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Contemplar las míticas Santa Sofía y la Mezquita Azul, pasear en barco por
el cuerno de oro y el Bósforo, visitar el Palacio de Topkapi con su
renombrado harén, deambular por el Gran Bazar o el mercado de las
especias, son algunos de los muchos atractivos de Estambul, la antigua
Constantinopla, una de las ciudades más fascinantes de Europa, con su
seductor embrujo entre oriente y occidente. A continuación describo los
que son, a mi entender, sus diez atractivos imprescindibles para conocerla.
1. LA MEZQUITA AZUL.
Es uno de los iconos de Estambul y su edificación más famosa junto con la
de Santa Sofía. Su verdadero nombre es la mezquita del Sultán Ahmed y
destaca por su gran belleza estética, con un edificio central rodeado por
seis espigados minaretes. Las mejores horas para visitarla son al amanecer,
cuando los dorados rayos del sol iluminan su fachada norte, y al anochecer,
bellamente alumbrada y con el añadido de los coloridos juegos de luces de la
fuente cercana.
La Mezquita Azul
2. SANTA SOFÍA.
Solo separada de la Mezquita Azul por una zona ajardinada, unos la llaman
basílica, porque eso fue en sus orígenes allá por el siglo VI, y otros la
denominan mezquita, porque fue habilitada como tal, con el añadido de sus
cuatro minaretes, tras la invasión otomana de la ciudad en el siglo XV. Ahora
no es ni una cosa ni la otra ya que en la actualidad es un museo, lo que obliga
a pagar entrada para su visita, unos 8,50 euros aproximadamente. Vale la
pena pagar el precio y soportar largas colas, especialmente en temporada
alta y en horas punta, para contemplar su interior, no menos imponente que
su fachada, con una gigantesca cúpula rematando una construcción
monumental y grandiosa.
Fachada de Santa Sofía
3. EL PALACIO DE TOPKAPI.
Se encuentra junto a Santa Sofía y completa, junto a esta y a la Mezquita
Azul, el trío de grandes atracciones de la zona monumental de Estambul.
Situado en la parte más elevada del Estambul antiguo, domina el Bósforo y
desde sus terrazas hay espectaculares vistas de la ciudad. Durante medio
milenio, hasta mediados del siglo XIX, fue el palacio de los sultanes que
gobernaron el imperio otomano.
Puerta de acceso al Palacio de
Topkapi
4. EL PALACIO DOLMABAHÇE.
Está situado, como todos los grandes atractivos de Estambul, en la parte
europea, en la orilla del estrecho del Bósforo, y fue la última residencia de
los sultanes otomanos antes de la abolición del régimen del califato en 1924.
Es una edificación enorme compuesta de varios edificios interconectados de
estilo occidental aunque con algunas referencias orientales. Dado su gran
tamaño y proximidad al mar, la mejor vista panorámica la tiene desde los
cruceros que recorren el Bósforo.
Desde 1984 Dolmabahçe se transformó en museo. Las partes más
interesantes del palacio son el salón del trono y las dependencias oficiales,
que son realmente dignas de ver. Los reparos que le pongo son que solo se
permiten las visitas guiadas en grupo, que el precio de unos 6,30 euros a los
que hay que añadir otros 4,2 si quieres añadir el harén es excesivo, y que
están prohibidas las fotografías, incluso sin flash. No obstante puedes
disparar alguna foto furtiva mientras el guía explica al resto del grupo las
maravillas del palacio. Yo así lo hice. El
palacio cerrado al público los lunes.
5. EL GRAN BAZAR.
Es una visita imprescindible incluso
aunque no se tenga interés en comprar
nada. Es uno de los mercados interiores
más grandes del mundo, con un total de
22 puertas de acceso, 64 calles y más
de 3.600 comercios, según los datos oficiales. Frente a otros bazares
orientales destaca por la amplitud de la mayoría de sus calles y por la
artística decoración de muchos de los establecimientos, en los que se puede
adquirir casi de todo. El Gran Bazar está en la parte antigua de Estambul, no
lejos de la Mezquita Azul. Su horario es de 8,30 a 19,30. Cierra los
domingos.
7. EL PUENTE DE GALATA.
La principal relevancia de este puente no es su diseño o imagen sino su
estratégica ubicación, conectando la parte vieja y la nueva de Estambul a
través del Cuerno de Oro. Si quieres una imagen inolvidable del atardecer
sobre la ciudad, tendrás las mejores oportunidades desde el extremo del
puente de Galata que linda con la parte nueva de Estambul, y podrás incluir
el revoloteo de gaviotas, muy abundantes por el trasiego de pescado en un
mercadillo muy cercano. También es un lugar de cita para los pescadores con
caña, que se amontonan a lo largo de su barandilla y consiguen frecuentes
capturas.
Panorámica del Puente de Galata