El impacto que la globalización ha generado en el Estado-Nación es una profunda crisis
de soberanidad y jerarquía que podemos abordar desde tres dimensiones, la primera se refiere a las conflictividades que se evidencia en la crisis de representación del sistema político, fragmentación y exclusión en el campo social, así como pérdida de sentido e identidad cultural. La segunda concierne al problema de la gobernabilidad democrática en circunstancias en que la política tiene menos poder, porque parece estar subordinada a los poderes económicos. La última de ellas está relacionada con los cambios que se registran en los ámbitos central, subnacional y supranacional; la conducta a una nueva revalorización del ámbito social y se configura nacional. Analizando las tres dimensiones que aborda el autor Eduardo Pastrana, se puede ver que el poder emanado por los principales propulsores de la globalización (Estados Unidos), ha abarcado todas las esferas de la sociedad. Es tal el poder ejercido por estos representantes sociales del modelo Neo-liberal económico, se han apoderado de los mercados internos de casi todos los países, afectando el desarrollo económico. Ese modelo casi que, impuesto y divulgado en el globo terráqueo, le ha quitado soberanía a la nación es ya que con los negocios acordados prácticamente quien es beneficiado es Estados Unidos. Un ejemplo en nuestro país es que un territorio con toda la capacidad de autoabastecimiento, donde se tiene todo el potencial para producir: algodón, arroz, tubérculos, frutos, etc. El gobierno no facilita las condiciones para que estos sectores progresen, sino más bien importa de Estados Unidos o países polarizados. Viéndonos y tratando como potenciales consumidores y no como ciudadanos con derechos de progreso autónomo, jugando el Estado-Nación un papel de negociador ante las grandes industrias globales, sirviendo para el interés de los países más poderosos e industrializados. 2. El autor en la lectura describe cómo la gobernabilidad democrática ha perdido su verdadero enfoque que es la responsabilidad social, la verdadera participación de la ciudadanía en las decisiones. Parecería ser que la política democrática está subordinada a los poderes económicos, desfavoreciendo los intereses del bien colectivo y sirviéndose al beneficio de las industrias globales de carácter privado. Creando de esta forma un debilitamiento de la capacidad integradora del Estado-Nación. Porque el Estado-Nación por servir al interés de las industrias globales genera una gran desventaja en los países, afectando a la capacidad de generar empleo, ya que éstas transnacionales y subnacionales ya cuentan con su capacidad de producción y de trabajadores. Afectando así las microempresas o las pequeñas industrias nacionales, y el papel integrador del Estado-Nación, se ve afectado. 3. Supranacionalidad: es una organización que está por encima del ámbito de los gobiernos e instituciones nacionales y que actúa con independencia de ellos, conduce a una revalorización del ámbito local. Sectores donde se evidencia: Armonización fiscal y microeconomía, en el libre tránsito de bienes y servicios, capitales y personas. 4. La sociedad mundial de riesgo: Se refiere a la producción social de riqueza que va acompañada con un consumo compulsivo que genera grandes impactos ambientales. La irresponsabilidad en sociedad de extremo consumo genera un exceso innecesario en la producción de cosas que generalmente son innecesarias, se valora poco y se necesita cada vez de “más cosas para ser feliz”. Un ejemplo claro de esto actualmente son los cambios globales que está viviendo la sociedad y la política en “las democracias consolidadas: anudando un cambio de problemas como el terrorismo, narcotráfico, movimientos sociales, entre otros. Consciencia global de riesgo: La consciencia global se toma como el sentimiento de pertenencia a una comunidad global e internacional, va ligada a derechos y deberes que adquieren una dimensión supraestatal. En la integración de la consciencia global es la competencia intercultural, entendida como la habilidad que permite entender y adaptarse a la diferencia. 5. La crisis del Estado-Nación no significa inexorablemente su extinción, sino que ofrece también la posibilidad para su reinvención y revalorización. Revalorización local: Se evidencia en el avance de los procesos de descentralización en el Estado. La economía municipal se vuelve más competente en términos de participación ciudadana, logrando el desarrollo local importante en el proceso que demanda esta tendencia, forzando mayor calidad y eficacia transparentes. Al revalorizarse, las competencias locales conducen también a la construcción de un nuevo concepto regional que ya no comprende una concepción de minoría gracias a los procesos de globalización. 6. Globalización con enfoque jurídico-político principalmente la globalización ha impulsado a la conformación y unión de los países, la globalización en la política se puede ver como un fenómeno el cual tiene ventajas y desventajas. Los beneficios de la globalización política dependen de los factores según su país, podría considerarse que la globalización es toda una revolución en el ámbito jurídico, de nuevos contextos jurídicos donde pueden solucionar diferentes conflictos.
7. La desigualdad se refiere a lo asimétrico en términos de globalización política-
económica sobre la vitalidad y buen llamado de los pueblos en términos tercermundistas, la globalización es dispar, selectiva y carga muchos conceptos, ámbitos y tensiones contrarias, produciendo la jerarquía mundial y la asimetría entre las sociedades centrales, periféricas y semiperifericas. Lo antes mencionado es una manera de cómo surgió, los cambios y como se determinaron los estados modernos ya que en este proceso se marcó de forma continua la jerarquía y desigualdad pura. 8. El estado-nación, lucha por mantener su vitalidad, ya que, gracias al crecimiento de las organizaciones internacionales, gubernamentales, no gubernamentales y el surgimiento de movimientos sociales se ha alterado la forma y la dinámica del estado. Esto significa que el estado-nación se ha vuelto demasiado pequeño, para abordar los grandes problemas de la vida y demasiado grande para los pequeños problemas de la vida. Existen tres dimensiones que plantean críticas al estado-nación, la primera plana una conflictividad que se evidencia en la crisis del sistema político, la fragmentación y la exclusión del campo social. La segunda concierne el problema de gobernabilidad democrática en circunstancias en que la política tiene menos poder, porque parece estar subordinado a los poderes económicos. La tercera dimensión está relacionada con todos los cambios que se realizan y registran en los ámbitos centrales, subnacionales y supranacionales, lo que lleva a cabo una revalorización del ámbito local y se configure el regional 9. Se evidencia que existe una crisis de representación en el sistema político, fragmentación y exclusión en el campo social, así como pérdida de sentido e identidad. La segunda concierne al problema de la gobernabilidad democrática en circunstancia en que la política tiene menos poder, porque parece estar subordinada a los poderes económicos. La última de ellas está relacionada con los cambios que se registran en los ámbitos central, nacional y supranacional, lo que conduce a una revalorización del ámbito local y se configura regional.
10. La primera se refiere a la nueva conflictividad, que se evidencia en la crisis de
representación en el sistema político, fragmentación, y exclusión en el campo social, así como pérdida de sentido e identidad en el cultural. La segunda concierne al problema de la gobernabilidad democrática en circunstancias en que la política trae menos poder, porque parece estar subordinada a los poderes económicos. La última de ellas está relacionada con los cambios que se registran en los ámbitos central, subnacional y supranacional, lo que conduce a una revalorización del ámbito local y se configure el regional. 11. La capacidad integradora del estado es el trabajo, esta es la que impulsa la nación a emprender y subsistir en materia financiera. El estado es un punto de referencia obligatorio de los procesos internacionales y continúa su licúa por mantener la vitalidad, el crecimiento y la proliferación de las organizaciones internacionales o gubernamentales y no gubernamentales y el surgimiento movimientos sociales.