.
no era una universidad sino un antro de enmascarados y no se reabrirla basta que las direchvas estuviesen seguras de
qve volvef~ a la norm~i<lad académica y no se repelir~n a<los de barbarie (f/ Trempo. 23 de mano de 19n. pags 1
y 9 A). El Q<lbemador de Narino dijo que ~ universidad de su deparlllmenlo se 811C0111raba 8fl manos de exlremisms. en
rele~encia a hechos OCI.J'ridos el 22 de mano, cuando un grupo de esludianles agredió al rector. al gobernador y al
delegado del Mini~erio de Educaciórl qve se enc011~aban reunidos c011 el Consejo Direclivo (El Tiempo. 25 de mano
de 1977. plos. 1 y 10 A). El minisuo de Etlucaciórl calilicO a~ Universidad Nacional como 81 barrio más peligroso de~
capital, por lo que directivas y policla debian acordar Sistemas preventivos para garantizar la tranquilidad ciudadana (E/
Trempo. 23 de abril de 1977. plos. 1 y 2 A) Una de las lónnulas fue encenar los predios de~ universidad con una malla
metalica. res1ringir el lrinsilO de vehic!Aos y peiSOnaS e impedir delinilivamen1e ellransito de buSes de seNicio I)(JblrCO-
" Oi31ogo c011 eslud~nles de universidades privadas de Bogola (ft Trempo. 20 de marzo de 1977. plos. 1 y 11 A).
'' Marlilesla<iórl en~ Plarofela del Concejo Municipal de Cali (f/ Pa/s. 15 de 0Ciub18 de 1977. pag. 3)
184 ..................................................................................................... Mottho Cecilia Gatclo V.
•• E119 de sep1itmbre de 19112. e~udiao1es, 1rabajad0res y profesores de la Universidad del Alijnli<o iniciaron una mareha
hacia Bogota para reclamar al gobierno naciooal la sotuci6n definitiva de la crisis ec:onOmica que afronlaba el centro
académico. Al lleQar a la capital, 6<t caminantes iniciaron una huelga de hambre. Retornaron a Barranquilla el 25 del
mismo mes. después de que el ministro de Hacienda y el tefes se comprometieron a girar·una partida adic•onal.
~• El 23 de septiembre de 1982. más de mil estudiantes de la Nacional se tomaron las resid8flciaS universilafias, clausu·
radas desde 1976. y el 16 mayo de 19114 se produjo una ~otenta pfOiesu con110 su desalojo. que seria el delinüovo. En
esa ocasión la universidad fue cerrada POf once meses, duranle los cuales se reeslructuró el luncionamienlo del Bien·
eslar Universitario. En novlembll del 83. estudianles de la Universidad del Valle realizamn un mitin en prolesta por el
prolongado ciene de residencias, y en septiembre del 84 los de la Universidad del Tolima ocupatOnlas inslalaciooes
adminislralivas en rechaZo a las medidas que reslfingieron el uso de cafeleria a SOlo 300 esiUdianles.
'' ~lo Boo!fo. "E~udiallles de la U.N: lluscwlo 008WlS «111linos". en Patraama. No. 7. j~io-septienOe de 19112. pig 24.
" El 14 de septierniWe de 1982. doce ~udiaoles de la Uni>er~dad NaciOnal se tomaron la NunciaMa AposiOii<a para
denunciar la desapari<i011 de siele universitarios (problema latente desde mano. cuando desapareCieron tos hermanos
Saljuan) y IOSj)OOS3bililar al MAS del asesilalo de Alava (El 11enJ>o. 15 de septieorbe de 19112). ~- de ~ I)IMr-
sidad de Antioquia ocuparon. el 22 de septiembre dd mismo ""'· ~ AlquidiO<esls de Medellln para deru1<iarla d -
YdeSapari<iOII de varios cornpa11eros (El r-. 23 de seplielrllre de 1982). Escotares de Medelln se 10ma1on ~ gobel·
nación y se encadenaron a sus (IU8I1aS en leblefo del 84. por lal~ de 10 mil cupos en staJ1dariil y por ~ desapari<iOn de
mas de 16 estudiantes en Antioquia (ltllPlolellria. 23 de leblero de 1984).
186 ..................................................................................................... MfHiho (eOlio Gmdo V.
$• El 4 de" octubre de 1996 se inició w marcha trieslamental de 19 universidades pUblicas, destle Tunja haSta BogoU,
oroanizada por Aspu. Aneu y Sintraunicol para exigir al gobietno nacional cubrir sus déficit y para redlalar las propues·
tas de autotinanciaci(ln anunciadaS pOf la Comisi6n Nacional de Desarrollo de la Educación Superior. NingOn luncio·
nario gubernamenlal alendió a los caminantes. El 15 de noviembre del 97, representantes de 21 universidades pübhcas
initiaron otra marcha nacional, desde ta Un•versidad del Altantico hasta la del Magdalena. con la que se buscaba
impulsar una nueva tey mau:o para la etlucación superior que te brindara l)f'8supuesto glObal y autooomta universilafia
y p8fmiliera mejorar la calidad académica.
v En septiembre de 1986 se produjo una loma en la Universidad del Yalle para presionar la reapertura de residencias
cerradas desde el 81. En noviembre del 86, estudiantes de la Nacional se tomaron tres edilicaciones donde hablan
luncionado tres anos atras las residencias, para presionar su reapertura. En marzo del 90 hubO un paro triestamenlal
en la UIS conlra el anuncio del recorte a la preSiaci6n del servicio de comedores. La semana anterior, tos estudiantes
habían organizado una olla comunitaria, haciendo visilas por plazas de mercado y cocinando ellos mismos como
lorma de dar a cooocer el problema de bienestar universitario. En lebrero del 93. estudiantes de provincia se tomaron
las antiguas residencias Antonio Nari~o. de la Un•versidad NaciOAal. para reclamar su reapertura y protestar por el
allo coSio de las matriculas.
~· En octubre del 90 aparecen registradas las primeras movilizaciones de estudiantes de la Universidad del Auantico para
pedir investigaciones sobre tos manejos adminiSiralivos del cenlro y en agosro de 2000. a través de una toma. continoa·
ban haciendo denuncias similares. Después de esa acción tos participantes recibieron amenazas de muerte. Aparecie·
ron gralitis de las AUC que declaraban objetivo militar a quienes participaran en cualquier protesta dentro de la Univer·
sidad- Durante la década. cuatro profesores y siete estudiantes fueron asesinados y muchos tuvieron que acogerse al
programa de protección de t.tmisterio del Interior y desplazarse a otros lugares.
~· Estudiantes de Ciencias Políticas y Administración de la ESAP se declararon en paro contra la adopciOn de nuevo plaa
de estudios. quelue aprobado sin artalisis público ni riguroso. El director calilitóla acciOn como inlillraciOn de grupos
de izquie~a que atentaban contra el orden pUblico y la seguridad de la Escuela, y la cerr6 (Voz Proletaria. 19 de mano
de 1987).
" E118 de mano de 1987 cayó asesinado romas Henera C3nlillo, estudOnle de UPTC. en medio de PfOieslaS conua el
alza del transpor1e en Tunja. Oias mas tarde hubo una marcha unNersitaria que te presentO al Procurador General.
C.VIos Maulo Hoyos. una serie de peticiones, enlre ellas. destiluir al Oli<ial y a los SOJboliC~Ies que estuvieron Pfesenle$
cuando nuió Her181a y Plohibk que ~ polieia llevara armas cuando se Pfeselllasen oonllictos esludianliles (El """""·
26 de mano de 1987).
188..................................................................................................... MosrOOCecilioGolóa V.
•• Durante la conmemoración del Ola del Estudiante talt:to, en 1988. estudiantes de la Universidad Nac•onal se tomaro~
el Celam para protesta• por las desapariciones.
u Esludiantes de la Nacional. UPN y OiSirital se declararon en paro para pedir ta liberación de los detenidOs en la tomada
de protesta convocada por la CUT el 5 de octubre de 1988, a quieAts se les recluyO en laS cárceles del Buen Pastor y
Modelo y se les aplicO el Estatuto Anlilerrorisla.
n AltOs deS(lUéS. en noviembre del 97. estudiantes de la Universidad de los Andes ocuparon l)atffitamente la rectoria para
p~oleslar por el atza de matriculas. que solo aceplaban 18%o. Después de negoctaciones con el rector se delerminO Que
las alzas se harlan de acuerdo con el indice de inUaciOn.
14
En agoslo del 95. esludianles de universidades privadas. en medio de maa-chas carnavalescas. reunieron ocho mil lirmas
para apoyar las irwesligaciones del proceso 8.000. En enero del ano siguienle, el t.tovimienlo Sélllima PapeJela lidero
!res dlas de movilizaciones para exigir al Presidenle convocar a on pleb•scilo nacional para que los colomb•anos deci.
dieran si debían realizarse nuevas elecciones presidenciales y legislalivas.
LUCHAS ESTUDIANTILES .................................................................................. 189
El 17.6% de sus acciones tuvo que ver principalmente con las autorida-
des educativas y no fue motivado simplemente por el hecho de oponerse
a ellas sino porque el abuso del ejercicio de la autoridad era patente:
expulsiones que realizaban las autoridades educativas acicateadas por
el miedo a las formas de organización y expresión estudiantiles. En oca-
siones, la intención de organizar consejos estudiantiles o la participación
activa en ellos, así como la publicación de periódicos murales o volantes.
n AsociaciOn Nacional de ESiud•anles de Secundaria (Andes). ¿paz Sin educatión? iOvé patado¡a! Atuil de 1999, ~g. 3.
u Según esle au101, Ires ing1edien1es son indiS()ensables para prOducir un aclor social: la conciencia de ciudadanla,
los objelivos personales y la capacidad de comunicar (Aia•n louraine. ·.klven1ud y democ•acia en Chile_..·. edic•ón
eleclfOnica).
LUCHAS ESTUDIANTILES ......•....••......•....•.•....••........••••..•...••..••.•............•.....•.... 191
" En1re 1966 y 1976 se produjo un tlelerioro real del presupuesto de la eOOcación pública de nivel superior. que formó
parle del escenario del conlliclo social que se desanolló en las universidades oficiales del pais. Los parMos lradi·
cioRales perdieron el conlrol de los eSiamenlos de la universidad pUblica y buscaron dominarla a través del manejo
presupueslal, del conlfol burocralico Y. en casos de crisis, del uso de la lueua pUblica. El progresivo (lesenlendimien-
lo, por pane del Estado. de la lrnanciación de la educación superior, creó condiciones para imponer la politica
impulsada por organismos de linanciacrón inlernacionales llevada a la pr3clica por el gobierno colombiano. En
primer lugar. la privalización y la ·upaquización. de las malrlculas que se propusieron en el plan de desanollo de
l6pez alimernaron la ac:eplaci6n progresiva por palie de la unrversidad de la disminución cada vez mas aguda de!
presupueslo universrlario. En segundo lugar, el desmejoramienlo de la calidad de la enset'tanza y su orienlaciOñ
hacia la lormacióa de ·mandos medios· redujeron los gaslos unilarios de la educación y dieron un respno a la presrón
presupueslal. En 1ercer lugar, la escasez presupues1a1 ablandó la resislencia de los es1amen1os unrversilarios a las
condiciones impueslas por las luentes de linanciacr(ln eKiernas (Clemente Fotero, Eduardo Manlilla y Sanliago Ftuy
·las linanzas universrtatias en Colomb.a· en varios aulores. Universidad olicial o...• pags. 182 y 183). A mediados de
tos anos 80 Hernando GOmez Buendla seitalaba que si la universidad no encontraba recursos adicionales. los
cen1ros privados no universilados se expandirian con velocidad baslanle mayor que duranle los 70. El sec1or olicial
rebajaría mas aceleradamenle su cobellura relaliva y !\abría un desplazamiento ullerior de las mauiculas hacia
eslabtecimienlos. caneras y tornadas con menor cos1o unilafio y menos garantía sóhda de calidad académica. Mien-
lras a las universidades eslatales les esperaba el mas severo esuangulamiento linanciero y las translerencias guber-
namemales eran. de lejos. insuticiemes para linanciar la universidad pUblica. el tu1uro financiero de la universidad
privada era baslante desahogado (Hernando Gómez Buendia. Finanzas Universitarias: pasado. presenle y Jvluro.
8ogo!a: Fedesauollo. 1984. pags 150-1$1).
LUCHAS ESTUDIANTILES .........•..............•.•.•.•......•..•...•......•...••......................... 193
" Un hecbo que l)tfmile percibir ese drculo vicioso se inrci6 el3 de septiembre de 1976, con w manifestación de estudianles
de ~ Univtrsidad de C.klas. que rechazaban ~ deslihlticlo del reclor. En ~ Plaza de BoiNa~ de t.tan;zales elejércüo disparó
sobre la mullilud, y el hecho dejó un saldo de medio cenlenar de civiles y milllares heridos. Carlos Fematldo Henao.
es1udaan1e de sexto de bachillefalo del lnslilulo Universilafio. murió nueve dlaS desputs a conset:uencia de una herida de
bala. Dos dlas mas larde hubo otra movilizaCión y la policla voM6 a abrir fuego coftlra los manileSiafltes y seis universilarios
y escolares resu11aron heridos. El gobierno departamental y las direclivas universitar•as censuraron la maoo dura con que
la policía re~imia a los educandos y pidieton el retiro de la luerza p(i)rtta de la ooivefsidad. Al día siguiente. nuevamen1e
los alumnos de la Universidad de caldas. de la Nacional y de establecimientos de seclfMJafia se lanzaron a laS calles ~
lechalar ~ bru~lidad polocial. Los de ~ UnivtrSidad Na<iorlal de Bog~; oepud;aron ~ mue"e del esludWIIe en Manuales.
la fuerza pUblica enlró en motocicletas a Jos predios, denibó a varios i6venes y pasó sobre los cuerpos caldos, y tres de ellos
debieron ser hospitarllados. Dos dfas de5PU&S se reafiZó Gira manilestación contra los abopellos de ta fuerza p(Jblica en
~ Nac:ional. Apesar de~ represión de que era objelo. &119 y 20 de o~ubre el alumnado de~ UMersidad de C.ldas volvió
a manilestarse parn pedir al gobierno nacional solución a la interinidad en la rectoria y a la crisis presupuesta! que atla·
vesaba el plantel, que de nuevo lue militarizado por el Batallón Ayacucho.
11 En julio de 1979, paro en la Universidad de Antioquia y la Nacional de Medellin. por detención del médico y representante
al consejo directivo de la primera. leonaftlo Betancur. En octubre del mismo ano. estudiantes de la Universidad del Valle
ocuparon la Ermita pala exigir ta publicación de una lista de detenidos polilicos en cárceles del Valle y cauca y la
presentación de los desaparecidos En mayo y novierrtue del 81 se elettuaron marchas de la Universidad Tecnológica
de Pereira y un paro en la Escuela de Bellas Mes de la Universidad del Allanlico. motivados PQI deleneiones arbitrarias
de profesores después de haber s;do allanados sos domi<;l;os. En mayo del 81 es~lló un paro en la Te<nol69i<a del
Chocó. en repudio a la detención de tres estudiantes por el ejército acantonado en la ciudad.
194 ..................................................................................................... Mmrho Cedlio Garcla V.
11
También se presentaron entrenlamientos entre prolesores y estud•antes. sobre lodo cuando los Ullimos senlian que el
conUicto de lOs primeros ate~aba sus inte~eses. Por ejemplo. en Puerto Teiada. en junio del 7$. tos alumnos del Coleoio
José Hilario LOpez hicieron una manilestación porque sus maesuos. para Presionar la cancelación de sueldos atrasa·
dos y orimas. se Aegaron a enlregar las libletas de catilitacioAes. En algunas oponunidades los universitarios pto1es·
taban cuando estaban a punlo de perder el semestre a causa de prolongadas huelgas de sus protesores
LUCHAS ESTUDIANTILES .................................................................................. 195
~.- . ;o.-.. .
y-·--<:..,m....,,..;bn 3.3..
PollitO 14.0%-
Otro• 0.3%
'---s...............
AtAorictad.. 17.8% ·
ArnbMinlale& 0.8% · ·
" 1976 lue el ano que proOigO et mayor nOOiero de proteslas. porque el pre<io delllanspone pirblico se elevo res veces.
,. En julio del 81. IKia protesta de estudianleS de la UniVersidad del Artanlico conua el alza del hnsporte lemin6 con lll
saldo de 1res buses Incendiados. Al dla Siguienle, mas de cien cholefes asallaron e incendiaron la sede administrativa
de ~ ...,._d en represa!~ por los aclos del ~ anlerlor (E/ Cofomb/all{) y 8 Heralrlo, 26 y 29 de julio de 1981).
196..................................................................................................... Mm1ho Cecilia Gl!rdo V.
~~ VNf9Uatdia Libela/. 22 de abril de 1978. PaQ. t. Antonio taballero, en el capitulo 11 de su novela Sin remedio, se reliere
al ep•sodio del ases.nato.
lUCHAS ESTUDIANTILES .................................................................................. 197
1
' Acomienzos del Frente Naciooal aglulinO a una palte impOftante del movimiefllo estudiantil, pero al iniciarse el decento de
los""""" ya no contaba con apoyo real denlro de las univ<rs;dades ¡camilo Borrero. "Eslud~les de la UN.:, piQ. 21).
11
Como la Asoc•ación de Universilarios de Santandef (Audesa) y la Federación Oistrilal de EstudiaRles de Secundana
(fedes). que luvie~on algün protagonismo en el primer quinquenio del periodo estudiado.
" Mauricio Archila sostiene que en los al'los 70 la capacidad Ofganizativa desplegada por los estudiantes aAos antes se
fue al traste tomo consecuentia de una combinación de represión olicial y radicalizacu1n del movimiento esludianlil. Así,
la conducciOA de eSie Ullimo cayO delinilivamenle en manos de los l)arlidos y oroan•zac•ones mililares de irquierda
rEnlre la academia y la polílica: el movimienlo estudianhl en Colombia .. :, pág. 171). A comienzos del mandalo de
Be1ancur se apret:iaba una clara división en la organización estudianlil enlre dos grupos: los ·c1e base~. que reunlan
a div8fsas lendencias eKirem•Sias y semiclandeshnas que pugnaban por combinar actos sorpresivos -como las lomas-
con la acc•ón organizaliva, y o1ro lrenle que aglulinaba a los movimientos polllicos orginicos y proponia procesos
organizalivos amplios. Pero ninguno de los dos logró reunir a una signilicaliva parle del esludiantado (Camilo Borrero,
·e~udianles de la U.N .. .", pag. 23).
198..................................................................................................... Madho (eOlia Gordo V.
" Scoll sel'lala Que cuando la actividad polllita esta casi prohibida. la resislencia se reduce a las redes informales o a las
clandestinas. pueslo que las formas de oroamzación son lanlo un produclo de la necesidad pOiilica como una elección
pol;lica (Los clominadOS y et atle...• págs 235-236).
·~ Para una cronologla resumida del Movimienlo Esludianlil S&phma Papelela. consuuar página web lideresenlau com/
Séplima.
LUCHAS ESTUDIANTILES ..................................•...............................•....•......•... 199
Privacloa ,,,,,.
•• DemandaS todas pefleneclenleS a la ltadición relorm•Sia lalinoamericana, cuyo Ofigen se rernonla al Primer Congreso
de Estud•anles Americanos, ~ectuado en Montevideo en 1908, movimiento que planleó diversas demandas en cuanro
al pet1il que te correspoi'Kie asumir a la universidad para insertarse mejor en una sociedad democrática y cumplir
cabalmente con tos propios requisilos <le la excelencia académica. Las propuestas relonnistas iban acoml)aliadas de
1a solidaridad social de los universilarlos. es10 es. de la unión obrero-carnpesino·esludiandl (Hugo Biagini. ·La ooiver-
Sidad 110y desde ~ pe~speeliva relormis~ .. .-. p;gs 2-10).
200 ..................................................................................................... Mmlho Cecilio Gatita V.
Los entes del nivel muniCipal ocuparon el cuarto lugar entre los adversa-
rios contra los cuales se dingieron las protestas estudiantiles, referidas
fundamentalmente a la precariedad de los auxilios asignados para aten-
der escuelas y colegios dependientes de los presupuestos locales. a las
medidas de control del orden público tomadas por los alcaldes tras mani-
festaciones estudiantiles, y a las deficiencias en la prestación de servi-
cios públicos a cargo de estas entidades territoriales.
la enemistad social que existla entre ambos: los primeros veían a la segun-
da como instrumento de la autoridad estatal con licencia para emprender
acciones represivas contra las manifestaciones de disidencia y protesta
social. En tales acciones represivas la agresión verbal y la violencia ftsica
se empleaban con vigor hasta desconocer, en muchas ocasiones. los dere-
chos fundamentales de los receptores de su acción. La fuerza pública. a su
vez, encontraba en el estudiantado a un rebelde político siempre proclive a
la acción violenta"'· que debía ser controlado a través del uso de la fuerza.
u ~r. por ejemplo, el ya cilado lexto de Alvaro Yalencia Tovar, ·El Universilari& anle el Estado ... ~
202..................................................................................................... Mo<lho Cm Gordo V.
Reflexiones finales
Las luchas estudiantiles que se han registrado durante el periodo de es-
tudio se han situado en dos niveles: uno interno, en relación con la insti-
tución educativa y, principalmente, con la defensa de la autonomía, en-
tendida como la independencia relativa en cuanto a la intervención de
diversos poderes en asuntos universitarios; implica proteger a la comuni-
dad académica frente a las intromisiones del Estado y ante las presiones
ejercidas por grupos de poder y por la sociedad en general. Autonomía
administrativa, técnica -que supone selección de personal docente, in-
vestigador y de estudiantes, y formulación de planes de estudio y de
investigación-, y la más neurálgica y difícil de obtener: la autonomía
financiera. que rechazaba abiertamente la financiación extranjera de pro-
gramas académicos y de investigación, exigía un presupuesto estatal
adecuado para el funcionamiento del sistema educativo y propugnaba la
gratuidad de la enseñanza, en oposición a las tendencias que señalaban
que ésta debía someterse a la lógica del mercado y tendía a convertir a
los centros educativos en emporios autosuficientes. Las luchas que se
sitúan en este nivel también muestran que los estudiantes han pretendi-
do desempeñar un papel activo, crítico y protagónico en los aspectos
internos, administrativos y de conducción de las instituciones, en parti-
cular de las universidades, es decir, han defendido el cogobierno.
de la socialización polltica. Durante los dos primeros años del periodo los
estudiantes constituyeron el sector más visible de la contestación social
y de la oposición política, a pesar de que su efecto no se sintió en el
marco de las transformaciones estructurales, ni dentro de la institucio-
nes educativas ni en el conjunto de la sociedad83 . Si bien con el paso del
tiempo la lucha anti-imperialista perdió fuerza como agente movilizador
del estudiantado, las manifestaciones en su contra y en solidaridad de
pueblos que vivieron su intervención directa estuvieron presentes a lo
largo del periodo. Universidades y colegios fueron escenario de intensos
debates ideológicos entre diversas corrientes del marxismo y entre dife-
rentes posturas acerca de la lucha armada. Así mismo, los estudiantes
han sido activos en la denuncia de la violación de los derechos humanos
y propositivos cuando hicieron escuchar su voz en la discusión pública
de temas de preocupación nacional -como el uso generalizado de la vio-
lencia por parte de narcotraficantes, la necesidad de adelantar una refor-
ma constitucional y de ampliar las formas de participación ciudadana en
la toma de decisiones y en la aceptación de responsabilidades-, e hicie-
ron propuestas que la sociedad encontró válidas.
u Mercedes Ynras soshene que este lue el papel que desempet.aron 1os universilarios en Venezuela enlre 1958 y 1972.
y esos m;smos lueron sus restrlla<IOS (tOuitnes son los eslrrrlianJes? caracas: IIRI, 1982. m.
14).
•• lo Que se expresó. PGf ejemplo, en laS expulsiones de mililanles estudianliles. a qu•enes. en muchaS oporlunidacles.
se les negó el derecho al esludio al impetllrles el ingreso en otros centros educalivos; la represión poliCial d•reela. Ja
suspensión y despido de pro1es01es y maeslros. los allanamienlos y cienes "prevenlivos~ o ttes1inadOS a Rrestablecer
la I'IOfmalidad académica" en univerSidades pUblicas y en sus colegios anexos. y el rigor con el Que fueron aplicadaS
las nonnas de excepción
rias de las luchas registradas, han sido más combativos, persistentes y
numerosos que los universitarios. En la provincia, cuando no hay univer-
sidad, los colegios públicos de secundaria son centros vitales de activi-
dad social. política, deportiva y cultural85 y, al comienzo y al final del
periodo, sus procesos organizativos alrededor de los consejos estudianti-
les se constituyeron en instrumentos de aprendizaje político y derivaron
en una alta movilización respecto a asuntos internos y externos -aun-
que, como se reseñó en el acápite anterior, ella tuvo lugar a todo lo largo
y ancho del país-. Al igual que los universitarios, fueron radicalizándose
ante el incumplimiento gubernamental de las promesas de solución a
sus reivindicaciones, tales como la remoción de directores y profesores o
el nombramiento en propiedad de ellos, asi como la dotación y reparación
locativas de los planteles.
"' la autoca debe es1a anoración a Mercedes Vivas (tQuiflnes son tos esAICianles7... , pag. 142).
•• Jonh Durs1on ~umilanles de ciudac:lania emre la juventud latinoamericana". en Revista Iberoamericana de Juvenlud.
N"1. Madrid. 1996: edición eledr6nica.
MARn!A CECILIA GARciA V
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZADAS
POR AITORES MENOS VISIBLES
MARTHA CECILIA GARCIA V
• Sin emttargo. el nUmero de acciones colectivas que desarrolló esle sec1or <1uran1e los anos que corresponden a la
adm•nisbación de López Michelsen iguala al de los al\os <lel gobierno de Paslrana Arango.
' Generado p01 los electos de ~ apel11Ja económica, el dese~lnMJIO a las aelivtdades agropeeuallas. el naroollalleo. ~
violencia rural, el desplazamiento. las estralegiaS de ajuste econ6mico. la modernización de las empresas.
208 ..................................................................................................... Matdw Cecilia Golcia V.
50 .•.
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Mientras las acciones colectivas de estos tres actores muestran una ten-
dencia ascendente, hay un descenso en las luchas de los reclusos. tal
como se han definido en el apéndice metodológico de este conjunto de
ensayos. aunque hacia el final del periodo hubo un aumento de VIOlentos
amotinamientos carcelarios. los cuales no son objeto de este análisis.
tránsito, los abusos de las autoridades del sector y, sobre todo, la insegu-
ridad que atenta conua el desempeño de su oficio3 .
Otro& 1.~ ·-
~~-=·=···
~
_ _ 3_...
l.aborallt 1.8%
1.5~ .
El30% de las acciones colectivas de los independientes conió por cuenta
de quienes están vinculados al comercio informal (artesanos y vendedo-
res estacionarios y ambulantes), cuyas protestas fueron provocadas por
acciones de desalojo del espacio público -que incluían confiscación de
mercancías realizada por la policía, que en muchas ocasiones abusaba
de su autoridad y originaba otro factor de protesta-, contra las reglamen-
taciones que han intentado regular o restringir su actividad' y por el
desconocimiento de pactos firmados con entes gubernamentales'.
Los desalojos del espacio público dejan enuever conflictos entre diversos
intereses sociales y, en la mayoría de casos, opuestos. por la tenencia, el
l O que sirvió como excusa para que los c:ontluctOfes se armaran. En varias ciudades del pals se lomaron medidas 4le
desarme que lambtétl provocaron prOies1aS de e:s~e sector. ·
Enbe ellaS. la claSilicaCión de sus negocios por lipo de actividad. venia de hutas. revis1aS. llOres. dulces y periOdlcos:
determinación de los espacios que podlan ocupar, concenlración en lugares cenados. expedición de licencias de
IUACionamlenlo.
~ Eliminación de licenclas concedidas con anteciOrklad. elevación de cánones de anendamieniO o de cuolas de amof1i·
z:aciOn de tos locales de reublcaclórt
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZADAS POR ACTORES MENOS VISIBLES ........••.............................. 211
• El 28 de abfil de 1995 Fenalco declaró que tos comerciantes estaban tomptaculos y lelicitabatl a la Secretaria de
Gob~mo ae Bogo~ I)Or la erradicación de 250 -edOfes ambulal11es de ~ zona del 7 de Agoslo. acción que g8118f6
una contronlaciOn dll3nte et ooerativo y un mitin ante el concejo de la capital. El QfemiO habta amenazado con realiZar
un paro ante la proliferación de vende<Jores e indigenles en el centro de la tiudad. que '"ahuyenlaban a porenciales
compradores del comercio 101mal"'.
1 Por e;empto. en 1977 la adminiSlfaciOn cap•lalina quiso desalojar a los vencledofes estacionarios <te San VictOfillo para
convertirlo nuevamen1e en Parque Nariflo, olreciéndotes un Unicentro Popular (f/ rrempo, 26 de agosto de 1977. pag
6 8). Finalmenle. bajo la adminislración de Peñalosa. en 2000, el cl3sico mercado popular del centro de la ciudad d•o
paso al Parque Tercer Milenio.
• Como lo mues1ra la siguienle nolicia: ~el alcalde de Pereira. con el prelexto de la ampliación de vías. ha sacado a
ambulamos y estacionarios (... ) A cularazos desalojaron a ambularles en Tolú pOlQue los duenos de hOieles drcen que
alean las playas, pero las aguas negras de los holeles salen por carrales abiMos que producen ol01es """eabundos"
(Voz Prolelatia. 31 ae rnaao de 1977, pag. 7).
• El alcalde Gai!an Mahetha explic:;O que el eslalulo dielado por su administración y que reQulaba la aclivuiad de vende-
dOres ambulanles y estacionarios lenia enrre sus obje&ivos ~evilar el abuso de personas que prevalit1as de la lolerancia
han monladO una cadena de negociOs para evadir •mpuestos y explolar a genles pobres a quienes ponen allrenle de
esas,..,,..("Catra del alcalde a los bogoranos·. El rtemPO. 22 <le marzo de 1977. pag. 11 C).
11 Carlos Maldonado y Monsenat Hurtado (edilores). El sectot inlatmal en Sogot~: una oetSoecliva intetdisciplina~ia.
Bogoli: Organización lnlernacional del Trabajo/Minislerio de Trabajo y SeQllidad Social/Sena. 1997, pág 141.
212 ..................................................................................................... Mll1lho Cecilia Gmlio V.
11
En abril tlel 1975 los arlislas marcharon en solidaridad con el grupo de teauo t.a Mama poco tiempo después de haber
sido desalojado del local que ocupaba porque no pudo pagar la deuda del alquiler. RealirMoo un mitin ante la emba·
jada de Espana 1)313 pro1es1ar conlra la delenciOn del grupo teatral Els Joglars. de talalutla. en mauo del 78. y en marzo
de 1999 ade1an1aron en Bananquilla una demoslraeión para exigir al gobiemo solucionar el problema de la millonaria
deuda que el Teauo Municipal Amira de la Rosa tenia con Elecuocaribe.
u Prostitutas y ONG marcharon para proteslar contra las declaraciones del Oelensor del Pueblo José Fernando Gaslro.
quien sugirillligaf las lrompas a las lrabajadoras seKUales. Ellas rtclamafon su derecho a la malern•dad (El EspedadOI.
28 <le agosto de 1996)
l) Mujeres de sec101es I)Ot)Uiares que, en su calidad de ma<res y, pot exlensilln. educadoras. alienden a pOblaciOn inlanlil.
siguiendo el modelo cu11ura1 que asigna a la rooter la crianZa. el cuidado y la sociattzacilln inlantiles, QU8 babajan pata
aponar al man1enimien10 malerial del gtupo lamiliar y. a su vez. blindan un servicio comuoilario que ha conlribuido a dar
cohesilln social y a organizar a sus comunidades.
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZAOAS PORACTORES MENOS VISIBLES ........................................ 213
u En 1978 se anunció que doce albergues infantiles deperuhentes del Oabs serian tenados en 8ogo1a por urgencias
presupueslales para hnancr3J la preslación de los servrcios (E/ TltmPO. 18 de abril de 1978, pags. 1 y 8 A}. En 1979,
declarado por la ONU como el Al\o Internacional del Niño. ellcbl anunció un plan para aumen1ar la cobertura y al finalizar
el año advrrtró que enlregaria, por e1apas, la administración de los hogares comunitarios a los padres de familia (f!
Ttempo, 10 <le noviembre de 1979). En 1985 nuevamente se cernió la amenaza de ciene de los jafdines infantiles por
la ley de relo101a liscal C)Je enlregó al lcbl nuevas funciones sin incremenlo PtesupueSial.
214 ..................................................................................................... .lta1foa (eOlio liMia V.
Otros 10.4%
.-Derechos 3.6%
---..··AutoriciMIH 2.3"
Pollticu 54.9%· ·
··---·S.Mciot- 14.0%
" Manar OIS011, La IOgica de/a acci&JCOie<liva Bienes públicos y la teoría de (}fiJIJIIS. tapilulo l. México: limusa. 1992.
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZADAS POR ACTORES MENOS VISIBLES ..•....................•..••.....•....•. 21S
•e Es el caso de los l)afOS de transpone llevados a cabo bajo el supuesto de que la población les dal\afla los vehículos en
represalia por el alza decretacta en las tarifas.
7
• El subSidio al transporte público fue creac:Jo en 1971 (fue modilicado en 1978 y en 1984 se eslableciO el Sistema de
TranspOOe sin SubSidio). Se pagaba a los vehiculos que. regular y exclusivamenle. prestaban el seJVitio de 1ranspo11e
pUblico l.fbano y se intremenlaba cuando se presentaban reajustes de combustibles. Su linalidad era compensar a los
prol)ielarios POI la dilerencia entre los costos totales y la rarifa pagada por el usuario, pero era igual para rutas largas
y cOftas vpaca lugares con distiRia accesibilidad. 10 que prohito que los transi)OftadOres mO<Iilicarnn las rulaS a su guslo.
convirlienclo este he<:ho en un laclot de protesta de los usuarios-
716 ..................................................................................................... Motlho(edíoliotcio V.
u Diversos eslud•os de bansi)Orte en el pals plantearon que los lerminales de lransi)Orte tonSiilulan un elemen1o ordena·
dor del desanollo urbano de las ciudades y de sus siSiemas de 1ransporte. una luente de generaciOn de empleo y un
latiOf de remodelaciOn UJbana. al uliliz.at de manera mas racional el 1eueno ocupado por los •lerminales• y lacililar la
erradicaciOn de una serie de eslablecimienlos •indeseables~ (Corporación Financiera de Transporte, Terminales de
T10nspot1e. 1972).
~• Oluesen simplemente ~alzas sitoiOgicas·. como asevero el miniSiro de Minas del gobierno de T!Jbay, Albetlo vasquez
Resuepo. porque ·~ incidencia del a11a de lOs combuslibles (y delllilllSpo~e) sobre el COSIO de vida es muy pequel\a"
(Vangva¡dia Liberal. 6 Ge mayo de 1980. pag. 3).
LUCHAS SOCIAlES PROTAGONIZAOAS POR ACTORES MENOS VISIBLES ••..•..........••••.••••......••.....•.. 217
t• PO<:o antes de la temporada decembrina de 1976 et alcalde <le Bogota. Bernardo Gaitan Mahecha. impuso ley seca
parcial (expel'l(lio de licores hasla las 12 de la noche todos los días. y viemes y ~bado hasla la 1 a.m.) para implantar
d•sciplina social y combatir la inseg~Jidad. La noml3 se mantuvo dufanle la adminiStración de este alcalde y durapte tos
cuatro atios que permaneció et siguiente. tiemandO Duran Oussan. La ley semiseca ya 1\abia sido decretada tres vem
en Medellln. Bogola y Cali durante la huelga de Ices. llevada a cabO en seotiembre del 76. para ev•lal riltas y accidenteS
que pudieran aumenlal la <Semand3 de atención en clínicas y hOSpilates en paro. Las alcaldías de Afmenia. Barranquilla
y Cali s•guieron el eternplo y juS1ilicaron la acción en la obligaciOn de tas autoridades de vetar por el orden pUblico, la
segl.fidad ciudadana y la moralizac•ón de sus ciudades. Argumentaron que ~no estaban contra la v•da nocturna sino
<OOtra las 1rage<1ias ah;ohOiicas· (El Pueblo. 4 de eneto de 1977. p;g 15. El Trempo, 5 de abl¡ de 1977. p;g. 2 A y 8
PueiJ/Q. 18 de enero de 1979. pag. 16). En noviembre de 1995 An~nas Mockus. alcalde de BogOIO. emili6 el Oecrelo 756,
mediante el cual estableció. nuevamente, la ley semiseca (mas conocu:Ja como "ley zanahoria"). que limitó indelinida·
mente el horario de funcionamiento de establecimientos de eKpendio y consumo de licores.
11 La Asociación Colombiana de Hoteles. Restai.Jantes. Griles y Oiscoeecas (Acolti.Jismo} dijo que durante los primeros
~ince días de ley seca en Bogota tuvieron que despe:hr a 2.860 empleados. Mre mUsicos. mesetos y servidores ex1ra
(El TiemPO. 26 de dic~mbre de 1976. ullima 8).
n los "empresarios de la roche" interpus•eron una tutela contra el decreto que estableció la "hora zanahoria" en Bogota
por considerar que violaba su deretho al lfaba;o. pero fue negada por el Jribi.Jlal AdministrativO de Cundinamarca por
estimarla improte<lente. al S8J una med•da de caratler general. impersonal y abstraclo y no estar dirigida a un solo
comerciante en panicular. "Asorrumba", entidad gremial, también intetpuso una demanda de nulidad contra el mismo
decreiO (El Trtmpo. 20 de diciembre de 1995).
218 ..................................................................................................... Mmlho CecilioGot!io V.
n La Corte Suprema de Juslicia senlenció que ni alcaldes ni gobernadores leoian facultades conslilucionales para res-
lringir las liberlades individuales (prohibir luma. en buses. embriagarse hasla la madrugada o eslablecer venias ambu·
!antes). Solo los cuerpos legislativos (ConfJfeSO y Asambleas) lentan esa facullad. Esla senlencia, promulgada en mano
de 1971. denumbó una doCinna que esluvo "~~"'''desde 1928 (El rttmpo, 18 de marzo de 1977, plvs 1 Ay 13 C).
7• El alcalde Gailan Mahecha se posesionó anunciando una campal'\a lolal con1ra raponeros. re(Jucidores. hami)Ofles y
bebed01es nocwmos (fl rrempo. Revis~ de 1976, 31 de diciembre de 1976, pag. 48). E~re los logros sellalados por
el propH> alcalde allinal de su geslión anoló haber ciJllll(ido con su promesa de emprender una lucha anlialcohól•ca ¡¡¡
rtempo, 22 de agoslo de 1978, plv. 15 8).
u Un ed•IOrial (le un petiódico capitalino sobre las normas de la '"navidad zanahOria~ de 1995 en BoQOii (hora zanahoria
y proh•bición de venia de pólvora) afirmaba Que Mockus había loorado impanir órdenes racionales q11e no habían
requeri<lo de la represión para ser acaladas POI la ciudadanla. "El 1>ren QObemanle debe saber dónde e~án los llmiles
de los derechos y deberes de sus gobernados y prolegerlos para que no coolomllan" (fl Nuevo Siglo, 5 de enero de
1996. pagina edilorial).
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZAOAS PORACTORES MENOS VISIBLES ........•.........•..•...........•...... 219
Otros factores de protesta para los comerciantes han sido las normas
ambientales y de ordenamiento urbano26 • y las deficiencias en la presta-
ción de los servicios públicos domiciliarios que afectaban negativamente
sus actividades o las alzas en sus tarifas. Tan solo se registró una lucha
de este sector en Santander, convocada por la Cámara de Comercio de
Bucararnanga, en solidaridad con los familiares de los secuestrados de
un avión de Avianca. que tuvo una curiosa manifestación: decretar un
"toque de queda civil". que consistió en cerrar sus establecimientos du-
rante dos horas al día.
u Una juez dio vla libre al conlfabando en Maicao con el argumenlo de que estos hechos eran (Je libre y aceplada
tolerancia en aquella regiOn. Olas anles (JevolviO un malule, se liberO a los tontrabandrslaS y se leslacifiiO un camiOn para
llevarselo (E/ Tiempo, 19 de ma~zo de 1976, pag. 11 A).
11
Lurs JOI{Ie Garay, colabOfaciCin de Allledo Angulo. Conslfl.ICCión de una ooeva sociedad. Bogota: Tercer Mundotcambro,
1999. págs 6·19.
1' la instalación de bolafdos en Booota y de parqulmetros en Medellin. asl como Olras reslricciones a las zonas de parqueo.
fueron alegadas por los come~cianles como medidas que le daban muerte a su actividad.
220 ..................................................................................................... Mor1flo Cecilio Gordo V.
" M;chelle Penol. Mujeres en la ciudad Coowtsaciones ccn .lean Ubtun. Saftl;aoo de Chile: Andr!s Bello. 1997, pags.
94-95.
" lbldem, pag. 6.
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZAOAS POR ACTORES MENOS VISIBLES ........................................ 221
ll Anoa Maria Fernandez, Mujeres, tevolución y cambio cunural. Barcelona: Anlhropos. México_ Universidad Aulónoma
Metropoli~na.2000. págs. Z9·30.
222 ..................................................................................................... Ma1ha Cecilia Go«io V.
···Derechos 39.4%
--4.3'11>
~-Autoridad<$ 5.3"A>
. ···S.rvie~soeiale$ 2.1'A.
n ~Mienlras se llevan a tos homb•es a la carcet. las mujeres se Quedan en el sitio con sus hijos para ocupar el terreno.
aguantando el ·cerco de hambre'_ En los enlrentamientos. ellas se hacen en la primera lila con sus ninos. con la
esperanza de que se les respete ~s De su valentia y su capacidad de organizac•ón de la vida cotidiana en el
campamento depende muchas veces que se gane o se pierda la balalla~ (Marie Dominique de Suremain, Lucy
cardona y Marisol Oalmazzo. Las mujeres y la ctiSis urbana o la geslión invisible de la vivienda y los servicios. Bogota:
Enda Amerita Latina/Cehap/AVP. 1994. pag. 39). Otra autora seflala que el protagonismo <le las mujeres no es
solamente un asunto lactico sino que tiene un motivo mas auténtico la necesidad de las mujeles de tener un espacio
propio (Oonny Meerlens. ""Mujer y vivien<la en un bafTiO de invasión-. en Revista F01o. ~o. 4. noviembre <le 1987, pag.
41). En 1974 se const•tuyeron en la Anuc comités femeninos que cumplieron un papel PJimordial <le apoyo y defensa
de las invasiones <le tiefTa (Mag<lalena león. Patricia Prieto. Malla Cnstina Salazar. ·Acceso de la mujer a la lierra en
América latina. Panorama general y estudios de caso de Honduras y Colombia·. en FAO. Mujeres campesinas en
América Lalina Sanhago de Chile. 1987. pag. 5).
13 lota luna y Norma Villarreat. HiStoria. género y polilica. Morimienlos de mujetes y panieipación polilicd en Co/ombid,
1930·1991. Barcelona: Universilal de BarcelonatCom•sión lnterministerial de Ciencia y Tecnoloota. 1994. pag. 181.
224 ..................................................................................................... MmrhoCecilloGarcioV.
El tercer grupo de derechos por los que han luchado las mujeres denoda-
damente tiene que ver con la paz, con la resolución política del conflicto
armado y con el cese de toda violación de los derechos humanos36 . El
papel de las organizaciones feministas y del movimiento de mujeres como
forjadores de paz tomó forma en 1984, cuando se comprometieron con el
proceso de paz que convocó el gobiemo belisarista. Poco tiempo después
de la toma del Palacio de Justicia por el M-19, las mujeres marcharon en
el "Día de la no violencia contra la mujer", para exigir el respeto a la vida
y rechazar el predominio de las acciones de fuerza y el control militar de
las decisiones del poder civi1 37 . Desde entonces, año tras año, las muje-
res se han venido manifestando contra las masacres, las desapariciones,
los secuestros y la impunidad38.
En su ir y venir por el país tras las huellas de sus hijos, en medio de sus
manifestaciones públicas. de sus gestiones, de esos encuentros en el
dolor, estas mujeres campesinas. amas de casa, fueron "socializando su
maternidad", como lo habían hecho y pregonado las madres de la Plaza
de Mayo en Argentina. Fueron pasando de sus reivindicaciones como
madres, esposas. hermanas, amigas, a exigencias políticas como los
mecanismos para liberar a los secuestrados del país. No se quiere olvi-
dar que tras las mujeres venían los hombres y los niños también. Recibie-
ron la solidaridad de familiares de otros secuestrados, de los desapareci-
dos, de redes de mujeres, de organismos de derechos humanos, pero fue-
ron las madres. identificadas en su calidad de tales, quienes pusieron en
juego el significado social. el respeto y valoración cultural de la materni-
dad, y así lograron visibilidad. Algunas de ellas todavía hoy marchan y
realizan mítines para clamar por el regreso, sanos y salvos, de quienes
aún permanecen retenidos'0 .
*? Fueron precedit1as por una marcha de madres de soldados taidos en lomas Quefrilleras. eletluada en junto de 1987.
y una loma del diario Vanguatdia liberal, en abril del 88 por viudas y huérlanos de dirigenles sociales y polilicos
· asesinados en Barrancabermeja.
to Ojala un dla no 1engan que <lecir como Marlha Ocampo 4le VasQuez. ooa de las madres de Plaza de Mayo· ·Hoy no ñay
nada. Los policias nos mitan como adorno en la p/8/a· (Enlrevista conce<:lida a Fernanda sancllez Jaram•llo. ·locas
de dolor", en ReWsla Código, El Espe<~ador, 17 de julio de 2001. pag. 11).
226 ............ " ........ " ........ " ." ............. " " .. " ..... ". " ." ...... " " .................. " MlHiho (eOlia GlllckJ V.
~· Jordi Borta y Manuel taslells. Local y gtJbaJ. La geslión de las ciudades en la era de la inlotmación. Madrid: Uniled
Nalions 101 H....., SelllerneniS (Habi~l)/(aurus, 1997. pags 82-83.
•l Que recibiefon respuestas como la del ministro de Justicia del gobiefoo de LOpez. Albello ~olim•o Bolero, Quien dijo:
-Nunca nos cornf)lornelirnos a rebajar el coslo de villa- (E/ SiQ/0. 14 de enero de 197~. p;g 1~).
" Seoirn drjo el gobierno delópez. -para llegar a una e<onomia reali$13 y de abunlfantia- 111 TiefllfJ(). 1• de junio de 1976.
pags. 1y 6 A).
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZAOAS PORACTORES MENOS VISIBLES ...........•.......•.................... 227
Las protestas más sonadas de las mujeres contra las autoridades se cen-
traron en figuras presidenciales. A Gaviria le criticaron el "kinderato" (su
joven equipo tecnocrático) y sus medidas económicas. y a Samper las
"Mujeres por la Verdad". vestidas de luto "por el dolor de patria". le exi-
gieron repetidamente la renuncia y realizaron mítines ante la Fiscalía
para pedir agilidad en el Proceso 8.000. Pero también hubo protestas
femeninas contra alcaldes. gerentes de empresas y políticos locales, acu-
sándolos de ser los causantes de la pésima administración de los servi-
cios públicos. Es el caso de "Mujeres en Acción". grupo barranquillero
u Se aplicara sistema Upac a tar•fas del acueduclo (E/ Tiempo. 10 de agoslo de 1976. pág. 5 8).
•$ El minislro de Gobiemo de la adminiSiratión de LópeZ. en una de lanlaS declataCIOReS conba el afltflCio del Paro Civico
NaciOnal del n. dijo que era injUSiifocado porque ~ gollien., eslaba haciendo IO<Ia clase de esluenos para evilar los dallos
del proceso inllatiOnaroo sobre las gemes de menores re<ooos ecooOmicos (El Pais. 16 de agoslo de 1977. pag. 1).
•, Un diario capilalino regisuó: "AQfesivas pro1es1as de mujeres co111ra alla de leche por prOductores sin avisar al ·
gobierno. Se lanzaron contra canos reparhdores. sacaron las bolsas y las tiraton al suelo. Exigieron control de -
l)fecios y mejorat su calidad. Autoridades dijeron Que tuvie10n que lleva. a varios mujeres a comisarias de sus barrios
<leb•<lo a la leroci<Sad <le su a1aque. Que pareeia planeado. pues sucedtó en dislinlas partes <le la citKiad~ (fl Espec·
raf!Or, 18 de abril de 1980). •
., E18 de marzo de 1975 se produjo en Bogota lJl3 marcha de 100jeres para pedir la exoneración del imi)Ue:Sio predial del
ed•iciO (Je la Unibn SitVJic:al.
228 ..................................................................................................... /Mdho CedlitJ Gatcio V.
~• En octuble de 1976. en el Ola lftlernational del Niño. madres acompañadas de sus hijos marcharon hasla la Plaza de
BoliV31 de Bogo!a en SOlidaridad coa lfabajadores de la salud y para pedir al gobiemo nacronal el arreglo del conlliclo
dell~ en mayo del77, amas de casa y esposas de huelguislas marcharon en solrdaridad con la huelga (le lrabajadores
• Püblicos de .Bucarama.ngt y en oclubre de 1992 las mujeres de San Alberto (Cesar) destilaron en solidaridad con
lrabajadores en conlliclo .
•, Establecido en 1975 como el 8 de marzo en todos tos paises miemt.os de las Naciones Unidas. día en que se rinde
homenaje a 129 obreras lextiles norteamericanas que en 1908 murieron carbonizadas cuando los pallones incendia·
ron la labnca de Chicago que ellas habian ocupado en demanlla de una jornada de diez horas de lrabajo y del derecho
al voto.
~• Con ese fin. en 1996 muje~es de lodo el país se concen1raron en Mulata (Anlioquia), en el Oía de la no Violencia conua
la Mujer. bajo el lema •No pamemos un hijo mas para la guerra~.
$• En 2000. para conmem01ar el Oía de la no Violencia conlra la Mujer, organizaciones de muje~es hac•eron una marcha
desde "Bogota y Bucarnmanoa hasta Barrantab8fmeja y alli una v•gilia para pedir el cese a toda forma de violenc•a y a
la violación de sus deJeChOs, para reiterar el lema •No f)afir un hijo mas para la guerra· y en solidandad con las vlchmas
del conflicto armado en esa ciudad. especialmente con las mujeres
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZADAS POR ACTORES MENOS VISIBLES •••••.•.......••••........•••...•••..••. 229
H El 28 de junio de -1999 y 2000. en .el Oía lnle.nacional Gay, lecha Que recuerda las manifeslationes por los derechos
homosexuales a raiz de los hechos ocurridos en junio de 1969 en Slonewall (New York)_ Aunque la prensa no las
meACíonó, carlos Eduardo Roman seftala que en Colombia la pnmera marcha se llevó a cabo eo Bogo4a en 1981 y, luego.
en 1988, se reahzaron en Medellin y Bauanquilla ("Movimienlo de mujeres y movimienlo gay: en lo pUblico por la
•nl•midad·. en Omar Uran (coord•nador de invesligaciOn),la ciudad en movimiento. MOvimientos sociales, democracia
y cultura en MedeHin y el iltea meiJOI)Oiilana del v..ne de Aburra. Medemn: lnsliiUIO l'opuiOI de C.pacilacioo, 2000, p;g.
234).
Enue los adversarios. de. las protestas de las mujeres sobresalen las au-
toridades gubernamentales del orden nacional (35 luchas se dirigieron
conua ellas). seguidas por las entidades municipales (23 acciones). Sie-
te luchas se dirigieron contra grupos armados irregulares. cinco conua
agentes privados. dos contra entidades del nivel regional, y en 22 accio-
nes colectivas femeninas no se determinó un adversario específico.
Las protestas de los reclusos
Las personas recluidas en un establecimiento carcelario, a pesar de es-
tar bajo una particular situación de sometimiento. no pierden su calidad
de su¡etos activos de derechos••. gozan plenamente del derecho a la vida,
a la integridad física, a la salud, a la libertad de conciencia y de culto, a
la libre asociación, al derecho de petición56 . Solo los aUibutos de los dere-
chos a la libertad y la igualdad pueden ser severamente restringidos por
la determinación de un juez en castigo a sus faltas civiles, penales o de
otro orden. de conformidad con la estipulación previa de la ley
Sin embargo. durante el periodo de estudio, la vida carcelaria estuvo re-
gida por dos códigos, ninguno de los cuales contempla una carta de dere-
chos de los reclusos57 ni les otorga la posibilidad de actuar o protestar en
$$ En 1996. la Corte Consl•lucionat sel'lal6 Que la cáfcel no es un sitio ajeno al derecho. Dos ateos mas larde, la Oelensorla
del Pueblo. Public6 una canilla para difundir los de•ethos de los reclusos {De las personas privadas de la libetlad.
PrejuiCios y realidades. 1998). y una década a1ras. Naciones Unidas babia eslabtecido las Reglas mínimas para el
ltatamienlo de Jos reclusos y IJIOCtdimienlos para la aplicación electiva de las Reglas_ (Nueva York: Naciones Unidas.
Oeparlamenlo de lntormac•6n Pública. 1984).
u Los derechos de plena vigencia -IK!r ejemplo. a la salud- no pueden ser objelo de n•noún hpo de timilacitm; los
derechOs inlangibles permanecen incólumes a pesar de la eSJ)et:ial siluación tle su 111u1ar y enlre ellos es1a el derecho
de pelitión El tJerechO al tlebitlo proceso manl•ene su vigencia plena tlentro tle la cárcel. Los tJerechos limitables nacen
parle de aquellos que, al guardar relación eslrecha con la consecvación tlel ortlen inlemo, la tl•sc•plina· y el lunciona-
mienlo tlel cenuo penilenciario, es~n expuestos a sufrir limilaciones. como el derecho a la •nlimidad (y la visila conyugal)
y el derecho a la libre expresión. Enlre los derecbos suspendidos es1an el de liberlad de locomoc•ón y los derechos
polilicos. aqui la dishnción enue sindicados y condenados es relevan le: ios primeros pueden ejercer el derecho al
sutrag•o -liberlad de elegir y ser elegido-. mienlras los segundos no (Oiga Lucia Gail3n (direclora de inveslioación).
An~isis de la situaciiJII carcelaJia en COlOmbia: un enfoque cualitativo. Siele esJudios de caso. Bogo1a: Colciencias/
Ediciones Uniandes. Facullad de Derecho, 2000, pag_ 18)_
~~ El CódiOO carcelario de 1964 esluvo VJgenle basla 1993 y se cenlraba en la delinición tle las inslancia$ y lunc•ones del
aparato esl~ y en el conlrol del COITipOitamienlo de los inlemos. quienes debian obedecer reo1as de conduela y si no las
acalaban eran objeiO de sanci611 Así, b relación en_.e el EsladO y el prisionero era básicamenle disciplinaria y eslaba
acompal'lada de la condic•ón de los inlernos de no hlula~es de derechos. Los reclusos solo accedlan al disfrule de los
derechos como una recompensa de la adminislfación cMcelaria a su bueRa conduela. En ese conleK1o. puede afirmarse
que la eXISiencia de derechos de loS reclusos es apenas ooa excepción. En el códiOO penilent'-•o y carcelario expedido en
1993larnf)Oco exiSie Wli1 cana de derechos de los reclusos De nuevo. el•égimen penilencia•io es proclive al abuSO. Cuando
se fe9Uia ellfabajo. la educac•ón o la salud, se hace como ~e del régimen pen•lenc&ario que deben acaur los presos. Tanlo
el cód;go del 64 tomo ~ ley del93 eslln catatletoados por un deseQ~Iibl~ enlte los delechOS de los teclusos por llllado.
y el conlrol y poderes de la admioislración. por ot10 La balanza se inclina a favor de los Ullimos (~. ~- 10·11).
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZADAS PORACTORES MENOS VISIBLES ......••.•....••••....•••....••.....•... 231
Los motivos de protesta de los presos tuvieron mucho que ver con las
condiciones de su reclusión en establecimientos carcelarios que. durante
todo el periodo, estuvieron signadas por la superpoblación carcelaria. la
lentitud en la definición de situaciones jurídicas. la carencia de recursos
y de personal de custodia calificado (caracterizado por un exiguo nivel
educativo. baja formación técnica para ejercer sus tareas y una retribu-
ción económica modesta) y la existencia de unas relaciones dentro de la
u El alcalde dijo que el presupuesto munitil)al no le permilia mejorar o aumentar las raciones de los presos (El Tiempo, 19
de julio de 1977).
232 ..................................................................................................... Mo1lho (eOlio Gotcio V.
cárcel en las cuales "las garantias del orden jurídico se quiebran ante las
facultades interpretativas del carcelero sobre los reglamentos en caso de
transgresiones y la aceptación generalizada de usos violentos sobre la
población carcelaria para castigar las faltas"'".
Dada esa situación carcelaria, no podrían ser otras las demandas de los
reclusos: 42% de sus protestas tuvo como motivo el reclamo contra la
corrupción y el abuso de autoridad de guardianes o directivos de cárce-
les (maltratos y extorsiones: cobrar por servicios de obligatoria presta-
u Pablo (aceres. La hisloria de la criminalidad. La epoca de la globalización: CdomiJia_ Tesis para opl3f ellilulo tle Doc1or
en HiSioria. Oepartamenlo de Hisloria. Facullad de Ciencras Humanas. Universidad Nacional de Colombia. 2002. pag_ 13.
u Jaime Castro, La justicia en Colombia. (Memoria presenlada al Congreso en 1974, siel\do minislro de Juslicia del
gobierno de Paslrana Bouero). Bogoltl: Colcullura. 1975. pags_ 56·80. Veinlis6is al'los despuéS. la alirmaciOn de Caslro
seguía teniendo vigencia, dada la talla de atención preslada por algunos de los gobiernos o la escasa electividad de
las polilicas carcela~ias formuladas: la adminislfación de Twbay Ayala no alendiO el lema de la juslicia y, en consecuen·
cia. 1amooco a las ca-celes. El gobiemo tle Belancur anunció la revisiOn tle los tralamientos de readaplac•ón. la reestruc-
luracu)n de la Oiret:c•ón Nacional de Prisiones y la evaluación de laS normas carcelarias y del sistema carcelario. El de
Barco formulO un programa de bienestar para los reclusos. mejorando la cobertura y la calidad de los programas de
nmabilitaci6n. Durante el mandato de Gaviria se ete6 el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (lr'Pet:), que reem-
plaz6 a la Dirección Nacional tle Prisiones como entitlad encargada del manejo del s•stema penitenciario, y se eq¡idió
un nuevo eódigo oenitenciario y carcelariO (ley 65 de 1993). la admin•stración de Samoer definió que el objeto de su
oolilica oenitenciaria ma la orevención del delilo a través de la rehabililac•ón y la resocialización, de un sislema de
tratamienlo progresivo que se implemeotll escasamente en algooas de las tarceles mas importantes dell)als, pero el plan
de renovación y conslrucción de cen1ros carcelanos. que buscaba enlrenlar el hacinamiento, no se llevó a cabo. El
gobierno de Pastrana Arango planleó un programa tle atención inteoral al recluso. tendiente a la humanizac•On del
inlernamiento carcelario; un plan tle consuucción y refacción carcelaria y la reforma del 1noec. (Oiga lucia Gaitán.
Analisis de la situación carcelaria..., pags. 13-IS).
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZAOAS POR ACTORES MENOS VISIBLES ........................................ 233
. ción a los internos o exigir favores sexuales a las esposas, hijas o herma·
nas de los detenidos a cambio de mejores condiciones en el penal) o la
exigencia de la permanencia de ciertas autoridades rectoras de los pena-
les (por ejemplo, mujeres recluidas en Bogotá se declararon en "rebeldía"
en dos ocasiones durante 1975: contra de la destitución de la directora y
el remo de la administración de las cárceles femeninas en Colombia de
las monjas de la comunidad del Buen Pastor).
·Autoridades 41.9%
·Otros 4.7%
Oere<:hos 39.5%
-·- Pollticas 9.3%
'
1
El Pueblo. 4 de abril <le 1980. Vera Grabe cuenla en sus memorias: ~ .. Decidimos hacer una huelga de hambre en
solidafidad con la loma(... ) Avisamos a laS direclivas de la cá'cel que esto eta un aclo polllico en apoyo a oo heCho que
sucediendo aluera. que nada lenla que ver con la cárcel (.. ) pero las presas comunes enlendieron que la hueloa de
OOtnbre signilicaba proteslar comm la PéSima y escasa comida (le la cartel. y se StJRaron al movimienlo~ (Razones de
vida 8ogol3· Planeta. 2000. plgs. 119-120).
u En oclubre de 1979, miembros del M-19 recluidos en la Picola realizaron una huelga de hambre para l)fesiOilaf el
rein•cio del conseto verbal de guena en su oon1ra oero. en ablil del siguienle afio. decidieron no asisbr a las sesiones
del juicio haSia que se libelara al aboQafJo Alfelio Jiménez Callejas. ddenit1o IMH 01den del preSidenle de ese tonsejo
de guena. por la <lenoocia que hizo en tomo a la muene de Jorge Mafcos lambrano. oc::unida dentto de •nslalaciones
de IU BAgada en tali: mas mas tatde. estos mismos presos se amo~naron pata ptoteslaf por la suspensión de las visi1as
de sus lamilia-es. En nwzo del90. presuntos enlaces del M-19. las Fa-e y et ELN detenidos en la Penilenciarta Naciooal
de San ISidro. en PQPaVaf\ tealizarOfl una huelga de 1\ambfe para exigir la deliniciOn de su SihaciOn jurídica. en el mismo
mes. en la tárcel de Bucaramanga se adelan10 una acciOn similar para protestar po1 el asesinalo <le Becnardo Jafamillo
y 1.1"1 mes mas tarde hubo una joma<la nacional <le protesta de ptesos pOIIIicos pa~a exigit tetonocimiento corno tales.
En ¡unio del 91, intemos <le cátcel <le Bellavista de Medellin. llevaron a cabo IJ\ paro pacllico pata ptesionat tebata de
penas oor parte de la Asamblea Nati0fl31 Constiluyente: y en mayo del 94 rec:;lusos de la tarc:;el de Bucaramanga
procesados por otden pUblico. protestaron en contra del decreto de conmociOn inlerior.
LUCHAS SOCIALES PROTAGONIZAOAS POR ACTORES MENOS VISIBLES ..•••••••••.•.••••.........•••••........ 235
u De conformidad con la ley, los reclusos deben eslar separados por géne10. edad. reincidenc•a. cahdad de miembro de
la fuerza pública o de servidor pUblico. Eslo no ha ocunido y solo se ha cuml)lido la orden de la separación por genero
y de los delincuenres de alla peligrosidad que peuenecen al crimen organizado y de cierla criminalidad de ~cuello
b~nco· (Pablo ClcOfes. La his/010 de la criminalida<l ..• págs. 54-r.5).
•• Otrante la adminislración de Gaviria se expidió una 001mahidild penal espectal que surgió del estado de silio durante
su gobierno. porque se relacionó con uno de los elemenlos del conflicto carcelario. Se lralaba de inlroducir en la
estruc11.J3 de la jUSiicia un tipo de juez que aCiuara sin los 1emores de los alenlados ptomovii:Jos PQf el aimen organizado
que aparecía delinilivamenle en el panorama de la Cfiminalidad colombiana agenciando el narcolralico. Algunos poli.
licos y comenlarislas de tos medios de comunicación calihcaron la nueva es1rue1ura jurisdiccional como Rjuslicia sin
rosuo·. que hubo de man1enerse aun después de 1991 Obid. p;g 6~).
" lbidem. págs. 2~·26.
236 ........... :...............................................•...............•......................... Mottha Cedlio GmliJ V.
Las luchas de los cuatro actores aquí reseñados cuestionan ideas. valo-
res. normas. expectativas que tanto el Estado como la sociedad tienen
sobre diversos actores sociales. así como las funciones que se les asig-
nan y el valor social que se les concede.
u Mane Oominique de Suremain y ollas. Las mujeres y la Ctisis urbana .... pág. 186.
•• Resulta paradOjico que mientras se roolliplican las oroan•zaciones femeninas (lue se IJ'IOlñlizan abiertamenre en favor (le
ra paz y con1ra ra guerra. aumenla el númeto de mujeres vinculadas a ras tuenas armadas. ya RO solo desempet\andO
labores administrativas o de apoyo, sino en el campo de baralla. enlrenlandO con las MmaS a enemigos. dentro de cuyas _
lilas también hay un creciente llllnero de mujeres al mando de columnas guerreriSias.
'0 M31Jficio Archila. plislstrala. o mujeres colombianas en bUsQueda de la pat' .. pag. 403.
" James Sroii.Los dominados y el ane de . .. pag 183.
MAURICIO ARCI·IILA NEIRA
BALANCE DE 25 AÑOS DE LUCHAS EN COLOMBIA
CONCLUSION1
MAURICIO ARCHILA NE!RA
Una versu)n preliminar de estas conclus•ones fueron pubt•tadas en Nueva Sociedad, No. 182. noviembre-dic•embre. 2002.
242 ..................................................................................................... Mouti<io Alchilo Neiro
800
600
400
1
200
o ___, ____ ,_ - - - - - -
~nnnn~~~u~~M~M~OOMW~~~~WM~
.J
La uayectoria de las luchas de los cuatro actores más visibles es disí·
mil. por lo que es difícil sostener la hipótesis de un campo popular uni·
ficado o siquiera de la existencia de "ciclos de protesta". como se ha
encontrado para otros países del área'. En particular es notoria la dife-
rencia en el comportamiento de los campesinos e indígenas. que trazan
una curva inversa a la común. Si bien hay factores del contexto social y
politico que explican algunas respuestas similares -por ejemplo, el im·
pacto negativo que en las luchas sociales tuvieron las políticas represi·
vas de fines de los setenta o la "guerra sucia" contra la izquierda en los
ochenta-, predomina una dinámica propia en cada actor. En este senti·
do cabe anotar que tampoco hay evidencias para hablar de la existen-
cia de "vanguardias" en las luchas sociales colombianas. Hay, sí, acto·
res que lideran por momentos la protesta -como pudo ocurrir con el
sector asalariado en el segundo lusuo de los setenta y finales de los
noventa. o con los pobladores urbanos en gran parte de los ochenta-.
pero esos liderazgos son temporales y se derivan de condiciones coyun-
turales más que de una supuesta esencia vanguardista.
Tal parece ser la siluaciOn ~na aparlir del"c;aracazo~, a juiCio de Mtrgarila lópez rt.a PIOieslil pop¡jar venezolana e.- 1989
y 1993'. en ellill<O ya <iOdo y eooOdo pofeiO, Lucha {)OpUQI; ilemOCfacia, -bera/iS/110 .. ).
BALANCE DE 25 AÑOS DE LUCHAS EN COLOMBIA ....................•..•...........•.....•...................... 243
1.1b0ta1 12.K
· Tlfilfl 1&.f%
. - -· AutoridadM 5.ft
.......,.....2.(1'16."•
J Las pocas proleslas en 1orno a un presidenle ocurrieron dv~anle CHal Gaviria (1990-1994} cOttra el raciooamienlo
energético y Ernesto Sa- (1994-1998) por ~ supuesla alluencia de dineros del nareolratico a su campafta (llesidencral.
BALANCE DE 25 AÑOS DE lUCHAS EH COLOMBIA ................................................................ 245
MOOAUDADESDELUCHAPORACTOR
1975·2000
·~ r---------------------------------------------
~ ................ .
~~n~~~~~~~~H~HH~~n~~~MVNHOO
En relación con los adversarios de las luchas sociales, los más destaca·
dos en los 26 años estudiados fueron los órganos ejecutores del nivel
nacional y las empre'sas comerciales del Estado. Llama la atención el
paso que dan los asalariados, de confrontar el sector privado en los pri-
meros años a enfrentar los entes públicos a medida que avanza el tiem-
po. Los campesinos adelantan el 80% de sus luchas contra entidades
públicas del orden nacional. Los pobladores urbanos protestan más con·
tra órganos ejecutores del orden municipal que nacional, por la lógica de
sus demandas en torno a servicios públicos domiciliarios y transporte.
La confrontación con actores armados muestra un cambio de mayor de-
nuncia inicial de las fuerzas armadas institucionales a una creciente
inculpación de los grupos irregulares guerrilleros y paramilitares, sin
que la anterior denuncia desaparezca.
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Ya se veía que l~.s luchas sociales se producían en las zonas que más
concentlaban recwsos en témlinos socio-econónlicos, o en aquellas que
'
abrlan nuevas fuentes de riqueza, especialmente extractiva. Esta cons-
tatación refuerza la hipótesis esbozada: no parece que la carencia de
condiciones materiales sea el motor de la lucha social sino las desigual-
dades que la prec8lia y emergente riqueza crea en la sociedad colombia-
na. Si a lo anterior se adiciona que estas zonas son las que sufren más
acciones bélicas. salvo en el caso de la capital del país, se concluye que
hay coincidencia espacial entre violencia y acción social colectiva, pero
ellas no están cl8lamente asociadas con la pobreza.
Una segunda reflexión gira en tomo a la modificación que sufren las de-
mandas sociales con el paso del tiempo, de lo más material a un crecien-
• Sobre estas relaciones hay un analisis esladlstico mas amplio en el libro en prensa del a11101 de esras noras. Idas y
venidas. VIII/las r rewe~tas .. ., capnulo 4
$ Punlo que se desélflolla extensa:nenre en el mismo lexto. especialmenle en la lnlroductión y el capiruro 8.
BALANCE DE 25 AÑOS DE lUCHAS EN COlOMBIA ............................................................... 249
' Armando Mon1eneoro. "'Juslicia y <lesarrollo econCimico·. en Revisla de Planeaci()n y Desar1o/ID, vol. m. julio de
1994. plg. 33.
··· .' • Varios AuiOios. Un paJs que huye: desp/alamienlo y fio/ei1C/a en una naoon /tagmenl3da. Bogo13: ~lles/Uft;,e( 1999.
plg. 466.
' 8'""" de dalos de derechos """'nos del Cinep. allos 1997·2001. en Cien Dias mtos ,0, Cin<p. No. 47. sepliembre-
IIOYiembre. 2000. plg. 26. y No. 50. lebrero-mayO. 2002. pag. 33.
" Escuela Nacional Sindical. Cuadernos de Derechos /lufllarWS. No. 8. 2000. pag. 48
~·· Varios Aulores. Un paJs qve huye .. . pag. 417.
BALANCE DE 25 AÑOS DE LUCHAS EN COLOMBIA ................................................................ 251
., Minislerio de Trza¡o,lll Censo Sindical, 1990. Es necesatio malizar esta cifra cuaDdo hay un desempleo cercano al m
y una infOfmalidad de casi el 50'. Por lantO. tos sindicaros recogen al secror formal de la economia y especialmenle el
secror públiCO. que consliluye el m del sindicalismo. Como dalo signilicalivo. las muj818S se es1an afiliando más que
los hombres· de 293.m Que eran"' 1990 pasaron a 320000 Iros anos despues (Dalos lomados de un a~iculo del
semanario Potfa/olk), 14 de lebrero de 1994. p;g. 11).
14 Al respecto remilimos a la elabOraciOO recienle de Gabrtel Misas 1J.a tuplura de tos 90: del gradualismo al coldpSO.
Bogora. Universidad Nacional, 2002). que muestra las lim•laciones tanto del modelo de suslilucilln de importaciones
como de apertUta econllmica.
APÉNDICE METODOLÓGICO
HOMOLOGACIÓN DE LAS BASES DE DATOS
La luente principal es la prensa. pero también se cuenla con entrevistas a aclores y documentos producidos por ellos.
como bolelines. comunicados o periódicos particulares. En cuanto a periódicos se consultaron sistetnaticamente El
T<empo, El EspeC/ador, El (Nuevo) Siglo, La Repilblica. El ColOmbiano. El Pals, El Heraldo, vanguatdia Liberal y el
semanano Mlz (Prolelalia). Para cieuos aflos se consuuaron lambién fl Pueblo, El Unifersal. El DilliO de la CosJa. El
Pe1iódico. y las reviSias Semana. Allemalwa. Opción, SolidaJidad. Colombia Hoy. Cien Olas vis/os /JOf Cinep, CamPo
Adent1o y Panorama.
258 .................................................................................................•...APÉNDlCEMETOOOLÓ61CO
Actores sociales
Definimos los actores participantes en las luchas sociales a partir de tres
criterios que se complementan entre sl: la existencia de un conflicto so-
cial específico, la identidad que se produce en torno a él y la intenciona-
lidad de la acción emprendida. Se podrían resumir en el qué, quién y para
qué de la acción social colectiva. El primer elemento, el qué, remite a la
existencia más allá de la voluntad de actores y antagonistas de un con-
flicto social originado en injusticias, desigualdades o exclusiones. El se-
gundo. el quién, por el contrario incorpora la dimensión subjetiva en la
forma como se identifican públicamente los actores. Esta identidad o
modo de cohesión social no necesariamente se traduce en una expresión
organizativa formal. Por último, aunque el para qué, o la intencionalidad
de la acción, está muy ligado a las anteriores, introduce un elemento
crucial a la hora de contabilizarlas, pues determina la modalidad de
actor específico, al escoger entre los diferentes campos de conflicto y las
diversas identidades. Un ejemplo puede ilustrar. Una mujer obrera tiene
al menos dos campos de conDicto (explotación laboral y discriminación
1 Una diltcultad con la que se encuenlra el investigador de tos movimientos sociales es que cada autor ha construido sus
calegorias. en esoecial en cuanto a tos motivos o las defutdaS, y. pot !aRIO, es precaria la formatizac•ón de ellas. Se espera
que con la socialiZación de tos resutladOs se coniJibuya a creM un l~je mas COI1'lUn entre tos analiSiaS <lel tema.
APÉNDICE METODOLÓGICO .......................................•.......................................... 259
Seguramente hay muchos otros actores sociales. pero no han sido visi-
bles, al menos en términos de eventos públicos. Nos referimos. por ejem-
plo a los homosexuales, los afro-colombianos o sectores más específicos.
APÉNDICE METODOLÓGICO .................................................................................. 261
como los objetores de conciencia. Hay otros, como quienes luchan por lo
ambiental, que aún no construyen identidad específica sino que alimen-
tan desde esta crucial dimensión el conjunto de las luchas sociales'. Con
el tiempo, y a medida que hagan presencia diferenciada en escenarios
públicos, se deberá ampliar esta clasificación para incluirlos como nue-
vos actores.
Modalidades de lucha
Apoyados en los estudios sobre movimientos sociales en el país y en los
datos obtenidos, establecimos cinco modalidades de ejercicio de la ac-
ción social colectiva durante el periodo estudiado:
4
Nueslra delinici6n de movimienlos sociales los inscribe en la dinantica de conslrucción de consenso y no (le imposición
por las armas. Sin embargo, la violencia puede aparecer no como propósM Wttctal sino como resulladO de la protesla
No incluimos. en consecuencia. las acciones de los gntpos armados. como tampoco eventos ~violentos· sin ninguna
relación con demandas sociales. es decir. lo que coloquialmenle se conoce como los ~aerObicos revolucionarios- Que
hacen minorias de encapuchados. Deberemos preslar a1enciOn a los desenlaces violenlos de las proleslas que vienen
ocuniendo en los últimos al'ios.
s La lorma como con1amos las invasiones puede disonar de este criterio. pues sepa~amos cada una como una acción
indeoendienle. como en realidad lo lue. a pesar de la aparenle coordinación del comilé ejeculivo de la Anuc en los
l)fimeros al1os, y IIJeOO de olras organiZaciones camoesinas e indfgenas o de viviendislas.
' El banco de dalos de huelgas labOrales elaborado desde hace al1os por Alvaro Delgado y hoy incorpmado a los de
Cinep. liene un cálculo cuidadoso de jomadas·hombre ·perdidas· en diellOs conlliclos. lo que consliluye uno de los
mejores acetcamienlos a la densidad del conlliclo.
APÉNDICE METODOLÓGICO .................................................................................. 263
Motivos
Ante todo ésta es una variable que intenta medir la percepción que los
actores tienen en tomo a las causas del conflicto social. Como normal-
mente aparece más de un motivo en las acciones sociales colectivas, con
el fin de evitar la duplicación de los registros escogemos el primero que
se for muió en forma explícita o que fue reproducido por la fuente consul-
tada. Hemos tratado de construir categorías que engloben a más de un
actor para evitar el sesgo de tener motivos exclusivos por sector social.
Es necesario advertir que las bases de datos de cada actor cuentan con
campos memo en los que yacen todos los motivos de cada acción regis-
trados por la fuentes.
Sin Información: se usa para los eventos sobre los que no dispusi-
mos de ella.
Convocantes
La prensa reseña con dificultad a los convocantes, pero en nuestra pes-
quisa hemos podido definir los siguientes tipos de organizaciones que
lideraron luchas sociales:
Iglesias
Otros
Adversarios
Se han clasificado así:
Otros.
1
AunQue parezca ex1rano. han liderado algunas marchas contra el ·terrorismo·.
APÉNDICE METODOLÓGICO .................................................................................. 267
Sin información.
Ubicación geográfica
Según criterios espaciales y culturales más o menos convencionales y
enmarcados en la actual división administrativa del país, se propone la
siguiente agrupación regional
• Colección de lasdculos coortlinada por Fabio Zambrano y edi1ada en Metlellin I)Of El Colombiano/Cinep en el arto de
1993.
268 .....................................................................................................APáiOICE METOOOLóGKo
• Las úllimas aparecen en el libio de libarllo Sarmienlo y Muia Euoenia Alvarez. Municipios y tegiones de Coklmbia. una
mirada de5<Je la soei«<ad civfl. ~li· FUN!ación Social, 1998. pjgs 58 y 31 •especlivamenle.
1
• la coberhwa de las acciones se ha clasilicado así: Submunicipal, Municapal. Regional (donde se incluyen acciones
desarrolladas en dos munic¡pios pel'lenecienles al mismo o a (liSiinlos departamemos). Oepanamental y Nacional (cuan-
do las acciones se ptOducen bajo una unidad de mandO y Obje1ivos y se desa11o11an en varios muntcipiOS de manera
simultanea. con prop(lsilo explicito de cubrir elletrilorio nacional).
" Se espera que una posterior lase de la invesi~QattOn. que alienda esoetilicamenle a la variable reQional. permila hacet
una ptopuestl de regionalizaciOn mas clara.
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El País Cien Oías vislos por Cinep
El Pueblo Semana
El Colombiano Campo Adenlro
El Mundo Panorama
Vanguardia Liberal
El Heraldo
Voz (Prolelaria)
El Periódico
lodos tos pe~iódic:os lueron consullados desde el 7 de agosro <Se 1974 hasta el 31 de diciemble de 2000, a excepciOn
de El Pueblo y El Mundo, que aparecieron deSpués de iniciado el pertodo de observacton (ell)fimet"O desapareció ~res
de linalizarlo) El Periódico fue consuraado para oDrener in10fmaci6n de invasiones a predios nrales duranre los anos 80.
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La impresión de esta obra se terminó
el dia 30 de marzo de 2003
en los talleres gráficos de
EDICIONES ANTROPOS LTOA.