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INFLUENCIA DE LA TAFONOMÍA
Introducción:
Examen restos óseos humanos potencial de proporcionar información de: individuos
y poblaciones del pasado. Como a menudo los diferentes elementos esqueléticos están
representados de manera desigual y la distribución de la edad parece no ser natural y
probablemente no sea representativa. En estos casos, hay que buscar explicaciones
tafonómicas para descartar posibles discrepancias o causas naturales. Antes de buscar
influencias culturales en las muestras, es conveniente determinar qué procesos
tafonómicos han afectado e influido al material. Es decir, antes de identificar o analizar
los restos óseos se debe atender a los procesos tafonómicos por si han influido en el
material o pueden arrojar ideas distintas. Evita sesgos producidos de procesos naturales.
Tafonomía: descrita por 1ª vez como campo de estudio por Efremov (1940) y se definió
como “la ciencia de las leyes de la incrustación” referido al estudio de lo que le sucede
a un organismo desde la deposición/muerte hasta su fosilización. Análisis de procesos
post-mortem que afectan a los restos tanto sean orgánicos como no orgánicos.
El cuerpo humano sufre cambios, procesos de deterioro y alteración hasta que es
excavado. Durante este proceso se pierde mucha información sobre el individuo, pero se
añade otra información a los restos. Es decir, proporciona información que inicialmente
no estaba disponible. Para evitar posibles problemas, es necesario tener conocimiento
práctico de cómo se comporta el cuerpo en descomposición y los efectos de los diferentes
agentes tafonómicos sobre los restos.
¿Qué puede crear una muestra sesgada?
Antes de comenzar el examen de un esqueleto, y preferiblemente antes de excavar los
restos importante conocer los procesos que afectan desde la muerte hasta su análisis.
El hueso, junto con los dientes, es uno de los materiales biológicos más fuertes que
existen. Por tanto, salvo casos excepcionales como restos de cabello o restos
momificados, la gran mayoría van a ser huesos y dientes. Aunque el hueso es resistente,
a su vez es vulnerable a una amplia gama de procesos y agentes tafonómicos; y también
los diferentes restos óseos varían en su susceptibilidad de degradación. Es necesario
conocer la estructura básica de cada hueso para entender por qué algunos huesos varían
en su conservación, al estar en contacto con el entorno.
Hueso: componente orgánico e inorgánico (mineral). El principal componente la
proteína colágena (90% de la parte orgánica). Las moléculas de colágeno se entrelazan
para formar fibras flexibles y ligeramente elásticas en el hueso. El colágeno del hueso
maduro se endurece por un relleno inorgánico denso de hidroxiapatita, segundo
componente principal del hueso. Los cristales de este mineral impregnan la matriz de
colágeno y es este tejido de proteínas y minerales el que da al hueso sus propiedades de
fuerza y flexibilidad. Para observar la combinación de ambos elementos dos
experimentos:
- Componente mineral: cuando se empapa con ácido el hueso se convierte en una
estructura flexible.
- Cuando se calienta un hueso para quemar el colágeno orgánico: se vuelve frágil y
se desmorona.
Factores que influyen en la preservación del hueso:
1. Factores intrínsecos y extrínsecos.
- Intrínsecos: química, tamaño, forma, estructura y densidad del hueso + cambios
patológicos de la estructura ósea. LA densidad ósea es el más significativo.
- Extrínsecos: agua subterránea, tipo de suelo, temperatura y aire + flora, fauna y
actividad humana. La química del suelo es la más influyente en la diagénesis ósea.
Los suelos se componen de materia mineral y orgánica, agua y aire (depende del
suelo: distintas proporciones). El pH mayor influencia en la conservación, lo
mejor es un suelo con pH neutro o ligeramente alcalino. Los suelos ácidos y
drenaje libre (Arena y grava) provocan mala conservación disolución del
componente inorgánico del hueso.
2. Enterramientos:
- Profundidad de la tumba: varía la preservación. A menos de un pie de
profundidad: olores de descomposición llegan a la superficie atrayendo insectos
y animales. Los animales que excavan para alimentarse de la m. orgánica pueden
extraer, alterar o destruir el hueso (facilitando la descomposición). Hueso
esponjoso es el preferido para roer.
- Arado moderno: tumbas menos profundas ++ riesgo de daños. En algunos casos,
las tumbas infantiles, al ser excavadas menos que la de los adultos, es más
probable que resulten dañadas.
3. Tipo de hueso (junto con factores intrínsecos):
Las propiedades de cada hueso son esenciales para su conservación:
- Mala conservación (bien representados): huesos faciales y fosa subescapular de la
escápula (muy mal conservados); esternón y sacro (mal conserv.) debido a baja
densidad ósea y alta proporción de hueso esponjoso. Los huesos pélvicos se suelen
encontrar fragmentados, dificultando la sexación y edad.
- Buena conservación (mal representados): Rótula, huesos de la mano y pies
(excepto calcáneo y astrágalo). Los huesos de manos y pies bien conserv. A causa
de la reducción de la cavidad medular.
4. Tafonomía infantil:
Existe una diferencia en la estructura y composición de los huesos entre bebés e
individuos mayores. huesos mal estructurados, contenido bajo de minerales y
agua (por tanto, más expuestos a la degradación). También: sobre la densidad ósea
durante la infancia y adolescencia muestra que la densidad mineral ósea en el
hueso cortical disminuye después del nacimiento a un punto bajo durante el primer
año luego aumente hacia edad adulta.
5. Osteoporosis:
Propensos a la osteoporosis: ambos sexos mayores de 60 años y se presenta
pérdida de hueso trabecular y cortical. Las mujeres sufren una aceleración
sustancial durante el estado posmenopáusico, mientras que en los hombres es mas
gradual.
Normalización de la descripción de la preservación
Existe poca estandarización respecto a la descripción del estado de conservación de las
muestras óseas. Esto es un problema para evaluar la calidad y validez. La estandarización
tiene una larga tradición en la antropología física. Los estudios del siglo XVIII, XIX y
principios del XX (Blumenbach, Morton, Hotoon, etc.) se ocupaban de la normalización
de las mediciones. Al principio se centraban en estudios de tipología racial y descripción
de personas del pasado y del presente. En 1950 cambia esto, con “La nueva antropología
física”, de Sherwood Washburn, el cual abogó por un énfasis en la función y adaptación,
más que rasgos y tipologías. De sus estudios han llegado una gran variedad de direcciones
de investigación: descripciones anatómicas, investigaciones paleopatológicas y enfoques
moleculares. Después, en 1994, tras discusiones sobre la estandarización, se publica
“normas para la recogida de datos de restos óseos humanos”.
Estas normas se utilizan mayormente en la actualidad. Existen varios sistemas diferentes
para la puntuación de la conservación, pero solo tres índices para describir la calidad de
las muestras óseas:
- Índice de preservación anatómica: Puntuación de preservación que evalúa la
cantidad de material óseo presente. Relación entre la puntuación de conservación
de cada hueso y el número anatómico total del esqueleto. 6 clases:
Clase 1: Hueso ausente