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SINDROME DE ASPIRACIÓN DE LIQUIDO AMNIOTICO MECONIAL

El síndrome de aspiración meconial es un trastorno respiratorio causado por la inhalación


de meconio del líquido amniótico dentro del árbol bronquial. La aspiración puede ocurrir
antes, durante o inmediatamente después del parto. Ya desde la antigüedad se había
observado una relación entre líquido teñido de meconio y depresión neonatal. (Marcela
del Valle Ogas, 2013)
El síndrome de aspiración de meconio (SAM) se refiere a problemas respiratorios que
un recién nacido puede tener cuando:
 No existen otras causas, y
 El bebé tiene meconio en las deposiciones (heces) hacia el líquido amniótico
durante el trabajo de parto o nacimiento
El SAM puede ocurrir si el bebé inhala (aspira) el líquido hacia los pulmones.
1. Hipoxia aguda intraparto.
2. Hipoxia perinatal crónica.
3. Frecuencia cardiaca fetal anormal.
4. Recién nacidos pequeños para la edad gestacional.
5. Perfil biofísico igual o menor a 6.
6. Historia materna:
a) Embarazo prolongado.
b) Pre eclampsia – eclampsia.
c) Hipertensión materna.
d) Diabetes mellitus materna.
e) Tabaquismo importante, enfermedad respiratoria crónica o enfermedad
cardiovascular de la madre.
f) Hemorragia materna, hipotensión.
g) Abruptio placentario.
h) Insuficiencia placentaria crónica. (GB, 2015)

Signos y Síntomas
Es variable. Los síntomas dependen de la severidad de la lesión hipóxica y de la
cantidad y de la consistencia del meconio aspirado. Es frecuente que su inicio clínico sea
precoz, progresivo a lo largo de 12 a 24 horas, con hipoxemia. (R.Jimenez, 2016)
A.- Características generales
1.- Del niño. - Los neonatos con líquido amniótico teñido con meconio suelen mostrar
signos de pos madurez; son pequeños para la edad gestacional y tienen uñas largas, piel
descamada teñida con pigmento amarillo o verde y cordón umbilical teñido de meconio.
Estos niños pueden presentar depresión respiratoria en el momento de nacer, con escaso
esfuerzo respiratorio y tono muscular disminuido si ha existido una asfixia perinatal
importante. (Norka Cabrera Beltrán, 2005)
2.- Del líquido amniótico. - El meconio presente en el líquido amniótico varía en
cantidad, aspecto y consistencia, desde una pequeña hasta una gran cantidad y desde un
líquido fino teñido de verde, hasta un líquido espeso en “sopa de guisantes”.
B.-Dificultad respiratoria. - El neonato que ha aspirado meconio hacia las vías aéreas
distales, pero que no tiene obstrucción total de la vía aérea, manifiesta signos de dificultad
respiratoria secundarios a una resistencia elevada en la vía aérea y atrapamiento de aire,
es decir taquipnea, aleteo nasal, retracción intercostal y cianosis. Algunos recién nacidos
que no experimentan una obstrucción aguda de la vía aérea pueden tener una presentación
retardada, con una dificultad respiratoria inicial sólo leve que se torna más grave horas
después del parto, cuando se desarrolla la neumonitis química. (Presa, 2007)
C.-Otras anomalías pulmonares. - Puede haber un notable aumento del diámetro
anteroposterior del tórax si se desarrolla atrapamiento aéreo. En caso de atrapamiento
aéreo la auscultación revela intercambio aéreo disminuido, es decir, estertores variables,
roncus y sibilancias. (Presa, 2007)
Desde un punto de vista práctico, el SAM clínicamente se clasifica en 6:
a) Leve. - discreta polipnea, hiperinsuflación torácica. No existe alteración en la PO2
ni en la PCO2 FiO2 <0,4.
b) Moderada. - hipercarbia, cianosis. Necesidad de FiO2 progresivamente creciente
en las primeras 12-24 horas, incluso VM. Pueden desarrollar neumotórax o insuficiencia
cardiaca hipóxica e HPPN.
c) Grave. - Hipoxemia e hipercarbia desde el nacimiento, que precisa VM con FiO2
altas y medidas de soporte cardiovascular. Desarrollan un cuadro de HPPN. Auscultación:
roncus y estertores diseminados. (Norka Cabrera Beltrán, 2005)
Diagnóstico.
A.- Clínico. - Debe sospecharse ante un distrés respiratorio de comienzo precoz en un
neonato con hipoxia intra parto que precisó reanimación laboriosa, observándose
meconio en tráquea e impregnación meconial de piel y cordón umbilical. (Presa, 2007)
B.- Estudios de laboratorio. - Es característico que los niveles de gases en sangre arterial
revelen hipoxemia. La hiperventilación puede producir alcalosis respiratoria en los casos
leves; pero los lactantes con enfermedad grave suelen manifestar acidosis respiratoria con
retención de dióxido de carbono, debido a obstrucción de la vía aérea y neumonitis. Si el
paciente ha sufrido una asfixia perinatal grave se observará acidosis respiratoria y
metabólica combinada.
C.- Estudios radiológicos. - La radiografía de tórax típica muestra hiperinsuflación de
los campos pulmonares y diafragmas aplanados. Hay infiltrados focales irregulares y
gruesos con líquido pulmonar aumentado alternando con zonas híper aireadas (imagen en
panal de abejas; figura 1). Puede haber neumotórax o neumomediastino en el 10-40% de
los casos. La gravedad de los hallazgos radiológicos no siempre puede correlacionarse
con la enfermedad clínica. (Mangurten, 2013)
Figura 1

Figura 1: imagen en panal de abejas del S.A.M.


Fuente: Academia Americana de Pediatría (2000 AAP)

TRATAMIENTO
El enfoque inicial es similar para todos los pacientes y comienza con
identificación de los factores de riesgo y anticipación al desarrollo de la enfermedad. Los
recién nacidos con riesgo de aspiración meconial deben ser monitorizados en forma
estricta y proporcionar una adecuada oxigenación y ventilación.
Recepción de pacientes con líquido amniótico meconial: Algunos estudios
habían sugerido que la aspiración cuidadosa de las vías aéreas en el momento del
nacimiento reducía la incidencia y gravedad del SALAM. Si se observaba meconio espeso
al coronar la cabeza fetal, el obstetra debía aspirar la boca del neonato con una cánula de
aspiración o una pera de goma. Sin embargo, un estudio multicéntrico en Argentina
encontró que la aspiración intraparto de orofaringe y nasofaringe en pacientes con líquido
amniótico meconial no prevenía el SALAM. (Marcela del Valle Ogas, 2013)
Intubación endotraqueal de rutina: Se encontró que el 56% de los recién
nacidos teñidos de meconio tenían meconio en la tráquea y en un 10% éste se hallaba
debajo de las cuerdas vocales, y recomendaron la intubación traqueal de los recién
nacidos teñidos de meconio para prevenir o disminuir el SALAM grave11. Sin embargo,
es posible que este procedimiento sea complicado e innecesario en recién nacidos
vigorosos. Una revisión sistemática, encontró que la intubación endotraqueal de rutina en
recién nacidos a término, vigorosos y teñidos de meconio no ha mostrado ser superior a
la reanimación de rutina, que incluye la aspiración orofaríngea. Por lo tanto, no puede
recomendarse este procedimiento para los recién nacidos vigorosos hasta que se disponga
de más investigaciones. (Se recomienda solo intubar y aspirar la traquea en recién nacidos
no vigorosos. Grado de evidencia 1a A)
Oxigenoterapia: Aunque en general se considera que una vez establecido el
diagnóstico la PO2 arterial debe ser mantenida en rango de 55 a 90 mm Hg (saturación
mayor de 90) para lograr una adecuada oxigenación tisular y evitar injuria pulmonar que
puede resultar de una administración de oxígeno en altas concentraciones, la estrategia
ventilatoria continúa siendo variada. Aproximadamente el 30% de los recién nacidos con
síndrome de aspiración meconial requieren ventilación mecánica. Su indicación es
hipoxemia severa (PaO2 menor de 60 con FiO2 de 1) o hipercarbia severa (PCO2 mayor
de 55). En pacientes con hipertensión pulmonar persistente se debe usar una ventilación
suave en el manejo inicial. Se puede considerar el uso de ventilación oscilatoria de alta
frecuencia (VAFO) en pacientes que no responden a la ventilación convencional.Aunque
los beneficios de esta terapia no están comprobados30 puede ser útil en el rescate de
pacientes severamente hipoxémicos. Un ensayo clínico demostró en 79 niños que había
una respuesta significativa si se les colocaba a VAFO ante la falla de la ventilación
convencional. (Marcela del Valle Ogas, 2013)
Esteroides: Se supone el SALAM se asocia a una neumonitis química causada
por la bilis, los ácidos biliares y las secreciones pancreáticas que contiene el meconio, por
lo tanto, se ha planteado la hipótesis de que los corticoides pueden ser beneficiosos para
el tratamiento de esta enfermedad por efecto de sus propiedades antiinflamatorias. Sin
embargo, una revisión sistemática encontró que no hay pruebas suficientes para evaluar
el efecto del uso de esteroides en el tratamiento del SALAM (No se recomienda el uso de
esteroides como tratamiento del SALAM, Grado de evidencia 1a A). Para poder
determinar su papel sería necesario realizar un gran estudio controlado y aleatorio que
evalúe los beneficios y daños potenciales.
Surfactante: Otra revisión con 2 ensayos clínicos randomizados (ECR)
encontró que en niños con SALAM, la administración de surfactante puede reducir la
severidad de la enfermedad respiratoria y disminuir el número de niños con fallo
respiratorio progresivo que requieran apoyo con oxigenación por membrana
extracorpórea (OMEC). Entre los criterios de selección de los estudios estuvo que los
niños a término con SALAM requirieran ventilación asistida y administración
intratraqueal de surfactante (natural) (Grado de recomendación 1ª A). No se incluyeron
estudios que utilizaron surfactante diluido para eliminar el meconio de las vías aéreas.
Las principales medidas de resultado que se encontraron fueron disminución en el riesgo
de neumotórax35 y disminución en el número de niños que recibieron OMEC, mientras
que no se encontró diferencia en la mortalidad general.
La eficacia relativa de la terapia surfactante, comparada con, o junto a, otros
enfoques de tratamiento incluyendo óxido nítrico inhalado, ventilación líquida, y
ventilación de alta frecuencia permanece aún sin probar. (Marcela del Valle Ogas, 2013)
FISIOPATOLOGÍA
La emisión de meconio se produce como consecuencia de la estimulación del
sistema nervioso parasimpático que genera un aumento del peristaltismo intestinal y la
relajación del esfínter anal. Aunque no se conocen con exactitud los mecanismos
fisiológicos, o fisiopatológicos, que condicionan la emisión fetal de meconio, los
conocimientos clínicos sugieren que este fenómeno puede producirse en diferentes
circunstancias:
a. Fisiológicamente, a partir de las 24-28 semanas de gestación, como consecuencia
de la estimulación del peristaltismo colónico dependiente de mecanismo
hormonales y neurológicos que comienzan a estar maduros a esta edad
gestacional, controlando la actividad del tracto gastrointestinal y el proceso de
defecación fetal. La dilatación que se demuestra en la porción rectosigmoidal
distal del intestino de los recién nacidos con malformaciones anorectales sustenta
la hipótesis. (Presa, 2007)
b. Como respuesta refleja a la estimulación vagal generada por una compresión
funicular especialmente en fetos maduros, que no tiene porque estar
necesariamente asociada a una situación de asfixia fetal.
Ante una situación de hipoxia fetal. La centralización del flujo, que se produce
como respuesta compensadora ante la hipoxia fetal, conlleva una vasoconstricción
en el área intestinal, un aumento del peristaltismo, la relajación del esfínter anal y
finalmente la expulsión de meconio.

Teniendo en cuenta los diferentes mecanismos que pueden condicionar la


emisión de meconio, se explica que la presencia de líquido amniótico teñido no implique
necesariamente la existencia de una hipoxia y no deba interpretarse aisladamente como
un signo inequívoco de compromiso fetal, sino como signo de alerta. Además, su valor
pronóstico es mayor si se observa en la gestación que intraparto, momento este en el que
los falsos positivos y negativos son elevados. Por contrapartida, tampoco en todos los
casos de sufrimiento del feto, en especial en fases iniciales, aparece el meconio.
Así pues, la presencia de meconio es un signo sumamente falaz que sólo tiene
un valor orientativo y de presunción, en especial cuando aparece en forma de grumos, ya
que, si está disuelto en el líquido amniótico, confiriendo a éste una coloración verde,
significa que su expulsión por el feto data de más de 24 horas, traduciendo un periodo de
hipoxia anterior. (Presa, 2007)
EPIDEMIOLOGIA
La presencia de líquido amniótico manchado de meconio ocurre en 12 a 14 por ciento de
los partos. El SALAM, asociado a la aspiración de meconio en las vías aéreas fetales,
ocurre en solo el 11% a 5% ciento de estos neonatos. Este ocurre con mayor frecuencia
en recién nacidos que son postmaduros y pequeños para la edad gestacional. La anomalía
en el ritmo de los latidos cardíacos fetales se asocia a un aumento de 5,4 veces el riesgo
de que se presente meconio en el líquido amniótico. De los infantes que desarrollan
SALAM, el 4 por ciento fallece, constituyendo el 2 por ciento de todas las muertes
perinatales. Los recién nacidos varones tienen una mayor predisposición a padecerlo.
(Presa, 2007)
FACTORES DE REIESGO PARA SAM.
1. Hipoxia aguda intraparto.
2. Hipoxia perinatal crónica.
3. Frecuencia cardiaca fetal anormal.
4. Recién nacidos pequeños para la edad gestacional.
5. Perfil biofísico igual o menor a 6.
6. Historia materna:
a) Embarazo prolongado.
b) Preeclampsia – eclampsia.
c) Hipertensión materna.
d) Diabetes mellitus materna.
e) Tabaquismo importante, enfermedad respiratoria crónica o enfermedad
cardiovascular de la madre.
f) Hemorragia materna, hipotensión.
g) Abruptio placentario.
h) Insuficiencia placentaria crónica. (Norka Cabrera Beltrán, 2005)

MANEJO DEL SALAM


Prevención y diagnóstico
La mejor alternativa se basa en la identificación de los factores de riesgo y la
monitorización estricta fetal3,4,11.
La mayor reducción de la incidencia del SALAM se ha visto con las siguientes
medidas: reducción de partos postérmino (sobre todo >41 sem), mejor diagnóstico y
manejo de patrones no reactivos de frecuencia cardíaca fetal (FCF), menos RN con Apgar
bajo y mayor uso de amnioinfusión intraparto en casos seleccionados
(Marta Blasco, 2012)

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