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ROMANIZACIÓN
DE HISPANIA
Por: Paloma
Juan
Mayte
FASES DE LA CONQUISTA
Conquista del sur y este peninsular:
Los cartagineses tenían asentamientos importantes en el levante
peninsular y desde allí atacaron Roma a través del sur de Francia y los
Alpes. Roma contraatacó invadiendo las posesiones cartaginesas en
Hispania a final del siglo III. La victoria romana de Ilipa (209 a.C.) puso fin
a la presencia cartaginesa en Hispania y consagró el dominio de Roma
sobre el este y el sur peninsular.
Conquista del centro y oeste peninsular:
Los romanos tuvieron que hacer frente a la resistencia de
los pueblos de esta zona. Los mejores ejemplos son las
guerras lusitanas (155-136 a.C) en las que destacó Viriato,
líder lusitano, y la férrea resitencia celtíbera en Numancia
hasta su rendición en el 133 a.C.
La República Romana:
Durante la República existió una época de guerras civiles,
como el enfrentamiento entre Pompeyo y César.
Estos conflictos dieron lugar al dominio Romano sobre la
península Ibérica.
Conquista del Norte
peninsular
El fin de la conquista llegó en tiempos de Augusto,
primer emperador romano, con la dominación de
galaicos, astures y cántabros, en las guerras
Cántabras.
¿Cómo se dividió territorialmente a lo
largo de los años?
División provincial de la República
Desde los primeros años de presencia romana
en Hispania se establecieron dos provincias:
la Citerior, al norte y este, y la Ulterior al sur y
al oeste peninsular, quedando la restante
parte de la Península quedaba controlada por
los pueblos autóctonos.
Entre los años 218 a. C. y 205 a. C. en que los
cartagineses fueron definitivamente
expulsados.
Posteriormente, al crearse la primera división territorial entre las provincias Citerior
y Ulterior, el centro de gobierno de la última pasaría a ser ejercido desde Corduba.
División territorial de Augusto
En el año 27 a. C., tras la conquista
efectiva de la mayor parte de la
Península, César Augusto divide Hispania
en tres provincias
Tarraconensis y Lusitania eran provincias
imperiales.
Debido a su mayor conflictividad, la Bética
era una provincia senatorial, al ser menos
conflictiva, y era el senado el que
nombraba los gobernadores de esta
última.
Con pocos cambios, sería la división provincial de Augusto la que perduraría durante
prácticamente todo el periodo imperial, ya que la siguiente gran división, la
de Diocleciano, sucedería menos de cien años antes de la invasión de Hispania por las
tribus bárbaras.
División provincial de Diocleciano:
Diocleciano propone una nueva división
administrativa para todo el imperio, lo cual afectará
a Hispania en la creación de dos nuevas provincias:
la provincia Cartaginensis y la provincia de Gallaecia.
Otro de los efectos de la reorganización diocleciana
es la creación de la Diocesis Hispaniarum,
dependiente de la Prefectura de las Galias. La
provincia de Mauritania Tingitana, en el norte de
África, se incluye también en la diócesis.
A finales del siglo IV, las Islas Baleares se desgajaron
administrativamente de la Cartaginense para formar
una nueva provincia romana, llamada Balearica.
Principales Ciudades
Romanas en Hispania
Bracara Augusta (Braga, Portugal)
Bracara Augusta fue fundada por el
emperador Augusto alrededor del año 16 a. C. , sobre un
poblado indígena anterior.
A partir de la reforma de Diocleciano, pasó a ser la capital
de la provincia de Gallaecia.
A comienzos del siglo V, la ciudad fue tomada por los
invasores suevos, que la escogieron como capital de su
reino, hasta que en el 585 fue incorporada al reino visigodo
por Leovigildo