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Una amplia gama de factores heredados y adquiridos influyen en la probabilidad de infección y

enfermedad grave de una persona con malaria. La hipótesis de Haldane que sugiere que las
condiciones heredadas de glóbulos rojos humanos reflejan una protección evolutiva contra la malaria
sigue siendo confirmada y reactualizada. (1)
Estudios importantes que combinan datos clínicos de miles de pacientes y controles con métodos de
secuenciación avanzados han confirmado el papel protector de las variantes estructurales de la β-
globina contra la malaria grave, la variante de HbS (en forma heterocigótica que causa el rasgo de
células falciformes) reduciendo el riesgo de enfermedad grave la malaria por diez veces, y la variante
de HbC de África occidental en menor medida. Aún debe surgir un consenso sobre el mecanismo de
protección, aunque probablemente esté involucrada la supresión de la multiplicación de parásitos
dada la protección contra la malaria cerebral y la anemia grave. (2,3)
El efecto protector de la deficiencia de G6PD ligada al X, la enzimopatía humana hereditaria más
común, contra el P. falciparum parece complejo. El alelo A es común en muchas partes de África, y los
hemicigotos masculinos y los heterocigotos femeninos tienen un riesgo reducido de malaria cerebral,
pero los hemizigotos masculinos y los homocigotos femeninos tienen un mayor riesgo de anemia
palúdica grave. En Asia, la deficiencia de G6PD protege contra la malaria vivax. (4)

Las diferencias genéticas en las proteínas de la superficie de las células rojas también influyen en la
malaria. Se sabe desde hace mucho tiempo que los individuos negativos para el receptor de antígeno
Duffy para las quimiocinas son resistentes a P. vivax y P. knowlesi, que invaden preferentemente los
reticulocitos a través de su proteína de unión Duffy. Esta protección ha resultado no ser absoluta; los
informes de malaria vivax en individuos negativos a Duffy indican que los ligandos alternativos
pueden mediar la invasión. Sin embargo, la malaria por vivax clínica sigue siendo rara en países
donde la población es completamente negativa a Duffy (la mayor parte del África subsahariana).
Otras familias de proteínas de la superficie de los glóbulos rojos también influyen en la infección de
la malaria, con individuos de grupo sanguíneo O relativamente protegidos contra el paludismo grave
por falciparum y aquellos con el grupo B en mayor riesgo. En 2017, una reorganización compleja en
el sistema de grupos de sangre polimórfico MNS (haplotipo DUP4) se demostró que la producción de
proteínas híbridas de glicoforina está asociada con la protección contra la malaria grave en África
oriental. (5)

1. OPARIN, Alesksandr I.; HALDANE, John Burdon Sanderson. L'origen de la vida.


Universitat de València, 2006.
2. CABRERA ZAMORA, Maritza Margarita. Malaria and hemoglobin S: resistance or
protection?. MediSur, 2018, vol. 16, no 4, p. 504-510.
3. GASPARINI, Nehuen P., et al. SÍNDROME DREPANOCÍTICO. ASOCIACIÓN DE
HEMOGLOBINA SY β TALASEMIA. Medicina (Buenos Aires), 2016, vol. 76, no 6.
4. INESTROZA, Miguel Ángel Zúñiga; FONTECHA, Gustavo A. Impacto de la deficiencia
de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa en individuos de zonas endémicas de
malaria. Portal de la Ciencia, 2015, p. 45-58.
5. KAUR, Hargobinder; SEHGAL, Rakesh; RANI, Sofia. Duffy antigen receptor for
chemokines (DARC) and susceptibility to Plasmodium vivax malaria. Parasitology
International, 2019.

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