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el general Rafael Uribe Uribe, plasma en un escrito elaborado en 1904 y

publicado por el Ministerio del Trabajo, su pensamiento social que lo coloca entre uno
de los precursores colombianos del derecho a la recreación como estrategia preventiva
del abuso del derecho, direccionando esta actividad hacia la educación moral y estética
de los obreros, tal como puede observarse en el siguiente aparte:

“Para alejar de la taberna a los obreros, el Estado debe procurarles


distracciones encaminadas a la educación moral y estética, como teatros
populares a bajo precio, museos, bibliotecas, escuelas dominicales y
nocturnas, gimnasios públicos, retretas de las bandas oficiales y sobre
todo, cafés baratos donde a tiempo que se busquen mercados inferiores
para el consumo del grano, se tenga en mira producir la excitación de las
facultades ideativas, propia del café, en vez de espolear los instintos
innobles que el alcohol despierta o en lugar de permitir el embrutecimiento
por la chicha.”

el Dr. Julio Cesar Uribe Acosta, precisa la obligación que le cabe al estado y la
Sociedad frente a la recreación de los niños y lo que debe ser su intencionalidad en
cuanto a la alegría, el cariño, la seguridad y la educación que ella conlleva. Al efecto
establece:

“En esta oportunidad la Corporación desea recordar que los niños tienen
derecho, por mandato de los artículos 44 y 24 de la Constitución Nacional,
a la RECREACION y a la CIRCULACION LIBRE, lo que significa que el Estado
no puede llenarles el espacio de riesgos porque con ello se desequilibra su
seguridad. La sociedad está obligada a dar al niño lo mejor de ella misma,
con el fin de no privarlos de alegría, cariño, seguridad y educación. El niño
también demanda del Estado ternura, pues ellos no son un estorbo que
tenga que ser soportado. Por ello recuerda Gregorio Mateu (Brotes de
Ternura, pág. 73) "En las fronteras del año 2.000 sigue siendo verdad que
el niño es el milagro más permanente de la vitalidad de la creación. Los
niños siguen jugando en las calles y plazas de nuestras ciudades y se
muestran como el contra punto necesario a tanta tecnología agobiante. No
quisiera que se apagaran las ilusiones de los niños, ni que dejaran de jugar
con una cuerda, un simple palo o una vulgar cometa. Habría muerto el
sortilegio de la creatividad"

el Dr. Jorge Arango Mejía como Magistrado Ponente de la Sentencia T-252-93, de


junio 30 de 1993, precisa claramente el carácter de la recreación como derecho
fundamental y su conexidad con el del libre desarrollo de la personalidad al establecer
que:

“La recreación es considerada una necesidad fundamental del hombre que


estimula su capacidad de ascenso puesto que lleva a encontrar agrado y
satisfacción en lo que hace y lo rodea. En esta medida, puede afirmarse
también, que la recreación constituye un derecho fundamental conexo con
el libre desarrollo de la personalidad, con todas sus implicaciones y
consecuencias. Es evidente que, partiendo de la base de que la noción de
los derechos fundamentales es dinámica, el devenir social hará que surjan
otros, en la medida que la capacidad del Estado permita su reconocimiento
y protección.

El Magistrado Dr. Ciro Angarita Barón actuando como ponente en la Sentencia T-


446 de julio 17 de 1992 de la Corte Constitucional, ante una acción de tutela, precisa
la articulación del Derecho a la recreación con el derecho a la tranquilidad en los
siguientes términos:

El conflicto entre el derecho a la recreación y el derecho a la tranquilidad de


la comunidad debe ser resuelto, en principio mediante alternativas
concretas que permitan la coexistencia y efectividad de ambos derechos.
Con todo, cuando el conflicto sea insoluble y los titulares del derecho a la
recreación sean los niños, éste habrá de prevalecer sobre la tranquilidad,
siempre que su ejercicio no esté acompañado de abusos objetivamente
intolerables, según los usos y costumbres lugareños en materia de
relaciones de vecindad.

Ponente Dr. Carlos Gaviria Díaz, precisa con claridad absoluta esa
interrelación educación y recreación
La educación, indudablemente comprende la instrucción sobre
diversos objetos, pero no se agota en ella; tiende a inducir
actitudes, mediante la transmisión de valores, es decir,
propone metas que se juzgan deseables y muestra caminos
que a ellas conducen, a fin de lograr la realización de una idea
del hombre y de la sociedad, implícita en toda ideología y en
toda visión antropológica del mundo. A tono con esa
observación, el artículo 67 de la Constitución establece: "la
educación formará al colombiano en el respeto a los derechos
humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del
trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural,
científico, tecnológico y para la protección del ambiente";
además, las autoridades velarán "por la mejor formación
moral, intelectual y física de los educandos".

Dr. Vladimiro Naranjo Mesa, como Magistrado Ponente de la Sentencia T-383-94,


de agosto 31 de 1994, que falla como improcedente una acción de Tutela interpuesta
para impedir la construcción de un polideportivo en Santa Fe de Bogotá, resalta el
papel del estado en la materia y su impacto social al afirmar que:
“La construcción de un polideportivo significa el cumplimiento, por parte del
Estado, del mandato contenido en la Carta Política, que prevé: el derecho a
la Recreación… por lo tanto no es posible argumentar que la construcción
de una obra de evidente impacto social como es un polideportivo, que
representa al interés general -pues ayuda no sólo a los habitantes del
barrio sino a toda la comunidad-, deba someterse a las pretensiones
hipotéticas de unos cuantos ciudadanos que supuestamente ven vulnerados
sus derechos fundamentales por hechos cuya ocurrencia es meramente
contingente.

Cifuentes Muñoz ante una acción de tutela interpuesta sobre el carácter de uso
público del espectro electromagnético:

“Con la Constitución de 1991, la emisión puede realizarse por los


particulares, previa autorización del Estado, mediante el sistema de
concesiones. El ejercicio de los derechos fundamentales de informar y
fundar medios masivos de comunicación que utilizan el espectro
electromagnético no es libre. Por el contrario, requiere de la intervención
estatal en razón del carácter de bien público que ostenta el espectro
electromagnético y, además, con el objeto de preservar y desarrollar las
finalidades sociales inherentes a los servicios televisivos. Los servicios de
televisión tienen funciones culturales, recreativas e informativas. Los
particulares que producen y emiten programas de televisión están sujetos
al cumplimiento de los fines sociales del Estado”

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