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BIOGRAFÍA DE MANUEL BELGRANO

Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, mejor conocido como Manuel Belgrano,
nació en Buenos Aires, Argentina, el 3 de junio de 1770. Fue un abogado, político y militar.
Es recordado además por ser el creador de la Bandera Nacional y el General que consolidó la
Independencia con sus victorias en las Batallas de Tucumán y Salta (1812-1813).

Manuel Belgrano era un criollo de ascendencia italiana, hijo de un comerciante genovés


radicado en Buenos Aires: don Domingo Belgrano Peri, y de doña María Josefa González
Casero. Estudió latín, filosofía y teología en el Real Colegio de San Carlos y luego partió a
España en las Universidades de Salamanca y Valladolid donde se graduó de bachiller.

En 1793, Belgrano recibió el título de abogado y ese mismo año, volvió a su natal Buenos Aires,
siendo designado con tan sólo 23 años como primer secretario del Consulado. Desde allí, se
propuso realizar un fomento la educación, por medio de la capacitación a las personas para
que aprendieran distintos oficios y pudieran aplicarlos en beneficio del país. Para ello, creó
escuelas de Dibujo, de Matemáticas y de Náutica. Pero Belgrano, pronto tomó conciencia, de
que sus proyectos modernizadores pese a ser grandes e innovadoras ideas, serían irrealizables
a causa de la administración colonial, y que sólo podrían hacerse posibles si se daba la
Independencia que traería consigo el progreso.

De manera que, en 1806, durante las invasiones inglesas, Manuel Belgrano decidió
incorporarse a las milicias criollas para defender la ciudad. A partir de ese entonces,
compartió su enorme pasión por la política y la economía con una carrera militar que
realmente no lo entusiasmaba demasiado, ya que pensaba que podía desempeñarse mejor
aplicando sus amplios conocimientos económicos y políticos, que como soldado. A partir de
ese momento, empezó a conspirar contra la dominación española impulsado por las noticias
llegadas en 1809 sobre la ocupación de la metrópoli por el ejército francés.

“El honor y el premio son los resortes para que no se adormezca el espíritu del hombre”.
Manuel Belgrano

Así, Manuel Belgrano se convirtió en uno de los dirigentes de la Revolución de mayo que tuvo
lugar entre el 18 y 25 de mayo de 1810, que significó el punto de partida del proceso
independentista, y sumado a ello, se desempeñó como vocal de la Junta que se creó en
Buenos Aires el 25 de mayo de 1810, también un embrión de lo que sería el futuro Gobierno
de la Argentina.

Pese a que Manuel Belgrano no era militar profesional, fue nombrado General al mando del
ejército del Paraguay, que fue formado con el objetivo de obtener la adhesión de dicho
territorio al inminente proceso independentista, pero lastimosamente, resultó vencido por los
paraguayos, lo que conllevó además al fracaso del intento de mantener la unidad entre
Paraguay y Argentina. Aunque, cabe aclarar que pese a haber sido derrotado en las armas,
consiguió dejar sembrado en las mentes y corazones de los jefes paraguayos el anhelo de
libertad.

En 1812, Manuel Belgrano asumió la jefatura del Ejército del Norte y por ese entonces creó e
izó por primera vez, en las barrancas rosarinas del Paraná, la bandera azul y blanca que pasaría
a ser la bandera nacional.

Ese mismo año, al mando de sus tropas consiguió la victoria contra las fuerzas españolas del
general Juan Pío de Tristán y Moscoso en la batalla de Tucumán y un año más tarde, en 1813
en la batalla de Salta, victorias que salvaguardaron la Independencia argentina al lograr
contener la contraofensiva Realista proveniente desde el norte.

Pero, desafortunadamente, después de estos memorables hechos, vinieron las derrotas de


Vilcapugio en octubre del mismo 1813 y la de Ayohuma en noviembre. Lo que conllevó a que
Manuel Belgrano tomara la determinación de retirarse del Ejército del Norte.

En 1816, Manuel Belgrano participó de manera activa en el Congreso de Tucumán, donde el


Congreso declaró formalmente la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata y
tomó como bandera nacional la que Belgrano había; sin embargo, su idea de formar una
monarquía fue desoída y el Congreso hizo del Directorio el principal órgano ejecutivo.

Como premio por los triunfos de Tucumán y Salta, la Asamblea le había otorgado 40.000 pesos
oro. Dinero que Belgrano, donó para la construcción de cuatro escuelas públicas ubicadas en
Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. Pero lamentablemente, el dinero donado fue
destinado por el Triunvirato y los gobiernos sucesivos a otras cosas.

Cabe destacar también que Belgrano, redactó un moderno reglamento para las escuelas que
no se construyeron, donde promovía ideas como que el maestro debía ser bien remunerado al
desempeñarse en una de las profesiones más importantes.

Aunque parezca increíble, Manuel Belgrano, murió en la absoluta pobreza el 20 de junio de


1820 en Buenos Aires, que entonces era asolada por la guerra civil, y sólo un diario, de entre
los muchos que existían, “El Despertador Teofilantrópico” quiso publicar la noticia de su
muerte.

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