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La inteligencia

Renato Gómez Herrera

artificial¿Hacia dónde nos lleva?

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Un vistazo
al sueño humano
C UANDO
en los años cuarenta
se pusieron a funcio- de la creación
nar las primeras compu-
o
ieg

tadoras (esos roperos de metal,


iD

llenos de bulbos) se les llamó “ce-


Rap

rebros electrónicos”, ya que podían


hacer sumas. Esto hizo imaginar a
muchos: “Mañana las máquinas conver-
sarán con nosotros”. Y entonces el cine,
los dibujos animados y la televisión se comunicar-
poblaron de robots “inteligentísimos” nos con sus circui-
—aunque de movimientos algo torpes— tos. Al día siguiente
que acompañaban a los humanos en toda aparecieron en nuestras casas
clase de mundos. Mientras los alumnos las computadoras personales y
de cibernética seguían perforando tarje- hoy están por todos lados, volviéndose in-
tas, en el cine la computadora HAL se dispensables. Los niños de hoy viven en táculos, mientras avanzan sobre sus
ponía paranoica y tomaba la decisión de un mundo que, por lo menos en parte, la rueditas por el planeta de las Amazonas
asesinar a los astronautas de la película ciencia ficción imaginó hace 50 años. Sicodélicas. Los robots serán parte de
2001, Odisea del Espacio. nuestra vida cotidiana.
La industria de las computadoras no ¿A nuestra imagen Ya comienzan a serlo. En el siglo XX,
dejó de evolucionar y, de pronto, aque- y semejanza? el ser humano intenta reproducir el anti-
llos enormes aparatos con grandes cintas La palabra robot, acuñada en 1921 por el guo mito de la creación. Así como, según
de carrete se volvieron pequeños y mu- escritor checo Karel Capek, ya ha dejado la Biblia, Dios creó a Adán y a Eva para
cho más fáciles de operar. Un día ya te- de ser sinónimo de androides metálicos no estar solo, ahora nosotros quisiéramos
nían un monitor y un teclado para que van moviendo sus brazos como ten- crear compañeros a nuestra imagen y se-

¿cómoves? e n e r o de 1999
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Foto: Adrián Bodek
mejanza. ¿Pero, de qué tipo? Que nos sean
útiles y podamos interactuar con ellos de
una forma cercana, casi natural; por eso
se desea poner un cerebro artificial den-
tro de un cuerpo que imite lo mejor posi-
ble al nuestro. Finalmente somos como
tristes Gepetos soñando con darle vida a
un muñeco de madera para no sentirnos
tan solos. Procurando ese sueño, el indus-
trial estadounidense Joe Engelberg cons-
truyó un prototipo en los años cincuenta,
y en la década siguiente vendió su primer
robot útil. Pero realmente los robots de-
jaron de ser ficción en los años ochenta,
cuando brazos gigantes que se
Ra
movían obedeciendo un progra- pi
Die
go
ma predeterminado, desplazaron
a los obreros en las fábricas auto-
motrices de Japón. Y aunque la ro-
bótica tiene el objetivo de poner a las
máquinas a trabajar en todas las áreas
posibles, esto es caro y complicado.
En los Estados Unidos han logrado
crear un modelo que es capaz de
caminar, captar el movimiento de
una pelota en el aire y cacharla
con su mano mecánica. Sin em-
bargo, para ejecutar un movi-
miento tan sencillo, el costoso
robot (que asemeja más a una
maraña de alambres y pistones
hidráulicos que a un humano) está
conectado a varias computadoras que tra-
bajan a su máxima capacidad intentando
coordinar lo que detectan los “ojos” (va-
rias cámaras de video) y el movimiento
del brazo y la mano.
Aunque es cierto que Mike —otro
robot acoplado a una lavadora rodante
que limpia, pule y abrillanta pisos— es
aún tan caro que cuesta menos tener un
empleado que lo haga, no siempre será
así. Un día, la producción en masa hará
a los robots baratos. Si algunos tendrán
una figura semejante a la nuestra, está
por verse. Lo que parece más factible
es que sus cerebros electrónicos tengan
algún grado de inteligencia.

¿Puede la inteligencia
ser artificial?
La inteligencia artificial (IA) puede
definirse como el medio por el cual las
computadoras, los robots y otros disposi-
tivos realizan tareas que normalmente re-
quieren de la inteligencia humana. Por
ejemplo, la resolución de cierto tipo de

e n e r o de 1998 ¿cómoves?
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A la vanguardia de la IA
problemas, la ca-
pacidad de discri- Entrevista con el doctor Ismael Espinosa Espinosa.
minar entre distintos
El doctor Ismael Espinosa me abre sonriente las puertas del Laboratorio de Cibernética de la
objetos o el responder Facultad de Ciencias, de la UNAM. Son las nueve de la mañana en punto. Nos concede la entre-
a órdenes verbales. La IA vista en su despacho, saturado de libros, imágenes de paisajes futuristas y uno que otro robot
agrupa un conjunto de téc- de juguete.
nicas que, mediante circui-
¿Qué sueñan los que ahora están a la vanguardia de la inteligencia artificial?
tos electrónicos y programas
—Creo que el hombre desea, desde hace mucho, a un amigo que lo acompañe en su viaje
avanzados de computadora, busca imitar por el cosmos. Hace milenios se inventaron las marionetas, después los androides animados
procedimientos similares a los procesos por complejos mecanismos de relojería, como el famoso jugador turco de ajedrez, que in-
inductivos y deductivos del cerebro hu- cluso le ganó a Napoleón una partida (años después se descubrió que en su interior había
mano. Se basa en la investigación de las estado escondido un enano). Los robots del futuro harán que los prototipos actuales se
parezcan a aquellos llenos de engranes del siglo XVIII.
redes neuronales humanas y, a partir de
¿Y cómo serán esos robots?
ahí, busca copiar electrónicamente el fun- —Quizá sean robots biológicos. Definitivamente la clonación es un fuerte competidor de la
cionamiento del cerebro. robótica como la conocemos. Ya se puede clonar fibra muscular mucho más fuerte que la
El avance en la investigación de las nuestra, u órganos internos tan complejos como el corazón.
redes neuronales va ganando terreno a una ¿Se puede clonar un cerebro?
—Aún no, pero ya trabajamos en las redes neuronales, que intentan ser la copia electrónica
velocidad espectacular. Entre sus aplica-
del funcionamiento de un cerebro. Actualmente usamos redes pequeñas, pues cuando éstas
ciones destaca la poderosa computadora son muy complejas, se pierde el control y ya no sabemos exactamente qué está ocurriendo
Deep Blue, que puede vencer a cualquier ahí dentro.
jugador de ajedrez: no sólo tiene gran can- ¿Qué diferencia existe entre las redes neuronales y las computadoras actuales?
tidad de jugadas programadas, sino que —Mucha. Las redes neuronales están conectadas entre sí de manera que la información no
se almacena en un solo lugar, sino que está repartida, y cada neurona puede activar o inhi-
aprende de su adversario, por lo que se
bir el funcionamiento de las otras. Esto quiere decir que si la computadora recibe un golpe
va volviendo capaz de adelantarse a las que destruya una parte de la red, ésta puede seguir funcionando. Pero lo que se busca es
decisiones de su enemigo y hundir sus reproducir la capacidad de aprender.
estrategias antes de que prosperen. ¿Cómo va el estudio de la robótica en México?
Esas redes también se han usado en —Un poco atrasado. Las redes neuronales comenzaron a usarse desde los años 60, pero
entonces, cuando yo traje ese concepto a México y me tildaron de loco, ni siquiera me
los autos robot, que pueden circular por
dieron acceso a las computadoras que se tenían, así que perdimos muchos años. Ahora, que
las autopistas a una velocidad normal con ya se sabe qué son y qué alcances tienen, todos quieren saber de redes neuronales. Por otro
un excelente margen de seguridad, y de lado, la robótica es una ciencia muy compleja, que necesita ingenieros en computación,
hecho han cruzado la Unión Americana ingenieros mecánicos y electrónicos, matemáticos y hasta expertos en fisiología. Desarrollar
de costa a costa sin que el conductor tu- un robot requiere de equipos multidisciplinarios que no siempre son fáciles de armar. Final-
mente, sólo quisiera agregar que por más que avancemos en el campo de la inteligencia
viera que tocar el volante o los pedales.
artificial, siempre sentiremos que hay una especie de enano escondido dentro de los robots.
Persisten dos problemitas: la cajuela con-
tinúa atiborrada de equipo y cuestan un
dineral. Pero siguiendo esta línea de avan-
ce, es posible que en la próxima década ¿Qué podemos esperar
sea común que en la central de autobuses en el futuro? quedando nuestro texto. Los teclados tam-
una máquina pregunte al pasajero si de- Se han hecho cuantiosas predicciones de bién serán tan obsoletos como ahora lo
sea viajar en un autobús conducido por lo que la aplicación de las técnicas de IA son las tarjetas con hoyitos; en vez de te-
un humano o guiado por computadora; traería en el futuro; algunas podrían ser clear, quizá podremos plasmar palabras
este último servicio será más seguro y por realidad en poco tiempo y otras parecen en la memoria de la computadora
lo tanto más caro. Se espera que en poco francamente especulativas. con sólo imaginarlas, gra-
tiempo, imitando el funcionamiento de Echemos un vistazo: cias a una discreta pla-
nuestro cerebro, las computadoras ya no En el terreno de las ca (chip) adherida a
tendrán un gran procesador, sino miles (y computadoras persona- nuestra frente. Una voz
más adelante millones) de pequeños les, la velocidad de un agradable nos dirá al
procesadores totalmente interconectados procesador será enorme oído que hemos cometi-
entre sí, lo que permitirá la maravillosa y no podremos agotar su do un error de sintaxis y
capacidad de aprender a través de expe- memoria ni cargando ciclos nos proporcionará, si lo
riencias recogidas por los “sentidos” de enteros de cine ruso, que po- deseamos, una lista de
la máquina (cámaras de video, dremos ver doblados al español posibles soluciones. En
micrófonos, etcétera). con una voz idéntica a la de los acto- lugar de usar el “ratón”, po-
res. Serán gobernadas con la voz: “Ac- dremos manipular el texto (o el dibu-
tívate”. Quizá ya no sean necesarios los jo, o lo que sea) con el movimiento de
monitores; unos anteojos inalámbricos de nuestros ojos, que será detectado por un
realidad virtual nos mostrarán cómo va inofensivo rayo láser.
¿Pueden pensar
las máquinas?
La red Internet, que llegará a nuestra venciones utilizando el ins-
casa a través del cableado óptico, trans- Se ha logrado dotar a las
trumental quirúrgico con la
portará inmensas cantidades de informa- máquinas de información precisión de una impresora.
ción que serán cargadas en nuestra útil que pueden usar en Algún día, el Sojourner,
computadora en décimas de segundo. Las un ámbito especializado, el robot que exploró Marte,
imágenes aparecerán instantáneamente y por ejemplo para recorrer será una caja de zapatos
una trayectoria de obstá-
nos reiremos de la época en que una pá- culos y memorizarla o
comparada con los que llega-
gina tardaba hasta 10 minutos en “bajar”. para ejecutar algunos pro- rán a ese planeta, no para po-
Por medio de la red podremos acceder a cesos complejos, pero el sar un espectrómetro sobre las

Sal.
cualquier programa de televisión o radio pensamiento humano es piedras, sino para construir los
que se transmita en cualquier parte del otra cosa: nuestro cerebro centros urbanos de los primeros
posee aproximadamente 10 mil millones de neuronas
mundo, con una traducción impecable, o y si todavía no sabemos exactamente cómo se
colonizadores. La última fronte-
guardarlo en la memoria de la máquina si interrelacionan para “pensar”, mucho menos pode- ra serán los robots biológicos
deseamos verlo más tarde, como si fuera mos reproducir en una máquina ese proceso. Hay autorreplicantes que poblarán en
una videocasetera. Pero si algún amigo se muchos aspectos que diferencian al cerebro huma- nuestro nombre otros sistemas so-
perdió de ese programa, se lo enviaremos no de los sistemas desarrollados por la inteligencia lares hasta hacerlos habitables para
artificial, entre ellos:
a su terminal en segundos. Los estudian- nuestra especie.
tes tendrán cada vez más clases virtuales • Las máquinas carecen de mecanismos intuitivos
en las que accederán directamente a los y se basan sólo en el método automático de
¿Y la gente?
bancos de información de la universidad prueba y error; por ello, no tienen la capacidad Al parecer la inteligencia artificial
y se comunicarán con sus maestros sólo de reaccionar ante situaciones inesperadas ni la promete un mundo fantástico, pero
posibilidad de generalizar acontecimientos dis-
para resolver dudas o exámenes. ¿realmente lo será? ¿Qué pasará, por
tintos.
Pronto los robots comenzarán a des- • Las máquinas carecen de creatividad, aspecto ejemplo, con la enorme cantidad de se-
plazar al personal que nos atiende detrás hasta ahora totalmente humano. En las máqui- res humanos que no tienen acceso a la
de las ventanillas. Una máquina podrá nas no existe una interrelación creativa, y los educación ni a la tecnología?, ¿qué pa-
perfectamente cambiarnos un cheque y cambios de contexto no implican una modifica- sara con las relaciones humanas y con
ción sustancial entre sus circuitos y programas;
resolver de manera satisfactoria las du- la economía, con la enorme brecha en-
el medio circundante no modifica estruc-
das sobre nuestro estado de cuenta. El turalmente sus funciones. tre ricos y pobres, entre desarrollo y
cajero automático del cine recibirá nues- • La mente humana está provista de valores pro- subdesarrollo? No sabemos a ciencia
tro dinero (o una tarjeta) para darnos a ducto de la interrelación social; al carecer de cierta cuál será el futuro de la humani-
cambio entradas para la película en el aquéllos, las máquinas no pueden evolucionar dad, pero sí sabemos que indudable-
o autoperfeccionarse.
horario que le indiquemos. Y así será en mente cambiarán las relaciones de
los aeropuertos, las estaciones de ferro- producción y quizá de comunicación. Es
carril y en todas partes donde ahora hay privado a nuestro gusto. Verbalmente ac- altamente probable, por ejemplo, que se
ventanillas ocultando a empleados que tivaremos la televisión, el aparato de so- agrave aún más el problema del desem-
aguardan impacientes la hora de salida. nido o cualquier otro electrodoméstico pleo; que se transformen radicalmente
Es muy probable que la economía conectado a nuestra ama de llaves ciber- los conceptos de ocio y tiempo libre; que
cambie. Quedarán en el pasado los tipos nética. Por las mañanas, el desayuno que cambien las relaciones laborales entre
de traje peleándose a gritos en las casas dejamos en el microondas comenzará a patrones y trabajadores; que haya una
de bolsa. Las computadoras, conectadas prepararse; en la radio la estación de nues- revolución aún mayor en cuanto al ac-
en red a los indicadores bursátiles de todo tra preferencia nos despertará mientras el ceso a la información y que se agudicen
el mundo, moverán los capitales de un calentador se ajusta para que nos demos las diferencias entre países hacedores
lugar a otro, sin que sea necesaria la vo- una ducha deliciosa. Al salir podremos de tecnología y de aquellos histórica-
luntad humana, obedeciendo tan sólo a estar tranquilos porque la casa estará ca- mente dependientes. Es casi seguro que
agresivos programas que beneficiarán a pacitada para detectar a posibles intrusos la inteligencia artificial y el desarrollo tec-
los dueños del dinero, sin importar si una y, en caso dado, la alarma se activará a la nológico subsecuente estarán al servicio
nación se hunde en una pavorosa crisis más mínima insinuación de peligro, dan- de una minoría. Si por el contrario, el de-
en algunos instantes. do aviso a los cuerpos de seguridad. sarrollo tecnológico –y específicamente
Los edificios “inteligentes” serán co- Si llega a haber una guerra global, ésta la inteligencia artificial— se utiliza para
munes. Al llegar a casa la puerta se abrirá podría ser nombrada por los medios como lograr que todos en este planeta logremos
con el sonido de nuestra voz. Sensores “The Robot War”, en la que los pilotos un mejor nivel de vida en estricta rela-
dispuestos en cada rincón encenderán la controlarían por realidad virtual pequeños ción con el medio ambiente, tal artificio
luz de la habitación a la que entremos y y mortíferos aviones, helicópteros y tan- será realmente inteligente.
dejarán a oscuras la que ha quedado sola, ques a cientos de kilómetros del campo
ahorrando electricidad. La temperatura de batalla sin arriesgar un solo cabello. Renato Gómez Herrera es licenciado en literatura
dramática y teatro. Desde 1990 se dedica a la
también será regulada por la computado- Es muy probable que en pocos años, divulgación de la ciencia y actualmente prepara su
ra central para ofrecernos un clima robots cirujanos realicen complejas inter- primera novela de ciencia ficción.

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