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LA PROBLEMÁTICA DE LA PRISIÓN PREVENTIVA Y SU APLICACIÓN EN

EL PROCESO PENAL PARAGUAYO


Mgtr. Ubaldo Matías Garcete Piris

Resumen
Dentro del proceso penal paraguayo con cierta postura por parte del legislador, al referirse
en torno a la prisión preventiva, como una Institución que no constituye ni debe siquiera
ser tomada o aplicada en los procesos penales como un anticipo de pena instaurada, y sin
el mínimo, respeto a las garantías constitucionales del principio de estado de inocencia o
el de juicio previo.

Entonces, conforme al principio rector, se deben respetar a las garantías que protegen a la
–libertad , de todo ciudadano y en especial, al procesado en juicio; y en tal sentido, la
normativa requiere, que la privación del bien jurídico (libertad), sea excepcional y para ello
destaca los supuestos de un peligro de fuga u obstrucción a la investigación como
elementos indispensables que no son, en la mayoría de las veces, propuestos o fundados en
forma objetiva; tornándose contraria a derecho.

Palabras claves: Prisión; Garantía; Juicio previo; Libertad.

Sumario: I. Introducción Doctrinal – Construcción de la Prisión Preventiva. II.


Lineamientos de la Prisión Preventiva en el Sistema Penal Paraguayo. III. Requisitos
objetivos y subjetivos de procedencia (y vigencia) del Auto de Prisión o imposición de


Abogado por la Universidad Nacional de Asunción. Magister en Ciencias Penales “Summa Cum Laude”, por la Universidad Nacional de
Asunción. Especialista en Ciencias Penales por la Universidad Nacional de Asunción. Especialista en Docencia Superior Universitaria por
la Universidad Nacional de Asunción. Capacitación en Ciencias Penales por la Universidad Nacional de Asunción. Capacitación en
Docencia Superior Universitaria por la Universidad Nacional de Asunción. Diplomado en Mediación y Arbitraje «Universidad Católica
Nuestra Señora de la Asunción». Diplomado en Derecho Penal con Soporte en Constitucional «Universidad Católica Nuestra Señora de la
Asunción». Diplomado en Derecho Procesal Penal «Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción». Diplomado en Argumentación
Jurídica «Escuela Judicial – Consejo de la Magistratura». Diplomado en Derecho Penal y Procesal Penal Internacional «Universidad
Católica Nuestra Señora de la Asunción». Diplomado en Derecho Penal – Parte General «Universidad Católica Nuestra Señora de la
Asunción». Escuela Judicial Promoción XVI. Trainer en Alliance for Integrity. Defensor Público en el Fuero Penal de la Ciudad de
Asunción. Docente Titular en ISEPOL.
medidas, desde la perspectiva de la legislación procesal vigente. IV. Análisis del criterio
doctrinario sobre la aplicación de la Prisión Preventiva. V. Reflexiones sobre la aplicación
de la Prisión Preventiva y otras medidas cautelares de coerción en nuestro sistema penal.
Conclusión Personal.

I. Introducción Doctrinal – Construcción de la Prisión Preventiva.

El constituyente paraguayo fijó un lapso temporal de la prisión preventiva de


cualquier persona sometida a proceso con pretensión penal, sobre la base de la pena mínima
que le pudiera corresponder de acuerdo a la calificación del hecho, dispuesta por el órgano
jurisdiccional. En tal sentido el artículo 19 de la Constitución Paraguaya, expresa: De la
prisión preventiva “La prisión preventiva solo será dictada cuando fuese indispensable en
las diligencias del juicio. En ningún caso la misma se prolongará por un tiempo mayor al
de la pena mínima establecida para igual delito, de acuerdo con la calificación del hecho
efectuado en el auto respectivo”1.

Es interesante iniciar con el apartado que antecede, por un detalle no menor,


respecto al tema que interesa, y que permitirá recordar el marco rector de la -Prisión
Preventiva-; reiterando que la misma será dictada sólo cuando fuese necesaria e
indispensable en el proceso penal que se encuentra en su etapa investigativa y/o
preparatoria, y más allá de discutir la duración de la misma, es trascendente analizarla
desde un enfoque constitucional, y no solamente desde el ámbito de su regulación procesal.

Otra cuestión valorada, es la crítica que realizan constantemente los estudiosos del
derecho procesal penal, respecto a una errónea y triste argumentación, por parte de ciertos
Órganos Jurisdiccionales. El acceso a una medida alternativa o sustitutiva a la prisión por
parte del ciudadano, se encuentra condicionada la mayoría de las veces, a la prestación de
una caución real por el propio imputado u otra persona, mediante el efectivo depósito y
constitución de prenda o hipotecas, entrega de bienes etc., (sic. Art. 245, Num. 7, C.P.P.).

1
Articulo presentado por el Dr. Raúl Eligio Caballero Cantero, “El Articulo 19 de la Constitución y el falso dilema”, Cuadernos Colam
N°4, Asunción, Paraguay, Octubre 2011, pág. 2
Se considera, que los presupuestos señalados en la ley procesal, no deberían descansar
sobre una base de acceso o posibilidad económica del procesado, surge además la violación
Constitucional en este aspecto y una omisión al Art. 9 de la ley penal de forma de la
normativa paraguaya, que claramente, invoca la igualdad de oportunidades procesales
“igualdad de armas”.

En este punto, es importante destacar, los primeros pasos, de la Institución, que


priva a una persona de su libertad, la cual surge, en la Edad Media, desde la Iglesia Católica,
que ya aplicaba el denominado “derecho canónico”.

En un sentido, más histórico, se puede observar que algunos Penalistas, hablan de


que la prisión como pena, aparece a finales del siglo XVI, pero que luego desaparece por
dos siglos, resurgiendo de la forma actualmente conocida, a principios del siglo XVIII.

Ahora bien, la privación de libertad de las personas, en un sentido estricto y como


pena; es decir, “un castigo”, inicia posterior al siglo XVIII; ya que antes, -el encierro- no
existía dentro del catálogo de penas, sino que, surge como tal, recién a partir de la
transformación del modelo feudal que imperaba en ese entonces, al sistema de producción
capitalista.

El castigo, fue un diseño justificado por un contrato o pacto social. 2A finales del
siglo XIX, donde un político, escritor, periodista, criminólogo, sociólogo italiano, director
del diario del Partido Socialista Italiano Avanti!, llamado Enrico Ferri, da nacimiento a una
postura ideológica conocida como “La Defensa Social”, y que se debe tener presente,
puesto que, a través de la misma, se fundamentaba que los individuos son siempre
responsables de sus actos ante la sociedad, y que la sanción social (cualquiera sea,
conforme a la época) es la reacción natural contra el delito (efecto común ante la clara
desaprobación social), argumentando que la aplicación de una pena era el medio de defensa

2
Abg. Ubaldo Matías Garcete Piris, “Tesis con el título: El derecho penal del enemigo y su implicancia en el Derecho Penal Internacional
y en el Derecho Penal Paraguayo”, presentado como requisito para la obtención del título de “Especialista en Derecho Penal”, en el
Instituto Pedro Casañas Lial, Asunción, Paraguay, Año 2016
contra conductas delictivas y totalmente desaprobadas, y que por ello se encontraba
justificada su aplicación, en razón suficiente de la peligrosidad del delincuente.

Las nuevas reglas de juego requirieron para su aceptación "educar" a las mayorías,
disciplinarlas para que admitan su condición natural. Nació así, el encierro en la
penitenciaría, lugar donde las masas ociosas que delinquían, eran educadas, disciplinadas
mediante el trabajo más duro y obligatorio. Al mismo tiempo, este modelo cumpliría con
los postulados de las teorías de la prevención general, desde el momento, que serviría para
que el proletariado soportara mansamente el trabajo en la fábrica que el mercado libre le
ofrecía3.

II. Lineamientos de la Prisión Preventiva en el Sistema Penal Paraguayo.

Al hablar del sistema positivo paraguayo, resulta importante recordar el Código


Procesal Penal de 1914 para poder distinguir las diferencias de las leyes vigentes que rigen
a la Prisión Preventiva en nuestro ordenamiento actual de la República del Paraguay, y
necesariamente debemos iniciarnos en nuestra ley suprema, -la Constitución Nacional-, y
más principalmente, entender de ello, que la –libertad- de las personas es la regla
general dentro de nuestro sistema, ya que el legislador ha distinguido la necesidad de
protegerla con la siguiente expresión: “Toda persona tiene el derecho a ser protegida en
su libertad y en su seguridad”, extraída de su 4Art. 9, de la Libertad y de la Seguridad
de las personas. Seguidamente, se puede encontrar a la ley suprema dando garantías al
ciudadano con relación a la vigencia y goce de su libertad con la siguiente expresión;
“Nadie será privado de su libertad física o procesado, sino mediando las causas y en las
condiciones fijadas por esta Constitución y las leyes”.

Entendiendo, que las garantías que se encuentran dentro de nuestra disposición


magna constituyen una limitación, para el Estado; es decir, se impone a los Órganos

3
Pavarini, M. Ob. cit en 2. Pág. 33/34.

4
Poder Legislativo, Constitución Nacional del Paraguay, Asunción, Paraguay, 1992
Jurisdiccionales, evitar el ejercicio abusivo del poder punitivo (Ius Puniendi).

El Art. 12 de la Constitución Nacional Paraguaya, no sólo indica, sino exige, la


limitación del poder punitivo, ya que, la privación del bien jurídico “Libertad”, sólo puede
ser aplicada a través de una orden escrita, emanada de autoridad competente para que la
detención o arresto del ciudadano (Art. 239 CPP) sea un acto lícito. Ahora bien, no
podemos olvidar a los casos excepcionales que se pueden dar en la comisión de un delito
en –flagrancia5- que merezca pena corporal.

El principio fundamental que regula toda la institución de la detención preventiva,


es el principio de excepcionalidad. En este punto, se ha afirmado que el principio intenta
evitar que la detención sin sentencia sea usada como castigo y prevenir su aplicación en
caso de infracciones leves con base en meras sospechas o careciendo de indicios de que el
acusado es propenso a huir u obstaculizar la marcha de la justicia6.

Es claro que, la medida cautelar o institución de la prisión preventiva, es de carácter,


netamente personal, y ante esto, la normativa constitucional paraguaya, destaca su
regulación y limitación. Así también, las normas internacionales acompañan claramente,
las protecciones para toda persona que se encuentre dentro de un proceso penal, como bien
lo menciona la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su inc. 5 del Art. 7,
que dispone: “…Derecho a la libertad personal: (…)5) Toda persona detenida tendrá
derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesto en libertad, sin
prejuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías
que aseguren su comparecencia en el juicio…”.

Nuestro ordenamiento jurídico, protege el debido proceso, respecto a la aplicación


de medidas cautelares de carácter personal, bajo presupuestos tanto objetivos como

5
Diccionario de la RAE
Del lat. flagrantia.
1. f. Cualidad de flagrante.
6Bigliani, Paola. Bovino, Alberto. Encarcelamiento preventivo y estándares del sistema interamericano, Ediciones del Puerto, Buenos

Aires, Argentina, Año 2008, pág. 35.


subjetivos, que de alguna manera siguen un lineamiento marcado por la Constitución
Nacional, protegiendo a los ciudadanos del efecto negativo de la facultad que se otorgan a
los Órganos Juzgadores.

El ordenamiento procesal penal de la República del Paraguay, en su Art. 237,


establece que: “En los hechos punibles de acción privada, en aquellos que no dispongan
pena privativa de libertad o cuando la prevista sea inferior a un año de prisión, no podrá
aplicarse prisión preventiva, los delitos de acción penal privada, en las que no se
disponga pena de privación de libertad y en aquellos en que la pena sea inferior a un
año no se podrá aplicar la prisión preventiva, sin perjuicio de las medidas sustitutivas
que podrán ser decretadas conforme a la naturaleza de cada caso”. De igual manera, el
Art. 238 resalta las limitaciones y refiere que: “No se podrá decretar la prisión preventiva
de las personas mayores de setenta años, de las mujeres en los últimos meses de
embarazo, de las madres durante la lactancia de sus hijos o de las personas afectadas
por una enfermedad grave y terminal debidamente comprobada. En estos casos, si es
imprescindible alguna medida cautelar de carácter personal, se decretará, el arresto
domiciliario. Con ello, se evidencian aspectos objetivos que deben darse, para enlazar
dichos preceptos legales, en razón, a que se trata de una regla de aplicación excepcional.
7
Representa un claro desarrollo del principio de proporcionalidad, en materia de las
medidas cautelares, y en particular de la prisión preventiva, estableciendo parámetros
claros en materia de la privación de libertad durante el procedimiento, el cual debe ser
proporcional a la pena que se espera.

La institución del derecho de forma estudia con precisión los presupuestos


necesarios o intrínsecos para la viabilidad de la Prisión Preventiva que se encuentran
plasmados en el mismo código procesal penal de la República del Paraguay en su Art. 242,
a los efectos de que el Órgano competente para su aplicación, no ose colisionar tan
discutida y extrema medida cautelar, con las garantías del debido proceso.

7
Vázquez Rossi, Jorge; Centurión Ortiz, Fabian, Código Procesal Penal Comentado-Ley N° 1286/98, Edit. Intercontinental, Asunción,
Paraguay, Año 2012. Pág. 492
Que consten elementos suficientes sobre la existencia de un hecho punible grave.
Que, en la etapa investigativa llevada a cabo por el Ministerio Público, de acuerdo a nuestro
Código Procesal, deben surgir elementos de sospecha sobre la existencia de un hecho
punible y la participación de la persona para que, esa representación pública presente el
acta de imputación; requisito esencial para solicitar y aplicar una medida cautelar. Y es que
para decretar esta penosa medida se exige, la existencia fundada de elementos primarios
suficientes para estimar la comisión de un hecho punible grave que relacione al Imputado
como autor o participe del acto disvalioso8.

La ley procesal penal paraguaya también establece que, tal medida cautelar, no debe
ser considerada como una pena anticipada. Pero existe actualmente una amplia discusión
sobre ello, puesto que, en ocasiones, se violenta el plazo razonable, que es parte
fundamental del debido proceso. Además de los puntos objetivos y subjetivos de la norma
que exigen los presupuestos previos a la aplicación de la medida y que deben darse en
forma “conjunta”.

El Camarista de la Circunscripción Judicial de Alto Paraná, Dr. Miguel Oscar


López Cabral, va más allá de los presupuestos exigidos por la norma, e interpreta de
manera, a tratar de resolver la interrogante, de si, ¿la Prisión Preventiva es en realidad un
mal necesario? Y si ¿la misma colisiona y avasalla el principio de inocencia y la garantía
constitucional del Juicio Previo?.

No existe tal colisión ni avasallamiento, al contrario mediante la aplicación del


principio de inocencia, es que, tiene fundamento jurídico y legal la prisión preventiva; en
efecto nadie puede ser condenado a una pena privativa de libertad sino por una sentencia
firme. A partir de este aserto, se afirma entonces que la prisión preventiva no puede ser
aplicada como un anticipo de pena, al contrario, dicha medida restrictiva de libertad es
aplicada al solo efecto de poner a disposición de la ley al imputado, a los efectos del

8
López Cabral, Miguel Oscar, De las medidas cautelares en el procedimiento penal, Edit. Intercontinental, Asunción, Paraguay, Año
2013. Pág. 249
proceso penal9. A ello, se suma la estricta necesidad de que persistan realmente el peligro
de fuga y el peligro de obstrucción al proceso sino se estaría perdiendo la esencia de su
aplicación dentro de un debido proceso, bajo el principio pro libertatis.

III. Requisitos objetivos y subjetivos de procedencia (y vigencia) del Auto de


Prisión o imposición de medidas, desde la perspectiva de la legislación
procesal vigente.

Abogando ciertos criterios uniformes sostenidos por otros investigadores del


Derecho Penal, de los estudiosos de jurisprudencias de los Tribunales y de Docentes
destacados en la materia, se sostiene, que uno de los propósitos de la prisión preventiva en
el proceso penal es la de asegurar el sometimiento del procesado en el juicio penal.
Considerando que su viabilidad se enmarca dentro de los ejes principales de
“Excepcionalidad” y “Proporcionalidad”.

Entonces, advirtiendo nuevamente que para la viabilidad de la aplicación de dicha


medida en cuestión; deben darse conjuntamente los presupuestos para la vigencia de la
misma, y con mayor certeza en las causas penales graves con relevancia o cuyo bien
jurídico lesionado sea considerable para el derecho.

Ahora bien, resulta necesario exponer sobre otras limitaciones. Si bien es cierto,
podemos tomarlas como estrictamente definidas en forma “objetiva” y “subjetiva” en la
ley procesal, como en los casos dados en el párrafo anterior, que se refieren a los sujetos
procesales, en estado de gravidez, mujeres con hijos lactantes, mayores de 70 años de edad,
y personas con enfermedades graves. La limitación viene de la misma constitución
nacional, en su expresión “será dictada cuando fuese indispensable en las diligencias del
juicio”.

La legislación Chilena tiene una clara perspectiva de ello, e inclusive distingue, los

9López Cabral, Miguel Oscar,Idem. Pág. 432.


10
presupuestos de aplicación; a) Presupuestos objetivos. El artículo 140 del Código
Procesal Penal de Chile señala que «una vez formalizada la investigación, el tribunal, a
petición del ministerio público o del querellante, podrá decretar la prisión preventiva del
imputado siempre que el solicitante acredite que se cumplen los siguientes requisitos: a)
Que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare; b)
Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha
tenido participación en el delito como autor, cómplice o encubridor, y c) Que existen
antecedentes calificados que permitieren al tribunal considerar que la prisión preventiva
es indispensable para el éxito de las diligencias precisas y determinadas de la
investigación, o que la libertad del imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad
o del ofendido».

Entonces, haciendo alusión a dicha normativa, y en un estudio comparado a la


disposición legal de la prisión preventiva, se puede inferir claramente que lo dispuesto en
el 11Art. 242 del Código Procesal Penal Paraguayo nos describe los elementos objetivos y
subjetivos para la posibilidad de la medida excepcional, consistente como ya se menciona
anteriormente; en la privación lícita de la libertad personal sólo cuando fuese estrictamente
necesaria.

Por tanto, a contrario sensu, el órgano jurisdiccional; en caso de no darse, lo


dispuesto en los apartados del precepto legal resaltado en el párrafo anterior,
necesariamente no proseguirá con la intención de la medida restrictiva de libertad y

10
Chacón Rojas, Oswaldo; NatarenNandayapa, Carlos Faustino, “Las Medidas Cautelares en el Sistema Procesal Acusatorio”,
Edit.SEGOB, México, Año 2011, pág. 83

11
Artículo242. PRISIÓN PREVENTIVA. El juez podrá decretar la prisión preventiva, después de ser oído el imputado, solo cuando sea
indispensable y siempre que medien conjuntamente los siguientes requisitos:.

1) que existan elementos de convicción suficientes sobre la existencia de un hecho punible grave ;

2) sea necesaria la presencia del imputado y existan hechos suficientes para sostener, razonablemente, que es autor o partícipe de un hecho
punible ; y,

3) cuando por la apreciación de las circunstancias del caso particular, existan hechos suficientes para suponer la existencia de peligro de
fuga o la posible obstrucción por parte del imputado de un acto concreto de investigación.
analizará la aplicación de alguna sustitutiva a la prisión preventiva e inclusive podrá
resolver, no aplicar algún tipo de medida cautelar.

Es entendible, que sí el Juez competente no observa reunidos conjuntamente las


circunstancias que requieren el dictamiento de la medida cautelar más gravosa, él mismo
se encuentra limitado a dictarla.

El anteproyecto para la reforma del código procesal penal paraguayo,12 no


demuestra nuevamente la intención de discriminar presupuestos objetivos de los subjetivos
en títulos, tornando por cierto, que la protección de la norma, siempre será la libertad, y
como regla excepcional la privación de la misma.

De nuevo se contemplan como presupuestos objetivos, las previsiones de peligro


de fuga y obstrucción a los actos del proceso de investigación que ameritan la sospecha
sobre circunstancias que hacen a la viabilidad de la medida cautelar estudiada, y así, se
podría inferir que, respecto a lo objetivo del peligro de fuga, surge lo subjetivo, como el
arraigo, la residencia habitual, la pena que podría imponerse en caso de condena, el
comportamiento del imputado durante el proceso, circunstancias que podrían sopesar en la
actitud renuente del sometimiento al proceso para decidir sobre un verdadero peligro de
fuga.

12
ARTÍCULO 242. PRISIÓN PREVENTIVA. (Anteproyecto – Reforma)

El juez podrá decretar la prisión preventiva, después de ser oído el imputado, sólo cuando sea indispensable y siempre que medien
conjuntamente los siguientes requisitos:

1) Que existan elementos de convicción suficientes sobre la existencia de un hecho punible grave;
2) Sea necesaria la presencia del imputado y existan hechos suficientes para sostener, razonablemente, que es autor o partícipe de
un hecho punible; y,
3) Cuando por la apreciación de las circunstancias del caso particular, existan hechos suficientes para suponer la existencia de peligro
de fuga o la posible obstrucción por parte del imputado de un acto concreto de investigación.
Antes de resolver, el órgano jurisdiccional convocará inmediatamente a una audiencia oral para oír al imputado o su defensor sobre el
requerimiento cautelar y resolverá inmediatamente. La audiencia se realizará con las partes que concurran y en ningún caso se podrá
suspender, aunque exista recusación contra el representante del Ministerio Público o de la querella. Sólo cuando se recuse al juez sobre la
base de los numerales 1º, 2º, 4º, 8º, 10º, 11º y 12º del artículo 50 y se encuentre comprendido evidente en esas causales, el juez remitirá al
que corresponda quien para que resuelva. La remisión y la resolución se efectuarán inmediatamente.
Si bien, hoy día se pueden señalar la existencia de varios factores o circunstancias
exógenos que de una manera u otra, atentan contra principios y garantías altruistas
consagrados en la misma Constitución Nacional, y en la ley N° 1286/98 del Procesal Penal,
no pueden perderse de vista ni menospreciar los presupuestos subjetivos, que el Juez
Competente debe valorar desde la esencia de la norma, amparadas y debidamente fundadas
en la causa de mérito.

Nuevamente, la legislación comparada, sería un elemento de estudio favorable para


la construcción de los presupuestos de la prisión preventiva. En tal sentido, la norma
chilena determina como aspectos subjetivos lo dispuesto 13de conformidad con el artículo
122 inciso 2° esta medida debe siempre decretarse por medio de resolución judicial
fundada. El art. 143 de la norma penal chilena, dispone que al concluir la audiencia el
tribunal se pronunciará sobre la prisión preventiva por medio de una resolución fundada
en la cual expresará claramente los antecedentes calificados que justifican la decisión. Por
su parte el artículo 154 de la misma norma, dentro de los requisitos comunes a la prisión
preventiva y la detención, nos dice que toda orden de prisión preventiva y de detención
será expedida por escrito por el tribunal, y contendrá: a) el nombre y apellidos de la persona
que debiere ser detenida o aprehendida o, en su defecto, las circunstancias que la
individualizaren o determinaren; b) el motivo de la detención o prisión; y c) la indicación
de ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o lugar
público de prisión o detención que determinare, o de permanecer en su residencia según
correspondiere.

Por lo tanto, si los Arts. 242, 243 y 244, del Código Procesal Penal Paraguayo,
construyen presupuestos objetivos, no es menos cierto que para ello, deben tenerse presente
a los aspectos subjetivos, pues, tal como lo menciona la jurista mexicana Mara Gómez
Pérez 14
“…que los estados de la región deben adoptar políticas públicas integrales

13
Chacón Rojas, Oswaldo; NatarenNandayapa, Carlos Faustino, “Las Medidas Cautelares en el Sistema Procesal Acusatorio”,
Edit.SEGOB, México, Año 2011, pág. 85

14
Garcia Ramirez, Sergio; Islas de Gonzalez, Olga; Pelaez, Mercedes, “Criterios y Jurisprudencia Interamericana de Derechos
Humanos; Influencia y Repercución en la Justicia Penal”, Edit Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, Año 2014. Pág. 220.
dirigidas al sistema de justicia penal y la gestión penitenciaria, que incluyan, tanto
medidas de adopción inmediata, como planes, programas y proyectos a largo plazo. Y
que sean asumidas como una prioridad que comprometa a todas las ramas del poder
público, y que no dependan del mayor o menor interés que coyunturalmente puedan darle
los gobiernos de turno, ni de los avatares de la opinión pública”.

Pero, se torna incierto, la apreciación de la norma con respecto a los presupuestos


subjetivos, para la viabilidad de la medida cautelar de prisión. Sería razonable lo que
algunos Juristas sostienen, con respecto a la peligrosidad procesal del imputado, lo que se
requiere para sostener los presupuestos objetivos. Dicha peligrosidad puede ser distinguida
en grados; es decir, de lo potencial, que sería la aptitud o capacidad y la actitud o intención,
para materializar un riesgo de frustración en la investigación. Por ello, sería un tanto
discutible, pensar que, en el caso del imputado; basta que, concurra la simple posibilidad o
intención de frustración al proceso para la funcionalidad de la medida de restricción de la
libertad personal, puesto que, estaríamos mencionando una discriminación del sujeto
procesal (Derecho Penal de Autor).

IV. Análisis del criterio doctrinario sobre la aplicación de la Prisión


Preventiva.

Partiendo de la base de que, el derecho a la libertad personal, no sería de carácter


absoluto, al admitirse ciertas circunstancias en que intereses sociales superiores, tanto en
nuestra Constitución Nacional como en Convenciones Internacionales prescriben los casos
en que puede restringirse el usufructo o disfrute del bien jurídico “Libertad”, además de
los casos y la forma en que debe aplicarse como supuestos de excepción.

El Magistrado Paraguayo, Dr. Miguel López Cabral, indica que es un criterio


oportuno y responsable, el concluir de que, toda coerción sufrida por el imputado antes de
la sentencia, debe obedecer a finalidades y características diferentes al de la pena, que es
consecuencia de una sentencia condenatoria; atendiendo a la circunstancia de que el
procesado es considerado jurídicamente inocente en tanto y en cuanto no se dicte la
resolución condenatoria, caso contrario la estaríamos convirtiendo en un anticipo de pena.

Ahora bien, a nivel internacional, el informe de la comisión interamericana señala


que la aplicación arbitraria e ilegal de la prisión preventiva es un problema crónico en
América Latina; que en los últimos años se han promovido en la región, políticas
equivocadas que aumentan el uso de esta medida cautelar pretendiendo dar con ello
respuesta a las demandas sociales de seguridad; que, además, existen tendencias
preocupantes en materia de regulación que incorporan normas que conducen a un uso
abusivo de la prisión preventiva, y que el uso excesivo de la detención preventiva es un
factor determinante de la mala calidad de la administración de justicia, y por tanto,
directamente relacionado con la democracia.

El informe de la comisión concluye que: “el uso no excepcional de la prisión


preventiva es uno de los problemas más graves y extendidos que enfrentan los estados
miembros de la (OEA) en cuanto al respeto y garantía de los derechos de las personas
privadas de libertad. El uso excesivo o abusivo de esta medida es uno de los signos más
evidentes del fracaso del sistema de administración de justicia, y es una situación
inadmisible en una sociedad democrática, en la que se respete el derecho de todo
ciudadano a la presunción de inocencia”15.

Pero, ingresando a un análisis estricto respecto a la medida cautelar que interesa,


teniendo en cuenta su aplicación y práctica, más que las disposiciones de la normativa legal
vigente que la regula, se tendría claramente que la dilación del tiempo de reclusión de una
persona hoy en día, sigue prolongándose, sin olvidar, que el sindicado todavía –inocente-
(hasta que se demuestre lo contrario) y en pleno proceso está al borde de contrariar un bien
jurídicamente protegido consistente en su libertad personal 16(Art. 236 CPP).

Garcia Ramirez, Sergio; Islas de Gonzalez, Olga; Pelaez, Mercedes, “Criterios y Jurisprudencia Interamericana de Derechos
15

Humanos; Influencia y Repercución en la Justicia Penal”, Edit Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, Año 2014. Pág. 204

16
PROPORCIONALIDAD DE LA PRIVACION DE LIBERTAD. La privación de libertad durante el procedimiento deberá ser
proporcional a la pena que se espera. En ningún caso podrá sobrepasar la pena mínima prevista para cada hecho punible en la ley,
ni exceder del plazo que fija este código para la terminación del procedimiento o durar más de dos años.
En este entendimiento, se afirma que la desproporción desmedida del plazo
máximo, sigue siendo un claro perjuicio o quebrantamiento al derecho, inherente a toda
persona, que forma parte de aquel haz de seguridades jurídicas de la cual, el ser humano
no puede ser privado. La Declaración Universal de Derechos Humanos reza en su art. 1
que: “todos los seres humanos nacen libres en igualdad y derechos”. Prosigue diciendo en
su art. 3: “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su
persona”. En este sentido, nuestra propia Constitución Nacional en el preámbulo, aclama
como fin de la misma: “asegurar la libertad, la igualdad y la justicia”.

Entonces, por qué seguir aplicando en forma desmedida y sin razonamiento


responsable, omitiendo presupuestos objetivos y subjetivos, violentando en ocasiones
principios fundamentales como la presunción de inocencia. La corte interamericana dejó
así claramente expresado que en el sistema interamericano prima la presunción de
inocencia; que la prisión preventiva, dentro de todas las medidas cautelares que se le
pueden aplicar a un imputado, es la más severa y que debido a ello, siempre debe ser
excepcional. La regla debe ser la libertad del procesado y no su detención. Ahora, cuando
la corte interamericana dice que la aplicación de la prisión preventiva debe ser excepcional,
quiere decir precisamente, que no debe aplicarse en la mayoría de los casos, ni en la mitad
de ellos, y ni si quiera en el veinte por ciento de los asuntos. 17Es una medida que a juicio
de la corte interamericana debe ser verdaderamente inusual, debe ser utilizada solo de
manera insólita, su aplicación debe tener carácter excepcional.

V. Reflexiones sobre la aplicación de la Prisión Preventiva y otras medidas


cautelares de coerción en nuestro sistema penal. Conclusión Personal.

El plazo razonable de la prisión preventiva ha gozado de una especial protección


en la jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Ello se debe en

17
Garcia Ramirez, Sergio; Islas de Gonzalez, Olga; Pelaez, Mercedes, “Criterios y Jurisprudencia Interamericana de Derechos
Humanos; Influencia y Repercución en la Justicia Penal”, Edit Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, Año 2014. Pág. 210.
gran medida a que, en buena cuenta la prisión preventiva no constituye una medida punitiva
sino una cautelar. Una de las primeras sentencias de la Corte IDH respecto de este tema es
el18Caso Suárez Rosero vs. Ecuador. En dicha oportunidad, el Tribunal resaltó la
obligación estatal, de no restringir la libertad más allá de lo estrictamente necesario, ya que
la desproporcionalidad temporal de la prisión preventiva constituye la anticipación de la
pena a la sentencia.

Al reflexionar, y considerar, cuestiones que hacen alusión a la aplicación


responsable de la Prisión Preventiva y su enfoque Constitucional, evidentemente surge la
incógnita, de si, dicha medida cautelar, no atenta contra el principio de inocencia; en razón,
a que, debería en realidad respetar y proteger. Pero si bien, se restringe preventivamente
esa libertad (de una persona), con la racional intención de evitar nada más que el derecho
penal, se vea burlado por la fuga del procesado, truncando así, la investigación, el proceso,
el juicio oral y público y la condena. Pero lo que realmente sucede en determinadas
circunstancias, es que ponen en peligro todo un sistema de garantías otorgada por la misma
Ley suprema.

En este punto, se debe destacar/mencionar que las normativas internacionales,


disponen a los Estados partes, la observancia estricta sobre la protección integral de la
libertad de todo ciudadano, como lo apreciamos en el Artículo 9.1 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos. Artículos 5.1, 5.2, 7.1, 7.2, 7.3, 7.5, 8.2, 11.2, 11.3, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Observación General 8 del Comité de
Derechos Humanos de la ONU al artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos. Observación General 20 del Comité de Derechos Humanos de la ONU al artículo
7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Artículos 9,10.1, 10.2, 14.1, 14.2,
y 14.3 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos. Reglas mínimas de las
Naciones Unidas sobre las medidas no privativas de libertad (Reglas de Tokio).

18
Corte IDH. Caso Suárez Rosero vs. Ecuador. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No 35. Párr.77 y ss.
Entonces, su inobservancia surge desde el propio Estado, y por falta de políticas
criminales bien definidas, como ser la súper población de los centros penitenciarios
(circunstancia que en los últimos tiempos ha sido tema de movilizaciones sociales), la falta
de distinción de las Unidades de Prisión para personas condenadas y otras para quienes
cumplen una -Medida- durante el proceso. Surgen soluciones constantes de hechos
conocidos en el transcurrir del tiempo, debatiendo sobre las cuestiones penitenciarias y
sobre violaciones de los derechos humanos del imputado. Pero hasta que el Estado no vea
esa realidad como una carga, no sólo, desde el punto de vista social sino como una política
estatal.

A ello se debe sumar la falta de independencia del Poder Judicial del órgano
político, pues de seguir la administración de justicia con elocuente sumisión al órgano,
clase o estructura política de otros poderes del estado, de nada servirá que sigamos
escribiendo estos artículos o monografías sobre la efectiva aplicación de la “Prisión
Preventiva”.

Y no podemos pasar por alto, lo señalado en nuestra Constitución Nacional en su


Art. 19 entre otras que nos permite suscribir claramente que la prisión preventiva es
una medida cautelar de carácter excepcional, cuya aplicación sólo cabe en los casos
indispensables o necesarios, a más de que las otras medidas cautelares como la
aprehensión y la detención preventiva deben sujetarse a la previa orden de autoridad
competente, y que el dictamiento de la prisión preventiva más allá de las disposiciones o
condiciones consagradas en la ley procesal, ella deberá reunir tres premisas por mandato
de la ley suprema y que podemos enunciarlas de la siguiente forma: Que las medidas
cautelares de orden personal deben aplicarse en los casos estrictamente necesarios y
con carácter excepcional; que deben ser proporcionales a la sanción que se espera con
relación al hecho imputado, y; que los criterios de excepcionalidad y
proporcionalidad son compatibles con dos criterios objetivamente definidos como el
peligro de fuga u ocultación del procesado y el peligro u obstrucción de algún acto de
investigación emprendido por el órgano persecutor.
Para finalizar, con una célebre frase, que podría significar, una realidad, dentro de
nuestro sistema procesal penal paraguayo, “La libertad suena donde las opiniones
chocan”. Adlai E. Stevenson.

Bibliografía

 Bigliani, P., & Bovino, A. (2008). Encarcelamiento preventivo y estándares del


sistema interamericano. Buenos Aires: Ediciones del Puerto.
 Cabral, M. O. (2013). De las medidas cautelares en el procedimiento penal.
Asunción: Intercontinental.
 Cantero, R. E. (211). El Articulo 19 de la Constitución y el falso dilema". Cuadernos
Colam N° 4
 Legislativo, P. (1992). Constitución Nacional del Paraguay. Asunción.
 Piris, U. M. (2017). Normas Penales Fundamentales. Asunción: Lexijuris.
 Ramirez, S. G., Gonzalez, I. d., & Pelaez, M. (2014). Criterios y Jurisprudencia
Interamericana de Derechos Humanos. Instituto de Investigaciones Jurídicas:
México.
 Rojas, O. C., & Nandayapa, C. F. (2011). Las Medidas Cautelares en el Sistema
Procesal Acusatorio. Mexico: SEGOB.
 Rossi, J. V., & Ortiz, F. C. (1998). Codigo Procesal Penal Comentado Ley N°
1286/98. Asunción: Intercontinental.

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