Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los 40 Virreyes Del Peru
Los 40 Virreyes Del Peru
Los virreyes del Perú desde 1544 hasta 1824; esta es la lista de los
cuarenta virreyes del Perú durante la etapa colonial. Los gobiernos más
importantes los resaltamos para que puedas repasar los hechos
principales.
1.4.- Destitución
1.4.-Batalla de Añaquito
Frente a esta idea, están los que creen que la conquista de América
tiene bastantes paralelos con la de las islas Canarias, y la organización
posterior con el reino de Granada como Miguel Molina Martínez y José
Szmolka Clares, pero son pocos los que habían advertido que ambos
protagonistas, los que fueron los primeros encargados del mando del
reino de Granada - después de haber sido conquistado en 1492 por los
Reyes Católicos - y del virreinato de Nueva España, eran padre e hijo
con similares formas de pensar y de entender el gobierno.
Apoyó el viaje por mar hacía el Pacífico norte del navegante y explorador
Juan Rodríguez Cabrillo que en 1542 reconoció las hoy costas de los
estados de Baja California Sur, Baja California y California (EE.UU.),
quien nombró un cabo en California con el nombre de Cabo Mendocino
en honor del Virrey.
Fundó en 1535 la Casa de la Moneda en la Ciudad de México, en 1536
se empezaron a acuñar monedas de plata y cobre como las españolas,
llamadas por su forma macuquinas, también se fundó el Colegio
Imperial de Santa Cruz de Tlatelolco, destinado a la educación de los
indios nobles, dictó ordenanzas para dar buen trato a los nativos,
impulsó y ordenó la minería, inició el acondicionamiento del Puerto de
Veracruz, estableció la imprenta que fue la primera de América, fundó
la ciudad de Valladolid (hoy Morelia, Michoacan) y La Barca, e inició las
gestiones para crear la primera universidad. Hacia 1547 ocurrió el
extraño incidente de la llegada del falso Visitador, el Licenciado Vena,
quien, descubierto, fue azotado públicamente y condenado a 10 años de
prisión.
Virrey en Perú.
En 1550 el Consejo de Indias nombra a Luis I de Velasco virrey de la
Nueva España, sustituyendo al Mendoza, el cual pasa a ser virrey del
Perú. Llegó a Lima en 1551, permaneciendo en el cargo únicamente diez
meses, pues murió en 1552; fue enterrado en la Catedral de Lima.
Nació: En 1493 en España, como el sexto hijo de los ocho que tuvo el
segundo conde de Tendilla y primer marqués de Mondéjar, don Ínigo
López de Mendoza, en su segundo matrimonio con doña Francisca
Pacheco y Portocarrero. Estuvo emparentado con el escritor don Diego
Hurtado de Mendoza y con el célebre arzobispo de Sevilla, don Pedro
González de Mendoza, todos ellos descendientes del famoso poeta
hispano, marqués de Santillana. A la muerte de su padre, ocurrida el
16 de julio de 1516, heredó la encomienda de Secuéllanos, en la hoy
provincia de Ciudad Real, y 200,000 maravedís de renta, situados en el
lugar y heredamiento de Almayate. Por tal encomienda fue comendador
y caballero trece de la Orden de Santiago.
II Marqués de Cañete
Linaje : Casa de Mendoza
Predecesor : Diego Hurtado de Mendoza y Silva
Sucesor : García Hurtado de Mendoza y Manrique
Ocupación : Militar Virrey del Perú
Cónyuge(s) : Magdalena de Manrique
Nacimiento : Granada, 1510
Fallecimiento : Lima, 1561
Infancia y juventud
Hijo de Diego Hurtado de Mendoza y Silva, I Marqués de Cañete, de la
poderosa Casa de Mendoza, y de Isabel de Cabrera y Bobadilla, hija del
Marqués de Moya.
Sucedió a su padre en sus posesiones conquenses, siendo Guarda
Mayor de Cuenca. Luego, fue Montero Mayor de Castilla y acompañó a
Carlos V a Alemania y Flandes.
Para ello contó con renovados caudales de las arcas del Perú y
apertrechó ocho barcos, aquí resulta paradójico que el entusiasmo de
venir a Chile tuviera una extraordinaria respuesta en contraste con
tiempos pasados, pues se enrolaron 500 hispanos, una parte se vendría
por tierra al mando de Luis de Toledo y Pedro de Castillo; y la otra parte
por mar junto al nuevo gobernador. El primer grupo salió por tierra en
enero de 1557 y el segundo por mar en febrero del mismo año. Cuando
iban a zarpar las naos, el gobernador del Perú agasajó a su hijo y
acompañantes con un proverbial festín y luego zarparon al son de
marchas militares y disparos de cañones. Junto con Garcia Hurtado de
Mendoza venía un séquito de ilustres hombres, entre ellos don Alonso
de Ercilla y Zúñiga, don Francisco de Irarrázaval y Andía, don Fráncisco
Pérez de Valenzuela, don Hernando de Santillán, jurista y erudito, el
fraile dominico Gil González de San Nicolás y el franciscano Juan
Gallegos, hombre muy ilustrado.
Mariño de Lobera
Lo más natural y dada la aproximación del invierno era que el
gobernador viniese a Santiago, así que el cabildo hizo los preparativos
de bienvenida; Pero don García tenía otros planes, decició seguir por
mar a Concepción a pesar de lo consejos en contra de quienes ya
conocían las inclemencias del tiempo que lo hacía peligroso por esas
fechas, en Coquimbo envió la caballería por tierra y el prosiguió. Zarpó
el 21 de junio de 1557, en pleno invierno. LLegó 8 días después a la
bahía de Concepción en medio de un temporal que hacía correr peligro
a las embarcaciones y en medio de una torrencial lluvia desembarcaron
en la isla de la Quiriquina levantando un campamento provisional. Una
vez asentado en Concepción don García pretendió una política de
aparente allegamiento y buena voluntad hacia los indígenas, quienes
aceptaron los regalos del gobernador pero no estaban dispuestos a que
sus territorios fueran ocupados por los advenedizos españoles.
Don Garcia que no era ningún ingenuo, supo del plan indígena y se dio
cuenta que dicha conducta más que promover un acercamiento era
considerado por los mapuches como signos de debilidad y temor por
parte del nuevo gobernador, decidió cambiar entonces radicalmente de
actitud con ellos.
Para ese tiempo, García Hurtado de Mendoza no era bien querido por
quienes le rodeaban, ya que su carácter iracundo, obsecado y su
nebuloso orgullo le granjearon enemistades inclusive con Santillán.
Hernando de Santillán, había establecido la tasa de Santillán que
regulaba la servidumbre indígena. Esta tasa permitió a muchos
españoles abusar de los indios a su cargo sembrando la semilla de
futuras rebeliones, en especial de la raza huilliche.
Vuelta a España.
Pero García Hurtado de Mendoza no se hallaba ya en el Perú. Había
partido para España a dar cuenta al Rey Felipe II y al Consejo de Indias
de sus campañas y de su gobierno en Chile. El prestigio de la familia
Mendoza , la información de sus servicios levantada por la audiencia de
Lima y las recomendaciones que comenzaban a llegar de Chile escritas
por algunos capitanes que le eran fieles, hicieron que se echasen al
olvido las acusaciones de sus enemigos. Además se presentó
prácticamente como el vencedor de la Guerra de Arauco desdeñando
duramente y criticando a los antiguos conquistadores de no haber
hecho lo suficiente para terminar con los indios rebeldes y pacificar la
Araucanía, lo cual era absolutamente falso.
En 1588 retornó a América, ahora como virrey del Perú, cargo que
detentó hasta mediados de la década siguiente. Esta designación fue de
gran ayuda para los españoles en Chile, ya que García impuesto y
conocedor de la realidad de la guerra de Arauco supo envíar en forma
oportuna la mayor ayuda posible. Al término de su período en Lima
volvió a España, donde falleció en 1609.
3.- Diego López de Zúñiga y Velasco
IV Conde de Nieva
Francisco de Toledo
Toledo, virrey del Perú.
Fue el quinto de los Virreyes del Perú. Ocupó dicho cargo desde el 26 de
noviembre de 1569 hasta el 23 de septiembre de 1581, recibiendo el
cargo de manos del gobernador Lope García de Castro.
Su obra
Sus Obras:
Implantó la Mita
Matrimonio y descendencia:
I Conde de Villardompardo
Para ello contó con renovados caudales de las arcas del Perú y
apertrechó ocho barcos, aquí resulta paradójico que el entusiasmo de
venir a Chile tuviera una extraordinaria respuesta en contraste con
tiempos pasados, pues se enrolaron 500 hispanos, una parte se vendría
por tierra al mando de Luis de Toledo y Pedro de Castillo; y la otra parte
por mar junto al nuevo gobernador. El primer grupo salió por tierra en
enero de 1557 y el segundo por mar en febrero del mismo año. Cuando
iban a zarpar las naos, el gobernador del Perú agasajó a su hijo y
acompañantes con un proverbial festín y luego zarparon al son de
marchas militares y disparos de cañones. Junto con Garcia Hurtado de
Mendoza venía un séquito de ilustres hombres, entre ellos don Alonso
de Ercilla y Zúñiga, don Francisco de Irarrázaval y Andía, don Fráncisco
Pérez de Valenzuela, don Hernando de Santillán, jurista y erudito, el
fraile dominico Gil González de San Nicolás y el franciscano Juan
Gallegos, hombre muy ilustrado.
"Mire vuestra merced, señor general, que son las cosas del mundo: que
ayer no cabíamos los dos en un reino tan grande, y hoi nos haça don
García caber en una tabla"
Mariño de Lobera
Lo más natural y dada la aproximación del invierno era que el
gobernador viniese a Santiago, así que el cabildo hizo los preparativos
de bienvenida; Pero don García tenía otros planes, decició seguir por
mar a Concepción a pesar de lo consejos en contra de quienes ya
conocían las inclemencias del tiempo que lo hacía peligroso por esas
fechas, en Coquimbo envió la caballería por tierra y el prosiguió. Zarpó
el 21 de junio de 1557, en pleno invierno. LLegó 8 días después a la
bahía de Concepción en medio de un temporal que hacía correr peligro
a las embarcaciones y en medio de una torrencial lluvia desembarcaron
en la isla de la Quiriquina levantando un campamento provisional. Una
vez asentado en Concepción don García pretendió una política de
aparente allegamiento y buena voluntad hacia los indígenas, quienes
aceptaron los regalos del gobernador pero no estaban dispuestos a que
sus territorios fueran ocupados por los advenedizos españoles.
Lincoyan y otros caciques supieron que la caballería venía por tierra
desde Santiago y concibieron un plan que pretendía cortar dichas
fuerzas atacándolas en Andalicán, cercano a Concepción.
Don Garcia que no era ningún ingenuo, supo del plan indígena y se dio
cuenta que dicha conducta más que promover un acercamiento era
considerado por los mapuches como signos de debilidad y temor por
parte del nuevo gobernador, decidió cambiar entonces radicalmente de
actitud con ellos.
Para ese tiempo, García Hurtado de Mendoza no era bien querido por
quienes le rodeaban, ya que su carácter iracundo, obsecado y su
nebuloso orgullo le granjearon enemistades inclusive con Santillán.
Hernando de Santillán, había establecido la tasa de Santillán que
regulaba la servidumbre indígena. Esta tasa permitió a muchos
españoles abusar de los indios a su cargo sembrando la semilla de
futuras rebeliones, en especial de la raza huilliche.
Vuelta a España
Pero García Hurtado de Mendoza no se hallaba ya en el Perú. Había
partido para España a dar cuenta al Rey Felipe II y al Consejo de Indias
de sus campañas y de su gobierno en Chile. El prestigio de la familia
Mendoza , la información de sus servicios levantada por la audiencia de
Lima y las recomendaciones que comenzaban a llegar de Chile escritas
por algunos capitanes que le eran fieles, hicieron que se echasen al
olvido las acusaciones de sus enemigos. Además se presentó
prácticamente como el vencedor de la Guerra de Arauco desdeñando
duramente y criticando a los antiguos conquistadores de no haber
hecho lo suficiente para terminar con los indios rebeldes y pacificar la
Araucanía, lo cual era absolutamente falso.
En Madrid, se formó parte de la Guardia Real. También representó al
Rey en Milán.
V Conde de Monterrey
Linaje : Casa de Zúñiga
Predecesor : Jerónimo de Acevedo y Zúñiga
Sucesor : Manuel de Acevedo y Zúñiga
Ocupación : Militar
Virrey de la Nueva España
Virrey del Perú
Cónyuge(s) : Inés de Velasco y Aragón
Nacimiento : Monterrey, 1560
Fallecimiento : Lima, 1606
IV Conde de Chinchón
Linaje : Casa de Cabrera
Predecesor : Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla
Sucesor : Francisco Fausto Fernández
Ocupación : Virrey del Perú
Cónyuge(s) : Ana de Osorio Francisca Enríquez de Ribera
Nacimiento : Madrid, 20 de octubre de 1586
Fallecimiento : Madrid, 28 de octubre de 1647
Infancia y juventud
Hijo de Diego Sarmiento de Sotomayor, primer Conde de Salvatierra y
Marqués del Sobroso, y Leonor de Luna Enríquez Sarmiento y
Manrique, hermana del Conde de Fuentidueña.
Visto su celo en el cumplimiento de diversos cargos cortesanos, el 31 de
marzo de 1631 fue nombrado maestre de campo de la infantería
organizada en Galicia para marchar a Flandes; y sucesivamente pasó a
ser asistente y maestre de campo general de Sevilla (1634), y
gobernador de la armada real.