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Gastos defensivos - preventivos

Para esta metodología, los gastos defensivos o costes evitados son los que son
posible llevar a cado debido a la situación a la cual se presente, evitar, prevenir o
reducir algunos efectos negativos ambientales. Los daños ambientales son difíciles
de cuantificar, debido a la magnitud de algunos desastres generados por la
incidencia de un bien ambiental mal evaluado o mal implementado.

Pero, los gastos defensivos se pueden ser más fácilmente determinados en


términos monetarios que el bien ambiental en si mismo.

Estos gastos, pueden indicar que se juzga que los beneficios de la implementación
de un proyecto son más grandes que los costos, de tal forma que los gastos de
defensa se pueden interpretar como una mínima valoración de los beneficios.

Para algunos problemas ambientales existe la posibilidad de evitar las


consecuencias de un problema ambiental se pueden analizar a través de algunas
medidas defensivas. Pero como lo hace la teoría económica, para algunas
reducciones de impacto, requiere medidas que generan un gasto monetario y la des
utilidad del individuo a la hora al incurrir en este gasto debe ser de alguna manera
y aunque sea una parte, compensar la utilidad del individuo.

Para algunos economistas, la suma de todos los gastos defensivos, pueden ser
vistas en cierta forma como un impuesto por el cual la sociedad paga por algún tipo
de contaminación. Eso implica que desde un análisis costo-beneficio, la
metodología puede aplicarse. Dentro de la metodología, existen de formas de
orientar el estudio:
1. La función de producción: La metodología dicta que cuando un bien
ambiental forme parte de la función de producción como un insumo mas,
cualquier cambio en la oferta implica alteraciones en la función de producción
de ese bien. Un ejemplo, puede ser cuando a un nivel de ruido alto debido a
la producción de huevos de una granja determinada R, forma parte como un
insumo más de la función de producción de huevos H. Cuando se establece
la relación entre el cambio de H con respecto a R sobre la curva de la
demanda, ya sea evitando que el cambio se produzca (se le llama costes
evitados) o analizando la defensa necesaria ante un cambio concreto (gastos
defensivos). Esta idea fue uno que dio los primeros orígenes de la
metodología.
2. Función de la Utilidad Individual: Se insiste en las diferencias existentes entre
la disposición de a pagar y las medidas defensivas observadas. Se
consideran los cambios de bienestar individual ocasionados por el
incremento de ruido. Ejemplo: La contaminación acústica afecta la función de
utilidad de manera indirecta, a través del efecto que produce sobre el nivel
de ruido y no entra directamente dentro de la función de utilidad.
3. Gastos observados: Cuando se analizan los cambios observados en los
gastos de los consumidores con motivo de aplicar medidas defensivas se
debe tener en cuenta que la medida del cambio del bienestar individual no es
la misma que se obtuvo anteriormente, ya que en este caso lo que se observa
es el valor marginal del nivel de ruido manteniendo el nivel de renta en lugar
de la utilidad. Ej: Cuando se observa la modificación en los gastos
defensivos, en el nivel de ruido aumenta ante cambios en el coste de una
mitigación del problema, como un posible asilamiento. Los gastos defensivos
se determinan por el producto del coste de aislamiento y el nivel de ruido
interior.

En cuanto a esto, se entiende que los gastos defensivos es el limite inferior de la


disponibilidad de pagar en una cantidad igual a una variable considerada beta.
Donde beta > 0 es el límite inferior de la DP del individuo.

𝐷𝑃 = 𝑀𝑒𝑡. 𝐺𝑎𝑠𝑡𝑜 𝐷𝑒𝑓𝑒𝑛𝑠𝑖𝑣𝑜 ∗ 𝛽𝑖


La medida de los gastos defensivos constituye una aproximación a la valoración del
cambio de bienestar, aproximación que en la mayoría de los casos resulta un limite
inferior a la medida real del cambio de bienestar, también resulta evidente que tanto
la facilidad de calculo como la posibilidad de una cierta constancia en la desviación,
otorgan la posibilidad de considerar a la MGD como una metodología de valoración
en el análisis de los problemas ambientales tanto desde una perspectiva individual
como social.
Partiendo desde el supuesto de que el bienestar individual puede ser analizado
desde la teoría de la utilidad, se puede valorar que los requerimientos de
información de la metodología analizada, resulta siempre adecuada para aproximar
medida de cambio en el bienestar individual.
Caso de aplicación: El Serafy Salah Sembrando Petróleo
El Serafy Salah, economista del Banco Mundial trabajo en este campo a partir de
los 1970 y 1980.
Analizaron, ¿Qué parte de los ingresos de un país por la venta de recursos no
renovable puede considerarse verdaderamente ingreso y que parte debe
considerarse descapitalización o perdida de patrimonio?
Serafy señala por ejemplo que un país tiene reservas para mantener su ritmo de
extracción por diez años mas y el tipo de interés es de 10% anual. ¿Como distribuir
los ingresos de la venta (v) entre una parte (c) que podría gastarse íntegramente en
consumo y considerarse ingreso y otra parte v – c que debe invertirse, capitalizarse
para mantener el ingreso una vez agotado el recurso renovable?
Si suponemos en ese ejemplo de 10 años más de extracción y tipo de interés del
10%, que los ingresos anuales de 100 unidades monetarias; (c) es
aproximadamente 65 y v – c es 35 con lo cual vemos que la situación es bastante
halagüeña; cuanto mayor sea el tipo de interés (y/o cuanto más letal sea la
extracción), más fácil resulta asegurar el ingreso futuro.
Queda fuera de la discusión “ese milagro” de una economía que remunera las
inversiones con un alto tipo de interés a pesar de que los recursos agotables se van
agotando. Esta perspectiva es dirigida a un solo país.
La aritmética del capital acumulado a interés compuesto es la siguiente:
Año 0: 35 unidades monetarias
Año 1: (35 * 1.1) + 35 = 73.5
Año 2: (35 * (1.1)^2) + (35 * 1.1) + 35 = 115.85
Año 10: Sumatorio (desde i = 0 a i = 10) de (35* (1.1)^i)
Ese capital acumulado en el año 10 hace posible mantener a perpetuidad el ingreso
una vez agotado el recurso.
Lo novedoso de Serafy es el criterio operativo que presenta y su vinculación a la
discusión sobre las correcciones ecológicas de la Contabilidad Nacional. Pero su
criterio no sirve para corregir la Contabilidad Nacional, ya que hemos de tomar un
tipo de interés como dato, hemos de conocer las reservas (y la futura evolución
tecnológica, que pueda quitar usos a los recursos naturales antes de agotarse las
reservas) y se supone además que las inversiones de capital pueden dar
rendimientos y compensar así la perdida de los recursos naturales incluso aunque
se agoten los recursos naturales cruciales.

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