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La extinción de los dinosaurios es la pregunta clave que todo el mundo se hace.

Aunque parezca
sorprendente, se desconoce la respuesta, por más que tantos científicos hayan procurado abordarla. En la
actualidad, alrededor de quinientos paleontólogos, geólogos, geoquímicos y astrofísicos están trabajando
en ello. Cada año se publican cientos de informes sobre el tema, y se llevan a cabo docenas de congresos,
pero no parece que estemos mucho más cerca de la verdad que hace diez años. Todavía no podemos
afirmar con certeza si los dinosaurios tardaron diez millones de año, o un minuto en extinguirse, ni
tampoco si murieron de forma simultánea.

Los fósiles (del latín fossile, lo que se extrae de la tierra) son los restos o señales de la actividad de
organismos pretéritos. Dichos restos, conservados en las rocas sedimentarias, pueden haber sufrido
transformaciones en su composición (por diagénesis) o deformaciones (por metamorfismo dinámico) más o
menos intensas.

La Paleontología (del griego «παλαιος» palaios = antiguo, «οντο» onto = ser, «-λογία» -logía, tratado,
estudio, ciencia) es la ciencia que estudia e interpreta el pasado de la vida sobre la Tierra a través de los
fósiles.

El mimetismo es una habilidad que ciertos seres vivos poseen para asemejarse a otros organismo (con los
que no guarda relación) y a su propio entorno para obtener alguna ventaja funcional.

El objeto del mimetismo es engañar a los sentidos de los otros animales que conviven en el mismo hábitat,
induciendo en ellos una determinada conducta. Los casos más conocidos afectan a la percepción visual, pero
también hay ejemplos de mimetismo auditivo, olfativo o táctil.

Relación de los fósiles con la evolución

Los fósiles son TESTIMONIOS de la EXISTENCIA de organismos diversos en eras anteriores, se ha observado
que en los huesos a veces se forman cristales. Los científicos demostraron que el ADN contenido en estos
estratigrafía, han podido ser fundadas en la sucesión y evolución de las especies en el curso de los tiempos
geológicos.

La vida en los desiertos

El camello puede comer de plantas espinosas, almacena sus reservas en forma de grasa, pero
como con las nalgas de algunas mujeres del desierto, se concentran en zonas donde es imposible
refrigerar el cuerpo:

El enemigo numero uno de las plantas del desierto es la evaporación; algunas especies contienen
hojas diminutas y con pocos estomas, pero otras, saguaro incluido, las han perdido
completamente y han incorporado sus estomas al tronco, que por eso es verde; las espinas no solo
cumplen el rol de proteger a los cactus de los predadores sino también, y quizás sobretodo, de
crear un colchón de aire que disminuya la evaporación;

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