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TORRES PARA ANTENAS 1

Constantino Pérez Vega - 2001

TORRES PARA ANTENAS


 Constantino Pérez Vega
Departamento de Ingeniería de Comunicaciones
Universidad de Cantabria

Aún cuando, en general el ingeniero de comunicaciones no tiene que ver directamente con el diseño,
construcción y erección de las torres utilizadas para soportar las antenas, es frecuente que tenga
necesidad de actuar como director de proyectos que incluyan torres o bien con la utilización de torres
ya existentes o con su mantenimiento. Por ello, es necesario que tenga conocimientos básicos sobre
algunos de los aspectos más importantes relacionados con estas estructuras.

Tipos de torres.

En los sistemas de comunicaciones suelen utilizarse básicamente dos tipos de torres: autosoportadas o
autoestables y arriostradas, cuya geometría general se muestra en la figura 1.

Figura 1. La figura muestra la torre de televisión de


Ostankino, en Moscú. Esta torre, de 500 metros de
altura incluye las antenas transmisoras en la parte
superior, así como el centro de transmisión, en la
parte inmediatamente inferior a las antenas.

La torre de Ostankino sufrió un incendio a


mediados del año 2000, quedando seriamente
dañadas las antenas y el centro emisor.

Fotografía propiedad del autor.


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Figura 2. Torre autosoportada de la emisora


regional de la empresa Televisa en Cerro
Culiacán, Guanajuato, México. La torre tiene
en su parte superior, una antena del tipo de
mariposa o ala de murciélago (superturnstile) y
en la parte inferior a ésta, una antena de
parrillas de dipolos.

Fotografía propiedad del autor.

Aunque la sección de las torres puede ser variada, por ejemplo circular, hexagonal, etc., los más
frecuentemente utilizadas en comunicaciones tienen sección cuadrada o triangular. Las torres
autosoportadas son por lo general de sección cuadrada, en tanto que las arriostradas pueden ser de
sección cuadrada o triangular.

Figura 3. Torre autosoportada, instalada en


el Cerro de las Nubes, cercano a Managua,
Nigaragua. La torre de alrededor de 30 m de
altura, soporta una antena de parrillas para la
banda I de VHF.

Fotografía propiedad del autor.


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Las torres arriostradas se mantienen en posición mediante cables anclados a cierta distancia de la base
de la torre, en tanto que las autosoportadas, como su nombre lo indica, se mantienen en posición por sí
mismas, como estructuras en cantilever. Con pocas excepciones, el costo de la estructura y
cimentación es inferior para las torres arriostradas que para las autosoportadas, sin embargo, aquéllas
requieren de un terreno considerablemente mayor, de modo que la elección de un tipo u otro de torre
no está condicionado únicamente por el costo de la estructura, sino por el terreno disponible y con
frecuencia, por las condiciones topográficas del lugar de erección de la torre.

Una torre autosoportada requiere de un terreno cuadrado cuyos lados tienen una longitud
aproximadamente, entre el 8 y el 20% de la altura de la torre, en tanto que una torre arriostrada, el área
del terreno necesario depende de la distancia entre las anclas de las riostras y la base de la torre. Esta
distancia es, generalmente, entre el 70 y el 80% de la altura de la torre.

Materiales.

Elementos estructurales. El material utilizado con más frecuencia para torres de celosía es el
acero de tipo A36 ATSM1 y el de tipo A572 ATSM, de grado 50 o equivalente. El acero A36 es acero
estructural al carbón y el A572 es acero de alta resistencia y baja aleación de niobio y vanadio. En
cualquier caso, el acero utilizado es de bajo contenido de carbón, con tensiones de deformación entre
36,000 psi2 (2531 kg/cm2) y 60,000 psi (4218 kg/cm2).

Aunque no hay una forma de los materiales que pueda considerarse mejor desde el punto de vista
estructural, prácticamente todos los miembros estructurales de las torres suelen ser de perfil angular,
rolados en caliente y deben estar galvanizados por inmersión para conseguir máxima protección contra
la corrosión. El espesor del galvanizado no debe ser inferior a 0.0034 pulgadas (0.086 mm).

En prácticamente todas las torres de celosía, los miembros estructurales deben ir atornillados y nunca
soldados, excepto en condiciones especiales que deben ser objeto de estudio cuidadoso. Los tornillos
deben ser de acero y llevar arandela plana, arandela de presión y, preferiblemente, doble tuerca para
evitar que la vibración causada por el viento llegue a aflojar los tornillos.

Figura 4. Torre para televisión, de 100 m de


altura hasta la base de la antena, del Sistema
de Televisión de la República Mexicana
(TRM), instalada en 1980 en el Cerro de la
Virgen en Zacatecas, México. La fotografía
muestra la torre a un 90% de avance en su
construcción. La antena, del tipo de ala de
murciélago se aprecia en la parte superior, en
tanto que aún no se había instalado la línea de
transmisión ni se habían montado los
descansos. La fotografía permite apreciar con
cierto detalle, las características estructurales
de la torre.

Fotografía propiedad del autor.

1 Los tipos de materiales que se dan aquí están basados en el estándard americano EIA-RS-222E, el más completo y detallado
desde el punto de vista de ingeniería que conoce el autor y que es utilizado en muchos países.
2 psi = libra/pulg2
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Riostras. El material más común utilizado para las riostras es cable de acero galvanizado. En torres
de radio (AM), o que estén cercanas a otras antenas de TV o de FM, con frecuencia es deseable
utilizar materiales no conductores en las riostras. En estos casos se usan cables de Kevlar3 o de fibra
de vidrio. Cuando se emplean estos materiales, es necesario prestar atención cuidadosa a la protección
contra el efecto corona, fatiga mecánica y deterioro causado por exposición a luz ultravioleta. También
es necesario valorar sus características de elongación bajo condiciones de carga y prestar atención
cuidadosa a las recomendaciones para su manejo.

Igual de importante que para la estructura de la torre, las conexiones o juntas para la sujección de las
riostras son tan importantes como el propio material de éstas. Algunas de las juntas más usadas están
los zócalos de acero forjado o moldeado, galvanizados por inmersión o tratados con resinas epóxicas
que soporten todo el esfuerzo de la riostra. Se prueban en fábrica a una carga del 50% de la tensión de
ruptura de la riostra. Este tipo de junta es más común para las riostras más largas en torres altas. Otro
tipo de juntas son los clips4, en forma de silla de montar, para sujetar los extremos de las riostras, una
vez que éstas han sido tensadas al 90% del esfuerzo que deben soportar. En la figura

Riostras

Placa de soporte Anclas


de la base

Figura 5. Esquema de una torre arriostrada.

3 El Kevlar pertenece a una familia de productos fabricados por la empresa Dupont de Nemours que combinan elevada
resistencia y gran estabilidad térmica, entre sus aplicaciones se incluyen, además de cables con resistencia similar a los de
acero, chalecos antibala, elementos de fricción para frenos, cables de fibra de vidrio, cinturones de seguridad, etc.
4 En algunas ocasiones también se designan como perros o mordazas.
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Fig. 6. Placa de soporte de la base de torre (a) y forma de la base en el


extremo inferior de la torre (b)

Fig 7. Aspecto de la base de una torre


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Cimentación

Fig. 7. Excavación para los cimientos de una torre autosoportada.

Fig. 8. Cimentación para una torre autosoportada.


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Fig. 9. Base para una torre arriostrada tipo Fig. 10. Ancla para sujección de las riostras
“Pirod” (véase figura 6)

Montaje

Cargas mecánicas en
una torre

Carga muerta: Incluye el peso de la estructura más todos los elementos adicionales sujetos a ella.

Carga viva: Suele especificarse en los códigos de construcción.. Algunos tipos de cargas vivas
pueden ser de naturaleza prácticamente permanente, aunque sujetos a remoción o reubicación. En una
torre, por ejemplo, en que se instalan temporalmente antenas sobre las caras y luego se remueven. En
edificios, las paredes o particiones removibles, elementos colgantes del techo, equipos, etc. La carga
de suelo es parte de la carga viva. La carga viva que puede, o debe soportar una determinada
estructura, se especifica en kg/m2 en el SI y en libras/pie2 o psf (1psf = 4.8824 kg/m2), en el sistema
inglés.
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Carga de nieve. En estructuras sujetas a nevadas, es necesario tener en cuenta este factor. Los
servicios meteorológicos suelen proporcionar información estadística relativas a la carga de nieve
sobre el suelo (kg/m2). Lo más conveniente es disponer de información de la recurrencia de nevadas en
los últimos cincuenta años cuando hay riesgo para la vida humana. La carga de nieve sobre un tejado o
una superficie inclinada se obtiene multiplicando los valores de la carga de nieve sobre el suelo por un
factor que depende de la exposición y configuración de la superficie expuesta. Algunos valores de este
coeficiente, CN, para el caso de tejados planos, inclinados un ángulo  sobre la horizontal, pueden ser
indicativos los siguientes:

 de 0º a 30º: CN = 0.8

  30
 de 30 a 70º: C N  0.8 
50
  70º: CN = 0.
Carga de viento.

Presión de viento: La presión de viento está dada por:

P  CP Q (4)

Donde CP es el coeficiente de presión, designado también como factor de forma y Q es la presión de


velocidad, es decir, la presión causada por la velocidad del viento y que está dada por:

Q  0.0324 v 2 kg/m2 (5)

donde v es la velocidad del viento en km/h.

Si la presión del viento es del exterior hacia el interior de la estructura, CP es positiva y si es del
interior hacia el exterior, es negativa. Esto tiene que ver con el efecto de látigo que se menciona más
adelante. En el caso de estructuras o torres sólidas, lo que no es muy usual en las torres que soportan
antenas, el coeficiente de presión tiene valores entre 0.5 y 2, dependiendo de la forma del área
transversal de la estructura. Los valores más altos (1.3 a 2) se tienen para secciones transversales
cuadradas y con el viendo soplando normal a una de las caras. Si el viento sopla diagonalmente, este
coeficiente tiene valores entre 1 y 1.5. Para estructuras en celosía, como es el caso de las torres de
comunicaciones, los valores del coeficiente de presión, para miembros planos de la estructura están
entre 1.6 y 2 y, para secciones circulares, menos frecuentes, entre 0.8 y 1.5.

La velocidad del viento varía con la altura sobre el suelo y con el tipo de terreno, por lo que la presión
de velocidad a una altura h sobre el suelo suele darse como:

Qh  0.0324 K h v30
2
kg/m2 (6)

Donde Kh es un coeficiente dado por la fórmula (7) y v30 es la velocidad básica del viento, en km/h, a
una altura de 10 m sobre el suelo. Se usa la velocidad a 10 m como referencia ya que esta es, por lo
general, la altura a la que suele medirse. El coeficiente Kh está dado por la expresión siguiente:

 h 2
K h  2.64   (7)
h 
 g 

hg se designa como gradiente de altura y es aquella a la que la velocidad del viento se supone
constante.  es un coeficiente que depende de la exposición de la construcción al viento, entre otras
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cosas, de la orografía del terreno, de las características de los vientos dominantes y de las
características de la propia estructura. Suelen designarse tres tipos de exposición al viento, A B y C; el
primero, cuando la presión externa del viento es baja (del orden de 54 kg/m2), el segundo cuando es
moderada (98 kg/m2) y el tercero, cuando es alta (del orden de 160 kg/m2) De acuerdo a esto, algunos
autores5,6 suelen recomendar lo siguientes valores para  y hg:

Exposición  hg metros
A 3 455
B 4.5 365
C 7 275

Una cuestión importante en lo que se refiere la carga de viento, es que éste no sopla de forma
constante y, con frecuencia, lo hace en ráfagas o rachas, lo que produce sobre las estructuras un efecto
semejante al de un latigazo y, a causa de ello se designa como efecto de látigo. La presión efectiva del
viento es, en estas condiciones, diferente a la dada por la ecuación (6), ya que debe tener en cuenta este
efecto, y está dada por:

Qef  G Q  0.0324 G K h v30


2
(8)

Donde G es el factor de ráfaga, cuyo valor, basándose a la velocidad del viento a 10 m de altura, suele
tomarse como 1.69.

5 Davenport, A. G. “A Rationale for the Determination of Design Wind Loads”. J. Struct. Div. ASCE. May 1960
6 Gaylord, Jr. E.H. and Gaylord, C. N. (Ed.). Structural Engineering Handbook. 2nd Ed. McGraw-Hill Book Co. 1979.

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