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Reconocido crítico y siempre el lingüista MIT Noam Chomsky, una de las voces
clásicas de la disidencia intelectual en la última década, ha compilado una lista de
las diez estrategias más comunes y efectivas recurridas por las agendas "ocultas"
para establecer una manipulación de la población a través los medios de
comunicación. Históricamente, los medios han demostrado ser altamente
eficientes para moldear la opinión pública. Gracias a la parafernalia y la
propaganda mediática, se han creado o destruido movimientos sociales, guerras
justificadas, crisis financieras templadas, espoleado en otras corrientes ideológicas
e incluso dado el fenómeno de los medios como productores de realidad dentro de
la psique colectiva. Pero ¿cómo detectar las estrategias más comunes para
comprender estas herramientas psicosociales que, seguramente, participamos?
Afortunadamente, a Chomsky se le ha dado la tarea de sintetizar y exponer estas
prácticas, algunas más obvias y más sofisticadas, pero aparentemente todas
igualmente efectivas y, desde cierto punto de vista, denigrantes. Aliente la
estupidez, promueva un sentimiento de culpa, promueva la distracción o construya
problemas artificiales y luego mágicamente, resuélvalos, son solo algunas de
estas tácticas.
1. La estrategia de la distracción
El elemento principal del control social es la estrategia de distracción que consiste
en desviar la atención pública de cuestiones importantes y cambios determinados
por las elites políticas y económicas, mediante la técnica de inundación o
inundación, distracciones continuas e información insignificante. La estrategia de
distracción también es esencial para evitar el interés público en los conocimientos
esenciales en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y
la cibernética. "El mantenimiento de la atención pública se desvió de los
problemas sociales reales, cautivado por cuestiones de ninguna importancia real.
Mantenga al público ocupado, ocupado, ocupado, sin tiempo para pensar, de
vuelta a la granja y a otros animales (cita del texto Armas silenciosas para la
guerra silenciosa) ".
4. La estrategia de diferir
Otra forma de aceptar una decisión impopular es presentarla como "dolorosa y
necesaria", ganando aceptación pública, en el momento de una aplicación futura.
Es más fácil aceptar que un sacrificio futuro de matanza inmediata. Primero,
porque el esfuerzo no se usa de inmediato. Entonces, porque el público, las
masas, siempre tiene la tendencia a esperar ingenuamente que "todo va a ser
mejor mañana" y que el sacrificio requerido puede evitarse. Esto le da al público
más tiempo para acostumbrarse a la idea del cambio y aceptarlo con resignación
cuando llegue el momento.