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Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Instituto de Ciencias Sociales y Administración


Departamento de Ciencias Sociales

Participación ciudadana y
calidad de la democracia

Luis David Rincón Loya


148571

Competencias para el ejercicio de la


ciudadanía con enfoque de género
Investigación
Agosto de 2018
Resumen.

Al tratar el tema de la democracia es necesario involucrarse con gran variedad de


conceptos que van de la mano de esta. Para este caso en particular, se abordará la
democracia con enfoque en su estrecha relación con la participación ciudadana, ya que
sin esta la democracia no sería viable ni funcional para ningún gobierno. Si bien, existe
diferencia de opiniones de autores ya que algunos contemplan a la democracia como
una utopía, pero que debe realizarse lo más cercano posible, mientras que otros la ven
ya como una realidad, lo cierto es que la democracia, completa o cercana está presente
en la mayor parte de los países del mundo.

Investigación.

Antes de analizar la relación entre democracia y participación ciudadana, es conveniente


definir ambos conceptos para poder posteriormente relacionarlos. Ahora bien, una
dificultad que se ha dado desde el origen de la democracia es la multiplicidad de
conceptos que esta tiene, pudiendo diferir unos de otros en algunos casos, pero
mayoritariamente logrando complementarse entre ellos. Para ilustrar esto, Orozco
menciona que “al hablar de democracia nos referimos a la capacidad de un grupo o
nación de gobernarse a sí mismo mediante procedimientos que garanticen la
participación de los ciudadanos para libremente elegir tanto su forma de gobierno como
a los líderes que les representen” (2001), y por su parte, en el texto constitucional se
establece a la democracia como régimen de vida, ya que la considera “no solamente
como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado
en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo” (1997),
precisamente esta complementariedad de conceptos es la que permite llegar a un mejor
entendimiento sobre la democracia y cómo debe ser su práctica. En lo que se refiere a
la participación ciudadana, puede entenderse en la dimensión de una cualidad del
ciudadano, cuya participación se define, entre otras cosas en “que reclame para sí el
derecho de que su voto sea respetado; que acepte los resultados electorales; y que
participe sin restricciones, más que las constitucionales, en mecanismos ciudadanos
para la toma de decisiones” (Castro, et al, 2012), mismos mecanismos que suelen ser

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proporcionados por los sistemas políticos, ya que estos son de gran relevancia para su
correcto funcionamiento.

Como se ha mencionado anteriormente, la democracia y su correcta


implementación depende en gran medida de la participación ciudadana, que es en gran
medida donde radica la importancia de esta. Por tanto, esta participación también juega
un papel crucial en el proceso de construcción de la democracia. Para ejemplificar esto
de forma más clara, se tiene el sistema de partidos en México, sobre el cual Castro, et al
mencionan que “el proceso de construcción democrática está estrechamente vinculado
a la edificación y consolidación de un nuevo sistema de partidos” (2012), el cual hasta
hace algunos años había caído en la unanimidad política y era visto de manera positiva,
relacionándose con la estabilidad, lo cual no era algo nuevo, ya que puede relacionarse
y encontrar ciertas similitudes, aunque en contextos diferentes y con el avance de que,
aunque con prácticas erróneas, es propuesto un modelo democrático, con lo que sucedió
pocos años después de la independencia, ya que “los anhelos democráticos de los
padres de la patria fueron quedando al margen y prevaleció el régimen autoritario de las
culturas primigenias de estas tierras, así como de nuestra raíz española” (p.21), donde
el error en común es buscar la estabilidad por medio de la exclusión y tomando en cuenta
la voz de las minorías privilegiadas en lugar de la voz de todo el pueblo.

Puesto que tanto los gobernantes como los gobernados resultan beneficiados por
la participación ciudadana, los primeros suelen brindar mecanismos para lograrla,
mientras que también se dan casos en que estos mecanismos son resultado de la
participación en sí, y a su vez nacen con el propósito de continuar fomentando la
participación ciudadana. Esto se da por medio de políticas públicas, y existen varios
ejemplos, como la implementación de los consejos ciudadanos, los cuales “constituyen
uno de los instrumentos más utilizados en gran cantidad de países para formalizar la
intervención de actores no gubernamentales en asuntos públicos, ya sea en gobiernos
nacionales, estatales o municipales” (Villarreal, 2009), lo cual ejemplifica los resultados
obtenidos cuando se obtiene el conjunto de participación ciudadana con una práctica
democrática adecuada.

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Referencias documentales.

Orozco, Manuel. “Democracia y participación ciudadana”. Magazine. 2001.

Castro, Ricardo; Yocelevsky, Ricardo; Llera, Francisco; Moya, Sixto. “Los Partidos Políticos Y La Participación
Ciudadana”. Culcyt. 2012:61-84.

Galeana, Patricia. “La construcción de la democracia mexicana”. Revista. 17-22.

Constitución Poítica de los Estados Unidos Mexicanos. México. Secretaría de Gobernación. 1997. p.10.

Villarreal, María. “Participación Ciudadana Y Políticas Públicas”. Décimo Certamen de Ensayo Político. 2009:31-
48.

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