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Argentina: la segunda mitad del siglo XX


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Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza

Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología


Material de distribución gratuita, prohibida su venta
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Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza

CINE E HISTORIA

Argentina:
la segunda mitad del siglo XX
Ezequiel Sirlin
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Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología


Lic. Daniel Filmus

Secretario de Educación
Lic. Juan Carlos Tedesco

Subsecretaria de Equidad y Calidad


Lic. Alejandra Birgin

Directora Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente


Lic. Laura Pitman

Coordinadora del Área de Desarrollo Profesional Docente


Lic. Silvia Storino
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Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente

Área de desarrollo profesional docente


Proyecto “Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza”
Coordinación general
Silvia Storino
Esteban Mizrahi

Coordinación ejecutiva
Martín D'Ascenzo

Supervisión
Patricia Bavaresco
Corina Guardiola
Mercedes Potenze
Claudia Rodríguez
Adriana Santos
Teresa Socolovsky
Verónica Travi

Producción editorial
Viviana Ackerman
Raquel Franco
Karina Maddonni
Adriana Martínez
Sergio Luciani
Liliana Santoro
Nora Raimondo

Agradecemos especialmente a Raquel Gurevich, Beatriz Masine, Javier Trimboli. Expresamos asimis-
mo nuestro agradecimiento por la lectura crítica de los módulos a los siguientes profesores de nivel
medio: Matilde Carlos, Sergio Carnevale, Horacio Fernández, Marcela Franco, Emilce Geoghegan,
Rubén Guibaudi, Julián Insúa, Gertrudis Muchiute, Claudia Paternóster, Andrea Paul, Mónica
Pianohoqui, Gustavo Ruggiero, Alfredo Sayus y Adriana Valle
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Estimados colegas:

Una de las preocupaciones compartidas por los profesores de escuela secundaria es la de


generar en sus aulas mejores condiciones para la comprensión y apropiación de los sabe-
res que la institución está convocada a transmitir.
Los alumnos que habitan nuestras escuelas transitan una época en la cual la producción
audiovisual ocupa un lugar protagónico: los jóvenes y también los adultos formamos parte
de un mundo que se comunica, divierte, informa y conmueve por medio de las imágenes.
Desde esta perspectiva, nos hemos planteado la tarea de encontrar nuevos lenguajes y for-
matos que tornen posible un mayor acercamiento entre docentes, alumnos y contenidos
de enseñanza.
En esta oportunidad, buscamos poner a disposición de los docentes un conjunto de mate-
riales con los que se busca, por un lado, enriquecer la transmisión de contenidos curricu-
lares en humanidades y ciencias sociales y, por otro, facilitar la comprensión de problemá-
ticas específicas del mundo contemporáneo relativas al mundo del trabajo, las culturas y
los vínculos juveniles. Los mismos potencian el uso de la imagen como recurso para la
reflexión sobre temáticas clave que atraviesan nuestra época.
Creemos que introducir nuevas narrativas en la escuela puede ser una excelente ocasión
para abrir debates acerca de los múltiples cambios históricos, sociales, políticos, económi-
cos y de la vida cotidiana que se abordan como objeto de conocimiento en la escuela.
La Ley de Educación Nacional dispone la obligatoriedad de la Escuela Secundaria. El
desafío que se nos plantea como sociedad es garantizar la inclusión de los adolescentes y
jóvenes en la escuela desde una justa distribución de los bienes culturales de los que dis-
ponemos. En este sentido, esperamos que los materiales que aquí presentamos enriquez-
can la tarea de enseñar y aprender en la escuela media.

Cordialmente,
Lic. Daniel Filmus
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Equipo multimedia de apoyo a la
enseñanza

La cultura audiovisual es mirada muchas veces con recelo por la escuela, cuya cotidianeidad
transcurre entre escrituras y lecturas. Sin embargo, los avances producidos en el pensamien-
to pedagógico y en cada uno de los campos didácticos sugieren que es posible favorecer los
procesos de aprendizaje en los alumnos introduciendo nuevos lenguajes en el ámbito esco-
lar.

Dado que el cine y otros medios de expresión visual han alcanzado un lugar destacado en la
cultura, pueden servir como vía propicia para acceder a las problemáticas cuyas múltiples
transformaciones afectan la vida cotidiana en las sociedades actuales y que se abordan como
objeto de conocimiento en la escuela.

Nos referimos a los medios audiovisuales como recursos para la enseñanza de contenidos pero
a la vez reserva espacio para realizar una alfabetización audiovisual en acto, en tanto el encuen-
tro que supone genera oportunidades de interacción entre los jóvenes y la imagen, en un
ambiente claramente marcado por la intencionalidad pedagógica.
El equipo multimedia de apoyo a la enseñanza que aquí presentamos, esta conformado por
ocho ciclos temáticos. Cada uno de ellos se compone de cuatro filmes y un cuadernillo para
el docente que profundiza los temas abordados en las películas, a saber:

Cine y literatura “el narrador y la ficción”


Cine e historia “Argentina: la segunda mitad del siglo XX”
Cine y ciencias sociales “trabajo y territorio”
Cine y filosofía “destino, azar y necesidad”

Además se incluyen cuatro ciclos de cine y cultura contemporánea:


“El cuidado del otro”
“Pasado argentino reciente”
“Los jóvenes y el mundo del trabajo”
“Los jóvenes de ayer y de hoy”

Esperamos que este material acompañe el trabajo de los docentes y colabore potenciando los
procesos de enseñanza.

Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente


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Índice

Introducción .................................................................................................................................. 11

Capítulo 1 ...................................................................................................................................... 15
Peronismo y década infame: Las aguas bajan turbias (1952)
Las interpretaciones históricas sobre los orígenes del peronismo
El orden peronista y la clase obrera: ambivalencias de una relación
Las aguas bajan turbias (1952): “antes” y “después”, década infame y peronismo

Capítulo 2 ..................................................................................................................................... 61
La Argentina de los cinco conflictos (1955-1973). La hora de los hornos, primera parte:
“Neocolonialismo y violencia” (1968)
Peronismo-antiperonismo
Capitalismo-socialismo
El conflicto capital-trabajo
El conflicto generacional
El conflicto interburgués
La hora de los hornos. Los ojos de la resistencia peronista

Capítulo 3 ..................................................................................................................................... 73
La última dicatdura (1976-83): Tiempo de revancha (1981)
Tiempo de revancha: el exilio interno y la resistencia del hombre solo

Capítulo 4 .................................................................................................................................... 101


Guerra y posguerra de las Malvinas: Locos de la bandera (2004)
El largo camino de la guerra de las Malvinas: las convocatorias nacionales
de la última dictadura
Locos de la bandera: silencio recuerdo en la posguerra

Cronología ................................................................................................................................... 127

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I N T R O D U C C I Ó N
Introducción
1. La buena noticia para los historiadores es que el arte puede ofrecer tes-
timonio de algunos aspectos de la realidad social que los textos pasan por
alto […]

2. La mala noticia es que el arte figurativo a menudo es menos realista de


lo que parece, y que, más que reflejar la realidad social, la distorsiona, de
modo que los historiadores que no tengan en cuenta la diversidad de
intenciones de los pintores o fotógrafos (por no hablar de las de sus patro-
nos o clientes) pueden verse inducidos a cometer graves equivocaciones.

3. Sin embargo, y por volver a las buenas noticias, el propio proceso de


distorsión constituye un testimonio de ciertos fenómenos que muchos his-
toriadores están deseosos de estudiar: de ciertas mentalidades, de ciertas
ideologías e identidades.
PETER BURKE
Visto y no visto.
El uso de la imagen como documento histórico
Crítica, Barcelona, 2005.

Abordar el pasado reciente de la como hoy las suponen los historiadores,


Argentina a través del cine nos lleva a ana- aunque, por lo común, lo más valioso de
lizar los materiales visuales desde perspecti- ellas es precisamente lo contrario: lo distor-
vas de interpretación histórica que hayan sivo de su mirada, en la medida en que esas
examinado cada período con mayor deteni- distorsiones reflejan un contexto intelectual
miento. Para que el cine se convierta en tes- o mental significativo del pasado en cues-
timonio del pasado, no podemos prescindir tión. Hace tiempo que la historia no se
de los historiadores ni de las preguntas que ocupa solamente de los
atraviesan sus debates. Es a partir de estas procesos de cambios eco-
coordenadas que lograremos apreciar la nómicos, políticos o
riqueza testimonial o interpretativa del sociales tal como habrán
pasado que el material fílmico nos propon- sido, sino de cómo esas
ga, distinguir lo “real” y lo “distorsivo” de transformaciones fueron
las obras, asumiendo los cuidados que percibidas por los con-
menciona Peter Burke. En ciertas ocasio- temporáneos. La historia
nes, las películas reflejan aspectos muy de las miradas del
aproximados a las realidades pasadas tal mundo, de la visibilidad

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de las realidades sociales, pasado expresa necesariamente un modo


ocupa un lugar cada vez de pensar predominante en la época; olvi-
más importante en la pro- darnos de las mediaciones intervinientes
ducción académica. en el contexto de la producción artística:
El primer paso consiste público, costos, estéticas que predominan
entonces en romper con la expectativa de y tantos otros determinantes.
encontrar en estos materiales una ventana Nuestra propuesta consiste en interro-
transparente a la realidad pura del pasado. gar las películas seleccionadas asumiendo
Cuando se trata de documentales contem- las buenas y las malas noticias (finalmente
poráneos al período histórico sobre el que buenas) de Peter Burke con respecto a las
discurren, que utilizan imágenes en apa- fuentes visuales y artísticas en general.
riencia captadas del modo más neutro, la Después de todo los historiadores no
ilusión de estar viajando en el tiempo es somos menos cautelosos con las fuentes
aún mayor y nos parece que nada puede ser escritas, que sabemos examinar como
más semejante al pasado mismo. Nuestra interpretaciones valiosas del pasado sólo en
mente, acostumbrada a construir visiones la medida en que las contrastamos con
del presente a partir de los noticieros de otros testimonios contemporáneos y con
televisión, tiene por demás naturalizada la estudios retrospectivos a cargo de historia-
expectativa de que el paisaje del aconteci- dores. Pero curiosamente, en el momento
miento histórico nos llegará también a tra- de abordar los testimonios del cine o de las
vés de una pantalla. artes visuales en general, solemos relajarnos
Los historiadores del arte y, en particu- de la cautela entrenada para el texto escrito
lar, los especialistas en pintura histórica, porque, muy frecuentemente, hay que
han reflexionado con más cuidado sobre admitirlo, llegamos a los testimonios visua-
las ventajas y dificultades de los materiales les en actitud de descanso, en busca de una
visuales para el conocimiento del pasado. alternativa de respiro a la exposición. Se
Las recomendaciones de Peter Burke son trata entonces de acercarnos a las películas
muy útiles para un acercamiento a estos con menor ingenuidad visual, con la dis-
problemas desde el interés del profesor de posición precavida con que abordaríamos
historia deseoso de usar fuentes visuales. un texto clásico, como el Facundo, del que
Este autor nos advierte sobre los descuidos sabemos está muy cargado de sistemas
más comunes en los que solemos caer los intelectuales y estéticos, a través de los cua-
profesores cuando creemos haber encon- les Sarmiento ensayaba sobre la “realidad”
trado un campo de imágenes transmisoras argentina. Los historiadores de las ideas no
por sí mismas. Por ejemplo, suponer que la cesan de descubrir nuevos “prismas de
mirada de un autor contemporáneo del visión” en la composición de este texto.

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Guber y Federico Lorenz acerca de las ver-


tientes de representación y memoria social
más extendidas en torno de Malvinas resul-
tan indispensables para contextualizar y
Del mismo modo, la historia de los comprender lo singular de la visión de la
mensúes mesopotámicos que relata Las guerra y de la posguerra que plantea Locos
aguas bajan turbias es más rica como testi- de la bandera.
monio de la ideología peronista en el El propósito de este módulo es contri-
momento de representar los años anterio- buir a estos cruces entre historiadores y pelí-
res a su existencia, que como testimonio o culas seleccionadas. Facilitar ciertas líneas de
estudio de la realidad preperonista. La pri- interpretación histórica desde donde inte-
mera parte de La hora de los hornos es más rrogar las obras sobre la base de textos des-
valiosa como testimonio de una mirada tacados de nuestra historiografía sobre la
vinculada al ala izquierda de la resistencia Argentina reciente. Las películas han sido
peronista de los años 60 muy dependiente escogidas sobre la base de una experiencia
del revisionismo histórico, que como ensa- acumulada en talleres de cine e historia diri-
yo social de la Argentina bajo Onganía. gidos a docentes de enseñanza media, en
Para captar estos aspectos será prove- distintas regiones del país.
choso cruzar las obras con una selección de Cada capítulo consta de cuatro partes:
interpretaciones históricas relevantes. 1) una introducción donde se vincula la
Cuánto más reveladora resulta Las aguas película con los debates historiográficos en
bajan turbias vista a la luz de las interpreta- torno del período; 2) una segunda parte
ciones de Gino Germani, Miguel Murmis, donde nos alejamos de la
Juan Carlos Portantiero y Daniel James película para concentrarnos
sobre los orígenes del peronismo. O la pri- en las coordenadas históricas
mera parte de La hora de los hornos contras- y conceptuales del período,
tada, por ejemplo, con las tesis de siguiendo a los analistas más
Portantiero o de Alfredo Pucciarelli acerca destacados; 3) una tercera
de cuál era la burguesía que dominaba en parte en la que volvemos a la
los años de Onganía. La riqueza de Tiempo película, para examinarla a
de revancha, al momento de recrear y trans- la luz de los problemas his-
mitirnos modos de resistencia bajo la dic- toriográficos vistos en el
tadura, es más visible a la luz de los traba- punto anterior; 4) un cuarto
jos de Guillermo O’ Donnell sobre el coti- apartado dedicado a plante-
diano en los años de plomo. Y, finalmente, ar actividades de integra-
las recientes investigaciones de Rosana ción.

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Peronismo y década infame


Hugo del Carril, 1952
Las aguas bajan turbias

Introducción

En cincuenta años de reflexión histórica


sobre los orígenes del peronismo, los ana-
listas siempre han estado de acuerdo en un
punto: para explicar por qué los trabajado-
res argentinos se unieron en apoyo a Perón
era necesario llevar la vista más atrás en el
tiempo y concentrarla especialmente en los
años 30, en la llamada “década infame”. riador Daniel James, abordar la experien-
Así lo hicieron las interpretaciones más cia histórico-vivencial de los trabajadores
destacadas: en la frustrante década anterior también es
a) Para el sociólogo Gino Germani, en un paso ineludible, en función de com-
esos años previos se había producido un prender el proceso de dignificación espiri-
muy veloz proceso de industrialización y tual que los haría peronistas.3 d) Los estu-
migraciones internas que no daría tiempo diosos más recientes de las políticas cultu-
a que los trabajadores adquiriesen la con- rales que vinculan al Estado peronista y los
ciencia de clase necesaria para esquivar el trabajadores concuerdan en que estos
engaño y la manipulación del líder caris- cambios bajo el peronismo sólo pueden
mático.1 b) Para Juan Carlos Portantiero y abordarse teniendo en cuenta las tensiones
Miguel Murmis, también es imperioso acumuladas previamente.4
revisar la “década infame”, aunque para Este mismo recorrido, sobre un “antes
comprobar más bien lo contrario: en los social” que explicaba el “después”, estuvo
orígenes del peronismo habían sido deter- también presente en la autojustificación
minantes trabajadores con experiencia sin- histórica del peronismo en todos los géne-
dical y capacidades suficientes para com- ros en que se expresara: propaganda ofi-
parar sus escasos logros en la década ante- cial conmemorativa o proyectiva, discur-
rior con los obtenidos entre diciembre de sos de Perón, iconografía, símbolos, anec-
1943 y octubre de 1945.2 c) Para el histo- dotario popular sobre los orígenes.

1 Gino Germani, Política y sociedad en una época de transición, Paidós, Buenos Aires, 1962.
2 Miguel Murmis y Juan Carlos Portantiero, Estudios sobre los orígenes del peronismo, Siglo XXI, Buenos
Aires, quinta edición, 1987.
3 Daniel James, Resistencia e integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina 1946-1976,
Sudamericana, Buenos Aires, 1990, capítulo 1: “Los antecedentes”.
4 Véase por ejemplo Isabella Cosse, Estigmas de nacimiento. Peronismo y orden familiar 1946-1955, Fondo de
Cultura Económica-Universidad de San Andrés, Buenos Aires, 2006.

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aula en dirección a este punto donde se


cruzan los historiadores permite acercar-
nos a la complejidad de la experiencia del
peronismo y sus legados.
La película, contrastada con la historia
de la película, también nos habla de esta
complejidad. Los avatares de la realización
de Las aguas… muestran un aspecto del
peronismo en tanto régimen político que
el espíritu vindicador del filme hubiera
Las aguas bajan turbias constituye la preferido ocultar, como de hecho Hugo
más conocida versión cinematográfica de del Carril se vio obligado a hacer en el
una mirada retrospectiva dirigida a los momento de los créditos. Una historia
años 30 y 20, con el claro propósito de reveladora de lo que Daniel James llamaría
justificar y valorar al peronismo en tanto la ambivalencia de la ideología peronista.
ecuación social reparadora de los conflic-
tos de clases, de dejar en claro su necesidad
histórica. Nos introduce en la compara-
ción entre los “dos tiempos” (“el antes” y
“el después”) establecida por el discurso
oficial, por los propios trabajadores y, más
tarde, por los historiadores. Nuestra pro-
puesta consiste en tomar como eje esta
dicotomía temporal “años 30” y “peronis-
mo” desde las perspectivas de interpreta-
ción histórica más destacadas que han Las aguas bajan turbias está basada en
abordado los orígenes del movimiento de la novela del militante comunista Alfredo
masas. Lo que nos enfrenta a la pregunta Varela, El río oscuro, publicada con apro-
más elemental que guió el debate desde el bación de la crítica y éxito editorial en
comienzo: ¿por qué la clase obrera se hizo 1943. Cuando Hugo del Carril se dispuso
peronista? ¿Qué ganancias y qué pérdidas a filmarla, Varela estaba preso en Villa
implicó para ella esta vinculación? Devoto por su militancia comunista.5 Del
Encaminar las clases y las actividades en el Carril examinó la posibilidad de adaptar

5 Véanse la introducción a la novela El río oscuro, Hyspamérica, Buenos Aires, 1985, y el artículo de Luis
Alfredo Villalba “Las aguas bajan turbias”, en Los Andes-On line, Mendoza, 8 de agosto de 2002.

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que yo era comunista y que me


la novela al cine. Visitó a Varela en la cár- había prontuariado por comunista,
cel hasta conseguir su consentimiento y aunque yo nunca milité en el comu-
en los sucesivos encuentros trabajaron nismo. Bueno, en esa reunión Apold
dijo que yo era el único que había
juntos en los diálogos. Según Luis filmado la película de un comunista.
Villalba, antes de este encuentro, Hugo Y Perón –cosa que era cierta porque
yo lo había consultado– le dice rién-
del Carril ya había tenido inconvenientes dose: “Lo autoricé yo”. Ésa fue la
con el secretario de Informaciones Raúl lápida. Entonces le dije: “General,
Apold, quien lo vigilaba de cerca. Pero las no soy el único prohibido”. Le dije
que había más de cien artistas que
relaciones entre el censor del régimen y estaban en una lista y que si quería
Hugo del Carril empeoraron a partir de se la mandaba. Entonces me empla-
zó para que se la mandara.
que éste frecuentara a Varela en la cárcel. El caso es que le mandé la lista y a la
El acoso del funcionario se hizo más seve- semana la gente del ambiente no enten-
ro contra el hombre que había entonado día nada. Todo el mundo volvió a tra-
bajar y nadie supo nunca el porqué.
la más difundida versión de la marcha
peronista. A Hugo del Carril le costó tra-
bajo llegar hasta Perón. Su propio testi- Citado en Gacemail-Tea,
Nº 73. Fuente original:
monio de la entrevista, recogido por Gustavo Cabrera, Hugo del Carril
Gustavo Cabrera, será valioso para nues- Un hombre de nuestro cine
tro abordaje. Ediciones Culturales Argentinas
Buenos Aires, 1989.
Durante dos años,[Apold] me hizo
la vida imposible. Dos años en que
siendo amigo del General, no podía El testimonio es ilustrativo del costado
llegar a él porque me bloqueaban.
Ocurrió que el hermano de Perón se anticomunista del peronismo-Estado y de
enteró de mis sinsabores y me mandó la función mediadora del líder ante las ten-
llamar. A los pocos días, llega un siones ideológicas dentro del movimiento.
mensajero a casa y me dice que el
General quería verme y que lo fuera El rol de árbitro acentuó el poder de Perón
a ver a la Casa Rosada a las 6 de la desde 1945 hasta su muerte en 1974.
mañana del día siguiente y que
entrara por la puerta de atrás. Para abordar el derrotero de un movi-
Cuando llegué, me saludó cordialmen- miento político que dio lugar a formacio-
te y me preguntó “¿Qué le anda pasan- nes ideológicas tan diversas es necesario
do?”. Le expliqué que no podía traba-
jar ni salir del país. Se demudó y me comenzar por su origen y la discusión his-
pidió pormenores que le tuve que dar. toriográfica en torno de él. Además de la
Entonces Perón hizo llamar a Apold
de inmediato. Creo que se debió clase obrera, la alianza social peronista
haber sacado el pijama en el viaje. incluía en 1946 a otros sectores estratégi-
Lo hizo sentar a mi lado y le pre- cos de la sociedad: Fuerzas Armadas,
guntó qué pasaba. Apold trató de
tirarme todo el barro posible, dijo Iglesia y buena parte de la burguesía dedi-

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cada a las industrias sustitutivas de impor- composición social y la crisis industrial en


taciones (ISI). Como señala Juan Carlos puerta cuando volvieran a llegar los pro-
Torre, Perón logró tejer una alianza entre ductos extranjeros una vez que se recom-
ellos y la clase obrera porque tenía para pusieran el mercado mundial y la capaci-
ofrecer una solución común y articuladora dad exportadora e importadora de la
de los temores, intereses y necesidades que Argentina. El peronismo era entonces un
a cada sector se le habían planteado al movimiento político considerablemente
cabo de los vertiginosos cambios del perí- más amplio y complejo que la alianza
odo 1930-43. A los ojos de industriales, entre el líder y los trabajadores. Sin embar-
Iglesia y Fuerzas Armadas, la ecuación de go, lo más rico del debate historiográfico
Perón contemplaba una solución al triple ha girado en torno de este último vínculo,
peligro de la agitación comunista, la des- el más masivo y perdurable luego de 1955.

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C A P Í T U L O 1
Las interpretaciones históricas
sobre los orígenes del
peronismo
Por qué los trabajadores argentinos esta- democrática. De las comarcas más humil-
blecieron con Perón el vínculo más fuerte y des y tradicionales de la Argentina habían
duradero que haya existido entre un gober- llegado los contingentes de trabajadores
nante y un sector de la sociedad argentina? “nuevos” en “estado de disponibilidad” para
¿Por qué optaron por ello en lugar de adhe- ser seducidos y maniobrados por el gestor
rir a la Unión Democrática, o de organizar del autoritarismo de masas. El trauma pro-
un movimiento político independiente del vocado por un ingreso sin transiciones al
líder, con una orientación quizá socialista o mundo moderno habría llevado a que los
anarquista, comunista o sindicalista nego- migrantes buscaran la protección del líder
ciadora? paternalista, quien, según Germani, mani-
Antes de que Daniel James volviera a pularía a los recién llegados y así evitaría lle-
plantear la pregunta en su libro Resistencia var a cabo las reformas más estructurales
e integración, en el ámbito académico que proponían los partidos tradicionales de
sobresalían dos visiones contrapuestas que izquierda.
intentaban esclarecer el hecho. Lo otorgado por el líder populista era
Llamaremos “visión clásica” a la primera y para Germani más sustancial que “un
“visión revisionista” a la segunda. plato de lentejas”, pero los trabajadores
La visión clásica, configurada a fines de deberían pagar el alto costo de resignar un
los años 50 por el sociólogo italiano Gino horizonte social igualitario como aquel
Germani, juzgaba que la adhesión de los por el que propugnaban los obreros euro-
trabajadores argentinos al líder carismático peos de posguerra
constituía un hecho extraño a la norma que afiliados a los parti-
establecían los trabajadores europeos, tan dos comunistas. Los
celosos por conservar su autonomía de clase migrantes internos
frente a cualquier intento de neutralización de la Argentina, no
estatal-caudillista-movimientista. El con- politizados por estos
traste residía para Germani en las deficien- partidos, carecían en
cias de una clase obrera argentina veloz- definitiva de la con-
mente multiplicada por el proceso de susti- ciencia de clase que
tución de importaciones.6 La rapidez del los hubiera disuadido
crecimiento industrial post 30 habría gene- de apoyar el régimen
rado un proletariado con mayoría de traba- de la seudo-libertad, los seudo-objetivos y
jadores sin experiencia industrial, urbana y la seudo-participación.

6 Gino Germani, ob. cit.

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Perón y Evita con delegados


del Congreso de Obreros
Rurales (febrero 1948)

En su reconstrucción impresionista, sometimiento que antes habían mantenido


Germani imaginaba una clase obrera des- con el patrón de estancia y el caudillo pro-
prevenida que, de manera más afectiva que vincial.
racional, adhería a la propaganda del régi-
men sin capacidad de criticar su faz iluso- El intento de “peronizar”
ria. El ingreso de las masas trabajadoras a la a la sociedad no se detenía
escena política era controlado por el caudi- en las escuelas primarias
llo bonapartista, que fijaba los límites
abortando todo anhelo de participación Hasta aquí hemos visto lo primordial de
autónoma. En la gran ciudad, los migran- Germani y de su intento de explicar el
tes se identificaban con el gran caudillo, peronismo adaptando imágenes y concep-
sobre quien proyectaban los vínculos de tos creados por la psicología de masas a
propósito de los totalitarismos europeos,
especialmente el fascismo italiano y el
“Bonapartismo” y “populismo”... nazismo alemán que habían “hipnotizado”
a las clases medias.
... son términos frecuentemente empleados por quienes critican al pero- La visión revisionista nacida a fines de
nismo por su perfil autoritario. En el Diccionario de ciencias sociales y
políticas, supervisado por Torcuato S. Di Tella (Puntosur, 1989), se los los años 60 explicaría la peronización de
define de la siguiente manera: los trabajadores en términos casi siempre
Bonapartismo: Término que alude a determinados regímenes políticos contrapuestos a los recién mencionados.
de tipo personal, con rasgos dictatoriales demagógicos. La expresión se
originó en la experiencia de Luis Bonaparte en Francia, quien, elegido
En Estudios sobre los orígenes del peronismo
presidente de la República en 1848, dio un golpe de Estado en 1851, (1970), Miguel Murmis y Juan Carlos
disolvió la Asamblea Legislativa y fue proclamado emperador un año Portantiero cuestionaron los supuestos
después. Karl Marx escribió El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1852), centrales de la visión clásica. La siguiente
analizando críticamente estos acontecimientos en el marco de la lucha
de clases. Sobre la base de ese texto, algunos autores marxistas catego- cita de afirmaciones revisionistas servirá
rizan como bonapartismo ciertos casos en los que un gobernante se pre- para resumir el contenido de la nueva
senta como árbitro colocado por encima de las clases, pretendiendo interpretación.
ejercer el poder en nombre del pueblo, aunque en el fondo responde a
una orientación conservadora; en la caracterización de movimientos
populistas latinoamericanos, como el peronismo, el varguismo, e inclu- 1) que en el surgimiento del peronismo
so algunos gobiernos de la Revolución Mexicana, tales autores encuen- tuvieron una intensa participación organiza-
tran elementos “bonapartistas”.
Populismo: Este término se ha generalizado en América Latina para desig-
ciones y dirigentes del sector obrero “viejos”;
nar movimientos políticos con fuerte apoyo popular pero que no buscan 2) que es difícil otorgar la caracterización
realizar transformaciones muy profundas del orden de dominación exis- de pasiva, heterónoma y con miras de corto
tente, ni están principalmente basados en una clase obrera autónoma- alcance a la participación obrera en el proce-
mente organizada; el concepto se refiere a fenómenos vigentes a partir de
los años 40 de este siglo, aunque puede aplicarse retrospectivamente. so de constitución del movimiento nacional
popular;

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3) que la participación conjunta de viejos autores, como Juan Carlos Torre, han des-
y nuevos implicaba un proyecto social de cier- tacado el rol jugado por la “vieja guardia
to alcance, y tenía como componente impor- sindical” en los orígenes. El intento de
tante la continuidad programática con recla- estos líderes gremiales por edificar un
mos previos de las organizaciones obreras, del Partido Laborista sobre bases autónomas
mismo modo que la posibilidad de participa- era parte de un proyecto emancipado de la
ción obrera en una alianza policlasista era ya conducción de Perón. El temor de que el
una tendencia con importantes antecedentes líder los neutralizara estaba más que pre-
en el sindicalismo anterior al peronismo.7 sente en esta advertida dirigencia.
Daniel James procuró un acercamiento
Como surge de estos párrafos, el análi- aún mayor a la experiencia obrera de la
sis revisionista partía de otorgar mayor década infame. Auxiliado por las contribu-
importancia a la experiencia sindical que la ciones teóricas del marxismo cultural
clase obrera había vivido antes del peronis- inglés,8 James trató de reconstruir una “his-
mo, durante la “década infame”. toria desde abajo” que permitiera compren-
Trabajadores plenamente establecidos en el der a los proletarios argentinos que se brin-
mundo moderno (“viejos”) habrían jugado daron al peronismo incluso en las circuns-
un rol decisivo en los orígenes del peronis- tancias más adversas tras la caída del régi-
mo. Y, fundamentalmente, las reformas men. Sin menospreciar la importancia que
implementadas por Perón desde la tuvieron las reformas sociales llevadas a cabo
Secretaría de Trabajo y Previsión no eran por Perón desde 1943, el autor entendió
paliativos de tan corto alcance, sino un que la fortaleza y perdurabilidad del víncu-
avance palmario de los reclamos sindicales.
Por lo tanto, la adhesión de los trabajado-
res al régimen mal podía ser asociada a un
comportamiento resignado o irracional,
manipulado por el engaño y la demagogia,
sino al contrario: la efectividad del peronis-
mo al satisfacer una parte muy sustanciosa
de los reclamos permitía adjudicar raciona-
lidad y pragmatismo a los trabajadores del
17 de octubre. En esta misma línea, otros

7 Murmis y Portantiero, ob. cit., p. 73.


8 Por ejemplo E. P. Thompson, en La formación de la clase obrera en Inglaterra, Crítica, Barcelona, 1989, y
Gareth Stedman Jones, Lenguajes de clase. Estudios sobre la clase obrera inglesa, Siglo XXI, Barcelona, 1989.

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lo se debían a cómo el discurso peronista experiencia” fue enunciada por el sociólo-


había llegado a tocar las “fibras más sensi- go cultural Raymond Williams para desig-
bles” de esos trabajadores, transformando el nar la red de elementos subjetivos que
escepticismo en optimismo, la desunión en unen a los individuos de un colectivo
unión, el miedo vivido solitariamente en popular de grandes dimensiones como, en
coraje colectivo, los estigmas raciales en nuestro caso, los trabajadores peronistas.
motivo de orgullo fraterno y nacional, la Estos elementos componían un senti-
derrota en triunfo, la inclinación en actitu- miento de pertenencia en la conciencia de
des heréticas, la humillación en dignidad. millones de personas y eran de lo más
Todo esto, sumado a los “atractivos ideoló- variados: valores y pensamientos especial-
gicos”, explicaría la conformación de la mente sociales “tal como eran vividos y
identidad peronista entendida como una sentidos activamente” por los trabajado-
“estructura de sentimientos”. res, experiencias compartidas del pasado,
Para apreciar el aporte de James, es modos de hablar compartidos (idiolectos)
necesario que nos detengamos en este con- y de misticismo que afirman la pertenen-
cepto creado por los estudiosos de la cul- cia al “nosotros” por oposición al “ellos”,
tura popular inglesa. La noción de “estruc- prácticas y símbolos de diversa especie.9
turas de sentimiento” o “estructuras de la Los trabajadores peronistas crearon por

9 Raymond Williams, Marxismo y literatura, cap. 9: “Estructuras del sentir”, Península, Barcelona, 1980.

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ejemplo un modo peronista para decir que Vale decir que, por ejemplo, si el apelativo
el día era lindo, y un arsenal de rituales, “pueblo trabajador” utilizado por Perón en
recuerdos y “gustos peronistas” relaciona- la campaña electoral del 45 llegó mejor a
dos no sólo con la lucha política y el los obreros, sucedió en la medida en que
mundo del trabajo, sino también con el para conectarse con ellos era más apto que
esparcimiento y otras esferas de la vida. “civilidad” o “proletarios del mundo”,
James analiza el modo en que el discurso voces utilizadas por las distintas formacio-
peronista fue tejiendo una poderosa red de nes de la Unión Democrática.
identificación que uniría a los trabajadores Los trabajadores procesaron mentalmen-
en su defensa del peronismo en oposición al te el discurso peronista a la luz de su expe-
antiperonismo. Como toda cultura popular riencia previa. Valiéndose de la entrevista
agrupada por reacción al “ellos”, la fortaleza directa, James intentó acercarse a la expe-
de los vínculos aumentaría ante la agresión riencia obrera para reconstruir la compara-
externa. El arrojo del 17 de octubre, el ins- ción espontánea realizada por los “descami-
tinto reactivo de la identidad peronista al sados”. Ellos nunca habrían dejado de com-
que James denomina “herético”, harían más parar las conquistas del año 44 con la frus-
sólido el vínculo en las circunstancias más tración de la “década infame”; el 17 de octu-
desfavorables luego de 1955. bre con la “Marcha de la Constitución y de
Pero el discurso peronista había sido la libertad”, donde los manifestantes de
exitoso sólo en la medida en que superaba
a los otros discursos que competían con él:
radical, conservador, socialista y comunis-
ta. Partiendo de la idea de que los trabaja-
dores se hicieron peronistas por compara-
ción, James contrasta los elementos de
cada discurso en el contexto específico del
año 45: vocabulario, tono y gestos que
acompañaban la enunciación. Contenidos
ideológicos, programáticos, afectivos.
Credibilidad, capacidad de interpretar el
cotidiano de los trabajadores en los barrios
y en las fábricas, y de proyectar ese cotidia-
no a una forma de ver el mundo.
“Formas”, “contenidos” y “contenido de las
formas” que decodificaban los trabajadores
implantados en las tradiciones plebeyas.

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clase media y alta habían cantado La decir de Alain Rouquieu, los empresarios
Marsellesa; a Perón con Braden; el discurso del año 45 vieran en el secretario de
concreto y cercano del Partido Laborista Previsión la figura de un “bombero piró-
con las consignas lejanas de la Unión mano” capaz de encender y apagar la pro-
Democrática. Y luego seguirían comparan- testa obrera en la medida en que controla-
do la época dorada del peronismo con todo ba la organización de esta clase.
lo anterior y todo lo posterior. La compara- Comprender la ambivalencia del pero-
ción entre el “antes” y el “hoy” que Las aguas nismo desde sus orígenes es necesario para
bajan turbias volvía a formular en 1952 era avanzar en el desarrollo posterior de sus
un ejercicio de lo más natural y compartido formaciones gremiales y políticas, tan
en la vivencia de los trabajadores. disímiles entre sí como la CGT vandoris-
Por último, otro aporte de James con- ta y la CGT de los Argentinos, la Triple A
siste en captar las ambivalencias del pero- y los Montoneros, el peronismo del 73 y
nismo que las visiones anteriores habían el que Menem logró agrupar. Así como en
soslayado. Como hemos visto, las versiones la historia argentina del siglo XX no hubo
clásica y revisionista discutían el significa- otro discurso que pusiera en movimiento
do social del peronismo para los trabajado- a las clases explotadas con igual masivi-
res en términos dicotómicos: autonomía o dad, también es cierto que ninguna otra
heteronomía de la clase obrera, trabajado- identidad política o configuración políti-
res inexpertos o experimentados, irraciona- co-ideológica logró tan eficaces manio-
les o pragmáticos. Para James el peronismo bras de desmovilización y supeditación de
tuvo desde sus orígenes ambos efectos al los trabajadores a las clases dominantes.
mismo tiempo. Fortaleció y unificó a la Tal vez la mayor paradoja o “ironía de la
clase obrera en un movimiento signado historia” en el siglo XX de la Argentina
por impulsos heréticos, a la vez que cons- consiste en que el Estado de bienestar
truyó la estructura de mando vertical que redistributivo que el peronismo clásico
le permitiría fijar límites a ese andar, inte- montó, fue desmontado en lo más pro-
grando la clase obrera al Estado por medio fundo por el mismo movimiento en los
de sus contenidos desmovilizadores. El años 90. Lo que el peronismo construyó
peronismo creó sus propios antídotos ide- sólo el peronismo pudo destruirlo hasta
ológicos contra el impulso herético-con- los cimientos. La estructura de grandes
frontativo, al que siempre podría volver a sindicatos, el verticalismo y el culto al
apelar en caso de necesitarlo. Las dos caras líder cumplieron en cada momento la
del peronismo habrían llevado a que, al función opuesta.

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El orden peronista y la clase


obrera: ambivalencias
de una relación
El acercamiento izquierda. Perón no
llegó a los trabajado-
En la historia argentina del siglo XX cues- res de manera direc-
ta encontrar una maniobra de proyección ta, sino por interme-
política tan hábil y exitosa como la que dio de un sector del
Perón puso en marcha a fines de 1943.10 gremialismo preexis-
Había hecho pie en el Estado porque antes tente. También pro-
había afianzado su posición en las redes movió a sindicalistas
políticas del Ejército lanzado al poder. Una de segunda línea
vez consumado el golpe, logró tener a su mediante la funda-
cargo la Secretaría de Trabajo y Previsión ción de sindicatos
por ser entre sus compañeros de armas paralelos, acordada
quien tenía una solución meditada respecto en la secretaría esta-
de los temores del Ejército por la creciente tal, que reemplaza-
agitación obrera liderada por sindicalistas ban a los dirigidos
afines al Partido Comunista. Perón desplegó por la izquierda sindical. La tercera táctica
una estrategia de acercamiento al mundo consistió en acelerar sorprendentemente un
obrero compuesta por tres tácticas: repre- conjunto de medidas a favor de los reclamos.
sión, cooptación y satisfacción de reclamos.
Las tres fueron simultáneas, pero dirigidas a Transformaciones en la configuración
diferentes destinatarios del heterogéneo sindical
mapa sindical.
La persecución, el encarcelamiento y la Ganadas las elecciones de 1946, Perón
intervención de gremios fueron efectuados programó un nuevo ordenamiento sindi-
contra la izquierda sindical cercana al cal. Años más tarde diría el axioma que las
Partido Comunista, al Partido Socialista y a 62 grandes organizaciones sindicales eran
las organizaciones anarquistas. La coopta- “la columna vertebral del movimiento”.
ción, en cambio, fue la táctica empleada para Entonces, ¿qué formato de organización
acercarse a lo que Juan Carlos Torre ha deno- previó el líder para fortalecer la unidad de
minado “la vieja guardia sindical”, en refe- las bases asegurando su poder vertical? Las
rencia a gremialistas negociadores e indepen- transformaciones habilitadas por la nueva
dientes de las organizaciones políticas de Ley de Asociaciones Profesionales (1945)

10 Los intentos de Onganía, en 1966, y del almirante Massera, en 1978, de fortalecerse políticamente estable-
ciendo alianzas con sectores de la burocracia sindical, fracasarían rotundamente.

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tendieron a una centralización extrema de más autónomo, democrático, probable-


los sindicatos y sus conducciones. El sindi- mente insurrecto. La centralización de los
cato único por actividad implicó por ejem- gremios buscó minimizar el peso del sindi-
plo que, en el sector metalúrgico, 21 orga- calismo confrontativo de base que amena-
nizaciones sindicales que sólo sumaban zaba con volver a afianzarse en el nivel de la
5.000 afiliados fueran aglutinadas en una planta industrial. La negociación se elevó a
única organización gremial con 120.000 instancias sólo accesibles a una burocracia
aportantes: la Unión Obrera Metalúrgica. sindical. Los convenios colectivos habrían
La centralización también tuvo lugar en el limitado los reclamos según los márgenes
plano de la negociación entre el capital y el establecidos por el Estado.
trabajo mediante la generalización de los Por el contrario, desde la perspectiva de
convenios colectivos y la formación de una una interpretación afín al peronismo de
CGT única. izquierda, la centralización gremial generó
¿Cómo impactaron estas transformacio- en la clase obrera argentina una unidad de
nes en la autonomía sindical y en la fortale- acción en sus luchas que jamás había teni-
za de los trabajadores en cuanto a avanzar do. Fortaleció la movilización para que las
en sus reclamos? ¿Debilitaron estos cambios reformas sociales se efectivizaran en los rin-
a la clase obrera? ¿La hicieron más fuerte de cones remotos de la producción. Los con-
lo que era? O bien, una tercera posibilidad: venios colectivos permitieron sobre todo
¿la hicieron más fuerte de lo que era, pero que el trabajador de pequeños talleres
menos fuerte de lo que “podría haber sido” obtuviera mayor capacidad de reclamo.
si el peronismo no se hubiera puesto en su Que la clase obrera argentina era más fuer-
camino para reconfigurarla institucional- te luego de la unificación gremial y de la
mente? Estas preguntas nos devuelven al afiliación masiva quedaría de manifiesto
debate principal acerca del significado para estos autores cuando el gobierno
social e histórico del peronismo para los peronista cayera y los trabajadores y los
trabajadores argentinos, lo que siempre sindicatos tuvieran un considerable resto
remite a la situación de éstos antes de 1943. de capacidad autónoma para resistir.
Desde la óptica de Germani y de la
izquierda no peronista de la Argentina, la ¿Es posible que balances tan disímiles
centralización de la conducción sindical fue hayan captado, uno y otro, cierta verdad
una herramienta institucional destinada a esencial acerca de la relación peronismo-
completar la subordinación de los trabaja- clase obrera? Desde la perspectiva de
dores al Estado bajo las alas de un régimen Daniel James, la noción de legado ambiva-
bonapartista. El peronismo habría bloquea- lente encuentra en el punto de la configu-
do un desarrollo sindical eventualmente ración sindical su ejemplo más visible. Lo

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interesante de este enfoque es que logra Componentes ideológicos


incorporar en una misma caracterización de la ambivalencia:
las dos caras del peronismo: su función el costado herético y la armonía social
amortiguadora del conflicto pero también
su capacidad potenciadora, llegado el caso. En el desarrollo ideológico del primer
Bien entendida, “ambivalencia” implica la peronismo se expresó por primera vez su
“aptitud de una cosa para ser empleada con ambivalencia. De un lado los contenidos
dos usos o sentidos opuestos o distintos”.11 de autoafirmación trabajadora y plebeya,
Ambivalencia no es sinónimo de “ambi- confrontativos, irreverentes, antioligárqui-
güedad”, término que se utiliza para lo que cos. Del otro lado, los contenidos tendien-
carece de precisión, no claro o no terminante. tes a la armonía entre las clases, la desmo-
Para James la experiencia del peronismo vilización, la valoración del reducto fami-
legó una clase obrera con capacidades liar como espacio de concreción de la vida
ambivalentes. Luego de 1955, la centrali- feliz, de la utopía peronista.
zación de los gremios serviría tanto para Según James, en momentos de mayor
dotarla de unidad de acción contra el anti- confrontación (por ejemplo los años 1946
peronismo, como para contener esa movi- y 1955) el peronismo haría uso de los con-
lización. Unida por la afiliación masiva y la tenidos no revolucionarios, pero sí “heréti-
estructura de sentimientos, sería capaz de cos”, para enfrentar abiertamente a los sec-
duplicar su congregación de manera coor- tores tradicionales de la sociedad. En un
dinada, pero también de generar transac- proceso de autoafirmación y recuperación
ciones con las dictaduras antiperonistas del orgullo, los marginados sociales y
que intentaron reintegrarla al Estado. raciales provenientes de interior dejaron de
Resistencia e integración: en la historia del lado la reverencia y el temor que los colo-
sindicalismo peronista las dos caras se mos- caba a merced de situaciones de explota-
trarían lo suficiente como para tener enti- ción extremas. Lo hicieron al tiempo que
dad en una visión histórica que intentara adoptaron una imagen de sí mismos aso-
captar la complejidad de la experiencia ciada a la salvación nacional, a la
peronista. Llegaría el momento en que las “Argentina potencia”, valores trascendentes
dos funciones, “impulso” y “freno”, habrí- con que dotaban de energía contagiosa su
an de desplegarse al mismo tiempo, como andar peronista. Esto conllevaba el desa-
ocurrió sobre el final de los años 60 en la rrollo de una contrafigura: el oligarca ven-
disputa entre la CGT vandorista y la CGT depatria, más tarde “gorila”, a quien se
de los Argentinos. transferían sin mediaciones los caracteres

11 Diccionario de uso del español, Gredos, Madrid, 1992.

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contrarios al “nosotros”: “Argentina gran- nía al capitalismo central en la segunda


ja”. La construcción de ambas imágenes posguerra. Como señala Clauss Offe, la
fue parte de un proceso de creación colec- explicación keynesiana de la crisis capitalis-
tiva a partir de materiales preexistentes en ta basada en el problema de la demanda
el lenguaje popular: los refraneros rurales y deficiente como causa primordial del sub-
provincianos se combinaron con elemen- consumo y de la sobreinversión establecía
tos del mundo fabril en esta suma de enal- una nueva lógica de diálogo entre el capital
tecimiento de lo popular-plebeyo. y el trabajo basada en que cada parte asu-
Pero, yendo al otro lado de la ambiva- miera el lugar de la otra en función de su
lencia, ¿cuáles fueron los contenidos apaci- propio beneficio.12 Los capitalistas debían
guadores del conflicto que el mismo pero- entender que para evitar la crisis y acrecen-
nismo clásico puso en circulación luego de tar sus ganancias era necesario aumentar
1946? La imagen más autocomplaciente los salarios con el objeto de crear más
del peronismo, el cuadro histórico-social demanda efectiva. Debían hacerlo en fun-
donde se resolvían las contradicciones de ción de su propio egoísmo empresarial. Los
clase y en definitiva se concretaba la utopía trabajadores, por su parte, debían aceptar
peronista, queda expresada en Las aguas que los aumentos salariales se correspon-
bajan turbias por contraste. Una clase dieran con una mayor productividad para
obrera integrada, que convive con el capi- asegurar la ganancia empresaria en pos del
tal en la medida en que el Estado había eli- pleno empleo. El peronismo hizo com-
minado lo más intolerable de la explota- prender a la burguesía industrial, dirigida
ción. Transformando al “capital explota- al mercado interno, la función anticíclica
dor” en capital “socialmente responsable” que Keynes adjudicaba a los sindicatos
se creaba el marco de ordenación social y enmarcados en el nuevo diálogo.
recomposición familiar que el capitalismo
no había conseguido hasta el momento.
Aunque el peronismo se jactara de
haber descubierto una síntesis histórica
que ofrecía al mundo entero, esta concilia-
ción sobre la base de la redistribución no
difería en lo esencial de la ecuación econó-
mica y social que el keynesianismo propo-
El peronismo se veía a sí mismo como una síntesis
superadora de las variantes mundiales.

12 Claus Offe, Contradicciones en el Estado del bienestar, Alianza, México, 1988.

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La personificación del Estado de bienestar en


las figuras de Perón y Evita diluía el carácter
estatal de la ayuda en la representación popu-
lar.

Autonomía y heteronomía

El “líder” o los “trabajadores”: ¿quién


dominaba entonces la relación, y hasta
dónde llegaba en todo caso su capacidad de
En la Argentina el peronismo comandó manipular al otro? En la visión de Germani
el paso de un modelo de sustitución de y de intelectuales de izquierda como
importaciones no redistributivo a uno que Milcíades Peña, las masas inexpertas eran
sí lo era. La redistribución primaria, es un instrumento pasivo que el líder maneja-
decir, por la vía salarial, significó un ba según sus cálculos de perpetuación en el
aumento promedio cercano al 40 % entre poder.14 Por el contrario, en la visión de
1946 y 1948. En el total de los ingresos Murmis y Portantiero, una vieja guardia
nacionales, esto habría elevado la participa- sindical con experiencia había apostado a
ción relativa de los asalariados del 37 % al Perón con recelo y anhelo de autonomía.
47 % en 1950.13 También fue significativa Desde el principio existía esa prevención y
la redistribución secundaria, es decir, por siempre quedaría algo de ella.
fuera del circuito de la producción y de la Quienes afirman que a lo largo del pri-
relación entre el capital y el trabajo: cons- mer ciclo de gobiernos peronistas la auto-
trucción de viviendas populares, progra- nomía de la clase obrera siguió en pie a
mas universales de salud y diversos tipos de pesar de los intentos estatales por domesti-
complementaciones formaron parte de la carla, encuentran las más firmes evidencias
compensación promovida directamente sobre el final del período, bajo la órbita del
por el Estado. Como en Europa, las presta- Segundo Plan Quinquenal. Los trabajado-
ciones sociales alcanzaron un marco tan res habrían bloqueado las medidas impul-
general como los derechos electorales, con sadas por el Estado peronista y la burgue-
la particularidad de que en la Argentina, el sía industrial, tendientes a una vuelta atrás
Estado de bienestar nacería burdamente en materia de condiciones de trabajo
personificado en las “figuras protectoras” impulsada para aumentar la productivi-
de Perón y Evita. La instrumentación polí- dad. Con su resistencia, los sindicatos
tica de los planes sociales llegaría a niveles habrían logrado mantener prerrogativas
inusitados. favorables a las comisiones internas, en

13 Pablo Gerchunoff y Damián Antúnez, “De la bonanza peronista a la crisis de desarrollo”, en Juan Carlos
Torre (compilador), Los años peronistas 1943-1955, Colección Nueva Historia Argentina, tomo VIII,
Sudamericana, Buenos Aires, 2002, p. 145.
14 Milcíades Peña, “El legado del bonapartismo: conservadorismo y quietismo en la clase obrera argentina”,
en Industrialización y clases sociales en la Argentina, Hyspamérica, Buenos Aires, 1986.

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contra del nuevo planteo co: “En un sentido impor-


empresarial. Todo esto suce- tante, la clase trabajadora
día mientras se desintegraba la misma fue constituida por
alianza social peronista. Perón […] La construcción
También los trabajadores habrían resistido de la clase trabajadora no implicó necesa-
con éxito que se efectivizaran los contratos riamente la manipulación y la pasividad
petroleros con empresas norteamericanas, asociadas a la poderosa imagen de las
como Perón había propuesto para superar ‘masas disponibles’ […] Había en juego
el cuello de botella energético. indiscutiblemente un proceso de interac-
Con las siguientes palabras James expli- ción en dos direcciones, y si bien la clase
ca la ambivalencia del peronismo en el trabajadora fue constituida en parte por el
punto de la autonomía, tratando una vez peronismo, éste fue a su vez en parte crea-
más de superar el planteamiento dicotómi- ción de la clase trabajadora”.15

15 Daniel James, ob. cit., p. 56.

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Las aguas bajan turbias (1952):


“antes” y “después”,
década infame y peronismo
Leída como una defensa del peronismo “río de civilización y de progreso”, el “para-
y de su misión reparadora en la sociedad, íso verde” del presente peronista, y el
Las aguas bajan turbias relata, a través de la “infierno verde” del pasado, donde trans-
historia de los mensúes mesopotámicos, el currirá la historia de los hombres “sin ros-
“tiempo anterior” dominado por la explo- tro, sin nombre y sin familia”.
tación inhumana, la desunión y la desorga- Como señala Fernando Perales, “la
nización, que dejaba a los trabajadores reconciliación entre patrones y trabajado-
expuestos a las peores crueldades. Como res” sobre la base de una reparación histó-
diría James, en 1952 la dicotomía tempo- rica en favor de estos últimos forma parte
ral (“antes” y “después”) funcionaría natu- del final feliz implícito en Las aguas…16 El
ralmente a modo de un código de inver- punto de inflexión en la trama se produce
sión binaria instalado en la conciencia de cuando los explotados comprenden que
los trabajadores. Bastaría que la historia sólo organizándose en sindicatos, afrontan-
mostrara trabajadores explotados, desuni- do la situación colectivamente, pueden
dos, alcohólicos, empujados al enfrenta- vencer a sus explotadores. Este descubri-
miento, para que de manera instantánea se miento tiene lugar en una charla a la
produjera el contraste con el “presente intemperie, en la selva misionera del Alto
peronista”: trabajadores dignos, integra- Paraná. Una carta había atravesado la geo-
dos, abstinentes, contenidos por el orden grafía y la dominación patronal informan-
familiar. do que los trabajadores del Bajo Paraná lo
No obstante, en el principio y en el habían conseguido: “En el Sur el mensú ha
final de Las aguas…, el narrador en off formado sindicato”. Sin embargo, aunque
recuerda explícitamente la dicotomía tem- existe esta referencia externa, los yerbateros
poral, cuando aclara que ese pasado ya se parecen descubrirlo ellos mismos por pri-
habría revertido. Esta voz que controla la mera vez: “¿Y eso del sindicato cómo es?”.
interpretación es propia de la propaganda La figura prototípica del activista anarquis-
política, tanto como del modo narrativo ta o comunista europeo que en la novela
bastante explícito del cine nacional de social revela las ventajas de la agremiación
aquellos tiempos: “Pero no siempre ha sido no existe en este caso. Los trabajadores las
así, […] hace unos años, unos pocos años; descubren solos, presionados por las cir-
con estas palabras el narrador ponía a fun- cunstancias: “Este tronco gigantesco yo
cionar el contraste entre los dos tiempos: el solo no lo muevo, solamente si todos nos

16 En “Las luchas sociales y el cine argentino”, www.segundoenfoque.com.ar/luchas_sociales_cine_argenti-


no.htm.

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hist1.16julio 12/13/07 11:13 PM Página 32

unimos podremos levantarlo”. “Eso es el to forzado del trabajador. En lugar de sala-


sindicato, uno solo no puede nada”. En Las rios, los trabajadores recibían vales en la
aguas…, la unión de los trabajadores es proveeduría patronal, donde les cargaban
más bien espontánea y autogestiva, y ante- deudas falsas para retenerlos. Además de la
rior al peronismo. Pero esto no está subra- geografía y de la violencia de los capangas
yado. A propósito del debate sobre si la (capataces), la imposibilidad de un ahorro
clase trabajadora había sido constituida mínimo sujetaba al trabajador en el lugar.
por el peronismo, o si éste había sido una También es común a estos relatos la inexis-
creación de la clase trabajadora, en Las tencia de entidad estatal alguna que pusiera
aguas… no se termina de definir una ver- límites a la explotación. El reclutamiento
sión de los orígenes. Hacia el final la pelí- forzado de trabajadores por medio de la
cula se precipita sin profundizar sobre el trampa del alcohol y del burdel era otra de
momento en que los trabajadores se cons- las prácticas denunciadas.
tituyen en sujeto de su liberación, ya sea ¿Qué implicaba una nueva recreación
como “pueblo” o como “horda primitiva”, del escenario extremo de la explotación yer-
dos posibilidades que quedan abiertas, flo- batera en el contexto del “presente peronis-
tando en la indeterminación. ta” de 1952? ¿Qué lectura y sentido adqui-
El espacio geográfico-social donde ría la “misma historia” en la nueva realidad,
transcurre la historia ya había sido aborda- más allá de la intención de los autores?
do por la literatura y por el cine. Los cuen- Nuestra propuesta consiste en tomar Las
tos de Horacio Quiroga Los mensú, Una aguas… como un producto de la ideología
bofetada, Los destiladores de naranjas y Un peronista donde se expresan tensiones
peón ya habían introducido el escenario internas debidas a la ambivalencia de ori-
misionero, donde la violencia natural y la gen. En la introducción habíamos visto que
humana construían un infierno de explota- la propia historia de realización del filme
ción. Sobre la base de estos cuentos Mario evidenciaba vestigios de estas tensiones. La
Soffici había dirigido Prisioneros de la tierra, compleja interacción entre Hugo del
estrenada en 1939. El escenario misionero Carril, el militante comunista Alfredo
yerbatero donde los mensualeros (mensúes) Varela (preso en Devoto), el censor del régi-
eran explotados de un modo precapitalista men, Raúl Apold, y la palabra final Perón,
se abordaba en todas estas obras con nos permite abordar el filme como visión
denuncias similares. Básicamente se revela- sobre “el antes del peronismo” en la cual
ba la subsistencia en el siglo XX de relacio- probablemente se hayan expresado sus cos-
nes de explotación servil basadas en meca- tados ideológicos ambivalentes y tensiona-
nismos de coacción patronal extraeconómi- dos. De resultar así, la pregunta que sigue
ca: castigo corporal directo, endeudamien- es: ¿cuál de las caras del peronismo predo-

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mina en un balance final de Las aguas…,


más allá de las intenciones de Hugo del
Carril, Apold y Perón? ¿La función heréti-
co-confrontativa, o la función mediadora y
apaciguadora del conflicto obrero?
La película fue estrenada en octubre de La carta que Santos Peralta lee a sus
1952, un momento delicado para la alian- compañeros en el fogón a cielo abierto, las
za social peronista entre la burguesía noticias que llegan del Sur, presentan un
industrial y los sectores trabajadores, dado panorama de mejoras que son significativas
el creciente conflicto. Según Alejandra comparadas con la situación cruenta del
Giuliani, los límites de esta alianza ya eran Alto Paraná, pero muy módicas si se las
evidentes para sus partes y el régimen no compara en cambio con una agenda míni-
tendría modo de evitar una fractura. El ma de reivindicación obrera de los años 30.
ciclo económico había entrado en un Desde la visión de Gino Germani o de la
momento desfavorable que ya no podría izquierda no peronista se remarcaría este
revertirse sin sacrificar o bien los salarios o punto. Los mensúes del Bajo Paraná pare-
bien la ganancia empresaria.17 cían satisfechos con ser explotados a la
manera capitalista: “No nos pegan”,
Armonía entre las clases “Cobramos salario”, “Ahora ahorramos
unos pesitos”. En el contexto del año 52
La reconciliación entre el capital y el esto podría ser leído como un llamamiento
trabajo sobre la base de aceptar la organiza- a la conformidad frente al congelamiento
ción obrera en sindicatos permite dos lec- de los salarios y frente al reclamo empresa-
turas no excluyentes de Las aguas… En la rial y estatal por aumentar la productividad
historia pueden leerse al mismo tiempo y reducir el consumo. En un momento en
dos señales de alerta: una dirigida a las bur- que aumentaba el conflicto capital-trabajo,
guesías argentinas y otra destinada a los esto adquiría un sentido disciplinario diri-
trabajadores, las dos clases que el peronis- gido a los trabajadores. El Alto Paraná les
mo debía moderar en su afán de mantener recordaría su origen, la explotación ante-
la armonía social cuando la alianza empe- rior y lo conveniente que era valorar el pre-
zaba a fracturarse debido a los límites del sente peronista, aunque 1952 no fuera tan
modelo de acumulación para mantenerlas próspero para ellos como los años 1948 o
conformes. 1949.

17 Alejandra Giuliani, “Conformación y límites de la alianza peronista, 1943-1955”, en Pasados presentes.


Estado, economía y conflicto social en Argentina contemporánea, Dialektik, Buenos Aires, 2006.

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Pero, al mismo tiempo, las hordas ven- jadores industriales en las imágenes que
gativas del final, la rebelión que se propa- nos llegan de la masividad peronista, no
gaba por todo el Norte, pueden ser inter- debe hacernos olvidar el peso significativo
pretadas como un llamado a la prudencia del voto rural en las elecciones de 1946 y
dirigido a los empresarios. La masas enlo- 1952, ni la importancia del Estatuto del
quecidas de sed de venganza remiten a las Peón de Campo promulgado en 1945. El
conocidas palabras que, en agosto de peronismo, que con su política económica
1944, Perón había formulado a los empre- estimulaba las migraciones internas, lo cual
sarios, en la Bolsa de Comercio. Esas pala- aceleraba el proceso de urbanización, no
bras buscaban tranquilizarlos respecto de dejaba de ponderar la cultura rural-provin-
las intenciones y los límites de las reformas, ciana. Para la izquierda, esta simpatía por
al tiempo que llamaban a las burguesías lo popular no era más que el matiz folcló-
capitalistas a resignar un poco de poder y rico necesario para encubrir el carácter
de ganancia en pos del propio beneficio, limitado de las reformas. Para el peronis-
para no perderlo todo. La necesidad de la mo, en cambio, significaba una ventaja
intervención del Estado como “tercero relativa frente a los discursos “más europe-
indispensable” en la negociación queda os” de la izquierda.
expresada en el final del filme. Como el
keynesianismo, el peronismo enseñaba a
las burguesías a cuidarse de sus propios
excesos autodestructivos.

Lo criollo y el reciente pasado rural


Pese al perfil industria-
lista, la comunicación
Otro punto a considerar es el modo en
oficial no descuidaba al
que Las aguas… refleja la vinculación entre
proletario rural.
el peronismo y la Argentina rural. La revo-
lución comunicativa que el peronismo Los descarriados
llevó a cabo en su acercamiento a la cultu-
ra popular, se nutrió no sólo del cotidiano A diferencia del realismo socialista,
de los trabajadores industriales, sino tam- donde el proletario casi siempre es impeca-
bién de interpretar el muy reciente pasado ble en sus hábitos de vida, Las aguas…
rural de los migrantes internos. La reivin- muestra explotados que se brutalizan por la
dicación de lo plebeyo necesariamente violencia patronal y la necesidad de evadir-
requería desentrañar y redimir estas reali- se ante la falta de un horizonte mínimo. La
dades no urbanas. El predominio de traba- evasión del trabajador toma el camino de

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Esto nos introduce a otro atractivo del


peronismo para los sectores populares. Los
planos de dignificación peronista común-
mente más examinados se relacionan con
la autodestrucción y el maltrato a la mujer la dignificación material (“vivienda digna”,
en el escaso tiempo libre. Alcoholismo, “salario digno”) y luego con la recupera-
prostitución, descomposición familiar. En ción del orgullo de los marginados raciales.
la taberna “El Guaraní” los vicios son pri- Frente al racismo-clasismo de las clases
mitivos como en un saloon de western. La altas, el peronismo abrió un proceso de
ofensa a Flor de Lis culmina con la humi- autoafirmación provinciana, rural y étnica.
llación brutal del agresor. Pero Las aguas…, en tanto expresión de
Pero lejos de impugnar esta degrada- concepciones de vida que latían en el pero-
ción en términos de condena moral estig- nismo, nos muestra otro plano de la digni-
matizadora, el filme tiende permanente- ficación peronista recientemente abordado
mente una mano de rescate al trabajador por Isabella Cosse en Estigmas de nacimien-
mal llevado, a la prostituta y a la mujer to, a propósito de la reivindicación moral
“desgraciada” por la violación. La condi- que el Estado emprendió en favor de los
ción masculina se redime del ultraje a la hijos ilegítimos.18 Para esta autora, si bien
mujer en el momento en que Santos el modo de vida promo-
Peralta toma como esposa a Amelia, acep- vido por el peronismo
tando la posibilidad de que el embarazo de idealizaba el modelo de
ella se deba a la violación del capataz. El la familia nuclear, la
movimiento de la cámara hacia las manos “mirada comprensiva”
unidas en matrimonio crea una de las esce- para quienes vivían al
nas más especiales del filme y recuerda el margen de estas pautas
símbolo del escudo justicialista. El plano implicaba un intento de
reivindica una relación en pie de igualdad rehabilitación, así como
entre el hombre y la mujer. La condición una crítica a la mirada
masculina se dignifica en el momento en discriminadora. Hijos “ilegítimos”, madres
que Santos asume una forma superior de solteras y aun hombres malvados arrepen-
coraje varonil al afrontar su responsabili- tidos eran liberados del estigma por la
dad de marido y de futuro padre, vencien- legislación y por la nueva mirada que el
do los prejuicios imperantes. peronismo intentaba difundir.

18 Isabella Cosse, Estigmas de nacimiento. Peronismo y orden familiar 1946-1955, Fondo de Cultura
Económica, Buenos Aires, 2006.

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ALFREDO VARELA...

...El río oscuro (novela), Hispamérica, pp. 93-94.


En la novela de Varela es central la denuncia contra la civilización blan-
ca y cristiana que había destruido la armonía del hombre con la natura-
leza en los tiempos precolombinos.

Luego vinieron los jesuitas. Eran sutiles, habilidosos, astutos. Todos se


doblegaban a su voluntad torrentosa. Los soldados vencieron a los
indios pero no habían podido utilizarlos. Los jesuitas cambiaron de
método y en lugar de las balas usaron la palabra. La selva comprendió El molde comercial pautado por el cine
que eran los peores enemigos. Para ella, es un ser maldito y hostil el que norteamericano también aflora en diversos
inventó la palabra, el que articuló el lenguaje y lo dio en propiedad momentos. A diferencia del cine soviético,
exclusiva a los hombres. La selva prefiere a sus hijos, guturales e ino-
centes. Con la palabra, los jesuitas se apoderaron de los indios, los
donde el protagonista es la masa, en Las
encadenaron a su voluntad, los sometieron a humillaciones que no habí- aguas… la historia individual del galán
an conocido bajo la espada. Perdieron su varonil entereza, se convirtie- lleva adelante la narración. La historia sen-
ron en niños, en apocadas mujeres, en sombras de los antiguos nativos siblera encuentra momentos para que él
arrogantes y libres. Los jesuitas los separaron de la selva. Los encerra- irrumpa con su canto seductor y resuelva
ron en chozas, y a éstas en grandes poblados. Descubrieron cómo culti- con heroísmo las escenas de violencia. La
var la yerba, para que no tuvieran que ir a cortarla a los montes vírgenes. historia personal se separa de la historia
colectiva para desprenderse definitivamen-
te de ella sobre el final. El filme social cede
al género comercial en el momento en que
Santos y Amelia se escapan en balsa bajo
un sol paradisíaco.

Actividades colectiva del pasado y su proyección al futuro


(memoria y esperanza), el recuerdo de la acción y las
1. James ha señalado en su aproximación al peronismo múltiples formas de la felicidad, la identificación de
a través de la “historia oral”que los protagonistas del los trabajadores a través de la experiencia comparti-
17 de octubre suelen revelar aspectos íntimos del da y de los modos de recordarla, el surgimiento de un
sentir de los trabajadores en su “primavera de los “idiolecto” peronista.
pueblos”. Sus testimonios permiten comprender el Es de esperar que la recopilación de vivencias narradas
proceso de recuperación del orgullo y dignificación por los actores, primeros intérpretes del acontecimien-
colectiva que se activó conscientemente durante to, arroje una luz a la riqueza del peronismo como pro-
aquella jornada. Estos relatos y anécdotas que, aun- ceso subjetivo y emocional, colectivo y concreto, deter-
que puntuales, comunican lo emotivo de la experien- minante de la trama argentina. En función de lo expre-
cia de octubre, permiten indagar la “estructura de sado les proponemos:
sentimientos” que unificó a la clase obrera en la a) Analizar los siguientes testimonios (recogidos por Daniel
Argentina. En el seno de dicha estructura, los ele- James19 y Juan Carlos Torre)20 sobre la base de las dis-
mentos menos tendientes a ser recogidos por las tintas interpretaciones acerca de los orígenes del pero-
visiones académicas tradicionales son la elaboración nismo.

19 Extraídos de Daniel James, “El 17 de octubre de 1945: el peronismo, la protesta de masas y la clase obrera argentina”, en El 17 de
octubre de 1945, Juan Carlos Torre compilador, Ariel, Buenos Aires 1985.
20 Juan Carlos Torre, La vieja guardia sindical y Perón. Sobre los orígenes del peronismo, Sudamericana, Buenos Aires, 1990.

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Fue un día maravilloso […] familias enteras salieron a la calle. terribles luchas de la primera época sólo por lo que nos
Mi hijita vino con nosotros; la llevé a babuchas en gran habían contado los viejos militantes, no las habíamos expe-
parte del trayecto. […] Se habían puesto en servicio algunos rimentado en carne y hueso. Por supuesto, hubo militantes
ómnibus para los que no podían hacer todo el camino a pie. mayores que se sumaron a nosotros y aprendimos de ellos;
La gente coreaba estribillos y cantaba, hacía bromas y jue- pero decididamente sentíamos que formábamos una
gos. La comida y las bebidas pasaban de mano en mano. […] “nueva ola”. Y eso se vio el 17 de octubre; los que tomaron
El tiempo estaba espléndido y cuando llegamos al Paseo la iniciativa y quisieron realmente hacer algo por Perón fue-
del Bosque era como un enorme picnic; había personas des- ron los obreros más jóvenes.
cansando, tiradas bajo los árboles, o jugando al fútbol. […] Entrevista de Daniel James con Cipriano Reyes,
No, no hubo escenas de violencia, la gente estaba contenta. La Plata, agosto de 1985.
Entrevista de Daniel James con René Orsi,
La Plata, julio de 1985. Después de mi designación visité a Perón y me felicitó, dicién-
dome luego que ahí en la presidencia había un equipo que
Me acuerdo que al dar vuelta a una esquina –tiene que haber me habría de asesorar sobre las declaraciones que debía
sido cerca del centro de La Plata, muy temprano en la maña- hacer y las medidas que tenía que tomar. Para no violentar-
na de ese día– vi a ese tipo corpachón parado en la acera lo enseguida, le respondí: “Mire, señor presidente, usted
frente a la vidriera destrozada de una joyería. Sostenía el tiene muchos problemas importantes que atender, así que
arma en el aire, como quien saluda con el puño cerrado, y déjenos a nosotros, los hombres que tenemos veinticinco
gesticulando con una enorme sonrisa señalaba el reloj que años en el movimiento obrero, dirigir la CGT”. Él, con prepo-
llevaba puesto en la muñeca, mientras les gritaba a sus tencia, me replicó: “¡Entonces, a los sindicatos autónomos
compañeros: “¡Nunca en mi puta vida tuve un reloj!”. Por la los dirijo yo!”. “Bueno, ése es un problema suyo, señor pre-
ropa que usaba supe que era de Berisso. Todavía estaba con sidente, y de ellos, pero –le puntualicé– a la CGT la dirigimos
ropa de trabajo. nosotros”.
Entrevista de Daniel James con José P. Lunazzi, Entrevista a Luis Gay,
La Plata, julio de 1985. grabada en el Archivo de Historia Oral
del Instituto Di Tella.21
Bueno, sí… Recuerdo haber visto a un grupo de muchachos
que se pararon frente a un edificio de departamentos de la Éramos unos cincuenta dirigentes. Perón formuló enérgica-
zona céntrica, cerca de la universidad, creo, y después de mente una serie de cargos contra Gay, algunos injustos. Yo
entonar algunos cantos empezaron a hacer gestos… usted intervine y se los aclaré: a estos norteamericanos no los
sabe… se llevaban las manos abajo y hacían movimientos trajo Gay, los invitó Valenzuela. Que los recibió y homenajeó
exagerados… o poniéndose la mano en la boca como una Gay es cierto: estaba a cargo de la CGT. Pero a la delegación
bocina hacían como si estuvieran tirándose pedos. la trajo Valenzuela. Don Luis, por su parte, no abrió la boca.
Entrevista de Daniel James con Alfredo Panelli, ¿Tiene algo que decir?, le preguntó Perón dos o tres veces.
La Plata, julio de 1985. Nada, dijo él. Éramos muchos los que estábamos esperan-
do que hablara para defenderlo. ¿Qué iba a hacer uno en
Muchos de nosotros éramos muchachos que habíamos entra- este caso? Él no dijo una sola palabra y nos hundió a todos.
do a las plantas en los primeros años de guerra. Teníamos Entrevista a Juan Rodríguez,
una actitud diferente que los trabajadores más viejos. del 13 de noviembre de 1972,
Supongo que podría decirse que éramos más presumidos, Archivo de Historia Oral del Instituto Di Tella.22
menos aprensivos, menos respetuosos. Conocíamos las

21 Ibídem, p. 239.
22 Ibídem, pp. 245-246.

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Las causas de mi alejamiento no fueron originadas en lo que 4. A modo de integración analizar el siguiente discurso de
hizo decir entonces por los diarios y revistas subvenciona- Perón. ¿Cómo interpretarían este documento las distintas
das por el gobierno, sino por principios que consideré fun- posturas académicas sobre los orígenes del peronismo?
damentales en toda mi actuación y que fueron compartidos Contrastarlo con la visión de los orígenes del peronismo que
por los directivos de la CGT de ese momento que, en solida- predomina en Las aguas…
ridad con mi renuncia, presentaron la propia; o se mantenía
la independencia sindical, sin dejar de apoyar una política Simple espectador como he sido en mi vida de soldado de la
social determinada, o se convertía la central obrera en un evolución de la economía nacional y de las relaciones entre
instrumento político en manos del gobierno. Los que estuvi- patrones y trabajadores, nunca he podido avenirme a la idea
mos por lo primero debimos irnos. Como en todas las gran- tan corriente de que los problemas que esa relación origina
des trampas, el pretexto para desplazarnos fue la traición a son materia privativa sólo de las partes interesadas. A mi jui-
favor del extranjero, en este caso los supuestos tratos polí- cio, cualquier anormalidad surgida en el más ínfimo taller y
ticos con la delegación obrera norteamericana que visitó el en la más oscura oficina repercute directamente en la econo-
país en 1947. Previamente a la reunión ampliada había teni- mía general del país y en la cultura general de sus habitan-
do una entrevista personal con Perón y varios miembros del tes. […] Por tener muy firme esta convicción he lamentado la
gabinete. En ella el presidente me pidió explicaciones por la despreocupación, la indiferencia y el abandono en que los
conducta de los visitantes extranjeros y me acusó de preten- hombres del gobierno, por escrúpulos formalistas repudia-
der entregar la CGT a los norteamericanos. A pesar de mis dos por el propio pueblo, preferían adoptar una actitud
explicaciones, la discusión fue estéril y ya no tuve duda de negativa o expectante ante la crisis y convulsiones ideológi-
que estaba dispuesto a terminar conmigo. cas, económicas, que han sufrido cuantos elementos inter-
Testimonio de Luis Gay, vienen en la vida de relación que el trabajo engendra. El
citado de sus memorias (inéditas en 1990) Estado manteníase alejado de la población trabajadora. No
por Juan Carlos Torre. 23 regulaba las actividades sociales como era su deber, sólo
tomaba contacto en forma aislada cuando el temor de ver
perturbado el orden aparente de la calle le obligaba a des-
b) Buscar testimonios de personas que hayan sido contemporá- cender de la torre de marfil, de su abstencionismo suicida.
neas a los orígenes del peronismo. Recopilar anécdotas, visio- No se percataban los gobernantes de que la indiferencia
nes y balances de esa experiencia. Analizar luego los relatos a adoptada ante las contiendas sociales facilitaba la propaga-
la luz de las distintas interpretaciones sobre los orígenes. ción de la rebeldía, resultado del olvido de los deberes de
los patrones que, libres de la tutela estatal, sometían a los
2. Pensar tres interpretaciones de Las aguas… a la luz de las trabajadores a la única ley de su conveniencia. Los trabaja-
tres visiones propuestas sobre los orígenes del peronismo dores, por su parte, al lograr el predominio de sus agrupa-
(Germani, Murmiz y Portantiero, y Daniel James). ¿Cómo ciones sindicales, enfrentaban a la propia
interpretaría el significado del filme cada una de las perspec- autoridad del Estado, pretendiendo dis-
tivas? La propuesta apunta a incorporar las tres miradas, a putar el poder político.
terminar de entenderlas mediante su aplicación en lo que Discurso de asunción al frente
podría ser tomado como un relato de los orígenes. de la Secretaría de Trabajo y Previsión,
diciembre de 1943
3. Caracterizar los rasgos de la clase obrera ideal por constras-
te con la visión peyorativa de la clase obrera peronista sus-
tentada por Gino Germani y la visión crítica de la izquierda
tradicional.

23 Ibídem, p. 246.

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Bibliografía

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Argentina: la segunda mitad del siglo XX | 39


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C A P Í T U L O 2
La Argentina de los cinco
conflictos (1955-1973)
La hora de los hornos,
primera parte: “Neocolonialismo y violencia”,
Fernando Solanas-Octavio Getino, 1968

Introducción de la Argentina moderna. La superposición


de conflictos nos obliga más que nunca a
Los años transcurridos entre la caída del reflexionar sobre los ejes más conducentes
peronismo (1955) y el inicio de la última y facilitadores. El eje cronológico, basado
dictadura (1976) fueron los de mayor con- en el relato lineal de la crónica, presidencia
flicto en la Argentina del siglo XX. Una tras presidencia, suele resultar complejo,
variedad de antagonismos enardecieron la enmarañado. El eje de los cinco conflictos
trama histórica sin que nada frenara su ace- mencionados en la Introducción permite
leración: los conflictos peronismo/antipe- sobrevolar la crónica, reemplazando una
ronismo, socialismo revolucionario/capita- cantidad elevada de nombres propios por
lismo anticomunista, capital/trabajo, cato- los actores colectivos de la trama histórica:
licismo integral/culturas transgresoras peronismo, antiperonismo, capital, traba-
juveniles, y el conflicto entre las distintas jo, socialismo, capitalismo, modernos,
burguesías de la Argentina por imponer el conservadores, burguesía agroexportadora,
rumbo económico. El enfrentamiento de burguesía industrial liviana, burguesía
estos contrarios permite explicar los rasgos industrial concentrada, etcétera. Tomando
más salientes del período: la inestabilidad a estos actores como “personajes de la
política, el autoritarismo creciente, las
múltiples formas de resistencia e insurrec-
ción, la concentración del ingreso, los cam-
bios en los modos de vida, la espiral de vio-
lencia, los movimientos pendulares de la
política económica, el ciclo económico tan
pronunciado. Tomar estos conflictos como
grandes coordenadas del período 1955-
1976 es también abordar la dinámica his-
tórica que desembocó en la más cruenta de
las dictaduras militares en el país del golpe
de Estado intermitente.
Se trata del período más complejo por
la diversidad de actores, la convulsión polí-
tica y los cambios vertiginosos del rumbo
económico, jamás igualados en la historia Fernando Solanas

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Octavio Getino

trama” pueden reducirse los nombres primera parte del tríptico los narradores
indispensables a un número menor: Perón, no mencionan por sus nombres a perso-
Aramburu, Frondizi, Onganía, Vandor, najes de la trama política local como
Krieger Vassena, Guevara, Aldo Ferrer, Onganía y Vandor, que son aludidos pero
Agustín Tosco, el comisario Margaride, no nombrados, quizá porque sus nombres
Sandro, Spinetta. podrían distraernos del sistema que, más
Como soporte fílmico de la época de los allá de las personas, articulaba la domina-
mayores enfrentamientos hemos elegido la ción neocolonial.
primera parte de La hora de los hornos, un Nuestro primer propósito es recorrer el
documental emblemático del “cine mili- período 1955-1976 con independencia
tante” o “cine guerrilla” de los años 60, fil- de la interpretación que el documental-
mado clandestinamente en 16 mm entre ensayo de Solanas y Getino despliega
1966 y 1967. El filme fue estrenado al año sobre la Argentina. Reforzaremos antes
siguiente, en plena dictadura de Onganía, un panorama del período sobre la base de
de manera furtiva en los circuitos subterrá- las interpretaciones históricas más desta-
neos de la resistencia peronista. cadas de la producción académica.
La hora de los hornos aglutina los con- Desagregaremos en cinco los conflictos
flictos de su tiempo en una única gran que el documental agrupa, examinando
disputa entre los pueblos del Tercer costados que no inspecciona en su recorte
Mundo y el neocolonialismo. Una lucha autoral. Abordaremos el filme con ele-
por la liberación que, para los autores, se mentos de contraste que permitan captar
libraba en distintas esferas (militar, cultu- mejor sus aciertos y distorsiones subjeti-
ral, económica), se remontaba en el tiem- vas en tanto el ensayo de la realidad
po a los orígenes del colonialismo euro- argentina que La hora de los hornos se pro-
peo (“una guerra larga”) y se extendía a ponía ser. Para valernos de la película
todos los continentes, sin dejar de formar como disparador o soporte fílmico del
parte de una misma contienda de dos estudio de la Argentina reciente debemos
contrarios. Solanas y Getino se proponían contrastarla con otras visiones; sólo así
revelar el carácter sistémico, transhistóri- apreciaremos lo singular de su mirada. Un
co y transcontinental de esta única gran objetivo elemental de la enseñanza de la
lucha entre las clases sociales y entre las historia es fomentar la conciencia de que
regiones del planeta. Tal vez por eso en la siempre estamos frente a interpretaciones,

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de que entre nosotros y el pasado no hay ideológico, identitario, no hizo más que
una conexión directa y transparente, sino agudizarse en los dieciocho años que duró
visiones que debaten entre sí. la proscripción. Por primera vez la sangre
El primer paso entonces consiste en había llegado al río con los bombardeos del
abordar el período individualizando sus 55 y los fusilamientos del 56, lo que dio
conflictos, separándolos sólo con fines ana- lugar al inicio de una espiral de violencia
líticos, sin afirmar o negar una autonomía que no dejaría de crecer hasta el genocidio
relativa entre ellos, sin entrar tampoco en el de la última dictadura.
debate de las proporciones o del peso espe- El segundo es un conflicto mundial que
cífico de cada uno. Abordar los conflictos se reprodujo a escala continental y nacional:
individualmente facilita el seguimiento de el conflicto entre el capitalismo anticomu-
la dinámica de desarrollo de cada uno, para nista comandado militarmente por EE.UU.
luego tomarlos como grandes coordenadas y el socialismo revolucionario encarnado
del período. Estos conflictos, que a modo por movimientos de liberación nacional,
de espiral veremos crecer y entrelazarse, que en algunos casos recibieron el apoyo de
confundirse y potenciarse los unos a los la Unión Soviética, en el contexto de la
otros, continuaron aumentando con mayor Guerra Fría dentro del mundo bipolar.
aceleración hasta alcanzar su desarrollo más El tercero es el conflicto capital-trabajo
intenso en el bienio 74-75. en el interior de la industria; históricamen-
El primero que abordaremos es el con- te, es el conflicto más importante de la
flicto peronismo-antiperonismo: político, estructura social argentina, siempre presen-

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amplio espectro, desde las minifaldas y los


pelos largos hasta el adulterio y los circui-
tos callejeros de homosexualidad, el psico-
análisis y la cultura de la calle Corrientes.
Por último, el conflicto interburgués: se
trató de una disputa horizontal entre las
distintas burguesías de la Argentina post
30, tal como lo analizó Juan Carlos
Portantiero introduciendo el concepto de
“empate hegemónico”. Tres burguesías de
poder parejo se disputaron el trono de clase
dominante: 1) la burguesía agroexportado-
ra, 2) la burguesía nacional dedicada a las
industrias sustitutivas de importaciones
(ISI) livianas y sencillas, como la textil o
los materiales de construcción, y 3) la bur-
te, pero que tras la caída del peronismo sal- guesía transnacional dedicada a la “sustitu-
dría de su estado latente, y en los años 60 se ción difícil” de importaciones, como la
conformaría el sindicalismo clasista más industria automotriz o la petrolera. Esta
combativo que haya existido en el país. última burguesía, internacional y concen-
En cuarto lugar, el conflicto más origi- trada, intentará un “desempate”: avanzar
nal de la época, con el cual el imaginario posiciones sobre las otras para imponer el
histórico de las décadas venideras identifi- rumbo económico por medio del golpe de
caría los años 60: el enfrentamiento entre Estado de 1966.
los modos de vida pautados por la moral
tradicional y los que expresaban las nuevas Cualquier conflicto es, en general,
culturas transgresoras encarnadas princi- intenso cuando los contrarios son media-
palmente por la nueva juventud, si bien namente equivalentes en su fortaleza, o al
fue más abarcador que un conflicto genera- menos imaginan serlo y actúan como si lo
cional entre “jóvenes” y “viejos”. El fueran, calculando incorrectamente la rela-
momento de confrontación más intensa ción de fuerzas. En cualquier caso, cuando
tuvo lugar durante el régimen de Onganía, las fuerzas de la opresión someten a la resis-
cuando el catolicismo integrista reaccionó tencia, el conflicto disminuye o desapare-
más duramente contra la liberalización de ce. Por el contrario, un conflicto adquiere
las costumbres en general. La cruzada una dinámica de crecimiento cuando los
moralizadora de Onganía abarcó un contrarios suben la apuesta, ya sea porque

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disponen del potencial para hacerlo o bien desperonización: una dictadura de largo
porque así lo suponen. Esto hizo a su turno aliento que anulaba la semidemocracia
cada uno de los contrarios implicados en anterior, pensando que así se acabarían los
los conflictos que veremos. conflictos. No fue eso lo que sucedió.
Tomemos como ejemplo el primero: Distintos actores políticos y sociales dobla-
peronismo/antiperonismo. En 1955 una ron la apuesta del dictador: el peronismo, la
parte de las fuerzas armadas se propuso izquierda no peronista, los jóvenes rebeldes,
eliminar al peronismo de la Argentina, el sindicalismo clasista, todos se rebelaron a
erradicarlo de la faz política, sindical y un mismo tiempo conformando el torrente
simbólica. Era un desafío elevado tenien- social que provocaría la caída de Onganía
do en cuenta las profundas raíces sociales (1970) y luego del régimen militar en su
de la experiencia histórica que planeaban conjunto (1973).24 Las imágenes del ejército
extirpar del mapa y del recuerdo. en retroceso durante el Cordobazo quedarí-
Consiguieron lo contrario: la resistencia an en las retinas de una generación como el
peronista respondió al desafío reforzando fracaso de la última carga de la caballería
su identidad, desplegando múltiples for- militar, una retirada equivalente a la de los
mas de protesta que acabaron desestabili- cosacos zaristas ante las fuerzas revoluciona-
zando a los gobiernos proscriptores de rias en Rusia. Muchos se convencieron de
Frondizi e Illia, lo que dio lugar a un que la dinámica histórica se definía a favor
nuevo redoble en la disputa. En 1966, del torrente. A causa de esta certeza se volca-
Onganía proyectó una embestida más pro- ron a la lógica del “todo o nada”. Entre 1973
funda y prolongada de disciplinamiento y y 1975 los actores buscaron apurar ese desti-

24 Tomo esta imagen del “torrente” de Nicanoff-Rodríguez, “La Revolución Argentina y la crisis de la sociedad
posperonista”, en Pasados presentes. Estado, economía y conflicto social en Argentina contemporánea,
Dialektik, Buenos Aires, 2006.

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no. Pero en 1976 otra dictadura aumentaría autoafirmaron con mayor rebeldía ante el
el embate contrarrevolucionario con méto- comisario Margaride, que los perseguía.
dos infinitamente más crueles para vengar el Esto, la fortaleza equivalente de los con-
fracaso de 1955 y 1966. trarios, paridad real o imaginada, en una
Una dinámica similar encontraremos dinámica de enfrentamiento creciente,
en cada uno de los conflictos. El sindica- diferencia este período de los años poste-
lismo clasista automotor se rebeló a los riores, en que las fuerzas reaccionarias
intentos de mayor explotación relativa vencieron al menos transitoriamente a sus
por parte de las empresas, los gobiernos oponentes. Tratemos de medir lo parejo
proscriptores y la burocracia sindical. Los de las fuerzas contrapuestas en cada con-
pelos largos y transgresores de las calles se flicto.

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Peronismo-antiperonismo

La fuerza militar que el Ejército desple-


gó en sus intervenciones golpistas de DECRETO LEY 4.161...
1955, 1966 y 1976 estableció una progre-
...5 de marzo de 1956 (Acuerdo de Ministros) - Prohibición de elementos de
sión en la agresividad empleada para des- afirmación ideológica o de propaganda peronista (Boletín Oficial 9/3/1956)
peronizar a la sociedad. En ningún caso se …Por ello, el presidente provisional de la Nación Argentina, en ejercicio del
trató de una mera fortaleza militar, sino de Poder Legislativo, decreta con fuerza de ley:
la capacidad de articular consensos con Art. 1º - Queda prohibida en todo el territorio de la Nación:
otros factores de poder internacionales y a) La utilización, con fines de afirmación ideológica peronista, efectuada
nacionales, incluyendo a buena parte de públicamente, o propaganda peronista, por cualquier persona, ya se trate
de individuos aislados o grupos de individuos, asociaciones, sindicatos,
los sectores medios. partidos políticos, sociedades, personas jurídicas públicas o privadas, de
¿Qué hizo del peronismo un movimiento las imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrinas, artí-
resistente que impidió la consolidación de culos y obras artísticas, que pretendan tal carácter o pudieran ser tenidas
por alguien como tales pertenecientes o empleados por los individuos
toda fórmula proscriptora, ya fuera semide- representativos u organismos del peronismo.
mocrática o abiertamente dictatorial? Lo Se considerará especialmente violatoria de esta disposición la utilización
decisivo consistía en las múltiples formas de de la fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus
articulación que unieron a los trabajadores parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presiden-
te depuesto, el de sus parientes, las expresiones “peronismo”, “peronis-
en la resistencia. La articulación sindical les ta”, “ justicialismo”, “Justicialista”, “tercera posición”, la abreviatura P.P.,
permitió coordinar huelgas y tomas de fábri- las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales
cas a gran escala. Descabezada la conduc- “Marcha de los Muchachos Peronistas” y “Evita Capitana” o fragmentos de
las mismas, y los discursos del presidente depuesto o su esposa o frag-
ción, los grandes gremios fueron más que mentos de los mismos. […]
antes “la columna vertebral del movimien- Art. 3º - El que infrinja el presente decreto-ley será penado:
to”. También era fuerte la articulación políti- a) Con prisión de treinta días a seis años y multa de m$n 500 a m$n
ca y barrial, y más aún, la estructura de sen- 1.000.000;
timientos que motorizaba la resistencia. Con b) Además, con inhabilitación absoluta por doble tiempo del de la con-
dena para desempeñarse como funcionario público o dirigente político o
este término nos hemos referido en el capí- gremial;
tulo anterior a una red de lazos identitarios. c) Además, con clausura por quince días, y en caso de reincidencia, clausu-
Como analizó Daniel James, el período ra definitiva cuando se trate de empresas comerciales.
Cuando la infracción sea imputable a una persona colectiva, la condena
abierto en 1955 demostró hasta qué punto podrá llevar como pena accesoria la disolución.
estos sentimientos de pertenencia peronista Las sanciones del presente decreto-ley será refrendado por el excmo. señor
adquirían mayor fortaleza en las circunstan- vicepresidente provisional de la Nación y por todos los señores ministros
secretarios de Estado en acuerdo general.
cias más desfavorables. El proceso de santifi-
cación de Evita en los dobles fondos de Art. 5º - Comuníquese, etc. - Aramburu - Rojas - Busso - Podestá Costa -
Landaburu - Migone. - Dell´Oro Maini - Martínez - Ygartúa - Mendiondo -
hogares peronistas, como respuesta a los Bonnet - Blanco - Mercier - Alsogaray - Llamazares - Alizón García - Ossorio
ultrajes de su cadáver, es un ejemplo de - Arana - Hartung - Krause.
cómo la fidelidad se robustecía en propor-
ción a los ataques recibidos.
A esto hay que agregar lo inviables que para sobrellevar la proscripción, tal como lo
fueron los sistemas políticos que se ensayaron analizó Marcelo Cavarozzi. Desde 1955 sólo

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RECUERDOS DE LA PROHIBICIÓN
En realidad, todo esto lo supe más tarde, después de la caída del peronismo
y de la recaída de mi familia junto con tantas otras en la fatalidad de su des-
tino. Lo supe casi adivinándolo, a partir de esos recuerdos dudosos de la pri-
mera infancia, que nunca se sabe si son recuerdos o son invenciones.
Porque en casa nunca se volvió a hablar del pasado. La Revolución
Libertadora bajó un telón infranqueable, tejido con las hebras del sueño ver-
gonzante de haber querido ser clase media, sueño que a partir del desper-
tar se revelaba tan impúdico como una fantasía sexual. Además, habría sido
incómodo hablar de ese pasado porque la palabra “Perón” había sido prohi-
bida por decreto, y la prohibición fue respetada hasta en la intimidad de los los trabajadores de la experiencia política
hogares. Mis padres no la pronunciaron nunca. Nadie la pronunció, y yo me
pregunto cómo supe que esa palabra existía. Evidentemente la había oído anterior, al mismo tiempo que se llevaba a
mucho durante mis primeros seis años de vida, y después su anulación (yo cabo una revancha clasista en las fábricas y
tampoco la pronuncié, ni siquiera en el pensamiento) la puso en un lugar en materia de redistribución del ingreso.
especial. Tan completa fue esta anulación que recuerdo perfectamente la
primera vez que la oí, muchos años después, cuando ya estaba terminando Luego las fórmulas de Frondizi (1958-62)
la primaria: una chica, una compañera de escuela, dijo “Perón”… Sentí como y de Illia (1963-66): dos semidemocracias
si se abriera un abismo, en el que se precipitaba toda mi vida. fundadas en la proscripción de la mayoría
[…] Esta anulación, si bien se dio en todos los hogares del país, en mi fami-
lia tenía un antecedente que la hacía más lógica, o si se quiere más fatal. popular. A su turno y a su modo, los radica-
Esto fue anterior a la Revolución Libertadora, de modo que se me pierde les intransigentes y los radicales del pueblo
más aún en las brumas de la primera infancia. Cuando empecé a enterar- habían creído posible legitimarse a pesar de la
me, mucho después, fue una completa novedad para mí, y no encontré
ningún recuerdo confirmatorio. Sucedía que mi padre en su juventud exclusión de un colectivo popular mayorita-
había sido católico militante; más que eso: fanático. Hombre de iglesia, de rio. No se trataba de sectores medios urbanos
comunión diaria, creyente devoto, soldado de las huestes de María… Pero desarticulados entre sí como los que, en
después de los hechos de 1954, cuando la ruptura de Perón con los curas,
no volvió a pisar una iglesia nunca más en todo el resto de su vida. Puede 1930, habían observado en soledad la caída
parecer raro, pero en el conflicto de lealtades entre cristianismo y peronis- de Yrigoyen, su líder histórico. Se trataba esta
mo, ganó el segundo. Si en Pringles hubiera habido quema de iglesias vez de un colectivo popular unido como no
como en Buenos Aires, él habría ido con la antorcha.
lo había imaginado el antiperonismo.
César Aira, El tilo, Beatriz Viterbo Editora, Rosario, 2003, pp. 19-21. Sobrevino después la llamada “Revolución
Argentina”, conducida en primera instancia
por Onganía. Una dictadura que también
se acumularon fracasos institucionales en un presentaba contradicciones básicas entre sus
ciclo de gobiernos cortos y golpes intermi- medios y sus objetivos: al mismo tiempo que
tentes. Las tensiones básicas de la sociedad se pretendía avanzar política y económicamen-
potenciaron con estos fracasos políticos. Las te sobre la clase obrera, planeaba contenerla
variantes de proscripción que se improvisa- mediante un pacto con burócratas sindicales
ron a lo largo de dieciocho años fracasaron que en los hechos traicionaban visiblemente
todas en reconstituir un orden político debi- a Perón. El arreglo corporativo de Onganía y
do al contrasentido que cada uno de estos Vandor fue otra de las astucias políticas que
ensayos escondía desde su concepción. acabaría derrumbándose. También era con-
Esos dieciocho años se habían iniciado tradictorio el pretender sitiar a los sectores
con la denominada “Revolución más resistentes de la sociedad con las fuerzas
Libertadora”: una dictadura que se presenta- armadas desunidas, al ser apartadas del
ba como manumisora del yugo peronista, gobierno y del cogobierno.
pero contradictoriamente pretendía seducir Que la Argentina sin Perón era ingober-
a los sectores populares al tiempo que nable tardó en aceptarlo el Ejército antipero-
emprendía embates represivos y ultrajes sim- nista. Cuando lo hizo, la inercia del conflicto
bólicos contra sus sentimientos políticos. fue inmanejable aun para el propio líder de
Lejos de conseguir la desperonización, des- las clases trabajadoras, quien durante los die-
pertaría el instinto más herético de la identi- ciocho años de proscripción había estimula-
dad ofendida. El contrasentido era mayor en do fuertemente al ala izquierda del peronis-
la medida en que se pretendía desencantar a mo sin descuidar a los sectores de derecha

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Capitalismo-socialismo

Globalmente hablando fue el enfren-


tamiento ideológico más sustancial y de
mayor escala que haya conocido la histo-
ria. Nunca antes la totalidad del planeta
había estado envuelta en un conflicto
bipolar en el que se opusieran tan inte-
gralmente dos sistemas económicos, dos
concepciones de hombre y sociedad esen-
cialmente antagónicas, decididas a cam-
biar la configuración del mundo a su
imagen y semejanza. La expansión del descolonización tendría lugar en
socialismo soviético en Europa del Este al Vietnam. La humillante derrota de
final de la guerra y la revolución comu- Estados Unidos en 1975 potenciaría la
nista China en 1949 constituyeron la crueldad de los ejércitos contrarrevolu-
mayor amenaza que el capitalismo había cionarios en las periferias del mundo. Por
enfrentado hasta el momento. Ya en la los métodos que se aplicaron en lo suce-
década del 50, la Guerra Fría recrudeció sivo, Eric Hobsbawm describió al siglo
ante una nueva oleada de revoluciones XX como una centuria de recrudecimien-
socialistas de liberación nacional en el to de la “tortura política”.
Tercer Mundo: Argelia (1956) y Cuba La revolución cubana fue para nuestro
(1959) serían las más resonantes en un continente un suceso equivalente al que la
principio. Pero el escenario mundial más revolución rusa había sido para la Europa
intenso de la Guerra Fría y la lucha por la de su tiempo. La llegada del comunismo al
poder avivó la esperanza revolucionaria y
generó réplicas convencidas, que, a pesar
de su rápido desarrollo, no lograrían ven-
cer la oleada de reacciones anticomunistas.
El modelo de la revolución cubana, a los
ojos de una pequeña organización revolu-
cionaria, era más alentador que las revolu-
ciones en países gigantescos como Rusia y
China, atravesados por la guerra y la ocu-
pación extranjera. El cálculo de las propor-
ciones era más sencillo de hacer sobre la
base de la experiencia de la isla: bajo una
dictadura impopular, un grupo de noventa
El Che luego de la batalla de Santa Clara (1959). y dos militantes convencidos podía crecer a

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Velatorio de los
librar la lucha anticomunista mediante el
fusilados en control directo del Estado la tuvo, en esta
Trelew (agosto 1972) nueva oleada de golpes, el ejército brasile-
ño en 1964. Lo siguieron pronto los ejér-
citos del resto de los países. La influencia
golpista en la región alcanzaría su mayor
radio a mediados de los 70, cuando las
dictaduras militares proliferaron en todos
los países a excepción de Colombia y
Venezuela. Las fuerzas contrarrevoluciona-
rias contaron con ampliados recursos esta-
tales y paraestatales en el marco del mayor
encuentro de colaboración anticomunista
una guerrilla revolucionaria de 3.000 com- que hayan coordinado los Estados Unidos.
batientes capaces de vencer a un ejército Las fuerzas revolucionarias, en cambio,
regular de 10.000 efectivos con aviación y intentarían compensar la inferioridad de
marina. sus recursos materiales y militares con una
Pero en Latinoamérica los ejércitos estrategia adaptada al ocultamiento en la
regulares pronto se adecuaron al combate geografía rural o urbana, y con el mayor
que las guerrillas planteaban. En el catoli- compromiso de sus militantes sobre la
cismo integrista y el nacionalismo conser- base de una ética del coraje sostenida en el
vador buscaron ideales para motivar a sus convencimiento revolucionario. Pero que
efectivos y a buena parte de las clases el foco guerrillero prosperase, como en
subalternas contra el “comunismo ateo e Cuba, o quedara reducido a sí mismo,
internacional”. En la Doctrina de como en Bolivia, dependía de su capaci-
Seguridad Nacional encontraron formas dad de establecer lazos con las poblaciones
de adaptación estratégica para la nueva explotadas hasta el punto de ser concebido
lucha antiinsurgente y argumentos para por ellas como la vanguardia armada de su
justificar el lanzamiento de los ejércitos a liberación.
la toma del poder. En lo sucesivo, predica- En la Argentina, este conflicto se conju-
ba esta doctrina, las fuerzas armadas debí- gó tan estrechamente con los otros que
an disponerse a librar batallas ya no contra resultaría difícil distinguirlos. A lo largo
otras fuerzas regulares de las naciones limí- del período, la parte más activa y volunta-
trofes, sino contra los focos guerrilleros en riosa del torrente social obrero, confesio-
el interior de la propia nación. En el Cono nal, juvenil y estudiantil se fue reorientan-
Sur, la iniciativa de tomar el poder para do en función de la contienda mundial.

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organización política. Una parte significa-


tiva de estas últimas se atuvo a la estrategia
leninista ortodoxa: lucha social desarmada,
con miras a conformar un partido de mili-
tantes revolucionarios que reprodujera la
relación que el partido bolchevique había
logrado entablar con los soviets de Rusia en
vísperas de la revolución de octubre.
En cuanto a las guerrillas, su nacimien-
Muchos de los militantes peronistas anti- to sólo puede comprenderse en relación
proscriptores en 1958 eran decididamente con el cúmulo de conflictos convergentes.
antiimperialistas y anticapitalistas en 1973. Sin embargo, es preciso remontarse especí-
Un primer mapa de las organizaciones ficamente al inicio de la espiral de violen-
políticas con miras revolucionarias revela cia con los bombardeos de 1955 y los fusi-
cuatro categorías, sobre la base de dos lamientos de 1956. Estos sucesos darían
grandes cortes. Un primer corte distingue inicio a una dinámica de acciones y res-
a las organizaciones que se reivindicaban puestas por parte de la resistencia y la
peronistas de las que se mantenían distan- dominación. Las primeras tentativas de
tes y críticas. Las primeras fusionaron la organizaciones guerrilleras habían tenido
identidad peronista con diferentes dosis de lugar a comienzos de la década del 60,
marxismo y nacionalismo popular revolu- alentadas por los ejemplos de la resistencia
cionario, retomando las interpretaciones argelina y luego de la revolución cubana.25
del pasado propias del revisionismo histó- Ninguna de ellas prosperó pero sentaron
rico. Las segundas se mantuvieron en el una base de experiencia que confluiría en
carril de la tradición marxista revoluciona- las organizaciones guerrilleras de fines de
ria, sin creer que el peronismo pudiera ser los 60 y comienzos de los 70. Entonces
convertido alguna vez en un vehículo hacia tendría lugar el choque armado de mayor
la revolución social. El otro corte que suele envergadura desde las guerras civiles del
establecerse, distingue a las organizaciones siglo XIX: el enfrentamiento entre las orga-
que apostaron a la lucha armada, siguiendo nizaciones político-militares de izquierda
el modelo guevarista del foco guerrillero, con identidad peronista o sin ella (Fuerzas
de las que se abstuvieron de militarizar su Armadas Revolucionarias, Fuerzas

25 Sergio Nicanoff y Axel Castellano, Las primeras experiencias guerrilleras en la Argentina. La historia del
Vasco Bengochea y las Fuerzas Armadas de la Revolución Nacional, Centro Cultural de la Cooperación,
Cuaderno 29, Buenos Aires, enero de 2004.

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Armadas de Liberación, Fuerzas Armadas Las posturas más reivindicativas plantean la


Peronistas, Ejército Revolucionario del dificultad que existe para que una “época de
Pueblo y Montoneros) y las fuerzas repre- revoluciones” sea comprendida por otra más
sivas estatales y paraestatales. conservadora y temerosa, incapaz de ubicar-
Voluntarismo, idealismo, convencimien- se en las circunstancias favorables de un
to basado en la inevitabilidad del triunfo período marcado por la opresión y la crisis
socialista, son elementos de la mentalidad de dominación de una clase sobre otra. Las
revolucionaria que afloraron con fuerza en posturas más críticas consideran que los
los años 60 y 70, y que suelen ser referidos enfoques vindicativos empobrecen la refle-
con los términos “subjetividad de los 70” o xión sobre la experiencia armada setentista,
“setentismo”. Hasta el día de hoy, los estu- en la medida en que la reivindicación del
diosos de esta lucha revolucionaria discuten costado heroico debilita la crítica del costa-
acerca del grado de “ilusión” o “realismo” de do ilusorio, violento o militarista que termi-
aquellos actores con certezas tan firmes en nó por separar a las guerrillas de las clases
su vuelco vanguardista a la lucha armada. populares.

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El conflicto capital-trabajo

La disputa entre el capital y el trabajo De esta manera quedó


creció vinculada a los conflictos anterio- bloqueada toda posibi-
res. El recurso más efectivo del peronismo lidad de conciliación
para desestabilizar a los gobiernos pros- basada en el arbitraje
criptores lo constituían las huelgas y sabo- del Estado. El conflicto
tajes a la producción. Las fábricas eran el de clases aumentaba en
primer lugar de encuentro de los trabaja- el seno de una sociedad
dores y de sincretismo entre los conteni- con movilidad social
dos heréticos del peronismo y las ideas todavía ascendente,
revolucionarias o antiimperialistas que se pero que en los distin-
integraban ahora. tos momentos de la
A esto se sumaban las causas estricta- lucha redistributiva pre- Toma del frigorífico
Lisandro de la Torre (enero 1959)
mente laborales, generadas en el propio sentaba movimientos
terreno de la producción industrial, inhe- sensibles de ascenso y descenso social rela-
rentes a la puja por el ingreso. Puede afir- tivo entre los sectores altos, medios y
marse que a partir de 1955 los trabajado- bajos.26 Entre 1955 y 1976, el desempleo
res se enfrentaron a una pérdida relativa en promedio no superó el 4 % anual. Sin
materia de salario real, condiciones de tra- embargo, ciertas tendencias anunciaban la
bajo, prestaciones sociales y poder sindi- precarización del empleo y el empobreci-
cal. Esto haría que el período de la redis- miento de los estratos más bajos de la
tribución peronista fuera idealizado más sociedad. Debido a la aceleración de las
aún, elevado en el recuerdo de los trabaja- migraciones internas y desde los países
dores a la categoría de “años más felices” limítrofes, se había duplicado la población
en oposición a las nuevas circunstancias. en las villas miserias, al tiempo que decaía
El concepto “deprivación relativa” refiere a la calidad de las prestaciones sociales, y en
esta pérdida de lo que alguna vez se había los sectores medios bajos crecía el cuenta-
tenido y permanecía instalado como propismo inseguro. Los picos de tensión
expectativa. A la luz de esta nueva dicoto- tendrían lugar en los períodos hiperinfla-
mía temporal en el imaginario peronista, cionarios, como el año 75, cuando la
las caídas salariales que a su turno imple- carrera entre precios, salarios y tarifas lle-
mentaron los gobiernos de Frondizi y varía a un aumento sin antecedentes del
Onganía potenciaron la protesta obrera. número de huelgas y tomas de fábricas.

26 Ricardo Aroskind, “El país del desarrollo posible”, y Javier Auyero y Rodrigo Hobert, “¿Y esto es Buenos
Aires? Los contrastes del proceso de urbanización”, en Violencia, proscripción y autoritarismo (1955-1966),
Nueva historia argentina, tomo IX, dirigida por Daniel James, Sudamericana, Buenos Aires, 2003, p. 224.

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Una estanciera de Industrias Kaiser


Argentina S.A. en la línea de montaje.
Comenzaron a fabricarse en 1957.

Los estudiosos del Cordobazo sostienen Pero lo que el despliegue empresarial


que allí se produjo la rebelión obrera de encontraría del otro lado no tardaría en
mayor dimensión debido a otros factores sorprender a los promotores del fraccio-
que concurrieron en el nuevo polo indus- namiento sindical. ¿Qué hizo de los
trial de la Argentina, expandido durante los obreros de la industria automotriz de
momentos desarrollistas de Frondizi y Córdoba el actor que llevaría adelante la
Onganía.27 La fortaleza de los contrarios insurrección obrera más explosiva? Se
fue particularmente pareja en este choque. trataba de obreros colectivos de grandes
El capital industrial concentrado de las plantas, calificados, conscientes de la
automotrices intentó avanzar de múltiples riqueza que producían, articulados en los
maneras sobre el poder obrero en las fábri- barrios obreros y, sobre todo, unidos por
cas más modernas, fragmentando el poder un nuevo sindicalismo combativo.
sindical mediante un nuevo régimen de Contrariamente a lo planeado, el nuevo
asociaciones gremiales que intentaba ato- régimen de sindicatos por fábrica generó
mizar a los grandes sindicatos (por activi- conducciones de base ligadas a la asam-
dad) en pequeñas organizaciones (por plan- blea de cada planta que no serían neutra-
ta industrial). Se buscaba con esto mermar lizadas por las burocracias sindicales. La
el poder obrero para aumentar la producti- figura emblemática de este nuevo estilo
vidad acelerando los ritmos de trabajo. de conducción fue el secretario general
Cadenas de montaje que corrieran más de Luz y Fuerza, Agustín Tosco. La con-
veloces impondrían un mayor manejo de frontación fue entonces más intensa
las gerencias sobre los procesos de trabajo. entre el capital industrial concentrado y
La tecnología fordista-taylorista buscaba el sindicalismo combativo que paradóji-
reducir al míni- camente había crecido en las industrias
mo los restos de desarrollistas que más empeño habían
poder obrero puesto en fraccionar el poder sindical.
sobre el control En cuanto a su capacidad de oponer
de los ritmos, resistencia a los avances más decididos
disciplinar el tra- del capital concentrado en su búsqueda
bajo por medios por incrementar la ganancia mediante
impersonales nuevas tecnologías, la clase obrera ante-
como las líneas rior a la última dictadura no sería iguala-
Agustín Tosco: el de producción. da en el futuro.
sindicalismo de base.

27 James Brenan, El Cordobazo. Las guerras obreras en Córdoba 1955-1976, Sudamericana, Buenos Aires,
1996.

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El conflicto generacional

Según Eric Hobsbawm, la historia joven militante encaminado a la “revolu-


jamás había registrado un cuestionamiento ción social”, cuya figura modélica era
tan fuerte de una generación a su anteceso- Guevara. Esta variante alcanzaría en la
ra. En 400 descendencias (una cada veinti- segunda mitad de los años 60, su mayor
cinco años) que pueden contabilizarse desarrollo frente a las otras opciones, lo
durante 10.000 años de poblaciones que se potenció con la inédita movilización
sedentarias, no se supo que alguna vez los del estudiantado universitario en el mundo
hijos hayan impugnado tan radicalmente capitalista y comunista, a medida que se
el modo de vida de sus padres, ni que los ampliaban las matrículas. También salía a
colores de su vestimenta hayan contrastado la superficie el más convencido proceso de
tanto.28 El mundo occidental asistía al más liberalización moderna en torno de la
resonante cruce de costumbres, valores e sexualidad y las prohibiciones fundadas en
identidades. La cultura joven desarrolló la religión. Se aceleraba el deterioro de
diversas formas transgresivas tensionadas diversos baluartes de la tradición que, en la
entre sí. El modelo del rebelde sin causa visión de sus defensores, constituían las
política, con sus transgresiones pautadas bases inamovibles del orden social. El
por los héroes discográficos del mundo divorcio y el imperativo de una sexualidad
anglosajón, fue probablemente el más plena vinculada por la psicología a la salud
generalizado. Su desapego a lo establecido mental se extendieron en esta década más
se limitaba en este caso a un movimiento rápido que en las anteriores.
de caderas, a una inconformidad sin dis-
curso, a peinados y patrones de vida que Esta revolución de las costumbres, ini-
chocaban con la generación anterior de un ciada en las primeras sociedades de consu-
modo finalmente inofensivo, como en las mo modernas del capitalismo central, tuvo
películas de Sandro. El modelo del “hippis- un fuerte impacto en la Argentina. En los
mo” o power flower planteaba, en cambio, años 60 los jóvenes proliferaron en las
formas de vida corridas del capitalismo: grandes ciudades y, de ahí en más, los dic-
vivir en comunidad, la vuelta al campo en tadores del momento no vacilarían en
busca de una espiritualidad, escape del tra- reprimirlos. Pero las prohibiciones de
bajo asalariado y del consumo mercantil Onganía no harían más que incitar la resis-
29
con prácticas artesanales. Por último, el tencia juvenil. Como arriesga Sergio Pujol,

28 Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX, véase el capítulo XI “La revolución cultural”. Del mismo autor véase
también Años interesantes. Una vida en el siglo XX, cap. 15, “La década de los sesenta”, Crítica, Buenos Aires,
2003.
29 Sergio Pujol, “Rebeldes y modernos. Una cultura de los jóvenes”, en Daniel James (comp.), Nueva historia
argentina, tomo IX, ob. cit., pp. 314-321.

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el costado marginal de la cultura juvenil no discurso moralista de Onganía juzgaba que


se hubiera desarrollado en igual medida sin los pilares del sistema se veían amenazados
la provocación de un contrario moralista por los nuevos hábitos. En su visión los
sin capacidad de imponer el terror. A dife- conflictos entre padres e hijos, alumnos y
rencia de la última dictadura, la de profesores, obreros y patrones, formaban
Onganía no atemorizó a los transgresores parte de una misma propensión al cuestio-
sino que duplicó su sentimiento de liber- namiento: los jóvenes que empezaban
tad en cada acto. cuestionando la vestimenta, seguirían con
Es difícil de medir en qué proporción lo la institución familiar y más tarde impug-
estrictamente juvenil de estas rebeldías narían la propiedad privada.
influía en la conflictividad general de una El tiempo demostraría que incluso un
época colmada de impugnaciones a la desi- capitalismo más desigual que aquel de los
gualdad social, a las formas de vida y de años 60 era capaz de convivir con estas
alienación cultural, a la contaminación del transformaciones y nutrirse de ellas como
planeta y al menoscabo de las libertades en adelantadamente había intuido el discurso
general. Para Onganía y los militantes del publicitario. Con el tiempo otros discursos
catolicismo integrista que lo acompaña- del capitalismo liberal irían comprendien-
ban, todo formaba parte de una misma do que la sociedad de clases no peligraba
amenaza: el relajamiento de las costumbres con estos cambios en las formas de vida, y
y la impugnación al capitalismo eran en su que incluso podía verse fortalecida, en la
visión consustanciales. A diferencia del dis- medida en que se abría un espacio de reali-
curso publicitario que interpelaba a los zaciones individuales que no entraba en
jóvenes sin temerles a las nuevas modas, el contradicción con el statu quo social.30

30 Paradójicamente, más perjudicial resultaría la prohibición de estos cambios en los regímenes comunistas,
menos flexibles a darles cabida. Homosexuales o transexuales, por ejemplo, encontrarían mayor permisividad
en el capitalismo que en los socialismos reales.

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El conflicto interburgués

Tres burguesías de similar poder se abierta para agrandar sus mercados exter-
disputaron el lugar de clase dominante, nos. La burguesía ISI, en cambio, promo-
procurando imponer el rumbo econó- vía los lineamientos del Primer Plan
mico en su beneficio. Quinquenal: salarios más altos para incre-
La burguesía agrícola-ganadera era par- mentar el consumo interno, subsidio esta-
tidaria de una moneda devaluada, bajas tal a los aumentos salariales y protección de
retenciones a las exportaciones y economía las industrias livianas con aranceles altos

Burguesía agroexportadora. Burguesía transnacional Burguesía nacional de industrias


de industrias difíciles fáciles, sustitutivas de
(automotriz, petróleo) importaciones (textil, metalmecánica
sencilla, alimentos)
Exportadora, crecimiento Dirigida al mercado interno, Dirigida al mercado interno,
hacia afuera. sectores medios y altos. sectores populares.
Bajas o nulas Retenciones altas a Retenciones altas a
retenciones a exportadores. exportadores para financiar exportadores para subsidiar
obras de infraestructura. aumentos salariales.
Economía abierta Economía abierta Economía semicerrada,
(aranceles bajos). (aranceles bajos). proteccionista (aranceles altos).
Salarios bajos. Salarios bajos. Salarios más altos,
para fortalecer el mercado interno.

Peso devaluado. Peso sobrevaluado. Peso devaluado.


Ventaja relativa para Ventaja relativa para Ventaja relativa para
imponerse en algún imponerse en algún imponerse en algún
momento del ciclo momento del ciclo momento del ciclo
económico: aporta divisas económico: resuelve económico: genera empleo
necesarias para equilibrar problemas energéticos y y cadena de consumo.
la balanza de pagos tecnológicos complejos. En ciertas circunstancias
y realizar las aminora el conflicto social,
importaciones necesarias. en otras lo agrava
en la medida en que
la baja del desempleo
aumenta la capacidad
de resistencia obrera.
Presidencias favorables: Presidencias favorables: Presidencias favorables:
Lonardi, Aramburu, Frondizi, Onganía. Illia, Levingston,
Guido. Perón (1974).

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que limitaran la llegada de artículos impor- llegaba el momento en que las transnacio-
tados. La burguesía multinacional concen- nales petroleras imponían las medidas
trada de las industrias difíciles planteaba económicas. Por último, cuando las ten-
por el contrario salarios bajos, dólar barato siones sociales eran muy agudas, la bur-
y retenciones altas a los exportadores agrí- guesía que mayores efectos benéficos solía
colas para financiar grandes obras de infra- derramar para apagar el incendio la cons-
estructura. tituían las ISI livianas generadoras de
De modo que, como sucede en cual- empleo, aumentos salariales y cadena de
quier capitalismo, había intereses contra- consumo.
puestos entre las burguesías diversas. Lo Estos conflictos en la cumbre de la pirá-
singular de este período fue que ninguna mide social aportaron a la inestabilidad
de las tres logró imponerse sobre las otras política del período. Los gobiernos dura-
por un tiempo prolongado. La pulseada ban poco, no sólo debido a los conflictos
entre ellas no terminaba de definirse debi- verticales capital-trabajo y peronismo-anti-
do a lo que Juan Carlos Portantiero alcan- peronismo, sino porque el propio frente
zó a ver con nitidez en 1973: el empate antiperonista-burgués se encontraba divi-
hegemónico y bloqueo recíproco entre dido por disputas económicas que no ter-
las burguesías se debían a que el funciona- minaban de definirse. Los gobiernos caían,
miento del ciclo capitalista en la y con ellos también caían sus políticas eco-
Argentina demandaba cambios en la polí- nómicas, por lo cual se producía un viraje
tica económica que alternativamente llamativo en esta materia. En 1955 la polí-
favorecían a cada una de las tres fraccio- tica económica se inclinó a favor de la bur-
nes.31 Cuando el problema más acuciante guesía agroexportadora. En 1958 y 1966,
de la economía era la falta de divisas, la fue el turno de las transnacionales dedica-
propia situación promovía las políticas das a las industrias complejas: petróleo,
que eran favorables a la burguesía agroex- automotores, medicamentos. Frondizi y
portadora, la única que producía bienes Onganía contestaron sus demandas con la
exportables y aportaba divisas. Cuando el promesa desarrollista de un “despegue
problema más urgente para la continui- industrial autosostenido”. Los momentos
dad del sistema económico era resolver un favorables a la burguesía ISI tuvieron lugar
“cuello de botella industrial” ante, por durante las presidencias de Illia y
ejemplo, la falta de recursos energéticos, Levingston.

31 Juan Carlos Portantiero, “Clases dominantes y crisis política en la Argentina actual”, en Oscar Braun
(comp.), El capitalismo argentino en crisis, Siglo XXI, Buenos Aires, 1973.

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La confluencia de los conflictos, una parecen obnubilados por el espejismo de


visión en perspectiva la revolución inminente. La dictadura de
1976 inauguró un ciclo de concentración
Sobre el final del período, la disputa de la riqueza considerablemente más
entre el peronismo y el antiperonismo iría abrupta. La etapa democrática que siguió a
cediendo su lugar al enfrentamiento entre la dictadura, lejos de retrotraer la desigual-
la izquierda revolucionaria y la derecha res- dad, la acentuó fuertemente. También en
tauradora. En los años 74 y 75, el conflicto el mediano plazo todo indica que los obje-
capitalismo/socialismo desplazaría la dispu- tivos del torrente quedaron cada vez más
ta doméstica entre el peronismo y el antipe- lejos. Sin embargo, es difícil para los histo-
ronismo. Los nuevos alineamientos unían a riadores de un período tan reciente evaluar
la derecha peronista y antiperonista en un los resultados de las revoluciones o prima-
mismo bando represivo, y a la izquierda veras de los pueblos que “fracasaron” en el
peronista junto a algunas organizaciones de corto plazo. Todavía hoy, no podemos
la tradición trotskista revolucionaria, en un medir el legado de las impugnaciones
frente aliado de insurgencia. setentistas, en la medida en que siguen
Para algunos analistas, lo que sólo era generando efectos. Como se ha dicho res-
una crisis de hegemonía política, de gober- pecto de la Revolución Francesa, los años
nabilidad, entre 1955 y 1966 había deriva- 70 no han terminado, en la medida en que
do en una crisis orgánica de dominación el excedente utópico producido en esos
entre las clases, preludio de una situación años no se ha disuelto. En la expectativa
revolucionaria entre 1969 y 1975.32 de un número no despreciable de actores
Particularmente en 1973, el torrente social contemporáneos, la concreción de buena
impugnador vivió momentos culminantes parte de los reclamos sigue pendiente.
de euforia. Vistos en perspectiva histórica, Diciembre de 2001 puso de manifiesto
a la luz de los resultados posteriores donde que una parte del horizonte de expectati-
las fuerzas reaccionarias se impusieron en vas del torrente setentista era capaz de
casi todos los ámbitos, los actores del revivir y languidecer con múltiples
torrente setentista que doblaron la apuesta mutaciones.

32 Nicanoff-Rodríguez, ob. cit., pp. 23-25 y “Conclusiones”.

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La hora de los hornos.


Los ojos de la resistencia
peronista

En su estudio sobre el uso de la imagen mundo. A veces los textos se presentan en


como documento histórico, Peter Burke nos forma escrita, a veces narrados por distintas
previene del “efecto realidad” que las imáge- voces, favorables o irónicas según el caso.
nes fílmicas suelen generar en los espectado- Otro recurso utilizado es el reportaje a pro-
res.33 Ser conscientes de que siempre esta- totipos sociales y culturales que el documen-
mos frente a una interpretación del período, tal reivindica o deplora: el indio Don
y no frente al período mismo, es un buen Ambrosio, los oligarcas del remate ganadero,
punto de partida para el análisis del conteni- el escritor Manuel Mujica Lainez, los segui-
do histórico de cualquier película. El “efecto dores del arte abstracto y el pop, frecuenta-
realidad” es mayor cuando se trata de un dores de happenings en el Instituto Di Tella.
relato visual con imágenes tomadas por Por medio de la edición y el montaje, los
cámaras viajeras que sorprenden a la reali- recursos se combinan en función de compo-
dad, como sucede en buena parte de La hora ner un ensayo integral sobre la Argentina. El
de los hornos. La imagen cinematográfica montaje musical también recarga las imáge-
adquiere un sentido testimonial aún mayor nes de significado.
cuando las cámaras se entrometen en el coti- La primera parte del documental-ensayo
diano. Contrastar este documental-ensayo presenta una visión de la Argentina de los
con otras interpretaciones del período nos años 60 que por momentos no se ajusta a las
permitirá captar lo singular de la mirada de coordenadas de los cinco conflictos que
Solanas y Getino, explorar las condicionan- hemos trazado sobre la base de la visión de
tes ideológicos, generacionales, artísticos e los analistas Portantiero, James, Pujol,
intelectuales que en 1966-67 determinaron Brenan y Nicanoff-Rodríguez, quienes estu-
su visión de la Argentina, iluminándoles diaron el período con una mayor perspecti-
ciertos aspectos de la realidad y oscurecién- va de tiempo. En verdad, la segunda parte
doles otros. del tríptico, “Acto por la liberación”, refleja
A modo de collage, el documental emplea en mayor medida el panorama de conflicti-
una multiplicidad de recursos yuxtapuestos, vidad social planteada por aquellos autores.
por momentos a gran velocidad: tomas ori- Pero hemos elegido la primera parte de
ginales de la realidad reforzadas con citas de La hora…, en lugar de la segunda, precisa-
otros filmes, textos de los propios autores y mente porque en su búsqueda de los funda-
de luchadores sociales destacados en el mentos ancestrales de la identidad nacional

33 Peter Burke, ob. cit., pp. 209-213.

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se expresa, a nuestro criterio, cierta “distor- bólica, de los embates represivos, del auge de
sión” en la mirada autoral (corregida en la la revolución en el mundo y de la depriva-
segunda parte) al momento de retratar la ción del ingreso en la Argentina. Las prime-
sociedad argentina de 1966 y sus conflictos. ras imágenes muestran la represión y el
Esta “distorsión”, si se nos permite el térmi- enfrentamiento descarnado, transmitiendo
no, es muy reveladora en la medida en que una visión positiva de la violencia popular:
refleja mejor la visión de la resistencia pero- “Un pueblo sin odio no puede triunfar”, “El
nista y de buena parte del campo popular hombre colonizado se libera en y por la vio-
acerca de quién era esencialmente el enemi- lencia”, “Todo espectador es un cobarde o
go antiperonista, quiénes eran los contrarios un traidor”. Estas citas de Frantz Fanon
implicados en la lucha por la liberación. La remiten al convencimiento acerca de la legi-
riqueza de esta primera parte del tríptico timidad de la lucha armada en tanto forma
consiste no sólo en su capacidad de mostrar- superior e inevitable de la lucha de clases. Tal
nos aspectos de aquella sociedad atravesada vez no hubieran sido formuladas de un
por contrastes sociales y múltiples formas de modo tan concluyente en otras décadas del
dominación, sino en revelarnos cómo se siglo XX que no fueran las del 60 y 70. Con
visualizaba al campo amigo y al campo ene- imágenes de una manifestación por el 17 de
migo desde el prisma de la resistencia pero- octubre de 1965 en Parque Patricios, el filme
nista. Los aciertos y las posibles distorsiones descarta abiertamente la posibilidad de
de esa mirada son igualmente importantes alcanzar conquistas populares por la vía de la
para nosotros en la medida en que la historia democracia burguesa. La legitimación de la
debe ocuparse no sólo de los procesos de guerrilla en estos años es una evidencia de
cambio, sino de cómo esos procesos eran cómo la formación más tardía del ERP y
percibidos por los protagonistas. La pro- Montoneros había sido precedida por un
puesta consiste entonces en analizar esta pri- proceso de elaboración más amplio.
mera parte teniendo en cuenta ambos pla- Otro aspecto de la época, visual y tex-
nos: el plano de la realidad histórica que la tualmente reflejado, es la dimensión plane-
película refleja y el plano de la observación taria del análisis, la conciencia acerca de la
de esos procesos por parte de los autores-par- vinculación mundial de los conflictos. El
tícipes del tiempo narrado. filme establece estrechas relaciones entre las
Todo el documental (sus luchas sociales en la Argentina y en el
tres partes) es en sí mismo un Tercer Mundo, cuyo escenario más revela-
testimonio del tenor revolucio- dor de la ofensiva neocolonial es Vietnam.
nario que la resistencia peronis- Las imágenes presentan a EE.UU. como
ta fue adquiriendo al calor de la “enemigo del género humano”. La interca-
proscripción, de la ofensa sim- lación de imágenes nacionales, continenta-

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imperativo político. La única poesía que rei-


vindicaba La hora… se vinculaba a la lucha
les y mundiales refleja cómo en los años 60 y el sacrificio revolucionario. Las imágenes
el internacionalismo revolucionario había del matarife (tomadas del corto de
adquirido una identidad tercermundista. Humberto Ríos, Faena, 1960) se intercalan
Unida a la concepción internacionalista del con publicidades modernas que buscan
conflicto, se globaliza la percepción de la acentuar una mirada de la barbarie encubier-
izquierda. El grupo Cine Liberación se ta en el progreso. Las tomas en Villa Sapito,
formó luego del estreno de La hora… pro- acompañadas con la canción “escolar”
clamando su pertenencia al “tercer cine”. Aurora, desmienten la versión educativa de
Con este término se incluía en el “cine mili- la realidad de un modo más implacable que
tante” al servicio de la descolonización, la canción de Moris, Ayer no más (1967).34
entre cuyas obras de referencia en el nivel A diferencia de Moris o de la serie plástica de
mundial se había destacado La batalla de Antonio Berni, Juanito Laguna, La hora…
Argel (1966), de Gillo Pontecorvo, estrena- no cuenta historias individuales; sus imáge-
da en la Argentina en el mismo año que el nes denuncian la violencia estructural
filme de Solanas-Getino. La hora de los hor- (“Mueren más chicos de hambre
nos plantea un conflicto único entre el neo- que en Hiroshima y Nagasaki”)
colonialismo y el Tercer Mundo, sin hacer mostrando sujetos colectivos como
mención del Segundo Mundo, lo que en el cine soviético. Con un monta-
puede explicarse a partir de las incompati- je veloz que en su momento fue
bilidades esenciales del peronismo para el visto como una revolución sintácti-
comunismo soviético, al cual creía haber ca, se presenta un mapa social y
superado en una síntesis histórica. estadístico de la Argentina tras
La hora de los hornos se abstiene de buscar quince años de bajas salariales.
belleza en la carencia. Si contrastamos la cru- Con respecto al conflicto gene-
deza de las imágenes del matarife con las racional, es evidente que el docu-
composiciones plásticas del propio mental no simpatiza con las trans-
Fernando Solanas en obras muy posteriores gresiones culturales modernas, a las que
como El exilio de Gardel (1985) o Sur retrata como meramente distractivas y fun-
(1988), queda de manifiesto el cambio de cionales al sistema. Esta visión de las estéti-
estética propiciado en cada momento por el cas relajadas de lo político refleja las tensio-

34 Moris o Mauricio Birabent; la canción fue estrenada por Los Gatos.


Ayer no más en el colegio me enseñaron,/ que este país/ es grande y tiene libertad./ Hoy desperté/ y vi mi cama
y vi mi cuarto/ en este mes no tuve mucho que comer.

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nes que atravesaban a una ron al socialismo a partir de esta relectura de


generación que con el tiem- los evangelios, punto de apoyo del giro ideo-
po sería erróneamente identificada como lógico desde el cristianismo hacia la revolu-
una cultura juvenil homogénea. Si bien ción social.
Solanas y Getino no eran del todo jóvenes en Para no distorsionar nosotros la visión de
los criterios de 1967 –tenían 31 y 32 años Solanas y Getino, debemos cuidarnos de
respectivamente– podemos ver en ellos un sacar conclusiones sobre la base de la prime-
ejemplo de la identidad juvenil militante ra parte del tríptico sin contrastarla con las
cuyo paradigma por seguir era Guevara. Los otras, al menos con la segunda. Al comparar-
jóvenes de la disquería o del Instituto Di las, pueden establecerse diferencias muy sig-
Tella son mostrados como parte de una nificativas en la composición de imágenes de
deformación cultural meramente discográfi- la realidad social que quedan planteadas en
ca, una caricatura de sí mismos, igual que los cada una. Es llamativo en la primera parte
snobs que consumen el arte abstracto. del documental lo poco que aparecen referi-
Sobre el final, el documental se detiene dos los actores fundamentales de la lucha de
en la imagen del cadáver del Che, presenta- clases más intensa del período: el trabajador
do como un ejemplo de vida y entrega. Es el industrial de plantas modernas y la burgue-
inicio de un discurso sacrificial que tendrá sía transnacional de esas mismas industrias
un intenso desarrollo. La imagen del Che sustitutivas de importaciones difíciles. A
muerto, con reminiscencia de la representa- menos de un año para el Cordodazo, la pri-
ción cristiana, equivalente a su reverso, el mera parte del documental-ensayo muestra
“Cristo guerrillero”, nos introduce a otro muy pocas imágenes de estos actores que al
giro ideológico de la época que evidencia el poco tiempo forzarían la caída de Onganía.
modo en que el conflicto capitalismo/socia- En cuanto a las fuerzas insurgentes, en la pri-
lismo había ingresado también al interior del mera parte casi no aparece el sindicalismo
cristianismo, lo que dio lugar a una nueva clasista que pronto irrumpiría en el
lectura socialista de los evangelios.35 El Cordobazo.
Movimiento de Curas Tercermundistas en Tampoco el estudiantado universitario es
torno de la teología de la liberación hizo su destacado por el momento, y las referencias
aporte en la Argentina al torrente social que al espacio académico son muy negativas. La
enfrentó a Onganía. Muchos jóvenes llega- universidad es caracterizada como una ins-

35 Para una aproximación a estas representaciones puede consultarse Roberto Amigo, “Letanías en la
Catedral. Iconografía cristiana y política en la Argentina: Cristo Obrero, Cristo Guerrillero, Cristo
Desaparecido”, en Studi Latinoamericani / Estudios Latinoamericanos, Nº 1, Mario Sartor (cur.), Esperimenti
di Comunicazione, Forum, Udine, 2005.

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tancia de dominación intelectual aliada al agroexportadora de


neocolonialismo: “El más profundo instru- esa función. Las
mento de la colonización”, lo que refleja la retenciones al agro implementadas por el
cuenta pendiente del peronismo con los gobierno de Onganía con el objeto de finan-
espacios intelectuales en general, que en ciar obras de infraestructura para el nuevo
1955 habían asumido el comportamiento salto industrial son una muestra de cuál era
político del grueso de la clase media, adheri- la fracción burguesa que dominaba en la
da al antiperonismo. nueva alianza de poder, tal como lo observó
Lo mismo sucede con los sectores Juan Carlos Portantiero. En 1966 el produc-
medios. En la primera parte la óptica es to de la industria equivalía a 2,2 veces el pro-
enteramente negativa. La visión de las clases ducto del agro, con una marcada tendencia
medias que Arturo Jauretche plasmó en El al crecimiento relativo, si bien el predominio
medio pelo en la sociedad argentina (1966) agrícola de las exportaciones seguía siendo
aflora en cada referencia a este sector. Las acentuado.36 En la primera parte del filme
capas medias son retratadas como un coro hay una mención oral de los grupos indus-
tonto de las clases dominantes, un aliado de triales, pero las imágenes remiten todas a la
la oligarquía obnubilado por la zanahoria de oligarquía ganadera, cuya representación en
un estatus inalcanzable. Las capas medias el imaginario popular estaba seguramente
son vistas como el “principal receptáculo” de más establecida. En este punto el documen-
ideas extranjeras, sin distingo entre el sector tal usa imágenes reconocibles, no busca crear
conservador y los significativos sectores de nuevas representaciones: acentúa los rasgos
clase media corridos a la izquierda del espec- del terrateniente pampeano, cuya voz en off
tro político. nos recuerda las parodias de Carlos
Tampoco se repara por el momento espe- Perciavale en los años 60.
cíficamente en la fracción burguesa que La primera parte del documental presen-
desde 1966 dominaba en la nueva alianza de ta una visión un tanto anacrónica de la pola-
poder, si bien se mencionan el “desarrollis- ridad social que alimenta los principales con-
mo” y el “tecnocratismo”. En cuanto a las flictos. De un lado, la oligarquía ganadera,
fuerzas dominantes, la primera parte del aliada primordial del neocolonialismo. Del
documental no recalca que en esos años la otro, los sectores populares, que en las imá-
burguesía transnacional concentrada de genes son casi siempre encarnados por
industrias complejas imponía las políticas pobladores del interior profundo de la
económicas durante el onganiato, con el Argentina. En su intento por recuperar los
consecuente desplazamiento de la burguesía orígenes esenciales y trascendentes del “pue-

36 Ricardo Aroskind, ob. cit., p. 72.

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blo”, la cámara viajera se concentra en los a las ciudades contaminadas por lo forá-
vestigios de las comunidades indígenas, neo. La contraposición moral entre Buenos
como una toldería de indios matacos parcial- Aires y el interior profundo es un tópico
mente expropiada de la naturaleza y entera- reiterado en la primera parte: la antítesis
mente marginada del progreso. La mayor entre el indio y los rascacielos modernos
parte de las imágenes de sectores populares domina la composición de imágenes.
que esta primera parte del documental con- Con tono siempre irónico, Buenos
trapone a la oligarquía ganadera, no remite a Aires es presentada con tomas del puerto
los obreros fabriles, ni a los migrantes inter- demasiado abierto a lo que Europa le acer-
nos instalados en el mundo industrial del cara: mercancías, formas de explotación,
conurbano antes del peronismo y durante él, ideas y modos de vida antinacionales.
sino a quienes permanecieron en sus comar- Ciudad adentro comienza el desfile de los
cas de origen resistiendo la desintegración de dispositivos alienantes, estéticamente
su cultura. Los trabajadores de la resistencia dependientes de las modas europeas y nor-
peronista que en sindicatos y reuniones clan- teamericanas. La ciudad es vanidosa, emu-
destinas verían la primera parte de La ladora, alejada de lo nacional, sin identi-
hora…, se encontrarían menos a ellos mis- dad, intermediaria y acaparadora de la
mos que a sus “antepasados” (en el caso de riqueza rural: una cabecera del puente
los migrantes internos). Las tomas de traba- mediante el cual el neocolonialismo domi-
jadores industriales (textil y papel) requisa- na a la Argentina toda. A excepción de una
dos y controlados por el reloj marcador de toma en un café de barrio, musicalizada
tarjetas y una toma fugaz de la industria con el tango Sur, el documental no resca-
automotriz son las únicas imágenes de las ta elementos de la cultura porteña. Las
novedosas formas de explotación capitalista luces de la ciudad determinan un espacio
que se estaban imponiendo. de frivolidad “de espaldas al país”, defor-
El enaltecimiento de una esencia nacio- mación cultural y corrupción encubierta
nal ligada a los pueblos originarios que pre- detrás de las ventanas de los edificios cor-
valece en la primera parte, es sin dudas porativos. Como antecedente muy cerca-
heredero de la corriente intelectual deno- no en el tiempo, prácticamente contem-
minada revisionismo histórico. El hombre poráneo, de esta indentificación entre la
que está solo y espera (1931), de Scalabrini ciudad cosmopolita y la dominación
Ortiz, fue tal vez el más sonoro manifiesto extranjera, podría contemplarse la revolu-
de esta búsqueda de reservorio de valores y ción cultural china en su revaloración del
honestidad en las comarcas más pobres de mundo campesino como agente depura-
la Argentina, restos de pureza nacional, del dor de las recaídas capitalistas del espacio
“espíritu de la tierra” que pudieran redimir urbano-intelectual.

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Sin embargo, es factible que en Solanas y do la historia estatal-


Getino haya pesado más la cuenta pendien- escolar, funcional a la
te del peronismo contra la Capital Federal, el ignorancia del pasado
distrito más difícil para el régimen. A su vez, para bien de la domi-
la identificación de lo popular especialmen- nación neocolonial
te con lo indígena tiene otro destinatario que (“Es falsa la historia
en la primera parte de La hora… no es tan que nos enseñaron”). En la búsqueda de
evidente como en la segunda: la izquierda de constantes a través del tiempo, en La hora…
tronco marxista crítica del peronismo. En la casi todo es ligado con la historia: el Consejo
segunda parte del tríptico son muy reiteradas de Seguridad de la ONU equiparado a la
las críticas a la izquierda tradicional, vista diplomacia de Canning. De un mismo lado,
como una formación ideológica no menos Rivadavia, Onganía y el presidente nortea-
negadora de lo popular y lo nacional que la mericano Johnson; del otro, Bolívar y el
derecha conservadora. Elegir al indio como Che. Este juego de opuestos se refiere a una
sujeto privilegiado de enaltecimiento, empe- independencia “traicionada en los orígenes”.
zar el ensayo rescatando a este sujeto antes Otro elemento es la noción de patria grande
que al proletariado moderno, implicaba una latinoamericana, presente en los contenidos
opción más enfática por lo popular-nacio- y en el tono neutro con un matiz de voz pan-
nal, contra la modernidad del marxismo no latinoamericana en el narrador principal. Las
peronista. Según Sergio Nicanoff, estudioso villas miseria, conventillos, cantegriles,
de la relación entre estas dos izquierdas cayampas, favelas y ranchadas son variantes
durante el período, la visión de La hora… es de una misma realidad.
cabalmente representativa del modo en que Sobre el final de esta primera parte, el
el grueso de la resistencia peronista concep- documental se concentra en rechazar masi-
tuaba todavía a la izquierda marxista. El vamente la cultura occidental en reivindi-
puente hacia el acercamiento entre las dos cación de las raíces precolombinas: “Se
vertientes se daría, poco después, en la CGT acerca la hora en que los incivilizados edu-
de los Argentinos en 1968 y en la experien- carán a los civilizadores” (Fernández
cia compartida durante el Cordobazo, a par- Arregui). El Partenón, Hegel y el arte abs-
tir del cual se multiplicaron los acercamien- tracto son rechazados, en tanto “bajo el
tos, conexiones y sincretismos. mito de una cultura universal se produce la
Otro legado del revisionismo histórico imposición de una civilización sobre otra”.
(una de las corrientes intelectuales más exito- Incluso entre los habitantes del noroeste
sas del siglo XX en la Argentina) es el perma- existen embaucadores populares que, con
nente uso del espejo de la historia para vin- sus engaños y supersticiones, son funciona-
cular el presente con el pasado, desmintien- les al neocolonialismo.

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PINO SOLANAS...

40 años después. Entrevista, revista Ñ, 26 de agosto de 2006.


Estética y ensayo histórico-político
La hora de los hornos fue un proceso complejo: por un lado era mi pri-
mera película y, por otro, representaba el combate personal de hacer
algo creativo, con el gran inconveniente de que en nuestro medio no
existía un referente de cine ensayo histórico-político de carácter docu-
mental. Ésa fue la simiente de lo que se llamó Cine Liberación: empecé
a armarla en el 65 y se dio en un contexto histórico-político complicado,
porque en esa época llegaron el golpe de Onganía a Illia, la Noche de los
Bastones Largos, el contexto latinoamericano con varios países ya mutan de lo general, abstracto e idealista de
sometidos a las dictaduras militares… Todo esto derivó en que mi gene-
ración pensara que la realidad no podía cambiarse a través de las insti- la primera parte, a lo más concreto, real y
tuciones y las reglas de funcionamiento democrático. Desde el golpe del detallado de la segunda: del collage cargado
55 hasta que empecé a darle forma a la película habían pasado once
años de democracias tuteladas. Estábamos descreídos de que el voto de simbolismos a testimonios directos de la
fuera respetado. resistencia. Así el documental-ensayo abor-
En la película confluyeron el desafío creativo –yo vivía con la influencia da, ahora sí directamente, los conflictos pri-
de la vanguardia creativa, el cine ruso, el mudo, la plástica de la década
del 20– y la aspiración de hacer un cine absolutamente contestatario al mordiales protagonizados por los trabajado-
sistema represivo imperante. La filmé bajo la consigna “Hacerla con la res fabriles de las industrias modernas.
misma libertad con la que se escribe un ensayo”. Se hizo como una pro-
ducción clandestina, con la iniciativa de armar un fresco histórico (junté Dirigentes gremiales como Martiniano
material fílmico desde principios de los 60), porque el peronismo filma- Martín (automotor), Ángel Perelman
do estaba prohibido. (metalúrgico) o Raimundo Ongaro (gráfi-
¿Tiene herederos ese cine en la actualidad? Pienso que la crisis social
argentina que tuvo su epicentro a finales de 2001 impactó profundamen- co) se explayan sobre el proceso de conver-
te y motivó el retorno al género documental, que a lo largo de los 90 un sión de los gremios, de organizaciones para-
contexto de tilinguería discursiva y fácil acceso a la tecnología digital
hizo que los que se formaban como cineastas por entonces creyeran que estatales a “motores de la resistencia”. La
sólo había que filmar como Tarantino. cámara ingresa para cubrir, por ejemplo, la
A los jóvenes no les agrada demasiado reconocer la herencia. En ese toma del establecimiento textil La
sentido, nosotros teníamos más gratitud. Las películas que me resultan
más interesantes son aquellas que tienen una vocación social. Las que Bernalesa, con autogestión obrera de la pro-
miran la realidad, y en eso hay gente talentosa: Pizza, birra y faso, las ducción. La voz ensayística y panorámica de
otras películas de Caetano, Lucrecia Martel y Mundo grúa, de Trapero,
son buenos ejemplos. los narradores y la composición de significa-
dos sobre la base del montaje intercalado de
imágenes y textos pierden importancia fren-
te a la voz de los actores. La visión de los
Segunda parte: narradores es ahora menos transhistórica y
“Acto para la liberación” más enfocada a captar lo singular de los con-
flictos desde 1955. De este modo el docu-
En la segunda parte se desarrolla una mental se instala en el ámbito del conurba-
visión menos esencialista y más próxima a no, y abandona la contraposición entre el
los conflictos determinantes del período tal interior profundo y la ciudad cosmopolita
como los conocemos hoy. Los recursos com- que prevalece en la primera parte.
positivos y ensayísticos que en la primera En cuanto a los sectores dominantes, en
parte buscaban las raíces ancestrales de la esta segunda parte la visión se actualiza
identidad popular nacional, ceden ahora a otro tanto. Ahora se distingue una burgue-
una crónica histórico-analítica del período sía industrial desarrollista, asociada a
1945-1966, enfocada en buscar testimonios EE.UU., así como la oligarquía tradicional
de la resistencia peronista tras la caída del lo había estado a Gran Bretaña. El narra-
régimen. Las formas de encuestar la realidad dor la ve escalando posiciones en los años

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de Frondizi, pero no llega a percibir la pre- Algo similar advierten los narradores con
tensión de autonomía o “desempate” de respecto a sectores más vastos de la clase
esta fracción con respecto a la burguesía media, que, al calor de las experiencias pos-
agroexportadora. teriores a 1955, comienzan a independizarse
Donde más diferencias encontraremos de la oligarquía. También se saluda el surgi-
entre la primera y la segunda parte es con miento de un nuevo perfil del intelectual de
respecto a la valoración de los sectores izquierda que por primera vez rompería con
medios y el movimiento estudiantil. En la los esquemas europeos sin permanecer al
primera parte estos actores eran presenta- margen de las luchas populares.
dos como esencialmente dependientes de la En la primera parte, la carga contra la
oligarquía, apartados de las luchas popula- izquierda crítica del peronismo se funda-
res. En la segunda parte se contempla un menta en el enaltecimiento de una esencia
proceso de conversión de las capas medias y nacional y popular encarnada por sectores
estudiantiles, de instrumentos pasivos del no pertenecientes al proletariado moderno.
sistema de dominación a actores creciente- Raíces identitarias que la izquierda europea
mente comprometidos con el campo popu- no podría incorporar en su figuración abs-
lar, recién llegados a la lucha antiimperialis- tracta e idealista de la clase obrera. En la
ta que el peronismo trabajador habría segunda parte, la embestida a la izquierda no
emprendido antes. El documental registra peronista cambia de eje. El nuevo sujeto de
una corriente de impugnación significativa enaltecimiento para diferenciarse de la otra
contra la cual había reaccionado el ongania- izquierda es la resistencia obrera peronista
to en la Noche de los Bastones Largos del conurbano, un proletariado moderno
(1966). La resistencia peronista comenzaba pero nacional ante todo, igual de incom-
a tener aliados dentro del estudiantado de prendido por la izquierda de raíz europea. La
clase media. El documental da cuenta del discordancia de la izquierda tradicional en
desclasamiento de un sector significativo de ambos casos se vincula a su matriz extranje-
jóvenes que en el marco universitario ra. En los términos de La hora…, la única
adquiría una conciencia social antagónica conciliación posible con el marxismo euro-
al conservadurismo de sus padres. Pero peo en la Argentina tendría lugar si esas for-
siempre en la medida en que estos sectores maciones ideológicas comprendieran su
comprenden por primera vez el valor histó- error. En ninguno de los testimonios o inter-
rico del peronismo, admiten su error y se venciones de los narradores se plantea la
incorporan al campo popular. Los dirigen- posibilidad de que la izquierda peronista
tes estudiantiles entrevistados hablan de tenga algo que aprender de las críticas que la
esta conversión, criticando la actitud ante- otra izquierda le había formulado al peronis-
rior contraria al peronismo. mo por su costado bonapartista.

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Actividades
37
1. Comparar los siguientes grafitos del Mayo Francés, con los “La emancipación del hombre será total o no será.” (Censier)
eslóganes de La hora de los hornos. La actividad apunta “La novedad es revolucionaria, la verdad también.” (Censier)
a detectar elementos comunes y diferenciales entre dos “La pasión de la destrucción es una alegría creadora. Bakunin.”
retóricas revolucionarias contemporáneas, correspon- (Sorbona)
“La libertad es la conciencia de la necesidad.” (Plaza de la Sorbona)
dientes al centro y la periferia del capitalismo. En cuanto
“No me liberen, yo me basto para eso.” (Nanterre)
a los contenidos, las principales diferencias giran alrede-
“Todo es dadá.” (Odeón)
dor de la visión sobre el arte vanguardista (surrealismo, “Abraza a tu amor sin dejar tu fusil.” (Odeón)
dadaísmo) y el rol de la imaginación utópica, y la impor- “Las jóvenes rojas cada vez más hermosas.” (Medicina)
tancia de la liberación en los hábitos personales. “La revuelta y solamente la revuelta es creadora de la luz, y esta luz no
puede tomar sino tres caminos: la poesía, la libertad y el amor.
“Cuando la asamblea nacional se convierte en un teatro burgués, todos Breton.” (Facultad de Derecho - Assas)
los teatros burgueses deben convertirse en asambleas nacionales.” “Aprende a cantar La Internacional.” (Barrio Latino)
(Odeón) “No puede volver a dormir tranquilo aquel que una vez abrió los ojos.”
“¡Viva la comunicación! ¡Abajo la telecomunicación!” (Odeón) (Nanterre)
“Gracias a los exámenes y a los profesores el arribismo comienza a los “La acción permite superar las divisiones y encontrar soluciones. La
seis años.” (Sorbona) acción está en la calle.” (Ciencias Políticas)
“No hay pensamiento revolucionario. Hay actos revolucionarios.” “El levantamiento de los adoquines de las calles constituye la aurora de
(Nanterre) la destrucción del urbanismo.” (Sorbona)
“Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar.” “Acumulen rabia.” (Nanterre)
(Sorbona) “Exagerar, ésa es el arma.” (Censier)
“Se decreta el estado de felicidad permanente.” (Ciencias Políticas) “La belleza será convulsiva o no será. Breton.” (Sorbona)
“La imaginación toma el poder.” (Sorbona)
“En los exámenes responda con preguntas.” (Sorbona)
“Abajo el realismo socialista. Viva el surrealismo.” (Condorcet)
2. Sería interesante buscar artículos periodísticos de la
“No queremos un mundo donde la garantía de no morir de hambre se
compensa por la garantía de morir de aburrimiento.” (Odeón) época que den cuenta de los conflictos analizados en el
“Sean realistas: pidan lo imposible.” (Censier) módulo con el objeto de que puedan ser utilizados para
“Nuestra esperanza sólo puede venir de los sin esperanza.” (Ciencias trabajar con los alumnos.
Políticas)
“Dios: sospecho que eres un intelectual de izquierda.” (Liceo
Condorcet) Sugerencias fílmicas para ampliar y contrastar
“Graciosos señores de la política: ocultáis detrás de vuestras miradas Los inundados, Fernando Birri, 1960.
vidriosas un mundo en vías de destrucción. Gritad, gritad; nunca se
sabrá lo suficiente que habéis sido castrados.” (Sorbona) Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó
“Prohibido prohibir. La libertad comienza por una prohibición.” trunco, comenzó la tristeza… y unas pocas cosas más… Leonardo
(Sorbona) Favio (1965)
“Un solo week-end no revolucionario es infinitamente más sangriento
Los traidores, Raymundo Gleyzer, 1973.
que un mes de revolución permanente.” (Fac. de Lenguas Orientales)
“Cambiar la vida. Transformar la sociedad.” (Ciudad Universitaria) Los hijos de Fierro, Fernando Solanas, 1975.

37 Citados en http://www.galeon.com/elortiba.

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Bibliografía

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C A P Í T U L O 3
La última dictadura (1976-1983)
Tiempo de revancha,
Adolfo Aristarain, 1981

promovió con éxito lugares de “reencuen-


Introducción tro nacional”, movilizaciones que resulta-
ron masivas cuando el régimen pulsó la
A treinta años de la última dictadura, tecla del nacionalismo. Las plazas llenas de
Tiempo de revancha ha quedado establecida la dictadura durante los festejos del
como un hito del deshielo cultural, la voz Mundial 78 y durante Malvinas son la
del cine que rompió el silencio a través de contracara de la soledad de Bengoa. La fies-
una escena paradójica: frente al espejo ta de todos, película que el régimen militar
Pedro Bengoa se enmudecía para siempre encargó al director Sergio Renán, puede
obligándose a resistir en su guerra de silen- resultar un buen complemento para exa-
cio. La resistencia de un hombre solo, del minar la compleja relación entre el régi-
individuo aislado frente a un sistema cor- men y buena parte de la sociedad argenti-
porativo, representaba la experiencia de na. La soledad del hombre-masa que llenó
silencio y reclusión bajo la dictadura. las plazas de la dictadura es muy diferente
Treinta años después, Tiempo de revancha de la de Bengoa, un ex sindicalista que
vuelve a introducirnos en ese aspecto de la poseía un mundo propio resistente para
vida totalitaria: la soledad y el temor fren- contraponer al régimen. La dictadura que
te al Estado represivo que patrulla los rin- podía aislarlo de su presente, no podía
cones de la sociedad. separarlo de su pasado.
Sin embargo, la película que hemos Tiempo de revancha nos vincula tam-
seleccionado podría transmitir una imagen bién con las dos embestidas más feroces del
fragmentaria del cotidiano en la última último régimen militar: el genocidio y la
dictadura si no la completáramos con otros desindustrialización selectiva en función
materiales que reflejen el reverso de la rela- de un giro financiero de la economía. La
ción Estado-sociedad durante esos años: la empresa Tulsaco perteneciente al Grupo
comunicación permanente que el régimen Ventura es un arquetipo de las agrupacio-
ponía en juego, articulando empresas nes económicas más beneficiadas durante
colectivas de escala nacional a través de los la dictadura, de acuerdo con los más
medios para lograr concitar una masiva y recientes estudios compilados por Alfredo
exaltada convocatoria. Curiosamente, la Pucciarelli: adjudicaciones estatales en
dictadura que buscó aislar a los individuos condiciones muy ventajosas (privatización
interviniendo sindicatos y clausurando una periférica) y especulación financiera.38 La
buena cantidad de organizaciones civiles, simulación productiva de esta empresa nos

38 Alfredo Pucciarelli, Empresarios, tecnócratas y militares. La trama corporativa de la última dictadura,


Siglo XXI, Buenos Aires, 2004.

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ros. Pero en 1981 Tiempo de revancha


debió valerse de mecanismos más sutiles
para referir al Estado terrorista, una estra-
tegia de alusión que Aristarain denomina-
ría más tarde “trampa narrativa”, destinada
a sortear la censura. La película es en sí
remite con detalles al modelo de acumula- misma un testimonio de las estrategias
ción económica que se instaló en la gestión narrativas que debían emplearse para llegar
de Martínez de Hoz, actualmente denomi- a circuitos de comunicación más amplios y
nado “valorización financiera”. La empresa mostrar desde allí lo que el cerco oficial de
finge buscar cobre donde no lo hay, con el información negaba explícitamente, al vin-
verdadero propósito de acceder a créditos cular esas denuncias con una supuesta
internacionales para volcarlos a la “bicicle- “campaña antiargentina”. La automutila-
ta financiera”, es decir, a las altísimas tasas ción de Bengoa quedaría grabada en el
de interés que daban los bancos locales. imaginario histórico como un modo para-
Cuando se estrena la película en julio de dójico de romper el silencio.
1981, las consecuencias de este mecanismo Pero no todas las denuncias de Tiempo
especulativo ya eran perceptibles: desin- de revancha buscan protegerse en un modo
dustrialización, endeudamiento estatal, figurado de referir a la dictadura. La esce-
desocupación, fuga de capitales, financia- na en que desde un Ford Falcon color
miento por comunidad de la fiesta especu- verde el escuadrón paramilitar de la corpo-
lativa. Tulsaco y el Grupo Ventura con sus ración Ventura arroja a los pies de Bengoa
“42 empresas líderes”, tenían la inserción el cadáver del compañero que había testifi-
propia de las burguesías locales que se cado a su favor, mostraba de un modo
hicieron dominantes: un pie en la “patria prácticamente explícito el accionar de los
contratista” y otro en la “patria financiera”. grupos de tareas, los comandos del ejército
Menos explícitos son los recursos nocturno que llevaron a cabo la empresa de
mediante los cuales el filme de Aristarain secuestro y asesinato de
nos introduce en el mundo del terror que miles de personas catego-
construyó la última dictadura. rizadas como “subversi-
Realizaciones posteriores como Garage vos” por el Estado terro-
Olimpo (1999) pudieron abordar sin alego- rista. Lo más asombroso
rías el espacio de dominación totalitaria de Tiempo de revancha
más absoluto que el régimen construyó en no es tanto su “trampa
los más de 360 centros clandestinos de narrativa” sino lo mucho
detención, tortura y asesinato de prisione- que denuncia de un

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modo no explícito pero sí evidente. Que


no haya sido prohibida en 1981 tal vez sea
lo primero que sorprenda. A pesar de la
estrategia narrativa del filme, consistente
en no implicar al Estado en el accionar
delictivo del Grupo Ventura, no deja de ser
asombroso que Tiempo de revancha haya
sorteado la censura.
¿Cuál pudo haber sido la lectura de los
censores que la dejaron pasar? Especular
sobre una hipotética interpretación desde
las necesidades del régimen puede ser reve-
lador del particular momento de deshielo, se han destacado en los últimos treinta
intento de reconciliación y pérdida del años. Sólo entonces podremos interrogar la
control sobre las voces opositoras que atra- riqueza histórica de Tiempo de revancha en
vesaba la dictadura en 1981, bajo la presi- tanto testimonio de la época más cruenta
dencia de Viola. Del mismo modo, anali- de la Argentina. No existe un período his-
zar con los alumnos la recepción de la crí- tórico de nuestro país que haya sido abor-
tica en la semana del estreno puede resultar dado por el cine más que éste. El grueso de
una eficaz actividad de acercamiento a la los directores nacionales de mayor renom-
visión del público de aquel entonces. ¿Eran bre han abordado algún aspecto de la dic-
las pistas y alusiones de Tiempo de revancha tadura militar: Aristarain, Ayala, Murúa,
sobre los crímenes represivos y económicos Olivera, Solanas, Puenzo, Agresti, Piñeyro.
de la dictadura tan evidentes como hoy nos Los aspectos tratados han sido en verdad
resultan? ¿O bien, en el contexto de una múltiples, desde la euforia especulativa y
sociedad no enterada del todo, “pistas” consumista que vivió la clase media con el
como la del Ford Falcon no aludían cate- dólar barato (Plata dulce, 1982), hasta el
góricamente al genocidio, como sucedería oficio de la censura (El censor, 1995) y la
años después? Estos ejercicios resultan úti- vida en el exilio (El exilio de Gardel, 1986;
les para intentar reconstruir la visión pre- Mirta de Liniers a Estambul, 1987). El tra-
dominante que la sociedad tenía del régi- tamiento cinematográfico en torno del
men en aquellos años, sin confundirla con genocidio, los desaparecidos y la memoria
la visión mayoritaria que esa misma socie- del pasado siniestro ha constituido un ver-
dad elaboraría tiempo después. dadero campo temático dentro del cine
A continuación presentaremos ciertas nacional. Lo mismo sucedió a propósito de
coordenadas para abordar la última dicta- la guerra de Malvinas y su posguerra, como
dura sobre la base de los estudios que más veremos en el siguiente capítulo.

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pero rara vez han sido los histo-


riadores quienes delinearon esas
visiones. Su intervención ha
sido tangencial. A diferencia de
sociólogos y politólogos, los his-
toriadores de la primera línea
del campo académico que han
abordado el tema lo han hecho
de una manera subsidiaria de
otros temas. Las historias inte-
Llamativamente, a diferencia de los grales de la dictadura no han sido escritas
cineastas, los historiadores se han ocupado por ellos, y algunos han alegado la imposi-
en muy escasa medida de la última dictadu- bilidad de hacerlo a tan poco tiempo de la
ra. A treinta años del golpe no se ha confi- experiencia traumática. Desde luego que
gurado un campo historiográfico sobre el existen discusiones subyacentes y aun explí-
período. Dejando de lado los trabajos de citas en distintos tipos de materiales, como
Guillermo O’Donnell, hasta la reciente la que, por ejemplo, podríamos recompo-
publicación de La dictadura militar, de ner sobre el final del régimen: ¿caído o
Marcos Novaro y Vicente Palermo, no derrocado? ¿Transición a la democracia
sobresalían aportes sustanciales a la inter- conquistada desde abajo, o por derrumbe
pretación global de la dictadura iniciada desde arriba, es decir, “democratización por
por Rodolfo Walsh en 1977 y completada colapso”?39 Otro punto de debate se ha
más tarde por las investigaciones periodísti- dado en torno del desguace económico,
cas de Uriarte, Verbitsky, Seoane y Muleiro, que ha sido visto como “intencional” por
entre otros. A diferencia del periodismo de algunos y como “indeliberado” por otros.
denuncia y de la literatura de ficción, que Pero estas “líneas de frac-
en más de un aspecto se enriquecieron con tura” apenas hoy comien-
el tratamiento de la dictadura, el campo zan a convertirse en con-
estricto de la historia y la historiografía de traposiciones más desa-
nuestro país se ha nutrido muy poco con el rrolladas.
abordaje de la experiencia más totalitaria de Si, en un intento por
la Argentina. La marca del terror se hizo adelantarnos a lo que
sentir en las revisiones del pasado nacional, pudiera deparar la incur-

39 Guillermo O'Donnel y Philip Schmitter, Transiciones desde un gobierno autoritario, vol. 4: Conclusiones
tentativas sobre democracias inciertas, Paidós, Buenos Aires, 1988.

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sión demorada de los historiadores, nos Los trabajos de Hugo Vezzeti y de


preguntásemos qué podría aportar la pers- Novaro y Palermo, publicados en 2002 y
pectiva histórica a la comprensión de un 2003 respectivamente, tal vez preludien
período tan abordado por otros saberes, una regeneración de los estudios centra-
géneros y disciplinas, deberíamos empezar dos en la dictadura.40 El primero ofrece
por la capacidad que los historiadores sue- un mapa de las representaciones sobre el
len desarrollar con más conciencia: su Proceso y los años previos construidas
entrenamiento para ir y venir en la línea colectivamente en el período de la demo-
del tiempo, rastreando rupturas y conti- cracia. El segundo libro presenta como
nuidades subterráneas; su capacidad para principales aportes una detallada recons-
complejizar las explicaciones causales a trucción de las contradicciones dinámi-
partir de la contemplación de una multi- cas del régimen en el plano político y
plicidad de factores. económico, así como un complejo rastreo
Colocar el último régimen militar en de los apoyos y resistencias que concitó
el espejo de la historia no implica sola- una dictadura mucho menos solitaria de
mente compararlo con otras dictaduras, lo que prefirió recordar el imaginario his-
especialmente la dictadura de Onganía y tórico configurado en 1983.
la chilena de Pinochet. Implica además
comprobar en qué medida pueden resul- Introducción al análisis de la última
tar reveladoras ciertas preguntas que dictadura
algunos estudiosos se han hecho a propó-
sito de casos históricos más alejados en el El eje de los cinco conflictos
tiempo y el espacio, como la Alemania
nazi, por muy distintos que sean los con- El eje de los cinco conflictos que plan-
textos y las finalidades. Poner a prueba teamos como guía del período 1955-1973,
perspectivas y saberes construidos en es ahora conducente para aproximarnos a
relación con otras dictaduras contrarre- la última dictadura. El “proceso de reorga-
volucionarias puede ayudar a desentrañar nización nacional” puede ser visto como
lo específico de la dictadura argentina una ofensiva derivada de cada uno de los
que más evidenció ciertas formas y conte- conflictos que hemos examinado en el
nidos propios de los regímenes denomi- capítulo anterior. El propósito del régimen
nados “totalitarios”. era comandar una ofensiva final de las

40 Hugo Vezzetti, Pasado y presente. Guerra, dictadura y sociedad en la Argentina, Siglo XXI, Buenos Aires,
2002. Marcos Novaro y Vicente Palermo, La dictadura militar 1976-1983. Del golpe de Estado a la restauración
democrática, Paidós, Buenos Aires, 2003.

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fuerzas reaccionarias contra la diversidad 3) La última dictadura fue también la


de las fuerzas insurgentes, contestatarias y contraofensiva más decidida del capital
críticas del orden económico dominante. industrial intensivo contra el sindicalismo
1) Fue sin duda la ofensiva más cruenta clasista y los trabajadores. En algunas plan-
de las fuerzas represivas anticomunistas con- tas automotrices fue secuestrada y asesina-
tra las organizaciones armadas de izquierda da la totalidad de los integrantes de las últi-
y contra todo el arco de la protesta social mas comisiones internas. El amordaza-
post Cordobazo. Nunca antes el Estado miento y la inmovilidad sindical hasta
militarizado había montado una maquina- 1981 no tuvieron antecedentes en la histo-
ria de secuestro y exterminio dirigida a eli- ria argentina del siglo XX. Muy pronto los
minar a una categoría de personas delimita- salarios cayeron cerca de un 40 %.
da y difundida por la propaganda oficial. 4) Respecto del conflicto interburgués
2) La última dictadura intentó llevar a analizado por Juan Carlos Portantiero, la
cabo la desperonización más profunda de política económica de Martínez de Hoz
la sociedad y de la economía, vengando así puede ser conceptuada como la tentativa
el fracaso de las dictaduras de 1955 y 1966. más decidida de “desempate” que las bur-
A los ojos de los militares del 76, aquéllas guesías desarrollista, financiera y agrícola
habían sido intervenciones superficiales e emprendieron contra la burguesía de
insuficientes para eliminar la experiencia industrias sustitutivas nacionales y livianas
peronista de la Argentina. El Ejército se (ISI).
proponía ahora un embate incomparable- 5) Por último, esta dictadura superó a la
mente más abarcador y terrorífico para dis- de 1966 en su intento de congelar las
ciplinar la estructura social desde los transgresiones culturales y todo relaja-
cimientos, eliminando las diversas protes- miento de las pautas tradicionales en las
tas que en ella latían. Para arrinconar lo formas de vida. El catolicismo integrista
más revolucionario del peronismo de contó esta vez con un marco de terror a su
izquierda contarían con la asistencia de las favor para intentar moldear a los jóvenes.
formaciones del peronismo de derecha que El “apagón cultural” enterró los circuitos
habían comenzado la contrarrevolución a de la cultura contestataria y los obligó a
partir de 1974. sobrevivir en estado de larva hasta el des-

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hielo de 1980. El sector esnob que siempre del golpe de 1943. El involucramiento
ocupa un lugar dentro del amplio espectro administrativo de las tres fuerzas fue poco
de la cultura joven, fue en los primeros menos que una obsesión de la conducción
años de la dictadura un componente domi- golpista que comandaba al Ejército en la
nante: la subcultura “cheta” escaló posicio- nueva toma del poder. La corresponsabili-
nes e impuso la pauta musical, de vesti- dad en las tareas de gobierno a través de un
menta y de accesorios entre 1977 y 1980. reparto burocrático equitativo tenía como
fin afianzar la comunión entre las fraccio-
1966 y 1976: elementos comunes y nes militares dispuestas a llevar a cabo el
diferenciales genocidio clandestino y a mantener indefi-
nidamente un pacto de silencio en torno
Otro eje consiste en comparar esta dic- de él. Desde luego, los miembros de las
tadura con su antecesora en función de fuerzas armadas no alcanzaron a cubrir ni
captar los rasgos singulares de cada una. la mitad de los cargos públicos relevantes.
Sin duda que hay elementos comunes Los llamados “amigos del Proceso” –reclu-
entre ellas: eran dos dictaduras militares tados en la derecha del peronismo, del
anticomunistas que pretendían clausurar el radicalismo, y en partidos conservadores
espacio electoral por tiempo indetermina- provinciales– ocuparon embajadas, inten-
do. Dos dictaduras sintonizadas en la dencias, ministerios y empresas estatales.
Doctrina de la Seguridad Nacional, que Otra diferencia significativa entre las
trazaba coordenadas de acción a los ejérci- dos dictaduras la encontraremos en torno
tos golpistas del continente, aunque desde del proyecto económico. A diferencia del
luego Onganía y Videla comandaron esca- plan desarrollista de 1966, basado en el
ladas represivas de muy distinto calibre. despegue de industrias difí-
Otra diferencia consistió en que la dic- ciles bajo el patrocinio de
tadura de 1966 se había basado en un las transnacionales, el
esquema presidencialista. Rodeado de tec- Proceso de 1976 configuró
nócratas civiles, Onganía había procurado un modelo de valorización
una imagen civil ante la sociedad, por eso financiera y desindustriali-
apartó del gobierno y la administración a zación selectiva que, como
las fuerzas armadas. Por el contrario, el veremos, implicaría el des-
esquema de poder y reparto institucional guace de significativas par-
de la última dictadura se basó en un celas de la industria argenti-
gobierno pleno de las fuerzas armadas, un na. Si bien pueden estable-
copamiento masivo de los militares sobre cerse continuidades entre
las instituciones del Estado que superó al los grupos económicos

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locales más beneficiados en una y otra dic- Proceso se dio el gusto de hacerlo en más
tadura, y en los mecanismos de “privatiza- de una oportunidad, mientras funciona-
ción periférica” basados en adjudicaciones ron sus ficciones nacionales. Implementó
de privilegio en uno y en otro caso, hay en dispositivos consensuales abrumadores. A
principio dos puntos contrastantes. La dic- partir del control de los medios se dirigió
tadura de 1966 no abrió violentamente la a la sociedad argentina como ningún otro
economía en contra de las vulnerables régimen lo había hecho. Intentó movilizar
industrias livianas de capital nacional. El continuamente a los argentinos contra
énfasis había estado puesto en el salto enemigos que la corporación militar
industrial cualitativo, y no en reducir las determinaba internamente y luego pro-
“industrias artificiales”, que para la con- yectaba a la nación toda: subversión, cam-
ducción golpista de 1976 constituían la paña antiargentia, Chile, Inglaterra, a su
cantera de la indisciplina obrera. Mientras turno fueron llevados al primer plano de
Onganía y Krieger Vassena habían seguido la enemistad nacional. Este eje de convo-
el camino industrialista de la dictadura catorias nacionales confrontativas será
brasileña lanzada al poder en 1964, Videla analizado en el siguiente capítulo de apro-
y Martínez de Hoz tenían como referencia ximación a la guerra de Malvinas y su
la dictadura de Pinochet (1973), aconseja- posguerra, a través del documental Locos
da directamente por el principal exponen- de la bandera.
te de la escuela económica de la
Universidad de Chicago, Milton Genocidio: el grado sumo de la preme-
Friedman, quien en 1976 recibiría el ditación
Premio Nobel.
En segundo lugar, a Un genocidio no es sólo una matanza
diferencia del ensayo cor- masiva de personas. En un sentido estricto,
porativista previsto por implica la puesta marcha de engranajes diri-
Onganía para perpetuarse gidos a una matanza colectiva, mecanismos
en el poder, la última dic- previstos para llevar adelante lo que se ha
tadura apeló a un modo llamado “matanza administrada” o “fábrica
inédito de entablar cone- de la muerte”. Se trata de un crimen masi-
xiones con la sociedad. A vo de personas previamente cercadas por el
diferencia de las dictaduras Estado en una categoría (étnica, nacional,
de 1955 y 1966, que religiosa, ideológica) establecida a los efec-
nunca habían logrado lle- tos de ser eliminada. En el caso argentino
nar una plaza de rostro no correspondía a categoría religiosa ni se
popular a su favor, el trató de una “limpieza étnica”. El común

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denominador de las víctimas fue su partici-


pación en la lucha política y social, armada
o desarmada, con miras revolucionarias o
resistentes: guerrilleros, sindicalistas y
obreros afines al clasismo, militantes
barriales, estudiantes e intelectuales con-
sustanciados con el amplio espectro de la
izquierda impugnadora del orden social
imperante.
El primer paso de todo genocidio con- llamados “vuelos de la muerte”. Un geno-
siste en precisar la categoría de quienes cidio conlleva un inmenso despliegue de
serán eliminados y en difundir su demoni- logística, instalaciones y planificación ins-
zación en el seno de las instituciones repre- titucional. Implica un tiempo extendido
sivas que lo llevarán a cabo. Luego actúan de elaboración, y es aquí donde reside uno
los escuadrones de captura y separación de de sus mayores agravantes: no se trata sola-
los prisioneros del resto de la sociedad, por mente de un crimen masivo llevado ade-
lo común en espacios clandestinos. lante por el Estado de manera clandestina,
Algunos genocidios procedieron rápida- sino de un engranaje de la muerte extrema-
mente al exterminio de los cautivos, pero damente premeditado en circunstancias
otros, como el argentino, interpusieron propicias para la reflexión y el arrepenti-
una etapa de reclusión y suplicio, donde se miento. Una cadena de mandos que en un
construyó el espacio más cruel destinado tiempo extendido planifica el engranaje y
directamente a los prisioneros e indirecta- luego concreta su funcionamiento en un
mente a la población externa. En la maqui- período también prolongado (años 76, 77
naria de secuestro, reclusión y muerte y verano del 78), perfeccionando el méto-
intervienen una multitud de individuos do. En la tortura física y psicológica, siste-
que alternan en las tareas dirigidas al exter- máticamente preparada, y en el largo perí-
minio: escuadrones de secuestro, carceleros odo de premeditación, reside la carga de
de los centros de detención, torturadores, mal superlativo que hace incomparable el
encargados de la ejecución final. La maqui- genocidio de la última dictadura con otros
naria de la muerte implica entonces instan- crímenes políticos que se habían produci-
cias ideológicas y materiales, administrati- do en la Argentina.
vas e incluso técnicas, como la fabricación Se ha estimado que uno de cada diez
del somnífero “pentanaval”, que sería militares participó directamente en las ins-
suministrado a los prisioneros arrojados al tancias de captura, reclusión, tortura y
océano Atlántico o al río de la Plata en los muerte, siendo parte activa del “ejército

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intensidad de la confrontación entre el


capitalismo anticomunista y las organiza-
ciones guerrilleras revolucionarias en el
nivel mundial, continental y nacional. La
nocturno”, que respondía a los más altos figuración del insurgente revolucionario
mandos del “ejército diurno”. Dentro de como un “virus” de expansión incontrola-
las fuerzas armadas estos miembros tenían ble era cada vez menos metafórica en el
el estatus de “formaciones de élite”, vincu- seno de las fuerzas armadas. Sectores bien
ladas al núcleo duro de la ideología antico- establecidos del peronismo de gobierno
munista que dominaba en las tres armas. habían iniciado la cacería de los años 74 y
Los altos mandos habían acordado el plan 75. Empresarios de grandes corporaciones,
de acción durante el año 75, en reuniones políticos conservadores, Henry Kissinger
donde participaron la totalidad de los bri- en representación de Estados Unidos y
gadieres, generales y almirantes. otros factores de poder habían dado el
La demonización del insurgente revolu- visto bueno. La jerarquía de la Iglesia brin-
cionario se remonta a las escaladas represi- dó los argumentos y la asistencia religiosa
vas de 1909 y 1919, los primeros “pánicos que los militares católicos necesitaron para
rojos” dirigidos contra militantes anarquis- llevar adelante el plan. Además de los cape-
tas en el contexto de una exaltación nacio- llanes del Ejército, algunos obispos elabo-
nal contra las “clases peligrosas” provenien- raron la teoría de que el alma de las vícti-
tes del extranjero. mas estaba siendo salvada por su sangre, de
Los golpes de Estado que la Argentina era redimida a través de
de 1930, 1943, 1955 ese dolor.
y 1966 también Otro factor que explica las matanzas
emprendieron incur- masivas de prisioneros del año 77 y verano
siones represivas del 78 fue la competencia interna por el
contra grupos ten- poder. Como señaló Claudio Uriarte en su
dencialmente revolucionarios ligados al biografía de Massera, la lógica que funcio-
sindicalismo de izquierda. La lenta confor- naba en la competencia entre la conduc-
mación de una ideología potencialmente ción Videla-Viola, por un lado, Massera y
genocida es por tanto rastreable a través del los llamados duros del Ejército, por el otro,
tiempo. Pero el grado sumo de la demoni- repercutió en una mayor intensidad del
zación necesaria para que la “solución genocidio: quien más prisioneros tenía y
final” se llevara a cabo encontró sus facto- más a fondo iba en la persecución y en el
res de potenciación a partir de 1973. El exterminio, adquiría más prestigio en el
momento se corresponde con la mayor seno de la corporación, y así aumentaban

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sus chances de concitar el apoyo de las reciente estudio de Novaro y Palermo nos
fuerzas armadas, al mostrarse fiel y decidi- permite superar las imágenes dicotómicas,
do a cumplir el pacto corporativo estable- al distinguir una amplia gama de actitudes
cido en 1975.41 complejas y cambiantes a lo largo de los casi
ocho años que duró el Proceso:
Dictadura y sociedad: complicidad, I. El apoyo “propositivo”, entusiasta y
sometimiento y resistencia duradero de la Iglesia, los partidos conser-
vadores provinciales, los medios de comu-
Dos imágenes distorsionadas compiten nicación apologéticos, buena parte de las
por llegar a las generaciones posdictadura asociaciones empresariales y ejecutivos par-
sobre aquella época. La imagen de una tícipes de la represión en las fábricas. De
sociedad cómplice, o la de una sociedad un segmento significativo del peronismo
enteramente inocente, frente a una dicta- de gobierno partícipe de la cacería estatal
dura solitaria. En consonancia con la pri- de 1975. De dirigentes territoriales del PJ
mavera cívica de 1983, la resonante pelícu- y de la UCR que conformaron un buen
la dirigida por Miguel Pérez, con guión de porcentaje de los intendentes.
Luis Gregorich y producción de Enrique II. El respaldo condicional, oportunista,
Vanoli, La República perdida, alegó esta dosificado y negociador de las figuras más
pureza de la sociedad civil y de su clase diri- relevantes de los partidos mayoritarios
gente no conservadora. La integridad del (UCR, PJ, PI, DC), del Partido
pueblo se proyectaba al pasado a propósito Comunista argentino y de buena parte de
de todos los golpes militares.42 Según los los medios de comunicación masivos, que
términos que el propio Gregorich utilizaba contribuyeron al “espejismo” de acompa-
en su texto base, en 1976 las minorías ñamiento. De artistas e intelectuales vincu-
“agresivas y carentes de votos” se habían lados al “apagón cultural”.
impuesto una vez más sobre los partidos de III. El respaldo inicial de buena parte de
“las mayorías nacionales”, que al fin de la clase media, angustiada por el escenario
cuentas habían encontrado en el radicalis- violento, que vio en la primera aparición
mo y en el peronismo a “los intérpretes más televisiva de la junta militar a “un gobierno
adecuados de la voluntad nacional”.43 El de caballeros”.44

41 Claudio Uriarte, Almirante Cero. Biografía no autorizada de Emilio Eduardo Massera, Planeta, Buenos Aires,
1991.
42 Marcos Novaro y Vicente Palermo, ob. cit., p. 519.
43 Luis Gregorich, La República perdida. Crónica ilustrada de medio siglo de desencuentro argentino 1930-
1983, Sudamericana-Planeta, Buenos Aires, 1983.
44 La expresión pertenece a Jorge Luis Borges.

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IV. El respaldo ocasional y eufórico de IX. Y sobre el final, el grito social repro-
millones de argentinos manipulados por la batorio que estalló tras la derrota de
comunicación, que apelaba al sentimiento Malvinas y que en gran medida fue canali-
nacional durante el Mundial 78 y zado por la Multipartidaria.
Malvinas.
V. La “pasiva conformidad” de buena Valorización financiera
parte de la sociedad, doblemente condicio- y desindustrialización selectiva
nada por lo que Novaro y Palermo deno-
minan “el mundo del temor” y el “mundo Entre los analistas existe un consenso
de la seguridad”; mundos superpuestos que acerca de que bajo la dictadura se instaló un
propiciaron las “transacciones mentales” nuevo modelo de acumulación que se dife-
tendientes a “preferir no saber” o a “culpa- renciaba de los anteriores por sus constan-
bilizar a las víctimas” (“Por algo será”). tes destructivas: desindustrialización selec-
VI. La resistencia silenciosa o “periféri- tiva, desocupación estructural, descenso
ca” de diversos sectores de la clase obrera, social de las clases subalternas, desguace del
antes y después del hundimiento económi- patrimonio estatal, decadencia de las pres-
co de 1981. Las protestas sociales en los taciones sociales, endeudamiento extremo,
barrios periféricos contra el deterioro de la fuga de capitales, primacía de las ganancias
economía a partir de 1980. La resistencia financieras, concentración del ingreso. La
sobre la base de pequeños gestos transgre- polémica principal gira en torno de lo que
sores en espacios del rock nacional, y de lo podríamos denominar “el problema de las
que se ha dado en llamar la “cultura de las intenciones”. ¿Cuánto de lo que sucedió
catacumbas”, en referencia a los círculos fue deliberado, y cuánto se fue producien-
artísticos e intelectuales que emergieron do descontroladamente, contra las inten-
lentamente a partir del aflojamiento de la ciones de la alianza entre militares y econo-
censura en 1979 y 1980. mistas liberales que comandó el golpe
VII. La resistencia pública de las agru- desde el comienzo? Los últimos estudios
paciones de derechos humanos, que surgie- acerca de la economía bajo la dictadura nos
ron en los años más duros de la represión y permiten afirmar las siguientes precisiones
que perdurarían tras la caída del régimen. sobre el proyecto y los resultados de la ges-
VIII. La resistencia clandestina y arma- tión de Martínez de Hoz.
da de las organizaciones guerrilleras hasta 1) ¿Existió el plan de volver a la
que fueron definitivamente derrotadas. La Argentina preindustrial? Una visión insta-
resistencia clandestina de las agrupaciones lada en el imaginario histórico más exten-
de izquierda desvinculadas de la lucha dido adjudica a la alianza militar-liberal de
armada. 1976 la intención de forzar un desmante-

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lamiento de la Argentina industrial con el de la burguesía perteneciente al “bloque


objeto de volver al país agrario anterior a civil” más encumbrado de la dictadura.
1930. Retrotraerlo cuarenta años, restau- En todo caso, lo que los liberales del 76
rando la supremacía de los negocios agríco- de algún modo sí se habrían propuesto era
las y potenciando los financieros en desme- volver al curso industrial planteado por el
dro de los industriales. Según esta interpre- Plan Pinedo de 1940: un crecimiento basa-
tación, Videla y Martínez de Hoz habrían do en industrias de bienes exportables que
apuntado al desguace industrial debido a fijara límites a la sustitución de importa-
que los herederos de la burguesía terrate- ciones con el objeto de recuperar los mer-
niente no habían encontrado la forma de cados externos. Es decir, avanzar en indus-
dominar al proletariado urbano ni los con- trias con ventajas comparativas, y volver al
flictos de la Argentina industrial. modelo de economía abierta y crecimiento
El punto débil de esta visión es que no hacia afuera. La conducción de la dictadu-
contempla que entre los ganadores de la ra habría estado dispuesta a desmontar o
última dictadura habría que contar a las transformar, apertura económica median-
industrias más avanzadas del país,45 al te, todo lo que había crecido a contrapelo
mismo tiempo que la política de atraso de esos principios, con el agregado de que
cambiario (dólar barato) de Martínez de esta vez la liberalización de la economía
Hoz no favoreció sostenidamente al agro, recompondría la dominación patronal en
pese a la empatía de clase que lo vinculaba las fábricas. Más allá de algunas enuncia-
al sector. La noción de desindustrializa- ciones nostálgicas contra el mundo indus-
ción selectiva se ajusta mejor a los planes trial y moderno plagado de conflictos, la
de Martínez de Hoz (ex director de meta de la conducción política y económi-
Acindar), de los grupos económicos que ca no habría sido otra que disciplinar a los
serían llamados “capitanes de la industria” trabajadores mediante la coacción econó-
en los años 80 y de las industrias multina- mica y extraeconómica. Las principales
cionales establecidas en la Argentina. El corporaciones económicas que impulsaban
objetivo de largo plazo de estos grupos al régimen se parecían mucho menos a una
dominantes no era destruir las fuentes de nobleza nostálgica que a una burguesía
su ganancia industrial, sino imponerse en capitalista dispuesta a todos los triunfos
este espacio de la producción. Reducir sobre la clase obrera. La reducción del
indiscriminadamente la industria hubiera número de obreros ocupados en la econo-
implicado la autodestrucción de un sector mía se concretaría por un proceso selectivo

45 Las industrias que más crecieron fueron las de bienes intermedios y capital concentrado: celulosa, siderur-
gia, aluminio, petroquímica, cemento.

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al cabo del cual decrecerían las industrias ¿“Plan deliberado” o “desmanejo econó-
de tecnología precaria basadas en la adi- mico”? Algunos críticos que recorren la
ción del trabajo, al mismo tiempo que se gestión en cortos tramos y cotejan cada
desarrollarían las industrias de capital una de las medidas con las urgencias del
intensivo y mano de obra escasa. El some- equipo económico y la interpretación ofi-
timiento del trabajo se lograría combinan- cial, centran las explicaciones del derrum-
do un ataque represivo y un golpe de gra- be en la ineficacia, los condicionamientos,
cia tecnológico estimulado por la apertura el descontrol y los efectos paradojales que
económica. El orden social sería reimpues- desataron los instrumentos utilizados.46
to en cada fábrica eliminando los restos de Otros, que como Eduardo Basualdo alzan
control obrero en los ritmos de trabajo. Se la vista en una perspectiva extendida, atri-
fomentaría la dispersión geográfica de los buyen los resultados destructivos a un plan
polos industriales mediante regímenes de articulado en el tiempo, con unidad de
promoción impositiva que alentaran el acción, que habría contemplado el modo
traslado de las plantas hacia las provincias en que, más tarde o más temprano, serían
menos pobladas del territorio nacional. favorecidos los grandes grupos con privati-
zaciones como las que finalmente se con-
2) ¿Fueron deliberados el giro financie- cretaron en los años 90.
ro, el endeudamiento masivo y el derrum- Así esbozadas, cada postura presenta sus
be de las industrias sustitutivas? ¿O se atractivos y dificultades. Las tesis basadas
trató más bien de una situación descon- en el “error” y en la “ingenuidad liberal” no
trolada que condujo a resultados no bus- logran explicar ni la persistencia de las
cados por la conducción militar y econó- políticas que condujeron al quebranto eco-
mica? nómico, ni por qué las consecuencias,
Un país que recibe una enorme masa de nocivas para el conjunto social, beneficia-
capitales y que, lejos de ampliar su econo- ron casi siempre a los mismos sectores. La
mía, destruye una parte considerable de su tesis basada en la idea de un “plan delibe-
capacidad productiva: en la historia del rado” enfrenta el desafío de responder de
capitalismo es difícil encontrar un caso tan qué manera la conducción política y eco-
pronunciado de valorización financiera y nómica del régimen pensaba perdurar en el
demolición industrial selectiva. poder después de un “fracaso” tan rotundo.

46 Véase, por ejemplo, Juan V. Sourrouille, Bernardo P. Kosacoff y Jorge Lucangeli, Transnacionalización y polí-
tica económica en la Argentina, Centro Editor, Buenos Aires, 1985, cap. 2: “La política económica del gobier-
no militar”. Otro exponente de esta visión sería Alberto R. Jordán, El Proceso 1976-1983, Emecé, Buenos Aires,
1993, pp. 222-223.

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Determinar con precisión qué destruccio- fricciones internas fueron creando una
nes fueron deliberadas y cuáles no, aunque compleja cadena de contingencias y reme-
unas y otras beneficiaron a los mismos gru- dios inconsistentes que acabarían siendo
pos y contribuyeron de todas formas al letales para los planes procesistas de conti-
empobrecimiento de las clases subalternas, nuidad en el poder. El régimen no habría
es relevante para conocer mejor las caracte- destruido voluntariamente sus medios de
rísticas de los poderes capitalistas de la perpetuación; sólo habría fracasado en su
Argentina, habida cuenta de que incluso intento de compatibilizar las visiones ten-
otras dictaduras contemporáneas del Cono sionadas que pervivían en su seno.
Sur no produjeron destrucciones equiva- Muy distinta resulta la visión de
lentes de sus economías, y que el enrique- Basualdo, fundamentada en una mirada
cimiento de sus grupos dominantes deparó sistémica del período iniciado en 1976 y
mayores inversiones industriales. los veinte años posteriores. Conceptuar la
Novaro y Palermo plantean que, entre última dictadura como una “fase prepara-
los siguientes cuatro destinos de la econo- toria” de los 90, lo induce a descubrir el
mía argentina, “una economía desarrollis- desarrollo pautado de un modelo de acu-
ta y quebrada”, “una economía desarrollis- mulación que habría proyectado valorizar
ta y pujante”, “una economía abierta y el capital financiero, de acuerdo con el
quebrada”, “una economía abierta y plan inaugurado por la conducción cívico-
pujante”, la conducción política y econó- militar del 76. El objetivo consciente de
mica del régimen habría preferido la últi- esa conducción habría sido entonces una
ma opción, aunque el resultado de la ges- economía “financista y quebrada”. El decli-
tión haya sido claramente “una economía ve económico de la Argentina habría sido
abierta y quebrada” en la cual sólo se previsto por ella y ejecutado con unidad de
habrían cumplido los objetivos destructi- criterio a lo largo de los últimos veinticin-
vo-disciplinarios.47 Para estos autores los co años. Desde el inicio, según esta visión,
resultados de la política económica sí pue- las metas principales eran: endeudamiento,
den ser leídos en términos de “fracaso”. fuga de capitales, disciplinamiento social y
Sencillamente, no eran los resultados que las privatizaciones que se concretarían en
la conducción se había propuesto, sino los años 90, cuando los acreedores internos
derivaciones fallidas que se habían origi- y externos obligaran a que el Estado res-
nado en el desmanejo y en las tensiones pondiera con sus activos más valiosos,
internas del régimen. Las improvisaciones aceptando los bonos de la deuda al 100 %
que surgían de la necesidad de subsanar las de su valor nominal.

47 Novaro y Palermo, ob. cit., p. 339.

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Contraponiendo los enfoques de decisiones marca una tendencia inequívoca


Basualdo y de Novaro y Palermo, podemos del equipo económico, lo que, sumado a los
acotar más aún la cuestión por dilucidar a los antecedentes de la experiencia chilena y a la
siguientes términos: ¿por qué los grupos persistencia de las políticas pese a los resulta-
dominantes del capitalismo argentino opta- dos negativos, elimina la posibilidad de
ron por una “economía concentrada, finan- “ingenuidad” o “error”, sin que ello signifi-
cista y quebrada”, y no por “una economía que que la política económica haya sido
concentrada, abierta y pujante”? ¿Era el “puramente maquiavélica”. En su opinión,
camino antiproductivo de las peripecias lo que condujo al derrumbe económico de
financieras, el endeudamiento y la fuga de 1981-82 fue el resultado de “un proceso de
capitales, potencialmente más rentable, tanteos”, avalados por una ideología que iba
cómodo o preferible a los ojos de dicha bur- tolerando los “errores de corto plazo” en la
guesía? En tal caso, ¿cómo lograría recompo- medida en que no dejaban de propiciar
ner su hegemonía sobre la base de resultados oportunidades de enriquecimiento en el sec-
meramente destructivos para las clases subal- tor financiero. Al mismo tiempo, todo con-
ternas? La pregunta es relevante aun tenien- tribuía al “camino de cornisa” que aseguraba
do en cuenta que no siempre las burguesías la continuidad de Martínez de Hoz y de su
actúan conforme a una estrategia que lo con- equipo como timoneles de tormenta.
templa todo, y que no necesariamente la
dominación de una clase sobre otra se edifi- 3) ¿En qué puntos fue neoliberal la polí-
ca mediante construcciones positivas asocia- tica económica de la dictadura?
das a la imagen de progreso nacional. La des- Durante la gestión de Martínez de Hoz,
trucción de la economía puede implicar la política económica no fue el resultado de
mecanismos extorsivos de sometimiento un plan monolíticamente establecido por la
como el endeudamiento externo en el visión de una conducción atada a un solo
momento de fijar políticas, o el disciplina- interés ni a un solo credo económico. Por el
miento de los trabajadores por medio de la contrario, sería el resultado de una transac-
desocupación, la hiperinflación y la pauperi- ción entre diversas posiciones tensionadas:
zación general. a. La inclinación neoliberal del equipo
A lo largo de sus trabajos Jorge Schvarzer económico y de los nucleamientos del esta-
ha desarrollado una explicación igualmente blishment que promocionaron a Martínez de
alejada del “maquiavelismo” o la “ingenui- Hoz proclamando privatizaciones, disciplina
dad”.48 Considera que el conjunto de las fiscal y, en definitiva, la “vuelta al mercado”.

48 Jorge Schvarzer, La política económica de Martínez de Hoz, Hispamérica, Buenos Aires, 1986, pp. 139-142.

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b. El nacionalismo económico y el desa- pués de Chile, en el segundo experimento


rrollismo aún vigente en ciertos sectores de integral de las ideas neoliberales anterior a la
las fuerzas armadas reacios a las privatizacio- llegada de Margaret Thatcher al poder
nes y a toda merma industrial, para quienes, (1979). Distintos fueron los condiciona-
como señalan Novaro y Palermo, la dictadu- mientos que la corporación militar le impu-
ra “desarrollista” de Brasil constituía en estas so a su ministro de Economía, lo cual lo
cuestiones un referente más imitable que la apartó de la renaciente ortodoxia.
“neoliberal” de Chile.49 En primer lugar, la conducción militar
c. La necesidad política que tenía un auto- era reticente a privatizar las empresas estata-
ritarismo sin recursos carismáticos de evitar les, punto de partida de cualquier agenda
ciertos niveles de imagen negativa a causa de neoliberal-antikeynesiana. El gobierno mili-
su política económica, para lo cual debía tar promovería la filtración subterránea de la
multiplicar las obras públicas exhibiendo efi- tercerización de actividades rentables, pero
cacia y, al mismo tiempo, impedir que el no concretaría privatizaciones ostensibles. La
desempleo fuera muy alto. Sumada a estos conducción encabezada por Videla no esta-
requerimientos que elevarían los gastos del ba dispuesta a pagar el costo simbólico que
Estado debemos incluir la compra de arma- significaba la enajenación de los patrimonios
mentos para satisfacer las ambiciones profe- nacionales, ni el costo político de la desocu-
sionalistas de las fuerzas armadas, en función pación, que inevitablemente aumentaría con
de las empresas belicistas, que, como veremos el traspaso de las empresas. Existen testimo-
en el capítulo siguiente, eran vitales para el nios que indican que la desocupación preo-
régimen de acuerdo con cómo sus conducto- cupaba a la conducción del golpe. Que
res imaginaron la continuidad en el poder. Videla estaba dispuesto a la baja de salarios
Tomando en cuenta su plan antisindical, que el capital concentrado pretendía, pero
la apertura económica y la eliminación de no a la imposición de la “tasa natural de
subsidios e intervenciones estatales anticícli- desempleo” que a puertas cerradas ya propo-
cas, el discurso de Martínez de Hoz estuvo nían los seguidores de Thatcher dentro del
inspirado en las ideas hostiles a la economía Partido Conservador inglés. A pesar de que
keynesiana formuladas por Von Hayek y se trataba de una dictadura, para la conduc-
Milton Friedman. Sin embargo, la dictadura ción militar no era sencillo asumir la pérdida
argentina no alcanzaría a convertirse, des- patrimonial, ni ante la sociedad, ni ante las

49 De 1968 a 1974 la tasa de crecimiento medio de la economía brasileña fue del 10 % y los productos manu-
facturados desplazaron al café como principal producto de exportación. Thomas E. Skidmore, Peter Smith,
Historia contemporánea de América Latina, Crítica, Barcelona, 1999, p. 199.

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Pasaje de Carta abierta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar,


Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.
… 6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que
se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la polí-
tica económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja
oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selec-
to de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las
automotrices, la U.S. Steel, la Siemens, al que están ligados personal-
mente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.
Un aumento del 722 % en los precios de la producción animal en 1976
define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por
Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural particularmente Videla, cuyo liderazgo no
expuesto por su presidente Celedonio Pereda: “Llena de asombro que era comparable al que había construido
ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los ali- Pinochet en Chile, priorizaba la unidad del
mentos deben ser baratos”.
El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido frente militar para evitar fracturas que agrava-
posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por cien- ran la competencia por el poder. Mantener
to, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capi-
tal sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dóla- las empresas en manos del Estado también le
res, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés permitía incrementar el botín burocrático
por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar
con el “festín de los corruptos”. para las tres fuerzas, lo que contribuía al invo-
Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en lucramiento total de cada una de ellas.
manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se
premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de En segundo término, la corporación
expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los militar tampoco constituía el instrumento
aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y deso- más adecuado para la aplicación de un pro-
cupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe pre-
guntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde grama monetarista debido a que, lejos de
están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideo- reducir los gastos deficitarios para desinfla-
logía que amenaza al ser nacional.
Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no cionar la economía, necesitaba aumentarlos
pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende para rearme y obras públicas. Armas para
los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún
cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las tres armas que satisfacer las inquietudes profesionales de las
meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de FF.AA., y autopistas y represas para jactarse
ganar una guerra que, aun si mataran al último guerrillero, no haría más
que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de
de su eficacia operativa ante la sociedad.
veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desa- Según el Instituto de Estocolmo de
parecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la reve- Investigaciones para la Paz, el gasto en arma-
lación de las atrocidades cometidas. Éstas son las reflexiones que en el
primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los mentos de la dictadura argentina entre 1980
miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza y 1982 superó los 15.000 millones de dóla-
de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiem-
po de dar testimonio en momentos difíciles. res.50 A estos gastos se sumó el peso deficita-
rio de las empresas estatales, que en muchos
casos aumentó por el auge de prebendas
propias fuerzas armadas, dentro de las cuales durante la privatización periférica. En este
el pensamiento económico no era homogé- punto puede establecerse otra diferencia con
neo, aun cuando los liberales se habían esta- la política económica implementada en
blecido en la cima del Ejército. Las privatiza- Chile, donde el presupuesto estatal procuró
ciones chocarían con el matiz nacionalista y reducirse en un 25 %, siguiendo los consejos
desarrollista que pervivía entre los militares, y de Milton Friedman en 1975.51

50 Horacio Verbitsky, ob. cit., p. 235.


51 La reducción del gasto público y las privatizaciones constituyen las principales concreciones por las cuales
el caso trasandino sería conceptuado como “modelo puro” en materia de programas neoliberales.

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Cuadro comparativo entre el modelo de acumulación basado en industrias


sustitutivas de importaciones y el modelo de la valorización financiera.
Confeccionao por Ariel filadoro.52

ISI (1930-1976) VALORIZACIÓN FINANCIERA


(1976-¿2001?)

Sectores de INDUSTRIAL: Esfera de


importancia en generación de valor FINANCIERA: Esfera de la
estructura económica en la industria sustitutiva apropiación.
(generación)

Nivel de Relativamente
Desindustrialzación (decreciente)
industrialización creciente

Desempleo Bajo 4% Desempleo creciente


(Destrucción de puestos de trabajo)
más del 25%
Precarización de las
condiciones de trabajo

Endeudamiento Bajo Muy Alto

Distribución del Más equitativa Regresiva


ingreso (entre 50/50 y 60/40)2 (80/20 en la actualidad)

Dinámica social Incluyente. Círculo virtuoso


de crecimiento, Excluyente
ampliación de la demanda

Promblema de Dólares Problemas estructurales:


(BDP) crisis de balance Agravamiento
de pagos recurrente

Propiedad de Mayoritariamente local Mayoritariamente extranjera


las empresas

Actores Empate hegemónico Desempate hegemónico


(revancha de clase)

52 Véase un desarrollo de esta comparación en Ariel Filadoro, “Los noventa: del éxito al fracaso… ¿de quién?,
en Pasados presentes. Política, eoconomía y conflicto social en la historia argentina contemporánea,
Dialektik, Buenos Aires, 2006.
53 Porcentajes del ingreso nacional de asalariados y no asalariados.

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Tiempo de revancha: el exilio


interno y la resistencia
del hombre solo
En la primera escena de Tiempo de revan- detención” que reemplazaron las viejas para-
cha queda presentada buena parte del “blo- das de colectivos son un ejemplo de la
que de poder” que dominó en la dictadura comunicación elíptica. Otro ejemplo de
junto a las instituciones militares: el edificio doble sentido implícito era el eslogan “El
corporativo en Retiro, la bandera nacional y silencio es salud”, que el intendente Osvaldo
la faz religiosa. Así comienza una ficción Cacciatore exhibió en el obelisco porteño
muy intensa, cargada de referencias sobre “lo con el supuesto propósito de disminuir el
macro” y “lo micro”, los alcances represivos uso de las bocinas de los automóviles. Si se
y la vida cotidiana bajo la dictadura a través mira atentamente la luneta trasera del taxi en
de la historia de Bengoa y su exilio interno. que viajan Bengoa y su abogado Larsen,
La primera conversación de Bengoa con podrá verse una calcomanía de esta campa-
el gerente de Tulsaco permite percibir los ña, mediante la cual el Estado sugería el “no
mecanismos sutiles de dominación que te metás”. De igual modo, el lenguaje del
complementaron la embestida represiva. El gerente (Ranni) está cargado de amenazas
gerente se da cuenta de que Bengoa fue sin- que no se expresan.
dicalista, y aunque éste se muestra amoldado El encuentro entre Bengoa y su padre,
(“La política es para los políticos”), le hace anarquista y encuadernador, nos habla de la
preguntas para ver cuánto se autohumilla. resignación, y de los argumentos más comu-
“Cinco años sin trabajar”, le reitera, y está nes para autoexcusarse y sobrevivir en el exi-
todo dicho: era evidente que Bengoa había lio interior. “Fui al frente y me dejaron solo”
tenido un problema a partir del año emble- nos remite a las transacciones mentales que
mático: 1976. La conversación cínica sobre Novaro y Palermo examinan cuidadosamen-
la dictadura nos introduce a mecanismos te en su trabajo.55 Para analizar este punto
subrepticios de comunicación que el régi- del retiro a la esfera privada son excelentes
men desarrolló en forma paralela a las decla- los trabajos de Guillermo O’ Donnell.56
raciones oficiales. Para Ricardo Piglia existió Para este autor el repliegue al mundo priva-
en esos años un segundo plano de la comu- do habría comenzado dos años antes del
nicación que copiaba la estructura del relato golpe. Los ciclos de oscilación entre la parti-
del terror: el “decir todo y no decir nada”.54 cipación en los asuntos públicos y el retrai-
Los servicios habrían manejado modos de miento a la esfera privada individual descu-
intimidar en clave. Los carteles “Zona de biertos por Albert Hirschman serían aplica-

54 Ricardo Piglia, Crítica y ficción, Seix Barral, Buenos Aires, 2000, pp. 44, 113-116 y 212.
55 Novaro y Palermo, ob. cit., véase el apartado “Seguridad y temor: la vida cotidiana en los primeros años
del Proceso”, pp. 123-149.
56 Guillermo O'Donnell, Contrapuntos. Ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización, Paidós,
Buenos Aires, 1997, cap. 5.

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bles al caso argentino. El desgaste y la sensa- avances cautelosos de voces solidarizadas.


ción de paradoja de la acción que generó la Sólo en el contexto del año 81, atravesa-
violencia caótica habrían llevado a que do por críticas y denuncias multiplicadas,
muchos militantes sociales emprendieran la puede explicarse que Tiempo de revancha no
retirada. A esto se sumó la clausura impues- haya sido censurada. El Ford Falcon que
ta por el régimen, que no sólo descansaba en arroja un cadáver cerca de la autopista era un
métodos represivos sino también económi- modo demasiado evidente de referirse a los
cos, en la medida en que “la vuelta al merca- grupos de tareas. “Si tenés suerte te pegan un
do” reforzaba el individualismo como instin- tiro en la nuca”: ¿cómo no interpretarlo
to de supervivencia.57 Como le sucedía a como una mención del mundo de tortura
Bengoa, las obligaciones familiares fueron que había desplegado el régimen militar?
también determinantes al desaparecer el sin- En declaraciones periodísticas, Adolfo
dicato que permitía compatibilizar la subsis- Aristarain ha revelado la “trampa narrativa”
tencia y la militancia. que empleó para sortear la censura: la
denuncia está esparcida en toda la trama de
Tiempo de revancha, tiempo de des- Tiempo de revancha. Si cortaban algo, la his-
hielo toria no perdía el sentido. En todo caso, el
régimen debía prohibirla toda asumiendo el
Como habíamos dicho, la película es en costo que evidentemente eso tendría en
sí misma un exponente del “deshielo” cultu- 1981, cuando de algún modo la dictadura
ral y del florecimiento de voces críticas que intentaba mejorar su imagen. A su vez, la
comenzó a partir de 1980, y que en 1981 el película se protegía en actores conocidos:
régimen ya no podía controlar. El silencio Federico Luppi, Haydée Padilla, Ulises
totalitario fronteras adentro de la Argentina Dumont, Julio de Grazia y Rodolfo Ranni.
lo habían roto antes los organismos de dere- Y en el plano más literal, la historia no cul-
chos humanos, en especial las Madres de paba directamente al Estado por los críme-
Plaza de Mayo. Pero habían sido voces soli- nes de la corporación Ventura, sino que se
tarias, fácilmente aisladas de la sociedad por trataba de una corrupción privada. Ni
los medios de comunicación y la euforia siquiera la policía estaba al tanto de los tejes
colectiva que desataron los triunfos futbolís- y manejes. La única gorra que aparece en el
ticos de 1978 y 1979. En cambio, a partir de filme es la de un guardia de tren. Cada vez
1980 cobró solidez un proceso de tanteos y que hay alguna mención de la fuerza públi-

57 Oscar Oszlak, “Privatización autoritaria y recreación de la escena pública”, en Crisis y transformación de


los regímenes autoritarios, I. Cherensky (compilador), Eudeba, Buenos Aires, 1985, pp. 36-40.

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ca es positiva. El juez es imparcial en el jui- la vanguardia de izquierda que había sobre-


cio y de hecho le da la razón a Bengoa. Es vivido a los primeros años de la dictadura? Si
cierto que, en un plano menos literal, la cor- no había sido posible eliminarlos a todos
poración de don Guido Ventura representa- entre 1976 y 1978, menos lo era en 1981.
ba de alguna manera la política económica ¿Qué hacer con los familiares de los desapa-
implementada desde el Estado, pero esto no recidos una vez fracasado el intento de ate-
está afirmado explícitamente. rrorizarlos mediante la infiltración y el asesi-
Dejando de lado estos escudos contra la nato? ¿Qué hacer finalmente con el deshielo
censura, ¿es posible especular con que los y el coro de voces críticas que amenazaba
“ojos del régimen”, desde sus desvelos de con extenderse? Lo que la empresa Tulsaco
1981, no hubieran captado del todo la intenta con Bengoa, “limpiarle su pasado” a
denuncia que el filme “escondía” en un cambio de colaboración, es lo que los milita-
segundo plano? Evidentemente no. Sin res hubieran querido hacer en 1981.
embargo, ¿qué lectura menos desfavorable a Colateralmente Tiempo de revancha plantea-
la imagen de la dictadura podrían haber ba una reintegración sobre la base del silen-
hecho los funcionarios del ente censor? cio que encajaba con los ensayos de Viola
En tren absolutamente especulativo, una tendientes a un régimen más blando de
interpretación de los censores pudo haber reconciliación nacional.
consistido en reducir la historia de Tiempo
de revancha a la de dos sindicalistas estafado- Tulsaco y la valorización financiera
res, Di Toro y Bengoa, que junto al abogado
Larsen conformaban un trío de típicos chan- La empresa es claramente el mascarón de
tas argentinos. La variante cultural argenti- un grupo económico local volcado a la espe-
na: el embustero victimizado que busca dar culación financiera. El mecanismo de ganan-
el batacazo para salvarse de por vida. cia que planeaba no era otro que la “bicicle-
También es factible que, dado el viraje en ta financiera”, el más elemental manejo espe-
el discurso de los militares en 1981, el régi- culativo propio del nuevo modelo de acu-
men quisiera demostrar que en la Argentina mulación basado en la valorización financie-
ya no había censura. Esta licencia era quizá ra. La empresa accedía a un crédito en el
un ejemplo de la apertura al diálogo, del exterior, lo que en ese momento de gran
“intercambio de pareceres” que el general liquidez internacional no era difícil de con-
Viola había anunciado en su discurso de seguir teniendo bienes para ofrecer como
asunción presidencial. De algún modo, la garantía. Tan rápido eran otorgados esos cré-
película planteaba el mismo problema que ditos provenientes de la banca mundial que
tenían los militares en 1981. ¿Qué hacer con fueron denominados “créditos jumbo”. Los

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Glosario de la especulación

Desregulación financiera. La reforma de 1977 consistió en: 1) liberar las


tasas de interés, que en lo sucesivo serían reguladas por la oferta y la
demanda de créditos; 2) disminuir las exigencias estatales a las entida-
des financieras, lo que llevó a su multiplicación; 3) mayor permisividad
a la entrada y salida de capitales de la Argentina. El equipo económico
sostenía que así terminaría de configurarse un circuito lo suficientemen-
te fluido como para atraer la liquidez mundial y facilitar el crédito,
mediante el cual la industria se equiparía con el fin de afrontar la com-
petencia de productos importados.
devaluación, ni por una eventual quiebra del
Tasas de interés positivas. En el corto y mediano plazo, la multiplicación
de entidades financieras y la masiva toma de crédito por parte del
banco local que Tulsaco eligiera para deposi-
Estado dieron lugar a tasas de interés extraordinariamente positivas, es tar el dinero. En síntesis, los reaseguros
decir, muy superiores a la inflación y a las tasas de los bancos interna- indispensables para que la especulación salie-
cionales. Estas tasas ofrecidas por bancos locales poco confiables atra-
jeron de todos modos a los capitales especulativos una vez que el ra bien eran los siguientes:
Estado argentino dio la señal de que él mismo devolvería los depósitos 1) Las tasas de interés extraordinariamen-
en el caso de que las entidades financieras quebraran.
te positivas y superiores a las externas.
Garantía estatal de los depósitos bancarios. Se instaló como expectati- 2) La garantía estatal de los depósitos
va luego de la liquidación del Banco de Intercambio Regional en marzo bancarios ante la quiebra de un banco local.
de 1980, cuando, ante el peligro de que se extendiera la corrida banca-
ria, el Estado terminó por garantizar la devolución del 100 % de los depó- 3) La “tablita” oficial, que garantizaba
sitos a los 350.000 ahorristas del BIR. cuál iba a ser la cotización del peso con res-
pecto al dólar, lo que disipaba el temor de
una devaluación abrupta.
bancos del capitalismo central estaban satu-
rados de dólares debido a los depósitos de las Cuando se estrenó Tiempo de revancha,
burguesías árabes (petrodólares) y a una en julio de 1981, ya había colapsado el siste-
cuantiosa acumulación financiera del propio ma de la tablita y el dólar barato. A lo largo
capitalismo central derivada de la larga onda de la corta presidencia de Viola, la devalua-
expansiva entre 1950-1973. En este caso ción llegaría al 500 %. Es probable que la
Tulsaco simulaba una inversión productiva dictadura haya querido ver en el filme una
de gran importancia y rentabilidad: proveer versión no del todo desfavorable para ella en
de cobre a todo el país, lo que facilitaría aún cuanto a los mecanismos de especulación
más la obtención del crédito. Una vez recibi- estimulados por la gestión de Martínez de
do el dinero, Tulsaco no lo invertía en la Hoz entre 1976 y 1980. Los militares inten-
explotación minera, sino que mientras simu- taban despegarse del desastre económico
laba hacerlo utilizaba el crédito para especu- acusando a las corporaciones privadas y a la
lar en la bicicleta financiera. Más concreta- cartera económica.
mente, convertía el préstamo recibido en Otro aspecto de la economía reflejado en
dólares en pesos argentinos para depositarlos la película se relaciona con los artefactos inú-
en alguno de los tantos bancos locales que tiles que encantaron a la clase media argenti-
ofrecían tasas de interés muy superiores a la na a modo de espejitos de colores. La calcu-
inflación local y al interés del crédito contra- ladora parlante es un buen ejemplo del tipo
ído en el extranjero. La “tablita” y la garantía de mercancías de Hong Kong o Taiwán que
estatal de los depósitos le aseguraban a la llegaron al país debido a la apertura econó-
empresa que no sería perjudicada por una mica y el dólar barato.

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Actividades

1. Proponemos analizar los elementos comunes y diferen- 10.000.000 dólares (crédito “jumbo”)
ciales que pueden establecerse entre el modelo econó- + 5.000.000 de dólares (por tasa de interés local de 50%
mico durante la última dictadura y ejercicios democráti- anual)
cos posteriores. =15.000.000 de dólares
La actividad está orientada a determinar las constantes -1.500.000 dólares (pérdida por devaluación del peso
económicas y sociales propias del modelo de acumula- frente al dólar a lo largo del año)
ción basado en la valorización financiera, pero también -11.000.000 de dólares (devolución de crédito al extranje-
los diferentes mecanismos políticos con que se imple- ro, capital e interés de 10 % anual)
mentó el modelo en cada fase, atendiendo a las dife- =2.500.000 dólares (ganancia final)
rentes circunstancias nacionales y mundiales. Sería b) ¿A cuánto asciende la ganancia financiera de Tulsaco al
interesante evocar o buscar publicidades que den cuen- cabo de un año, si decide no devolver el crédito al
ta de la política económica de cada una de las dos épo- banco extranjero y asume la quiebra de la empresa
cas. minera semifantasma?
10.000.000 dólares (crédito “jumbo”) + 5.000.000 (por
2. Pensar una actividad a través de la cual los alumnos tasa de interés local de 50 %)
puedan comprender el mecanismo especulativo conoci- =15.000.000 de dólares
do como “bicicleta financiera”. Dicha actividad, ade- -1.500.000 dólares (pérdida por devaluación del peso
más, debería permitirles reflexionar sobre las conse- frente al dólar)
cuencias y costos que produjo este mecanismo en la =13.500.000 dólares (ganancia final, a la que habría
sociedad. que descontar el valor de los activos empeñados como
Por ejemplo, podría plantearse el siguiente ejercicio: repro- garantía, pero como se trata de una empresa semifan-
ducir el mecanismo especulativo que Tulsaco planeaba tasma no serían de gran valor)
sobre la base de los siguientes valores ficticios: c) ¿A cuánto ascendería la ganancia financiera de
–Crédito “jumbo” conseguido: 10.000.000 de dólares. Tulsaco si el Estado se hiciera cargo de la deuda priva-
–Interés anual a pagar por el crédito al banco extranjero: da de la empresa con el banco extranjero?
10 %. Lo mismo que en el caso b) pero sin la pérdida de los
–Tasa de interés anual percibida por Tulsaco al colocar los activos ofrecidos de garantía para lograr el crédito “jumbo”.
10.000.000 de dólares convertidos en pesos en un d) ¿Quién pagaría en definitiva la fiesta especulativa?
banco local: 50 %. Al endeudarse el Estado, ¿sobre qué sectores de la
–Devaluación anual de la moneda argentina anticipada y comunidad recaerían los costos en el mediano y largo
asegurada por la tablita: 10 %. plazo?

Preguntas:
a) ¿A cuánto asciende la ganancia financiera de Tulsaco al 3. Elegir otra película representativa del período y pensar
cabo de un año, suponiendo que se vea obligada a cómo podría ser trabajada con los alumnos teniendo en
devolver el crédito al banco extranjero? cuenta los ejes de análisis propuestos en el capítulo.

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C A P Í T U L O 4
Guerra y posguerra
de las Malvinas
Locos de la bandera, 2004

Introducción una “guerra absurda”, “el delirio de un


borracho”. No dispuestos a aceptar que la
Si la guerra de Malvinas fue la “fuga muerte de 649 compatriotas y el sacrificio
hacia adelante” de una dictadura arrinco- de muchos miles hayan tenido tan poco
nada por sus fracasos, la posguerra puede sentido como ése, los familiares y veteranos
ser figurada como una “evasión hacia el de guerra no reniegan de la importancia his-
silencio” de la sociedad que no supo cómo tórica de la reconquista territorial, ni del
elaborar el dolor y el sentimiento de culpa sentimiento patriótico del primer 2 de abril,
que le generó haber apoyado masivamente cuya importancia para ellos debería trascen-
la reconquista militar. ¿Qué lugar conce- der las especulaciones de la dictadura.
derle en su universo simbólico a una gue- A diferencia del genocidio que la dicta-
rra tan extraña? ¿Cómo descomponer las dura ejecutó clandestinamente, de espaldas
partes del hecho histórico para ubicarlas a la sociedad, Malvinas se transformó en
entre lo puro y lo impuro, lo bueno y lo una “empresa colectiva” cuyo fracaso susci-
malo, lo justo y lo injusto, lo falso y lo ver- tó mayor culpa y negación en los millones
dadero? El abandono público de una causa de argentinos que la habían acompañado.
que tanta pasión había despertado puso en No se trataría de una negación frontal,
evidencia que la elaboración social de la explícita, sino de una escapatoria con la
experiencia de la guerra estaba cargada de forma del silencio y la desatención. Las
dificultades, porque se trataba de una gue- organizaciones de veteranos de guerra esti-
rra mediada por circunstancias aniquilado- man que al día de hoy el “olvido de pos-
ras del sentido: la imprevisión militar, que guerra” pudo haber causado más muertes
de la noche a la mañana había instalado que la guerra misma, en la medida en que
una guerra imposible de ganar; la irracio- buena parte de los suicidios se habrían
nalidad transmitida desde los cuarteles a la debido no sólo al trauma bélico sino al
sociedad toda, que respondió eufóricamen- desasosiego posbélico, en la soledad del
te, empujando con su aliento moral a los regreso. 58
soldados argentinos. En este capítulo abordaremos los aspec-
Locos de la bandera es un intento de los tos más analizados acerca de la guerra de
familiares de caídos en Malvinas por dotar las Malvinas: sus causas y las dificultades
de sentido a esa experiencia contra la idea de posteriores de la sociedad para otorgarle un

58 No se contabilizan en este cálculo los 323 soldados muertos en el hundimiento del Crucero “General
Belgrano”. El número de soldados argentinos que se suicidaron en la posguerra se estima en una cifra cerca-
na a 350. La proporción entre suicidios y bajas en guerra fue también de uno a uno entre los ex combatientes
ingleses. La cifra de soldados ingleses caídos en combate, alrededor de 250, habría sido igualada por los sui-
cidios de posguerra a pesar del triunfo.

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lugar a esa experiencia. Afrontaremos la Malvinas, nos apoyaremos en los trabajos


doble cuestión partiendo de la hipótesis de pioneros de Rosana Guber y Federico
que ambos puntos, las causas de una “gue- Lorenz, publicados recientemente.61 Estos
rra imposible” y la “evasiva posterior” del autores nos ofrecen un extenso mapa de
conjunto social, están relacionados por las representaciones y contextos políticos
ligaduras no del todo perceptibles. En pri- que influyeron en el modo de pensar la
mer lugar emprenderemos el análisis de los causa nacional de Malvinas. Los usos de
diversos móviles que empujaron a la dicta- “Malvinas”, anteriores y posteriores a la
dura a un lance belicista de este calibre. El guerra, así como un análisis de las contra-
ensayo histórico-periodístico de Horacio dicciones latentes en los diversos modos
Verbitsky sigue siendo en este punto de de recordar la experiencia bélica. El relati-
gran ayuda para recomponer una dinámica vo silencio en torno de la guerra es para
de desarrollo que comienza en el genocidio ellos un síntoma de las dificultades socia-
y culmina en Malvinas.59 les para pensar un hecho histórico en el
En segundo lugar, abordaremos el pro- que todo parece mezclarse y generar una
blema de la memoria en torno de la gue- variedad de sentimientos y pensamientos
rra. Locos de la bandera, en diálogo con contradictorios. La abundante recopila-
otros testimonios fílmicos de la guerra y la ción de testimonios llevada a cabo por
posguerra, nos permitirá acceder a dos Guber y Lorenz en sus respectivos trabajos
principales líneas de memoria tensionadas nos permitirá tomar nota de aquello que
entre sí.60 Una sustentada en la denuncia obstaculiza la elaboración de un episodio
de la “guerra imposible”, “absurda”, domi- tan doloroso y cargado de contradiccio-
nada por el engaño, el maltrato a los cons- nes. La guerra de las Malvinas, como todo
criptos y la imprevisión de los militares hecho histórico, fue vivida y observada
argentinos. Otra orientada a honrar la desde circunstancias sociales, geográficas e
causa nacional por la cual los caídos die- ideológicas muy disímiles que, con el
ron sus vidas por encima de todo. Para correr del tiempo, dialogarían de distinto
analizar estas vertientes de la memoria y el modo con los sucesos políticos de la pos-
bagaje de representaciones que subyacen a dictadura.

59 Horacio Verbitsky, ob. cit.


60 Como Los chicos de la guerra (1984) e Iluminados por el fuego (2005).
61 Rosana Guber, ¿Por qué Malvinas? De la causa nacional a la guerra absurda, Fondo de Cultura Económica,
Buenos Aires, 2001; y De chicos a veteranos. Memorias argentinas de la guerra de Malvinas, Editorial
Antropofagia, Buenos Aires, 2004. Federico Lorenz, Las guerras por Malvinas, Edhasa, Buenos Aires, 2006.

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El largo camino a la guerra de


las Malvinas: las
convocatorias nacionales
de la última dictadura
En retrospectiva, todos los caminos y hecho en la llamada “lucha antisubversiva”;
los fracasos de la última dictadura condu- luego, al convocar a los argentinos contra
jeron a una apuesta tan riesgosa como la la supuesta “campaña antiargentina”, y
reconquista militar de las islas Malvinas. también, en el llamamiento belicista con-
Un lance sujeto a la delgada posibilidad de tra Chile. Fueron convocatorias a “empre-
que Inglaterra no iba a responder militar- sas nacionales”, colectivas, belicistas y exal-
mente o que, si se decidía a hacerlo, tadas, que apelaron a la unión sagrada de
EE.UU. se lo iba a impedir. Estas ilusiones, los argentinos en un clima triunfalista y de
que desestimaban la historia del siglo XX y adulación paradójica del régimen al “pue-
la de las guerras, hoy nos muestran hasta blo argentino” sujetado y conducido.
qué punto la más planificada de las dicta- Desde marzo del 76 hasta Malvinas y la
duras que hubo en la Argentina acabaría retirada del 83, el Proceso fue un “bloque”
por convertirse en la experiencia de poder atravesado por una compleja dinámica de
más improvisada. A medida que el régimen desarrollo en la que los primeros hechos
acumuló fracasos en su compleja interac- fueron forjando impulsos que conducirían
ción con los poderes mundiales, con la a los últimos. Malvinas, la última iniciati-
sociedad argentina y dentro de sus propias va de gran escala que emprendió la dicta-
filas, dada la competencia de poder, la ima- dura, sólo puede explicarse tomando en
ginación política apostó a convocatorias cuenta la interacción de episodios que con-
más lanzadas y megalómanas. El compo- forman la serie, desde los crímenes inicia-
nente ilusorio de esta imaginación política les a partir de los cuales se puso en marcha
creció sobre un terreno que no era nuevo una progresiva fuga hacia adelante.
para la última dictadura. Las ilusiones de El último régimen militar buscó pro-
perpetuación que los militares elucubraron longarse en el poder con medios que las
eran parte de un recurso que el régimen dictaduras anteriores de la Argentina no
venía ensayando desde el comienzo. En habían concebido. No sólo se distinguió de
más de un sentido Malvinas fue la última ellas por haber llevado a cabo una matanza
estación de un camino largamente transita- administrada, ni por haber elaborado
do por el régimen militar. No se trató de la suplicios desconocidos, ni por haber con-
primera convocatoria nacional confronta- templado una desindustrialización selecti-
tiva contra un enemigo proyectado desde va. Otra de las particularidades que distin-
el poder a la sociedad toda. La dictadura ya gue a la última dictadura de las anteriores
le había presentado enemigos a la sociedad y de sus contemporáneas del Cono Sur,
en repetidas oportunidades. Lo había consiste en que consecutivamente propuso

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una empresa belicista o confrontativa, de vecina dictadura aliada a la suya en la lucha


convocatoria nacional, contra un enemigo anticomunista, pero la Marina de Massera y
por ella construido y transmitido a la los cuerpos del Ejército al servicio de los
Nación toda. generales llamados “duros” estuvieron a un
Como los anteriores golpes militares de la paso de imponerla en su intento por escalar
Argentina, a excepción del golpe de 1955, el posiciones. Es probable que algunos milita-
primer enemigo contra el cual el régimen res belicistas no fueran del todo conscientes
organizó su llamamiento nacional fue lo que del recurso de poder personal y corporativo
denominaba la subversión internacional. al que estaban apelando. Que incluso creye-
Supuestamente “atea y apátrida”, era presen- ran apasionadamente en la declarada custo-
tada como un enemigo de la Nación que dia de la soberanía amenazada, pero existen
debía ser aniquilado por la acción conjunta evidencias de que los máximos impulsores
del Estado y la sociedad. En su discurso de la invasión argentina concebían la guerra
inaugural Videla ofreció “un puesto de lucha como una forma de proyectar su liderazgo
para cada ciudadano”. Como ha dicho en el cuerpo de generales del Ejército, lo que
Guillermo O’Donnell, la propaganda insta- no quita que ellos mismos estuvieran domi-
ba a que la sociedad se “patrullara a sí nados por la pasión nacionalista.
misma”. Al mismo tiempo y avanzando hacia
Más tarde, cuando las organizaciones 1979 y 1980, fueron proclamados enemi-
revolucionarias habían sido derrotadas y la gos nacionales quienes promovían la
protesta social en buena medida desactivada, supuesta “campaña antiargentina”: familia-
el régimen encontró un segundo enemigo en res de desaparecidos y exiliados que denun-
un lugar inesperado. El fallo del laudo arbi- ciaban el genocidio desde el exterior, juga-
tral inglés por el conflicto limítrofe en torno dores de selecciones extranjeras que se habí-
de las islas del Beagle le ofreció a la dictadu- an interesado por las Madres de Plaza de
ra argentina un nuevo enemigo contra el Mayo durante el Mundial 78, o los inspec-
cual volver a convocar. La guerra con Chile tores de la comisión de la OEA que arriba-
no llegaría a concretarse pero, a través de ría al país en 1979. Los mundiales de fútbol
consignas y preparativos, el régimen instru- de 1978 y 1979 fueron convertidos en
mentó la inminencia de la guerra en distin- empresas nacionales dirigidas contra este
tos momentos de 1977 y 1978, para recrear renovado enemigo. El régimen dio a los fes-
condiciones de emergencia y movilización tejos el sentido de un reencuentro nacional
de la sociedad. Hubo apagones y adiestra- que por primera vez en la historia creaba
miento de la población para la guerra, movi- multitudes unánimes, íntegramente nacio-
lización de tropas y desarrollo de un clima nales, sin descontentos ni mezquindades
bélico. Videla no quería una guerra con la partidarias.

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Y por último, la reconquista de Malvinas, constituían los modelos más cercanos de la


una causa lo suficientemente instalada en los dictadura argentina en lo que refiere a anti-
sentimientos nacionales como para que al comunismo dictatorial en el primer caso,
régimen no le fuera dificultoso volver a con- neoconservadurismo en el segundo y neoli-
vocar a los argentinos, aun cuando en el año beralismo en los dos casos.
82 ya se habían derrumbado las ilusiones de Las dictaduras son marcadamente más
un relanzamiento económico del país. propicias a entablar guerras que las demo-
Tampoco sería difícil que la sociedad viera a cracias, porque las necesitan más que aqué-
los usurpadores ingleses como un enemigo llas para aplazar sus problemas, unificando
histórico.62 el frente interno al invocar la “unión sagra-
Desde el comienzo mismo de la centrali- da”. A lo largo de los siglos XIX y XX resul-
zación del Estado argentino por sobre los ta difícil encontrar enfrentamientos bélicos
poderes provinciales, el sentimiento nacional entre dos naciones relativamente democrá-
había sido instrumentado en la lucha políti- ticas. Sin embargo, no todas las dictaduras
ca. Sin embargo, las sucesivas apelaciones a necesitan de este recurso, y de hecho en la
la “causa patriótica” nunca habían llevado al Argentina ninguno de los regímenes mili-
enfrentamiento con otra nación, a no ser en tares anteriores había llevado al país a una
el marco de la situación más frágil que había guerra, ni había estado cerca de hacerlo. La
conocido el Estado en su período de forma- necesidad de presentar en todo momento
ción moderna.63 En cuanto a la construc- un enemigo nacional frente al cual urgía la
ción de “enemigos nacionales” en función de reacción conjunta debió ser muy fuerte en
la permanencia en el poder, lo novedoso este caso, porque el último régimen militar
durante la última dictadura no fue su llama- rara vez se privó de este recurso y estuvo
miento contra la “insurgencia revoluciona- dispuesto a renovar sus enemigos en todo
ria” ya demonizada por los golpes militares momento. Los impulsos que llevaron al
de 1930, 1943 y 1966. Lo singular en el régimen a mantener el movimiento sin dis-
punto de congregar un “nosotros nacional” continuar la convocatoria fueron diversos y
en un marco de enfrentamiento lo constitu- no siempre evidentes. En la inspección de
yen las guerras planteadas contra otras nacio- este costado del Proceso veremos que en
nes. Primero Chile y luego Inglaterra, dos buena medida la dictadura “más totalita-
países que, lejos de encarnar contrafiguras ria” de la Argentina es susceptible de ser
ideológicas como la “subversión marxista”, iluminada por algunos descubrimientos de

62 El sentimiento contra la usurpación estaba más instalado en la sociedad que en las fuerzas armadas. La
principal fuerza promotora de la reconquista militar, la Marina de guerra, tenía históricas vinculaciones ideo-
lógicas y profesionales con la armada inglesa.
63 Nos referimos a la guerra del Paraguay, iniciada durante la presidencia de Mitre.

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Hannah Arendt sobre los totalitarismos razgo natural del Führer sobre “las masas
europeos, respecto de los cuales el caso con instinto de rebaño” constituía el basa-
local presenta elementos comunes y otros mento implícito de la forma política,
sustancialmente disímiles, incomparables. Hitler gobernó por medio de una legisla-
ción de excepción como la Ley de Plenos
Regímenes de excepción, aplazamien- Poderes, que fue prorrogando sucesiva-
to del tiempo democrático mente.64 Jamás derogó la Constitución de
Weimar aunque era evidente que nunca
Los regímenes autoritarios en general volvería a tenerla en cuenta.
necesitan justificar su permanencia en el Una justificación equivalente fue soste-
poder aduciendo la existencia de grandes nida por la dictadura argentina, que una y
amenazas a la nación. Cuando esos enemi- otra vez renovó el escenario de los “tiempos
gos se extinguen requieren encontrar otros de emergencia”, en los que era necesario
para prorrogar su poder de facto en la dejar de lado las disidencias internas. Desde
medida en que se asumen como regímenes el comienzo, el régimen proclamaba que la
de excepción. En cierto modo, las dictadu- “democracia” era el sistema legítimo, natu-
ras contemporáneas al reinado del princi- ral, al que deseaba arribar una vez cumpli-
pio de legitimidad que había comenzado a dos los objetivos de la “reorganización”. El
imponerse con la Revolución Francesa y las discurso de la dictadura estaba habitado
revoluciones democráticas del siglo XIX se por el contradiscurso, es decir que la demo-
sintieron obligadas a dar explicaciones y cracia quedaba salvaguardada como ideal
justificar su razón de ser “excepcional”. en las palabras, siguiendo la tradición de las
Nunca volverían a presentarse como des- proclamas militares a partir de 1955. Pero,
potismos “sin culpa”, asumidos como tales, para que el retorno de las elecciones se con-
autoafirmados en la fuerza represiva, en la cretara, no sólo debían cumplirse los obje-
tradición o en la voluntad divina, como la tivos declarados en torno de la “reorganiza-
dictadura zarista negadora de la ción nacional”. El plazo se extendería todo
Revolución Francesa. Los historiadores lo que demandaran las empresas naciona-
han reparado en que incluso en la les. Aunque se trataba de una dictadura que
Alemania nazi, donde el principio de lide- dominaba el escenario político con su des-

64 Karl Bracher, La dictadura alemana, Alianza, Madrid, 1995; véase el cap. 4: “La marcha al poder”.

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pliegue represivo, para ella también había cemento ideológico que cohesionaba a la
un “tiempo de descuento” que sin duda corporación militar no estaba exento de
comenzaría a correr más rápido luego del ideas y nociones nacionalistas-populares
hundimiento económico de 1981. que amenazaban con bloquear la refunda-
Las consideraciones de Arendt sobre el ción neoliberal que sustentaban Videla y
horror a la quietud y la necesidad de movi- Martínez de Hoz. Las tensiones internas de
miento que experimentan los regímenes la dictadura también se veían aplazadas con
totalitarios son en buena medida aplicables los llamamientos mencionados; el propio
a la última dictadura de la Argentina. Lo frente militar suspendía así las diferencias
que la pensadora alemana llamaba “la para- ideológicas o meramente facciosas.
doja del totalitarismo en el poder” consistía
en que para estos regímenes llegar al poder Acercamiento a la sociedad
significa “un enfrentamiento directo con la
realidad”, “una preocupación constante” Toda dictadura, por más feroz que sea,
que lo impele a no detener el movimiento.65 requiere provocar imágenes de consenso
De ahí, explicaba ella, “la manía al desplaza- para luego transmitirlas. La apelación a lo
miento perpetuo de los totalitarismos que nacional permitía al régimen construir la
sólo pueden hallarse en el poder mientras imagen de una nación unida: “No te borrés
estén en marcha y pongan en movimiento a que te necesitamos”, “25 millones de argen-
todo lo que haya en torno de ellos”.66 tinos jugaremos el Mundial”, “Unidos es
Una presión de similares características más fácil”, rezaban las consignas en uno y
pesaba sobre la dictadura argentina. En otro momento. Esto era vital para un régi-
rigor, la sensación de “tiempo de descuento” men que había descartado por igual los
se había activado para ella desde el primer “plebiscitos del sí” y el corporativismo al
día en el poder. A diferencia de los fascismos que habían apelado las dictaduras de 1930,
clásicos, el Proceso carecía de una etapa 1943 y 1966, aunque más no fuera para
“utópico-movimientista” centrada en pro- montar una ficción de comunicación con la
mesas anticapitalistas a las clases subalternas sociedad, sustituta del sistema electoral
que no iba a poder cumplir. Sin embargo, el clausurado. El régimen militar que nos

65 Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo, Planeta-Agostini, Buenos Aires, Barcelona, 1994, vol. 2, p.
482.
66 Ibíd., p. 386.

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ocupa carecía también de recursos carismá- infantil, masificado. El relator habla de un


ticos para ensayar una salida bonapartis- “pueblo maduro, de pantalones largos”, lo
ta.67 De manera que, habiendo atomizado que en la Argentina se decía a los chicos
a la sociedad –destruyendo asociaciones de cuando se asomaban a la pubertad. La
base y apelando al accionar del mercado–, minoridad del pueblo era expresada de un
ahora debía reunir a esos mismos indivi- modo asumido. Sólo en la medida en que
duos en otro tipo de convocatoria: en reen- los argentinos fueran dirigidos por los
cuentros colectivos prefigurados por su voz militares se comportarían en forma orde-
rectora.68 El régimen terminó de descubrir nada y responsable, y superarían sus vicios
el mecanismo durante el Mundial 78; en más idiosincráticos. Al comienzo de La
un contexto de exaltación triunfalista era fiesta de todos el periodista Roberto
posible dirigirse a una multitud modelada Maidana recalcaba que la Argentina había
por discursos adulatorios sin que el alma llegado a concluir la obras exigidas por la
colectiva notara la contradicción que exis- FIFA antes del plazo establecido, pese al
tía entre esos elogios y el cercenamiento del pronóstico agorero de los “escépticos de
derecho a voto. siempre”, que el filme ridiculiza en la figu-
Para los militares argentinos el pueblo ra de “el Contra”, encarnada por Juan
se convertía en merecedor de los mejores Carlos Calabró. El genio logístico de las
elogios sólo cuando se encontraba encarri- FF.AA. sacaría al país de su decadencia. El
lado en las empresas nacionales que propo- Mundial era presentado como un “campo
nían y comandaban sus autoridades. En de batalla” donde se enfrentaban los opti-
estos casos, el discurso oficial no tenía mistas y los contras eternos a quienes
reparos en imaginarlo maduro y responsa- todos les parecía mal. La supuesta “campa-
ble, y en olvidar la minoridad por la cual ña antiargentina” no está mencionada
“las urnas estaban bien guardadas”. explícitamente pero se alude a ella una y
La fiesta de todos (1978), película encar- otra vez. En una escena de oficina que
gada por el régimen al director Sergio recuerda a La tregua (un filme del mismo
Renán, es un revelador documento de director) se reproduce este choque visiones
propaganda oficial donde puede apreciar- donde la idiosincrasia “contrera” represen-
se el modo en que el régimen interpelaba ta a la disidencia. La obsesión por la ima-
a los argentinos en estas convocatorias gen del país ante el mundo (“El mundo
nacionales, dirigiéndose a un interlocutor nos mira”) atraviesa el discurso de la pelí-

67 Si bien algunos jefes procesistas como Massera proyectaron estrategias populistas de continuidad.
68 Luis Alberto Romero, Breve historia contemporánea de la Argentina, Fondo de Cultura Económica, Buenos
Aires, 2001, 2ª edición, p. 211.

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cula, sintomáticamente. Tras ella se escon- rencia obrera ni la suciedad de la política


dían los mayores temores del régimen. A que divide. Por un instante, la dictadura
medida que el Mundial se había ido acer- adquiere el lenguaje del “peronismo” sin
cando, los militares debieron asumir que perder la “decencia del radicalismo”. Las
el país se llenaría de periodistas, mientras multitudes descritas por Félix Luna remi-
en Europa seguían proliferando las denun- ten al proyecto empeñosamente pretendi-
cias sobre la desaparición de miles de per- do de lograr lo que Videla había denomi-
sonas en la Argentina y Chile. En parte, nado “una descendencia civil” del Proceso.
las matanzas masivas de prisioneros del El Proceso tenía necesidades bélicas
año 77 y del verano del 78 se habían ace- muy similares a las del fascismo clásico de
lerado debido a la urgencia de la dictadu- entreguerras, a pesar de las múltiples dife-
ra por vaciar los centros clandestinos antes rencias que pueden establecerse con aquel
de que comenzara el Mundial. Sobre el régimen. La dictadura argentina carecía de
final de la película hay una escena muy una etapa movimientista de clases subalter-
rica para indagar las ilusiones del régimen nas seducidas por planteos antisocialistas y
a propósito de las convocatorias naciona- anticapitalistas a la vez. También carecía de
les. Desde un balcón elevado sobre los impulsos ideológicos y estéticos supermo-
transeúntes que festejan el triunfo, el his- vilizadores que la llevaran a plantear “una
toriador Félix Luna afirma que por prime- revolución contra la revolución”. Pero,
ra vez en la historia existía una “plaza de aunque tampoco el régimen llegaría a con-
todos”: “Multitudes delirantes, límpias, solidar un principio de jefatura indiscutida
unánimes, es lo más parecido que he visto ni siquiera en el seno de la corporación
a un pueblo maduro, realizado, vibrando militar, sí lograría masificar a los argenti-
como un sentimiento, sin que nadie se nos en plazas “enteramente nacionales” y
sienta derrotado, marginado, y tal vez por así superar por poco tiempo las contradic-
primera vez en este país, sin que la alegría ciones esenciales de los autoritarismos en el
de unos signifique la tristeza de otros”. mundo occidental contemporáneo.
Esta imagen de las “nuevas multitudes” Mientras duraba la conexión en un clima
que el régimen pretendía haber creado en triunfal, el régimen y buena parte de la
su convocatoria, es toda una expresión del sociedad podían olvidarse de que aquello
deseo político más fantasioso del Ejército era una dictadura que había secuestrado y
relanzado al poder desde 1955: “remasteri- asesinado a miles de argentinos y que esta-
zar” el peronismo, generar multitudes ba destruyendo la economía, asentando
comparables en tamaño pero sin su com- una dinámica que con el tiempo agranda-
ponente plebeyo, un peronismo para todo ría explosivamente la pobreza y los núcleos
el país, pero de clase media, sin la irreve- duros de indigencia.

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Como han señalado diversos analistas durante la presidencia de Viola coincidió


respecto de la guerra con Chile y la guerra con el fracaso de “enmendar” al Proceso
de Malvinas, el Ejército “nocturno” podía justo en el momento en que se producían el
transformarse en “diurno”, cambiando derrumbe económico y un deshielo social y
“guerra sucia” por “guerra limpia”, buscan- cultural que el régimen ya no lograría dete-
do un acercamiento con la sociedad que no ner. Tan profunda fue la sensación de pérdi-
había conseguido en su llamamiento con- da de rumbo que sintieron las fuerzas arma-
tra la subversión.69 El caso del teniente de das estancadas en el poder, que por primera
navío Alfredo Astiz lo ilustra claramente: vez desde marzo de 1976 los “duros” del
guerra mediante, el alias “Rubio” de la Ejército arrebataron el control a la conduc-
represión clandestina mutaba por unos ción Videla-Viola y destituyeron a este últi-
días en conductor de los comandos mo en favor de Galtieri: un general decidi-
“Lagartos Argentinos”, presentados como do a recuperar la iniciativa por medio de la
héroes de la resistencia nacional en las más audaz de las citaciones nacionales.
Georgias del Sur. Es posible que los jefes
procesistas se hubieran conformado con el Competencia interna por el poder
consentimiento pasivo de los argentinos,
pero en los hechos buscaron un consenso Como señala Claudio Uriarte en su bio-
activo que sacara a la sociedad del absten- grafía de Massera, ya en los años 76 y 77 la
cionismo. acumulación de poder dentro del partido
¿Fue continua la sucesión de convocato- militar se medía por el número de muertos
rias nacionales durante la última dictadura? y detenidos que podían adjudicarse los jefes
El reciente trabajo de Novaro y Palermo nos de la represión: “Quien más reprimía, más
permite analizar la desorientación que sufrió poder tenía”.71 Lo que Massera intentaba
el régimen en lo que podríamos llamar la era ganarse el apoyo de los duros del
discontinuidad del año 81, durante la presi- Ejército (Suárez Mason, Benjamín
dencia de Viola.70 El desconcierto político Menéndez, Saint-Jean y Galtieri) para des-
que el régimen experimentó al perder la ini- plazar a Videla y Viola tildándolos de “blan-
ciativa de convocar, reveló lo necesarios que dos”. Para eso, él mismo intentaría mostrar-
eran estos llamamientos para darle conteni- se como suficientemente “duro”. Esta com-
do a su poder. El inmovilismo en el poder petencia permanente en función de la mira-

69 María Seoane y Vicente Muleiro, El dictador. Historia secreta y pública de Jorge Rafael Videla,
Sudamericana, Buenos Aires, 2001, p. 391.
70 Marcos Novaro y Vicente Palermo, ob. cit., cap. V.
71 Claudio Uriarte, ob. cit., 1991, p. 110.

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da corporativa explica la presencia de los


altos mandos en las salas de tortura; para los
militares significaba estar “al pie del cañón”.
También explica por qué Suárez Mason se
jactaba de tener en El Campito “todo un
sótano lleno de hijos de militares” secuestra-
dos por su vinculación con la guerrilla.72 tir discursos belicistas en las bases milita-
Otra práctica de los que disputaban la con- res del Sur con el objetivo de ganarse el
ducción de Videla y Viola fue perjudicarla apoyo de los jefes de cuerpos y regimien-
con el uso de cadáveres y detenidos cuya tos. Mientras Videla apostaba a una solu-
aparición con vida estuviera siendo reclama- ción diplomática mediada por el Vaticano
da por las voces mundiales que comenzaban y Estados Unidos, Massera entablaba con-
a reprobar las violaciones a los derechos tactos con el ejército de Bolivia en busca
humanos en la Argentina.73 de un potencial aliado para la guerra.
A propósito de las guerras con Chile Presionando a la conducción de Videla,
volvió a repetirse el mismo juego de com- algunos cuerpos del ejército argentino
petencia interna, sólo que dirigido contra comenzaron sus aprestos para el combate.
nuevos enemigos nacionales. Otra vez los Los “duros” lanzaron gritos de guerra y
“duros” presionaron a los “blandos” para movilizaron tropas al tiempo que diseña-
ganar posiciones, mientras éstos intenta- ron el ataque argentino. Frente a ello,
ron mostrarse no tan “blandos” con tal de Videla evidenció su condición de mero
conservar su liderazgo en las fuerzas. No primus inter pares entre los generales del
es aleatorio que la guerra con Chile y la Ejército cuando accedió a firmar el decre-
reconquista militar de Malvinas hayan to que autorizaba la invasión denominada
sido promovidas por quienes disputaban Operativo Soberanía, cuyo inicio se fijó
la conducción del Proceso a la línea para el 20 de diciembre de 1978. Entre las
Videla-Viola. distintas hipótesis que contemplaba el alto
La estrategia de Massera desde que el mando figuraba la regionalización de la
conflicto con Chile había quedado plante- guerra en el caso muy probable de que
ado, consistió en promover a Suárez Bolivia y Perú intervinieran contra
Mason a la jefatura del Ejército y en emi- Chile.74

72 Seoane y Muleiro, ob. cit., p. 305.


73 El secuestro de Alfredo Bravo a poco de producirse la entrevista entre Videla y Carter es uno de los tantos
ejemplos. Seoane y Muleiro, ob. cit., p. 321.
74 Bruno Passarelli, El delirio armado. Argentina y Chile, la guerra que evitó el Papa, Sudamericana, Buenos
Aires, 1998, pp. 39-41.

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¿Cuáles eran las principales motivaciones asunción en diciembre de 1981, y lo siguió


de los mandos que impulsaban una aventura siendo en los altos mandos en torno de
de este calibre? Además del triunfalismo basa- Galtieri hasta poco antes del 2 de abril.
do en una supuesta superioridad de la infan-
tería argentina, compuesta por “soldados Huida hacia adelante
invictos”, existían desde luego otras razones.
Como señalan Seoane y Muleiro, “la guerra Otro factor que impulsó el conflicto con
era necesaria para crear un escenario donde Chile y más tarde la reconquista militar de
reinaran quienes mandaban en sus armas”.75 las islas Malvinas se relaciona con los móvi-
Luciano Benjamín Menéndez tomó el les comúnmente denominados “huida hacia
papel de “duro” desafiando a Videla en dos adelante”. Cuando los militares supieron
oportunidades. Primero lo hizo respecto que más tarde o más temprano buena parte
del conflicto con Chile en 1978 y luego a de la opinión pública mundial y de la socie-
propósito de la lucha contra la subversión dad argentina los iba a obligar a rendir cuen-
en 1979, al exigir la renuncia del coman- tas por sus crímenes, la necesidad de perma-
dante en jefe Viola por “la situación de necer en el poder apelando al nacionalismo
condescendencia inadmisible”. Al igual con su manto de confusiones se hizo más
que Galtieri, quien en 1981 cerraría por su urgente que nunca. A esto se sumaban el
cuenta la frontera con Chile sin la autori- derrumbe económico declarado en 1981, el
zación del presidente Viola. resurgimiento de la protesta obrera y el agra-
En uno y otro momento, quien más vamiento de la competencia interna de
decidido se mostrara seduciendo a las fuer- poder, que amenazaba con fragmentar al
zas con promesas de triunfos históricos, régimen desde arriba. La acumulación de
ganancias patrióticas y suculentos aumen- fracasos condujo a la dictadura a jugar su
tos en la compra de armamentos ganaría carta más arriesgada en Malvinas: 1) El fra-
apoyos en el lugar decisivo para dirimir la caso para esconder el genocidio o consensuar
sucesión del más alto poder: el cuerpo de su impunidad. 2) El fracaso económico, difí-
generales del Ejército. De hecho, obtenien- cil de soslayar en una situación de bancarro-
do el apoyo de este cuerpo fue como ta como la declarada en 1981. 3) El fracaso
Galtieri logró arrebatar la conducción a político en el momento de engendrar lo que
Viola. No obstante, la idea de reconquistar el Videla denominaba “una descendencia del
militarmente las islas Malvinas era un Proceso que no fuera el antiproceso”, sino su
secreto bien guardado en el momento de la propia cría. La carga de frustraciones propias

75 Ibíd., pp. 86-89.

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quizás alcanzaría para explicar una manera ellas controló los tiempos y la forma de la
tan riesgosa de afrontar la encrucijada. Pero transición a la democracia del modo que
el tamaño de la aventura que el régimen esta- hubieran deseado los militares argentinos.
ba dispuesto a emprender se correspondía Mientras duró, la confusión nacionalista
también con la magnitud de las frustraciones permitió que el 2 de abril Galtieri fuera
golpistas anteriores a 1976: los fracasos de las aclamado por añadidura en las plazas del
dictaduras precedentes, que deben sumarse a país, en las escuelas y en los cafés, en los
los tres ya enumerados. La insoportable estadios de fútbol y en las colas de los ban-
pesadilla que empujaba al Proceso a una cos. La ceguera sería compartida por los
acción como Malvinas estaba compuesta de militares y buena parte de la sociedad, que
las imágenes de 1969 y 1973: renacimientos se limitó a actuar como si ignorara los peli-
de la protesta social que habían señalado el gros que se avecinaban. Unos y otros se afe-
fracaso rotundo de los proyectos golpistas de rraron a las ilusiones que habían germinado
1955 y 1966. Esas imágenes eran nueva- en ámbitos castrenses. Al principio, la ilu-
mente evocadas por el resurgir de la protesta sión de que Inglaterra no respondería. No
en 1981 y 1982. se percibía que para la refundación conser-
La intermitencia de golpes de Estado vadora liderada por Margaret Thatcher la
malogrados al momento de perpetuarse en guerra significaba una oportunidad esplén-
el poder constituye un rasgo particular de la dida para superar sus propios fracasos des-
Argentina que diferencia su última dictadu- pués de tres años de tozudo neoliberalismo.
ra en el concierto de las dictaduras latinoa- Cuando se hizo evidente que Inglaterra
mericanas y europeas como la franquista. sí respondería, que de hecho una de las
Junto con Bolivia, otro país de marcada armadas más poderosas del mundo estaba
intermitencia golpista, el caso argentino en camino con la asistencia de su aliado
presenta la ambivalencia de un golpismo histórico, la conducción militar argentina
adelantado y reincidente, pero relativamen- no encontró la forma de evitar la guerra sin
te débil en el momento de prolongar su retroceder en la reconquista armada.
dominio sobre los sectores populares. La Entonces se renovaron ilusiones basadas en
pesada carga de reparar los fracasos de las la leyenda del soldado criollo, que nunca
dictaduras de 1955 y 1966 contribuye a había perdido una guerra; o en el volunta-
explicar el contraste entre el accionar preci- rismo de los argentinos que, si era necesa-
pitado de la última dictadura argentina que rio “volverían a tirar aceite hirviendo desde
se autodestruyó en Malvinas, y la manera en los balcones como en 1806”. Si Malvinas
que perduraron las dictaduras en Paraguay implicó el apogeo de la irracionalidad
(1954-1989), Brasil (1964-1985) y Chile transmitida de arriba hacia abajo, es
(1973-1989). Especialmente la última de importante distinguir su nacimiento den-

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tro del ámbito militar de su irradiación podía convertirse en otro proyecto, una vez
triunfalista a la sociedad por medio del más metabolizada en una matriz ideológica dife-
penetrante operativo de comunicación.76 rente”.77 Por extraño que parezca, la guerra
La capacidad del régimen para instalar contra los líderes de la OTAN fue colateral-
escenarios que prolongaran el tiempo de des- mente provocada por los militares argentinos
cuento provenía, como ya vimos, de su que estaban dominados por anteojeras ideo-
inmensa necesidad de enmendar los fracasos lógicas correspondientes al mismo bando de
históricos del golpismo en la Argentina. Pero, la Guerra Fría que el de sus repentinos opo-
¿cómo fue posible que la lucha anticomunis- nentes. Por razones muy laterales se estaba
ta librada por los militares argentinos en tornando inevitable la paradójica “última
nuestro país, en Bolivia y en Centroamérica batalla de la tercera guerra mundial”.
mutara a una guerra contra el centro hegemó- Lo paradójico del nuevo enfrentamiento
nico del anticomunismo mundial? No es sen- nos permite plantear la siguiente pregunta:
cillo explicar que quienes habían creído ¿hubo en la última empresa de la dictadura
encarnar la reserva moral de “Occidente”, argentina algo análogo a lo que Timothy
dada la supuesta defección de Estados Unidos Mason denominó “primacía de la política”
de Carter, ahora enfrentaban al “Occidente” para referirse al predominio de los intereses
recuperado de Ronald Reagan y Margaret político-ideológicos de Hitler y de su parti-
Thatcher, es decir, a sus aliados quintaesen- do sobre los intereses económicos de la clase
ciales. Respondiendo a este interrogante, dominante alemana?78 ¿En qué medida los
Horacio Verbitsky concluye que Malvinas fue intereses de la clase dominante argentina,
la culminación de una compleja serie belicis- que la dictadura estaba reconstituyendo
ta con cambios de matriz ideológica produci- desde 1976 –cosa que pretendía seguir
dos por la huida hacia adelante y la compe- haciendo con un neoliberalismo más inte-
tencia interna de poder. El modo en que esta gral como el que proponía el nuevo minis-
guerra continuó la cadena de intervenciones tro de economía Roberto Alemann–, esta-
iniciada por la lucha antisubversiva, el ban representados en la aventura bélica?
Operativo Soberanía y la Operación Calipso En una primera instancia todo dependía
en Centroamérica demuestra, en palabras del del resultado de la guerra. Si por alguna cir-
autor, cómo “una idea surgida en un contex- cunstancia contraria a los hechos, la última
to específico y con objetivos bien acotados dictadura hubiera usufructuado una victo-

76 Para Verbitsky el triunfalismo no había arraigado en la sociedad antes de la campaña mediática. Véase ob.
cit., cap. 16.
77 Ibíd., p. 53.
78 Véase Thimoty W. Mason, “La primacía de la política: política y economía en la Alemania nacionalsocialis-
ta”, en El fascismo europeo, S. J. Woolf (comp.), Grijalbo, México, 1974.

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ria similar a la que obtuvo Margaret economía de guerra en la que se implemen-


Thatcher, sin que, por otra circunstancia taran contribuciones obligatorias que afecta-
contraria a los hechos, eso hubiera aislado a ran directamente a los sectores dominantes
la Argentina del centro del capitalismo bien representados por el ministro Alemann.
mundial, es de imaginar que este hipotéti- Por el contrario, a poco de asumir Galtieri
co escenario podría haber permitido a los otorgó luz verde a su ministro de Economía
grupos económicos consolidar sus reformas para llevar a cabo un plan de ajustes y priva-
tendientes a un neoliberalismo completo, tizaciones a gran escala, mucho más directas
con privatizaciones como las que propicia- que las privatizaciones periféricas llevadas a
ba Alemann.79 Lo cierto es que, siendo el cabo por Videla y Martínez de Hoz.
resultado tan distinto, Malvinas pronto No obstante, el marco de imprevisión
sería vista por los grupos económicos como había llegado tan lejos que en el seno del
una peligrosa aventura de los militares cuya establishment económico comenzaba a insta-
permanencia en el poder se tornaba cada larse la idea de abandonar a los “compañeros
vez más imprevisible. En 1981, el embaja- de viaje”. Según Eduardo Basualdo, “el par-
dor norteamericano Raúl H. Castro había tido militar” había dejado de ser funcional a
reportado en un informe a su gobierno: “Si la consolidación del nuevo modelo econó-
Massera llegara a ser alguna vez el nuevo mico, que requería mantener en movimien-
caudillo de la Argentina es imposible ima- to los flujos de capital con la banca interna-
ginar qué política aplicaría”.80 En 1982, era cional.81 Había llegado el momento de recu-
la corporación militar la que transmitía esa perar el control cedido a los militares. Los
sensación a los gobiernos del mundo y a la sectores dominantes podrían hacerlo, en
clase dominante local. Curiosamente, den- parte porque no habían perdido su autono-
tro del espectro político argentino una de mía, y sobre todo porque los militares ya no
las voces más reacias a la guerra de Malvinas tenían cómo sostenerse en el poder. A dife-
fue la de Álvaro Alsogaray, el más insisten- rencia de la Alemania nazi, donde las bur-
te mentor del neoliberalismo profundo al guesías más encumbradas habían perdido su
estilo Hayek, Friedman y Thatcher que control del Estado en manos del nacionalso-
existió en la Argentina. cialismo, en la Argentina quedaba de mani-
A diferencia de la Alemania nazi, duran- fiesto lo blanda y efímera que había sido la
te Malvinas no llegaría a implantarse una “primacía de la política” sobre los intereses

79 Siempre y cuando lo permitiera la consiguiente oleada nacionalista que la victoria traería aparejada.
80 Seoane y Muleiro, ob. cit., p. 355.
81 Eduardo Basualdo, Sistema político y modelo de acumulación en la Argentina. Notas sobre el transformismo
argentino durante la valorización financiera, Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, agosto de 2001, pp. 35-36.

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económicos en el final de la dictadura. En


este aspecto, el Proceso siempre había estado
lejos de ser un “totalitarismo” independiente
de la clase dominante, tal como Arendt o
Mason concebían el régimen nazi. mental de quienes se encontraban básica-
El eje de las convocatorias nacionales es mente aislados de cualquier contradiscurso.
útil para indagar la relación entre el régimen Arendt señalaba que las masas de la sociedad
y la sociedad argentina, que una y otra vez se totalitaria solían surgir no sólo de una socie-
vio envuelta en las empresas que sus captores dad aislada del mundo exterior, sino tam-
le formularon. Las fantasías de éxito y de bién de una sociedad muy fragmentada por
perduración en el poder que el Proceso fue la competencia interna; para ella “la caracte-
concibiendo tuvieron buena acogida en vas- rística principal del hombre-masa no era su
tos sectores de la sociedad: “Los desapareci- brutalidad sino su aislamiento y su falta de
dos no existen, son un invento de la campa- relaciones sociales normales”.82
ña antiargentina”, la plata dulce y la invasión Con respecto a la dictadura argentina,
de artículos importados como señal de un apenas ha comenzado a desarrollarse una
relanzamiento económico del país, el triun- “historia desde abajo”, socialmente discrimi-
falismo de Malvinas, fueron los principales nada, que contemple a su vez otras variables
engaños de corta duración, pero de mucha de recepción. Los distintos modos en que esa
intensidad, que el régimen logró instalar a dictadura era interpretada no sólo se vincu-
través del control de los medios. laban con las “visibilidades” propias de cada
En los últimos años han proliferado estu- lugar de la estructura social, sino también
dios y relatos sobre la resistencia obrera, con la cercanía o lejanía de los circuitos de
barrial, artística o estudiantil, pero muy información alternativos que permitían
pocos sobre los sectores atomizados, sobre poner en duda la propaganda oficial, tras-
los individuos que procesaron la propaganda cender la “desinformación organizada” y la
oficial en soledad y llenaron las plazas duran- manipulación emocional.
te el Mundial 78 y Malvinas: los efímeros Como sucedió con otras experiencias
hombres-masa del Proceso que absorbieron catastróficas acerca de las cuales se trata de
la propaganda oficial en el marco de lo que determinar el grado de complicidad, oposi-
Arendt consideraba la soledad organizada ción, resistencia, indiferencia, negación o
por la dominación total. Reconstruir la evasión de los distintos sectores sociales, las
recepción social de las ficciones que el régi- imágenes sociales de la última dictadura
men montaba es instalarnos en el cotidiano importan tanto como el hecho histórico.

82 Arendt, ob. cit., vol. 2, p. 398.

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Locos de la bandera: silencio y


recuerdo en la posguerra

Locos de la bandera es un documental de coraje en sí mismos le dan sentido al


producido por la Comisión de Familiares de hecho histórico, o los soldados demostraron
Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur, un patriotismo que no era acompañado por
con el apoyo del Instituto Nacional del Cine el hecho? Para los familiares entrevistados,
y Artes Audiovisuales (INCAA). Fue estre- hay una causa más allá de los militares, una
nado en julio de 2005 de manera simultánea dignidad generacional más trascendente que
en cine y televisión.83 las especulaciones de una dictadura. La bús-
“Veintidós años tratando de armar un queda de un universo de sentido alrededor
rompecabezas”: con estas palabras Juan, el de lo inexplicable llega también a Dios: “Me
hijo de un soldado caído en Malvinas, nos pide algo y se lo doy”, dice la madre de un
introduce a una indagación del sentido de la soldado caído en la guerra.
guerra, estrechamente ligada a su búsqueda En sus trabajos sobre las representaciones
de identidad. Las interrogaciones de Juan colectivas de la guerra de las Malvinas,
guiarán la exploración que el documental Rosana Guber nos advierte que las dificulta-
propone: “Hay quienes necesitan inventar des de la sociedad argentina para asignarle al
un pasado transparente donde sólo haya hecho un lugar en la historia sólo pueden
buenos y malos. Los que recuerdan así se explicarse llevando la vista más atrás en el
anotan del lado de los primeros […] Uno se tiempo, a los orígenes de la “causa nacional”,
parece a los recuerdos que elige conservar”. y haciendo recorrido completo hasta “la gue-
Estas palabras reflejan la necesidad de los rra absurda”. A diferencia de las otras
familiares y excombatientes de otorgar un “empresas nacionales” que propuso la dicta-
sentido positivo al hecho histórico. Locos de dura, Malvinas era una causa fuertemente
la bandera intenta desconectar el nacionalis- arraigada en la sociedad antes de que el régi-
mo de sus portadores institucionales, las men sorprendiera a todos con la recupera-
FF.AA. En su búsqueda por hallar un valor ción militar. Una cadena de reclamos y epi-
trascendente, encuentra su curso de acción sodios sonoros en torno de las islas acompa-
en regenerar el patriotismo sobre la base del ñaba la historia de la Argentina moderna y
sacrificio de los héroes. Como la lucha por el generaba efectos sobre la opinión pública
reconocimiento y la dignidad no se puede muy vinculados a las incidencias políticas:
apoyar ni en la dictadura, ni en la sociedad los reclamos de Rosas desde la ocupación
que reniega de ellos, invierte el sentido de la inglesa en 1833; el alegato contra el olvido
“patria” al asociarla con los caídos, su pureza de José Hernández, quien en 1869 publica
y sacrificio, sin victimización. Pero, ¿los actos Islas Malvinas. Cuestiones graves; el libro de

83 En algunas notas periodísticas la película también es mencionada con el título Locos por la bandera.

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Paul Groussac escrito en francés y publicado manifiesto el modo en que la causa nacio-
en 1910; la traducción de Alfredo Palacios al nal, supuestamente limpia de intereses par-
español acompañada por otro alegato de tidarios, podía servir precisamente para
gran repercusión en el Congreso Nacional dirimir los conflictos internos. Salvando las
(1934); la articulación de la causa Malvinas inmensas distancias, los operativos de 1966
con el revisionismo histórico, llevada a cabo y 1982 tuvieron en común su carácter
por los hermanos Irasusta, y el operativo del abrupto y sorpresivo, así como la convic-
Grupo Cóndor en 1966. ción de que la instrumentación política de
La llamada “malvinización” de la socie- Malvinas difícilmente podía ser denunciada
dad era previa a la dictadura. Las pocas como oportunista y especuladora sin que la
horas que mediaron entre la mañana del 2 denuncia pareciera ella misma una especu-
de abril de 1982 y el mediodía en que las lación mezquina. En palabras de Guber, “la
plazas se llenaron demuestran lo instalada extraordinaria vigencia de la reivindicación
que estaba la causa en la estructura de los argentina de las islas Malvinas puede expli-
sentimientos nacionales. Como la figura carse, entonces, y paradójicamente, como
unánime de José de San Martín, Malvinas resultado de la representación de esta causa
ocupaba un lugar privilegiado en el imagi- nacional como incontaminada por la polí-
nario histórico. Tenía, según Guber, el esta- tica pero, a la vez, como una reivindicación
tus de una causa nacional purísima con la que ha permitido expresar demandas políti-
que “no se podía especular”, aunque, preci- cas en un idioma considerado legítimo, aun
samente por eso, era un tentador instru- bajo las más duras gestiones militares: el
mento político. Entre los usos de Malvinas idioma de la Nación.”85
anteriores a 1982, la autora destaca el Millones de argentinos manifestaron
Operativo Cóndor, del 28 de junio de haber sentido el 2 de abril un llamado de la
1966.84 La operación del grupo de jóvenes escuela primaria, un requerimiento cargado
peronistas que en 1966 habían secuestrado de pureza que había sobrevivido al tiempo
un avión y lo habían hecho aterrizar en las tan blanca como un guardapolvo: desde
islas para declararlas argentinas en un acto aquella juramentación hasta las plazas llenas,
de reafirmación soberana, dirigido en pri- el tiempo se acortaba en una intensa prima-
mera instancia contra el usurpador inglés y, vera nacional. La indignación que más tarde
en segunda instancia, contra el usurpador provocaría esa evocación tan cándida reverti-
interno, Onganía. Para Guber, la maniobra ría en mayor resentimiento contra el régi-
de “Los Cóndores” ya había puesto de men que la había suscitado, que había espe-

84 Guber, ¿Por qué Malvinas…?, ob. cit., pp. 90-106.


85 Guber, ibíd., p. 107.

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culado con ello, siendo tan astuto con los A diferencia de otras iniciativas de la dic-
argentinos y tan torpe con el enemigo exter- tadura, Malvinas tampoco llegó a convertir-
no. Sin embargo, para Guber, el móvil prin- se en una causa enteramente repudiable,
cipal de la “reacción anti-Malvinas” en la porque persistía el sacrificio entregado por
posguerra estuvo dado no sólo por el los soldados, porque las Malvinas eran, a
derrumbe de una ilusión triunfalista que pesar de todo, argentinas, y porque el senti-
había tomado un alto vuelo, sino principal- miento nacional defraudado no se revelaba
mente porque en adelante los argentinos impuro. La ambivalencia del hecho generó
identificarían el hecho histórico con la dicta- entonces sentimientos contradictorios. La
dura.86 complejidad de tratar el tema sin considerar
Ningún otro anhelo nacional o ilusión la de Malvinas como una “guerra absurda”, y
colectiva sufrió un desplome tan abrupto sin menospreciar el sacrificio y el justo recla-
como la recuperación militar de Malvinas, mo territorial, dejó el tema en un estado de
74 días después de la reconquista. No fue latente postergación. En la propia mirada de
sólo un final precipitado, sino el modo en los excombatientes la ambivalencia quedaría
que salieron a la luz las miserias en el frente reflejada, aunque con el tiempo la reivindi-
interno. A los ojos de una sociedad que a cación del hecho heroico se impondría en el
partir de este momento se sentía liberada de balance, como podemos constatar en los tes-
la dictadura, la revelación de los engaños timonios de Locos de la bandera.
transformó a Malvinas en la “guerra irracio- En su trabajo Las guerras por Malvinas,
nal, inadmisible”. El sentido de “Malvinas” y Federico Lorenz ha recogido una amplísima
de la “guerra” se desmoronó no sólo por el gama de testimonios formulados en el
sentimiento de culpa colectiva de haber momento de la guerra y años más tarde de
empujado a los soldados con mensajes exal- manera retrospectiva. Los relatos muestran
tados. Malvinas revelaba que todo lo que que, a pesar del consenso mayoritario, existí-
dijera la dictadura ocultaba lo contrario, an contradicciones con la empresa súbita-
hundía para siempre las condiciones de posi- mente instalada por las FF.AA. Los siguien-
bilidad de su discurso. Al tiempo que impli- tes testimonios recopilados por Lorenz ilus-
caba una conmoción muy grande para los tran cómo se visualizaba el hecho desde
medios de comunicación. Los periodistas ámbitos muy singulares de recepción: el exi-
más identificados con el triunfalismo de lio, la detención, la pertenencia a una orga-
Malvinas se esfumarían de los medios como nización política armada, como
pocas veces había sucedido en un país carga- Montoneros, o la cultura del rock nacional
do de sueños públicos desengañados. que por entonces emergía.

86 Guber, ibíd., pp. 112-113.

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Nosotros, desde México, habíamos sacado una declara- Supongo que… que se activaron los antiguos fragmen-
ción imperdonable, que, para peor, era algo más que una tos de nacionalismo popular revolucionario de izquierda, los
declaración, era una especie de estudio que yo quise creer que aires latinoamericanistas… los montoneros exiliados dicien-
no iba a ser publicado, que no había sido escrito para que se do que venían a combatir… los aviones de Perú ofrecidos a
le diera difusión pública. De todas maneras, yo estaba de las FF.AA… Un combate antiimperialista clásico. Yo nunca
acuerdo con lo que ahí se decía; las primeras respuestas crí- había sido muy fervoroso partidario de la causa Malvinas,
ticas que recibimos nos hicieron ver lo errónea que era nues- honestamente […] Nunca fue para mí un tema que me lla-
tra posición. Todavía no logro explicarme cómo pudimos mara la atención […] pero bueno, lo del bombardeo sí me
escribir esa declaración. Fue quizá más que un grueso error. parece más fuerte.
No era, por supuesto, una alabanza a la junta militar; se Alejandro Cataruzza (por entonces militante pero-
decía, por el contrario, que era una banda de asesinos, pero nista y estudiante de historia).
lo que se reafirmaba era que las Malvinas eran argentinas y Citado por Lorenz, ob. cit., pp. 48-49.
que se habían recuperado… Esta declaración suscitó muchas
discusiones y autocríticas. Si me preguntan ahora sobre Malvinas fue un sacudón y una discusión muy grande
Malvinas, yo me niego a hablar, porque ya lo hice y mal, así […] yo fui parte de los presos que decíamos que más allá de
que prefiero que hablen otros. que nosotros éramos presos de la dictadura y combatíamos a
Emilio De Ipola (sociólogo en el exilio), la dictadura, éramos enemigos de la dictadura, éramos víc-
entrevista con Javier Trímboli y Roy Hora. timas de la dictadura, etcétera, pero teníamos ese sentimien-
Citado por Lorenz, ob. cit. p. 44. to de Malvinas que nos venía de nuestros viejos, de nuestra
formación política, ideológica. Teníamos el orgullo del papel
Yo había participado muy activamente, entre estos gru- de Dardo Cabo, que fue aquel argentino que pisó Malvinas
pos sueltos, en la organización de la movilización del 30 de cuando secuestraron el avión en los años 60, que después
marzo. Habíamos estado muy cerca de Ubaldini en ese epi- mata la dictadura estando preso […] siempre vimos
sodio, en la organización […] Habíamos puesto grupos bas- Malvinas como parte de lo que es nuestra lucha nacional
tante nutridos, no tanto de miembros de agrupaciones, por- […] Teníamos que ver de qué manera no permanecíamos
que no las teníamos, más bien de amigos. Fuimos nosotros, ajenos a la gesta de Malvinas.
nuestras novias […] fuimos reprimidos duramente […]. Jorge Giles (por entonces preso de la dictadura).
Hasta la marcha gigante de Muñoz, yo estaba… ni Entrevista citada por Lorenz, ob. cit., p. 54.
siquiera en contra de la guerra: no me lo creía, no creía que
esto estuviera ocurriendo […] Los hitos son que no lo creía, Lo del Festival de la Solidaridad fue un invento de los
que en algún momento cambió mi modo de mirar las cosas, managers del rock para hacer algo con el tema. Todo el
juraría quizá que por lo masivo de la movilización aquella. mundo estaba participando pero el rock no quería formar
Fuimos a esa marcha, y nos pasamos puteando todo el acto parte del circo que fue lo de la guerra. Hasta que en un
a Galtieri […] Luego sí terminé, después del bombardeo del momento se decidió que había que aportar, pero no desde el
primero de mayo […] Me anoté de voluntario […] triunfalismo sino desde la paz. Al menos ésa era mi posición.
Entrevistadora: ¿Cómo es eso? Me llamaron para cantar Sólo le pido a Dios, un tema que

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los colimbas cantaban en las Malvinas, y solamente por eso


riencia, como vemos en Locos de la bandera.
fui. Pero me sentí muy mal, es el único recuerdo que tengo.
Diversos testimonios del filme recomponen
el recorrido de “chicos de la guerra” a “vete-
No me acuerdo de los detalles ni de los otros músicos, ni de
ranos de guerra” autoafirmados en su condi-
la gente que fue. Solamente me acuerdo de una sensación
ción de soldados. Guber analiza ese mismo
horrible y de los pibes de 18 años. Por lo demás, siempre me
proceso de construcción de la identidad
importó un carajo el tema del nacionalismo planteado en
excombatiente en los primeros diez años de
estos términos o la preocupación de dos islitas de mierda per- posguerra. El modo en que las identidades
didas en el mar. Lo único en lo que pensaba mientras can- atribuidas por el resto social no combatien-
taba Sólo le pido a Dios era en los pibes que estaban pasan- te se basaba en considerarlos “chicos de la
do hambre y frío sin posibilidades de hacer nada. Cuando guerra”, víctimas de una “guerra absurda”,
terminó la guerra y supe que la comida no les llegaba, que sería negado a partir de la construcción
los torturaron por robar un poco de comida o que los choco- autónoma de una identidad propia.
lates que la gente donaba en Buenos Aires aparecían en kios- Esta identidad de veteranos de guerra se
cos de Rosario confirmé todo lo que sospeché en ese momen- desarrolló por oposición a la identidad
to. Me di cuenta de que los militares argentinos no sirven atribuida primero por el Ejército y luego
para nada, ni siquiera para la guerra. Y que la única vez por la sociedad, que renegaba de la “guerra
que consiguieron un triunfo, por así decirlo, fue cuando tor- absurda”. El primer paso implicó romper
turaron y mataron a los indefensos, a los que no tenían más con la obligación del silencio que los mili-
armas que la palabra o las ideas: los desaparecidos. tares quisieron imponer a los soldados
León Gieco, testimonio conscriptos, haciéndoles firmar un com-
citado por Lorenz, en ob. cit., p. 59. promiso de no hablar, o conteniéndolos en
instituciones dependientes del Ejército,
como la Casa del Veterano de Guerra.
Pero sin duda que las experiencias más Luego, analiza Guber, deberían romper
intensas y dolorosas desde las cuales se con- con la mirada “victimizadora” de la socie-
figuraron distintas visiones de la guerra y la dad, que los relegaba al lugar de “chicos” o
posguerra, las vivieron los 10.000 soldados de “locos de la guerra”. En relación con Los
argentinos que combatieron en Malvinas y chicos de la guerra de Bebe Kamin, algunos
sus allegados. Guber y Lorenz no sólo reco- excombatientes comenzaban a decir: “La
gen y analizan sus testimonios sino que los película no nos satisface porque nos repre-
ordenan de tal modo que pueda apreciarse senta como estúpidos e infantiles. No éra-
el recorrido de la memoria y de la construc- mos tan indefensos e inofensivos como nos
ción identitaria de los excombatientes o muestran. En ese momento estábamos dis-
veteranos de guerra, cuyo rumbo se direc- puestos a dar la vida y a matar” (Verri en
cionaría hacia la reivindicación de la expe- Clarín, 9 de agosto, 1984).87

87 Citado por Guber, De chicos a veteranos…, ob. cit., p. 157.

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La experiencia vivida en la guerra fue el colectiva de la época se transformarían en


punto de apoyo desde el cual los excomba- los nuevos obstáculos para vencer por la
tientes se plantaron ante la sociedad argen- identidad de los ya “veteranos”. La cons-
tina como sujeto político. La plataforma de trucción del cenotafio parecía congelar el
una construcción identitaria que se había componente identitario desarrollado por
desarrollado por oposición a las identidades oposición al olvido y la desmalvinización,
atribuidas. Pero la experiencia de la guerra, al otorgarle un lugar físico formalmente
traumática y vivificante a la vez, que posi- equiparable a “un lugar en la historia”.
cionaba a los veteranos públicamente, Contra todos estos obstáculos que de
debía remontarse al pasado para adquirir algún modo constituyen distintas formas de
más consistencia, como toda causa trascen- silencio, neutralización o incluso olvido, se
dente. Esta función de nexo con el pasado dirigen los testimonios bastante homogéne-
lejano la cumpliría la corriente historiográ- os de Locos de la bandera. Forman parte de
fica más exitosa de la Argentina en cuanto una identidad tardía de “veteranos”. Los tes-
a establecer visiones del pasado en el imagi- timonios de los soldados muestran cómo a lo
nario social más extendido: el llamado revi- largo de la posguerra fueron acumulando
sionismo histórico.88 Desde Scalabrini argumentos contrarios a los lugares comunes
Ortiz o Jauretche, el enemigo inglés era más frecuentados para aniquilar el sentido
fácil de proyectar al pasado nacional todo, y de la guerra. Las pocas críticas al Ejército
así, la inscripción de Malvinas en la causa probablemente se deban a que en la
histórica de la liberación nacional dotaba a Comisión de Familiares de Caídos conviven
los veteranos de una trascendencia en el familiares de conscriptos y cuadros de la ofi-
tiempo y en el espacio. Esto chocaría, según cialidad caídos en la guerra. Pero sobre todo
Guber, con el contenido pacifista que por se debe a la prioridad de recuperar la causa
entonces el presidente Alfonsín buscaba nacional e incluso al enemigo inglés para for-
darle a la transición democrática, interpre- talecer el sentido de la guerra. “Maravillosos
tando expectativas sensibles de buena parte 74 días”, “Ni pobrecitos, ni loquitos”, “No
de la sociedad contra todo discurso belige- se puede decir que fue todo un manejo de la
rante, incluyendo el de los excombatientes dictadura”, “Malvinas para el sistema educa-
en su intento por recordar al enemigo tivo argentino es el borracho Galtieri”,
inglés, en quien la sociedad no quería vol- “Malvinas, ¿es solamente el nombre de una
ver a pensar. La lucha contra la “desmalvi- guerra?”, “No picnic”: estas voces remiten a
nización” encontraba entonces una nueva un difícil proceso de construcción identitaria
resistencia. Más tarde, con la llegada del y búsqueda de sentido histórico para un
menemismo, la cooptación y frivolidad hecho cargado de aspectos ambivalentes.

88 Rosana Guber, De chicos a veteranos…, ob. cit., pp. 113-133.

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Actividades
1. Torbellinos de ideas y reflexión: “Malvinas”,
miradas de la guerra.
Esta actividad fue concebida por un grupo de capacitadores docentes que desde
hace tiempo dirige los talleres sobre cine e historia de la Argentina reciente, en
1. Ofrecemos a continuación una selección de La Pampa.89 En una jornada dedicada a Malvinas y las miradas de la guerra, se
textos, poesías y artículos periodísticos que programó el siguiente trabajo. La jornada comenzaba con la exhibición de
den cuenta de los diferentes modos de pensar Iluminados por el fuego, pero antes se pedía a los docentes que en forma anóni-
Malvinas, la guerra y la posguerra, para traba- ma anotaran en un papel el adjetivo o sustantivo que les viniera a la mente para
dotar de significado a la palabra Malvinas. Para este primer registro de la
jar con sus alumnos. memoria los capacitadores buscaron tomar desprevenidos a los asistentes, pro-
curando que en el papel se reflejara la asociación ya establecida en la concien-
A partir de ellos analizar las siguientes miradas de cia, que la reflexión mediara lo menos posible. El término disparador no refe-
“Malvinas”, vinculando lo singular de cada una ría necesariamente a la “guerra” de Malvinas ni a su posguerra. Los papeles reco-
con el momento político en que fueron delinea- lectados se guardaron para ser interpretados al final de la jornada.
Tras la proyección de Iluminados por el fuego surgió un debate sobre la guerra y
das. La actividad es desde luego más rica si se las dificultades de la posguerra para darles a la gesta y a los soldados un lugar
la acompaña con los trabajos de Guber y en la consideración pública. El filme había generado un estado de emoción y
Lorenz, donde se desarrollan las grandes matri- desahogo disparador del recuerdo personal de los asistentes sobre su propia
ces de la representación y la memoria. recepción del hecho y la recepción colectiva en distintos momentos, antes,
durante y después de la guerra. Luego hubo una conferencia sobre las “causas
frías” del conflicto, los caminos que habían conducido a la dictadura a empren-
La hermanita perdida (fragmento) der la reconquista militar. Y finalmente en los talleres de la tarde tuvieron lugar
Atahualpa Yupanqui (París, 1971) las actividades que, más distantes del momento emotivo, ponían a dialogar lo
Malvinas tierra cautiva anterior con los trabajos de Guber y Lorenz en torno de la construcción de
miradas, memorias e identidades alrededor de Malvinas. Siguiendo a estos
de un rubio tiempo pirata. autores, los capacitadores trazaron un desarrollo de las representaciones en
Patagonia te suspira. torno de las islas, desde 1833 hasta la construcción del cenotafio y el intento de
congelamiento de la experiencia de la guerra en los años 90.
Toda la pampa te llama. Los capacitadores de La Pampa acercaron a los asistentes de la jornada en
Seguirán las mil banderas General Pico algunas fuentes para debatir sobre los muy diversos modos de
del mar, azules y blancas. pensar Malvinas, la guerra y la posguerra. Los textos eran complementados con
materiales visuales múltiples, que incluían originales de medios gráficos.
Pero queremos ver una Sobre el final de la jornada, los capacitadores revelarían los resultados del tor-
sobre tus piedras clavada. bellino de ideas que se había efectuado en la mañana. El dolor de los soldados
había estado en un primer plano de la asociación de conceptos que se había esti-
Para llenarte de criollos. mulado como primera actividad. Por encima de cualquier otra cuestión los asis-
Para curtirte la cara tentes habían asociado Malvinas con “sufrimiento”, “dolor”, “injusta”, “masa-
hasta que logres el gesto cre”, “desgarrante”, “herida”, “martirio”, “frío”. Seguramente que a lo largo de
la jornada los asistentes pudieron tomar distancia de ese primer sentimiento
tradicional de la patria. que de algún modo paralizaba la reflexión, y analizar su propia mirada de la
¡Ay, hermanita perdida! guerra al contrastarla con otras.
Hermanita: vuelve a casa.

89 Talleres “Los jóvenes, arte y política en los años 70, 80, 90 y 2000” (La Pampa). En las personas de María Claudia García y José
Perrotta Ramos, agradezco al equipo de capacitadores por haberme permitido observar su taller de cine e historia reciente destinado a
docentes de la enseñanza media, y por haberme facilitado materiales y detalles de las actividades elaboradas por ellos.

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Discurso de Galtieri, 2 de abril de 1982 (fragmento) En momentos en que miles de jóvenes argentinos, entre ellos
Compatriotas: En nombre de la junta militar y en mi carácter de nuestros hijos, sobrinos, nietos, están en el sur para defen-
presidente de la Nación hablo en este crucial momento his- der nuestra patria, no podemos dejar de pensar en nues-
tórico a todos los habitantes de nuestro suelo, para transmi- tros detenidos y desaparecidos, que seguramente hubie-
tirles los fundamentos que avalan una resolución plenamen- ran apretado filas junto a los soldados y que no pueden
te asumida por los comandantes en jefe de las FF.AA. que hacerlo por su injusta desaparición.
interpretaron así el profundo sentir del pueblo argentino. Anhelamos fervientemente que regresen victoriosos, aguar-
Hemos recuperado, salvaguardando el honor nacional, sin dándolos con la misma esperanza con que esperamos
rencores, pero con la firmeza que las circunstancias exigen, todos los días, la vuelta de nuestros detenidos desapareci-
las islas australes que integran por legítimo derecho el dos. (Clarín, 8/5/82.)
patrimonio nacional. (Mensaje presidencial desde Casa
Rosada, viernes 2 de abril de 1982, 14.30; Clarín, 3/4/82.) Discurso de Alfonsín, Semana Santa, Abril de 1987
Compatriotas. Felices Pascuas. Los hombres amotinados
Comunicado radial de Galtieri, 2 de abril de 1982 han depuesto su actitud. Como corresponde serán dete-
Y Galtieri salió al balcón ante la gritería del público. Saludó nidos y sometidos a Justicia. Se trata de un conjunto de
con la mano. Alzó sus brazos y sonrió. Levantó los pulga- hombres, algunos de ellos héroes de la guerra de las
res. Se retiró. Y minutos después apareció en otro balcón Malvinas, que tomaron esta posición equivocada y que
donde estaban los micrófonos. Su discurso, en esta oca- reiteramos que su intención no era provocar un golpe de
sión, fue más vibrante [que el mensaje radial]. Habló sin Estado. […] Para evitar derramamiento de sangre he dado
eufemismos: “Aceptaremos el diálogo después de esta instrucciones a los mandos del Ejército para que no se
acción de fuerza, pero en el convencimiento de que la dig- procediera a la represión y hoy podemos dar gracias a
nidad y el orgullo nacional han de ser mantenidos ‘a toda Dios, la casa está en orden y no hay sangre en la
costa y a cualquier precio’ […] En estos momentos miles de Argentina. (Clarín, 20/4/87.)
ciudadanos hombres y mujeres, en todo el país, en todos
los pueblos, en las pequeñas granjas, en las ciudades y en El visitante
esta Plaza de Mayo histórica, que ha marcado rumbos a (Almafuerte, 1999)
través de la historia nacional, ustedes, los argentinos, Olvidar
están expresando públicamente el sentimiento y la emo- yo sé bien que no podés
ción retenida durante 150 años a través de un despojo que como la sociedad olvida
hoy hemos lavado […] estoy seguro que cada uno de uste- que fuiste obligado a marchar,
des hombres, mujeres, la gran juventud argentina y la en su defensa.
niñez, están sintiendo como yo […] alegría y tremenda emo-
ción por este acto argentino.” (Clarín, 3/4/82.) Recordando el mal momento
atrincherado en tu habitación;
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones soledad, humo y penumbras
Políticas, abril de 1982 despertares de ultratumba.
A la Opinión Pública;
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Apocalipsis del sustento interior
Políticas que sufrimos el dolor de la ausencia de nuestros andar sin encontrarle alivio al tormento
seres queridos detenidos y desaparecidos somos partíci- desesperante, mórbida aflicción
pes del grave conflicto que sufre nuestro pueblo. del visitante y su castigo.

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Fui elegido, para cantarte vos de recuperación de los derechos argentinos sobre las
por quienes quieren olvido restarte islas y en nada acorde, además, con la política de restable-
grave pesado más no inconsciente cimiento de las relaciones con Gran Bretaña propugnada,
yo le lo mando excombatiente […] razonablemente, por el gobierno nacional. (La Nación,
14/5/90.)
Discurso del presidente del Centro de Ex Soldados
Combatientes de Malvinas La guerra de Malvinas según Borges (1982)
Acto del 2 de abril de 1986 Ingenua o maliciosamente (opto por el primer adverbio, ya
La idea de realizar una movilización al Cabildo surgió de la que la mente militar no es compleja) se han confundido
necesidad de acercar la causa de Malvinas a las causas por cosas distintas. Una, el derecho de un Estado sobre tal o
la liberación nacional, que embanderan cotidianamente a cual territorio; otra, la invasión de ese territorio. La primera
nuestro pueblo. Cuando la reacción y la oligarquía quieren es de orden jurídico; la segunda es un hecho físico. Se ha
hablar, golpean las puertas de los cuarteles, cuando es el invocado el derecho internacional para justificar un acto
pueblo el que quiere expresarse, golpea las puertas de la que es contrario a todo derecho. Esa transparente falacia,
historia. En muchas oportunidades nos critican por levan- que no llega a ser un sofisma, tiene la culpa de la muerte
tar consignas que algunos “demócratas” tildan de políti- de un indefinido número de hombres, que fueron enviados
cas. Bien saben que nuestra organización lucha por los pro- a morir o, lo que sin duda es peor, a matar.
blemas que, desde la culminación de la guerra de las Las islas (fragmento de la novela de Carlos Gamerro, 1998)
Malvinas, padecemos los ex combatientes. Pero se olvidan –Las más claras son de picana. Las más oscuras son de que-
–y lo anunciamos sin soberbia– que nuestra generación ha maduras de cigarrillos. Y no te asustes, que tienen más de
derramado sangre por la recuperación de nuestras islas y diez años. Ya no muerden. ¿O sos de los compasivos?
que eso nos otorga un derecho moral […] Durante la guerra ¿Podés apagar la puta luz, ahora? ¿O querés ver más? Mirá.
de Malvinas se expresó una nueva generación de argenti- Abrió los brazos y los extendió a los lados. Me levanté y apa-
nos que, después de la guerra, conoció las atrocidades que gué. Sin acercarme de nuevo a su cuerpo, que adiviné
había cometido la dictadura. Nosotros no usamos el unifor- tenso, hostil, apretado como una almeja cerrada, hablé sin
me para reivindicar ese flagelo que sólo es posible realizar pensar.
cuando no se tiene dignidad. Nosotros usamos el uniforme –¿Te creés que tenés el monopolio del sufrimiento? Cuando
porque somos testimonio vivo de una generación que se lo tenía diecinueve me mandaron a Malvinas, me hirieron en
puso para defender la patria y no para torturar, reprimir y la cabeza y estuve un año sin poder hablar. Claro, ya sé, no
asesinar. se compara con lo tuyo. Estoy muy bajo en el ránking. No
tengo derecho a quejarme.
Editorial del diario La Nación sobre el emplazamiento del
cenotafio 2. Se sugiere que los alumnos investiguen en los sitios de
Es de presumir que el emplazamiento fue escogido –no se Internet sobre “Malvinas” las visiones predominantes
sabe a ciencia cierta por quién– porque enfrenta a la ex sobre la guerra y posguerra a casi veinticinco años del
plaza Británica, ahora denominada Fuerza Aérea Argentina conflicto. Pensar una serie de ejes (por ejemplo, sentido
y a la famosa y tradicional Torre de los Ingleses. La decisión de la guerra, del soldado argentino) que sirvan a los
no es afortunada, pues parecería querer afirmar en el tiem- alumnos como criterios de análisis de la información
po una actitud de hostilidad, inconducente con los objeti- recogida.

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Bibliografía

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Cronología

Cronología significativa 1930-1952 1927


(selección de hechos vinculados al capí- –Se crea el Comité de Unidad Sindical Clasista
tulo I) (CUSA), de orientación comunista.
–Yrigoyen propone nacionalizar las actividades
1919 petroleras de la norteamericana Standard Oil.
–Semana Trágica –Rodolfo Irasusta y Juan Carulla proponen al
–Huelgas de braceros rurales (Tres Arroyos y general Uriburu encabezar un levantamiento.
Coronel Dorrego, Arrecifes, Pergamino y Colón).
1928
1922 –Huelgas de braceros, estibadores y carreros con
–Masacre en estancias lanares de la Patagonia. epicentro en Santa Fe, debido a la caída de sala
–Congreso de Unificación Sindical sin la FORA rios.
anarquista. –Triunfo de Yrigoyen con el 57 %.

1924 1929
–Cisma radical. –La Liga Patriótica presiona a Yrigoyen por no
–El flujo de capitales financieros norteamericanos combatir suficientemente al bolchevismo.
que llega a la Argentina supera al inglés. –Yrigoyen firma el Tratado D’Abernon (antece
dente del Pacto Roca-Runciman).
1925 –Se deterioran los Términos del Intercambio.
–En La organización de la paz, Leopoldo Lugones –Enfrentamientos callejeros entre fuerzas de cho
repudia el sistema democrático. que: el Klan Radical y la Liga Republicana.
–General Motors se instala en la Argentina.
1930
1926 –Doble punto de inflexión: agotamiento del modelo
–Nace la Confederación Obrera Argentina (COA), agroexportador, cambio en el régimen político: nuevo
nueva alianza entre el sector del sindicalismo inde ciclo conservador.
pendiente y socilistas. –6 de septiembre: comienzan los 17 meses del
–Italia: año decisivo en la construcción del Estado ensayo corporativista de Uriburu.
fascista: avanzan leyes represivas contra la existen –Fin de la hegemonía compartida entre radicales y
cia de la oposición. conservadores.
–Nicaragua: Augusto Sandino lidera un ejército –El comisario Polo Lugones introduce la picana
popular contra la dominación de EE.UU. eléctrica como método de tortura.

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1931 llamado Primer Plan Pinedo): ¿los conser


–El programa mínimo planteado por la CGT vadores conciben un desarrollo industrial?
contempla al gobierno como tercero necesario en –En EE.UU. se lanza el primer New Deal.
las relaciones laborales.
–Se crea un impuesto de emergencia a los réditos 1934
y otro a las transacciones. –Con la reactivación resurge la actividad sindical.
–20 de mayo: el gobierno reconoce a la organiza –Predominan las huelgas perdidas (56 %).
ción paramilitar Legión Cívica Argentina. –El dirigible alemán Graf Zeppelin II vuela en el
–Se anulan elecciones en Buenos Aires a raíz del cielo de Buenos Aires.
triunfo radical.
–20 de julio: rebelión militar pro radical del 1935
teniente coronel Gregorio Pomar. –Nace la Federación Obrera de Sindicatos de la
Construcción.
1932 –Octubre: huelga de la construcción. Reclamos:
–Repunte en la organización rural en Entre Ríos: “Aumento de salarios, reconocimiento del sin
se crea la Unión Obrera Provincial. dicato, descanso dominical, jornada de 4 horas
–Comienza un nuevo ciclo conservador sobre la los sábados, abolición del trabajo a destajo y res
base del fraude electoral organizado. ponsabilidad empresaria en los accidentes de tra
–Octubre: se crea la Acción Nacionalista Argentina, bajo”.90
promotora de un sistema corporativista anitparla –Lisandro de la Torre denuncia en el Senado a los
mentario. frigoríficos extranjeros.
–Comienza la guerra del Chaco entre Bolivia y –Discépolo compone Cambalache.
Paraguay. –La Internacional Comunista llama a conformar
frentes populares antifascistas.
1933
–Se activa el crecimiento industrial (ISI). 1936
–El general Savio publica su trabajo Movilización –7 y 8 de enero, huelga general en ciudad de
industrial, pensando en otro tipo de industrias. Buenos Aires.
–Se aceleran las migraciones internas. –Predominan las huelgas transigidas (78 %).
–Pacto Comercial Bilateral Roca-Runciman. –Los gremios ferroviarios proyectan construir un
–Plan de Reestructuración Económica (también hospital y un sanatorio.

90 Nicolás Iñigo Carrera, “Formas de lucha de la clase obrera y organizaciones políticas en la Argentina de los
30”; en Documento de Trabajo Nº 12, Programa de Investigación sobre el Movimiento de la Sociedad
Argentina, Buenos Aires, 1998.

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–Gobierna en España el Frente Popular. Por pri 1942


mera vez organizaciones anarquistas forman –Conferencia de Río de Janeiro: EE.UU. arrien
parte de una coalición de gobierno en Madrid y da armas a Brasil.
Barcelona. Alzamiento de Franco, inicio de la –22 de marzo: Brasil declara la guerra a Alemania.
guerra civil. –22 de marzo: la Argentina concreta un pedido
–Comienza el rearme acelerado en Alemania. oficial y secreto de armas a Alemania nazi.
1937 –Huelga del Sindicato Obrero Metalúrgico (18
–Dirigentes sindicales comunistas de origen ita días) dirigida por comunistas.
liano son deportados a Italia fascista. –Huelgas de textiles y madereros.
–Junio: oficiales retirados y en actividad votan –Cifra tope de conflictos laborales en la década.
mayoritariamente al general pro alemán Juan
Bautista Molina para que presida el Círculo Militar. 1943
–5 de septiembre: en comicios fraudulentos la –10 de marzo: en reunión secreta en el Hotel
Concordancia impone a su candidato, el doctor Conde, se funda el GOU.
Roberto M. Ortiz. –4 de junio: el Ejército se dispone a tomar el
1938 poder. El movimiento golpista se inicia en la
–20 de febrero: Ortiz asume la presidencia. Escuela de Caballería de Campo de Mayo.
–La Federación Obrera Nacional de la Sorpresivamente, ese día nadie encuentra a Perón.
Construcción establece contactos regulares con –27 de octubre: Perón asume como Secretario de
el Departamento Nacional de Trabajo. Trabajo y Previsión. Estrategia de acercamiento
a los trabajadores compuesta por tres tácticas:
1939 represión, cooptación y reformas favorables.
–Fin de la Guerra Civil Española.
–Alemania de Hitler invade Polonia, comienza la 1944
Segunda Guerra Mundial. –Perón escala posiciones: vicepresidente y minis
tro de Guerra.
1940 –25 de agosto: discurso de Perón en la Bolsa de
–Diciembre: se discute en el Senado el segundo Comercio.
Plan Pinedo de industrialización.
1944-45
1941 organizaciones obreras afines a la CGT 1 firman
–Se mundializa la guerra europea. Ingresan al más de 700 convenios de regulación salarial,
conflicto EE.UU., URSS, Japón. vacaciones, duración de la jornada laboral, con
–4 de octubre: se crea la Flota Mercante del diciones de trabajo, indemnización por acciden
Estado. tes y despidos.

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–Agosto: Consejo Nacional de Posguerra pro –“Entre el 50 y 70 % de los obreros preexistentes


mueve medidas en defensa de industria manu en el área metropolitana había sido reemplazado
facturera. por nuevos obreros provenientes del interior.”91
–15 de octubre: se anuncia el Estatuto del Peón. –Número de migrantes internos se estima en
1945 1.386.000.
–27 de marzo: Farrel y Perón declaran la guerra a –Se aprueba el voto femenino.
Alemania. –El número de hijos por mujer pasó de 3,4 en
–Junio: entidades patronales impugnan la legisla 1914 a 1,5 en 1947.
ción social de Perón.
–Septiembre: Marcha de la Constitución y la 1948
Libertad. –Marzo: se estatizan los ferrocarriles ingleses. En
–16 de octubre: el Comité Central Confederal de octubre se les asignan nombres de próceres
la CGT llama a un paro para el día 18. nacionales, de acuerdo con el canon de la histo
–17 de octubre: ¿quién adelantó la movilización? ria liberal.
–Octubre: decreto regulatorio de asociaciones –Comienza la remoción de militantes obreros
profesionales: centralización sindical. dirigida por Perón.
–Partido Laborista se organiza sobre la base de la
vieja guardia sindical. 1949
–Reforma constitucional: se habilita la reelección.
1946 –La campaña contra el paludismo reduce la
–Se nacionaliza el Banco Central. enfermedad de 300.000 casos en 1946 a 137
–Creación del IAPI, Instituto Argentino para la casos en 1947.
Promoción Industrial (nacionalización del –Triunfa la revolución comunista en China.
comercio exterior). –Caída de precios agrícolas internacionales.
–Mayo: se intervienen las universidades naciona
les: cerca de mil profesores cesanteados. 1950
–Punto de inflexión: del Estado intervencionista –Es manifiesta la crisis del Primer Plan Quinquenal.
“defensivo” al “redistributivo”. –Marzo: es detenido el diputado Ricardo Balbín.
–Huelgas bancarias y ferroviarias.
1947
–Ley 13.031: habilita al gobierno a elegir las 1951
autoridades universitarias y titulares de cátedra. –Enero: huelgas ferroviarias.
–Cuarto Censo General de la Nación. –Mayo: peronistas respaldados por la CGT

91 Juan Carlos Torre y Eliza Pastoriza, “La democratización del bienestar”, en Nueva historia argentina, ob. cit.,
p. 277.

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toman la sede de La Fraternidad y despla –Quema de sede del Partido Socialista, Casa
zan a la vieja conducción. Radical y el Jockey Club.
–Cae el número de huelgas que confrontan direc –17 de octubre: visita a Perón el dictador nicara
tamente con el Estado. güense Anastasio Somoza.
–El diario La Prensa es expropiado y cedido a la
CGT. 1954
–22 de agosto: Evita renuncia a la vicepresidencia –Huelga de metalúrgicos violentamente reprimida.
en acto público. –Avanza la equiparación de derechos de hijos
–28 de septiembre: sublevación en Córdoba del antes llamados “ilegítimos”.
general retirado Benjamín Menéndez.
–17 de octubre: primera transmisión experimental 1955
de televisión. –Congreso de la Productividad.
–11 de noviembre: elecciones presidenciales. –14 de junio, día de Corpus Christi: marcha
Perón-Quijano se imponen por 4.600.000 votos opositora de la Catedral hasta el Congreso.
contra 2.330.000 de Balbín-Frondizi. –15 de junio: Perón expulsa del país a dos prelados.
–Por primera vez votan las mujeres. –16 de junio: aviones de la Marina bombardean
–Sequía histórica en pampa húmeda. la Casa Rosada a lo largo del día, causando cen
tenares de muertos y heridos.
1952 –Quema de iglesias.
–Conflictos en el interior de la alianza social peronista. –Perón ensaya un gesto conciliador. Se permite a
–Se impulsan restricciones al consumo. Frondizi hablar por radio y más tarde Perón
–El Poder Ejecutivo libera a 35 militantes de anuncia su renuncia a la presidencia.
izquierda. –31 de agosto: Perón abandona el discurso con
–4 de junio: Perón lanza el Segundo Plan ciliador: “5 por 1”.
Quinquenal. –16 de septiembre: triunfa la Revolución
–26 de julio: muere Evita. Libertadora.
–9 de octubre: se estrena en el cine Gran Rex, Las
aguas bajan turbias.. Cronología significativa 1955-1973 (selec-
ción de hechos vinculados al capítulo II)
1953
–Perón presenta al Congreso un proyecto de ley 1955
de inversiones extranjeras. –Noviembre: con Aramburu el antiperonismo
–9 de abril: Juan Duarte aparece muerto en su casa. más duro desplaza a Lonardi.
–En acto de CGT en Plaza de Mayo explotan –Se intervienen los sindicatos.
bombas que causan siete muertos y casi 100 –Por orden de Aramburu es secuestrado de la
heridos. CGT el cadáver de Evita.

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1956 1960
–Abril: se aprueba el plan económico de Raúl –Marzo: luego de atentados a Shell en Córdoba,
Prebisch. Frondizi pone en funcionamiento el Plan
–9 de junio: levantamiento cívico-militar pero Conintes (Conmoción Interna del Estado).
nista encabezado por el general Valle. –Perón se establece en España.
–Fusilamientos de militares y civiles. –Junio: se aprueba la Ley de Represión del
–Noviembre: Perón designa a John William Terrorismo.
Cooke como su delegado personal. –YPF anuncia autoabastecimiento petrolero.
–Comienzan huelgas de principales gremios
industriales y transportistas. 1961
–La UOM declara una huelga por tiempo inde –Abril: fracasa la invasión en Bahía de Cochinos
terminado. (Playa Girón) por tropas mercenarias apoyadas
por EE.UU.
1957 –Agosto: Frondizi recibe al ministro de Industrias
–Surgen las 62 Organizaciones (sindicatos pero de Cuba, Ernesto “Che” Guevara.
nistas).
–Julio: en elecciones constituyentes se comprue 1962
ba que el peronismo mantiene su fuerza electoral. –Año de boom automotor. Se fabricaron 115.000
autos. Salto de 666 % con respecto a 1957.
1958 –Crisis de los misiles: la Guerra Fría se instala en
–23 de febrero: triunfo electoral de Frondizi con el continente.
votos prestados por un pacto que no podrá cum –La OEA expulsa a Cuba del sistema americano.
plir. Primer ensayo semidemocrático. La Argentina se abstiene pese a la presión de
–Primer shock de inversiones desarrollistas. militares.
Comienza la “batalla del petróleo”. –18 a 23 de septiembre: enfrentamiento entre
fracciones antiperonistas del Ejército: “azules” y
1959 “colorados”.
–Enero: toma obrera del Frigorífico Lisandro de
la Torre para resistir su privatización. 1963
–Crisis de balanza de pagos. –Agosto: asalto del Policlínico Bancario por
–Junio: Perón da a conocer el pacto secreto con Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara.
Frondizi. –12 de octubre: asume Illia, ilegitimado por elec
–Se instala en los montes tucumanos el primer ciones semidemocráticas.
grupo guerrillero del país: Uturuncos. –Noviembre: Illia anula los contratos petroleros
de Frondizi.

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1964 dirigente metalúrgico Rosendo García, en la


–EE.UU comienza a combatir a las fuerzas revo confitería La Real de Avellaneda.
lucionarias de Vietnam. –Mao dirige la revolución cultural en China.
–Jefes de ejércitos latinoamericanos reunidos en
West Point declaran su apoyo a la 1967
Doctrina de Seguridad Nacional. –9 de octubre: en Bolivia es asesinado, por orden
–Abril: es aniquilado el Ejército Guerrillero del de la CIA, Ernesto “Che” Guevara.
Pueblo, comandado por Jorge Masetti. –Se forma en la Argentina el Movimiento de
–Diciembre: fracasa el Operativo Retorno de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Perón al ser detenido su avión en Río de Janeiro. –Se publica la revista Cristianismo y Revolución,
–Illia impulsa un proyecto de ley que afecta a dirigida por Juan García Elorrio.
multinacionales de medicamentos. –Muestra artística: “Homenaje a Vietnam”
(Galería Van Riel).
1965
–Abril: Guevara parte hacia el Congo a organizar 1968
la lucha revolucionaria. –Marzo: nace la CGT de los Argentinos.
–Noviembre: incidente limítrofe con Chile por –Mayo: huelga general y revuelta estudiantil en
Laguna del Desierto. Francia.
–Con el nombre de Unión Popular, el peronismo –Primavera de Praga, contra dominación soviética
se impone en elecciones legislativas. en Checoslovaquia.
–Se llama a licitación para la construcción de –Septiembre: es neutralizado el grupo guerrillero
puente Zárate-Brazo Largo y complejo hidroe en Taco Ralo (Tucumán).
léctrico de El Chocón. –Masacre de Tlatelolco, contra estudiantes mexi
canos.
1966 –Comienza a exhibirse La hora de los hornos.
–28 de junio: golpe de Estado. Illia es desalojado
de la casa de gobierno por la fuerza. 1969
–29 de julio: Noche de los Bastones Largos. –29 de mayo: Cordobazo.
–Septiembre: Vandor firma con Onganía un con –30 de junio: es asesinado por Montoneros el
venio salarial. “Lobo” Vandor.
–Septiembre: muerte del estudiante Santiago
Pampillón a pocos días de la represión en 1970
Córdoba. –Enero: surgen las Fuerzas Armadas Peronistas.
–En enfrentamiento entre José Alonso y Vandor –Mayo: secuestro y asesinato de Aramburu.
por la conducción del gremio, es asesinado el –Junio: cae Onganía y asume Levingston.

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–Julio: operativo comando de Montoneros en –Junio: Pacto Social CGT y CGE.


localidad cordobesa de La Calera. –A pedido de Perón, José López Rega es nombra
–Julio: se conforma el Ejército Revolucionario do ministro de Bienestar Social.
del Pueblo. –20 de junio: masacre de Ezeiza.
–Agosto: es asesinado el dirigente metalúrgico –Septiembre: Perón triunfa con el 61 % de los
José Alonso. votos.
–Diciembre: el ministro de Economía Aldo –Comienza el alza petrolera mundial.
Ferrer anuncia la Ley de Compre Nacional.
–Se duplica el cuentapropismo con respecto al 1974
censo de 1947. –1º de mayo: duelo verbal entre Perón y
–Se duplica la población de villas miseria en el Montoneros en Plaza de Mayo.
conurbano bonaerense respecto de 1960. Ahora –La Triple A y otros escuadrones paramilitares
llega al 11,24 % de la población. inician crímenes y amenazas.
–21 de noviembre: Primer Encuentro Nacional –1º de julio: se anuncia la muerte de Juan
de Cine; “esteticistas” y partidarios del “docu Domingo Perón.
mental social puro” se enfrentan en Santa Fe.92 –6 de septiembre: Montoneros pasa a la clandes
tinidad.
1971 –Es condenado en juicio revolucionario por
–15 de marzo: el Viborazo o “Segundo supuesta traición el cuadro montonero Roberto
Cordobazo”. Quieto.
–Lanusse negocia la entrega del cadáver de Evita.
–Septiembre: Lanusse convoca a elecciones presi Cronología significativa 1975-1983
denciales para el 25 de marzo de 1973. (selección de hechos vinculados al
capítulo III)
1972
–Agosto: integrantes de Montoneros, FAR y ERP 1975
son asesinados en la base naval de Trelew. –Febrero: Isabel Perón habilita a los militares a
–Noviembre: luego de diecisiete años de exilio, reprimir la guerrilla en Tucumán.
Perón vuelve al país. –5 de junio: Rodrigazo.
–5 de octubre: asalto de Montoneros al regimien
1973 to militar en Formosa.93
–25 de mayo: asume Cámpora. –Octubre: Ítalo Luder autoriza por decreto a

92 Beatriz Sarlo, La máquina cultural. Maestras, traductores y vanguardistas, Ariel, Buenos Aires, 1998, pp.
195-269.
93 Según Richard Gillespie, fue la operación guerrillera mejor planificada y realizada en la Argentina, en ob.
cit., p. 243.

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“aniquilar el accionar subversivo”. –9 de junio: Kissinger destaca el papel crucial de


–23 de diciembre: el ERP asalta el batallón 601 la Argentina en Sudamérica.
de Monte Chingolo. –16 de septiembre: Noche de los Lápices.
–30 de diciembre: solicitada de la CGT: –13 de diciembre de 1976: masacre de Margarita
“[A las fuerzas armadas] Destacamos su respeto a Belén.
la voluntad popular y su respaldo al desenvolvimien –Punto de inflexión: inicio del modelo de acu
to constitucional del país. Ratificamos la solidari mulación basado en la valorización financiera.
dad activa en la lucha contra la subversión…”
–Alberto Ottalagano asume como rector de la 1977
Universidad de Buenos Aires. En revista Siete –Febrero: Massera comienza a incubar la idea de
Días declara: “Soy fascista, ¿y qué?”. recuperar militarmente Malvinas.94
–18 de diciembre: intento fallido de golpe de –Junio: reforma financiera.
Estado del brigadier Orlando Capellini. –Comienza la matanza masiva de prisioneros
–A fin de año se contabilizan cerca de 900 muer (vuelos de la muerte).
tos por causas políticas. –Diciembre: primera ronda de Madres de Plaza
–Derrota estadounidense en Vietnam. de Mayo.
–11 de marzo: al mes de la desaparición del diri
1976 gente Oscar Smith, trabajadores de Luz y Fuerza
–20 de marzo: “Si las Fuerzas Armadas vienen marchan por las calles del centro.
para poner orden y estabilidad, bienvenidas
sean.” Jorge Antonio, Partido Justicialista. 1978
–24 de marzo: ley 21.264. Pena de muerte y con –25 de enero: la conducción militar no reconoce
sejos de guerra. el fallo arbitral inglés sobre el conflicto del Beagle.
–24 de marzo: ley 21.260. Despido masivo de –Fracasa reunión entre Videla y Pinochet en
trabajadores “por razones de seguridad”. Puerto Montt (Chile).
–2 de abril: se lanza el primer plan antiinflaciona –Marzo: masacre de Villa Devoto.
rio de Martínez de Hoz (ancla salarial). Se –25 de junio: la Argentina, país campeón mun
anuncia apertura económica. dial de fútbol.
–8 de abril: las entidades del agro califican de –1 de agosto: atentado de Montoneros a
muy satisfactorio el plan de Martínez de Hoz. Lambruschini.
–22 de abril: el Comando del III Cuerpo del –Año de preparativos bélicos en la Argentina y
Ejército (Córdoba) prohíbe la publicación de Chile.
reclamos de familiares de “presuntos detenidos”. –Diciembre: se anuncia la “tablita”.

94 Seoane-Muleiro, ob. cit., p. 274.

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1979 bas en el Teatro Picadero.


–Enero: la Argentina y Chile aceptan la media –Ronald Reagan promueve la guerra contra el
ción del Vaticano promovida por EE.UU. gobierno sandinista en Nicaragua.
–Marzo: solicitada de la Unión Industrial sostie –Diciembre: destitución de Viola, asume Galtieri.
ne: “El país está de pie, luego de la noche en que
lo sumergieran el desgobierno y la subversión”. 1982
–Del 6 al 20 de septiembre: inspección de la –29 de marzo: se informa a los oficiales superio
Comisión Interamericana de Derechos res el plan de reconquistar Malvinas.
Humanos de la OEA. Recibe denuncias por –30 de marzo: movilización de la CGT y violen
5.000 desapariciones. ta represión.
–La Argentina, país campeón mundial juvenil. –2 de abril: reconquista argentina.
–Luciano Benjamín Menéndez acusa de condes –2 de mayo: hundimiento del Crucero “General
cendiente a la conducción de Videla. Belgrano”.
–Fracasa el intento de “contraofensiva” de –11 de junio: visita el país el papa Juan Pablo II.
Montoneros. –14 de junio: rendición argentina.
–Domingo Cavallo, al frente del Banco Central
1980 transfiere al Estado deudas privadas de
–El jefe del Ejército, Galtieri, declara que “las empresas por 15.000 millones de dólares.
urnas están bien guardadas”. –16 de diciembre: la Multipartidaria moviliza a
–El gobierno decide vender cereales a URRS, a cerca de 100.000 personas.
pesar del boicot de EE.UU.
–El 14 de octubre: Adolfo Pérez Esquivel recibe Cronología significativa en torno de
el Premio Nobel de la Paz. Malvinas (selección de hechos vincu-
–Visita de David Rockefeller. lados al capítulo IV, sobre la base de
–Se publica Respiración artificial de Ricardo Piglia. los trabajos de Guber y Lorenz)
–A fin de año comandos argentinos adiestran tro
pas contrarrevolucionarias en Guatemala, Costa
Rica y Nicaragua. 1833
–Gran Bretaña usurpa las islas.
1981
–Verano de la “plata dulce”. 1892
–Fin del dólar barato; a lo largo del año se deva –Gran Bretaña declara colonia a las islas.
lúa el atraso cambiario.
–28 de julio: se inicia Teatro Abierto, otro hito de 1910
resistencia cultural. A la semana explotan bom –Paul Groussac publica Les Iles Malouines.

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1934 –1º de mayo: EE.UU. declara ilegal la acción argentina.


–Septiembre: Alfredo Palacios presenta un pro –1º de mayo: la aviación inglesa ataca Puerto Argentino.
yecto de ley para traducir, publicar y distribuir la obra de –2 de mayo: hundimiento del Crucero “General Belgrano”.
Paul Groussac. –11 de junio: visita el país el papa Juan Pablo II.
–Los hermanos Rodolfo y Julio Irazusta publican –14 de junio: rendición argentina.
La Argentina y el imperialismo británico, los esla –14 de junio: luego del Comunicado de Galtieri a la pobla
bones de una cadena (1806-1933). ción, manifestación frente a Casa Rosada. “Galtieri, borra
cho, mataste a los muchachos”; “Los chicos murieron, los
1964 jefes los vendieron”.
–Un aviador argentino, Miguel Fitzgerald, aterri –Desde el 14 de junio al 14 de julio: llegan contingentes de
za en las islas Malvinas para reclamar por la soberanía. soldados argentinos. Ingreso por “puerta trasera”.
–Junio: se publica El otro frente de la guerra. Los padres de las
1966 Malvinas, de Dalmiro Bustos.
–28 de junio: Operativo Cóndor. –Casa del Veterano. Contención y “memoria hacia adentro del
dominio militar”.
1977 –Agosto: se publica Los chicos de la guerra de Daniel Kon.
–Anaya elabora un plan de reconquista militar de islas Basado en el relato de ocho soldados de clase 62.
Malvinas. –Figuración predominante del excombatiente: soldados biso
ños, caracterizados por su “inocencia histórica”, “chicos” lle
1978 vados a morir.
–Preparativos bélicos hacia la guerra con Chile. –Comienza la elaboración del Informe Rattenbach.
–A fin de año se forma la Coordinadora Nacional de Centros
1979 de ex Soldados Combatientes de Malvinas.
–La Argentina, país campeón mundial juvenil.
–Llega la comisión inspectora de la OEA. 1983
–23 de marzo: la Junta Militar promulga ley de autoamnistía.
1982 –2 de abril: primera conmemoración en dependencias castrenses.
–26 de marzo: se ordena la reconquista militar. –3 de abril: el Centro de ex Soldados Combatientes convoca a
–29 de marzo: se informa a los oficiales superiores. Plaza Fuerza Aérea Argentina. Para Guber se despliega escé
–30 de marzo: movilización de la CGT y violenta represión. nicamente una nueva identidad de combatientes.
–2 de abril: desembarco en las islas. –Abril: surge la denuncia de excombatientes sobre “desmalviniza-
–3 de abril: el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ción” deliberada, iniciada por el Estado Mayor Conjunto en 1982.
exige el retiro de la Argentina y el inicio de negociaciones. –30 de octubre: Alfonsín es elegido presidente con el 52 % de
–10 de abril: reunión Galtieri-Haig. Manifestación popular de apoyo. los votos.

37 Citados en http://www.galeon.com/elortiba.

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–Alfonsín deroga la autoamnistía militar y ordena 1987


el juicio a los integrantes de las juntas militares. –15 de abril: levantamiento carapintada, en la
–Se publica Las Malvinas: de la guerra “sucia” a la Escuela de Infantería de Campo de Mayo, de
guerra “limpia”, de León Rozitchner. oficiales y suboficiales al mando del teniente
coronel Aldo Rico.
1984 –Del 15 a 19 de abril: concentraciones públicas
–Alfonsín decreta como día feriado el 10 de junio contra la sublevación militar.
en lugar del 2 de abril. –Domingo de Pascua: el presidente Alfonsín
–Informe Conadep. negocia con los amotinados. Desde Casa de
–Acuerdo limítrofe entre la Argentina y Chile Gobierno asegura: “La casa está en orden”.
por las islas del Beagle. –El Congreso aprueba la Ley de Obediencia
–Se estrena Los chicos de la guerra de Bebe Kamin. Debida.
–Agosto: grupos de excombatientes critican la –Se publica en la Argentina No picnic, de Julian
película. Thompson.
–Avanza el proceso de construcción de identidad
excombatiente: de “chicos” a “veteranos”, de 1988
“víctimas” a soldados afirmados en la experien –18 de enero: Aldo Rico se subleva en el regi-
cia, sujetos políticos de la posdictadura contra la miento de Monte Caseros.
“desmalvinización”. –3 de diciembre: levantamiento del coronel
Mohamed Alí Seineldín en Villa Martelli.
1985
–18 de septiembre: Alfonsín y Neil Kinnock 1990
manifiestan en París la voluntad de restablecer –24 de junio: se inaugura el cenotafio y monu
las relaciones diplomáticas. mento “A los caídos en la gesta de Malvinas”.
–26 de noviembre: en discurso ante las Naciones
Unidas el canciller Dante Caputo vincula los 1991
modos de la democracia en política interna y –Marzo: familiares de caídos comienzan a visitar
externa: “Desde el momento en que la demo el cementerio de guerra de Darwin.
cracia se reinstauró en la Argentina ha sido un
objetivo fundamental del gobierno consolidar 1999
la convivencia pacífica y civilizada tanto dentro –14 de julio de 1999: Menem y Tony Blair acuer
de la comunidad nacional como con el resto del dan la construcción de un cenotafio en las islas
mundo”. Malvinas.

1986 2001
–En mundial de fútbol se enfrentan las seleccio –El ministro de Defensa, Ricardo López Murphy,
nes de la Argentina e Inglaterra y se suscitan sen propone correr el feriado conmemorativo al 2 de
timientos colectivos de desquite. abril.
–23 de diciembre: Diputados aprueba el proyec
to de punto final. 2005
Se estrena Locos de la bandera.

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