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República Bolivariana de Venezuela

Diócesis de La Guaira

Seminario San Pedro Apóstol

Propedéutico

Introducción a la liturgia

Consideraciones sobre la Sagrada Liturgia

Profesor: Alumno: Pbro.


Wuilliam Vásquez Johan Moreno C.I.: 27.042.503
Macuto, marzo 2019

1. Aportes principales de la Sacrosanctum Concilium:

Esta Constitución surge por la gran inquietud de los prelados y sacerdotes en cuanto a lo
referente al ejercicio del sacerdocio de Jesucristo en la Iglesia (su Cuerpo Místico), ya que
se encontró en la necesidad de dar respuesta a urgencias pastorales, dando así la oportuna
revisión y adaptación de un buen número de prescripciones y normativas relativas al
desarrollo del culto divino en cuanto a los modos, formas, instancias y disposiciones
generales de celebración. Además de esclarecer los principios conceptuales de la sagrada
liturgia y su preponderancia en la formación de los clérigos, animándolos a descubrir su
esencia no sólo decorosa ni impositiva, sino fundamentada por razones bíblicas bien sabidas
que con su interiorización, logra recrear con perfección y piedad la obra de Jesús en el mundo
para la gloria de Dios y la santificación de los hombres.

Aportes:

Concebir la sagrada liturgia como fuente y culmen de toda actividad de la Iglesia. Como
fuente, ya que esta fue primeramente revelada y perfeccionada por Jesús para atraer a
todos los hombres al seno de su Cuerpo, haciéndolos hijos mediante la gracia que se derrama
en cada rito y heredada a los apóstoles, constituyendo así, el designio de actualización
constante y de difusión universal del verdadero homenaje de alabanza a Dios y expresión
religiosa por parte del hombre en comunidad devota. Y como culmen, porque ella constituye
el anticipo acertado o la primera experiencia humano-colectiva de la adoración celestial
eterna que Jesús, como liturgo y sujeto primario de la liturgia, ofrece al Padre en el Cielo
para la continua santificación de su Iglesia.

El deseo de participación activa y disposición anímica coherentes a las ceremonias


litúrgicas. Para ello se les invita a los fieles a comprender las bases históricas, tradicionales,
teológicas y espirituales de la liturgia como medio de comunicación vital entre el pueblo de
Dios y su Creador, promoviendo la adecuada enseñanza y abordaje en los seminarios de
la asignatura de liturgia, con el fin de lograr comprender el trasfondo dogmático de los
signos, oraciones, invocaciones, posturas, gestos, acompañamiento musical, ornato y demás
detalles que inciden y dan cabida al rito correctamente efectuado, además de invitar a
recordar que cada miembro de la Iglesia tiene una participación particular y función
determinada en la vivencia y celebración de estos misterios que hacen del rito una fiesta
de gracia y bendición para los fieles, siempre y cuando, se viva de forma interior como una
necesidad expresiva del espíritu y llamamiento de contacto amoroso para con su Redentor y
Creador en calidad adorativa:

“La adoración es el reconocimiento, lleno de admiración, podríamos decir incluso de


éxtasis, (porque nos lleva a salir de nosotros mismos y de nuestro pequeño mundo), del
infinito poder de Dios, de su incomprensible majestad, y de su amor sin límite que nos
ofrece de manera totalmente gratuita, de su omnipotente y providente señorío.
Consecuentemente, la adoración lleva a la reunificación del hombre y de la creación con
Dios, al abandono del estado de separación, de aparente autonomía, a la pérdida de uno
mismo, que es la única manera de ganarse a uno mismo.” 1

El empleo parcial o total de la lengua vernácula en las celebraciones populares de los


sacramentos y sacramentales para una mejor adhesión a la naturaleza del rito en los fieles
y celebrantes.

La disposición receptiva y conforme al ajuste de la liturgia la cual promueve y difunde las


costumbres autóctonas de los pueblos, en especial las zonas de evangelización y misión con
el objetivo de compenetrar el culto divino y la cultura.

Revisión y adaptación de libros rituales de los sacramentos, destacando la esencia de cada


uno de ellos para una mejor claridad y entendimiento del deber que ameritan y las
gracias que imprimen u otorgan.

Instituciones que promueven el apostolado litúrgico, como los son la comisión de sagrada
liturgia que presenta los sub-comisiones de música sacra y arte litúrgico, para una mayor
profundización y majestuosidad en lo referente a símbolos que reflejen realidades
sobrenaturales importantes, como también el acompañamiento coral e instrumental de las
ceremonias, haciendo de la liturgia, un recinto de esplendor y presentación solemne de los
talentos del pueblo de Dios, sosteniéndola e inspirándola a una contemplación exhaustiva y
su debido seguimiento en conocer su fundamentación, sea bíblica, teológica, espiritual o

1
Marini, Guido, Introducción al Espíritu de la Liturgia, 2010,
cultural de estos elementos, evitando así que pueda malinterpretarse como actos de carácter
teatral, suntuosos, exclusivista o arbitrario:

“Porque la belleza de la liturgia no es una ‘decoración’ adicional, sino un índice de la


verdad y de la bondad de la fe católica. Por lo tanto, una liturgia llana y desagradable es
casi siempre una indicación de superficialidad doctrinal y laxitud moral también. Porque
la liturgia no es algo añadido a la doctrina y a la moralidad, credo y código, desde fuera;
es el mismo credo y código, fe y obras, verdad y bondad, hechos visibles” 2

La posibilidad de los presbíteros de concelebrar en determinadas solemnidades. Además


de dejar a jurisdicción del Ordinario las normativas y disposiciones de casos de
concelebración, para ello se invitan a las conferencias episcopales, la modificación del Misal
romano y Pontifical en dichos casos.

Adaptaciones del Oficio Divino, revisión del Salterio, aclaraciones sobre las obligaciones
de los consagrados para con este ministerio orante, cambios en su contenido textual
seleccionando fragmentos de la sagrada escritura, himnos y cánticos articulados para una
mejor alabanza y piedad, revisión de las rúbricas y dar algunas aclaraciones sobre la
naturaleza y función contemplativa-deprecativa de esta.

La revisión del año litúrgico, siendo esta mejor compactada y distribuidas en función de
los misterios, fiestas y solemnidades que la Iglesia ha de celebrar y conmemorar de forma
propiamente ordenada.

2. Aspectos que la Iglesia de hoy debe profundizar en materia de liturgia:

En primer lugar se debe considerar que cada nación y diócesis tienen diversas formas de
expresión cultual, una jerarquización distinta de sus prioridades en el ámbito litúrgico y
maneras particulares de llevar a cabo estas prácticas.

Opino que la educación litúrgica se debe impartir con más detenimiento y profundización
en las oportunidades que tengan los pastores de almas, formando más a la grey del Señor que
cada gesto, postura, proporción, ademán, decoración, etc. tiene un propósito que la Iglesia lo

2
Kreeft, Peter, ¿Cómo rezan los católicos?: Introducción a la liturgia católica, New Haven, Cristianismo
Católico, 2001, p. 26
toma como especial, histórico y común (o estándar) en cada celebración. Para ello debemos
de aislarla y ulteriormente conjugarla con los demás ámbitos teológicos de la Iglesia:

“La liturgia es una ciencia teológica autónoma, con objeto propio: el culto establecido por
Cristo y la Iglesia; y tiene su método histórico-exegético también propio. Se distingue de
la teología pastoral, que en estos últimos tiempos ha llegado a constituir una rama especial
de la teología; tiene una orientación práctica y aprovecha los datos que le suministran otras
ciencias teológicas, para dar un fundamento científico a la cura de almas. Lo mismo que
otras disciplinas teológicas, tiene también la liturgia una tendencia práctica, por cuanto
instiga al sacerdote a realizar los actos litúrgicos con toda dignidad y comprensión, y le
comunica los conocimientos necesarios para instruir a su vez al pueblo en las cosas de la
liturgia.”3

La fusión de la liturgia con la cultura del lugar la considero como uno de los baluartes
más genuinos de expresión espiritual de colectividad en adoración, la cual la Iglesia debería
proteger, conservar y resguardar. Además de contar con una comisión de Pastoral Litúrgica
que se encargue de explicitar a los cristianos extranjeros las costumbres particulares con
su trasfondo de alabanza interna y comunión con Dios que desea ser alabado con las
formas más auténticas de cada región del mundo, promoviendo así una especie de
identidad litúrgica o tesoro de manifestación viva y participativa de toda la comunidad
convocada como una joya histórica de la presencia universal del Señor.

La iniciativa de una adoración juvenil propia en la Iglesia, incorporando a la liturgia


elementos acompañantes que el joven de hoy requiera, con su debida concesión, para la
búsqueda de un encuentro único con el Señor. La liturgia debería compactarse a las formas
de evocación espiritual juvenil, ya que los jóvenes podremos disfrutar y entender la
naturaleza de los sacramentos y sus efectos en nuestras almas.

La iniciativa a designar una comisión para la creación y revisión de textos rituales propios
de cada nación.

3. Importancia de la formación litúrgica del seminarista.

La sagrada liturgia es lo que un seminarista debería cultivar en su corazón ya que poco a


poco se configura con Cristo el buen pastor y Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza. La
liturgia para los seminaristas jóvenes resulta como el primer atractivo que nota en la actividad

3
Eisenhofer, Ludwig, Compendio de liturgia católica, Barcelona, Herder, 1963, p. 26
de la Iglesia y vive maquineando: ¿cómo se debe sentir aquello?, ya que nuestro espíritu nos
lleva a adentrarnos en el mundo de las oraciones, súplicas, dispensación de la gracia y de ese
servicio público itinerante y apasionante; todo aquello se vuelve para nosotros una curiosidad
que el mismo Cristo nos despierta por medio del Espíritu Santo y que interiorizamos
inicialmente como una ilusión del querer hacer, pero con el tiempo se convierte en el deber
inherente de la vocación que hace de la liturgia el ejercicio de actualizar el recuerdo del
amor que Dios nos tiene, al cual atendemos con entrega viva por hacernos partícipes más
íntima y corresponsablemente de ese plan salvífico universal. Respetando sus condiciones,
cohesionándonos con sus prescripciones, meditando su estructura, viviendo cada misterio
con la intención de conjugar nuestra existencia como una oblación para que Dios actúe, ya
que representamos a Cristo el Señor, en el mundo de forma digna, honorable y bien sabida
es la certera consideración de su valor nutritivo para nuestro espíritu de futuros pastores:

"Puesto que han de configurarse por la sagrada ordenación a Cristo Sacerdote,


acostúmbrense a unirse a Él, como amigos, en íntimo consorcio de vida. Vivan el misterio
pascual de Cristo de tal manera que sepan unificar en él al pueblo que ha de
encomendárseles. Enséñeseles a buscar a Cristo en la meditación fiel de la palabra de Dios,
en la íntima comunicación con los sacrosantos misterios de la Iglesia, sobre todo en la
Eucaristía y en el Oficio Divino."4

4. Terminología litúrgica:

Liturgia: es la acción sagrada por la cual ritualmente se ejerce siempre y se realiza en la


Iglesia y por medio de la Iglesia, la obra sacerdotal de Cristo, de la santificación de los
hombres y de la glorificación de Dios.5

Culto: es el ejercicio de la religión con relación inmediata a Dios.”

Celebración: es el momento expresivo simbólico, ritual y sacramental en el que la liturgia se


hace acto que evoca y hace presente, mediante “palabras y gestos”, la salvación realizada por
Dios en Jesucristo con el poder del Espíritu Santo.6

Signo:

4
Concilio Vaticano II, Decreto Optatam Totius, Lima, Paulinas y EPICONSA, 2007, p. 403, n° 8
5
Azcarate, Andrés, La flor de la liturgia renovada, Buenos Aires, 1979, p.6
6
AAVV, Manual de liturgia, Juventud y Familia Misionera, p. 20
“es una cosa que, además de la forma propia que imprime en los sentidos, lleva al conocimiento de
otra distinta en sí. En el signo se verifican algunas de estas condiciones: a) ser distinto del significado, que está
más allá del significante; b) depender de alguna manera del significado y, por tanto, ser menos perfecto que
éste; c) guardar alguna relación de semejanza con el significado y ser, a la vez, desemejante; y d) ser más
conocido que el significado. El valor de un signo depende precisamente de estas condiciones.”7

Símbolo: La palabra símbolo (del griego: sym-bállo, juntar) entraña la idea de reunir dos
cosas o dos fragmentos de una cosa que, unidos, permiten un reconocimiento. En este sentido,
mediante el símbolo se reconstruye una situación anterior que ha quedado suspendida o que
se prolonga.8

Misterio: ceremonia de culto sagrado.9

Mistagogía: es la introducción al misterio cristiano, más allá de la simple instrucción


doctrinal.10

5. Diferenciación entre lo que es liturgia y lo que no lo es.

En la Iglesia existen muchas actividades dirigidas con la intención de dar a cada ser humano
la búsqueda de Dios y la sólida esperanza de la vida eterna, pero entre ellas mismas existen
las que podemos contrastar entre liturgia y no liturgia, sin embargo no quiere decir que estas
estando desligadas a la sagrada liturgia sean ineficaces en el proyecto benevolente de Dios.
Se busca concebir e inferir de muchas formas internamente como:

"- La manifestación pública de la indefectible santidad de la Iglesia, y uno de los más


preclaros signos de su Divino origen;
clamor que brota de su corazón hacia el Padre movido por el Espíritu Santo;
- la perfecta alabanza y la adoración en espíritu y en verdad, que Cristo tributa a Dios todo
honor y gloria;
- el instrumento siempre eficaz para purificar y santificar a los hombres;
- el método pedagógico más apto y universal con que la Iglesia enseña y forma a sus hijos;
- la luminosa y deliciosa contemplación de todo el tesoro de la Revelación;
- no sólo una forma muy eficaz del apostolado de acción, sino también el método más
amplio y seguro del apostolado de la oración;

7
López, Julián, La Liturgia de la Iglesia, Madrid, BAC, 1996, p. 142
8
Idem
9
Diccionario Español, RAE
10
Diccionario de términos litúrgicos
- finalmente, el un anticipo de la eterna alabanza celeste, con la cual constituye un culto
único y a la cual tiende incesantemente como a su término."11

Liturgia es todo aquello que reúne 3 características importantes:

-Latría, adoración, alabanza, glorificación hacia la Santísima Trinidad y por consiguiente


presencia de ella misma, expresada desde el interior del hombre (facultades espirituales de
reverencia y sumisión) al exterior (movimientos, posturas, gestos, procedimientos, uso de
objetos para acciones sagradas, oraciones, doxologías). De acuerdo a esto se presenta un
conjunto de sustancias sensibles que significan determinadas realidades sobrenaturales
encriptadas de sus notables accidentes.

-Colectividad, quiere decir asistencia conjunta participativa y plenamente consciente,


parcial o total de los miembros de la Iglesia la cual convoca a todos los hombres a la unión
para celebrar los misterios, perseverando y permaneciendo en comunidad de fieles hasta
llegar hacia la patria celestial eterna.

-Institucionalidad, en parte inmutable y divina por medio de Jesucristo Sumo Sacerdote el


cual designa a sus sucesores acciones determinadas para vivir correctamente en su gracia y
solemne presencia, y en parte adaptable por parte de la Iglesia que discierne, selecciona,
ordena, aborda e incorpora todos aquellos actos, símbolos, elementos temporales y
espaciales, detalles, formas de participación y procedimientos; propicios y convenientes para
este fin.

Por ende actividades como misionología, evangelización o catequesis no son del todo
tildadas como liturgia, no obstante dichos esfuerzos incesantes tienden a ella, al
entendimiento de su estructura y elementos eficientemente establecidos. Aunque no sea
considerado objetivamente la categorización correcta de lo que pueda conformar la liturgia,
el hombre en senderos de la santidad puede deglutir y distinguir las verdades litúrgicas, ya
que, el que está más cerca de Él sabrá mucho mejor como desea ser alabado y como anhela
estar con el hombre en cada una de sus acciones cotidianas y espirituales: “Ahora bien, el hombre
se vuelve ordenadamente a Dios cuando reconoce su suprema majestad y su supremo magisterio, cuando

11
Azcarate, Andrés citando a Fernández, Pedro, Op. cit., p.6
acepta con sumisión las verdades divinamente reveladas, cuando observa religiosamente sus leyes, cuando
hace converger en El todas sus actividades, cuando -para decirlo brevemente- presta mediante la virtud de la
religión el debido culto al único y verdadero Dios.”12

Bibliografía:

12
PÍO XII, Encíclica: Mediator Dei, Castelgandolfo, 1947, n° 19

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