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J. Mosterín Logica de Primer Orden PDF
J. Mosterín Logica de Primer Orden PDF
LOGICA
DE
PRIMER
ORDEN
A R IE L
Jesús M osterín
LÓGICA DE PRIMER ORDEN
Desde finales del siglo xix, y después de un letar
go de 2.000 años, la lógica se ha desarrollado a un
ritmo acelerado, convirtiéndose en upa de las cien
cias formales más sólidas y bien establecidas. A c
tualmente, algunos conocimientos básicós de ló
gica resultan imprescindibles al filósofo y al mate
mático, e incluso al lingüista, al programador y al
interesado por la teoría de la información o la ci
bernética.
Las ramas de la filosofía contemporánea que han
logrado un progreso indudable y un rico acopio
de resultados y aclaramientos fecundos — tales co
mo la filosofía de la ciencia y la filosofía del len
guaje— se basan en la aplicación de técnicas y
conceptos lógicos al análisis de sus problemas. In
cluso en campos tan aparentemente alejados como
la ética se empieza a hacer uso de la lógica como
potente instrumento de dilucidación y sistematiza
ción. Y no pocos filósofos actuales piensan que la
filosofía entera no es otra cosa sino la actividad
del análisis lógico.
El progreso de la lógica llevó a principios de si
glo al descubrimiento de las paradojas de la teoría
de conjuntos y, con ello, a la más grave “crisis de
fundamentos” de la matemática moderna. Pero pre
cisamente con ayuda de la lógica se encontraron
también las diversas soluciones a la crisis: teorías
axiomáticas de conjuntos, teoría de tipos, matemá
tica intuicionista, etc. Las relaciones entre lógica
y matemática son estrechas y sus fronteras arbi
trarias. Respecto a los conceptos fundamentales de
la teoría de conjuntos nadie sabría afirmar si son
lógicos o matemáticos. Y en la metamatemática lo
gramos obtener resultados inequívocamente mate
máticos por procedimientos lógicos y resultados tí
picamente lógicos por procedimientos matemáticos.
En cierto modo, se puede decir que la matemática
se reduce a la lógica, pues la actividad matemá
tica consiste en deducir consecuencias (teoremas)
a partir de axiomas dados. En otro sentido se pue
de decir que la lógica se reduce a la matemática,
de la que constituye la parte más general.
La asimilación de las nociones y técnicas lógicas
elementales facilita grandemente la labor del lin
güista, del programador, del cibernético, etc. Re
cuérdese la importancia de la lógica en el desa
r r o l l o de la leería general de la computabilidad o
de las máquinas do Turing. Recuérdese también que
l a s C O I ! K M des lingüísticas más recientes — gramá-
1i r a g O l l i M aliva y 1ransformaeional de Chomsky,
K . U /. ele. halan de obtener para los lenguajes
■m i l l í a l e ; . ,con | ui i los de reglas o algoritmos recur-
' . 1 V‘ i ) d e g,iM ie ra e io n similares a los empleados para
d r l i i i n lo-, fm malí.-.mos l ó g i e o s . I n c l u s o e n l a p s i -
lo l. ij p i i, 111 p e d a g o g í a v la j u r i s p r u d e n c i a e n c u e n t r a
I a o ' U din I<i l o g a n a p i lene iones.
2. Metafísica
por Emerich Coreth
3. Literatura latina
por Jean Bayet
5. ABC de la grafología
por J. Crépieux-Jamin
8. La investigación científica
por Mario Bunge
9. Historia de la filosofía
por Frederick Copleston
LÓGICA
DE PRIMER ORDEN
EDITORIAL ARIEL
BARCELONA - CARACAS - MÉXICO
1. * edición: 1970
2. a edición: septiembre de 1976
Impreso en España
J esú s M o ster ín
Barcelona, junio de 1970.
J esú s M o ster ín
Barcelona, junio de 1976.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
1. N o m b re s................................................................................................... 13
2. Functores.................................................................................................... 14
3. S e n t e n c i a s ......................................... .................................................. 15
4. P r e d i c a d o s ............................................................................................ 16
5. C o n e c t o r e s ............................................................................................ 17
6. V ariables................................................................................................... 19
7. Términos y fórmulas ............................................................................. 19
8. C u a n tific a d o re s .................................................................................... 21
9. Descripciones........................................................................................... 22
10. P a r é n t e s i s ........................................................................................... 24
11. F o r m a l i z a c i ó n .................................................................................... 25
12. F o rm alism o s............................................................................................ 27
13. Lenguaje y metaleriguaje..................................................................... 27
P a r t e pr im er a
P a r t e te r c er a
SEMÁNTICA
Bibliografía . 139
IN T R O D U C C IÓ N
1. Nombres
L a cadena sonora que sale de nuestras bocas al hablar puede ser seg
mentada de diversas maneras. De la mayoría de los segmentos no tendría
sentido preguntar por el objeto o individuo al que se refieren o designan.
No designan objeto alguno. A los segmentos de la cadena sonora que se
refieren a algún objeto o individuo les llamamos designadores.
Si en vez de analizar la cadena sonora analizamos textos escritos, nos
encontraremos en una situación parecida. Podremos segmentar los textos
(o sucesiones finitas de signos gráficos del alfabeto de que se trate, ampliado
para abarcar los signos de puntuación y el espacio de separación) de
muchas maneras. Algunos segmentos de texto designarán quizás algo o a
alguien, y les llamaremos designadores. La mayoría no designan nada, no
se refieren a nada.
Hay muchos tipos de designadores. Uno de los más sencillos está cons
tituido por los nombres.
Todos conocemos ejemplos de nombres. Por ejemplo, “1”, “2 ”, “3 ”, “4 ”,
“5”, “6” ... son nombres de números. “París”, “Roma”, “Barcelona”, “Reus”,
“Sao Paulo”, “Yokohama”... son nombres de ciudades. “Pablo Picasso”, “An
dró Gide”, “José María de Porcioles”, etc., son nombres de personas.
“Marte”, “Tierra”, “Venus” ... son nombres de planetas. “R E N F E ”,
“UNESCO”, “ONU”, “NATO” ... son nombres de empresas u organiza
ciones.
Los nombres son — limitando ahora nuestra atención al lenguaje escri
to— sucesiones de signos gráficos que designan algo — un número, una
ciudad, una persona, un planeta, una empresa...— . En esto se comportan
como el resto de los designadores, de los que se diferencian por ser gene
ralmente más cortos, más sencillos, más unívocos, más independientes del
contexto.
Si digo: “yo he comido machacamoya”, “yo” actúa como designador,
es un designador que se refiere a mí. Pero su referencia variará con el
contexto, con la persona que pronuncie esa sentencia. Podría decir lo
mismo, diciendo “Jesús Mosterín ha comido machacamoya”, utilizando el
14 INTRODUCCION
2. Functores
Junto con los dos designadores 7 y 5 forman los designadores “el m.c.d. de
7 y 5 ”, “el m.c.m. de 7 y 5”, “7 + 5”, “7 ■5”.
Un functor que necesita de tres designadores para formar un nuevo
designador se llama functor triádico o temario. En general, un functor
que necesita de n (donde n es un número natural cualquiera) designadores
para formar un nuevo designador se llama un functor n-ádico o n-ario.
Obsérvese que los nombres señalan simplemente su objeto de referencia
sin indicar nada acerca de él, mientras que los designadores compuestos
(de un functor y otros designadores) señalan su objeto de referencia indi
cando alguna relación en que ese objeto está con los otros objetos designa
dos por los designadores componentes. Así, el nombre “9 ” no indica nada
del objeto al que se refiere, mientras que su designador compuesto “32”
indica que es el cuadrado de 3. Lo mismo puede decirse de “París” y “la
capital de Francia”, etc.
En nuestra simbolización, en vez de los functores del lenguaje ordinario,
utilizaremos las siguientes letras minúsculas del alfabeto latino: f, g, 7i, si
es necesario con subíndices de diferenciación (/0, fi, / 2,---) etc.). Cuando lo
creamos oportuno, indicaremos el número ádico o ario de un functor (es
decir, el número de designadores que necesita para formar un nuevo desig
nador) colocándolo en la parte superior derecha de la letra con que lo
simbolicemos. Así, si “/ ” es un functor triádico y queremos indicarlo, escri
biremos “f3”.
Consideremos el texto: “El padre de Juan Sebastián Bach también era
músico”. Podemos simbolizar al nombre “Juan Sebastián Bach” por o, y al
functor “padre d e ...” por /, con lo que obtenemos, escribiendo delante el
functor: “fa también era músico”.
3. Sentencias
Un designador se refiere a algo. “El Sena”, lo mismo que “El río que
atraviesa la capital de Francia”, se refiere al río Sena. Pero ¿qué sentido
tendría preguntar si “el Sena” es verdadero o falso? Ninguno, evidente
mente. De muchos de los segmentos en que podemos dividir la cadena
sonora que sale de nuestras bocas o los textos escritos que salen de nuestra
mano no podemos decir que sean verdaderos o falsos. Sólo de algunos.
A éstos les llamamos sentencias. Una sentencia es una expresión lingüística
de la que podemos decir que es verdadera o falsa, aunque no sepamos si es
lo uno o lo otro.
Así, por ejemplo, “París es la capital de Francia”, “5 + 5 = 12” y
“Tengo unas ganas enormes de cantar” son sentencias. L a verdad o false
dad de las sentencias depende con frecuencia del contexto. “Ayer fui al
cine” puede ser verdadera o falsa, según la persona que la diga y el día
en que la diga. Nosotros nos interesaremos por sentencias que sean lo más
4. Relatores
Habíamos visto que hay expresiones lingüísticas que, junto con un núme
ro determinado de designadores, forman un nuevo designador. Las había
mos llamado functores. Del mismo modo podemos observar que hay expre
siones lingüísticas que, junto con un número determinado de designadores,
forman una sentencia. Las llamaremos relatores.
Un relator que, seguido de un designador de un cierto tipo, forma una
sentencia se llama un relator monádico o monario. Así, hablando de perso
nas, “... es bueno”, “... está enfermo”, ronca terriblemente”, vive
en una casa de campo en las afueras de Amsterdam” son relatores moiuí-
dicos. Junto con designadores tales como “Juan Peláez”, “el rey de Thai
landia”, “el padre de Juan Peláez” y “el alcalde de Amsterdam”, forman
sentencias tales como “Juan Peláez es bueno”, “el rey de Thailandia . está
enfermo”, “el padre de Juan Peláez ronca terriblemente” y “el alcalde de
Amsterdam vive en una casa de campo en las afueras de Amsterdam”.
Un relator que necesita dos designadores para formar una sentencia se
llama un relator diádico o binario. Así, hablando de personas “ ... ama
a . . . ”, y es mucho más alto que . . . ” son relatores diádicos. Junto con
designadores tales como “Juan Peláez”, “la hija mayor del alcalde de Ams
terdam”, “Julio Quebrantahuesos” y “el rey del Nepal”, forman sentencias
tales como “Juan Peláez ama a la hija mayor del alcalde de Amsterdam” y
“Julio Quebrantahuesos es mucho más alto que el rey del Nepal”.
Un relator que necesita tres designadores para formar una sentencia se
llama un relator triádico o ternario. Así, hablando de ciudades, " ... está
situada entre ... y . . . ” es un relator triádico. Junto con designadores tales
como “Zaragoza”, “Madrid” y “Barcelona” forma sentencias tales como
“Zaragoza está situada entre Madrid y Barcelona”.
En general, un relator que necesita n designadores para formar una
sentencia se llama un relator n-ádico o « ario.
En nuestro simbolismo, emplearemos las letras mayúsculas del alfabeto
latino H, P, Q, R, S para representar los relatores del lenguaje ordinario.
CONECTORES 17
■5. Comedores
Hay ciertas expresiones de las que no se puede decir que sean desig
nadores o sentencias, pero que desempeñan un importante papel en la
formación de sentencias compuestas a .partir de otras más simples. Éste es
el caso, por ejemplo, de algunas de las partículas que los gramáticos llaman
conjunciones: “y”, “o”, “no”, “pero”, “si ... entonces . . . ”, etc.
Estas partículas sirven, entre otras cosas, para determinar el valor de
verdad (es decir, si es verdadera o falsa) de la sentencia compuesta en
función de los valores de verdad de las sentencias simples que la componen.
Así, una sentencia como “Juan duerme y Pedro estudia” será verdadera
en el caso y sólo en el caso de que tanto la sentencia “Juan duerme” como
la sentencia “Pedro estudia” lo sean.
En nuestro simbolismo, utilizaremos el signo “~i” para representar la
partícula “no” y otras de función parecida” tales como “ni”, “no es el
caso que”, etc. Así, representaremos la sentencia “no Qab” por i Qab”.
Para representar la partícula “y”, así como otras de función parecida,
como “también”, “pero”, “igualmente”, “tanto ... como”, etc., utilizaremos
el signo “ a ”. A sí representaremos “Paja, pero no Qab” por “Pafa a —i Qab”.
Al decir “de función parecida” en éste y en los otros párrafos, no hav
que suponer ninguna concesión a la vaguedad. Puesto que los conectores
sirven especialmente para determinar los valores de verdad de las senten
cias compuestas, no nos interesan de ellos las connotaciones de otro orden
que pudieran tener. Aunque “pero”, por ejemplo, se usa cuando hay una
cierta oposición entre las dos sentencias que une, su contribución al valor
de verdad de la sentencia compuesta resultante es la misma que la de “y” .
Así: “Juan no viene hoy pero vendrá mañana” es verdadera en el caso
y solamente en el caso en que lo sea “Juan no viene hoy y vendrá
mañana”. L a diferencia entre ambas sentencias es retórica,- no lógica.
18 INTRODUCCION
si A, entonces B
si A, B
suponiendo que A, B
B, si A
B, a condición de que A
A es una condición suficiente de B
B es una condición necesaria de A
A si y sólo si B
A es una condición necesaria y suficiente de B
si A, B, y si B, A,
“ l, A, V,
siempre así con las expresiones del lenguaje ordinario. Pero nosotros sólo
usaremos los nuevos signos aquí introducidos cuando esto ocúrra.
“ i A será verdadero, si A es falso. En los demás casos, falso.
A a B será verdadero, si tanto A como B son verdaderos. En
los demás casos, falso.
A v B será falso, si tanto A como B son falsos. En los demás
casos, verdadero.
A —» B será falso, si A es verdadero y B falso. En los demás
casos, verdadero.
A * > B será verdadero, tanto si A y B son los dos verdaderos,
como si A y B son los dos falsos. En los demás casos,
falso.
6. Variables
x + y = y + x
siempre resulta satisfecha, cualesquiera que sean los números reales que
pongamos en vez de las variables.
En el lenguaje ordinario, los pronombres juegan con frecuencia el papel
de variables. “Él ha sido el asesino”. ¿Él? ¿Quién? Es como decir: “x ha
sido el asesino”. “Lo he visto con mis propios ojos”. ¿Lo? ¿Qué? Es como
decir: “He visto x con mis propios ojos”.
En realidad, a la hora de analizar textos del lenguaje ordinario y simbo
lizarlos adecuadamente, nos daremos cuenta de que las variables constituyen
un valioso recurso de simbolización. Como variables utilizaremos las últimas
letras minúsculas del alfabeto latino: u, v, w, x, y, z. Si es necesario usare
mos subíndices de diferenciación: x0, xu x2, X?.. ... 7
7. Términos y fórmulas
abierto
término <
[ designador (designa un objeto o individuo)
fórmula
CUANTIFICADORES 21
8. Cuantificadores
Así, por ejemplo, si en un club sólo hay tres socios: Juan, Pedro y Enri
que, decir “todos los socios spn honrados” equivale a decir “Juan es honrado
y Pedro es honrado y Enrique es honrado”; y decir “algún socio es un
ladrón” equivale a decir “Juan es un ladrón o Pedro es un ladrón o Enrique
es un ladrón”. Simbolizando “Juan” por a, “Pedro” por b y “Enrique”
por c, el relator " ... es honrado” por H y “ ...e s un ladrón” por L, y convi
niendo que nuestras variables se refieren a socios del club, tenemos que
Ax Hx equivale a Ha a H '>a He
Vx Lx equivale a La v Lb v Le
Claro está que esto sólo ocurre, como ya hemos indicado, en el caso de
que hablemos de una clase finita, como la de los miembros de un club. En
el caso de clases infinitas, como la de los números naturales, la cuantifica-
ción es insustituible. Si queremos decir que todos los números naturales
poseen una determinada propiedad P, podemos escribir:
A xPx
P1 a P2 a P3 a P4 a P5 a P6 a P7 a ...
9. Descripciones
Supongamos que Robert Kennedy fue asesinado por una sola persona.
En ese caso, la fórmula abierta que acabamos de escribir caracteriza o des
cribe unívocamente a un individuo: al asesino de Robert Kennedy, al que
mató a Robert Kennedy, al x tal que x mató a Robert Kennedy.
Para simbolizar las caracterizaciones o descripciones unívocas de un
individuo, introducimos el signo “i” (la iota griega), al que llamaremos el
descriptor. El descriptor, como los cuantificadores, siempre va seguido de
una variable.
El designador “el que mató a Robert Kennedy” será simbolizado así:
tx Ay x < ¡ y
ix A y y <1 x
Ahora bien, mientras todos sabemos que el 0 es el menor número natu
ral, el mayor no existe. La expresión “el mayor número natural” no describe
unívocamente objeto alguno, no caracteriza a objeto alguno, aunque por su
forma sea una caracterización. En el mismo caso están expresiones tales
como “el actual rey de Francia”, “el hijo menor de Fulano” (donde
Fulano no tiene hijos), etc.
Ante estas caracterizaciones engañosas o descripciones impropias cabe
tomar dos caminos por lo menos. Uno consiste en excluirlas del lenguaje,
no admitirlas como términos (es el camino de Hilbert). Otro consiste en
atribuirles una designación arbitraria, la misma para todas ellas. Cada
descripción propia designaría su objeto unívocamente descrito, mientras
que todas las descripciones impropias designarían un mismo objeto, arbi
trariamente elegido por el hablante. Este camino resulta un tanto sofisticado
24 INTRODUCCIÓN
10. Paréntesis
Ha v Na a ~ i Eba
Ahora bien, una de esas sentencias podría ser falsa y la otra verdadera.
No pueden ser formalizadas de la misma manera. Al pronunciarlas, marcá
bamos la diferencia mediante las pausas; al escribirlas, mediante las comas;
al formalizarlas, marcaremos la diferencia mediante la distinta colocación
de los paréntesis.
Ha v (Na a —i Eba)
(Ha v Na) a ~ i Eba
AxSx —> Ex
Ax(Sx —» Ex)
ixMxl.
ix (Mx2 a MOx).
tx Mx2 a MOx,
11. Formalización
\/x(Ex a Gx)
y
“algunos europeos no son griegos” como
\/x(Ex a - i Gx).
12. Formalismos
SINTAXIS:
GRAMATICA DE LOS FORMALISMOS
1.1. Signos comunes a todos los formalismos
primera variable ¢(
segunda ” ¢(
tercera * ©
cuarta * ©
La forma concreta que tengan las variables nos resulta indiferente, pues
nosotros no las usaremos, sino únicamente las mencionaremos. Para refe
rirnos indistintamente a variables, introducimos como metavariables las
últimas letras minúsculas del abecedario latino (provistas, cuando sea nece
sario, de subíndices de diferenciación): u, v, w, x, y, z, un, u u ti2, th„
ü2, V3 ,
Los signos lógicos son 8: 5 conectares, 2 cuantificadores y 1 descriptor.
Constituyen, pues, un conjunto finito, disjunto con el de las variables. Es
decir, no hay signos comunes, cada signo lógico es distinto de los demás
y de cada una de las variables.
Como estos signos son pocos, podemos darles nombres. A cada uno
de los 5 conectares le llamaremos respectivamente: negador, conyuntor,
disyuntor, condicionador y bicondicionador. A los cuantificadores les lla
maremos universal o generalizador y existencial o particularizador, respec
tivamente. Al descriptor le seguiremos llamando así.
Los signos lógicos pueden tener cualquier forma gráfica compatible con
las anteriores exigencias. Por ejemplo, el negador podría tener la forma
de una pirámide roja o de una locomotora o de una golondrina.
La forma concreta que tengan los signos lógicos nos resulta indiferente,
pues nosotros no los usaremos, sino únicamente los mencionaremos. Así nos
ahorramos el tener que estar escribiendo constantemente los signos entre
comillas. Para referimos distintamente a los signos lógicos, introducimos
como metanombres los siguientes signos:
“ 1 como nombre para el negador \
A como nombre para el conyuntor j
V como nombre para el disyuntor , conectores
—> como nombre para el condicionador \
como nombre para el bicondicionador
A como nombre para el generalizador
j\ piiQriHíípílílnrpQ
LLtuiilJilLuvtUl vo
V como nombre para el particularizador
t como nombre para el descriptor
Los signos peculiares son las constantes individuales, los funetores y los
relatores. El número de ellos es variable, según los formalismos. Puede
haber desde ninguno hasta una cantidad infinita numerable.
fin formalismo determinado puede no tener ninguna constante indivi
dual, o tener una, o dos, o tres, ..., etc., hasta un número infinito numerable
de ellas.
Para cada número natural n (n > 1), un formalismo determinado puede
no tener ningún functor n-ádieo, o tener un funetor n-ádico, o tener dos,
0 tres, ..., etc., hasta un número infinito numerable de ellos.
Igualmente, para cada número natural n (n > 1), un formalismo deter
minado puede no tener ningún relator n-ádico, o tener uno, dos, tres, etc.,
relatores n-ádicos y hasta llegar a tener un número infinito numerable de
ellos. (De todos modos, para n = 2, es seguro que cada formalismo tiene
al menos un relator diádico: el igualador).
Si un formalismo determinado tiene constantes individuales, éstas han
de poseer un índice o estar numeradas. Ha de poder hablarse de la pri
mera constante individual, de la segunda, etc. Y lo mismo puede decirse de
los funetores o relatores n-ádicos, caso de que los haya. También entonces
ha de poder hablarse del primero, segundo, tercero, etc., funetor o relator
n-ádico. Pero mientras que las constantes individuales de un formalismo
vienen caracterizadas sólo por un número: su índice, los funetores y rela
tores vienen caracterizados por dos: su número ádico y su índice.
Todos estos conjuntos de signos peculiares (de constantes individuales,
de funetores n-ádicos, y de relatores n-ádicos para cada número n) han de
ser disjuntos entre sí y con el conjunto de los signos lógicos y las variables.
Es decir, todos los signos han de ser distintos entre sí.
Los signos peculiares de un formalismo pueden tener cualquier forma
gráfica compatible con las anteriores exigencias. Sin embargo, tampoco aquí
necesitamos preocuparnos por ella.
La forma concreta que tengan los signos peculiares nos resulta indife
rente, pues no vamos a usarlos, sino únicamente a mencionarlos. Para re-
1 crirnos indistintamente a constantes individuales de un formalismo, intro
ducimos como metavariables las primeras letras minúsculas del alfabeto
latino (provistas, cuando sea necesario, de subíndices de diferenciación):
a, b, c, ..., a0, au a-2, ..., b 0, b u b 2, ..., c„, c u c2, ...
Para referirnos indistintamente a funetores n-ádicos de un formalismo,
introducimos como metavariables las letras f y h cubiertas de un sobre
índice n (y provistas, cuando sea necesario, de un subíndice de diferen
ciación): /", h n, f" f ’y ..., /i“, hnv /i;;, ...
Para referirnos indistintamente a relatores n-ádicos de un formalismo, in
troducimos como metavariables las letras mayúsculas P, Q, R, S, cubiertas
de un sobreíndice n (y provistas, cuando sea necesario, de un subíndice de di
ferenciación): Pn,Q n ñ«, S”, ..., P“, P", P” ..., Qj. ()«, ()«, ... (Recuérdese
34 SINTAXIS: GRAMÁTICA DE LOS FORMALISMOS
= u z”
n ~ 1
3.6. Decimos que las filas de signos £1 y £2 son idénticas cuando son la
misma fila de signos, es decir, cuando £1 y £2 tienen igual longitud y en
cada lugar correspondiente aparece el mismo signo. Introducimos en el
metalenguaje el signo “= ” para indicar la identidad de filas de signos.
Mediante “ £1 = £2” indicaremos que las filas de signos £1 y £2 son idénticas.
TÉRMINOS Y FÓRMULAS 35
4. ° Definir para P"ti, ..., tn, suponiendo que *^'1 ya está definido para
ti, tn.
5. ° Definir c€ 2 para —1 a, suponiendo que Ao va está definido para a.
6. ° Definir ^ 2 para a a /3, v a /3, -> a /3, <-» a /3, suponiendo que ya
está definido para a y para /3:
7. ° Definir ^2 para Ax a , Vxa, suponiendo que ^2 ya está definido
para a.
8. ° Definir A , para tx a, suponiendo que ré'2 ya está definido para a.
a
40 SINTAXIS: GRAMÁTICA DE LOS FORMALISMOS
y 1m <«}
el signo j... |...j es un ligador que liga la variable 3.
Si en una expresión aparece una variable que no está ligada, decimos
que está libre. También puede ocurrir que esté tanto libre como ligada en
ella. A eontinuación pasamos a definir inductivamente la estancia libre o
ligada de una variable en un término o una fórmula.
Sin embargo, hay casos en que esto no ocurre así, a fin de que la
sustitución no varíe la estancia libre o ligada de las variables que ocupan
determiandos lugares. Supongamos, por ejemplo, que queremos sustituir
x por fy en Ay(Px v Qy). Si nos limitásemos a borrar x y escribir en su
lugar fy, obtendríamos: Ay(Pfy v Qy). Pero entonces la primera variable
estaría ahora ligada, mientras que antes estaba libre. Esto es algo que
queremos evitar. Para ello, antes de borrar x y escribir en su lugar fy,
cambiamos la variable cuantificada. En vez, de Ai¡(Px v Qy) escribimos
Az(Px v Qz). Entonces borramos x y escribimos en su lugar fy, obteniendo:
Az(Pfy v Qz). Ahora la primera variable sigue estando libre y la segunda
ligada, exactamente como en la fórmula de que habíamos partido. Es pre
cisamente a esta preocupación a lo que se debe la relativa complejidad de
la definición de la sustitución en los casos de expresiones que empiezan por
ligadores.
S ' z - f ‘ - S l X~ Z
■" j z, si X # z
5 X‘ a = a
5' a y. 3 a 5(, y 5( 3
5 ( —» y (3 —» 5* y 5* ¡3
Az a si x no está libre en Az y
sj í x está libre en Az a
Az 5*X a
5*X Az y =
j z no está libre en t
/ x está libre en Az a
I z está libre en t
Av 5 -V
f 5"2 a si / v no está en Az a ni en t (y es la va-
I riable de mínimo índice que satis-
l face esta condición).
CONVENCIONES NOTACIONALES 43
Vz a , si x no está libre en V z a
Vz 5*X a , si x está libre en V z «
z no está libre en t
5 'X Vz a =
x está libre en Vz a
z está libre en t
Vv 5* 5" a , si v no está en Vz a ni en t (y es la va
riable de mínimo índice que satis
face esta condición).
tz a , si x no está libre en tz a
iz 5*X a , si x está libre en iz a
z no está libre en t
5 'X tz a =
x está libre en tz a
z está libre en t
tu 5* 5* a , si v no está en tz. a ni en t (y es la va
riable de mínimo índice que satis
face esta condición).
Para cada expresión •S1, cada variable x y cada término t hay siempre
una expresión S-¿, unívocamente determinada, tal que 5*. $ 1 = ó 2
(1) : Para cualquier x y cualquier -3: 5® 3 = 3.
(2) : Si x no está libre en 3, entonces 5 * $ = $.
(3) : Si x está libre en 3, entonces t está en 5 ) ó, y cada variable que
esté libre en t está libre en 5 'X ó.
(4) : Si z no está en ó, entonces 5^ 5^ 3 = 3.
(5) : Si x no está libre en t, entonces x no está libre en 5 * 3 .
(6) ; Z está libre en 5® ó si y sólo si x está libre en 3 o z está libre en ó.
(7) : zestá libre en 5 ) ó si y sólo si al menos uno de estos doscasos se
í a) z está libre en í y z # x.
presen an. <j ^ x esj.¿ ]jy,re en 3 y z está libre en t.
Todas estas observaciones pueden demostrarse fácilmente por inducción
semiótica.
8.1. Como nosotros no usamos las fórmulas del formalismo, sino que
únicamente las mencionamos mediante nombres metalingüísticos, pode
44 s in t a x is : g r a m á t ic a de lo s f o r m a l is m o s
“ ti = íü” en vez de “ = t 1 U ”
“(a a /3)” “ a a /3”
“ (av /3)” “v a ¡3”
“(a -> /3)” » a /3”
“(a ±> / 3 )” “■o-a/3”
Ejemplos:
a a /3 es una abreviatura de (a a /3)
(a a /8) v 7 ” ” ” ” ((* a /3) v y)
a (/3 -> 7) " ” ” ” (a -e» (/3 - » T))
Ejemplos:
aA jfl - > 7 es una abreviatura de ((a a /3) —» 7 )
a -> d v 7 ” " (« ->(|8 v 7 ))
a v /3 - » 7 A o ” ” ” ((a v /3) - > ( 7 a 8))
- i ( 2 A ) 3 ) « - i s v -| ^ ” ” ” ” (-l(íA ^ )o (n s v -ií))
Ejemplos:
o. a /3 a 7 a o e s u n a a b r e v i a t u r a d e ( (( a a /3) a 7 ) a 0)
locando los paréntesis necesarios para evitar equívocos. Esto ocurre sobre
todo con algunos functores y relatores diádicos. Por eso, a veces escribi
remos :
“(íi/ 2t2)” en vez de
en vez de “ P - t , t A
“ ( h P ‘% ) ”
5 'e A u ( P f c a Hu —» Vx Rxz)
5 í u P v
= A u ( P iy P y a H u — » Vx Rxz)
X
5 X“ = A y (P u a H y -> Vx R x z )
5* = A u ( P x a Hu — > Vt/ Ryx)
5 /* = A u (P x a Hu —> V;/ R y fx )
46 SINTAXIS: GRAMÁTICA DE LOS FORMALISMOS
SINTAXIS:
UN CALCULO DEDUCTIVO
a
Ifegla de repetición R : ------
a —» /3
a
Ifegla del modos poneos MP:
7, —> ¡3
->P
Regla
O del modus tollens MT: a
50 SINTAXIS: UN CÁLCULO DEDUCTIVO
—i —i a a
Reglas de la doble negación D N :----------- -----------
a “ i ~i a
a
oc <x
Reglas de introducción del disyuntor ID: ^------- - -------- -
8 ' (a v /3) (/3 V ce)
(a v /3) (a v /3)
/ —1 a —i /3
Reglas de eliminación del disyuntor E D : ----------- -----------
/3 a
(/3 -» a)
Regla de introducción del bicondicionador I B : ------------
(a •o- /3)
5' a
Regla de introducción del particularizador IP: — -—
Ax a
Regla de eliminación del generalizador EG : ^
Regla de introducción del igualador II: —r— --- ---------- ^ )n<^c lt r*° est^
& 6 A x (x = t-><x) libre en t
Vx a
Regla crítica de eliminación del particularizador EP:
a
DEDUCCIONES 51
1.4. Ejemplos:
11.2. Deducciones
Una línea marcada es una fila formada por una línea utilizable precedi
da de n (n > 1) marcas |: [a, j [ ¡3, j f a, j 1 1 f /3, ...
Una línea interrogada es una fila formada por una fórmula precedida
de un interrogante intachado ?: ? a, ? /3,...
Una línea es una línea utilizable o una línea marcada o una línea inte
rrogada.
Definición:
Una semideducción en -2' a partir de P es una sucesión finita de líneas
obtenidas conforme a las siguientes reglas:
1. Para cualquier fórmula a. de ¡ £ , se puede escribir como línea
?«
2. Para cualquier a e P, se puede escribir como línea
a
3. Si ? a es una línea ya escrita, como línea inmediatamente siguiente
se puede escribir
“i a
4. Si ? a —» /3 es una línea ya escrita, como línea inmediatamente si
guiente se puede escribir
a
5. Si a es inferible de líneas utilizables anteriores por medio de una
regla de inferencia otra que EP, entonces se puede escribir como línea
<x
6 . Si a es inferible de líneas utilizables anteriores por medio de la
regla de inferencia EP y la variable nueva (crítica) no está en ninguna
línea anterior, entonces se puede escribir como línea
a
7. Si ? a es la última línea interrogada, entonces se pueden marcár todas
las líneas siguientes y tachar el interrogante de ? <x, si uno de estos cuatro
casos ocurre:
DEDUCCIONES 53
Definición:
Una deducción en de « a partir de F es una semideducción en a
partir de F, tal que su primera línea es ? a y sus restantes líneas están todas
marcadas.
2.6. Definición:
a es deducible en 5£ a partir de T si y sólo si hay una deducción
en i ? de « a partir de F.
T t—j? a” sea una abreviatura para “a es deducible en 5£ a partir de F ”.
Cuando la referencia a ^ no sea relevante, escribiremos simplemente
T 1- a”.
“ai, ..., a„i—j?/3” sea una abreviatura para “ ja1; ..., an\ \—¡e ¡3”.
Justificación: 1
2 f (a a ~~i /3)
3 1 (a A 1 (3)
4
5 a
6 fp
7
8 {a a - 1 /3) ÍC. 5, 7
9 — 1 (a a ~ 1 ¡3) R, 3
10 o (a -> /3) R ,1
REGLAS DERIVADAS DE INFERENCIA 55
« -> /3
Regla de introducción del disyuntor
T~»/3
en el antecedente IDA
a v y —> /3
Justificación: 1 a ^ /3
2 T -> j 8
3 "? a v 7 —>j8
4 ot v 7
5 f/3
0- -1/3
7 “ I3 MT, I. 6
8 ED , I. 7
9 MT, 2, 6
Regla de identidad I : t= t
Justificación: 1 ?t—t
2 j f A x (x = t - > x— t) ; x no esté en t
3 =
4 |x = t
5 t = t E l, 2
t, = U
Regla de la simetría de la identidad SI :
U = ti
Justificación: 1 ty = U
2 f U — t,
3 t-2 = t, I
4 Ax (x = i2 —> í;. = x) II, 3 x no esté en U
5 ti — t-2-* u ~ ti EG, 4
6 f2 = ti MP, 5,1
Reglas de la transitividad de la identidad TI:
ti — t2 ti = t-2 t-2 — íi t-2 = h
Justificación: 1 h = í2
2 t, = #3
3 ^ í.l = *3
4 Ax (x = í x — í3) II, 2 x no esté en t-¿
5 *1 = #2 -> = t3 EG, 4
6 t] — fu MP, 5 ,1
—. Ax a \/x —i a
Reglas de negación del generalizado! NG :
Vx ~i a “ >Ax a
Justificación: —i Ax a
f V x ~i a
“ i Vx ~i a
f Ax a
?<x
— I (X
Vx a IP, 6
- .V x - . R, 3
Ax a R, 1
Justificación: 1 Vx
2 f —. Ax a
3 —>—. Ax a
4 Ax a DN, 3
5 —. 5 “ a EP, 1; it no esté en a
6 5 X“ a EG, 4
Vx a Ax ■
Reglas de negación del particularizador NP :
Ax ■ Vx i
Justificación: 1 —>Vx <x
2 ? Ax —. x
n
? u
4 —i —i a
U a DN, 4
6 Vx a IP, 5
7 —>Vx * R ,1
Justificación: 1 Ax —. a
2 ? —>Vx a
3 —. “ . Vx ¡z
4 Vx a DN, 3
5 5 X” <x EP, 4; u no esté en a
6 - .5 “ a EG, 1
EJERCICIOS DE DEDUCCION 57
Para pasar de n líneas otj, a„ a una nueva línea (¾ a ... a a„) nece
sitamos aplicar n — 1 veces la regla de introducción del conyuntor, 1C.
Por medio de la gran regla de introducción del conyuntor, GIC (que a con
tinuación introduciremos) realizaremos en un paso lo que hasta aquí sólo
podíamos realizar en n — 1. Lo mismo sucede en otros casos. He aquí
varias reglas derivadas, cuya corrección puede ser trivialmente mostrada, y
que en determinadas ocasiones abrevian considerablemente las deduccio
nes. Las designaremos anteponiendo una “G” a la abreviatura de la corres
pondiente regla simple.
A xu ..., x„
Gran regla de eliminación del generalizado!- GEG :
5 f‘’
a;i,
Sh,
Gran regla de introducción del par.ticularizador GIP
Vxi, ..., x„ a
Vxt, ..., x„ a
Gran regla de eliminación del particularizador GEP :
5«!. •••, «„ a
xx , .... »•„
—i V x t, ...,x „ a A *i, —i a
Axj, x„—i a ’ —i Vx-i, . .. ,xn a
Ejercicio número 1.
ax s= Ax (a —> a)
Pruébese: i— ax.
1 ? Ax (a -» a)
3 ? (a —> a)
Ejercicio número 2.
*i s A xy (Rxy v Ryx)
a-, = Ax fíxx
Pruébese: ax i— a2.
1 ? Ax fíxx
6 Rxx ED, 3, 5
Ejercicio número 3.
»i s Ax (Px Qx)
?.■>- - Vx Px > Vx Qx
Pruébese: ax i— a2.
EJERCICIOS DE DEDUCCION 59
1 t Vx Px -» Vx Qx
2 Vx Px
3 fu EP, 2
5 Fu Qu EG, 4
6 Qu MP, 5 ,3
7 Vx <?x IP, 6
Ejercicio número 4.
Pruébese: i— at .
4 ? Ay (Fy a “ i Ax Fx)
6 Fy a ~i Ax Fx NGC, 5
.> A x F x
7
8 Fx a —i Ax Fx EG, 4
9 Fx EC , 8
10 Fx a —i Ax Fx EG, 4
11 -i Ax F x EC , 10
Ejercicio número 5.
ax = Vy (Vx Fx —» Fy)
Pruébese: h- «i.
SINTAXIS: UN CÁLCULO DEDUCTIVO
2 —i Vi/ (Vx Fx —» F y )
5 V/ x Fx a —i F ij NGC, 4
6 Vx Fx EC, 5
7 Fz EP, 6
8 f Vx Fx -> Fz
9 Fz R ,7
Ejercicio número 6
Pruébese: ai 1— «2.
Deducción correspondiente al ejercicio número 6.
1 t A xR xx
2 f Rxx
3 —t Rxx
6 —i —i Vx (Rxx a —i Rxx)
7 Vx (Rxx a —i Rxx) DN, 6
10 —i Ruu EC , 8
Ejercicio número 7.
8 Cx„w MP, 4, 7
9 Lwc a Cx0w IC, 6 , 8
16 Lym
Ejercicio número 8.
3 Rxy a Ryz
4 Rxy EC , 3
5 Ryz EC, 3
6 AxVyRxy prem. a2
7 Vt/ Rzy EG, 6
8 Rzto EP, 7
9 Rzto R, 8
10 Rzw a Rzu; IC, 8 , 9
11 Vu (Rzu a Rzu) IP, 10
12 Axy (Vu (Rxu a Ryu) -» Rxy) prem. ctj
13 Vu (Rzu a Rzu)—> Rzz CEG, 12
Ejercicio número 9.
«x = Ax (Acx Hx a Axx)
a2 = H e
a 3 = —i Vx Acx
Pruébese: a2 i— a3.
8 —i Acc
9 He a — i Acc IC, 3, 8
10 Acc MP, 6 , 9
11 He a Acc MP, 5, 7
12 —i Acc EC , 11
1 V y (F y A xR xy)
6 t —i A y (Py Rwy)
9 Pu -» Rwu EG, 8
10 Pu EC , 4
11 Rwu MP, 9 ,1 0
12 —i Rwu EC , 4
13 ~i A y (F y -* R w y ) MT, 5, 6
Pruébese: i— otj.
65
2 ? (Vx Px —> (Vx Gx -> Ax Hx)) —> Axyz (Px a Gy —> Hz)
5 Px a Gy —» Hz
6 Px a Gy
7 Px EC , 6
8 Vx Px IP, 7
9 Vx Gx —» Ax Hx MP, 3, 8
10 Gy EC, 6
11 Vx Gx IP, 10
12 Ax Hx MP, 9 ,1 1
13 Hz EG, 12
14 Axyz (Px a Gy —» Hz) —> ('Vx Px —> (Vx Gx —> Ax Hx))
17 Vx Px
18 ? Vx Gx —> Ax Hx
19 Vx Gx
20 ? A xH x
21 f Hx
22 Pu EP, 17
23 Gw EP, 19
24 Pu a Gw IC, 22, 23
25 Pu a Gw —» Hx GEG, 15
26 Hx MP, 25,24
27 (Vx Px -> (Vx Gx -> Ax Hx)) Axyz (Px a Gí/ -» Hz) IB, 2 ,1 4
66 SINTAXIS: UN CALCULO DEDUCTIVO
<Xx = Ax ( ( Bx v N x) a ~i (Bx a N x ))
a3 = fa = o
a4 = -A Ax Nx
1 ? —i Ax Nx
2 —i ~i Ax Nx
3 Ax Nx DN, 2
4 Na EG, 3
5 Ax (jx = a -» Bx) prem. s2
6 fa = a -+ B a EG, 5
7 fa = a prem. a3
8 Ba MP, 6, 7
9 Ax ((Bx v Nx) a ~i (Bx a Nx)) prem. 0¾
10 (Ba v Na) a —i (Ba a Na) EG, 9
11 i (Ba a Na) EC , 10
12 (Ba a Na) IG, 8, 4
1 Ax H x
4 Ax (Pa a —i Hx)
8 Ay (y = o -> Py) EC , 7
9 Pa E l, 8
10 —i Hx EC , 7
11 Pa a —i Hx IC, 9 ,1 0
12 —i —i Ax (Pa a —i Hx) DN, 4
13 Vx - i Hx MT, 3 ,1 2
14 Ax ~i —i Hx NP, 13
15 —i Hx EG, 14
16 Hx DN, 15
Pruébese: ai i— a2.
12 xeu> —» Ex a a EB, 9
13 Ex a a —» xeu> EB, 9
14 xeu -» xetü
15 xeu
16 Ex a a MP, 10,15
17 xew MP, 13,16
18 xew —>xeu
19 xew
20 Ex a a MP, 12,19
21 xeu MP, 11, 20
22 xeu -o- xeu; IB, 14,18
23 Ai/z (Ax (xeij <-> xes) —» y — z) prem.
24 Ax (xeu <-> xeu;) —> u = u> GEG, 23
25 u= w MP, 24, 6
Ejercicio número 15.
«i = a = hfcc v Ax Bxx
a2 = A x /ex - c
EJERCICIOS DE DEDUCCION 69
«3 = —1a — he
«4 = 1Rcc —» Rcc
Pruébese: cu, <*2, «3 ¡—
Deducción correspondiente al ejercicio número 15.
1 ^ —i Rcc —> Rcc
2 a = hfec v Ax Rxx prem. aj
3 Ax fcx — c prem. a2
4 —i a = 7¡c prem. a3
5 /cc = c EG, 3
6 Ax (x = c - > i ® = hx) 11,4
7 /c c = c -» —i a = hfee EG, 6
8 ~i a — /i/cc MP, 7, 5
9 Ax Rxx ED, 2, 8
10 Rcc EG, 9
2 — i (~i fa ~ fb v ~i Ufa)
3 f fa = fb
4 —i fa — fb
5 (— if a — f b v ~ i Ufa) ID, 4
3^
6 R, 2
<
II
J
j
1
7 f Hfa
8 “ i Hfa
9 (—i fa ^ f b v — i Hfa) ID, 8
10 i (—i fa = : fb v i Hfa ) R, 2
11 Ax (x = fa^> Hx) 11,7
12 fb = /a - » Hfb EG, 11
13 fb = fa SI, 3
1 4 Hfb MP, 12, 13
70 SINTAXIS: UN CÁLCULO DEDUCTIVO
«i = Pa +* Vy (a = y a Py)
Pruébese: h- «i-
1 f Pa Vi/ (a — y a Py)
2 ? Pa Vy (o = y a Py)
3 Pa
4 a = a I
5 a = a a Pa [ = 5® ( a = y a Py)] IC, 3, 4
6 Vy ( a — y a Py) IP, 5
7 p Vy (a = y a Py) —> Pa
8 V y (a = i/A Py)
9 a = u a Pu EP, 8
10 Pu [ = 5* Px] EC , 9
11 a — u EC , 9
12 A x (x = u -> Px) II, 10
13 d = u -» Pa EG, 12
14 Pa MP, 13,11
15 Pa ^ Vy (a = y a Py) IB, 2, 7
a2 = —i Ge -» —i Ay (Py -» —i Myc)
a 3 ^ Ct C
1 ? Ge
2 “ i Ge
6 c —c I
Pruébese: a, i— a2.
72 SINTAXIS: UN CALCULO DEDUCTIVO
15 Rvx EG, 14
18 y y Ryx IP, 15
17 Exw MP, 11,16
18 u—w MP, 6 , 7
1 Vz A w (A x f x w = x <r>iv = z)
2 Vz Ax (fxz = x a V y fx y = z) prem. «•>
11 tD = Z0 —> f x w - X EG, 10
12 fxw = X MP, 1 1 ,6
13 A x fxw — X —> tD = z0
14 Ax f x w = x
15 EG, 14
X
3
X
II
16 fxz0 = x a Vy f x y = z0 EG, 3
17 EC , 16
H
X
X
II
22 w = z0 SI, 21
a, = Axyz ffxijz = f x f y z
<x2 = Ax f x h x — k
74 sintaxis : un cálculo deductivo
ot3 = Ax fkx = x
Xi = Ax?/ Vz fxz = y
Pruébese: xu a2, xs h- o¡4.
1 f A xy V z fxz = y
3 A x fxhx = k p rem . a2
4 Ax fkx = x p rem . a 3
LT1
¿e a
j :
5 EG, 4
1!
6 A x (x = k -+ fx y = y) 11,5
7 fxhx = k ~ * ffxhxy = y EG, 6
8 fxhx = k EG, 3
9 ffxhxy = y MP, 7, 8
13
II
IP, 12
<
8 EP, 7
3
II
9 Au (u = y —> fwv = x) 1 1 ,8
10 fyu = y f w f y u = x EG, 9
11 fwfyu — x MP, 10,4
12 Axyz fxfyz — //xyz prem. «i
13 fwfyu = ffwyu GEG, 12
14 ffwyu -x TI, 13,11
15 Au (u = fwy -» fvu = x) II, 14
16 x = fwy —*■fxu - x EG, 15
17 x = fwy SI, 8
19 GEG, 2
ií
20 fxz0 = n E P , 19
21 V y /xy = n IP, 20
2 f fx u = y a fx w = y —> u — w
3 fx u ~ y a fx w = y
4 fx u = y EC , 3
5 fx w = y EC , 3
6 fx w — fx u TI, 5, 4
7 Ax y V z f z x = y prem. a:¡
8 Vz fzu = u GEG, 7
9 f z xu = tí EP, 8
>
10 GEG, 7
h*
a
11
11 fz-vx = sj EP, 10
12 Axy V z f x z = y prem. a 2
13 V z /uz = w GEG, 12
14 fu z s = U) EP, 13
15 Au (0 = Z] -> f v u — u ) 11,9
16 f z 2x = Zx -> ffZ tX U = u EG, 15
17 f f z 2x u = u MP, 16, 11
18 Ari/z fx fy z = ffx y z prem. x,
19 fz-> f x u — f f z ¿ x u GEG, 18
20 f z 2 fx u = u TI, 19, 17
21 A v ( v = f x u - » f z 2v = u) 1 1 ,2 0
H
H
24 GEG, 18
PS
II
s
s
EJERCICIOS DE DEDUCCION 77
1 —i Sp
2 —i —i Sp
3 Sp DN, 2
5 Su A Gu A Apu EP, 4
7 Ax (Sx a Gx x = w) a w = r EP, 6
8 Ax (Sx a G x o x = «;) EC , 7
9 Su a Gu <r*U = w EG, 8
10 Su A Gu —MI = w EB, 9
11 Su a Gu EC, 5
12 u= w MP, 10,11
13 w—r EC , 7
14 r= u TI, 13,12
16 Ax (x = u —>■Apx) II, 15
23 P —i p — r
-4
24
II
J
J
25 p —r DN, 24
26 p —u TI, 25,14
28 App MP, 2 7 ,2 6
29 App —» —i App GEG, 19
30 —i App MP, 29, 28
31 5p a —i p = r —> Arp EG, 22
32 Sp a ~i p — r IC, 3, 23
«i = Ax (Px « r = a ) ^ i x P r = a
Pruébese: \— o.x.
2 Ax (Px <-» x = a)
4 PlX Px DP, 3
5 P IX Px * * tx Px — a EG, 2
7 [X Px = 0 MP, 6 ,4
«i == —i Vx a —» ix a = im u = u
Pruébese: i—
6. ----- L Ó G I C A DE PR IM ER ORDEN
80 SINTAXIS: UN CALCULO DEDUCTIVO
1 f ~i Vx a ’.x a = >.u u = u
2
<
J
3 ? —i Vy Ax (a -o x = y) *
4 —i —i Vy Ax (a x = y)
5 Vy Ax (a -o x = y) DN, 4
6
5^a a DP, 5
7 Vx a IP, 6
8 —i Vx a R, 2
9 tx a = tw u — u DI, 3
= R cfa
= Ax (Rxfa —» x = c)
a3 = R tx Rx/fl /a
Pruébese: al; a2 l— « 3-
1 R ix Rxfafa
2 Rcfa prem. ai
3 A x (x = c Rx fa) 1 1 ,2
4 A x (Rxfa - * x = c) prem. a2
5 f A x (Rxfa <-» x = c)
6 x = c -» Rxfa EG, 3
Pruébese: at.
4 Ax (Hx<-> x = u) EC , 3
5 Vy Ax (Hx <r>x = y) IP, 4
6 H ix Hx DP, 5
7 H tx H x ix H x — u EG, 4
8 H tx Hx - * tx Hx = u EB, 7
9 tx Hx = u MP, 8, 6
10 Bu [= 5 "B x ] EC , 3
11 Ax (x = u -» Bx) II, 10
12 tx Hx = u -» B tx Hx EG, 11
13 B tx Hx MP, 12, 9
3 Ax (<x x = u) a Bu EP, 2
4 Ax (a <-> x = «) EC, 3
5 Vi/ A x (a x =y) IP, 4
82 SINTAXIS: UN CÁLCULO DEDUCTIVO
6 5'-ca a DP, 5
X
7 5'®“ a ex a = u EG, 4
8 5 XIcla! a —> tx a = u EB, 7
9 t xa = u MP, 8, 6
10 Bu [ = 5 ” Bx] EC, 3
11 Ax (x = u —> Bx) II, 10
12 tx a = u —> B ix a EG, 11
13 B tx a MP, 12, 9
Pruébese: i— ai.
6 y y Ax (Px <r+x = y)
8 P a Px DP, 6
9 P ¡X Px <-» IX Px = u EG, 7
10 P (X Px —» !X Px = U EB, 9
11 IX Px = u MP, 10, 8
1 Y ix Axa — p
2 Am ix Axa prem. a 4
8 tx Amx = u MP, 7, 4
10 Am tx Axa —» tx Axa — u EB , 9
15 tx Aax = p prem. 7¿
ai = t = tx Axc
a 2 = ~ ' Srk
a3 = Ax (—i Sxk Axc)
a4 = V y Ax (Axc <-» x ~ y)
a5 = t = r
5 Are MP, 3 ,4
6 V y A x (Axc <7±x = y) prem. a4
7 A ix Axcc DP, 6
10 A tx Axc c —» t x Axc = u EB , 9
11 tx Axc = u MP, 10, 7
12 Are * * r = u EG, 8
17 t= r TI, 16,15
EJERCICIOS DE DEDUCCION 85
Pruébese: i— ax.
8 Pu<r>u = v EG, 7
9 Pu —> u = V EB, 8
10 Pu EC , 3
11 U = V MP, 9 ,1 0
12 Pw <H*W = V EG, 7
14 Pw EC , 3
15 W = V MP, 13,14
16 M= W TI, 11,15
17 —I U — W EC , 3
18 tx Px = IZ z = z DI, 4
«i = tx ~i Vy (Py a Myx) = d
a2 - - Pd
0¡3 - V x (Px A Ex)
86 SINTAXIS: UN CALCULO DEDUCTIVO
2 —1 E d
16 Pu EC, 4
17 Pu a Mu ix — 1 Vy (Py a Myx) IC, 16,15
ai " Vz Ax fxz = x
a 2= Axyuw (fxu — y a fxw = y —>u ~ w )
<*3 = Ax fx iy Ax fxy = x = x
1 f A x fx iy A x fxy -= x — x
2 Vz Ax fxz - - x prem. ai
3 Ax fxz0 = x EP, 2
4 ? Ay (A xfxy = x * * y = z0)
5 ? Ax fxy = x <-> y = z 0
6 ? Ax fxy = x -» y = z0
7 Ax fxy = x
8 fxy = x EG, 7
9 fxzt) = x EG, 3
13 y = z0 MP, 11,12
14 t y = z0 - * A x fxy = x
15 y = z0
16 Au (u = z 0 -» Ax / xm - x) 11,3
17 t/ = z 0 —» A x fxy - x EG, 16
2 + n
3 + n
5.4. Teorema:
Prueba:
1 f V xx = f
2 —\V x x — t
3 Ax x = t NP, 2
4 —it = t EG, 3
5 t—t I
5.5. Teorema:
1 ? (a -» Ax /3)
2 I a
3 •? Ax/3
4 '? a —> /8 pues i—ar (a —> >3)
m P MP, 4,2
5.6. Teorem a: Sean A, A y /A, ..., t„ términos de Jz?, en los que ninguna
de las variables x, y, xí ... xn esté libre. Sea Pt%, ..., t« una fórmula de f£ .
Entonces:
1 t x = t . < ^ > V x y (x — t x a y = U a x = y)
2 '? ÍJ = t 2 - * \ /x ij (x = #, A IJ = t¿ A X = y)
3 t, = ío
4 ? V x y (x = #i a y = t2 a x = y)
5 V x y (r = ¢, a (/ = a x — y)
8 íj = Í! I
9 #2 = ¿2 I
10 fi = fj a t2 = t-> IC, 8 , 9
12 ? V xy (x = tx a y = G. a x = y) —» í, = t2
13 V xy (x - fi a y = f 2 a x = y)
14 u = t t a w= t 2 u= w
a GEP, 13 «, no estén en f(, í.,
15 u — t x a w = t 2 EC , 14
16 u = tx EC , 15
17 u = w EC, 14
18 ti = w TI, 16,17
19 w= t-> EC , 15
20 ti = U TI, 18,19
1 A x a o A x / 3
3 ? A x x - * A x / 3
4 A x a
5 ? Ax/3
6 a EG, 4
7 a < - » /3 EG, 2
8 a — > /3 EB, 7
9 0 MP, 8, 6
10 f Ax / 3 - * A x a
11 A x /3
12 ? A x x
13 — i A x a
14 V x a NG, 13
15 - i 5 "
X
a EP, 14
16 5” x ^ 5 “ /3 EG, 2
17 5 « /3 -» 5 " x EB, 16
19 s ; /3 EG, 11
20 A x x A x /3 IB, 3, 10
Entonces:
1 i = ! z s e (A z (a z — x) v (—i Vto Az (a z = w)
AX = t y y = y))
5 ~i Vw Az (a<->z = w)
6 iz a = u y y = y DI, 5
7 x = iy y = y t i , 3 ,6
8 —1 Vw Az (a •<-» z — w) a x — ly y = y IC, 5 ,7
9 Az (a •<->z = x) v (—i Vw Az (a ** z = w) a x =- uj y = t/)ID, 8
10 Vw Az (a «-» z = w) ->
(Az (a -*-» z = x) v (—i Vw Az (a z = w) a x = iy y = y))
11 Vw A z ( a « - > z = w)
12 5 ‘ot a DP, 11
13 Az (a z = t«) (donde u no está en a y w # z),
pues 5 “ a = a, ya que w no está en a EP, 11
14 5 ‘/ a t o i z a = « EG,13
15 5Z
‘m a —> iz a = u EB >14
16 tz a = u MP, 15,12
17 u= x TI, 16, 3
18 A z (a <-» z = x)
19 - i A z ( « o z = r) [ = 5 J “ i Az ( a <->z = «),
ya que 5* a = a, porque w no está en «]
20 Au (u = a; —i Az (a <-» z= tt)) II,19
21 u = x —» —i Az (a z = «) EG,20
23 Az(a<->z = u) R,13
CUASIELIMINACION DE DESCRIPTOBES 93
28 f Az (ot <r> z = x) -» x = tz a
29 Az (ot <-» z = x)
30 V id A z (a -o z = id ) IP,29
31 5 ‘“ a DP,30
32 5 ‘za í « [ z « = x EG,29
33 a —> iz a = x EB , 32
34 tz ot = x MP, 3 3 ,3 1
35 x = tz ot SI,34
37 —i Vw Az (a <->z = w) ax = tyy = y
38 —i V w Az (ot <-» z = id ) EC , 37
39 tz ot = 11/ y —y DI, 38
40 x = ,y y = y E C , 37
41 x = tz a TI, 39, 40
6.1. Teorema: Sea c una constante individual del formalismo SC. En
tonces :
a) Para cada fórmula a de í £ hay una fórmula sin descriptores <x' de 2 ,
con las mismas variables libres que a y tal que c = uj y = y i—z a a'.
b) Para cada término t de í £ y cada variable x que no esté en t hay una
fórmula sin descriptores 9 de con las mismas variables libres que x = t
y tal que c = ’.y y = y \—j¿ x = t y.
Sea t = v.
x no esté en t, e. d., x # v
\ - z i = t>oi = r
c = '.y y ~ y 1—x x = v -o- x = v por 2.9, c)
Luego hay una fórmula sin descriptores 9 de S6, con las mismas varia
bles libres que x = o y tal que c = ty y — yt—^ x = t<r^<f; a saber,
9 = x = v.
Sea t = a.
x no puede estar en t, pues una variable nunca está en una constante
individual.
1—z x — a x = a
c = iy y — y ^ ^ x = a <^>x — a por 2.9, c)
Luego hay una fórmula sin descriptores 9 de 3?, con las mismas varia
bles libres que x = a y tal que c = ’.y y — y \—¡e x = # <-» 9 ; a saber,
tf = x = a.
c = iy y = y x = fh , V x , , x „ (x, = ít a ... a x „, = tn a x =
f x x,
Este último paso está justificado porque de lo que damos por supuesto
para <p1; ..., <pn se sigue que
c = aj y = y ( - * V x1; ...,x „ (x2 = *1 a ... a i , = tn) <-»Vxu ...,x n (9! a ... a o„)
Luego hay una fórmula sin descriptores 9 de Jz?, con las mismas varia
bles libres que x = f t l t t n y tal que
Sea a = P t lt ...,
Xi, ...,x „ sean n variables distintas que no estén en a.
Por hipótesis inductiva, hay n fórmulas sin descriptores 9,, <pn de <
2?,
tales que para cada i (1 <2 i < n), 9,; tiene las mismas variables libres que
Xi — ti y c = iy y = y \ - z xt = í¡ <
h>- 9¡.
Ahora bien, por 5.6, a)
|-^Píl, ...,# „ -CA- Vxi, ..., X» (Xi = t, A ... A X,, = tn A PXj, ..., X»)
Por 2.9, c) obtenemos
c = iy y = y i—^ ^*1,..., Vxi,..., x„ (x* = l a ... a x„ = Px^ ..., x„)
De aquí podemos pasar a
c = iy y = y ...,*»<->• Vx1 ;..., x„ (91 a ... a 9* a p x 1? . . . , x„).
Este último paso se justifica como en el caso anterior.
Luego hay una fórmula sin descriptores <x' de i*?, con las mismas varia
bles libres que P t u ...,tn y tal que
c — ty y = y \ - x <*<-»• a'; a saber, a' = V xí ,..., x„ (9! a ... a 9« a P x i , ..., x„).
Sea a = - 1j8.
Por hipótesis inductiva, hay una fórmula sin descriptores /3 ' de Jz?, con
las mismas variables libres que /3 y tal que
c = ly y = y t - x P + * / 3 '.
Entonces, c — iy y = y \ - z —1,8 <-» —1
Luego hay una fórmula sin descriptores a' de con las mismas varia
bles libres que —1¡3 y tal que c = ¡y y = y a * * a'; a saber, a' = —1¡3 '.
Sea a = (J3 A y ).
7 . ----LÓGICA DE PR IM ER ORDEN
96 SINTAXIS: UN CALCULO DEDUCTIVO
Por hipótesis inductiva, hay dos fórmulas sin descriptores /3' y 7 ' de üf,
con las mismas variables libres que /3 y 7 , respectivamente, y tales que
c — ty y = y i—^ /3 <h>¡3'
c = ny y = y \—z 7 -o- 7 '. Por tanto,
c = ty y = y ^ 0 a j ^ / 3 ' a Y-
Luego hay una fórmula sin descriptores a' de .5?, con las mismas varia
bles libres que (/3 a 7 ) y tal que
c = ay y — y \-z a saber, a' = (¡3' a 7 ').
De igual modo se prueba el teorema para
« = O3 v 7 )
« = 03 7) y
cc= (J3<h> 7 ).
Sea a = Ax /3.
Por hipótesis inductiva, hay una fórmula sin descriptores f3' de J2?, con
las mismas variables libres que /3 y tal que
c = ly y = y (3 /3'- Por tanto,
c = 1y y = y (J3 /3') por 5.1
i—i? c = ty y = y —> A x ((3 <-> ¡3') por 5.5
c ~ ty y = y A x (J3 /3')
A x (J3 <-> ¡3') i—# Ax 13 <-> Ax ¡3' por 5.7
c = tyy = y \-z A x ¡3 <-> Ax /3' por 2.9, b)
Luego hay una fórmula sin descriptores a' de ¡ £ , con las mismas varia
bles libres que A x (3, y tal que
c = iy y = y \—x a <-» a' ; a saber, a' = Ax /3'.
De igual modo se prueba el teorema para
a = Vx /3.
Sea t = tz a.
x no esté en t
Por hipótesis inductiva, hay una fórmula sin descriptores a ' de S £ ,
con las mismas variables libres que a y tal que
c = tí/ y = y \—z. a <-> a'.
Ahora bien, por 5.8,
\—z x = iz a <-> (A z (a «-> z — x) v (- 1 V id A z (a «-> z = tu ) a x = ty y — y))
Por tanto,
c=ty y = y
í-s? x = tz a <-> (Az (a <-» z = x) v (—1 Vio Az (a <-> z = tu) a x = iy y = y))
c=ty y = y
x = tz a <-> (Az (a <-> z = x) v ( ~ 1 Vio Az (a <-> z = w) a x = c))
c — ty y = y
X = tza<r> (Az ( d ' « z = : l ) v (m VlO Az (</<-> Z = tu) A X = c))
CONSISTENCIA Y CONTRADICCION 97
Luego hay una fórmula sin descriptores <j> de S£, con las mismas varia
bles libres que x — iz a, y t a l . que
c — iy y = y N x = t f;
a saber, cp= Az («' z — x) v (~i Vw Az (a' •<->z = w) a x = c)
q.e.d.
7.1. Definición:
7.2. Teorema:
1 r p
2 ? (a. a “ i a)
pues r i— z ( « a u )
a EC 2
—i a EC 2
I Gf |— cc
U J—i oej a
<l>l—se a por 5.3
1—sg a
c no está en a
Si
1— J 5 ? U { C } 5 ”, a
entonces: a
Con ayuda de este teorema, que aquí no probamos, podemos pasar a
demostrar el siguiente teorema 7.6.
-vu ia
1 Ti a ... a 7 » a V x a —»5® 5 “ ~ 1 a por 5 .2
l sí'j ¡ (*} 5® (7 , a . . . A 7 „ A V x a —» 5 “ — l a )
pues u no está en 7 ,, . . . , 7 «, Vx a
1— i- ( 7 1 A . . . a 7 „ A Vx a —> 5 “ ■ — 1 a) por 7.5
r U jVxaj »—^ —1 5« a pues 5 “ - i a = - i 5 “ a
Sea /3 una fórmula de ¿z? en la que no esté u. Entonces,
T U jVx aj 1 - ^ - ( / 3 A /3). En efecto, 1 t (/3 a 1 /3)
2 V xa Premisa
3 5£ «. EP, 2
4 f ~ 1 5" a Puesto que
T U jVx aj 1— ^ — 15 “a
100 SINTAXIS: UN CÁLCULO DEDUCTIVO
Luego r sería contradictorio en jz?, por 7.3, contra la hipótesis. Por con
siguiente, r U je = ly y = y\ es consistente e n ¿ ? U jcj.
q.e.d.
Sea a g F y /3 e T
»,i3h(«A|3)
T i— (a a /3) pues a, /3 e T
(a a /3) e F por (1)
r0= r
r¡ , si r 3 U ¡ 0 ,-j es contradictorio
! ( r , U j<x¡\ es consistente
sentencia <x de U ‘g', tal que r® i— (a a —i a). Por 2.8, habría n sentencias
Ti, . . . , 7 » e r 4, tales que
Tu T« i— (a a "t ce)
I\ sea el r 3 de mínimo subíndice, tal que Ti, . . . , j n e r 3.
P* i— (a a i a)
r k sería contradictorio, por 7.3, contra lo que hemos probado en b). Luego
P® es consistente.
d) Sea a una sentencia de <2? U 9?. Si a i r®, entonces T® U jaj es con
tradictorio.
Sea a £ T*.
ce es una sentencia de 5S U ís . Por tanto, a ocupará un lugar en la suce
sión dé que partimos. Sea a = a¡.
ce¡ $ r®
<x¡ i T)+1, pues si no, <xj e r * .
Vj U ¡ <xj\ es contradictorio, pues si no, ce¡ e r í+i .
r ° U ja,-} es contradictorio, por 7.2, b), pues Pj U ja;-¡ C P* U \a¡\
r * U ja¡ es contradictorio, pues a¡ = a.
e) r® es máximamente consistente.
Se sigue de c) y d), por definición.
f) r * es ejemplificado.
Sea «: = Vx a una sentencia de =§? U fé.
Sea Vx a e T®.
Tj U jV xaj es consistente, por 7.2, a), pues r ;- U jVx aj C T* y T* es
consistente.
Vx ae r m , por construcción de T¡+1, en el tercer caso. Para algún c,
5" a e r í+i, por construcción de r ;+i, en el tercer caso de la definición.
Luego hay un designador t de S£ U ^ (a saber, t = c), tal que 5* a e F3+i ,
y, por tanto, tal que S^oteT®, pues P3+i C T®.
Así, pues, P* es ejemplificado.
En r® no hay descriptores, pues no los había en r o ni se han introducido
en la sucesión de los Pj. Con esto y con a), e) y f) queda probado que T*
es un conjunto máximamente consistente y ejemplificado de sentencias sin
descriptores de ,5? U c€ , donde í? es una clase numerable y disjunta con
de constantes individuales, tal que T C T®.
PARTE TERCERA
SEMANTICA
III.1. Interpretaciones
1.1. Definición:
J 17(z), si z # x
j x , si z = x
7 (x ) = 7 (x )
7 (a) = 7 (a)
7 (fnh , ..., tn) = 7 (fn) 7 ( h ) , ..., 7 ( Q
7 sat Pnti, tn syss < 7 {t x) , ..., 7(t„)y e 7 (P”)
(en e s p e c ia l, 7 s a t #i = t2 syss 7 (#0 = 7 (t2))
7 sat ~i a syss no 7 sat a
7 s a t (a a /3) syss 7 sat a y 7 sat /3
7 sat (a v /3) syss 7 sat a o 7 s a t./3
7 sat (a -» /3) syss (si 7 sat a, entonces .7 sat /3)
7 sat ( a -«•/3) syss ( 7 sat a syss 7 sat /3)
7 sat Ax a syss para todo x e 611:7* sat a
7 sat Vx <x syss para algún x e 91-.7^ sat a
el único x e °ü, tal que 7 * sat os, si hay un tal x
! y sólo uno
a , si no
2.3. La definición de satisfacción es al mismo tiempo una definición
precisa del concepto semántico de verdad en los lenguajes formales. Una
sentencia a es verdadera en una interpretación 7 si y sólo si 7 satisface a.
2.4. Teorema;
= - 7 * (f ) J f r ) , ...,
= J (/") J ( t i ) , . . . , J ( t n) [supuesto inductivo]
= J l f nty,
. 7 XX s a t —1 a syss no 7 * sat a
syss no .7 sat a [sup. induct.]
syss .7 sat —1 a
De igual modo:
.7 * sat V% a syss J sat V z a
Finalmente veamos que el teorema también vale para las descripciones.
a) Sea z # * y haya un único z con .7** sat a.
■7x(¡z a) = el único z, tal que sat a
= ” , tal que J “ sat a [por 1.4.(1)]
= ” , tal que J * sat a [sup.induct.]
= J (tz <x)
3.1. Teorema:
8. ----LÓGICA DE PR IM ER ORDEN
112 SEMÁNTICA
b) Sea z = x.
y'«> (z) = y (t ) = J ( S * z )
Sea t0 = a.
J ^ ( a ) = J ( a ) = J\ S \ a )
= .7 ( f 5 ^ ...5 > )
= .7 ( 5 ‘ f t i , . . . , t ft)
syss : sat «
[pues =
por 2.4, ya que s no
está en f]
syss ” ” : jT %sat 5*, a [sup. induct.]
syss J sat A s 5 * «
syss J sat 5* As a
syss ^ 1 sat «
[pues J r^(t^(v) = z]
syss sat 5" a [sup. induct.]
syss jz jh ) sat 5 » a
VX Z
syss VX
sat 5 zV a
[pues J l { t ) = J ( t ) ,
por 2.4, ya que v no
está en f]
114 semántica
Para mostrar que el teorema vale para las descripciones iza, distingui
remos los tres casos posibles: l.° que x no esté libre en iza; 2.°: que x sí
esté libre en iz a, pero z no esté en t (en cuyo caso distinguiremos las dos
posibilidades de que haya o no haya en el universo de la interpretación 7
un único individuo z, tal que 7 x (t>zz sat a); 3.°: que x esté libre en iza
y z esté en t (en cuyo caso volveremos a distinguir las dos posibilidades
indicadas). En cada uno de estos casos probamos lo que afirma el teorema:
7 Jx w (iz a) = J (5* iz a)
T. 7 ZZ sat 5*X a
tal que [sup. induct.]
7 (iz 5* a) — a
7 (5‘ tz a) = a = .7^<‘ >(tz a)
SATISFACIBILIDAD, VALIDEZ Y CONSECUENCIA 115
[pues 7 x (t)*(v) = z]
= ” , tal que 7 Jx t)7'v sat 5® a [sup. induct.]
= ” , tal que 7 iy(t> sat 5" a [por 1.4.1, ya que
x^v]
7 z (A
= ” , tal que 7 \ x *' ' sat 5® a
[pues y *(t) ~ y (t) ya
que v no está en t]
= ” , tal que 7 * sat 5 45®a [sup. induct.]
= 7 (tu 5* 5® «)
= y ( 5 ‘ tz a)
7 sat 4> syss para toda a: si a e f entonces .7 sat a, y, puesto que para
todo a, resulta que .7 sat <f>.
4.3. Abreviaturas:
4.4. Teoremas:
b) r t= a syss T U j- 1 aj es insatisfacible.
Prueba: T t= a syss para toda 7 : si 7 sat T, ent.. 7 sat a
syss ” ” : si 7 no sat a, 7 no sat V
syss ” ” : si J7" sat —i a, 7 no sat T
syss no hay ninguna 7 que satisfaga n a y T.
syss F U j—i aj es insatisfacible.
INDEPENDENCIA 117
c) i= a si y sólo si —i ot es insatisfacible.
Se sigue de h), para r = <¡fr.
Prueba:
r t= (« a i a) syss para toda 7 : si 7 sat T, ent. 7 sat (s a d í )
syss ” ” : si 7 sat T, ent 7 sat a y 7 no sat «
syss ” ” : 7 no sat F
syss T es insatisfacible.
III.5. Independencia
5 .2 . Definición: a es in d e p e n d ie n te d e T si y s ó lo s i a n o e s u n a con
s e c u e n c ia d e F.
Si a fuese una consecuencia de F, todas las interpretaciones que satis
faciesen T satisfarían también a. Ál no ser a una consecuencia de F, no
será el caso que todas las interpretaciones que satisfacen F satisfagan tam
bién a, es decir, habrá alguna interpretación que satisface F, pero no «.
Por tanto, otra manera de formular la definición sería: a es independiente
de F si y sólo si hay una interpretación 7 de =2?, tal que .7 satisface F,
pero 7 no satisface a.
Para probar que una sentencia a es independiente de un conjunto F de
sentencias hay que probar que a no es una consecuencia de F. Para ello hay
que ofrecer una interpretación 7 , tal que 7 satisface F, pero no a. No hace
falta especificar la interpretación 7 en todos sus detalles. Basta con indicar
cuál es el universo °il de la interpretación elegida 7 y cómo interpreta 7
los signos peculiares de S£ que aparecen en F y a. (Si aparecen descriptores
en T o en a, hay que indicar también cuál es el individuo a de °ll al que
habrán de referirse las descripciones impropias.)
5 .5 . Definición: F e s i n d e p e n d i e n t e si y s ó lo s i p a r a c a d a S e n t e n c i a a e T :
<x e s in d e p e n d ie n te de T — j ctj.
EJERCICIOS DE PRUEBA DE INDEPENDENCIA 119
Ejercicio número 1.
o¡x = Ax (Sx -»■ Mx)
a2 = “ i Sa
= —i Ma
Ejercicio número 2.
«i = Ax (Jx - » Rx) -> D e
a., = Ax (ñx Mx)
a3 = Ax (Mx -> Jx)
a4 = De
Ejercicio número 3.
ai = Axy (Vu (Rxu aRyu) -> Rxy)
a2 = Ax Vy Rxy
a3 = A xyz (Rxy a Ryz -> Rxz)
( 1 ) : a2 es in d e p e n d ie n te de ja i, a 3j
Pruébese:
(2 ): a i es in d e p e n d ie n te de j a 2, a 3j
N o ta : a3 no es in d e p e n d ie n te de ja i, a 2J, s i n o una c o n s e c u e n c ia de
j a i , a 2j. R e c u e r d e e l l e c t o r q u e e n e l e j e r c i c i o d e d e d u c c i ó n n ú m e r o 8 p r o
bam os:
j* i, a 2j f— a 3
Ejercicio número 4.
ai = —i V x a — jx
a2 = A xy (fx = fy —> x = y)
a3 = Pa a Ax (Px - » Pfx) -> Ax Px
ai = Axy (Px a Py -> Rxy v Ryx)
a,-, = V xy (x¥= y a Rxy)
a6 = Ax (Rxx -> Ay (Rxy v Ryx))
a7 = Ax Vy (x¥= y a Rxy)
xs = Ax (Rax v Px)
122 SEMANTICA
Pruébese: a7 y ot8 son independientes de jai, a2, a3, a4> a5, a6J.
Prueba de independencia correspondiente al ejercicio número 4.
Sea 7 una interpretación con
°ll — 6) (el conjunto de los números naturales)
7 (a) = 0
7 (f) ~ la función “el siguiente d e ...” : n 1—>■ n -f- 1
7 (P ) = 4>
7 (R ) = \<0, 1>|
Como fácilmente se comprueba,
7 sat jax, a2, as, a4, a¡¡, afij
7 no sat a7 (pues para 1 no hay ningún número natural y, tal que
<1, y> € 7 (R )).
7 no sat a8 (pues para 0 no es el caso que <0, 0> 6 7 (R) ni que
0 e 7 (F )).
Ejercicio número 5.
a i = tx — i V r / (Py a Myx) — d
a2 = Pd
0¡3 = Vx (Px A Ex)
a 4 = Ax (Px a Ex —> A y (Py a —i Ey —> Mxy))
ag = E d
Ejercicio número 6.
ai Ax Rxx
a2 = Axy (Rxy —> Ryx)
a s = Axyz (Rxy a Ryz -» Rxz)
r = j a i , «2, a 3J
Pruébese la independencia del conjunto P.
N o ta : P es u n c o n ju n to de a x io m a s que d e fin e u n a r e la c ió n de e q u i
v a le n c ia .
Pruebas de independencia correspondientes al ejercicio número 6.
1. °: ai es in d e p e n d ie n te de j a 2, a 3j
° U = j0}
,7i(R ) = 4>
7 1 s a t j a 2, a 3j, p e r o 7 i no sat ai
^ = { 0 , 1}
7 2(fl) = J<0, 0>, <1, 1>, <0, 1>J
7 2 sat j a x, a 3j, p e r o 7 2 no sat a2
124 SEMANTICA
Ejercicio número 7.
ax = Axi/z (Rxy a Ryz -> Rxz)
a, = Axy •(Rxy a R ij x -> x = y )
«3 = Axy (Rxy v Ryx)
A= jai, a2, a3j
Ejercicio número 8.
1) Para cada dos puntos distintos hay una recta en la cual esos dos
puntos están.
2) Para cada dos puntos distintos no hay más de una recta en la cual
esos dos puntos estén.
3) Para cada recta hay al menos dos puntos distintos que están en ella.
Ejercicio número 9.
a! s \/y (Ax (Sx /\Gx<^>x = y) /\tj — r) .
a2 = Ax (Sx a —1 x = r —> Arx)
a3 5= Vx (Sx a Gx a Apx)
xi = Axy (Axy -> — 1 Ai/x)
A = ¡ai, «2, a3,
au = ¡o, ij
7 2(r) = o
7 3(p) = 1
7 2(S) = j0, 1¡
•72(G) = ¡0!
7 2(A) = 5<1, 0>j
y 2 sat jai, a3, a4j pero no sat a2
7.3. Teorema:
u no está en Y, z, ¡3; u ^ x
! r u ¡ 5 " « ¡ t= R
Y \ = \ /xz
Entonces, r t= /3
J sat Vx a pues T i= Vx a
Hay un x, tal que J * sat a
, tal que sat a por 2.4, pues u no está en a
, tal que sat a por 1.4, pues x fé u
syss Ptu í„ € r
(En especial, 7 sat t-¡ — t-. syss 7 ( t i ) — 7 (ti)
syss = pues 7 (t) — t
syss ti ~ í2 por definición
syss ti — í -2 e T)
7 sat ■“i a syss no 7 sat a
sys no « e r supuesto inductivo
syss ctfT
syss ~i a e F por II.8.2, (3)
7 sat (a a /3) syss 7 sat a y 7 sat P
syss a e T y /3 e T supuesto inductivo
syss (a a /3) e T por II.8.2, (4)
7 sat (a v /3) syss *7" sat a o 7 sat /3
syss a e r o /3 e T supuesto inductivo
syss (a v /3) € F por II.8.2, (5)
De igual modo:
7 sat (a /3) syss (a -> /3) e F
7 sat (a «-»/3) syss (a /3) e T
7 sat Ax a syss para todo t: 7 ' sat a
q.e.d.
Prueba de 8.2.
Sea T un conjunto consistente cualquiera de sentencias sin descriptores
de y.
c = iy y = y por definición de A
c = iy y = y i— a -» a' por EB
o = ílJ y = y, ai-^ufe) a'
F U je — iy y — y J i—ifujcj a pues a e T
Así, pues, todas las fórmulas de A son deducibles a partir de r u jc =
’.y y = yj. Si A fuese contradictorio, también lo sería T U \c = ty y = y\,
por la transitividad de la deducibilidad (II.2.9, b). Pero T U je = ly y = y\
es consistente. Luego A es consistente también.
A es, pues, consistente en Se U jcj.
A es satisfacible sobre un universo numerable, por 8.2, ya que A es un
conjunto consistente de sentencias sin descriptores.
Hay una interpretación J7 de ,5? U jcj sobre un universo numerable °U,
tai que y satisface A.
Sea .7 = < % We, a>.
y sat A.
o = iy y = y « <■>
Es decir, hay una fórmula a' s A, tal que
c = u y y = y h-jfuicj a «-»<*'
c = ly y = y ¡=^uíc) por 7.2
y sat c = %y y = y pues y ' ( y y = y) = y (c ), por
definición de y
y sat a-o- a'
J sat a' por definición de y , ya que
a' e A
y sat «' pues a' carece de descriptores y
y e y ' sólo se diferencian
respecto a las descripciones
y sat a pues y sat a <-> a' y y sat a'
Así, pues, y sat T.
134 SEMANTICA
Prueba de 9.2.
Sea T un conjunto de sentencias de 27 v o. una sentencia de 27. Sea
r 1=¾ a.
Toda interpretación de 27 que satisface F, satisface también a, pues
T 1=¾ a.
No hay ninguna interpretación de 27 que satisfaga F, pero no satisfaga a.
Es decir, no hay ninguna interpretación 2/ de 27, tal que 27 sat F y
27 no sat a.
No hay ninguna interpretación 27 de .27, tal que 27 sat T y 27 sat ~i <x.
9.5. El teorema 8.3, que dice que todo conjunto consistente de senten
cias es satisfacible sobre un universo numerable, es llamado a veces “teo
rema de Henkin”, por haber sido León Henkin el primero en formularlo y
probarlo de un modo parecido al aquí expuesto. En realidad, los teoremas
que le siguen se obtienen como meros corolarios del teorema de Henkin:
tanto el teorema de completud semántica de Godel (9.2.), como el teorema
de satisfacibilidad numerable de Skolem (8.7.) y el teorema de finitud para
la satisfacibilidad o corwpactness theorem. (8.6.).
El teorema de Skolem tiene profundas repercusiones en la filosofía de la
matemática — pues implica, entre otras cosas, que cualquier teoría formal
construida para caracterizar una estructura de universo infinito supernume-
rable es también satisfecha por interpretaciones sobre universos numerables,:
por lo que lo supernumerable no es caracterizable en la lógica de primer
orden— e importantes aplicaciones en la metateoría de conjuntos. El teo
rema de finitud para la satisfacibilidad tiene múltiples aplicaciones en meta-
matemática, tales como la obtención de modelos no-standard de la aritmética
—es decir, de sistemas no isomorfos con el de los números naturales pero
que, sin embargo, cumplen cuanto exigen los axiomas de la aritmética de
primer orden'— .
De hecho, ambos teoremas —el de Skolem y el de finitud— constituyen
la base de la teoría de modelos, una de las ramas más florecientes de la
lógica actual. Incluso es posible probar ambos teoremas sin hacer uso para
nada de un cálculo deductivo ni, por tanto, de los teoremas de Henkin y
Godel. En efecto, el teorema de Skolem puede ser probado directamente
a partir del de finitud y éste, a su vez, puede ser probado dentro de la
138 SEMÁNTICA
M anuel Sacristán
INTRODUCCIÓN
A LA LÓGICA
Y AL ANÁLISIS FORMAL
No hace mucho más de siglo y medio que un gran
filósofo consideraba la lógica como perfecta y con
clusa en lo esencial desde los tiempos de Aristó
teles. Hoy la lógica, tras haber mostrado, con los
espectaculares progresos conseguidos en ese siglo
y medio, que no estaba, ni mucho menos, perfecta,
sigue además sin concluirse.
Uno de los capítulos más interesantes, útiles y no
conclusos de la lógica moderna es la aclaración de
conceptos frecuentemente usados en las ciencias
particulares, como los de sistema teórico o teoría,
cálculo o algoritmo, función, isomorfías, estructu
ras, etc. Para precisar esos conceptos hay que
familiarizarse, por de pronto, con el punto de vista
lógico formal, y debe aclararse la relación entre la
lógica y las ciencias reales. Este manual de intro
ducción, que se abre precisamente con unas pági
nas dedicadas a las relaciones entre la lógica for
mal y las ciencias reales, se destina a dar una vi
sión general del punto de vista lógico, sobre todo
en la medida necesaria para estudiar aquellos con
ceptos formales que son de aplicación general en
las ciencias. Sus destinatarios no son, pues, princi
palmente, los gremios tradicionales de cultivadores
de la lógica — los filósofos y los matemáticos —,
sino los estudiosos de ciencias reales que, cada vez
en mayor número, notan la conveniencia de aten
der también a los fundamentos formales de sus
conceptos y métodos.