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Esta era de la información es también de fiscalización

Por: Erick Pfuro


Transparencia. Quizá esta palabra ya esté demasiado manoseada por políticos que
prometen una gestión inundada en este derecho, o también denunciando a sus
opositores que sean… transparentes… Pero en sí, es la transparencia —aunque no
lo crean— lo que está demostrando de manera más rápida actos que burlan la
autoridad moral, la fiscalización nacional y el derecho a la información que el
pueblo debe reclamar de sus autoridades vigentes o quienes ostentan el poder.

El pasado 17 de julio el análisis de la base de datos Verita arrojó un total de 1,395


candidatos con sentencias. Verita trabajó con la información declarada
voluntariamente. Pero el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) sí tuvo acceso al
Registro Nacional de Condenas y descubrió que eran 2,131 los candidatos
sentenciados y la mayoría son del departamento de La Libertad del partido de
Alianza para el Progreso que lidera César Acuña, el famosamente cyberbulleado
por sus errores ortográficos como confundir “Haya con Halla”.
Todo esto gracias al «periodismo de datos», que es el periodismo que utiliza, como
una de sus fuentes, grandes bases de datos, las que analiza, procesa y, luego, hace
comprensible para una gran audiencia.

Verita inició hackeando al JNE y publicando cómo hacerlo desde el cómodo


escritorio de tu casa, a través de la web utero.pe, el usuario Aniversario Perú
compartió el software al igual que los códigos para extraer datos que el portal del
JNE tenía a disposición. Ahora el portal de dicha entidad pública ya no maneja los
datos como públicos, están encriptados y dificultan la labor hacker que no
pretende retrasar la investigación de más de 116 mil candidatos, sino más bien
acelerar el proceso de revisión, corrección y tacha.

Gracias a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, promulgada


en agosto del 2003, se puede acceder a una herramienta que los ciudadanos y
periodistas deben exigir al Estado como presupuestos de compras, sueldos y
planillas, viajes congresales, entre otros. De esta manera la información está
abierta y libre. El problema radica en que mucha de esta información se encuentra
en un lenguaje técnico, prácticamente difícil de entender. Es allí donde los hackers
—comprometidos con la fiscalización— pueden hacer uso de algoritmos y
descubrir ciertas irregularidades en la gestión de nuestras autoridades, y el
periodista trabaja toda esta información para su difusión con un lenguaje de fácil
lectura.

Nota: El Portal de Transparencia es un espacio de información único, integral y


estandarizado, para mejorar y dar mayor transparencia a la gestión pública.

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