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EDUCAR PARA PROMOVER CONDUCTAS ASERTIVAS ANTE

MOVIMIENTOS TELÚRICOS A TRAVÉS DEL DESARROLLO DE


PROYECTOS EDUCATIVOS INTEGRALES COMUNITARIOS (PEIC) EN
TODOS LOS NIVELES Y MODALIDADES DEL SISTEMA EDUCATIVO
VENEZOLANO

INTRODUCCIÓN

Los fenómenos naturales que dan origen a los desastres siempre han existido.
Los sucesos acaecidos en los últimos tiempos en el mundo, especialmente en
Venezuela por efecto de los desastres naturales, entre ellos los sismos, han puesto
sobre alerta a la sociedad y en especial a la sociedad educativa, por considerarse que
la educación desempeñan un papel clave para sensibilizar al colectivo y prepararlo
adecuadamente.

Los eventos sísmicos representan uno de los mayores riesgos potenciales en


Venezuela en la actualidad, aproximadamente un 80% de la población vive en zonas
de alta amenaza sísmica. Venezuela es un país de moderada a alta sismicidad lo que
aumenta la preocupación del colectivo.

Reducir el riesgo en eventos sísmicos implica prevenir la actuación ante


eventos sísmicos; pero también, implica la formación más que la información de la
población en la construcción de conductas preventivas que permitan reducir su
vulnerabilidad.

En tal sentido, la presente investigación tiene por objetivo diseñar un


programa educativo, orientado a desarrollar conductas preventivas ante los desastres
naturales como el sismo, a través de las estrategias metodológicas del proyecto
Educativo Integral Comunitario, promoviendo la posibilidad de reducir el impacto
sísmico, disminuyendo la vulnerabilidad. La intensión es aportar sugerencias
relacionadas con el planeamiento curricular en materia de desastres y su prevención,
de acuerdo a las necesidades poblacionales reales.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Esta iniciativa se fundamenta en material informativo, de sensibilización y


educativo de instituciones internacionales especialistas en el campo que han sido
adaptadas a las necesidades venezolanas.

Una acción continua de todos los actores sociales puede contribuir a cambiar
la tendencia de vulnerabilidad del país, en cuanto a eventos sísmicos se refiere y las
instituciones educativas muy especialmente, sea cual fuere su modalidad académica,
desempeñan un papeles esenciales en este proceso, ya que mediante actividades
educativas que prevean la participación de su comunidad, se puede aumentar la
sensibilización pública sobre los riesgos y motivar a los demás para que tomen
medidas de protección.

La Secretaría del Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres


Naturales de la Organización de las Naciones Unidas publicó en 1995 el folleto de
actividades didácticas “Conozcamos los Desastres Naturales”, destinado a
complementar los materiales existentes en las escuelas de los países miembros de la
Organización de los Estados Americanos (OEA)

La publicación mencionada contiene actividades basadas en juegos y


proyectos, como estrategias didácticas, dirigidas a niños entre ocho y doce años de
edad quienes pueden aumentar la sensibilización pública sobre los riesgos, motivando
a su comunidad a tomar medidas de protección y aprender desde temprana edad a
respetar el medio ambiente. De allí que está destinado a que los estudiantes:

 Comprendan las fuerzas naturales presentes en el medio ambiente, y cómo


proteger los elementos importantes para el funcionamiento de nuestras
sociedades;
 Consideren qué tipo de contribuciones puedan realizar en sus poblaciones
mediante la participación en la prevención de las catástrofes y las actividades
de preparación.
 Intercambiar ideas con otros niños de todo el mundo, con el fin de aumentar
su propia seguridad y la de su colectividad.

De acuerdo a los objetivos señalados, las actividades didácticas del folleto


Conozcamos los Desastres Naturales, tiene por objeto informar a las personas lo que
pueden hacer y cómo se pueden preparar para aumentar su seguridad en casos de
catástrofe. En consecuencia los modos de evitarlas y de aminorar sus consecuencias
son algo que hasta los estudiantes más jóvenes pueden comprender y aplicar
fácilmente.

Las técnicas de autoprotección ciudadana, son planes de atención ante


emergencias y desastres naturales, como los simulacros de desalojo prácticas que
aplican funcionarios especializados en escuelas y liceos, ante eventos sísmicos en la
entidad oriental. Esta cultura preventiva no sólo se refiere a cómo actuar ante
movimientos telúricos, sino también ante desastres naturales a causa de inundaciones,
vientos fuertes, accidentes de tránsito e incendios, entre otras emergencias.

Para ello se realizó una investigación de tipo descriptiva, apoyada en un


estudio de campo, con la finalidad de obtener a través de un instrumento con diseño
encuesta los datos que medirían las variables del estudio, con la tarea de formar
consciencia debe empezar desde la escuela primaria, para que los niños sirvan de
vehículos del conocimiento.

El planteamiento anterior conduce a considerar en esta investigación, que el


desarrollo de una cultura de prevención, pudiera canalizarse a través de la educación
antisísmica con actividades que prevean la participación de su comunidad a través del
desarrollo de Proyectos Educativos Integrales Comunitarios, creando conciencia de la
realidad y respuestas asertivas en el momento de los hechos, con el propósito
fundamental de diseñar un programa educativo dirigido a promover conductas
preventivas ante movimientos telúricos aplicables como estrategia fundamental en
instituciones educativas del ciclo básico. Esta situación conlleva a preguntarse:

¿Cuál es el grado de conocimiento preventivo que posee la comunidad ante una


amenaza sísmica?

¿EL desarrollo de un programa estratégico ante amenazas sísmicas contribuirá a


promover en los ciudadanos conductas previas, durante y después de un terremoto?

¿La metodología implementada al proyecto estratégico para promover conductas


preventivas ante desastres naturales en instituciones educativas promoverá conductas
asertivas ante movimientos telúricos?

¿Es factible la aplicación del programa en todo el territorio nacional y en todos los
niveles y modalidades del sistema educativo venezolano?

Es decir es posible promover un cambio de actitudes y conductas en función


de un cambio social. Esto no es lo mismo que agregar algo a los hábitos ya existentes,
sino que implica desarraigar conductas inapropiadas para construir otras. Estas
conductas apropiadas pueden propender a desarrollar la capacidad de evaluación
racional de situaciones peligrosas antes y después de sismo y a actuar por
condicionamiento durante la ocurrencia del fenómeno.

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

GENERAL

Desarrollar un programa educativo dirigido a promover conductas asertivas


ante movimientos telúricos a través del desarrollo de Proyectos Educativos Integrales
Comunitarios (PEIC) en instituciones de educación de todos los niveles y
modalidades del sistema educativo venezolano

ESPECÍFICOS

 Analizar el grado de conocimiento preventivo que poseen la Comunidad Educativa


ante una amenaza sísmica.
 Definir y adaptar a la realidad circundante la metodología PEIC en concordancia
con el Plan de Actividades “Conozcamos los Desastres Naturales”.
 Desarrollar un programa estratégico ante amenazas sísmicas dirigido a la
comunidad educativa que contribuya a promover en conductas asertivas, durante y
después de un terremoto.
 Considerar la metodología implementada al proyecto estratégico para promover
conductas asertivas ante movimientos telúricos en instituciones educativas.
JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

Esta investigación sustenta su relevancia en la necesidad de sensibilizar a la


población venezolana des de sus bases; es decir; des de la infancia, en tomar las
medidas de prevención necesarias para minimizar los peligros de los fenómenos
naturales; y especialmente de los sismos ya que el país está catalogado como de alto
riesgo sísmico. De igual manera se considera que es a través del Proyecto Educativos
Integral Comunitario la mejor estrategia que permite involucrar a la comunidad
educativa en general a las actividades realizadas por a fin de promocionar la
prevención ante un sismo; considerando que donde se encuentra localizada la
comunidad en estudio es considerada una zona sísmica. En este sentido el estudio
representa un aporte educativo que brinda información tanto a docentes, como a
estudiantes, padres y representantes, pues contiene las estrategias, actividades y
recursos utilizables en cualquier ambiente dirigido a formar y desarrollar conciencia
preventiva y asertiva.

En este orden de ideas, el estudio se proyecta al contexto social que circunda


la escuela al proponer la observación y análisis de la comunidad como una de las
actividades básicas del plan educativo de desastres naturales, por lo que la
investigación tiene relevancia social.

ALCANCES Y LIMITACIONES

ALCANCE

La presente investigación está dirigida a desarrollar un programa de


actividades escolares a través del Proyecto Educativos Integral Comunitario, como
estrategia para instaurar conductas preventivas y asertivas en materia de desastres
naturales en comunidades educativas.
Dentro de este contexto, el estudio aportaría elementos básicos para que las
instituciones elaboren planes que la cultura de prevención en cuantos movimientos
telúricos se refiere. Así mismo, el programa de actividades de esta investigación
serviría de modelo para que los docentes desarrollen otras estrategias e involucren en
su ejecución a la comunidad.

LIMITACIONES

Las limitaciones de los estudios concentraron en la obtención de antecedentes


de estudios previos que involucraron la variable referida a conductas preventivas ante
los desastres naturales, ya que muy pocas tesis sobre educación sísmica aplicada en
escuelas fueron encontradas; aun cuando la historia sísmica del país nos revela que
los resultados de pérdidas humanas más relevantes son contabilizadas en instituciones
educativas.

CONCLUSIONES

El vínculo entre lo individual y lo social no se produce de manera "directa".


Es mediatizado por diversos sujetos colectivos cuyas diferencias no son únicamente
"de tamaño", ya que cada uno de ellos tiene particularidades definitorias y procesos
dinámicos propios, que les imprimen posibilidades diferentes en la producción social
de la realidad.

Estos sujetos colectivos se constituyen en actores sociales cuando sus


integrantes desarrollan intereses comunes y los expresan en su movilización activa,
para lo cual requieren una identidad, un “nosotros” que les permita autorreconocerse
para dar consistencia y continuidad a su acción.
La constitución de todo actor social es entonces un proceso dinámico, en que
incluso puede reconocerse una fase, previa a la acción colectiva, en que la identidad
colectiva se encuentra en formación.

En el abordaje de la problemática planteada por los desastres y su prevención,


el uso indiscriminado del término “población” muchas veces oscurece la necesidad de
identificar y conocer con mayor claridad los actores sociales, actuales o potenciales,
cuya actuación es decisiva en el enfrentamiento de los riesgos, ya que pueden actuar
como sujetos de cambio en la lucha contra la vulnerabilidad social y,
contradictoriamente, reproducirla y profundizarla.

La prevención es una conducta que debe ser desarrollada en el hombre para


preservar su entorno y su supervivencia. Es por esto, que ante su vulnerabilidad a los
desastres naturales; y en especial los sismos, es imprescindible desarrollarla desde la
infancia, de modo que sean los escolares quienes logren, de modo alguno, sensibilizar
a la familia, a la comunidad a tomar las medidas necesarias.

Por lo tanto la competencia desarrollada en está investigaciones se refleja en


mejorar el manejo de información, la capacidad de identificar información
relevante sobre sismos, asimismo formar una actitud preventiva ante estos desastres
y enfatizar en el conocimiento conceptual y practico de los mismos, concluyendo:

 Presentar un Programa de Actividades Didácticas dirigida a promover conductas


asertivas ante los eventos naturales como los sismos, pudiendo ser desarrollado
mediante la metodología de Proyectos Educativos Integrales Comunitarios.
 La sensibilización a estos eventos se canaliza a través del problema como el
elemento de la metodología señalada, que permite convertir las preguntas o
incógnitas del tema en problemas susceptibles a ser resueltos.
 Las actividades didácticas diseñadas para cumplir el propósito de la
investigación, se desarrollan dentro del conjunto del Plan de Acción de la
metodología de proyectos, pues permite recabar y organizar la información a
través de la investigación de fuentes directas y secundarias, y permite, además,
desarrollar las actividades de juego, observación y conocimiento de la realidad
que circunda la localidad sujeta a cualquier eventualidad catastrófica.
 La evaluación como parte del proyecto pedagógico permitió determinar la actitud
preventiva desarrollada en los sujetos estudiados al verificar estos lo aprendido y
los conocimientos que debían ser tratados con mayor profundidad.
 El Plan de Actividades Didácticas conozca los Desastres Naturales incide en el
desarrollo de actitudes preventivas contra las respuestas a las medidas antes,
durante y después de un desastre natural como favorables según la escala de
significación seleccionada para el estudio.

Se reconoce que el sismo genera situaciones de peligro extremo en los


individuos y el peligro reduce el funcionamiento cognitivo humano, especialmente en
personas sin experiencia. Asimismo los estados de ánimo influyen en las estrategias
cognitivas, y esto repercute sobre juicios y acciones inherentes al sujeto; la gente
tiende a suprimir el miedo cuando se aproximan a situaciones peligrosas, si tienen
experiencia en tales situaciones.

De ahí la importancia de una didáctica que pueda crear condiciones que faciliten
a los niños, desde su infancia y desde su singularidad personal, un acceso al tema
sismo, que minimice las connotaciones negativas que podrían generar rechazo desde
una edad temprana.
RECOMENDACIONES

La prevención de desastres es un campo abierto a toda organización,


cualquiera sea su tamaño y recursos, porque, en virtud de ciertas características
propias de su estructura y dinámica identidad y permanencia, ordenamiento interno,
asimilación de una normatividad cotidianamente practicada, vínculos
interorganizacionales y sociales les confieren importantes posibilidades y
oportunidades para contribuir a esta tarea.

Los modos de vida se han vuelto repentinamente inadecuados, incapaces de


protegerlo de las vicisitudes del medio ambiente. Sin embargo, es la cultura de cada
persona la que gobierna sus interacciones con sus semejantes y con el medio. Cuando
ocurre un desastre, muchas de las normas y valores que son parte de una cultura dejan
de ser útiles para satisfacer las necesidades que se originan. El desastre altera las
percepciones de la sociedad y las reglas que rigen el comportamiento diario.

Muchos especialistas han llegado a sugerir que se desarrolla una “cultura del
desastre”, que reemplaza provisionalmente las normas y valores vigentes por otros
más apropiados para satisfacer la necesidad de alimentos, refugio y recuperación,
nacida de la catástrofe”. Por estas razones, para consolidar las capacidades de una
población para enfrentar las distintas fases de un desastre se requiere ir más allá de la
adquisición de respuestas o de la asimilación de ciertas pautas de conducta segura o
de ayuda mutua. Es fundamental que los sujetos individuales y colectivos logren la
asimilación de representaciones lúcidas sobre el riesgo como dimensión de una
realidad total, sobre las formas sociales y significado de la solidaridad y, muy
especialmente, sobre las transformaciones objetivas y subjetivas que se requieren para
reducir o eliminar los diversos factores de vulnerabilidad.
Cuando se trata de la promoción de acciones preventivas, los resultados sólo
son apreciables a largo plazo. Plantear estrategias para reducir la vulnerabilidad de la
población implica invertir para el futuro. El sismo, este fenómeno imprevisible, podrá
sorprendernos en cualquier momento. Será entonces cuando podremos evaluar con
exactitud la magnitud del impacto generado.

El sismo es sistemáticamente negado en todos los niveles, lo que queda


evidenciado por la ausencia de conductas preventivas, tanto en el ámbito escolar
como familiar. Nuestros niños conviven diariamente con el peligro de la
desinformación, librados a sus propios instintos a la hora de producirse un sismo.

Se sugiere a todas las instancias educativas a tomar acciones definitivas en el


asunto y abrir espacios de reflexión y conocimiento.

En consecuencia, la participación responsable de los diferentes sectores


ligados al quehacer educativo, en la prevención de desastres o en cualquier otra
iniciativa común, no será plenamente posible sin que los establecimientos escolares
se consoliden como ámbitos propicios para el desarrollo de comunidades educativas.
Para esto es necesario superar una serie de limitaciones típicas de los sistemas
educativos, como la insuficiente injerencia de las familias, muchas veces
"niñificadas" mediante ciertos estilos pseudoarticipativos frecuentemente practicados
por los centros de enseñanza, que los convierten en una especien de alumnado adulto
paralelo.

María G. De Abreu La R.
Enero, 2013.

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