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Cuento Los Símbolos Patrios
Cuento Los Símbolos Patrios
Había una vez un niño y su abuela que vivían en la ciudad de México, el niño
siempre iba a visitar a su abuela en las vacaciones o en días festivos, pero el niño
no reconocía lo mucho que significan los símbolos patrios, pues al ser de las nuevas
día le dijo la abuelita al niño, ven aquí hijo, y siéntate te voy a leer una historia
En 1813, las fuerzas insurgentes diseñaron otra enseña nacional: una bandera de
seda blanca, que bordeaba por una cenefa de cuadros azules y blancos, y
en el centro lleva un águila posada sobre un nopal que ostentaba una corona
unguibus asqué victrix” que significa: “con los ojos y uñas, igualmente victoriosa”.
Después el niño curioso le preguntó a la abuela que si podría seguir leyendo pero
su abuela le dijo es muy tarde ya te tienes que ir, la próxima semana que vengas a
visitarme te seguiré contando más, y el niño se marcho con sus padres, con mucha
arrepentido de haber dicho que los símbolos patrios no eran importantes ni que
estos valían, se dio cuenta, que sí importan porque, en realidad, representa nuestra
historia de México y como hemos ido progresando como país, sus instituciones, y
su historia, así que pensando todo esto de camino a casa se fue a dormir intrigado
por saber más acerca de la historia que le había comenzado a contar su abuelita.
niño entusiasmado al llegar le dijo a su abuelita que había pasado toda la semana
continuar con la historia, a lo que la abuelita contenta le dijo que si, y nuevamente
con el perfil izquierdo expuesto, la parte superior de las alas en un nivel alto
preguntó que qué sostenía o que hacía, y la abuela continúo leyéndole más acerca
Le contó que posaba en su garra izquierda sobre un nopal florecido, que emerge de
hincapié en todos los detalles de nuestra hermosa bandera. El niño cada vez se
encontraba mas entusiasmado por conocer sobre la historia de los símbolos patrios
de México, pero nuevamente la abuelita le dijo que era tarde, que se fuera a
su casa. El niño le dijo que no quería esperar a la siguiente semana por conocer
para continuar leyendo y la abuela toda agotada y feliz le respondió que sí. Al
volver a casa con sus papas, desde esa misma noche, él súper contento ya en su
el niño preocupado les preguntó porqué lloraban, y le dieron la peor de las noticias,
Pasados los años, este niño al que su abuela le contaba historias, recordó a su
abuela, pero, ya no era un niño, sino un adulto que ya tenía a sus hijos e
incluso nietos. Al recordar esos días felices con su abuela comenzó a hacer lo
mismo, todos los días les decía siéntense que les voy a leer un relato. Este
cuento que les contaba, era del libro que su abuela le había heredado. Además
conocimientos a los niños, ahora sus nietos, de la importancia y el valor que tienen
También los niños le hacían las mismas preguntas que el cuando era niño, le
daba gusto y emoción saber que les importaba, decía que cuando el falleciera
contaran la historia a sus hijo y nietos, para preservar el valor que tienen en